Tablas de Bahá'u'lláh
Tablas de Bahá'u'lláh
Tablas de Bahá'u'lláh
TABLAS DE BAH'U'LLH REVELADAS DESPUS DEL KITB-I-AQDAS Recopiladas por el Departamento de Investigacin de la Casa Universal de Justicia y traducidas al ingls por Habib Taherzadeh con la ayuda de un Comit del Centro Mundial Bah' Ttulo original en ingls: Tablets of Bah'u'llh Revealed After the Kitb-i-Aqdas NDICE Prefacio Law-i-Karmil (Tabla del Carmelo) Law-i-Aqdas (Tabla ms Sagrada) Bishrt (Buenas Nuevas) Tarzt (Ornamentos) Tajallyt (Refulgencias) Kalimt-i-Firdawsyyih (Palabras del Paraso) Law-i-Duny (Tabla del Mundo) Ishrqt (Esplendores) Law-i-Hikmat (Tabla de la Sabidura) Asl-i-Kullu'l-Khayr (Palabras de Sabidura) Law-i-Maqsd (Tabla de Maqsd) Sriy-i-Vaf (Tabla a Vaf) Law-i-Siyyid-i-Mihdy-i-Bahaj (Tabla al Siyyid-i-Mihdy-i-Bahaj) Law-i-Burhn (Tabla de la Prueba) Kitb-i-'Ahd (Libro del Convenio) Law-i-Ard-i-B (Tabla de la Tierra de B) Extractos de otras Tablas
PREFACIO A medida que su Misin tocaba a su fin, la promulgacin que Bah'u'llh realiz en su Kitbi-Aqdas de las leyes fundamentales de su Dispensacin fue seguida por la enunciacin de ciertos preceptos y principios que se hallan en la esencia misma de su Fe, p or la reiteracin de verdades que l haba proclamado anteriormente, por la explicacin y elucidacin de algunas de las leyes que l ya haba prescrito, por la revelacin de ul teriores profecas y advertencias y por el establecimiento de ordenanzas subsidiar ias destinadas a completar las disposiciones de su Libro Ms Sagrado. stas fueron c onsignadas en innumerables Tablas que l continu revelando hasta los ltimos das de su vida terrenal... Estas Tablas -poderosas y finales efusiones de su infatigable pluma- deben figurar entre los frutos selectos que ha entregado su mente, y seala n la consumacin de su ministerio de cuarenta aos de duracin.1 Seis de las Tablas a que se refiere el prrafo anterior y que estn incluidas en el presente volumen, fueron traducidas al ingls por indicacin de 'Abdu'l-Bah y publica
das en 1917 por la Bah' Publishing Trust Society, de Chicago. Ese volumen se agot h ace tiempo, y actualmente su contenido slo es conocido por la mayora de los bah's a travs de extractos incluidos en recopilaciones o citados en otros escritos. Por o tra parte, a medida que las traducciones de los Textos Sagrados realizadas por S hoghi Effendi fluan incesantemente de su pluma, result evidente que las primeras t raducciones podan mejorarse tanto en precisin como en estilo. En consecuencia, la Casa Universal de Justicia encarg la elaboracin de este volumen, al que define com o un intento ms por traducir a un ingls elocuente la sin par expresin de Bah'u'llh. E n aquellos casos en que una porcin de texto fue traducida por el Guardin, dicha tr aduccin es la que se ha utilizado.
LAW-I-KARMIL Tabla del Carmelo Toda gloria sea para este Da, Da en el cual se han esparcido las fragancias de la misericordia sobre todas las cosas creadas, un Da tan bendito que las edades y si glos del pasado jams podrn rivalizar con l, un Da en el cual el semblante del Antigu o de los Das se ha vuelto hacia su santa sede. Por tanto, las voces de todas las cosas creadas, y adems de ellas las del Concurso de lo Alto, se oyeron exclamando : "Apresrate, oh Carmelo, porque, he aqu, la luz del semblante de Dios, Soberano d el Reino de los Nombres y Modelador de los cielos, se ha levantado sobre ti". Sobrecogido por efluvios de alegra, exclam, elevando su voz: "Que mi vida sea sacr ificada por Ti, pues has fijado Tu mirada sobre m, me has otorgado tu munificenci a y has dirigido tus pasos hacia m. La separacin de Ti, oh Fuente de vida eterna, casi me ha consumido, y mi lejana de tu presencia ha devorado mi alma. Toda alaba nza sea para Ti por haberme permitido escuchar tu llamada, por haberme honrado c on tus pasos y por haber reavivado mi alma con la vivificante fragancia de tu Da y la estridente voz de tu Pluma, una voz que T ordenaste que fuese tu llamada de trompeta entre tu pueblo. Y cuando son la hora en que tu irresistible Fe haba de m anifestarse, insuflaste en tu Pluma un soplo de tu espritu y, he aqu, la creacin en tera se estremeci hasta sus mismos cimientos, desvelando a la humanidad aquellos misterios que yacan ocultos en los tesoros de Aquel que es el Poseedor de todas l as cosas creadas." En cuanto lleg su voz a ese exaltadsimo Lugar, Nosotros respondimos: "Da gracias a tu Seor, oh Carmelo. El fuego de tu separacin de M te consuma rpidamente cuando el o cano de mi presencia se agit ante tu rostro, alegrando tus ojos y los de toda la c reacin y llenando de gozo a todas las cosas visibles e invisibles. Regocjate, porq ue en este Da Dios ha establecido su trono sobre ti, te ha hecho el punto del ama necer de sus signos y la aurora de las pruebas de su Revelacin. Dichoso aquel que te circunde, proclame la revelacin de tu gloria y relate aquello que la munifice ncia del Seor tu Dios ha derramado sobre ti. Toma el Cliz de la Inmortalidad en el nombre de tu Seor, el Todoglorioso, y dale gracias, ya que l, como seal de su mise ricordia hacia ti, ha transformado tu tristeza en alegra y ha transmutado tu pena en maravilloso jbilo. l, en verdad, ama el lugar que ha sido designado como sede de su trono, lugar que sus pies han hollado, que ha sido honrado con su presenci a, desde donde proclam su llamamiento y sobre el cual derram sus lgrimas." "Llama a Sin, oh Carmelo, y anuncia las felices nuevas: El que estaba oculto a los ojos mortales ha venido! Su soberana que todo lo subyuga est manifiesta; su esple ndor que todo lo abarca se ha revelado. Ten cuidado, no sea que vaciles o te det engas. Apresrate y rodea la Ciudad de Dios que ha descendido del cielo, la Kaaba celestial alrededor de la cual han circundado en adoracin los favorecidos de Dios , los puros de corazn y la compaa de los ms excelsos ngeles. Oh! Cunto anso anunciar odos los lugares de la superficie de la tierra y llevar a cada una de sus ciudad es las buenas nuevas de esta Revelacin, una Revelacin a la que ha sido atrado el co razn del Sina y en cuyo nombre la Zarza Ardiente proclama: 'Los reinos del cielo y de la tierra pertenecen a Dios, el Seor de Seores.' En verdad, ste es el Da en que tanto la tierra como el mar se regocijan ante este anuncio, Da para el cual se ha n dispuesto aquellas cosas que Dios, por una generosidad que se encuentra ms all d
e la comprensin de mente o corazn mortales, ha destinado para ser reveladas. Dentr o de poco, Dios har navegar su Arca sobre ti y manifestar al pueblo de Bah que ha s ido mencionado en el Libro de los Nombres." Santificado sea el Seor de toda la humanidad, ante la mencin de cuyo nombre todos los tomos de la tierra han vibrado y la Lengua de Grandeza ha sido impulsada a re velar lo que estaba guardado en su conocimiento y yaca oculto en el tesoro de su poder. En verdad, l es el soberano de todo lo que hay en los cielos y todo lo que hay en la tierra, por medio de la potencia de su nombre, el Poderoso, el Omnipo tente, el Altsimo. LAW-I-AQDAS La Tabla Ms Sagrada2 sta es la Tabla Ms Sagrada enviada desde el reino santo a aquel que ha dirigido su rostro hacia el Objeto de la adoracin del mundo, Aquel que descendi del cielo de la eternidad investido con trascendente gloria. EN NOMBRE DEL SEOR, EL SEOR DE GRAN GLORIA sta es una Epstola de nuestra presencia, enviada a aquel a quien los velos de los nombres no lograron apartar de Dios, creador del cielo y de la tierra, para que sus ojos se regocijen en los das de su Seor, el que Ayuda en el Peligro, el que Su bsiste por S Mismo. Di: Oh seguidores del Hijo!3 Os habis ocultado de M a causa de mi Nombre? Por qu no lo meditis en vuestros corazones? Da y noche habis estado llamando a vuestro Seor, el Omnipotente, pero cuando l vino en su gran gloria desde el cielo de la eternidad, os apartasteis de l y permanecisteis sumidos en la negligencia. Reflexionad sobre aquellos que rechazaron al Espritu4 cuando vino a ellos con dom inio manifiesto. Cun numerosos eran los fariseos que, en su nombre, se haban reclu ido en las sinagogas, lamentndose por su separacin de l, y aun as, cuando los porton es de la reunin se abrieron de par en par y la luminaria divina brill resplandecie nte desde el Manantial de la Belleza, no creyeron en Dios, el Exaltado, el Poder oso. No lograron alcanzar su presencia, a pesar de que su advenimiento les haba s ido prometido en el Libro de Isaas, al igual que en los Libros de los Profetas y Mensajeros. Ninguno de ellos volvi su rostro hacia el Manantial de misericordia d ivina, a excepcin de aquellos desprovistos de todo poder entre los hombres. Y sin embargo, hoy, todo hombre dotado de poder e investido de soberana se enorgullece en su Nombre. Por otra parte, acurdate del que sentenci a muerte a Jess. Era el ms erudito de su poca en su pas, mientras que aquel que era solamente un pescador cre y en l. Presta atencin y s de los que observan la advertencia. De igual modo, considera cun numerosos son, en estos tiempos, los monjes que se h an recluido en sus iglesias, llamando al Espritu, pero cuando ste apareci mediante el poder de la Verdad, no lograron acercarse a l y se cuentan entre los descarria dos. Felices aquellos que los han abandonado y han dirigido su rostro hacia Aque l que es el Deseo de todos los que estn en los cielos y todos los que estn en la t ierra. Leen el Evangelio y aun as se niegan a reconocer al Seor Todoglorioso, a pesar de que ha venido por medio de la potencia de su exaltado, su poderoso y benevolente dominio. Nosotros, ciertamente, hemos venido por amor a vosotros y hemos soport ado los infortunios del mundo por vuestra salvacin. Hus de Aquel que ha sacrificado su vida para que vosotros seis vivificados? Temed a Dios, oh seguidores del Espri tu, y no sigis los pasos de ningn sacerdote que se haya descarriado. Os imaginis que l persigue sus propios intereses, cuando en todo momento ha estado amenazado por las espadas de los enemigos, o que aspira a las vanidades del mundo, tras haber sido confinado en la ms desolada de las ciudades? Sed justos en vuestro juicio y no sigis los pasos de los injustos. Abrid las puertas de vuestros corazones. Verdaderamente, Aquel que es el Espritu se encuentra ante ellas. Por qu proscribs a Aquel que se ha propuesto acercaros a u
n Lugar Resplandeciente? Di: Nosotros, en verdad, os hemos abierto las puertas d el Reino. Atrancaris las puertas de vuestras casas ante mi rostro? Esto, de hecho, no es sino un craso error. l ha descendido nuevamente del cielo, tal como lo hiz o la primera vez. Cuidado, no sea que pongis en tela de juicio lo que l proclama, igual que las gentes anteriores a vosotros cuestionaron sus manifestaciones. As o s instruye el Verdadero, si tan slo pudieseis percibirlo. El ro Jordn se une al Grandsimo Ocano y el Hijo exclama en el valle santo: "Aqu estoy, aqu estoy, oh Seor, mi Dios!", mientras el Sina circunda alrededor de la Casa y la Zarza Ardiente exclama: "Aquel que es el Deseado ha venido en su trascendente m ajestad". Di: Ved! El Padre ha venido y lo que se os prometi en el Reino se ha cump lido! Esta es la Palabra que el Hijo ocult cuando dijo a los que Le rodeaban: "Ah ora no lo podis llevar." Y cuando se cumpli el tiempo sealado y son la Hora, la Pala bra brill sobre el horizonte de la Voluntad de Dios. Cuidado, oh seguidores del H ijo, no sea que la echis a un lado. Asos firmemente a ella. Esto es mejor para vos otros que todo lo que poseis. Verdaderamente, l est cerca de aquellos que hacen el bien. La Hora que hemos ocultado al conocimiento de los pueblos de la tierra y a l de los ngeles favorecidos ha llegado. Di: Verdaderamente, l ha dado testimonio d e M, y Yo doy testimonio de l. En verdad, l no ha sealado a otro ms que a M. De ello e s testigo toda alma justa y comprensiva. Aunque acosados por incontables aflicciones, Nosotros emplazamos al pueblo a vol verse hacia Dios, el Seor de los nombres. Di: Esforzaos por lograr lo que os ha s ido prometido en los Libros de Dios y no sigis los caminos de los ignorantes. Mi cuerpo ha soportado el encarcelamiento para que os liberis de la esclavitud del e go. Dirigid, pues, vuestro rostro hacia su semblante y no sigis las huellas de to do opresor hostil. Verdaderamente, l ha consentido ser humillado gravemente para que alcanzarais la gloria y, sin embargo, vosotros retozis en el valle de la negl igencia. l, en verdad, vive en la ms desolada de las moradas por amor a vosotros, mientras vosotros habitis en vuestros palacios. Di: No escuchasteis la Voz del que gritaba, llamando en alta voz en el desierto d el Bayn, trayndoos las buenas nuevas de la venida de vuestro Seor, el Todomisericor dioso? Mirad! l ha venido a la sombra protectora del Testimonio, investido con pru ebas y demostraciones concluyentes, y aquellos que verdaderamente creen en l cons ideran su presencia como la encarnacin del Reino de Dios. Bendito el hombre que s e vuelve hacia l y ay! de aquellos que Le niegan o dudan de l. Annciales a los sacerdotes: He aqu! Aquel que es el Gobernante ha llegado. Salid de detrs del velo en nombre del Seor, Aquel que hace bajar la cerviz a todos los hom bres. Proclama, pues, a toda la humanidad las buenas nuevas de esta poderosa, es ta gloriosa Revelacin. Verdaderamente, Aquel que es el Espritu de la Verdad ha ven ido para guiaros hacia toda verdad. l no habla impulsado por su propio ser, sino segn lo ordenado por Aquel que es el Omnisciente, el Todosabio. Di: ste es Quien ha glorificado al Hijo y ha exaltado su Causa. Abandonad, oh pue blos de la tierra, lo que tenis, y asos firmemente a lo que os ordena el Todopoder oso, Aquel que es el Portador del Fideicomiso de Dios. Purificad vuestros odos y volved vuestros corazones hacia l, para que escuchis la ms maravillosa llamada que ha surgido del Sina, la morada de vuestro Seor, el Ms Glorioso. En verdad, os acerc ar al Lugar donde percibiris el esplendor de la luz de su semblante, que brilla so bre este luminoso Horizonte. Oh asamblea de sacerdotes! Abandonad las campanas y, luego, salid de vuestras igl esias. Os incumbe, en este da, proclamar en voz alta el Ms Grande Nombre entre las naciones. Prefers guardar silencio, mientras toda piedra y todo rbol exclama: "El S eor ha venido en su gran gloria?" Bienaventurado el hombre que se apresura hacia l . Verdaderamente, se cuenta entre aquellos cuyos nombres sern registrados eternam ente y sern mencionados por el Concurso de lo Alto. As ha sido decretado por el Es pritu en esta maravillosa Tabla. Verdaderamente, Aquel que emplaza a los hombres en mi nombre es de m, y mostrar aquello que se encuentra ms all del poder de todos l os que estn en la tierra. Seguid la Senda del Seor y no los pasos de aquellos que estn sumidos en la negligencia. Bienaventurado sea el adormecido al que la Brisa de Dios le sacuda y se levante de entre los muertos, dirigiendo sus pasos hacia el Sendero del Seor. Ciertamente, tal hombre es considerado, a la vista de Dios, el Verdadero, como una joya entre los hombres y se cuenta entre los dichosos.
Di: La Luz de su Revelacin ha despuntado en el Oriente; los signos de su dominio han aparecido en el Occidente. Examinad esto en vuestros corazones, oh pueblo, y no seis de los que han hecho odos sordos a las advertencias de Aquel que es el Om nipotente, el Todoalabado. Que la Brisa de Dios os despierte. En verdad, ella ha soplado sobre el mundo. Bienaventurado aquel que ha descubierto su fragancia y ha sido contado entre los bien seguros. Oh asamblea de obispos! Sois las estrellas del cielo de mi conocimiento. Mi miser icordia no desea que caigis a la tierra. No obstante, mi justicia declara: "Esto es lo que el Hijo ha decretado." Y todo cuanto ha procedido de su boca irreproch able, veraz y digna de confianza, no podr ser alterado jams. Las campanas, ciertam ente, repican mi Nombre y se lamentan por M, pero mi espritu se regocija con manif iesta alegra. El cuerpo del Amado anhela la cruz, y su cabeza ansa la lanza en el sendero del Todomisericordioso. El dominio del opresor no puede en modo alguno d isuadirlo de su propsito. Hemos emplazado a todas las cosas creadas a alcanzar la presencia de tu Seor, el Rey de todos los nombres. Bendito el hombre que dirige su rostro hacia Dios, el Seor del Da del Juicio Final. Oh asamblea de monjes! Si optis por seguirme, os har herederos de mi Reino; si pecis contra M, Yo, en mi largo sufrimiento, lo soportar pacientemente, y, ciertamente, Yo soy el que Siempre Perdona, el Misericordioso. Oh tierra de Siria! Qu ha sido de tu rectitud? T ests, ciertamente, ennoblecida por l os pasos de tu Seor. Has percibido la fragancia de la reunin celestial, o habr que c ontarte entre los negligentes? Beln se ha agitado con la Brisa de Dios. Escuchamos su voz que dice: "Oh generossim o Seor! Dnde se ha asentado tu gran gloria? Las suaves fragancias de tu presencia m e han vivificado, despus de haberme derretido por la separacin de Ti. Alabado seas , por cuanto has levantado los velos y has venido con poder en gloria manifiesta ." Llamamos a Beln desde detrs del Tabernculo de Majestad y Grandeza, diciendo: "Oh Beln! Esta luz ha surgido en el oriente y ha viajado hacia el occidente, hasta qu e lleg a ti en el atardecer de su vida. Dime, pues: Reconocen los hijos al Padre y Le aceptan, o Le niegan, tal como el pueblo Le neg (a Jess) en otro tiempo?" Ento nces Beln exclam diciendo: "T eres, en verdad, el Omnisciente, el Mejor Informado." Verdaderamente, vemos que todas las cosas creadas se inclinan a dar testimonio de Nosotros. Algunos Nos conocen y dan testimonio, mientras que la mayora dan tes timonio y, sin embargo, no Nos conocen. El Monte Sina se ha agitado con la alegra de contemplar nuestro semblante. Ha elev ado su voz cautivadora para glorificacin de su Seor, diciendo: "Oh Seor! Siento la f ragancia de tu vestidura. Me parece que ests cerca, investido con los signos de D ios. T has ennoblecido estas regiones con tus pasos. Grande es la bienaventuranza de tu pueblo, si slo pudieran conocerte e inhalar tus suaves aromas; y ay! de los que estn profundamente dormidos." Dichoso eres t, que has vuelto tu rostro hacia mi semblante, por cuanto has rasga do los velos, has destrozado los dolos y has reconocido a tu Seor eterno. El puebl o del Corn se ha levantado contra Nosotros sin prueba ni demostracin clara, atorme ntndonos a cada momento con una nueva tortura. Intilmente se imaginan que las trib ulaciones pueden frustrar nuestro propsito. Vano es en verdad lo que han imaginad o. Verdaderamente, tu Seor es Quien ordena todo cuanto Le place. Nunca he pasado junto a un rbol sin que mi corazn se dirigiese a l, diciendo: "Oh! O jal fueses cortado en mi nombre, y mi cuerpo fuese crucificado sobre ti". Hemos r evelado este pasaje en la Epstola al Shh para que sirviese como advertencia a los seguidores de las religiones. Verdaderamente, tu Seor es el Omnisciente, el Todos abio. Que lo que ellos han perpetrado no te aflija. Ciertamente, son como muertos, y n o estn vivos. Djalos a los muertos; luego vuelve tu rostro hacia Aquel que es el D ador de Vida del mundo. Cuidado, no sea que los dichos de los negligentes te ent ristezcan. S firme en la Causa y ensea a la gente con suma sabidura. As te lo ordena el Gobernante del cielo y de la tierra. l es, en verdad, el Todopoderoso, el Ms G eneroso. Dentro de poco, Dios exaltar tu recuerdo y escribir con la Pluma de Glori a aquello que expresaste por su amor. l es, en verdad, el Protector de los que ha cen el bien. Dale recuerdos mos a uno llamado Murd, y dile: "Bendito eres t, oh Murd, por cuanto
has abandonado los dictados de tu propio deseo y has seguido a Aquel que es el D eseo de toda la humanidad." Di: Bendito sea el adormecido al que despierta mi Brisa. Bendito el desfallecido que es reanimado con mis hlitos revivificadores. Bendito el ojo que se solaza en la contemplacin de mi belleza. Bendito el caminante que dirige sus pasos hacia e l Tabernculo de mi gloria y majestad. Bendito el angustiado que busca refugio baj o la sombra de mi dosel. Bendito el sediento que se apresura a las aguas de mi a morosa bondad, que fluyen suavemente. Bendita el alma insaciable que abandona su s deseos egostas por amor a M y ocupa su lugar en la mesa del banquete que he envi ado para mis elegidos desde el cielo de la misericordia divina. Bendito el humil lado que se aferra al cordn de mi gloria, y el necesitado que entra bajo la sombr a del Tabernculo de mi riqueza. Bendito el ignorante que busca la fuente de mi co nocimiento, y el negligente que se adhiere al cordn de mi recuerdo. Bendita el al ma que surge a la vida por medio de mi hlito vivificador y logra entrar en mi Rei no celestial. Bendito el hombre a quien los suaves aromas de la reunin conmigo le han estimulado y le han hecho acercarse a la Aurora de mi Revelacin. Bendito el odo que escucha, la lengua que da testimonio y el ojo que ve y reconoce al Seor, e n su gran gloria y majestad, investido con grandeza y dominio. Benditos quienes han alcanzado su presencia. Bendito el hombre que busca la iluminacin en el Sol d e mi Palabra. Bendito aquel que adorna su cabeza con la diadema de mi amor. Bend ito quien oye de mi afliccin y se levanta entre mi pueblo para ayudarme. Bendito aquel que da su vida en mi sendero y soporta mltiples infortunios por amor a mi N ombre. Bendito el hombre que, seguro de mi Palabra, se levanta de entre los muer tos para celebrar mi alabanza. Bendito aquel que se extasa con mis maravillosas m elodas y rasga los velos mediante la potencia de mi poder. Bendito aquel que se m antiene fiel a mi Convenio, y aquel a quien las cosas de este mundo no le han im pedido alcanzar mi Corte de santidad. Bendito el hombre que se desprende de todo salvo de M, se remonta en la atmsfera de mi amor, logra entrar en mi Reino, conte mpla mis dominios de gloria, bebe de las aguas vivas de mi generosidad y toma su porcin del ro celestial de mi amorosa providencia, se familiariza con mi Causa, c omprende lo que he ocultado dentro del tesoro de mis Palabras y, ocupado en mi a labanza y glorificacin, brilla desde el horizonte del conocimiento divino. Verdad eramente, l es de los mos. Desciendan sobre l mi misericordia, mi amorosa bondad, m i munificencia y mi gloria.
BISHRT Buenas Nuevas ste es el Llamamiento del Todoglorioso, proclamado desde el Horizonte Supremo en la prisin de 'Akk. L ES EL EXPOSITOR, EL OMNISAPIENTE, EL INFORMADO DE TODO Dios, el Verdadero, da testimonio, y los Reveladores de sus nombres y atributos lo atestiguan, que nuestro nico propsito al elevar el Llamamiento y proclamar su s ublime Palabra es que el odo de la creacin entera se purifique, mediante las aguas vivas de la prolacin divina, de las patraas falaces y se ponga en sintona con la s anta, gloriosa y exaltada palabra que ha fluido del depsito del conocimiento del Hacedor de los Cielos y Creador de los Nombres. Felices son quienes juzgan con i mparcialidad. Oh pueblo de la tierra! LA PRIMERA BUENA NUEVA que el Libro Madre ha hecho saber a todos los pueblos del mundo en esta la Revel acin Ms Grande, es que la ley de la guerra santa ha sido borrada del Libro. Glorif icado sea el Todomisericordioso, Seor de gracia abundante, a travs de Quien la pue rta de la munificencia celestial se ha abierto de par en par ante la faz de todo s los que estn en el cielo y en la tierra.
LA SEGUNDA BUENA NUEVA Se permite que los pueblos y razas de la tierra se asocien los unos con los otro s resplandecientes y con alegra. Oh pueblo! Relacionaos con los seguidores de toda s las religiones en un espritu de amistad y compaerismo. As brill el sol de su sancin y su autoridad sobre el horizonte del decreto de Dios, el Seor de los mundos. LA TERCERA BUENA NUEVA concierne al estudio de las diversas lenguas. De la Pluma del Altsimo ha fluido a nteriormente este decreto: Incumbe a los soberanos del mundo -que Dios les asist a- o a los ministros de la tierra, reunirse en consejo y adoptar uno de los idio mas existentes, o uno nuevo, para que sea enseado a los nios en las escuelas de to do el mundo, e igualmente una escritura. De este modo se llegar a considerar a to da la tierra como un solo pas. Bienaventurado el que escucha su Llamamiento y obs erva lo que le es ordenado por Dios, el Seor del Poderoso Trono. LA CUARTA BUENA NUEVA Si alguno de los reyes -que Dios les asista- se levantase para proteger y ayudar a este pueblo oprimido, todos deben pugnar por amarle y servirle. Este asunto e s de la incumbencia de todos. Bienaventurados los que actan de acuerdo con ello. LA QUINTA BUENA NUEVA En todo pas donde resida alguien de este pueblo, debe comportarse hacia el Gobier no de ese pas con lealtad, honestidad y veracidad. Esto es lo que ha sido revelad o por orden de Aquel que es el Ordenador, el Antiguo de los Das. Es obligatorio y les incumbe a todos y cada uno de los pueblos del mundo prestar su ayuda a esta Causa, de trascendental importancia, que procede del cielo de l a Voluntad del Dios sempiterno, para que, acaso, el fuego de la animosidad que a rde en los corazones de algunos de los pueblos de la tierra se extinga mediante las aguas vivas de la sabidura divina y en virtud de los consejos y exhortaciones celestiales, y la luz de la unidad y la concordia brille y derrame su resplando r sobre el mundo. Abrigamos la esperanza de que, mediante los celosos esfuerzos de aquellos que so n los exponentes del poder de Dios -exaltada sea su gloria-, por todo el mundo l as armas de guerra se conviertan en instrumentos de reconstruccin y la lucha y el conflicto sean eliminados de entre los hombres. LA SEXTA BUENA NUEVA es el establecimiento de la Paz Menor, sobre la cual nuestra Exaltadsima Pluma ha revelado algunos detalles con anterioridad. Grande es la bendicin de aquel que d efiende y observa todo cuanto ha sido ordenado por Dios, el Omnisciente, el Todo sabio. LA Se la os SPTIMA BUENA NUEVA deja a la discrecin de los hombres la eleccin de la indumentaria y el corte de barba y su arreglo. Pero, cuidado, oh pueblo, no os convirtis en juguetes de l ignorantes.
LA OCTAVA BUENA NUEVA Los actos piadosos de los monjes y sacerdotes seguidores del Espritu5 -sobre l des canse la paz de Dios- son recordados en su presencia. Sin embargo, en este Da deb en abandonar su vida de reclusin, dirigir sus pasos hacia el mundo abierto y ocup arse de aquello que sea provechoso para s mismos y para los dems. Les hemos otorga do licencia para que contraigan matrimonio, para que de ellos pueda surgir aquel que haga mencin de Dios, Seor de lo visible e invisible, Seor del Trono Exaltado. LA NOVENA BUENA NUEVA Cuando el pecador se halle completamente desprendido y liberado de todo salvo de Dios, debe pedirle misericordia y perdn a l. La confesin de los pecados y transgre siones ante los seres humanos no est permitida, ya que nunca ha conducido, ni jams
conducir, a la clemencia divina. Por otra parte, esa confesin ante otra persona d a como resultado la degradacin y humillacin de uno, y Dios -exaltada sea su gloria - no desea la humillacin de sus siervos. Verdaderamente, l es el Compasivo, el Mis ericordioso. El pecador debe, entre l mismo y Dios, implorar la misericordia del Ocano de la merced, suplicar clemencia del cielo de generosidad y decir: Oh Dios, mi Dios! Te imploro, por la sangre de tus verdaderos amantes, que se hal laban tan extasiados por tus dulces palabras que se apresuraron al Pinculo de Glo ria, el sitio del ms glorioso martirio, y Te pido por los misterios que yacen gua rdados en tu conocimiento y por las perlas que estn atesoradas en el ocano de tu m unificencia, que tengas misericordia de m, de mi padre y de mi madre. De aquellos que muestran misericordia, T eres en verdad el Ms Misericordioso. No hay otro Dio s sino T, el que Siempre Perdona, el Todomunfico. Oh Seor! T ves a esta esencia de la depravacin volvindose hacia el ocano de tu favor, a este dbil ser buscando el reino de tu divino poder, y a esta pobre criatura inc linndose hacia el sol de tu riqueza. Por tu misericordia y tu gracia, no le decep ciones, oh Seor, no le prives de las revelaciones de tu munificencia en tus das, n i le expulses de tu puerta que T has abierto de par en par a quienes moran en tu cielo y en tu tierra. Ay! Ay! Mis pecados me han impedido acercarme a la Corte de tu santidad y mis tran sgresiones han hecho que me aleje del Tabernculo de tu majestad. He cometido aque llo que T me prohibiste y he desechado lo que T me ordenaste observar. Te ruego, por Aquel que es el soberano Seor de los Nombres, que reveles para m, co n la Pluma de tu Munificencia, aquello que me permita acercarme a Ti y purificar me de mis transgresiones, que se han interpuesto entre m y tu misericordia y tu p erdn. Verdaderamente T eres el Potente, el Generoso. No hay otro Dios sino T, el Poderos o, el Clemente. LA DCIMA BUENA NUEVA Como muestra de clemencia por parte de Dios, el Revelador de este Grandsimo Anunc io, hemos suprimido de las Sagradas Escrituras y Tablas la ley que prescriba la d estruccin de libros. LA UNDCIMA BUENA NUEVA Est permitido estudiar ciencias y artes, pero aquellas ciencias que sean tiles y q ue redunden en el progreso y adelanto del pueblo. As ha sido decretado por Aquel que es el Ordenador, el Todosabio. LA DUODCIMA BUENA NUEVA A cada uno de vosotros se os ordena que os dediquis a alguna forma de ocupacin, co mo un oficio, un arte y otras similares. Nosotros hemos exaltado misericordiosam ente vuestro trabajo al rango de la adoracin a Dios, el Verdadero. Ponderad en vu estros corazones acerca de la clemencia y las bendiciones de Dios y dadle gracia s al atardecer y al amanecer. No malgastis vuestro tiempo en la ociosidad y la pe reza. Ocupaos en aquello que sea beneficioso para vosotros y para los dems. As ha sido decretado en esta Tabla, desde cuyo horizonte brilla resplandeciente el sol de la sabidura y la prolacin. A la vista de Dios, los hombres ms despreciables son aquellos que se sientan ocio samente y piden. Asos firmemente al cordn de los medios materiales, poniendo toda vuestra confianza en Dios, el Proveedor de todos los medios. Cuando alguien se d edica a un oficio o un arte, tal ocupacin es considerada, a juicio de Dios, como un acto de adoracin; y ello no es sino una prueba de su infinita generosidad que todo lo penetra. LA DECIMOTERCERA BUENA NUEVA A los hombres de la Casa de Justicia de Dios les han sido encomendados los asunt os del pueblo. Ellos son, en verdad, los Fideicomisarios de Dios entre Sus sierv os y las auroras de autoridad en Sus pases. Oh pueblo de Dios! Lo que educa al mundo es la Justicia, puesto que est sostenida por dos pilares: la recompensa y el castigo. Estos dos pilares son la fuente de
vida para el mundo. Siendo as que para cada da hay un nuevo problema y que para ca da problema hay una solucin adecuada, estos asuntos deben remitirse a los Ministr os de la Casa de Justicia, para que ellos acten de acuerdo con las necesidades y exigencias de los tiempos. Aquellos que, por amor a Dios, se levantan para servi r a su Causa son los receptores de la inspiracin divina procedente del Reino invi sible. A todos les incumbe obedecerles. Todos los asuntos de Estado deben ser re mitidos a la Casa de Justicia, pero los actos de adoracin deben ser observados de acuerdo con lo que Dios ha revelado en su Libro. Oh pueblo de Bah! Vosotros sois los lugares del amanecer del amor de Dios y las au roras de su amorosa bondad. No mancillis vuestras lenguas con la maledicencia y l a injuria de ningn alma, y proteged vuestros ojos de todo lo indigno. Mostrad lo que poseis. Si es recibido favorablemente, vuestra finalidad se habr logrado; si n o, protestar ser en vano. Dejad a ese alma a s misma y volveos hacia el Seor, el Pr otector, el que Subsiste por S Mismo. No seis causa de dolor, mucho menos de disco rdias y peleas. Abrigamos la esperanza de que logris la verdadera educacin al abri go del rbol de sus tiernas mercedes y de que actuis de acuerdo con lo que Dios des ea. Todos vosotros sois hojas de un mismo rbol y gotas de un solo ocano. LA DECIMOCUARTA BUENA NUEVA No es necesario emprender viajes especiales para visitar los lugares donde desca nsan los muertos. Si las personas acaudaladas y opulentas ofrecen el costo de ta les viajes a la Casa de Justicia, ello ser grato y aceptable en presencia de Dios . Felices aquellos que observan sus preceptos. LA DECIMOQUINTA BUENA NUEVA Aunque la forma de gobierno republicana beneficia a todos los pueblos del mundo, no obstante, la majestad de la realeza es uno de los signos de Dios. No deseamo s que los pases del mundo permanezcan privados de ella. Si los sagaces combinasen las dos formas en una, grande ser su recompensa en presencia de Dios. En anteriores religiones se dictaron y ratificaron ordenanzas tales como la guer ra santa, la destruccin de los libros, la prohibicin de relacionarse y de tener am istad con otros pueblos o la de leer ciertos libros, de acuerdo con las exigenci as de la poca; sin embargo, en esta poderosa Revelacin, en este trascendental Anun cio, los mltiples dones y favores de Dios han amparado a todos los hombres, y su infalible decreto ha prescrito desde el horizonte de la Voluntad del Seor Sempite rno lo que hemos expresado anteriormente. Alabamos a Dios -santificado y glorificado sea- por todo lo que misericordiosame nte ha revelado en este bendito, en este glorioso e incomparable Da. De hecho, si todos los que estn en la tierra fuesen dotados con miradas de lenguas y alabasen a Dios continuamente y magnificaran su Nombre hasta el fin que no conoce fin, su accin de gracias no sera suficiente ni para uno solo de los bondadosos favores qu e hemos mencionado en esta Tabla. De ello es testigo todo hombre de sabidura y di scernimiento, de entendimiento y conocimiento. Pedimos fervorosamente a Dios -exaltada sea su gloria- que asista a los gobernan tes y soberanos, que son los exponentes del poder y las auroras de la gloria, pa ra que hagan cumplir sus leyes y ordenanzas. l es, en verdad, el Omnipotente, el Todopoderoso, el que acostumbra a responder a la llamada de los hombres.
TARZT Ornamentos En mi Nombre, que permanece supremo sobre todos los nombres. Al Seor de los nombres y Creador de los cielos le corresponden la alabanza y la g loria; a l, las olas de cuyo ocano de Revelacin se agitan a los ojos de los pueblos del mundo. El Sol de Su Causa brilla a travs de todos los velos y Su Palabra de afirmacin se encuentra fuera del alcance de la negacin. Ni el dominio del opresor
ni la tirana de los malvados han sido capaces de frustrar Su propsito. Cun glorifica da es Su soberana, cun exaltado Su dominio! Gran Dios! Aunque Sus signos han circundado al mundo y Sus pruebas y testimonios brillan y son tan manifiestos como la luz, no obstante, los ignorantes aparecen como negligentes; no, ms bien, como rebeldes. Ojal se hubiesen contentado con la o posicin. Sin embargo, en todo momento conspiran para derribar el sagrado rbol del Loto. Desde el amanecer de esta Revelacin las personificaciones del egosmo se han esforzado por extinguir la luz de la manifestacin divina, recurriendo a la crueld ad y a la opresin. Mas Dios, habindoles parado los pies, revel esta Luz mediante su soberana autoridad y la protegi por medio de la fuerza de su poder hasta que cie lo y tierra fueron iluminados por su brillo y resplandor. Alabado sea l en toda c ircunstancia. Gloria sea a Ti, oh Seor del mundo y Deseo de las naciones; oh T, que Te has hecho manifiesto en el Ms Grande Nombre, por medio del cual las perlas de sabidura y pr olacin han surgido de las conchas del gran mar de tu conocimiento y los cielos de la revelacin divina se han adornado con la luz de la aparicin del Sol de tu sembl ante. Yo Te suplico, por aquella Palabra mediante la cual tu prueba se perfeccion entre tus criaturas y tu testimonio se cumpli entre tus siervos, que fortalezcas a tu pueblo en aquello por lo cual la faz de la Causa irradiar en tu dominio, las ensea s de tu poder se plantarn entre tus siervos y los pendones de tu gua se izarn en tu s dominios. Oh mi Seor! T les has visto adhirindose al cordn de tu merced y aferrndose al borde de l manto de tu beneficencia. Ordena para ellos aquello que les acerque ms a Ti y a prtales de todo salvo de Ti. Te ruego, oh T, Rey de la existencia y Protector de l o visible e invisible, que conviertas a quienquiera se levante para servir a tu Causa en un mar que se mueve por tu deseo, en alguien que est encendido con el fu ego de tu rbol Sagrado, que brilla desde el horizonte del cielo de tu Voluntad. V erdaderamente T eres el Poderoso, a Quien no pueden debilitar ni el poder de todo el mundo ni la fuerza de las naciones. No hay Dios sino T, el nico, el Incomparab le, el Protector, el que Subsiste por S Mismo. Oh t, que has libado el vino de mi prolacin del cliz de mi conocimiento! Estas subli mes palabras se oyeron hoy, provenientes del murmullo del divino rbol del Loto qu e el Seor de los nombres plant en el altsimo Paraso con la mano del poder celestial: EL PRIMER TARZ y la primera refulgencia que ha amanecido desde el horizonte del Libro Madre es que el hombre debe conocer su propio ser y distinguir lo que conduce a la sublim idad o a la bajeza, a la gloria o a la humillacin, a la riqueza o a la pobreza. H abiendo llegado a la etapa de la realizacin y alcanzado su madurez, el hombre nec esita de la riqueza, y aquella riqueza que adquiere por medio de las artes y pro fesiones es plausible y digna de alabanza a juicio de los hombres de sabidura, y especialmente lo es a los ojos de los siervos que se dedican a la educacin del mu ndo y a la instruccin de sus pueblos. Ellos son, en verdad, los coperos de la viv ificante agua del conocimiento y los guas del camino ideal. Dirigen a los pueblos del mundo hacia el sendero recto y les familiarizan con lo que conduce a la ele vacin y exaltacin humanas. El sendero recto es aquel que lleva al hombre hacia la aurora de la percepcin y hacia el lugar del amanecer del entendimiento verdadero y le gua hacia lo que ser causa de gloria, honor y grandeza. Abrigamos la esperanza de que, mediante la amorosa bondad del Todosabio, el Omni sciente, el polvo oscurecedor sea disipado y el poder de la percepcin aumentado, para que los hombres puedan descubrir el propsito para el cual se les ha llamado a la existencia. En este da, todo lo que sirve para disminuir la ceguera y aument ar la visin es digno de consideracin. Esta visin acta como agente y gua del verdadero conocimiento. En verdad, en opinin de los sabios, la sutileza del entendimiento se debe a la agudeza de la visin. El pueblo de Bah debe cumplir en todo momento co n lo que es conveniente y decoroso, y exhortar a la gente en consecuencia. EL SEGUNDO TARZ es relacionarse con los seguidores de todas las religiones en un espritu de amist
ad y compaerismo, para proclamar lo que manifest el Orador del Sina y actuar con ju sticia en todos los asuntos. Quienes se hallan dotados de sinceridad y lealtad deben relacionarse con todos l os pueblos y razas de la tierra con alegra y esplendor, puesto que la relacin con la gente ha promovido y continuar promoviendo la unidad y la concordia, las cuale s, a su vez, conducen al mantenimiento del orden en el mundo y a la regeneracin d e las naciones. Benditos sean quienes se aferran al cordn de la amabilidad y la t ierna misericordia y se hallan libres de animosidad y odio. Este Agraviado exhorta a los pueblos del mundo a actuar con tolerancia y rectitu d, que son dos luces en medio de la oscuridad del mundo y dos educadores para la instruccin de la humanidad. Felices quienes las hayan alcanzado y ay de los negli gentes! EL TERCER TARZ concierne al buen carcter. Un buen carcter es, en verdad, el mejor manto de Dios p ara los hombres. Con l adorna las sienes de sus amados. Por mi vida! La luz de un buen carcter sobrepasa a la luz del sol y a su resplandor. Quienquiera lo haya al canzado es considerado como una joya entre los hombres. La gloria y la elevacin d el mundo dependen necesariamente de ello. Un carcter bondadoso es un medio por el cual los hombres son guiados al Sendero Recto y son conducidos hacia el Gran An uncio. Bienaventurado quien est adornado con el carcter y los santos atributos del Concurso de lo Alto. Os incumbe fijar vuestra mirada en todo momento en la justicia y en la equidad. En las Palabras Ocultas se ha revelado esta exaltada declaracin de Nuestra Muy Au gusta Pluma: "Oh hijo del espritu! Lo ms amado de todo ante Mi vista es la Justicia; no te apart es de ella si Me deseas y no la descuides para que Yo pueda confiar en ti. Con s u ayuda vers con tus propios ojos y no por los ojos de otros, y conocers con tu pr opio conocimiento y no mediante el conocimiento de tu prjimo. Pondera en tu corazn cmo te corresponde ser. En verdad, la justicia es Mi ofrenda a ti y el signo de Mi amorosa bondad. Tenla pues ante tus ojos." Aquellos que son justos e imparciales en sus juicios ocupan una sublime posicin y poseen un rango exaltado. En estas almas brilla resplandeciente la luz de la pi edad y la rectitud. Deseamos fervorosamente que los pueblos y pases del mundo no sean privados del esplendor de estas dos luminarias. EL CUARTO TARZ concierne a la confiabilidad. Verdaderamente, sta es la puerta de la seguridad pa ra todos aquellos que moran en la tierra y un signo de gloria por parte del Todo misericordioso. El que participa de ella, en verdad ha participado de los tesoro s de la riqueza y la prosperidad. La confiabilidad es el ms grande portal que con duce a la tranquilidad y seguridad de la gente. En verdad, de ella ha dependido y depende la estabilidad de todo asunto. Todos los dominios del poder, de la gra ndeza y la riqueza estn iluminados por su luz. No hace mucho tiempo fueron reveladas estas sublimes palabras por la Pluma del A ltsimo: "Ahora te hablaremos de la confiabilidad y de su posicin a juicio de Dios, tu Seor , Seor del Poderoso Trono. Cierto da Nos dirigimos a nuestra Isla Verde. A nuestra llegada, contemplamos sus arroyos que fluan, sus rboles exuberantes y la luz del sol jugando entre ellos. Volviendo nuestro rostro hacia la derecha, contemplamos lo que la pluma es incapaz de describir; tampoco puede explicar lo que el ojo d el Seor de la Humanidad presenci en ese el ms santificado, el ms sublime Punto, en e se bendito y exaltadsimo Lugar. Volvindonos luego hacia la izquierda, vimos a una de las Beldades del Muy Sublime Paraso, de pie sobre un pilar de luz, llamando en voz alta y diciendo: 'Oh moradores del cielo y de la tierra! Contemplad mi belle za y mi esplendor, mi revelacin y mi refulgencia. Por Dios, el Verdadero! Yo soy l a Confiabilidad y la revelacin y la belleza de la misma. Recompensar a quienquiera se adhiera a m, reconozca mi rango y posicin y se aferre firmemente a mi borde. Y o soy el ms grande ornamento del pueblo de Bah y la vestidura de gloria para todos los que estn en el reino de la creacin. Yo soy el instrumento supremo para la pro
speridad del mundo y el horizonte de la seguridad para todos los seres.' As, hemo s hecho descender para ti lo que har acercarse a los hombres al Seor de la creacin. " Oh pueblo de Bah! La confiabilidad es, en verdad, el mejor de los atuendos para vu estras sienes y la ms gloriosa corona para vuestras cabezas. Adheros firmemente a ella por orden de Aquel que es el Ordenador, el Informado de Todo. EL QUINTO TARZ concierne a la proteccin y preservacin de las posiciones de los siervos de Dios. N o se debe ignorar la verdad de cualquier asunto, ms bien se debe manifestar lo qu e es correcto y verdadero. El pueblo de Bah no debe negar a ningn alma la recompen sa que le corresponde; debe tratar a los artesanos con deferencia y, contrariame nte a la gente de otros tiempos, no debera manchar su lengua con improperios. En este Da el sol de la habilidad artesanal brilla sobre el horizonte del occiden te y el ro de las artes fluye desde el mar de esa regin. Se debe hablar con imparc ialidad y apreciar tal liberalidad. Por la vida de Dios! La palabra "Equidad" bri lla rutilante y resplandeciente como el sol. Rogamos a Dios para que munficamente derrame su esplendor sobre todos. En verdad, l es poderoso sobre todas las cosas , l es quien acostumbra a contestar las oraciones de todos los hombres. En estos das la confiabilidad y la sinceridad sufren amargamente en las garras de la falsedad, y la justicia se ve atormentada por el flagelo de la injusticia. E l humo de la corrupcin envuelve a todo el mundo de tal modo que nada puede verse en cualquier direccin que se mire excepto regimientos de soldados, y nada puede or se desde ningn pas, salvo el choque de las espadas. Rogamos a Dios, el Verdadero, que fortalezca a los que ejercen Su poder en aquello que rehabilitar al mundo y t raer tranquilidad a las naciones. EL SEXTO TARZ El conocimiento es uno de los maravillosos dones de Dios. Adquirirlo es responsa bilidad de todos. Las artes y los medios materiales que se manifiestan en la act ualidad se han logrado por virtud de Su conocimiento y Su sabidura, que fueron re velados en Epstolas y Tablas mediante su Muy Exaltada Pluma, una Pluma de cuyo te soro salen a la luz las perlas de la sabidura y la prolacin, as como las artes y lo s oficios del mundo. En este Da los secretos de la tierra estn desnudos a los ojos de los hombres. Las pginas de los peridicos de rpida aparicin son, en verdad, el espejo del mundo. Ellos reflejan los hechos y quehaceres de los diversos pueblos y razas. Al mismo tiem po los reflejan y los dan a conocer. Son un espejo dotado de odo, vista y habla. s te es un fenmeno asombroso y poderoso. Sin embargo, es responsabilidad de sus esc ritores purificarse de los impulsos de los deseos y pasiones malignas y ataviars e con la vestidura de la justicia y la equidad. Deben informarse todo lo posible sobre las situaciones y averiguar los hechos, y luego transcribirlos. En lo concerniente a este Agraviado, la mayor parte de lo informado por los perid icos carece de verdad. Al lenguaje justo y a la veracidad, en virtud de su eleva do rango y posicin, se les considera como soles que brillan sobre el horizonte de l conocimiento. Las olas que se levantan de este Ocano estn manifiestas a los ojos de los pueblos del mundo, y las efusiones de la Pluma de sabidura y prolacin son patentes en todas partes. Se inform en la prensa que este Siervo haba huido de la tierra de (r) (Tehern) y se haba dirigido a Irq. Dios munfico! Este Agraviado jams se ha ocultado, ni siquiera un instante. Por el contrario, en todo momento ha permanecido firme y visible a lo s ojos de todos los hombres. Nunca Nos hemos retirado, y jams buscaremos huir. En verdad, es la gente necia la que huye de nuestra presencia. Abandonamos nuestra patria acompaados por dos escoltas a caballo, que representaban a los honorables Gobiernos de Persia y Rusia, hasta que llegamos a Irq en la plenitud de la glori a y el poder. Alabado sea Dios! La Causa de la cual es Portador este Agraviado es tan alta como el cielo y brilla resplandeciente como el sol. El ocultamiento no tiene acceso a esta posicin, ni hay ocasin alguna para el temor o el silencio. Los misterios de la Resurreccin y los acontecimientos de la ltima Hora estn clarame
nte manifiestos, pero la gente est sumida en la negligencia y ha consentido que s e le envuelva en velos. "Y cuando los mares hiervan... Y cuando las Escrituras s ean desplegadas."6 Por la rectitud de Dios! El Alba, en verdad, ha despuntado, la luz ha brillado y la noche se ha retirado. Felices los que comprenden. Felices quienes lo han logrado. Glorificado sea Dios! La Pluma se encuentra perpleja con respecto a qu escribir y la Lengua se pregunta qu revelar. A pesar de los infortunios sin precedentes y tr as soportar aos de prisin, cautiverio y dolorosas pruebas, ahora percibimos que se han interpuesto velos an ms espesos que los que ya hemos rasgado, que obstruyen l a visin y hacen que se oscurezca la luz del entendimiento. Por otra parte, observ amos que las nuevas calumnias, que actualmente abundan, son mucho ms maliciosas q ue las de antao. Oh pueblo del Bayn! Temed al Seor misericordioso. Pensad en la gente de tiempos pas ados. Cules fueron sus acciones y qu fruto obtuvieron? Todo lo que manifestaron ell os, excepto aquellos a quienes Dios bondadosamente protegi por medio de su poder, no fueron sino falacias, y todo lo que han hecho ha demostrado no tener ningn va lor. Juro por la vida de Aquel que es el Deseo del mundo! Si un hombre meditara en su corazn, libre de cualquier apego al mundo, se apresurara hacia la Luz Ms Grande y s e limpiara y purificara del polvo de las vanas imaginaciones y del humo de la ocio sa fantasa. Qu pudo haber impulsado a errar a la gente del pasado, y quin los ha des carriado? Todava rechazan la verdad, y se han vuelto hacia sus propios deseos egos tas. Este Agraviado llama en alta voz por amor a Dios. Quienquiera lo desee, que se vuelva hacia lo que l dice; quienquiera lo desee, que se aparte de ello. Verd aderamente, Dios bien puede permitirse prescindir de todas las cosas, ya sean de l pasado o del futuro. Oh pueblo del Bayn! Hombres como Hd Dawlat-bd7 son los que, con turbante y bculo,8 ha ido causa de oposicin y de trabas y han afligido tan penosamente al pueblo con su persticiones que aun hoy esperan la aparicin de una persona ficticia en un lugar ficticio. Estad advertidos, oh hombres de entendimiento. Oh Hd! Escucha la Voz de este Consejero digno de confianza: dirige tus pasos desde la izquierda hacia la derecha, es decir, abandona la ociosa fantasa y vulvete haci a la certidumbre. No induzcas a la gente al error. La Luminaria divina brilla, s u Causa est manifiesta y sus signos lo abarcan todo. Dirige tu rostro hacia Dios, el que Ayuda en el Peligro, el que Subsiste por S Mismo. Renuncia a tu liderazgo por amor a Dios y deja al pueblo a su albedro. T ignoras la verdad esencial, no e sts familiarizado con ella. Oh Hd! En el sendero de Dios muestra una sola cara. Cuando ests en compaa de los infie les eres infiel, y con los piadosos eres piadoso. Reflexiona sobre las almas que han dado sus vidas y sus bienes en ese pas, para que quizs ests advertido y despie rtes del sueo. Medita: Quin ha de ser preferido, aquel que protege su cuerpo, su vi da y sus posesiones o aquel que lo entrega todo en el sendero de Dios? Juzga con rectitud y no seas de los injustos. Afrrate a la justicia y adhirete a la equidad para que quizs as no utilices, por motivos egostas, la religin como trampa, ni pase s por alto la verdad por amor al oro. En verdad, tu iniquidad y la de quienes so n como t se ha vuelto tan lamentable que la Pluma de Gloria se vio impulsada a ha cer estas observaciones. Teme a Dios. Aquel que anunci esta Revelacin ha declarado : "l proclamar en toda condicin: 'Verdaderamente, verdaderamente Yo soy Dios; no ha y Dios sino Yo, el que Ayuda en el Peligro, el que Subsiste por S Mismo.'" Oh pueblo del Bayn! Se os ha prohibido entrar en contacto con los amados de Dios. P or qu ha sido impuesta esta prohibicin, y con qu propsito? Sed imparciales, os lo su plico por Dios, y no seis de los negligentes. Para los dotados de perspicacia, y ante la ms Grande Belleza, el objeto de esta prohibicin es conocido y evidente; es para que nadie se entere de sus secretos y acciones.9 Oh Hd! No has estado en nuestra compaa, por lo tanto ignoras la Causa. No actes de acu erdo con tus ociosas imaginaciones. Aparte de esto, escudria las Escrituras con t us propios ojos y medita sobre lo que ha pasado. Ten piedad de ti mismo y de los siervos de Dios y no seas causa de rebelda como la gente de antao. El sendero es inequvoco y la prueba es evidente. Cambia la injusticia en justicia y la falta de equidad en equidad. Abrigamos la esperanza de que los hlitos de la inspiracin div
ina te fortalezcan y que a tu odo interno se le permita or las benditas palabras: "Di, es Dios; a continuacin, djales que se entretengan con sus reparos."10 T has es tado all11 y le has visto.12 Ahora habla con imparcialidad. No tergiverses el asu nto, ni para ti ni para la gente. Eres ignorante y al mismo tiempo ests mal infor mado. Escucha la voz de este Agraviado y apresrate hacia el ocano del conocimiento divino, para que quizs puedas adornarte con el ornamento de la comprensin y renun ciar a todo excepto a Dios. Oye la Voz de este benevolente Consejero que llama e n voz alta, descubierto y manifiesto, ante los rostros de los reyes y sus sbditos , y emplaza a todas y cada una de las personas del mundo ante Aquel que es el Seo r de la Eternidad. sta es la Palabra desde cuyo horizonte el sol de la gracia inf alible brilla resplandeciente. Oh Hd! Este Agraviado, libre de todo apego al mundo, se ha esforzado con el mximo em peo por extinguir el fuego de la animosidad y el odio que arde ferozmente en los corazones de los pueblos de la tierra. Concierne a toda persona justa y de mente imparcial dar gracias a Dios -exaltada sea su gloria- y levantarse a promover e sta preclara Causa, para que el fuego se transforme en luz y el odio d paso a la camaradera y al amor. Juro por la rectitud de Dios! ste es el nico propsito de este A graviado. De hecho, al proclamar esta Causa trascendental y al demostrar su Verd ad, hemos soportado mltiples sufrimientos, infortunios y tribulaciones. T mismo se ras testigo de lo que decimos, si pudieras hablar con imparcialidad. Verdaderamen te Dios habla la verdad y muestra el camino. l es el Fuerte, el Poderoso, el Munfi co. Que nuestra Gloria sea sobre el pueblo de Bah, a quien ni la tirana del opresor ni la dominacin del agresor han podido apartar de Dios, el Seor de los mundos.
