Llanura Pampeana
Llanura Pampeana
Llanura Pampeana
RANQUELES
PAMPAS
MAPUCHES
QUERANDIES
ARAUCANOS
Eran cazadores, nómadas y durante buena parte del siglo XIX se
mantuvieron en alianza con las tribus tehuelches, con quienes
incursionaron en los mal llamados malones (ya que los blancos
corrian de a poco sus fronteras tierras adentro de manera
furtiva) en el oeste de la provincia de Buenos Aires y el sur de la
provincia de Córdoba, así como las de Mendoza, San Luis y
Santa Fe.
Según la cultura ranquel, este pueblo era un
subgrupo de los tehuelches: los puelches de
los mamulche (del idioma mapuche: mamül:
leña; che: gente; gente del monte), la cual
estuvo conformada por diferentes tribus:
salineros (chediches), jarilleros, medaneros
(looches), de los chañares (chicalches), de las
arcillas (canuelooches) y los del carrizal
(rankulches), que abarcaban un territorio que
se encontraba entre el río Negro, el río
Neuquén, el río Grande, el río Diamante, el sur
de la provincia de San Luis, el sur de la
provincia de Córdoba, el sur de la provincia de
Santa Fe, y la franja oeste de la provincia de
Buenos Aires.
Los Ranqueles vivían en comunidades, cada
una con su Lonco o jefe y su gente. Eran
nómadas, es decir, se trasladaban de un lugar a
otro buscando agua para poder sobrevivir; y a
pesar de que se reconocía la existencia de un
territorio Ranquel, las diferentes comunidades
no eran propietarias de ninguna parcela en
especial sino que se trasladaban según sus
necesidades, libremente, compartiendo con
sus pares la tierra.
Hacían utensilios de cerámica.
Trabajaban en el telar para la confección de
las vestimentas.
Hacían adornos de plata para el cuello, pecho,
cabeza, prendedores, que después adornarían
a la o las mujeres del Lonco.
Amansaban a los caballos con métodos no
agresivos, convirtiéndose los animales en fieles
amigos que conocían los caminos aborígenes a
la perfección y les permitían a los Ranqueles
realizar destrezas y acrobacias para escapar del
enemigo, que no siempre fue el huinca o
blanco sino que también sufrieron los ataques
de los de Arauca, un grupo de aborígenes que
venían desde Chile.
Se alimentaban de la carne de animales
salvajes como el avestruz, la vizcacha, el
guanaco, la liebre.
Solían también hacer sogas con las tripas del
animal.
Frente a las enfermedades también recurrían a
la naturaleza. Usaban las plantas, sus hojas,
raíces y frutos para preparar infusiones y así
aliviar los males que los aquejaban.
Los Ranqueles adoraban al universo en su
totalidad: el sol, la luna, la tierra, el agua, el
aire. Realizaban ceremonias en honor a él,
Este amor a la naturaleza se debe a que gracias
a ella podían alimentarse, vestirse, curarse,
protegerse, aprender, en fin, podían existir.
Con sus ceremonias solo devolvían a la
naturaleza el amor que ella les daba.
UBICACIÓN GEOGRAFICA
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