Fallo Rios
Fallo Rios
Fallo Rios
• Hechos:
Un ciudadano de nombre Antonio Jesús Ríos, pretende oficializar su
candidatura a Diputado Nacional, en carácter independiente e
individual.
Esto ocurrió en 1987, donde la Constitución Nacional no había sido
reformada aun (no existía el art 37)
Todo el proceso electoral se guiaba por la Ley 22.627 (actualmente
NORMA DEROGADA POR LEY 23298 - LEY ORGANICA DE LOS
PARTIDOS POLITICOS-DERECHOS POLITICOS) y este hombre se
presenta y pide la Declaración de Inconstitucionalidad de esta Ley, mas
específicamente del Art. 2°.
• Art. 2° ley 22.267
10) Que el derecho a ser elegido para ser diputado de la Nación está, al igual que los
restantes derechos, sujeto a reglamentación. Como esta Corte lo ha afirmado en forma
invariable, ningún derecho es absoluto, por el contrario todos están subordinados a las
leyes que reglamentan su ejercicio (arts. 14, 20, 28, Constitución Nacional).
El límite a esa reglamentación está dado por el art. 28 de la Constitución Nacional: ella no
debe alterar el principio, garantía o derecho reglamentario.
De esta manera, la no alteración de los derechos y la razonabilidad de la reglamentación
son los límites de la potestad legislativa.
11) Que el planteo "sub examine" exige determinar si el impedimento del
recurrente a ser candidato a diputado nacional por el carácter independiente
o extrapartidario de su nominación es o no compatible con el régimen
representativo y republicano; es decir, si se trata de una reglamentación
razonable del derecho a ser elegido.
Dado que la ley fundamental establece cuáles son las condiciones requeridas
para ser diputado, corresponde decidir si la ley defacto 22.627 que regula la
materia electoral, es violatoria de alguno de los principios constitucionales
señalados, al establecer en su art. 2°, que la nominación de candidatos para
cargos públicos electivos es facultad exclusiva de los partidos políticos.
Tal como lo expresara Lowensteinop. cit., p. 94: "El partido político se hace
necesario y, en realidad, indispensable para organizar y activar la voluntad
política de la masa electoral... La entrada de los partidos políticos caracteriza
el paso de un control oligárquico burgués del proceso de poder a la
democracia constitucional moderna. Junto al descubrimiento de la técnica
de la representación que, como tal, creé el instrumento para institucionalizar
la distribución del poder entre diversos detentadores, se puede considerar
que la intercalación de los partidos políticos en el proceso político es la
invención más importante en el campo de la organización política".
Si bien la exclusividad para la nominación de candidatos que tienen los partidos
políticos es un tema controvertido en doctrina, la realidad nos ha demostrado
hasta ahora que la existencia política concreta de voluntades aisladas no es
plausible ni útil, toda vez que es ineficaz para ejercer influencia en la formación
de la voluntad del Estado.
El sistema democrático hace necesaria la organización de los individuos en
asociaciones determinadas por diversos fines comunes; en ellas se agrupan las
voluntades individuales coincidentes.
"Los partidos políticos reúnen a los individuos afines en edad, con objeto de
garantizarles una influencia eficaz en la marcha de la vida pública. La democracia
moderna descansa, puede decirse, sobre los partidos políticos, cuya significación
crece con el fortalecimiento progresivo del principio democrático". "En
oportunidad de cada acto electoral, los partidos seleccionan a los candidatos entre
los cuales el elector deberá optar al emitir su sufragio; con lo cual imponen el
orden de la opinión pública, ya que si los ciudadanos votasen directamente, sin
esta labor previa de las agrupaciones partidarias, sobrevendría el caos y la anarquía
en los comicios, los votos se dispersarían desordenadamente y quienes resultaren
elegidos carecerían de representatividad por el escaso número de sufragios que
obtendrían". (Segundo V. Linares Quintana: "Derecho constitucional e instituciones
políticas).
La intención de ampliar el margen de libertad para la
presentación de candidaturas ocasionaría que el poder se
debilitara, atomizándose, y paralelamente se aumentaría la
influencia de los poderes económicos u otros factores de
poder, que no siempre están organizados democráticamente.
