Berger y Luckman-La Construccion de La Realidad-Intro y Cap. 1

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LA CONSTRUCCION SOCIAL DE LA REALIDAD Libro: Berger y Luckmann, La construccin social de la realidad Captulos: Introduccin y captulo 1.

INTRODUCCION: EL PROBLEMA DE LA SOCIOLOGIA DEL CONOCIMIENTO Las dos tesis fundamentales de la sociologa del conocimiento son, para estos autores: La realidad se construye socialmente. La sociologa del conocimiento debe analizar los procesos por los cuales esto se produce. Conceptos importantes son realidad (entendida como una cualidad propia de los fenmenos que reconocemos como independientes de nuestra volicin) y conocimiento (que definimos como la certidumbre de que los fenmenos son reales y que tienen ciertas caractersticas). Realidad y conocimiento son trminos relativos, porque lo que es real para un tibetano puede no serlo para un americano, o tambin, el conocimiento que tiene un criminal es distinto al que tiene un criminalista. La sociologa del conocimiento estudia estas diferencias, pero tambin los procesos por los cuales cualquier conocimiento llega a ser considerado socialmente como realidad. En otras palabras, la sociologa del conocimiento se ocupa de la construccin social de la realidad. La expresin 'sociologa del conocimiento' la acua Max Scheler dentro de un contexto filosfico, no an sociolgico. En cualquier caso y de modo general, la sociologa del conocimiento se ocupa de la relacin entre el pensamiento humano y el contexto social donde se origina. Los antecedentes inmediatos de la sociologa del conocimiento son tres corrientes alemanas: la marxista, la nietzscheana y la historicista. La sociologa del conocimiento deriv de Marx su idea bsica: la conciencia del hombre est determinada por su ser social. Tambin tom de este autor el concepto de 'ideologa' (ideas que sirven como armas para intereses sociales), y la de 'falsa conciencia' (pensamiento alejado del verdadero ser social del que piensa). Tambin utiliz las ideas marxistas de 'infraestructura' (actividad humana) y 'superestructura' (mundo producido por esa actividad). El anti-idealismo de Nietzsche introdujo perspectivas adicionales en cuanto al pensamiento humano como instrumento de lucha por la supervivencia y el poder. Hizo su propia teora de la falsa conciencia analizando el significado social del engao y el autoengao, y de la ilusin como condicin necesaria para la vida. En general, la sociologa del conocimiento fue para Nietzsche una aplicacin del 'arte de la desconfianza'. El historicismo, por su parte, destac la relatividad e historicidad inevitable del pensamiento humano, dado en la ideas de 'determinacin situacional' y 'asiento de la vida', lo que fue fcilmente relacionable con el nfasis sobre la situacin social del pensamiento. Este enfoque estimul el mtodo histrico en la sociologa del conocimiento. Para Scheler (alemn), investigar en sociologa del conocimiento tiene sentido como medio para despejar los obstculos del relativismo, a fin de proseguir su verdadera tarea filosfica, pues para l la filosofa deba trascender la relatividad de los puntos de vista histricos y sociales. Para este pensador, la sociologa del conocimiento es un mtodo negativo: los 'factores reales' regulan las condiciones en que ciertos 'factores ideales' pueden aparecer en la historia, pero no afectan a stos ltimos: la sociedad determina la presencia pero no la naturaleza de las ideas. En este contexto, Scheler analiz en detalle cmo el conocimiento humano es ordenado por la sociedad, la cual le proporciona una 'concepcin relativo-natural del mundo' para pensar. En Mannheim (ingls) la sociologa del conocimiento tuvo alcances ms vastos. Para l, la sociedad llega a determinar el contenido de las ideas, salvo en las matemticas y en parte en las ciencias naturales. Mannheim distingui entre los conceptos particular, total y general de ideologa, o sea, respectivamente, una parte del pensamiento del adversario, la totalidad del

