Manual 9 12 Web
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Hay un amplio espectro de principios y normas que regulan el uso de la fuerza, desde el marco bsico que es la Constitucin Poltica con los correspondientes tratados y convenios sobre DDHH y DIH ratificados por Colombia hasta el nivel tctico de las reglas de enfrentamiento, pasando por todo el entramado de leyes que constituye el sistema legal colombiano. De ah la necesidad de desarrollar un verdadero derecho operacional, que no es otra cosa que la aplicacin ordenada de todas estas normas al planeamiento, la ejecucin y la evaluacin de las operaciones de la Fuerza Pblica . Poltica Integral de DDHH y DIH Ministerio de Defensa Nacional.
REPUBLICA DE COLOMBIA
D I S P O N E: ARTCULO 1: Aprobar el MANUAL DE DE DERECHO OPERACIONAL, el cual se identificar as: MANUAL FF. MM 3-41 PBLICO Primera Edicin ARTCULO 2: Las observaciones a que d lugar la aplicacin del Manual en referencia, deben ser presentadas al Comando General de las Fuerzas Militares, a fin de estudiarlas y tenerlas en cuenta para posteriores ediciones en la forma en que establece el Decreto 1605 de 1988, Por el cual se aprueba el Reglamento de Publicaciones Militares FFMM 3-1 Pblico.
ARTICULO 3: El Comando General de las Fuerzas Militares, Dispondr la edicin del Manual aprobado en virtud de la presente disposicin. ARTICULO 4: La presente Disposicin rige a partir de la fecha y deroga todas las resoluciones contrarias sobre la materia.
Este propsito, anunciado en la Poltica Integral de DDHH y DIH del Ministerio de Defensa Nacional, lo cumple el nuevo Manual de Derecho Operacional del Comando General de las Fuerzas Militares. El Manual est estructurado en ocho captulos, de la siguiente manera: el primero, expone los fundamentos constitucionales que justifican el uso de la fuerza por parte de las FFMM dentro del territorio nacional; el segundo y el tercero exponen las normas de DIH y DDHH que impactan la conduccin de operaciones militares, identificando los mecanismos mediante los cuales estas normas deben ser aplicadas al planeamiento operacional; el cuarto describe la relacin entre las normas de DDHH y el DIH, delimita su aplicacin en un Estado social de derecho como Colombia, en el entendido de que las normas de DDHH no se suspenden por la aplicacin del DIH, y provee herramientas para direccionar la aplicacin de ese marco jurdico en las operaciones; el quinto clasifica las operaciones de las FFMM en dos tipos, describe los contenidos mnimos de las rdenes de operaciones y determina las reglas de encuentro que corresponden al marco jurdico desarrollado en los captulos anteriores; el sexto describe las obligaciones de los miembros de las FFMM como autoridad primer respondiente y los deberes de coordinacin con las autoridades judiciales; el sptimo, explica la figura del asesor jurdico operacional delimitando su perfil, sus funciones y su responsabilidad en el asesoramiento de la conduccin de operaciones militares; el octavo enuncia las fuentes de responsabilidad nacional e internacional del Estado, e individual de los miembros de las FFMM, en relacin con el uso de la fuerza.
Por ltimo, quiero hacer nfasis en la importancia de este Manual para la proteccin de nuestros hombres y mujeres. La falta de una adecuada defensa institucional es una preocupacin permanente del mando militar y ma en particular; es una situacin inaceptable que estamos haciendo todos los esfuerzos para remediar. Sin embargo, la primera y la mejor lnea de defensa de nuestras actuaciones es la observancia estricta de los principios y procedimientos contenidos en este Manual. Quien acta en derecho nada tiene que temer. El Manual de Derecho Operacional es el producto de un trabajo de casi dos aos de las Fuerzas Militares, con el concurso del Ministerio de Defensa Nacional. Quisiramos
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Quiero tambin agradecer a la Direccin de Derechos Humanos del Ministerio de Defensa Nacional, que bajo el decidido liderazgo del Coronel Juan Carlos Gmez, y posteriormente de Claudia Hernndez como directora encargada y de Elena Ambrosi, contribuy de manera fundamental a este proceso, al igual que a varios de sus miembros: Juana Acosta, Mayor Arnaud Penent, Diana Abaunza, Diana Rodrguez, y ante todo Juanita Goebertus y Ximena Londoo, quienes tanto ayudaron a hacer posible este Manual con su trabajo infatigable en apoyo de la Jefatura de Educacin y Doctrina Conjunta del Comando General y de su Jefe, Vicealmirante Fernando Elas Romn Campos. Gracias igualmente a Luz Marina Gil y a Mnica Cifuentes. Finalmente, agradezco al Viceministro de Defensa, Sergio Jaramillo, por su visin, conocimiento, dedicacin y compromiso con este proyecto de vital inters para la institucin militar. Como Comandante General de las Fuerzas Militares, y en nombre de los Comandantes de Fuerza, invito a todos y cada uno de nuestros hombres y mujeres a hacer el mejor uso de este primer Manual de Derecho Operacional, complemento indispensable de las operaciones en nuestro camino diario hacia una victoria limpia, sacrificada y heroica. Firmeza y honor!
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CAPTULO IV LA RELACIN ENTRE EL MARCO DE DDHH Y EL MARCO DE DIH: EL USO DE LA FUERZA DENTRO DE UN ESTADO SOCIAL DE DERECHO
1. La relacin entre el marco de los DDHH y el marco del DIH.
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ANEXOS ANEXO 1: BIBLIOGRAFA TEMTICA ANEXO 2: FORMATO PRIMER RESPONDIENTE Y CAPTURA ANEXO 3: ANEXO C DIRECTIVA 208 DE 2008.
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El uso de la fuerza por parte de las Fuerzas Militares (FFMM) en el territorio nacional tiene fundamento en la Constitucin Poltica de Colombia, que establece las razones por las cuales stas pueden hacer uso de la fuerza. Este captulo presenta las disposiciones constitucionales e interpretaciones jurisprudenciales que autorizan el uso de la fuerza por parte de las FFMM. El captulo est estructurado de la siguiente manera: (1) El Estado social de derecho y el deber de proteccin;
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Manual de Derecho Operacional (2) El monopolio del uso de la fuerza; (3) El deber de mantener condiciones de seguridad; y (4) El recurso al uso de la fuerza y sus lmites.
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chos y libertades, est relacionado con el hecho de que los DDHH son atributos inherentes a la dignidad humana y, en consecuencia, superiores al poder del Estado5. Se trata entonces de esferas individuales que el Estado no puede vulnerar y que excepcionalmente se pueden limitar o suspender6. El deber de respeto implica una restriccin al ejercicio del poder estatal y por tanto resulta parte esencial en la proteccin de los DDHH7. El segundo deber del Estado es el de garantizar el libre y pleno ejercicio de los derechos a toda persona sujeta a su jurisdiccin8. Esta obligacin implica el deber de los Estados de organizar todo el aparato gubernamental y, en general, todas las estructuras a travs de las cuales se manifiesta el ejercicio del poder pblico, de manera tal que sean capaces de asegurar jurdicamente el libre y pleno ejercicio de los derechos humanos9. Esta segunda obligacin, sin embargo, no se agota con la existencia de un orden normativo dirigido a hacer posible su cumplimiento, sino que comporta la necesidad de una conducta gubernamental que asegure la existencia, en la realidad, de una eficaz garanta del libre y pleno ejercicio de los DDHH10.
(Sumo) Awas Tingni. Sentencia de 31 de agosto de 2001. Serie C No. 79. Par. 154; y Caso Baena Ricardo y otros. Sentencia de 2 de febrero de 2001. Serie C No. 72. Par. 178. Corte IDH. Condicin Jurdica y Derechos de los Migrantes Indocumentados. Opinin Consultiva OC-18/03 del 17 de septiembre de 2003. Serie A No. 18. Par 76. 5 Corte IDH. Caso Velsquez Rodrguez Vs. Honduras. Fondo. Sentencia de 29 de julio de 1988. Serie C No. 4, Par. 165. 6 A travs de las limitaciones o restricciones permitidas por la propia Constitucin y los tratados internacionales y sin suspender derechos que, segn estas disposiciones, no pueden ser sujetos de suspensin bajo ningn tipo de circunstancia. 7 Corte IDH. Caso Velsquez Rodrguez Vs. Honduras. Fondo. Sentencia de 29 de julio de 1988. Serie C No. 4, Par. 165 y Corte IDH. La expresin leyes en el artculo 30 de la Convencin Americana sobre Derechos Humanos, Opinin Consultiva OC-6/86 del 9 de mayo de 1986. Serie A No. 6, Par. 21. 8 Corte IDH. Caso Velsquez Rodrguez Vs. Honduras. Fondo. Sentencia de 29 de julio de 1988. Serie C No. 4. 9 Corte IDH. Caso Velsquez Rodrguez Vs. Honduras. Fondo. Sentencia de 29 de julio de 1988. Serie C No. 4. Ver tambin Corte IDH. Caso Godnez Cruz Vs. Honduras. Fondo. Sentencia de 20 de enero de 1989. Serie C No. 5, Par. 184. CIDH Informe N 60/99. Caso 11.516. Ovelrio Tames Brasil. 13 de abril de 1999. Par 55. 10 Corte IDH. Caso Velsquez Rodrguez Vs. Honduras. Fondo. Sentencia de 29 de julio de 1988. Serie C No. 4.
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Manual de Derecho Operacional Las FFMM, en su condicin de servidores pblicos y por lo tanto en su calidad de garantes, desarrollan actividades que promueven el libre y pleno ejercicio de los DDHH por parte de las personas, para cumplir con el mandato del artculo 2 de garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitucin As lo ha considerado la Corte . Constitucional, que aade adems: la defensa de los derechos no se limita a la abstencin estatal en violarlos. Comporta, como se ha indicado, enfrentar a los agresores de tales derechos. La existencia de fuerzas armadas se justifica por la necesidad de asegurar, ms all del mandato normativo, la eficacia de los derechos11. A partir de este mandato es necesario identificar las medidas que deben ser tomadas por las FFMM para garantizar la eficaz proteccin de los derechos en el territorio nacional. A continuacin se analizan el monopolio del uso de la fuerza12 y el deber de mantenimiento de las condiciones de seguridad, como herramientas esenciales para el cumplimiento del deber de proteccin.
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Adicionalmente, segn el artculo 223 de la Constitucin,slo el Gobierno puede introducir y fabricar armas, municiones de guerra y explosivos. Nadie podr poseerlos ni portarlos sin permiso de autoridad competente. () Los miembros de los organismos nacionales de seguridad y otros cuerpos oficiales armados, de carcter permanente, creados o autorizados por ley, podrn portar armas bajo el control del Gobierno, de conformidad con los principios y procedimientos que aquella seale Al respecto, la Corte . Constitucional ha sealado que todos los principios y valores constitucionales se orientan en el sentido de fortalecer el monopolio de las armas en el Estado, como condicin de la convivencia pacfica y democrtica14.
14 Corte Constitucional, Sentencia C-038 de 1995. M.P. Alejandro Martnez Caballero. 15 Corte Constitucional, Sentencia SU-1184 de 2001. M.P. Eduardo Montealegre Lynett.
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Manual de Derecho Operacional los dems16. De esa manera el Gobierno Nacional no ha hecho otra cosa que cumplir con el mandato de la Constitucin y la jurisprudencia constitucional: una de las finalidades bsicas de las autoridades colombianas es la defensa de la integridad nacional y la preservacin del orden pblico y de la convivencia pacfica, no slo porque as lo establece expresamente el artculo 2 de la Carta, sino adems porque esos elementos son condiciones materiales para que las personas puedan gozar de sus derechos y libertades17.
16 Ministerio de Defensa Nacional, Poltica Integral de DDHH y DIH. Par. 5; Bogot, 2008. 17 Corte Constitucional, Sentencia C-251 de 2002. M.P. Eduardo Montealegre Lynett y Clara Ins Vargas Hernndez. En el mismo sentido ver Corte Constitucional, Sentencia C-179 de 1994. M.P. Carlos Gaviria Diaz: Ese rgimen de libertades, suprema ratio del Estado de derecho, tiene como supuesto necesario la obediencia generalizada a las normas jurdicas que las confieren y las garantizan. A ese supuesto fctico se le denomina orden pblico y su preservacin es, entonces, antecedente obligado de la vigencia de las libertades . 18 Corte Constitucional, Sentencia C-825 de 2004. M.P. Rodrigo Uprimny Yepes.
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a la poblacin (C.P. art. 2), la Fuerza Pblica debe desplegar sus actividades con la firmeza y la contundencia adecuadas para someter a quienes subvierten el orden constitucional y desafan el principio democrtico, segn el cual se confa al Estado el monopolio del uso legtimo de las armas19. El uso de la fuerza es obligatoria () frente a quienes no tienen intencin de respetar los derechos de las personas y no estn dispuestas a cumplir el mandato normativo. Dicho uso de la fuerza nicamente est legitimado para las fuerzas armadas del Estado, pues la estructura social deposita en ellas el monopolio del uso de las armas y, por lo mismo, la tarea de defender, mediante su utilizacin, los derechos20. El derecho slo puede asegurar al individuo una esfera de libertad y proteccin contra la violencia a condicin de reprimir, incluso con la fuerza, aquellas actividades violentas de los dems individuos que vulneran esa rbita de libertad21.
De ah que no resulte extrao que el artculo 3 del Protocolo II Adicional a los Convenios de Ginebra seale que no podr invocarse disposicin alguna del presente Protocolo con objeto de menoscabar la soberana de un Estado o la responsabilidad que incumbe al gobierno de mantener o restablecer la ley y el orden en el Estado o de defender la unidad nacional y la integridad territorial del Estado por todos los medios legtimos . Sin embargo, en un Estado social de derecho, evidentemente el uso de la fuerza tambin debe estar sujeto al imperio de la ley. Al respecto la Corte Constitucional ha advertido que los derechos de la persona representan lmites que deben ser respetados por el Estado cuando busca alcanzar objetivos de inters general, como la paz, la seguridad y la defensa nacional22.
19 Corte Constitucional, Sentencia C-251 de 2002. M.P. Eduardo Montealegre Lynett y Clara Ins Vargas Hernndez. 20 Corte Constitucional, Sentencia SU-1184 de 2001. M.P. Eduardo Montealegre Lynett. 21 Corte Constitucional, Sentencia C-038 de 1995. M.P. Alejandro Martnez Caballero. 22 Corte Constitucional, Sentencia C-251 de 2002. M.P. Eduardo Montealegre Lynett y Clara Ins Vargas Hernndez.
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Manual de Derecho Operacional En particular, el uso de la fuerza est regulado por las mismas normas que esa fuerza pretende hacer cumplir. Segn lo ha sealado la Corte Constitucional, las normas jurdicas que integran un Estado social de derecho se caracterizan no slo por el hecho de que ellas pueden ser impuestas por la fuerza sino, adems, porque regulan el uso de la fuerza. Esto significa que la amenaza de la fuerza no es slo un elemento distintivo del derecho sino que la fuerza misma es objeto de la reglamentacin jurdica. Por medio de esa doble relacin con la fuerza, el derecho en general, y el derecho constitucional en particular, cumplen su funcin garantista, pues aseguran que la coaccin no podr ser utilizada sino en los casos y modos permitidos por el orden jurdico23. En conclusin, el fundamento constitucional e internacional del uso de la fuerza por parte de las FFMM, dentro de los lmites fijados por el propio Estado social de derecho, reside en su deber de proteccin como autoridad instituida para proteger a la poblacin. En la medida en que las FFMM ostentan el monopolio del uso de la fuerza, estn obligadas a garantizar, incluso haciendo uso de la fuerza cuando sta sea necesaria, las condiciones de seguridad que permiten el imperio de la ley y el libre ejercicio de los derechos y libertades por parte de los ciudadanos.
EN RESUMEN:
Los miembros de las FFMM, como servidores pblicos, estn sometidos al imperio de la ley y al respeto de la dignidad humana. El deber de proteccin debe ser entendido en su doble mbito como deber fundamental de respeto y de garanta. Las FFMM, en su calidad de servidores pblicos y por lo tanto en su condicin de garantes, tienen que desarrollar actividades que promuevan el libre y pleno ejercicio de los DDHH por parte de las personas, y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitucin como lo dispone el artculo 2 de la misma. , El monopolio del uso de la fuerza por parte del Estado es un mecanismo fundamental para asegurar la convivencia pacfica y la vigencia de los derechos. Una transgresin a este monopolio, por parte de organizaciones que pretendan subvertir el orden constitucional, hara
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ineficaces los derechos de las personas, quienes se veran sometidos al arbitrio del ms fuerte. Las FFMM deben desplegar operaciones para garantizar condiciones de seguridad que permitan el ejercicio de los derechos de las personas. Como se expuso en la Poltica Integral de DDHH y DIH: sin seguridad no hay garanta del derecho a la vida y a la integridad fsica, y sin estos derechos no existe la base para gozar de los dems . De lo anterior se desprende la legitimidad del uso de la fuerza por parte de las Fuerzas Militares (bajo las condiciones de necesidad y proporcionalidad), cuando sta sea necesaria para garantizar condiciones de seguridad para el ejercicio pleno de los derechos y el imperio de la ley. Sin embargo, en un Estado social de derecho, el uso de la fuerza tambin debe estar limitado por el imperio de la ley. En particular, el uso de la fuerza est regulado por las mismas normas que esa fuerza pretende hacer cumplir. En la medida en que las FFMM ostentan el monopolio del uso de la fuerza, estn obligadas a garantizar, incluso haciendo uso de la fuerza cuando sta sea necesaria, las condiciones de seguridad que permiten el imperio de la ley y el ejercicio de los derechos y libertades por parte de los ciudadanos. El fundamento constitucional del uso de la fuerza por parte de las FFMM dentro de los lmites fijados por el propio Estado social de derecho, reside en su deber de proteccin como autoridad instituida para proteger a la poblacin.
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Manual de Derecho Operacional truccin del 10 de abril de 1972. Convencin sobre prohibiciones o restricciones del empleo de ciertas armas convencionales que puedan considerarse excesivamente nocivas o de efectos indiscriminados del 10 de octubre de 1980. Enmienda al artculo 1 de la Convencin sobre prohibiciones o restricciones del empleo de ciertas armas convencionales que puedan considerarse excesivamente nocivas o de efectos indiscriminados de 2001. Protocolo sobre fragmentos no localizables del 10 de octubre de 1980 (Protocolo I). Protocolo sobre prohibiciones o restricciones del empleo de minas, armas trampa y otros artefactos segn fue enmendado el 3 de mayo de 1966 (Protocolo II enmendado). Protocolo sobre prohibiciones o restricciones del empleo de armas incendiarias del 10 de octubre de 1980 (Protocolo III). Protocolo sobre armas lser cegador del 13 de octubre de 1995. Convencin sobre la prohibicin del empleo, almacenamiento, produccin y transferencia de minas antipersonal y sobre su destruccin del 18 de septiembre de 1977. Convencin sobre la prohibicin del desarrollo, la produccin, el almacenamiento y el empleo de armas qumicas y sobre su destruccin de 1996. Estatuto de la Corte Penal Internacional de 1998. Protocolo facultativo a la Convencin sobre los derechos del nio, sobre la participacin de los nios en los conflictos armados del 25 de mayo de 2000. Convencin sobre municiones en racimo del 30 de mayo de 2008.
1. Orgenes, contenido e incorporacin del Derecho Internacional Humanitario al ordenamiento jurdico colombiano a. Orgenes y contenido del DIH
El origen del Derecho Internacional Humanitario (DIH) se remonta a las viejas costumbres del derecho de la guerra y a la preocupacin humanitaria de toda poca por evitar excesos en el uso de la fuerza. Como es sabido, en el siglo XIX comienza a codificarse en convenciones, leyes y cdigos. Sus principales fuentes son el Derecho de la Haya, el Derecho de Ginebra y las dems reglas de derecho consuetudinario.
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El Derecho de la Haya est compuesto por las 14 Convenciones de La Haya, en especial las de 1899 y 1907, que regulan lo relativo a limitaciones o previsiones sobre medios y mtodos especficos de guerra, as como la proteccin de vctimas, de no combatientes, y de todos aquellos que no participan en hostilidades o que hayan dejado de hacerlo. El Derecho de Ginebra, por su parte, est conformado por las cuatro Convenciones del 12 de agosto de 1949. En estos tratados se regula, entre otros, todo lo relativo a la proteccin de los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas terrestres y navales, y a los prisioneros de guerra. Comn a todos los convenios es la disposicin, conocida como artculo 3 que garantiza la proteccin de las vctimas de los conflictos no inter, nacionales. Hacen parte de este derecho, de igual forma, los Protocolos Adicionales. El primero ampla la definicin de conflicto armado internacional, incluyendo en sta las guerras de liberacin nacional. Define adems los objetivos legtimos en caso de que se presente un ataque militar y establece aquellos bienes o sectores de la poblacin contra los cuales est prohibido un ataque indiscriminado, entre otros. El segundo, busca hacer aplicables las normas de los conflictos armados de carcter internacional a aquellos que se presenten en el orden interno, respetando la soberana estatal. A estas normas se suman las reglas de derecho humanitario consuetudinario24 que representan la costumbre de la guerra. Algunas de stas han sido ordenadas por el CICR en el estudio de derecho humanitario consuetudinario de 200825. De ah que haya normas que aunque no se
24 El Derecho Internacional Humanitario Consuetudinario resulta de una prctica general aceptada como derecho. Estas prcticas fueron reconocidas como fuente de derecho al menos desde la Clusula Martens segn la cual mientras que se forma un Cdigo ms completo de las leyes de la guerra, las Altas Partes Contratantes juzgan oportuno declarar que, en los casos no comprendidos en las disposiciones reglamentarias adoptadas por ellas, las poblaciones y los beligerantes permanecen bajo la garanta y el rgimen de los principios del Derecho de Gentes preconizados por los usos establecidos entre las naciones civilizadas, por las leyes de la humanidad y por las exigencias de la conciencia pblica Prembulo . del II Convenio de La Haya de 1899 relativo a las leyes y costumbres de la guerra terrestre. 25 El presente Manual cita a manera de referencia una serie de normas de derecho consuetudinario
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Manual de Derecho Operacional encuentren dentro del Protocolo II sean aplicables a los conflictos armados no internacionales. As lo ha reconocido la Corte Constitucional al sealar que las normas consuetudinarias que lo integran, se vean o no codificadas en disposiciones convencionales, forman parte del corpus jurdico que se integra al bloque de constitucionalidad por mandato de los artculos 93, 94 y 44 Superiores26. Estos tres conjuntos normativos que en Colombia han sido conocidos como Derecho Internacional de los Conflictos Armados (DICA), hoy se conocen como DIH. As lo han dispuesto tanto la Corte Internacional de Justicia como la Corte Constitucional. Segn la primera, estas dos ramas del derecho aplicable en los conflictos armados se han interrelacionado a un punto tal que se considera que paulatinamente han formado un nico sistema complejo, conocido en la actualidad como derecho internacional humanitario27. De igual forma, a juicio de la Corte Constitucional actualmente no se puede oponer tajantemente esos dos derechos ya que, desde el punto de vista lgico, la proteccin de la poblacin civil -objetivo clsico del derecho internacional humanitario en sentido estricto- implica la regulacin de los medios legtimos de combate finalidad del tradicional derecho de la guerra, y viceversa28.
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cin en situaciones de excepcionalidad30; y (iii) el Cdigo Penal expresamente tipifica las conductas violatorias del DIH31. Al respecto la Corte Constitucional ha sealado con precisin la obligacin que tienen las FFMM de respetar las reglas del DIH, por ser estas obligatorias per se en el ordenamiento jurdico32: En el caso colombiano, estas normas humanitarias tienen adems especial imperatividad, por cuanto el artculo 214 numeral 2 de la Constitucin dispone que en todo caso se respetarn las reglas del derecho internacional humanitario . Esto significa que, como ya lo seal esta Corporacin, en Colombia no slo el derecho internacional humanitario es vlido en todo tiempo sino que, adems, opera una incorporacin automtica del mismo al ordenamiento interno nacional, lo cual, por lo dems, es lo congruente con el carcter imperativo que caracteriza a los principios axiolgicos que hacen que este cuerpo normativo integre el ius cogens Por consiguiente, tanto . los integrantes de los grupos armados irregulares como todos los funcionarios del Estado, y en especial todos los miembros de la Fuerza Pblica quienes son destinatarios naturales de las normas humanitarias, estn obligados a respetar, en todo tiempo y en todo lugar, las reglas del derecho internacional humanitario, por cuanto no slo stas son normas imperativas de derecho internacional (ius cogens) sino, adems, porque ellas son reglas obligatorias per se en el ordenamiento jurdico y deben ser acatadas por todos los habitantes del territorio colombiano33. En todo caso, como lo ha sealado en mltiples ocasiones el CICR34
30 Constitucin Poltica, Artculo 214: los estados de excepcin a que se refieren los artculos anteriores se sometern a las siguientes disposiciones: () en todo caso se respetarn las reglas del derecho internacional humanitario . 31 Cdigo Penal, Ley 599 de 2000, Artculos 135 a 164. 32 Corte Constitucional, Sentencia C-225 de 1992. M.P. Alejandro Martnez Caballero. 33 Corte Constitucional, Sentencia C-225 de 1992. M.P. Alejandro Martnez Caballero; ver tambin Sentencia C-574 de 1992. M.P. Ciro Angarita Barn. 34 ICRC Working Paper, 29 de junio de 1999.
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Manual de Derecho Operacional y como ha sido recogido por la jurisprudencia internacional35, la aplicacin del DIH responde a unos criterios objetivos -fundamentalmente de intensidad y organizacin -ver abajo- que es necesario verificar previamente. De esos criterios o factores objetivos depende que sea posible conducir operaciones dirigidas a confrontar una situacin de hostilidades.
2. mbito de aplicacin del DIH a. Valor jurdico y fuerza vinculante de las normas del DIH
Con respecto a la fuerza vinculante del DIH, tanto la doctrina como la jurisprudencia internacional han reiterado que en la medida en que ste hace parte del derecho consuetudinario de los pueblos y del ius cogens36, no es posible poner en duda su carcter vinculante. Incluso los grupos armados ilegales estn obligados a respetar las normas que consagran los principios mnimos de humanidad, los cuales no pueden ser derogados ni siquiera en graves situaciones de conflicto armado37.
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comunidad internacional38 Como ya se seal, tanto los integrantes de . los grupos armados irregulares como todos los funcionarios del Estado () estn obligados a respetar, en todo tiempo y en todo lugar, las reglas del derecho internacional humanitario39. Adicionalmente, como se ha sealado en la Poltica Integral de DDHH y DIH del Ministerio de Defensa Nacional, las FFMM podrn desplegar operaciones en el marco del DIH cuando las circunstancias lo ameriten. Independientemente de la fuente que justifique la aplicacin del DIH para la conduccin de hostilidades, la jurisprudencia nacional ha advertido que su aplicacin no se desprende de la caracterizacin subjetiva de la situacin, sino de circunstancias objetivas como el nivel de organizacin de los grupos armados y del nivel de intensidad de la violencia que desplieguen40. La misma caracterizacin se desprende de la jurisprudencia internacional reciente, en particular del Tribunal Penal Internacional para la Ex Yugoslavia (TPIY), que en casos como Fatmir Limaj y otros afirma igualmente que el umbral debe determinarse con base en criterios objetivos41.
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Manual de Derecho Operacional situacin debe alcanzar cierto umbral de enfrentamiento. Por lo general, se ha aceptado que el umbral ms bajo que figura en el artculo 1.2 del P II [Protocolo II Adicional a los Cuatro Convenios de Ginebra], que excluye los disturbios y las tensiones interiores de la definicin de CANI [conflicto armado no internacional], tambin se aplica al artculo 3 comn. Al respecto, se utilizan generalmente dos criterios: (1) Las hostilidades deben alcanzar un nivel mnimo de intensidad, [] de manera tal que el Gobierno tiene que recurrir a la fuerza militar contra los insurrectos, en lugar de recurrir nicamente a las fuerzas de polica; y (2) Los grupos no gubernamentales que participan en el conflicto deben ser considerados partes en el conflicto, en el sentido de que disponen de fuerzas armadas organizadas. Esto significa que estn sometidas a una cierta estructura de mando y que tengan la capacidad para mantener operaciones militares42. As mismo, el TPIY en el caso Tadic reconoci que la evaluacin del nivel de violencia y de organizacin de las agrupaciones armadas resulta relevante para distinguir un conflicto armado de actos de delincuencia, insurrecciones desorganizadas y de corta duracin, o actividades terroristas, que no estn sujetas al Derecho Internacional Humanitario43. Frente al anlisis del nivel de organizacin y de intensidad de las amenazas se pueden tener en cuenta diferentes aspectos que permiten
42 CICR, Cul es la definicin de conflicto armado segn el Derecho Internacional Humanitario? Documento de opinin, marzo de 2008. 43 TPIY, The Prosecutor v. Dusko Tadic a/k/a dule 2 de octubre de 1995, IT-94-1-T. En este mismo sentido, , la Corte Constitucional en Sentencia C-291 de 2007. M.P. Manuel Jos Cepeda Espinosa, explic La naturaleza voluble de los conflictos armados actuales ha llevado a la jurisprudencia internacional a definirlos como el recurso a la fuerza armada entre Estados, o la violencia armada prolongada entre las autoridades gubernamentales y grupos armados organizados, o entre tales grupos, dentro de un Estado. En el caso de los conflictos armados internos, el adjetivo prolongada busca excluir de esta definicin los casos de meros disturbios civiles, revueltas espordicas o actos terroristas aislados Adems, La Comisin Intera. mericana de Derechos Humanos, en el caso la Tablada explica que En este orden de ideas, la Comisin seala que el rasgo principal que distingue las situaciones de tensin grave de los disturbios interiores es el nivel de violencia que comportan. () El derecho internacional humanitario excluye expresamente de su mbito de aplicacin a las situaciones de disturbios interiores y tensiones internas, por no considerarlas como conflictos armados. stas se encuentran regidas por normas de derecho interno y por las normas pertinentes del derecho internacional de los derechos humanos Comisin Interamericana de . Derechos Humanos, Caso La Tablada- Informe No. 55/97, Caso No. 11.137-Juan Carlos Abella vs. Argentina, 18 de noviembre de 1997.
