Teoria Organizaciones Indigenas
Teoria Organizaciones Indigenas
Teoria Organizaciones Indigenas
Profesora:
Dra. Alida Isidora Díaz Encinas
En la actualidad la población indígena,
representa aproximadamente un 10% de la
población total de la región, mientras que la
población de origen africana (incluidos
negros y mestizos) llega a un 30%.
Sin embargo más allá de las cifras el
problema para los pueblos indígenas y
afroamericanos es que, tras siglos de
exclusión y negación, siguen siendo
tratados como minorías, aunque en muchos
casos no lo sean.
Pobreza.
Segregación.
Discriminación.
Modernidad.
Migración.
La mayoría vive en situación de pobreza y se
les ha negado el derecho a una educación
que considere sus especificidades culturales,
lingüísticas y religiosas.
En muchos casos han perdido sus principales
recursos de subsistencia (la tierra, el
territorio y sus recursos naturales) y desde
hace décadas se han visto forzados a migrar
a los grandes centros urbanos donde
acceden a trabajos precarios, mal
remunerados y de baja calidad.
La pobreza, la marginalidad y la exclusión
se han convertido así en una característica
estructural para las poblaciones indígenas y
afroamericanas.
Las cifras y porcentajes muestran
diferencias de varios puntos con respecto al
resto de la población.
En los casos más extremos la diferencia
entre indígenas y no indígenas es de 20 a
30 puntos porcentuales.
La discriminación étnico-racial actual,
heredada del colonialismo hispano-criollo,
es la expresión con que se manifiestan
formas renovadas de exclusión y
dominación constituyendo verdaderos
“colonialismos internos” que contradicen el
mito de una integración real.
Al contrario, la integración de los pueblos
indígenas y afroamericanos ha tenido, más
bien, un carácter simbólico en el discurso y
negados en la práctica.
En muchos sentidos la situación actual de
los pueblos indígenas no es comparable a
la de unas décadas atrás donde un
porcentaje mayoritario residía en zonas
rurales y eran vistos por el Estado como
campesinos pobres.
Wade, Peter (1997), Race and ethnicity in Latin América, Pluto Press, Chicago.
En la actualidad los biólogos dicen que la raza
humana es una: el Homo Sapiens Sapiens, y que el
concepto de raza es construido por las
percepciones y la historia, sin base biológica real.
Algunos incluso dicen que las diferencias que
tenemos son puramente culturales, no biológicas.
Cuando se analizó el genoma humano, se vio que
las diferencias entre personas solo era en un 0,2%,
incluso si provenían de la misma «raza».
Estas características raciales -forma del ojo, color
de la piel, color del cabello, estatura- son mínimas
si nos basamos en el código genético, e incluso
para algunos científicos son triviales.
Para una revisión más completa se tiene el texto de: Brace 1964 "A
Non-racial Approach Toward the Understanding of Human Diversity"
in The Concept of Race, ed. Ashley Montagu. Ver el artículo en:
(Revisado el 10-Ene-2014)
* Citado por: DIAZ, Alida (2014) Censo General de 1876 en el Perú. Estudio
Sociodemográfico e Histórico. Lima: UNMSM.
A diferencia de raza, etnicidad es un
concepto de uso más reciente y de menor
carga valórica.
Etnicidad: proviene del concepto griego
ethnos que significa «pueblo» o «nación»; su
uso generalizado ha emergido precisamente
como reemplazo de la desprestigiada palabra
raza.
Pero, no es sólo un sinónimo, porque mientras
raza se refiere a características fenotípicas
(físicas - antropomórficas), etnicidad se refiere
a cultura y, específicamente, a diferencias
culturales.
La paradoja es que recientemente se ha
retornado a una discusión que parecía
superada ¿tales características culturales son
adquiridas o forman parte de un conjunto
predeterminado, incluso biológicamente?
La pregunta parece retrotraer la discusión a la
noción de raza.
El concepto de etnicidad tiene directa relación
con el de identidad, ambos gozan de una
gran movilidad en función de los contextos
de uso, de las percepciones y atribuciones
valorativas o axiológicas.
