Federico Nietzsche: La Sabiduría de La Ilusión Como Inversión Del Platonismo

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ISSN 1316-7480 versin impresa

Extramuros

Extramuros v.9 n.24 Caracas mayo 2006

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Federico Nietzsche: la sabidura de la ilusin como inversin del platonismo


RUPERTO ARROCHA Escuela de Filosofa/ UCV RESUMEN En esta investigacin se intenta analizar la teora del autor con respecto a que la fuente originaria del lenguaje y del conocimiento, esta determinada ms por la imaginacin que por la lgica. Por lo tanto, difiere en modo temtico de la teora socrtico-platnica del conocimiento, en su modo acentuadamente trascendente y dualista. El artculo presenta un inters particular por el conocer, determinndolo como una filosofa de la interpretacin y poner al tapete la complejidad del trmino realidad. Palabras Claves: LENGUAJE, CONOCIMIENTO, IMAGINACIN, TEORA SOCRTICO PLATNICA. SUMMARY In this investigation it is tried to analyze the authors theory with regard to that the source would originate of the language and of the knowledge, this certain one more for the imagination than for the logic. Therefore, it differs in thematic way of the Socratic-platonic theory of the knowledge, in their clearly transcendent way and dualist. The article presents a particular interest for knowing, determining him like a philosophy of the interpretation and to put to the mat the complexity of the term reality.

Key Words: LANGUAGE, KNOWLEDGE, IMAGINATION, SOCRATIC PLATONIC THEORY. El Nietzsche que escribe El nacimiento de la tragedia y Sobre Verdad y Mentira en sentido extramoral (redactadas ambas alrededor 1873) es un pensador convencido de que la fuente original del lenguaje y del conocimiento no est tanto en la lgica como en la imaginacin. Declaracin que debe manejarse con prudencia ya que tiene como objetivo principal refutar lo que va a acuar crticamente como teora socrticoplatnica del conocimiento. Esta exaltacin de la imaginacin por encima del pensamiento lgico le lleva a establecer una confrontacin entre lo que va a considerar como su posicin epistmica, el conocimiento trgico, en contra de la concepcin platnica del conocimiento a la que designara peyorativamente: esteticismo socrtico o conocimiento terico. Cuestionamiento y confrontacin que Nietzsche resume en su rechazo al pensamiento platnico primero por su carcter marcadamente trascendente y dualista, ya que sita lo autntico y lo verdadero en un mundo ms all de la vida y de la realidad fsica y segundo por su incesante actitud moralizante y dogmtica. El tema del conocimiento en Nietzsche discurre desde una perspectiva hermenutica presente desde bien temprano en su pensamiento. En principio, su preocupacin por el conocer se presenta ms que todo como una filosofa de la interpretacin cuyo inters gnoseolgico busca poner de relieve la problematicidad del concepto de realidad. Nietzsche no deber ser considerado tanto como un negador del valor de las ciencias, sino como un cuestionador de cierta concepcin positivista de las ciencias y de la historia ya que segn su criterio estas obedecen a una visin estrictamente racionalista. Hay que tener presente que en este momento la crtica nietzscheana hacia las ciencias es la crtica a los sistemas ordenados en torno a una arkh que tiende a establecerse como un punto definitivo y absoluto. Por tanto ms que una crtica a las ciencias en general ella debe entenderse como una crtica abierta al concepto de ciencia expuesto por Scrates en algunos de los Dilogos de Platn. Sino como podra entenderse la revaloracin de la ciencia que expone en obras como Humano, demasiado humano, Aurora o El crepsculo de los dolos esto es, las

