Francisco Tarín S.J.: Un Santo para Sevilla

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Padre Tarn : un santo para Sevilla

Padre Tarn S.J.


Francisco Tarn Arnau (Padre Tarn) fue un sacerdote espaol y predicador popular de la Compaa de Jess, nacido en Godelleta (Valencia) el 7 de octubre de 1847 y fallecido en Sevilla el 12 de diciembre de 1910 en olor de santidad 1.

Vida
Estudi el bachillerato en los Escolapios. Inicia la carrera de Derecho en Valencia abandonndola ante los acontecimientos polticos ponindose del lado integrista y tradicional (carlista). A los 26 aos entra en la Compaa de Jess, estudiando en el Seminario de Chteau Poyanne (Francia) donde tenan su noviciado los jesuitas 2. All tuvo como maestros y compaeros a eminentes espaoles exiliados jesuitas: Luis Coloma Roldn, Jos Mendive, Juan Jos Urraburu, Pablo Villada, ngel Mara de Arcos, Cecilio Gmez Rodeles, Julio Alarcn, entre otros. Recibi las rdenes menores en 1876. En 1878 pudo volver a Espaa para completar los estudios de Filosofa en Carrin y de Teologa en Oa (Burgos)

PETIT CARO, A.J.: Dieciocho sevillanos van camino de los altares. ABC de Sevilla, 4 de noviembre de 1982, Pgs. 35-36.
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Al ser expulsados de Espaa, el padre Felipe Gmez, general de a Compaa de Jess compr en mayo de 1869 el Castillo de Poyanne en las Landas (Francia) donde instal con cierta dignidad el noviciado de la provincia de Castilla. Pasado el peligro, fue vendido en 1910.

Padre Tarn : un santo para Sevilla donde fue ordenado sacerdote decidiendo consagrar su vida como misionero popular 3 . Es en el Puerto de Santa Mara(Cdiz) donde inicia su labor apostlica y docente (1884-86). Hizo la tercera probacin en San Jernimo de ora (Murcia) .

El contexto social
En el contexto socio-econmico de la Restauracin monrquica, en sus 26 aos de vida activa, el P. Tarn se dedic a combatir las ideas disolutas del liberalismo y el anticlericalismo . Como haba dicho el sacerdote cataln Sard i Salvany (1844-1916) en su clebre libro-gua4 :
"Ser liberal es ms pecado que ser blasfemo, ladrn, adltero u homicida, o cualquier otra cosa de las que prohbe la ley de Dios y castiga su justicia innita".

El P. Tarn ejerci por un lado la direccin espiritual de confesionario a la clase aristocrtica, preferentemente femenina 5 6 (el ngel del hogar) pero, sobre todo, dedic su esfuerzo mayor al ministerio de la palabra en las redivivas Misiones populares, formidable instrumento apostlico colectivo que aun perdura en algunos lugares de Hispanoamrica. Por aquella poca el porcentaje de analfabetos ascenda a ms del 60% de la poblacin, y la actitud del campesinado frente a los poderes pblicos (conservadores, liberales o progresistas) se manifestaba espordicamente en forma de quema de cosechas, ocupacin de tierras y la aparicin de

En aquella poca los mbitos del apostolado directo de los jesuitas eran : la direccin espiritual (confesionario) y la enseanza (colegios internados) entre las clases ricas; la predicacin popular y la caridad entre las clases pobres.
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SARD i SALVANY, Flix: El Liberalismo es pecado. Cuestiones candentes. Barcelona. Librera y Tipografa Catlica, 1887 (reimpresin editorial Altafulla. 1999).
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La Compaa de Jess, siguiendo la ancestral experiencia de la Iglesia Catlica, dedicaba una especial atencin pastoral a los ricos a travs de su estamento femenino. El jesuita y acadmico padre Miguel Mir y Noguera (1857-1912) escribi un famoso libro titulado Los jesuitas de puertas adentro, o un barrido hacia afuera en la Compaa de Jess. Luis Tasso. Barcelona. 1896 en el que dedicaba un captulo jocoso al mujero (pgs. 258-279). Deca el P. Mir que el apostolado de los jesuitas es aparatoso, sin sencillez, destinado a las clases altas y al mujero.
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En las Instrucciones reservadas de los jesuitas (Monita secreta) hay dos captulos (VI y VII) dedicados a la manera de conquistar a las viudas ricas. 2

Padre Tarn : un santo para Sevilla guerrillas o partidas de bandoleros que entretenan un clima de desorden, anarqua e inseguridad para las clases dirigentes. El sur de Espaa y La Mancha, regiones pobres y atrasadas, permanecan nominalmente catlicos, pero no eran ni devotas ni practicantes, y las masas de obreros urbanos sin pan o de campesinos sin tierra se iban alejando ms y ms de la religin catlica, a la que, naturalmente, identicaban con la nueva estructura institucional explotadora 7 .
P. Miguel Mir y Noguera S.J.