TAJALLYT Refulgencias sta es la Epstola de Dios, el que Ayuda en el Peligro, el que Subsiste por S Mismo. L ES QUIEN ESCUCHA DESDE SU REINO DE GLORIA Dios atestigua que no hay otro Dios salvo l, y que Quien ha aparecido es el Miste rio Oculto, el Smbolo Atesorado, el Libro Ms Grande para todos los pueblos, y el C ielo de munificencia para el mundo entero. l es el Signo Ms Poderoso entre los hom bres y la Aurora de los ms augustos atributos en el reino de la creacin. Por medio de l ha aparecido aquello que estaba oculto desde tiempo inmemorial, velado a lo s ojos de los hombres. l es Aquel cuya Manifestacin fue anunciada por las Escritur as celestiales, en tiempos pasados y ms recientemente. Quienquiera reconozca su c reencia en l y en sus signos y testimonios, ha reconocido en verdad lo que la Len gua de Grandeza expres antes de la creacin del cielo y de la tierra y de la revela cin del Reino de los Nombres. A travs de l, el ocano del conocimiento se ha agitado entre la humanidad, y el ro de la sabidura divina ha brotado a borbotones por mand ato de Dios, el Seor de los Das. Bienaventurado el hombre de discernimiento que ha reconocido y percibido la Verd ad, y el que posee un odo atento que escucha su dulce Voz, y la mano que ha recib ido su Libro con tal resolucin como la que nace de Dios, Seor de este mundo y del venidero, y el caminante fervoroso que se ha apresurado a su glorioso horizonte, y el que est dotado de fortaleza, a quien ni el poder abrumador de los gobernant es ni el tumulto levantado por los dirigentes religiosos han sido capaces de est remecer. Y ay! de aquel que rechaza la gracia de Dios y su munificencia, y niega su tierna misericordia y su autoridad; ciertamente, tal hombre se cuenta entre q uienes impugnan el testimonio de Dios y Su prueba por toda la eternidad. Grande es la bendicin de aquel que en este Da abandona las cosas corrientes entre los hombres y se aferra a lo ordenado por Dios, el Seor de los Nombres y el Model ador de todas las cosas creadas, Quien ha venido desde el cielo de la eternidad mediante el poder del Ms Grande Nombre, investido con una autoridad tan invencibl e que todos los poderes de la tierra son incapaces de resistrsele. De ello es tes
tigo el Libro Madre, que llama desde la Ms Sublime Posicin. Oh 'Al Akbar!13 Repetidamente hemos odo tu voz y te hemos respondido con aquello co n lo que la alabanza de toda la humanidad no puede rivalizar; de lo cual los sin ceros inhalan los suaves aromas de las palabras del Todomisericordioso, sus verd aderos amantes perciben la fragancia de la reunin celestial y los sedientos descu bren el murmullo del agua que en verdad es vida. Bendito el hombre que la alcanz a y reconoce lo que en este momento est siendo difundido por la Pluma de Dios, el que Ayuda en el Peligro, el Todopoderoso, el Todomunfico. Somos testigos de que has vuelto tu rostro hacia Dios, has viajado mucho hasta a lcanzar su presencia y has escuchado la voz de este Agraviado, que fue encarcela do por las fechoras de aquellos que no han credo en los signos y testimonios de Di os y han negado esta gracia celestial, a travs de la cual se ha hecho brillar al mundo entero. Bendito sea tu rostro, pues se ha vuelto hacia l, y tu odo, pues ha escuchado su Voz, y tu lengua, ya que ha celebrado la alabanza de Dios, el Seor d e seores. Oramos a Dios para que bondadosamente te ayude a convertirte en un esta ndarte de la promocin de su Causa y te permita acercarte a l en todo momento y en todas las condiciones. Nosotros recordamos a los elegidos de Dios y Sus amados de esa tierra y les comu nicamos las alegres nuevas de lo que ha sido enviado en su honor desde el Reino de la prolacin de su Seor, el Soberano Gobernante del Da del Juicio. Hazles mencin d e M e ilumnales con la gloria resplandeciente de mis palabras. Verdaderamente tu S eor es el Munfico, el Generoso. Oh t que magnificas mi alabanza! Escucha lo que la gente de la tirana Me atribuye e n mis das. Algunos dicen: "l afirma que posee la divinidad", otros declaran: "l ha urdido una mentira contra Dios", y aun otros afirman: "l ha venido para fomentar la sedicin." Ellos son ruines y miserables. Vedlo! En verdad, estn esclavizados por las ociosas imaginaciones. Dejaremos ahora de emplear el lenguaje elocuente.14 En verdad, tu Seor es el Pote nte, el Irrestringido. Gustosamente hablaremos en lengua persa para que quizs tod o el pueblo de Persia llegue a conocer las manifestaciones del Seor Misericordios o y a descubrir la Verdad. EL PRIMER TAJALL que ha alboreado desde el Sol de la Verdad es el conocimiento de Dios -exaltada sea su gloria-. Y el conocimiento del Rey de los das sempiternos de ninguna maner a puede lograrse, salvo mediante el reconocimiento de Aquel que es el Portador d el Ms Grande Nombre. l es, en verdad, el Orador del Sina, que ahora est sentado en e l trono de la Revelacin. l es el Misterio Oculto y el Smbolo Atesorado. Todos los L ibros antiguos de Dios, as como los ms recientes, estn adornados con su alabanza y ensalzan su gloria. A travs de l se ha establecido en el mundo el estandarte del c onocimiento y se ha desplegado la ensea de la unicidad de Dios entre todos los pu eblos. Slo logrando su presencia puede alcanzarse la presencia divina. Mediante s u potencia se revela ahora todo lo que haba estado velado y oculto desde tiempo i nmemorial. l se ha hecho manifiesto por medio del poder de la verdad y ha pronunc iado una Palabra por la cual todos los que estn en los cielos y en la tierra se h an quedado mudos de asombro, a excepcin de aquellos a quienes el Todopoderoso ha deseado eximir. La verdadera creencia en Dios y su reconocimiento no pueden ser completos salvo mediante la aceptacin de lo que l ha revelado y el cumplimiento de todo lo que ha sido decretado por l y ha escrito en el Libro por la Pluma de Glo ria. Quienes se sumerjan en el ocano de Sus palabras deben mostrar en todo momento la mxima consideracin por las ordenanzas y prohibiciones divinamente reveladas. De he cho, Sus ordenanzas constituyen la ms poderosa fortaleza para la proteccin del mun do y la salvaguardia de sus pueblos, una luz para aquellos que admiten y reconoc en la verdad, y un fuego para los que se apartan y la niegan. EL SEGUNDO TAJALL es permanecer firmes en la Causa de Dios -exaltada sea su gloria- y ser constant es en su amor. Y de manera alguna puede esto lograrse sino mediante el pleno rec onocimiento de l; y el reconocimiento pleno no puede obtenerse sino por la fe en
las benditas palabras: "l hace todo cuanto desea." Quienquiera se adhiera tenazme nte a esta sublime palabra y beba abundantemente de las aguas vivas de la prolac in que son inherentes a ella, se ver impregnado de una constancia tal que todos lo s libros del mundo sern impotentes para apartarle del Libro Madre. Oh cun gloriosa es esta sublime posicin, este exaltado rango, este propsito final! Oh 'Al Akbar! Considera cun abyecto es el estado de los descredos. Todos ellos pronu ncian las palabras: "Verdaderamente l debe ser alabado en Sus acciones y obedecid o en Sus mandatos." Sin embargo, si revelsemos algo que fuese contrario a sus cos tumbres y deseos egostas, incluso en la medida del ojo de una aguja, ellos lo rec hazaran desdeosamente. Di: Nadie puede sondear jams las mltiples exigencias de la su ma sabidura de Dios. En verdad, si l declarase que la tierra es el cielo, nadie te ndra derecho a poner en duda su autoridad. Esto es lo que el Punto del Bayn ha ate stiguado en todo lo que Le fue enviado con verdad por mandato de Dios, Aquel que ha hecho romper el Alba. EL TERCER TAJALL concierne a las artes, oficios y ciencias. El conocimiento es como unas alas par a la vida del hombre y como una escalera para su ascenso. La adquisicin del mismo es responsabilidad de todos. Sin embargo, debe adquirirse el conocimiento de aq uellas ciencias que beneficien a los pueblos de la tierra, y no de aquellas que comienzan con palabras y terminan con palabras. Grande, en verdad, es la demanda que los cientficos y los artesanos hacen a los pueblos del mundo. De ello da tes timonio el Libro Madre en el da de Su retorno. Dichosos aquellos que poseen un odo que escucha. En verdad, el conocimiento es un verdadero tesoro para el hombre y una fuente de gloria, de munificencia, de gozo, de exaltacin, de alegra y de rego cijo para l. As ha hablado la Lengua de Grandeza en esta Ms Grande Prisin. EL CUARTO TAJALL concierne a la Divinidad, a la cualidad de lo divino y a otros asuntos similares . Si un hombre perspicaz dirigiese su mirada hacia el bendito y manifiesto rbol d el Loto y hacia sus frutos, se enriquecera tanto por ello que sera independiente d e todo lo dems y admitira su creencia en aquello que el Orador del Sina manifest des de el trono de la Revelacin. Oh 'Al Akbar! Familiariza al pueblo con los versos sagrados de tu Seor y dales a co nocer su recto Sendero, su poderoso Anuncio. Di: Oh pueblo, si juzgis justa y equitativamente, daris testimonio de la verdad de todo lo que ha fluido de la Exaltadsima Pluma. Si sois del pueblo del Bayn, el Ba yn Persa os guiar rectamente y ser testimonio suficiente para vosotros; y si sois d el pueblo del Corn, meditad acerca de la Revelacin del Sina y la Voz de la Zarza qu e vino al Hijo de 'Imrn.15 Dios Munfico! Se pretenda que, en el momento de la manifestacin del nico Dios verdade ro, la facultad de reconocerle se hubiera desarrollado, hubiera madurado y alcan zado su culminacin. No obstante, ahora se demuestra claramente que en los descredo s esta facultad se ha desarrollado poco y, de hecho, ha degenerado. Oh 'Al! Lo que ellos aceptaron de la Zarza, ahora se niegan a aceptarlo de Aquel q ue es el rbol del mundo de la existencia. Di: Oh pueblo del Bayn, no hablis siguien do los impulsos de la pasin y el deseo egosta. La mayora de los pueblos de la tierr a atestigua la verdad de la bendita Palabra que surgi de la Zarza. Por la rectitud de Dios! Si no hubiera sido por el himno de alabanza que cant Aque l que anunci la Revelacin divina, este Agraviado jams habra pronunciado una palabra que pudiera infundir terror en los corazones de los ignorantes y les hiciera per ecer. Explayndose en la glorificacin de Aquel a Quien Dios har manifiesto -exaltada sea su Manifestacin-, el Bb dice al comienzo del Bayn: "l es Aquel que en toda circ unstancia proclamar: 'Verdaderamente, verdaderamente Yo soy Dios; no hay Dios sin o Yo, el Seor de todas las cosas creadas. En verdad, todos los dems son mis criatu ras. Oh mis criaturas! Slo a M me debis adorar'". De igual modo, en otra ocasin, magn ificando el Nombre de Aquel a Quien Dios har manifiesto, dice l: "Yo sera el primer o en adorarle." Ahora, a cada cual le corresponde reflexionar sobre el significa do de "Adorador" y "Adorado", para que acaso las gentes de la tierra tomen una g ota de roco del ocano del conocimiento divino y les sea permitido percibir la gran
deza de esta Revelacin. Verdaderamente l ha aparecido y ha soltado su lengua para proclamar la Verdad. Bienaventurado aquel que admite y reconoce la verdad, y ay! de los recalcitrantes y los rebeldes. Oh razas de la tierra! Inclinad vuestro odo hacia la Voz que procede del divino rbo l del Loto que cubre el mundo, y no seis del pueblo de la tirana sobre la tierra ( hombres que han repudiado a la Manifestacin de Dios y a su invencible autoridad y han renunciado a sus favores); ellos, en verdad, se cuentan entre los desprecia bles en el Libro de Dios, el Seor de toda la humanidad. La gloria que ha amanecido sobre el horizonte de mi tierna misericordia sea sobr e ti y sobre quienquiera se encuentre contigo y preste odo a tus palabras relativ as a la Causa de Dios, el Todopoderoso, el Todoalabado.
KALIMT-I-FIRDAWSYYIH Palabras del Paraso l es Aquel que habla mediante el poder de la Verdad en el Reino de la Prolacin. Oh vosotros, personificaciones de la justicia y la equidad y manifestaciones de l a rectitud y de los dones celestiales! Con lgrimas y lamentndose, este Agraviado l lama en alta voz y dice: Oh Dios, mi Dios! Adorna las cabezas de tus amados con l a corona del desprendimiento y engalana sus sienes con la vestidura de la rectit ud. Incumbe al pueblo de Bah hacer victorioso al Seor mediante el poder de sus palabra s y aconsejar a las gentes mediante un carcter y unas acciones excelentes, pues l os hechos ejercen mayor influencia que las palabras. Oh Haydar 'Al!16 Sobre ti sean la alabanza de Dios y su gloria. Di: La honradez, l a virtud, la sabidura y el carcter santo conducen a la exaltacin del hombre, mientr as que la falsedad, el engao, la ignorancia y la hipocresa lo llevan a su degradac in. Por mi vida! La diferencia del hombre no radica en los ornamentos o en la riqu eza, sino ms bien en un comportamiento virtuoso y en un entendimiento verdadero. La mayora del pueblo de Persia est ahto de decepcin y vanas fantasas. Cun grande es la diferencia entre la condicin de esta gente y la posicin de esas almas esforzadas que han ido ms all del mar de los nombres y han levantado sus tiendas en las playa s del ocano del desprendimiento. De hecho, slo unos pocos de la actual generacin se han ganado el derecho a or los gorjeos de las palomas del ms alto Paraso. "Pocos d e mis siervos estn verdaderamente agradecidos".17 La gente, en su mayora, se delei ta en las supersticiones. Consideran que una sola gota del mar de la ilusin es pr eferible a un ocano de certidumbre. Aferrndose tenazmente a los nombres, se privan de la realidad interior y, al aferrarse a las vanas imaginaciones, se les impid e presenciar la Aurora de los signos celestiales. Permita Dios que misericordios amente se te ayude, en toda situacin, a destrozar los dolos de la supersticin y a r asgar los velos de las imaginaciones de los hombres. La autoridad se encuentra e n el puo de Dios, Manantial de la revelacin e inspiracin y Seor del Da de la Resurrec cin. Hemos odo lo que la persona en cuestin ha mencionado acerca de ciertos maestros de la Fe. Realmente l ha dicho la verdad. Algunas almas negligentes vagan por los p ases en el nombre de Dios, dedicados diligentemente a arruinar su Causa, y lo lla man promocin y enseanza de la Palabra de Dios; y ello a pesar de que las cualidade s de los maestros de la Fe, al igual que las estrellas, brillan resplandecientes por todos los cielos de las Tablas divinas. Toda persona imparcial es testigo y todo hombre perspicaz es bien consciente de que el Dios nico y verdadero -exalta da sea su gloria- ha expuesto y explicado lo que elevar la posicin y exaltar el ran go de los hijos de los hombres. El pueblo de Bah arde brillante como un cirio en medio de las reuniones y se afer ra a lo que Dios ha proyectado. Esta posicin se eleva suprema por encima de todas las posiciones. Bienaventurado aquel que abandona las cosas que poseen los pueb los del mundo y anhela lo relativo a Dios, el Soberano Seor de la eternidad. Di: Oh Dios, mi Dios! T me ves circulando alrededor de tu Voluntad, con mis ojos v
ueltos hacia el horizonte de tu misericordia, esperando ansiosamente la revelacin de los refulgentes esplendores del sol de tus favores. Te imploro, oh Bienamado de todo corazn comprensivo y Deseo de los que tienen acceso a Ti, que concedas q ue tus amados se desprendan completamente de sus propias inclinaciones, aferrndos e a lo que Te place a Ti. Atavalos, oh Seor, con el manto de la rectitud e ilumnalo s con los esplendores de la luz del desprendimiento. A continuacin, llama en su a yuda a las huestes de la sabidura y la prolacin, para que puedan exaltar tu Palabr a entre tus criaturas y proclamar tu Causa entre tus siervos. Verdaderamente, po tente eres T para hacer lo que deseas, y en tus manos estn las riendas de todos lo s asuntos. No hay Dios sino T, el Poderoso, el que Siempre Perdona. Oh T que has vuelto tu mirada hacia mi rostro! En estos das ha sucedido aquello que Me ha sumido en profunda tristeza. Ciertos malhechores que profesan lealtad a l a Causa de Dios han cometido acciones que han hecho estremecer a los miembros de la sinceridad, la honestidad, la justicia y la equidad. Una persona conocida a quien se le haba mostrado la mayor amabilidad y favor perpetr tales actos que han trado las lgrimas a los ojos de Dios. Previamente pronunciamos palabras de adverte ncia y premonicin; luego, durante cierto nmero de aos guardamos el asunto en secret o para que quizs l prestara atencin y se arrepintiera. Pero todo fue en vano. Final mente dedic todas sus energas a vilipendiar la Causa de Dios a la vista de todos l os hombres. Rasg el velo de la equidad y no sinti simpata ni por l mismo ni por la C ausa de Dios. Ahora, sin embargo, las acciones de ciertas personas han provocado pesares mucho ms penosos que las de aquel otro. Rogad a Dios, el Verdadero, para que munficamente permita que los negligentes se retracten y se arrepientan. Verd aderamente l es el Perdonador, el Munfico, el Ms Generoso. En estos das es responsabilidad de todos aferrarse firmemente a la unidad y a la concordia y trabajar diligentemente en la promocin de la Causa de Dios, para que acaso las almas rebeldes logren aquello que les conduzca a una prosperidad perdu rable. En resumen, las disensiones entre las diversas sectas han abierto el camino haci a la debilidad. Cada secta ha elegido un sendero para s y se adhiere a cierta cue rda. A pesar de su manifiesta ceguera e ignorancia, se enorgullecen de su perspi cacia y conocimiento. Entre ellas hay msticos que profesan lealtad a la Fe del Is lm, algunos de los cuales se abandonan a aquello que los conduce a la holgazanera y a la reclusin. Juro por Dios! Ello degrada la posicin del hombre y le hace henchi rse de orgullo. El hombre debe dar fruto. Aquel que no da fruto es, en palabras del Espritu,18 como un rbol estril, y el rbol estril no es adecuado sino para el fueg o. Aquello que han mencionado las personas anteriormente nombradas respecto a las p osiciones de la Unidad Divina conducir en no pequea medida a la holgazanera y las v anas imaginaciones. Estos hombres mortales evidentemente han echado a un lado la s diferencias de posicin y han llegado a considerarse a s mismos como Dios, mientr as que Dios se encuentra inconmensurablemente exaltado por encima de todas las c osas. Sin embargo, toda cosa creada muestra Sus signos, los cuales no son sino e manaciones de l, y no su Propio Ser. Todos estos signos se reflejan y pueden ser vistos en el libro de la existencia, y los rollos que describen la forma y el pa trn del universo son en verdad un grandsimo libro. All todo hombre perspicaz puede percibir lo que conducira al Recto Sendero y le permitira alcanzar el Gran Anuncio . Piensa en los rayos del sol, cuya luz ha envuelto al mundo. Los rayos emanan d el sol y revelan su naturaleza, pero no son el sol mismo. Todo cuanto puede perc ibirse en la tierra demuestra ampliamente el poder de Dios, su conocimiento y la s efusiones de su munificencia, en tanto l Mismo se halla inconmensurablemente ex altado por encima de todas las criaturas. Cristo dijo: "T has concedido a los nios aquello de lo que estn privados los sabios y los eruditos." El sabio de Sabzivr19 ha dicho: "Ay! Faltan odos atentos, de otro modo los susurros de la Zarza del Sina podran orse saliendo de todos los rboles." E n una Tabla a un hombre de sabidura que haba hecho una pregunta sobre el significa do de la Realidad Elemental, Nos dirigimos a ese famoso sabio con estas palabras : "Si estas palabras son realmente tuyas, cmo es que no has odo el Llamamiento que ha hecho el rbol del Hombre desde las ms sublimes alturas del mundo? Si realmente oste el Llamamiento y, a pesar de ello, el temor y el deseo de preservar tu vida
te han inducido a no hacerle caso, eres una persona que nunca ha sido ni ser dign a de mencin; y si no lo has escuchado, entonces es que ests privado del sentido de l odo." En resumen, tales son los hombres cuyas palabras son el orgullo del mundo y cuyas acciones son la vergenza de las naciones. Verdaderamente hemos hecho sonar la Trompeta, que no es otra que mi Pluma de Glo ria, y, mirad, la humanidad se ha desvanecido ante ella, salvo aquellos a quiene s a Dios le plugo librar como muestra de su gracia. l es el Seor de munificencia, el Antiguo de los Das. Di: Oh asamblea de sacerdotes! Censuris a esta Pluma, a la que el reino de la prola cin se prepar para or tan pronto como elev su voz estridente, y ante cuyo poderoso y glorioso tema cualquier otro tema palideci hasta la insignificancia? Temed a Dio s y no sigis vuestras ociosas fantasas y corruptas imaginaciones, sino ms bien segu id a aquel que ha venido a vosotros investido con conocimiento innegable y con c erteza inconmovible. Glorificado sea Dios! El tesoro del hombre son sus palabras; sin embargo, este Ag raviado ha refrenado su Lengua, pues los descredos estn emboscados; no obstante, D ios, Seor de todos los mundos, da proteccin. Verdaderamente, en l hemos puesto nues tra confianza y a l hemos encomendado todos los asuntos. l es el que todo lo basta para Nosotros y para todas las cosas creadas. l es Aquel por cuya venia y median te la potencia de cuyo mandato ha brillado resplandeciente el Sol de poder sober ano sobre el horizonte del mundo. Bienaventurado aquel que percibe y reconoce la Verdad, y ay! del recalcitrante y del infiel. Invariablemente, este Agraviado ha tratado a los sabios con afecto. Por sabios s e entiende hombres cuyos conocimientos no se reducen a meras palabras y cuyas vi das han sido fructferas y han producido resultados perdurables. Incumbe a todos h onrar a estas almas benditas. Felices aquellos que observan los preceptos de Dio s; felices aquellos que han reconocido la Verdad; felices aquellos que juzgan co n imparcialidad en todos los asuntos y se aferran al Cordn de mi Justicia inviola ble. El pueblo de Persia se ha apartado de Aquel que es el Protector y el Auxiliador. Se han aferrado a las vanas imaginaciones de los necios y se han enredado en el las. Tan firmemente se adhieren a las supersticiones que nada puede separarlos d e ellas salvo el potente brazo de Dios, exaltada sea su gloria. Suplica al Todop oderoso que aparte con los dedos del poder divino los velos que han separado a l os diversos pueblos y razas, para que alcancen aquello que conduce a la segurida d, al progreso y al adelanto, y se apresuren hacia el Amigo incomparable. La palabra de Dios que la Pluma de Abh ha revelado e inscrito en la PRIMERA HOJA del Ms Exaltado Paraso es sta: Verdaderamente Yo digo: El temor de Dios siempre ha sido una defensa segura y una fortaleza inexpugnable para todos los pueblos del mundo. Es la causa principal de la proteccin de la humanidad y el instrumento sup remo para su preservacin. En efecto, existe en el hombre una facultad que le disu ade y le protege de todo lo que es indigno e indecoroso, a la que se le conoce c omo el sentido de la vergenza. Sin embargo, est limitada a unos pocos; no todos la han posedo ni la poseen. La palabra de Dios que la Pluma Suprema ha registrado en la SEGUNDA HOJA del Ms Exaltado Paraso es la siguiente: La Pluma del Altsimo exhorta, en este momen to, a las manifestaciones de la autoridad y las fuentes del poder, es decir, a l os reyes, los soberanos, los presidentes, los gobernantes, los sacerdotes y los sabios, y les ordena defender la causa de la religin y adherirse a ella. La relig in es, en verdad, el principal instrumento para el establecimiento del orden en e l mundo y de la tranquilidad entre sus pueblos. El debilitamiento de los pilares de la religin ha fortalecido a los necios, les ha envalentonado y les ha hecho ms arrogantes. Verdaderamente digo: Cuanto mayor es la decadencia de la religin, ta nto ms lamentable es la rebelda de los impos. Al final, esto no puede sino conducir al caos y a la confusin. Odme, oh hombres perspicaces, y estad advertidos, vosotro s que estis dotados de discernimiento!
La palabra de Dios que la Pluma Suprema ha registrado en la TERCERA HOJA del Ms Exaltado Paraso es sta: Oh hijo del hombre! Si tus ojos estn vueltos hacia la misericordia, deja las cosas que te benefician y afrrate a lo que beneficiar a la humanidad. Y si tus ojos estn vueltos hacia la justicia, escoge para tu prjimo aqu ello que escogeras para ti mismo. La humildad exalta al hombre al cielo de la glo ria y del poder, en tanto que el orgullo le rebaja a las profundidades de la vil eza y la degradacin. Oh pueblo de Dios! Grande es el Da y poderoso el Llamamiento! En una de nuestras Ta blas hemos revelado estas exaltadas palabras: "Si el mundo del espritu se convirt iese totalmente en el sentido del odo, entonces podra pretender ser digno de escuc har la Voz que llama desde el Horizonte Supremo; porque, de otro modo, estos odos que estn manchados de mentiras nunca han sido adecuados para orla, ni lo son ahor a." Bienaventurados quienes escuchan, y ay! de los rebeldes. La palabra de Dios que la Pluma Suprema ha registrado en la CUARTA HOJA del Ms Exaltado Paraso es la siguiente: Oh pueblo de Dios! Implorad al Verdadero -g lorificado sea su Nombre- para que misericordiosamente ampare a las manifestacio nes del dominio y del poder de las insinuaciones del yo y del deseo y derrame so bre ellos el esplendor de la justicia y de la gua. Su Majestad Muammad Shh, a pesar de la excelencia de su rango, cometi dos hechos at roces. Uno fue la orden de desterrar al Seor de los Reinos de la Gracia y la Muni ficencia, el Punto Primordial; y el otro, el asesinato del Prncipe de la Ciudad d el Arte de Gobernar y del Logro Literario.20 Los defectos de los reyes, como sus favores, pueden ser grandes. Un rey a quien la vanagloria del poder y autoridad no le disuada de observar justicia, ni a qui en los lujos, la riqueza, la gloria ni la direccin de huestes y legiones le prive n de los esplendores del sol de la equidad, ocupar un alto rango y una sublime po sicin en el Concurso de lo alto. Incumbe a todos prestar ayuda y mostrar amabilid ad a tan noble alma. Bienaventurado el rey que domine firmemente las riendas de su pasin, refrene su ira y prefiera la justicia y la imparcialidad a la injustici a y a la tirana. La palabra de Dios que la Pluma Suprema ha registrado en la QUINTA HOJA del Ms Exaltado Paraso es sta: Por sobre todo lo dems, el ms grande don y la ms maravi llosa bendicin que jams haya existido y continuar existiendo es la Sabidura. Es la i nfalible Protectora del hombre. Le ayuda y le fortalece. La sabidura es el emisar io de Dios y la reveladora de Su Nombre, el Omnisciente. Por medio de ella se ha ce manifiesta y evidente la sublimidad de la posicin del hombre. Es omnisciente, y es el principal maestro en la escuela de la existencia. Es la gua, y est investi da de una elevada distincin. Gracias a su influencia educadora, los seres terrena les han llegado a impregnarse con un espritu semejante a una gema, que sobrepasa a los cielos en brillo. En la ciudad de la justicia es el Orador sin rival que, en el ao nueve, ilumin al mundo con las gozosas nuevas de esta Revelacin. Y fue est a sin par Fuente de sabidura la que, al comienzo de la fundacin del mundo, ascendi por la escalera del significado interno y, cuando fue entronizada en el plpito de la prolacin por obra de la Voluntad divina, proclam dos palabras. La primera anun ciaba la promesa de la recompensa, en tanto que la segunda expresaba la siniestr a advertencia del castigo. La promesa dio origen a la esperanza, y la advertenci a produjo temor. De este modo, la base del orden en el mundo se estableci firmeme nte sobre estos principios gemelos. Exaltado sea el Seor de la Sabidura, el Poseed or de Gran Munificencia. La palabra de Dios que la Pluma Suprema ha registrado en la SEXTA HOJA del Ms Exaltado Paraso es la siguiente: La luz de los hombres es la Justicia. No l a extingis con los vientos contrarios de la opresin y la tirana. El propsito de la j
usticia es hacer surgir la unidad entre los hombres. El ocano de la sabidura divin a se agita en esta exaltada palabra, en tanto que los libros del mundo no pueden contener su significado interno. Si la humanidad estuviese adornada con esta ve stidura, vera brillar resplandeciente sobre el horizonte del mundo al sol de las palabras: "En ese da Dios satisfar a todos con su abundancia".21 Apreciad el valor de estas palabras; son un fruto noble que ha producido el rbol de la Pluma de Gl oria. Dichoso el hombre que le presta odo y cumple sus preceptos. Verdaderamente digo, que todo lo que se enva desde el cielo de la Voluntad de Dios es el medio p ara el establecimiento del orden en el mundo y el instrumento para la promocin de la unidad y la camaradera entre sus pueblos. As habla la lengua de este Agraviado desde su Ms Grande Prisin. La palabra de Dios que la Pluma Suprema ha registrado en la SPTIMA HOJA del Ms Exaltado Paraso es sta: Oh vosotros hombres de sabidura entre las naciones! Ce rrad vuestros ojos a la separacin, y despus fijad vuestra mirada en la unidad. Asos firmemente a lo que conducir al bienestar y la tranquilidad de toda la humanidad . Este palmo de tierra no es sino una sola patria y una nica morada. Os incumbe a bandonar la vanagloria que provoca alienacin y dirigir vuestros corazones hacia t odo lo que asegure la armona. A juicio del pueblo de Bah, la gloria del hombre se halla en su conocimiento, en su conducta recta, en su carcter encomiable, en su s abidura, y no en su nacionalidad ni en su rango. Oh gentes de la tierra! Apreciad el valor de esta palabra celestial. De hecho, puede asemejarse a un navo para el ocano del conocimiento y a una brillante luminaria para el reino de la percepcin. La palabra de Dios que la Pluma Suprema ha registrado en la OCTAVA HOJA del Ms Exaltado Paraso es la siguiente: Las escuelas deben, en primer lugar, educa r a los nios en los principios de la religin, para que la Promesa y la Amenaza reg istradas en los Libros de Dios les aparten de las cosas prohibidas y les ataven c on el manto de los mandamientos; pero ello en medida tal que no perjudique a los nios dando lugar al fanatismo ignorante y a la intolerancia. Corresponde a los Fideicomisarios de la Casa de Justicia reunirse en consejo par a tratar de aquellas cosas que no han sido reveladas explcitamente en el Libro y para hacer cumplir lo que a ellos les resulte aceptable. Dios, ciertamente, les inspirar con todo lo que l desee, y l, en verdad, es el Proveedor, el Omnisciente. Anteriormente hemos ordenado que la gente se exprese en dos idiomas; no obstante , deben hacerse esfuerzos para reducirlos a uno solo, al igual que los alfabetos del mundo, para que las vidas de los hombres no se disipen y malgasten aprendie ndo diversos idiomas. De este modo, la tierra entera ser considerada como una sol a ciudad y un solo pas. La palabra de Dios que la Pluma Suprema ha registrado en la NOVENA HOJA del Ms Exaltado Paraso es sta: Es deseable la moderacin en todos los asuntos. Si una cosa es llevada al exceso, demostrar ser causa de maldad. Pensad en la civilizac in de occidente, cmo ha agitado y alarmado a los pueblos del mundo. Se ha ideado u na mquina infernal y ha resultado ser un arma de destruccin tal que nadie ha prese nciado ni odo nunca nada semejante a ella. La purificacin de corrupciones tan prof undamente arraigadas y abrumadoras no puede llevarse a cabo a menos que los pueb los del mundo se unan en pos de una meta comn y abracen una fe universal. Inclina d vuestro odo al Llamamiento de este Agraviado y adheros firmemente a la Paz Menor . Cosas extraas y asombrosas existen en la tierra, pero estn ocultas a las mentes y a la comprensin de los hombres. Estas cosas son capaces de cambiar toda la atmsfer a de la tierra, y la contaminacin con ellas resultara letal. Gran Dios! Hemos obser vado una cosa asombrosa. El relmpago, o una fuerza similar a l, es controlado por un operador y se mueve por orden de ste. Inconmensurablemente exaltado es el Seor de Poder, que ha dejado al descubierto lo que Se ha propuesto mediante la potenc ia de su poderoso e invencible mandato.