que suele decirse que pertenecen al perodo iluminista o positivista de su pensamiento1. La oposicin de Nietzsche en contra de este principio ltimo o arkh platnico que a la vez que se erige como fundamento de un sistema pretende explicar que el pensamiento consiste en la adecuacin a ese principio ltimo o paradigma absoluto. Punto de partida que en el discurso socrtico-platnico funciona como fundamento ontolgico de todo ser de lo real, gnoseolgico en virtud de que solo mediante el acceso cognoscitivo a este fundamento es posible conocer y explicitar la realidad toda. Y es contra esta pretensin de la teora de las ideas de Platn que reacciona Nietzsche. Nietzsche en este periodo se encuentra ensimismado en el estudio crtico de algunos de los dilogos de Platn en los que destaca por un lado su abierto enfrentamiento con las posiciones de Scrates y por el otro donde manifiesta su preferencia hacia algunos de los argumentos sostenidos por Protagoras y Gorgias. Alrededor de esta poca se encuentra igualmente fascinado por los representantes de la tragedia griega Esquilo y Sfocles, as como tambin por los escritos de Schopenhauer y Wagner. La admiracin hacia estos pensadores contribuye a que su pensamiento valore el arte o mejor la esttica por encima de las ciencias. El inters de Nietzsche en el mito, la msica y el teatro griego, concuretamente la tragedia, marcara de principio a fin el recorrido de su pensamiento. La apariencia, la ilusin, es un presupuesto necesario para el arte as como para la vida. No debemos olvidar que para Nietzsche la ilusin es y debe ser, para el hombre superior, una ilusin consciente. En Hans Vanhiger estudioso de esta problemtica en Nietzsche encontramos la siguiente opinin: Mentir, en el sentido extramoral es lo que Nietzsche1 llama la desviacin consciente de la realidad que se encuentra en el mito, el arte, la metfora, etc. La adhesin intencional a la ilusin, aunque se tenga conciencia de su naturaleza, es una forma de mentira en un sentido extramoral; y mentir es simplemente el estmulo consciente e intencional de la ilusin. ste es, muy claramente, el caso del arte, el tema del que parti Nietzsche en su primer ensayo conocido como El Nacimiento de la tragedia 2. Este poder de la ilusin o de la mentira tal como lo entiende Nietzsche lo

encontraremos manifiesto claramente en el especial intersque le prestar a la msica y al teatro griego. En estas dos representaciones artsticas Nietzsche encuentra el modelo del valor metodolgico de la ficcin y la ilusin como formas de establecer un punto de contacto distinto con la realidad sensorial. Para Nietzsche el teatro griego debi despertar en la mente de los espectadores griegos cualquier tipo de fantasas. Y aunque oleos figurants a see espectador como un ser pasivo no podemos desdear o pasar por alto el efecto que aquellas obras deba despertar en su imaginacin. Nietzsche se pregunta por las sensaciones que esas representaciones pudieron haber despertado en aquellos hombres. Un mundo onrico plagado de evasiones, fugas o ilusiones? Visiones en donde el orculo les atemorizaba o alertaba con sus enigmticos designios? La pregunta tiene la curiosidad de conocer los motivos que hizo de los helenos unos seres tan excepcionales. Y en ese interrogarse la respuesta de Nietzsche valora el papel que la imaginacin desempeo en aquellos seres ayudndoles a franquear las fronteras de la realidad sensorial y a reemplazarla por una realidad ficticia o ilusoria marcada siempre por la tragedia. Nietzsche encuentra en el teatro el lugar indicado para corroborar las ideas que viene manejando sobre la importancia que la ficcin y la apariencia desempean en el aumento del conocimiento como apertura de horizontes y perspectivas. El trmino teatro en sus orgenes, vena a significar lugar donde se mira o en donde se contempla algo. Sin embargo, no era esta una accin que dejara indiferente al ojo del observador. En el cielo abierto del escenario actores y espectadores procuraban inventar una realidad distinta a la percibida. En esa situacin la construccin de lo ideal simblico requera traspasar el campo del conocimiento sensible en bsqueda de un entorno que satisficiera las expectativas de una visin diferente a la de la percepcin cotidiana. La actividad que mejor aliviaba esa tensin corporal era la lograda por medio de la poesa y el teatro. En el teatro la fuerza de los sonidos y de las imgenes duplicaba la gramtica de los sentidos. Es en ese contexto en donde la voluntad, como dira Schopenhauer, por medio de la contemplacin, en la que el sujeto se separa y diferencia de su yo individual y, convertido en conciencia de su propio ser se abisma en el goce de la visin que tiene por objeto no ya el horror de la realidad, sino la representacin de la misma para su placer o sufrimiento. Lo representado