En aquel pueblo dichoso del Jimenato estn como en el Napo o en el Congo, pero son cristianos hasta la mdula de los huesos. Felices ellos que, con su ignorancia, ganarn lo que otros muy ilustrados perdern 8 .

Por su parte, las fuerzas vivas locales (terratenientes y empleadores) valoraron en alto grado las ventajas que prestaba la santa domesticacin eclesistica de la pobreza :
"Se quiere, que el obrero respete a las autoridades...; hgase, ante todo, que tema y ame a Dios. Se desean obreros sufridos y que no se insurreccionen ni se entreguen a huelgas..., procrese que amen e imiten a Jess, modelo de paciencia y resignacin en el taller de su castsimo padre putativo. Se reconoce como necesaria en el obrero la acin y el gusto al trabajo..., pues que vea en el trabajo ms que un derecho a retribucin forzosa en este mundo, un deber religioso, cuyo exacto cumplimiento le ser galardonado con recompensa eterna en el cielo"9 .

Las Santas Misiones


La Santa Misin consista en un instrumento tcnico de actuacin diocesana extraordinaria para conseguir, en el curso de varios (quince) das, una conversin religiosa emotiva y vibrante de las conciencias (catarsis) en toda

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PAYNE Stanley G.: El catolicismo espaol. Planeta. Barcelona. 1984, pg.117

TARIN, F.: Op.cit. (264), pg. 67.

Del INFORME DIRIGIDO A LOS SACERDOTES DE MADRID por la Congregacin del Hospital de San Pedro en 1883. Cit. por TUSSELL, Javier: Historia de la Democracia Cristiana en Espaa. Madrid, 1974. Cuadernos para el Dilogo. Vol.I, pg. 20.

Padre Tarn : un santo para Sevilla una comunidad (lugar, pueblo o ciudad), especialmente de las de aquellas personas ms dscolas, rebeldes o empecatadas10 .
La gente de este pueblo es de lo mejor que habr. Pobrecitas gentes!. Que de una masa tan buena se hagan despus tortas tan malas!.. 11.

En la Restauracin fue una especialidad de la Compaa de Jess aunque no exclusiva. En cada residencia de la Compaa haba dos o tres misioneros con dedicacin exclusiva que recorran con preferencia las dicesis cercanas . La capacidad intelectual y el adiestramiento de stos se daban por supuestos . No eran intelectuales pero haban hecho una buena carrera de la que haban sacado ideas claras y principios slidos . No tenan tiempo para estudiar as que no llevaban libros en su equipaje, que era muy ligero . El esquema didctico que practic el Padre Tarn como predicador a lo largo de su vida fue tan simple como efectivo: expresin adaptada a la capacidad de comprensin de los menos educados (tanto nios como adultos) simplicando el lenguaje mediante dicotomas (bueno-malo, amigo-enemigo, amor-odio, verdad-mentira, salvacin o condena) . Su prdica iba dirigida ms al sentimiento que al entendimiento, mediante la incesante repeticin de unas cuantas verdades fundamentales, lemas con carga afectiva y el recurso a frmulas emocionales escenicadas (trmolos rodados, efectos de voz, suspensiones insinuantes etc.). Estos recursos tcnicos histrinicos ya fueron empleados en siglos anteriores 12 por otros grandes predicadores espaoles como el P. Pedro Calatayud S.J. o el misionero capuchino Fray Diego Jos de Cdiz. El P. Tarn S.J. fue un predicador incansable y un misionero abnegado ('missionarius discurrens') que recorri desde 1884 (ao de su primera misin en Arjona) hasta 1910 (ao de su ltima misin en Valdepeas) ms
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El 19 de enero de 1896 el P. Tarn escribe a las Esclavas del Sagrado Corazn de Cdiz en la que dice: Desde aqu voy a Loja, centro de impiedad, espiritismo y masonera, el ms terrible quizs de Espaa. Ver GRANERO, Jess M: El misterio de un apstol!. BAC Popular. 1983 .
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TARIN, F.: Palabras vivas. Sevilla. 2010 (256) En lo tocante a la tradicin jesutica ver Burrieza y Revuelta. Op. cit. pg. 116 y s.s .

