Ars Poética de Horacio
Ars Poética de Horacio
Ars Poética de Horacio
MANFRED FUHRMANN
Horatii Epistula ad Pisones quae inde a Quintiliani temporibus Ars poetica appellari solet duobus e generibus composita esse videtur: nonnulla sunt illius formae carminum peculiaria qua praecepta traduntur; alia naturam epistularum versibus confectarum reddunt quam poeta senescens creavit. Hac de re homines docti consentiunt, at etiam nunc ambigitur, quatenus Epistula ad Pisones a poeta in formam carminis praecepta continentis redacta sit. Novissimae disputationes (a Brink et a Becker conscriptae) Horatii Epistulae illius carminis compositionem inesse demostrare volunt. Sed huius commentationis auctor Horatii Epistulam cum Vergilii Georgicis comparat, ut Horatii et Vergilii opera pauca admodum communia habere ostendat multum afuit, ut Horatius in Epistula ad Pisones praeceptoris personem induere voluerit. Tamen Epistula multa variaque dogmata complectitur: caput ultimum originem fontesque eorum explanare conatur.
1. Vida y obra de Horacio; posicin del Ars poetica en la obra. Horacio1, cuyo nombre completo es Quinto Horacio Flaco, naci en el ao 65 a. C.; era cinco aos menor que Virgilio y dos aos mayor que Augusto. Proceda de una zona fronteriza del imperio romano, de Venusia en la frontera con Apulia y Lucania, era hijo de un liberto de condiciones nfimas. A pesar de ello el padre mand aprender al chico, al parecer extraordinariamente dotado, aquello que era comnmente accesible solo a adolescentes de capas sociales superiores. A las habituales clases de literatura y retrica seguan estudios filosficos en Atenas. En este momento, el transcurso de la historia alterara el destino de una vida hasta entonces bien planeada: el asesino de Csar, Bruto,
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Una introduccin en alemn ms reciente en la vida y obra: B. Kytzler, Horaz, Mnchen-Zrich, 1985. Una sinopsis excelente proporciona H.P. Syndikus, Horaz, en Metzler-Lexikon antiker Autoren, O. Schtze (ed.), Stuttgart-Weimar, 1997, 341-346.
Anuario Filosfico, 1998 (31), 455-472
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apareci en las aulas atenienses haciendo proselitismo entre los jvenes romanos a favor de la causa de la repblica que se vea amenazada por el cesariano Antonio y pronto tambin por Octavio, el hijo adoptivo de Csar y posterior emperador Augusto. Horacio, de veintids aos, se alist finalmente como comandante de legiones en las batallas decisivas cerca de Filipi. Los republicanos fracasaron; Horacio volvi a Roma con las alas cortadas, como relata l mismo2. Iba tirando con un puesto de escribano y empez a escribir poesa a la manera del recin fallecido Catulo. Aport una considerable carga de agresividad y por ello escogi los gneros aptos para plasmar su mpetu: uno griego, los yambos del Arquloco y uno romano, las stiras de Lucilio. En aquel entonces conoci primero a Virgilio, luego, a travs de l, a Mecenas y finalmente a Octavio. Con Virgilio y Mecenas le uni pronto una amistad que deba durar hasta el final de su vida, con Octavio-Augusto y el estado instaurado por l, una monarqua con tintes republicanos, trab una relacin positiva slo despus de un largo perodo de dudas, dudas que nunca llegaron a desaparecer ni consigui desprenderse de ciertas reservas interiores. Alrededor del ao 30 a. C. cuando Octaviano haba alcanzado la autocracia gracias a la victoria sobre Antonio, finaliza la primera fase de la creacin literaria de Horacio. Mecenas haba regalado entonces a su protegido una granja en los montes Sabinos al noreste de Roma como base existencial y refugio para el amigo necesitado de descanso. Aparecieron entonces inmediatamente seguidos dos libros, las Stiras y el libro de Epodos, con ellos, colmados y madurados sus nimos, Horacio abandon el gnero. Entre los aos 30-23 a. C. se crea la obra que Horacio mismo consider la ms importante y sobre la cual como en ninguna otra se fund su fama, a saber, los tres primeros libros de las odas. Recurri para su creacin a la medida de la lrica elica de Safo y de Alceo y en parte tambin a sus motivos, aproximadamente en la misma poca en la que Virgilio como creador de la Eneida intent competir con Homero. La vuelta hacia la obra tarda no se realiz en el sosiego como cuando creaba las odas; Horacio la estiliz en la epstola intro2
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ductoria 1.1 como una especie de conversin, como una despedida de la futilidad de la poesa, como camino hacia la sabidura. De todo ello merece una atencin ms seria lo que Horacio ha expresado en la Epstola a Floro de la siguiente manera3: Singula de nobis anni praedantur euntes: eripuere iocos, venerem, convivia, ludum. Uno tras otro los aos que pasan nos empobrecen: nos robaron la diversin, el amor, los festejos, el juego. Al parecer, envejeciendo el poeta quiso escribir desde una distancia mayor de la que le hubiera permitido el mantenimiento de las formas lricas. En el nuevo gnero, la epstola versificada, no tena predecesores; la epstola didctica filosfica, p. ej. de la pluma de Epicuro, le suministraba, por lo menos, analogas de contenido y con la medida de los versos, el hexmetro, conect con su propia poesa satrica. El primer libro de epstolas que comprende veinte piezas (publicado hacia el ao 20 a. C.) obedece a los propios preceptos de la forma breve, su encanto se halla en gran parte en el cambio continuo de destinatarios, situaciones y temas. En cambio, el segundo libro de epstolas, igualmente copioso, consta nicamente de tres piezas. El