coloca o pone de lado a la realidad fenomnica suplantndola por una realidad ficcionada. O para decirlo en lenguaje aristotlico la imitacin potica, no es sencillamente una imitacin de lo real, sino que es un artificio, una elaboracin del poeta sobre lo real, a la que adems imprime su propio estilo y contenido. En el teatro prevalece la visin de lo real desde las formas y por esto su carcter alegrico o metafrico plantea una ruptura con la identidad lgica que se establece entre las palabras y las cosas. En el escenario la imaginacin les permita inventar un mundo distinto al del entendimiento o de la racionalidad objetual. O mejor crear un universo en donde la memoria y los sueos sobrepasando la dimensin de los objetos sensibles abren una ventana a lo mitolgico. La palabra drama es un vocablo con significacin griega que comprende accin y representacin, por lo cual su sentido completo sera accin representada. En el teatro griego, y principalmente en el dramtico, el sujeto reclama para si un universo en el que entrelaza: msica, danza, azar, destino, caos y armona. La vida entendida desde la inmediatez del tiempo es concebida como: movimiento, puente, trnsito o devenir. Federico Nietzsche en su obra El Nacimiento de la Tragedia se refiere al teatro griego de la siguiente manera: Ya en el proceso dionisiaco el artista ha abandonado su subjetividad () El yo del lrico resuena desde el abismo del ser: su subjetividad es pura imaginacin3. En su esfuerzo por establecer una distincin entre lo real y lo aparente o ficcin cabe tematizar en la obra de Nietzsche una concepcin de la verdad vinculada al devenir lo que realmente es, como aquello que Heidegger denomin verdad del ser. Es en el teatro donde la creacin artstica logra convertir la apariencia de la realidad emprica en apariencia de la apariencia. La imaginacin envuelve a actores y espectadores rompiendo la dicotoma entre sujetos y objetos al dar paso a la unidad de estos en un plano distinto al del conocimiento sensible. El observador lucha ahora dentro del terreno de la apariencia de la apariencia campo exclusivo de la imaginacin o fantasa, esto es un modo de conocimiento que reproduce una sensacin sin presencia actual del objeto sensible. El objeto imaginado se transforma ahora en la representacin de la apariencia como lo

real. Este cuestionamiento a la verdad originaria del ser apunta en el planteamiento de Nietzsche a lo impredecible, donde no se contempla nada ni como eterno ni absoluto sino slo como cambio permanente. Idea que busca desfundamentar la validez epistmica de las verdades establecidas desde la perspectiva de la vida (ficciones y apariencias) de las constituidas por el dogmatismo de la ciencia y la metafsica. Nosotros habamos opinado siempre dice Nietzsche que el espectador tiene que permanecer consciente de que lo que tiene delante de s es una obra de arte, no una realidad emprica 4. Obra esta que le permite aislarse del mundo real y preservar su suelo ideal y su libertad potica5. El observador se integra en esa realidad que crea alienndose o enajenndose ntegramente en ella. La alienacin que se produce dentro de este escenario es la del observador que como artista creador sustituye lo real emprico por la ficcin, el error o la apariencia. El artista que crea a partir de la apariencia de la apariencia afirmar Nietzschees entonces el verdadero creador porque no crea nada vinculado a la realidad emprica o experiencia 6. Es en este contexto en donde el ser helnico encuentra paradjicamente la posibilidad de conservar su identidad perdindose en los efectos de la imaginacin. Este perderse del ser en su acto de creacin es equivalente a la cosificacin que se produce en trminos hegelianos por medio de la alienacin. No obstante es necesario aclarar que la alienacin en Nietzsche tiene un sentido distinto al descrito por Hegel y Marx en sus obras. Y esa distincin es clara en la medida en que estos dos primeros autores la refieren fundamentalmente a la esfera del trabajo y la economa. Sin embargo, en el caso de Nietzsche la preocupacin tiene que ver directamente con la disolucin del sujeto ante el poder de su obra o creacin artstica. Y no tanto ante el poder fsico o material de ella sino hacia lo que hay de mgico y simblico en la representacin del producto o de la obra. En ese proceso el Ser y la esencia aparecen para Nietzsche como momentos ilusorios del producir o de la produccin artstica. En Nietzsche este tema esta referido ms al plano de la realizacin artstica o mundo de la cultura que al de produccin de capital.