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ponderar estos criterios de aplicacin del DIH. Por ejemplo, la Corte Constitucional ha explicado que al apreciar la intensidad de un determinado conflicto, las Cortes internacionales han aplicado, por ejemplo, factores tales como la seriedad de los ataques y si ha habido un incremento en las confrontaciones armadas, la extensin de las hostilidades a lo largo de un territorio y de un perodo de tiempo, el aumento en las fuerzas armadas estatales y en su movilizacin, as como la movilidad y distribucin de armas de las distintas partes enfrentadas. En cuanto a la organizacin de los grupos enfrentados, las cortes internacionales la han apreciado de conformidad con criterios tales como la existencia de cuarteles, zonas designadas de operacin, y la capacidad de procurar, transportar y distribuir armas44. De manera ms especfica, el TPIY en su reciente fallo Ljube Boskoski y Johan Tarculovski, consider que la intensidad se mide por factores como la seriedad de los ataques y su incremento, la propagacin de los enfrentamientos en un territorio y en un perodo de tiempo determinado, el incremento en el pie de fuerza de las Fuerzas Militares de un pas, la movilizacin y distribucin de armamento []45. Adicionalmente, en el mismo fallo el TPIY hizo un recuento de su vasta jurisprudencia en la materia para explicar los diferentes criterios que, adems de los anteriores, han sido tenidos en cuenta al momento de hacer el anlisis de la intensidad. As, se pueden mencionar a manera de ejemplo, el tipo de armamento empleado, la utilizacin de equipos militares como tanques y vehculos, el bloqueo o el asalto a ciudades, la extensin de su destruccin y el nmero de vctimas resultantes de este tipo de ataques, el nmero de tropas y unidades desplegadas, la ocupacin de un territorio, de ciudades y pueblos, el despliegue de las FFMM a las reas de crisis y el cierre de carreteras, entre otros46.
44 Corte Constitucional, Sentencia C-291 de 2007. M.P. Manuel Jos Cepeda Espinosa. 45 TPIY, The Prosecutor v. Ljube Boskoski and Johan Tarculovski. Judgment, IT-04-82-T, 10 de julio de 2008. Par. 177. 46 dem.
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Manual de Derecho Operacional Frente al criterio de organizacin, el TPIY explic que los criterios que orientan el anlisis se pueden reagrupar en cinco tipos, sin que sea esta una lista taxativa47: La estructura de mando del grupo armado, donde es necesario tener en cuenta elementos como la presencia de una estructura de mando a travs del establecimiento de un mando responsable o de un alto mando que est dirigido a dar rdenes, la difusin de regulaciones internas, la organizacin del armamento, la autorizacin de llevar a cabo acciones militares etc...48 . La capacidad de llevar a cabo operaciones, la capacidad de comando y control, de difundir rdenes y de controlar una parte del territorio. La capacidad logstica, donde es necesario analizar elementos como el reclutamiento de nuevos integrantes, el proveer cierto tipo de entrenamiento, la organizacin y el suministro de armamento, y el uso de uniformes. El sistema de control interno o disciplinario. La capacidad de negociar, lo que no quiere decir que si no detentan esa capacidad o voluntad, deber excluirse per se su carcter de organizados.
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(2) la prohibicin de desarrollar acciones orientadas a aterrorizar a la poblacin civil; (3) las reglas relativas a la distincin entre bienes civiles y objetivos militares; (4) la prohibicin de ataques indiscriminados y de armas de efectos indiscriminados; (5) la prohibicin de atacar las condiciones bsicas de supervivencia de la poblacin civil; y (6) la prohibicin de atacar a las personas puestas fuera de combate. Estas garantas han sido plasmadas en principios que orientan las actuaciones durante situaciones de hostilidades y que deben ser observados a lo largo de todas las operaciones militares: Principio de necesidad50: De manera general el principio de necesidad implica que toda actividad de combate debe justificarse por motivos militares, por lo cual estn prohibidas las actividades que no sean militarmente necesarias. (Este principio ser desarrollado detalladamente en el Captulo IV sobre La relacin entre el marco de DDHH y el marco de DIH: el uso de la fuerza en un Estado social de derecho). Principio de distincin51: De manera general, el principio de distincin implica que las partes en conflicto debern distinguir en todo momento entre personas civiles y combatientes. Los ataques slo podrn dirigirse contra combatientes. Los civiles no deben ser atacados52. Este principio tambin implica diferenciar entre los objetivos militares y los bienes civiles53. (La aplicacin de este principio ser explicada de manera detallada en el aparte 5 de este captulo).
50 Henckaerts Henckaerts, Jean-Marie y Doswald-Beck, Louise. El Derecho Internacional Humanitario Consuetudinario. Volumen I: Normas, CICR. Norma 21. Pg. 65. 51 dem. Norma 1. Pg. 3. 52 dem. 53 Ver, por ejemplo, Valencia Villa, Alejandro. Derecho Internacional Humanitario. Conceptos Bsicos. Infracciones en el conflicto armado colombiano. Ed: Nuevas Ediciones Ltda. Bogot: 2007. Pg. 120.
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Manual de Derecho Operacional Principio de proporcionalidad54: Una accin militar es proporcionada cuando no causa vctimas ni daos civiles excesivos en relacin con el resultado global esperado en trminos de ventaja militar. Se debe suspender o cancelar un ataque hasta cuando se puedan tomar medidas especficas para evitar o minimizar vctimas civiles, si se advierte que tal ataque puede provocar daos excesivos. Est prohibido lanzar un ataque cuando sea de prever que cause incidentalmente muertos y heridos entre la poblacin civil, daos a bienes de carcter civil o ambas cosas, que sean excesivos en relacin con la ventaja militar concreta y directa prevista55. Principio de humanidad56: El principio de humanidad contenido en la clusula de Martens establece que: en los casos no previstos en el presente Protocolo o en otros acuerdos internacionales, las personas civiles y los combatientes quedan bajo la proteccin y el imperio de los principios del derecho de gentes derivados de los usos establecidos, de los principios de humanidad y de los dictados de la conciencia pblica57. El prembulo del Protocolo Adicional II a los Convenios de Ginebra se inspira en el mismo principio:en los casos no previstos por el derecho vigente, la persona humana queda bajo la salvaguardia de los principios de humanidad y de las exigencias de la conciencia pblica58. Principio de precaucin en el ataque59: El principio de precaucin dispone que las operaciones militares deben realizarse con el cuidado constante de preservar a la poblacin civil60, a las personas civiles y a los bienes de carcter civil. Al respecto la Corte Constitucional ha explicado que entre las principales expresiones del principio de precaucin se cuentan (i) la obligacin de las partes en conflicto de
54 Henckaerts, Jean-Marie y Doswald-Beck, Louise. El Derecho Internacional Humanitario Consuetudinario. Volumen I: Normas, CICR. Norma 14. Pg. 53. 55 dem. Norma 14. Pg. 53. 56 dem. Norma 87. Pg. 349. 57 Protocolo I Adicional a los Convenios de Ginebra. Artculo 1 Prrafo 2, Clusula de Martens. 58 Prembulo del Protocolo Adicional II a los Convenios de Ginebra. 59 Henckaerts Henckaerts, Jean-Marie y Doswald-Beck, Louise. El Derecho Internacional Humanitario Consuetudinario. Volumen I: Normas, CICR. Norma 15. Pg. 59. 60 dem. Norma 140. Pg. 499 y Norma 15. Pg 59.
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hacer todo lo posible para verificar que los objetivos que van a atacar son objetivos militares; (ii) la obligacin de las partes en conflicto de tomar todas la precauciones posibles al elegir los medios y mtodos blicos que van a usar, para as evitar o minimizar el nmero de muertos, heridos y daos materiales causados incidentalmente entre la poblacin civil y proteger a los civiles de los efectos de los ataques; (iii) la obligacin de las partes en conflicto de dar aviso en la medida en que las circunstancias lo permitan, con la debida anticipacin y por medios efectivos, de cualquier ataque que pudiera afectar a la poblacin civil; (iv) el deber de optar, cuando se pueda elegir entre varios objetivos militares que representen una ventaja similar, por aqul cuyo ataque represente menos peligro para las personas y bienes civiles; (v) la obligacin de las partes en un conflicto de retirar a la poblacin civil, al mximo grado posible, de la vecindad de los objetivos militares; y (vi) el deber de evitar ubicar objetivos militares en o cerca de reas densamente pobladas61. En el caso de Colombia, la observancia del principio de precaucin es de especial relevancia, para asegurar que las operaciones militares no sean causantes de desplazamiento. Principio de no reciprocidad62: El DIH es de obligatorio cumplimiento para todos los que participen en las hostilidades. Segn lo ha establecido la Corte Constitucional, se trata de obligaciones erga omnes, cuyo cumplimiento no est sujeto a reciprocidad dado los fines puramente humanitarios y civilizadores que persigue, que constituyen intereses comunes, y no individuales, de los miembros de la comunidad internacional63. A continuacin se presentan las normas que deben ser tenidas en cuenta por los Comandantes, los estados mayores y los asesores jurdicos operacionales al momento de planear y ejecutar una operacin en el marco del DIH. Su evaluacin debe ser consignada de manera explcita en toda orden de operaciones y misin tctica.
61 Sentencia C-291 de 2007. M.P. Manuel Jos Cepeda Espinosa. 62 Henckaerts, Jean-Marie y Doswald-Beck, Louise. El Derecho Internacional Humanitario Consuetudinario. Volumen I: Normas, CICR. Norma 140. Pg. 563. 63 Corte Constitucional, Sentencia C-291 de 2007. M.P. Manuel Jos Cepeda Espinosa.
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para la humanidad67; y (iii) los bienes o estructuras que contengan fuerzas peligrosas, tales como represas, centrales elctricas o nucleares entre otros68. En el caso de personas, por su parte, el artculo 3 comn a los Convenios de Ginebra seala que sern protegidos y tratados sin discriminacin: (i) las personas que no participan directamente en las hostilidades; (ii) los miembros de las fuerzas armadas que hayan depuesto las armas; y (iii) las personas que hayan quedado fuera de combate. Adems, el artculo establece un deber de atencin a los heridos y enfermos69. El mismo artculo establece las conductas que no estn permitidas en relacin con las personas protegidas70 (aunque, valga aclarar, la mayora de estas conductas tampoco estn permitidas en relacin con las personas que participan en las hostilidades): (i) los atentados a la vida y la integridad corporal, especialmente el homicidio en todas sus formas, las mutilaciones, los tratos crueles, torturas y suplicios; (ii) la toma de rehenes; los atentados a la dignidad personal, especialmente los tratos humillantes y degradantes; y (iii) las condenas dictadas y las ejecuciones efectuadas sin juicio71
67 dem. Artculo 16. 68 dem. Artculo 15. 69 Ver al respecto, Valencia Villa, Alejandro. Derecho Internacional Humanitario: conceptos bsicos e infracciones en el conflicto armado colombiano. Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Ed: Nuevas Ediciones Ltda. Bogot: 2007. Pg. 189. 70 Artculo 3 Comn a los Convenios de Ginebra. 71 El artculo 11 de la Constitucin Poltica establece que el derecho a la vida es inviolable. No habr
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Manual de Derecho Operacional previo emitido por un tribunal regularmente constituido, provisto de las garantas judiciales reconocidas como indispensables por los pueblos civilizados. Por su parte, el Protocolo II Adicional a los Convenios de Ginebra agrega a estas prohibiciones los castigos colectivos, los actos de terrorismo, la violacin, la prostitucin forzada y cualquier forma de atentado al pudor, la esclavitud y la trata de esclavos, el pillaje, la orden de que no haya sobrevivientes y las amenazas de realizar los actos mencionados72. Todas estas conductas, aunque ms especficas, podran derivarse tambin del artculo 3 comn. De las normas aplicables a los conflictos armados internacionales y no internacionales y las derivadas del artculo 3 comn a los Convenios de Ginebra, se destacan las siguientes disposiciones frente a algunas de las personas protegidas:
i. Personal sanitario
El personal sanitario exclusivamente destinado a tareas mdicas ser respetado y protegido en todas las circunstancias. Perder su proteccin si, al margen de su funcin humanitaria, comete actos perjudiciales para el enemigo73. El deber de respeto implica no atacar y en relacin con el de proteccin al personal sanitario se le debe brindar toda la ayuda disponible para el desempeo de sus funciones74 . Esta regla se reconoce para los conflictos armados internacionales75 y para los no internacionales76 y se extiende tanto al perpena de muerta De esta manera, en Colombia no podra existir una ejecucin de este tipo incluso des. pus de un juicio. 72 Protocolo II Adicional a los Convenios de Ginebra. Artculo 4. 73 Henckaerts, Jean-Marie y Doswald-Beck, Louise. El Derecho Internacional Humanitario Consuetudinario. Volumen I: Normas, CICR. Norma 25. Pg. 89. 74 Protocolo Adicional II a los Convenios de Ginebra. Artculo 9. Par. 1. 75 Esta norma se plasm por primera vez en el Convenio de Ginebra de 1864 y se reiter en los Convenios de Ginebra de 1906 y 1929. Actualmente se enuncia en los Convenios de Ginebra I, II y IV de 1949. 76 Implcita en el artculo 3 comn a los Convenios de Ginebra, en relacin con recoger y asistir a los heridos y enfermos. Este racionamiento, segn el CICR, se utiliza en manuales militares de Blgica, Co-
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sonal sanitario civil, como al militar77, en todas las circunstancias. Dirigir intencionalmente ataques contra personal que utilice los emblemas distintivos de los Convenios de Ginebra es, a la vez, un delito78 y un crimen de guerra79. Por personal sanitario debe entenderse el personal exclusivamente destinado a la bsqueda, la recogida, el transporte, el diagnstico o el tratamiento, incluidos los primeros auxilios, de los heridos, los enfermos y los nufragos, as como a la prevencin de enfermedades, la administracin de unidades sanitarias, o al funcionamiento y la administracin de medios de transporte sanitarios. La asignacin a tales servicios puede tener carcter permanente o temporal80. Si su asignacin es temporal, gozar de la proteccin slo mientras dure la asignacin81. Adems, se establece que queda prohibido castigar a alguien por realizar tareas mdicas conformes con la deontologa u obligar a una persona que ejerce una actividad mdica a realizar actos contrarios a la deontologa82. Esta regla se reconoce para los conflictos armados internacionales83 y para los no internacionales84. Est as prohibida la persecucin contra el personal sanitario85. No obstante, es posible sancionar a personas que retengan informacin en los casos en los cuales tengan la obligacin jurdica de divulgar esa informacin86.
lombia, El Salvador, Espaa, Israel y Sudfrica. 77 Protocolo Adicional I a los Convenios de Ginebra. Artculo 15. Segn el CICR, en su estudio de Derecho Consuetudinario, en los manuales militares entre otras de Canad, Colombia, Congo, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Reino Unido y Suiza no se distingue entre personal civil y militar y por eso debe protegerse a ambos. 78 Cdigo Penal Colombiano, Ley 599 de 2000. Artculos 135 y 153. 79 Estatuto de la Corte Penal Internacional. Artculo 8, Par 2 apdo. b) y e), incisos ii) y xxvi). 80 Henckaerts, Jean-Marie y Doswald-Beck, Louise. El Derecho Internacional Humanitario Consuetudinario. Volumen I: Normas, CICR. Norma 28. Pg. 106. 81 dem. Norma 28. Pg. 106. 82 dem. Norma 25. Pg. 97. 83 Protocolo Adicional I a los Convenios de Ginebra. Artculo 16. 84 Protocolo Adicional II a los Convenios de Ginebra. Artculo 10. 85 AGNU Res. 44/165. Recogida por Henckaerts, Jean-Marie y Doswald-Beck, Louise. El Derecho Internacional Humanitario Consuetudinario. Volumen I: Normas, CICR. Norma 25. Pg. 98. 86 Henckaerts, Jean-Marie y Doswald-Beck, Louise. El Derecho Internacional Humanitario Consuetudi-
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Manual de Derecho Operacional El personal sanitario pierde su proteccin cuando participe en actos hostiles87 al margen de sus tareas humanitarias88 o cuando cometa actos perjudiciales para el enemigo89. Sin embargo, el mero hecho de atender a los militares enemigos heridos o enfermos o de llevar uniformes militares enemigos o sus insignias no constituye un acto hostil90.
nario. Volumen I: Normas, CICR. Norma 26. Pg. 99. 87 dem. Norma 25. Pg. 95. El CICR afirma que as se consagra en los manuales militares de, entre otros, Australia, Espaa, Estados Unidos, Israel y los Pases Bajos. 88 I Convenio de Ginebra, Artculo 21. Protocolo Adicional I, Artculo 11. Protocolo Adicional II, Artculo 13. 89 I Convenio de Ginebra, Artculo 21. Protocolo Adicional I, Artculo 13. El CICR afirma que aunque estas normas se aplican a las unidades sanitarias, se puede extender al personal sanitario. Henckaerts, Jean-Marie y Doswald-Beck, Louise. El Derecho Internacional Humanitario Consuetudinario. Volumen I: Normas. CICR. Norma 25. Pg. 95. 90 Henckaerts, Jean-Marie y Doswald-Beck, Louise. El Derecho Internacional Humanitario Consuetudinario. Volumen I: Normas. CICR. dem Norma 25. Pg. 96. 91 dem. Norma 27. Pg. 99. 92 Esta norma se plasm por primera vez en el Convenio de Ginebra de 1864 y se reiter en los Convenios de Ginebra de 1906 y 1929. Actualmente se enuncia en los Convenios de Ginebra I (art. 24) y II (art. 36) de 1949. 93 Protocolo Adicional II. Artculo 9. Este racionamiento, segn el CICR se utiliza en manuales militares de, entre otros, Alemania, Argentina, Australia, Canad, Ecuador, El Salvador e Italia. 94 Protocolo Adicional I a los Convenios de Ginebra. Artculo 15 Segn el CICR, en los manuales militares entre otras de Canad, Colombia, Congo, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Reino Unido y Suiza no se distingue entre personal civil y militar y por eso debe protegerse a ambos. 95 Estatuto de la Corte Penal Internacional, Artculo 8, Par 2, apdo. b) y e), incisos ii) y xxvi)
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Por personal religioso se entiende el que se dedica exclusivamente al ejercicio de su ministerio y est adscrito a una de las partes en conflicto, a sus unidades sanitarias o medios de transporte, o a una organizacin de proteccin civil96. Su adscripcin puede tener carcter permanente o temporal. El personal religioso pierde su proteccin cuando participe en actos hostiles97 al margen de sus tareas humanitarias98 o cuando cometa actos perjudiciales para el enemigo99.
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Manual de Derecho Operacional tra personal que participa en las misiones humanitarias es un crimen de guerra, siempre que ese personal tenga derecho a la proteccin otorgada a las personas civiles104. (Por tanto, las Fuerzas Militares no gozan de esta proteccin105). Adems de la prohibicin de atacarlo,la prctica indica que el acoso, la intimidacin y la detencin arbitraria del personal de socorro humanitario estn prohibidos106. La prctica de los Estados exige que las partes en conflicto garanticen la seguridad del personal de socorro humanitario107.
iv. Periodistas
Los periodistas civiles que realicen misiones profesionales en zonas de conflicto armado sern respetados y protegidos, siempre que no participen directamente en las hostilidades108 Esta . regla se reconoce para los conflictos armados internacionales109 y para los no internacionales110. Adems de la prohibicin de atacar a los periodistas, la prctica indica que en ocasiones tambin se debe velar por la seguridad de
Conferencia Mundial sobre Derechos Humanos de 1993 y en las Conferencias Internacionales de la Cruz Roja y la Media Luna Roja de 1995 y 1999. respectivamente. Ver Henckaerts, Jean-Marie y Doswald-Beck, Louise. El Derecho Internacional Humanitario Consuetudinario. Volumen I: Normas. CICR. Norma 31. Pg. 118 - 119. 104 Estatuto de la Corte Penal Internacional, Artculo 8, Par 2, apdo. b) incisos iii). 105 Henckaerts, Jean-Marie y Doswald-Beck, Louise. El Derecho Internacional Humanitario Consuetudinario. Volumen I: Normas, CICR. Pg. 117. 106 dem. Norma 31. Pg. 120. Ver tambin, Secretario General de las Naciones Unidas, Informe sobre la UNOMIL y Comisin de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Informe del Relator Especial sobre la situacin de derechos humanos en Sudn. 107 dem. Norma 31. Pg. 121. 108 dem. Norma 34. Pg. 129. 109 Protocolo I Adicional, Artculo 79. 110 Aunque el Protocolo II Adicional a los Convenios de Ginebra no contiene una disposicin especfica sobre la materia, su inmunidad frente a los ataques se basa en la prohibicin de atacar a las personas civiles salvo si participan en las hostilidades y mientras dure tal participacin. Henckaerts, Jean-Marie y Doswald-Beck, Louise. El Derecho Internacional Humanitario Consuetudinario. Volumen I: Normas. CICR. Norma 34. Pg. 130.
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los representantes de los medios de comunicacin111. Otros actos que han sido condenados son la violencia policial, la amenaza de enjuiciamiento, las campaas de difamacin, la violencia fsica, la intimidacin, la detencin y los asesinatos112. Anlogamente a las personas civiles, los periodistas pierden su proteccin contra ataques cuando participan directamente en las hostilidades, y mientras dure esta participacin113.
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Manual de Derecho Operacional Es necesario aclarar primero que son civiles aquellas personas que renen las dos condiciones de (i) no ser miembros de las fuerzas armadas u organizaciones armadas irregulares enfrentadas y (ii) no tomar parte en las hostilidades115 Esta definicin de la Corte Constitu. cional corresponde a la doctrina del CICR: Para los fines del principio de distincin en un conflicto armado no internacional, todas las personas que no sean parte de fuerzas armadas estatales o de grupos armados organizados de una parte del conflicto son civiles, con derecho a proteccin contra ataques directos salvo y por el tiempo que participen directamente en las hostilidades. En conflictos armados no internacionales, grupos armados organizados constituyen las fuerzas armadas de una parte no estatal del conflicto y consisten nicamente de aquellos individuos cuya funcin continua es participar directamente en las hostilidades (funcin continua de combate)116.
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ejecutados por individuos como parte de la conduccin de hostilidades entre las partes de un conflicto armado118. Esta nocin se aplica tanto a conflictos armados internacionales como no internacionales. Cuando los civiles llevan a cabo un acto que se configura como participacin directa en las hostilidades, pierden su calidad de persona protegida, a pesar de que no tienen una funcin continua de combate como la de los miembros de fuerzas armadas.Cuando la participacin es temporal, la proteccin se pierde nicamente por el tiempo que dure tal participacin119. Independientemente de la existencia de una conducta punible que pueda ser investigada por las autoridades competentes. Debe tenerse claro que el concepto de participacin directa en las hostilidades no se refiere al estatus, funcin o afiliacin de una persona, sino a su compromiso en actos hostiles especficos. Para que un acto especfico pueda ser considerado como participacin directa en las hostilidades, ste debe reunir los siguientes elementos (acumulativos)120: 1. Umbral del dao: Debe existir un acto que afecte de manera adversa las operaciones o la capacidad militar de una de las partes en conflicto o que, de manera alternativa, cause muerte, lesiones o destruccin a personas u objetos protegidos de ataques directos121. 2. Causacin Directa: Debe existir un nexo causal directo entre el acto y el dao, el cual puede resultar directamente del acto o de
118 CICR, Gua para interpretar la nocin de participacin directa en las hostilidades segn el derecho internacional humanitario, 2009. Pg. 45. 119 Protocolo I Adicional a los Convenios de Ginebra, Artculo 51, numeral 3: Las personas civiles gozarn de la proteccin que confiere esta Seccin, salvo si participan directamente en las hostilidades y mientras dure tal participacin Artculo 13, Protocolo II Adicional a los Convenios de Ginebra: Las . personas civiles gozarn de la proteccin que confiere este Ttulo, salvo si participan directamente en las hostilidades y mientras dure tal participacin . 120 CICR, Gua para interpretar la nocin de participacin directa en las hostilidades segn el derecho internacional humanitario, 2009. Pg. 46. 121 De acuerdo a la Gua del CICR para interpretar la nocin de participacin directa en las hostilidades segn el derecho internacional humanitario, el umbral no requiere la materializacin del dao como tal, sino el objetivo de que el acto resulte en el dao esperado.
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Manual de Derecho Operacional una operacin militar coordinada en la que este acto se constituye en parte integral122. 3. Nexo de Beligerancia: El acto debe ser planeado de manera especfica para causar el umbral de dao como soporte de una de las partes, en detrimento de la otra123. Adicional a lo anterior, el concepto de participacin directa en las hostilidades incluye adems de la fase de ejecucin inmediata, tanto las medidas preparativas para la ejecucin de un acto, como el despliegue y el regreso del lugar de ejecucin124. El CICR, en la Gua para interpretar la nocin de participacin directa en las hostilidades de 2009, estableci algunos ejemplos concretos de participacin directa en las hostilidades125: La conduccin de automviles cargados con municiones en el marco de una operacin y hacia un lnea de defensa especfica; La identificacin y marca de blancos, el anlisis y transmisin de inteligencia tctica para atacar a las fuerzas; La instruccin y asistencia dada a las tropas siempre y cuando se constituyan en parte integral de una operacin concreta y coordinada para causar un dao especfico y; El reclutamiento y entrenamiento de una persona para la ejecucin de un acto hostil especfico.
En oposicin a lo anterior, no puede considerarse que exista participacin directa cuando se trata de poblacin pacfica aunque contribuya al esfuerzo blico126. En estos casos se considera que existe una
122 CICR, Gua para interpretar la nocin de participacin directa en las hostilidades segn el derecho internacional humanitario, 2009. Pg. 51. 123 dem. Pg. 58. 124 dem Pg. 65. 125 dem. Pg. 52 126 Sin perjuicio de que frente a estas conductas puedan existir delitos tipificados en el ordenamiento
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participacin indirecta cuando existe una conducta individual que no aumenta el dao que se causa al enemigo o que su contribucin no presenta un nexo causal directo con el dao127. En estas situaciones se mantiene la condicin de persona protegida. Algunas conductas que pueden considerarse como participacin indirecta son: (i) el suministro al adversario de alimentos, electricidad, combustible, material de construccin, servicios financieros o informacin; y (ii) la produccin y el transporte de armamento y municiones de forma general y fuera de una operacin concreta diseada para causar un dao especfico. Finalmente, resulta importante tener en cuenta el Tercer informe sobre la situacin de derechos humanos en Colombia, proferido por la Comisin Interamericana de Derechos Humanos en 1999 en el marco de la OEA, que establece algunas conductas que no pueden ser consideradas como participacin directa en las hostilidades. El informe establece que las personas civiles que tan slo apoyen el esfuerzo militar o de guerra del adversario o de otra forma slo participen indirectamente en las hostilidades no pueden ser consideradas combatientes por esa nica razn. Esto se debe a que la participacin indirecta, tal como vender mercaderas a una o varias de las partes en conflicto, expresar simpata por la causa de una de las partes o, ms claro aun, no haber actuado para prevenir la incursin de las partes en contienda, no implica actos de violencia que constituyan una amenaza inmediata de dao a la contraparte128.
vii. Conclusin: contra quines pueden dirigirse ataques directos? y qu hacer en caso de duda?
