Del Desarrollo A La Modernización y La Modernidad
Del Desarrollo A La Modernización y La Modernidad
Del Desarrollo A La Modernización y La Modernidad
Notas para el estudio acerca de la construccin y el cambio conceptual, continuidades y rupturas en la sociologa latinoamericana Lidia Girola*
RESUMEN
Not cam
Los conceptos que los cientficos sociales utilizan muestran cambios y adecuaciones a las diferentes realidades objeto de estudio; son construcciones simblicas que como tales pueden ser, a su vez, estudiadas en una particular dimensin: su historicidad. El objetivo de este trabajo es hacer un breve recuento de las diferentes interpretaciones que sobre la modernizacin en Amrica Latina han elaborado las ciencias sociales del continente, en especial la sociologa, de la segunda mitad del siglo xx a la actualidad. Estas interpretaciones han contribuido a formar el acervo conceptual de la disciplina, a la par que han incidido en lo que las sociedades latinoamericanas piensan acerca de s mismas, y de sus posibilidades a futuro. PALABRAS CLAVE: Amrica Latina, sociologa, cambio conceptual, modernizacin, desarrollo, modernidad, posmodernidad, globalizacin.
ABSTRACT
The concepts used by social scientists change and adapt to the different realities they study; they are symbolic constructions that, as such, can in turn be studied in a particular dimension: their historicity. The object of this article is to briefly review the different interpretations that Latin American social science, particularly sociology, has developed about modernization in the continent from the second half of the twentieth century until today. These interpretations have contributed to creating a stock of concepts for the discipline, at the same time that they have had an impact on what Latin American societies think about themselves and their future possibilities. KEy woRdS: Latin America, sociology, conceptual change, modernization, development, modernity, post-modernity, globalization.
* Profesora-investigadora del departamento de Sociologa de la Universidad Autnoma Metropolitana, unidad Azcapotzalco. Correo electrnico: [email protected]
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IntroduccIn
LAS dCAdAS dE LoS CiNCUENTA, SESENTA y parte de la de los setenta del siglo pasado constituyeron un periodo en el que las sociedades latinoamericanas apostaban por el proceso de industrializacin y el crecimiento del mercado interno. Ese fue el momento en el que la sociologa, sobre todo en los pases ms grandes del continente, se institucionaliz y profesionaliz. La disciplina vivi una era de expansin, porque se fundaron carreras e institutos en la mayora de los pases, la matrcula de estudiantes creci notoriamente en relacin con aos anteriores, y los investigadores ms destacados formularon interpretaciones acerca de la realidad latinoamericana y sus posibilidades de desarrollo que les sirvieron en gran medida como orientacin a los gobiernos y a diversos organismos pblicos y privados. Los temas predominantes eran el desarrollo, el crecimiento y el anlisis de los procesos de urbanizacin, secularizacin, e incorporacin a la poltica de sectores hasta ese momento marginados o excluidos. desde fines de los setenta y durante los ochenta, las ciencias sociales latinoamericanas, y especficamente la sociologa, se enfrentaban con la necesidad de analizar y explicar el surgimiento de las dictaduras en varios pases latinoamericanos, y el difcil camino hacia la democratizacin en otros, en un marco de crisis econmica que llev a los investigadores a hablar de la dcada perdida para la modernizacin de Amrica Latina. Junto con lo anterior, la situacin en el campo disciplinar tampoco era fcil. Al menos en