Oh pueblo de Bah! Cada una de las ordenanzas que hemos revelado es una poderosa fo rtaleza para la preservacin del mundo del ser. Verdaderamente, este Agraviado no ha deseado otra cosa que vuestra seguridad y vuestra elevacin. Exhortamos a los hombres de la Casa de Justicia y les ordenamos que aseguren la proteccin y salvaguardia de los hombres, mujeres y nios. Les incumbe tener la mxima consideracin hacia los intereses del pueblo en todo momento y circunstancia. Ben dito sea el gobernante que socorre al cautivo, el rico que cuida del pobre y el justo que resguarda del perverso los derechos del oprimido, y feliz el fideicomi sario que cumple lo que el Ordenador, el Antiguo de los Das le ha prescrito. Oh Haydar 'Al! Sobre ti sean mi gloria y mi alabanza. Mis consejos y advertencias han circundado al mundo. Sin embargo, en lugar de traer alegra y gozo, han causad o dolor, porque algunos de los que pretenden amarme se han vuelto arrogantes y M e han infligido tribulaciones como jams Me haban infligido ni los seguidores de an teriores religiones ni los sacerdotes de Persia. Hemos dicho: "Mi cautiverio no Me hace dao, ni las cosas que Me han sucedido a ma nos de mis enemigos. Lo que Me hace dao es la conducta de mis amados que, aunque llevan mi Nombre, sin embargo cometen aquello que hace que mi corazn y mi Pluma s e lamenten." Una y otra vez se han revelado palabras como stas; sin embargo, los negligentes no han sacado provecho de ellas, ya que se hallan cautivos de sus pr opias pasiones malvadas y sus deseos corruptos. Implora al Dios Verdadero que pe rmita que todos se arrepientan y vuelvan a l. Mientras la naturaleza de cada uno ceda ante las pasiones malvadas, prevalecern el delito y la transgresin. Abrigamos la esperanza de que la mano del poder divino y las efusiones de las bendiciones celestiales sustenten a todos los hombres, los ataven con la vestidura de la mis ericordia y la munificencia y los guarden de aquello que perjudicara a su Causa e ntre sus siervos. l es, en verdad, el Potente, el Todopoderoso, y l es el que Siem pre Perdona, el Misericordioso. La palabra de Dios que la Pluma Suprema ha registrado en la DCIMA HOJA del Ms Exaltado Paraso es la siguiente: Oh gentes de la tierra! Vivir retirado o pr acticar el ascetismo no es aceptable en la presencia de Dios. Incumbe a los dota dos de perspicacia y entendimiento cumplir aquello que producir alegra y esplendor . Prcticas tales como las que han surgido del seno de las ociosas fantasas y las q ue han nacido de la matriz de la supersticin son poco dignas de hombres de conoci miento. En tiempos de antao, y ms recientemente, algunas personas han levantado su morada en las cuevas de las montaas, mientras otras tienen por costumbre acudir de noche a los cementerios. Di: Prestad atencin a los consejos de este Agraviado. Abandonad las cosas corrientes entre vosotros y escoged aquello que el Consejer o fiel os ordena. No os privis de los dones que han sido creados para vuestro bie n. La caridad es grata y digna de alabanza a la vista de Dios y se le considera com o un prncipe entre las buenas acciones. Meditad y recordad lo que el Todomiserico rdioso revel en el Corn: "Ellos les prefieren antes que a s mismos, aunque la pobre za es su propio destino. Y bienaventurados aquellos que estn protegidos de su pro pia codicia."22 Visto de este modo, las benditas palabras anteriores son, en ver dad, el Sol de las palabras. Bendito quien prefiere a su hermano antes que a s mi smo. Ciertamente, tal hombre se cuenta, en virtud de la Voluntad de Dios, el Omn isapiente, el Todosabio, entre el pueblo de Bah que mora en el Arca Carmes. La palabra de Dios que la Pluma Suprema ha registrado en la UNDCIMA HOJA del Ms Exaltado Paraso es sta: Ordenamos a quienes son los emblemas de Sus Nombres y atributos que de aqu en adelante se adhieran firmemente a lo que se ha dispuest o en esta Grandsima Revelacin, no permitan que ellos mismos se conviertan en motiv o de contiendas y mantengan, hasta el fin que no conoce fin, sus ojos dirigidos hacia la aurora de estas resplandecientes palabras que han sido registradas en e sta Tabla. La contienda conduce al derramamiento de sangre y provoca conmocin ent re la gente. Escuchad la Voz de este Agraviado y no os apartis de ella. Si cualquier persona meditase en su corazn aquello que ha fluido de la Pluma de G
loria en esta Revelacin, estara seguro de que, sea lo que fuese lo que este Agravi ado haya afirmado, no ha tenido intencin de crearse una posicin o distincin para S M ismo. Ms bien, el propsito ha sido atraer a las almas, mediante la sublimidad de S us palabras, a la cima de trascendente gloria y dotarlas con la facultad de perc ibir aquello que depurar y purificar a los pueblos del mundo de la lucha y la dise nsin que provocan las diferencias religiosas. De esto dan testimonio mi Corazn, mi Pluma y mi Ser interior y exterior. Quiera Dios que todos los hombres se vuelva n hacia los tesoros latentes dentro de su propio ser. Oh pueblo de Bah! El origen de los oficios, las ciencias y las artes es la faculta d de la reflexin. Haced todos los esfuerzos para que de esta mina ideal puedan su rgir destelleantes las perlas de sabidura y prolacin que fomenten el bienestar y l a armona de todas las razas de la tierra. En toda condicin, ya sea en la adversidad o en la comodidad, en el honor o en la afliccin, este Agraviado ha ordenado que todos los hombres muestren amor, afecto, compasin y armona. Y, sin embargo, siempre que haba una leve seal de progreso o ade lanto, aquellos que se encuentran ocultos tras los velos salan resueltamente y pr oferan calumnias ms hirientes que la espada. Ellos se aferran a palabras engaosas y censurables y se privan del ocano de versos revelados por Dios. Si estos velos obstaculizadores no se hubiesen interpuesto, en unos dos aos Persi a habra sido subyugada por el poder de la prolacin, se habra elevado la posicin tant o del Gobierno como del pueblo, y la meta Suprema, desvelada y descubierta, habra aparecido en la plenitud de la gloria. En resumen, unas veces en lenguaje explci to y otras veces por alusiones, hemos dicho todo lo que deba decirse. As, una vez que Persia hubiese sido rehabilitada, los suaves aromas de la Palabra de Dios se meceran sobre todos los pases, por cuanto lo que fluye de la Ms Exaltada Pluma con duce a la gloria, al progreso y a la educacin de todos los pueblos y razas de la tierra. De hecho, ste es el remedio soberano para toda enfermedad, si lo comprend ieran y lo percibieran. Recientemente, los Afnn y Amn -que mi gloria y amorosa bondad sean con ellos- alca nzaron nuestra presencia y contemplaron nuestro semblante; igualmente estn presen tes y han bebido de la copa de la reunin Nabl, el hijo de Nabl y el hijo de Samanda r -que la gloria de Dios y su amorosa bondad sean sobre ellos-. Rogamos a Dios q ue misericordiosamente ordene para ellos el bien de este mundo y del venidero y que las efusiones de Sus bendiciones y Su gracia desciendan sobre ellos desde el cielo de su generosidad y las nubes de su tierna compasin. Verdaderamente, de aq uellos que muestran misericordia, l es el Ms Misericordioso, y l es el Munfico, el B enfico. Oh Haydar 'Al! Tu otra carta, que habas enviado a travs de aquel que lleva el ttulo d e Jd23 (Munificencia), ha llegado a nuestra santa corte. Alabado sea Dios! Estaba adornada con la luz de la unidad divina y del desprendimiento, y arda con el fueg o del amor y el afecto. Ora a Dios para que conceda agudeza a los ojos y los ilu mine con una nueva luz, para que acaso puedan percibir lo que no tiene par ni se mejanza. En este da los versos del Libro Madre estn resplandecientes e inconfundibles como el sol. En modo alguno pueden confundirse con las palabras del pasado ni con las ms recientes. Ciertamente, este Agraviado no desea demostrar su propia Causa con pruebas presentadas por otros. l es el que abarca todas las cosas, mientras que todo lo dems, salvo l, est circunscrito. Di: Oh pueblo, examinad con atencin lo que es comn entre vosotros, y Nosotros examinaremos atentamente lo que tiene relacin c on Nosotros. Juro por Dios! Ni la alabanza de los pueblos del mundo ni las cosas que poseen las razas de la tierra son dignas de mencin ante el recuerdo de su Nom bre. De ello da testimonio Aquel que en todas las circunstancias proclam: "Verdad eramente l es Dios, soberano Gobernante del Da del Juicio Final, Seor del poderoso Trono." Glorificado sea Dios! Uno se pregunta por medio de qu prueba o por qu razn los descr edos entre el pueblo del Bayn se han apartado del Seor del ser. En verdad, la posic in de esta Revelacin trasciende a la posicin de todo lo que ha sido manifestado en el pasado o lo que se har manifiesto en el futuro. Si el Punto del Bayn estuviese presente en este da y si l -Dios no lo permita- duda
se en reconocer esta Causa, entonces Le seran de aplicacin a l las muy benditas pal abras que han fluido del manantial de su propio Bayn. l dijo, y su palabra es la v erdad: "Es lcito que Aquel a Quien Dios har manifiesto rechace al que es el ms gran de de la tierra." Di: Oh vosotros que estis privados de entendimiento! Hoy el Ser Ms Grande proclama: "Verdaderamente, verdaderamente Yo soy el primero en adorarle ." Cun poco profundo es el fondo del conocimiento de los hombres y cun dbil su pode r de percepcin. Nuestra Pluma de Gloria da testimonio de su abyecta pobreza y de la riqueza de Dios, Seor de todos los mundos. Alabado y glorificado es Aquel que ha llamado a la creacin a la existencia. l es l a Verdad soberana, el Conocedor de las cosas invisibles. El Libro Madre est revel ado y el Seor de Munificencia se ha establecido en la ms bendita sede de gloria. L a Aurora ha despuntado y, sin embargo, la gente no entiende. Los signos han sido manifestados, en tanto Aquel que los ha revelado est abrumado con evidente trist eza. Verdaderamente he soportado aquello que ha hecho que se lamente el mundo de la existencia. Di: Oh Yay,24 crea un solo verso, si es que posees un conocimiento divinamente ins pirado. Estas palabras fueron dichas anteriormente por mi Heraldo, que en esta h ora proclama: "Verdaderamente, verdaderamente Yo soy el primero en adorarle." S j usto, oh mi hermano. Sers t capaz de expresarte cuando ests cara a cara ante el encr espado ocano de mi prolacin? Podrs soltar tu lengua cuando te enfrentes a la estride nte voz de mi Pluma? Tienes algn poder ante la revelacin de mi omnipotencia? Juzga con equidad, te lo ruego por Dios, y recuerda cuando estabas en presencia de est e Agraviado y te dictamos los versos de Dios, el que Ayuda en el Peligro, el que Subsiste por S Mismo. Ten cuidado, no sea que la fuente de la falsedad te aparte de la Verdad manifiesta. Oh t que has fijado tu mirada en mi semblante! Di: Oh negligentes! A causa de una g otita os habis privado del ocano de los versos celestiales, y por un insignificant e tomo os habis apartado de los esplendores del Sol de la Verdad. Quin otro sino Bah tiene poder para hablarle a la humanidad a la cara? Juzgad imparcialmente y no s eis de los injustos. A travs de l se han agitado los ocanos, se han revelado los mis terios y los rboles han alzado sus voces exclamando: "Los reinos de la tierra y d el cielo son de Dios, el Revelador de los signos, el Manantial de las seales clar as. Leed atentamente el Bayn Persa revelado por Aquel que anunci esta Revelacin y m iradlo con el ojo de la imparcialidad. De cierto l os guiar rectamente a su Sender o. En este momento l proclama aquello que su lengua haba expresado anteriormente, cuando estaba sentado en el trono de su ms exaltado Nombre. Has hecho mencin de los amados en esas regiones. Alabado sea Dios; cada uno de el los ha logrado el honor de ser recordado por el Verdadero -exaltada sea su glori a-, y sus nombres, los de todos y cada uno de ellos, fluyeron de la Lengua de Gr andeza en su reino de prolacin. Grande es, en verdad, su beatitud y felicidad, po r cuanto ellos han bebido el vino escogido de la revelacin y la inspiracin de mano s de su Seor, el Compasivo, el Misericordioso. Rogamos a Dios que les fortalezca para que manifiesten una constancia inquebrantable, y que llame en su ayuda a la s huestes de la sabidura y la prolacin. l es, en verdad, el Poderoso, el Omnipotent e. Llvales mis saludos y dales las gozosas nuevas de que el sol del recuerdo ha a manecido, derramando su fulgor por encima del horizonte de los generosos favores de su Seor, el que Siempre Perdona, el Todomisericordioso. Has mencionado a usayn. Hemos ataviado su sien con el manto de la misericordia y hemos adornado su cabeza con la corona del perdn. Es oportuno que se enorgullezca entre los hombres por esta resplandeciente, esta fulgurante y manifiesta libera lidad. Di: No ests abatido. Despus de la revelacin de este bendito verso es como si hubieses nacido de nuevo del vientre de tu madre. Di: Ests libre de pecado y del error. Ciertamente Dios te ha purificado con las aguas vivas de su prolacin en s u Ms Grande Prisin. Le suplicamos -bendito y exaltado sea l- que munficamente te con firme en Su exaltacin y en la magnificacin de Su gloria, y te fortalezca mediante el poder de sus huestes invisibles. Verdaderamente l es el Todopoderoso, el Omnip otente. Has hecho mencin de la gente de Tr.25 Hemos vuelto nuestro rostro hacia los siervo s de Dios que estn all y les aconsejamos primero que consideren lo que el Punto de l Bayn ha manifestado en relacin con esta Revelacin, que ha hecho temblar a todos l
os nombres y ttulos, mediante la cual se han derrumbado los dolos de las vanas ima ginaciones y la Lengua de Grandeza proclama desde el Reino de gloria: Por la rect itud de Dios! El Tesoro Oculto, el Misterio Impenetrable, se ha descubierto ante los ojos de los hombres, haciendo que todas las cosas, ya sean del pasado o del futuro, se regocijen. l ha dicho, y su palabra es la verdad: "De todos los homen ajes que he rendido a Aquel que ha de venir detrs de M, ste es el ms grande: Mi conf esin escrita de que ninguna palabra Ma puede describirle adecuadamente, ni ninguna referencia que Le hago a l en mi libro, el Bayn, puede hacerle justicia a su Caus a." Adems, les aconsejamos que observen justicia, equidad, honestidad, piedad y aquel lo por lo cual sern exaltadas entre los hombres tanto la Palabra de Dios como la propia posicin de ellos. Verdaderamente Yo soy quien exhorta con justicia. De ell o da testimonio Aquel de cuya Pluma han surgido ros de misericordia y de cuyas pa labras han brotado fuentes de aguas vivas para todas las cosas creadas. Inconmen surablemente exaltada es esta gracia ilimitada; inmensamente bendito es este res plandeciente favor. Oh gentes de Tr! Prestad atencin al Llamamiento de Aquel que hace lo que l desea. En verdad, l os recuerda aquello que os acercar a Dios, Seor de los mundos. l ha vuelt o su rostro hacia vosotros desde la prisin de 'Akk, y por vosotros ha revelado lo que inmortalizar vuestro recuerdo y vuestros nombres en el Libro que no puede ser borrado y al que no le afectan las dudas de los recalcitrantes. Abandonad las c osas corrientes entre los hombres y aferraos firmemente a lo que se os ordena en virtud de la Voluntad del Ordenador, el Antiguo de los Das. ste es el Da en que el rbol del Loto llama en alta voz, diciendo: Oh pueblo! Contemplad mis frutos y mis hojas, y luego inclinad vuestros odos hacia mi susurro. Tened cuidado, no sea qu e las dudas de los hombres os excluyan de la luz de la certeza. El ocano de la pr olacin exclama y dice: "Oh vosotros moradores de la tierra! Contemplad mis aguas e ncrespadas y las perlas de sabidura y prolacin que he derramado. Temed a Dios y no seis de los negligentes." En este Da tiene lugar un gran festival en el Reino de lo alto; pues todo lo que se prometi en las Sagradas Escrituras se ha cumplido. ste es el Da del gran regocij o. Incumbe a todos apresurarse hacia la corte de su proximidad con extrema alegra , gozo, jbilo y deleite, y librarse del fuego de la lejana. Oh gentes de Tr! Por medio del poder fortalecedor de mi Nombre tomad el cliz del co nocimiento, bebed lo que podis a pesar de las gentes del mundo que han roto el Co nvenio de Dios y su Testamento, han rechazado sus pruebas y sus claras seales y h an puesto reparos triviales a sus signos, que han impregnado a todos los que estn en el cielo y en la tierra. Los descredos entre el pueblo del Bayn son como los seguidores de la secta chiita, y siguen sus pasos. Abandonadles a sus ociosas fantasas y vanas imaginaciones. E llos, en verdad, se cuentan entre los perdidos en el Libro de Dios, el Omnisapie nte, el Todosabio. Ahora, todos y cada uno de los clrigos chiitas se dedican a vi lipendiar y denunciar al Verdadero desde sus plpitos. Dios Munfico! Dawlat bd26 tambin ha seguido el ejemplo. Subi al plpito y expres lo que ha hecho llorar de angustia a la Tabla y lamentarse a la Pluma. Meditad sobre su conducta y la de Ashraf27 -q ue mi gloria y mi tierna misericordia sean sobre l-, e igualmente considerad a es os amados que se apresuraron al lugar del martirio en mi Nombre y dieron sus vid as en el sendero de Aquel que es el Deseo del mundo. La Causa est manifiesta, brilla resplandeciente como el sol, pero las gentes se h an convertido en velos para s mismas. Rogamos a Dios que munficamente les ayude a regresar a l. l es, en verdad, el Perdonador, el Misericordioso. Oh gentes de Tr! Os enviamos saludos desde este lugar e imploramos a Dios -exaltad o y bendito sea l- que os d de beber de la mano de su favor el vino escogido de la constancia. Verdaderamente l es el Seor de Munificencia, el Generoso, el Todoalab ado. Dejad a su suerte a los inmaduros del mundo, aquellos que estn movidos por u n deseo egosta y se adhieren a los exponentes de la ociosa fantasa. Verdaderamente l es vuestro Auxiliador y Socorredor. l es, en verdad, potente para hacer cuanto desea. No hay otro Dios salvo l, el nico, el Sin Par, el Poderoso, el Ms Grande. Que la gloria de nuestra presencia sea sobre aquellos que han dirigido sus rostr os hacia la Aurora de Su Revelacin y han admitido y reconocido lo que la Lengua d
e la prolacin ha manifestado en el reino del conocimiento en este bendito, glorio so e incomparable Da.
LAW-I-DUNY Tabla del Mundo En mi Nombre, que llama en voz alta en el Reino de la Prolacin. La alabanza y el agradecimiento es lo apropiado para el Seor del dominio manifies to, que ha adornado la poderosa prisin con la presencia de los honorables 'Al Akba r y Amn, y la ha iluminado con la luz de la certeza, la constancia y la seguridad .28 La gloria de Dios y la gloria de todos los que estn en los cielos y en la tie rra sean con ellos. Luz y gloria, salutacin y alabanza sean con las Manos de Su Causa, a travs de las cuales ha brillado la luz de la fortaleza y se ha establecido la verdad de que l a autoridad para escoger Le corresponde a Dios, el Poderoso, el Potente, el Irre stringido, por medio de las cuales se ha agitado el ocano de la misericordia y se ha difundido la fragancia de los munficos favores de Dios, Seor de la humanidad. Le imploramos -exaltado sea l- que les ampare con el poder de sus huestes, les pr oteja con la potencia de su dominio y les socorra con su fuerza indomable que pr evalece sobre todas las cosas creadas. La soberana es de Dios, Creador de los cie los y Seor del Reino de los Nombres. El gran Anuncio proclama: Oh gentes de Persia! En tiempos pasados fuisteis smbolo de la misericordia y personificacin del afecto y la benevolencia. Las regiones de l mundo fueron iluminadas y embellecidas por el brillo de la luz de vuestro cono cimiento y por el resplandor de vuestra erudicin. Cmo es que os habis levantado para destruiros a vosotros mismos y a vuestros amigos con vuestras propias manos? Oh Afnn, oh t que has brotado de mi antiguo Linaje! Mi gloria y mi amorosa bondad s on sobre ti. Cun vasto es el tabernculo de la Causa de Dios! Cubre a todos los pueb los y razas de la tierra, y dentro de poco reunir a toda la humanidad bajo su pro teccin. Tu da de servicio ya ha llegado. Innumerables Tablas atestiguan las genero sidades que te han sido otorgadas. Levntate por el triunfo de mi Causa y, con la fuerza de tu palabra, somete los corazones de los hombres. Tienes que manifestar aquello que asegure la paz y el bienestar de los desdichados y oprimidos. Prepra te para llevar a cabo tu empeo, para que quizs puedas liberar al cautivo de sus ca denas y le permitas alcanzar la verdadera libertad. En este da la justicia lamenta su condicin, y la Equidad gime bajo el yugo de la o presin. Las densas nubes de la tirana han oscurecido la faz de la tierra y han env uelto a sus pueblos. Por orden del Ordenador omnipotente, mediante el movimiento de nuestra Pluma de gloria, hemos inspirado una nueva vida en toda estructura h umana y hemos infundido una potencia nueva en cada palabra. Todas las cosas crea das manifiestan las pruebas de esta regeneracin mundial. sta es la ms grande, la ms gozosa nueva, dada a conocer a la humanidad por la Pluma de este Agraviado. Por q u temis, oh mis bienamados? Quin hay que os pueda apesadumbrar? Un poco de humedad b asta para disolver la arcilla endurecida con la que est moldeada esta generacin pe rversa. El simple hecho de reuniros es suficiente para dispersar las fuerzas de esta gente vana y sin valor. La lucha y el conflicto son propios de las bestias salvajes. Fue por la gracia d e Dios y con la asistencia de palabras apropiadas y hechos encomiables que retor naron a sus vainas las espadas desenfundadas de la comunidad bb. De hecho, mediant e el poder de las buenas palabras los virtuosos siempre han logrado el dominio d e las praderas de los corazones de los hombres. Di: Oh vosotros los amados! No re nunciis a la prudencia. Inclinad vuestros corazones hacia los consejos que da la Pluma Ms Exaltada y tened cuidado, no sea que vuestras manos o vuestras lenguas c ausen dao a alguien entre la humanidad. Referente a la tierra de (r) (Tehern), hemos revelado en el Kitb-i-Aqdas aquello qu e advertir a la humanidad. Los que perpetran tirana en el mundo han usurpado los d erechos de los pueblos y razas de la tierra, y reiteradamente obran de acuerdo c
on sus inclinaciones egostas. El tirano29 de la tierra de Y (Yazd), cometi aquello que hizo derramar lgrimas de sangre al Concurso de lo Alto. Oh t que has bebido del vino de mi prolacin y has fijado tu mirada en el horizonte de mi Revelacin! Cun extrao es que el pueblo de Persia, que no tena rival en las cie ncias y en las artes, se haya hundido hasta el ms bajo nivel de degradacin entre l as naciones de la tierra. Oh gentes! En este bendito, este glorioso Da, no os privi s de las generosas efusiones de misericordia que el Seor de abundante gracia os h a otorgado. En este Da los aguaceros de la sabidura y la prolacin se estn derramando desde las nubes de la misericordia divina. Bienaventurados los que juzgan esta Causa con imparcialidad, y ay de los injustos! Todo hombre de perspicacia admitir fcilmente, en este Da, que los consejos revelado s por la Pluma de este Agraviado constituyen la suprema fuerza animadora del pro greso del mundo y la exaltacin de sus pueblos. Levantaos, oh gentes, y, por la po testad del poder de Dios, decidos a lograr la victoria sobre vuestro yo, para que toda la tierra sea liberada y santificada de su servidumbre hacia los dioses de sus ociosas fantasas, unos dioses que han causado tanto quebranto a sus desdicha dos adoradores y de cuya miseria son responsables. Estos dolos constituyen el obs tculo que ha estorbado al hombre en sus intentos de avanzar en el sendero de la p erfeccin. Abrigamos la esperanza de que la Mano del poder divino preste ayuda a l a humanidad y la libre de su estado de penosa degradacin. En una de las Tablas se han revelado estas palabras: Oh pueblo de Dios! No os de diquis a vuestros propios asuntos; que vuestros pensamientos queden fijos en aque llo que restituya la prosperidad de la humanidad y santifique los corazones y la s almas de los hombres. El mejor modo de lograr esto es mediante las acciones pu ras y santas, por medio de una vida virtuosa y un comportamiento excelente. Las acciones esforzadas garantizarn el triunfo de esta Causa y un carcter santo consol idar su poder. Aferraos a la rectitud, oh pueblo de Bah! ste es, ciertamente, el man damiento que os ha dado este Agraviado, y es lo primero que su irrestringida Vol untad ha escogido para cada uno de vosotros. Oh amigos! Os incumbe renovar y reanimar vuestras almas con los dadivosos favores que estn siendo derramados sobre vosotros en esta Divina Primavera que conmueve el alma. El Sol de su gran Gloria derrama su resplandor sobre vosotros, y las nu bes de su gracia sin lmites os protegen. Cun sublime es la recompensa para quien n o se haya privado de tan gran ddiva ni haya dejado de reconocer la belleza de su Bienamado en esta su nueva vestidura. Cuidaos, pues el Malvado os acecha listo p ara atraparos. Preparaos contra sus perversas artimaas y, guiados por la luz del nombre del Dios que todo lo ve, huid de la oscuridad que os rodea. Que vuestra v isin abarque a todo el mundo, en lugar de limitarse a vuestro propio ser. El Malv ado es el que impide el ascenso y bloquea el progreso espiritual de los hijos de los hombres. En este Da es responsabilidad de todo hombre asirse a cuanto fomente los interese s y exalte la posicin de todas las naciones y Gobiernos justos. Por medio de todo s y cada uno de los versos que ha revelado la Pluma del Altsimo, se han abierto d e par en par las puertas del amor y la unidad ante los hombres. Anteriormente he mos declarado, y nuestra Palabra es la verdad: "Relacionaos con los seguidores d e todas las religiones en un espritu de amistad y compaerismo". Cualquier cosa que haya hecho que los hijos de los hombres se den la espalda unos a otros y haya s ido causa de disensiones y divisiones entre ellos, ha sido, por la revelacin de e stas palabras, anulada y abolida. Desde el cielo de la Voluntad de Dios, y con e l propsito de ennoblecer al mundo del ser y elevar las mentes y las almas de los hombres, se ha enviado lo que constituye el ms efectivo instrumento para la educa cin de toda la raza humana. La ms elevada esencia y la ms perfecta expresin de todo cuanto los pueblos del pasado han dicho o escrito han sido enviadas desde el cie lo de la Voluntad del Dios que todo lo posee, el sempiterno, por medio de esta p otentsima Revelacin. Antiguamente se revel: "El amor por el propio pas es una parte de la Fe de Dios". Sin embargo, la Lengua de Grandeza ha proclamado en el da de s u manifestacin: "No le corresponde vanagloriarse a quien ama a su pas, sino a quie n ama al mundo". Mediante el poder liberado por estas exaltadas palabras, l ha ot orgado un nuevo impulso, ha dado una nueva direccin a las aves de los corazones h umanos y ha borrado toda huella de restriccin y limitacin del Libro santo de Dios.
Este Agraviado ha prohibido que el pueblo de Dios se implique en contiendas y co nflictos y les ha exhortado a realizar acciones rectas y a cultivar un carcter di gno de alabanza. En este da las huestes que pueden asegurar la victoria de la Cau sa son aquellas que poseen una conducta excelente y un carcter santo. Benditos se an quienes se adhieren firmemente a estas cualidades, y ay de los que se apartan de ellas! Oh pueblo de Dios! Os exhorto a practicar la cortesa, pues por encima de todo es l a primera de las virtudes. Bienaventurado quien sea iluminado con la luz de la c ortesa y est ataviado con la vestidura de la rectitud. Quienquiera est dotado de co rtesa, ha logrado, por cierto, una sublime posicin. Se espera que a este Agraviado y a todos los dems se les permita adquirirla, aferrarse a ella, practicarla y fi jar nuestra mirada en ella. ste es un mandamiento obligatorio que ha emanado de l a Pluma del Ms Grande Nombre. ste es el da en el que se deben manifestar las gemas de la constancia que yacen oc ultas en la mina del ser interior de los hombres. Oh gentes de Justicia! Sed tan brillantes como la luz y tan refulgentes como el fuego que ardi en la Zarza Ardie nte. El resplandor del fuego de vuestro amor sin duda fundir y unificar a los pueb los y razas contendientes de la tierra, en tanto que la furia de la llama de la enemistad y del odio no puede dar otro resultado ms que la lucha y la ruina. Roga mos a Dios que proteja a sus criaturas de las perversas intenciones de sus enemi gos. l, ciertamente, tiene poder sobre todas las cosas. Toda alabanza sea para el Dios nico y verdadero -exaltada sea su gloria-, por cua nto l ha abierto, por medio de la Pluma del Altsimo, las puertas de los corazones de los hombres. Cada verso que esta Pluma ha revelado es un brillante y luminoso portal que descubre las glorias de una vida santa y piadosa, de las acciones pu ras e inmaculadas. Nunca pretendimos que los llamamientos que hicimos y el mensa je que dimos llegaran o beneficiaran a un solo pas o a un solo pueblo. La humanid ad en su totalidad tiene que aferrarse firmemente a cuanto le ha sido revelado y otorgado. Entonces, y slo entonces, alcanzar la verdadera libertad. La tierra tod a est iluminada con la gloria resplandeciente de la Revelacin de Dios. En el ao ses enta, Aquel que anunci la luz de la Gua Divina -que toda la creacin Le sea ofrecida como sacrificio- se levant para anunciar una nueva revelacin del Espritu Divino, y fue seguido, veinte aos ms tarde, por Aquel a travs de cuya venida el mundo se con virti en receptor de esta gloria prometida, de este maravilloso favor. Observad cm o se ha dotado a la mayor parte de la humanidad con la facultad de escuchar la ms exaltada Palabra de Dios, la Palabra de la cual tienen que depender la reunin de todos los hombres y su resurreccin espiritual. Mientras estbamos en la Prisin de 'Akk, revelamos en el Libro Carmes aquello que con duce al progreso de la humanidad y a la reconstruccin del mundo. Las palabras all registradas por la Pluma del Seor de la creacin incluyen lo siguiente, que constit uye los principios fundamentales para la administracin de los asuntos de los homb res: Primero: Incumbe a los ministros de la Casa de Justicia fomentar la Paz Menor, p ara que a las gentes de la tierra se les alivie de la carga de los gastos excesi vos. Este asunto es indispensable y absolutamente esencial, por cuanto las hosti lidades y el conflicto se encuentran en la raz de la afliccin y la calamidad. Segundo: Los idiomas deben reducirse a un solo lenguaje comn, que ha de ser ensead o en todas las escuelas del mundo. Tercero: Incumbe al hombre aferrarse firmemente a lo que promover la camaradera, l a amabilidad y la unidad. Cuarto: Todos, ya sean hombres o mujeres, debern entregar a una persona de confia nza una parte de lo que l o ella ganen por medio del comercio, la agricultura u o tra ocupacin, para la instruccin y educacin de los nios, lo cual ser gastado con este propsito con el conocimiento de los Fideicomisarios de la Casa de Justicia. Quinto: Se debe tener especial consideracin hacia la agricultura. Aunque se le me nciona en quinto lugar, indiscutiblemente antecede a las otras. En pases del extr anjero, la agricultura est altamente desarrollada; sin embargo, hasta ahora, en P ersia ha estado lamentablemente abandonada. Esperamos que su Majestad el Shh -que Dios le asista con su gracia- vuelva su atencin hacia esta vital e importante cu estin.
Si los hombres observaran estrictamente lo que la Pluma del Altsimo ha revelado e n el Libro Carmes, bien podran, entonces, permitirse eliminar las regulaciones que prevalecen en el mundo. Determinadas exhortaciones han fluido repetidamente de la Pluma del Altsimo con el fin de que quiz alguna vez se permita que las manifest aciones del poder y los lugares del amanecer de la fuerza las hagan cumplir. En efecto, si se encontrasen buscadores sinceros, por su amor se revelara toda emana cin de la penetrante e irresistible Voluntad de Dios. Pero, dnde se encuentran los buscadores fervorosos y las mentes que indagan? Dnde se fueron los ecunimes y los i mparciales? Actualmente, no pasa un solo da sin que el fuego de una nueva tirana a rda ferozmente y sin que la espada de una nueva agresin sea desenvainada. Dios munf ico! Los grandes y nobles de Persia se enorgullecen de actos de tal salvajismo q ue uno queda estupefacto al escuchar el relato de los mismos. Da y noche este Agraviado da gracias y alabanzas al Seor de los hombres, pues se h a atestiguado que las palabras de consejo y exhortacin que hemos pronunciado han sido efectivas y que este pueblo ha dado muestras de un carcter y una conducta si milares a las que son aceptables a nuestra vista. Esto se afirma en virtud de un hecho que, en verdad, ha alegrado al ojo del mundo, y que no es otro que la int ercesin de los amigos ante las altas autoridades en favor de sus enemigos. Cierta mente, las acciones rectas de uno atestiguan la verdad de las palabras de l mismo . Abrigamos la esperanza de que algunos hombres piadosos iluminen al mundo con l a resplandeciente luz de su conducta, e imploramos al Omnipotente -glorificado y exaltado sea l- que permita que en este Da todos sean constantes en su amor y per manezcan firmes en su Causa. l es, en verdad, el Protector de aquellos que estn co mpletamente consagrados a l y observan sus preceptos. Oh pueblo de Dios! Innumerables son los reinos que ha revelado nuestra Pluma de G loria, y mltiples los ojos a los que ha otorgado la verdadera iluminacin. Y, sin e mbargo, la mayor parte del pueblo de Persia contina privada de los beneficios de los consejos provechosos y siguen careciendo por completo de ciencias y artes til es. Con anterioridad, estas sublimes palabras fueron especialmente reveladas por la Pluma de Gloria en honor de uno de los fieles, para que quiz aquellos que se han descarriado abracen la Verdad y se familiaricen con las sutilezas de la Ley de Dios. Los descredos y los que no tienen fe han puesto sus mentes en cuatro cosas: prime ro, el derramamiento de sangre; segundo, la quema de libros; tercero, dar la esp alda a los seguidores de otras religiones; cuarto, el exterminio de otras comuni dades y grupos. No obstante, ahora, a travs de la gracia fortalecedora de la Pala bra de Dios y de su potencia, estas cuatro barreras han sido derribadas, estos c laros mandamientos han sido borrados de la Tabla y las disposiciones brutales ha n sido transmutadas en atributos espirituales. Exaltado es su propsito, glorificad o su poder, alabado su dominio! Ahora roguemos a Dios -alabada sea su gloria- pa ra que con su munificencia gue rectamente a los seguidores de la secta chiita y l es purifique de toda conducta indecorosa. De los labios de los miembros de esta secta se desprenden incesantemente viles imprecaciones, al tiempo que recurren a la palabra 'mal'n'30 (pronunciada con un sonido gutural en la letra 'ayn) como p lacer diario. Oh Dios, mi Dios! T escuchas los suspiros de Aquel que es tu Luz,31 has odo Sus lam entos de da y de noche y sabes que l no desea nada para S, sino que ms bien pretende santificar las almas de tus siervos y librarlos del fuego que los acosa en todo momento. Oh Seor! Las manos de tus siervos favorecidos se alzan hacia el cielo de tu misericordia y las de tus amantes sinceros se elevan a las sublimes alturas de tu generosidad. No los defraudes, Te lo ruego, en aquello que buscan del ocano de tu favor, del cielo de tu gracia y del sol de tu misericordia. Aydales, oh Seo r, a adquirir virtudes que exalten su posicin entre los pueblos del mundo. Verdad eramente, T eres el Poderoso, el Potente, el Ms Generoso. Oh pueblo de Dios! Prestad atencin a lo que, si se tiene en cuenta, asegurar la lib ertad, el bienestar, la tranquilidad, la exaltacin y el progreso de todos los hom bres. Ciertas leyes y principios son necesarios e indispensables para Persia. Si n embargo, es oportuno que estas medidas se adopten en conformidad con las opini ones meditadas de Su Majestad -que Dios le ayude con su gracia-, de los telogos e ruditos y de los gobernantes de alto rango. Con la condicin de que ellos lo aprue
ben, deber fijarse un lugar donde se renan. All deben aferrarse firmemente al cordn de la consulta y aprobar y hacer cumplir lo que conduzca a la seguridad, la pros peridad, la riqueza y la tranquilidad del pueblo. Pues si se adoptase otra medid a distinta de sta, no tendra ms resultado que el caos y la conmocin. De acuerdo con las leyes fundamentales que hemos revelado anteriormente en el Ki tb-i-Aqdas y en otras Tablas, se confan todos los asuntos al cuidado de reyes y pr esidentes justos y al de los Fideicomisarios de la Casa de Justicia. Habiendo me ditado sobre lo que hemos manifestado, todo hombre ecunime y perspicaz percibir fci lmente con sus ojos internos y externos los esplendores del sol de la justicia q ue irradian de ello. El sistema de gobierno que el pueblo britnico ha adoptado en Londres parece bueno , pues est adornado con la luz tanto de la realeza como de la consulta del pueblo . En la formulacin de los principios y leyes se ha dedicado una parte a los castigo s, que constituyen un instrumento eficaz para la seguridad y la proteccin de los hombres. No obstante, el terror a los castigos hace desistir a la gente de comet er acciones viles y despreciables slo externamente, mientras que lo que guarda y refrena al hombre tanto externa como internamente ha sido, y todava es, el temor a Dios. l es el verdadero protector del hombre y su guardin espiritual. Al hombre le incumbe aferrarse tenazmente a lo que conduzca a la aparicin de este don supre mo. Bienaventurado quien presta atencin a todo lo que proclama mi Pluma de Gloria y observa lo que le es ordenado por el Ordenador, el Antiguo de los Das. Inclinad vuestros corazones, oh pueblo de Dios, hacia los consejos de vuestro ve rdadero e incomparable Amigo. La Palabra de Dios puede ser equiparada a un rbol j oven cuyas races han sido plantadas en los corazones de los hombres. Os incumbe a lentar su crecimiento por medio de las aguas vivas de la sabidura, de las palabra s santas y sagradas, para que su raz quede firmemente asentada y sus ramas se ext iendan tan alto como los cielos y an ms all. Oh vosotros que moris en la tierra! El rasgo distintivo que seala el carcter preemin ente de esta Suprema Revelacin consiste en que, por una parte, hemos borrado del Libro Sagrado de Dios todo aquello que ha sido causa de lucha, de malicia y de p erjuicio entre los hijos de los hombres y, por otra parte, hemos fijado los requ isitos previos esenciales de la concordia, del entendimiento y de la unidad comp leta y permanente. Bienaventurados quienes guardan mis leyes. Una y otra vez hemos exhortado a nuestros bienamados que eviten, no, que huyan d e toda cosa de la que pueda percibirse el olor a maldad. El mundo se halla sumid o en un gran trastorno y la mente de sus gentes se encuentra en estado de comple ta confusin. Suplicamos al Todopoderoso que bondadosamente les ilumine con la glo ria de su Justicia y les permita descubrir aquello que les sea provechoso en tod o momento y condicin. l ciertamente es el que Todo lo Posee, el Altsimo. Anteriormente hemos pronunciado estas sublimes palabras: Que aquellos que son le ales a este Agraviado sean como una nube que deja caer su lluvia en momentos de caridad y benevolencia, y como un fuego ardiente que refrena su naturaleza baja y plena de apetitos. Dios Munfico! Recientemente ha sucedido algo que ha causado gran asombro. Se da a conocer que cierta persona32 fue a la sede del trono imperial de Persia y logr lo s favores de algunos nobles con su comportamiento adulador. Qu lastimoso, en verda d, cun deplorable! Uno se pregunta por qu aquellos que han sido los smbolos de altsi ma gloria se rebajan hasta la vergenza sin lmites. Qu ha sido de su gran determinacin ? Dnde se ha ido el sentido de dignidad y honor? El sol de la gloria y la sabidura ha brillado sin cesar sobre el horizonte de Persia, pero actualmente ha descendi do a tan bajo nivel que ciertos dignatarios han permitido que se les trate como juguetes en manos de los necios. La persona anteriormente citada ha escrito tale s cosas respecto a este pueblo en la prensa egipcia y en la Enciclopedia de Beir ut que los bien informados y los eruditos han quedado atnitos. A continuacin se di rigi a Pars, donde public un peridico titulado 'Urvatu'l-Vuthq33 y envi ejemplares del mismo a todas partes del mundo. Tambin envi un ejemplar a la prisin de 'Akk, y con esta accin tuvo la intencin de mostrar afecto y enmendar sus acciones pasadas. Par a decirlo con pocas palabras, este Agraviado ha guardado silencio respecto a l. S uplicamos a Dios, el Verdadero, que le proteja y derrame sobre l la luz de la jus
ticia y la equidad. A l le incumbe decir: Oh Dios, mi Dios! T me ves ante la puerta de tu misericordia y tu benevolencia, vo lviendo mi vista hacia el horizonte de tus generosos favores y tus mltiples bendi ciones. Te ruego, por tus dulces aromas y por la estridente voz de tu Pluma, oh Seor de toda la humanidad, que ayudes benvolamente a tus siervos como corresponda a tus das y sea digno de la gloria de tu manifestacin y tu majestad. Verdaderament e potente eres T para hacer lo que deseas. Todos los que moran en los cielos y en la tierra atestiguan tu fuerza y tu poder, tu gloria y tu munificencia. Alabado seas T, oh Seor de los mundos y Bienamado del corazn de todo hombre de entendimient o! T ves, oh mi Dios, a la esencia de la pobreza buscando el ocano de tu riqueza y a la esencia de la iniquidad anhelando las aguas de tu misericordia y tu tierna co mpasin. Concede, oh mi Dios, lo que sea digno de tu gran gloria y adecuado a la e xcelsitud de tu gracia ilimitada. En verdad, T eres el Todomunfico, el Seor de abun dante gracia, el Ordenador, el Todosabio. No hay otro Dios salvo T, el Ms Poderoso , el que se impone sobre todo, el Omnipotente. Oh pueblo de Dios! En este da todos deben fijar su mirada en el horizonte de estas benditas palabras: "Solo y sin ayuda, l hace todo cuanto Le place". Quienquiera alcance esta posicin, ciertamente ha alcanzado la Luz de la unidad esencial de Di os y es iluminado por ella, en tanto que todos los dems se cuentan en el Libro de Dios entre los seguidores de la ociosa fantasa y la vana imaginacin. Inclinad vue stro odo hacia la Voz de este Agraviado y salvaguardad la integridad de vuestras posiciones. Es muy necesario e imperativo que todos cumplan este punto. Desvelado y al descubierto, en todo momento este Agraviado ha proclamado a la ca ra de todos los pueblos del mundo lo que servir de llave para abrir las puertas d e las ciencias, las artes, el conocimiento, el bienestar, la prosperidad y la ri queza. Ni los agravios infligidos por los opresores han podido silenciar la estr idente voz de la Ms Exaltada Pluma, ni las dudas de los perversos y sediciosos ha n sido capaces de impedirle revelar la Ms Sublime Palabra. Ruego encarecidamente a Dios que proteja y purifique al pueblo de Bah de las ociosas fantasas y corrupta s imaginaciones de los seguidores de la Fe anterior. Oh pueblo de Dios! Los eruditos justos que se dedican a guiar a otros y estn libre s y bien protegidos de los impulsos de una naturaleza baja y codiciosa son estre llas del cielo del conocimiento verdadero, a la vista de Aquel que es el Deseo d el mundo. Es esencial tratarles con deferencia. En verdad, son fuentes de aguas que fluyen suavemente, estrellas que brillan resplandecientes, frutos del rbol be ndito, exponentes del poder empreo y ocanos de sabidura celestial. Dichoso aquel qu e les sigue. Verdaderamente, tal alma se cuenta en el Libro de Dios, el Seor del Poderoso Trono, entre aquellos que son bienaventurados. La gloria que procede de Dios, Seor del Trono en lo Alto y de la tierra que est ab ajo, sea sobre vosotros, oh pueblo de Bah, oh vosotros compaeros del Arca Carmes, y sobre aquellos que han inclinado sus odos a vuestras dulces voces y han observad o todo cuanto se les ha ordenado en esta poderosa y maravillosa Tabla.
