Tecnicas de Respiracion
Tecnicas de Respiracion
Tecnicas de Respiracion
MONOGRAFA 3
NIVEL INFORMATIVO
Materia: El ser humano Monografa 3
EL SER HUMANO
Contenido
* La respiracin
MONOGRAFA 3
Bibliografa recomendada
Calle, Ramiro: El gran libro del Yoga [lectura inicial] Calle, Ramiro: Relajacin y respiracin en casa [lectura inicial] Ramachakara, Yogi: La ciencia de la respiracin [lectura inicial] Sivananda, Swami: La ciencia del pranayama [lectura de avance] Van Lysebeth, Andr: Pranayama [lectura de avance]
La respiracin
Frater Phileas
La respiracin es un proceso fisiolgico que produce una renovacin constante de energa orgnica: viene a ser como una fabricacin en cadena, automatizada, de energa. Pero nuestra respiracin suele adolecer de un doble defecto: no respiramos bien; y adems la respiracin que hacemos no la aprovechamos para reforzar nuestra energa mental, sino muy indirectamente, en la oxigenacin con que se enriquece todo el organismo y tambin el cerebro. Sin embargo, aunque nuestra afirmacin parezca extraa a ms de un lector, podemos conver tir el ejercicio de la respiracin en un poderoso revitalizador para la salud, y al mismo tiempo y, sobre todo, en una fuente inexhausta de energa para nuestra mente consciente. El requisito principal y bsico es el mismo indicado para el ejercicio fsico: respirar de un modo consciente. No como se ensea en las sesiones de gimnasia, de forma ms o menos forzada, sino limitndose slo a seguir el movimiento respiratorio normal, apoyndolo conscientemente para que la respiracin sea profunda, pero sin forzar nada los pulmones. Pues toda presin violenta del aire sobre los alvolos pulmonares corre el peligro de lesionarlos. Lo verdaderamente impor tante en el ejercicio respiratorio, y en lo que aqu hacemos hincapi, es la cantidad, la intensidad, la luminosidad de la atencin que se centra sobre el proceso respiratorio. La vida depende de forma absoluta del acto de respirar. Respirar es vivir. Por ms que puedan estar en desacuerdo sobre detalles de teora y terminologa, los orientales y occidentales admiten estos principios fundamentales. (1)
Respirar es vivir, y no hay vida sin respiracin. No solamente los animales superiores basan la vida y salud en el respirar, sino que hasta las formas ms inferiores, incluso las plantas, deben al aire su existencia. El nio hace una larga y profunda inspiracin, la retiene un momento para extraer de ella las propiedades vitales, y la exhala en un lento vagido; as da principio su vida sobre la tierra. El anciano da un dbil suspiro, cesa de respirar y la vida lleg a su trmino. Desde el suave soplo del nio hasta el ltimo suspiro del moribundo, se desarrolla una larga historia de continuas respiraciones. La respiracin puede considerarse como la ms impor tante de las funciones del cuerpo, porque de ella dependen indudablemente todas las dems. El hombre puede vivir algn tiempo sin comer; menos, sin beber; pero sin respirar, su existencia contina solo muy pocos minutos No solamente el hombre depende de la respiracin para vivir, sino que tambin y en gran par te de los hbitos correctos de respirar, que son los que han de dar vitalidad perfecta e inmunidad contra las enfermedades. Un control inteligente del poder de respirar prolonga nuestros das sobre la tierra dndonos una suma mayor de resistencia, mientras que una respiracin descuidada tiende a disminuir nuestros das, decrece nuestra vitalidad y nos coloca en condiciones favorables a ser presa de las enfermedades. El hombre, en su estado natural, no tuvo necesidad de que le suministraran instrucciones para respirar, y de la misma manera que el animal inferior y el nio, respiraba natural y debidamente, segn los designios de la Naturaleza; pero en eso tambin ha sufrido la inf luencia modificadora de la civilizacin. Ha contrado costumbres y actitudes perniciosas en el caminar, pararse y sentarse, que le han despojado del derecho primitivo de una respiracin correcta y natural. Ha pagado un precio muy elevado por la civilizacin. En la actualidad, muchos aborgenes respiran naturalmente, a no ser que hayan sido contaminados con los hbitos del hombre
civilizado. El porcentaje de los hombres civilizados que respiran correctamente es muy reducido y el resultado puede obser varse en los pechos contrados, en los hombros cados y en el espantoso aumento de las enfermedades de los rganos respiratorios, incluyendo el terrible monstruo de la consuncin, el azote blanco. Autoridades eminentes han asentado que una generacin de respiradores normales regenerara la raza y que la enfermedad sera rara que al manifestarse la consideraran como un objeto de curiosidad. Si se estudia el asunto se obser var que la relacin entre la respiracin natural y la salud es evidente y explicable, sea que lo consideremos bajo el punto de vista oriental u occidental. Las enseanzas occidentales demuestran que la salud fsica depende esencialmente de una respiracin correcta. Los maestros de oriente no slo admiten que sus hermanos occidentales tienen razn, sino que tambin sostienen que adems del beneficio fsico derivado de una respiracin normal, el poder mental del hombre, su felicidad, el dominio sobre s mismo, claridad de visin, moralidad y an su crecimiento espiritual, pueden ser aumentados mediante la ciencia de la respiracin. Muchas escuelas de filosofa oriental han sido fundadas sobre esta ciencia; y las razas occidentales, una vez que hayan adquirido su conocimiento, obtendrn, dado su espritu prctico, grandes resultados. La teora del oriente, unida a la del occidente, dar su fruto de gran trascendencia.