Si en Marx la enajenacin aparece como un elemento negativo en la relacin del trabajador con la mquina en Nietzsche aparece igualmente como lo negativo pero esta vez en la relacin del artista con la obra creada. Siguiendo este hilo podramos sealar que en manos del artista la imaginacin es un medio al servicio de la disolucin de la singularidad del hombre en la obra de arte. La actividad del artista, de acuerdo a Nietzsche, tiene como fin dejar claro que la subjetividad se cosifica en el resultado de su creacin. En el la obra de arte se convierte en fin porque visualiza como conveniente la disipacin o destruccin de la subjetividad en la ficcin de la obra creada. Marx nos dira que el ser humano se ve reducido a ser un engranaje ms en la gran maquinaria de la produccin, que ya no controla, sino que ella le controla a l. Pero all donde Marx ve un proceso, comprensiblemente, condenable desde su crtica de la economa poltica, Nietzsche convierte la produccin artstica en la enajenacin que facilita la comprensin de que la apariencia es decir lo inventado conduce a la demostracin de que: la cosa se ha convertido en sujeto inteligente, mientras el sujeto humano se ve reducido a simple cosa. En la creacin de su obra el artista logra paradjicamente la fusin de su subjetividad en lo creado. Su actividad, su juego o invento desplazan su subjetividad dando pie al dominio de la obra o cosa creada. Este desaparecer del sujeto es un momento necesario dentrodel proceso creador artstico en Nietzsche. En Hegel y Marx en cambio la actividad artstica contrapuesta a la del trabajo supone la reafirmacin del sujeto como conciliacin de de la identidad del ser y su esencia. El sujeto es visto por ellos, a diferencia de Nietzsche, como alguien que controla lo que ha creado ya sea arte o tcnica. No obstante, y aunque desde lecturas distintas, para los tres pensadores, y este es aqu el punto que interesa resaltar, el conocimiento resulta indisociable de la promocin de efectos de poder. Ms an, la crtica nietzscheana parte de la base de que no es posible desvincular la nocin de conocimiento con la de vida, y tampoco la de verdad con la de voluntad de poder. En la obra de Nietzsche prevalece la idea de que mientras ms pronto tomemos conciencia de la fragilidad de lo individual, de la individuacin, y por tanto de su necesaria e inevitable disgregacin ms fcil entenderemos lo real como apariencia, como lo que cambia, como lo trgico. Esta superacin de la individuacin se logra por medio de la actividad artstica y en especial en aquella ligada a la msica y el teatro. En la medida en que el sujeto es artista afirma

Nietzsche, est redimido ya de su voluntad individual y se ha convertido por as decirlo en un mdium a travs del cual el nico sujeto verdaderamente existente festeja su redencin en la apariencia 7. La voluntad individual desaparece en el acto creador del artista, esto es en la manifestacin y representacin de su obra como pura significacin o apariencia. De ah la insistencia de Nietzsche en aseverar que: La alegra metafsica por lo trgico es una transposicin de la sabidura dionisaca instintivamente inconsciente al lenguaje de la imagen: Todo lo que nace tiene que estar dispuesto a un ocaso doloroso 8. Pero tampoco debemos olvidar los prrafos de sus obras en los que afirma que siempre queda: El consuelo metafsico () de que pese a toda la mudanza de las apariencias, la vida es indestructiblemente poderosa y placentera9. El cambio que se produce entre lo real y lo aparente en el mbito de la realidad, determinar que sea esta voluntad universal, fuerza csmica, la que configure el vaco ontolgico dejado por el ser individual. El modo de ser de la voluntad es un continuo devenir en el que se afirma el querer-vivir. En Nietzsche los seres son prisioneros del incontenible devenir; la produccin de lo devenido es, en realidad, reproduccin de la voluntad nica: la incesante muerte de aqul la condicin de la vida de sta. La apariencia se dejar ver ahora como resultado del continuo Devenir. Por este motivo, niega la existencia de un saber, o de una ciencia, maniatada a verdades absolutas o esencias permanentes slo hay dir Nietzsche verdades aparentes, relativas a nosotros, segn las conciben nuestras representaciones y emociones. En su disputa con Scrates y Platn Nietzsche difiere del modo como estos formulaban la pregunta sobre la naturaleza de lo real. El relato nietzscheano se opone al idealismo ontolgico platnico que considera el mundo de las Ideas como nico mundo real. Desde su posicin se opone al dualismo tradicional que pretende explicar la constitucin del mundo como resultado de la confrontacin entre lo que se conoce como idealismo y materialismo. Nietzsche tiene el propsito en dejar claro que la nica posibilidad de acceso a la realidad material-concreta es la que logramos a travs de mediaciones o, si cabe decirlo con mayor transparencia, representaciones. Sin embargo, este universo