tema predominante es la literatura, particularmente la literatura contempornea, se public a lo ms pronto en el ao 13 a. C. La primera pieza, dedicada al emperador Augusto, contiene una defensa de la poesa contempornea y una enrgica refutacin del gusto retrgrado del pblico. En la segunda pieza, en la ya mencionada carta a Floro, el poeta intenta justificar nuevamente su abandono de la lrica. Finalmente la tercera pieza, la carta a los Pisones, el llamado Ars poetica es la obra de teora de la literatura ms representativa de toda la poca; una suma de lo que Horacio consideraba esencial en este mbito, presentada en tono conversacional y fuertemente influenciado por las doctrinas helensticas. Aproximadamente al mismo tiempo que redactaba las epstolas literarias volvi a escribir odas a pesar de su anterior despedida del gnero, es el cuarto libro que con todo su ropaje solemne ya no logr alcanzar totalmente la elegancia eterea de sus canciones anteriores. Muri en el ao 8 a. C., once
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Horacio, Epstola, 2, 2, 55 s.
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aos despus de Virgilio y unos pocos meses despus de su bienhechor Mecenas. La obra completa de Horacio es rica en tensiones, en tendencias divergentes. La multiplicidad de gneros y versos (yambos/epodos, stiras, odas, epstolas) parece abarcar algunas actitudes y papeles que se excluyen mutuamente: el filsofo y el cantor al vino y al amor, el sabio retirado y el hombre cortesano y mundano, el individualista y el patriota comprometido, el republicano y el amigo de Augusto. En la raz de todas estas polaridades se hall tal vez el antagonismo de dos necesidades fundamentales: por un lado el impulso moral, el afn de trabajar en su perfeccionamiento y en el de los dems en el sentido de alcanzar un ideal tico filosficamente fundado, por otro, el mpetu de gozar de la vida, de la hora feliz amenazada por la fugacidad del tiempo. El lazo interior que une estas tendencias opuestas de la obra horaciana es la forma artstica casi centelleante, es adems una actitud de irona, escepticismo y urbanidad que parece no temer nada tanto como los asentamientos definitivos.
2. El poema didctico antiguo, los dos tipos principales. La forma del Ars poetica est relacionada con dos gneros, con la epstola versificada y el poema didctico. La doble tradicin se refleja incluso en el ttulo. Al parecer el escrito se llam al principio sencillamente Epistula ad Pisones. El nombre de Ars poetica de todas formas no es autntico; lo encontramos por primera vez un siglo despus de la creacin de la obra mencionado por el profesor de retrica Quintiliano4. Esto revela que ya los lectores de este primer siglo postcristiano consideraron el escrito como un compendio de teora literaria, que descubrieron en l una suma de la doctrina potica. Esta interpretacin es unilateral, como se mostrar ms tarde, sin embargo, no es equivocada, desde luego, y es por ello que no se puede dejar de contemplar esta raz que condiciona la tradicin del Ars potica, la del poema didctico.
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Un poema didctico es una obra literaria que transmite asuntos filosficos o cientficos con pretensiones artsticas, preferentemente en forma versificada5. El gnero, como de costumbre un producto de los griegos, surgi en una fase cultural que no conoca todava la prosa literaria y la separacin entre mito, historia y dems saberes dignos de transmitirse; era y as permaneci durante toda la Antigedad un renuevo de la epopeya. Tambin conoci, si bien de modo intermitente durante la Edad Media y la temprana poca moderna, perodos de cultivo ms o menos intenso; sin embargo, puede considerrselo muerto a finales del s. XVIII y el propio Goethe pronunci su discurso fnebre: en un artculo titulado Acerca del poema didctico del ao 18276 en el que lo considera como un hbrido entre poesa y retrica, como algo que se resiste a una clasificacin en el sistema de los tipos literarios. Cuando Horacio escribi su Ars poetica el gnero ya haba cumplido una larga tradicin. Los poemas didcticos griegos surgidos hasta la fecha pertenecen manifiestamente a dos tipos principales: un tipo ms antiguo y otro ms reciente. El tipo ms antiguo, en boga en la poca entre 700 y 550 a. C., apuntaba al conocimiento y la interpretacin del mundo. Su objeto no era cualquier aspecto especfico, sino intelecciones fundamentales en el orden de la existencia humana o de la naturaleza. Hesodo, el arquegeta fundador del gnero, present en la Teogona una historia mtica del origen del cosmos y en Los trabajos y los das los fundamentos jurdico-ticos de la existencia agrcola; Parmnides, Empdocles y otros presocrticos anunciaron en sus poemas didcticos su cosmovisin filosfico-fsica. El tipo ms reciente, separado del ms antiguo por un hiato de varios siglos, surgi en la poca helenstica, en el s. II a. C.; fuera del nombre apenas tiene nada en comn con el ms antiguo. En l
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Acerca de la poesa didctica antigua vase p.ej. E. Phlmann, Charakteristika des rmischen Lehrgedichts, en Aufstieg und Niedergang der rmischen Welt, I, 3, Berlin-New York, 1973, 889 ss.; B. Effe, Dichtung und Lehre, Untersuchungen zur Typologie des antiken Lehrgedichts, Mnchen, 1977. 6 Gedenkausgabe der Werke, Briefe und Gesprche, E. Beutler (ed.), vol. 14, Zrich-Stuttgart, 1964, 370 ss.; ver a este respecto B. Fabian, Das Lehrgedicht als Problem der Poetik, en Die nicht mehr schnen Knste, H.R. Jau (ed.), Mnchen, 1968, 67 ss.