Padre Tarn : un santo para Sevilla de 400 pueblos empecatados del sur agrcola de Espaa , Andaluca , Extremadura , Castilla y la Mancha, predicando en solemnes exequias y organizando rosarios de la aurora, sermones de la maana, conferencias, y ejerciendo con abnegacin la caridad jesutica: siempre desprendindose de todo lo que tenia, sin nada propio, mostrando nada mas que su afn por predicar y atender a los dems13. En su mayor parte su trabajo estuvo auspiciado y nanciado por particulares o bien por instituciones especcas tales como la Asociacin Diocesana de la Santsima Trinidad para el Fomento de la Predicacin Catlica 14 .

La tcnica del apostolado popular


Llegado a determinado umbral de malestar social, y tras considerarse su conveniencia, se solicitaba la Santa Misin y eran los propios obispos de cada dicesis los que gestionaban el equipo misional y, a travs de una carta/cartel, se expona detalladamente el programa donde, adems, se anunciaban las indulgencias plenarias que alcanzaran los eles participantes (en principio todos los habitantes del pueblo) y sus empleadores. En cuanto a metodologa y recursos psicolgicos y escnicos, las Misiones eran muy parecidas a los Ejercicios Espirituales.15 La temtica central de los sermones misionales se centraba en los Novsimos y muy especialmente en la Muerte y el Inerno, destacando los aspectos ms amedrentadores y escatolgicos. Pero tampoco faltaban los temas relacionados con la moral y muy especialmente con las transgresiones al sexto mandamiento. Los objetivos propuestos iban escalonados, comenzando por instruir al pueblo a travs de sermones, conferencias y talleres de estudio del catecismo (para los nios a medioda y para los adultos por la tarde, tras la vuelta del trabajo) para terminar en una pretendida conversin colectiva (ms o menos transitoria). Flor de un da en muchos casos 16 .

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PEREZ CAMPAA, Nuria: Dos Hermanas. El reloj errante del Padre Tarn. ABC de Sevilla de 26-1-2004.

RUIZ SANCHEZ, J.L.: De evangelizacin y propaganda catlica en Sevilla. La Congregacin de la Santsima Trinidad para el Fomento de la Predicacin Catlica (1903-1940). Comunicacin, Historia y Sociedad. Homenaje a Alfonso Braojos. Servicio de Publicaciones Universidad de Sevilla. 2001, Pgs. 333.
15

MONTOTO DE SEDAS, Santiago: Estampa misional. El Padre Tarn. ABC de Sevilla de 5 de febrero del 1965, pg.

13 Ver MARTNEZ ALBIACH, A.: Religiosidad hispana y sociedad borbnica. Publicaciones de la Facultad Teolgica del Norte de Espaa. Burgos, 1969, pag. 3
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Padre Tarn : un santo para Sevilla

Otros benecios secundarios se derivaban de las misiones, en comunidades con un alto ndice de analfabetismo: intervenir para solucionar pleitos y discordias (como rencores, matrimonios clandestinos, enemistades, etc.); reforzar a los prrocos locales17 ; atender a las escuelas o, incluso, crearlas si no existan;
Pltica misional impartida en un almacn a un grupo slo de hombres .

visitar las comunidades religiosas y potenciar las cofradas de caridad, difundir la devocin al Sagrado Corazn de Jess etc. Pero, nalmente, el objetivo ms buscado era el arrepentimiento individual mediante la espectacular confesin general. La eciencia estadstica (o frutos) de la misin se meda por el cmputo nal de confesiones18 y comuniones suscitadas (hombres y mujeres adultos) . Muchas misiones terminaron en fracaso 19 por la hostilidad que despertaban. Se cuenta que Tarn fracas en Badajoz. Por el lugar donde se hacan, podramos clasicar las Misiones en dos grupos: misiones centrales (realizadas especialmente por los jesuitas en las ciudades grandes v.gr. casas de Ejercicios--, donde los vecinos acudan al lugar escogido por ellos) o misiones locales (donde el misionero se desplazaba hasta los pequeos pueblos). Por regla general el alojamiento y