Asimismo, el concepto de «identidad étnica»
tiene una mayor profundidad y estabilidad
que la «identidad racial».
Identidad étnica se sustenta no sólo en las
características fenotípicas y sus
significaciones sino que, además, se relaciona
con un conjunto de “atributos” que una
sociedad o comunidad étnica comparte de
manera colectiva y de una generación a otra.
Hispanoamérica surge como el resultado de dos culturas
distintas: la traída por los españoles y el conglomerado de
las culturas indígenas existentes en el continente a la llegada
del hombre europeo.
La España del s. XVI estaba imbuida de una
cultura predominantemente humanística.
Por su parte, las culturas americanas
presentaban aspectos muy variados, desde las
culturas neolíticas, que desconocían el cultivo
de la tierra, hasta civilizaciones muy complejas,
que incluso llegaron a utilizar sistemas de
escritura.
En vísperas de la llegada de Colón a tierras
americanas, la población indígena se encontraba
desigualmente repartida en el territorio. Tales
núcleos de población se formaron sobre la base de
multitud de etnias diversas, pero fueron
fundamentalmente tres los centros con un grado
superior de organización social, política y económica.
Su asentamiento se produjo en regiones con las
condiciones más favorables, permitiéndoles
desarrollar una agricultura adecuada, realizar
artesanías, obras arquitectónicas y practicar algunos
cultos religiosos.
•LOS INCAS: tribu quechua cuyo poderío se fue
fortaleciendo, quizá, a partir del año 900. Desde el
valle del Cusco se extendieron por el noroeste de
Argentina, de Perú y Bolivia hasta llegar al Ecuador y
por el sur llegaron hasta el centro de Chile.
•LOS MAYAS: que abarcaron parte de Centroamérica y
la península de Yucatán y expandieron su influencia
hacia el norte.
•LOS AZTECAS O MEXICAS: que dominaron el centro
del actual México y que, como los Incas, estaban en
proceso de integrar un poderoso y auténtico reino.
Los protagonistas europeos del
proceso de conquista eran originarios
de la península ibérica, principalmente
del centro y sur de España.
Fueron hombres de edad mediana (30 a 45 años) con
muy poca experiencia militar, pues entre ellos se
encontraban campesinos, labradores, villanos,
artesanos y algunos hidalgos empobrecidos.
La ilusión de superar su condición y acceder a
privilegios sociales, al poder, riqueza, honra y fama
que en Europa estaban reservados casi
exclusivamente a la nobleza, se aventuraron en la
conquista y poblamiento de estas nuevas tierras.
El contingente femenino español
durante la conquista fue muy escaso
o casi nulo.
Esta es la principal y primera razón
del explosivo proceso de mestizaje
entre mujeres naturales de América y
el hombre del contingente de
conquista español.
Junto con los conquistadores, llegaron a
América misioneros de distintas órdenes,
que venían con el propósito de convertir
al catolicismo a la población indígena del
Nuevo Mundo, además de prestar
servicios religiosos a los europeos
encargados de la conquista.
Mestizos:
Peones agrícolas, artesanos, carpinteros, albañiles,
etc., de las ciudades. Podían ingresar al clero.
Indios:
Encomendados a españoles y criollos o en
resguardos que suministraban trabajadores para
minas y haciendas.
Negros:
Esclavos. Trabajan en minas y plantaciones.
Durante la etapa de la
colonia, se aceleró el
proceso de mestizaje en
toda América.
Tras el encuentro entre
españoles e indígenas, el
número de mestizos
comenzó poco a poco a
crecer y a tomar
importancia a lo largo Familia conformada por un
del siglo XVII. español y una indígena, cuya
unión da origen a un mestizo.
La población mestiza estaba constituida por hombres
y mujeres libres, quienes por lo general fueron
discriminados por los grupos sociales de mayor
jerarquía, españoles y criollos, quienes sólo les
permitían ejercer labores muy mal remuneradas.
Los mestizos no podían acceder a cargos públicos,
ejercer la profesión de armas o ingresar al sacerdocio.