de representaciones conforma para l un nuevo orden de lo real; otro tipo de realidad o, ms precisamente, una diferente dimensin de realidad afianzada en el campo de la imaginacin. Esta dimensin de la realidad no constituye una realidad de segunda categora, no es menos real, es lo real, slo que en un plano diferente a lo material-concreto. Este espacio que Nietzsche denomina lo ilusorio o la apariencia es la distancia entre lo percibido y la propia percepcin; lo percibido no es una reproduccin o fotografa de lo captado sino aquello que la imaginacin constituye como lo real. La realidad entendida como un proceso de identidad sensorio-perceptivo es suplantada por la fuerza de la imaginacin dando lugar al mbito que Nietzsche denominar de las imgenes o conceptos delirantes. Es necesario destacar en este contexto, el estudio de Hans Vaihinger sobre Nietzsche en el que glosndole seala que: Estos conceptos delirantes estn creados por la voluntad y creados por medio de mecanismos engaosos. Ni siquiera el reconocimiento de sunaturaleza real destruye su eficacia. La percepcin de la necesidad de tales ilusiones y fantasmas para la vida lleva a la afirmacin consciente y placentera de la ilusin. Mi filosofa es un platonismo invertido: cuanto mas se aleja de la realidad verdadera, se torna ms pura, ms bella y ms buena. Vivir en la ilusin como el ideal10. La comprensin nietzscheana de la real buscar resaltar que ms all de lo que logramos captar por medio de los sentidos de modo actual el lenguaje potico elabora un mundo ficticio, tambin le podramos llamar mundo de artificios, en donde las palabras al constituirse en imgenes y representaciones termina desplazando la verdad de la realidad emprica no por otra trascendente de carcter divino sino por una realidad artstica o poetica. En el Crepsculo de los dolos contina refirindose a esta problemtica al advertirnos que: El hecho de que el artista estime ms la apariencia que la realidad no constituye una objecin contra la realidad. Pues la apariencia significa aqu la realidad una vez ms, slo que seleccionada, reforzada, corregida 11. Slo que para el poeta autntico afirmar Nietzsche la metfora no es una figura retrica, sino una imagen sucednea que flota realmente ante l, en lugar de un concepto12. Esta realidad ficcionada se presenta de acuerdo con las palabras del propio Nietzsche como la desviacin consciente de la realidad en la que mentira suprime el mundo como

verdad por el mundo como apariencia o por el mundo como representacin. No hay para Nietzsche un supuesto ser en s atemporal e inmutable sino el fluyente y azaroso trasmutarse de la apariencia, el juego heracliteo del devenir. As la idea de devenir, que constituye adecuadamente el pensamiento positivo de Nietzsche es algo que desde su sola perspectiva anula aquel primer supuesto a que nos referimos: la inmutabilidad del ser como verdad. La verdad como soporte de los antiguos valores ser ocupado por la voluntad de poder que mediante una profunda transvaloracin, constituir un nuevo orden de valores, estos nuevos valores al depender de la creatividad esttica e inventiva del sujeto, posibilitaran la consolidacin de la apariencia como la instancia fluctuante y plural de los deseos y las metforas. En la Gaya Ciencia, Nietzsche se pregunta en voz alta: Qu es entonces Apariencia para mi! Seguramente no lo contrario de ningn Ser real. Qu puedo yo decir de Ser alguno excepto los meros predicados de su apariencia! Seguramente no una mscara muerta que se pueda poner sobre la cara de algn desconocido, y tambin, presumiblemente, volver a quitrsela! Apariencia es para mi lo que acta y mueve13. Lo que acta y mueve es la revelacin de que la entidad del sujeto, desde la mirada de Nietzsche, no es mas que una sntesis de ficciones, una mascara, una pluralidad de fuerzas encaminadas no tanto al conocimiento en si mismo como a adquirir poder sobre las cosas. El conocimiento en todo caso debe concebirse nicamente como una interpretacin, un introducir sentido y no como una explicacin vinculada con una perspectiva determinada. El establecimiento de la verdad, o de una verdad, necesita de la crtica por lo que su valor debe ser considerado como algo relativo ya que se encuentra determinado por una voluntad de dominio. La exaltacin del arte, es decir de la poesa y el teatro, debe ser comprendido all donde resalta el papel del mito como el espacio en donde la narracin metafrica supera la descripcin aparentemente neutral y objetiva de las ciencias y de la tcnica. Nietzsche al retomar la separacin clsica entre logos y mito intenta enfatizar la supremaca de la comprensin artstica propia de la imaginacin por