El Prana o Chi
La ciencia de la respiracin, como muchas otras enseanzas, tiene doble aspecto: uno esotrico o interno y otro exotrico o externo. Su faz fisiolgica puede ser denominada como la par te externa o exotrica del asunto, y la relacionada con el prana y el flujo energtico, como la esotrica o interna. Los ocultistas de todas las edades y pases siempre han enseado, por lo general en secreto, a
un nmero reducido de discpulos, que existe en el aire una sustancia o principio del cual deriva toda actividad, vitalidad y vida. Diferan en los trminos y nombres que daban a esta fuerza as como en los detalles de las teoras pero el principio fundamental se puede encontrar en todas las dems enseanzas y filosofas ocultas, y durante siglos ha formado par te tambin de las enseanzas de los yoghis orientales. Nosotros lo llamamos Prana o Chi, al que estudiaremos con ms detenimiento en la monografa IV de este nivel.
Inspiracin y espiracin
La respiracin consta de tres par tes: una inspiracin (en snscrito praka), un inter valo (kumbhaka) y una espiracin (rechaka).
Durante la inspiracin el msculo diafragma desciende trayendo consigo la par te inferior del pulmn, con lo que aumenta el espacio inferior del trax penetrando el aire en la porcin baja del rgano. Al mismo tiempo las costillas falsas y flotantes ascienden ver ticalmente, de modo que el espacio costal se incrementa y el aire penetra en la par te media del pulmn. En condiciones de esfuerzo impor tante se movilizan las costillas altas, penetrando el aire en los vr tices superiores del pulmn. Durante la inspiracin el aumento del espacio dentro de la caja torcica hace que descienda la presin sobre el mediastino, cavidad ocupada por el corazn y grandes vasos sanguneos, de manera que esta zona sopor ta menos presin y la sangre fluye hacia ella con facilidad. En la espiracin el proceso anterior se invier te: El msculo diafragma se relaja y asciende, asimismo se relajan los dems msculos inspiradores con lo cual las costillas descienden. El volumen dentro de la caja torcica aminora, el aire sale del pulmn y la presin sobre el corazn aumenta. El constante cambio de presiones en el interior del trax ejerce un efecto de bomba de presin-depresin, teniendo los constantes movimientos un efecto de masaje cardiaco y facilitando aferencia (llegada) y eferencia (par tida) de sangre. El descenso del diafragma durante la inspiracin proporciona un masaje sobre las vsceras abdominales. A mayor intensidad de inspiracin los beneficios aumentan.