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ya no se trataba de una interpretacin del mundo (para ello exista la prosa filosfica), en el fondo ni siquiera se trataba de transmisin de saberes (para ello servan los escritos especializados), importaba en primer lugar la forma, la tcnica; importaba dominar poticamente, con elegancia y precisin una materia lo ms spera y apotica posible. Los manieristas de la poca helenstica componan poemas didcticos acerca de los signos del zodaco, los venenos animales, la apicultura y otras particularidades, no para ilustrar a sus lectores, sino para deleitarlos con su arte de exposicin literaria. Los poetas didcticos romanos encontraron completamente elaborados los dos tipos de la tradicin griega, el poema csmico serio y el poema especializado ldico, por ello pudieron intentar y de hecho intentaron unir las caractersticas de ambos tipos. As lo hizo ya Lucrecio, el autor del poema didctico ms antiguo que conservamos en lengua latina, si bien predomina en l el afn de interpretacin del mundo y por tanto los rasgos del poema didctico arcaico de los griegos; y del mismo modo lo hizo Virgilio una generacin ms tarde, el antecesor inmediato de Horacio. En las Georgicas de Virgilio estn manifiestamente fundidas las dos tendencias: por un lado la actitud helenstica, el como s de la enseanza, la disposicin juguetona de la materia, la forma pulida con su densidad y elegancia, por otro, el empuje arcaico, la pretensin del anuncio de intelecciones claramente existenciales. El hbrido genrico de Horacio (si se me permite el uso sin intencin valorativa de esta designacin) tiene por as decir en las Georgicas de Virgilio si no un modelo, por lo menos un anlogo. En Virgilio se cruzan dos tipos de un gnero, en Horacio dos gneros, se podra afirmar incluso que en Horacio, en el Ars poetica, se han juntado la combinacin de los dos tipos del poema didctico y adems la epstola versificada. Al poema didctico apunta el afn de generalizar, de sinopsis, a l apunta adems el correlato de este afn, la renuncia a la exhaustividad, el principio de la seleccin, del ejemplo significativo, un principio que le aade ligereza y gracia a la obra lo que le quita en seriedad ilustrativa. A la epstola versificada, una creacin especficamente horaciana, como ya se observ se deben a su vez dos particularidades de la forma de tratamiento de la materia predominante en el 460
Ars poetica. Por un lado se despliega la temtica en el Ars poetica de modo diferente al de las obras cientficas segn criterios lgico-sistemticos. La epstola pretende reflejar una realidad social, el tono conversacional urbano que cultivaba la clase culta de aquel entonces en sus cartas. Evita lo impertinentemente doctrinario, elude la severidad y la rigidez. Hace como si fuese esbozada improvisadamente, su estructura es relajada, se complace en desvos y digresiones y a veces recoge asuntos ya tratados. Por otro lado la temtica en el Ars poetica no se despliega como un solo hilo sino lo hace como si fueran varios los hilos argumentativos. Se entretejen motivos principales y secundarios y su importancia suele cambiarse continuamente: un motivo, a primera vista secundario, se convierte en asunto principal y viceversa. Tambin este recurso podra derivarse del estilo epistolar urbano, sirve en Horacio para juntar las partes entre s, para la unin camuflada de lo que con una mirada superficial parece estar inconexo.
3. Parfrasis y explicacin de los versos 1-45 del Ars poetica, sinopsis de la totalidad. Una parfrasis del primer apartado del Ars poetica podra ser la siguiente7: Si un pintor quisiera reproducir un animal de fbula grotesco compuesto de hombre, caballo, pjaro y pez la gente se le reira en la cara. As ocurre con las materias poticas: se parecen a las fantasas de los enfermos de fiebre, cuando el principio, el medio y el fin no se corresponden. Ciertamente los poetas, al igual que los pintores, postulan justificadamente que son atrevidos, que tienen derecho a ir hasta los lmites de lo verosmil; pero no se les permite ni absurdidades ni descripciones artificiosas que no vienen a cuento. Por mucho que uno entienda de la reproduccin de determinados objetos: lo que importa es la totalidad y la sencillez y la unidad que son la ley suprema. Ciertamente hay que aspirar a la diversidad pero,
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Lo que sigue segn M. Fuhrmann, Die Dichtungstheorie der Antike, Darmstadt, 1992, 125 ss. (cit. Die Dichtungstheorie). El Ars poetica.