ISHRQT Esplendores sta es la Epstola de Dios, el que Ayuda en el Peligro, el que Subsiste por S Mismo. L ES DIOS -EXALTADO SEA L- SEOR DE LA SABIDURA Y LA PROLACIN Alabado sea Dios, incomparable en majestad, poder y belleza, sin par en gloria, podero y grandeza; demasiado elevado para que las imaginaciones humanas Le compre ndan, o para que Le sea atribuido cualquier par o semejante. l ha expuesto claram ente su recto Sendero con palabras y expresiones de suprema elocuencia. Verdader amente, l es el Todoposeedor, el Mas Exaltado. Cuando Se propuso llamar a la exis tencia a una nueva creacin, envi desde el horizonte de su Voluntad al Punto Manifi esto y Luminoso; ste pas a travs de todos los signos y se manifest en todas las form
as hasta que alcanz el cenit, segn lo ordenado por Dios, Seor de todos los hombres. Ese Punto es el centro focal del crculo de los Nombres y marca la culminacin de la s manifestaciones de las Letras en el mundo de la creacin. Por medio de l han apar ecido indicaciones del Misterio impenetrable, el Smbolo adornado, Aquel que est re velado en el Ms Grande Nombre (un Nombre que est registrado en la Tabla Luminosa e inscrito en el rollo santo, bendito y blanco como la nieve). Y cuando el Punto se uni con la segunda Letra,34 que apareci al comienzo del Mathn,35 atraves los cielo s de la exposicin y de la prolacin. Luego, la Luz eterna de Dios derram su fulgor, se encendi en el mismo centro del corazn del firmamento del testimonio y produjo d os Luminarias. Glorificado sea el Misericordioso, respecto del cual no se puede hacer ninguna alusin, a Quien ninguna expresin puede definir, ni declaracin alguna revelar, ni indicio alguno describir. l es, en verdad, el Ordenador, el Todomunfic o, tanto en el principio como en el fin. Y l les proporcion protectores y defensor es de entre las huestes del poder y la fuerza. Verdaderamente, l es el que Ayuda en el peligro, el Poderoso, el Irrestringido. El prembulo de esta Epstola se revela dos veces, al igual que lo fue el Mathn. Alabado sea Dios, que ha manifestado al Punto y a partir de l ha desplegado el co nocimiento de todas las cosas, ya sean del pasado o del futuro; un Punto que l ha escogido para ser el Heraldo de su Nombre y el Precursor de Su Gran Revelacin, q ue ha hecho estremecerse a los miembros de toda la humanidad y ha hecho brillar los esplendores de su luz sobre el horizonte del mundo. Verdaderamente, ste es el Punto que Dios ha ordenado que sea un ocano de luz para los sinceros entre sus s iervos y una llama de fuego para los recalcitrantes entre sus criaturas y para l os impos entre su pueblo, aquellos que han trocado el don de Dios por el descreim iento y el alimento celestial por la hipocresa, y han conducido a sus compaeros a una miserable morada. sta es la gente que ha dado muestras de sedicin por todo el mundo y ha violado su Convenio el Da en que el Ser inmortal subi a su trono y el q ue gritaba elev su Voz desde el refugio de certeza y paz en el Valle santo. Oh seguidores del Bayn! Temed al Todomisericordioso. ste es Aquel que fue glorifica do por Muammad, el Apstol de Dios, y antes que l, por el Espritu,36 y an antes que l, por Aquel que dialog con Dios.37 ste es el Punto del Bayn, que llama en alta voz an te el Trono diciendo: "Por la rectitud de Dios, habis sido creados para glorifica r este Ms Grande Anuncio, este Sendero Perfecto, que se hallaba oculto dentro de las almas de los Profetas, que se atesoraba en los corazones de los elegidos de Dios y que fue escrito por la gloriosa Pluma de vuestro Seor, Poseedor de los Nom bres". Di: Pereced en vuestra ira, oh maliciosos! Verdaderamente ha aparecido Aquel a cu yo conocimiento nada escapa. Ha venido Aquel que ha hecho que el semblante del c onocimiento divino estuviera rodeado de sonrisas. Por l se ha embellecido el rein o de la prolacin, toda alma receptiva ha dirigido su rostro hacia el Seor de las R evelaciones, todos los que estaban de rodillas se han puesto de pie y todos los indolentes se han apresurado a alcanzar el Sina de la seguridad. ste es el Da que D ios ha ordenado que sea una bendicin para los rectos, un castigo justo para los p erversos, un don para los fieles y una furia de su ira para los que no tienen fe y los recalcitrantes. Verdaderamente l se ha manifestado, investido por Dios con invencible soberana. Ha revelado aquello con lo cual nada en la tierra o en los cielos se puede comparar. Temed al Todomisericordioso, oh pueblo del Bayn, y no cometis lo que han cometido los seguidores del Corn, aquellos que da y noche declaraban su creencia en la Fe d e Dios y, sin embargo, cuando apareci el Seor de todos los hombres, se apartaron d e l y dictaron tan cruel sentencia en su contra que, en el Da del Retorno, el Libr o Madre deplor su lamentable situacin. Recordad y meditad sobre sus acciones y sus palabras, sus posiciones, sus mritos y las cosas que hicieron cuando Aquel que c onvers en el Sina solt su lengua, cuando hubo un toque de Trompeta, con lo cual tod os los que estn en el cielo y en la tierra se desvanecieron, excepto aquellos que se cuentan entre las letras de la afirmacin. Oh pueblo del Bayn! Abandonad vuestras ociosas fantasas y vanas imaginaciones; lueg o, mirad con el ojo de la equidad a la Aurora de su Revelacin y considerad las co
sas que l ha manifestado, las palabras que ha revelado divinamente y los sufrimie ntos que Le han acontecido a manos de sus enemigos. l es Aquel que gustosamente h a aceptado toda forma de tribulacin por la proclamacin de su Causa y la exaltacin d e su Palabra. Por la Causa de Dios, el Hacedor de los cielos, en una ocasin sufri encarcelamiento en la tierra de (r),38 en otra en la tierra de Mm,39 y an en otra e n la tierra citada anteriormente. En su amor por la Causa de Dios, el Omnipotent e, el Todomisericordioso, fue encadenado y engrillado all. Oh pueblo del Bayn! Habis olvidado mis exhortaciones, que han sido reveladas por mi Pluma y pronunciadas por mi lengua? Habis trocado mi certeza por vuestras ociosas fantasas y mi Sendero por vuestros deseos egostas? Habis desechado los preceptos de Dios y su recuerdo, y habis abandonado sus leyes y ordenanzas? Temed a Dios y aba ndonad las vanas imaginaciones a quienes las engendran, dejad las supersticiones a los que las conciben y los recelos a quienes los alientan. A continuacin, avan zad con rostros radiantes y corazones inmaculados hacia el horizonte sobre el cu al brilla resplandeciente el Sol de la certeza, por mandato de Dios, Seor de las Revelaciones. Alabado sea Dios, que ha hecho de la Ms Grande Infalibilidad un escudo para el te mplo de su Causa en el reino de la creacin, y no ha asignado a nadie parte alguna de esta elevada y sublime posicin, posicin que es una vestidura tejida por los de dos del poder trascendente para su augusto Ser. No es digna de nadie excepto de Aquel que est sentado en el poderoso trono de "l hace lo que Le place". Quienquier a acepte y reconozca lo que en este momento escribe la Pluma de Gloria, ciertame nte a se se le cuenta en el Libro de Dios, el Seor del comienzo y el fin, entre lo s exponentes de la unidad divina, aquellos que defienden el concepto de la unici dad de Dios. Cuando el torrente de las palabras lleg a este punto, se esparcieron los dulces a romas del verdadero conocimiento y el sol de la unidad divina brill sobre el hori zonte de su santa prolacin. Bendito aquel a quien su llamamiento le atrajo a la c ima de la gloria, quien se ha acercado al Propsito ltimo y quien, mediante la estr idente voz de mi Pluma de Gloria, ha reconocido lo que ha deseado el Seor de este mundo y del venidero. Quien no beba del vino escogido que hemos abierto mediant e la potencia de nuestro Nombre, el que se impone a todo, no podr percibir los es plendores de la luz de la unidad divina ni captar el propsito esencial que subyac e en las Escrituras de Dios, Seor de cielo y tierra, Gobernante soberano de este mundo y del venidero. Tal hombre ser contado entre los que no tienen fe en el Lib ro de Dios, el Omnisapiente, el Informado de todo. Oh t honorable investigador!40 Damos testimonio de que te has adherido firmemente a una paciencia digna durante los das en que la Pluma estaba privada de movimient o y la Lengua vacilaba en dar una explicacin referente al signo maravilloso, la Ms Grande Infalibilidad. T has pedido a este Agraviado que aparte para ti sus velos y sus envolturas, y que elucide su misterio y su carcter, su estado y su posicin, su excelencia, sublimidad y exaltacin. Por la vida de Dios! Si desvelramos las per las del testimonio que yacen ocultas en las conchas del ocano del conocimiento y la seguridad, o dejramos salir de su morada a las beldades del misterio divino qu e estn ocultas en las cmaras de la prolacin en el Paraso del entendimiento verdadero , entonces, de todas direcciones se producira una violenta conmocin entre los ldere s de la religin y t seras testigo de que el pueblo de Dios est bien sujeto en los di entes de los lobos que han negado a Dios tanto en el principio como en el fin. P or lo tanto, de acuerdo con la sabidura divina, refrenamos la Pluma durante un co nsiderable lapso de tiempo, a fin de proteger a los fieles de aquellos que han t rocado las bendiciones celestiales por el descreimiento y han elegido para su pu eblo la morada de la perdicin.41 Oh t, buscador que ests dotado de sutil perspicacia! Juro por Aquel que atrajo al Co ncurso de lo Alto mediante la potencia de Su ms sublime Palabra! En verdad, las a ves que moran en los dominios de mi Reino y las palomas que habitan en el roseda l de mi sabidura cantan melodas y gorjeos que son inescrutables para todos menos p ara Dios, Seor de los reinos de la tierra y del cielo; y si estas melodas fuesen r eveladas incluso en una medida menor que el ojo de una aguja, el pueblo de la ti rana proferira calumnias que nadie entre las anteriores generaciones profiri, y com eteran actos que nadie ha cometido jams en las edades y siglos pasados. Ellos han
rechazado la misericordia de Dios y sus pruebas, y han refutado el testimonio de Dios y sus signos. Se han descarriado y han hecho que se descarre el pueblo, y s in embargo no lo perciben. Adoran las vanas imaginaciones, pero no lo saben. Han tomado a las ociosas fantasas por sus seores y han negado a Dios, y aun as no enti enden. Han abandonado el ms grande Ocano y se apresuran hacia la charca, pero no c omprenden. Siguen sus ociosas fantasas al tiempo que se apartan de Dios, el que A yuda en el Peligro, el que Subsiste por S Mismo. Por la rectitud de Dios! Di: El Todomisericordioso ha venido investido de poder y soberana. Mediante su poder se han estremecido los cimientos de la religin, y el Ruiseor de la Prolacin ha gorjeado su meloda sobre la ms alta rama del autntico enten dimiento. Verdaderamente el que estaba oculto en el conocimiento de Dios y es me ncionado en las Sagradas Escrituras ha aparecido. Di: este es el Da en que el Ora dor del Sina ha ascendido al trono de la Revelacin y el pueblo ha comparecido ante el Seor de los mundos. ste es el Da en el cual la tierra ha comunicado sus nuevas y ha descubierto sus tesoros; en el que los ocanos han dado sus perlas y el divin o rbol del Loto su fruto; en el que el Sol ha derramado su esplendor, las Lunas h an difundido su luz y los Cielos han revelado sus estrellas, y la Hora sus signo s, y la Resurreccin su pavorosa majestad; en que las plumas han liberado sus efus iones y los espritus han descubierto sus misterios. Bendito el hombre que Le reco noce y alcanza Su presencia, y ay de los que Le niegan y se apartan de l! Ruego a Dios que ayude a sus siervos a regresar a l. Verdaderamente, l es el Perdonador, e l Clemente, el Misericordioso. Oh t que has dirigido tu rostro hacia el Reino de lo Alto y has bebido mi vino sel lado de manos de la munificencia! Sabe que el trmino "infalibilidad" tiene numero sos significados y diversas posiciones. En un sentido, se aplica a Aquel a quien Dios ha hecho inmune al error. De igual modo, se aplica a toda alma a la cual D ios resguarda del pecado, la transgresin, la rebelin, la impiedad, el descreimient o y otras cosas similares. Sin embargo, la Ms Grande Infalibilidad queda reservad a para Aquel cuya posicin es inconmensurablemente exaltada ms all de las ordenanzas y prohibiciones y est santificado de los errores y omisiones. De hecho, l es una Luz que no va seguida de oscuridad y una Verdad a la que no alcanza el error. Si l dijese que el agua es vino, el cielo tierra, o la luz fuego, l dira la verdad y no habra duda alguna de ello; y nadie tiene derecho a cuestionar su autoridad o a preguntar por qu. Quienquiera ponga objeciones ser contado entre los recalcitrant es en el Libro de Dios, Seor de los mundos. "Verdaderamente a l no se Le pedirn cue ntas por sus acciones, pero a todos los dems se les pedirn cuentas por sus accione s".42 l ha venido del cielo invisible, portando el estandarte de "l hace lo que l d esea" y est acompaado por las huestes del poder y la autoridad, en tanto que es de ber de todos excepto l observar estrictamente cualesquiera leyes y ordenanzas que les hayan sido dictadas, y si alguien se desviase de ellas, aunque fuese en la medida del grosor de un cabello, su obra se quedara en nada. Considera y recuerda el tiempo en que apareci Muammad. l dijo, y su palabra es la v erdad: "El peregrinaje a la Casa43 es un servicio obligado a Dios".44 Igualmente lo son la oracin diaria, el ayuno y las leyes que brillaron sobre el horizonte d el Libro de Dios, Seor del Mundo y verdadero Educador de los pueblos y razas de l a tierra. Incumbe a todos obedecerle en todo lo que Dios ha ordenado; y quienqui era Le niegue no ha credo en Dios, en sus versos, en sus Mensajeros ni en sus Lib ros. Si l dijese que lo correcto est errado o que la negacin es creencia, l dira la v erdad, tal como ha sido ordenado por Dios. sta es una posicin en la cual los pecad os y transgresiones ni existen ni se mencionan. Considera el bendito verso, divi namente revelado, en el cual se ordena a todos el peregrinaje a la Casa. Es resp onsabilidad de aquellos investidos con autoridad despus de l45 observar todo cuant o les ha sido prescrito en el Libro. Nadie tiene derecho a desviarse de las leye s y ordenanzas de Dios. Quienquiera se desve de ellas se cuenta entre los transgr esores en el Libro de Dios, Seor del Poderoso Trono. Oh t que has fijado tu mirada en el Punto del Amanecer de la Causa de Dios! Sabe c on certeza que la Voluntad de Dios no est limitada por los criterios de la gente, y Dios no holla sus senderos. Ms bien, es responsabilidad de todos adherirse fir memente al recto Sendero de Dios. Si l dijese que la derecha es izquierda o que e l sur es el norte, l dira la verdad, y no hay duda de ello. Verdaderamente l debe s
er alabado en sus acciones y obedecido en sus mandatos. l no tiene socio en su ju icio ni ayudante en su soberana. l hace lo que desea y ordena lo que Le place. Sab e, por otra parte, que todos los dems excepto l han sido creados por la potencia d e una palabra de su presencia, mientras que ellos de por s no tienen movimiento n i quietud, sino por su mandato y con su licencia. Oh t que asciendes en la atmsfera del amor y la camaradera y has fijado tu mirada en la luz del semblante de tu Seor, Rey de la creacin! Da gracias a Dios, porque l te ha desvelado lo que estaba oculto y encerrado en su conocimiento, para que todo s sean conscientes de que, en Su Reino de infalibilidad suprema, l no ha tomado p ara s socio ni consejero alguno. l es, en verdad, la Aurora de los preceptos y man damientos divinos y el Manantial del conocimiento y la sabidura, mientras que tod os los dems excepto l no son sino sbditos suyos y se encuentran bajo su mandato, y l es el Gobernante supremo, el Ordenador, el Omnisciente, el Informado de todo. En cuanto a ti, siempre que te sientas embriagado por los hlitos revitalizadores de los versos revelados y seas transportado por el agua pura y dadora de vida of recida por la mano de la munificencia de tu Seor, soberano Gobernante del Da de la Resurreccin, alza tu voz y di: Oh mi Dios! Oh mi Dios! Te doy gracias a Ti, ya que me has dirigido hacia Ti, me h as guiado hacia tu horizonte, me has mostrado claramente tu Sendero, me has reve lado tu testimonio y me has permitido dirigir mi rostro hacia Ti, mientras que l a mayora de los doctores y telogos de entre tus siervos, junto con los que les sig uen, se han apartado de Ti, sin la menor prueba o evidencia de Tu parte. Bendito seas, oh Seor de los Nombres, y gloria sea a Ti, oh Creador de los cielos, por c uanto T, mediante el poder de tu Nombre, el que Subsiste por S Mismo, me has dado a beber de tu vino sellado, has hecho que me acercara a Ti y me has permitido re conocer la Aurora de tu prolacin, la Manifestacin de tus signos, el Manantial de t us leyes y mandamientos y la Fuente de tu sabidura y tus dones. Bendita sea la ti erra que ha sido ennoblecida por tus pisadas, en la cual se asienta el trono de tu soberana y se difunde la fragancia de tu vestidura. Por tu gloria y tu majesta d, por tu fuerza y tu poder, no deseo mi vista como no sea para contemplar tu be lleza, ni mi odo si no es para or tu llamamiento y tus versos. Oh mi Dios! Oh mi Dios! No prives a los ojos de aquello para lo que los creaste, n i a los rostros de volverse hacia tu horizonte, o de rendir homenaje ante los po rtones de tu majestad, o de aparecer en presencia de tu trono, o de inclinarse a nte los esplendores del Sol de tu merced. Yo soy aquel, oh Seor, cuyo corazn y alma, cuyos miembros, cuya lengua interior y exterior atestiguan tu unidad y tu unicidad, y doy testimonio de que T eres Dios y de que no hay otro Dios sino T. T has dado la existencia a la humanidad para con ocerte y servir a tu Causa, para que de este modo su posicin se eleve sobre tu ti erra y sus almas sean exaltadas por virtud de lo que T has revelado en tus Escrit uras, tus Libros y tus Tablas. Pero, no obstante, tan pronto como Te manifestast e y revelaste tus signos, ellos se apartaron de Ti y Te negaron, y rechazaron aq uello que T habas desvelado ante sus ojos mediante la potencia de tu fuerza y tu p oder. Se levantaron para hacerte dao, para extinguir tu luz y apagar la llama que arda en tu Zarza Ardiente. Su iniquidad se hizo tan penosa que conspiraron para derramar tu sangre y violar tu honor. De igual manera actu aquel46 a quien nutris te con la mano de tu amorosa bondad, protegiste de la maldad de los rebeldes ent re tus criaturas y de los recalcitrantes entre tus siervos, y a quien le habas sea lado la tarea de escribir tus santos versos ante tu trono. Ay! Ay! por las cosas que l perpetr en tus das, a tal extremo que viol tu Convenio y t u Testamento, rechaz tu sagrada Escritura, se alz en rebelda y cometi aquello que hi zo lamentarse a los moradores de tu Reino. A continuacin, en cuanto se dio cuenta de que sus esperanzas se haban hecho aicos y percibi el olor del ms completo fracas o, levant su voz y expres aquello que hizo que tus elegidos, aquellos que estn cerc a de Ti, y los habitantes del pabelln de gloria quedasen sumidos en la perplejida d. T me ves, oh mi Dios, retorcindome de angustia sobre el polvo, como si fuera un pe z. Lbrame, ten piedad de m, oh T cuya ayuda todos los hombres invocan, oh T en cuya mano se encuentran las riendas del poder sobre todos los hombres y mujeres. Cada vez que reflexiono sobre mis lastimosos defectos y mis grandes transgresiones,
la desesperacin me asalta por doquier, y siempre que me detengo a meditar sobre e l ocano de tu munificencia, el cielo de tu misericordia y el sol de tu tierna com pasin, inhalo la fragancia de la esperanza esparcida desde la izquierda y la dere cha, desde el norte y el sur, como si toda cosa creada me comunicara las gozosas nuevas de que las nubes del cielo de tu misericordia derramarn su lluvia sobre m. Por tu poder, oh T que eres el Pilar de los sinceros y el Deseo de quienes gozan de tu cercana! Tus mltiples favores y bendiciones y las revelaciones de tu gracia y tu amorosa bondad verdaderamente me han alentado. Cmo, si no, puede la nada ms to tal magnificar el Nombre de Aquel que mediante una palabra dio la existencia a l a creacin? Y cmo puede una criatura efmera ensalzar a Quien ha demostrado que ningun a descripcin puede jams expresarlo y ninguna palabra de alabanza puede magnificar su gloria? Desde toda la eternidad l ha sido inmensamente exaltado ms all del enten dimiento de sus criaturas y santificado de las concepciones de sus siervos. Oh Seor! T ves a este ser sin vida ante tu rostro; concede, por tu generosidad y tu munfico favor, que no se vea privado del cliz de la vida inmortal. Y T ves a este ser afligido ante tu Trono; no lo apartes del ocano de tu curacin. Te ruego que en todo momento y en toda condicin me permitas recordarte, glorificar tu Nombre y s ervir a tu Causa, aunque soy plenamente consciente de que todo lo que procede de un siervo no puede trascender las limitaciones de su alma, ni es propio de tu S eoro, ni es digno de la corte de tu gloria y tu majestad. Tu poder es mi testigo! Si no fuera para celebrar tu alabanza, mi lengua no me se ra de utilidad, y si no fuera para servirte, mi existencia no me servira de nada. P or qu iba yo a cuidarme la vista si no fuera por el placer de contemplar los espl endores de tu reino de gloria? Y de qu servira el odo si no fuera por el gozo de esc uchar tu dulcsima voz? Ay! Ay! No s, oh mi Dios, mi Apoyo, Deseo de mi corazn, si has ordenado para m lo que traer solaz a mis ojos, alegra a mi pecho y regocijo a mi corazn, o si tu irrevoca ble decreto, oh Rey de la eternidad y soberano Seor de todas las naciones, me pri var de presentarme ante tu trono. Juro por tu gloria y majestad y por tu dominio y tu poder, que la oscuridad de mi lejana de Ti me ha destruido. Qu ha sido de la l uz de tu cercana, oh Deseo de todo corazn comprensivo? La atormentadora agona de la separacin de Ti me ha consumido. Dnde est la refulgente luz de tu reunin, oh Bienama do de aquellos que estn totalmente dedicados a Ti? T ves, oh mi Dios, lo que me ha acontecido en tu Sendero a manos de aquellos que han negado tu Verdad, han violado tu Convenio, han puesto reparos triviales a tu s signos, han rechazado las bendiciones que T les otorgaste, no han credo en los v ersos que T enviaste y han rehusado reconocer el testimonio que T diste. Oh Seor! La lengua de mi lengua, el corazn de mi corazn, el espritu de mi espritu y mi ser exterior e interior dan testimonio de tu unidad y tu unicidad, de tu poder y tu omnipotencia, de tu grandeza y tu soberana, y atestiguan tu gloria, tu excel situd y tu autoridad. Atestiguo que T eres Dios y que no hay otro Dios aparte de Ti. Desde toda la eternidad T has sido un tesoro oculto a la vista y la mente de los hombres, y por siempre jams lo seguirs siendo. Los poderes de la tierra nunca podrn derrotarte, ni podr alarmarte la fuerza de las naciones. T eres quien ha abie rto la puerta del conocimiento ante los rostros de tus siervos para que puedan r econocer a Aquel que es el Sol de tu Revelacin, el lugar del amanecer de tus sign os, el Cielo de tu manifestacin y el Sol de tu divina belleza. En tus Libros sagr ados, en tus Escrituras y en tus Pergaminos has prometido a todos los pueblos de l mundo que T mismo apareceras y apartaras los velos de gloria de tu rostro, tal co mo lo anunciaste en tus palabras a tu Amigo,47 mediante el cual el Sol de la Rev elacin brill refulgente sobre el horizonte de Hijz y la luz naciente de la Verdad d ivina derram su fulgor entre todos los hombres, proclamando: "El Da en que la huma nidad comparecer ante el Seor de los mundos".48 Y, antes que a Muammad, T comunicast e esta buena nueva a Aquel que convers contigo,49 dicindole: "Saca a tu pueblo de la oscuridad a la luz y recurdales los das de Dios".50 Adems proclamaste esta verda d al Espritu51 y a tus Profetas y a tus Mensajeros, ya fueran del pasado ms remoto o del ms reciente. Si todo lo que T has enviado como glorificacin de este Ms Grande Recuerdo, este Gran Anuncio, fluyese del manantial de tu muy augusta Pluma, los moradores de las ciudades del conocimiento y el entendimiento quedaran confundid os, a excepcin de aquellos a quienes t libraras por la potencia de tu fuerza y pro
tegieras como muestra de tu munfico favor y tu gracia. Doy testimonio de que, en verdad, T has cumplido tu promesa y has hecho que se manifieste Aquel cuya venida fue predicha por tus Profetas, tus elegidos y por aquellos que Te sirven. l ha v enido desde el cielo de gloria y poder, portando las enseas de tus signos y los e standartes de tus testimonios. Mediante la potencia de tu indomable poder y fuer za, l Se levant ante los rostros de todos los hombres y llam a toda la humanidad a la cima de trascendente gloria y al ms alto Horizonte, de tal modo que ni la opre sin de los eclesisticos ni el furioso ataque de los gobernantes fueron capaces de disuadirle. l se levant con determinacin inflexible y, soltando su lengua, proclam e n tono vibrante: "Aquel que es el Todomunfico ha venido, cabalgando sobre las nub es. Avanzad, oh gentes de la tierra, con rostros resplandecientes y corazones rad iantes!" Grande, en verdad, es la bienaventuranza de quien llega a tu presencia, bebe del vino de la reunin ofrecido por la mano de tu munificencia, inhala la fragancia d e tus signos, suelta su lengua para celebrar tu alabanza, asciende a lo alto de tus cielos, es transportado por la dulzura de tu Voz, logra ser admitido en el ms exaltado Paraso y alcanza la posicin de la revelacin y la visin ante el trono de tu majestad. Te ruego por tu Ms Grande Infalibilidad, que T has elegido para ser la aurora de t u Revelacin, y por tu ms Sublime Palabra, por cuya potencia llamaste a la existenc ia a la creacin y revelaste tu Causa, y por este Nombre que ha hecho que todos lo s dems nombres gimieran en voz alta y que se estremecieran los miembros de los sa bios, Te ruego que me hagas desprenderme de todo lo dems excepto de Ti, de tal ma nera que no me mueva sino en conformidad con el beneplcito de tu Voluntad, y que no hable excepto por el mandato de tu Propsito, y que no oiga sino las palabras d e tu alabanza y tu glorificacin. Magnifico tu Nombre, oh mi Dios, y Te doy gracias, oh mi Deseo, por cuanto me ha s permitido percibir claramente tu Sendero recto, has desvelado ante mis ojos tu Ms Grande Anuncio y me has ayudado a dirigir mi rostro hacia la Aurora de tu Rev elacin y el Manantial de tu Causa, mientras tus siervos y tu pueblo se han aparta do de Ti. Te imploro, oh Seor del Reino de la eternidad, por la estridente voz de la Pluma de Gloria, por el Fuego Ardiente que llama en alta voz desde el rbol ve rde y por el Arca que has elegido especialmente para el pueblo de Bah, que me con cedas que permanezca firme en mi amor por Ti, estar complacido con lo que has pr escrito para m en tu Libro, y me mantenga constante en tu servicio y en el servic io a tus amados. Ayuda, pues, benvolamente a tus siervos, oh mi Dios, para que ha gan aquello que sirva para exaltar tu Causa y les permita cumplir todo cuanto ha s revelado en tu Libro. Verdaderamente T eres el Seor de Fuerza, T eres potente para ordenar lo que deseas y en tus manos tienes las riendas de todas las cosas creadas. No hay otro Dios s alvo T, el Todopoderoso, el Omnisciente, el Todosabio. Oh Jall! Hemos desvelado para tus ojos el mar y sus olas, el sol y su esplendor, l os cielos y sus estrellas, las conchas y sus perlas. Da gracias a Dios por tan g ran don, tan munfico favor que se ha difundido por el mundo entero. Oh t que has dirigido tu rostro hacia los esplendores de mi Semblante! Vagas fanta sas han rodeado a los moradores de la tierra y les han impedido volverse hacia el Horizonte de la Certeza, su brillantez, sus manifestaciones y sus luces. Las va nas imaginaciones les han apartado de Aquel que es el que Subsiste por S Mismo. H ablan como si estuvieran impulsados por sus propios caprichos, y no entienden. E ntre ellos estn los que han dicho: "Han sido enviados los versos?" Di: "S, por Aquel que es el Seor de los Cielos!" "Ha llegado la Hora?" "No, ms an, ha pasado, por Aque l que es el Revelador de las seales evidentes! Verdaderamente, lo Inevitable ha l legado, y l, el Verdadero, ha aparecido con prueba y testimonio. Lo evidente ha s ido descubierto y la humanidad est severamente afligida y temerosa. Se han desata do terremotos, y las tribus se han lamentado por temor a Dios, el Seor de Fuerza, el que se impone a todo". Di: "El ensordecedor toque de trompeta se ha emitido e struendosamente, y el Da es de Dios, el nico, el Irrestringido!" Y ellos dicen: "Ha pasado la catstrofe?" Di: "S, por el Seor de los Seores!" "Ha llegado la Resurreccin? "No, ms an, Aquel que es el que Subsiste por S Mismo ha aparecido con el Reino de sus signos". "Ves a los hombres postrados?" "S, por mi Seor, el Altsimo, el Ms Glorios
o!" "Han sido arrancados los tocones?" "S, ms an, las montaas han sido reducidas a pol vo; por l, el Seor de los atributos!" Ellos dicen: "Dnde est el Paraso y dnde el Infie no?" Di: "Aqul es la reunin conmigo; ste es tu propio yo, oh t que atribuyes un soci o a Dios y dudas". Ellos dicen: "No vemos la Balanza". Di: "Con seguridad, por mi Seor, el Dios de Misericordia! Nadie puede verla, excepto los que estn dotados de perspicacia". Ellos dicen: "Han cado las estrellas?" Di: "S, cuando Aquel que es e l que Subsiste por S Mismo moraba en la Tierra del Misterio.52 Prestad atencin, vos otros que estis dotados de discernimiento!" Todos los signos aparecieron cuando e xtendimos la Mano del Poder desde el seno de la majestad y la fuerza. En verdad, el que gritaba exclam, cuando el tiempo prometido hubo llegado, y aquellos que h an reconocido los esplendores del Sina se han desmayado en el yermo de la duda, a nte la imponente majestad de tu Seor, Seor de la creacin. La trompeta pregunta: "Ha sonado el Clarn?" Di: "S, por el Rey de la Revelacin!, cuando l ascendi al trono de su Nombre, el Todomisericordioso". La oscuridad ha sido ahuyentada por la naciente luz de la misericordia de tu Seor, Fuente de toda luz. La brisa del Todomiserico rdioso ha soplado y las almas han sido vivificadas en las tumbas de sus cuerpos. As ha cumplido el decreto Dios, el Poderoso, el Benfico. Quienes rechazan la verd ad han dicho: "Cundo fueron hendidos los cielos?" Di: "Mientras vosotros yacais en los sepulcros de la rebelda y el error". Entre los que no tienen fe se halla aque l que frota sus ojos y mira a derecha e izquierda. Di: "Ests cegado. No tienes re fugio adonde huir". Y entre ellos est el que dice: "Se ha reunido a los hombres?" Di: "S, por mi Seor!, mientras yacas en la cuna de las ociosas fantasas". Y entre ell os se encuentra quien dice: "Ha sido enviado el Libro mediante el poder de la Fe verdadera?" Di: "La propia Fe verdadera est atnita. Temed, oh vosotros hombres de c orazn comprensivo!" Y entre ellos est quien dice: "Se me ha juntado con otros, esta ndo yo ciego?" Di: "S, por Aquel que cabalga sobre las nubes!" El Paraso est engalan ado con rosas msticas y se ha hecho arder el infierno con el fuego de los impos. D i: "La luz ha brillado desde el horizonte de la Revelacin, y la tierra entera se h a iluminado con la llegada de Aquel que es el Seor del Da del Convenio!" Los que d udan han perecido, en tanto aquel que se volvi, guiado por la luz de la seguridad , hacia la Aurora de la Certeza, ha prosperado. Bendito eres t, que has fijado tu mirada en M, por esta Tabla, que te ha sido enviada a ti, una Tabla que hace que las almas de los hombres se eleven. Aprndela de memoria y rectala. Por mi vida! Es una puerta hacia la misericordia de tu Seor. Bienaventurado sea quien la recite al caer la tarde y al alba. Nosotros, verdaderamente, omos tu alabanza de esta Ca usa, mediante la cual ha sido pulverizada la montaa del conocimiento y los pies d e los hombres han resbalado. Que mi gloria sea contigo y con quienquiera se haya vuelto hacia el Todopoderoso, el Todomunfico. La Tabla est terminada, pero el tem a no est agotado. S paciente, pues paciente es tu Seor. stos son versos que Nosotros enviamos anteriormente, y te los hemos enviado a ti, para que tengas conocimiento de lo que han hablado sus lenguas mentirosas cuand o Dios vino a ellos con poder y soberana. Los cimientos de las ociosas fantasas se han estremecido y se ha hendido el cielo de las vanas imaginaciones, y aun as la gente est en duda y pugna con l. Ellos han negado el testimonio de Dios y su prue ba, despus de que l viniera desde el cielo del poder con el reino de sus signos. H an desechado lo que se ha prescrito y han perpetrado lo que les fue prohibido en el Libro. Han abandonado a su Dios y se han aferrado a sus deseos. Ciertamente, se han extraviado y estn en el error. Leen los versos y los niegan. Ven las evid entes seales y se apartan. En verdad, estn perdidos en una extraa duda. Hemos exhortado a nuestros amados que teman a Dios, temor que es el manantial de todas las acciones y virtudes excelentes. l es el comandante de las huestes de l a justicia en la ciudad de Bah. Dichoso el hombre que se ha puesto a la sombra de su estandarte luminoso y se ha aferrado firmemente al mismo. l, verdaderamente, es de los Compaeros del Arca Carmes, que se ha mencionado en el Qayym-i-Asm. Di: Oh pueblo de Dios! Adornad vuestras sienes con el ornamento de la confiabilid ad y de la piedad. Ayudad, entonces, a vuestro Seor con las huestes de las accion es excelentes y con un carcter digno de alabanza. Os hemos prohibido la disensin y el conflicto en mis Libros, en mis Escrituras, en mis Pergaminos y en mis Tabla s, y con ello no hemos deseado otra cosa sino vuestra exaltacin y vuestro progres o. Esto lo atestiguan los cielos y sus estrellas, el sol y su esplendor, los rbol
es y sus hojas, los mares y sus olas y la tierra y sus tesoros. Rogamos a Dios q ue asista a sus amados y les ayude en todo cuanto sea digno de ellos en esta ben dita, esta poderosa y maravillosa posicin. Le imploramos, adems, que munficamente p ermita que aquellos que Me rodean observen lo que mi Pluma de Gloria ha ordenado para ellos. Oh Jall! Sean contigo mi gloria y mi amorosa providencia. Ciertamente, hemos orden ado al pueblo hacer lo que es digno y decoroso y, sin embargo, han cometido tale s cosas que han hecho que mi corazn y mi Pluma se lamenten. Inclina tu odo a lo qu e se enva desde el cielo de mi Voluntad y del reino de mi beneplcito. No Me apeno por mi cautiverio ni por las cosas que Me han acontecido a manos de mis enemigos . No, mis pesares estn causados por aquellos que afirman tener relacin Conmigo y, sin embargo, cometen lo que hace que se eleve la voz de mis lamentos y que se de rramen mis lgrimas. Les hemos exhortado extensamente en varias Tablas, e imploram os a Dios que munficamente les ayude, permita que se acerquen a l y les confirme e n aquello que traiga paz a los corazones y tranquilidad a las almas y aparte sus manos de todo lo que no sea digno de Sus das. Di: Oh mis amados en mis tierras! Prestad atencin a los consejos de Aquel que os a conseja por amor a Dios. l, en verdad, os ha creado, ha revelado ante vuestros oj os aquello que os exalta y promueve vuestros intereses. l os ha dado a conocer su recto Sendero y os ha familiarizado con su Gran Anuncio. Oh Jall! Aconseja a los hombres que teman a Dios! Por Dios! Este temor es el comanda nte supremo del ejrcito de tu Seor. Sus huestes son un carcter loable y unas accion es excelentes. Mediante l se han abierto las ciudades de los corazones de los hom bres a lo largo de las edades y centurias y se han enarbolado los estandartes de su poder y su triunfo por encima de todos los dems estandartes. Ahora nos referiremos, por ti, a la confiabilidad y a la posicin de la misma a ju icio de Dios, tu Seor, el Seor del Poderoso Trono. Cierto da nos trasladamos a nues tra Isla Verde. A nuestra llegada contemplamos sus arroyos que fluan, sus rboles e xuberantes y la luz del sol jugando entre ellos. Volviendo nuestro rostro hacia la derecha contemplamos aquello que la pluma es impotente para describir; y tamp oco puede ella expresar lo que el ojo del Seor de la Humanidad presenci en ese Lug ar, el ms santificado, el ms sublime, en ese bendito y exaltadsimo Punto. Volvindono s luego a la izquierda vimos a una de las Bellezas del Ms Sublime Paraso, de pie s obre un pilar de luz, que, llamando en alta voz, deca: "Oh moradores de la tierra y del cielo! Contemplad mi belleza y mi esplendor, mi revelacin y mi refulgencia. Por Dios, el Verdadero! Yo soy la Confiabilidad, la revelacin de la misma y la be lleza de la misma. Recompensar a quienquiera se adhiera a M, reconozca mi rango y mi posicin y se aferre a mi borde. Yo soy el ms grande ornamento del pueblo de Bah y la vestidura de todos aquellos que estn en el reino de la creacin. Yo soy el ins trumento supremo para la prosperidad del mundo y el horizonte de certeza para to dos los seres". As, te hemos enviado aquello que acercar a los hombres al Seor de l a creacin. La Pluma del Altsimo pasa del lenguaje elocuente53 al luminoso,54 para que t, Jall, puedas apreciar la tierna misericordia de tu Seor, el Incomparable, y puedas ser de aquellos que son verdaderamente agradecidos. Oh t que has fijado tu mirada en el Horizonte todoglorioso! El Llamamiento se ha h echo, pero son contados los odos que oigan; no, son inexistentes. Este Agraviado se encuentra en las fauces de la serpiente y, sin embargo, no deja de hacer menc in de los amados de Dios. Tan penosos han sido nuestros sufrimientos en estos das, que han hecho llorar y lamentarse al Concurso de lo Alto. Ni las adversidades d el mundo ni el dao infligido por sus naciones pueden disuadir a Aquel que es el R ey de la Eternidad de expresar su llamamiento ni frustrar su propsito. Cuando aqu ellos que durante aos se haban estado ocultando tras los velos percibieron que el horizonte de la Causa resplandeca y que la Palabra de Dios lo penetraba todo, sal ieron presurosos y con las espadas de la malevolencia infligieron tal dao que nin guna pluma puede describirlo ni lengua alguna expresarlo. Quienes juzgan con equidad testifican que, desde los primeros das de la Causa, es te Agraviado se ha levantado, sin velos y resplandeciente, a la vista de reyes y plebeyos, ante los gobernantes y los sacerdotes, y en tono vibrante ha emplazad o a todos los hombres al Sendero recto. No ha tenido otro ayudante salvo su Plum
a, ni otro auxiliador que no fuera l mismo. Aquellos que son ignorantes o negligentes con respecto al propsito motivador de l a Causa de Dios se han rebelado contra l. Tales hombres son los agoreros del mal, a quienes Dios ha mencionado en su Libro y en sus Tablas, y contra cuya influen cia, gritero y engao ha advertido l a su pueblo. Bienaventurados quienes, a la vist a del recuerdo del Seor de la Eternidad, consideran a los pueblos del mundo como la nada ms total, como cosa olvidada, y se aferran al firme asidero de Dios, de t al forma que ni las dudas, ni las insinuaciones, ni las espadas, ni el can seran ca paces de detenerlos ni de privarlos de su presencia. Benditos son los constantes ; benditos son los que permanecen firmes en Su Fe. En respuesta a tu peticin, la Pluma de Gloria ha descrito munficamente las posicio nes y grados de la Ms Grande Infalibilidad. El propsito es que todos sepan con cer teza que el Sello de los Profetas55 -que las almas de todos los dems excepto la s uya sean ofrendadas por su bien- no tiene paralelo, par o socio en Su propia pos icin. Los Santos56 -que las bendiciones de Dios sean con ellos- fueron creados me diante la potencia de su Palabra, y despus de l fueron los ms eruditos y los ms dist inguidos entre el pueblo y habitan en la mxima posicin de servidumbre. La Esencia divina, santificada de toda comparacin y similitud, se asienta en el Profeta, y l a Realidad ms ntima de Dios, exaltada por encima de cualquier par o socio, est mani fiesta en l. sta es la posicin de la unidad verdadera y de la unicidad genuina. Lam entablemente, los seguidores de la Dispensacin anterior no adquirieron una compre nsin adecuada de esta posicin. El Punto Primordial57 -que la vida de todos los dems excepto la suya sean ofrendadas por su bien- dice: "Si el Sello de los Profetas no hubiese pronunciado la palabra "Sucesora,58" tal posicin no habra sido creada". El pueblo de antao atribua socios a Dios, aunque afirmaba creer en su unidad; y au nque eran los ms ignorantes de entre los hombres, se consideraban los ms consumado s. Pero, como muestra del justo castigo divino para esos negligentes, en este Da del Juicio se le han hecho claras y evidentes sus actividades y creencias errneas a todo hombre de discernimiento y entendimiento. Implora a Dios, el Verdadero, que munficamente proteja a los seguidores de esta R evelacin de las ociosas fantasas y corruptas imaginaciones de los que pertenecen a la Fe anterior, y que no les prive de los refulgentes esplendores del sol de la unidad verdadera. Oh Jall! Aquel a quien el mundo ha agraviado proclama ahora: La luz de la Justicia se debilita y el sol de la Equidad est velado a la vista. El ladrn ocupa el asien to del protector y el guardin, y la posicin de los fieles es arrebatada por el tra idor. Hace un ao, un opresor gobernaba esta ciudad, y a cada instante causaba un nuevo dao. Por la rectitud del Seor! l hizo aquello que introdujo el terror en los c orazones de los hombres. Pero para la Pluma de Gloria la tirana del mundo nunca h a sido ni ser un obstculo. En la abundancia de nuestra gracia y nuestra amorosa bo ndad, hemos revelado especialmente para los gobernantes y ministros del mundo aq uello que conduce a la seguridad y la proteccin, a la tranquilidad y la paz; quiz los hijos de los hombres puedan descansar protegidos de los males de la opresin. l , verdaderamente, es el Protector, el Auxiliador, el que da la victoria. Incumbe a los hombres de la Casa de Justicia de Dios fijar su mirada da y noche en aquel lo que ha emanado brillante de la Pluma de Gloria para la instruccin de los puebl os, la edificacin de las naciones, la proteccin del hombre y la salvaguarda de su honor. EL PRIMER ISHRQ Cuando el Sol de la Sabidura se levant en el horizonte de la Santa Dispensacin de D ios, proclam esta declaracin todogloriosa: Aquellos que poseen riqueza y estn inves tidos con autoridad y poder tienen que mostrar la ms profunda consideracin por la religin. En verdad, la religin es una luz radiante y una fortaleza inexpugnable pa ra la proteccin y el bienestar de los pueblos del mundo, pues el temor de Dios im pulsa al hombre a aferrarse firmemente a lo que es bueno y a evitar toda maldad. Si se oscurece la lmpara de la religin sobrevendr el caos y la confusin y las luces de la imparcialidad y la justicia, de la tranquilidad y la paz cesarn de brillar . De ello dar testimonio todo hombre de entendimiento verdadero.
EL SEGUNDO ISHRQ Hemos ordenado a toda la humanidad que establezca la Paz Menor, el ms seguro de t odos los medios para la proteccin de la humanidad. Los soberanos del mundo deben aferrarse a ella de comn acuerdo, pues ste es el supremo instrumento que puede gar antizar la seguridad y el bienestar de todos los pueblos y naciones. Verdaderame nte ellos son las manifestaciones del poder de Dios y las auroras de su autorida d. Imploramos al Todopoderoso que munficamente les ayude en aquello que conduzca al bienestar de sus sbditos. La Pluma de Gloria ya ha dado anteriormente una comp leta explicacin en relacin con este asunto; bienaventurados los que actan de acuerd o con ella. EL TERCER ISHRQ Es obligacin de todos cumplir los santos on el manantial de vida para el mundo. El o con las dos luminarias de la consulta y al se levanta sobre los dos pilares de la mandamientos de Dios, puesto que ellos s cielo de la sabidura divina est iluminad la compasin, y el dosel del orden mundi recompensa y el castigo.
EL CUARTO ISHRQ En esta Revelacin las huestes que pueden hacerla victoriosa son las huestes de lo s hechos loables y de un carcter recto. El dirigente y comandante de estas hueste s ha sido siempre el temor de Dios, un temor que abarca a todas las cosas y rein a sobre todas las cosas. EL QUINTO ISHRQ Los Gobiernos deberan informarse cabalmente de las condiciones de aquellos a quie nes gobiernan y otorgarles categoras de acuerdo con sus virtudes y sus mritos. Se ordena a todos los gobernantes y soberanos analizar este asunto con el mayor cui dado, para que el traidor no usurpe la posicin del fiel ni el saqueador gobierne en lugar de quien es digno de confianza. Entre los funcionarios que han dirigido esta Ms Grande Prisin en el pasado, algunos, alabado sea Dios, estaban adornados con la justicia, pero en cuanto a otros, Nos refugiamos en Dios. Imploramos al D ios nico y verdadero que los gue para que quiz no sean privados del fruto de la fe y la confiabilidad ni sean apartados de la luz de la equidad y la justicia. EL SEXTO ISHRQ es la unin y la concordia entre los hijos de los hombres. Desde el comienzo del t iempo la luz de la unidad ha derramado su fulgor divino sobre el mundo, y el med io ms grande para la promocin de la unidad es que los pueblos del mundo entiendan el lenguaje y la escritura los unos de los otros. En anteriores Epstolas hemos or denado a los Fideicomisarios de la Casa de Justicia que o bien elijan un idioma de entre los que existen actualmente o adopten uno nuevo, y de igual modo selecc ionen una escritura comn; ambos debern ser enseados en todas las escuelas del mundo . De este modo la tierra ser considerada como un solo pas y un nico hogar. El fruto ms glorioso del rbol del conocimiento es esta exaltada palabra: Todos vosotros so is los frutos de un solo rbol y las hojas de una misma rama. Que ningn hombre se g lore de que ama a su pas, que ms bien se glore de que ama a su especie. Con respecto a esto hemos revelado anteriormente lo que constituye el medio para la reconstr uccin del mundo y la unidad de las naciones. Benditos quienes lo alcanzan. Bendit os quienes actan de acuerdo con ello. EL SPTIMO ISHRQ La Pluma de Gloria aconseja a todos en lo relativo a la instruccin y educacin de l os nios. Ved lo que la Voluntad de Dios ha revelado a nuestra llegada a la Ciudad Prisin y ha registrado en el Libro Ms Sagrado.59 A cada padre se le ha impuesto l a obligacin de instruir a su hijo y a su hija en el arte de la lectura y la escri tura, y en todo lo que se menciona en la Tabla Santa. Si alguien rechaza lo que se le ha ordenado, entonces los Fideicomisarios debern tomar de l lo que sea neces ario para la instruccin de sus hijos, si es pudiente, y si no lo es, el asunto le corresponde a la Casa de Justicia. Verdaderamente hemos hecho de ella un refugi o para los pobres y los necesitados. Aquel que educa a su hijo o al hijo de otro
, es como si hubiera educado a un hijo mo; sobre l sean mi Gloria, mi Amorosa Bond ad y mi Munificencia, que han abarcado al mundo. EL OCTAVO ISHRQ Este pasaje, ahora escrito por la Pluma de Gloria, se considera parte del Libro Ms Sagrado: A los hombres de la Casa de Justicia de Dios les han sido encomendado s los asuntos del pueblo. Ellos son, en verdad, los Fideicomisarios de Dios entr e sus siervos y las auroras de autoridad en Sus pases. Oh pueblo de Dios! Lo que educa al mundo es la Justicia, puesto que ella est soste nida por dos pilares: la recompensa y el castigo. Estos dos pilares son la fuent e de vida para el mundo. Siendo as que para cada da hay un nuevo problema y que pa ra cada problema hay una solucin adecuada, tales asuntos deben remitirse a la Cas a de Justicia para que los miembros de la misma acten de acuerdo con las necesida des y exigencias de los tiempos. Aquellos que, por amor a Dios, se levantan para servir a su Causa son los receptculos de la inspiracin divina procedente del Rein o invisible. A todos les incumbe obedecerles. Todos los asuntos de Estado deben ser remitidos a la Casa de Justicia, pero los actos de adoracin deben ser observa dos de acuerdo con lo que Dios ha revelado en su Libro. Oh pueblo de Bah! Vosotros sois los lugares del amanecer del amor de Dios y las au roras de su amorosa bondad. No mancillis vuestras lenguas con la maledicencia y l a injuria de ningn alma, y proteged vuestros ojos de todo lo indigno. Exponed lo que poseis. Si es recibido favorablemente, vuestra finalidad se habr logrado; si n o, protestar ser en vano. Dejad tal alma a s misma y volveos al Seor, el Protector, el que Subsiste por S Mismo. No seis causa de dolor, mucho menos de discordias y peleas. Abrigamos la esperanza de que logris la verdadera educacin al abrigo del rb ol de sus tiernas mercedes y de que actuis de acuerdo con lo que Dios desea. Todo s vosotros sois hojas de un mismo rbol y gotas de un solo ocano. EL NOVENO ISHRQ El propsito de la religin, tal como ha sido revelado desde el cielo de la Santa Vo luntad de Dios, es establecer la unidad y la concordia entre los pueblos del mun do; no la convirtis en causa de lucha y discordia. La religin de Dios y su ley div ina son los ms potentes instrumentos y el ms seguro de todos los medios para hacer que la luz de la unidad alboree entre los hombres. El progreso del mundo, el de sarrollo de las naciones, la tranquilidad de los pueblos y la paz de todos los q ue habitan en la tierra se hallan entre los principios y ordenanzas de Dios. La religin otorga al hombre el ms preciado de los dones, ofrece la copa de la prosper idad, da la vida eterna y derrama beneficios imperecederos sobre la humanidad. I ncumbe a los jefes y gobernantes del mundo, y en particular a los Fideicomisario s de la Casa de Justicia de Dios, esforzarse al mximo para salvaguardar su posicin , promover sus intereses y exaltar su rango ante los ojos del mundo. De igual mo do les corresponde informarse de las condiciones de sus sbditos y familiarizarse con los asuntos y actividades de las diversas comunidades de sus dominios. Exhor tamos a las manifestaciones del poder de Dios -los soberanos y gobernantes de la tierra- a levantarse y hacer todo lo que est en su mano para que quizs puedan des terrar la discordia de este mundo e iluminarlo con la luz de la concordia. Es responsabilidad de todos adherirse firmemente y observar lo que ha fluido de nuestra Exaltadsima Pluma. Dios, el Verdadero, es mi testigo, y todos los tomos ex istentes se ven impulsados a atestiguar que los medios conducentes a la elevacin, el progreso, la educacin, la proteccin y la regeneracin de los pueblos de la tierr a han sido claramente enumerados por Nos y revelados por la Pluma de Gloria en l os Libros Sagrados y las Tablas. Imploramos a Dios que ayude benvolamente a sus siervos. Lo que este Agraviado esp era de todos es justicia y equidad. Que nadie se contente slo con escuchar; ms bie n les corresponde a todos meditar lo que este Agraviado ha revelado. Juro por el Sol de la prolacin, que brilla sobre el horizonte del Reino del Todomisericordio so, que, si hubiese habido otro expositor u orador perceptible Nosotros mismos n o nos hubiramos convertido en objeto de la censura, el ridculo y la difamacin del p ueblo.
A nuestra llegada a 'Irq encontramos a la Causa de Dios sumida en una profunda ap ata y a la brisa de la revelacin divina acallada. La mayora de los creyentes estaba n abatidos y desalentados, ms an, completamente perdidos y muertos. Por ello, hubo un segundo toque de Trompeta, despus del cual la Lengua de Grandeza pronunci esta s benditas palabras: "Hemos tocado la Trompeta por segunda vez". De este modo el mundo entero fue reanimado por los alientos vitalizadores de la inspiracin y la revelacin divinas. Ciertas almas que ahora han salido resueltamente de detrs de los velos tienen la intencin de infligir dao a este Agraviado. Han obstaculizado y negado la efusin de este inapreciable don. Oh vosotros que juzgis con imparcialidad! Si esta Causa ha de ser negada, entonces , qu otra causa podr ser reivindicada o considerada digna de aceptacin? Quienes se han apartado de la Causa de Dios estn buscando diligentemente reunir l os Escritos Sagrados de esta Revelacin; y, mediante gestos amistosos, ya se las h an arreglado para obtener algunos de estos Escritos de aquellos que los tenan en su poder. Adems, cuando se encontraban con seguidores de cualquier religin, se haca n pasar por creyentes de la misma. Di: Pereced en vuestra ira! Verdaderamente l ha aparecido con tan grande autoridad que ningn hombre de visin, de odo, de perspicac ia, de justicia o de equidad podra jams negarle. De ello da testimonio, en esta Ho ra resplandeciente, la Pluma de Aquel que es el Antiguo de los Das. Oh Jall! Mi gloria sea contigo. Exhortamos a los amados de Dios a realizar buenas acciones para que quiz puedan ser ayudados misericordiosamente y se aferren firme mente a lo que ha sido enviado desde el cielo de Su Revelacin. Los beneficios pro venientes de estas palabras divinas descendern sobre quienes observan sus precept os. Pedimos a Dios que les permita hacer lo que Le es grato y aceptable, que con ceda que acten equitativamente y observen justicia en esta Causa que se impone a todo, que los familiarice con sus Sagradas Escrituras y dirija sus pasos hacia s u recto Sendero. Nuestro Exaltado Heraldo -que por l se ofrenden las vidas de todos los dems, salvo la suya- revel determinadas leyes. No obstante, en el reino de Su Revelacin estas leyes fueron sometidas a nuestra sancin; de aqu que este Agraviado haya puesto en vigor algunas de ellas incorporndolas al Kitb-i-Aqdas con palabras diferentes. Ot ras las hemos descartado. l tiene la autoridad en su mano. l hace lo que desea y o rdena lo que Le place. l es el Todopoderoso, el Todoalabado. Tambin hay ordenanzas recin reveladas. Benditos aquellos que alcanzan. Benditos los que cumplen sus pr eceptos. El pueblo de Dios debe realizar el mximo esfuerzo para que el fuego del odio y la malevolencia que est latente en los pechos de las razas y los pueblos se extinga mediante las aguas vivas de la prolacin y las exhortaciones de Aquel que es el D eseo del mundo, y los rboles de la existencia humana se adornen con excelente y m aravilloso fruto. l es, en verdad, el que advierte, el Compasivo, el Todomunfico. Que el esplendor de su gloria, que brilla sobre el horizonte de la munificencia, sea sobre vosotros, oh pueblo de Bah, sobre todo aquel que permanezca firme y co nstante y sobre aquellos que estn versados en la Fe y estn dotados de entendimient o verdadero. En cuanto a tu pregunta relativa al inters y las ganancias en oro y plata: Hace a lgunos aos se revel el siguiente pasaje desde el cielo del Todomisericordioso, en honor de aquel que lleva el nombre de Dios y que posee el ttulo de Zaynu'l-Muqarr abn60 -que la gloria del Ms Glorioso sea con l-. l (exaltada sea su Palabra) dice: M ucha gente tiene necesidad de ello. Porque si no hubiese perspectivas de consegu ir inters, los asuntos de los hombres se derrumbaran o se trastornaran. Muy pocas v eces se encuentra a una persona que manifieste tal consideracin hacia sus congnere s, hacia sus compatriotas o hacia su propio hermano y se muestre tan solcito como para estar dispuesto a conceder un prstamo en trminos benevolentes.61 Por lo tant o, hemos prescrito, como muestra de favor hacia los hombres, que el inters sobre el dinero sea tratado como cualquier otra transaccin comercial de las que son hab ituales entre los hombres. Por consiguiente, ahora que este claro mandamiento ha descendido desde el cielo de la Voluntad de Dios, es legal y apropiado cobrar i ntereses sobre el dinero, para que los pueblos del mundo, en un espritu de amista d y camaradera, y con gozo y alegra, se dediquen con devocin a magnificar el Nombre
de Aquel que es el Bienamado de toda la humanidad. Verdaderamente l ordena de ac uerdo con Su propia eleccin. Ahora ha hecho que el inters cobrado por el dinero se a legal, del mismo modo que hizo que fuera ilegal en el pasado. l mantiene en su poder el reino de la autoridad. l hace y ordena. l es, en verdad, el Ordenador, el Omnisapiente. Da gracias a tu Seor, oh Zaynu'l-Muqarrabn, por este don manifiesto. Muchos eclesisticos de Persia, mediante innumerables tretas y ardides, han subsis tido gracias a las ganancias ilcitas obtenidas con la usura. Han tramado maneras de dar a la forma externa de la usura una apariencia de legalidad. Convierten en juguetes las leyes y ordenanzas de Dios, pero no entienden. Sin embargo, ste es un asunto que debe llevarse con moderacin y equidad. Como prue ba de sabidura y en beneficio de las gentes, nuestra Pluma de Gloria se ha absten ido de fijar sus lmites. No obstante, exhortamos a los amados de Dios a observar justicia y equidad y a hacer aquello que impulse a los amigos de Dios a mostrars e tierna compasin y misericordia los unos hacia los otros. En verdad, l es el Cons ejero, el Compasivo, el Todomisericordioso. Quiera Dios que a todos los hombres se les ayude munficamente a observar lo que la Lengua del nico Dios Verdadero ha p roclamado. Y si ponen en prctica lo que hemos promulgado, Dios -exaltada sea su g loria- con seguridad duplicar su parte mediante el cielo de su favor. Verdaderame nte l es el Generoso, el Perdonador, el Compasivo. Alabado sea Dios, el Ms Exaltad o, el Ms Grande. No obstante, se ha encomendado la direccin de estas cuestiones a los hombres de l a Casa de Justicia para que ellos las hagan cumplir de acuerdo con las exigencia s de los tiempos y los dictados de la sabidura. Una vez ms exhortamos a todos los creyentes a observar justicia y equidad y a mos trar amor y alborozo. Ellos son, de hecho, el pueblo de Bah, los compaeros del Arc a Carmes. Sea con ellos la paz de Dios, el Seor de todos los Nombres, el Creador d e los cielos.