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En ocasiones Tarn recurra a simpticas cuestaciones populares, como aquella de la perra gorda realizada en Porcuna (Jan) para la edicacin de su templo parroquial.
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TARIN, F.: Palabras vivas. Sevilla. 2010 (relacin de frases espurgadas de su correspondencia). Ver pg. 35: (97) He tenido que confesar en cuatro das a mil y doscientos hombres amen de las mujeres, que Vd. considerar en qu nmero se han intercalado; (91) Qu hambre tienen de confesar y comulgar!; (89) Esta semana he confesado cerca de dos mil hombres...
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Ver REVUELTA GONZLEZ, M., Op. cit. Vol.II pag. 271 y ss. IX. Los enemigos de las Misiones. 6

Padre Tarn : un santo para Sevilla manutencin del equipo misional se realizaba a expensas de las fuerzas vivas requirentes . Las reticencias eran muchas. A veces aquello se disimulaba como "novenamisin" para no despertar susceptibilidades innecesarias20 . De ese modo, la inocente novena se converta en el caballo de Troya que introduca a los aguerridos misioneros.

El carisma del P.Tarn


En regiones ms dciles la Misin poda culminar en una concentracin de masas en forma de romera o peregrinacin . El 9 de junio de 1889 el P. Tarn moviliz en el eremitorio de la Virgen de la Luz a 20 pueblos de la Huerta murciana, con asistencia de 24.000 peregrinos y donde se repartieron 13.500 comuniones21. Durante su vida apostlica residi en otras ciudades, como Madrid (1888-95), Crdoba (1895-98), Sevilla (1898-1904), Ciudad Real (1904-1909) y Sevilla, donde vino a morir. Eran slo residencias nominales en las que slo haca parada y fonda 22. Segn deca el P. Risco:
"Aquel padre aco, endeble, moreno, bajo de cuerpo, rado de indumentaria, pero con unos ojos vivos chispeantes y una agilidad de ardilla"23 .

[...] no trataba slo de teologa o de la moral en las costumbres, sino que propagaba con sencillez la doctrina social de la Iglesia, siempre armando su deseo de justicia social y aconsejando a todos que se sintieran
20 21

Ver FERNANDEZ CASTAN, Gregorio: Santa Misin.

VILAR, M Jos: Toms Bryan y Livermore, obispo murciano del 98. Anales de Historia Contempornea, n 14, 1998, pgs.. 258-59.
22

REVUELTA GONZLEZ, M.: La Compaia de Jess en la Espaa contempornea. Vol IV. Madrid. Sal Terrae. 1991, pg. 1238.
23

RISCO, Alberto:El P. Francisco de Paula Tarn, de la Compaa de Jess: Apuntes biogrcos. Madrid. Razn y Fe. 1921, pgs. 155-157

Padre Tarn : un santo para Sevilla satisfechos con su suerte natural. Se deca por entonces la verdadera causa de la miseria se encuentra en aquel captulo del Catecismo que trata de los pecados capitales.24 La lucha de clases no tendra sentido. Los pobres alcanzaran la justicia despus de la muerte, en el Cielo.
"Con claridad, tratando de ricos y pobres, de los patronos y de los obreros, explicando a unos y a otros sus obligaciones de justicia, sin decantarse a una parte ni a otra y sin que alguno pudiera negarle la razn".

Los impos se rendan ante el vigor espiritual y la santidad del P. Tarn quien defenda la vida aunque maltratara su propio cuerpo. El pueblo de Badolatosa (Sevilla) que no saba ni siquiera persignarse esclavizado por las doctrinas socialistas, mitad antirreligioso, mitad indiferente, no pudo resistirse a la predicacin de Tarn : comulgaron todos 25. Durante los seis aos que fue superior de la Residencia de la Compaa de Jess de Sevilla predic misiones en los barrios de Triana, San Roque y Macarena, y organiz seis centros de doctrina y un crculo catlico que inaugur el rey Alfonso XIII. Tal como haba escrito el P. Sard: "Un peridico sano es de necesidad en el presente siglo". Tarn ayud econmicamente a la fundacin del peridico catlico "El Correo de Andaluca" . En cuanto a la cuestin obrera, es de fama que ejerca sobre el pueblo una atraccin misteriosa entre los ms pobres y enfermos26 de los barrios mseros de la ciudad. Tarn auxili espiritualmente a los ms necesitados: tsicos, hambrientos, excluidos de toda ndole...Soportaba sus pequeos sacricios:
Las penitencias menudas [como] el calor, la sed, el mal olor de las chozas, la vista asquerosa de los interiores de algunos albergues [..]27

