Ecologia Nazi
Ecologia Nazi
Ecologia Nazi
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ace algunos aos un piloto
IGN
que fotografiaba los bosques austrlacos observ, con sorpresa, inscripciones extraas dibujadas en
un macizo de confferas.
Eran esvsticas, runas nrdicas (incluida la doble S) y el mtodo para resaltarlas no podla ser ms original: entre una masa de abetos oscuros aparecan signos
razas o
vigencia de ese "Reich de los Mil Aos" que Adolf Hitler les prometiera?. Es posible que as fuera, pero, desde luego y al margen de prejuicios ideolgicos al uso, cabe ambin entender este alarde silvi-
las
momentos, impiden poner en discusin hechos como el "holocausto" en el que hubieran muefto seis millones de hebreos
sidera esto "democrtico", pero como de ello no es posible hablar, dejamos este silencio junto a ese otro en el que nuestras sociedades contemporneas tampoco suelen pronunciarse sobre los genocidios (llamados "clasistas", pero que en ocasiones tambin fueron por cuestin de raza) del comunismo ruso o de esas treinta millones de vctimas en la China de Mao durante la llamada "Revolucin Cultural". En este aspecto, no todos los muertos son iguales -y mien- )
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quier matizacin acerca del nacionalsocialismo, los asesinos de Andrs Nin o los
arrasadores de las Comunas
Anarcosindicalistas de la
Revolucin Espaola- pueden alardear a travs de los medios de comunicacin de
cial mencin de las leyes proclamadas en noviembre de 1933, julio de 1934 y junio de 1935 (en el primero, segundo y tercer ao del nacionalsocialismo en el poder). La primera, fechada el 24 de noviembre de 1933, es decir, muy poco despus del advenimiento del hitlerismo al gobierno del Estado, recibi el nombre de lierschutzgesetx (Sobre lo protecdn de los onimoles), y se basaba
sentirse los herederos de Lenin y la Revolucin de Octubre (mentores ideolgicos, por tanto, de un rosario de genocidios que todava,
en una frase pronunciada por el recin estrenado canciller y con la que la nueva ley abra su texto al modo de cita: "En el nuevo Reich no debe haber cabida para la crueldad con los animales". Los idelogos que la redactaron, Giese y Kahler, teorizaran aos ms tarde sobre este "corpus" legal en su libro El
Derecho olemn de
por desgracia, no
ha
la
proteccin
terminado). Si Hitler y el nacionalsocialismo no tienen razn, s, en cambio podran tener "razones", pues como deca Antonio Machado (por boca del maestro Mairena), las hubiera tenido hasta el mismsimo diablo.
LOS ORIGENES DEL NATURALISMO GERMANO Y LAg LEYES DEL TERSER REISH
No puede obviarse que el movimiento nacionalsocialista hunde sus races en lo ms ntimo de la cultura alemana, y que las expectativas que despert en este pueblo no fueron en absoluto creadas en el vaco, sino
que venan a colmar viejas aspiraciones del inconscien-
rias al nacionalsocialismo,
al
constatar la existencia de esta avanzada legislacin ecolgica, no puede evitar afirmar lo siguiente:
da
de compaginar un proyecto
ecolgico de envergadura con el afn de una intervencin poltica
EI movimiento naciondlsocialisto hundo sus roces en to ms ntimo de lo cultura olemana, como dijo C. G. lung. Una pafte sustonciol de esto cosmogo na e* basoda en un resPeto cosi sobre naturcl por lo Tierra,
Ios Bosgues, ,os Animoles y los Montoas.
Y una parte sustancial de esta cosmogona, que se remonta al menos al romanticismo alemn, est basada en un respeto casi sobrenatural por la Tierra, los
Bosques, los Animales, las Montaas, etc., todo acompaado de una cierta idealizacin buclica de la vida
campesina...
real, no se encuentra el menor rastro de ellas en la literatura actual dedicada al entorno (sal-
vo contadas alusiones esgrimidas por los adversarios de Los Verdes, bastante vagas por basarse en referencias de segunda
La promulgacin, en los aos treinta de las sucesilll Reich no debe entenderse, por tanto, como un mero acto propagandstico ni tampoco como algo accesorio dentro del concepto global del orbe que tenan los idelogos nazis. Luc Ferry recoge en su libro El Nueyo Orden kolgico un captulo dedicado a la "ecologa nazi" con espevas leyes ecologistas del
mano). Se trata sin embargo de una serie de textos muy elaborados, absolutamente significativos de una interpretacin neoconservadora de lo que ms adelante se llamar ecologa profunda". La ignorancia sistemtica -interesada o no- de estos molestos principios ancestrales de la ecologa permiten a algunos ecologistas actuales, como a Octavio Piulats en la revista lntegrol (nm. 15l) a despachar el inters medioambiental de aquellos agitados tiempos a meros "coqueteos" con los movimientos naturalistas y naturistas o a la manipulacin del movirniento excur-
sionista germano. Piulats reconoce, no obstante, el apoyo nazi al movimiento mdico naturista alemn y su impulso en la primera legislacin sobre naturopata. Es decir, viene a decir que la ecologa, incluso aunque
entonces no se llamaba de este modo, era una especie de guinda decorativa sobre el fondo ideolgico nacio-
8 PROXIMO MILENIO
nalsocalisa cuando, como veremos, si no era su meollo s era una pafte fundamental, y su raiz profunda en el inconsciente colectivo germnico.