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como en otras circunstancias, en la brevedad de la expresin, p. ej. o en la altura del estilo, es difcil preservarse de exageraciones: el que quiera evitar monotona cae fcilmente en el otro extremo y presenta cosas inconexas. Para impedir estos peligros se debe seleccionar una materia adecuada, apropiada al propio talento, entonces no faltar ni la expresin ni la disposicin convincente de las partes. La disposicin correcta se reconoce en el hecho de que todo se diga al tiempo adecuado, ni demasiado temprano ni demasiado tarde. He aqu los 45 primeros versos del Ars poetica. Tienen en comn con la lrica oscura el hecho de que apenas se comprenden en la primera lectura o audicin, tampoco la parfrasis que ofrezco, a pesar de que ya simplifica y vuelve ms unvocas bastantes cosas. El contenido poetolgico de esta parte puede reducirse a las siguientes frmulas: El tema principal son dos exigencias estrechamente vinculadas: la unidad y la totalidad de la obra potica. Los conceptos directivos del original rezan: unum, totum, simplex. Como criterio ms importante de la unidad sirve la armona interna de la ficcin que, a su vez, se mide con el criterio de la verosimilitud. Al final se constata adems que las partes de la obra deben enlazarse con lgica. Horacio no presenta preceptos aislados: argumenta desde el punto de vista del creador que tiene que tener en cuenta siempre varias cosas, no solo la verosimilitud sino tambin la invencin, no solo la unidad, sino tambin la variedad. Incluye en seguida dos instancias contrarias en sus consideraciones: la audacia, la libertad de la ficcin, y la variatio. Las exigencias de la audacia y la variatio van en contra de la unidad y lo que exige la unidad va en contra de los dos principios anteriores: la tarea del poeta es buscar el correcto equilibrio. Esta parte corresponde a los captulos 7 y 8 de la Potica aristotlica. Horacio coincide en los principios con su predecesor. Pero a la vez su forma de presentacin (haciendo caso omiso del hecho de que Aristteles trata de la tragedia y Horacio de la literatura en general) deja entrever dos diferencias: mientras que Aristteles se limita a las exigencias de la obra literaria, Horacio tiene en cuenta tambin los desvelos y las dificultades del poeta y en una ocasin, en el cuadro absurdo de los versos iniciales, piensa tambin en el pblico. La obra se refiere, por tanto, para Hora462
cio desde el principio a los hombres que la deben crear y a aquellos para los que se crea. Por otro lado, Horacio ha proyectado los problemas por as decir sobre la superficie: en vez de una estructura de accin como la haba postulado Aristteles, en vez de una estructura de partes formando una totalidad, postula una armona icnica, una adecuacin externa comprobable, por as decir, visualmente. Baste eso como muestra de cmo est organizada en detalle la epstola versificada poetolgica (uso esa voz para abarcar as la naturaleza doble del Ars poetica) de verso en verso y de apartado en apartado, y qu juicio merece la totalidad? Esta pregunta apunta a la estructura, la composicin el plano del Ars poetica. Con ello se pone el dedo en la llaga de la investigacin de Horacio: desde siempre se han tenido grandes dificultades para aclararse el esquema del Ars poetica y an hoy sigue habindolas. Escalgero habl en nombre de muchos al constatar que Horacio haba elaborado su Ars sine arte, sin arte, sin sistema, como una obra que se asemeja a una stira8. Desde el s. XIX tardo prevaleca, sin embargo, la hiptesis de que debajo del poema deba subyacer un plano que solo haba que descubrir y calcar. Pero no se limitaron desgraciadamente nos lo descubren los resultados al anlisis de la obra misma; se recurri ms bien a esquemas que se sacaron de los manuales de retrica y dems obras especializadas y se intent demostrar su influencia determinativa sobre el Ars poetica. Se hizo famoso al respecto un artculo de Eduard Norden9. Interpret el Ars poetica como eisgoge, es decir, como escrito preliminar a una ciencia: Horacio utilizara un esquema habitual en la literatura eisaggica que dividira la materia en las rbricas arsartifex, arte-artista y por lo dems, Horacio habra prestado esquemas de otros escritos eisaggicos. De las tesis de Norden ha quedado vigente, despus de varias controversias, nicamente el hecho de que en el Ars poetica se pueden distinguir con seguridad dos partes principales: una parte que se ocupa preferente8
Julius Caesar Scaliger, Poetices libri VII, hacia el final de la Praefatio ad Sylvium filium (t. 1, 12 de la edicin de L. Deitz, G. Vogt-Spira, Stuttgart, 1994), ver adems 6.7.338 de la edicin de Lyon 1561. 9 E. Norden, Die Composition und Literaturgattung der Horazischen Epistula ad Pisones, Hermes, 1905 (40), 481-528.