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la sociologa, la llamada crisis de los paradigmas, que haca referencia al fracaso de ciertas teoras (el estructural-funcionalismo y el marxismo) para explicar la realidad latinoamericana, aunada al descenso en el financiamiento de las investigaciones por parte de los gobiernos de la regin, y a un aparentemente menor peso de las opiniones de los expertos de la academia, condujeron a una situacin en la que comenz a disminuir el inters de los jvenes por la carrera y, por lo tanto, se produjo un decremento en las matrculas en las universidades. La posibilidad de la modernizacin de Amrica Latina, interrumpida, frgil y siempre amenazada, empez a concebirse por los cientficos sociales de la regin como estrechamente unida al logro de la democratizacin de los pases del rea. A fines de los ochenta la discusin sobre la modernizacin se transform en la polmica acerca de la modernidad, sus rasgos distintivos, sus tiempos, sus crisis y, con ello, emergi el cuestionamiento a las grandes narrativas y mitos que la acompaaron; fue el momento principal del debate sobre la posmodernidad. En los aos noventa, la idea de que Amrica Latina estaba viviendo una modernidad peculiar con aspectos alternativos a los modelos de occidente era aceptada por muchos investigadores al tiempo que comienzan a estudiarse los signos de la globalizacin, tanto econmica como cultural. Los investigadores de muchas universidades latinoamericanas centran su atencin en los procesos que pueden conducir a la democracia, as como en los efectos perversos que estos procesos pueden implicar. En lo que va del siglo xxi nuevamente encontramos cambios en cuanto a la concepcin de la modernizacin, el desarrollo, la modernidad y la posmodernidad y en relacin con los efectos de la globalizacin en Amrica Latina. Este trabajo se propone mostrar los contenidos cambiantes de los conceptos, las preocupaciones temticas predominantes, y las continuidades y rupturas en las maneras de concebir los procesos de modernizacin, que han sido propuestas por los cientficos sociales latinoamericanos como una forma de entender las distintas perspectivas con respecto a los problemas acuciantes para la regin, as como la conformacin de escenarios alternativos y perspectivas a futuro que las disciplinas han formulado.
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i En el primer periodo que me propongo comentar, el que va de los aos cincuenta a mediados de los setenta del siglo xx, las ciencias sociales formularon diversas interpretaciones acerca de la realidad latinoamericana. Las principales fueron: a) las derivadas de las sociologas de la modernizacin; b) las teoras del desarrollo; c) las teoras de la dependencia; d) las propuestas por la cepal. En lo que sigue sealo algunos ejemplos de las ideas sustentadas por cada una de estas corrientes: A. Un representante destacado de las sociologas de la modernizacin en Amrica Latina lo fue Gino Germani. Sus propuestas se inspiraban tanto en las teoras estructural-funcionalistas acerca de la transicin de las sociedades tradicionales a las industriales de masas, como en las crticas a los aspectos oscuros de la modernidad formulados por los autores de la Escuela de Frankfurt. Germani sealaba que Amrica Latina era una regin de grandes contrastes, ya que podan encontrarse zonas desarrolladas junto con otras que parecan vivir en la edad de piedra; sin embargo, los procesos de modernizacin, principalmente la urbanizacin y la secularizacin, eran notorios e incontenibles. y se planteaban grandes problemas: por una parte, no todos los pases estaban en las mismas condiciones para enfrentar la transicin, pero adems en la mayora los sectores medios, que en otros contextos eran el principal motor de cambio, no haban asumido esa tarea histrica, y los sectores populares estaban luchando por acceder de manera espontnea, no institucional ni por medio de vas democrticas, a los espacios de decisin y participacin que la sociedad intentaba restringirles. Germani y otros autores vinculados a su perspectiva1 tenan como referente a las sociedades industrializadas de occidente y proponan, por lo tanto, un modelo de modernizacin que la asociaba al desarrollo econmico y tambin a las formas democrticas. Se ocuparon de analizar los efectos de la secularizacin, la industrializacin y la urbanizacin; los cambios que suponan en la estructura social y de poder en los pases de la regin; y destacaron las amenazas autoritarias y populistas que se cernan sobre la mayor parte de los pases de Amrica Latina (Germani, 1977 y 1985).