pensamiento del adversario (falsa conciencia de Marx), y la ideologa de uno mismo. Con esto ltimo llega ms lejos que Marx y alcanza el nivel de la sociologa del conocimiento mediante la idea de que no hay pensamiento humano que est inmune a las influencias ideologizantes del contexto social. En oposicin al relativismo, Mannheim habl de 'relacionismo' segn el cual el conocimiento slo puede darse desde una posicin determinada, resolviendo el problema del marxismo desde un historicismo. La tarea de la sociologa del conocimiento pasa a ser aclarar el objeto del pensamiento desde las diferentes perspectivas que de l se dan. Mannheim dio tambin importancia al pensamiento 'utpico', que produce una imagen distorsionada de la realidad social, y al pensamiento libre de ataduras sociales. Segn Lieber, la concepcin de Scheler es una concepcin moderada dentro de la sociologa del conocimiento, mientras que la de Mannheim es radical. En Norteamrica, Merton fue es socilogo ms importante dedicado a la sociologa del conocimiento. Sus conceptos sobre las funciones manifiestas y latentes se aplican al pensamiento, estableciendo la distincin entre las funciones conscientes o buscadas de las ideas, y sus funciones no buscadas o inconcientes. Por su parte Parsons estudi el papel de las ideas, aunque ni este ni Merton han superado a Mannheim. Geiger, por otro lado, busc integrar un enfoque neopositivista en la sociologa del conocimiento, planteando la ideologa como un pensamiento socialmente distorsionado que puede corregirse mediante el pensamiento cientfico. Slo Stark llega ms lejos que Mannheim, para el que la sociologa del conocimiento no consiste en desenmascarar distorsiones, sino en estudiar sistemticamente las condiciones del conocimiento en cuanto tal: propone una sociologa de la verdad, no del error. La sociologa del conocimiento forma parte de la sociologa y las cuestiones hasta aqu planteadas forman parte de la metodologa de las ciencias sociales: alimenta con problemas esa investigacin metodolgica. La sociologa del conocimiento debe ocuparse de todo lo que se considere 'conocimiento' en la sociedad, y, por lo tanto, debe ocuparse de la construccin social de la realidad. La sociedad tiene factiicidad objetiva, y est construda por una actividad que expresa un significado subjetivo. La cuestin central ser entonces averiguar cmo es posible que los significados subjetivos se vuelvan facticidades objetivas. CAPITULO 1: LOS FUNDAMENTOS DEL CONOCIMIENTO EN LA VIDA COTIDIANA 1. La realidad de la vida cotidiana Nos interesar analizar cmo el conocimiento orienta la conducta en la vida cotidiana. La vida cotidiana se presenta como una realidad interpretada por los hombres y que para ellos tiene el significado subjetivo de un mundo coherente. Es un mundo que nace en sus pensamientos y acciones, y que est sustentado como real por stos. Pero, cmo se construye este mundo intersubjetivo del sentido comn? Para describir la realidad de la vida cotidiana usamos el mtodo fenomenolgico, que simplemente describe, sin presuponer causas. Lo que hace es dirigirse intencionalmente hacia un objeto para conocerlo, sea que se trate de algo exterior o de algo interior o mental. La conciencia puede adems distinguir diferentes niveles de realidad,como un sueo y algo real. Entre las muchas realidades, una es la realidad por excelencia: la de la vida cotidiana, con toda su imperiosa presencia del aqu y ahora. Esta se capta como ordenada por una rutina, y como existente desde antes de ingresar a ella. La gente considera la realidad cotidiana como 'su' mundo, importando menos el resto de las realidades. La realidad de la vida cotidiana se presenta tambin como un mundo intersubjetivo, pues no podemos existir en ella sin interactuar con los dems. La continuidad de la vida cotidiana es interrumpida cuando surge un problema, momento en el cual se busca integrarlo dentro de lo no problemtico. El sentido comn, en efecto, piensa que