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mente de la obra potica y otra que se ocupa del poeta, siendo cuestionable si Horacio fue inspirado a ello por un esquema convencional. Toda la discusin ha producido pocos resultados provechosos. Este juicio parece aplicable igualmente a los dos intentos ms recientes de gran envergadura encaminados a solucionar el problema, las hiptesis de Becker y Brink10. Ambos, tanto Becker como Brink, coinciden en que los dos primeros apartados del Ars poetica constituyen una introduccin, un introductorium que todava no explica la temtica misma del Ars poetica. Por lo dems, los dos eruditos llegan, no obstante, a conclusiones diametralmente opuestas. Becker opina que el Ars poetica consiste en una introduccin y dos partes principales, a saber, de una parte sistemtica que procede de un escrito doctrinal griego, precisamente de la Poetica del escritor helenstico Neoptolemos de Parion11, as como de una parte tica romana. Esta tesis fracasa desde el momento en que la presunta parte griega est entremezclada con partculas romanas, las dos partes no se distinguen por su talante nacional sino por su contenido. Brink a su vez reconstruye primero la estructura del escrito de Neoptolemos de Parin (cree poder reconocer all por cierto, plausiblemente la trada de povhma, povhsi, poihthv (forma-materia-poeta) e intenta a continuacin demostrar, pero sin xito, que Horacio ha adoptado este esquema. No quisiera aadir nada ms acerca de la composicin en cuya averiguacin se sucumbi una y otra vez a la tentacin de solucionarla a favor del poema didctico y con ello a costa de la epstola versificada: se ha credo poder observar la univocidad plana de una leccin didctica tambin all donde Horacio se ha sustrado a una univocidad de esta ndole. Un intento no demasiado violento de divisin del Ars poetica cuenta, como lo hace Norden y otros, con dos partes principales, una inspirada en la
C. Becker, Das Sptwerk des Horaz, Gttingen, 1963; C.O. Brink, Horace on Poetry. Prolegomena to the Literary Epistels, Cambridge, 1963. Acerca de lo que sigue ver M. Fuhrmann, Komposition oder Schema? Zur Ars poetica des Horaz, Horace: luvre et les imitations. Un sicle dinterprtation, Entretiens sur lantiquit classique, 39, Vanduvres-Genve, 1993, 171 ss. (cit. Komposition). 11 Ver a este respecto en este estudio, la nota 10.
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esttica de la obra ante todo, as como una de esttica de la produccin y recepcin. La parte de la esttica de la obra (1-294) parece consistir en 8 apartados. Los primeros cinco apartados (145; 46-72; 73-118; 119-152; 153-178) tratan de problemas de potica general (se habla de la estructura, del estilo, de las figuras); siguen dos apartados con temas literarios especficos, acerca de la tragedia y el drama satrico (179-219; 220-250) y nuevamente un apartado general (251-294). Los seis apartados de la segunda parte principal se centran en la persona del poeta (295322; 323-346; 347-390; 391-407; 408-452; 453-476); se ocupan del comportamiento de los genios demenciales, de la mentalidad utilitarista de los romanos, de fallos disculpables e imperdonables de la obra literaria y su finalidad, de la crtica de los amigos y finalmente otra vez de los genios demenciales, all se cita como ejemplo a Empdocles y su supuesto salto al Etna.
4. Comparacin del Ars poetica con las Gergicas de Virgilio. La relacin entre poema didctico y epstola versificada en el Ars poetica precisa todava de una definicin ms exacta. Para ello puede ser til la comparacin de la obra horaciana con el poema didctico cronolgicamente ms cercano, las Georgicas de Virgilio. Las Georgicas renen ciertamente tendencias propias de los dos tipos de poema didctico surgidos dentro de la tradicin griega, la exigencia de interpretacin del mundo y el virtuosismo ldico, no obstante permanece siendo un poema didctico puro. Sin embargo, en el Ars poetica el tono aleccionador del poema didctico es moderado y se halla en parte superado por el tono conversacional de la epstola versificada; la temtica no se desarrolla segn criterios lgico-semnticos, sino como una conversacin urbana y desplegndose como un tejido de motivos principales y secundarios cuya importancia vara continuamente. La diferencia entre las dos obras, las Georgicas y el Ars poetica se puede describir fcilmente con mayor exactitud. Las Georgicas obedecen, como el Ars poetica, a los dos principios de presentacin ya mencionados: la seleccin y la concepcin interpretativa de las interrelaciones. Ahora bien, se destacan, 465
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a diferencia del Ars poetica, segn un plano exactamente calculado y fcilmente reconocible para el lector12. Esta estructura no se ilustra ciertamente como en un manual en prosa a travs del vocabulario de la lgica conceptual y sistemtica, a travs de definitio, genus, species, differentia, etc., cosas semejantes hubieran resultado demasiado secas y apoticas. Por otro lado, no faltan seales que anuncian el plano de la totalidad as como el progresar de la presentacin de un punto al otro. La obra empieza con una sinopsis del contenido de los cuatro libros. El primer libro se ocupa de la agricultura, el segundo de la arboricultura y particularmente del cultivo de la vid, despus sigue en el tercero el ganado, etc. Los diversos apartados dentro de cada libro estn marcados ms raramente por anuncios formales y a menudo por conceptos centrales o frmulas que tienden un puente por encima de esta especie de sutura entre sistemas. Dicendum et, quae sint duris agrestibus arma, reza p. ej. la transicin hacia los instrumentos agrcolas. Hay que mencionar tambin qu instrumentos tienen los duros labradores13. En otro lugar se suceden las cosas como en un manual; se recapitula lo visto hasta ahora y se anuncia lo venidero14: Hoc satis armentis; superest pars altera curae, lanigeros agitare greges hirtasque capellas / Esto basta para el vacuno; ahora queda la otra parte de la atencin, traer y llevar ganado lanar y velludas cabras. Frente a esto Horacio se impuso una mayor moderacin en el Ars poetica; la secuencia asindtica de las diversas partes es justamente un principio de estilo. Podra interpretarse como consecuencia del entramado de los motivos, de las transiciones fluidas de un motivo al otro: cuando se prepara paulatinamente el prximo motivo mientras se trata el anterior entonces no entra en consideracin una seal que destacara la mencionada sutura entre sistemas. As es como la mayora de las veces los diversos temas chocan unos con otros, una excepcin se encuentra p. ej. al principio del apartado sobre los fallos perdonables: Sunt delicta ta12 13 14
Lo que sigue segn M. Fuhrmann, Komposition, 194 ss. Virgilio, Georgicas, 1, 160. Virgilio, Georgicas, 3, 286 s.
