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    La Teoría Clásica de La Democracia

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    Este documento cuestiona la teoría clásica de la democracia. Argumenta que (1) no existe un "bien común" definido, (2) incluso si existiera, no conduciría a respuestas claras sobre problemas políticos, y (3) el concepto de "voluntad del pueblo" carece de sentido dado que los ciudadanos no actúan racionalmente ni comparten un bien común claro. Señala estudios que muestran que los votantes son influenciables y carecen de capacidad crítica, lo que permite a grupos perse

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    La Teoría Clásica de La Democracia

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    Este documento cuestiona la teoría clásica de la democracia. Argumenta que (1) no existe un "bien común" definido, (2) incluso si existiera, no conduciría a respuestas claras sobre problemas políticos, y (3) el concepto de "voluntad del pueblo" carece de sentido dado que los ciudadanos no actúan racionalmente ni comparten un bien común claro. Señala estudios que muestran que los votantes son influenciables y carecen de capacidad crítica, lo que permite a grupos perse

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    La Teoría Clásica de La Democracia

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    La teora clsica

    de la Democracia
    El bien comn y la voluntad del pueblo:
    El mtodo democrtico es aquel sistema institucional de gestacin de las
    decisiones polticas que realiza el bien comn, dejando al pueblo decidir por s
    mismo las cuestiones en litigio mediante la eleccin de los individuos que han
    de congregarse para llevar a cabo su voluntad.

    Es cierto que la direccin de algunos de estos negocios requiere aptitudes y


    tcnicas especiales y han de ser, por tanto, confiados a especialistas que la
    posean. Sin embargo, esto no afecta al principio, porque estos especialistas
    actan simplemente para llevar a efecto la voluntad del pueblo.

    La democracia adquiere, en realidad, una significacin inequvoca y no


    plantea ningn problema, a excepcin del de cmo implantarla.
    En primer lugar, no hay tal bien comn.

    En segundo lugar, aun cuando resultase aceptable para todos un bien comn
    suficientemente definido, por ejemplo, el mximo de satisfaccin econmica,
    esto no implicara respuestas igualmente definidas para los problema.

    En tercer lugar, el concepto particular de la voluntad del pueblo, o de la


    volant gnrale, se desvanece en aire. Pues este concepto presupone la
    existencia de un bien comn claramente determinado y discernible para todos.

    Los utilitaristas no tenan nocin de esa entidad semimstica dotada de una


    voluntad propia, Espritu del pueblo
    La Voluntad del pueblo y la volicin individual:
    La necesidad prctica de atribuir a la voluntad del individuo una
    independencia y calidad racional que son completamente irreales. Si
    pretendemos sostener que la voluntad de los ciudadanos constituye per se un
    factor poltico que estamos obligados a respetar, primero es preciso que exista
    esta voluntad.

    La naturaleza humana en la poltica:


    Falta nuestra cuestin acerca de la incertidumbre e independencia de las
    voliciones de los votantes, de su capacidad de observacin e interpretacin
    de los hechos y de su aptitud para deducir de una manera clara y rpida las
    consecuencias racionales de ambas cosas.

    Pruebas en contra de la racionalidad:


    La primera, asociada a Gustave Le Bon, que pone de manifiesto, las realidades
    del comportamiento humano bajo la influencia de la aglomeracin, los frenos
    morales y de los modos civilizados de pensar y de sentir.

    La segunda, son hechos sin razn o sentido, es decir sus necesidades no son
    apenas definidas y sus acciones sobre esto no son apenas racionales ni
    apresuradas. De otra parte son tan sencibles a la influencia de la propaganda
    y de otros mtodos de persuasin que a menudo parece que son los
    productores los que les dictan su voluntad en vez de ser mandados por ellos.

    Cuanto ms dbil sea el elemento lgico en la formacin de la opinin publica


    y ms completa la falta de crtica racional, mayores son las oportunidades
    para los grupos que persiguen fines interesados.

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