cuando varios cuchichean (situacin problemtica) en realidad estn discutiendo sobre una cuestin tcnica y no sobre m (situacin no problemtica). Otras realidades que no son cotidianas son los juegos, las experiencias religiosas o estticas, etc., y ellas desvan la atencin de la realidad de la vida cotidiana, aunque esta siempre retiene su preeminencia: nuestro lenguaje, an usado en otras realidades, sigue tomando como referencia la vida cotidiana, puede 'traducir' lo no cotidiano a lo cotidiano. El mundo cotidiano se estructura en el espacio y en el tiempo. La realidad de la vida cotidiana impone sus tiempos, que pueden ser indistintos a los tiempos interiores de cada uno: por ejemplo, hay que esperar para conseguir algo. El tiempo de la vida cotidiana es percibido como limitado y continuo, y a l deben adecuarse los proyectos de vida. Saber de mi muerte hace que el tiempo cotidiano sea limitado. La estructura temporal de la vida cotidiana impone secuencias preestablecidas en la agenda del da y sobre nuestra biografa en conjunto. 2. Interaccin social en la vida cotidiana Tenemos dos tipos de experiencias de los dems en la vida cotidiana: la interaccin cara a cara y los esquemas tipificadores. La interaccin cara a cara es el prototipo de las dems, es aquella donde el otro se me aparece como real y tangible, y donde comparto con l un aqu y ahora que se impone. Nos dirigimos hacia el otro pre-reflexivamente, espontneamente, en el sentido que no es una actitud reflexiva como cuando dirigimos la conciencia hacia nosotros mismos. Las relaciones cara a cara son muy flexibles: no es fcil imponer pautas rgidas de interaccin al otro, precisamente porque es una interacin prxima, no remota como puede ser relacionarse con otro con la fantasa o a travs de la distancia. Por otra parte, an en la situacin cara a cara yo aprehendo al otro por medio de esquemas tipificadores, o sea, lo ubico en una categora como hombre, como blanco, como tipo jovial, como cliente, como molesto, etc., tipificaciones que afectan continuamente mi relacin con esa persona. Desde ya, se trata de esquemas recprocos, porque el otro tambin me tipifica a m. La mayora de mis encuentros con los otros en la vida cotidiana son tpicos en este doble sentido, pues ambos interactuamos segn como uno tipifica al otro. Incluso ante un extrao tiendo a tipificarlo, a buscar indicios para ubicarlo en alguna categora. Tambin podemos tipificar en interacciones que no son cara a cara, como por ejemplo con alguien que nunca vimos pero de quien hemos odo hablar, o de alguien con quien nos encontremos por primera vez (anonimato). La realidad social de la vida cotidiana es aprehendida en un continuum de tipificaciones que se vuelven progresivamente annimas medida que se alejan del aqu y ahora de la situacin cara a cara. En un extremo estn aquellos con quienes interacto a menudo cara a cara, y en el otro extremo del continuum interacto con abstracciones muy annimas. La estructura social es la suma de todas estas interacciones, estructura que es un elemento esencial de la realidad de la vida cotidiana. 3. El lenguaje y el conocimiento en la vida cotidiana En la situacin cara a cara, las muecas que hace el otro me pueden estar indicando agresividad, pero cuando desaparece la situacin cara a cara, la agresividad puede quedar objetivada por ejemplo en un cuchillo clavado en la pared de mi casa. El arma es aqu no slo un producto humano sino una objetivacin de la subjetividad humana, y la realidad de la vida cotidiana es posible nicamente por estas objetivaciones: estamos rodeados de objetos que proclaman las intenciones subjetivas de nuestros semejantes. Un caso especial de objetivacin son los signos: ellos tienen intencin explcita de servir originariamente como indicios de significados subjetivos. Los signos pueden ser gstos, objetos, etc.,, pero hay signos, como las palabras, que son los ms importantes, las cuales se podrn separar del aqu y ahora inmediato de los estados subjetivos en tanto puedan convertirse en sistemas de signos objetivamente accesibles. El lenguaje se origina en la situacin cara a cara pero puede separarse de ella fcilmente, como cuando grito en la oscuridad o hablo por telfono.

El lenguaje puede hacer presentes muchas experiencias y significados en un aqu y ahora, puede actualizarse todo un mundo con l, tanto espacial como temporalmente. Tabin es capaz de trascender por completo la realidad de la vida cotidiana, como por ejemplo interpretar un sueo integrndolo lingusticamente dentro del orden de la vida cotidiana. El lenguaje construye, en general, enormes sistemas de representacin simblica, como por ejemplo el arte, la ciencia, la religin y la filosofa. Un smbolo es un tema significativo capaz de cruzar de una esfera de realidad a otra. El lenguaje constituye campos semnticos o zonas de significado lingusticamente circunscriptos, acoplndose a ello la gramtica, la sintaxis y el vocabulario. Aunque el lenguaje puede referirse a otras realidades, se arraiga en la realidad del sentido comn de la vida cotidiana. Como sistema de signos, posee el lenguaje la cualidad de la objetividad: se me presenta como una facticidad externa a m y su efecto sobre m es coercitivo, pues me obliga a sus pautas: no puedo usar la sintaxis del alemn si hablo ingls. Por otro lado, el lenguaje tiene una expansividad tan flexible que me permite objetivar una gran variedad de experiencias de mi vida. Tambin tipifica experiencias en categoras significativas para m y mis semejantes. Adems, gracias a l puede transmitir experiencias a nuevas generaciones o difundirlas por toda la sociedad. Hay un cmulo social de conocimiento que me proporciona esquemas tipificadores en mi vida cotidiana, presentando a esta como un mundo coherente e integrado, y diferenciado de otras realidades ms difusas. El conocimiento tambin se halla distribudo socialmente (por ejemplo las charlas de mujeres no me ataen como hombre), o sea, esta distribucin arranca del hecho de que yo no s cosas que los dems s saben, y viceversa.

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