Esta Tabla iba dirigida a q Muammad, distinguido creyente de la ciudad de Qa'in a q uien se le dio el sobrenombre de Nabl-i-Akbar.62 A otro distinguido creyente de Q' in, Mull Muammad-'Al, se le conoca como Nabl-i-Q'in.63 En notacin abjad, el nombre "M ad" tiene el mismo valor numrico que "Nabl". sta es una Epstola que el Todomisericordioso ha enviado desde el Reino de la Prola cin. En verdad es un hlito de vida para quienes habitan en el reino de la creacin. G lorificado sea el Seor de todos los mundos! En esta Epstola se hace mencin de aquel que magnifica el Nombre de Dios, su Seor, y que ha sido llamado Nabl en una impor tante Tabla. Oh Muammad! Escucha la Voz procedente del Reino de Gloria, que llama en voz alta d esde el rbol celestial que se ha elevado sobre la tierra de Za'farn.64 Verdaderame nte no hay otro Dios salvo Yo, el Omnisciente, el Sabio. S como las brisas del To domisericordioso para los rboles del reino de la existencia y favorece su crecimi ento mediante la potencia del Nombre de tu Seor, el Justo, el Informado de Todo. Deseamos familiarizarte con lo que servir de recordatorio para el pueblo, para qu e echen a un lado las cosas corrientes entre ellos y dirijan sus rostros hacia D ios, el Seor de los sinceros. Exhortamos a la humanidad en estos das en que el semblante de la Justicia est manc hado de polvo, en que las llamas de la falta de fe arden a gran altura y se ha r asgado el manto de la sabidura, en que la tranquilidad y la lealtad han menguado y las pruebas y tribulaciones se han hecho severas, en que los convenios se viol an y los lazos se rompen, en que ningn hombre sabe diferenciar la luz de la oscur idad ni distinguir la gua del error. Oh pueblos del mundo! Abandonad toda maldad y aferraos a lo que es bueno. Esforza os por ser ejemplos resplandecientes para toda la humanidad y verdaderos recorda
torios de las virtudes de Dios entre los hombres. Aquel que se levante a servir mi Causa debe manifestar mi sabidura y dirigir todos sus esfuerzos a eliminar la ignorancia de la tierra. Estad unidos en el consejo, sed uno en pensamiento. Que cada amanecer sea mejor que su vspera y cada maana ms rica que su ayer. El mrito de l hombre reside en el servicio y la virtud, y no en la pompa de las riquezas y l a opulencia. Poned atencin para que vuestras palabras estn purificadas de ociosas fantasas y deseos mundanos y para que vuestras acciones estn limpias de astucias y sospechas. No disipis la riqueza de vuestras preciosas vidas en pos de una incli nacin perversa y corrupta, ni dejis que vuestros esfuerzos se empleen en promover vuestro inters personal. Sed generosos en vuestros das de abundancia y pacientes e n la hora del quebranto. A la adversidad le sigue el xito y el regocijo viene tra s la pena. Guardaos de la ociosidad y la pereza, aferraos a lo que beneficie a l a humanidad, ya seis jvenes o viejos, de alto rango o humildes. Cuidado, no sea qu e sembris la cizaa de la discordia entre los hombres o plantis las espinas de la du da en los corazones puros y radiantes. Oh bienamados del Seor! No cometis aquello que ensucie la lmpida corriente del amor o destruya la dulce fragancia de la amistad. Por la rectitud del Seor! Habis sido c reados para mostrar amor unos por otros, y no perversidad y rencor. No os enorgu llezcis en el amor a vosotros mismos, sino en el amor a vuestros congneres. No os gloriis en el amor a vuestra patria, sino en el amor a toda la humanidad. Que vue stro ojo sea casto, vuestra mano leal, vuestra lengua veraz y vuestro corazn escl arecido. No degradis la posicin de los eruditos en Bah y no menospreciis el rango de los gobernantes que administran justicia entre vosotros. Poned vuestra confianz a en el ejrcito de la justicia, ceid la armadura de la sabidura, que vuestro adorno sea el perdn y la clemencia, y aquello que alegre los corazones de los favorecid os de Dios. Por mi vida! Tus quejas Me han sumido en la afliccin. No mires a los hijos del mun do y todas sus acciones, sino fija tu vista en Dios y en su dominio sin fin. Ver daderamente l te recuerda aquello que es la fuente de deleite para toda la humani dad. Bebe la vivificante agua de dichosa alegra del cliz de la prolacin ofrecido po r el Manantial de la Revelacin divina, Aquel que ha hecho mencin de ti en esta pod erosa fortaleza. Esfurzate al mximo por establecer la palabra de la verdad con elo cuencia y sabidura y por disipar la falsedad de la faz de la tierra. As te lo orde na la Aurora del conocimiento divino desde este luminoso horizonte. Oh t que hablas en mi Nombre! Analiza a la gente y lo que ha hecho en Mis das. A un o de los gobernantes le revelamos aquello que sobrepasa en poder a todos los hab itantes de la tierra, y le pedimos que Nos pusiera cara a cara con los hombres e ruditos de esta poca, para poder exponer para l el testimonio de Dios, sus pruebas , su gloria y su majestad; con ello no tenamos otra intencin que no fuera el ms ele vado bien. No obstante, l cometi lo que ha hecho lamentarse a los moradores de las ciudades de la justicia y la equidad. De esta forma se ha juzgado entre Yo y l. Verdaderamente tu Seor es el Ordenador, el Informado de Todo. En circunstancias c omo las que ves, cmo puede el Ave Celestial remontarse en la atmsfera de los mister ios divinos cuando se han golpeado sus alas con las piedras de la ociosa fantasa y del odio amargo, y se le ha arrojado a una prisin construida con una piedra que no cede? Por la rectitud de Dios! La gente ha perpetrado una lamentable injustic ia. Por lo que se refiere a tus afirmaciones sobre el comienzo de la creacin, sta es u na cuestin sobre la cual las ideas varan en razn de las divergencias en el pensamie nto y las opiniones de los hombres. Si afirmases que la creacin siempre existi y c ontinuar existiendo, sera verdad; o si afirmases esa misma idea tal como se mencio na en las Sagradas Escrituras, no habra duda alguna al respecto, puesto que ha si do revelada por Dios, el Seor de los mundos. En verdad, l era un tesoro oculto. sta es una posicin que jams podr describirse, ni tan siquiera aludirse a ella. Y en la posicin de "Dese darme a conocer", Dios exista, y su creacin siempre haba existido b ajo su amparo desde el principio que no tiene principio, adems de venir precedida por una Primeridad65 que no puede ser considerada primeridad y estar originada por una Causa inescrutable incluso para todos los hombres de erudicin. Lo que existe ha existido antes, pero no en la forma que ves hoy. El mundo de la existencia surgi del calor generado por la interaccin entre la fuerza activa y aq
uella que es su receptculo. Estas dos son la misma, y sin embargo son diferentes. De este modo, el Gran Anuncio te informa acerca de esta gloriosa estructura. Lo s que comunican la influencia generadora y los que reciben su impacto son creado s, en realidad, a travs de la irresistible Palabra de Dios, que es la Causa de la creacin entera, mientras que todos los dems excepto su Palabra no son sino criatu ras y efectos de la misma. Verdaderamente tu Seor es el Expositor, el Todosabio. Sabe que, por otra parte, la Palabra de Dios -exaltada sea su gloria- es ms eleva da y muy superior a lo que los sentidos pueden percibir, pues est purificada de t oda propiedad o sustancia. Trasciende las limitaciones de los elementos conocido s y est exaltada por encima de todas las sustancias esenciales reconocidas. Se hi zo manifiesta sin ninguna slaba ni sonido y no es sino el Mandamiento de Dios que impregna todas las cosas creadas. Nunca se ha retirado del mundo del ser. Es la gracia de Dios que todo lo penetra, de la cual emana toda gracia. Es una entida d muy apartada de todo lo que es y de todo lo que ser. Somos remisos a extendernos sobre este tema, pues los descredos han inclinado sus odos hacia Nosotros para escuchar aquello que les permitira poner reparos trivial es a Dios, el que Ayuda en el Peligro, el que Subsiste por S Mismo. Y como son in capaces de alcanzar los misterios del conocimiento y de la sabidura a partir de l o que ha sido revelado por la Fuente del esplendor divino, se alzan en protesta y prorrumpen en gritero. Pero es correcto decir que ellos ponen objeciones a lo q ue comprenden, no a las explicaciones dadas por el Expositor ni a las verdades d adas a conocer por el nico Dios verdadero, el Conocedor de cosas invisibles. Toda s y cada una de sus objeciones se vuelven contra ellos mismos, y juro por tu vid a que estn desprovistos de entendimiento. Cada cosa necesariamente ha de tener un origen y cada edificio un constructor. V erdaderamente, la Palabra de Dios es la Causa que ha precedido al mundo continge nte, un mundo que est adornado con los esplendores del Antiguo de los Das y, sin e mbargo, se renueva y se regenera a cada instante. Inconmensurablemente exaltado es el Dios de Sabidura que ha erigido esta sublime estructura. Observa el mundo y recapacita un momento sobre l. El mundo desvela ante tus ojos el libro de su propio ser y revela lo que la Pluma de tu Seor, el Modelador, el I nformado de todo, ha inscrito en l. Te familiarizar con lo que existe dentro de l y encima de l, y te dar explicaciones tan claras como para hacerte independiente de todo expositor elocuente. Di: En su esencia, la Naturaleza es la encarnacin de mi Nombre, el Hacedor, el Cr eador. Sus manifestaciones estn diversificadas por diferentes causas, y en esta d iversidad hay signos para los hombres de discernimiento. La Naturaleza es la Vol untad de Dios y su expresin en el mundo contingente y a travs del mismo. Es un des ignio divino impuesto por el Ordenador, el Todosabio. Si alguien afirmara que es la Voluntad de Dios manifestada en el mundo del ser, nadie debera cuestionar est a declaracin. Est dotada de un poder cuya realidad no consiguen captar los erudito s. De hecho, un hombre de discernimiento no puede percibir nada en ella salvo el refulgente resplandor de nuestro Nombre, el Creador. Di: sta es una existencia q ue no conoce deterioro, y la misma Naturaleza se halla sumida en la perplejidad ante sus revelaciones, sus pruebas irrefutables y su gloria refulgente que han c ircundado al universo. No resulta apropiado que dirijas tu mirada hacia tiempos remotos o ms recientes. Haz mencin de este Da y magnifica lo que ha aparecido en l. En verdad, esto ser sufi ciente para toda la humanidad. Ciertamente, las explicaciones y los discursos qu e explican estas cosas hacen que se hielen los espritus. Te incumbe hablar de tal modo que hagas que los corazones de los creyentes verdaderos se enciendan y sus cuerpos se encumbren. Quien hoy crea firmemente en el renacimiento del hombre y sea plenamente conscie nte de que Dios, el Exaltadsimo, posee una ascendencia suprema y ejerce autoridad absoluta sobre esta nueva creacin, ciertamente tal hombre se cuenta entre aquell os que estn dotados de perspicacia en esta grandsima Revelacin. De esto da testimon io todo creyente de discernimiento. Camina muy por encima del mundo del ser mediante el poder del Ms Grande Nombre, p ara que seas consciente de los misterios inmemoriales y ests enterado de lo que n adie est enterado. Verdaderamente tu Seor es el Auxiliador, el Omnisciente, el Inf
ormado de todo. S como una arteria palpitante que late en el cuerpo de la creacin entera, para que por medio del calor generado por este movimiento aparezca aquel lo que vivifique los corazones de los que dudan. En el tiempo en que Nosotros estuvimos ocultos tras incontables velos de luz, t c onversaste conmigo y contemplaste las luminarias del cielo de mi sabidura y las o las del ocano de mi prolacin. Verdaderamente tu Seor es el Veraz, el Fiel. Grande, en verdad, es la bienaventuranza de quien ha alcanzado las generosas efusiones d e este ocano en los das de su Seor, el Ms Generoso, el Todosabio. Durante nuestra estancia en Iraq, cuando estuvimos en la casa de un tal Majd, exp usimos claramente para ti los misterios de la creacin y el origen, la culminacin y la causa de la misma. No obstante, desde nuestra partida Nos hemos limitado a e sta afirmacin: "Verdaderamente no hay otro Dios salvo Yo, el Siempre Perdonador, el Generoso". Ensea la Causa de Dios con palabras que hagan que las zarzas se enciendan y que e l llamamiento: "Verdaderamente no hay otro Dios salvo Yo, el Todopoderoso, el Ir restringido" se eleve desde ellas. Di: La palabra humana es una esencia que aspi ra a ejercer su influencia y necesita moderacin. En cuanto a su influencia, est co ndicionada al refinamiento, que a su vez depende de que los corazones sean despr endidos y puros. En cuanto a su moderacin, sta tiene que estar combinada con el ta cto y la sabidura, segn lo prescrito en las Sagradas Escrituras y Tablas. Medita s obre aquello que fluye del cielo de la Voluntad de tu Seor, Aquel que es la Fuent e de toda gracia, para que puedas captar el significado que se le quiso dar y qu e est guardado en las sagradas profundidades de las Sagradas Escrituras. Quienes han rechazado a Dios y se adhieren firmemente a la Naturaleza tal cual e s en s misma, verdaderamente estn desprovistos de conocimiento y sabidura. Ellos so n, en verdad, de aquellos que se han extraviado. No han podido alcanzar la encum brada cima y no han logrado el propsito ltimo; por lo tanto, sus ojos se cerraron y sus pensamientos discrepan, mientras que los dirigentes entre ellos han credo e n Dios y en su invencible soberana. De ello da testimonio tu Seor, el que Ayuda en el Peligro, el que Subsiste por S Mismo. Cuando los ojos del pueblo del Este quedaron cautivados por las artes y maravill as del Oeste, vagaron muy turbados por el yermo de las causas materiales, incons cientes de Aquel que es el Causador de las Causas y el Sustentador de las mismas , en tanto que los hombres que fueron fuente y manantial de la Sabidura jams negar on al Impulso motor que se encuentra tras estas causas, ni al Creador y Origen d e las mismas. Tu Seor sabe; sin embargo, la mayora de la gente no sabe. Ahora, por amor a Dios, el Seor de los Nombres, Nos hemos fijado la tarea de menc ionar en esta Tabla ciertos relatos de los sabios,66 para que gracias a ellos lo s ojos de la gente se abran y sta est completamente segura de que l en verdad es el Hacedor, el Omnipotente, el Creador, el Originador, el Omnisciente, el Todosabi o. Aunque se reconoce que los eruditos contemporneos son muy competentes en filosofa y en las artes y los oficios, sin embargo, si alguien observase con ojo discrimi nador, fcilmente comprendera que la mayor parte de ese conocimiento lo han adquiri do de los sabios del pasado, pues fueron ellos quienes sentaron las bases de la filosofa, erigieron su estructura y fortalecieron sus pilares. De este modo te in forma tu Seor, el Antiguo de los Das. Los sabios de antao adquirieron su conocimien to de los Profetas, por cuanto estos ltimos fueron los Exponentes de la filosofa d ivina y los Reveladores de los misterios celestiales. Los hombres bebieron de la s aguas vivas y cristalinas de sus palabras, mientras otros se contentaron con l os desperdicios. Cada uno recibe una porcin segn su medida. Verdaderamente l es el Equitativo, el Sabio. Empdocles, que se distingui en filosofa, fue contemporneo de David, mientras que Pitg oras vivi en tiempos de Salomn, hijo de David, y obtuvo la Sabidura del tesoro de l a posicin proftica. Fue l quien afirm haber odo el sonido susurrante de los cielos y haber alcanzado la posicin de los ngeles. En verdad, tu Seor expondr claramente toda s las cosas, si Le place. Verdaderamente l es el Sabio, el que todo lo penetra. La esencia y los fundamentos de la filosofa han emanado de los Profetas. Que la g ente difiera respecto al significado intrnseco y los misterios de la misma debe a tribuirse a la divergencia de sus opiniones y pensamientos. Gustosamente te refe
riremos lo siguiente: En cierta ocasin, uno de los Profetas estaba comunicando a su gente lo que el Seor Omnipotente Le haba inspirado. Verdaderamente tu Seor es el Inspirador, el Bondadoso, el Exaltado. Cuando la fuente de sabidura y elocuencia brot del manantial de Su prolacin y el vino del conocimiento divino embriag a aque llos que haban buscado su umbral, l exclam: "Mirad! Todos estn llenos del Espritu". En tre la gente hubo quien se aferr firmemente a esta afirmacin y, actuando de acuerd o con sus propias fantasas, concibi la idea de que el espritu penetraba o entraba l iteralmente en el cuerpo y, mediante extensas exposiciones, present pruebas para justificar esta idea; y diversos grupos de personas siguieron sus pasos. Mencion ar sus nombres en este punto o darte cuenta de los mismos en detalle sera prolijo y se apartara del tema principal. Verdaderamente tu Seor es el Todosabio, el Omni sciente. Hubo tambin quien particip del vino escogido cuyo sello haba sido roto por la Llave de la Lengua de Aquel que es el Revelador de los Versos de tu Seor, el Bondadoso, el Ms Generoso. Ciertamente, los filsofos no han negado al Antiguo de los Das. La mayora de ellos f allecieron deplorando su fracaso en sondear su misterio, como algunos de ellos l o han atestiguado. En verdad, tu Seor es el Consejero, el Informado de todo. Piensa en Hipcrates, el mdico. l fue uno de los eminentes filsofos que creyeron en D ios y reconocieron su soberana. Despus de l vino Scrates, que ciertamente era sabio, cabal y recto. Practicaba la negacin de s mismo, reprima sus apetitos de deseos eg ostas y se apartaba de los placeres materiales. Se retir a las montaas, donde habit en una cueva. Disuadi a los hombres de adorar dolos y les ense el camino de Dios, el Seor de la Misericordia, hasta que los ignorantes se levantaron contra l, le arre staron y le dieron muerte en la crcel. De este modo te lo relata esta Pluma que s e mueve rpidamente. Qu penetrante visin de la filosofa tena este hombre eminente! l es el ms distinguido de todos los filsofos y estaba muy versado en la sabidura. Somos testigos de que l es uno de los hroes en este campo y un destacado paladn consagrad o a ella. Tena un profundo conocimiento de las ciencias que eran comunes entre lo s hombres, as como tambin de las que estaban veladas a sus mentes. Me parece que b ebi un trago cuando el Ms Grande Ocano se desbord con sus relucientes aguas vivas. F ue l quien capt en las cosas una naturaleza nica, atenuada, penetrante, que tena gra n semejanza con el espritu humano, y descubri que esta naturaleza era distinta de la sustancia de las cosas en su forma refinada. l tena una opinin especial sobre es te importante tema. Si preguntases a los sabios mundanos de esta generacin acerca de esta exposicin, seras testigo de su incapacidad para captarla. Verdaderamente tu Seor habla la verdad, pero la mayora del pueblo no comprende. Despus de Scrates vino el divino Platn, que era discpulo suyo y ocup la ctedra de la f ilosofa como su sucesor. l reconoci su creencia en Dios y en sus signos, que penetr an todo lo que ha sido y lo que ser. Luego vino Aristteles, el famoso hombre de co nocimiento. l fue quien descubri el poder de la materia gaseosa. Estos hombres que destacan como lderes de las gentes y son preeminentes entre ellas reconocieron t odos y cada uno de ellos su creencia en el Ser inmortal que tiene en su poder la s riendas de todas las ciencias. Tambin te citar la invocacin expresada por Balins, que estaba familiarizado con las teoras expuestas por el Padre de la Filosofa, relativas a los misterios de la crea cin, tal como estn explicadas en sus tablas de crislito, para que todos estn complet amente seguros de lo que hemos dilucidado para ti en esta Tabla manifiesta, la c ual, si se aprieta con la mano de la equidad y del conocimiento, producir el espri tu de vida para la vivificacin de todas las cosas creadas. Grande es la bendicin d e aquel que nada en este ocano y celebra la alabanza de su Seor, el Bondadoso, el Bienamado. En verdad, las brisas de la revelacin divina se propagan de los versos de tu Seor, de tal manera que nadie puede cuestionar su verdad, excepto aquellos que estn privados de odo, de visin, de entendimiento y de toda facultad humana. Ve rdaderamente tu Seor da testimonio de esto y, sin embargo, la gente no entiende. Este hombre ha dicho: "Yo soy Balins, el sabio, el que hace maravillas, el que fa brica talismanes". Sobrepas a todos los dems en la difusin de las artes y las cienc ias y se remont a las ms elevadas cimas de humildad y splica. Presta atencin a lo qu e l dijo rogando al que todo lo posee, el Ms Exaltado: "Estoy en presencia de mi S eor, ensalzando sus dones y sus ddivas y alabndole con lo que l alaba su propio Ser, para que me convierta en fuente de bendicin y gua para los hombres que reconocen
mis palabras". Y adems l dice: "Oh Seor! T eres Dios, y no hay Dios sino T. T eres el reador, y no hay otro creador excepto T. Auxliame con tu gracia y fortalceme. Mi co razn est sobrecogido de inquietud, mis miembros tiemblan, he perdido la razn y mi m ente me ha fallado. Concdeme fortaleza y permite que mi lengua se exprese con sab idura". Y dice adems: "T eres en verdad el Conocedor, el Sabio, el Poderoso, el Com pasivo". Fue este hombre erudito quien se inform de los misterios de la creacin y percibi las sutilezas que estn atesoradas en los escritos hermticos.67 No deseamos hacer mencin de nada ms, pero expresaremos lo que el Espritu ha instila do en mi corazn. En verdad, no existe otro Dios ms que l, el Conocedor, el Poderoso , el que Ayuda en el Peligro, el Ms Excelente, el Todoalabado. Por mi vida! En est e Da el rbol celestial es remiso a proclamar al mundo nada que no sea esta afirmac in: "Verdaderamente no hay otro Dios salvo Yo, el Sin Par, el Informado de todo". Si no fuera por el amor que siento por ti, no habra pronunciado una sola palabra de lo que se ha mencionado. Aprecia el valor de esta posicin y presrvala como pres ervaras tu propio ojo, y s de aquellos que estn verdaderamente agradecidos. T sabes bien que no hemos estudiado en los libros que poseen los hombres y no hem os adquirido el conocimiento corriente entre ellos, y, no obstante, siempre que deseamos citar los dichos de los eruditos y los sabios,68 al poco aparece ante e l rostro de tu Seor en forma de tabla todo lo que ha aparecido en el mundo y est r evelado en los Libros Sagrados y en las Escrituras. De esta forma hemos puesto p or escrito lo que el ojo percibe. Verdaderamente su conocimiento abarca la tierr a y los cielos. sta es una Tabla en la que la Pluma del Invisible ha registrado el conocimiento d e todo lo que ha sido y de todo lo que ser, un conocimiento que ningn otro salvo m i maravillosa Lengua puede interpretar. En verdad, mi corazn tal como es ha sido purificado por Dios de los conceptos de los eruditos y est santificado de las exp resiones de los sabios. En verdad no refleja nada salvo las revelaciones de Dios . De esto da testimonio la Lengua de Grandeza en este Libro perspicuo. Di: Oh gentes de la tierra! Tened cuidado de que ninguna referencia a la sabidura os prive de su Fuente ni os aparte del Punto de su Amanecer. Dirigid vuestros co razones hacia el Seor, el Educador, el Todosabio. Para cada regin hemos prescrito una parte, para cada ocasin una porcin asignada, pa ra cada pronunciamiento un tiempo sealado y para cada situacin una observacin acert ada. Piensa en Grecia. Durante un prolongado perodo hicimos de ella la Sede de la Sabidura. Sin embargo, cuando lleg la hora sealada, su trono fue perturbado, su le ngua ces de hablar, su luz mengu y su bandera fue arriada. De esta manera concedem os y retiramos. Verdaderamente tu Seor es el que da y el que quita, el Poderoso, el Potente. En todos los pases hemos establecido una luminaria del conocimiento, y cuando se aproxime el tiempo preordinado, brillar resplandeciente sobre su horizonte, tal c omo ha sido decretado por Dios, el Omnisciente, el Todosabio. Si fuese nuestra v oluntad, somos plenamente capaces de describirte lo que existe en todos los pases o lo que ha sucedido en ellos. En verdad, el conocimiento de tu Seor empapa los cielos y la tierra. Sabe, adems, que las gentes de antao produjeron cosas que los eruditos contemporneo s son incapaces de producir. Te recordamos a Murtus, que fue uno de los doctos. Invent un instrumento que transmita el sonido a una distancia de sesenta millas. O tros, aparte de l, tambin descubrieron cosas que nadie de esta poca ha contemplado. Verdaderamente tu Seor revela en cada poca lo que Le place, como una muestra de s abidura de su parte. l es, en verdad, el supremo Ordenador, el Todosabio. Un verdadero filsofo jams negara a Dios ni sus pruebas, sino ms bien reconocera su gl oria y su abrumadora majestad, la cual eclipsa a todas las cosas creadas. En ver dad amamos a esos hombres de conocimiento que sacaron a la luz cosas que fomenta n los mejores intereses de la humanidad y les ayudamos mediante la potencia de n uestro mandato, pues bien capaces somos de lograr nuestro propsito. Cuidado, oh mis bienamados, no sea que menospreciis los mritos de mis siervos erud itos, a quienes Dios ha escogido munficamente para que sean los exponentes de su Nombre "el Modelador" entre la humanidad. Esforzaos al mximo por hacer progresar artes y empresas de las cuales todos, ya sean jvenes o viejos, se puedan benefici ar. Nos hemos librado de esos ignorantes que inocentemente imaginan que la Sabid
ura es dar rienda suelta a las ociosas imaginaciones de uno y repudiar a Dios, el Seor de todos los hombres, como en la actualidad omos decir a algunos negligentes . Di: El comienzo de la Sabidura y el origen de la misma es reconocer todo lo que D ios ha manifestado claramente, pues a travs de su potencia han sido firmemente es tablecidos los fundamentos del arte de gobernar, que es un escudo para la preser vacin del cuerpo de la humanidad. Medita un momento para que percibas lo que mi e xaltadsima Pluma ha proclamado en esta Tabla maravillosa. Di, todos los temas rel acionados con los asuntos de Estado que has presentado para tratar caen bajo la sombra de una de las palabras enviadas desde el cielo de su gloriosa y su exalta da prolacin. De este modo te hemos relatado aquello que vigorizar tu corazn, dar sol az a tus ojos y te permitir levantarte para promover su Causa entre todos los pue blos. Oh mi Nabl! Que nada te apene; ms bien, regocjate con rebosante alegra, pues he menci onado tu nombre, he vuelto mi corazn y mi rostro hacia ti y he conversado contigo mediante esta irrefutable e importante exposicin. Medita en tu corazn acerca de l as tribulaciones que he sufrido, el encarcelamiento y el cautiverio que he sopor tado, los padecimientos que Me han acaecido y las acusaciones que la gente ha ve rtido en mi contra. Mira cmo verdaderamente estn envueltos en un lastimoso velo. Cuando la disertacin lleg a este punto apareci la aurora de los misterios divinos y se extingui la luz de la prolacin. Que su gloria sea sobre las personas de sabidu ra, como ha sido ordenado por Aquel que es el Todopoderoso, el Todoalabado. Di: Magnificado sea tu Nombre, oh Seor mi Dios! Te ruego por tu Nombre, por medio del cual brill resplandeciente el esplendor de la luz de la sabidura cuando los ci elos de la prolacin divina se pusieron en movimiento entre la humanidad, que me a yudes generosamente con tus confirmaciones celestiales y me permitas exaltar tu Nombre entre tus siervos. Oh Seor! Hacia Ti he vuelto mi rostro, desprendido de todo excepto de Ti y adhirind ome firmemente al borde del manto de tus mltiples bendiciones. Suelta, por tanto, mi lengua para proclamar lo que cautive las mentes de los hombres y regocije su s almas y sus espritus. Fortalceme luego en tu Causa, de tal modo que el predomini o de los opresores entre tus criaturas no me pueda estorbar ni me pueda retener el ataque de los descredos entre aquellos que moran en tu reino. Hazme como una lm para que brille en todas tus tierras, para que sean guiados por su resplandor aq uellos en cuyos corazones brilla la luz de tu conocimiento y perdura el anhelo p or tu amor. Verdaderamente potente eres T para hacer todo cuanto Te place y en tu mano tienes el reino de la creacin. No hay otro Dios sino T, el Todopoderoso, el Todosabio.
ASL-I-KULLU'L-KHAYR Palabras de Sabidura En el Nombre de Dios, el Exaltado, el Altsimo. La fuente de todo bien es la confianza en Dios, la sumisin a sus mandatos y la co mplacencia con su santa voluntad y agrado. La esencia de la sabidura es el temor de Dios, el terror de su azote y su castigo , y el miedo a su justicia y su decreto. La esencia de la religin es dar testimonio de lo que el Seor ha revelado y seguir lo que l ha ordenado en su poderoso Libro. La fuente de toda gloria es aceptar todo aquello que el Seor otorga y contentarse con lo que Dios ordena. La esencia del amor es que el hombre dirija su corazn hacia el Amado y se aparte de todo menos de l, y no desear nada que no sea el deseo de su Seor. El verdadero recuerdo es hacer mencin del Seor, el Todoalabado, y olvidarse de tod o excepto de l. La verdadera confianza es que el siervo ejerza su profesin y su vocacin en este mu ndo, que se aferre al Seor y que no busque nada salvo su gracia, puesto que en su
s manos est el destino de todos sus siervos. La esencia del desprendimiento es que el hombre vuelva su rostro hacia las corte s del Seor, llegue a su Presencia, contemple su Semblante y d testimonio ante l. La esencia del entendimiento es atestiguar nuestra propia pobreza y someternos a la Voluntad del Seor, el Soberano, el Benvolo, el Todopoderoso. La fuente del valor y del poder es la promocin de la Palabra de Dios y la firmeza en su Amor. La esencia de la caridad es que el siervo refiera las bendiciones de su Seor y le d gracias en todo momento y en todas las circunstancias. La esencia de la fe es ser parco en palabras y abundante en hechos; aquel cuyas palabras sobrepasan a sus hechos, sabed, en verdad, que su muerte es mejor que s u vida. La esencia de la verdadera seguridad es guardar silencio, mirar el fin de las co sas y renunciar al mundo. El comienzo de la magnanimidad es cuando el hombre gasta su fortuna en s mismo, e n su familia y en los pobres entre los hermanos en su Fe. La esencia de la riqueza es el amor por M; aquel que Me ama es el poseedor de tod as las cosas y aquel que no Me ama es, de hecho, de los pobres e indigentes. Est o es lo que ha revelado el Dedo de Gloria y Esplendor. La fuente de todo mal es que el hombre se aparte de su Seor y ponga su corazn en c osas impas. El fuego ms ardiente es poner en duda los signos de Dios, cuestionar ociosamente lo que l ha revelado, negarle y mostrarse orgulloso ante l. La fuente de toda erudicin es el conocimiento de Dios, exaltada sea su Gloria, y esto no puede alcanzarse sino mediante el conocimiento de su Manifestacin Divina. La esencia del envilecimiento es salir de debajo de la sombra del Misericordioso y buscar el amparo del Malvado. La fuente del error es no creer en el Dios nico y verdadero, confiar en otra cosa que no sea l y huir de su Decreto. La verdadera prdida es la de aquel cuyos das se han consumido en completa ignoranc ia de su propio ser. La esencia de todo lo que te hemos revelado es la Justicia; y sta consiste en que el hombre se libere de la ociosa fantasa y de la imitacin, que sepa percibir con el ojo de la unidad Su gloriosa obra y que investigue todas las cosas con ojo pe rspicaz. De este modo te hemos instruido y te hemos manifestado Palabras de Sabidura, para que ests agradecido al Seor tu Dios y te glores de ello entre todas las gentes.
En lugar de dirigirse directamente a Bah'u'llh, los bah's, por respeto, escriban a su amanuense, Mrz q Jn, llamado "Siervo de Dios" y "Asistente". La respuesta vena en for ma de una carta de Mrz q Jn, en la que citaba palabras de Bah'u'llh, pero que, de hech , era dictada en su totalidad por Bah'u'llh. Por ello, todas las partes de la Tabl a, incluso aquellas que aparentemente contienen palabras de Mrz q Jn, son Escritura S agrada revelada por Bah'u'llh. La Tabla de Maqsd est escrita de esta forma. Iba diri gida a Mrz Maqsd, uno de los primeros creyentes que en aquel tiempo vivan en Damasco y en Jerusaln. l es Dios, exaltado sea l, el Seor de Majestad y Poder. Una alabanza que sea exaltada por encima de toda mencin o descripcin es digna del Adorado, el Poseedor de todas las cosas visibles e invisibles, que ha permitido al Punto Primordial revelar incontables Libros y Epstolas, y que mediante la pote ncia de su Sublime Palabra ha llamado a la existencia a la creacin entera, ya sea de las generaciones anteriores o de las ms recientes. En cada ciclo y edad, de c onformidad con su trascendente sabidura, l ha enviado un Mensajero divino para rea
nimar a las almas desalentadas y abatidas con las aguas vivas de Su Prolacin, Uno que es en verdad el Expositor, el verdadero Intrprete, puesto que el hombre es i ncapaz de comprender lo que fluye de la Pluma de Gloria y lo que est registrado e n sus Libros celestiales. En todo tiempo y en toda condicin los hombres necesitan que alguien les exhorte, les gue y les instruya y ensee. Por lo tanto, l ha enviad o a sus Mensajeros, a sus Profetas y a sus elegidos para que familiaricen a la g ente con el propsito divino, que subyace en la revelacin de los Libros y en el sur gimiento de los Mensajeros, para que todos conozcan el fideicomiso de Dios que e st latente en la realidad de cada alma. El hombre es el Talismn supremo. Sin embargo, la falta de educacin adecuada le ha privado de aquello que posee intrnsecamente. Por una sola palabra procedente de l a boca de Dios fue llamado a la existencia; por una palabra ms se le gui a reconoc er la Fuente de su educacin; aun por otra palabra fueron salvaguardados su posicin y su destino. El Gran Ser dice: Considerad al hombre como una mina rica en gema s de inestimable valor. La educacin puede, ella sola, hacer que revele sus tesoro s y permitir que la humanidad se beneficie de ellos. Si algn hombre meditase sobr e lo que han revelado las Escrituras enviadas desde el cielo de la santa Volunta d de Dios, fcilmente reconocera que el propsito de las mismas es que todos los homb res sean considerados como una sola alma, para que el sello que lleva las palabr as "El Reino ser de Dios" pueda ser estampado en todos los corazones, y la luz de la generosidad, la gracia y la misericordia divinas pueda envolver a toda la hu manidad. El Dios nico y verdadero -exaltada sea su gloria- no ha deseado nada par a S mismo. La fidelidad del gnero humano no Le es de utilidad ni Le perjudica su p erversidad. El Ave del Reino de la Prolacin proclama continuamente este llamamien to: "Todo lo he dispuesto para ti, y a ti, tambin, para ti mismo." Si los erudito s y hombres de sabidura mundana de esta poca permitieran que la humanidad aspirara la fragancia de la camaradera y el amor, todo corazn comprensivo captara el signif icado de la verdadera libertad y descubrira el secreto de la paz imperturbable y de la serenidad absoluta. Si la tierra alcanzara esta posicin y se iluminara con su luz, entonces, en verdad, se podra decir de ella: "No veris en ella ni hondonad as ni lomas salientes".69 Que la bendicin y la paz sean con Aquel70 por cuyo advenimiento Bath71 se ha engal anado con sonrisas, y los suaves aromas de cuya vestidura han derramado su fraga ncia sobre toda la humanidad; con Aquel que vino a proteger a los hombres de lo que les perjudica aqu en el mundo. Exaltada, inmensamente exaltada est su posicin p or encima de la glorificacin de todos los seres y santificada est ella de la alaba nza de la creacin entera. Mediante su advenimiento se erigi el tabernculo de la est abilidad y el orden en todo el mundo y se enarbol el estandarte del conocimiento entre las naciones. Que las bendiciones sean tambin con sus parientes y con sus c ompaeros, por medio de los cuales se iz el estandarte de la unidad de Dios y de su singularidad y se desplegaron las enseas del triunfo celestial. Por de medio ell os la religin de Dios se estableci firmemente entre sus criaturas, y su Nombre fue magnificado entre sus siervos. Le ruego a l (exaltado sea) que proteja a su Fe d el dao de sus enemigos, que rompieron los velos, los rasgaron y finalmente hicier on que la bandera del Islam se invirtiera entre todos los pueblos. Se ha recibido tu carta, de la que se inhalaba la fragancia de la reunin. Alabado sea Dios, pues despus del rgido decreto de separacin la brisa de la proximidad y l a comunin se ha agitado y la tierra del corazn se ha refrescado con las aguas del gozo y la alegra. Damos gracias a Dios en toda circunstancia y abrigamos la esper anza de que l -exaltada sea su gloria-, por su magnfica providencia, gue a todos lo s que habitan en la tierra hacia lo que es aceptable y grato ante l. Observad las convulsiones que durante muchos aos han afligido a la tierra, y la p erturbacin que se ha apoderado de sus pueblos. Ha sido asolada por guerras, o ato rmentada por calamidades repentinas e imprevistas. Aun cuando el mundo est rodead o de miseria y aflicciones, ningn hombre se ha detenido a reflexionar sobre cul pu eda ser la causa o el origen de ello. Cada vez que el Consejero Verdadero pronun ciaba una palabra de advertencia, todos Le denunciaban como agente del mal y rec hazaban su declaracin. Qu sorprendente, qu desconcertante es tal conducta! No pueden hallarse dos hombres de quienes pueda decirse que estn unidos exterior e interio rmente. Las seales de discordia y mala voluntad son evidentes en todas partes, a
pesar de que todos fueron creados para la armona y la unin. El Gran Ser dice: Oh bi enamados! El tabernculo de la unidad ha sido erigido; no os miris como extraos los unos a los otros. Sois los frutos de un solo rbol y las hojas de una misma rama. Abrigamos la esperanza de que la luz de la justicia brille sobre el mundo y lo s antifique de la tirana. Si los gobernantes y reyes de la tierra, los smbolos del p oder de Dios -exaltada sea su gloria-, se levantan y acuerdan dedicarse a lo que promueva los ms altos intereses de toda la humanidad, el reinado de la justicia se establecer, sin duda, entre los hijos de los hombres y el fulgor de su luz env olver a toda la tierra. El Gran Ser dice: La estructura de la estabilidad y el or den mundiales se ha alzado sobre los pilares gemelos de la recompensa y el casti go, y continuar siendo sostenida por ellos. Y en otra ocasin ha declarado lo sigui ente en la lengua elocuente:72 la justicia tiene una fuerza poderosa a su dispos icin. sta no es otra que la recompensa y el castigo de las acciones de los hombres . Por el poder de esta fuerza se establece el tabernculo del orden en todo el mun do, haciendo que los perversos repriman sus naturalezas por temor al castigo. En otro pasaje l ha escrito: Prestad atencin, oh asamblea de los gobernantes del mu ndo! No hay fuerza en la tierra que pueda igualarse en poder conquistador a la f uerza de la justicia y la sabidura. Verdaderamente yo afirmo que no hay, y nunca ha habido, unas huestes ms poderosas que las de la justicia y la sabidura. Bienave nturado es el rey que marcha con la ensea de la sabidura desplegada ante l y con lo s batallones de la justicia concentrados detrs de s. l es, en verdad, el ornamento que adorna la frente de la paz y el semblante de la seguridad. No cabe duda algu na de que si el sol de la justicia, al que han oscurecido las nubes de la tirana, derramara su luz sobre los hombres, la faz de la tierra se transformara por comp leto. El Gran Ser, deseando revelar los requisitos previos para lograr la paz y la tra nquilidad del mundo y el progreso de sus pueblos, ha escrito: Debe llegar el mom ento en que se reconozca universalmente la imperiosa necesidad de tener una reun in vasta y omnmoda de los hombres. Los gobernantes y reyes de la tierra tienen nec esariamente que concurrir a ella y, participando en sus deliberaciones, tienen q ue estudiar los modos y maneras de poner los cimientos de la Gran Paz mundial en tre los hombres. Tal paz exige que las grandes potencias decidan, para la tranqu ilidad de los pueblos de la tierra, estar completamente reconciliadas entre s. Si algn rey se levantase en armas contra otro, todos deben levantarse conjuntamente e impedrselo. Si as se hiciera, las naciones del mundo ya no necesitaran armamento s, salvo con el fin de preservar la seguridad de sus reinos y mantener el orden interno en sus territorios. Esto asegurar la paz y la calma de todos los pueblos, Gobiernos y naciones. De buena gana esperamos que los reyes y gobernantes de la tierra, los espejos del generoso y todopoderoso Nombre de Dios, alcancen esta p osicin y protejan a la humanidad de la furiosa embestida de la tirana. Asimismo l dice: Entre las cosas que conducen a la unidad y a la concordia, y que harn que la tierra entera sea considerada como un solo pas, est el que los diverso s idiomas se reduzcan a un solo idioma y, de igual manera, que los alfabetos uti lizados en el mundo se limiten a uno solo. Incumbe a todas las naciones designar a algunos hombres de entendimiento y erudicin para que convoquen una reunin y, a travs de la consulta conjunta, elijan un idioma de entre las diversas lenguas exi stentes, o bien creen uno nuevo, que se ensee a los nios en todas las escuelas del mundo. Se acerca el da en que todos los pueblos de la tierra habrn adoptado un idioma uni versal y un alfabeto comn. Cuando se haya logrado esto, a cualquier ciudad que un hombre viaje ser como si estuviera entrando en su propio hogar. Estas cosas son obligatorias y absolutamente esenciales. Es responsabilidad de todo hombre de pe rspicacia y entendimiento esforzarse por trasladar a la realidad y a la accin lo que se ha escrito. En estos das el tabernculo de la justicia ha cado en las garras de la tirana y la op resin. Rogad al Dios nico y verdadero -exaltada sea su gloria- que no prive a la h umanidad del ocano del verdadero entendimiento, pues si los hombres prestasen ate ncin, fcilmente comprenderan que todo lo que ha fluido de la Pluma de Gloria y ha s ido registrado por ella es como el sol para el mundo entero, y que en ello se en cuentra el bienestar, la seguridad y los verdaderos intereses de todos los hombr
es; de otro modo, cada da la tierra ser atormentada por una nueva calamidad y esta llarn convulsiones sin precedentes. Quiera Dios que benvolamente se ayude a las ge ntes del mundo a preservar la luz de Sus amorosos consejos en la esfera de la sa bidura. Abrigamos la esperanza de que todos se adornen con la vestidura de la sab idura verdadera, base del gobierno del mundo. El Gran Ser dice: El cielo del arte de gobernar se torna luminoso y resplandecie nte por la brillantez de la luz de estas benditas palabras que han alboreado des de la aurora de la Voluntad de Dios: Incumbe a todos los gobernantes pesar su pr opio ser cada da en la balanza de la equidad y de la justicia, y luego juzgar ent re los hombres y aconsejarles que hagan aquello que dirija sus pasos por el send ero de la sabidura y el entendimiento. sta es la piedra angular del arte de gobern ar y la esencia del mismo. En estas palabras todo hombre de sabidura e ilustrado percibir fcilmente lo que favorecer objetivos tales como el bienestar, la seguridad y la proteccin de la humanidad y la salvaguardia de las vidas humanas. Si los ho mbres perspicaces bebieran su porcin del ocano de los significados internos que en cierran estas palabras y se familiarizasen con ellos, daran testimonio de la subl imidad y la excelencia de las mismas. Si este ser humilde describiera lo que per cibe, todos atestiguaran la suma sabidura de Dios. Los secretos del arte de gobern ar y lo que la gente necesita estn envueltos en estas palabras. Este humilde sier vo ruega encarecidamente al Dios nico y verdadero -exaltada sea su gloria- que il umine los ojos de las gentes del mundo con el resplandor de la luz de la sabidura , para que todos y cada uno de ellos reconozcan lo que es indispensable en este da. Es de hecho un hombre quien hoy se consagra al servicio de toda la raza humana. El Gran Ser dice: Bienaventurado y dichoso aquel que se levanta para promover lo s mejores intereses de los pueblos y razas de la tierra. En otro pasaje l ha proc lamado: No debe enorgullecerse quien ama a su patria, sino ms bien quien ama al m undo entero. La tierra es un solo pas, y la humanidad sus ciudadanos. Exhortaciones a la unin y concordia como las que ha registrado la Pluma del Altsim o en los Libros de los Profetas hacen referencia a temas concretos, no a una unin que lleve a la desunin o a una concordia que cree discordia. sta es la posicin don de se fija la medida de todas las cosas, una posicin donde a toda alma que lo mer ezca se le dar lo que le corresponda. Bienaventurados quienes aprecian el signifi cado y captan la intencin de estas palabras, y ay de los negligentes! De ello dan sobrado testimonio todos los signos de la naturaleza en su propia esencia. Todo sabio perspicaz est familiarizado con lo que hemos mencionado, pero no aquellos q ue se han alejado de la fuente viva de la imparcialidad y vagan desquiciados por el desierto de la ignorancia y del fanatismo ciego. El Gran Ser dice: Oh vosotros hijos de los hombres! El propsito fundamental que an ima a la Fe de Dios y a su Religin es el de salvaguardar los intereses y promover la unidad de la raza humana, y estimular el espritu de amor y de camaradera entre los hombres. No permitis que se convierta en fuente de disensin y de discordia, d e odio y de enemistad. ste es el Sendero Recto, el cimiento fijo e inamovible. Lo s cambios y azares del mundo nunca podrn debilitar la resistencia de cualquier co sa que se levante sobre este cimiento, ni podr el paso de incontables centurias s ocavar su estructura. Es nuestra esperanza que los jefes religiosos del mundo y sus gobernantes se levanten conjuntamente para reformar esta poca y rehabilitar s u destino. Que consulten juntos, despus de haber meditado sobre sus necesidades, y, mediante una deliberacin esperanzada y plena, administren a un mundo enfermo y gravemente afligido el remedio que requiere. El Gran Ser dice: El cielo de la sabidura divina est iluminado con las dos luminar ias de la consulta y la compasin. Consultad juntos en todos los asuntos, por cuan to la consulta es la lmpara de gua que abre camino y es lo que confiere entendimie nto. Al comienzo de cualquier empresa es obligado mirar su fin. Entre todas las artes y ciencias, poned a los nios a estudiar aquellas que resulten de provecho para e l hombre, aseguren su progreso y eleven su dignidad. De esta manera se disiparn l os ftidos olores de la anarqua, y as, mediante los elevados esfuerzos de los dirige ntes de la nacin, todos vivirn resguardados, seguros y en paz. El Gran Ser dice: Los eruditos de la poca deben orientar a la gente para que adqu
iera aquellas ramas del conocimiento que sean de utilidad, con el objeto de que tanto los eruditos mismos como la mayora de la humanidad puedan obtener beneficio de ello. Las actividades acadmicas que empiezan y terminan slo con palabras nunca han sido ni sern de valor alguno. La mayora de los eruditos doctores de Persia de dican toda su vida al estudio de una filosofa cuyo resultado final no es sino pal abras. Corresponde a quienes tienen autoridad actuar con moderacin en todas las cosas. T odo lo que sobrepase los lmites de la moderacin dejar de ejercer una influencia ben eficiosa. Examinad, por ejemplo, cosas como la libertad, la civilizacin y otras s imilares. Por muy favorablemente que los hombres de entendimiento las consideren , si son llevadas al exceso, ejercern una influencia perniciosa sobre los hombres . Si hubiera que desarrollar este tema sera necesaria una explicacin elaborada, la c ual, nos tememos, podra resultar tediosa. Es la ferviente esperanza de este humil de ser que Dios -exaltada sea su gloria- conceda a todos los hombres lo que es b ueno, pues aquel que est dotado de ello es el poseedor de todas las cosas. El Gra n Ser dice: La Lengua de la Sabidura proclama: Aquel que no Me tiene est privado d e todas las cosas. Aprtate de todo lo que existe sobre la tierra y no busques a o tro salvo a M. Yo Soy el Sol de la Sabidura y el Ocano del Conocimiento. Yo animo a los dbiles y resucito a los muertos. Yo soy la Luz de gua que ilumina el camino. Yo soy el Halcn real en el brazo del Todopoderoso. Yo despliego las alas cadas de toda ave quebrantada y le hago levantar el vuelo. E igualmente l dice: El cielo del verdadero entendimiento brilla resplandeciente con la luz de dos luminarias: la tolerancia y la rectitud. Oh mi amigo! En estas pocas palabras se encuentran atesorados vastos ocanos. Biena venturados quienes aprecian su valor, beben largamente de ellas y captan su sign ificado, y ay de los negligentes! Este humilde ser suplica a las gentes del mundo que observen equidad, para que su tierno, delicado y precioso odo, que ha sido c reado para escuchar las palabras de sabidura, pueda librarse de los impedimentos y de las alusiones, ociosas fantasas o vanas imaginaciones "que no pueden engorda r ni saciar el hambre", de modo que el verdadero Consejero se sienta munficamente inclinado a exponer aquello que es la fuente de bendiciones para la humanidad y del ms elevado bien para todas las naciones. Actualmente la luz de la reconciliacin se ha debilitado en la mayora de los pases y su brillo se ha extinguido, mientras el fuego de la lucha y el desorden se ha e ncendido y arde furioso. Dos grandes poderes que se consideran a s mismos como fu ndadores y dirigentes de la civilizacin y diseadores de constituciones se han alza do contra los seguidores de la Fe que va unida a Aquel que convers con Dios.73 Es tad advertidos, oh hombres de entendimiento. Cometer tirana es indigno de la posi cin del hombre; ms bien le corresponde observar equidad y ataviarse en todas las s ituaciones con la vestidura de la justicia. Rogad al Dios nico y verdadero que li mpie y purifique a ciertas almas de la mancha de las bajas pasiones y los deseos corruptos por el poder de la mano de la amorosa bondad y la educacin espiritual, de manera que se levanten y suelten sus lenguas por amor a Dios, para que quizs se borren los signos de injusticia y el resplandor de la Luz de la justicia derr ame su fulgor sobre el mundo entero. La gente es ignorante y tiene necesidad de aquellos que exponen la verdad. El Gran Ser dice: El hombre de suma erudicin y el sabio dotado de penetrante sabi dura son los dos ojos del cuerpo de la humanidad. Si Dios quiere, la tierra jams s e ver privada de estos dos grandsimos dones. Lo que se ha expuesto y lo que en el futuro se revelar es slo una muestra del ardiente deseo de este Siervo de consagra rse al servicio de todas las razas de la tierra. Oh mi amigo! En toda circunstancia uno debe valerse de todos los medios que favor ezcan la seguridad y la tranquilidad entre los pueblos del mundo. El Gran Ser di ce: En este glorioso Da, todo lo que te purifique de la corrupcin y te conduzca ha cia la paz y la serenidad es en verdad el Sendero Recto. Quiera Dios que los pueblos del mundo se vean impulsados a reconocer sus mejores intereses, como resultado de los elevados esfuerzos llevados a cabo por sus gob ernantes y por los sabios y los eruditos de entre los hombres. Hasta cundo persist ir la humanidad en su rebelda? Hasta cundo continuar la injusticia? Hasta cundo reinar
el caos y la confusin entre los hombres? Hasta cundo agitar la discordia la faz de l a sociedad? Este humilde siervo est maravillado, pues todos los hombres estn dotados del senti do de la vista y el odo, y sin embargo se hallan privados del privilegio de usar esas facultades. Este siervo se ha visto impulsado a escribir estas lneas en virt ud del tierno amor que siente por ti. Los vientos de la desesperacin, ay, soplan desde todas direcciones, y la contienda que divide y aflige a la raza humana cre ce da a da. Ahora pueden percibirse los signos de convulsiones y caos inminentes, por cuanto el orden predominante resulta ser deplorablemente defectuoso. Ruego a Dios, exaltada sea su gloria, que benvolamente despierte a los pueblos de la tie rra, que conceda que les sea provechoso el resultado de su conducta y les ayude a llevar a cabo lo que sea digno de su posicin. Si el hombre comprendiera la grandeza de su posicin y la sublimidad de su destino , no manifestara nada que no fuese un carcter excelente, unas obras puras y una co nducta decorosa y digna de alabanza. Si los eruditos y sabios de buena voluntad orientasen al pueblo, la tierra entera sera considerada como un solo pas. Verdader amente sta es la indudable verdad. Este siervo, por el amor que siente por Dios, el nico, el Sin Par, el Todopoderoso, el Benvolo, ruega a toda alma diligente y em prendedora que haga el mximo esfuerzo y se levante para corregir la situacin en to das las regiones y reanimar a los muertos con las aguas vivas de la sabidura y la prolacin. Ningn sabio puede demostrar su conocimiento sino por medio de las palabras. Ello muestra la trascendencia de la Palabra, como se afirma en todas las Escrituras, sean stas de antao o de tiempos ms recientes. Porque es a travs de su potencia y su espritu animador como las gentes del mundo han alcanzado tan eminente posicin. Por otra parte, las palabras y expresiones deben ser al mismo tiempo impresionantes y perspicaces. No obstante, ninguna palabra estar impregnada de estas dos cualid ades a menos que sea pronunciada completamente por amor a Dios y con la debida c onsideracin hacia las exigencias de la ocasin y de las personas. El Gran Ser dice: La expresin humana es una esencia que aspira a ejercer su influ encia y requiere moderacin. En cuanto a su influencia, est condicionada al refinam iento, que a su vez depende de que los corazones sean desprendidos y puros. En c uanto a su moderacin, sta tiene que ir combinada con el tacto y la sabidura, tal co mo se ha prescrito en las Sagradas Escrituras y en las Tablas. Todas las palabras estn dotadas de espritu; por lo tanto, el orador o expositor de be pronunciar las palabras cuidadosamente en el momento y lugar oportunos, puest o que la impresin que produce cada palabra se manifiesta con nitidez y es clarame nte perceptible. El Gran Ser dice: Una palabra puede compararse con el fuego, ot ra con la luz, y la influencia que ambos ejercen es patente en el mundo. Por lo tanto, un sabio iluminado debera hablar principalmente con palabras tan suaves co mo la leche, para que mediante ellas se nutran y se instruyan los hijos de los h ombres y puedan lograr el objetivo ltimo de la existencia humana, que es la posic in del verdadero entendimiento y la nobleza autntica. Y adems dice l: Una palabra es como la primavera, que hace que los tiernos retoos del rosedal del conocimiento se vuelvan verdes y florecientes, mientras que otra palabra es como un veneno mo rtal. Le corresponde al hombre de sabidura prudente hablar con la mxima indulgenci a y paciencia, para que la dulzura de sus palabras induzca a todos a lograr aque llo que es digno de la posicin del hombre. Oh amigo mo! La Palabra de Dios es la reina de las palabras y su penetrante influe ncia es incalculable. Ella ha dominado siempre, y contina dominando, el reino del ser. El Gran Ser dice: La Palabra es la llave maestra del mundo entero, pues me diante su potencia se abren las puertas de los corazones de los hombres, que son , en realidad, las puertas del cielo. Tan pronto como un simple destello de su r efulgente esplendor brill sobre el espejo del amor, la bendita palabra "Yo soy el Bienamado" se reflej en l. Es un ocano de inagotable riqueza que abarca todas las cosas. Todo lo que se puede percibir no es sino una emanacin de ella. Elevada, in conmensurablemente elevada es esta sublime posicin, a cuya sombra se mueve la ese ncia de la excelsitud y el esplendor, arrobada en alabanza y adoracin. Me parece que el sentido del gusto de la gente, lamentablemente, se ha visto gra vemente afectado por la fiebre de la negligencia y el desvaro, pues se encuentran
completamente inconscientes y privados de la dulzura de Su prolacin. Cun lamentab le, en verdad, es que el hombre se prive a s mismo de los frutos del rbol de la sa bidura, mientras sus das y sus horas pasan rpidamente. Quiera Dios que la mano del poder divino proteja a toda la humanidad y dirija sus pasos hacia el horizonte d el genuino entendimiento. Verdaderamente nuestro Seor de Misericordia es el Auxiliador, el que conoce, el S abio. Me gustara aadir que se ha recibido tu segunda carta, que fue enviada desde Jerusa ln, y lo que has escrito y explicado en ella se ha ledo atentamente en Su presenci a. l me orden escribir lo siguiente: Oh Maqsd! Hemos odo tu voz y percibido el suspiro y el lamento que elevaste en tu a nhelo y tu impaciencia. Alabado sea Dios! De cada palabra tuya se pudieron inhala r los dulces aromas del amor. Quiera Dios que esta munificencia perdure para sie mpre. El asistente recit los versos que has compuesto. Tu nombre se menciona con frecuencia en presencia de este Agraviado, y las miradas de nuestra amorosa bond ad y nuestra compasin se dirigen hacia ti. Grande es la posicin del hombre. Grandes, tambin, tienen que ser sus esfuerzos par a lograr el restablecimiento del mundo y el bienestar de las naciones. Ruego al Dios nico y verdadero que benvolamente te confirme en lo que sea digno de la posic in del hombre. Guate por la sabidura en todas las situaciones, pues las personas que esconden mot ivos perversos se han dedicado y todava se dedican diligentemente a intrigar. Dios bondadoso! A ese Ser inconmensurablemente exaltado, que no busca ms que fomentar el espritu de amor y camaradera entre los hombres, reanimar el mundo y ennoblecer su vida, Le han acusado de tales cargos que la lengua y la pluma se avergenzan d e relatarlos. Te hemos recordado y hacemos mencin de ti ahora. Le imploramos a l -exaltada sea s u gloria- que te proteja con las manos de la fuerza y el poder y te permita reco nocer lo que sirva a tus mejores intereses, tanto en este mundo como en el venid ero. l es el Seor de la Humanidad, el Poseedor del Trono de lo Alto y del mundo de abajo. No hay otro Dios salvo l, el Omnipotente, el Poderoso. Quiera Dios que es te Agraviado pueda guardar fidelidad. l no te ha olvidado ni te olvidar jams. Has mencionado tu intencin de permanecer en Damasco hasta la primavera, para cont inuar luego hasta Mosul, si hubiese medios para ello. Este humilde siervo implor a a Dios -exaltada sea su gloria- que facilite los medios que se estimen oportun os y que te ayude. l es Potente y Poderoso. Aunque se ha tratado con la mayor amabilidad a todos los habitantes de esta regin , sin embargo no puede percibirse de ellos muestra alguna de camaradera. Debes te ner mucho tacto y sabidura, pues en todo momento buscan negar la Causa y poner re paros triviales en su contra. Que el Dios nico y verdadero les conceda equidad. Por lo que se refiere a tus propios asuntos, si te contentases con cualquier cos a que suceda sera digno de alabanza. Dedicarse a alguna profesin es altamente reco mendable, porque cuando uno est ocupado en el trabajo es menos probable que se fi je en los aspectos desagradables de la vida. Si Dios quiere, podrs experimentar g ozo y esplendor, alegra y jbilo en cualquier ciudad o pas en que residas temporalme nte. Este humilde siervo jams olvidar a ese amigo distinguido y amable. l te ha rec ordado y continuar recordndote. El decreto est en la mano de Dios, el Seor de todos los mundos. Espero de buena gana que l te otorgue asistencia divina y te conceda confirmacin en aquello que Le es grato y aceptable. Cada palabra de tu poesa es en verdad como un espejo en el que se reflejan las pr uebas de la devocin y el amor que sientes por Dios y sus elegidos. Bienaventurado seas t, que has bebido del vino escogido de la prolacin y has tomado del arroyo d el conocimiento, que fluye con suavidad. Dichoso aquel que ha bebido su parte y ha llegado a l, y ay de los negligentes! Su lectura ha demostrado ser muy impresio nante, ciertamente, porque indicaba a la vez la luz de la reunin y el fuego de la separacin. Lejos de nosotros perder la esperanza de los incalculables favores de Dios en ni ngn momento, porque si fuese su deseo hara que un simple tomo se transformase en un sol y una simple gota en un ocano. l abre miles de puertas, mientras que el hombr e es incapaz de concebir ni siquiera una sola.