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men, quibus ignovisse velimus, Hay tambin fallos con los que quisieramos ser indulgentes15. La norma de la secuencia asindtica tambin arroja luces sobre el principio del Ars poetica. Este apartado fue interpretado como vimos16 por Becker y Brink como introduccin al estudio de la totalidad, errneamente como quisiera aadir en este momento. El primer apartado no contiene ninguna tpica exordial, ni la de una carta ni la de un poema mayor. Adems no prepara la temtica propiamente dicha; contiene, antes bien, una pieza maciza de teora de la literatura clasicista, los dogmas de la unidad y de la totalidad de la obra de arte. Ahora, en la comparacin con las Georgicas se aade otro punto de vista, a saber, que el apartado ni es un anuncio del tema ni una sinopsis del contenido. En ello se manifiesta la misma intencin que en las transiciones sin marcar: el lector debe intentar comprender desde el principio por su propio esfuerzo de que va el asunto y cmo estn relacionados los diversos apartados.
5. La posicin del Ars poetica dentro de la teora literaria antigua. Las obras de teora de la literatura suelen surgir a menudo por un motivo determinado: se dirigen contra una concepcin existente e intentan suplantarla por otra ms adecuada. La Potica aristotlica p. ej. surgi en oposicin contra el anatema pronunciado por Platn contra la literatura. El Ars poetica de Horacio, sin embargo, tiene otro talante: no se dirige contra una postura terica ajena de importancia fundamental. Codifica lo vigente; ofrece una sntesis, por muy eclcticamente que trate su materia. Realiza la suma de su poca, del clasicismo augusteo que, a su vez, en sus concepciones tericas se halla fuertemente vinculado con el helenismo. Resulta difcil precisar aspectos ms concretos acerca de la relacin del Ars poetica con el helenismo. La teora helenstica se
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ha perdido salvo algunos restos escuetos y as cuesta mucho separar lo que Horacio debe a las fuentes helensticas y lo que constituye una contribucin personal. Como regla emprica puede afirmarse que, como todos los poetas didcticos, no reivindic ninguna originalidad material. A Horacio se deben, por tanto, la forma, la seleccin, el modo de presentacin; son helensticos los conceptos y la doctrina. Ahora bien, el comentarista de Horacio, Porfirio (s. III), asevera que en el Ars poetica se han juntado las mximas de teora literaria de Neoptolemos de Parin, si no todas al menos las ms importantes17. Ello forma la base de los intentos de reconstruccin ya comentados de Becker y Brink. Las enseanzas de Neoptolemos se nos revelaron en sus lneas principales a raz del descubrimiento de unos papiros: en una villa de Herculano sepultada por el Vesubio se descubrieron varios escritos del filsofo epicreo Filodemo de Gadara, entre ellos una obra con el ttulo Acerca de los poemas18. En ellos se polemiza entre otros contra Neoptolemos como demuestra la afortunada restitucin de una laguna19 y esta polmica ofreci la posibilidad de reconstruir la estructura y las tesis principales del escrito de Neoptolemos; lo que sobre todo ha permitido conocer que su Poetica se basaba en la tricotoma forma-materia-poeta. Este estado de la cuestin resulta, sin embargo, algo ms complejo20. A las categoras de forma y materia se superpone otra biparticin, la distincin entre obras literarias pequeas y grandes. En ello se manifiesta la influencia contempornea: los poetas alejandrinos, ante todos Calmaco, haban introducido esta distincin, para rechazar los gneros grandes, la epopeya y el drama y de favorecer los pequeos porque crean poder realizar a travs de ellos su ideal de la perfeccin formal. Neoptolemos adopta esta biparticin, pero no para confirmarla sino para atacarla. Detrs de las categoras abstractas forma (junto con los
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Pomponius Porfyrio, Commentum in Horatium Flaccum; acerca del verso 1 de la Ars poetica, 162 de la edicin de A. Holder, Innsbruck, 1894. 18 Philodemus, De poematis, libro V, griego y alemn, ed. por Chr. Jensen, Berlin, 1923. 19 Por Ch. Jensen, 27 de la edicin citada en la nota 18, col. 10, 1.33 del papiro. 20 Lo que sigue segn M. Fuhrmann, Die Dichtungstheorie, 145 ss: Los gneros grandes: Aristteles y Neoptolemos.