Ante estos seres desvalidos Tarn daba una respuesta paliativa de compasin inmediata, pero luego en su prdica no intentaba preguntarse por la causa de estructural de tanto desvalimiento.
24 25

Ver La cuestin social . La ilustracin Catlica . Madrid 31 de marzo de 1892 pg.. 86

El Diario de Sevilla (18 de noviembre de 1904) indica que Tarin hablaba de poltica salvadora con lo que los oyentes salan convencidos de la falsedad de las doctrinas modernas y su inutilidad para reformar la sociedad.
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La asistencia a los enfermos fue una virtud especialmente valorada durante la miseria generalizada de la Revolucin Industrial. Fue especialidad de varias Congregaciones femeninas que se fundaron en el siglo XIX. Pero, a pesar de su auto-proclamada pobreza, la gente de Iglesia desdeaba para s misma el altruismo interesado de la caridad (rescate de almas) por considerarlo poco digno.
27

TARN, F.: Op. cit. (491), pg. 111

Padre Tarn : un santo para Sevilla En aquellos aos agitados se le llam El Len de Cristo28 y el Apstol del Corazn de Jess por ser formidable propagador de esta devocin a travs de la asociacin Apostolado de la Oracin 29. La principal obsesin de las autoridades eclesisticas era la educacin pblica del nio: la escuela deba ser catlica o al menos donde sus maestros fueran buenos catlicos. En Sevilla funda el P. Tarn la Real Hermandad de Maestros de Primera Enseanza de San Casiano. Su plan era oponer maestros catlicos a la enseanza pblica laica, que comenzaba a desarrollarse, y que servira adems como germen de un futuro sindicato profesional controlado por la Iglesia .

El apostolado individual
El trabajo sacramental del P. Tarn de confesionario (direccin espiritual) en la Residencia no fue menos fructfero en lo temporal. Sola decir con realismo :
Con los santos [solo] no se puede vivir

El Centro de Bellas Artes de Sevilla se lleg a quejar en la prensa :


"La aristocracia sevillana slo obedece al padre Tarn o al padre Tarn" [...] estos seores jesuitas son enemigos de que sus eles creyentes gasten el dinero en otra cosa que en ellos; mandan y ordenan en las familias, y stas se someten por la cuenta que les tiene." 30

Prodigios
Segn un testigo de Guadalcanal (Sevilla):
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JAVIERRE, J.M.: El Len de Cristo. BAC Edica. Madrid, 1980. AYALA, P.: Vida documentada del Padre Tarn. Sevilla. 1951.

RODRGUEZ AGUILAR, Inmaculada Concepcin: Arte y cultura en la prensa: la pintura sevillana (1900-1936). Universidad de Sevilla. 2000, pg. 56.

Padre Tarn : un santo para Sevilla

Una de las noches ocurri un caso que todos presenciamos. Al

lado del pblico se colocaba el paso de la Virgen, y sta, en sus andas, presida la Misin. Tena delante muchas velas encendidas, pero haca mucho viento y continuamente se apagaban, por lo cual el sacristn, que estaba al cuidado, no cesaba de encenderlas. Not el Padre que aquel movimiento distraa al pblico y mand al sacristn que no se preocupase ms de las luces; enseguida rez un padrenuestro y aunque no ces el viento sino que sigui como antes, con violencia, ni una sola se volvi a apagar. De todo sto soy testigo presencial"31 . El Padre Tarn fue muy reverenciado en Sevilla en los aos del nacional-catolicismo franquista donde los jesuitas, recin regresados tras su expulsin por el gobierno de la Repblica, ejercieron una fuerte inuencia espiritual. "En el mes de octubre de 1.938, las autoridades competentes ordenaron colocar la lpida conmemorativa del P. Tarn en la portada de la Iglesia de los PP. Jesuitas (puede verse en el lado derecho de la fachada) en la calle de Ntro. Padre Jess del Gran Poder 32 ; los albailes que la colocaron, montaron un andamio con dos palos apoyados en la pared y una tabla atravesada, y al coger la lpida para colocarla en el hueco ya preparado, el andamio se despega de la pared amenazando caerse en medio de la calle, los albailes se dan cuenta del peligro y en ese momento el pen exclama: iPadre Tarn venid en nuestra ayuda! y acto seguido el andamio vuelve a la pared salvando a los albailes. Este testimonio lo dio el pen llamado Antonio Espejo Anerer el da 3 de Diciembre de 1.951".