encima de la esfera del entendimiento que corresponde al conocimiento cientfico. Nietzsche concibe la actividad filosfica como crtica. Termino este que en su acepcin kantiana expresa una actitud esencialmente antidogmtica. Pensar conduce en Nietzsche a indagar en el establecimiento del lenguaje el desenmascaramiento de la verdad como un posicionamiento o convencin social. El arte es el reverso de esa actividad que invita al ejercicio de la ilusin desde una densidad en la que la intuicin,entendida aqu esta como olfato, se convierte en el centro del cuerpo. Nietzsche ve en el artista el hombre que ms all de las convenciones sociales se refugia en el mundo esttico porque no quiere la verdad sino un tipo de sabidura que no olvide que las palabras son metforas. As puede afirmarse que en los diversos textos de Nietzsche se encuentra la solicitud de una ciencia que obre de acuerdo a los principios de la actividad artstica. Si para Platn el punto ms alto del saber es el conocimiento, porque concierne a la razn en vez de a la experiencia, para Nietzsche lo que Platn entiende por racional o como conocimiento de lo verdadero es el pensamiento abstracto o conceptual que ha olvidado que en su origen haba sido una ilusin14. BIBLIOGRAFA Obras de F. Nietzsche: 1. F. Nietzsche El nacimiento de la tragedia, Alianza Editorial, Madrid, 2000. 2. F. Nietzsche Sobre verdad y mentira en sentido extramoral, Tecnos, Madrid, 2000. 3. F. Nietzsche Escritos sobre retrica, Ed. Trotta, Madrid, 2000. 4. F. Nietzsche Humano, demasiado humano, Akal, Barcelona, 2002. 5. F. Nietzsche Aurora, Editores mexicanos unidos, Mxico, 1999. 6. F. Nietzsche La ciencia jovial, Monteavila, Caracas, 1985. 7. F. Nietzsche As habl Zaratustra, Alianza Editorial, Madrid, 2000.

8. F. Nietzsche Ms all del bien y del mal, Alianza Editorial, Madrid, 2000. 9. F. Nietzsche La genealoga de la moral, Alianza Editoral, Madrid, 2000. 10. F. Nietzsche Crepsculo de los dolos, Alianza Editorial, Madrid, 2000. 11. F. Nietzsche Ecce Homo, Alianza Editorial, Madrid, 2000. 12. F. Nietzsche El anticristo, Alianza Editorial, Madrid, 2000. Obras complementarias sobre Nietzsche: Gilles Deleuze. Nietzsche y la filosofa, Anagrama, Barcelona, 2000. Jacques Derrida. Espolones: Los estilos de Nietzsche, Pre-textos, Valencia, 1997. Eugen Fink. La filosofa de Nietzsche, Alianza, Madrid, 1989. Michel Foucault. Nietzsche, la genealoga, la historia, Pre-textos, Valencia, 2000. Michel Foucault. Las palabras y las cosas, Siglo XXI editores, Mxico, 1989. Curt Paul Janz. Friedrich Nietzsche: T.02 Los diez aos de Basilea 1869-1879, Madrid, 1987. Karl Jaspers. Nietzsche: Introduccin a la comprensin de su filosofar, Sudamrica, Buenos aires. Jos Mara Valverde. Nietzsche, de fillogo a Anticristo, Planeta, Barcelona, 1994. Gianni Vttimo. El sujeto y la mscara: Nietzsche y el problema de la liberacin, Pennsula, Barcelona, 2000. Richard Rorty. Contingencia, irona y solidaridad, Barcelona, Paids, 1991. Notas:
1

Barrios Casares, M. Diccionario de Hermenutica. Universidad de Deusto,

Bilbao, 1998.
2

Vaihinger, Hans. La voluntad de ilusin en Nietzsche. Las Fuentes De La Idea

De Ficcin En Nietzsche: Escritos De Juventud. WEB http://www.nietzscheana.com.ar/vaihinger.htm


3

Nietzsche, F. El Nacimiento de la tragedia. Alianza, Madrid, p. 63. Ibd., p. 75. Ibd., p. 76. Ibd, p. 57.

7 Ibd, p. 66. 8 Ibd, pp 137-138. 9 Ibd., p. 77. 10 Vaihinger, Hans. Ob. cit. 11 Nietzsche, F. Crepsculo de los dolos. Alianza editorial, Madrid, 1977. 12 Nietzsche, F. El nacimiento de la tragedia. Ob. cit, p. 83. 13 Nietzsche, F. La ciencia jovial. Pargrafo 88, Monte vila, Caracas, 1985. 2008 Universidad Central de Venezuela, Facultad de Humanidades Av. Never, Centro Comercial Los Chaguaramos, piso 3, Los Chaguaramos. Telfono 0212 693 00 77

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