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gneros pequeos) y materia (junto con los gneros grandes) se hall evidentemente el intento de vincular dos posiciones procedentes de pocas distintas y que parecan excluirse mutuamente: la rbrica poe(i)ema (forma) tuvo en cuenta las aspiraciones de los calimaqueos. La rbrica po(i)esis (materia), en cambio, expres que los gneros del drama y de la epopeya tratados por Aristteles y con ellos la teora aristotlica acerca de la estructura de la accin y las figuras seguan perteneciendo al arte potico. Neoptolemos intent mediar; era tan aristotlico como alejandrino. Brink ha intentado demostrar, como ya indicamos21, que el Ars poetica haba seguido, apartado tras apartado, la disposicin de Neoptolemos, una hiptesis que convierte el Ars poetica en una parfrasis de la Potica de Neoptolemos. En cambio, hay muchos argumentos en pro de la suposicin de que este escrito haya acotado el terreno para el Ars poetica y haya suministrado los materiales. As se comprendera tambin un rasgo del Ars poetica cuya existencia permanecera de otra forma en la oscuridad: el predominio de los gneros grandes particularmente del drama. Esta inercia de la teora de la literatura, su fijacin casi servil en el mbito determinado por el concepto de la imitacin desde Platn y Aristteles hubiera sido extremadamente extrao si no hubiera existido la Poetica de Neoptolemos. El helenismo haba producido un auge de las formas pequeas que no va a la zaga de la antigua poca lrica de la literatura griega: la creacin pequea gozaba de la primaca, se convirti en programa. Adems Horacio mismo era continuador, por un lado, de la lrica griega clsica y, por otro, de la literatura helenstica, no obstante en su obra principal de teora de la literatura ilustr sus doctrinas en primer lugar con el drama y la epopeya y solo muy marginalmente con gneros de la lrica. De esta manera se revelaron tambin en l los contornos de la imitacin platnico-aristotlica, de la mmesis, mediatizados por Neoptolemos. El Ars poetica ha fundido varias capas de la teora de la literatura antigua o, dicho de otra manera, en ella se han juntado varias doctrinas de procedencias diversas: sofsticas, aristotlicas, retricas, helensticas. Una breve sinopsis de estos presupuestos
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compuestos en el Ars poetica con el fin de constituir un todo uniforme cerrar estas explicaciones. Una tpica antigua que se remonta hasta los sofistas se puede rastrear en dos doctrinas del Ars poetica: en los dogmas del doble origen y del doble efecto de la literatura. Natura fieret laudabile carmen an arte, quaesitum est. Se ha preguntado si el talento hace el poema digno de encomio o la tcnica22 Horacio opina, de acuerdo con Neoptolemos, que ambas premisas deben cumplirse. Demcrito23 y Platn24 haban declarado el talento, el ser dotado de inspiracin divina, el entusiasmo como fuente de la verdadera creacin literaria; la Potica aristotlica presupone ya el punto de vista del tanto lo uno como lo otro25. Aut prodesse volunt aut delectare poetae; Los poetas quieren ser o tiles o entretener26, reza una de las frmulas concisas que Horacio ha encontrado para la doctrina de la finalidad de la literatura. Desde la competicin de poetas plasmada en Las ranas de Aristfanes27 este problema ha sido permanentemente tema de discusiones y ha encontrado diversas respuestas. La catarsis28 aristotlica, la hiptesis ms atrevida y profunda respecto del asunto, no entr en la tradicin por su complejidad. En la poca helenstica parece haber prevalecido un punto de vista puramente hedonstico29 la poesa tiene que entretener y nada ms. Neoptolemos opin de modo distinto, tambin en este particular es antecesor de Horacio. Horacio no conoci la base ms importante de su teora, la Potica de Aristteles, tampoco la Retrica que de vez en cuando se vislumbra en l. Todo lo que en l remite a esta obra, ha sido transmitido y tambin modificado por autores posteriores, particularmente, al parecer, por Neoptolemos. Un fondo aristotlico se
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Horacio, Ars poetica, 408 s. Fragmento B 18 de la edicin de H. Diels y W. Kranz, Berlin, 1958. 24 Platn, Fedro, 244a ss. 25 La tcnica es objeto de la Potica en su totalidad; del talento se trata en el captulo 17. 26 Horacio, Ars poetica, 333. 27 Aristfanes, Las ranas, 1008 ss. 28 En la definicin de la tragedia, Aristteles, Potica, 6. 29 As p.ej. Eratstenes, segn Estrabn, Geographica, 1, 15.