Veneracin
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Centenario de la visita del P. Tarn a Guadalcanal.

Hay referencias sobre esta lpida, que fue colocada el 13 de enero de 1931; probablemente fue derribada con posterioridad al utilizarse el edicio en otros menesteres (Comisara de Polica de Queipo de Llano), y vuelta a colocar.

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Padre Tarn : un santo para Sevilla El P. Tarn muri en olor de santidad segn los patrones de comportamiento acostumbrados por la tradicin de la Iglesia 33. Su inhumacin en el cementerio catlico de San Fernando se fue demorando en tanto se hicieron gestiones de alto nivel por la condesa de Casa Galindo 34 y la M. Mara de San Marcelo hasta que el Gobierno autoriz que el cadver fuera devuelto y enterrado en la iglesia del Sagrado Corazn35. El sepulcro del milagroso Padre Tarn se venera en la iglesia del Sagrado Corazn de la Compaa de Jess, en la calle Jess del Gran Poder de Sevilla, templo recuperado para el culto catlico en 1887, al ser comprado el edicio por la piadosa dama sevillana Dolores Armero Benjumea y luego regalado a la Compaa de Jess 3637. La ciudad adopt a Francisco de Paula Tarn con pasin, como santo propio junto al grupo de sor ngela de la Cruz, el arzobispo Espnola y la madre Dolores Mrquez Romero de Ooro, formidable dique espiritual contra la impiedad del siglo 38. Declarado Venerable en 1987 por Juan Pablo II, tiene iniciada causa de Beaticacin desde 192439. El vicepostulador en Espaa de la causa de beaticacin del padre Tarn es el P. Diego Muoz quien apostilla :
"La Compaa de Jess est interesada en que sea beaticado porque as espera la revalorizacin de la predicacin y la revitalizacin de lo misionero"
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Los ltimos momentos del P. Tarn fueron prolijamente descritos por un testigo de excepcin, : el P. Sebastin y Bandarn, Jos Datos sobre la enfermedad ltima y muerte del R.P. Francisco de Paula Tarn y Arnau S.J..Sevilla. 2 ed. Librera San Jos.1911.
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Mara de la Blanca Fernndez de Crdoba y lvarez de las Asturias Bohrquez, Marquesa de Cubas. La Compaa consigui, a travs de mujeres inuyentes, una excepcin a la ley comn.

TASSARA y GONZLEZ, J.M.:Apuntes para la Historia de la revolucin de septiembre de 1868, en la ciudad de Sevilla. Sevilla 1919. pg. 140
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Tras la desamortizacin este templo fue adquirido por la Sociedad Bblica de Londres para su conversin en iglesia protestante. Ms tarde pas a ser propiedad de Mr. John Sutherland y luego a la Sra. Armero.
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SALAS, N.: Sevilla: crnicas del siglo XX. 1991. Universidad de Sevilla. Vol I, pg. 178

GAMITO, Gloria :El Padre Francisco Tarn ha sido declarado Venerable por la Santa Sede. ABC de Sevilla de 4 enero 1987

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Padre Tarn : un santo para Sevilla

Bibliograa
Callahan, William James: "La Iglesia catlica en Espaa". Crtica. 2007. ISBN: 978-84-8432-886-5 Barcelona

Burrieza Snchez, J.; Revuelta Gonzlez,J.: Los jesutas en Espaa y en el mundo hispnico. Vol. I . Marcial Pons. Madrid, 2004 pgs 117 y ss. ISBN: 84-95379-79-1 Revuelta Gonzlez, M. S.J.: "La Compaa de Jess en la Espaa contempornea". Tomos I a V. Sal Terrae. Universidad Ponticia de Comillas. Madrid. 1984 Sard i Salvany, Flix: El Liberalismo es pecado. Mir i Noguera, Miguel : Historia interna documentada de la Compaa de Jesus. J. Rats Martin. Madrid. 1913 Mir i Noguera, Miguel : Los jesuitas de puertas adentro, o un barrido hacia afuera en la Compaa de Jess. Luis Tasso. Barcelona. 1896 Alvarez Santal; Bux, M.J y Rodrguez Becerra, S. (coords): Religiosidad popular II. Vida y muerte: la imaginacin religiosa. Anthropos. Barcelona. 1989. ISBN: 84-7658-146-7 Tarn, F.: Palabras Vivas. Sevilla. 2010 (Coleccin de frases espurgadas de su correspondencia, por el P. Juan Manuel Valds S.J.)

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