sentimos miedo, nuestra respiracin es distinta que mientras estamos alegres; el miedo, la angustia, la impaciencia, etctera, nos impiden respirar bien, con amplitud. Pero no es slo esto. Quien adopta una actitud ms o menos permanente de miedo, la persona que no se atreve a enfrentarse con el mundo, que teme a la gente por creer que se reirn de l -miedo al ridculo-, por exagerado sentimiento de su debilidad, etc., y que debido a ello se asla, tiene una inhalacin de aire pequea, restringida, inhibida, como su actitud psicolgica. Por el contrario, la persona agresiva y lanzada presenta una respiracin brusca y forzada con muchas retenciones interiores. Cuando estamos concentrados con intensidad sobre algo, disminuimos nuestro ritmo respiratorio y la respiracin se hace super ficial; en los momentos de mxima concentracin retenemos el aire dentro, sin respirar. Si nos preparamos para algo difcil, inhalamos e instintivamente guardamos el aire dentro unos segundos, tanto si se trata de un esfuerzo fsico, como levantar un objeto pesado, o de hacer algn esfuerzo violento, como tomar alguna determinacin que requiera mucha energa o dominio de uno mismo, por ejemplo, al realizar una visita difcil en el momento de entrar o de llamar a la puer ta. Entonces, el acto instintivo de inhalar y retener el aire dentro unos momentos nos hace recobrar los nimos, y reunir la decisin necesaria. Existen ejercicios respiratorios especficos para controlar la ira o la depresin. Ms adelante incluiremos algunos para practicarlos convenientemente.
El sistema respiratorio
Desde un punto de vista estrictamente fisiolgico o exotrico, el sistema respiratorio proporciona el oxgeno que el cuerpo necesita y elimina el dixido de carbono, o gas carbnico, que se produce en todas las clulas. La respiracin es un proceso involuntario y automtico, en el que
se extrae el oxgeno del aire inspirado y se expulsan los gases de desecho con el aire espirado. El aire se inhala por la nariz, donde se calienta y humedece. Como veremos ms adelante, las fosas nasales estn conectadas con los senos paranasales o cavidades sinusales, unos espacios huecos del interior de algunos huesos de la cabeza que contribuyen a que el aire inspirado se caliente y humedezca. La inflamacin de estos senos se conoce como sinusitis. Despus el aire pasa a la faringe, que es un tubo musculoso que ayuda en el proceso respiratorio, recubier to de sustancia mucosa a la altura del cuello. Por este tubo pasan tanto los alimentos como el aire. Luego de la faringe, el aire pasa a la laringe, que tambin es un rgano tubular car tilaginoso que comunica la faringe con la trquea.
Uno de los car tlagos que la conforman es la epiglotis, que impide que los alimentos, los lquidos y la saliva pasen a los conductos respiratorios. Tras pasar por la laringe, el sistema respiratorio prosigue con la trquea, un tubo car tilaginoso y membranoso que une la laringe con los bronquios. A la mitad de la altura del pecho, la trquea se divide en dos bronquios que son asimtricos (el derecho es ms cor to). stos son el canal de entrada a los pulmones y se ramifican en bronquios secundarios, terciarios y finalmente en los llamados bronquiolos, que son unos 250.000. Al final de los bronquiolos se agrupan en racimos los alvolos, pequeos sacos de aire, donde se realiza el intercambio de gases con la sangre. Los pulmones contienen aproximadamente 300 millones de alvolos, que desplegados ocuparan una superficie de 70 metros cuadrados, unas 40 veces la extensin de la piel. Los alvolos pulmonares tienen a su vez unas bolsas ms pequeas o vesculas pulmonares, estn rodeadas de una multitud de capilares por donde pasa la sangre y al realizarse el intercambio gaseoso se carga de oxgeno y se libera de CO2. Los pulmones son dos masas esponjosas de color rojizo, situadas en el trax a ambos lados del corazn, el derecho tiene tres par tes o lbulos; el izquierdo tiene dos par tes. La pleura es una membrana de doble pared que rodea a los pulmones. La respiracin cumple con dos fases sucesivas, efectuadas gracias a la accin muscular del diafragma y de los msculos intercostales, controlados todos por el centro respiratorio del bulbo raqudeo. En la inspiracin, el diafragma se contrae y los msculos intercostales se elevan y ensanchan las costillas. La caja torcica gana volumen