Tan negligente es este siervo, que con palabras como stas busca reivindicar el su premo poder de Dios, exaltada sea su gloria. Imploro el perdn de Dios, el Ms Grand e, por estas afirmaciones, y declaro que este siervo reconoce en todo momento su s lamentables transgresiones y delitos. l suplica la remisin de sus pecados al ocan o de la misericordia de su Seor, el Ms Exaltado, e implora aquello que le haga con sagrarse totalmente a Dios y le permita expresar su alabanza, volverse hacia l y poner toda su confianza en l. Verdaderamente l es el Potente, el Perdonador, el Mi sericordioso. Alabado sea Dios, el Todopoderoso, el Omnisciente. Este humilde ser ha ledo las descripciones del dilogo con el viajero que has relat ado en tu carta a mi Seor, que mi vida sea ofrendada por l. Las explicaciones que se dieron despiertan a la gente del sueo de la negligencia. Ciertamente, las acci ones del hombre mismo engendran un derroche de poder satnico. Porque si el hombre obrase de acuerdo con las enseanzas divinas y las observase, desaparecera de la f az de la tierra todo rastro de maldad. Sin embargo, las grandes diferencias que existen entre la humanidad y el predominio de la sedicin, la contienda, el confli cto y cosas similares son los factores primordiales que provocan la aparicin del espritu satnico. Sin embargo, el Espritu Santo siempre ha evitado tales asuntos. Un mundo en el que no puede percibirse nada que no sean luchas, peleas y corrupcin, forzosamente ha de convertirse en la sede del trono y en la misma metrpolis de S atn. Cun vasto es el nmero de amados y elegidos de Dios que se han lamentado y gemido d e da y de noche para que, quiz, una brisa suave y fragante soplara desde la corte de su beneplcito y disipara por completo el repugnante y hediondo olor del mundo. No obstante, esta meta final no pudo lograrse y los hombres se vieron privados de ella en virtud de sus acciones prfidas, que atrajeron sobre ellos el justo cas tigo de Dios, de acuerdo con los principios bsicos de su autoridad divina. Es nue stro deber permanecer pacientemente en estas circunstancias hasta que haya un al ivio proveniente de Dios, el Perdonador, el Generoso. Magnificado sea tu Nombre, oh Seor de todos los seres y Deseo de todas las cosas c readas! Te imploro, por la Palabra que hizo que la Zarza Ardiente elevara su Voz y la Roca gritara, mediante la cual los favorecidos se apresuraron a alcanzar l a corte de tu presencia y los puros de corazn se apresuraron a alcanzar la aurora de la luz de tu semblante, y por los suspiros de tus verdaderos amantes en su s eparacin de tus elegidos, y por el lamento de aquellos que anhelan contemplar tu rostro ante el naciente esplendor de la luz de tu Revelacin, que benvolamente perm itas a tus siervos reconocer lo que T has ordenado para ellos por tu munificencia y tu gracia. Prescribe, pues, para ellos, mediante tu Pluma de Gloria, lo que d irija sus pasos hacia el ocano de tu generosidad y les conduzca a las aguas vivas de tu reunin celestial. Oh Seor! No mires lo que han hecho; antes bien, mira la sublimidad de tu celestial munificencia, la cual ha precedido a todas las cosas creadas, visibles e invisi bles. Oh Seor! Ilumina sus corazones con la refulgente luz de tu conocimiento y ha z brillar en sus ojos el radiante esplendor del sol de tus favores. Te ruego, oh Seor de los Nombres y Creador de los cielos, por la sangre derramada en tu Sendero, por las cabezas llevadas en lo alto de las lanzas por tu amor, p or las almas que se han consumido en su separacin de tus amados, y por los corazo nes rotos por la exaltacin de tu Palabra, que permitas que los moradores de tu re ino se unan en su lealtad hacia tu incomparable Palabra, para que todos ellos re conozcan tu unidad y tu singularidad. No hay otro Dios sino T, el Omnipotente, el Ms Exaltado, el Conocedor, el Sabio. Espero de buena gana que l, que es el que basta a todo, el Inaccesible, escuche e l ruego de este humilde siervo, atave a las gentes del mundo con la vestidura de las buenas acciones y les purifique de las inclinaciones malvadas. l es el Fuerte , el Poderoso, el que todo lo sabe, el que todo lo percibe. l escucha y ve; l es e l que todo lo oye, el que todo lo ve.
l es el que todo lo sabe Oh Vaf! Da gracias a tu Seor por haberte ayudado a abrazar su Causa, por haberte pe rmitido reconocer la Manifestacin de su Propio Ser y por haberte levantado para a labar a Aquel que es el Ms Grande Recuerdo en este glorioso Anuncio. Bendito eres t, oh Vaf, pues has sido fiel al Convenio de Dios y a su Testamento e n un momento en que todos los hombres lo han violado y han repudiado a Aquel en Quien haban credo, y ello a pesar de que ha aparecido investido con todos los test imonios y ha amanecido en el horizonte de la Revelacin ataviado con indudable sob erana. No obstante, te incumbe esforzarte al mximo por alcanzar la esencia misma de la f idelidad. Ello implica que ests bien seguro en tu corazn y que con tu lengua des t estimonio de lo que Dios ha testificado para su propio y exaltado Ser, proclaman do: "Verdaderamente yo subsisto por m mismo en el Reino de Gloria". Quienquiera p ueda afirmar solemnemente esta verdad en estos das, ha alcanzado todo bien, y el Espritu celestial descender sobre l de da y de noche, le ayudar misericordiosamente a glorificar el Nombre de su Seor y le har soltar su lengua y defender con sus pala bras la Causa de su Seor, el Misericordioso, el Compasivo. Y nadie puede lograr e sto salvo aquel que haya purificado su corazn de todo lo creado entre el cielo y la tierra y se haya desprendido por completo de todo excepto de Dios, el Seor Sob erano, el Todopoderoso, el Bondadoso. Levntate a servir la Causa y di: Juro por la rectitud de Dios! Verdaderamente ste e s el Punto Primordial, adornado con su nuevo atavo y manifiesto en su glorioso No mbre. En este momento l contempla todo desde este Horizonte. De hecho, l es Suprem o sobre todas las cosas. Entre el Concurso de lo Alto l es conocido como el Ms Gra nde Anuncio; en los Reinos de la Eternidad, como la Antigua Belleza; y ante el T rono, por este Nombre,75 que ha hecho tropezar a aquellos que estn dotados de ent endimiento. Di: Juro por Dios! En esta Revelacin, el testimonio supremo de Dios para todos los moradores del cielo y los habitantes de la tierra haba sido cumplido aun antes d e que fuese enviado un solo verso desde el reino de santidad y sublimidad; ms an, hemos revelado el equivalente de todo lo que se envi en la Dispensacin del Bayn. Te med a Dios y no permitis que vuestras acciones sean en vano, ni seis de aquellos q ue estn sumidos en la negligencia. Abrid vuestros ojos para que podis contemplar l a Antigua Belleza desde esta brillante y luminosa posicin. Di: Dios es mi testigo! El Prometido mismo ha venido desde el cielo, sentado sobr e la nube carmes, con las huestes de la revelacin a su derecha y los ngeles de la i nspiracin a su izquierda, y se ha cumplido el Decreto por mandato de Dios, el Omn ipotente, el Todopoderoso. Acto seguido todos han tropezado, excepto aquellos a quienes Dios ha protegido mediante su tierna merced y los ha contado entre los q ue Le han reconocido por su Propio Ser y se han desprendido de todo lo que perte nece al mundo. Escucha las Palabras de tu Seor y purifica tu corazn de toda ilusin, para que la re fulgente luz del recuerdo de tu Seor derrame su resplandor sobre l y alcance la po sicin de la certidumbre. Sabe, adems, que tu carta ha llegado a nuestra presencia y hemos percibido y exam inado su contenido. Hemos tomado nota de las preguntas que has hecho y gustosame nte las contestaremos. En este da concierne a todos preguntar a Dios lo que desee n, y tu Seor atender su peticin con versos maravillosos e innegables. Has preguntado sobre el tema del retorno. Sabe que el fin es como el principio. As como consideres el principio, del mismo modo debes considerar el fin, y ser de aquellos que perciben de verdad. No, ms bien considera el principio como el prop io fin y viceversa, para que adquieras una clara percepcin. Sabe, adems, que toda cosa creada es engendrada y retorna continuamente por mandato de tu Seor, el Dios de fuerza y poder. En cuanto al Retorno, de acuerdo con el sentido que Dios le ha dado en sus sagra das y exaltadas Tablas, en las cuales ha dado a conocer este tema a sus siervos; por esto se quiere decir el retorno de todas las cosas creadas en el Da de la Re surreccin, y sta es, de hecho, la esencia del Retorno como t has atestiguado en los
propios das de Dios, y t eres de aquellos que atestiguan esta verdad. Ciertamente, Dios es absolutamente capaz de hacer que todos los nombres aparezca n en un solo nombre y todas las almas en una sola alma. l es indudablemente poder oso y potente. Y este Retorno se lleva a cabo por orden suya de cualquier forma que l desee. En verdad, l es el que hace y ordena todas las cosas. Por otra parte, t no deberas percibir el cumplimiento del Retorno y la Resurreccin excepto en la P alabra de tu Seor, el Todopoderoso, el Omnisciente. Por ejemplo, si l tomase un pua do de tierra y declarase que eso es Aquel a Quien t has seguido en el pasado, ind udablemente eso sera justo y verdadero, como su Persona real, y nadie tiene derec ho a poner en duda su autoridad. l hace lo que l desea y ordena lo que Le place. A dems, en esta posicin ten cuidado de no volver tu mirada hacia las limitaciones y alusiones, sino ms bien hacia aquello por medio de lo cual se ha cumplido la Reve lacin misma, y s de los perspicaces. As te lo explicamos en un lenguaje claro y exp lcito, para que puedas comprender lo que buscabas de tu antiguo Seor. Piensa en el Da de la Resurreccin. Si Dios declarase a la ms humilde de las criatur as entre los fieles como el Primero en creer en el Bayn, no deberas tener la menor duda de ello y deberas ser de los que creen de verdad. En esta posicin, no repare s en las limitaciones humanas ni en los nombres, sino ms bien en aquello por lo c ual se reivindica el rango del Primero en creer, que es la fe en Dios, el recono cimiento de su Ser y la certidumbre del cumplimiento de su mandato irresistible y obligatorio. Piensa en la Revelacin del Punto del Bayn, exaltada sea su gloria. l declar que el P rimero76 en creer en l fue Muammad, el Mensajero de Dios. Es digno de un hombre dis cutir con l diciendo que tal hombre es de Persia, el otro de Arabia, o que ese ho mbre se llamaba usayn, mientras que el otro llevaba el nombre de Muammad? No, juro por el santo Ser de Dios, el Exaltado, el Ms Grande. Con toda seguridad, ningn ho mbre inteligente y perspicaz prestar jams atencin a las limitaciones o los nombres, sino ms bien a aquello con lo que estaba investido Muammad, que no era otra cosa que la Causa de Dios. De igual modo, tal hombre perspicaz examinara a usayn y la p osicin que ocupaba en la Causa de Dios, el Omnipotente, el Exaltado, el Conocedor , el Sabio. Y como el Primero en creer en Dios en la Dispensacin del Bayn estaba i nvestido con un dominio similar a aquel con el que estaba investido Muammad, el M ensajero de Dios, por ello el Bb declar que l era este ltimo, es decir, su retorno y resurreccin. Esta posicin est santificada de toda limitacin o nombre, y nada puede verse en ella salvo a Dios, el nico, el Sin Par, el Omnisciente. Sabe, adems, que si l declarase en el Da de la Revelacin que una de las hojas es la manifestacin de todos sus excelentes ttulos, a nadie le sera otorgado el derecho de preguntar por qu o para qu, y si alguien lo hiciese, sera considerado como no crey ente en Dios y contado entre los que han repudiado su Verdad. Cuidado, cuidado, no sea que te comportes como la gente del Bayn. Pues en verdad han errado lastimosamente, han extraviado a la gente, han ignorado el Convenio d e Dios y su Testamento y le han atribuido compaeros a l, el nico, el Incomparable, el Omnisciente. Verdaderamente no reconocieron al Punto del Bayn, pues si le hubi esen reconocido no habran rechazado su manifestacin en este luminoso y resplandeci ente Ser. Y como fijaron sus miradas en los nombres, por consiguiente, cuando l s ustituy su Nombre "el Ms Exaltado" por "el Ms Glorioso", sus ojos se nublaron. No h an conseguido reconocerle en estos das y son contados entre los que perecen. Cier tamente, si Le hubiesen conocido por su propio Ser o en virtud de lo que ha reve lado, no Le habran repudiado cuando apareci en este glorioso e incomparable Nombre , que Dios ha ordenado que sea la Espada de su Revelacin entre cielo y tierra, y por medio del cual la verdad es separada del error, desde ahora mismo hasta el Da en que la humanidad comparezca ante el Seor de los mundos. Sabe, adems, que en el Da de su Manifestacin todas las cosas creadas, salvo Dios, s ern puestas de manifiesto y situadas en pie de igualdad, sin tener en cuenta si s u rango es alto o bajo. El Da del Retorno es inescrutable para todos los hombres hasta despus de que la Revelacin divina se haya cumplido. l es, en verdad, quien or dena todo cuanto desea. Cuando la Palabra de Dios se revela a todas las cosas cr eadas, quienquiera escuche y atienda la Llamada se cuenta, en verdad, entre las almas ms distinguidas, aunque sea un deshollinador. Y quien se aparte, se cuenta entre los ms bajos de sus siervos, aunque sea un gobernante entre los hombres y p
osea todos los libros que hay en los cielos y en la tierra. Te incumbe observar con perspicacia divina las cosas que hemos revelado y que te hemos enviado, y no mirar a las gentes y las cosas que son corrientes entre ell as. En este da ellos son como un ciego que, mientras se mueve a la luz del sol, p regunta: Dnde est el sol? Est brillando? Negara y pondra en tela de juicio la verdad y no sera de los que perciben. Nunca sera capaz de captar el sol o entender aquello que se ha interpuesto entre l y el sol. Para sus adentros, pondra objeciones, leva ntara protestas y sera de los rebeldes. Tal es el estado de esta gente. Djales a s m ismos, diciendo: Sea para vosotros lo que deseis y para nosotros lo que deseamos. Desdichada en verdad es la penosa condicin de los impos. Sabe, adems, que la anterior Manifestacin afirm que el retorno y el resurgimiento d e los espritus ocurrira en el Da de la Resurreccin, mientras que en verdad hay un re torno y resurreccin para toda cosa creada. Sin embargo, no deseamos mencionar nad a que no haya sido expresado en el Bayn, no sea que por ventura la gente malicios a levantara un gran clamor. Ojal aquello que se ha interpuesto entre los hijos de los hombres y su Creador fuera disipado, para que pudiesen contemplar la invenci ble soberana y dominio de Dios, beber del manantial de sus corrientes celestiales , ser rociados con las efusiones del ocano del verdadero entendimiento y purifica dos de la corrupcin de los impos y los recelosos! Referente a tu pregunta sobre los mundos de Dios. Sabe, en verdad, que los mundo s de Dios son incontables en su nmero e infinitos en la amplitud de su gama. Nadi e puede contarlos ni comprenderlos excepto Dios, el Omnisciente, el Omnisapiente . Considera tu estado cuando duermes. Ciertamente, afirmo que este fenmeno es el ms misterioso de los signos de Dios entre los hombres, si slo lo examinaran en sus corazones. Observa cmo lo que has visto en tu sueo, despus de un considerable laps o, se realiza plenamente. Si el mundo en el que te encontrabas en tu sueo fuese i dntico al mundo en que vives, sera necesario que el suceso que transcurre en aquel sueo ocurriese en este mundo en el mismo instante de su acaecimiento. Si ello fu era as, t mismo daras testimonio de l. No obstante, como ste no es el caso, debe nece sariamente deducirse que el mundo en que vives es diferente y distinto de aquel que has experimentado en tu sueo. Este ltimo mundo no tiene principio ni fin. Sera verdad si afirmases que ese mismo mundo, como lo ha decretado el Dios Todoglorio so y Omnipotente, est dentro de tu propio ser y envuelto dentro de ti. Sera igualm ente cierto sostener que tu espritu, habiendo trascendido las limitaciones del su eo y habindose desligado de todo apego terrenal, por obra de Dios, se ha visto imp ulsado a cruzar un reino que yace oculto en la ms profunda realidad de este mundo . En verdad digo que la creacin de Dios abarca otros mundos fuera de este mundo y otras criaturas adems de estas criaturas. En cada uno de estos mundos l ha ordena do cosas que nadie puede escudriar, excepto l mismo, el Todoindagador, el Omnisapi ente. Reflexiona sobre lo que te hemos revelado, para que descubras el propsito d e Dios, tu Seor y Seor de todos los mundos. En estas palabras se han atesorado los misterios de la Sabidura Divina. Nos hemos abstenido de extendernos sobre este t ema debido a la pena que nos rodea como consecuencia de las acciones de quienes han sido creados por medio de nuestras palabras, si eres de aquellos que escucha n nuestra Voz. Dnde est aquel que Me ayude y Me proteja de las espadas de esas almas infieles? Dnde est el hombre perspicaz que contemple las Palabras de Dios con sus propios ojos y se libre a s mismo de las opiniones e ideas de los pueblos de la tierra? Oh siervo! Advierte a los siervos de Dios que no rechacen lo que no comprenden. D i: Implora a Dios que abra los portales del verdadero entendimiento a vuestros c orazones, para que estis informados de aquello de lo que nadie est informado. Verd aderamente l es el Dador, el Perdonador, el Compasivo. Adems, Me has preguntado acerca de las ordenanzas de Dios. Sabe, en verdad, que t odo lo que se ha prescrito en el Libro es ciertamente la verdad, sin la menor du da, y corresponde a cada uno observar lo que ha sido enviado por el Revelador, e l Omnisciente. Si un hombre hiciese caso omiso de ellas a pesar de estar enterad o de las mismas, ciertamente Dios se librara de tal persona, y Nosotros tambin Nos libraramos de ella, puesto que sus ordenanzas constituyen los frutos del rbol div ino y nadie, excepto los negligentes y los rebeldes, se desviar de ellas. En cuanto al Paraso: Es una realidad y no puede haber duda alguna acerca de ello,
y en este mundo se hace realidad en el momento presente por medio del amor por M y por mi beneplcito. A quienquiera lo alcance, Dios le ayudar en este mundo infer ior, y despus de la muerte l le permitir lograr ser admitido en el Paraso cuya inmen sidad es similar a la del cielo y la tierra. All las Doncellas de gloria y santid ad le servirn de da y de noche, mientras que en todo momento el sol de la belleza inmarcesible de su Seor derramar su brillo sobre l, y l brillar tan esplendorosamente que nadie podr soportar mirarle. Tal es el designio de la Providencia; sin embar go, las gentes estn cubiertas por un velo cruel. De igual modo, capta la naturale za del fuego del infierno y s de los que verdaderamente creen. Pues por cada accin realizada habr una recompensa, segn la apreciacin de Dios, y de ello dan amplio te stimonio las propias ordenanzas y prohibiciones prescritas por el Todopoderoso. Pues con toda seguridad, si las acciones no fuesen recompensadas y no diesen fru to, entonces la Causa de Dios -exaltado es l- demostrara ser algo intil. Inconmensur ablemente exaltado se encuentra l sobre tales blasfemias! No obstante, para aquel los que estn libres de todo apego, una accin es, ciertamente, su propia recompensa . Si nos extendiramos sobre este tema sera necesario escribir numerosas Tablas. Juro por la rectitud del Dios nico y verdadero! La Pluma es incapaz de moverse por lo que Le ha acontecido a su Seor, y llora amargamente, como igualmente lloro Yo , y de igual manera llora el ojo de Aquel que es la Esencia de la Grandeza tras el Tabernculo de los Nombres, mientras est sentado en el Trono de su glorioso Nomb re. Purifica tu corazn para que hagamos brotar de l manantiales de sabidura y de palabr as, permitindote de este modo elevar tu voz entre toda la humanidad. Suelta tu le ngua y proclama la verdad por amor al recuerdo de tu misericordioso Seor. No tema s a nadie; pon toda tu confianza en Dios, el Todopoderoso, el Omnisciente. Di: O h gentes, cumplid lo que entendis del Bayn Persa, y lo que no entendis preguntdselo a este infalible Recuerdo, para que l explique claramente lo que Dios ha querido decir en su Libro, pues en verdad l conoce lo que est guardado en el Bayn en virtud de la Voluntad de Aquel que es el Omnipotente, el Poderoso. Has preguntado acerca de la advertencia que hicimos a las gentes en el momento d e nuestra partida de 'Irq, en el sentido de que, cuando el Sol desaparezca de la vista, las aves de la oscuridad se pondrn en movimiento y los estandartes de Smir77 sern izados en lo alto. Juro por Dios! Esas aves se han agitado en estos das y Smir ha elevado su clamor. Bienaventurado quien reconoce y se cuenta entre los hombre s de entendimiento. Nosotros tambin les hemos advertido sobre la aparicin del bece rro. Dios es mi testigo! Todas nuestras advertencias se han cumplido, como de hec ho tienen que cumplirse, pues han surgido de los dedos de gloria y poder. Ruega a Dios que te proteja de la maldad de estos hombres y te purifique de las insinu aciones de los recalcitrantes. Preprate, pues, para la promocin de la Causa y no p restes atencin a las palabras pronunciadas por las gentes del Bayn, pues ellos ver daderamente son incapaces de entender y no han logrado captar la esencia de la C ausa revelada en este augusto, este Ms Grande Anuncio. As te hemos inspirado y hem os infundido en tu corazn lo que te har independiente de las referencias de la hum anidad. Que la gloria de Dios sea contigo y con quienes escuchen las palabras que pronun cies por amor a Dios, tu Seor, y permanezcan firmes en su Causa. Toda alabanza se a para Dios, el Seor de los mundos.
LAW-I-SIYYID-I-MIHDY-I-DAHAJ Tabla a Siyyid-i-Mihdy-i-Dahaj l es el Santsimo, el Ms Grande, el Ms Exaltado, el Altsimo. Oh mi Nombre!78 Rinde t alabanza a Dios por haberte elegido benvolamente con el fin de que seas una lluvia de generosidad para lo que hemos sembrado en el suelo pu ro y bendito, y por haberte permitido servir como una primavera de tierna miseri cordia para los rboles maravillosos y sublimes que hemos plantado. En verdad, tan
grande es este favor que, de todas las cosas creadas en el mundo de la existenc ia, ninguna puede jams tener la esperanza de competir con l. Adems te hemos dado a beber del vino escogido de la prolacin del cliz de los dones celestiales de tu mis ericordioso Seor, que no es otro que esta Lengua de santidad, una Lengua que, tan pronto se solt, vivific la creacin entera, puso en movimiento a todos los seres e hizo que el Ruiseor derramara sus melodas. sta es la Fuente de agua viva para todos los que moran en el reino de la existencia. A menudo hemos soplado sobre ti los suaves aromas del Todomisericordioso, desde esta Rama que se mueve sobre la Tabla de tu Seor, el Poderoso, el Irrestringido. P or la rectitud del Dios nico y verdadero! Si todas las cosas creadas, visibles e invisibles, se dirigiesen hacia l, las encontraras levantando el vuelo hacia la Me ta Suprema, hacia el Lugar donde el divino rbol del Loto exclama: Verdaderamente no hay otro Dios excepto Yo, el Todopoderoso, el Todomunfico. Grande es tu bienaventuranza, por cuanto has estado viajando a travs de las tierr as de Dios y has sido la personificacin del gozo y la certeza para el pueblo de B ah, que ha renunciado a todo salvo a l y ha dirigido su corazn hacia esta Corte, la cual ha derramado su resplandor sobre todos los reinos y los ha rociado con las embravecidas aguas de este Ocano con el que t mismo has sido rociado, un Ocano que abarca a todas las cosas creadas. Ciertamente, has captado la importancia de prestar ayuda a Dios y te has levanta do para lograrlo a travs del poder de la sabidura y la expresin. Di: Ayudarme es en sear mi Causa. ste es un tema del cual estn cargadas Tablas enteras. ste es el manda miento inmutable de Dios, eterno en el pasado, eterno en el futuro. Comprended e sto, oh hombres de perspicacia. Aquellos que han traspasado los lmites de la sabi dura no logran entender el significado de ayudar a Dios tal como ha sido expuesto en el Libro. Di: Temed a Dios y no sembris las semillas de la disensin entre los hombres. Observad lo que os ha sido ordenado por vuestro Seor, el Todopoderoso, e l Omnisciente. l conoce la realidad de la victoria y te la ha enseado con unas pal abras que las vanas imaginaciones de aquellos que vagan aturdidos por el yermo d e la duda jams podrn corromper. Oh mi Nombre! Permite que todas las cosas creadas beban nuevamente de este cliz qu e ha hecho que se eleven los mares. Enciende, pues, en los corazones el fuego ar diente que este rbol carmes ha encendido, para que se levanten a exaltar y alabar su Nombre entre los seguidores de todas las Religiones. Numerosas cartas tuyas han sido presentadas ante nuestro Trono. Las hemos estudi ado como una muestra de gracia de nuestra parte, y por cada nombre que has menci onado en ellas hemos revelado aquello que avivar las mentes de los hombres y har q ue se remonten los espritus. Adems, repetidamente te hemos permitido escuchar los gorjeos de las aves del cielo e inclinar tu odo hacia el canto de los ruiseores qu e derraman sus melodas sobre las ramas. As se puso en movimiento la Pluma de Dios en recuerdo de ti, para que adviertas a los hombres por el poder de esta prolacin , a la cual se le ha ordenado divinamente que sea la reveladora de los signos de su gloria. Bendito es el sitio donde se entona el himno de su alabanza, y bendito el odo que escucha lo que se ha enviado desde el cielo de la amorosa bondad de tu Seor, el Todomisericordioso. Exhorta a los siervos de Dios a hacer lo que te hemos exhortado a ti, para que s e abstengan de lo que les est prohibido en el Libro Madre. Ciertamente, quienes p erpetran acciones que producen confusin entre el pueblo se extravan muy lejos de a yudar a Dios y a su Causa, y en la Tabla que Dios ha designado como la aurora de las Tablas figuran entre los malhechores. Di: Si fuese nuestra voluntad, haramos victoriosa a la Causa mediante el poder de una sola palabra proveniente de nuestra presencia. l es, en verdad, el Omnipoten te, el que somete todo. Si fuese la intencin de Dios, de los bosques del poder ce lestial surgira el len de fuerza indomable cuyo rugido es como el trueno que retum ba en las montaas. No obstante, como nuestra amorosa providencia excede a todas l as cosas, hemos ordenado que la victoria total se alcance por medio del habla y la palabra, para que por toda la tierra nuestros siervos se conviertan de este m odo en receptores del bien divino. Esto no es sino una muestra de la bondad de D ios que se les otorga. Verdaderamente tu Seor es al que todo Le basta, el Ms Exalt
ado. Di: Temed a Dios y no cometis acciones tales que puedan hacer que mis amados en l a tierra se lamenten. As te lo ordena esta Pluma que ha puesto en movimiento a la Pluma de Gloria en el campo de la sabidura y del verdadero entendimiento. Transmite mis saludos a aquellos cuyos rostros reflejan el resplandor de Bah, y l uego mencinales estas palabras que alegran los ojos de los rectos. Que la gloria de Dios descienda sobre ti y sobre los que se han aferrado firmemente al Cordn de Dios, el Revelador de los versos... Impide que los habitantes de esas regiones cometan actos provocativos, que entre ellos no haya luchas, disensin y nada que pueda crear problemas. Lo que es digno de alabanza en estos das es la promocin de la Causa. Por ejemplo, si esa gente qu e persigue ciertas metas se dedicase a ensear la Causa, dentro de poco todos los habitantes de esa regin seran investidos con el manto de la fe. Si alguien percibiese la dulzura del siguiente pasaje de la Tabla revelada en ho nor a Nabl de Q'in,79 fcilmente comprendera el significado de la ayuda: La palabra h umana es una esencia que aspira a ejercer su influencia y necesita moderacin. En cuanto a su influencia, est condicionada al refinamiento, que a su vez depende de corazones que sean desprendidos y puros. En cuanto a su moderacin, sta debe combi narse con el tacto y la sabidura, tal como est prescrito en las Sagradas Escritura s y Tablas. Oh mi Nombre! La palabra forzosamente tiene que poseer un poder penetrante, pues si est privada de esta cualidad no ejercer influencia. Y esta influencia penetrant e depende de que el espritu sea puro y el corazn inmaculado. De igual manera, la p alabra necesita moderacin, sin la cual el oyente sera incapaz de soportarla, ms bie n manifestara oposicin desde el comienzo mismo. Y la moderacin se alcanza mezclando la palabra con las muestras de sabidura divina que estn registradas en las Tablas y Libros Sagrados. De este modo, cuando la esencia de la palabra de uno est dota da de estos dos requisitos, demostrar ser sumamente efectiva y constituir el facto r primordial de la transformacin de las almas de los hombres. sta es la posicin de la victoria suprema y del dominio celestial. Quienquiera la alcanza se halla inv estido con el poder de ensear la Causa de Dios y de prevalecer sobre los corazone s y las mentes de los hombres. Oh mi Nombre! El Sol de la prolacin, que brilla resplandeciente desde la aurora de la Revelacin divina, ha iluminado de tal forma los Rollos y las Tablas, que el r eino de la palabra y el exaltado dominio del entendimiento vibran de gozo y xtasi s y brillan con el resplandor de su luz; y, sin embargo, la mayora de la humanida d no lo comprende. La razn por la cual el tema de la ayuda y la asistencia ha fluido una y otra vez de la Pluma de la Providencia, y continuar fluyendo, es para advertir a los amigo s de Dios que no se ocupen en actividades que den lugar a peleas y confusin. Les corresponde a todos y cada uno de ellos buscar diligentemente modos de ayudar a la Causa de Dios de la manera que hemos explicado. Esto no es ms que una muestra de su gracia conferida especialmente a sus amados para que cada uno de ellos alc ance la posicin que se caracteriza por las palabras: "Quienquiera vivifique un al ma, verdaderamente ha vivificado a toda la humanidad". El dominio temporal ha estado y continuar estando bajo la sombra de esta posicin. Su hora sealada est preordinada en el Libro de Dios. l est verdaderamente enterado d e ello, y la hora se manifestar por medio de la potencia de su poder. Verdaderame nte l es el Poderoso, el que Todo lo Subyuga, el Omnipotente, el Omnisciente, el Omnisapiente. Las almas santificadas deberan reflexionar y meditar en sus corazones sobre los mt odos de enseanza. Deben memorizar frases y pasajes de los textos de las maravillo sas Escrituras celestiales que sean adecuados para diversas ocasiones, de manera que en el curso de sus disertaciones puedan recitar los versos divinos siempre que la ocasin lo requiera, puesto que estos versos sagrados son el ms potente elix ir, el ms grande y poderossimo talismn. Tan poderosa es su influencia que el oyente no tendr razn para vacilar. Juro por mi vida! Esta revelacin est dotada de tal poder que actuar como la calamita para todas las naciones y razas de la tierra. Si alg uien se detuviese a meditar atentamente, admitira que no hay ni puede haber lugar adonde nadie pueda huir.
El Kitb-i-Aqdas fue revelado de manera tal que capta y contiene todas las Dispens aciones divinamente establecidas. Benditos sean quienes lo estudian. Benditos se an quienes lo entienden. Benditos sean quienes meditan sobre l. Benditos sean qui enes reflexionan sobre su significado. Tan vasta es su extensin, que abarca a tod os los hombres antes de que ellos lo reconozcan. Dentro de poco su fuerza sobera na, su penetrante influencia y la grandeza de su poder se manifestarn en la tierr a. Verdaderamente tu Seor es el Omnisciente, el Informado de Todo. Oh mi Nombre! Escucha mi voz que procede de la direccin de mi trono. l desea hacer mencin de tu nombre en todo momento, por cuanto t has demostrado ser firme en la e xaltacin de sus virtudes entre los hombres. En verdad, tu Seor ama la fidelidad ta l como se encuentra en el reino de la creacin, y le ha dado primaca sobre la mayora de las cualidades dignas de alabanza. Verdaderamente l es Potente y Poderoso. Sabe, adems, que hemos odo la alabanza que has pronunciado en tu comunin con Dios, tu Seor, el Exaltado, el Bondadoso. Grande, en verdad, es la bienaventuranza que te aguarda, por cuanto has restringido tus propios asuntos en favor de esta invi olable, esta poderosa e iluminada Causa. Imploramos a Dios para que tu llamada s ea como un imn que atraiga a las personificaciones de los nombres en el mundo de la existencia, para que todos los seres se apresuren espontneamente a escucharlo. No hay Dios aparte de l, el Exaltado, el Preeminente, el Bendito por siempre, el Sublime, el Ms Augusto, el Ms Glorioso, el Ms Munfico, el Omnisciente, el Informado de Todo.