1". Sera la Urlondschoft (Tierra Original). Segn este autor, esta concep-
cin de la naturaleza habra tenido su ms alta apreciacin y alcance, en la visin de "los pueblos del Norte".
En esta lnea anota:
"El pueblo alemn tiene necesidad del bosque. Y aun en el caso de que ya no tuvieramos la necesidad de la lea para calentar el hombre exterior... no por ello dejara de resultar igual de necesario para calentar el hombre interior. Tenemos que proteger el bosque, no solo para evitar
que la estufa se enfre en invierno, sino para que el pulso del pueblo siga latiendo caliente, alegre y vital, para
que Alemania siga siendo alemana".
bosque puesto al servicio del hombre, parcelado, sealizado, surcado por vas: el jardn o los
jardines: Versalles. Para Ja cultura, el bosque Jotu sensu- lo es en su mismidad, en su salva-
"Durante siglos nos han ido hinchando la cabeza con la idea de que el progreso era defender el derecho de las tierras cultivadas. Pero hoy en
da, es un progreso reivindicar los
derechos de la naturaleza salvaje junto al de los campos. Y no slo los de los terrenos arbolados, sino tambin los de las dunas de arena, de las marismas, de las garrigas, de los arrecifes y de los glaciares!". (Wilhem
en su contemplacin.
Heinrich Riehl).
En la Ley de Proteccin de la Naturaleza (Reichsnowrschuugesea) del ao 35 se propona la institucn
oriental, de dejar las cosas como estn, no tocar nada, dejando, a lo sumo, que el medio se rehabilite por s solo ante la ausencia de contacto humano. Es la vieja polmica de
lo "light" frente a lo
"integral",
Pese a plasmarse en
interior), paro que el pulso del pueblo sigo latiendo caliente, alegre y vitol" (Wilhem Heinrich Riehl).
de "Monumentos Naturales", es decir, "creaciones
originales de la naturalez,cuya presentacin resulta de un inters pblico motivado por su importancia y su significacin cientfica, histrica, patritica...", adems se demarcan las "zonas naturales protegidas", verdaderos Parques Nacionales. La creacin de estas medidas tratan de paliar una situacin que se glosa en el prembulo de la ley: " N u estra cam pi a nac ional (h eimotliche Landschoft) ha sido profundamene modificada en relacin con las pocas originales, su flora ha sido alterada de mltiples maneras por la industria agrcola y forestal as como por la concentracin parcelaria unilateral y el monoculti>
lo "previo", al margen
del hombre y de su aparicin en el mundo. Era,
en este sentdo, antihumanista y anticarcesiana
de la intencin
naturaleza "exterior al
hombre y anterior
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vo de las conferas. Al mismo tiempo que su hbitat natural iba reducindose, la fauna diversificada que vivificaba los bosques y los campos ha ido menguando".
Lo ley olemdno protega por iguol ol onimal dom*ico y al solvaje, no aceptndo Ia discriminacin entre "onimales superiores o inferiores, como tompoco entre animales tiles y nocvos paro el hombre", con lo que se llegoba ol mismo Punto que olcanz lo lglesio en lo Edad Media, protegiendo a todos los especes por ser tombin "Hijos de Diosl
DE LA CONDICION ANIMAL EN EL TERCER REICH
tanta preocupacin despertaba la suerte de las duy de las garrigas, no nos sorprender que la ya citada Tierschuugaev. otorge similar derecho a existir per se a los animales. A diferencia de la legislacin proteccionista europea ("civilizada") que ya ciertamente exista en esos aos, la judicatura nacionalsocialista no protege al animal por considerar que la vejacin del mismo hace descender al hombre en la escala de su propia dignidad, sino que "se reconoce que el animal debe ser protegido en cuanto tal".