y penetra aire del exterior para llenar este espacio. Durante la espiracin, el diafragma se relaja y las costillas descienden y se desplazan hacia el interior. La caja torcica disminuye su capacidad y los pulmones dejan escapar el aire hacia el exterior. La respiracin en esta faceta exotrica consiste en tomar oxgeno del aire y desprender el dixido de carbono que se produce en las clulas. Tiene tres fases : 1. Intercambio en los pulmones 2. El transpor te de gases 3. La respiracin en las clulas y tejidos El aire entra en los pulmones y sale de ellos mediante los movimientos respiratorios que son dos, como ya vimos anteriormente: En la Inspiracin el aire penetra en los pulmones porque estos se hinchan al aumentar el volumen de la caja torcica. Lo cual es debido a que el diafragma desciende y las costillas se levantan. En la Espiracin el aire es arrojado al exterior ya que los pulmones se comprimen al disminuir de tamao la caja torcica, pues el diafragma y las costillas vuelven a su posicin normal. Respiramos unas 17 veces por minuto y cada vez introducimos, en la respiracin normal, litro de aire. El nmero de inspiraciones depende del ejercicio, de la edad etc. la capacidad pulmonar de una persona es de cinco litros. A la cantidad de aire que se pueda renovar en una inspiracin forzada se llama capacidad vital; suele ser de 3,5 litros. Cuando el aire llega a los alvolos, par te del oxgeno que lleva atraviesa las finsimas paredes y pasa a los glbulos rojos de la sangre. Y el dixido de carbono que traa la sangre pasa al aire. As la sangre se enriquece en oxgeno y se empobrece en dixido de
carbono. Esta operacin se denomina hematosis. El oxgeno tomado en los alvolos pulmonares es llevado por los glbulos rojos de la sangre hasta el corazn y despus distribuido por las ar terias a todas las clulas del cuerpo. El dixido de carbono es recogido en par te por los glbulos rojos y par te por el plasma, y transpor tado por las venas cavas hasta el corazn y de all es llevado a los pulmones para ser arrojado al exterior. La Respiracin de las clulas de los msculos es fundamental dado que son ellas las que toman el oxgeno que les lleva la sangre y/o utilizan para quemar los alimentos que han absorbido, all producen la energa que el cuerpo necesita y en especial el calor que mantiene la temperatura del cuerpo humano a unos 37 grados.
Senos frontales: estn localizados por encima de las rbitas. Senos maxilares: se localizan a los lados de las fosas nasales. Senos esfenoidales: estn situados en el cuerpo del esfenoides.
Celdillas etmoidales: estn localizados en las masas laterales del etmoides. En estas cavidades es donde se acumula el moco y una de sus funciones el aligerar el peso del crneo. Si nos frotamos la nariz for talecemos el sistema de regulacin de temperatura, estimulamos algunos rganos internos relacionados con los canales energticos (intestino grueso y estmago) e incrementamos la secrecin de hormonas. En China se llega a anestesiar cualquier miembro del cuerpo que haya que operar con unas pocas agujas que se clavan en la nariz. Una nariz de salud deficiente llega a afectar a la personalidad. El atractivo de una persona se puede ver mermado por culpa del aspecto de sta (estrecha, chata, insalubre, etc.) o porque su hechura sea mala. En cambio, una nariz fuer te ayuda a conseguir un buen Chi o Prana. La nariz es la primera entrada del aliento de la vida. Si es dbil, estar infectada y de sus cavidades gotear moco. La voz puede verse afectada en ese caso. Los grandes cantantes disfrutan en todos los casos de una buena nariz. La frotacin y el masaje de este miembro aumenta el Chi y tonifica la circulacin a su alrededor.
de sinusitis y corregir el sentido del olfato. 3) Para el entrecejo utilice el pulgar y el ndice y aplique masaje tirando de l repetidas veces. Mientras lo hace inhale aire lentamente e imagine que es aire puro y limpio; exhlelo lentamente e imagine que est sucio. Hgalo entre nueve y treinta y seis veces. Es bueno para la sinusitis. 4) Coloque el pulgar y el dedo corazn
a ambos lados del tabique nasal. Apoye el ndice sobre l. Inhale y ejerza una presin suave. Exhale y reljese. Sienta en la nariz el calor de los dedos y absrbalo. De esta forma aumentar la concentracin y calmar la mente. 5) Para los lados de la nariz utilice los dedos ndice y de un masaje lento de arriba hacia abajo que ir aumentando poco a poco, entre nueve y treinta y seis veces. Tambin alivia la nariz taponada y la sinusitis. Al principio no lo haga con fuerza pues las capas sensibles de la piel son muy delicadas y se pueden infectar con facilidad. Frtese los lados de la nariz hasta que estn calientes; le vendr bien en invierno, cuando hace fro, y al levantarse todas las maanas. 6) En la par te inferior de la nariz, aplique un masaje lento y aumente la presin poco a poco cuando est seguro de que no se va hacer dao. Entonces d un masaje intenso de lado a lado y de forma completamente perpendicular al tabique nasal. Es til para la sinusitis y la nariz taponada.