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hace notar en los apartados 1-6 del Ars poetica y despus ya no, por tanto, en los apartados acerca de la unidad y la totalidad de la literatura, acerca del estilo, de la accin y los caracteres as como acerca de la tragedia. Mientras que Aristteles intenta averiguar por doquier y con anlisis perspicaces la estructura en los correspondientes captulos de la Potica (dejando aparte las prescripciones de estilo) en la relacin de la literatura con la realidad (con las categoras necesario, posible, verosmil, creble, etc.), en la totalidad de la accin, en la relacin de la accin y del carcter, el Ars potica se limita, por regla general, a la superficie grfica, a lo externamente reconocible, particularmente a las convenciones fijas que preceptan unas propiedades determinadas para cada detalle. Horacio ha sustituido la potica estructural de Aristteles por una potica de estilo y conveniencia30. El Ars poetica de Horacio es el testimonio ms antiguo en lo que respecta al concepto de mmesis ampliado que hizo escuela sobre todo en el Renacimiento. El concepto de la imitacin design desde su origen, particularmente en Aristteles, la relacin entre literatura y realidad. El Ars poetica los utiliza tambin en este significado; en otro lugar, sin embargo, la expresin (no imitatio, pero s imitator) apunta a la relacin de una obra nueva con otra ms antigua, all Horacio tiene in mente, por tanto, la imitacin de modelos literarios31. Esta nueva dimensin del concepto de la imitacin proceda de la retrica; all se haca referencia al estilo, desde las palabras aisladas hasta la escritura de la totalidad. La concepcin de que uno debera intentar superar los antecesores, muy familiar a los rtores desde haca tiempo, se convirti en patrimonio comn entre los griegos en el siglo I a. C. Prepar el clasicismo que eligi como modelos32 a Demstenes y Lisias y los oradores del siglo IV en general. Aparte de los motivos ms antiguos mencionados hasta ahora han entrado en el Ars poetica algunos rasgos ms recientes que reflejan la prctica literaria del helenismo, as por ejemplo, la gran importancia que se atribua a la forma externa. Aristteles se
Comprese ms arriba, 461. Horacio, Ars poetica, 134. A la imitacin de modelos literarios se refiere ya imitari en Satira 1, 10, 16 s. 32 Ver a este respecto M. Fuhrmann, Die Dichtungstheorie, 153 ss., 185 ss.
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haba dedicado solo espordicamente a estos aspectos. En Horacio, sin embargo, los preceptos referidos a la forma externa ocupan un sitio mayor; adems anuncian una situacin posterior de toda la literatura, una situacin que presupone en todas partes, en el lenguaje, en el verso, en la composicin, normas fijas que regulan una multiplicidad de detalles. Adems el decorum, el aptum (lo adecuado y decoroso, lo convencional y por tanto tambin lo tpico) desempean en el Ars poetica un papel dominante33. Esta categora se deriva en ltima instancia tambin de la retrica. Dos elementos se reunan en ella: por un lado apuntaba a lo fctico, a la realidad representada y, por otro, a reglas de lo admisible en esta o aquella situacin. Ambos mbitos encontraron su eminente terico en el discpulo de Aristteles, Teofrasto: en la obra perdida Acerca del estilo. Escribi adems los famosos Caracteres y parece haber asistido a sus clases el poeta Menandro, el representante ms importante de la llamada Comedia Nueva, en la que los tipos caractersticos desempean un papel importante. El Ars poetica de Horacio est, por as decir, embebida por la categora estilstico-caracterolgica de la conveniencia: a ella se dedican dos apartados enteros de la primera parte principal (en las Pericopas acerca del estilo y los caracteres34) tampoco faltan en otras partes las referencias a lo adecuado y lo decoroso. Entre las doctrinas de esttica de la produccin del Ars poetica se destaca el precepto de la severidad formal35. Aqu se observa con particular claridad el fondo helenstico. El siglo IV a. C. solo haba producido literatura epigonal, hasta que Menandro y sobre todo Calmaco se atrevieran a innovar, Calmaco con el postulado, programtico para la poca, de las formas pequeas y la severidad formal. Ambos aspectos estaban interrelacionadas: la intensidad de la creacin literaria y el esfuerzo inaudito que era necesario para ello, hacan imposible la produccin de obras extensas. Los principios de Calmaco llegaron a Roma siglo y medio ms tarde. Catulo y sus amigos eran los primeros en declararse partidarios: Horacio a su vez se haba apropiado de estos principios ya en sus stiras, en su polmica contra su antecedente Lucilio que
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M. Fuhrmann, Die Dichtungstheorie, nota 32, 156 ss. Horacio, Ars poetica, 73 ss.; 153 ss. Acerca de este particular vase M. Fuhrmann, Die Dichtungstheorie, 159
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haba rehusado el esfuerzo de pulir sus obras. La carta a Augusto36 y el Ars poetica generalizan esta crtica: la totalidad de la literatura romana ms antigua tena que sufrir ahora el reproche del descuido. El ideal de Calmaco de la severidad formal pertenece en el Ars poetica a los motivos fundamentales de la segunda mitad de la obra; la prohibicin del diletantismo, el postulado de la autocrtica y de la crtica por parte de amigos37 contienen consecuencias que derivan inmediatamente de este ideal.
Manfred Fuhrmann Auf dem Stein, 40 D-88662 berlingen (Bodensec) Alemania
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