Segn la Gua del CICR129, slo pueden entonces dirigirse ataques
penal, y se realicen las investigaciones correspondientes. 127 CICR, Gua para interpretar la nocin de participacin directa en las hostilidades segn el derecho internacional humanitario, 2009. Pg. 53. 128 OEA, Tercer informe sobre la situacin de derechos humanos en Colombia, Captulo IV, OEA/Ser.1/V/ II. 102. 26 de febrero de 1999. 129 CICR, Gua para interpretar la nocin de participacin directa en las hostilidades segn el derecho
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Manual de Derecho Operacional directos contra aquellas personas que: 1) sean miembros de fuerzas armadas estatales o de grupos armados organizados (funcin continua de combate); o 2) participen directamente en las hostilidades. Qu hacer en caso de duda? De conformidad con el artculo 50 del Protocolo I, siempre que exista una duda sobre la calidad de una persona, se entender que es civil. De ah que si existe una duda sobre su pertenencia a un grupo armado organizado o sobre su participacin directa en las hostilidades, tambin debe presumirse que la persona es civil y por lo tanto evitar cualquier tipo de ataque.
internacional humanitario, 2009. 130 Henckaerts, Jean-Marie y Doswald-Beck, Louise. El Derecho Internacional Humanitario Consuetudinario. Volumen I: Normas. CICR. Norma 15. Pg. 59. 131 dem. Norma 16. Pg. 63. 132 dem. Norma 18. Pg. 67.
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ataque si se advierte que el objetivo no es militar o si es de prever que el ataque causar muertos o heridos entre la poblacin civil o daos a bienes de carcter civil, que sean excesivos en relacin con la ventaja militar concreta y directa prevista133; Dar aviso con la debida antelacin y por medios eficaces de todo ataque que pueda afectar a la poblacin civil, salvo si las circunstancias lo impiden134; Cuando se pueda elegir entre varios objetivos militares para obtener una ventaja militar similar, optar por el objetivo cuyo ataque presente previsiblemente menos peligro para las personas civiles y los bienes de carcter civil135; Tomar todas las precauciones razonables para proteger de los efectos de los ataques a la poblacin y los bienes civiles136; y Abstenerse de ordenar el desplazamiento, total o parcial, de la poblacin civil por razones relacionadas con el conflicto, salvo que esta medida sea necesaria para garantizar la seguridad de la poblacin civil137.
En el caso de Colombia, es de especial importancia para las FFMM aplicar el conjunto de estas medidas, para asegurar que sus operaciones no sean causantes de desplazamiento de la poblacin civil.
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Manual de Derecho Operacional el empleo de la armas establecen que queda prohibido el empleo de medios y mtodos de guerra de tal ndole que causen males superfluos o sufrimientos innecesarios De la misma manera, queda . prohibido el empleo de armas de tal ndole que sus efectos sean indiscriminados139. En ese sentido est prohibido el empleo de armas como140: veneno; armas biolgicas; armas qumicas; balas expansivas; balas explosivas; armas cuyo efecto principal es lesionar mediante fragmentos no localizables; armas lser que causen ceguera; las municiones en racimo; las minas antipersonal, tal como han sido definidas en la Convencin sobre la prohibicin del empleo, almacenamiento, produccin y transferencia de minas antipersonal y sobre su destruccin; y las minas, tal como fueron definidas en el Protocolo sobre prohibiciones o restricciones del empleo de minas, armas trampa y otros artefactos, enmendado el 3 de mayo de 1996.
De igual forma, dentro de los mtodos prohibidos por las normas del DIH es importante resaltar:
139 dem. Norma 71. Pg. 273. 140 dem. Normas 72, 73, 74, 77, 78,79, 80 y 86. Protocolos Adicionales a la Convencin sobre prohibiciones o restricciones del empleo de ciertas armas convencionales que puedan considerarse excesivamente nocivas o de efectos indiscriminados, hecha en Ginebra, en 1980.
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la prohibicin absoluta sobre el uso de emblemas reconocidos como el de la Cruz Roja, Media Luna Roja141 o el Cristal Rojo142; la prohibicin de no dar cuartel143; la prohibicin de atacar a una persona cuando se reconozca que est fuera de combate144; la prohibicin de atacar, durante su descenso a toda persona que se haya lanzado de una aeronave en peligro145; la prohibicin de destruir o confiscar los bienes del adversario146; la prohibicin de pillaje147; la prohibicin de atacar, destruir, sustraer o inutilizar bienes indispensables para la supervivencia de la poblacin civil148; la prohibicin de matar, herir o capturar a un adversario valindose de medios prfidos149; la prohibicin de hacer padecer hambre a la poblacin civil como mtodo para ganar la guerra150.
Para cumplir con estas reglas, toda orden de operaciones deber determinar:
141 Protocolo I Adicional a los Convenios de Ginebra. Artculo 38. 142 Protocolo III Adicional a los Convenios de Ginebra. 143 Henckaerts, Jean-Marie y Doswald-Beck, Louise. El Derecho Internacional Humanitario Consuetudinario. Volumen I: Normas, CICR. Norma 46. Pg. 179. 144 dem. Norma 47. Pg. 182. 145 dem. Norma 48. Pg. 189. 146 dem. Norma 50. Pg. 196. 147 dem. Norma 52. Pg. 203. 148 dem. Norma 54. Pg. 211. 149 dem. Norma 65. Pg. 247. 150 dem. Norma 53. Pg. 186.
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Manual de Derecho Operacional el tipo de armamento a emplear; y los mtodos y el tipo de agrupacin militar autorizada, segn el ambiente operacional y el uso de la fuerza a aplicar.
Las armas, municiones y explosivos de los que hagan uso las FFMM, deben estar previamente autorizados por ley o reglamento. Todo lo anterior, sin perjuicio de que a pesar de existir armas permitidas, stas deban ser empleadas en cumplimiento de los principios de humanidad, necesidad, distincin, proporcionalidad, no reciprocidad y precaucin en el ataque.
d. La evaluacin de la contribucin efectiva del objetivo a la accin militar i. Objetivos militares: cules son?
Slo pueden ser considerados como objetivos militares aquellos bienes y personas que, por su naturaleza, ubicacin, finalidad o utilizacin contribuyan eficazmente a la accin militar y cuya destruccin total o parcial, captura o neutralizacin ofrezcan, en las circunstancias del caso, una clara ventaja militar151. Resulta necesario hacer un listado no taxativo de personas y bienes que en razn de su naturaleza, ubicacin, finalidad o utilizacin152 presente pueden ser considerados como objetivos militares siempre y cuando representen una ventaja militar directa y concreta prevista: Por su naturaleza quin es? o qu es?: Un objetivo puede ser atacado por lo que es. Esto incluye personas que son miembros de grupos armados organizados (cumplen una funcin continua de combate) y personas que participan directamente en las hostilidades, u objetos como vehculos artillados, armas, aviones y helicpteros de combate entre otros.
151 dem. Norma 8. Pg. 34. 152 Protocolo I Adicional a los Convenios de Ginebra. Artculo 52, Prrafos 2 y 3.
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Por su ubicacin dnde est?: Un objetivo puede ser atacado por el lugar en el que se encuentra. Esto incluye puentes, caminos o carreteras que sirvan como ruta principal del enemigo, as como, vehculos o embarcaciones civiles dentro de un campamento de un grupo armado ilegal, entre otros. Por su utilizacin para qu sirve?: Un objetivo puede ser atacado por los daos que causa o ha causado. Esto incluye, por ejemplo, vehculos, aviones o embarcaciones civiles cargados con logstica para el adversario siempre y cuando sean parte integrante de un acto hostil especfico. Por su finalidad para qu puede servir?: Un objetivo puede ser atacado por los riesgos del propsito para los cuales puede ser usado. Incluye todos aquellos bienes de los cuales se tenga certeza clara que en un futuro van a ser utilizados en contra de las FFMM y cuya neutralizacin represente, en todo caso, una ventaja militar clara. Algunos ejemplos incluyen satlites de informacin, aviones comerciales, buques y tramos de autopistas rectos, entre otros.
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Manual de Derecho Operacional ventaja militar concreta y directa prevista sobre el enemigo; y cul es el efecto que se pretende conseguir sobre ste. Si al evaluar los objetivos militares (bienes y personas), se concluye que su neutralizacin no produce ninguna ventaja militar, o que la ventaja militar es muy reducida, se debe reevaluar su seleccin..
EN RESUMEN:
Independientemente de la fuente que justifique la aplicacin del DIH para la conduccin de hostilidades, la jurisprudencia nacional ha advertido que su aplicacin no se desprende de la caracterizacin subjetiva de la situacin, sino de circunstancias objetivas como el nivel de organizacin de los grupos armados y del nivel de intensidad de la violencia que desplieguen. Frente al anlisis del nivel de organizacin y de intensidad de las amenazas se pueden tener en cuenta diferentes aspectos que permiten ponderar estos criterios de aplicacin del DIH. (Ver Sentencia Corte Constitucional, C-291 de 2007 y TPIY caso Ljube Boskoski y Johan Tarculovski). La conduccin de operaciones en el marco del DIH supone tener en cuenta las siguientes garantas fundamentales: Principio de necesidad: toda actividad de combate debe justificarse por motivos militares, por lo cual estn prohibidas las actividades que no sean militarmente necesarias. Principio de distincin: las partes en conflicto deben distinguir en todo momento entre personas civiles y combatientes y entre bienes civiles y militares. Principio de proporcionalidad: toda accin militar no debe causar ni vctimas ni daos civiles excesivos en relacin con la ventaja militar directa, concreta y prevista. Principio de humanidad: las personas civiles y las personas puestas fuera de combate deben ser tratadas con humanidad. Principio de precaucin en el ataque: las operaciones militares
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deben realizarse con el cuidado constante de preservar a la poblacin civil, a las personas civiles y a los bienes de carcter civil. Principio de no reciprocidad: las FFMM no pueden argumentar el incumplimiento de las normas del DIH alegando la falta de cumplimiento por parte de las agrupaciones armadas ilegales. Por conduccin de hostilidades se debe entender el desarrollo de operaciones miliares en el marco del DIH. Son normas para la conduccin de hostilidades, las siguientes: (a) la prohibicin de ataques indiscriminados y los sujetos de proteccin; (b) las precauciones en el ataque y contra los efectos de los ataques; (c) la restriccin en los medios y mtodos; y (d) la evaluacin de la contribucin efectiva del objetivo a la accin militar. A pesar de que el concepto de participacin directa en las hostilidades est incluido en diferentes disposiciones, no se encuentra definido de manera expresa en ninguna de estas. Hasta el momento, la jurisprudencia y la doctrina internacional en la materia han avanzado en sealar que la nocin de participacin directa en las hostilidades se refiere a aquellos actos hostiles especficos, ejecutados por individuos como parte de la conduccin de hostilidades entre las partes de un conflicto armado. Para que un acto especfico pueda ser considerado como participacin directa en las hostilidades, ste debe reunir los siguientes elementos (acumulativos): (i) Umbral del dao: Debe existir un acto que afecte de manera adversa las operaciones o la capacidad militar de una de las partes en conflicto o que, de manera alternativa, cause muerte, lesiones o destruccin a personas u objetos protegidos de ataques directos; (ii) Causacin Directa: Debe existir un nexo causal directo entre el acto y el dao, el cual puede resultar directamente del acto o de una operacin militar coordinada en la que este acto se constituye en parte integral; y (iii) Nexo de Beligerancia: El acto debe ser planeado de manera especfica para causar el umbral de dao como soporte de una de las partes, en detrimento de la otra. Son civiles aquellas personas que renen las dos condiciones de (i) no ser miembros de las fuerzas armadas u organizaciones armadas irregulares enfrentadas. Segn la Gua del CICR, slo pueden entonces dirigirse ataques directos contra aquellas personas que: 1) sean miembros de fuerzas
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armadas estatales o de grupos armados organizados (funcin continua de combate); o 2) participen directamente en las hostilidades. Los medios y los mtodos de guerra que pueden emplearse son limitados. Estn prohibidas las armas ideadas para causar sufrimientos innecesarios y daos superfluos. Existe una prohibicin absoluta sobre el uso de emblemas reconocidos como el de la Cruz Roja, la Media Luna Roja o el Cristal Rojo. Slo pueden ser considerados como objetivos militares aquellos bienes o personas que, contribuyan eficazmente a la accin militar o cuya destruccin total o parcial, captura o neutralizacin ofrezcan, en las circunstancias del caso, una clara ventaja militar. La ventaja militar, no es otra cosa que la contribucin eficaz a la accin militar que suponga la neutralizacin de un objetivo militar o blanco lcito especfico en razn a su naturaleza, ubicacin, finalidad o utilizacin. As se deber evaluar la importancia del objetivo militar o blanco lcito, procurando seleccionar aquellos cuya neutralizacin aporte de manera ms significativa a la desarticulacin de la estructura del enemigo, o al xito de la operacin en concreto.
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Manual de Derecho Operacional Convencin Internacional sobre la Eliminacin de todas las Formas de Discriminacin contra la Mujer. Protocolo Facultativo de la Convencin sobre la Eliminacin de todas las Formas de Discriminacin contra la Mujer. Convencin sobre los Derechos del Nio. Protocolo Facultativo de la Convencin sobre los Derechos del Nio relativo a la participacin en los conflictos armados. Protocolo Facultativo de la Convencin sobre los Derechos del Nio relativo a la venta de nios, la prostitucin infantil y la utilizacin de nios en la pornografa. Protocolo adicional a la Convencin Americana sobre Derechos Humanos en materia de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales (Protocolo de San Salvador). Protocolo adicional a la Convencin Americana sobre Derechos Humanos relativos a la abolicin de la pena de muerte. Convencin Interamericana para prevenir y sancionar la tortura. Convencin Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer. Convencin Interamericana sobre restitucin internacional de menores. Convencin Interamericana sobre trfico internacional de menores. Cdigo Penal, Ley 599 de 2000. Cdigo de conducta para funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en la Resolucin 34/169, de 17 de diciembre de 1979. Principios Bsicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley, adoptados por el Octavo Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevencin del Delito y Tratamiento del Delincuente, celebrado en La Habana (Cuba) del 27 de agosto al 7 de septiembre de 1990. Resolucin No. 1325 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas del 31 de octubre de 2000 sobre la mujer y la paz y la seguridad.
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Resolucin No. 1820 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas del 19 de junio de 2008 sobre las mujeres y la paz y la seguridad. Resolucin No. 1888 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas del 30 de septiembre de 2009 sobre las mujeres y la paz y la seguridad. Resolucin No. 1889 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas del 5 de octubre sobre las mujeres y la paz y la seguridad.
La proteccin de los DDHH, como se expuso en el anterior captulo, establece lmites claros al uso de la fuerza por parte de los miembros de la Fuerza Pblica. Este captulo presenta las principales fuentes de DDHH que cobijan el uso de la fuerza y la conduccin de operaciones por parte de las FFMM. Est estructurado en 3 apartes: (1) los DDHH y su incorporacin en la Constitucin Poltica; (2) mbito de aplicacin de las normas de DDHH; y (3) circunstancias en las que es posible limitar el derecho a la vida153.
153 El Manual se restringe a hablar del derecho a la vida por la importancia que tiene esta discusin en el marco de las operaciones militares. 154 Declaracin Universal de los derechos humanos, adoptada y proclamada por la Resolucin 217 A (III) de la Asamblea General de la ONU del 10 de diciembre de 1948. Prembulo. 155 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos, del 23 de marzo de 1976. Prembulo.
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Manual de Derecho Operacional La Convencin Americana sobre Derechos Humanos establece que los derechos esenciales del hombre no nacen de ser nacional de determinado Estado, sino que tienen como fundamento los atributos de la persona humana156. La Constitucin Poltica protege los DDHH de manera directa desde el artculo 1, segn el cual Colombia es una Repblica fundada en el respeto de la dignidad humana. Pero su proteccin se extiende a toda la Carta mediante la inclusin de derechos fundamentales que son la base misma de la Constitucin. Su importancia capital se refleja en que son tutelables de manera directa y efectiva por cualquier ciudadano. Como lo advierte la Corte Constitucional, en materia de derechos humanos la Constitucin colombiana recoge toda la tradicin del constitucionalismo occidental, incluyendo sus ms modernos postulados, en materia de derechos humanos y mecanismos de proteccin. El amplio desarrollo que en el texto constitucional encuentran las llamadas tres generaciones de derechos humanos157, es una prueba evidente de la voluntad del constituyente de hacer de esta materia la piedra angular del ordenamiento jurdico-poltico158. Los DDHH son ante todo la base de los derechos fundamentales que reconoce la Constitucin: se ha concertado llamar derechos fundamentales a los derechos humanos que han adquirido la positivacin necesaria en el ordenamiento jurdico nacional, preferentemente en el orden constitucional y que, por lo tanto, logran un alto grado de certeza y posibilidad garante efectiva159. De esa manera la Constitucin Poltica recoge los DDHH que han sido reconocidos por los instrumentos internacionales y los privilegia como fundamentales. En particular, y segn lo ha determinado la Corte Constitucional a lo largo de su jurisprudencia de revisin de la accin de tutela, son criterios de
156 Convencin Americana sobre derechos humanos, Conferencia de San Jos de Costa Rica, del 7 al 22 de noviembre de 1969. Prembulo. 157 Debe tenerse en cuenta que hoy est revaluado el concepto de generacin de los derechos humanos debido a su interdependencia. 158 Corte Constitucional, Sentencia C-574 de 1992. M.P. Ciro Angarita Barn. 159 Tulio El Chinchilla Herrera, Qu y Cules son los Derechos Fundamentales? Pg. 58; Editorial Temis. Bogot, 1999.
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fundamentalidad de los derechos160 los siguientes: 1. Que el derecho sea de aquellos que se encuentra en el Ttulo II, Captulo I de la Constitucin y sea de carcter individual161; 2. Que el titular del derecho sea un nio o nia162; 3. Que sea de aquellos derechos incorporados al Bloque de Constitucionalidad por estar reconocidos en Tratados o Convenios que incluyan derechos humanos y prohban su limitacin en estados de excepcin (Artculo 93)163; 4. Que sean derechos innominados inherentes a la persona humana segn sean desarrollados por la jurisprudencia de la Corte Constitucional164 (Artculo94); y 5. Que sean de aquellos derechos cuya vulneracin, por conexidad, termine afectando derechos fundamentales165.
160 Para el concepto de criterios de fundamentalidad de los derechos, Ver: Catalina Botero Mario. La accin de tutela en el ordenamiento constitucional colombiano 2005. En: http://www.ramajudicial.gov. , co/csj_portal/assets/017-Accion%20de%20tutela-Ordenameinto%20Cons-II.pdf 161 Vida; prohibicin de desaparicin forzada; libertad e igualdad; reconocimiento de la personalidad jurdica; intimidad personal y familiar; buen nombre; libre desarrollo de la personalidad; prohibicin de la esclavitud, la servidumbre y la trata de seres humanos; libertad de conciencia, cultos, pensamiento y opinin; honra; derecho de peticin; libre circulacin; trabajo en condiciones dignas y justas; libertad de profesin u oficio; libertades de enseanza, aprendizaje, investigacin y ctedra; habeas corpus; debido proceso; libertad de asociacin, reunin y manifestacin; y oportunidad de participacin poltica. 162 Vida, la integridad fsica, la salud y la seguridad social, la alimentacin equilibrada, su nombre y nacionalidad, tener una familia y no ser separados de ella, el cuidado y amor, la educacin y la cultura, la recreacin y la libre expresin de su opinin. 163 Si bien existe debate acerca de qu instrumentos internacionales componen el bloque de constitucionalidad en sentido estricto, hay acuerdo sobre la inclusin de los tratados de derecho humanitario, los tratados ratificados por Colombia que reconocen derechos intangibles y los artculos de los tratados de derechos humanos ratificados por Colombia, cuando se trate de derechos reconocidos por la Carta. 164 Algunos ejemplos incluyen: mnimo vital, especial proteccin de la madre cabeza de familia y seguridad personal de poblaciones vulnerables. 165 Este es el caso de la fundamentalizacin de derechos sociales, econmicos y culturales, as como tambin de derechos colectivos por va de conexidad con el derecho a la vida o al mnimo vital entre otros.
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Manual de Derecho Operacional De lo anterior se desprende que la Constitucin Poltica reconoce ampliamente los DDHH al establecer como fin esencial el respeto de la dignidad humana; incorporar una carta de derechos civiles y polticos, econmicos, sociales y culturales as como colectivos; y reconocer como fundamentales, entre otros, aquellos que han sido incorporados de manera directa en el texto constitucional y al Bloque de Constitucionalidad por estar reconocidos en Tratados o Convenios que incluyan DDHH y prohban su limitacin en estados de excepcin.
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y que ciudadano, tiene en la proteccin y el respeto de los derechos humanos su primera obligacin.167 En cuanto a los tratados y convenios internacionales, tanto el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos como la Convencin Americana sobre Derechos Humanos -ambos vinculantes para Colombia- incluyen un catlogo de aquellos derechos que no son suspendibles bajo ninguna circunstancia incluso en estados de excepcin. El artculo 4 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos seala que en situaciones excepcionales168 que pongan en peligro la vida de la Nacin no podrn suspenderse los derechos a la vida, la prohibicin de torturas y penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes, la prohibicin de esclavitud o servidumbre, la prohibicin de encarcelar por obligacin civil, el principio de legalidad, el derecho a la personalidad jurdica y la libertad de pensamiento, conciencia y de religin. Por su parte, la Convencin Americana sobre Derechos Humanos seala en su artculo 27 que en caso de guerra, de peligro pblico o de otra emergencia que amenace la independencia o seguridad del Estado no podrn ser suspendidos los derechos a la vida, la integridad personal, la prohibicin de la esclavitud y servidumbre, el principio de legalidad y de retroactividad, la libertad de conciencia y de religin, la proteccin a la familia, el derecho al nombre, los derechos del nio, el derecho a la nacionalidad, los derechos polticos y las garantas judiciales indispensables para la proteccin de tales derechos.
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Manual de Derecho Operacional aplicacin ponderada con otros derechos: los derechos constitucionales fundamentales no son absolutos. Encuentran lmites y restricciones en los derechos de los dems, en la prevalencia del inters general, en la primaca del orden jurdico y en los factores de seguridad, moralidad y salubridad pblicos, que no pueden verse sacrificados en aras de un ejercicio arbitrario o abusivo de prerrogativas individuales169. En el caso particular del derecho a la vida, la Corte Constitucional ha sealado que si bien corresponde al Congreso adoptar las medidas idneas para cumplir con el deber de proteccin de la vida, y que sean de su cargo, esto no significa que estn justificadas todas las que dicte con dicha finalidad, porque a pesar de su relevancia constitucional la vida no tiene el carcter de un valor o de un derecho de carcter absoluto y debe ser ponderada con los otros valores, principios y derechos constitucionales170. Las circunstancias en las que las limitaciones a la vida e integridad personal son legtimas han sido motivo de discusin nacional e internacional, y han sido plasmadas de diversas formas en las disposiciones internas y en los distintos instrumentos internacionales de DDHH. Tanto el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos como la Convencin Americana sobre DDHH sealan que nadie podr ser privado de la vida arbitrariamente171, lo que supone reconocer que pueden existir privaciones legtimas (es decir no arbitrarias) de la vida. Pero ninguno de estos instrumentos consigna de manera expresa las circunstancias especficas de esa limitacin, como s lo hace el Convenio Europeo para la Proteccin de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales: la muerte no se considerar como infligida en infraccin del presente artculo cuando se produzca como consecuencia de un recurso a la fuerza que sea absolutamente necesario: (a) en defensa de una persona contra
169 Corte Constitucional, Sentencia T-228 de 1994. M.P. Jos Gregorio Hernndez Galindo. 170 Corte Constitucional, Sentencia C-355 de 2006. M.P. Jaime Arajo Rentera y Clara Ins Vargas Hernndez. 171 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos. Artculo 6. Convencin Americana sobre DDHH. Artculo 4.
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una agresin ilegtima; (b) para detener a una persona conforme a derecho o para impedir la evasin de un preso o detenido legalmente; o (c) para reprimir, de acuerdo con la ley, una revuelta o insurreccin172. En Colombia, si bien el artculo 11 de la Constitucin Poltica seala que el derecho a la vida es inviolable las circunstancias de limitacin legti, ma han sido consagradas en el Cdigo Penal. Como lo ha sealado la Corte Constitucional, el legislador ha expedido normas del Cdigo Penal que consagran ciertos motivos a considerar por parte del juez penal en cada caso, an tratndose del conocimiento de atentados contra la vida, a fin de poder disponer tanto la ausencia de responsabilidad, como el caso de quien obre en legtima defensa173. Del Cdigo Penal174 se desprende que la limitacin del derecho a la vida es legtima cuando: se obra en estricto cumplimiento de un deber legal; se obra en cumplimiento de una orden legtima de autoridad competente (con las salvedades impuestas por la jurisprudencia de la Corte Constitucional a la obediencia debida)175; o se obra en ejercicio de la legtima defensa. En el caso particular de los miembros de la Fuerza Pblica que en servicio activo y en relacin con el mismo servicio limiten el derecho a la vida, las mismas causales de justificacin estn consagradas en el Cdigo Penal Militar. Su artculo 34 dice: CAUSALES DE JUSTIFICACIN. El hecho se justifica:
172 Convenio Europeo para la Proteccin de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales. Artculo 2. 173 Corte Constitucional, Sentencia C-355 de 2006. M.P. Jaime Arajo Rentera y Clara Ins Vargas Hernndez. 174 Cdigo Penal, Ley 599 de 2000. Artculo 32. 175 Ver: Corte Constitucional Sentencias T-409 de 1992. M.P. Jos Gregorio Hernndez Galindo; C-578 de 1995. M.P. Eduardo Cifuentes Muoz; y C-225 de 1995. M.P. Alejandro Martnez Caballero.
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Manual de Derecho Operacional 1. Cuando se obre en estricto cumplimiento de un deber legal. 2. Cuando se obre en cumplimiento de orden legtima de autoridad competente emitida con las formalidades legales. 3. Cuando se obre en legtimo ejercicio de un derecho, de una actividad lcita o de un cargo pblico. 4. Cuando se obre por la necesidad de defender un derecho propio o ajeno contra injusta agresin actual o inminente, siempre que la defensa sea proporcionada a la agresin. Se presume la legtima defensa en quien rechaza al extrao que, indebidamente, intente penetrar o haya penetrado a su habitacin o dependencias inmediatas, cualquiera sea el dao que se le ocasione. 5. Cuando se acta por la necesidad de defender un derecho propio o ajeno de un peligro actual o inminente, inevitable de otra manera, que el agente no haya causado intencionalmente o por imprudencia y que no tenga el deber jurdico de afrontar. PARGRAFO. El que exceda los lmites propios de cualquiera de las causas de justificacin precedentes incurrir en una pena no menor de la sexta parte del mnimo, ni mayor de la mitad del mximo de la sealada para el hecho punible176. Adicionalmente, se han desarrollado cdigos de conducta internacionales que establecen las circunstancias y los procedimientos mediante los cuales las fuerzas armadas de un pas pueden hacer uso de la fuerza para hacer cumplir la ley177. Los ms relevantes son el Cdigo de Conducta para Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley y los Principios Bsicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley178, aprobados por
176 Cdigo Penal Militar, Ley 522 de 1999. Artculo 34. 177 Adoptado a travs de la Resolucin 34/169, de 17 de diciembre de 1979. 178 Adoptados por el Octavo Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevencin del Delito y Tratamien-
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la Asamblea General de las Naciones Unidas. Los Principios Bsicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley, consagran, entre otros, el principio de licitud (principio No. 9), segn el cual los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley no emplearn armas de fuego contra las personas salvo en los siguientes casos: en defensa propia o de otras personas, en caso de peligro inminente de muerte o lesiones graves; con el propsito de evitar la comisin de un delito particularmente grave que entrae una seria amenaza para la vida; con el objeto de detener a una persona que represente ese peligro y oponga resistencia a su autoridad; o para impedir su fuga, y slo en caso de que resulten insuficientes medidas menos extremas para lograr dichos objetivos.
Adems, en cualquier caso, slo se podr hacer uso intencional de armas letales cuando sea estrictamente inevitable para proteger una vida179. Estas cuatro circunstancias circunscriben las finalidades lcitas en el uso de la fuerza por funcionarios encargados de hacer cumplir la ley. Adicionalmente, la Resolucin que adopta los principios, establece que cuando el empleo de las armas de fuego sea inevitable, los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley: Se identificarn como tales y darn una clara advertencia de su intencin de emplear armas de fuego, con tiempo suficiente para que se tome en cuenta, salvo que al dar esa advertencia se pusiera indebidamente en peligro a los funcionarios encargados de hacer cumplir la
to del Delincuente, celebrado en La Habana (Cuba) del 27 de agosto al 7 de septiembre de 1990. 179 Principio 9. Los Principios Bsicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley consagran, entre otros, el principio de licitud. ,
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Manual de Derecho Operacional ley, se creara un riesgo de muerte o daos graves a otras personas, o resultara evidentemente inadecuada o intil dadas las circunstancias del caso; utilizarn en la medida de lo posible medios no violentos antes de recurrir al empleo de la fuerza y de armas de fuego. Podrn utilizar la fuerza y armas de fuego solamente cuando otros medios resulten insuficientes o no garanticen de ninguna manera el logro del resultado previsto (Principio de necesidad); ejercern moderacin y actuarn en proporcin a la gravedad del delito y al objetivo legtimo que se persiga (Principio de proporcionalidad); reducirn al mnimo los daos y lesiones y respetarn y protegern la vida humana; procedern de modo que se presten lo antes posible asistencia y servicios mdicos a las personas heridas o afectadas; procurarn notificar lo sucedido, a la menor brevedad posible, a los parientes o amigos ntimos de las personas heridas o afectadas; y comunicarn el hecho inmediatamente a sus superiores.