15) Que en la elección de los candidatos se enfrentan dos valores: la libertad y la claridad. Si bien la
multiplicidad de candidaturas respeta el primero de estos valores, no siempre ayuda a la claridad de la
elección.
"Para conciliar estas dos exigencias, el principio de la libertad de candidatura, de la elegibilidad, que es la
regla general, surgen algunas excepciones: unas de carácter jurídico, pero poco importantes, y las otras
de hecho, algo más serias".
"a) Limitaciones jurídicas. Hacen referencia, esencialmente, a la edad: se estima generalmente que es
preciso tener más experiencia para gobernar que para designar un gobernante: a la moralidad..: a los
riesgos de presión..."
"b) Las limitaciones de hecho provienen principalmente de la existencia de partidos políticos. En teoría,
todo aquél que cumpla las condiciones legales puede presentarse a los sufragios de los electores. Sin
embargo, de hecho, aparte de raras excepciones, sólo aquéllos que están apoyados por un partido
político con influencia seria en la circunscripción, tienen posibilidad de éxito. Son, por tanto, en muchos
casos, los mismos partidos quienes eligen los candidatos. Esta circunstancia pudiera parecer enojosa,
pero es preciso tener en cuenta que, si no interviniesen los partidos, el hombre de la calle no tendría
probabilidad alguna. Los candidatos bien situados serían los notables locales, los portavoces del dinero o
del Estado... La libertad del elector sería menor aún. En todo caso, es preferible una clase política de
origen popular. En igualdad de condiciones, los partidos políticos cuyo desarrollo está íntimamente ligado
al del cuerpo electoral, son a la democracia de tipo occidental lo que la raíz es al árbol. En una palabra,
resultan irreemplazables en el papel de intermediarios entre el individuo y el Poder". (André Hauriou,
Jean GicquelPatriceGelard, "Derecho constitucional e instituciones políticas", p. 295, Ed. Ariel).
• Los partidos políticos desarrollan la conciencia política de los electores y exponen con
mayor transparencia las alternativas políticas, objetivos y medios. De lo contrario, los
ciudadanos no podrían conocer con precisión qué perfil ideológico distingue a los
diversos postulantes. El partido político, a través de la prédica de sus propósitos,
plataformas electorales, estatuto de regulación interna, definición de objetivos y la
demostración de su idoneidad para alcanzarlos, y la concordancia entre palabras y
hechos, ofrece pautas orientadoras para los electores.
• "Los partidos políticos desempeñan un doble papel en la representación política. En
primer lugar, encuadran a los electores. Encuadran también a los elegidos, es decir a los
representantes. Son así una especie de mediadores entre elegidos y electores... Sin
partidos políticos, el funcionamiento de la representación política, es decir, de la base
misma de las instituciones liberales, es imposible...". "Los partidos políticos encuadran a
los electores de dos modos. Por una parte desarrollan la concurrencia política de los
ciudadanos y permiten explicar más claramente las opciones políticas. Por otra,
seleccionan los candidatos entre los que se desenvuelve la lucha electoral..." Más
adelante agrega: "Los partidos políticos aseguran un encuadramiento ideológico de los
electores... Son indispensables para que aquéllos puedan saber más o menos claramente
la política que desean, la cual define el mandato que confían a sus representantes".
Maurice Duverger, "Instituciones políticas y derecho constitucional", ps. 89 y sigts; Ed.
Ariel, 1980)
• 16) Sin la existencia de los partidos políticos, la probabilidad del
hombre de la calle de acceder a cargos públicos sería mínima, toda
vez que los poderosos o los notables detentarían casi con exclusividad
el control de las candidaturas. Los países democráticos persiguen el
desarrollo máximo de la igualdad entre los candidatos. Con tal fin se
instrumentan métodos de intervención del Estado que luchan contra
las principales causas de desigualdad: la presión del dinero y los
favores del poder. Así, se intenta realizar una distribución equitativa
de fondos, reparto de locales para realizar reuniones, acceso a los
medios de propaganda, etc. Todo ello se realiza a través de los
partidos políticos. Si se admitiese la libre presentación de candidatos,
el objetivo de la igualdad se vería postergado, pues resultaría
imposible hacer frente a la erogación que conllevaría, una vez
generalizada, tal actitud.