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B. Los cientficos sociales desarrollistas propusieron diferenciar el desarrollo, concebido como transformacin estructural de las sociedades (lo que implicaba cambios en la economa, la estructura social, la poltica y la cultura), del mero crecimiento econmico. Basadas en gran medida en las ideas de walter Rostow, sus propuestas consideraban los determinantes endgeneos (industrializacin) y exgenos (difusin de elementos culturales de los pases desarrollados en los pases subdesarrollados) del cambio, y si el impulso para el despegue (take off) provena de la propia sociedad o del capital extranjero. Una muestra muy clara de las posiciones desarrollistas puede encontrarse en la revista desarrollo econmico, en donde muchos articulistas sostenan la importancia de las innovaciones y los cambios en las instituciones polticas, financieras y educativas para la modernizacin de Amrica Latina. Los frenos y obstculos al cambio estaban, para ellos, en la carencia de un cuerpo legal acorde con los objetivos del desarrollo, as como en la falta de un mercado de capitales. Lamentablemente, tambin se manejaban estereotipos culturales, tales como que los latinoamericanos eran ostentosos, inestables y flojos, mientras que los estadounidenses eran frugales, trabajadores y racionales. C. Los tericos que suscribieron el enfoque basado en la idea de que el principal problema de Amrica Latina era su situacin de dependencia con respecto a las potencias industrializadas sostenan que la prosperidad de las economas llamadas centrales se sustentaba en la expoliacin de los pases del llamado tercer mundo.2 Estos ltimos, por su parte, no tenan la capacidad econmica, de conocimientos, y sobre todo poltica, como para romper con el sometimiento. En palabras de Andr Gnder Frank, el subdesarrollo de los pases latinoamericanos fue originado por el mismo proceso histrico que gener el desarrollo econmico del capitalismo en los pases centrales. Pablo Gonzlez Casanova, en su famoso libro La democracia en Mxico, de 1965, sealaba dos cuestiones que enriquecieron notoriamente las formulaciones iniciales de la Teora de la dependencia. Por una parte, plante el problema de la desigualdad en la distribucin de la riqueza, y por otra, analiz las limitaciones que la estruc2
Vanse los trabajos de F. H. Cardoso, Enzo Faletto, Ruy Mauro Marini, Theotonio dos Santos, Anbal Quijano y varios ms.
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tura del poder, concentrado en pocas manos, impona a las posibilidades del desarrollo con equidad. Este autor fue pionero en remarcar que la modernizacin slo sera posible con la democratizacin, y no slo poltica sino tambin social, econmica, educativa y cultural (Gonzlez Casanova, 1983). d. La Comisin Econmica para Amrica Latina y el Caribe (cepal), organismo de Naciones Unidas, ha generado desde su fundacin y hasta la actualidad una visin especfica de las condicionantes del desarrollo en la regin. Bajo la conduccin de Ral Prebisch aun algunas ideas keynesianas con una reelaboracin neomarxista del proceso de desarrollo. Formulaciones tpicas de la cepal, tales como la nocin centro-periferia; deterioro de los medios de intercambio; desarrollo desigual y combinado; colonialismo interno y, sobre todo, su propuesta de la poltica de sustitucin de importaciones, incidieron con gran fuerza en las polticas de los gobiernos latinoamericanos durante muchos aos. Posteriormente, la cepal ha impulsado la transformacin productiva con equidad, con lo cual puso en el centro de la conceptualizacin acerca de la modernizacin en Amrica Latina no slo los problemas relacionados con la industrializacin, sino el debate en torno al tema de la desigualdad social estructural en los pases del continente. En este periodo, que es quizs uno de los ms productivos en cuanto a desarrollo conceptual de los que ha vivido la sociologa en Amrica Latina, podemos observar que los conceptos utilizados por los cientficos sociales para caracterizar la situacin de la mayora de los pases latinoamericanos fueron los de modernizacin, desarrollo y dependencia. Algunos investigadores tenan como referente a los procesos europeos o estadounidenses, y se abocaron a estudiar la viabilidad del cambio estructural en Amrica Latina. otros asociaron los procesos de modernizacin con las imposiciones del capital internacional y las clases dominantes nativas. No obstante, en la mayora de los casos a la modernizacin se la concibe como un cmulo de procesos en curso, principalmente el de la industrializacin, y a la modernidad como una etapa a alcanzar, si acaso, en el futuro. Si algunos trabajos son relativamente optimistas, en la mayora se resaltan las falencias, los obstculos, y se visualiza la situacin como de carencia, tanto de las condiciones materiales como de las espirituales, para el logro de la meta propuesta.