La doctrina militar en Colombia coincide con algunas de estas disposiciones internacionales, dentro de las que se destaca el Principio 9 de los Principios Bsicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley, toda vez que en el caso colombiano, cuando las FFMM despliegan dentro del territorio, por ejemplo, operaciones de control militar de rea para proteger a la poblacin en su ejercicio de derechos y libertades, estn ejerciendo autoridad para hacer cumplir la ley. Muchas otras actividades de las FFMM -la lucha contra el narcotrfico, por ejemplo- se enmarcan dentro de esta misma definicin. En conclusin, el uso de la fuerza por parte de los miembros de las FFMM, cuando ste se haga dentro del territorio nacional y en circunstan-
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cias que no alcancen la condicin de hostilidades, deber enmarcarse en los estndares de uso de la fuerza para operaciones de hacer cumplir ley con el objetivo de mantener la seguridad.
EN RESUMEN
La Constitucin Poltica reconoce ampliamente los DDHH al establecer como fin esencial el respeto de la dignidad humana; incorporar una carta de derechos civiles y polticos, econmicos sociales y culturales as como colectivos; y reconocer como fundamentales aquellos que han sido incorporados de manera directa en el texto constitucional y al Bloque de Constitucionalidad por estar reconocidos en Tratados o Convenios que incluyan DDHH y prohban su limitacin en estados de excepcin. La obligacin del Estado de proteger a la poblacin, es decir de respetar y garantizar sus derechos, permanece vigente tanto en situaciones de paz como en situaciones de hostilidades. Es decir, ni siquiera en situaciones de excepcin se suspende la obligacin general de proteccin de los DDHH de los ciudadanos, a pesar de las limitaciones que el derecho admite para este tipo de situaciones. Pueden existir privaciones legtimas del derecho a la vida que en el ordenamiento colombiano se materializan en la consagracin de causales eximentes de responsabilidad o de justificacin penal (Cdigo Penal y Cdigo Penal Militar). La doctrina militar en colombia coincide con algunas de estas disposiciones internacionales, dentro de las que se destacan el Principio 9 de los Principios Bsicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley . Se han desarrollado cdigos de conducta internacionales que establecen las circunstancias y los procedimientos mediante los cuales las fuerzas armadas de un pas pueden hacer uso de la fuerza para hacer cumplir la ley. Los ms relevantes son el Cdigo de Conducta para Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley y los Principios Bsicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los Funcionarios
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Encargados de Hacer Cumplir la Ley, aprobados por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley no emplearn armas de fuego contra personas a menos que sea necesario (i) en defensa propia o de otras personas, en caso de peligro inminente de muerte o lesiones graves; (ii) con el propsito de evitar la comisin de un delito particularmente grave que entrae una seria amenaza para la vida; (iii) con el objeto de detener a una persona que represente ese peligro y oponga resistencia a su autoridad; o (iii) para impedir su fuga, y slo en caso de que resulten insuficientes medidas menos extremas para lograr dichos objetivos. Estas circunstancias son consideradas como finalidades lcitas del uso de la fuerza. Adicionalmente, cuando el empleo de las armas de fuego sea inevitable, los funcionarios encargados deben identificarse y dar una clara advertencia de su intencin de emplear armas de fuego, utilizar en la medida de lo posible medios no violentos antes de recurrir al empleo de la fuerza y armas de fuego y comunicar inmediatamente el hecho a sus superiores, entre otros. La doctrina militar y las disposiciones antes sealadas coinciden con lo establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el Cdigo de conducta para funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y en los Principios Bsicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley. En conclusin, el uso de la fuerza por parte de los miembros de las FFMM, cuando ste se haga dentro del territorio nacional y en circunstancias que no alcancen la condicin de hostilidades, deber enmarcarse en los estndares de uso de la fuerza para operaciones de hacer cumplir ley con el objetivo de mantener la seguridad.
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CAPTULO IV LA RELACIN ENTRE EL MARCO DE DDHH Y EL MARCO DE DIH: EL USO DE LA FUERZA DENTRO DE UN ESTADO SOCIAL DE DERECHO
El Captulo II DIH; el Captulo III, el de los DDHH. Cul es la relacin entre los dos? No hay quiz una pregunta ms discutida en lo que toca al uso de la fuerza en el marco del derecho internacional, que esa: la relacin entre la aplicacin del DIH y del derecho internacional de los derechos humanos, en contextos donde ambos regmenes pueden coexistir180. Se suele afirmar, con razn, que tienen un fin comn: la proteccin del ser humano. Y por tanto coinciden en muchas de sus disposiciones esenciales, creando un ncleo comn de proteccin181. Tanto el derecho interna180 Ver, entre otros: Ren Provost, International Human Rights and Humanitarian Law; Cambridge, 2002; Lindsay Moir, The Law of Internal Armed Conflict, Cambridge, 2002; Christian Tomuschat, Human Rights: Between Idealism and Realism, Oxford, 2003; Kenneth Watkin Controlling the Use of Force: a Role for Human Rights Norms in Contemporary Armed Conflict; en: American Journal of International Law, Vol. 98, No 1, 2004; Nils Melzer, Targeted Killing in International Law; Oxford, 2008. 181 Si bien en trminos generales las normas humanitarias aplican en tiempos de conflicto armado y los derechos humanos en tiempos de paz, existe una relacin tan cercana entre los dos, que la aplicacin de uno no necesariamente suspende la aplicacin del otro. Estos comparten un ncleo comn de proteccin, lo que supone que ambos regmenes se apliquen a situaciones de conflicto armado En: MOIR, Lindsay. Law and the Inter-American
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Manual de Derecho Operacional cional de los DDHH como el DIH prohben con la misma vehemencia la tortura, por ejemplo, o la toma de rehenes, o los atentados contra la dignidad del ser humano. Pero no es menos cierto que hay diferencias estructurales entre ambos regmenes, no slo en cuanto al alcance de sus principios fundamentales, como el principio de proporcionalidad, sino ante todo en cuanto a la licitud del uso de la fuerza. En un marco de DDHH, slo cuando sea estrictamente necesario y en unas circunstancias claramente definidas (Captulo III) es posible hacer uso de la fuerza; en ningn caso de forma premeditada, sin tener en cuenta el comportamiento de la persona en un momento y en unas circunstancias particulares (por ejemplo, si en el momento en que va a ser capturada hace uso de un arma de fuego)182. No as en un marco de DIH, donde siempre y cuando en un contexto de hostilidades se observen unos principios (de necesidad, distincin, proporcionalidad, precaucin y humanidad: Captulo II) es lcito hacer uso de la fuerza contra una persona. La diferencia radica, como es sabido, en que los regmenes de DDHH y de DIH tratan la regulacin del uso de la fuerza desde perspectivas muy diferentes: en el primero, se trata de la relacin entre un Estado y sus ciudadanos; en el segundo, entre partes que combaten en un contexto de hostilidades. De ah que, necesariamente, el alcance del principio de proporcionalidad sea diferente. En un marco de DDHH, el uso de la fuerza no debe exceder el absolutamente necesario para someter a una persona a la ley, y slo puede ser letal en circunstancias excepcionales. En un marco de DIH, la proporcionalidad se refiere en primera instancia a los efectos que, en relacin con la ventaja militar prevista, el uso de la fuerza entre las partes pueda tener sobre terceros (el dao a personas que
Human rights system. Human rights Quarterly; the Johns Hopkins University Press, 2003. Pg. 203. El TPIY ha desarrollado la idea del ncleo comn en su jurisprudencia, que a la vez ha sido recogida por la Corte Constitucional:Esta interaccin, en el seno del principio humanitario, del Derecho Internacional Humanitario y de los Derechos Humanos ms esenciales, confirma que estos dos ordenamientos jurdicos se complementan mutuamente en tiempos de confrontacin armada, y que ambos comparten el objetivo cardinal de proteger los derechos bsicos y la dignidad de la persona, en tiempos de guerra y de paz, limitando el poder de los Estados y de las organizaciones para salvaguardar un ncleo bsico de garantas fundamentales de las que son titulares todas las personas, sin discriminacin Corte . Constitucional, Sentencia C-291 de 2007. M.P. Manuel Jos Cepeda Espinosa. 182 Ver la discusin en: Nils Melzer, Targeted Killing in International Law; Oxford, 2008. Pg 423-426.
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no participan en las hostilidades), sin que ello implique que no haya consideraciones de limitacin en el uso de la fuerza entre las partes (principio de humanidad). Es aun ms urgente aclarar la relacin entre el rgimen de los DDHH y el del DIH cuando se trata de su aplicacin al interior del territorio de un mismo Estado, donde intervienen ya no slo las obligaciones derivadas del derecho internacional de los DDHH, sino tambin las obligaciones constitucionales y la propia ley. En ese caso, ms que en cualquier otro, hay dos dimensiones jurdicas que hay que conciliar, una vertical y otra horizontal: Mientras que el concepto vertical de hacer cumplir la ley incluye todas las medidas que toman los agentes del Estado con el propsito de mantener, restaurar o imponer la ley y el orden, el concepto horizontal de hostilidades incluye las medidas que apuntan a lograr directamente la derrota militar de un adversario en un conflicto armado. Los dos conceptos no se excluyen mutuamente, sino se sobreponen de manera significativa, sobre todo en situaciones donde un Estado conduce hostilidades al interior de su propia jurisdiccin183. Dicho de otra manera, la pregunta es: Cul debe ser el marco jurdico para el uso de la fuerza en un Estado social de derecho en el que existe un contexto de hostilidades, y cmo se debe aplicar? Para responder a esa pregunta, este captulo est estructurado en tres apartes: (1) La relacin entre el marco de los DDHH y el marco del DIH en el cual se hace , una exposicin de la relacin entre estos dos cuerpos normativos; (2) La aplicacin simultnea de los DDHH y el DIH en un Estado social de derecho con un contexto de hostilidades donde se explica cmo aplican; y (3) Herramientas para la , aplicacin del marco legal: aplicacin modulada del principio de necesidad militar , en el cual se ofrece unas herramientas y una metodologa para la regulacin del uso de la fuerza en este tipo de contextos operacionales.
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Manual de Derecho Operacional cular de la opinin consultiva relativa a la Licitud de la amenaza o del empleo de las armas nucleares de 1996. La CIJ dice: La Corte observa que la proteccin del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos no cesa en tiempos de guerra, salvo por la operacin del Artculo 4 del Pacto por, el cual ciertas disposiciones pueden ser derogadas en tiempo de una emergencia nacional. Sin embargo, el respeto por el derecho a la vida no es una de esas disposiciones. En principio, el derecho a no ser privado de la vida arbitrariamente se aplica tambin en tiempo de hostilidades. Ahora bien, el test para establecer si la privacin de la vida es arbitraria debe ser establecido por la lex specialis aplicable, es decir, la ley aplicable a un conflicto armado, que est diseada para regular la conduccin de hostilidades. Entonces, si una privacin particular de la vida, por el uso de un cierto tipo de arma, debe ser considerada una privacin arbitraria de la vida, en contrava del Artculo 6 del Pacto, slo puede ser establecido con referencia a la ley aplicable en conflicto armado y no deducida de los trminos del Pacto mismo184. De esta opinin se deducen los siguientes elementos: Las obligaciones de proteccin que se deducen del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos no cesan en tiempos de guerra; el derecho a no ser privado arbitrariamente de la vida (art. 6 del Pacto185) no es derogable, incluso en tiempos de hostilidades;
184 Traduccin libre; original en ingls:The Court observes that the protection of the International Covenant of Civil and Political Rights does not cease in times of war, except by operation of Article 4 of the Covenant whereby certain provisions may be derogated from in a time of national emergency. Respect for the right to life is not, however, such a provision. In principle, the right not arbitrarily to be deprived of ones life applies also in hostilities. The test of what is an arbitrary deprivation of life, however, then falls to be determined by the applicable lex specialis, namely, the law applicable in armed conflict which is designed to regulate the conduct of hostilities. Thus whether a particular loss of life, through the use of a certain weapon in warfare, is to be considered an arbitrary deprivation of life contrary to Article 6 of the Covenant, can only be decided by reference to the law applicable in armed conflict and not deduced from the terms of the Covenant itself Corte Internacional de Justicia de la Haya, Opinin Consultiva de . 8 de julio de 1996 sobre la Licitud de la amenaza o del empleo de las armas nucleares; en pgina web: http://www.icj-cij.org/icjwww/icases/iunan/iunanframe.htm. 185 El derecho a la vida es inherente a la persona humana. Este derecho estar protegido por la ley. Nadie podr ser privado de la vida arbitrariamente Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos. ,
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la ley especial aplicable a un conflicto armado, es decir, la ley diseada para regular la conduccin de hostilidades, es la norma fuente para aplicar el test que determina si la privacin es arbitraria; Entonces: en un contexto de hostilidades, slo se puede determinar si una privacin particular de la vida es arbitraria con referencia a la ley de los conflictos armados, que hace de ley especial; no es posible deducirla del Pacto mismo.
De esta manera, la CIJ establece que las obligaciones de DDHH derivadas del Pacto Internacional siguen vigentes en tiempos de hostilidades, pero que en lo que toca al derecho a la vida, slo se puede establecer si su privacin es arbitraria o no con referencia a la ley de los conflictos armados. Es decir, ambos regmenes legales coexisten y se complementan en tiempos de hostilidades, con el DIH haciendo de ley especial para determinar los casos de posible violacin al derecho a la vida. En 2004, la CIJ dio la misma explicacin en la opinin consultiva Las consecuencias legales de la construccin de un Muro en los Territorios Palestinos Ocupados186. Esta es hoy entonces la doctrina vigente en la materia187. Por su parte, la Corte Interamericana de Derechos Humanos tambin ha considerado que, en un contexto de hostilidades, el DIH puede ser entendido igualmente como herramienta de interpretacin para evaluar el cumplimiento de las obligaciones del Estado en DDHH (caso Bmaca Velsquez de 2000): Hay efectivamente equivalencia entre el contenido del artculo 3 comn de los Convenios de Ginebra de 1949 y el de las disposiciones de la Convencin Americana y de otros instrumentos internacionales acerca de los derechos humanos inderogables (tales como el derecho a la vida y el
Artculo. 6. 186 Ver: Corte Internacional de Justicia, Opinin Consultiva sobre las consecuencias legales de la construccin de un Muro en los Territorios Palestinos Ocupados, julio de 2004, Pars 105-106; en: http://www. icj-cij.org/docket/files/131/1671.pdf. 187 Christian Tomuschat, Human Rights: Between Idealism and Realism, Pg. 195; Oxford, 2003; Ren Provost, International Human Rights and Humanitarian Law, Pg. 333; Cambridge, 2002.
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Manual de Derecho Operacional derecho a no ser sometido a torturas ni a tratos crueles, inhumanos o degradantes) las disposiciones relevantes de los Convenios de Ginebra pueden ser tomadas en cuenta como elementos de interpretacin de la propia Convencin Americana188. En igual sentido se ha pronunciado la Comisin Interamericana de Derechos Humanos. En el caso de La Tablada de 1997, la Comisin dijo: Debe necesariamente referirse y aplicar estndares y reglas pertinentes del Derecho humanitario, como fuentes de interpretacin autorizadas al resolver sta y otras denuncias similares que aleguen la violacin de la Convencin Americana en situaciones de combate189. Finalmente, la misma Corte Constitucional se ha referido a la relacin entre estos dos regmenes normativos en diversas ocasiones que conviene citar in extenso, en particular la sentencia C-291 de 2007: Sentencia C-574 de 1992: el derecho internacional humanitario es aplicable en situaciones de conflicto armado en las que sea necesario un grado de proteccin mayor que el que brinda el derecho internacional de los derechos humanos; () las detalladas disposiciones del derecho humanitario ofrecen a las vctimas de la violencia armada un grado de proteccin y auxilio bastante ms alto que las garantas generales de derechos humanos.190 Sentencia C-225 de 1995: estos convenios hacen parte, en sentido genrico, del corpus normativo de los derechos humanos, puesto que, tanto los tratados de derechos humanos en sentido estricto como los convenios de derecho humanitario son normas de ius cogens que buscan, ante todo, proteger la dignidad de la persona humana. Son pues normatividades complementarias que, bajo la idea comn de la proteccin de principios
188 Corte IDH. , Caso Bmaca Velsquez vs Guatemala, Fondo. Sentencia del 25 de noviembre de 2000. Serie C No.70. Par. 209. 189 CIDH, Caso La Tablada- Informe No. 55/97, Caso No. 11.137-Juan Carlos Abella vs. Argentina, 18 de noviembre de 1997. 190 Corte Constitucional, Sentencia C-574 de 1992. M.P. Ciro Angarita Barn.
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de humanidad, hacen parte de un mismo gnero: el rgimen internacional de proteccin de los derechos de la persona humana191. Sentencia C-578 de 1995: ambos hacen parte del corpus normativo de los derechos humanos, siendo normas de ius cogens que pretenden proteger la dignidad de la persona y que componen el rgimen internacional de proteccin de los derechos de la persona humana; () [es posible distinguirlos en tanto] el derecho internacional humanitario constituye la aplicacin esencial, mnima e inderogable de los principios consagrados en los textos jurdicos sobre derechos humanos en las situaciones extremas de los conflictos armados192. Sentencia C-291 de 2007: es claro que en los casos de conflictos armados internos, las disposiciones del Derecho Internacional de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario se aplican de manera concurrente e interactan de distintas formas en su aplicacin a situaciones concretas. La Comisin Interamericana de Derechos Humanos ha precisado que ello se deriva de las relaciones especficas que existen entre el Derecho Internacional de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario, el cual constituye para ciertos efectos lex specialis, puesto que a pesar de que los tratados sobre derechos humanos son aplicables tanto en tiempo de paz como en situaciones de conflictos armados las disposiciones del Derecho Internacional Humanitario, tan, to convencionales como consuetudinarias, proveen regulaciones mucho ms detalladas que el DIDH para proteger los derechos de las vctimas en situaciones de conflictos armados y regular los mtodos y medios de combate193.
El Ministerio de Defensa recogi las opiniones consultivas de la CIJ, y toda la doctrina mencionada, en la Poltica Integral de DDHH y DIH de 2008: El DIH obra () como ley especial (lex specialis) a la que hay que remitirse para interpretar el cumplimiento de las obligaciones en
191 Corte Constitucional, C-225 de 1995. M.P Alejandro Martnez Caballero. 192 Corte Constitucional, Sentencia C-578 de 1995. M.P. Eduardo Cifuentes. 193 Corte Constitucional, Sentencia C-291 de 2007. M.P. Manuel Jos Cepeda Espinosa.
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Manual de Derecho Operacional materia de DDHH (), como lo ha expresado la Corte Internacional de Justicia en su opinin consultiva al respecto (). Es decir, las obligaciones en DDHH siguen vigentes, pero son especificadas por el DIH, que hace parte del ordenamiento interno y sirve de herramienta de interpretacin del marco de los derechos humanos194.
2. La aplicacin simultnea de los derechos humanos y el DIH en un Estado social de derecho con un contexto de hostilidades
Si bien las opiniones consultivas de la CIJ, y el desarrollo jurisprudencial del Sistema Interamericano y de la Corte Constitucional, aclaran cul debe ser la relacin entre el marco del DIH y el marco de los DDHH an falta por establecer cmo ese marco jurdico se aplica en un Estado social de derecho en el que existe un contexto de hostilidades. Una cosa es la comprensin terico-jurdica del problema, otra establecer los lineamientos prcticos para la aplicacin y observancia de estos dos regmenes en el terreno. La respuesta parte de reconocer que la primera y la principal obligacin de un Estado es proteger a sus ciudadanos y que esa obligacin, en el caso de Colombia (Captulo I), se deriva de un mandato preciso de la Constitucin: proteger a todas las personas residentes en Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias, y dems derechos y libertades adems de defen, der la independencia nacional, mantener la integridad territorial y asegurar la convivencia pacfica y la vigencia de un orden justo (Artculo. 2). La finalidad del uso de la fuerza por parte de la Fuerza Pblica entonces no es otra que cumplir con ese mandato, y as lo entendi la Poltica de Defensa y Seguridad Democrtica que el Gobierno Nacional public en 2003: El objetivo general de la Poltica de Defensa y Seguridad Democrtica es reforzar y garantizar el Estado de derecho en todo el territorio, mediante el fortalecimiento de la autoridad democrtica. El fortalecimiento del Estado de derecho es la condicin necesaria para cumplir con el propsito de la Seguridad Democrtica: la proteccin de to194 Ministerio de Defensa Nacional, Poltica Integral de DDHH y DIH. Par. 19; Bogot, 2008.
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dos y cada uno de los habitantes de Colombia, como dispone la Constitucin Poltica195. El marco general entonces es un marco de DDHH: hacer cumplir la ley, que se soporta en una Constitucin construida a su vez sobre los derechos fundamentales (Captulo III). Pero el cumplimiento de la ley implica que el Estado debe adoptar todas las medidas que sean necesarias para garantizar la seguridad pblica, la ley y el orden (Captulo I). Cuando en ese mismo Estado se da un escenario de hostilidades, por la presencia en el territorio de grupos armados ilegales de diferente ndole, los cuales hacen un uso continuo de la violencia y estn apoyados en una organizacin con capacidad y armamento militar, es vital diferenciar el uso de la fuerza necesario en ese contexto de hostilidades y establecer su relacin con el uso normal de la fuerza en un Estado social de derecho (Captulo III). Hostilidades significa escenarios que satisfacen los criterios objetivos mencionados en el Captulo II y que por tanto desbordan por mucho las capacidades del Estado de hacer cumplir la ley con medios policiales, lo que obliga a llevar a cabo operaciones militares -que a su vez tambin son un criterio de hostilidades196 - para enfrentar la amenaza. Bien puede tratarse de grupos con una intencionalidad poltica, o simplemente criminal, o ambas cosas a la vez: lo que hay que estudiar en cada caso, como lo han reconocido la jurisprudencia internacional y la Corte Constitucional (Captulo II, numeral 2 literal c.), son los niveles de organizacin y de violencia que obligan a aplicar las normas de los conflictos armados no internacionales para su confrontacin. El umbral para establecer que existe un escenario de hostilidades no
195 Presidencia de la Repblica, Ministerio de Defensa Nacional, Poltica de Defensa y Seguridad Democrtica, Par. 4-5; Bogot, 2003. 196 Melzer dice: En el DIH convencional, las nocin de hostilidades es utilizada casi como un sinnimo de operaciones militares; y ms adelante: De la misma manera, donde el DIH convencional usa el trmino operaciones militares -o, como sinnimo, operaciones de guerra o operaciones- se refiere sin excepcin a la conduccin de hostilidades en situaciones de conflicto armado; Nils Melzer, Targeted Killing in International Law, Pg. 271. Oxford, 2008.
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Manual de Derecho Operacional es siempre fcil de determinar. Al respecto, la Comisin Interamericana de Derechos Humanos ha dicho: Es importante comprender que la aplicacin del artculo 3 comn no requiere que existan hostilidades generalizadas y de gran escala, o una situacin que se pueda comparar con una guerra civil en la cual grupos armados de disidentes ejercen el control de partes del territorio nacional. La Comisin observa que el Comentario autorizado del CICR sobre los Convenios de Ginebra de 1949 indica que, a pesar de la ambigedad en el umbral de aplicacin, el artculo 3 comn debera ser aplicado de la manera ms amplia posible. El problema ms complejo en lo que se refiere a la aplicacin del artculo 3 comn no se sita en el extremo superior de la escala de violencia interna, sino en el extremo inferior. La lnea que separa una situacin particularmente violenta de disturbios internos, del conflicto armado de nivel inferior conforme al artculo 3, muchas veces es , difusa y por lo tanto no es fcil hacer una determinacin. Cuando es necesario determinar la naturaleza de una situacin como la mencionada, en el anlisis final lo que se requiere es tener buena fe y realizar un estudio objetivo de los hechos en un caso concreto197. No es entonces de una decisin subjetiva si existe o no un escenario de hostilidades que conlleva un determinado uso de la fuerza, sino todo lo contrario: se trata de realizar un estudio objetivo de los hechos en un caso concreto La Corte Constitucional ha dicho con claridad: . el DIH se aplica automticamente cuando estn dadas las condiciones de ndole temporal, espacial y material; y la presencia de esas condiciones de conflicto se establece en atencin a las caractersticas de cada caso en particular198.
197 CIDH. Caso La Tablada Informe No 55-97. Caso 11.137. Juan Carlos Abella vs. Argentina, 18 de noviembre de 1997. 198 Corte Constitucional, Sentencia C-291 de 2007. M.P. Manuel Jos Cepeda Espinosa.
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De esa manera se asegura a la vez el mximo de proteccin a los civiles y el debido control del uso de los medios necesarios para hacer frente a ese escenario de hostilidades. De todo lo anterior se derivan dos consideraciones prcticas, que son crticas para definir la relacin entre el marco de DDHH y el marco de DIH en el caso de Colombia. Primero, que el hecho de que existan escenarios de hostilidades en nada altera el deber que tiene el Estado de darle vigencia a la Constitucin y a la ley, que sigue primando por encima de cualquier otra consideracin y regulando cualquier ejercicio de autoridad de las FFMM. Cuando las amenazas al orden jurdico rebasan la capacidad policial del Estado y obligan por su intensidad, duracin y organizacin a desplegar operaciones militares, no dejan stas por ello de estar inscritas en un mismo propsito jurdico y estratgico: hacer cumplir la ley. En esa actividad, el Estado sigue () detentando el monopolio jurdico legtimo de la coaccin ha dicho la Corte , Constitucional199. Segundo, que en cualquier caso la aplicacin del DIH en Colombia se enmarca en una poltica de consolidacin estatal del territorio, que ha sido desde sus comienzos el propsito principal de la Seguridad Democrtica: La primera condicin para cumplir con el objetivo de fortalecer el Estado de derecho es la consolidacin gradual del control estatal sobre la totalidad del territorio (prrafo. 13). De ah se desprende que: la consolidacin es un concepto dinmico, que implica un fortalecimiento gradual del Estado de derecho en el territorio; por tanto, la aplicacin del DIH en el territorio ser cada vez ms residual, en la medida en que avanza la consolidacin.
199 Corte Constitucional, Sentencia C-225 de 1995. M.P. Alejandro Martnez Caballero: en un conflicto armado no internacional, los alzados en armas son sujetos de derecho internacional humanitario (). Pero esos rebeldes () siguen sometidos al derecho penal interno del Estado respectivo, y pueden ser penados por haber tomado las armas e incurrido en perturbacin del orden pblico. () El Estado sigue entonces detentando el monopolio jurdico legtimo de la coaccin, mientras que los alzados en armas quedan sometidos a las penas previstas para delitos como la rebelin o la sedicin .
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Manual de Derecho Operacional Lo anterior no implica que la vigencia del DIH est restringida a una parte particular del territorio (la Corte Constitucional ha sealado -siguiendo al TPIY- que la vigencia se extiende a la totalidad del territorio200), pero s que en la medida en que el nivel de amenaza es menor y pierde en diferentes partes las caractersticas que justifican su enfrentamiento en el marco del DIH, el recurso a operaciones militares en el marco del DIH ser cada vez menor en el territorio. Es decir, la vigencia del DIH es global, pero su aplicacin es restringida. La combinacin de estas dos consideraciones permite establecer un marco general para el uso de la fuerza que integra las dos dimensiones mencionadas atrs, la vertical y la horizontal: los esfuerzos del Estado por fortalecer el Estado de derecho en el territorio y hacer cumplir la Constitucin estn enmarcados en el paradigma de hacer cumplir la ley (de DDHH), pero esos esfuerzos tambin se encuentran con un contexto de hostilidades donde el uso de la fuerza se debe ceir al paradigma de hostilidades (de DIH), sin dejar de lado las obligaciones de DDHH a que haya lugar.201 En la medida en que avanza la consolidacin, cada vez es menor la necesidad de recurrir al uso de la fuerza bajo el paradigma de hostilidades. La dimensin vertical se impone sobre la horizontal.
3. Herramientas para la aplicacin del marco legal: aplicacin modulada del principio de necesidad militar
Si bien es posible avanzar en la clarificacin jurdica y conceptual del marco legal general, existe en la actualidad un grave vaco: ni el derecho internacional, ni los estudios en la materia, ni los procedimientos tradicionales de las FFMM proveen los instrumentos necesarios para resolver lo que se ha dado en llamar el dilema del soldado Cmo sabe un soldado . en el terreno cundo debe operar bajo un paradigma de DIH o bajo uno de DDHH? La inmensa mayora de las actividades que las fuerzas militares de hoy llevan a cabo estn gobernadas por una borrosa combinacin de derecho internacional y domstico que no se traducen fcilmente en ordenes de operaciones y reglas de encuentro claras y decisivas ha escrito, con ,
200 Corte Constitucional, Sentencia C-291 de 2007. M.P. Manuel Jos Cepeda Espinosa. 201 Sobre el concepto de paradigma de hacer cumplir la ley y paradigma de hostilidades as como la , relacin entre ambos, ver: Nils Melzer, Targeted Killing in International Law, Oxford, 2008. Pg. 269.