se usa una vasija especial, llamada lota. Ella tiene diversas formas y tamaos. Es indispensable hacerlo con una lota que contenga, como mnimo 700 cc. Ello permitir una limpieza adecuada y firme. En un principio la tcnica puede parecer al oyente que nunca la ha practicado un poco antinatural o generar rechazo, pero no es menos natural que el cepillado de los dientes cada da. Estas personas se sorprenden cuando venciendo la primera impresin, con la instruccin de una persona cualificada en la tcnica, la experimentan sintiendo el bienestar y comodidad de la misma, y al comprobar lo bueno de la tcnica en el cuidado y mantenimiento de la salud general del organismo. El agua puede introducirse caliente, para que desprenda ms mucosidad; o fra, para vitalizar los ner vios de esa zona. Hay algunas variantes, pero el principio es el mismo: que el agua arrastre todo
tipo de impurezas que se encuentren dentro de las fosas nasales. Destaquemos los siguientes beneficios: * Sencillo, sin aparatos ni sondas. * No traumtico. * Acta por el simple principio fsico de la ley de gravedad. * Facilita y mejora la respiracin nasal. * Mejora la salud de ojos nariz y odos. * Aumenta la resistencia al resfro y a la gripe. * Elimina la suciedad de las mucosidades adems de bacterias y residuos acumulados en las fosas nasales * Muy til en el tratamiento de dolencias como: asma, sinusitis, bronquitis, neumona, migraa, ansiedad etc. El procedimiento es el siguiente: Llenar la vasija nasal hasta que el agua asome por el pico. Ver ter una pequea cucharita de sal dentro de la vasija nasal. Revolver durante 30 segundos aproximadamente. Con el cuerpo ligeramente inclinado hacia delante, introducir el pico de la vasija en la narina que est ms destapada. La boca permanece abier ta.Inclinar la cabeza y dejar que la solucin isotnica penetre por la narina hasta que salga por la fosa libre. Regular el ngulo de inclinacin de la cabeza a efectos de mejorar la circulacin de la solucin; de esa manera adquiere velocidad y libera obstrucciones dentro de la nariz. Despus de un cuidadoso lavaje, tenemos el proceso de secado. Es tan impor tante como el proceso de lavado y debe dedicrsele un tiempo.Una vez finalizado el lavaje de ambos lados colocar el torso hacia delante- casi paralelo al piso- inclinar la cabeza, primero hacia un lado y luego hacia el otro, dejando escurrir ambas narinas. Es recomendable una duracin mnima de 30 segundos por lado y exhalar al principio en forma suave. Luego con la cabeza al frente inhalar de manera pasiva y exhalar de forma enrgica, de manera rtmica, por ambas fosas nasales durante un par de minutos. Esto
completa el secado. An siendo un procedimiento simple e indoloro hay que tomar recaudos mnimos que detallamos a continuacin: * Asegurar que la sal contenida en la solucin est bien disuelta. * Probar la temperatura del agua con la yema del dedo meique o con la par te interna de la mueca. * Una vez iniciado el proceso, tratar de no interrumpir el flujo de la solucin por las fosas nasales, es decir, hacerlo todo de una vez. * Realizar todo el proceso con el cuerpo relajado. * Completar el proceso de secado cuidadosamente. * No obstruir una de las fosas nasales con el dedo para luego exhalar violentamente por la otra.
provecho. Es malgastar energas para obtener pobres resultados; muy comn en occidente, par ticularmente entre mujeres; hasta cantores, sacerdotes, abogados y otros que debieran saberlo, la usan por ignorancia. Muchas enfermedades de los rganos vocales y de la respiracin pueden atribuirse a este mtodo brbaro de respirar, y el esfuerzo impuesto a los rganos tan delicados da por resultado las voces roncas y desagradables que omos en todas par tes. Muchas de las personas que respiran de esta manera concluyen por adoptar la prctica incorrecta de respirar por la boca.