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ii El periodo que comprende desde mediados de los aos setenta a fines de los ochenta fue muy conflictivo para las sociedades y tambin para las ciencias sociales, aunque sobre todo lo fue para la sociologa en Amrica Latina. En varios pases de la regin existan dictaduras. Los procesos de transicin democrtica que las sucedieron fueron muy duros, y en otros pases la consolidacin de las formas representativas y participativas tampoco fue un proceso fcil. Aunado a lo anterior, la situacin institucional de las disciplinas tambin registr problemas: disminucin del financiamiento a proyectos por parte de las agencias estatales; disminucin de las matrculas en las universidades; y crisis tericas diversas asociadas a la caducidad de las grandes narrativas propuestas por el estructuralfuncionalismo y el marxismo. La reflexin por parte de los investigadores reflej en cierta manera estas situaciones, pero a la vez la llamada dcada perdida para el desarrollo y la modernizacin de Amrica Latina, debida a la crisis del modelo de desarrollo basado en la industrializacin y la sustitucin de importaciones, fue para ciertos autores tambin una dcada perdida en cuanto a la investigacin sociolgica, mientras que para otros constituy para la disciplina sociolgica una oportunidad de revisin crtica y, a la vez, de construccin de las bases para el desarrollo de nuevos enfoques, conceptos y temticas. En Mxico, por ejemplo, junto con la prdida de influencia del marxismo acadmico se abrieron espacios para la discusin de otras corrientes tericas, y se fundaron revistas especializadas que abrieron las posibilidades de debate a un rango ms amplio de problemas (Girola y Zabludovsky, 1992). El estudio de los procesos de modernizacin, una problemtica constante en la sociologa latinoamericana, se enfoc en ese periodo a la reflexin acerca de las caractersticas de la modernidad; los cambios y crisis que sta supone y, sobre todo, a la viabilidad del proyecto moderno en Amrica Latina. El debate acerca de la modernidad, sus crisis y la posmodernidad se dio en Amrica Latina, en sus inicios, como glosa y comentario de los textos de autores europeos como Habermas, Giddens, Marshall, Berman y Touraine, para citar slo a unos cuantos.3 Sin
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El primer texto mexicano registrado en bibliotecas que utiliza el trmino modernidad fue uno de Giovanna Valenti, de 1982; anteriormente, los autores latinoamericanos utilizaban los
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embargo, la reflexin tambin se extendi en el mbito latinoamericano como resultado de las propuestas generadas, entre otras instituciones, por el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso). Por ejemplo, en un libro de 1988 diversos autores plantean las relaciones entre la modernizacin latinoamericana (trunca y corta, pero fuerte y brutal, a decir de Fernando Caldern), la modernidad como proyecto sociocultural y experiencia vital, y la posmodernidad, reconociendo las diferencias del desarrollo entre las metrpolis y sus formas locales (Caldern, 1988). Ese texto es ilustrativo de las divergencias que los autores que en l participan tienen acerca de las caractersticas de la modernidad. Por una parte, plantean que la modernizacin latinoamericana es fallida o deficitaria. El proyecto moderno en Amrica Latina cuenta con algunos elementos parecidos al original europeo, pero es distinto. A ello se suma que en la dcada de los ochenta el proyecto mismo de la modernidad estaba en crisis, lo cual genera reflexiones que dejan de lado la asociacin entre modernizacin y desarrollo econmico y otorgan prioridad a la democracia, a los movimientos sociales y a la dimensin cultural de los cambios en curso. En cuanto al modelo econmico, la modernizacin industrializadora ha cedido el paso a los modelos de mercado; el neoliberalismo ha implicado para Amrica Latina la prdida de su capacidad para forjar un nuevo proyecto nacional y regional. Lo que para muchos autores resulta evidente es que aquello que caracterizaba a la situacin poltica de los pases latinoamericanos en los ochenta era un cierto desencanto con la modernizacin, con el papel del Estado y, principalmente, con un cierto estilo de hacer poltica. En la agenda democrtica de Amrica Latina comenzaban a aparecer las preocupaciones por los costos y logros de la democracia; por los derechos humanos; y por la re-interpretacin de la heterogeneidad cultural, que brindaran a la propia modernidad una perspectiva de futuro. Los cientficos sociales latinoamericanos eran conscientes, al finalizar la penltima dcada del siglo xx, no slo de las diferencias en trminos de desarrollo, sino de las dificultades
de modernizacin o moderno, pero el uso del sustantivo abstracto es de la dcada de los ochenta, probablemente por influencia del debate planteado, entre otros, por Jrgen Habermas (Valenti, 1982).