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razn, un delegado del CICR202. Es necesario no slo resolver el dilema del soldado sino en general , desarrollar herramientas prcticas que faciliten la aplicacin de los dos paradigmas de manera coherente con el propsito general. Los siguientes captulos proponen, entre otros: ordenes de operaciones y reglas de encuentro diferenciadas, segn el tipo de operacin (Captulo V); procedimientos para las capturas (Captulo VI); procedimientos para la desmovilizacin (Captulo VI);y realizacin por parte de la polica judicial de los actos urgentes: cuando haya muertos en combate en cualquier lugar del territorio nacional, un cuerpo independiente de polica judicial har los levantamientos (Captulo VI).
Con lo primero se adapta el proceso de planeacin y ejecucin de las operaciones militares al paradigma correspondiente; con lo segundo, se integra una medida de DDHH al paradigma de hostilidades, la revisin judicial de toda muerte, para dar mayor transparencia al paradigma de hostilidades e integrarlo en el marco general de los DDHH. Hay adicionalmente otras medidas que no son objeto de este manual, pero que son crticas para facilitar la distincin en el uso de la fuerza y la coordinacin con las autoridades judiciales: la expansin de la presencia de la Polica Nacional en el territorio (322 nuevas estaciones y subestaciones desde 2002); y la presencia de Estructuras de Apoyo (EDAS) de la Fiscala General de
202 The vast majority of activities carried out by todays military forces are governed by a blurry combination of international and domestic laws that do not readily translate into clear and decisive operational orders and rules of engagement Andrew J. Carswell, Classifying the conflict: a soldiers dilemma; en : , International Review of the Red Cross, Volume 91, Number 873. Marzo de 2009. Pg.149.
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Manual de Derecho Operacional la Nacin para facilitar las tareas de judicializacin en zonas apartadas de la geografa nacional. Adems de estas medias de orden prctico, hay una ltima de poltica operacional que es importante desarrollar en detalle: la aplicacin modulada del principio de necesidad militar. El CICR define as el principio de necesidad militar203, siguiendo el Manual del Derecho de los Conflictos Armados del Ministerio de Defensa del Reino Unido: Hoy en da, se reconoce en general que el principio de necesidad militar permite slo aquel grado de fuerza que no est prohibido por el derecho de los conflictos armados, que es necesario para cumplir los propsitos legtimos del conflicto, es decir la sumisin total o parcial del enemigo con la mayor prontitud y con la mnima prdida de vidas y recursos204. El concepto de necesidad militar contiene en s un importante elemento de restriccin: slo se emplear la fuerza necesaria para cumplir con los propsitos militares; cualquier uso de la fuerza que sobrepase ese objetivo va en contrava de la necesidad militar205. En el caso de Colombia, si la finalidad del uso de la fuerza es el cumplimiento de un mandato constitucional de proteccin, mediante el fortalecimiento del Estado de derecho, conviene adems modular el principio de necesidad militar. Es decir, adaptarlo a esos propsitos. Para cumplir con el doble propsito de proteger a la poblacin y hacer valer la ley, el Comando General de las Fuerzas Militares expidi en noviem203 Ver Captulo II. 204 Today, the principle of military necessity is generally recognized to permit only that degree and kind of force, not otherwise prohibited by the law of armed conflict, that is required in order to achieve the legitimate purpose of the conflict, namely the complete or partial submission of the enemy at the earliest possible moment with the minimum expenditure of life and resources; CICR, Gua para interpretar la nocin de participacin directa en las hostilidades segn el derecho internacional humanitario, 2009; Pg.78. 205 Ver: Nils Melzer, Targeted Killing in International Law, Oxford, 2008. Pg. 286.
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bre de 2007 la Directiva 300-28 que ordena a todos los hombres y mujeres de las FFMM privilegiar las desmovilizaciones sobre las capturas y privilegiar stas sobre las muertes en combate206. Con ello en efecto se est introduciendo un elemento de DDHH en la ponderacin del principio de necesidad militar en un marco de DIH: si las circunstancias le permiten al soldado desmovilizar o capturar al enemigo, en lugar de darle muerte en combate, la orden es hacerlo. Es decir, la necesidad militar que justifique un ataque a la persona puede existir, pero si hay medidas menos lesivas deben adoptarse. De esa manera se alcanzan los objetivos tcticos y se contribuye al fortalecimiento del Estado de derecho e incluso a la reconciliacin. Dos anotaciones finales: el hecho de que se le exija al oficial, suboficial o soldado modular el principio de necesidad militar a la hora de planear y ejecutar una operacin no significa que en todo escenario de hostilidades sea posible modular la necesidad militar de esta manera. Hay muchas situaciones de combate donde no es posible, sin exponer a los propios hombres a riesgos inaceptables y sin perder la eficacia operacional. Pero hay situaciones, en especial aquellas que se dan en los mrgenes entre ambos paradigmas -por ejemplo, la presencia de unos pocos hombres de grupos armados ilegales en reas donde el Estado ya tiene control-, donde con frecuencia es posible darles captura o invitarlos a la desmovilizacin. Segundo, no se trata tampoco de sugerir que el DIH no contiene restricciones al uso de la fuerza contra el enemigo. Afirmando el espritu humanitario del DIH, uno de sus creadores, Jean Pictet, ha dicho: si podemos poner a un soldado fuera del combate capturndolo, no debemos herirlo, si podemos obtener el mismo resultado hirindolo, no debemos matarlo. Si hay dos medios que ayuden a obtener la misma ventaja militar, debemos escoger aquel que cause menos dao207 .
206 Comando General de las Fuerzas Militares: Directiva Permanente 300-28 de 20 de noviembre de 2007. 207 Jean Pictet, Development and Principles of IHL, citado en Nils Melzer, Targeted Killing in International Law. Oxford. 2008.
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Manual de Derecho Operacional Esta aplicacin del principio de humanidad puede llevar en la prctica a resultados similares a la modulacin del principio de necesidad militar. Pero en el caso de Colombia, la lgica que subyace esta decisin de poltica operacional es una lgica de DDHH: no slo cumplir con el propsito humanitario, sino fortalecer a la vez el imperio de la ley, que es la nica garanta de proteccin permanente de esos derechos208.
EN RESUMEN
Ambos regmenes DDHH y DIH persiguen al menos un fin comn: la proteccin de la persona; y por tanto coinciden en algunas de sus disposiciones y comparten un ncleo comn de proteccin . En un marco de DDHH, slo cuando existe una necesidad absoluta y en unas circunstancias claramente definidas es posible hacer uso de la fuerza; en ningn caso de forma premeditada, sin tener en cuenta el comportamiento de la persona en un momento y en unas circunstancias particulares (por ejemplo, si en el momento en que va a ser capturada hace uso de un arma de fuego) No as en un marco de DIH, donde siempre y cuando en un contexto de hostilidades se observen unos principios (de necesidad, distincin, proporcionalidad, precaucin y humanidad) es lcito hacer uso de la fuerza contra una persona. Los regmenes de DDHH y de DIH tratan la regulacin del uso de la fuerza desde perspectivas muy diferentes: en el primero, se trata de la relacin entre un Estado y sus ciudadanos; en el segundo, entre partes que combaten en un contexto de hostilidades. De ah que, necesariamente, la interpretacin del principio de proporcionalidad sea diferente. En un marco de DDHH, el uso de la fuerza no puede exceder el absolutamente necesario para someter a una persona a la ley, y slo puede ser letal en circunstancias excepcionales. En un marco de DIH, la proporcionalidad se refiere en primera instancia a los efectos que, en relacin con la ventaja militar prevista, de la fuerza entre las partes pueda tener sobre terceros (el dao a personas que no participan en las hostilida-
208 Ver adems:Interview with the Honourable Sergio Jaramillo Caro International Review of the Red , Cross. Volume 90, Number 872, diciembre de 2008.
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des), sin que ello implique que no haya consideraciones de limitacin en el uso de la fuerza entre las partes (principio de humanidad). La CIJ establece que las obligaciones de DDHH derivadas del Pacto Internacional siguen vigentes en tiempos de hostilidades, pero que en lo que toca al derecho a la vida, slo se puede establecer si su privacin es arbitraria o no con referencia a la ley de los conflictos armados. Es decir, ambos regmenes legales coexisten y se complementan en tiempos de hostilidades, con el DIH haciendo de ley especial para determinar los casos de posible violacin al derecho a la vida El marco general entonces es un marco de DDHH: hacer cumplir la ley, que se soporta en una Constitucin construida a su vez sobre los derechos fundamentales. Hostilidades significa escenarios que satisfacen los criterios objetivos mencionados en el Captulo II y que por tanto desbordan por mucho las capacidades del Estado de hacer cumplir la ley con medios policiales, lo que obliga a llevar a cabo operaciones militares -que a su vez tambin son un criterio de hostilidades202 - para enfrentar la amenaza. Bien puede tratarse de grupos con una intencionalidad poltica, o simplemente criminal, o ambas cosas a la vez: lo que hay que estudiar en cada caso, como lo han reconocido la jurisprudencia internacional y la Corte Constitucional (Captulo II, numeral 2 literal c.), son los niveles de organizacin y de violencia que obligan a aplicar las normas de los conflictos armados no internacionales para su confrontacin. El hecho de que existan escenarios de hostilidades en nada altera el deber que tiene el Estado de darle vigencia a la Constitucin y a la ley, que sigue primando por encima de cualquier otra consideracin y regulando cualquier ejercicio de autoridad de las FFMM. En cualquier caso la aplicacin del DIH en Colombia se enmarca en una poltica de consolidacin estatal del territorio, que ha sido desde sus comienzos el propsito principal la Seguridad Democrtica. La consolidacin es un concepto dinmico, que implica un fortalecimiento gradual del Estado de derecho en el territorio; por tanto, la aplicacin del DIH en el territorio ser cada vez ms residual, en la medida en que avanza
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la consolidacin. Lo anterior no implica que la aplicacin del DIH est restringida a una parte particular del territorio, pero s que en la medida en que el nivel de amenaza es menor y pierde en diferentes partes las caractersticas que justifican su enfrentamiento en el marco del DIH, el recurso a operaciones militares en el marco del DIH ser cada vez menor en el territorio. Para cumplir con el doble propsito de proteger a la poblacin y hacer valer la ley, el Comando General de las Fuerzas militares expidi en noviembre de 2007 la Directiva 300-28 que ordena a todos los hombres y mujeres de las Fuerzas Militares privilegiar las desmovilizaciones sobre las capturas y stas sobre las muertes en combate. El hecho de que se le exija al oficial, suboficial o soldado modular el principio de necesidad militar a la hora de planear y ejecutar una operacin no significa que en todo escenario de hostilidades sea posible modular la necesidad militar de esta manera. Hay muchas situaciones de combate donde no es posible, sin exponer a los propios hombres a riesgos inaceptables y sin perder la eficacia operacional. Esta aplicacin del principio de humanidad puede llevar en la prctica a resultados similares a la modulacin del principio de necesidad militar. Pero en el caso de Colombia, la lgica que subyace esta decisin de poltica operacional es una lgica de DDHH: no slo cumplir con el propsito humanitario, sino fortalecer a la vez el imperio de la ley, que es la nica garanta de proteccin permanente de esos derechos.
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Si hay dos marcos o paradigmas, el de DDHH y el de DIH, que aplican en difeComando General de las Fuerzas Militares
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Manual de Derecho Operacional rentes circunstancias, es necesario entonces incorporar sus disposiciones en el planeamiento y ejecucin de las operaciones de manera diferenciada, para ayudar a resolver el dilema del soldado: establecer cules son las reglas de cada operacin y asegurar as su conformidad con el marco legal. El Captulo est estructurado de la siguiente manera: (1) Tipos de operaciones militares; (2) Autorizacin de operaciones militares en la lucha contra las BACRIM: El Grupo Asesor; (3) Contenidos mnimos de la orden de operaciones; (4) Reglas de encuentro.
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parte a un conflicto, las partes no estatales estn constituidas tanto por las fuerzas combatientes y partes de la poblacin civil que las apoya, como sus alas polticas o humanitarias. Sin embargo, el trmino grupo armado organizado se refiere exclusivamente al ala armada o militar de una parte no estatal: sus fuerzas armadas en un sentido funcional. Esta distincin tiene consecuencias importantes para determinar la membreca en un grupo armado organizado, en contraste con otras formas de afiliacin con, y apoyo a, una parte no estatal al conflicto209 . Desde el punto de vista legal, existen dos tipos generales de operaciones militares: (i) Operaciones en escenarios de hostilidades: Operaciones dirigidas contra un objetivo militar debidamente identificado, relacionado necesariamente con un grupo armado organizado; y (ii) Operaciones para el mantenimiento de la seguridad: Todas las dems operaciones, que no estn dirigidas contra un objetivo militar especfico. Las primeras se refieren a todas las operaciones en las que el uso de la fuerza puede ser el primer recurso y cuyo planeamiento se adecua a las disposiciones del DIH, bajo el paradigma de hostilidades.
209 Traduccin libre. Original en ingls: Organized armed groups belonging to a non-State party to an armed conflict include both dissident armed forces and other organized armed groups. Dissident armed forces essentially constitute part of a States armed forces that have turned against the government. Other organized armed groups recruit their members primarily from the civilian population but develop a sufficient degree of military organization to conduct hostilities on behalf of a party to the conflict, albeit not always with the same means, intensity and level of sophistication as State armed forces. In both cases, it is crucial for the protection of the civilian population to distinguish a non-State party to a conflict (e.g., an insurgency, a rebellion, or a secessionist movement) from its armed forces (i.e., an organized armed group). As with State parties to armed conflicts, non-State parties comprise both fighting forces and supportive segments of the civilian population, such as political and humanitarian wings. The term organized armed group, however, refers exclusively to the armed or military wing of a non-State party: its armed forces in a functional sense. This distinction has important consequences for the determination of membership in an organized armed group as opposed to other forms of affiliation with, or support for, a non-State party to the conflict. CICR, Gua para interpretar la nocin de participacin directa en las hostilidades segn el derecho internacional humanitario, 2009. Pgs. 33-34.
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Manual de Derecho Operacional Las segundas se refieren a todas aquellas operaciones que no tienen como propsito atacar un objetivo militar especfico. Estas deben adecuarse a las normas de DDHH donde el uso de la fuerza debe ser la ltima opcin (Captulo III). Por ejemplo: operaciones de control militar de rea, operaciones contra el narcotrfico, etc. As estas operaciones pretendan, por ejemplo, impedir que grupos armados organizados de cualquier ndole ingresen a una zona (control militar de rea), si la operacin no est dirigida contra un grupo especfico en un lugar especfico y enmarcada en una orden de operaciones soportada con la debida inteligencia, tiene que regirse por el paradigma de hacer cumplir la ley, es decir actuar en un marco de DDHH. Con ms razn cuando se trata de operaciones contra la criminalidad como las que desarrolla la Brigada contra el Narcotrfico (proteccin de la erradicacin, destruccin de laboratorios, etc.), en las cuales por lo general no se trata de atacar un objetivo militar, sino de interrumpir las actividades del narcotrfico.
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En cuanto a la primera, la respuesta es menos obvia de lo que pueda parecer. Si bien en Colombia existen organizaciones armadas ilegales como las FARC y el ELN que sin dificultad cumplen con los criterios de organizacin y despliegue de hostilidades contenidos en la definicin de grupo armado organizado del CICR, y por dcadas han sido combatidos como tales, hay nuevos grupos asociados al narcotrfico que el Gobierno ha denominado Bandas Criminales (BACRIM) y que eventualmente tambin podran satisfacer esos criterios. Dado que la violencia de las BACRIM con frecuencia sobrepasa la capacidad de la Polica Nacional, tanto por su intensidad como por su despliegue territorial, es necesario establecer cundo y cmo las FFMM deben actuar en apoyo a la Polica Nacional en su lucha contra las mismas. Para ello, el Comando General de las Fuerzas Militares ha expedido dos directivas, la Directiva 208 de 2008 y la Directiva 216 de 2009, establecen: el procedimiento para determinar cundo un grupo armado, y en particular una BACRIM, alcanza un nivel de violencia y organizacin que implica la existencia de una situacin de hostilidades, y por lo tanto supone la necesidad de desplegar a las FFMM; y el procedimiento a seguir una vez el Grupo Asesor del que trata la Directiva 208 de 2008 ha determinado las BACRIM contra las cuales las FFMM pueden actuar.
Sin perjuicio de los lineamientos del Grupo Asesor sobre las BACRIM que eventualmente pueden ser objeto de operaciones militares en apoyo a la Polica Nacional, las FFMM tienen la obligacin, utilizando la tarjeta azul (ver abajo), de actuar contra cualquier grupo de BACRIM que detecten o sobre el que reciban indicios de presencia dentro de su jurisdiccin, como es su deber hacerlo contra cualquier grupo armado ilegal en cumplimiento de sus obligaciones constitucionales.
a. Requerimiento
El procedimiento de autorizacin inicia con un requerimiento de reunin del Grupo Asesor, proveniente de: Comando General de las Fuerzas Militares
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Manual de Derecho Operacional (1) El Director General de la Polica Nacional cuando se presenten amenazas que rebasen la capacidad operativa de la Polica Nacional; o (2) Los Comandantes de Fuerza o Divisin o sus equivalentes en la Fuerza Area y la Armada Nacional, cuando consideren que existe una situacin que podra estar rebasando la capacidad operativa de la Polica Nacional y piden ponerla de presente a esta institucin.
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vel de hostilidad y organizacin de las agrupaciones ilegales que delinquen en el pas (ver literal d infra); y asesorar al Comando General de las Fuerzas Militares sobre el apoyo militar a la Polica Nacional para combatir una agrupacin ilegal en particular.
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Manual de Derecho Operacional dad y el comportamiento de esa organizacin y asignar las tareas correspondientes; y de acuerdo con ese anlisis, los Comandantes determinarn el tipo de operacin a realizar y las reglas de encuentro aplicables, teniendo en cuenta las caractersticas de esa organizacin y siguiendo las directrices de las Directivas 17 y 32 de 2009 del Ministerio de Defensa Nacional. Adicionalmente,los Comandantes de Divisin o sus equivalentes en la Fuerza Area y la Armada, podrn coordinar con la Polica de esa jurisdiccin, para que sta gestione el acompaamiento de polica judicial en la conduccin de las operaciones contra las BACRIM.
a. Situacin
El anlisis de la situacin, en lo relacionado con el enemigo debe , incluir: la caracterizacin de la situacin y; de ser el caso, la autorizacin correspondiente del Grupo Asesor, cuando se trate de operaciones militares en apoyo a la Polica Nacional en la lucha contra las BACRIM.
b. Misin
La descripcin de la misin debe incluir: la seleccin del tipo general de operacin de conformidad con el aparte 1 del presente Captulo: Operaciones en escenarios de hostilidades.
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Operaciones para el mantenimiento de la seguridad el tipo de operacin segn la doctrina propia de cada Fuerza.
c. Ejecucin
La descripcin de la ejecucin de la operacin debe incluir el concepto operacional del Comandante. Dentro de estos apartes se deben incorporar los siguientes contenidos, segn se trate de una operacin en escenario de hostilidades o de una operacin para el mantenimiento de la seguridad:
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Manual de Derecho Operacional sobre el enemigo, indicando el efecto que se pretende conseguir sobre ste. Proporcionalidad: Evaluar si los daos a la poblacin o a bienes civiles resultan excesivos con relacin a la ventaja militar concreta y directa prevista. Distincin: Identificar, con base en informacin de inteligencia, la presencia de bienes o personas protegidas y verificar que el objetivo se limite a miembros de un grupo armado organizado o a personas que participen directamente en las hostilidades. Precauciones en el ataque y contra los efectos del ataque: tomar todas las medidas necesarias de precaucin en el ataque y contra sus efectos teniendo en cuenta lo establecido en el captulo II numeral 4 literal b del presente Manual. En particular, tomar todas las medidas posibles para evitar el desplazamiento de poblacin civil. Reglas de encuentro: identificar el conjunto de reglas de encuentro aplicables a la operacin y disponer los mecanismos para verificar que quienes la ejecuten conozcan tales reglas. (Al respecto, ver el aparte 4 de este Captulo.) Instrucciones de coordinacin: incluir los pasos a seguir por parte del primer respondiente y los datos de contacto de las autoridades de polica judicial y de Fiscala para el desarrollo de las actividades descritas en el Captulo VI del presente Manual, as como las dems que se consideren pertinentes.
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Necesidad absoluta: Recordar que de acuerdo a este tipo de operacin slo se podr hacer uso de la fuerza como ltimo recurso siguiendo las condiciones establecidas en el numeral 3 del capitulo III. Proporcionalidad: reiterar la obligacin de moderacin al hacer uso de la fuerza y actuar en proporcin a la gravedad de la amenaza y al propsito legtimo que se persiga. Reiterar que slo se puede utilizar la fuerza necesaria para lograr dicho propsito. Reglas de encuentro: incorporar las reglas de uso de la fuerza para la conduccin de operaciones terrestres de mantenimiento de la seguridad. Instrucciones de coordinacin: Incluir los pasos a seguir por parte del primer respondiente y los datos de contacto de las autoridades de polica judicial y de Fiscala para el desarrollo de las actividades descritas en Captulo VI del presente Manual. Es importante incluir las reglas especficas de proteccin de la poblacin y medidas de precaucin que deban tenerse en cuenta para el desarrollo de la operacin.
4. Reglas de encuentro
Las reglas de encuentro son un conjunto de normas sencillas que determinan los niveles, intensidades y tipos de uso de la fuerza. Se trata de un conjunto de reglas que integran las obligaciones de DDHH y DIH al lenguaje operacional y establecen las circunstancias en que se puede entablar combate y delimitan as el uso de la fuerza. Es posible clasificar las reglas de encuentro en: (i) reglas para situaciones en las que el uso de la fuerza puede ser el primer recurso; y (ii) reglas para situaciones en las que el uso de la fuerza debe ser el ltimo recurso. Comando General de las Fuerzas Militares
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Manual de Derecho Operacional Las primeras son tambin conocidas como reglas de enfrentamiento; las segundas son normas de conducta para funcionarios encargados de hacer cumplir la ley o reglas de uso de la fuerza, las cuales fueron expuestas en el Captulo III. En ambos casos, las reglas de encuentro constituyen una herramienta primaria del Comandante para regular el uso de la fuerza y por esta razn, actan como piedra angular en la disciplina de las normas operacionales. La existencia de reglas de encuentro claras, precisas y sencillas ayudan a garantizar un uso controlado de la fuerza. Al respecto, la Poltica Integral de DDHH y DIH del Ministerio de Defensa Nacional seal que en la medida en que la consolidacin necesariamente avanza a diferentes velocidades en diferentes partes del territorio, habr que adecuar las RDE a esos escenarios para asegurar un uso controlado de la fuerza210 (Subraya fuera del texto). En efecto, los dos conjuntos de reglas de encuentro permiten a quienes se enfrentan directamente con escenarios en los que se debe hacer uso de la fuerza, un entendimiento claro y sencillo sobre cmo se debe proceder ante stas situaciones en el cumplimiento de un objetivo legtimo. Las reglas de encuentro cumplen a la vez con objetivos legales, polticoestratgicos, y militares: el objetivo legal consiste en imponer al Comandante restricciones legales para el cumplimiento de la misin, ofrecindole posibilidades ms o menos amplias de uso de la fuerza dentro de la legalidad 211. el objetivo poltico-estratgico busca asegurar que la poltica de Estado y sus objetivos estratgicos se reflejen en la conducta de las operaciones en el terreno. el objetivo militar consiste en proporcionar al Comandante los parmetros dentro de los cuales debe actuar, incluyendo el tipo de armamento, y al soldado las circunstancias en las que puede hacer uso de la fuerza212.
210 Ministerio de Defensa Nacional, Poltica Integral de DDHH y DIH. Pr. 31. Bogot, 2008; 211 dem. Pr. 93. 212 dem.
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Estas reglas colocan un lmite a las posibilidades del Comandante para el uso de la fuerza, evitando as que se exceda la fuerza necesaria para el cumplimiento de la misin y garantizando que el Comandante mantenga la autoridad sobre la utilizacin o restriccin de determinadas armas y tcticas dentro de las operaciones. Es importante tener en cuenta que las reglas de encuentro, ordenadas desde el nivel poltico, tienen implicaciones a nivel estratgico, operacional y tctico213. El Ministerio de Defensa Nacional expidi la Directiva Permanente Reservada 17 de 2009 mediante la cual se expidieron dos conjuntos de reglas de encuentro para las FFMM y se orden el sistema para su aplicacin y entrenamiento. Posteriormente se expidi la Directiva Permanente Reservada 22 del 15 de julio de 2009, derogada tcitamente por la Directiva 32 del 16 de octubre de 2009, que precisa el contenido de las reglas de encuentro. El presente Captulo tiene como finalidad incorporar a la conduccin de operaciones militares dos conjuntos de reglas de encuentro de nivel tctico, que reflejen todo el andamiaje jurdico desarrollado en el Manual y aseguren as la legalidad de las operaciones. A continuacin se presentan los dos conjuntos de reglas de encuentro contenidos en las Directivas 17 y 32 de 2009 del Ministerio de Defensa, un conjunto de definiciones para su implementacin, autorizacin y una breve referencia al sistema de entrenamiento que debe preceder a su implementacin.
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Manual de Derecho Operacional de hostilidades que se dirigen contra objetivos militares precisos relacionados con grupos armados organizados. Cuando en el anlisis previo a la ejecucin de cualquier operacin militar se pueda identificar plenamente un objetivo militar en cumplimiento de los principios de de limitacin, distincin y proporcionalidad; su neutralizacin sea necesaria y represente una ventaja militar directa, concreta y prevista; y la intencin del Comandante sea planear un tipo de operacin en el que el uso de la fuerza pueda ser el primer recurso, quienes participen en la operacin deben conocer y entrenar este conjunto de reglas de enfrentamiento que sern conocidas como tarjeta roja:
b. Reglas de uso de la fuerza para la conduccin de operaciones terrestres de mantenimiento de la seguridad 106
Estas reglas rigen la conduccin de las operaciones cuyo fin es mantener la seguridad, en contextos operacionales en los que no se busca atacar un objetivo militar determinado. Se trata de garantizar la consolidacin del territorio y el respeto por el Estado de derecho. El no poder hacer uso de la fuerza como primera opcin no significa de ninguna manera que el soldado queda desprotegido. Siempre podr recurrir a la legtima defensa, cuando las circunstancias lo obliguen. Las operaciones que se desarrollen dentro de este marco en el territorio colombiano debern tener en cuenta las siguientes reglas de uso de la fuerza que sern conocidas como tarjeta azul:
c. Definiciones
A continuacin se presenta el conjunto de definiciones aplicables al sistema de reglas de encuentro.
(i) Definiciones para reglas de enfrentamiento para el combate terrestre Tarjeta Roja:
Comando General de las Fuerzas Militares
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Manual de Derecho Operacional Fuerza: Uso de un medio que razonablemente puede causar lesiones o la muerte. Objetivo militar: Objeto que por su naturaleza, ubicacin, finalidad o utilizacin contribuye eficazmente a la accin militar o cuya destruccin total o parcial, captura o neutralizacin ofrezca en las circunstancias del caso una ventaja militar definida. Blanco lcito: Miembros de grupos armados organizados y personas que participan directamente en las hostilidades. Enmarcado en una orden de operaciones: El uso de la fuerza en contra de la agrupacin armada en el marco de la tarjeta roja debe haber sido previamente autorizado por la autoridad competente y a travs del procedimiento diseado para tal fin. Adicionalmente, la orden de operaciones, las apreciaciones y los documentos anexos, deben delimitar el objetivo militar (por ejemplo, en sus coordenadas) o identificar el blanco lcito (por ejemplo, indicando los frentes de la agrupacin armada en contra de los cuales se dirige la operacin). Identificacin del objetivo: Para hacer uso de la fuerza es necesario verificar que el objetivo militar o blanco lcito que se pretende atacar, coincide razonablemente con lo delimitado e identificado previamente en la orden de operaciones, las apreciaciones y los documentos anexos. Uso dirigido de las armas y ataque no indiscriminado: El uso de la fuerza debe hacerse en contra del objetivo militar o el blanco lcito. Son indiscriminados los ataques que no estn dirigidos contra un objetivo militar o un blanco lcito concreto. Reducir al mximo daos: Se deben emplear slo los medios y mtodos necesarios. La obligacin de reducir los daos no implica una prohibicin del uso de la fuerza, sino una obligacin de evitar al mximo posible que la fuerza usada cause daos en personas o bienes protegidos.