La respiracin completa
La respiracin completa constituye la mejor forma de respirar. Esto lo podemos hacer cuando queramos, sentados frente a la computadora, caminando, en el coche o esperando el autobs. No obstante, daremos un ejercicio bsico para realizar en un momento de paz: Busque un lugar donde se encuentre solo, acustese totalmente relajado y con los ojos cerrados, y vaya inhalando, llenando primero la par te inferior de los pulmones, luego la media y por ltimo, la superior. Cuando se exhala, primero se expulsa el aire de la zona superior, luego de la central y por fin, de la par te inferior. Esta manera de respirar permite que los pulmones se vacen por completo, eliminando el aire de las zonas inferiores que tiende a depositarse all y que se encuentra saturado de productos de desecho. El proceso de respiracin completa no debe ser considerado como un ejercicio que se divide en tres momentos separados, sino que la inhalacin y la exhalacin se ejecutan de manera continua, suave e ininterrumpida. Uno se dar cuenta del movimiento del aire por la expansin de la caja torcica cuando inhala, y su contraccin, al exhalar. En el pecho se produce una suave aper tura, la cual va acompaada de la expansin de las costillas durante la inhalacin. stas se contraen como un acorden durante la exhalacin. En ningn momento, debe ser un movimiento forzado, sino natural, fluido y sin tensin de ningn tipo. Es muy impor tante destacar que mientras se realiza la respiracin profunda, la columna debe mantenerse recta para no obstaculizar el libre paso de la energa. Beneficios: * Per fecciona considerablemente todo el aparato respiratorio y
previene contra desrdenes del mismo. * Energiza y revitaliza. * Seda el sistema ner vioso central y equilibra las emociones. * Desarrolla la capacidad de atencin y concentracin. * Regula la accin cardaca. * Mejora la funcin cerebral. * Despeja de impureza los canales de energa y el prana puede circular ms libremente.
* Desarrolla una accin sedante sobre el sistema ner vioso. * Disminuye el ritmo cardiaco y lo normaliza. * Se vitaliza la sangre y todo el organismo. * Limpia los conductos nasales. * For talece la unidad psicofsica. * Educa la voluntad. * Genera autoconfianza y entusiasmo por la vida.
suficiente para durar un poco ms. El inhalar es rpido y fuer te para llenarse de aire e inmediatamente se exhala. Algunos beneficios de este ejercicio: * Activa la funcin intestinal al presionar el abdomen. * Favorece la circulacin de la sangre y la desintoxicacin de los tejidos. * Cambia la densidad de la sangre. * Efecto reparador y desfatigante. * Favorece la expulsin de toxinas y aumenta la inmunidad natural. * Combate la depresin y es calmante de los ner vios. * Tranquiliza las emociones y ayuda al control de los pensamientos.
Respiracin neutra
La respiracin neutra consiste en inspirar y espirar profundamente por la nariz, volver a inspirar y espirar de nuevo profundamente por la nariz, continuando as, sin ninguna interrupcin entre las respiraciones. Este ejercicio es complementario a los anteriores. En la maana, podemos hacer un ciclo de respiraciones de estos tres tipos, empezando con tres respiraciones negativas, luego tres positivas y finalmente tres neutras para equilibrar. En algunas escuelas esotricas, se realizan respiraciones de este tipo antes de ingresar al recinto sagrado. Mediante las respiraciones negativas, positivas y neutras se busca tambin el equilibrio de la polaridad positiva y negativa en el organismo humano.
Concentracin en la respiracin
Uno de los primeros ejercicios de concentracin que se ensean en las escuelas de Sabidura consiste en tomar conciencia de la respiracin.