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de conceptualizar correctamente los propios procesos de modernizacin; de la complejidad no slo de las realidades peculiares sino tambin de la dificultad que implica haber sido formados en determinadas ideas y paradigmas, y constatar que no sirven o no son suficientes para entender la propia realidad. iii En la dcada de los noventa las preocupaciones de los socilogos de Amrica Latina van a orientarse no slo al desarrollo (econmico, social, cultural, sustentable, con equidad) y a la modernizacin, sino tambin a re-pensar a la democracia como condicin de la modernidad. El modelo econmico de la dcada fue el neoliberal, surgido del Consenso de washington, mientras que en lo poltico se produjeron en general diversos procesos de transicin a la democracia, o de consolidacin democrtica en algunos pases. A la modernidad se la concibe crecientemente como resultado de la democratizacin. La democracia deba entenderse como algo ms que el ejercicio de la representacin poltica; deba implicar la extensin de las formas democrticas a los mbitos econmico y social y, por lo tanto, precisaba contar con un componente participativo y republicano (Nun, 1991; odonnell, 1999). Por otra parte, se insiste en que uno de los problemas acuciantes de Amrica Latina es la desigualdad, que creca en lugar de disminuir. Por lo tanto, los estudios se dedicaron a analizar las relaciones de poder, las fuentes de la corrupcin, y las luchas de la sociedad civil. El pensamiento sociolgico (y poltico) de la dcada seala que la democracia es primero. Lo cual quiere decir que el nfasis pasa de la modernizacin econmica como requisito de la modernidad latinoamericana a la constatacin del carcter imprescindible de la expansin de la democracia al conjunto de la sociedad. La democracia como sistema, no slo como forma poltica. Los temas asociados son, por lo tanto, los de la inclusin-exclusin; los movimientos sociales; la expansin de derechos; y las dimensiones de la ciudadana. Fue en esta dcada que aparecieron los primeros estudios sobre globalizacin en Amrica Latina, primero en su faceta ligada a la expansin econmica, y luego en relacin con temticas culturales
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y de la sociedad de la informacin (vase, por ejemplo, la revista desarrollo econmico correspondiente a la dcada). iV En los albores del nuevo siglo se produce una nueva vuelta de tuerca en torno a los conceptos y problemas que se asocian con la modernidad y con la modernizacin, la cual proviene de muy diversas fuentes: a) por una parte, el incremento notorio de los estudios sobre la globalizacin, que como temtica ha ido suscitando un creciente inters en los investigadores de todo el mundo y tambin de Amrica Latina. Aunque no se trata de un trmino con un significado nico, en general se refiere tanto a procesos econmicos como culturales y de migraciones; implica una reflexin sobre la relacin entre lo local y los mbitos mundiales y transnacionales; y ha originado una profusa bibliografa. En el mundo, y tambin en Amrica Latina, se debate acerca de si la globalizacin es un fenmeno relativamente reciente, o si de hecho podemos pensarla como un fenmeno asociado al surgimiento y expansin del capitalismo, presente desde el siglo xvi (Aldo Ferrer, 1998; Castells, 2003; Garca Canclini, 1999). El contexto de la globalizacin se usa como marco para estudiar la expansin de nuevas formas de religiosidad, el medio ambiente, el espacio pblico, las identidades, la perspectiva de gnero, el empleo, la vida cotidiana, la legalidad, las migraciones, los cambios tcnicos, el multiculturalismo, la industrializacin, el poder local, el desarrollo sustentable, las transiciones a la democracia, la informtica, los medios, la esttica, y un largo etctera. b) Por otra parte, el llamado giro cultural en las ciencias sociales ha significado el progresivo aumento de los llamados estudios culturales, que si bien son encarados principalmente por antroplogos y expertos en medios, tambin han incidido en la sociologa, e implicado la relacin de las temticas y los conceptos de modernidad y modernizacin con las nuevas concepciones acerca de las identidades, la ciudadana, las migraciones y la industria cultural. Estos estudios han propuesto una mirada distinta con respecto a los procesos de globalizacin, centrada sobre todo