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Bienes protegidos: Son bienes protegidos aquellos bienes civiles, como los indispensables para la supervivencia de la poblacin civil, los culturales o histricos o los que contengan fuerzas peligrosas, entre otros, siempre que no hayan sido definidos previamente como objetivos militares. Personas protegidas: Son personas protegidas: (i) los civiles; (ii) quienes no participan directamente en las hostilidades; (iii) quienes han depuesto las armas; (iv) quienes han quedado fuera de combate; (v) el personal sanitario; (vi) el personal religioso; (vii) el personal de socorro humanitario y; (viii) los periodistas. Legtima defensa: Derecho de hacer uso de la fuerza en defensa propia o de otras personas cuando exista una agresin injusta, actual o inminente, que no fuera evitable de otra manera. Peligro: Toda aquella situacin cierto que represente agresin injusta actual o inminente contra s mismo, o contra terceros. Cada Fuerza determinar en qu caso el peligro inminente contra bienes pblicos, naves o aeronaves podr ser considerado un peligro cierto que represente una amenaza contra la vida o la integridad personal.
(ii) Definiciones para reglas de uso de la fuerza para operaciones terrestres de mantenimiento de la seguridad
Fuerza: Uso de un medio que razonablemente puede causar lesiones o la muerte. ltima opcin: Agotar todos los medios y mtodos (como la desmovilizacin y la captura entre otros), antes de aplicar aquellos que razonablemente puedan causar lesiones graves o muerte, siempre que la inminencia del peligro lo permita. Identificacin: Identificarse como miembro de las Fuerzas Militares proclamndolo a viva voz, siempre que la inminencia del peligro lo permita. Clara advertencia: Antes de hacer uso de la fuerza debe adverComando General de las Fuerzas Militares
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Manual de Derecho Operacional tir su intencin de hacerlo con tiempo suficiente, salvo que al dar esta advertencia se pusiera indebidamente en peligro a s mismo, o creara un riesgo de muerte o lesiones graves a otras personas, o resultara evidentemente inadecuada o intil segn las circunstancias del caso. Manera proporcional: Intensidad, cadencia y tiempo de uso de la fuerza necesarios para hacer cesar un peligro inminente. Legtima defensa: Derecho de hacer uso de la fuerza en defensa propia o de otras personas cuando exista una agresin injusta, actual o inminente, que no fuera evitable de otra manera. Peligro: Todo aquel peligro cierto que represente agresin injusta actual o inminente contra s mismo, o contra terceros. Cada Fuerza determinar en qu caso el peligro inminente contra bienes pblicos, naves o aeronaves podr ser considerado un peligro cierta que represente una amenaza contra la vida o la integridad personal.
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mandante que planea la operacin: las RDE se derivan del tipo de operacin, que responde a la amenaza, y no al lugar o territorio donde se lleven a cabo.
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214 Ministerio de Defensa Nacional, Poltica Integral de DDHH y DIH. Pr. 57; Bogot, 2008.
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EN RESUMEN:
Los tipos y procedimientos de las operaciones militares son muchos y variados. No es el propsito de este Manual sentar doctrina en la materia, pero s aclarar el marco legal en el que se desarrollan en Colombia. La pregunta fundamental es: la operacin va dirigida contra un objetivo militar preciso (personas, campamentos, medios, etc.), relacionado por definicin con un grupo armado organizado? Desde el punto de vista legal, existen dos tipos generales de operaciones militares:(i) Operaciones en escenarios de hostilidades: Operaciones dirigidas contra un objetivo militar debidamente identificado, relacionado necesariamente con un grupo armado organizado; y (ii) Operaciones para el mantenimiento de la seguridad: Todas las dems operaciones, que no estn dirigidas contra un objetivo militar especfico. Dado que la violencia de las BACRIM con frecuencia sobrepasa la capacidad de la Polica Nacional, tanto por su intensidad como por su despliegue territorial, es necesario establecer cundo y cmo las FFMM deben actuar en apoyo a la Polica Nacional en su lucha contra las mismas. Para ello, el Comando General de las Fuerzas Militares ha expedido dos directivas, la Directiva 208 de 2008 y la Directiva 216 de 2009, que determinan: (i) el procedimiento para determinar cundo un grupo armado, y en particular una banda criminal, alcanza un nivel de violencia y organizacin que implica la existencia de una situacin de hostilidades, y por lo tanto supone la necesidad de desplegar a las Fuerzas Militares; y (ii) el procedimiento a seguir una vez el Grupo Asesor del que trata la Directiva 208 de 2008 ha determinado las BACRIM contra las cuales las FFMM pueden actuar. Sin perjuicio de los lineamientos del grupo asesor sobre las BACRIM que eventualmente pueden ser objeto de operaciones militares en apoyo a la Polica Nacional, las FFMM tienen la obligacin, utilizando la tarjeta azul (ver abajo), de actuar contra cualquier grupo de BACRIM que detecten o sobre el que reciban indicios de presencia dentro de su jurisdiccin, como es su deber hacerlo contra cualquier grupo armado ilegal en cumplimiento de sus obligaciones constitucionales.
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Las reglas de encuentro son un conjunto de normas sencillas que determinan los niveles, intensidades y tipos de uso de la fuerza. Se trata de un conjunto de reglas que integran las obligaciones de DDHH y DIH al lenguaje operacional y establecen las circunstancias en que se puede entablar combate y delimitan as el uso de la fuerza. Cuando en el anlisis previo a la ejecucin de cualquier operacin militar se pueda identificar plenamente un objetivo militar en cumplimiento de los principios de limitacin, distincin y proporcionalidad; su neutralizacin sea necesaria y represente una ventaja militar directa, concreta y prevista; y la intencin del Comandante sea planear un tipo de operacin en el que el uso de la fuerza pueda ser el primer recurso, quienes participen en la operacin deben conocer y entrenar este conjunto de reglas de enfrentamiento que sern conocidas como tarjeta roja . Las operaciones que se desarrollen dentro de este marco en el territorio colombiano debern tener en cuenta las siguientes reglas de uso de la fuerza que sern conocidas como tarjeta azul . El marco general de las RDE ha sido aprobado por el Ministro de Defensa Nacional, en las directivas mencionadas. El Comandante General de las Fuerzas Militares o los Comandantes de Fuerza aprueban la implementacin particular de las reglas, de acuerdo con las propuestas que hagan los Comandantes de Comando Conjunto, Divisin, Comando Areo y Fuerza Naval. Los Comandantes militares planearn sus operaciones de conformidad con los tipos de operaciones autorizados por el superior jerrquico. La autorizacin de las RDE corresponde al superior jerrquico del Comandante que planea la operacin: las RDE se derivan del tipo de operacin, que responde a la amenaza, y no al lugar o territorio donde se lleven a cabo. Puede existir una autorizacin en el cambio de las reglas de encuentro? No. Si durante la ejecucin de una operacin en tarjeta azul el Comandante recibe informacin de inteligencia que le permite planear una operacin contra un objetivo militar especfico, en efecto tendr que planear una nueva operacin y pasar por todos los pasos del proceso militar de toma de decisiones, incluyendo pedir autorizacin a su superior
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jerrquico para el tipo de operacin y en consecuencia para las reglas de encuentro aplicables. Lo anterior deber quedar consignado en la nueva orden de operaciones. Si la orden del superior jerrquico es desarrollar la operacin en el marco de la tarjeta roja de reglas de encuentro, el subalterno podr ordenar el desarrollo de la operacin restringiendo el uso de la fuerza, si las circunstancias as lo ameritan, teniendo en cuenta la informacin disponible al momento y la responsabilidad que como Comandante le asiste. En cualquier caso, es importante tener en cuenta que las normas humanitarias de proteccin de la poblacin han sido incorporadas de manera automtica al ordenamiento jurdico colombiano. De ah que una operacin, cuyo objetivo sea mantener la seguridad y donde en legtima defensa se tenga que hacer uso de la fuerza para enfrentar un ataque, tambin est sometida al cumplimiento de las normas de proteccin del DIH. Siempre, tanto en operaciones de tarjeta roja como en operaciones de tarjeta azul, los miembros de las Fuerzas Militares podrn hacer uso de la fuerza en ejercicio del derecho a la legtima defensa ante cualquier agresin que represente un peligro grave e inminente para su propia vida o la de terceros.
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De conformidad con lo dispuesto en el artculo 95 numeral 7 de la Constitucin Poltica en relacin con el deber de colaboracin con las autoridades judiciales, este captulo introduce los elementos necesarios para fortalecer la coordinacin, colaboracin y cooperacin con la justicia. Comando General de las Fuerzas Militares
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Manual de Derecho Operacional La cooperacin judicial es un elemento esencial para la aplicacin adecuada del marco jurdico, y es a la vez un componente estratgico de la consolidacin. La Poltica Integral de DDHH y DIH del Ministerio de Defensa Nacional dice: en la medida en que el Estado llega a las regiones ms apartadas del pas y se reduce la amenaza, la justicia cobra un papel preponderante sobre el empleo de la fuerza militar. Y as debe ser: la consolidacin no es otra cosa que el trnsito a la normalidad, de manera que la poblacin pueda gozar de unos estndares normales de seguridad y de bienestar. Y la garanta de que esa normalidad echa races es la efectiva administracin de justicia y la provisin de todos los servicios del Estado215 . El complemento jurdico a este propsito estratgico es el desarrollo de protocolos al interior de las FFMM que aseguren la conformidad de sus procedimientos con las exigencias del sistema judicial, para dar as aplicacin al marco legal216 . La coordinacin con la justicia es imprescindible para la consolidacin y para la transparencia de la accin de las FFMM217. La jurisprudencia de la Corte Constitucional ha establecido que las FFMM no tienen competencia para ejercer funciones de polica judicial, lo que necesariamente obliga a la cooperacin y coordinacin, en especial en aquellas reas del pas que tienen una dbil presencia institucional218. Por otra parte, la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia ha establecido una competencia preferente en la indagacin preliminar por parte de la Fiscala de aquellas conductas punibles que por sus antecedentes pueden ser constitutivas de una grave violacin de los derechos humanos219. Adems, la experiencia y
215 Ministerio de Defensa Nacional, Poltica Integral de DDHH y DIH. Par. 21; Bogot, 2008. 216 Como lo seala la Poltica Integral de DDHH y DIH Ministerio de Defensa Nacional. Idem. 217 La Poltica Integral de DDHH y DIH del Ministerio de Defensa Nacional dice al respecto:por una parte, el concurso de la Fiscala General de la Nacin y del CTI son esenciales para garantizar una adecuada judicializacin de las organizaciones armadas ilegales y asegurar el buen funcionamiento de la justicia en todo el territorio nacional. Por la otra, el apoyo de la Fiscala y el CTI es tambin imprescindible en las investigaciones por presuntas violaciones a los DDHH e infracciones al DIH Pr 167. . 218 Ver sentencias Corte Constitucional: C-034 de 1993, M.P. Eduardo Cifuentes Muoz; C-179 de 1994, M.P. Carlos Gaviria Daz; C-251 de 2002, Eduardo Montealegre Lynett y Clara Ins Vargas Hernndez; y C-1024 de 2002, M.P. Eduardo Beltrn Sierra. 219 Siempre compete a la Fiscala General de la Nacin, de manera preferente y en primer orden,
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recursos tcnicos de los cuerpos permanentes de polica judicial en el desarrollo de labores investigativas y actos urgentes, y la importancia de garantizar absoluta transparencia en las investigaciones por hechos relacionados con operaciones militares hacen que el cumplimiento de las obligaciones previstas por la ley sean mucho ms exigentes para los miembros de la Fuerza Pblica. Por esa razn, en junio de 2006 el Ministro de la Defensa y el Fiscal General de la Nacin firmaron un acuerdo segn el cual cuando se produzcan muertes en combate ser el CTI el que lleve a cabo la inspeccin al lugar de los hechos, dando alcance as a lo previsto en el sistema penal acusatorio adoptado por el ordenamiento jurdico interno. Seala que mientras los funcionarios de polica judicial se hacen presentes en el lugar de los hechos, los miembros de las FFMM deben preservar la escena como primeros respondientes, llevando a cabo una serie de tareas bsicas con miras a que el lugar de los hechos, los elementos materiales probatorios y evidencia fsica no se alteren, contaminen, destruyan ni deterioren. As mismo, las Directivas No. 10 y 19 de 2007, expedidas por el Ministerio de Defensa, prevn instrucciones para el cumplimiento del deber de colaboracin con las autoridades judiciales y sealan obligaciones puntuales con el fin de apoyar el desplazamiento y las diligencias que deben llevar a cabo dichas autoridades en el marco de las investigaciones que cursan por hechos relacionados con el desarrollo de operaciones militares. Las instrucciones se sintetizan a continuacin: Los Comandantes de las Unidades Militares, a todo nivel, debern agotar todos los recursos disponibles para que cuando se presenten hechos que revistan las caractersticas del homicidio (artculo 103 Cdigo Penal) o del homicidio en persona protegida (artculo 135 Cdigo Penal), las actividades de indagacin e investigacin sealadas en el artculo 205 del Cdigo de Procedimiento Penal sean realizadas por los rganos de polica judicial
asumir la indagacin preliminar de aquellas conductas punibles cometidas por miembros de la fuerza pblica que por sus antecedentes pueden ser constitutivas de una grave violacin de los derechos humanos y slo cuando la Fiscala establezca con respecto a ellas, la existencia de los factores de carcter subjetivo y funcional que justifican el reconocimiento del fuero instituido por el artculo 221 de la Carta, podr remitir la actuacin a esa autoridad, garantizando as el carcter excepcional y restrictivo del fuero militar, en los trminos tratados en el punto anterior Proceso No 26137, Corte Suprema de Justicia, Sala . de Casacin Penal, M.P. Sigifredo Espinosa Prez, Aprobado Acta No. 127, Bogot, D.C., 6 de mayo de 2009.
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Manual de Derecho Operacional permanentes a que se refiere el artculo 201 de la misma norma. Si es del caso, facilitarn el transporte de los servidores pblicos. Si la Unidad no cuenta con disponibilidad de transporte areo, solicitar apoyo inmediato a la Fuerza Area Colombiana. El personal de las FFMM facilitar y apoyar la prctica oportuna de las diligencias judiciales ordenadas por autoridad competente en el curso de investigaciones por presuntos homicidios en persona presuntamente protegida. Tratndose de testimonios y/o diligencias de indagatoria, o entrevistas y/o interrogatorio al indiciado, el personal militar ser puesto a disposicin de la autoridad competente a la mayor brevedad posible. Cuando se reciba informacin sobre la decisin que ordena la prctica de pruebas, el Comandante respectivo har conocer de la autoridad judicial la disposicin del apoyo y colaboracin necesarios para que las investigaciones avancen con la celeridad que la gravedad de los hechos investigados amerite.
El mejor ejemplo de transparencia -y tambin la mejor defensa- de todo miembro de la Fuerza Pblica consiste en asegurar que luego de un enfrentamiento en el cual se produjeron muertes en combate, quienes participaron en ste se limiten a acordonar la escena de los hechos y reportar el hecho de manera inmediata a las autoridades de polica judicial para que lleven a cabo los actos urgentes. Cualquier actuacin adicional puede comprometer la escena de los hechos y contaminar los elementos que luego servirn de evidencia durante la investigacin, adems de constituir un delito220. Adicionalmente,es importante que los miembros de las FFMM tengan claridad sobre su rol de apoyo a las autoridades judiciales en otras diligencias de carcter judicial. Para aclarar todas estas responsabilidades, el Captulo est estructurado as: (1)
220 Es necesario recodar que las FFMM no tienen competencia para ejercer funciones de Polica Judicial. En efecto, esta prohibicin ha sido reiterada por la jurisprudencia de la Corte Constitucional. Ver sentencias Corte Constitucional: C-034 de 1993, M.P. Eduardo Cifuentes Muoz; C-179 de 1994, M.P. Carlos Gaviria Daz; C-251 de 2002 M.P. Eduardo Montealegre Lynett y Clara Ins Vargas Hernndez; y C-1024 de 2002, M.P. Eduardo Beltrn Sierra.
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Actividades de primer respondiente; (2) Procedimientos para la captura; (3) Procedimientos para desmovilizacin de miembros de grupos armados ilegales; (4) Procedimientos para la desvinculacin de menores; y (5) Actividades que deben ser llevadas a cabo por autoridades de polica judicial.
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Manual de Derecho Operacional ron los hechos, incluyendo los alrededores, reas adyacentes, lugares relacionados y rutas de escape222.
c. Qu son los Elementos Materiales Probatorios (EMP) y las Evidencias Fsicas (EF)?
Por EMP o EF debe entenderse cualquier objeto relacionado con un hecho que amerita investigacin penal. Por ejemplo: cadver, armas, documentos, computadores, estupefacientes (muestras), dinero, entre otros223.
Los registros que haga el primer respondiente y que estn encaminados a garantizar la seguridad de los civiles y militares cercanos a la escena de los hechos deben realizarse procurando preservar la integridad de los EMP y EF. En el evento extremo de hacer alteraciones, ha de justificarlo y reportarlo a las autoridades judiciales.
222 Manual nico de Polica Judicial Consejo Nacional de Polica Judicial, Pg.83.En:www.fiscalia.gov.co 223 dem
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El Primer Respondiente se debe ceir a un procedimiento estricto que garantice su seguridad y evite cualquier tipo de contaminacin de la escena. El Primer Respondiente deber: adoptar medidas de autoproteccin; confirmar la existencia de heridos, prestar apoyo e identificarlos; verificar y confirmar que la informacin inicial implica que existe un hecho a investigar; por ejemplo: (i) occisos (en combate o por hallazgo); (ii) lesionados (en combate o por hallazgo); y (iii) hurtos224; avisar el hallazgo al Comandante de la unidad superior quien deber hacer el enlace con la Polica Judicial; acordonar y asegurar el lugar de los hechos. Este acordonamiento debe incluir la posicin del occiso(s) y de la tropa; impedir el paso de personas no asignadas a la diligencia, tales como periodistas, parientes, amigos, curiosos y miembros de instituciones de alto rango y miembros de la Fuerza Pblica, entre otros (si excepcionalmente estas personas ingresan se deber escribir tal situacin en el formato de primer respondiente); verificar la existencia de muertos: no manipularlos, desvestirlos, cambiarles las prendas o sustraer documentos; verificar y dejar constancia de la existencia de posibles artefactos explosivos y dems elementos que representen peligro; Identificar a los testigos (si existen), ubicar el lugar de su residencia y registrar los datos que faciliten su posterior localizacin por parte de la autoridad judicial;
224 Esta situacin se da, por ejemplo, cuando existen hurtos en predios rurales en concurso con otros delitos y cuando es de conocimiento de la Fuerza Pblica. En este evento, las FFMM deben actuar como autoridad primer respondiente.
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Manual de Derecho Operacional tomar las precauciones necesarias, en caso de producirse capturas, para su requisa y aislamiento, as como proceder a su descripcin e identificacin; informar al capturado (s) sobre sus derechos y deben surtirse los procedimientos para efectos de poner de inmediato al capturado (s) a disposicin de la autoridad judicial competente; entregar el lugar de los hechos a la polica judicial con formato diligenciado por el primer respondiente; orientar a la polica judicial sobre aspectos que puedan ser importantes para la diligencia; por ejemplo: delincuencia que opera en el lugar, datos sobre seguridad, hechos relacionados, vas de evacuacin, entre otros; permanecer en el lugar hasta tanto se concluya la actividad all realizada; y retirarse nicamente cuando sea autorizado por la autoridad de polica judicial que dirija la actuacin. Aunado a lo anterior, el Primer Respondiente deber diligenciar un formato con el cual se hace entrega del lugar de los hechos a la polica judicial. Para diligenciar este formato, el primer respondiente deber225: escribir cualquier novedad como traslado de heridos, presencia de testigos, presencia de personal paramdico en el lugar, o cualquier procedimiento realizado en el sitio; describir distancias, tiempo y terreno (modo, tiempo y lugar) de la ocurrencia del hecho; no realizar apreciaciones personales (no utilizar palabras como: sos-
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pechoso, bandido, narcoterrorista, bandolero. Puede usar palabras como: infractor de la ley); ser detallado y especfico; hacer una narracin cronolgica (hora y fecha) concreta de los hechos; ser objetivo, es decir solo describir aquello que se puede percibir por los sentidos; abstenindose de consignar conclusiones o consideraciones personales o hipotticas; utilizar un lenguaje sencillo; identificar exactamente lugares y EMP; dejar constancia de cualquier alteracin o modificacin que por fuerza mayor haya tenido que efectuar; dejar constancia de las actividades realizadas; firmar el formato y entregarlo a la polica judicial tan pronto se haga presente; Los informes que diligencie y entregue el primer respondiente deben ser claros, descriptivos y reflejar de manera precisa lo ocurrido.
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Manual de Derecho Operacional Existen diferentes formas de captura como se explicar a continuacin.
b. Captura en Flagrancia229:
Por flagrancia se debe entender el acto de sorprender a una o ms personas en el instante de cometer un delito o inmediatamente despus, sea que se ejecute en presencia de personas o que se perciba a travs de
227 Artculo 297, Cdigo de Procedimiento Penal, Ley 906 de 2004. 228 Corte Constitucional, Sentencia C-1024 de 2002. M.P. Alfredo Beltrn Sierra. Frente a la expresin orden de captura pblicamente requerida debe tenerse en cuenta que este tipo de orden solo se prev en la Ley 600 de 2000. Sin embargo, la sentencia en mencin, permite a cualquier persona realizar la captura si existe orden de captura. 229 Artculo 301, Cdigo de Procedimiento Penal, Ley 906 de 2004.
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cualquier medio tcnico230. De esta manera, existe flagrancia en tres situaciones: (i) cuando la persona es sorprendida y aprehendida al momento de cometer el delito; (ii) cuando la persona es sorprendida o individualizada al momento de cometer el delito y aprehendida inmediatamente despus por persecucin o voces de auxilio de quien presencie el hecho; o (iii) cuando la persona es sorprendida y capturada con objetos, instrumentos o huellas, de los cuales aparezca fundadamente que momentos antes ha cometido un delito o ha participado en l.
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identificar plenamente al aprehendido y verificar que corresponda a la persona que se pretenda capturar; informar inmediatamente de manera verbal y escrita al capturado:
(i) del hecho que se le atribuye y motivo de su captura, y el funcionario que la orden, o de las condiciones de flagrancia en las que se le encontr; (ii) del derecho a indicar una persona a quien se deba comunicar su aprehensin, dejando la correspondiente constancia de que se surti la comunicacin: el funcionario responsable del capturado proceder inmediatamente a comunicarle la retencin a la persona antes indicada; (iii) del derecho que tiene a guardar silencio, que las manifestaciones que haga podrn ser usadas en su contra y que no est obligado a declarar en contra de su cnyuge, compaero permanente o parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o civil y segundo de afinidad; y (iv) del derecho que tiene a designar y a entrevistarse con un abogado de confianza en el menor tiempo posible: de no poder hacerlo, el sistema nacional de defensora pblica proveer su defensa; en ningn caso podr ser interrogado o entrevistado sin su consentimiento y la presencia de su defensor;
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diligenciar Formato Acta derechos del capturado (FPJ6)232; en lo posible efectuar valoracin mdica; conducir al aprehendido inmediatamente ante la Fiscala General de la Nacin o a la Justicia Penal Militar, segn la autoridad que haya expedido la orden de captura. en casos de flagrancia siempre deber ponerse a disposicin de la Fiscala General de la Nacin; la legalizacin de la captura ser de manera inmediata y en todo caso no podr superar las 36 horas a partir de que se realice la aprehensin fsica del capturado: en el trmino mximo de 36 horas deben surtirse todos los procedimientos que culminan con la verificacin de la legalidad de la captura por parte del Juez de Control de Garantas; es de destacar que existe un rgimen especial para la captura de menores de edad en virtud del cual se diferencia entre los menores de 14 aos y los adolecentes entre los 14 y 18 aos233: los menores de 14 aos debern dejarse a disposicin del Juez de Menores inmediatamente y a ms tardar dentro de las 36 horas siguientes a la captura, y no podrn ser privados de la libertad; en cuanto a los adolescentes, debern ser conducidos de inmediato al fiscal delegado ante el juzgado penal de adolescentes quien lo pondr a disposicin del juez de control de garantas234: la privacin de la libertad de adolescentes, en los casos que proceda, se cumplir en establecimientos de atencin especializada en programas del Sistema Nacional de Bienestar Familiar siempre separados de los adultos235; siempre que se realice una captura deber informarse de manera inmediata al superior jerrquico quien deber establecer comunicacin inmediata con la Polica Judicial.
232 Ver Anexo 2 233 Ley 1098 de 2006, Artculo 139. 234 Ley 1098 de 2006, Artculo 141. 235 Artculo 162, Ley 1098 de 2006.
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Manual de Derecho Operacional la Polica Judicial, junto con el primer respondiente que realiz la captura, formalizar todo el procedimiento necesario para la respectiva legalizacin; el arma y los elementos que se hayan encontrado en poder del capturado al momento de su aprehensin debern ponerse a disposicin de la Polica Judicial junto con la informacin obtenida, de lo cual se deja constancia en el formato de actuacin del primer respondiente236.
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desmovilizacin y coadyuvar en la etapa de reincorporacin a la vida civil. Asimismo, el Decreto 2767 del 31 de agosto de 2004 dispone que el Ministerio de Defensa Nacional entregar beneficios por colaboracin, entrega de material y desarrollo de actividades de cooperacin para la Fuerza Pblica conforme al reglamento que expida este Ministerio. As las cosas, un desmovilizado es un miembro de una organizacin armada al margen de la ley que manifiesta su voluntad de desmovilizarse. Una vez el individuo manifiesta de manera libre sta voluntad, debe ser inmediatamente tratado conforme a las siguientes reglas: en el evento en el que una persona se desmovilice en el rea de operaciones es necesario informarlo sobre el programa y sus beneficios, sus derechos y finalmente advertirle que la desmovilizacin no implica colaboracin; bajo ninguna circunstancia se podr amenazar o coaccionar al desmovilizado a colaborar; deber trasladarse en forma inmediata al puesto de mando o a unas instalaciones que garanticen su seguridad y su atencin en condiciones dignas; por ningn motivo el desmovilizado ser alojado en centros de reclusin, salvo orden de autoridad judicial competente o si se ha verificado que tiene orden de captura: sern rigurosamente sancionados cualquier tipo de malos tratos, tanto verbales como fsicos, de conformidad con el rgimen disciplinario y/o penal vigente, segn el caso; si un miembro de una organizacin armada ilegal se presenta ante una unidad militar manifestando su voluntad de desmovilizarse, se le deber informar sobre el programa y sus beneficios, sus derechos y finalmente advertirle que la desmovilizacin no implica colaboracin: no podr ser objeto de ningn tipo de amenaza, ni ser forzado para que suministre informacin; Comando General de las Fuerzas Militares
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Manual de Derecho Operacional el Comandante de la unidad militar informar inmediatamente al PADH la recepcin de un adulto desmovilizado o de un menor desvinculado; en ningn caso, podr informar de la situacin en un trmino superior a veinticuatro (24) horas, con el fin de que se tomen las medidas necesarias para su pronto traslado y la prestacin de la atencin humanitaria debida; posteriormente, se debe presentar el desmovilizado al PAHD, en un plazo no mayor a cinco (5) das calendario, allegando la siguiente documentacin en original y dos (2) copias: (i) acta de entrega voluntaria; (ii) acta de buen trato; (iii) ficha decadactilar y tarjeta bucodental elaboradas por personal idneo (CTI, DAS, DIJIN y SIJIN); (iv) copia del oficio mediante el cual se informa de la desmovilizacin a la autoridad judicial; y (v) entrevista militar especificando el nmero del cdigo del entrevistador y agregando una conclusin en donde se analice la procedencia de certificar la calidad de desmovilizado de la persona en cuestin y las razones por las cuales llega a esa conclusin; si el desmovilizado es requerido por la Polica Judicial o un fiscal delegado con el fin de que rinda una entrevista, deber procurarse toda la colaboracin para adelantar la respectiva diligencia, en lo posible con la presencia del Ministerio Pblico, con el fin evitar cuestionamientos por contaminacin del testigo o acusaciones de presin para que declare en contra de terceros, en caso de que sus declaraciones sean utilizadas como testimonio en juicio; en todo caso, se deber informar de manera inmediata a la autoridad judicial competente la situacin del desmovilizado; la unidad militar, donde hace su presentacin el desmovilizado, debe
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cubrir sus necesidades bsicas de alojamiento, alimentacin y aseo as como de su unidad familiar: los costos en los que incurran las FFMM por estos conceptos sern asumidos por el PAHD. la unidad militar correspondiente tramitar el pago a travs del PAHD, quien a su vez lo har a travs de la Agencia Logstica de las Fuerzas Militares; deber remitir al PAHD los siguientes documentos: (i) una cuenta de cobro; (ii) una planilla de soporte de la alimentacin brindada; y (iii)un acta en donde se certifique el suministro de alimentacin y elementos de aseo; se entiende como grupo familiar del desmovilizado, el (la) cnyuge o el (la) compaero (a) permanente, los hijos y, a falta de cualquiera de los anteriores, los padres. La calidad de familiar se verifica as: (i) padre, con fotocopia de la cdula de ciudadana de los padres y registro civil de nacimiento del desmovilizado; (ii) esposo (a) o compaero (a), con fotocopia del registro civil de matrimonio, la partida de matrimonio o la declaracin extrajuicio en la que conste la convivencia por ms de dos (2) aos y fotocopia de la cdula de ciudadana del esposo (a) o compaero (a) e; (iii) hijos, con el registro civil de nacimiento. en la medida de lo posible, y de acuerdo con las limitaciones propias de la unidad militar, se deber brindar apoyo al PAHD con el traslado del desmovilizado y de su grupo familiar desde el lugar de su entrega hasta un lugar que determine el PAHD; el Ministerio de Defensa Nacional tiene la responsabilidad de brindarle al desmovilizado y su grupo familiar, vestuario de civil, el cual podr ser enviado por el PAHD a la unidad militar que lo solicite, en caso de que la Comando General de las Fuerzas Militares
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Manual de Derecho Operacional estada del desmovilizado se prolongue; para ello, la unidad militar deber enviarle por escrito una solicitud en este sentido al PAHD; el desmovilizado y su grupo familiar recibirn servicios de salud a travs de la red pblica hospitalaria o a travs de las entidades de salud con las cuales el PAHD tenga convenio o contrato vigente, para lo cual bastar certificacin expedida por el PAHD; para ello, la unidad militar deber enviarle por escrito una solicitud en este sentido al PAHD; cuando los Comandantes de Fuerza lo requieran, el desmovilizado podr permanecer en la vivienda militar por un perodo mayor al indicado si ste ha expresado su voluntad de hacerlo con el propsito de cooperar con informacin til para la proteccin de la ciudadana y las instituciones: este trmino en ningn caso puede superar los catorce (14) das calendario, salvo permiso especial del PAHD precedido de solicitud debidamente justificada; las obligaciones humanitarias y asistenciales frente al desmovilizado no quedan suspendidas ni derogadas mientras el desmovilizado se encuentra bajo el cuidado de la unidad militar a la cual le colabora: por lo tanto, el desmovilizado no puede ser sometido a riesgos innecesarios, deben suministrrsele todas las medidas de proteccin especial y deben adoptarse todas las precauciones necesarias para evitar que sea identificado u objeto de hostilidades; igualmente, debern suministrrsele las atenciones mdicas y hospitalarias en caso de ser necesario.