Para ello incluiremos dos ejercicios que nos sern tiles para este fin: la respiracin consciente y la respiracin numrica. Para comenzar con el ejercicio de respiracin consciente, acustese boca arriba sobre el piso o sobre una colchoneta; coloque las palmas de las manos sobre las costillas. Permita que los dedos mayores se toquen al vaciar totalmente sus pulmones; por el contrario, al inhalar se separan por la expansin de la caja torcica. Ahora, al inhalar siga atentamente el aire que ingresa, en su paso por las vas respiratorias; preste la misma atencin al exhalar. Si algn pensamiento extrao cruza su mente, no lo rechace, djelo pasar, y una vez que se dio cuenta de ello, vuelva a concentrar su atencin en el ir y venir de la respiracin. Al principio, es recomendable practicar este ejercicio no ms de dos minutos, dos veces por da. Se puede ir aumentando un minuto por semana hasta llegar a los 10 minutos -nunca ms de este tiempo-. Al levantarse, debe hacerlo lentamente, ya que de lo contrario puede experimentar un leve mareo o una sensacin de inestabilidad. De a poco, comenzar a sentir sus beneficios: sensacin de bienestar, mente ms calma y una mejor relajacin. Tambin puede ser que su humor cambie y que se sienta ms feliz. La concentracin en un objeto fsico requiere mantener los ojos abier tos y es puramente objetiva. El ejercicio al que ahora nos referimos se sita a medio camino entre la concentracin objetiva y subjetiva. Carece de impor tancia el que los ojos se tengan abier tos o cerrados. Se trata bsicamente de contar las propias aspiraciones y espiraciones, que deben ser lentas y profundas. Como la respiracin es la esencia misma de la vida fsica, conviene que aprendamos primero de todo a controlarla. Una vez que el ejercitante ha aprendido a respirar, empezar a contar sus respiraciones, sin pensar en nada ms que en el mero hecho de
contar. Esto parece fcil.... hasta que uno prueba a hacerlo. La sangha budista viene usando este ejercicio desde tiempo inmemorial, y aun hoy lo utilizan corrientemente todos cuantos practican el budismo en cualquiera de sus formas. Por ello ha de mirarse con gran respeto. Se comprobar tambin que es ms difcil de lo que parece. Segn nos gua un maestro Zen: Comienza ahora por contar tus respiraciones hasta diez. Luego empiezas de nuevo la cuenta a par tir de uno y continas as, de diez en diez, indefinidamente. Tu pensamiento debe concentrarse en esa cuenta y slo en ella. Cuando te vengan otras ideas, no luches por quitr telas de encima: limtate a seguir contando sin hacer caso de ellas. Cualquier tentativa deliberada de combatirlas no har sino incrementar tu turbacin. Ten paciencia y cete a la cuenta, reanudndola cuantas veces sea preciso. A los principiantes les bastar probablemente contar hasta cincuenta con per fecta concentracin mental y recordando que cada acto respiratorio ha de ser lento y completo. Si es posible, se practicar este ejercicio frente a una ventana abier ta.
La respiracin alternada tiene como fin equilibrar e igualar la corriente prnica que pasa por ambas fosas nasales. Adems, se constituye en un estmulo, una toma de conciencia del hemisferio cerebral lgico -izquierdo- y el expresivo -derecho-. Resulta sedante y agudiza la concentracin. Adopte una postura de meditacin, con el tronco y la cabeza bien erguidos. Para llevar a cabo esta tcnica respiratoria se ser vir de los dedos pulgar, anular y meique de la mano derecha, y doblar sobre la palma de la mano los dedos ndice y medio. Utilice el dedo pulgar para cerrar la fosa nasal derecha y el meique y el anular para cerrar la fosa nasal izquierda. Pero si le es ms fcil, sr vase de los dedos pulgar (para la fosa derecha) e ndice (para la fosa izquierda). Cierre la fosa nasal derecha e inhale lentamente por la fosa nasal
izquierda, hasta llenar de aire el trax por completo, con ligero control abdominal, es decir, manteniendo levemente contradas las paredes abdominales. Cierre la fosa nasal izquierda y exhale lentamente por la fosa nasal derecha, en el doble de tiempo aproximadamente que invir ti para la inhalacin; o sea, que la exhalacin dure el doble de tiempo que la inhalacin. Cierre la fosa nasal izquierda e inhale por la fosa nasal derecha. Cierre la fosa nasal derecha y exhale por la fosa nasal izquierda en el doble de tiempo que inhal. Aqu concluye un ciclo. Para evitar equivocarse, tenga siempre presente que se exhala el aire por la fosa opuesta a la que se tom y, sin embargo, se inhala siempre por la que se exhal. Cuando haya conseguido la suficiente prctica, introduzca el tiempo de retencin a pulmn lleno, evitando cualquier esfuerzo y adaptando la retencin a su capacidad pulmonar. Control de las emociones Muchas veces se dice que ante un ataque de ira debemos contar hasta 10. Esta es una tcnica til porque supone que haremos una pequea pausa para tomar distancia del problema o la provocacin. Existen decenas de tcnicas de transformacin de impresiones para evitar caer en las trampas de la ira. En casi todas ellas las tcnicas respiratorias son fundamentales. El ejercicio de digerir la ira es muy sencillo: se trata de respirar profundamente ante el estmulo, inspirando profundamente en un lugar abier to si es posible, contando hasta 4 en esta inhalacin, reteniendo el mismo tiempo y espirando lentamente en el doble de tiempo.