Si
ser tambin "Hijos de Dios". Esta ley llegaba a pormenores como el de prohibir la viviseccin o el cebado de las ocas, o a consignar prolijamente en qu condiciones deba producirse el traslado de reses de ganado por ferrocarril. Algo que
puede sonar a sarcasmo al contras-
mantenerla y cuidarla para que se produzca y se pre. serve una situacin de la presa ms sana, ms fuerte y ms diversificada en lo que a las especies se refiere".
re la Dos Rerchsjodgeseu, aplicada a lo humano, lleva directamente al llamado "racismo" que el nacionalsocialismo conceba en su origen, el cual no era otra cosa que la defensa de la diferencia, el derecho de cada pueblo a mantener su propia cultura. Algo que es consecuencia directa de cualquier ecologismo coherente, pues no parece lgico reivindicar esta diversidad para la pirmide natural y mirar para otro lado mientras en aras del cosmopolitismo actual se laminan a las culturas locales. Schoenichen condena, en las rehciones entre pueblos, tanto el colonialismo anglosajn de extermini\r/ (Amrica y Australia) como el "asimilacionismo" francs, ms considerado en cuanto a las vidas de los pueblos ocupados, pero tan agresivo como el primero para con sus contenidos culturales: "Tan slo interesa un florecimiento de los naturales que sea conforme con su origen racial propio".
to de la proteccin de la ley comprende "a todos los seres vivos designados como tales" no aceptndose ninguna distincin entre "animales superiores o inferiores, como tampoco entre animales tiles y nocivos para el hombre", con lo que llegan al mismo punto que alcanz la lglesia Romana en el medievo, protegiendo a comejones o ratas de cloaca por
por parte de las publicaciones doctrinales o propagandists del nacionalsocialismo es constatable en aftculos aparecidos en la revista Signol (edicin castellana) durante los aos de la Segunda Guerra Mundial. En uno de ellos (nm. 10, segundo de mayo de 1943, pginas 36 y 37, en un artculo titulado: El verde corozn de Norteomica), un annimo periodista se refiere a la catstrofe ecolgica que haba tenido lugar en los Estados
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madas Bad Lands, donde todo el "humus" nutricio haba desaparecido arrastrado por lluvias y tempestades de viento. Con precisin se gealan las causas que provocaron esta verdadera hecatombe, donde millones de familias tuvieron que abandonar sus tierras y cientos de miles de cabezas de ganado deshidratadas tuvie-
te a una banda cintica de cadena de montaje. Una serie de blondas seoritas los
atavan en serie y los dejan, ya estandariza-
ron que ser sacrificadas. Es la gran gira que ilustra la pelcula Los uycs de lo iro, con su secuela de hambrunas, pero, tambin, de desarraigo de
poblaciones enteras.
En la esquina inferior un grupo les contempla atnito. Es Europa montada sobre el mtico toro y un grupo de europeos en diferentes hbitos y tocados que no pueden creer lo que ven. El pie hace referencia al americano "que vive de conseryas" frente a una Europa que cuida y defiende
la diversidad de sus culturas...
La excelente tierra de
labor de los estados de Da-
Este tipo de argumentos podran ser firmados en nuestros das por filsofos de la llamada nueva derecha o, en Espaa, por pensadores como el poco sospechoso de hitlerismo Rubrt de Vents en su libro E/ Loberinn de los nocionolisrnos. Discutible si se desea, pero en todo caso de plena actualidad... *
La explota-
"Un pas que contaba enconces entre los ms ricos forestalmente no cuenta hoy con suficiente madera para la minera porque naturalmente nadie ha pensado en ocuparse de la economa forestal. Se trata al bosque como a una mina de la que se puede sacar cuanto se desee. Pero as se produjo un'cambio considerable en el lima norteamericano. La ciudad de Nueva York en el \v -mismo meridiano que Npoles, tiene un clima casi siberiano. Calor tropical en verano y fro polar en invierno. Desde que se arrancaron los rboles pueden producirse sin dificultad tormentas de polvo en verano y sorprender en invierno a la ciudad nevadas que cubren sus calles hasta la altura de un metro.". En contra de la actitud suicida del granjero americano que trata a la tierra como objeto de explotacin, el campesino europeo "planta setos por todas partes o hace crecer grupos de rboles en sus tierras a veces sin saber por qu. Pero, adems de embellecer el paisaje sirven estas arboledas para un fin sumamente pctico: proteger los campos y conservar agua para ellos. Sin rboles y sin setos tambin se convertiran nuestros camPos en estePas".
Ferry que Tusquets acaba de ofrecer a los lectores de habla hispana, levant una
gran polmica en Francia y en algunos otros
pafses de Europa. Su tema: entrar a fondo en las
La conclusin a este razonamiento no puede ser otra que, de nuevo, la defensa de la "biodiversidad" cultural europea en contra de la uniformizacin "cosmopolita" propugnada por las multinacionales norteamericanas. En ese Signo/ existe un grabado que no puede ser