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mado ilegal al que pertenecen, deben recibir un trato especial239. Sin excepcin alguna, ningn desvinculado menor de edad podr participar en actividades de inteligencia, reconocimiento, patrullajes o cualquier tipo de actividad operacional240. Una vez el menor de edad se presenta ante una unidad militar manifestando su voluntad de abandonar el grupo armado ilegal, se debe realizar entrega fsica del menor al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) en el trmino de la distancia o a ms tardar dentro de las treinta y seis (36) horas ordinarias siguientes a la desvinculacin241, para que reciba la proteccin y la atencin integral especializada pertinente. El procedimiento que debe seguirse en estos casos es el siguiente: elaborar, en el momento de la entrega del menor de edad, la siguiente documentacin y allegrsela al ICBF en original y dos (2) copias: acta de entrega voluntaria; acta de buen trato; ficha decadactilar y carta dental elaborada por personal idneo (CTI, DAS, DIJIN, y SIJIN); y copia del oficio mediante el cual se informa de la desmovilizacin a la autoridad judicial;
informar de manera inmediata a la autoridad judicial competente la situacin del menor de edad desvinculado;
239 Lo anterior ha sido desarrollado en la Directiva 13 del 16 de junio de 2008 de la Procuradura General de la Nacin. 240 Comando General de las Fuerzas Militares, Directiva 048 del 28 de febrero de 2008. 241 Ver artculo 22 del Decreto 128 de 2003 segn el cual Entrega de los menores. Los menores de edad que se desvinculen de organizaciones armadas al margen de la ley de conformidad con las disposiciones legales vigentes, debern ser entregados al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, por la autoridad civil, militar o judicial que constate su desvinculacin del grupo armado respectivo, a ms tardar dentro de las treinta y seis (36) horas ordinarias siguientes a su desvinculacin o en el trmino de la distancia, para que reciba la proteccin y atencin integral especializada pertinente .
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Manual de Derecho Operacional sin ningn tipo de restriccin, se deber facilitar el ingreso a los jueces de menores, promiscuos de familia y a los funcionarios competentes del ICBF, a cualquier establecimiento de las FFMM en donde se encuentre el menor de edad; los menores de edad en ningn caso podrn ser alojados en centros de reclusin o similares y debe otorgrseles el trato y la atencin humanitaria que su propia calidad demanda; y se debe garantizar en todo momento un buen trato y la atencin humanitaria que requieran mientras son puestos a disposicin del ICBF.
5. Actividades que deben ser llevadas a cabo por autoridades de polica judicial
Como se mencion anteriormente, las FFMM no tienen competencia para ejercer funciones de polica judicial. Sin embargo, deben colaborar con las autoridades de Polica Judicial para que stas puedan cumplir sus funciones. A continuacin, se describen algunas actividades de exclusiva competencia de la Polica Judicial en las cuales las FFMM prestan su colaboracin y apoyo en seguridad para el correcto desarrollo de las mismas.
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si la informacin es muy importante para actuaciones posteriores de inteligencia, es necesario solicitar a la polica judicial que tramite de manera inmediata la orden para que se haga una copia espejo.
b. Allanamientos
Todos los allanamientos requieren orden de fiscal, el cual la emitir por motivos razonablemente fundados. Excepcionalmente se podr actuar en casos de flagrancia para evitar que se contine cometiendo algn delito y preservar la vida y bienes de las personas. Toda diligencia de allanamiento debe ser puesta bajo control de Polica Judicial a quien se le informara de manera inmediata al ingreso al inmueble a travs de su superior jerrquico.
c. Registros
En materia de registros, se deben seguir diferentes procedimientos que varan segn el tipo de registro del que se trate. Registro a Inmuebles: Slo podr realizarse con una orden de fiscal o con la autorizacin libre y voluntaria de los moradores. Para ello ser necesario antes del ingreso que el morador autorice por escrito con su firma el registro de su casa. Registro a Vehculos: Es una actividad de carcter preventivo en la que se procurar la mayor diligencia posible, guardando el respeto a la dignidad humana. En caso de encontrar elementos ilcitos se deber proceder conforme a las instrucciones que se han dado para el manejo del lugar de los hechos, en lo que tiene que ver con la recoleccin de los EMP. Registro Personal: Es el procedimiento por medio del cual la Fuerza Pblica revisa externamente a una persona. Es un procedimiento de carcter preventivo, ms no investigativo. Su fundamento es la preservacin del orden pblico, la seguridad nacional y garantizar la convivencia pacfica. Est a cargo de la Fuerza Pblica en cumplimiento de Comando General de las Fuerzas Militares
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Manual de Derecho Operacional sus funciones preventivas y debe procurarse la mnima afectacin al derecho a la intimidad personal. En caso de que la persona porte un arma, previa comunicacin con la polica judicial, se deber incautar realizando slo la manipulacin estrictamente necesaria, preferiblemente con guantes de ltex.
d. Incautaciones
Se harn sobre elementos de los cuales se tenga informacin que estn relacionados con un delito o cuando su trnsito, porte o comercio est prohibido por la ley. Ejemplo: armas de fuego, estupefacientes, insumos, explosivos, etc. Es necesario realizar un acta de incautacin que debe ser firmada por el servidor que incauta y la persona que tena en su poder l o los elementos. De este hecho se le informar de manera inmediata al enlace de la polica judicial a travs de su superior jerrquico quien har la coordinacin respectiva. Excepcionalmente y slo cuando no sea posible la presencia de las autoridades de polica judicial por las razones antes mencionadas, los miembros de las FFMM podrn llevar a cabo incautaciones. Para hacerlo debern tener contacto telefnico o por cualquier otro medio idneo con autoridades de polica judicial, con el fin de recibir el direccionamiento necesario y actuar de conformidad con el mismo.
e. Inmovilizaciones
Se harn con miras a verificar la procedencia de un elemento, mercanca, su composicin o la legalidad de los documentos que la acompaan. Se har en el tiempo estrictamente necesario evitando perjudicar los intereses de su poseedor. Se har un acta de la inmovilizacin incluyendo el inventario de la mercanca o elemento inmovilizado. De este hecho se le informar de manera inmediata al enlace de la polica judicial a travs de su superior jerrquico quien har la coordinacin respectiva.
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f. Destrucciones
Slo pueden hacer destrucciones las autoridades de polica judicial sobre bienes que constituyan objeto material de delito contra la salud pblica, derechos de autor, falsificacin de moneda, entre otros. Es necesario tener en cuenta la cadena de custodia (preservacin y toma de muestras). La destruccin se realizar una vez establecida su ilegitimidad por parte de perito oficial. El Ministerio Pblico deber estar presente y la Fuerza Pblica podr apoyar este procedimiento con miras a garantizar la seguridad y la efectiva ejecucin del procedimiento, previa solicitud de la autoridad judicial.
EN RESUMEN
La mejor estrategia de defensa de todo miembro de la Fuerza Pblica consiste en asegurar que luego de un enfrentamiento en el que se produjeron muertes en combate, quienes participaron en el mismo se limiten a acordonar la escena de los hechos, fijar registro fotogrfico y flmico en caso de ser necesario y reportar el hecho de manera inmediata a las autoridades de polica judicial para que lleven a cabo los actos urgentes. Cualquier actuacin adicional puede comprometer la escena de los hechos y contaminar los elementos que luego servirn de evidencia durante la investigacin, adems de constituir un delito. Los miembros de las FFMM como autoridad primer respondiente, si bien no deben realizar una labor investigativa, s deben llevar a cabo unas tareas bsicas tendientes a que el lugar de los hechos y los elementos materiales probatorios y evidencia fsica no se alteren, contaminen, destruyan o deterioren. El Primer Respondiente se debe ceir a un procedimiento estricto que garantice su seguridad y evite cualquier tipo de contaminacin de la escena, adems deber diligenciar un formato con el cual se hace entrega del lugar de los hechos a la polica judicial. Existen diferentes formas de captura: (i) por orden judicial; (ii) en flagrancia y; (iii) por orden excepcional de la Fiscala. Comando General de las Fuerzas Militares
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Al materializar la captura se debe seguir un procedimiento operativo que incluye pasos como (i) la identificacin del funcionario que captura; (ii) brindar un trato humano y digno; (iii) Identificar plenamente al aprehendido y verificar que corresponda a la persona que se pretenda capturar y; (iv) conducir al aprehendido inmediatamente ante la Fiscala General de la Nacin o a la Justicia Penal Militar segn sea el caso, entre otros. Un desmovilizado es un miembro de una organizacin armada al margen de la ley que manifiesta su voluntad de desmovilizarse de manera libre y que debe ser inmediatamente tratado conforme a las reglas establecidas en La Ley 418 de 1997, la Resolucin Ministerial 0722 del 25 mayo de 2001, y el Decreto 2767 del 31 de agosto de 2004. Es menor de edad desvinculado el miembro de una organizacin armada al margen de la ley que manifiesta su voluntad de desmovilizarse de la misma y es menor de 18 aos. La legislacin colombiana prev un sistema jurdico de proteccin al menor de edad en situacin irregular que la Fuerza Pblica debe conocer, respetar y promover. Segn estas normas, los menores de edad, vinculados a un conflicto armado, son vctimas de ste. Por esta razn, el menor que se presenta voluntariamente ante una unidad militar, manifestando su deseo de desvincularse del grupo armado ilegal al que pertenece, debe recibir un trato especial. Las FFMM no tienen competencia para ejercer funciones de polica judicial. Sin embargo, deben colaborar con las autoridades de Polica judicial para que stas puedan cumplir sus funciones. A continuacin, se enuncian algunas actividades de exclusiva competencia de la polica judicial en las cuales las FFMM prestan su colaboracin y apoyo en seguridad para el correcto desarrollo de las mismas. Inspeccin del lugar de los hechos Allanamientos Registros Incautaciones Inmovilizaciones Destrucciones
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Dadas las complejidades del contexto operacional colombiano y la complejidad misma del marco legal, la participacin del Asesor Jurdico Operacional (AJO) en la planeacin, ejecucin, control y evaluacin de las operaciones militares es determinante para asegurar la conformidad de las operaciones con el marco legal. El trabajo del AJO ayuda a proteger jurdicamente las operaciones y los resultados de las Fuerzas. Esa proteccin jurdica tiene efectos estratgicos: saber que una operacin militar est bien enmarcada en las normas legales le da seguridad y tranquilidad a los Comandantes a la hora de cumplir con su misin. Comando General de las Fuerzas Militares
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Manual de Derecho Operacional A la vez, la implementacin de un sistema de asesora jurdico-operacional en las FFMM lleva consigo el fortalecimiento de la disciplina operacional, orientando al soldado para que tenga claridad suficiente sobre el marco jurdico en el que opera, sobre todo cuando son tantos y tan variados los requerimientos legales que tiene que cumplir en el terreno (Captulo VI). Este captulo est estructurado en los siguientes apartes: (1) fundamento para la utilizacin de la figura del asesor jurdico operacional; (2) perfil del asesor jurdico-operacional; (3) funciones del asesor jurdico operacional; y (4) responsabilidad del asesor jurdico-operacional
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tar el ordenamiento jurdico domstico a las pautas establecidas, en lo aplicable, por el derecho humanitario 242. Por ltimo, la Poltica Integral de DDHH y DIH del Ministerio de Defensa Nacional dice: Est claro que cuando se opera en medio de la poblacin y dentro del marco de la ley, se requiere de una asesora especial para asegurar el cumplimiento de las obligaciones en materia de DDHH y DIH. Los comandantes en especial deben tener, adems de una comprensin adecuada de la responsabilidad del mando, claridad suficiente sobre el marco jurdico en el que operan, para hacer efectiva la disciplina operacional. El asesor jurdico operacional, figura que prev el DIH y que desde hace tiempo forma parte del Estado Mayor de las unidades, es el encargado de hacer esa tarea de clarificacin 243. Teniendo en cuenta el fundamento legal y constitucional de la figura del AJO, y su papel crtico como asesor de los Comandantes, es necesario establecer cul debe ser su perfil, cules sus funciones y cul su responsabilidad en la asesora que presta.
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Manual de Derecho Operacional De esta manera, se puede afirmar que el AJO colombiano debe ser un abogado militar en servicio activo, con conocimientos en las diferentes reas del derecho operacional: DDHH, DIH, derecho penal, derecho penal militar, sistema penal acusatorio o ciencias criminalsticas entre otras ramas del derecho; y debe a la vez estar capacitado en doctrina militar, procedimiento de comando, inteligencia militar, planeamiento y conduccin de operaciones militares, logstica, sistemas de armas y accin integral, entre otras reas de las ciencias militares. La combinacin del conocimiento jurdico con el conocimiento militar es la condicin necesaria para brindar al Comandante una asesora slida y eficaz. Desde el punto de vista orgnico, los AJOs dependen de las Direcciones de Asesora Jurdico-Operacional de cada Fuerza: de la Jefatura de Operaciones, en el caso de la Armada Nacional y Ejrcito Nacional; y de la Jefatura Jurdica y de DDHH, en el caso de la Fuerza Area.
b. Durante la ejecucin de la operacin: la asesora del AJO al Comandante debe asegurar que sus decisiones operacionales tengan un fun-
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damento jurdico claro y que sea posible reaccionar en tiempo real a las coyunturas operacionales. Tambin debe contribuir a que las unidades entiendan y apliquen correctamente las normas que regulan capturas, primer respondiente, etc., contenidas en el Captulo VI.
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Manual de Derecho Operacional el principio de distincin: identificar la presencia de personas protegidas con base en informacin de inteligencia y verificar que el objetivo sea un grupo armado organizado o una persona que participe directamente en las hostilidades. Si la operacin se hace para mantener la seguridad, debe asesorar al Comandante y las unidades en la comprensin y difusin de los trminos de las reglas de encuentro correspondiente (tarjeta azul: Captulo V). Cuando lo considere necesario, el AJO podr proponer ejercicios de lecciones aprendidas con fundamento en el planeamiento, la ejecucin y la evaluacin de las operaciones militares que se estimen relevantes. La labor integral de asesora que proporciona el AJO deber quedar plasmada en el anexo jurdico-operacional. Adems de las funciones descritas, el AJO debe mantener estrecha relacin con el Inspector Delegado y los entes de administracin de justicia y control del Estado del nivel nacional y regional. En virtud de la complejidad de las tareas asignadas, el AJO tendr como prioridad su participacin en el planeamiento, ejecucin y evaluacin de las operaciones. Esta funcin en ningn caso podr ser obstaculizada, interferida o aplazada por otras tareas de asesora jurdica que eventualmente le sean encomendadas.
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Como abogados, los AJOs son responsables del correcto ejercicio de su profesin en la asesora que prestan a los Comandantes. Los abogados militares se incorporan como oficiales del cuerpo administrativo. De ah que el ejercicio de su profesin se circunscriba al Estatuto del Abogado, pues se entiende que han sido incorporados en razn de su profesin. Sin embargo, adems de ser profesionales del derecho son militares y por tanto deben cumplir los deberes propios del servicio. Lo anterior implica que se encuentren sujetos al rgimen disciplinario militar y en lo no previsto por ste, al Cdigo Disciplinario nico. En relacin con su profesin de abogado y en especial frente al Estatuto Disciplinario del Abogado, la Corte Constitucional ha explicado que: El Estatuto contiene unas normas mnimas de comportamiento tico para orientar lo que debe ser el ejercicio de la profesin. () Las tareas en las cuales se enmarca la actividad de las personas profesionales del derecho se desarrolla en terrenos claramente discernibles: de un lado, dentro del proceso o juicio, [mediante] la figura de la representacin judicial; de otro, por fuera del mismo, prestando asesora y consejo a quienes as lo soliciten; actividades estas que [a su vez] contribuyen al buen desarrollo del orden jurdico y al afianzamiento del Estado social de derecho246. Entre estas tareas se encuentra dominar la lex artis del oficio o conocer el derecho vigente para llevar a cabo su misin de manera efectiva. De esta manera, bajo ninguna circunstancia, el AJO podra argumentar que no prest una asesora adecuada aduciendo como eximente de responsabilidad el desconocimiento legal de las normas de DDHH y del DIH. Adems, el AJO es responsable cuando no asesora de manera correcta al Comandante o no hace todo lo que est a su alcance para ejercer debidamente su profesin de abogado y su rol de asesor jurdico operacional. Cuando por accin u omisin el AJO contribuya a la planeacin o ejecucin de conductas que sean constitutivas de infracciones al DIH o graves violaciones a los DDHH, estar sometido a la justicia penal ordinaria. De ah la importancia de que su funcin primaria se concentre en el debido asesoramiento que debe dar al Comandante.
246 Corte Constitucional, Sentencia C- 212 de 2007. M.P. Humberto Antonio Sierra Porto.
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Manual de Derecho Operacional El AJO debe estar en la capacidad de apartarse de la decisin del Comandante cuando considere que la conduccin de operaciones no se ajusta a los preceptos legales y constitucionales. En este caso deber hacer una anotacin, motivando su voluntad de separarse de tal decisin. En relacin con el concepto que emite el AJO en su labor de asesora al Comandante, es importante resaltar que este en ningn caso es vinculante para el Comandante quien tiene la potestad, como sucede con cualquier otro miembro del Estado Mayor, de atender o desestimar la sugerencia del asesor. Sin embargo, el AJO debe dejar constancia de su asesora en el anexo jurdico-operacional. En caso de querer desestimar la asesora, el Comandante debe manifestar los argumentos que lo llevan a apartarse. Lo anterior, sin perjuicio de las consecuencias penales o disciplinarias que puedan derivarse de esta decisin. Es necesario resaltar que el AJO nunca responder por la operacin militar como tal, es decir nunca ser responsable por el resultado de la orden de operaciones. El nico responsable por la operacin y la orden es el Comandante, el cual estar sujeto al rgimen de responsabilidad correspondiente. Al respecto, el CICR ha explicado que: La funcin de los asesores jurdicos no es reemplazar a los comandantes militares que, en cualquier caso, conservan la primaca y la responsabilidad en el proceso de decisin. La misin de los asesores jurdicos se limita pues a instruir al oficial superior que ha de actuar en un entorno jurdico cada vez ms complejo247. En conclusin, el AJO es fundamental en las etapas de planeamiento, ejecucin y evaluacin de todas las operaciones militares. Su asesora debe ser integral y debe brindar al Comandante todas las herramientas necesarias para que ste tome una decisin ajustada a los preceptos legales y constitucionales que permitan enmarcar el uso de la fuerza y el marco jurdico aplicable.
247 CICR, Asesores Jurdicos en las Fuerzas Armadas. Servicio de Asesoramiento en Derecho Internacional Humanitario, enero de 2003.
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EN RESUMEN
Dadas las complejidades del contexto operacional colombiano y la complejidad misma del marco legal, la participacin del Asesor Jurdico Operacional (AJO) en la planeacin, ejecucin, control y evaluacin de las operaciones militares es determinante para asegurar la conformidad de las operaciones con el marco legal. El trabajo del AJO ayuda a proteger jurdicamente las operaciones y los resultados de las Fuerzas. Y esa proteccin jurdica tiene efectos estratgicos: saber que una operacin militar est bien enmarcada en las normas legales le da seguridad y tranquilidad a los Comandantes a la hora de cumplir con su misin. El fundamento para la utilizacin de los Asesores Jurdicos Operacionales (AJOs) se encuentra por un lado en obligaciones derivadas del derecho internacional y nacional, y por otro, en la necesidad interna de las FFMM de contar con un agente especializado que traduzca los contenidos tericos y normativos en conceptos operacionales para el cumplimiento de las normas internacionales de DDHH y DIH. El rol del AJO se circunscribe al cumplimiento de funciones claras y precisas durante el planeamiento, la ejecucin y la evaluacin de las operaciones militares. Su papel no es ser asesor de las unidades militares para temas de otra ndole: procesos penales, administrativos, etc. Durante el planeamiento de la operacin: apoyar al comandante en la evaluacin de todos los elementos que recoge la orden de operaciones: evaluacin de la inteligencia, evaluacin de la misin, etc.; apoyar al comandante en determinar el tipo de operacin (Captulo V) y las reglas de encuentro correspondientes; y apoyar en la comunicacin y explicacin de las reglas de encuentro. En esta fase de planeamiento, el AJO deber dejar constancia de su apreciacin. Durante la ejecucin de la operacin: la asesora del AJO al Comandante debe asegurar que sus decisiones operacionales tengan un fundamento jurdico claro y que sea posible reaccionar en tiempo real a las coyunturas operacionales. Tambin debe contribuir a que las unidades entiendan y apliquen correctamente las normas que regu-
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lan capturas, primer respondiente, etc., contenidas en el Captulo VI. Durante la evaluacin de la operacin: la participacin del AJO est orientada a garantizar una mayor coherencia jurdica y un mejor mantenimiento del archivo operacional, verificando que toda operacin cuente con sus debidos soportes y que estos queden debidamente archivados. La labor integral de asesora que proporciona el AJO deber quedar plasmada ya sea en el anexo jurdico-operacional. Como abogados, los AJOs son responsables del correcto ejercicio de su profesin en la asesora que prestan a los Comandantes. Los abogados militares se incorporan como oficiales del cuerpo administrativo. De ah que el ejercicio de su profesin se circunscriba al Estatuto del Abogado, pues se entiende que han sido incorporados en razn de su profesin. Sin embargo, por ser militares tambin se encuentran sujetos al rgimen disciplinario militar y en lo no previsto por ste, al Cdigo Disciplinario nico. el AJO nunca responder por la operacin militar como tal, es decir nunca ser responsable por el resultado de la orden de operaciones. El nico responsable por la operacin y la orden es el Comandante, el cual estar sujeto al rgimen de responsabilidad correspondiente.
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El presente Captulo sobre la responsabilidad por el uso de la fuerza est estructurado de la siguiente manera: (1) la responsabilidad del Estado (a nivel nacional e internacional); (2) la responsabilidad individual por el uso de la fuerza (donde se tiene en cuenta la responsabilidad tanto nacional como internacional); (3) las causales eximentes de responsabilidad penal; y finalmente (4) otras responsabilidades (como la administrativa y la disciplinaria). Comando General de las Fuerzas Militares
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Comisin de Derecho Internacional en su 53 periodo de sesiones y anexado por la Asamblea General de Naciones Unidas en su Resolucin 56/83 del 12 de diciembre de 2001, define parmetros importantes que se deben tener en cuenta al momento de analizar la responsabilidad internacional del Estado, pues parte de la premisa de que todo hecho internacionalmente ilcito249 genera la responsabilidad internacional del Estado. El Estado puede ser declarado responsable en el nivel internacional ante diferentes instancias como la Corte Interamericana de Derechos Humanos y la Corte Internacional de Justicia. Asimismo, los Estados pueden recibir recomendaciones por vulneracin a los DDHH de parte de los Comits convencionales de Naciones Unidas250. La responsabilidad internacional del Estado puede generarse por acciones u omisiones de cualquier poder u rgano estatal, independientemente de su jerarqua, que violen obligaciones adquiridas por el Estado. Es decir, todo acto u omisin, imputable al Estado, en violacin de las normas del Derecho Internacional de los Derechos Humanos, compromete la responsabilidad internacional del Estado. La jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha establecido una serie de criterios que deben ser tenidos en cuenta al momento de analizar la responsabilidad internacional. La responsabilidad internacional de los Estados surge en el momento de la violacin de las obligaciones generales, de carcter erga omnes, de respetar y hacer respetar garantizar las normas de proteccin y de asegurar la efectividad de los derechos. Todo menoscabo a los DDHH que pueda ser atribuido a la accin u omisin de cualquier autoridad pblica, constituye un hecho imputable al Estado 251que compromete su respon249 Hay hecho internacionalmente ilcito del Estado cuando un comportamiento consistente en una accin u omisin (a) Es atribuible al Estado segn el derecho internacional; y (b) Constituye una violacin de una obligacin internacional del Estado. Artculo 2 del Proyecto. 250 En este ltimo caso, no se trata de una declaratoria de responsabilidad internacional propiamente dicha, pues estos Comits no tienen funciones jurisdiccionales. Sin embargo, pueden concluir que existen presupuestos para la responsabilidad internacional y presentar recomendaciones al Estado para reparar a las vctimas. Para cumplir con estos dictmenes, Colombia cuenta con el mecanismo de la Ley 288 de 1996. 251 Corte IDH. Caso La ltima Tentacin de Cristo. (Olmedo Bustos y otros) Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de febrero de 2001. Serie C No. 73. Par. 72
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Manual de Derecho Operacional sabilidad internacional. Es un principio de derecho internacional que el Estado responde por los actos y omisiones de sus agentes realizados al amparo de su carcter oficial, an si actan fuera de los lmites de su competencia252. Adems, la responsabilidad internacional del Estado puede generarse por la atribucin a ste de actos violatorios de DDHH cometidos por terceros o particulares, en el marco de las obligaciones del Estado de garantizar el respeto de esos derechos entre individuos253 . Por ltimo, la responsabilidad internacional del Estado puede ser exigida en el nivel internacional una vez ste haya tenido la oportunidad de reparar los daos en el nivel interno, en cumplimiento del principio de subsidiariedad.
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un procedimiento en su sede, puede presentar una demanda contra el Estado ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos257.
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Manual de Derecho Operacional la Corte Constitucional en su jurisprudencia ha delimitado la justicia penal militar, toda vez que esta se constituye en una excepcin a la justicia ordinaria. La Corte Constitucional ha dicho: un delito de lesa humanidad es tan extrao a la funcin constitucional de la Fuerza Pblica que no puede jams tener relacin con actos propios del servicio; y aade: en las situaciones en las que exista duda acerca de cul es la jurisdiccin competente para conocer sobre un proceso determinado, la decisin deber recaer a favor de la jurisdiccin ordinaria261. Segn la jurisprudencia, los miembros de las FFMM podrn ser juzgados por la justicia penal militar cuando cometan delitos en relacin con el servicio y por la justicia ordinaria cuando exista duda. Para que una persona sea penalmente responsable, es necesario que lleve a cabo una conducta tpica, antijurdica y culpable, es decir un delito. Cabe recordar que un individuo puede ser responsable por accin u omisin 262. Segn la responsabilidad penal vigente, una persona puede ser responsable263: a. por sus propios actos cuando es autor; b. por los actos que realiza en coparticipacin con otros, luego de un acuerdo previo y con divisin del trabajo criminal cuando es coautor; c. por los actos de sus subordinados cuando estos son utilizados como simples instrumentos cuando es autor mediato264; o
261 Corte Constitucional, sentencias C-358 de 1997. M.P. Eduardo Cifuentes Muoz y C-878 de 2000. M.P. Alfredo Beltrn Sierra. 262 Cdigo Penal, Ley 599 de 2000. Artculo 25. Al respecto ver: Corte Suprema de Justicia, Sala de Casacin Penal, Sentencia del 27 de julio de 2006, proceso no. 25.536. M.P. lvaro Orlando Prez Pinzn. 263 Cdigo Penal. Ley 599 de 2000 Artculos 29 y 30. 264 Por ejemplo cuando el Comandante emite a conciencia una orden ilcita y los subalternos obedecen tal orden bajo la creencia de que es legtima o, cuando a pesar de que son conscientes de que la orden es ilcita, el Comandante realiza una coaccin tal en el subalterno, que no le resulta posible desobedecer la orden.