La respiracin tambin nos puede ayudar ante la depresin y la ansiedad. En ambos casos el mejor mtodo es la prctica de la respiracin completa que vimos en pginas anteriores.
para realizar este ejercicio. Colocamos las manos con las palmas hacia arriba y las colocamos cerca del abdomen. Con una inspiracin profunda, las subimos hasta la altura del ombligo y las bajamos con la espiracin a su posicin original. Repetimos la operacin, pero esta vez la inhalacin lleva las manos hacia arriba hasta el pecho, bajando nuevamente con las palmas hacia abajo. La tercera vez las manos suben hasta el cuello y al descender, con las palmas hacia abajo, llegan hasta la cintura y siguen el giro hacia arriba de la cabeza, donde se concluye con las palmas en el mudra de anjali sobre la coronilla. Respiracin del cielo y la tierra Este ejercicio debe realizarse de pie, con las manos colocadas hacia el cielo, como sosteniendo una bola. Cerramos los ojos e imaginamos como nuestras manos reciben la energa del sol con cada inspiracin. Sentimos un leve cosquilleo en las manos. Luego de tres o cuatro inspiraciones bajamos lentamente la bola y la hacemos recorrer en su descenso todo nuestro cuerpo, imaginando que nos va baando de luz y energa. Al llegar a los pies, colocamos las manos paralelas al piso y recogemos con las manos la energa de la Madre Tierra. Luego de tres o cuatro inhalaciones, procedemos a recorrer el camino inverso, con una nueva bola de luz y energa procedente de la tierra.
El movimiento asciende hasta llegar a lo ms alto. En ese momento las manos se colocan en paralelo tocndose y ejecutando el mudra anjali y luego las vamos separando lentamente imaginando como se forma un crculo de luz alrededor de todo nuestro cuerpo, en la rbita completa que iniciamos en lo ms alto y que culmina con las manos unidas sobre el ombligo, ejecutando el mudra csmico, con la mano derecha bajo la izquierda con los pulgares apenas tocndose entre s. Postura del gato La postura del gato es un ejercicio excelente para trabajar con la respiracin. La tcnica es la siguiente: Colquese de rodillas. Inclnese hacia delante y site las palmas de las manos contra el suelo, con los brazos rectos y la cabeza bien atrs. Presione hacia abajo con el tronco, arquendolo ligeramente. Mantenga esta posicin veinte segundos. A continuacin baje la cabeza y arquee el tronco hacia arriba y mantenga la postura veinte segundos.
la Tradicin se han encargado de recordarnos que son peligrosos y que no deben ejecutarse sin la super visin de un gua experiente. Veamos algunos de esos consejos:
Se han dicho y enseado muchas cosas sin sentido acerca de la ciencia de la respiracin. Muchos grupos impar ten instrucciones peligrosas sobre la respiracin - peligrosas porque estn basadas en el conocimiento terico y sus exponentes nunca las han practicado mayormente, y tambin peligrosas porque algunos grupos simplemente explotan, con fines lucrativos, a aquellos que no estn preparados para ello. (Alice Ann Bailey) Muchos ejercicios avanzados aunque a primera vista parezcan puramente fisiolgicos, producen extraordinarios efectos psquicos, muy peligrosos por cier to, y el ms temible de ellos es el desper tar de kundalini. (Swami Vivekananda) La prctica de cier tos ejercicios respiratorios del Pranayama, sin las debidas precauciones, puede acarrear serios inconvenientes en el equilibrio ner vioso del alumno. (Antonio Blay)
Referencias bibliogrficas
(1) En esta monografa hemos incluido las citas directamente en el texto, utilizando a autores reconocidos como Antonio Blay y Yogi Ramacharaka, entre otros. Repetimos con Montaigne: Aqu tengo un ramillete de flores escogidas; nada mo hay en l, sino el cordn que las ata.
Mudra Anjali
En algunas prcticas respiratorias de esta monografa se aconseja el uso del mudra anjali. Un mudra es una postura de manos aconsejada para ciertas prcticas. En el nivel 2 profundizaremos este tema, pero en este momento simplemente mostramos una imagen del mudra anjali para poder realizarlo correctamente.
Mudra Csmico
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