LAW-I-BURHN80 Tabla de la Prueba l es el Todopoderoso, el Omnisciente, el Omnisapiente! Los vientos del odio han en vuelto al Arca de Bath81 debido a lo que las manos de los opresores han hecho. Oh Bqir! Has dictado sentencia contra aquellos por quienes han llorado los libros de l mundo y en cuyo favor han dado testimonio las escrituras de todas las religion es. T, que te has extraviado tan lejos, en verdad ests envuelto en un espeso velo. Por Dios mismo! Has pronunciado sentencia contra aquellos por medio de quienes s e ha iluminado el horizonte de la fe. De esto son testigos Aquellos que son los Lugares del Amanecer de la Revelacin y las Manifestaciones de la Causa de tu Seor, el Ms Misericordioso, que han sacrificado sus almas y todo cuanto posean en su Re cto Sendero. La Fe de Dios ha llorado en todas partes a causa de tu tirana, y sin embargo gozas y eres de los que se regocijan. En mi corazn no hay odio hacia ti ni hacia nadie. Todo hombre de erudicin te contempla a ti y a los que son como t, sumidos en una locura evidente. Si te hubieras dado cuenta de lo que has hecho, te habras arrojado al fuego, o habras abandonado tu hogar para huir a las montaas, o habras gemido hasta regresar al sitio destinado para ti por aquel que es el Seor de la fuerza y el poder. Oh t que eres como la nada! Rasga los velos de las ocios as fantasas y las vanas imaginaciones para que puedas contemplar el Sol del conoc imiento que brilla desde este resplandeciente Horizonte. Has hecho pedazos un tr ozo del Profeta mismo y has imaginado que has ayudado a la Fe de Dios. As te ha i nstigado tu alma y ciertamente t eres uno de los negligentes. Tu accin ha consumid o los corazones del Concurso de lo Alto, as como los de aquellos que giran alrede dor de la Causa de Dios, el Seor de los mundos. El alma de la Casta82 se derriti p or tu crueldad y los moradores del Paraso lloraron amargamente en ese bendito Lug ar. Juzga con equidad, te lo suplico por Dios. Qu prueba presentaron los doctores judos para condenarlo a l, que era el Espritu de Dios,83 cuando vino a ellos con la ver dad? Cul pudo ser la prueba que presentaron los fariseos y los sacerdotes idlatras para justificar su negacin de Muammad, el Apstol de Dios, cuando vino a ellos con u n Libro que juzgaba entre la verdad y la falsedad con una justicia que transform aba en luz la oscuridad de la tierra y extasiaba los corazones de quienes Le con ocan? En verdad, t has presentado en este da las mismas pruebas que los sacerdotes
necios alegaron en aquella poca. De ello es testigo Aquel que es el Rey del reino de la gracia en esta gran Prisin. Ciertamente has seguido sus pasos; ms an, los ha s sobrepasado en crueldad y has credo que estabas ayudando a la Fe y defendiendo la Ley de Dios, el Omnisciente, el Omnisapiente. Por Aquel que es la Verdad! Tu i niquidad ha hecho gemir a Gabriel y ha arrancado lgrimas de la Ley de Dios, por m edio de la cual las brisas de la justicia se han esparcido sobre todos los que e stn en el cielo y en la tierra. Has imaginado ingenuamente que la sentencia que ha s dictado te ha beneficiado? No, por Aquel que es el Rey de todos los Nombres! De tu prdida da testimonio Aquel que posee el conocimiento de todas las cosas, como est registrado en la Tabla preservada. Cuando escribiste tu sentencia fuiste acu sado por tu propia pluma. De ello es testigo la Pluma de Dios, el Altsimo, en su inaccesible posicin. Oh t que te has extraviado! T no Me has visto, ni has tenido relacin conmigo, ni has sido mi compaero durante la fraccin de un instante. Cmo, pues, has ordenado a los h ombres que Me maldigan? Has seguido en esto los impulsos de tus propios deseos, o has obedecido a tu Seor? Presenta un signo, si eres uno de los veraces. Atestigu amos que t has abandonado la Ley de Dios y te has aferrado al dictado de tus pasi ones. Nada, en verdad, escapa a Su conocimiento; l verdaderamente, es el Incompar able, el Informado de Todo. Oh negligente! Escucha lo que el Misericordioso ha re velado en el Corn: "No digis a todo aquel que os salude al encontraros: 'T no eres un creyente'".84 As lo ha decretado Aquel en cuyo poder se encuentran los reinos de la Revelacin y de la creacin, si fueras de los que escuchan. Has echado a un la do el mandamiento de Dios y te has asido a los impulsos de tus propios deseos. De sdichado eres t, entonces, oh negligente que dudas! Si Me niegas, por medio de qu p rueba puedes reivindicar la verdad de aquello de lo que hablas? Presntala, pues, o h t que has atribuido compaeros a Dios y te has apartado de su soberana que ha circ undado los mundos! Oh necio! Sabe que es verdaderamente sabio quien reconoce mi Revelacin, bebe del O cano de mi conocimiento, se remonta en la atmsfera de mi amor, abandona todo excep to a M y se aferra firmemente a lo que se ha enviado desde el Reino de mi maravil losa prolacin. l, verdaderamente, es como un ojo para la humanidad y como el esprit u de vida para el cuerpo de toda la creacin. Glorificado sea el Todomisericordios o, que le ha iluminado y le ha hecho levantarse a servir a su grande y poderosa Causa. En verdad, tal hombre es bendecido por el Concurso de lo Alto y por quien es moran en el Tabernculo de Grandeza, que han bebido de mi Vino Sellado en mi No mbre, el Omnipotente, el Todopoderoso. Oh Bqir! Si eres de los que ocupan tan subl ime posicin, presenta, entonces, un signo de Dios, el Creador de los cielos. Y si reconocieras tu impotencia, refrena tus pasiones y retorna a tu Seor, para que q uizs l te perdone tus pecados, que han hecho que las hojas del divino rbol del Loto se consumieran en el fuego, que la Roca exclamara y que lloraran los ojos de lo s hombres de entendimiento. Por tu causa se ha rasgado el Velo de la Divinidad, el Arca ha zozobrado, la Camella ha sido desjarretada y gimi el Espritu85en su ret iro sublime. Discutes con Aquel que viene a ti con los testimonios de Dios y con Sus signos, que t conoces y que conocen los que moran en la tierra? Abre tus ojos para que contemples a este Agraviado, que brilla sobre el horizonte de la volun tad de Dios, el Soberano, la Verdad, el Resplandeciente. Despeja, pues, el odo de tu corazn para que escuches las palabras del Divino rbol del Loto que ciertamente ha hecho surgir Dios, el Omnipotente, el Benfico. Verdaderamente este rbol, a pes ar de lo que Le aconteci debido a tu crueldad y a las transgresiones de los que s on como t, llama en voz alta y convoca a los hombres al Sadratu'l-Muntah86 y al Ho rizonte Supremo. Bendita el alma que fija su mirada en el Signo Ms Poderoso y el odo que escucha su ms dulce Voz, y ay! del que se aparta y acta inicuamente. Oh t que te has apartado de Dios! Si mirases al Divino rbol del Loto con el ojo de la imparcialidad, percibiras las marcas de tu espada en sus brazos, en sus ramas y en sus hojas, a pesar de que Dios te ha creado con el propsito de que reconocie ras y sirvieras al rbol. Reflexiona, para que puedas reconocer tu iniquidad y sea s contado entre quienes se han arrepentido. Crees que tenemos miedo de tu cruelda d? Sabe y ten por seguro que, desde el primer da en que la voz de la Pluma Ms Subl ime se elev entre tierra y cielo, ofrendamos nuestras almas, nuestros cuerpos, nu estros hijos y nuestras posesiones en el sendero de Dios, el Exaltado, el Grande
, y Nos gloriamos de ello ante todas las cosas creadas y ante el Concurso de lo Alto. De ello es testigo lo que Nos ha acontecido en este Recto Sendero. Por Dios ! Nuestros corazones se consumieron, nuestros cuerpos fueron crucificados y nues tra sangre derramada, mientras nuestros ojos estaban fijos en el horizonte de la amorosa bondad de tu Seor, el Testigo, el que todo lo ve. Cuanto ms dolorosas era n sus aflicciones, tanto ms grande se haca el amor del pueblo de Bah. De su sinceri dad es testigo lo que el Todomisericordioso envi en el Corn. l dice: "Desead, pues, la muerte, si sois sinceros".87 Quin ha de ser preferido, aquel que se ha amparad o detrs de cortinas o el que se ha ofrendado en el sendero de Dios? Juzga imparci almente y no seas de los que vagan aturdidos por el yermo de la falsedad. Las ag uas vivas del amor del Ms Misericordioso les arrastraron de tal manera que ni las armas del mundo ni las espadas de las naciones les han impedido dirigir su rost ro hacia el ocano de la munificencia de su Seor, el Dador, el Generoso. Por Dios! Las tribulaciones no han podido acobardarme y el repudio de los sacerdo tes ha sido impotente para debilitarme. He hablado, y an contino hablando, a los h ombres a la cara: "La puerta de la gracia se ha abierto y Aquel que es la Aurora de la Justicia ha venido con signos claros y testimonios evidentes de Dios, el S eor de la fuerza y el poder!" Presntate ante M para que oigas los misterios que oy e l hijo de 'Imrn88 sobre el Sina de la Sabidura. As te lo ordena Aquel que es el Luga r del Amanecer de la Revelacin de tu Seor, el Dios de Misericordia, desde su gran Prisin. El liderazgo te ha vuelto orgulloso? Lee atentamente lo que Dios ha revelado al g obernante soberano, el Sultn de Turqua, que Me ha encarcelado en esta fortaleza, p ara que ests informado de la situacin de este Agraviado, tal como fue decretada po r Dios, el Uno, el nico, el Informado de todo. Te sientes feliz al ver a los abyec tos y a los intiles como seguidores tuyos? Te apoyan como lo hizo un pueblo antes que ellos, el que sigui a Ans, quien sin prueba ni testimonio concluyente dict sen tencia contra el Espritu.89 Lee con atencin el Kitb-i-qn y lo que el Todomisericordioso ha enviado al rey de Pars 90 y a aquellos que son como l, para que ests enterado de las cosas que han sucedi do en el pasado y te convenzas de que no hemos pretendido propagar el desorden p or el pas una vez que ste ha sido bien ordenado. Nosotros exhortamos a sus siervos totalmente por amor a Dios. Quienquiera lo desee, que se vuelva hacia l, y el qu e no lo desee, que se aparte. Nuestro Seor, el Misericordioso, es verdaderamente el que todo Le basta, el Todoalabado. Oh concurso de sacerdotes! ste es el da en qu e nada entre todas las cosas, ni ningn nombre entre todos los nombres, puede bene ficiaros, excepto este Nombre, al que Dios ha convertido en la Manifestacin de Su Causa y la Aurora de Sus ms excelentes ttulos para todos los que estn en el reino de la creacin. Bendito es aquel hombre que reconoce la fragancia del Todomiserico rdioso y se le cuenta entre los firmes. En este da no os beneficiarn vuestras cien cias, ni vuestras artes, ni vuestros tesoros, ni vuestra gloria. Apartad todo es o y dirigid vuestros rostros hacia la Palabra Ms Sublime, mediante la cual las Es crituras, los Libros y esta evidente Tabla han sido claramente expuestos. Aparta os, oh asamblea de sacerdotes, de las cosas que habis compuesto con la pluma de v uestras ociosas fantasas y vanas imaginaciones. Por Dios! El Sol del Conocimiento ha brillado sobre el horizonte de la certeza. Oh Bqir! Lee y recuerda aquello que dijo antiguamente un creyente de tu estirpe: "M ataras a un hombre porque dijera "Mi Seor es Dios", cuando l ya ha venido a ti con signos provenientes de tu Seor? Si fuese mentiroso, su mentira caer sobre l, pero s i fuese veraz, parte de su amenaza caer sobre ti. En verdad, Dios no gua a quien e s un transgresor, un mentiroso".91 Oh t que ests extraviado! Si tienes alguna duda acerca de nuestra conducta, sabe qu e nosotros atestiguamos lo que Dios mismo ha atestiguado antes de la creacin de l os cielos y de la tierra: que no hay otro Dios sino l, el Todopoderoso, el Todomu nfico. Damos testimonio de que l es Uno en su esencia y Uno en sus atributos. l no tiene igual en todo el universo, ni compaero en toda la creacin. l ha enviado a sus Mensajeros y ha hecho descender sus Libros para que anuncien a sus criaturas el Sendero Recto. Ha sido informado el Shh, y opt por cerrar sus ojos ante tus actos? O ha sido presa del temor ante los aullidos de una manada de lobos que se han apartado del Sende
ro de Dios y han seguido tu camino sin una prueba clara o un Libro evidente? Hem os odo que las provincias de Persia han sido adornadas con el ornamento de la jus ticia. No obstante, cuando las observamos ms de cerca, descubrimos que son los lu gares del amanecer de la tirana y las auroras de la injusticia. Vemos a la justic ia en las garras de la tirana. Pedimos a Dios que la libere por medio del poder d e su fuerza y su soberana. l verdaderamente protege todo cuanto se halla en el cie lo y en la tierra. A nadie le es dado el derecho de protestar en contra de nadie , en relacin con lo que le ha acontecido a la Causa de Dios. Corresponde al que h aya vuelto su rostro hacia el Ms Sublime Horizonte aferrarse tenazmente al cordn d e la paciencia y poner su confianza en Dios, el que Ayuda en el Peligro, el Irre stringido. Oh vosotros amados de Dios! Bebed abundantemente del manantial de la s abidura, pasead por el jardn de la sabidura, remontaos en la atmsfera de la sabidura y hablad con sabidura y elocuencia. As os lo ordena vuestro Seor, el Todopoderoso, el Omnisciente. Oh Bqir! No confes en tu gloria y en tu poder. Eres como el ltimo rastro de luz sola r sobre la cima de la montaa. Pronto se desvanecer, tal como ha sido decretado por Dios, el que todo lo posee, el Altsimo. Tu gloria y la gloria de los que son com o t os ha sido arrebatada, y esto verdaderamente es lo que ha sido ordenado por A quel en cuyo poder se halla la Tabla Madre. Dnde se encuentra el que luch con Dios, y dnde se ha ido quien neg sus signos y se apart de su soberana? Dnde estn los que as sinaron a sus elegidos y derramaron la sangre de sus Santos? Reflexiona, para que quizs percibas los hlitos de tus acciones, oh necio que dudas! Por vuestra causa se lament el Apstol,92 la Casta93 gimi, los pases fueron asolados y la oscuridad cay sobre todas las regiones. Oh concurso de sacerdotes! Por vosotros fue humillado e l pueblo, la ensea del Islam fue arriada y su poderoso trono fue derribado. Cada vez que un hombre de discernimiento ha pretendido atenerse a lo que habra de exal tar el Islam, alzasteis vuestro clamor y con ello se le impidi lograr su propsito, mientras el pas permaneca sumido en evidente ruina. Piensa en el Sultn de Turqua! l no quera la guerra, pero los que son como t la deseaba n. Cuando se encendieron sus fuegos y las llamas se elevaron, el Gobierno y el p ueblo se debilitaron como consecuencia de ello. De esto es testigo todo hombre i mparcial y perspicaz. Sus calamidades se hicieron tan grandes que el humo que pr odujeron rode la Tierra del Misterio94 y sus contornos, y se hizo manifiesto lo q ue se haba revelado en la Tabla del Sultn. As se ha decretado en el Libro, por mand ato de Dios, el que Ayuda en el Peligro, el que Subsiste por S Mismo. Oh mi Pluma Suprema! Deja de mencionar al Lobo y acurdate de la Serpiente Hembra,9 5 cuya crueldad fue la causante de que gimieran todas las cosas creadas y se est remecieran los miembros de los santos. As te lo ordena el Seor de todos los nombre s en esta gloriosa posicin. La Casta96 ha clamado a causa de tu iniquidad, y aun a s imaginas que perteneces a la familia del Apstol de Dios! Tu alma te ha instigado de esta manera, oh t que te has apartado de Dios, el Seor de todo lo que ha sido y lo que ser. Juzga con equidad, oh Serpiente Hembra! A causa de qu crimen has picad o a los hijos97 del Apstol de Dios y has saqueado sus bienes? Has negado a Quien t e ha creado por su mandato "S, y fue"? Has tratado a los hijos del Apstol de Dios como ni siquiera 'd trat a Hd, ni Thamd a Slih, ni los judos al Espritu de Dios,98 el eor de todos los seres. Niegas los signos de tu Seor, ante los cuales, tan pronto f ueron enviados desde el cielo de su Causa se doblegaron todos los libros del mun do? Medita, para que seas consciente de tus actos. Oh proscrito negligente! Dentr o de poco los hlitos del castigo se apoderarn de ti, como se apoderaron de otros a ntes de ti. Aguarda, oh t que Le has atribuido compaeros a Dios, el Seor de lo visi ble e invisible. ste es el da que Dios anunci a travs de la lengua de su Apstol. Refl exiona, para que comprendas lo que el Todomisericordioso ha enviado en el Corn y en esta Tabla escrita. ste es el da en que Aquel que es la Aurora de la Revelacin h a venido con pruebas evidentes que nadie puede contar. ste es el da en que todo ho mbre dotado de percepcin ha descubierto la fragancia de la brisa del Todomiserico rdioso en el mundo de la creacin y todo hombre de discernimiento se ha apresurado hacia las aguas vivas de la misericordia de su Seor, el Rey de Reyes. Oh negligen te! El relato del Sacrificio99 ha sido narrado de nuevo y el que iba a ser ofren dado ha dirigido sus pasos hacia el lugar del sacrificio, y no regres a causa de lo que tu mano ha hecho, oh t, perverso que odias! Has imaginado que el martirio po
dra degradar esta Causa? No, por Aquel a Quien Dios ha hecho el Depositario de su Revelacin, si t fueras de aquellos que comprenden. Desdichado t que has atribuido compaeros a Dios, y desdichados los que te han tomado por jefe sin una prueba cla ra o un Libro evidente. Cun numerosos los opresores que antes de ti se han alzado para extinguir la luz de Dios, y cuntos los impos que han asesinado y saqueado has ta que los corazones y las almas de los hombres gimieron por su crueldad! El sol de la justicia se ha oscurecido, por cuanto la personificacin de la tirana se ha sentado en el trono del odio, y an as la gente no entiende. Han matado a los hijos del Apstol y han saqueado sus bienes. Di: A tu juicio, fueron sus posesiones quie nes negaron a Dios, o ellos mismos? Juzga imparcialmente, oh ignorante que te ha s apartado de Dios como por un velo. Te has aferrado a la tirana y has desechado la justicia; por lo cual todas las cosas creadas se han lamentado, y todava te ha llas entre los rebeldes. Has dado muerte a los ancianos y saqueado a los jvenes. C rees que agotars lo que tu iniquidad ha amasado? No, por M mismo! As te lo informa e l que es conocedor de todo. Por Dios! Las cosas que posees no te beneficiarn, y ta mpoco lo que has acumulado por medio de tu crueldad. De ello es testigo tu Seor, el Omnisciente. Te has levantado para apagar la luz de esta Causa; en poco tiemp o tu propio fuego se habr extinguido por su mandato. l, ciertamente, es el Seor de fuerza y poder. Los cambios y azares del mundo y los poderes de las naciones no pueden frustrarle. l hace lo que Le place y ordena lo que desea mediante el poder de su soberana. Reflexiona sobre la camella. Aunque no es ms que una bestia, el T odomisericordioso la ha exaltado a una posicin tan elevada que las lenguas de la tierra hicieron mencin de ella y celebraron su alabanza. l, verdaderamente, proteg e todo lo que hay en el cielo y en la tierra. No hay otro Dios sino l, el Todopod eroso, el Grande. De este modo hemos adornado el cielo de nuestra Tabla con los soles de nuestras palabras. Bendito el hombre que lo alcanza y es iluminado con su luz, y desdichados los que se apartan, Le niegan y se extravan lejos de l. Alaba do sea Dios, el Seor de los mundos!
KITB-I-'AHD Libro del Convenio Aunque el Reino de la Gloria no posee ninguna de las vanidades del mundo, no obs tante, dentro del tesoro de la confianza y la resignacin, hemos legado a nuestros herederos una herencia excelente e inapreciable. Tesoros terrenales no hemos de jado, y tampoco hemos aadido las preocupaciones que ocasionan. Por Dios! En las ri quezas terrenales se oculta el temor y se esconde el peligro. Examinad y recorda d lo que el Todomisericordioso ha revelado en el Corn: "Ay de todo difamador y ca lumniador, y de aquel que amasa y cuenta riquezas".100 Efmeras son las riquezas d el mundo; todo lo que perece y cambia no es digno de atencin y nunca lo ha sido, excepto en una medida aceptada. El propsito de este Agraviado al soportar desdichas y tribulaciones, al revelar l os Versos Sagrados y al presentar sus pruebas no ha sido sino extinguir la llama del odio y la enemistad, para que el horizonte de los corazones de los hombres se ilumine con la luz de la concordia y alcance la verdadera paz y tranquilidad. El sol de estas palabras brilla resplandeciente desde el punto del amanecer de la Tabla divina; les corresponde a todos fijar su mirada en ella. Os exhortamos, oh pueblos del mundo, a observar aquello que eleve vuestra posicin. Asos al temor a Dios y adheros firmemente a lo que es correcto. En verdad digo, la lengua es p ara mencionar lo que es bueno, no la mancillis con conversaciones indecorosas. Di os ha perdonado lo pasado. En adelante todos deben expresar lo que es decoroso y digno, y deben abstenerse de la calumnia, de la injuria y de todo cuanto pueda causar tristeza a los hombres. Sublime es la posicin del hombre! No hace mucho flu y del tesoro de nuestra Pluma de Gloria esta exaltada Palabra: Grande y bendito e s este Da, el Da en que todo lo que estaba latente en el hombre se ha manifestado y se manifestar. Sublime sera la posicin del hombre si se aferrase a la rectitud y a la verdad y permaneciese firme y constante en la Causa. A la vista del Todomis ericordioso, un verdadero hombre es como el firmamento; el sol y la luna son su
vista y su odo, y las estrellas son su carcter brillante y resplandeciente. Suya e s la posicin ms sublime, y su influencia educa al mundo del ser. Toda alma receptiva que en este Da haya inhalado la fragancia de su vestidura y q ue con un corazn puro haya vuelto su rostro hacia el Horizonte todoglorioso, se c uenta entre el pueblo de Bah en el Libro Carmes. Tomad en mi Nombre el cliz de mi a morosa bondad y bebed a continuacin en mi glorioso y maravilloso recuerdo. Oh vosotros que habitis en la tierra! La religin de Dios aspira a alcanzar el amor y la unidad; no hagis de ella la causa de enemistad o disensin. A la vista de los hombres de discernimiento y de quienes contemplan la Visin Ms Sublime, cualesquier a que sean los medios efectivos para la salvaguardia y promocin de la felicidad y el bienestar de los hijos de los hombres, ya han sido revelados por la Pluma de Gloria. Pero los necios de la tierra, alimentados por pasiones y deseos malvado s, han hecho caso omiso de la suma sabidura del que es, en verdad, el Omnisapient e, mientras las ociosas fantasas y vanas imaginaciones instigan sus palabras y su s hechos. Oh vosotros los amados y fideicomisarios de Dios! Los reyes son las manifestacion es del poder, y las auroras de la fuerza y la riqueza de Dios. Orad por ellos. l los ha investido con el seoro sobre la tierra y ha escogido los corazones de los h ombres como Su dominio propio. El conflicto y la contienda estn categricamente prohibidos en Su Libro. ste es un d ecreto de Dios en esta Grandsima Revelacin. Est divinamente preservado de la anulac in y l lo ha investido con el esplendor de su confirmacin. En verdad l es el Omnisap iente, el Omnisciente. Incumbe a todos ayudar a esas auroras de autoridad y a esas fuentes de mandato q ue estn adornadas con el ornamento de la justicia y la equidad. Benditos sean los gobernantes y los eruditos entre el pueblo de Bah. Ellos son mis fideicomisarios entre mis siervos y las manifestaciones de mis mandamientos entre mi pueblo. So bre ellos sean mi gloria, mis bendiciones y mi gracia, que impregnan el mundo de l ser. A este respecto, las palabras reveladas en el Kitb-i-Aqdas son tales que l a luz de la gracia divina brilla luminosa y resplandeciente desde el horizonte d e las palabras que ellos pronuncian. Oh vosotros mis Ramas! Una fuerza poderosa, un poder sumo yace oculto en el mundo del ser. Fijad vuestra mirada en l y en su influencia unificadora y no en las di ferencias que de l surgen. La Voluntad del divino Testador es sta: Incumbe a los Aghsn, a los Afnn, a mis pari entes, a todos y cada uno de ellos, volver sus rostros hacia la Ms Poderosa Rama. Examinad lo que hemos revelado en nuestro Libro Ms Sagrado: "Cuando el ocano de m i presencia haya menguado y el Libro de mi Revelacin haya concluido, volved vuest ros rostros hacia Aquel que Dios ha designado, que ha brotado de esta antigua Raz ". Este verso sagrado no alude sino a la Ms Poderosa Rama ['Abdu'l-Bah]. De este m odo os hemos revelado benvolamente nuestra potente Voluntad, y en verdad Yo soy e l Munfico, el Todopoderoso. Ciertamente, Dios ha ordenado que la posicin de la Ram a Mayor [Muammad 'Al] est por debajo de la que ocupa la Ms Grande Rama ['Abdu'l-Bah]. l es en verdad el Ordenador, el Omnisapiente. Hemos decidido que "la Mayor" vaya despus de "la Ms Grande" segn ha sido decretado por Aquel que es el Sapientsimo, el Informado de todo. A todos se les ordena manifestar amor a los Aghsn, mas Dios no les ha concedido n ingn derecho sobre la propiedad de los dems. Oh vosotros mis Aghsn, mis Afnn y mis parientes! Os exhortamos a temer a Dios, a re alizar acciones dignas de alabanza y a obrar de acuerdo con lo que es apropiado y decoroso y sirva para exaltar vuestra posicin. Verdaderamente afirmo que el tem or de Dios es el mayor comandante que puede hacer victoriosa a la Causa de Dios, y las huestes que se corresponden ms con ese comandante siempre han sido y son u n carcter ntegro y unas acciones puras y excelentes. Di: Oh siervos! Que los medios para lograr el orden no se conviertan en motivo de confusin, y que el instrumento de la unin no d ocasin para la discordia. Abrigamos la esperanza de que el pueblo de Bah sea guiado por las benditas palabras: "Di: t odo es de Dios". Estas exaltadas palabras son como el agua para extinguir el fue go del odio y de la enemistad, cuyo rescoldo arde en los corazones y en los pech os de los hombres. Mediante estas solas palabras los pueblos y razas contendient
es alcanzarn la luz de la verdadera unidad. Verdaderamente l habla la verdad y mue stra el camino. l es el Todopoderoso, el Exaltado, el Munfico. Incumbe a todos mostrar cortesa y tener consideracin con los Aghsn, para que de est a manera la Causa de Dios sea glorificada y su Palabra exaltada. En la Sagrada E scritura se ha mencionado y registrado este mandamiento una y otra vez. Bienaven turado aquel que alcance lo que el Ordenador, el Antiguo de los Das, ha prescrito para l. Se os ordena, adems, respetar a los miembros de la Sagrada Familia, a los Afnn y a los parientes. Os exhortamos, adems, a servir a todas las naciones y a e sforzaros por el mejoramiento del mundo. Desde el cielo de la prolacin de Aquel que es el Deseo del mundo se ha enviado lo que conducir a la regeneracin del mundo y a la salvacin de los pueblos y razas de la tierra. Escuchad atentamente los consejos de la Pluma de Gloria. Esto es mejo r para vosotros que todo lo que existe sobre la tierra. De esto da testimonio mi glorioso y maravilloso Libro.
LAW-I-ARD-I-B Tabla de la Tierra de B Alabado sea Aquel que ha honrado la Tierra de B101 mediante la presencia de Aquel alrededor del cual giran todos los nombres. Todos los tomos de la tierra han anu nciado a todas las cosas creadas que tras la puerta de la Ciudad-Prisin ha aparec ido y ha brillado sobre su horizonte el Orbe de la belleza de la grande y Ms Pode rosa Rama de Dios -su antiguo e inmutable Misterio- prosiguiendo su camino hacia otras tierras. Por ello, la tristeza envuelve a esta Ciudad-Prisin, mientras otr as tierras se regocijan. Exaltado, inmensamente exaltado es nuestro Seor, Hacedor de los cielos y Creador de todas las cosas, Aquel a travs de cuya soberana se abr ieron las puertas de la prisin, haciendo con ello que se cumpla lo que fuera prom etido antao en las Tablas. l verdaderamente es potente sobre lo que l desea, y en s u poder se halla el dominio de la creacin entera. l es el Todopoderoso, el Omnisci ente, el Omnisapiente. Bendito, doblemente bendito, es el suelo que sus pasos han hollado, el ojo que s e ha alegrado con la belleza de su semblante, el odo que se ha visto honrado al e scuchar su llamamiento, el corazn que ha probado la dulzura de su amor, el pecho que se ha dilatado por medio de su recuerdo, la pluma que ha expresado su alaban za, el rollo que ha portado el testimonio de sus escritos. Rogamos a Dios -bendi to y exaltado sea l- que nos conceda el honor de encontrarnos pronto con l. l es, e n verdad, el que Todo lo Oye, el Todopoderoso, el que est dispuesto a contestar.
EXTRACTOS DE OTRAS TABLAS Dios atestigua que no existe otro Dios ms que l y que Aquel que vino del cielo de la revelacin divina es el Secreto Oculto, el Misterio Impenetrable, cuyo advenimi ento se haba predicho en el Libro de Dios y lo haban proclamado sus Profetas y Men sajeros. Por medio de l se han descifrado los misterios, se han rasgado los velos y se han revelado los signos y las pruebas. Ved! l se ha manifestado ahora. Saca a la luz todo cuanto desea y holla los lugares altos de la tierra investido con trascendente majestad y poder. Bendito es el fuerte que destroce los dioses de las vanas imaginaciones mediante la potencia del Nombre de su Seor, Aquel que gobierna sobre todos los hombres. Oh mi Afnn! Gustosamente haremos mencin de tu nombre como muestra de Nuestra gracia , para que los dulces aromas de mi recuerdo te atraigan a mi Reino y te acerquen al Tabernculo de mi majestad, que se ha levantado por medio del poder de este No mbre, un Nombre que ha sacudido todos los cimientos. Di: Oh pueblos de la tierra! Por la rectitud de Dios! Todo lo que se os ha prometi
do en los Libros de vuestro Seor, el Gobernante del Da del Retorno, ha aparecido y se ha hecho manifiesto. Cuidado, no sea que los cambios y azares del mundo os m antengan alejados de Aquel que es la Verdad Soberana. Dentro de poco perecer todo lo visible, y slo perdurar lo que ha sido revelado por Dios, el Seor de los seores. Di: ste es el Da de las acciones meritorias, si slo lo supierais. ste es el Da de la glorificacin de Dios y de la exposicin de su Palabra, si slo pudieseis percibirlo. Abandonad las cosas corrientes entre los hombres y asos firmemente a lo que os ha ordenado Dios, el que Ayuda en el Peligro, el que Subsiste por S Mismo. Rpidament e se acerca el da en que no os ser de utilidad ningn tesoro de la tierra. De ello e s testigo el Seor de los Nombres, Aquel que proclama: Verdaderamente no hay Dios excepto l, la Verdad Soberana, el Conocedor de las cosas invisibles. Bienaventurado eres t, oh mi Afnn, porque has tenido el honor de recibir mis Verso s Sagrados, has inhalado los dulces aromas de mi Revelacin y has respondido a mi Llamada, en un momento en que mis siervos y mis criaturas, echando a un lado el Libro Madre y adhirindose a los dictados de los exponentes de las ociosas fantasas y las vanas imaginaciones, Me denunciaron. As ha hablado la Lengua de Grandeza e n el reino de la prolacin por mandato de Dios, el Seor de la Creacin. Persevera diligentemente en el servicio a la Causa y conserva la posicin que se t e ha conferido, mediante el poder del Nombre de tu Seor, el Poseedor de todas las cosas visibles e invisibles. Juro por la rectitud de Dios! Si alguien se informa ra de lo que est velado a los ojos de los hombres, se extasiara de tal manera que levantara el vuelo hacia Dios, Seor de todo lo que ha sido y lo que ser. Que mi gloria sea sobre ti y sobre quienes se han acercado a l y comprenden el si gnificado de lo que la exaltada Pluma de Dios, el Todoamoroso, ha registrado en esta Tabla.
Toda alabanza sea para Ti, oh mi Dios, pues has adornado el mundo con el esplend or de la aurora que sigue a la noche en que naci Aquel que anunci la Manifestacin d e tu trascendente soberana, el Amanecer de tu Esencia divina y la Revelacin de tu supremo Seoro. Te ruego, oh Creador de los cielos y Modelador de los nombres, que munficamente ayudes a los que se han amparado bajo la sombra de tu abundante mise ricordia y han elevado sus voces entre los pueblos del mundo en glorificacin de t u Nombre. Oh mi Dios! T ves al Seor de toda la humanidad confinado en su Ms Grande Prisin, grit ando tu Nombre, mirando fijamente tu rostro, proclamando lo que ha extasiado a l os habitantes de tus reinos de revelacin y de creacin. Oh mi Dios! Contemplo mi Pro pio Ser cautivo en las manos de tus siervos, y sin embargo la luz de tu soberana y las revelaciones de tu invencible poder brillan resplandecientes desde Su rost ro, permitiendo que todos sepan con certeza que T eres Dios y que no hay otro Dio s ms que T. Ni el poder de los poderosos puede frustrarte, ni el dominio de los go bernantes puede prevalecer en tu contra. T haces todo lo que deseas en virtud de tu soberana, que abarca todas las cosas creadas, y ordenas lo que Te place median te la potencia de tu mandato, que impregna a la creacin entera. Te imploro, por la gloria de tu Manifestacin y por la fuerza de tu poder, tu sobe rana y tu exaltacin, que hagas victoriosos a quienes se han levantado para servirt e, han ayudado a tu Causa y se han postrado ante el esplendor de la luz de tu ro stro. Hazles, pues, victoriosos, oh mi Dios, sobre tus enemigos y haz que sean f irmes en tu servicio, para que por medio de ellos se demuestren las pruebas de t u dominio a travs de tus reinos y se manifiesten en tus tierras las seales de tu i ndomable poder. Verdaderamente T eres potente para hacer lo que deseas; no hay ot ro Dios ms que T, el que Ayuda en el Peligro, el que Subsiste por S Mismo. Esta gloriosa Tabla ha sido revelada en el Aniversario del Nacimiento102 para qu e la recites con espritu de humildad y splica y des gracias a tu Seor, el Omniscien te, el Informado de Todo. Esfurzate al mximo por prestar servicio a Dios, para que de ti surja lo que inmortalice tu memoria en su cielo glorioso y exaltado. Di: Glorificado eres T, oh mi Dios! Te imploro, por el Lugar del Amanecer de tus s ignos y por el Revelador de tus claras seales, que me permitas asirme firmemente en todas las situaciones al cordn de tu amorosa providencia y sujetarme tenazment
e al borde de tu generosidad. Cuntame entre aquellos a quienes los cambios y azar es del mundo no les han impedido servirte y mostrarte lealtad, a quienes el viol ento ataque de la gente no ha podido impedirles magnificar tu Nombre y celebrar tu alabanza. Assteme benignamente, oh mi Seor, para que haga lo que T amas y deseas . Permteme, pues, cumplir lo que exalte tu Nombre y encienda el fuego de tu amor. Tu eres, en verdad, el Perdonador, el Generoso.
Oh usayn! Permita Dios que seas siempre brillante y radiante, que resplandezcas co n la luz del Sol de la Verdad y que sueltes tu lengua para alabar el Nombre de D ios, que es la ms loable de todas las acciones. Piensa en la multitud de almas que parecen estar intensamente anhelantes y sedie ntas, y, sin embargo, cuando el Ocano de aguas vivas se agit en el mundo del ser, permanecieron privadas de l, puesto que fueron incapaces de renunciar a las ocios as fantasas y no lograron conocer conscientemente a Aquel que es el Objeto de tod o conocimiento. Este fracaso es la retribucin por las acciones que sus manos hici eron en el pasado. Da gracias al Bienamado del mundo por haberte ayudado benvolamente a alcanzar la confirmacin en esta gloriosa Causa. Rugale, adems, que haga a sus amados firmes en ella, pues los escritos incendiarios de quienes crean la maldad se han difundido y se ha elevado el clamor de los agoreros del mal. Felices quienes se apartan d e todo excepto de Dios y se aferran firmemente a lo que les ha ordenado el Seor d e fuerza y de poder. Que su gloria sea sobre ti y sobre aquellos a quienes les ha sido permitido reco nocer y abrazar esta poderosa Causa. sta es una Tabla que el Seor de todos los seres ha enviado desde su gloriosa posic in en honor a aquel que cree en Dios, el Todopoderoso, el Todoamoroso. Bienaventurado el caminante que reconoce al Deseado, el buscador que presta aten cin al Llamamiento de Aquel que es la Meta prometida de toda la humanidad y el er udito que cree en Dios, el que Ayuda en el Peligro, el que Subsiste por S Mismo. Cun inmenso es el nmero de los eruditos que se han apartado del camino de Dios, y cun numerosos los hombres desprovistos de conocimientos que han comprendido la ve rdad y se han apresurado hacia l, diciendo: "Alabado seas T, Seor de todas las cosa s visibles e invisibles". Por la rectitud de Dios! El horizonte del mundo resplandece con la luz de la Lumi naria Ms Grande, y sin embargo la mayora de la humanidad no lo percibe. Verdaderam ente Aquel que es la Verdad Soberana se mueve a la vista de todos los hombres. D e esto da testimonio Aquel que en el corazn mismo del mundo proclama: "En verdad, no existe otro Dios fuera de M, Omnipotente sobre todas las cosas, ya sean del p asado o del futuro". Grande es la bienaventuranza del creyente que se dirige hacia l y consigue llegar a su presencia, y ay! de todos los descredos que se apartan de Dios y siguen a lo s rebeldes y los proscritos. Oh amigo! En el Bayn les hemos ordenado a todos, en esta Ms Grande Revelacin, que v ean con sus propios ojos y oigan con sus propios odos. No obstante, cuando el hor izonte del mundo se ilumin con la resplandeciente luz de esta Revelacin, mucha gen te olvid este mandamiento divino, perdi de vista esta exhortacin celestial y se sum ergi en las vanas imaginaciones que su mente ide. Ciertamente, el rostro del sol d e la justicia y la equidad est oculto tras las nubes de las ociosas fantasas conce bidas por los necios. Por lo tanto, no debe sorprender que los movimientos de la s aves de la oscuridad llamen la atencin. Mediante la potencia del Nombre del Bie namado, invitad a las almas receptivas a la santa corte de Dios, para que quizs n o permanezcan privados de la Fuente celestial de agua viva. l es, en verdad, el B ondadoso, el Perdonador. La mirada de la amorosa bondad de Dios -exaltado y glorificado sea l- ha estado e
ternamente dirigida hacia sus amados amigos; verdaderamente l es el que sabe y re cuerda. Oh Javd! Tal es la grandeza de este Da que la Hora misma es presa de la perturbacin y todas las Escrituras celestiales evidencian su abrumadora majestad. En este Da el Libro testifica solemnemente su gloria y la Balanza se ve impulsada a elevar su voz. ste es el Da en que el Sirt clama en voz alta: "Yo soy el Sendero recto", y el monte Sina exclama: "Verdaderamente ha venido el Seor de la Revelacin". Vencidos por la embriaguez de las inclinaciones corruptas, los pueblos de la tie rra se encuentran en estado de estupor. Por lo tanto, estn excluidos de los marav illosos signos de Dios, no se les permite alcanzar la meta final y estn privados de las generosas efusiones de la gracia divina. Al pueblo de Dios le incumbe ser paciente. Deben dar a conocer la Palabra de Dio s de acuerdo con la capacidad especfica del entendimiento del oyente y con sus ap titudes, para que acaso los hijos de los hombres se despierten de la negligencia y dirijan sus rostros hacia este Horizonte que es inconmensurablemente exaltado por encima de todos los horizontes. Oh Javd! Siempre se te han concedido las mltiples generosidades de Dios y se te seg uirn concediendo. Alabado sea Dios! T has sido resguardado del mayor de los terrore s y has logrado acercarte a la Ms Grande Generosidad en un tiempo en que a todos los hombres se les impidi reconocer al Rey eterno debido a la interposicin de los velos de la gloria externa, es decir, los sacerdotes de este da. Cuida este testi monio dictado por la Pluma Todogloriosa tanto como tu propia vida, y lucha con t odas tus fuerzas por preservarlo mediante la potencia del Nombre de Aquel que es el Bienamado de la creacin entera, para que este sublime honor pueda estar a sal vo de los ojos y las manos de los ladrones. Verdaderamente tu Seor es el Exposito r, el Omnisciente. Transmite los saludos de este Agraviado a todos los amados amigos de esa regin y haz que rememoren nuestros maravillosos y exaltados recuerdos, para que acaso ab andonen las cosas corrientes entre ellos, fijen sus corazones en lo que tiene re lacin con Dios y permanezcan limpios de acciones y ocupaciones indignas. Que la gloria del Todopoderoso, el Todosabio, sea contigo y con tus parientes. Hacemos mencin de aquel que ha sido atrado por nuestra Llamada cuando sta se elev de sde la cima de trascendente gloria y ha dirigido su rostro hacia Dios, el Seor de la creacin. l se cuenta entre quienes han escuchado y han respondido al llamamien to de su Seor en un tiempo en que los pueblos del mundo estn envueltos en velos ta ngibles. l testifica lo que Dios ha testificado, y reconoce su creencia en lo que ha expresado la Lengua de Grandeza. De ello es testigo el Seor de los Nombres en esta maravillosa Tabla. Oh mi exaltada Pluma! Llvale en mi nombre las gozosas nuevas relativas a lo que Di os, el Poderoso, el Omnipotente, ha reservado para l. Ciertamente, la mayor parte del tiempo l ha estado rodeado de mltiples aflicciones, y en verdad su misericord ioso Seor es Quien ve y conoce todas las cosas. Regocjate con suma alegra, por cuan to este Agraviado ha vuelto su rostro hacia ti, ha mencionado tu nombre anterior mente y lo menciona en este mismo momento. Hazles llegar recuerdos en mi Nombre a mis amados y comuncales las nuevas de las bondadosas generosidades de su Seor, el Donador, el Todogeneroso. Enviamos nuestr os saludos desde esta exaltada posicin a aquellos creyentes que se han asido firm emente al Asa Segura y han bebido del vino escogido de la constancia de la mano del favor de su Seor, el Todopoderoso, el Todoalabado. En este Da la facultad del odo exclama: "ste es mi Da, en el que oigo la maravillosa Voz proveniente de los recintos de la Prisin de mi Seor, el Perspicuo, el que esc ucha". Y la facultad de la vista clama en voz alta: "Verdaderamente ste es mi Da, pues contemplo la Aurora de gloria que brilla resplandeciente por mandato de Aqu el que es el Ordenador, el Todopoderoso". Bienaventurado el odo que escucha el ll amamiento: "Mirad, y Me veris";103 y dichoso el ojo que mira fijamente al Signo ms maravilloso que surge de este luminoso horizonte.
Di: Oh asamblea de gobernantes, eruditos y sabios! El Da Prometido ha llegado y el Seor de las Huestes ha aparecido. Regocijaos con gran gozo por esta suprema feli cidad. Ayudadle, pues, a travs del poder de la sabidura y la prolacin. As os lo orde na el que siempre ha proclamado: "Verdaderamente no hay Dios sino Yo, el Omnisci ente, el Todosabio". Que su gloria sea sobre ti, sobre aquellos que estn contigo y sobre quienes te qu ieren y prestan atencin a las palabras que pronuncies en glorificacin de esta pode rosa y trascendente Revelacin. Oh t que llevas mi Nombre, Jd!104 Sobre ti sea mi Gloria. Presta atencin a aquello q ue escuchaste antao, cuando el Sol del testimonio brillaba resplandeciente sobre el horizonte de 'Irq, cuando Baghdd era la Sede del Trono de tu Seor, el Exaltado, el Poderoso. Soy testigo de que has escuchado la meloda de Dios y sus dulces acentos, has incl inado tu odo hacia el arrullo de la Paloma de la Revelacin divina y has escuchado al Ruiseor de la fidelidad que derrama sus notas sobre la Rama de Gloria: Verdade ramente no hay otro Dios sino Yo, el Incomparable, el Informado de todo. Oh t que llevas mi Nombre! Las miradas de la amorosa bondad de Dios han sido y con tinuarn siendo dirigidas hacia ti. Mientras estabas en su presencia has escuchado la Voz del Dios nico y verdadero -exaltada sea su gloria- y has contemplado el e splendor no velado de la Luz del conocimiento divino. Medita un poco! Cun sublimes son las palabras de Aquel que es la Verdad Soberana, y cun abyectas son las ocios as contiendas de la gente! La acumulacin de vanas fantasas ha obstruido los odos de los hombres y les ha impedido escuchar la Voz de Dios, y los velos de la erudic in humana y de las falsas imaginaciones han impedido que sus ojos contemplen el e splendor de la luz de su semblante. Con el brazo de la fuerza y el poder rescata mos cierto nmero de almas de la cinaga de la extincin inminente y les permitimos al canzar la Aurora de Gloria. Adems hemos puesto al descubierto los misterios divin os y hemos predicho los acontecimientos futuros en el ms explcito lenguaje, para q ue ni las dudas de los que no tienen fe, ni las obras de los recalcitrantes, ni las murmuraciones de los negligentes puedan impedir que los buscadores de la ver dad se acerquen a la Fuente de la luz del Dios nico y verdadero. No obstante, la epilepsia parece haberse apoderado de algunas personas, y a otros se les ha arra ncado como si fueran tocones huecos. Abandonan a Dios, el Ms Exaltado (Aquel ante cuya revelacin de un solo verso palidecen de humildad e insignificancia todas la s Escrituras del pasado y las de tiempos ms recientes), y dirigen sus corazones a las falsas patraas y siguen las palabras vacas. T has bebido, sin duda, del ocano de mis palabras y has atestiguado el refulgente esplendor del orbe de mi sabidura. Tambin has odo los dichos de los infieles que ni estn familiarizados con los fundamentos de la Fe ni han probado este Vino escogi do cuyo sello ha sido roto por el poder de mi Nombre, el que Ayuda en el Peligro , el que Subsiste por S Mismo. Implora a Dios para que a los creyentes que estn do tados de verdadero entendimiento se les permita munficamente hacer lo que Le es g rato a l. Cun extrao es que, a pesar del vibrante Llamamiento, a pesar de la aparicin de esta maravillossima Revelacin, observemos que los hombres, en su mayora, han dirigido s us corazones a las vanidades del mundo y estn penosamente desalentados y perturba dos debido a las dudas prevalecientes y a las sugerencias malignas. Di: ste es el Da de Dios Mismo; temed a Dios y no seis de aquellos que no han credo en l. Echad a un lado las patraas ociosas y contemplad mi Revelacin a travs de mis ojos. Se os h a exhortado a hacer esto en Libros y Escrituras celestiales, en los Rollos y en las Tablas. Levntate a servir la Causa de tu Seor; luego, comunica al pueblo las alegres nueva s relativas a esta Luz resplandeciente, cuya revelacin ha sido anunciada por Dios a travs de sus Profetas y Mensajeros. Adems, advierte a todos que observen pruden cia, como fue ordenado por l, y aconsjales en el Nombre de Dios, diciendo: En este da incumbe a todos dedicarse a la enseanza de la Causa con la mayor prudencia y f irmeza. Si alguien descubriese un suelo puro, que siembre la semilla de la Palab ra de Dios; de lo contrario, sera preferible guardar silencio.
No hace mucho tiempo, la Pluma Todogloriosa revel esta muy sublime Palabra en el Libro Carmes: "El cielo de la sabidura divina est iluminado por dos luminarias: la consulta y la compasin". Quiera Dios que a todo el mundo se le permita cumplir es ta importante y bendita palabra. Ciertas personas parecen estar totalmente privadas de entendimiento. Al aferrars e al cordn de las ociosas fantasas, se han apartado ellas mismas del Asa Segura. Ju ro por mi vida! Si por un momento reflexionasen con imparcialidad sobre lo que h a enviado el Todomisericordioso, todos y cada uno de ellos pronunciaran espontneam ente estas palabras: "Verdaderamente T eres la Verdad, la Verdad manifiesta". Te incumbe volver tu mirada al Dios nico y verdadero en toda circunstancia y trat ar de servir a su Causa diligentemente. Recuerda cuando estuviste en mi compaa, en el Tabernculo de Gloria, y escuchaste de M lo que el que convers con Dios105 escuc h en el Sina del conocimiento divino. De esta manera te hemos ayudado bondadosamen te, te hemos permitido reconocer la verdad y te hemos advertido, para que des gr acias a tu bondadoso Seor. Deberas salvaguardar esta sublime posicin mediante la po tencia de mi Nombre, el Omnipotente, el Fiel. Transmite mis saludos en mi Nombre a mis amados y permite que escuchen mi dulce Voz. As te lo ordena Aquel que te ha ordenado en el pasado; en verdad Yo soy el O rdenador, el Informado de todo. Gloria sea a ti y a todos los que escuchan tus p alabras referentes a esta Causa trascendental y te aman por amor a Dios, el Seor de los mundos. Oh Haydar!106 Este Agraviado ha odo tu voz, que se ha elevado en el servicio de la Causa de Dios y est plenamente enterado del sentimiento de alegra que su amor ha despertado en tu corazn y del dolor de tu angustia por lo que les ha sucedido a s us amados. Juro por el Seor de la misericordia! El mundo entero est abrumado de pes ar, mientras la humanidad se encuentra perpleja con dudas y disensiones. El pueb lo de Dios, el Seor de los Nombres, est tan penosamente acosado por los enemigos, que el Paraso supremo se ha lamentado y los moradores del altsimo Cielo y aquellos que da y noche giran alrededor del Trono han gemido en voz alta. Oh 'Al! Las aflicciones y las tristezas son impotentes para refrenar a tu Seor, el Todomisericordioso. En verdad, l se ha levantado para defender la Causa de Dios, de manera tal que ni el arrollador poder del mundo ni la tirana de las naciones p odrn jams inquietarle. l clama en voz alta entre la tierra y el cielo, diciendo: El Da Prometido ha llegado. El Seor de la creacin proclama: Verdaderamente no hay otr o Dios aparte de M, el Todopoderoso, el Todogeneroso. Oh 'Al! Los inmaduros desean apagar con su boca la luz de Dios y extinguir con sus acciones la llama de la Zarza Ardiente. Di: Miserable, en verdad, es vuestra co ndicin, oh vosotros, personificaciones del engao. Temed a Dios y no rechacis la gra cia celestial que ha derramado su esplendor sobre todas las regiones. Di: Ha apa recido Aquel que es el Exponente del Nombre oculto, si slo lo supierais. Ha llega do Aquel cuyo advenimiento se ha predicho en las Escrituras celestiales, si slo l o entendieseis. El horizonte del mundo se ha iluminado con los resplandores de e sta Grandsima Revelacin. Apresuraos con corazones radiantes y no seis de los que es tn privados de entendimiento. La Hora sealada ha sonado y la humanidad est abatida. De ello son testigos los honorables siervos de Dios. Oh Haydar 'Al! Juro por la rectitud de Dios! El Toque ha sonado en la trompeta del Bayn tal como decret el Seor, el Misericordioso, y todos los que estn en los cielos y en la tierra se han desvanecido, a excepcin de aquellos que se han desprendido del mundo aferrndose firmemente al Cordn de Dios, el Seor de la humanidad. ste es el Da en que la tierra brilla con la refulgente luz de tu Seor, pero la gente est per dida en el error y ha sido ocultada como por un velo. Deseamos regenerar el mund o, y sin embargo la gente ha resuelto poner fin a mi vida. As se lo ha instigado su corazn en este Da, Da que se hizo brillante por la radiante luz del semblante de su Seor, el Omnipotente, el Todopoderoso, el Irrestringido. El Libro Madre ha el evado su Voz, pero la gente est privada del odo. La Tabla Preservada ha sido revel ada con la verdad, pero, sin embargo, la mayora de la humanidad no la lee con ate ncin. Ellos han negado el munfico favor de Dios despus de que les fuera enviado y s e han apartado de Dios, el Conocedor de las cosas invisibles. Se aferran firmeme
nte al borde de las ociosas fantasas, dando la espalda al Nombre oculto del Todop oderoso. Di: Oh asamblea de sacerdotes! Sed justos en vuestro juicio, os lo imploro por Di os. Presentad, pues, cuantas pruebas y testimonios poseis, si habis de contaros en tre los habitantes de esta gloriosa morada. Dirigid vuestros corazones hacia la Aurora de la Revelacin divina, para que desvelemos ante vuestros ojos el equivale nte a todos los versos, pruebas, testimonios, afirmaciones y evidencias que voso tros y las otras razas de la tierra conocis. Temed a Dios y no seis de aquellos qu e merecen el castigo de Dios, el Seor de la creacin. ste es el Da en que el Ocano del conocimiento ha elevado su Voz y ha producido sus perlas. Si lo supierais! De hecho, el cielo del Bayn se ha elevado por mandato de Dios, el que Ayuda en el Peligro, el que Subsiste por S Mismo. Juro por Dios! La E sencia del conocimiento exclama y dice: Mirad! Aquel que es el Objeto de todo con ocimiento ha llegado y por su advenimiento han sido embellecidos los Libros sagr ados de Dios, el Munfico, el Amoroso. Toda revelacin de gracia, toda muestra de do nes excelentes emana de l y a l retorna. Temed a Dios, oh asamblea de necios, y no inflijis tribulaciones a aquellos que n o han deseado nada salvo lo que Dios ha deseado. Adems, si prestis atencin a mi lla mada, no sigis vuestros deseos egostas. Se acerca el da en que todo lo que ahora se percibe se habr desvanecido y vosotros lloraris por haber faltado a vuestro deber hacia Dios. De ello es testigo esta Tabla escrita. Regocjate con gran alegra porque te hemos recordado tanto ahora como en el pasado. En verdad, los dulces aromas de este recuerdo perdurarn y no cambiarn en toda la eternidad de los Nombres de Dios, el Seor de la humanidad. Benvolamente hemos acep tado tus oraciones, tus alabanzas, tu trabajo de enseanza y los servicios que has prestado por amor a este poderoso Anuncio. Tambin hemos escuchado lo que tu leng ua ha manifestado en las reuniones y asambleas. Verdaderamente tu Seor escucha y observa todas las cosas. Te hemos ataviado con la vestidura de mi beneplcito en m i Reino celestial, y te llamamos en voz alta desde el Divino rbol del Loto que se levanta en los lmites del valle de la seguridad y la paz, situado en el Punto lu minoso ms all de la Ciudad gloriosa, diciendo: En verdad, no hay Dios sino Yo, el Omnisciente, el Todosabio. Te hemos dado la existencia para servirme, para glori ficar mi Palabra y para proclamar mi Causa. Concentra tus energas slo en aquello p ara lo que has sido creado en virtud de la Voluntad del Ordenador supremo, el An tiguo de los Das. En este momento recordamos a nuestros amados y les traemos las gozosas nuevas de la gracia indefectible de Dios y de las cosas que se han dispuesto para ellos e n mi claro Libro. Habis tolerado la censura de los enemigos por mi amor y habis so portado firmemente en mi Sendero las penosas crueldades que los impos os han infl igido. De ello Yo mismo soy testigo, y Yo soy el Omnisciente. Cun enorme es el nme ro de lugares que han sido ennoblecidos con vuestra sangre por amor a Dios. Cun n umerosas son las ciudades donde se ha elevado la voz de vuestras lamentaciones y se han alzado los gemidos de vuestra angustia. Cuntas son las prisiones a las qu e habis sido arrojados por las huestes de la tirana. Sabed con certeza que l os har victoriosos, os exaltar entre los pueblos del mundo y mostrar vuestro alto rango a la vista de todas las naciones. Con toda seguridad, l no permitir que se pierda l a recompensa de sus favorecidos. Prestad atencin, no sea que os entristezcan las acciones que han llevado a cabo l as personificaciones de la ociosa fantasa u os aflijan los actos cometidos por to dos los opresores rebeldes. Tomad el cliz de la constancia mediante el poder de s u Nombre, bebed de l en virtud de la soberana de Dios, el Poderoso, el Omnipotente . De este modo, el Sol de mi tierna compasin y amorosa bondad brill sobre el horiz onte de esta Tabla, para que deis gracias a vuestro Seor, el Todopoderoso, el Tod ogeneroso. La gloria que ha alboreado resplandeciente desde el cielo de mi prolacin sea sobr e ti y sobre quienes se han dirigido hacia ti y han inclinado sus odos a las pala bras que tu boca ha expresado acerca de esta gloriosa y augusta Revelacin.