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d. por los actos que realiza al determinar una conducta punible, emitiendo por ejemplo una orden, caso en el cual responden tanto el determinador como aquella persona que ejecuta la orden, es decir el ejecutor material265 . Adems de lo anterior, un Comandante o superior puede responder por retransmitir a sus subalternos una orden manifiestamente inconstitucional o ilegal aunque sta haya sido emitida por sus superiores. En relacin con la responsabilidad penal derivada de una omisin, responde por omisin aquella persona que tena el deber jurdico de impedir un delito y no lo hace estando en la posibilidad de hacerlo. En relacin con la responsabilidad internacional de los individuos266, toda persona natural puede ser declarada penalmente responsable por la Corte Penal Internacional, una vez se cumplan las fases procesales para ello, cuando se desprenda que ha cometido cualquiera de los crmenes contemplados en el Estatuto de Roma, a saber: (i) genocidio; (ii) crmenes de guerra; (iii) crmenes de lesa humanidad; y (iv) crimen de agresin cuando este sea definido267. En efecto, el Estatuto de la CPI establece las formas en que una persona puede responder individualmente268 y las diferentes modalidades de la responsabilidad de los Comandantes. En relacin con sta cabe resaltar que la Corte Constitucional, al analizar la constitucionali265 En este supuesto, el subordinado tambin responde penalmente, pues no puede predicarse obediencia debida de este tipo de rdenes salvo que exista coaccin ajena insuperable. 266 Las ideas de este aparte fueron tomadas del Correo de la ODA Liderazgo y responsabilidad del Comandante Ministerio de Defensa Nacional, noviembre de 2008. , 267 Estatuto Corte Penal Internacional. Artculo 5 268 dem. Artculo 25
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Manual de Derecho Operacional dad de la ley 742 de 2005 aprobatoria del Estatuto de Roma reconoce que en Colombia la responsabilidad del jefe o superior tiene cabida respecto del jefe militar, oficial o de facto269 . La responsabilidad internacional del Comandante qued plasmada en el Protocolo I Adicional a los Convenios de Ginebra en el artculo 86 numeral 2 segn el cual: El hecho de que la infraccin de los Convenios o del presente Protocolo haya sido cometida por un subordinado no exime de responsabilidad penal o disciplinaria, segn el caso, a sus superiores, si stos saban o posean informacin que les permitiera concluir, en las circunstancias del momento, que ese subordinado estaba cometiendo o iba a cometer tal infraccin y si no tomaron todas las medidas factibles que estuvieran a su alcance para impedir o reprimir esa infraccin Posteriormente fue desarrollada por el Tribu. nal Penal Internacional para la Ex Yugoslavia. Hoy, se encuentra descrita de manera taxativa en el artculo 28 del Estatuto de la Corte Penal Internacional, que recoge el desarrollo jurisprudencial: Adems de otras causales de responsabilidad penal de conformidad con el presente Estatuto por crmenes de la competencia de la Corte: 1. El jefe militar o el que acte efectivamente como jefe militar ser penalmente responsable por los crmenes de la competencia de la Corte que hubieren sido cometidos por fuerzas bajo su mando y control efectivo, o su autoridad y control efectivo, segn sea el caso, en razn de no haber ejercido un control apropiado sobre esas fuerzas cuando: a) Hubiere sabido o, en razn de las circunstancias del momento, hubiere debido saber que las fuerzas estaban cometiendo esos crmenes o se proponan cometerlos; y b) No hubiere adoptado todas las medidas necesarias y razonables
269 Corte Constitucional, Sentencia C-578 de 2000. M.P. Manuel Jos Cepeda Espinosa.
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a su alcance para prevenir o reprimir su comisin o para poner el asunto en conocimiento de las autoridades competentes a los efectos de su investigacin y enjuiciamiento. 2. En lo que respecta a las relaciones entre superior y subordinado distintas de las sealadas en el apartado a), el superior ser penalmente responsable por los crmenes de la competencia de la Corte que hubieren sido cometidos por subordinados bajo su autoridad y control efectivo, en razn de no haber ejercido un control apropiado sobre esos subordinados, cuando: a) Hubiere tenido conocimiento o deliberadamente hubiere hecho caso omiso de informacin que indicase claramente que los subordinados estaban cometiendo esos crmenes o se proponan cometerlos; b) Los crmenes guardaren relacin con actividades bajo su responsabilidad y control efectivo; y c) No hubiere adoptado todas las medidas necesarias y razonables a su alcance para prevenir o reprimir su comisin o para poner el asunto en conocimiento de las autoridades competentes a los efectos de su investigacin y enjuiciamiento . Los desarrollos jurisprudenciales de los diferentes tribunales y la consagracin de la responsabilidad del Comandante en el Estatuto de Roma han identificado 5 fuentes de responsabilidad270: Por las acciones de sus subalternos cuando: el Comandante saba que stos iban a cometer un acto ilcito y no tom todas las medidas necesarias y razonables para prevenirlo; el Comandante tena razones para saber que iban a cometer un acto ilcito y no tom todas las medidas necesarias y razonables para prevenirlo; o
270 A.P. Rogers, Law on The Battlefield Melland Schill Studies in International Law, USA, 2004. ,
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Manual de Derecho Operacional el Comandante no saba que se iban a cometer los actos ilcitos, pero luego de ocurridos los hechos, no tom todas las medidas necesarias y razonables para garantizar su investigacin, judicializacin y sancin. Por las acciones de terceros dentro de su jurisdiccin cuando: el Comandante saba que terceros iban a cometer un acto ilcito y no tom todas las medidas necesarias y razonables para prevenirlo; o el Comandante deba saber que iban a cometer un acto ilcito y no tom todas las medidas necesarias y razonables para prevenirlo.
En relacin con las tres primeras causales de responsabilidad se han establecido tres requisitos para que proceda la responsabilidad del Comandante por el hecho de sus subalternos: que exista una relacin superior-subordinado entre el superior jerrquico (el Comandante acusado) y el autor del crimen; que el superior supiera o tuviera razones para saber que un crimen se iba a cometer o se haba cometido; y que el superior no haya adoptado todas las medidas necesarias y razonables para impedir la comisin del crimen o para sancionar a su autor. A continuacin se analizarn cada uno de estos elementos:
271 TPIY, The Prosecutor v. Hadzihasanovic, No. IT-01-47-T. 15 de marzo de 2006. Par.86.
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la capacidad de conducir operaciones de combate y que stas sean ejecutadas por tropas bajo su mando; el poder de imponer sanciones disciplinarias; y el poder de relevar de su cargo a subalternos.
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Manual de Derecho Operacional el Comandante saba que las fuerzas bajo su mando iban a llevar a cabo actos ilcitos; o en razn de las circunstancias del momento, tena razones para saber.
Algunas circunstancias en las que la jurisprudencia internacional ha inferido que el Comandante debera haber sabido que se iban a producir los actos ilcitos incluyen las siguientes273: evidencia de la naturaleza generalizada del fenmeno; evidencia de la seriedad o notoriedad de los actos; evidencia de la existencia y eficacia del sistema de control disciplinario; evidencia de que el Comandante recibi un reporte o alerta y no lo consider; y evidencia de que el Comandante no tom medidas (procedimientos y controles) para conocer qu estaban haciendo sus subalternos.
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conferida a ejercer un control sobre sus tropas y sus armas; pueden mejor que nadie prevenir las infracciones creando un ambiente apropiado, vigilando los medios de combate y manteniendo la disciplina. Este control, que opera a travs de la instruccin de las tropas debe aplicarse de manera peridica274.
274 TPIY, The Prosecutor v. Hadzihasanovic, No. IT-01-47-T. 15 de marzo de 2006. Par 89. 275 Amy Sepinwell, Failures to Punish: Command Responsability in Domestic International Law Por . publicar, 10 Mich.J Intl.2009
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Manual de Derecho Operacional expectativa de que estos permanecern en la impunidad. Finalmente, el control efectivo y las medidas que debe tomar todo Comandante se han visto, de la misma manera, materializados y reconocidos en la jurisprudencia de la Corte Constitucional. La Corte ha establecido que: en las relaciones de jerarqua, el superior con autoridad o mando, tiene el deber de tomar medidas especiales (deberes de seguridad en el trfico) para evitar que personas que se encuentran bajo su efectivo control, realicen conductas que vulneren los derechos fundamentales. Vg si el superior no evita -pudiendo hacerlo- que un soldado que se encuentra bajo su inmediata dependencia cometa una tortura, o una ejecucin extrajudicial, o en general un delito de lesa humanidad, por ser garante se le imputa el resultado lesivo del inferior y no el simple incumplimiento a un deber funcional276.
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(v) el legtimo ejercicio de un derecho, de una actividad lcita o de un cargo pblico; (vi) el estado de necesidad; (vii) la legtima defensa; (viii) la insuperable coaccin ajena278; (ix) el miedo insuperable; y (x) el error279 . Por su parte, el Cdigo Penal Militar hace una diferenciacin taxativa de estas causales al establecer por un lado causales de justificacin y por el otro causales de inculpabilidad. El Estatuto de la CPI en sus artculos 31 a 33 consagra causales eximentes de responsabilidad280. Cabe resaltar que en lo relativo a la causal de exoneracin de responsabilidad por obediencia debida y por disposiciones legales, la Corte Constitucional ha reconocido que el artculo 33 del Estatuto de Roma es compatible con el artculo 2 de la Constitucin. Adems la CPI, en virtud del artculo 21 del Estatuto de Roma relativo al derecho aplicable, puede tener en cuenta causales que han sido consagradas a nivel interno y que son diferentes de las causales eximentes de responsabilidad contenidas en los artculos 31 a 33 del Estatuto.
4. Otras responsabilidades
En materia de responsabilidad disciplinaria es importante anotar que las FFMM estn sujetas a un rgimen especial determinado por la Ley 836
aplicacin del principio de obediencia debida en el mbito militar, estableciendo cules son sus lmites. Ver Sentencia C-225 de 1995. M.P Alejandro Martnez Caballero. 278 Corte Suprema de Justicia, Sala Penal, Sentencia del 24 de Octubre de 2007. Proceso 2005.M.P Jorge Luis Quintero Milans. 279 Cdigo Penal, Ley 599 de 2000, Artculo 32; Cdigo Penal Militar, Ley 522 de 1999, Artculos 34 y 35. 280 Estatuto Corte Penal Internacional, Artculo 31.
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Manual de Derecho Operacional de 2003 por la cual se expide el reglamento del Rgimen Disciplinario para las Fuerzas Militares. En relacin con la responsabilidad administrativa por el uso de la fuerza se puede decir que cuando se inicia un proceso ante la jurisdiccin contencioso administrativa que genera la responsabilidad del Estado, ya sea a travs de un fallo propiamente dicho o de una conciliacin, el Estado debe iniciar la accin de repeticin281 siempre y cuando la responsabilidad del Estado se derive de una falla del servicio proveniente de una conducta dolosa o gravemente culposa. Se iniciar dicha accin contra aquel funcionario que despleg la conducta dolosa o gravemente culposa que dio origen a la responsabilidad estatal. Sin embargo, no siempre que existe un detrimento patrimonial, existe necesariamente una responsabilidad del agente que lleva a cabo la conducta. Se debe entonces tener en cuenta que existen algunos casos en los cuales se deduce de los hechos que la conducta no fue ni dolosa ni culposa, como cuando el Estado es declarado responsable a ttulo de riesgo excepcional o dao especial.
EN RESUMEN:
El incumplimiento de las normas sobre el uso de la fuerza puede generar la responsabilidad del Estado y la responsabilidad individual de los miembros de las FFMM. La responsabilidad del Estado se genera en el nivel nacional frente a la jurisdiccin de lo contencioso administrativo (fundamentada en el artculo 90 de la Constitucin) y en el nivel internacional frente a diferentes tribunales y rganos cuasi-judiciales como la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la Corte Internacional de Justicia y los Comits convencionales de Naciones Unidas (fundamentada en la existencia de un hecho ilcito internacional que se produce como consecuencia de una violacin a una obligacin internacional). La responsabilidad individual se genera en el nivel interno y en el nivel internacional.
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En el nivel interno una persona puede ser responsable penal y disciplinariamente por accin o por omisin. Un Comandante o superior puede responder por retransmitir a sus subalternos una orden manifiestamente inconstitucional o ilegal aunque sta haya sido emitida por sus superiores. Adems, puede ser responsable por omisin en virtud de la posicin de garante consagrada en el artculo 25 del Cdigo Penal. De manera subsidiaria, en el nivel internacional una persona puede ser declarada penalmente responsable por la Corte Penal Internacional cuando ha cometido cualquiera de los crmenes consagrados en el Estatuto de Roma (genocidio, crmenes de guerra, crmenes de lesa humanidad y crimen de agresin cuando este sea definido). La responsabilidad internacional del Comandante encuentra fundamento en el artculo 28 del Estatuto de la Corte Penal Internacional. El desarrollo jurisprudencial y doctrinal ha permitido identificar 5 fuentes de responsabilidad del Comandante a saber: Por las acciones de sus subalternos cuando: El Comandante saba que stos iban a cometer un acto ilcito y no tom todas las medidas necesarias y razonables para prevenirlo; El Comandante tena razones para saber que iban a cometer un acto ilcito y no tom todas las medidas necesarias y razonables para prevenirlo; o El Comandante no saba que se iban a cometer los actos ilcitos, pero luego de ocurridos los hechos, no tom todas las medidas necesarias y razonables para garantizar su investigacin, judicializacin y sancin. Por las acciones de terceros dentro de su jurisdiccin cuando: El Comandante saba que terceros iban a cometer un acto ilcito y no tom todas las medidas necesarias y razonables para prevenirlo; o El Comandante deba saber que iban a cometer un acto ilcito y no
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tom todas las medidas necesarias y razonables para prevenirlo. En relacin con la responsabilidad del Comandante por el hecho de sus subalternos es necesario analizar en cada caso en concreto los siguientes elementos: El control efectivo en la relacin superior subordinado El conocimiento del acto ilcito Las medidas razonables y necesarias para prevenir, investigar y sancionar
Existen en el nivel nacional como en el internacional causales eximentes de responsabilidad penal. (Por ejemplo, el caso fortuito y la fuerza mayor, el cumplimiento de un deber legal, el cumplimiento de orden legtima de autoridad competente emitida con las formalidades legales, entre otras). Los miembros de las FFMM estn sujetos a otro tipo de responsabilidades como la administrativa (por procedencia de la accin de repeticin) y disciplinaria (por violar las normas del Rgimen Disciplinario para las Fuerzas Militares).
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ANEXOS
Anexo 1: Bibliografa temtica. Anexo 2: Formato primer respondiente y captura. Anexo 3: Anexo C Directiva 208 de 2008.
TRATADOS INTERNACIONALES
Carta de las Naciones Unidas, suscrita en San Francisco el 26 de junio de 1945. Convencin de Viena sobre el Derecho de los Tratados, suscrita el 23 de mayo de 1969. Estatuto de la Corte Penal Internacional, aprobado por la Conferencia Diplomtica de Plenipotenciarios de las Naciones Unidas en 1998.
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Manual de Derecho Operacional Convencin para la Prevencin y Represin del Genocidio adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante Resolucin 206 A (III) del 21 de mayo de 1948. Convencin Internacional sobre la Eliminacin de todas las Formas de Discriminacin Racial adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante Resolucin 2106 A (XX) del 21 de diciembre de 1965. Pacto Internacional de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante Resolucin 2200 A (XXI) del 16 de diciembre de 1966. Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos, y su Protocolo I Facultativo, adoptados por la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante Resolucin 2200 A (XXI) del 16 de diciembre de 1966. Protocolo II Adicional al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos, sobre la abolicin de la pena de muerte, adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante Resolucin 44/128 del 15 de diciembre de 1989. Convencin Internacional sobre la eliminacin de todas las formas de discriminacin racial adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante Resolucin 2106 (XX) del 4 de enero de 1969. Convencin Internacional sobre la eliminacin de todas las formas de discriminacin contra la mujer adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante Resolucin 34/180 el 18 de diciembre de 1979. Protocolo Facultativo a la Convencin sobre la eliminacin de todas las formas de discriminacin contra la mujer adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante Resolucin A/54/4 del 6 de octubre de 1999. Convencin contra la tortura y otros tratos crueles, inhumanos o de-
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gradantes adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante Resolucin 39/46 del 10 de diciembre de 1984. Convencin sobre los Derechos del Nio adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante Resolucin 44/25 del 20 de noviembre de 1989. Protocolo Facultativo a la Convencin sobre los Derechos del Nio, relativo a la participacin en los conflictos armados, adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante Resolucin A/ RES/54/263 del 25 de mayo de 2002. Protocolo Facultativo a la Convencin sobre los Derechos del Nio, relativo a la venta de nios, la prostitucin infantil y la utilizacin de nios en la pornografa, adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante Resolucin A/RES/54/263 del 25 de mayo de 2002.
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Manual de Derecho Operacional Convencin Interamericana sobre restitucin internacional de menores adoptada en Montevideo el 15 de julio de 1989. Protocolo Adicional a la Convencin Americana sobre Derechos Humanos relativo a la abolicin de la pena de muerte aprobado en Asuncin el 8 de junio de 1990. Convencin Interamericana sobre trfico internacional de menores, adoptada en Mxico D.F. el 18 de marzo de 1994. Convencin Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer adoptada por la Organizacin de Estados Americanos -OEA- en Belm do Par, el 9 de junio de 1994. Convencin Interamericana contra la Desaparicin Forzada adoptada por la Organizacin de Estados Americanos -OEA- en Belm do Par, el 9 de junio de 1994.
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cicio del derecho de captura en la guerra martima, suscrito el 18 de octubre de 1907. Convenio de La Haya relativo a los derechos y a los deberes de las potencias y de las personas neutrales en caso de guerra terrestre, suscrito el 18 de octubre de 1907. Convenio de La Haya relativo a la colocacin de minas submarinas automticas de contacto, suscrito el 18 de octubre de 1907. I Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y enfermos de las fuerzas armadas en campaa del 12 de agosto de 1949. II Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos, los enfermos y los nufragos de las fuerzas armadas en el mar del 12 de agosto de 1949. III Convenio de Ginebra relativo al trato debido a los prisioneros de guerra del 12 de agosto de 1949. IV Convenio de Ginebra relativo a la proteccin debida a las personas civiles en tiempo de guerra del 12 de agosto de 1949. Protocolo I Adicional a los cuatro Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, relativo a la proteccin de las vctimas de los conflictos armados internacionales, del 8 de junio de 1977. Protocolo II Adicional a los cuatro Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, relativo a las vctimas de los conflictos armados sin carcter internacional, del 8 de junio de 1977. Protocolo III Adicional a los Cuatro Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, relativo a la aprobacin de un signo distintivo adicional, del 8 de diciembre de 2005. Convencin sobre la proteccin de bienes culturales en caso de conflicto armado y su Protocolo anexo,suscritos en La Haya el 14 de mayo de 1954. Comando General de las Fuerzas Militares
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Manual de Derecho Operacional Convencin sobre la prohibicin del desarrollo, la produccin y el almacenamiento de armas bacteriolgicas (biolgicas) y toxnicas y sobre su destruccin, suscrita en La Haya el 10 de abril de 1972. Convencin sobre prohibiciones o restricciones del empleo de ciertas armas convencionales que puedan considerarse excesivamente nocivas o de efectos indiscriminados, suscrita en Ginebra el 10 de octubre de 1980, y sus protocolos adicionales: Protocolo I sobre fragmentos no localizables del 10 de octubre de 1980. Protocolo II sobre prohibiciones o restricciones del empleo de minas, armas trampa y otros artefactos del 10 de octubre de 1980. Protocolo III sobre prohibiciones o restricciones del empleo de armas incendiarias del 10 de octubre de 1980. Protocolo IV sobre armas lser cegador del 13 de octubre de 1995. Protocolo V sobre los restos explosivos de guerra del 28 de noviembre de 2003. Convencin sobre la prohibicin, el desarrollo, la produccin, el almacenamiento y el empleo de armas qumicas, suscrita en Pars el 13 de enero de 1993. Convencin sobre municiones en racimo, suscrita en Oslo el 3 de Diciembre de 2008.
LEGISLACIN NACIONAL
Constitucin Poltica de 1991.
Leyes
Ley 387 de 1997 por la cual se adoptan medidas para la prevencin del desplazamiento forzado; la atencin, proteccin, consolidacin y estabili-
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zacin socioeconmica de los desplazados internos por la violencia en la Repblica de Colombia. La Ley 418 de 1997 por la cual se consagran unos instrumentos para la bsqueda de la convivencia, la eficacia de la justicia y se dictan otras disposiciones, prorrogada y modificada por las leyes 548 de 1999, 782 de 2002 y 1106 de 2006. Ley 522 de 1999 por la cual se expide el Cdigo Penal Militar. Ley 599 de 2000 por la cual se expide el Cdigo Penal. Ley 600 de 2000 por la cual se expide el Cdigo de Procedimiento Penal. Ley 678 de 2001 por la cual se reglamenta la determinacin de responsabilidad patrimonial de los agentes del Estado a travs del ejercicio de la accin de repeticin o de llamamiento en garanta con fines de repeticin. Ley 734 de 2002 por la cual se expide el Cdigo Disciplinario nico. Ley 782 de 2002 por cual se prorroga la vigencia de la Ley 418 de 1997, prorrogada y modificada por la Ley 548 de 1999 y se modifican algunas de sus disposiciones. Ley 830 de 2003 por la cual se expide el reglamento del Rgimen Disciplinario para las Fuerzas Militares. Ley 906 de 2004 por la cual se expide el Cdigo de Procedimiento Penal. Ley 1123 de 2007 por la cual se expide el Estatuto Disciplinario del Abogado.
Decretos
Decreto 1355 de 1970 por la cual se expide el Cdigo Nacional de Polica. Decreto 128 de 2003 por la cual se reglamenta la Ley 418 de 1997, prorrogada y modificada por la Ley 548 de 1999 y la Ley 782 de 2002 en materia de reincorporacin a la sociedad civil. Comando General de las Fuerzas Militares
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Directivas
Directiva 048 del 28 de febrero de 2008, Comando General de las Fuerzas Militares. Directiva 208 del 20 de noviembre de 2008, Comando General de las Fuerzas Militares. Directiva 216 del 13 de noviembre de 2009, Comando General de las Fuerzas Militares. Directiva 017 de 2009, Ministerio de Defensa Nacional. Directiva 032 de 2009, Ministerio de Defensa Nacional. Directivas 13 del 02 de julio y 13 del 16 de junio de 2008, Procuradura General de la Nacin.
Disposiciones
Disposicin 012 del 5 de marzo de 2007 del Comando General mediante la cual se emiten las Reglas de Enfrentamiento para las Fuerzas Militares. Disposicin 213 del 23 de febrero de 2007 del Ejrcito Nacional mediante la cual se establece un procedimiento operacional. Gua de Planeamiento Estratgico y Polticas de Comando, 2008 2010 del Ejrcito Nacional. Disposicin No. 001 de 2004 por la cual se aprueba el Manual de Comando y Control FAC 3-57 de la Fuerza Area Colombiana. Manual nico de Polica Judicial, Consejo Nacional de Polica Judicial, mayo de 2005. Disposicin 045 del 22 de julio de 2008 de la Armada Nacional. Manual de Estado Mayor.
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Reglamento de operaciones de combate irregular del Ejrcito Nacional. Procedimientos de Operaciones Navales. Manual de Operaciones Fluviales.
Sobre la incorporacin del DIH al ordenamiento jurdico colombiano y su mbito de aplicacin Sentencia C-574 de 1992. M.P. Ciro Angarita Barn. Sentencia C-225 de 1995. M.P. Alejandro Martnez Caballero. Comando General de las Fuerzas Militares
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Manual de Derecho Operacional Sentencia C-291 de 2007. M.P. Manuel Jos Cepeda.
Sobre el mbito de aplicacin de los DDHH Sentencia T-409 de 1992. M.P. Jos Gregorio Hernndez. Sentencia C-179 de 1994. M.P. Carlos Gaviria Daz. Sentencia T-228 de 1994. M.P. Jos Gregorio Hernndez. Sentencia C-225 de 1995. M.P. Alejandro Martnez Caballero. Sentencia C-578 de 1995. M.P. Jos Gregorio Hernndez. Sentencia SU-1181 de 2001. M.P. Eduardo Montealegre Lynett. Sentencia C-355 de 2006. M.P. Jaime Arajo Rentenra y Clara Ins Vargas Hernndez.
Sobre la aplicacin simultnea de los DDHH y el DIH Sentencia C-291 de 2007. M.P. Manuel Jos Cepeda. Sentencia C-574 de 1992. M.P. Ciro Angarita Barn. Sentencia C-578 de 1995. M.P. Eduardo Cifuentes Muoz. Sentencia C-225 de 1995. M.P Alejandro Martnez Caballero. Sentencia C-431 de 2004. M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra.
Sobre las competencias de las FFMM Sentencia C-034 de 1993. M.P. Eduardo Cifuentes Muoz. Sentencia C-179 de 1994. M.P. Carlos Gaviria Daz. Sentencia C-251 de 2002. M.P. Eduardo Montealegre Lynett y Clara Ins Vargas Hernndez.
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Sobre los Asesores Jurdicos Operacionales y la funcin del abogado Sentencia C-291 de 2007. M.P. Manuel Jos Cepeda. Sentencia C- 212 DE 2007. M.P. Humberto Antonio Sierra Porto.
Sobre la responsabilidad por el uso de la fuerza Sentencia C-578 de 1995. M.P. Eduardo Cifuentes Muoz. Sentencia C-225 de 1995. M.P. Alejandro Martnez Caballero. Sentencia C-358 de 1997. M.P. Eduardo Cifuentes Muoz. Sentencia T-962 de 2000. M.P. Fabio Morn Daz. Sentencia C-878 de 2000. M.P. Alfredo Beltrn Sierra. Sentencia SU-1184 de 2001. M.P. Eduardo Montealegre Lynett. Sentencia C-778 de 2003. M.P. Jaime Araujo Rentera.
Consejo de Estado
Sentencia del 7 de diciembre de 2005, Expediente No.23925, Sala de lo Contencioso Administrativo, Seccin Tercera. C.P. Alier Eduardo HerComando General de las Fuerzas Militares
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Manual de Derecho Operacional nndez Enrquez (concepto de dao antijurdico en materia de responsabilidad del Estado).
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tencia del 28 de febrero de 2003. Serie C No. 98. Caso de los Hermanos Gmez Paquiyauri Vs. Per. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia del 8 de julio de 2004. Serie C No. 110. Caso de la Masacre de Mapiripn Vs. Colombia, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia del 15 de septiembre de 2005. Serie C No. 134.
Opiniones Consultivas Opinin Consultiva OC-6/86 del 9 de mayo de 1986. Serie A No. 6. La expresin leyes en el artculo 30 de la Convencin Americana sobre Derechos Humanos. Opinin Consultiva OC-18/03 del 17 de septiembre de 2003. Serie A No. 18. Condicin Jurdica y Derechos de los Migrantes Indocumentados.
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en Sudn, Comisin de Derechos Humanos, 18 de diciembre de 1998. Proyecto de Artculos sobre la Responsabilidad del Estado por Hechos Internacionalmente Ilcitos, adoptado por la Comisin de Derecho Internacional (CID) en su 53 perodo de sesiones (A/56/10) y anexado por la Asamblea General de Naciones Unidas en su Resolucin 56/83, de 12 de diciembre de 2001. Resolucin No. 1325 del Consejo de Seguridad de 31 de octubre de 2000 sobre la mujer y la paz y la seguridad. Resolucin No. 1820 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas del 19 de junio de 2008 sobre las mujeres y la paz y la seguridad. Resolucin No. 1888 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas del 30 de septiembre de 2009 sobre las mujeres y la paz y la seguridad. Resolucin No. 1889 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas del 5 de octubre sobre las mujeres y la paz y la seguridad. Comit Internacional de la Cruz Roja ICRC Working Paper, 29 de junio de 1999. Asesores jurdicos en las fuerzas armadas. Servicio de asesoramiento en derecho internacional humanitario, enero de 2003. Henckaerts, Jean-Marie y Louise Doswald-Beck. El Derecho Internacional Humanitario Consuetudinario. CICR, Volumen I, octubre 2007. Cul es la definicin de conflicto armado segn el Derecho Internacional Humanitario? Documento de opinin, marzo de 2008. Interpretative Guidance to the Notion of Direct Participation in Hostilities under International Humanitarian Law, mayo de 2009. Organizacin de Estados Americanos Comando General de las Fuerzas Militares
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DOCTRINA Obras
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Organizacin Uso de uniformes Sistema Evidencia de control de doctrina interno y educacin (faltas/sanciones) Capacidad Armamento de hombres en armas
Hostilidad Tipo de acciones delictivas Rebasa la capacidad operativa de la Polica? Capacidad y pretensin de control territorial
Agrupaciones ilegales
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