Por la rectitud de Dios! El Libro Madre se ha hecho manifiesto, emplazando a la h umanidad ante Dios, el Seor de los mundos, mientras los mares proclaman: El Ms Gra nde Ocano ha aparecido, y de sus olas se puede or el grito atronador: "Verdaderame nte no hay Dios sino Yo, el Incomparable, el Omnisciente". Y los rboles, elevando su clamor, exclaman: Oh gentes del mundo! La voz del Divino rbol del Loto est sona ndo claramente y el grito estridente de la Pluma de Gloria est sonando en voz alt a: Prestad atencin y no seis de los negligentes. El sol est llamando: Oh asamblea de sacerdotes! El cielo de las religiones est partido, la luna est hendida y los pue blos de la tierra estn reunidos en una nueva resurreccin. Temed a Dios y no sigis l os impulsos de vuestras pasiones; antes bien, seguid a Aquel de Quien han dado t estimonio todas las Escrituras de Dios, el Omnisciente, el Omnisapiente. El episodio del Sina se ha representado de nuevo en esta Revelacin, y Aquel que co nvers sobre el Monte est llamando en alta voz: Verdaderamente ha llegado el Desead o sobre el trono de la certeza, si slo pudieseis percibirlo. l ha exhortado a todo s los hombres a observar lo que conduce a la exaltacin de la Causa de Dios y guia r a la humanidad hacia su Recto Sendero. Cun vasto el nmero de los oprimidos que se han extasiado por el llamado de Dios! Cun numerosos los potentados que se han levantado para cometer actos de agresin y han hecho que se lamentaran los habitantes del ms alto Paraso y que los moradores de esta gloriosa sede gimieran de dolor! Cun grande la multitud de pobres que han beb ido del vino escogido de la Revelacin divina y cuntos los ricos que se han apartad o, han rechazado la verdad y han manifestado su incredulidad en Dios, Seor de est e bendito y maravilloso Da! Di: Temed a Dios, y luego sed imparciales al juzgar este gran Anuncio, ante el c ual, tan pronto como brill, todo anuncio trascendental se inclin en adoracin. Di: Oh asamblea de necios! Si Le rechazis, por medio de qu prueba podris demostrar vuestra fidelidad a los anteriores Mensajeros de Dios o reivindicar vuestra creencia en lo que l ha enviado desde su poderoso y exaltado reino? Qu beneficio os confieren vuestras posesiones? Qu proteccin pueden daros vuestros tesoros? Ninguna, juro por el Espritu de Dios que penetra todo lo que est en los cielos y en la tierra. Arroj ad lo que habis acumulado con las manos de la ociosa fantasa y las vanas imaginaci ones y asos firmemente al Libro de Dios, que ha sido enviado en virtud de su auto ridad inviolable y que se impone sobre todo. Tu carta le fue mostrada a este Agraviado, y en tu honor hemos revelado esta Tab la, de la cual se difunde la fragancia del munfico favor de tu Seor, el Compasivo, el Generoso. Imploramos a Dios que haga de ti un estandarte que se iza en la ci udad de su Recuerdo y que exalte tu posicin en esta Causa, una Causa bajo cuya so mbra los sinceros de Dios vern buscar refugio a los pueblos y razas de la tierra. Verdaderamente tu Seor sabe e informa. Adems Le rogamos que te nutra con lo mejor de cuanto se guarda en su Libro. l es, en verdad, el que escucha y responde a la llamada. Contina ayudando a esta Causa por medio del poder fortalecedor de las huestes de la sabidura y la prolacin. As lo ha decretado Dios, el Munfico, el Todoalabado. Bien aventurado sea el creyente que en este Da abraza la Verdad, y el hombre de firme determinacin a quien no pueden atemorizar las huestes de la tirana. La gloria que brilla por encima del horizonte de la prolacin sea sobre ti y sobre aquellos creyentes que han asido el cliz de su vino sellado por medio del poder de su Nombre, el que Subsiste por S Mismo, y han bebido abundantemente a pesar de aquellos que han cuestionado la verdad de este gran Anuncio, del que Dios ha da do testimonio en su precioso y antiguo Libro.
Oh Muammad usayn! Preprate para recibir las efusiones de la amorosa bondad de Dios, Seor de los mundos. El Todomisericordioso Se ha dignado concederte perlas del con ocimiento del Ocano de la gracia de Dios, el Todopoderoso, el Exaltadsimo. Dnde est el hombre perspicaz que reconozca y perciba la verdad? Dnde se encuentra el hombre capaz de or que escuche mi maravillosa Voz que llama desde el reino de glo ria? Dnde est el alma que vuelva su rostro hacia el Divino rbol del Loto de forma ta l que ni el poder abrumador de los reyes ni el violento alboroto de sus sbditos p
uedan impedirle elevar su voz en medio de la creacin entera mediante el poder de la sabidura y la prolacin y dar testimonio de lo que Dios ha atestiguado: que verd aderamente no hay otro Dios excepto l, el Poderoso, el Invencible, el Omnipotente , el que conoce, el Sabio? Oh usayn! Se ha mencionado tu nombre en la Ms Grande Prisin ante este Agraviado, y h emos revelado para ti aquello con lo cual ninguno de los libros del mundo puede compararse. De ello es testigo el Rey de la eternidad, y sin embargo la mayor pa rte de la humanidad se cuenta entre los negligentes. Desde el lugar del amanecer del testimonio hemos elevado el Llamamiento para todos los que moran en el rein o de la creacin. Entre los hombres se encuentran quienes han sido transportados p or la fragancia de las palabras de su Seor, de manera tal que, en su ansiedad por alcanzar la corte de la presencia de Dios, Seor del poderoso trono, han abandona do todo lo que tiene relacin con los hombres. Tambin se encuentran quienes estn tot almente perplejos e indecisos. Otros se han apresurado a alzar el vuelo para con testar al Llamamiento de su Seor, el Antiguo de los Das. Aun otros se apartaron, r echazaron la verdad y finalmente no creyeron en Dios, el Todopoderoso, el Todoal abado. Y todava hay otros que han dictado sentencia contra l con tal crueldad que ha hecho lamentarse a toda alma sabia y perspicaz. Les hemos llamado benvolamente al ro que es en verdad la vida, mientras ellos, con manifiesta injusticia, han d ecretado el derramamiento de mi sangre. De esta forma ha brillado el Sol de la s abidura sobre el horizonte de las palabras de tu Seor, el Todomisericordioso. Si a lcanzaras su luz, te incumbe magnificar la alabanza de tu Seor y decir: Te doy gr acias, oh Dios de los mundos. Bendito eres t y aquellos a quienes ni el mundo ni sus vanidades han podido apart ar de este luminoso Horizonte. Haz llegar saludos de mi parte a mis amados. Les exhortamos a ser sabios, tal co mo se decret en mi maravilloso Libro. Oh mi sierva y mi hoja! Regocjate con gran alegra, pues tu llamada ha ascendido has ta el Divino rbol del Loto y es respondida desde el Horizonte todoglorioso. Verda deramente no hay otro Dios excepto Yo, el Agraviado, el Desterrado. Nosotros Nos hemos revelado a los hombres, hemos desvelado la Causa, hemos guiad o a toda la humanidad hacia el Recto Sendero de Dios, hemos promulgado las leyes y hemos ordenado a todos lo que en verdad les beneficiar tanto en este mundo com o en el venidero, y sin embargo han dictado sentencia con el fin de derramar mi sangre, por lo cual la Doncella del Cielo ha llorado amargamente, el Sina se ha l amentado y se ha hecho suspirar de dolor al Espritu Fiel. En estos das la gente se ha excluido a s misma de las efusiones de la gracia divin a, al seguir los pasos de todos los ignorantes que se han extraviado. Se han apa rtado del Ocano del conocimiento divino y han fijado su mirada en hombres tan nec ios que pretenden estar bien versados en la erudicin sin estar respaldados por ni nguna prueba procedente de Dios, el Seor de la humanidad. Bienaventurada eres t, pues has abandonado las ociosas imaginaciones y te has asi do firmemente al Cordn de Dios que ningn hombre puede romper. Piensa en el bondado so favor de Dios, exaltada sea su gloria. Cun numerosos son los reyes y reinas de la tierra que, a pesar de tanto anhelo, tanta expectativa y espera, han sido ex cluidos de Aquel que es el deseo del mundo, mientras que t lo has alcanzado. Dios mediante, podrs realizar una accin cuya fragancia perdurar tanto como perduren los Nombres de Dios, exaltada sea su gloria. Por la rectitud de Dios! El ttulo "Oh mi sierva" supera con creces todo cuanto puede verse en el mundo. Dentro de poco l os ojos de la humanidad se iluminarn y se alegrarn al reconocer lo que nuestra Plu ma de Gloria ha revelado. Bendita eres t y bendita la madre que te ha criado. Aprecia el valor de esta posi cin y levntate a servir su Causa de modo tal que las ociosas fantasas e insinuacion es de los que dudan no te aparten de esta elevada determinacin. El Sol de la cert eza brilla resplandeciente, pero las gentes del mundo se aferran a las vanas ima ginaciones. El Ocano del conocimiento divino ha crecido, en tanto los hijos de lo s hombres se aferran al borde de los necios. De no ser por la infalible gracia d e Dios -exaltada sea su gloria-, ningn antdoto podra curar jams estas enfermedades c
rnicas. Haz llegar mis saludos a las siervas de Dios en esa regin y llvales las alegres nu evas de que les son otorgadas su tierna misericordia y su gracia. Elevada, en ve rdad, es la posicin que hemos destinado para ti. Te incumbe alabar y dar gracias a tu Seor, el Munfico, el Generossimo. Glorificado sea Dios, el Exaltado, el Grande . Proveniente de la Lengua de Aquel que es el Poseedor de todos los seres y el Seor del trono de lo alto y de la tierra que est abajo, exaltada sea la gloria de su prolacin, en un tiempo se escuch esta sublime Palabra: La piedad y el desprendimie nto son las dos luminarias ms grandes del cielo de la enseanza. Bienaventurado aqu el que alcanza esta suprema posicin, esta morada de santidad y sublimidad trascen dentes. Esta es una Tabla enviada por el Todomisericordioso desde el Reino de la prolacin para todos los habitantes de la tierra. Feliz el hombre que escucha y presta at encin, y ay! de aquel que yerra y duda. ste es el Da que ha sido iluminado por la re fulgente luz del Semblante de Dios, el Da en que la Lengua de Grandeza llama en v oz alta: El Reino es de Dios, el Seor del Da de la Resurreccin. Se ha mencionado tu nombre en nuestra Presencia, y Nos hemos dignado revelar par a ti lo que la lengua de nadie entre las gentes del mundo puede relatar. Regocjat e con extrema alegra, por cuanto se te ha recordado en la Ms Grande Prisin y el Sem blante del Antiguo de los Das se ha vuelto hacia ti desde esta exaltada morada. En verdad hemos revelado los signos, hemos presentado los testimonios irrefutabl es y emplazado a todos los hombres al Sendero Recto. Entre la gente hay quienes se han apartado y han rechazado la verdad, otros han dictado sentencia contra no sotros sin prueba ni evidencia alguna. Los primeros en apartarse de Nosotros han sido los dirigentes espirituales del mundo de esta poca, aquellos que Nos llaman de da y de noche y mencionan mi Nombre mientras descansan en sus encumbrados tro nos. No obstante, cuando Me revel a los hombres, se levantaron contra m de tal mod o que hasta las piedras gimieron y se lamentaron amargamente. Grande es tu bienaventuranza por cuanto has escuchado su Voz, has dirigido tu ro stro hacia l y has escuchado la Llamada de tu Seor cuando vino investido con inven cible poder y soberana.
Oh mi sierva, oh mi hoja! Da gracias al Bienamado del mundo por haber logrado est e ilimitado favor en un momento en que los eruditos y los hombres ms distinguidos del mundo han permanecido privados de l. Te hemos designado "hoja" para que, com o las hojas, puedas ser agitada por el suave viento de la Voluntad de Dios -exal tada sea su gloria-, as como las hojas de los rboles son agitadas por los vientos impetuosos. Da gracias a tu Seor por estas brillantes palabras. Si percibieras la dulzura del ttulo "Oh mi sierva", te encontraras desprendida de toda la humanidad , devotamente ocupada da y noche en comulgar con Aquel que es el nico Deseo del mu ndo. En palabras de incomparable belleza, hemos hecho adecuada mencin de aquellas hoja s y siervas que han bebido de las aguas vivas de la gracia celestial y han mante nido sus ojos dirigidos hacia Dios. Ciertamente, son dichosas y bienaventuradas. Dentro de poco tiempo Dios revelar su posicin, cuya sublimidad ninguna palabra pu ede expresar convenientemente y ninguna descripcin puede definir adecuadamente. Te exhortamos a realizar lo que sirva para promover los intereses de la Causa de Dios entre los hombres y las mujeres. l oye la llamada de los amigos y observa s us acciones. Verdaderamente l es el que escucha y el que ve. Sobre ti y sobre ellos sea la gloria de Dios, el Poderoso, el Omnisciente, el Om nisapiente.
Oh Sierva de Dios! Escucha la Voz del Seor de los Nombres, que desde su Prisin ha d irigido su mirada hacia ti y est haciendo mencin de ti. l ha prestado ayuda a todos los caminantes, ha respondido bondadosamente a todos los suplicantes y concedido admisin a todos los buscadores de la verdad. En este Da se ha hecho manifiesto el Sendero Recto, la Balanza de la justicia divina est p reparada y la luz del Sol de su munificencia resplandece; no obstante, la oscuri dad opresiva de las gentes de la tirana se ha interpuesto como una nube y ha hech o surgir un cruel obstculo entre el sol de la gracia celestial y las gentes del m undo. Bienaventurado quien rasgue los velos que se interponen y est iluminado por la radiante luz de la Revelacin divina. Piensa cun numerosos fueron quienes se co ntaron a s mismos entre los sabios y eruditos, y sin embargo en el Da de Dios fuer on privados de las efusiones de la munificencia celestial. Oh mi hoja, oh mi sierva! Aprecia el valor de esta bendicin y esta tierna miserico rdia que te ha circundado y ha guiado tus pasos hacia la Aurora de gloria. Haz llegar saludos en nombre de este Agraviado a aquellas siervas que adoran a D ios, y alegra sus corazones con la certeza de su amorosa providencia.
En todos los asuntos fija tu mirada en la sabidura, pues es un antdoto infalible. C un a menudo ha convertido a un no creyente en creyente o a un enemigo en amigo? E s esencial tenerla en cuenta, ya que este tema se ha explicado en numerosas Tabl as reveladas desde el empreo de la Voluntad de Aquel que es la Manifestacin de la luz de la unidad divina. Bienaventurados los que actan en consecuencia. Concentra sin cesar tu atencin en lo que exalte la Palabra de Dios. En esta Grands ima Revelacin se considera a las buenas acciones y al carcter loable como las hues tes de Dios, lo mismo que su bendita y sagrada Palabra. Estas huestes son la cal amita de los corazones de los hombres y el medio efectivo para abrir las puertas . De todas las armas del mundo, sta es la ms afilada. Ruega a Dios que munficamente ayude a todos los hombres a cumplir lo que su Pluma todogloriosa ha registrado en los Libros y Tablas Sagradas. Este Agraviado hace mencin de aquel que ha vuelto su rostro hacia el Incomparable , el Omnisciente, aquel que es testigo de su unidad, del mismo modo que la Pluma Todogloriosa lo es mientras se mueve rpidamente en el campo de la prolacin. Biena venturada el alma que reconoce a su Seor, y ay! de aquel que yerra y duda penosame nte. El hombre es como un rbol. Si est adornado con frutos, es digno de alabanza y enco mio y siempre lo ser. Por el contrario, un rbol sin frutos slo sirve para el fuego. Los frutos del rbol humano son exquisitos, altamente deseados y muy apreciados. Entre ellos se encuentran el carcter recto, las acciones virtuosas y las palabras agradables. La primavera tiene lugar una vez al ao para los rboles terrenales, en tanto que para los rboles humanos aparece en los Das de Dios, exaltada sea su glo ria. Si los rboles de las vidas de los hombres fuesen ataviados en esta divina Pr imavera con los frutos que se han mencionado, con certeza la refulgencia de la l uz de la Justicia iluminara a todos los habitantes de la tierra, y todos moraran e n tranquilidad y satisfaccin bajo la sombra protectora de Aquel que es el Propsito de toda la humanidad. El Agua para estos rboles es el agua viva de las Palabras sagradas pronunciadas por el Bienamado del mundo. En un instante esos rboles son plantados, y en el siguiente sus ramas habrn alcanzado los cielos mediante las ef usiones de las lluvias de la merced divina. Sin embargo, un rbol seco nunca ha si do ni ser digno de mencin. Dichoso el fiel que est ataviado con la vestidura del empeo elevado y se ha levant ado para servir a esta Causa. Tal alma ha alcanzado verdaderamente la Meta ansia da y ha comprendido el Propsito para el cual ha sido creada. Pero, ay!, mil veces a y!, por los rebeldes que son como hojas secas cadas sobre el polvo. Dentro de poc o las rfagas mortales los llevarn al lugar destinado para ellos. Llegaron ignorant es, ignorantes permanecieron e ignorantes se retiraron a sus moradas. El mundo proclama constantemente estas palabras: Cuidado, yo soy efmero, y tambin
lo son mis apariencias y colores exteriores. Prestad atencin a los cambios y azar es que se producen en m y despertad de vuestro sueo. No obstante, no hay ojo persp icaz que vea, ni odo capaz de or que escuche. En este Da el odo interno exclama y dice: En verdad, bienaventurado soy, hoy es mi da, por cuanto la Voz de Dios est llamando en voz alta. Y la esencia de la visin g rita: Bendita soy, ste es mi da, porque la Antigua Belleza brilla resplandeciente desde el ms exaltado Horizonte. Incumbe al pueblo de Bah invocar y suplicar al Seor de los Nombres para que acaso as no se prive a las gentes del mundo de las efusiones de la gracia en Sus das. En el pasado los sacerdotes quedaron desconcertados ante esta cuestin, una cuestin acerca de la cual Aquel que es la Verdad Soberana les oy preguntar en repetidas ocasiones durante los tempranos aos de su vida: "Cul es la Palabra que pronunciar el Q'im, por la cual sern puestos en fuga los dirigentes de la religin?" Di: Esa Pala bra se ha hecho manifiesta ahora, y habis huido antes de que la oyerais pronuncia r, aunque no lo percibs. Y esa bendita, oculta, encubierta y atesorada Palabra es esta: "'L' ha aparecido con la vestidura de 'YO'. El que estaba oculto a los ojo s mortales exclama: He aqu! Yo soy el Todomanifiesto". sta es la Palabra que ha hec ho estremecerse a los miembros de los descredos. Glorificado sea Dios! Todas las E scrituras celestiales del pasado atestiguan la grandeza de este Da, la grandeza d e esta Manifestacin, la grandeza de Sus signos, la grandeza de Su Palabra, la gra ndeza de Su constancia, la grandeza de Su preeminente posicin. Aun a pesar de tod o ello, las gentes han seguido siendo negligentes y estn ocultas como por un velo . En verdad, todos los Profetas han anhelado alcanzar este Da. David dice: "Quin me conducir a la Ciudad fuerte?"107 Por "ciudad fuerte" se entiende 'Akk. Sus fortif icaciones son muy poderosas, y este Agraviado est prisionero dentro de sus muros. De igual manera se ha revelado en el Corn: "Saca a tu pueblo de la oscuridad a l a luz y annciales los das de Dios".108 En la mayora de los Libros y Escrituras celestiales se menciona explcitamente y se explica con claridad la gloria con que est investido este Da. No obstante, los sa cerdotes de la poca han privado a los hombres de esta trascendente posicin y les h an impedido alcanzar este Pinculo de Gloria, esta Meta Suprema. Bienaventurado eres t, por cuanto la oscuridad de las vanas imaginaciones ha sido impotente para impedirte alcanzar la luz de la certidumbre, y el furioso ataque de la gente no ha podido apartarte del Seor de la humanidad. Aprecia el valor de esta elevada posicin e implora a Dios -exaltada sea su gloria- que benvolamente t e permita salvaguardarla. El dominio imperecedero ha pertenecido exclusivamente al Dios nico y verdadero y a sus amados, y continuar pertenecindoles eternamente. Que la gloria que ha brillado desde el horizonte de la eternidad sea sobre ti y sobre quienes se han asido firmemente del Cordn de Dios, que ningn hombre puede ro mper. El que conduce a la verdadera victoria ha llegado. Por la rectitud de Dios! l es p lenamente capaz de revolucionar el mundo mediante el poder de una sola Palabra. l mismo, habiendo ordenado a todos los hombres observar sabidura, se ha adherido a l cordn de la paciencia y la resignacin. Los pedazos de arcilla del mundo han partido para visitar la embellecida y lumin osa Ciudad carmes de Dios, y ciertos emisarios de Persia estn promoviendo en secre to la discordia, aunque en su apariencia externa fingen ser benvolos y humildes. D ios Munfico! Cundo se transformar en sinceridad la artera que aflige al mundo? Las ex hortaciones de Dios, el Verdadero, han abarcado al mundo, pero hasta ahora su in fluencia no se ha manifestado. Las acciones indignas de los hombres les han impe dido llegar a l. Suplicamos a Dios -exaltado y glorificado sea l- que derrame sobr e todos sus siervos, desde las nubes de la gracia divina, la lluvia desbordante de su misericordia. Verdaderamente, l es potente sobre todas las cosas. Oh 'Al Haydar! Oh t que te has levantado para servir a mi Causa y te has dedicado a enaltecer la alabanza de Dios, Seor del poderoso Trono! Es indudablemente claro y evidente para los emblemas de la justicia y los exponentes de la equidad que es te Agraviado, fortalecido por el trascendente poder del Reino, pretende borrar d e entre los pueblos y razas de la tierra todo rastro de desorden, discordia, dis
ensin, diferencias o divisiones; y no ha sido por ninguna otra razn sino por este grande, este trascendental propsito por lo que l ha sido encarcelado una y otra ve z y muchos das y noches se ha visto sometido a cadenas y grillos. Bienaventurados sean quienes juzgan con imparcialidad y equidad esta Causa inexpugnable, este g lorioso Anuncio. Esta es una Tabla enviada por el Seor de la misericordia para que las gentes del mundo puedan acercarse a este Ocano, que se ha agitado mediante la potencia de Su augusto Nombre. Entre los hombres se encuentran quienes se han apartado de l y h an contradicho su testimonio, en tanto otros han bebido el vino de la certeza en la gloria de su Nombre, el cual impregna todas las cosas creadas. Quienes han p restado atencin al graznido del cuervo y han rehusado escuchar los dulces gorjeos del Ave del Cielo que canta sobre las ramas del rbol de la eternidad, han sufrid o, en verdad, una dolorosa prdida: Verdaderamente no hay otro Dios fuera de M, el Omnisciente, el Omnisapiente. ste es el Da que ha sido iluminado por los resplando res de la luz de nuestro semblante, Da alrededor del cual giran en adoracin todos los das y las noches. Bienaventurado el hombre sagaz que percibe y el muerto de s ed que bebe de esta Fuente luminosa. Bienaventurado el hombre que reconoce la ve rdad esforzndose con ahnco para servir a la Causa de su Seor, el Fuerte, el Todopod eroso. Oh siervo que has fijado tu mirada en mi rostro! Escucha la Voz de tu Seor, el Tod oglorioso, que llama en voz alta desde la aurora de grandeza y majestad. Verdade ramente su Llamamiento te acercar al reino de gloria y har que ensalces Su alabanz a de tal manera que extase a todo lo creado, y magnifiques su gloria de tal maner a que influya sobre la creacin entera. Verdaderamente tu Seor es el Protector, el Benvolo, el Informado de todo. Rene a los amigos de Dios en ese pas e infrmales de mi incomparable recuerdo. Hemos revelado una Tabla para ellos desde la cual se ha difundido la fragancia del To domisericordioso sobre el reino de la existencia, para que puedan regocijarse co n exultante alegra y permanezcan firmes en esta maravillosa Causa. Estando en prisin hemos revelado un Libro que hemos titulado El Libro Ms Sagrado. En l hemos promulgado leyes y lo hemos adornado con los mandamientos de tu Seor, q ue ejerce autoridad sobre todos los que estn en los cielos y en la tierra. Di: To madlo, oh gentes, y observad lo que en l ha sido enviado de los maravillosos prec eptos de vuestro Seor, el Perdonador, el Misericordioso. Esto os har prosperar tan to en este mundo como en el venidero y os purificar de todo cuanto no sea digno d e vosotros. l, en verdad, es el Ordenador, el Expositor, el Donador, el Generoso, el Benvolo, el Todoalabado. Grande es tu bienaventuranza por haber sido fiel al Convenio de Dios y su Testam ento y por haber sido honrado con esta Tabla por medio de la cual tu nombre est r egistrado en mi Tabla Preservada. Dedcate al servicio de la Causa de tu Seor, abri ga su recuerdo en tu corazn y celebra su alabanza de manera tal que toda alma reb elde y negligente pueda despertarse del sueo. As, nos hemos dignado conferirte una muestra del favor de nuestra presencia; y, c iertamente, Yo soy el Perdonador, el Todomisericordioso. Deseamos hacer mencin de aquel que ha dirigido su rostro hacia Nosotros y permiti rle, una vez ms, beber largamente de las aguas vivas de nuestra misericordiosa pr ovidencia, para que pueda acercarse a Mi Horizonte, adornarse con Mis atributos, remontarse en Mi atmsfera, confirmarse en lo que haga que la santidad de Mi Caus a se manifieste entre mi pueblo y celebrar Mi alabanza de manera tal que logre q ue toda alma indecisa se apresure, toda criatura inmvil levante su vuelo, todo cu erpo mortal sea consumido, todo corazn helado se agite con vida y todo espritu aba tido vibre de alegra. Esto es lo que corresponde a quien ha vuelto su rostro haci a el mo, ha entrado bajo la sombra de mi amorosa bondad y ha recibido mis versos, los cuales han impregnado al mundo entero. Oh 'Al! Aquel que es la Aurora de la Revelacin divina te llama a travs de estas mara villossimas palabras. Por la rectitud de Dios! Si estuvieses presente ante mi Tron
o y escuchases a la Lengua de poder y grandeza, sacrificaras tu cuerpo, tu alma, todo tu ser como muestra de tu amor por Dios, el Soberano, el Protector, el Omni sapiente, el Todosabio, y te conmovera de tal manera la fascinacin de su Voz que t odas las plumas seran incapaces de relatar tu posicin y todo orador elocuente se v era confundido en su intento por describirla. Reflexiona un momento sobre esta Re velacin y sobre su invencible soberana; aydale, pues, como corresponde a tu Seor, el Benvolo, el Todomunfico. Dirige al pueblo hacia la Aurora de la gloria. En verdad , es l mismo Quien se ha establecido sobre Su poderoso Trono. Por medio de l se ha hecho brillar el horizonte de esta Prisin y por l han sido iluminados todos los q ue estn en los cielos y en la tierra. Nos hemos dignado hacer mencin de tu nombre tanto en el pasado como en esta munfic a Tabla, para que, una vez ms, puedas inhalar la dulce fragancia del Todomiserico rdioso. Esto no es sino una muestra de mi favor hacia ti. Da gracias a tu Seor, e l Todomunfico, el que Todo lo Ve. No te aflijas porque los hombres no consigan comprender la Verdad. Dentro de poc o los encontrars volvindose hacia Dios, el Seor de toda la humanidad. En verdad, me diante la potencia de la Ms Sublime Palabra hemos abarcado el mundo entero, y se aproxima el momento en que Dios habr subyugado los corazones de todos los que mor an en la tierra. l es, en verdad, el Omnipotente, el Todopoderoso. Desde este pas tambin recordamos a tu hermano, para que se regocije por la mencin q ue he hecho de l y para que sea de los que reflexionan. Oh amigo! El Bienamado te est llamando desde Su Ms Grande Prisin y te exhorta a obse rvar lo que mi exaltada Pluma ha revelado en mi Libro Ms Sagrado, para que puedas asirte firmemente a l con tal resolucin y poder como los que nacen de M; y Yo verd aderamente soy el Ordenador, el Todosabio. Grande, en verdad, es tu bienaventuranza, puesto que te ha sido conferida su gra cia infalible y se te ha ayudado a reconocer esta Causa, una Causa por medio de cuya potencia los cielos se han plegado y toda montaa elevada y encumbrada ha sid o reducida a polvo. Por medio de nuestra gracia ilimitada, adems, hacemos mencin de tu madre, que ha t enido el privilegio de reconocer a Dios. Le enviamos nuestros saludos desde esta gloriosa posicin. Recordamos a cada uno de vosotros, hombres y mujeres, y desde este Lugar, Escenario de gloria incomparable, os consideramos a todos como una s ola alma y os enviamos las gozosas nuevas de las bendiciones divinas, que han pr ecedido a todas las cosas creadas, y de mi recuerdo, que ha impregnado a todos, sean jvenes o ancianos. Que la gloria de Dios sea sobre vosotros, oh pueblo de Ba h. Regocijaos con exultante alegra mediante mi recuerdo, porque l, en verdad, est co n vosotros en todo momento. Presta atencin a lo que el Espritu te comunica de los versos de Dios, el que Ayuda en el Peligro, el que Subsiste por S Mismo, para que su Llamada te atraiga a la Cima de trascendente gloria y te acerque a la Posicin desde donde contemplars todo tu ser ardiendo con el fuego del amor a Dios, de modo tal que ni el dominio de los gobernantes ni las murmuraciones de sus vasallos puedan apagarlo, y te levan tars entre los pueblos del mundo para celebrar la alabanza de tu Seor, el Poseedor de los Nombres. Esto es lo que es digno de ti en este Da. Te vamos a relatar lo que ha sucedido en el pasado, para que percibas la dulzura de estas palabras y seas consciente de los acontecimientos que tuvieron lugar e n tiempos pasados. Verdaderamente tu Seor es el Amonestador, el Benvolo, el Bienam ado. Recuerda los das en que Aquel que convers con Dios cuid en el desierto las ovejas d e Jetro, su suegro. l oy la Voz del Seor de la humanidad proveniente de la Zarza Ar diente que se haba elevado sobre la Tierra Santa, exclamando: "Oh Moiss! Ciertament e Yo soy Dios, tu Seor y el Seor de tus antepasados Abraham, Isaac y Jacob". Estab a tan extasiado por el fascinante acento de la Voz, que se desprendi del mundo y parti en direccin al faran y su pueblo, investido con el poder de tu Seor, que tiene soberana sobre todo lo que ha sido y ser. Las gentes del mundo estn oyendo ahora l o que oy Moiss, pero no entienden. Di: Juro por la rectitud de Dios! Dentro de poco pasar la pompa de los ministros d
e Estado y el dominio de los gobernantes, los palacios de los potentados sern dev astados y los impresionantes edificios de los emperadores sern reducidos a polvo, mientras que lo que perdurar ser aquello que hemos ordenado para vosotros en el R eino. Os incumbe, oh pueblo, hacer el mximo esfuerzo para que vuestros nombres se an mencionados ante el Trono y para producir lo que inmortalice vuestro recuerdo por toda la eternidad de Dios, el Seor de todo ser. Recuerda en mi Nombre a los amados de ese pas, llvales mis saludos y alegra sus co razones con las nuevas de lo que ha sido revelado para ellos desde esta gloriosa posicin. Di: Prestad atencin, no sea que el poder abrumador de los opresores os alarme. Se acerca el da en que todo emblema de vanagloria ser reducido a la nada; entonces c ontemplaris la invencible soberana de vuestro Seor gobernando sobre todas las cosas visibles e invisibles. Cuidado, no sea que los velos os aparten de las efusiones de su misericordia en este Da. Abandonad lo que os mantiene alejados de Dios y perseverad en este dilat ado Sendero. No deseamos nada para vosotros excepto aquello que os beneficie, se gn est registrado en su Tabla Preservada. A menudo recordamos a nuestros amados; s in embargo, los hemos encontrado faltos de lo que es digno de ellos ante la cort e del favor de su Seor, el Benvolo, el Perdonador, salvo aquellos a los que Dios d ese eximir. Verdaderamente potente es l para hacer lo que desea. l da y quita. l es, ciertamente, la Verdad Eterna, el Conocedor de cosas invisibles. Tomad, oh amados del Todomisericordioso, el cliz de vida eterna ofrecido por la m ano de los generosos favores de vuestro Seor, el Poseedor de la creacin entera, y luego bebed largamente de l. Juro por Dios, esto os extasiar de tal manera que os levantaris para exaltar su Nombre y proclamar sus palabras entre los pueblos de l a tierra, y conquistaris las ciudades de los corazones de los hombres en nombre d e vuestro Seor, el Todopoderoso, el Todoalabado. Adems, anunciamos a todos las gozosas nuevas relativas a lo que hemos revelado en nuestro Libro Ms Sagrado, un Libro por encima de cuyo horizonte brilla el sol de mis mandamientos sobre todo observador y sobre todo observado. Asos firmemente a l y cumplid cuanto en l est revelado. En verdad, ello es mejor para vosotros que t odo lo que ha sido creado en el mundo, si lo supierais. Cuidado, no sea que las cosas transitorias de la vida humana os impidan volveros hacia Dios, el Verdader o. Meditad en vuestros corazones sobre el mundo y sus conflictos y cambios, para que podis discernir su virtud y la posicin de aquellos que han puesto sus corazon es en l y se han apartado de lo que se ha enviado en nuestra Tabla Preservada. De este modo hemos revelado estos versos sagrados y te los hemos enviado para qu e te levantes a glorificar el Nombre de Dios, el que Ayuda en el Peligro, el que Subsiste por S Mismo. Que la gloria de Dios sea sobre ti y sobre quienes han par ticipado de este Vino escogido y sellado. ste Agraviado ha ledo atentamente tu carta en la Ms Grande Prisin y est enterado de t u pregunta relativa a los mandamientos de Dios sobre los temas de la resurreccin y los medios de subsistencia. Has hecho bien en formular estas preguntas, pues e l beneficio de las mismas te aprovechar a ti as como a otros siervos de Dios, tant o externa como internamente. Verdaderamente tu Seor sabe todas las cosas y contes ta pronto a la llamada. La causa suprema de la creacin del mundo y todo lo que en l existe es que el hombr e conozca a Dios. En este da, quienquiera sea guiado por la fragancia de la vesti dura de su misericordia a lograr ser admitido en la prstina Morada, la cual es la posicin del reconocimiento de la Fuente de los mandamientos divinos y la Aurora de su Revelacin, habr logrado todo bien para siempre. Habiendo alcanzado esta elev ada posicin, sobre cada alma recae una doble obligacin. Una es permanecer firme en la Causa con tal constancia que si todos los pueblos del mundo intentasen imped irle volverse hacia la Fuente de la Revelacin no podran lograrlo. La otra es el cu mplimiento de las ordenanzas divinas que han fluido del manantial de su Pluma ce lestialmente impulsada. Pues el conocimiento humano de Dios no puede desarrollar se total y adecuadamente si no es a travs del cumplimiento de todo lo que l ha ord enado y est expuesto en su Libro.
Hace un ao fue enviado el Libro Ms Sagrado desde el cielo de la munificencia del S eor de los Nombres. Dios mediante, es posible que benvolamente se te permita cumpl ir lo que en l ha sido revelado. En lo relativo a los medios de subsistencia, debes dedicarte a alguna ocupacin, a l tiempo que pones toda tu confianza en Dios. Sin duda, l te enviar desde el cielo de su favor lo que est destinado para ti. l es, en verdad, el Dios de fuerza y po der. Da gracias a Dios que tu carta ha alcanzado la presencia de este Prisionero y qu e la respuesta ha sido revelada y te est siendo enviada desde la Sede de la autor idad divina. sta es una incalculable bendicin otorgada por Dios. Aunque no sea evi dente en el presente, pronto lo ser. Te incumbe decir: Magnificado sea tu Nombre, oh Seor mi Dios! Yo soy el que ha vuelto su rostro haci a Ti y en Ti ha puesto toda su confianza. Te imploro por tu Nombre, mediante el cual se ha encrespado el ocano de tu prolacin y se han agitado las brisas de tu co nocimiento, que me concedas que munficamente se me ayude a servir a tu Causa y se me inspire para recordarte y alabarte. Enva, pues, sobre m, desde el cielo de tu generosidad, aquello que me preserve de todo excepto de Ti y me beneficie en tod os tus mundos. Ciertamente, T eres el Poderoso, el Inaccesible, el Supremo, el que conoce, el Sa bio.
Notas: 1 Shoghi Effendi, Dios Pasa, EBILA, 1977, pg. 203. 2 A veces citada como Tabla a los Cristianos. 3 Jesucristo. 4 dem. 5 Jesucristo. 6 Corn 81:6 y 10. 7 Mrz Hd Dawlat-bd, uno de los telogos de Ifahn que se convirti en seguidor del B apoy a Mrz Yay y fue nombrado representante suyo en Irn y su sucesor. Durante las pers ecuciones de los bbs se retract de su Fe. 8 Signos distintivos de los mulls. 9 De Hd. 10 Corn 6:91. 11 En Chipre. 12 A Mrz Yay. 13 Ustd 'Al Akbar, firme creyente de Yazd. Dise el Mashriqu'l-Adhkr de 'Ishqbd y su di eo fue aprobado por 'Abdu'l-Bah. Ustd 'Al Akbar ofrend su vida como mrtir en Yazd en 1 903. 14 El rabe. 15 Moiss. 16 Hj Mrz Haydar-'Al, destacado maestro y autor bah' persa. Pas nueve aos en prisin vo exiliado en Khartm. Viaj mucho por Irn y falleci en 1920 en Tierra Santa. Los per egrinos occidentales le conocan como "el ngel del Monte Carmelo." 17 Corn 34:12. 18 Jesucristo. 19 Hj Mull Hd Sabzivr, renombrado filsofo y poeta iran, contemporneo de Bah'u'llh. n 1873. 20 Mrz Abu'l-Qsim Farhn, el Q'im Maqm, distinguido poeta y erudito durante el reinado Fath 'Al Shh. Era amigo de Mrz Buzurg, padre de Bah'u'llh. Q'im Maqm lleg a ser Pri inistro de Persia en 1821, pero en 1835 fue condenado a muerte por orden de Muamm ad Shh, por instigacin de Hj Mrz qs. 21 Corn 4:129. 22 Corn 59:9. 23 Muammad Javd-i-Qazvn, a quien Bah'u'llh otorg el ttulo de Ism'llh'l-Jd (El Nom , Munificencia). Transcribi muchas Tablas de Bah'u'llh durante su ministerio, pero ms tarde rompi el Convenio. (Ver Dios Pasa, pgs. 233 y 302.) 24 Azal. 25 Pueblo cercano a Ifahn.
26 Ver nota de pg. 45 (cambiar nmero de pgina). 27 Mrz Ashraf, que fue martirizado en la ciudad de Ifahn. (Ver Dios Pasa, pg. 189.) 28 Las dos Manos de la Causa de Dios, Hj Mull Al Akbar Shahmrzd y Hj Abu'l-Hasan Ard -i-Ilh (Fideicomisario del uqqu'llh), fueron arrestados en Tehern, se les encarcel en azvn en el ao 1891 y luego fueron trasladados a la prisin de Tehern. 29 Prncipe Mahmd Mrz, el Jallu'd-Dawlih, gobernador de Yazd, Persia. 30 Maldito. 31 Bah. 32 Jamld-Dn-i-Afghan (ver Dios Pasa, pgs. 281-301). 33 El Asa Segura. 34 Letra "B", segunda letra del abecedario. 35 Captulo con que se inicia el Corn, que comienza con la letra B: Bismi'llhi'r-Rah mn'r-Rahm (en el Nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso). Este captulo del Corn fue revelado dos veces, una en La Meca y otra en Medina. 36 Jesucristo. 37 Moiss. 38 Tehern. 39 Mzindarn. 40 Esta Tabla iba dirigida a Jall-i-Khu', uno de los primeros creyentes de dhirbyjn, Persia. Despus de la ascensin de Bah'u'llh rompi el Convenio. 41 Cf. Corn 14:33. 42 Cf. Corn 21:23. 43 La Meca. 44 Corn 3:91. 45 Muammad. 46 Mrz Yay. 47 Muammad. 48 Corn 83:6. 49 Moiss. 50 Corn 14:5. 51 Jesucristo. 52 Adrianpolis. 53 rabe. 54 Persa. 55 Muammad. 56 Los imanes. 57 El Bb. 58 Neologismo que ha sido necesario crear para intentar traducir el trmino ingls " Successorship", que significa "cualidad, o posicin, de aquel que es el sucesor de alguien". (N. del T.) 59 Kitb-i-Aqdas. 60 Uno de los primeros creyentes, muy conocido entre los amigos por la fiabilida d de sus transcripciones de las Tablas de Bah'u'llh. (Ver Memorial of the Faithful , pgs. 150-153.) 61 Prstamos que no producen inters y se devuelven cuando lo desea el deudor. 62 Vase Memorials of the Faithful, pgs. 1-5. 63 Vase Memorials of the Faithful, pgs. 49-54. 64 En una tabla Bah'u'llh afirma: "El rbol Santo (Sadrat) es, en cierto sentido, la Manifestacin del nico Dios Verdadero, exaltado sea l. El rbol Bendito de la Tierra de Za'farn se refiere a la tierra floreciente, bendita, santa y muy perfumada, do nde se ha plantado ese rbol." 65Trmino con el que se intenta traducir el neologismo ingls "Firstness", que prete nde transmitir la idea de "que posee la cualidad de ser el, o lo, primero". 66 En muchos de los pasajes que siguen, relativos a los filsofos griegos, Bah'u'llh extrae citas literales de las obras de historiadores musulmanes como Abu'l-Fath -i-Shahristn (1076-1153 d.C.) e 'Imdu'd-Dn Abu'l-Fid (1273-1331 d.C.). 67 En una de sus Tablas, Bah'u'llh escribi: "La primera persona que se consagr a la filosofa fue Idris. As se llamaba. Algunos le llamaban tambin Hermes. l tiene un nom bre especial en todas las lenguas. l fue quien hizo exposiciones completas y conv incentes en todas las ramas de la filosofa. Despus de l, Balins tom sus conocimientos
y su ciencia de las Tablas Hermticas, y la mayor parte de los filsofos que le sig uieron hicieron sus descubrimientos filosficos y cientficos a partir de sus palabr as y sus explicaciones..." En el Corn, en la sura 19, versculos 57-58, est escrito : "Recuerda a Idris en el Libro, pues l fue un hombre de la verdad, un Profeta; y nosotros le elevamos a un lugar en lo alto." 68 Ver nota . 69 Corn 20:106. 70 Muammad. 71 La Meca. 72 El rabe. 73 Moiss. 74 Muammad usayn, uno de los primeros creyentes de Shrz, llamado Vaf (Fidelidad) por Bah'u'llh. 75 El Ms Grande Nombre. 76 Mull usayn. 77 El creador del Becerro de Oro. Ver Corn 20:87-98. 78 A Siyyid-i-Mihdy-i-Dahaj, a quien iba dirigida esta Tabla, Bah'u'llh le confiri el ttulo de Ismu'llhi'l-Mihd, "El Nombre de Dios, Mihd". Posteriormente fue rompedor d el Convenio. (Ver Dios Pasa, pg. 303.) 79 Nabl-i-Akbar. Vase nota en la pg. 157. 80Esta tabla fue revelada despus del martirio del Rey de los Mrtires y el Bienamad o de los Mrtires (vase Dios pasa, pgs. 188-189), e iba dirigida a Shaykh Muammad Bqir , llamado por Bah'u'llh "el Lobo". En esta Tabla Bah'u'llh menciona a Mir Muammad usay n, el Imm Jum'ih de Ifahn, llamado "la Serpiente Hembra", que fue cmplice de Shaykh Muammad Bqir en la persecucin de los bah's (vase Dios pasa, pgs. 186, 188-189 y 206.) a Epstola al Hijo del Lobo iba dirigida a Shaykh Muammad Taqiy-i-Najafi, hijo de S haykh Muammad Bqir. 81 La Meca. 82 Fimih, hija de Muammad. 83 Jesucristo. 84 Corn 4:96. 85 Jesucristo. 86 El Sagrado rbol del Loto, el rbol ms all del cual no hay paso (vase Corn 53:8-18). Es un smbolo de la Manifestacin de Dios. (Vase Dios Pasa, pg. 90.) 87 Corn 2:88. 88 Moiss. 89 Jesucristo. 90 Napolen III. 91 Corn 40:29. 92 Muammad. 93 Fimih, hija de Muammad. 94 Adrianpolis. 95 El Imm-Jum'ih de Ifahn (ver pg. ). 96 Fimih. 97 El Rey de los Mrtires y el Bienamado de los Mrtires. 98 Jesucristo. 99 Ismael. 100 Corn 104:1-2. 101 Beirut. Esta Tabla es "una carta dictada por Bah'u'llh y dirigida por Mrz q Jn, su amanuense, a 'Abdu'l-Bah mientras este ltimo se encontraba de visita en Beirut." ( The World Order of Bah'u'llh, pg. 136.) 102 Del Bb. 103 Corn 7:139. 104 Munificencia. Vase nota . 105 Moiss. 106 Ver nota . 107 Salmos 59:9; 108:10. 108 Corn 14:5.