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en los caminos y medios de la transmisin y reconstruccin simblica, y en los flujos internacionales de personas, informacin, estilos de vida y dinero. Uno de los aportes ms sugerentes es el cambio propuesto con respecto a la heterogeneidad cultural de Amrica Latina; en lugar de considerarla como un obstculo para la modernizacin (Brunner, 1986 y 2002), o de asociarla con el carcter mgico maravilloso de la identidad latinoamericana (Quijano, 1988), tericos como Nstor Garca Canclini enfatizan el carcter hbrido de la cultura; la mezcla de elementos modernos, tradicionales y post como una caracterstica de los tiempos; y el desvanecimiento de las fronteras y la expansin de las dimensiones de la identidad como elementos cruciales del mundo globalizado (Garca Canclini, 1989 y 1999). c) Un tercer aspecto a considerar es el que se refiere a los cambios, cada vez ms consistentes, en cuanto a la conceptualizacin misma de la modernidad. A partir del trabajo pionero de Schmuel Eisenstadt, la Teora de las Modernidades Mltiples sostiene que las pautas institucionales y dems rasgos distintivos de las sociedades occidentales son seleccionados, re-interpretados y re-formulados cuando intentan implantarse en sociedades distintas de las originales, dando como resultado configuraciones heterogneas. Una de las causas es que las sociedades receptoras estn estructuradas sobre la base de patrones institucionales, culturales, polticos, econmicos, e incluso religiosos, diversos y, por lo tanto, si los puntos de partida son distintos tambin lo sern los resultados (Eisenstadt, 2000; wittrock, 2000; waisman, 2005). La literatura sobre el tema es muy amplia, ya que se abord desde perspectivas muy distintas al menos desde los aos cincuenta del siglo pasado (Parsons, 1966 y 1973; Apter, 1960), aunque lo que es nuevo es la consideracin de que la modernidad no slo se expande desde un ncleo originario relativamente homogneo, sino que existen divergencias importantes desde el origen, y que cualquier configuracin actual muestra caractersticas especficas debidas a la propia matriz sociocultural, esto es, a la peculiar articulacin de lo econmico con lo cultural, social y poltico y, por lo tanto, es diferente el impacto que en ella han tenido los procesos de modernizacin. Algo que es v-
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lido tanto para los pases del occidente europeo y los Estados Unidos como para las sociedades de las naciones que han recibido diversas denominaciones a lo largo del tiempo (subdesarrolladas, del Tercer Mundo y, ms recientemente, emergentes), pero que siempre han aparecido como las receptoras de una modernidad en continua expansin. Si esta teora asume que de situaciones heterogneas se siguen configuraciones tambin heterogneas, la propuesta terica del neoinstitucionalismo plantea, por el contrario, que de heterogeneidades iniciales pueden, sin embargo, derivarse, con el tiempo, situaciones similares en el campo de las instituciones y en las normas prevalecientes. La tendencia a la democratizacin de los gobiernos y las sociedades, as como la igualacin creciente en cuanto a estilos de vida y opciones seran tan slo algunos de estos elementos compartidos por la mayora de las sociedades modernas, tanto consolidadas como emergentes. El debate est abierto, pero ha significado que cada vez ms cientficos sociales latinoamericanos cambien su punto de vista con respecto a los procesos de modernizacin, para aceptar que stos no tienen un nico estado final posible, y no slo en el sentido de que pueden fallar o truncarse, sino de que pueden conducir a modernidades y situaciones de globalizacin alternativas y mltiples. Se trata de una discusin relativamente reciente, que se ha conjuntado con las formulaciones acerca de la hibridacin cultural y la globalizacin en Amrica Latina (Roniger y waisman, 2002). d) otro punto a considerar son las continuidades temticas en la sociologa y de las ciencias sociales en general, que han implicado una profundizacin en cuanto al estudio de cuestiones relevantes. Un caso importante es el que se refiere a los estudios sobre el Estado, la democratizacin, la ciudadana y la sociedad civil. Si bien son temas que han estado presentes en el pensamiento sociolgico latinoamericano prcticamente desde los inicios de la institucionalizacin de la disciplina, y que cobraron mucha importancia en las dcadas de los ochenta y noventa, al revisar en la actualidad los acervos en las bibliotecas y hemerotecas podemos constatar que la produccin acerca de estas cuestiones rebasa con mucho la de cualquier otro campo disciplinar. Las concepciones acerca de qu tipo de Estado existe en Amrica
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Latina, si es que puede hablarse en general; sobre cules son los obstculos que enfrentan los procesos de democratizacin, y las formas de participacin y representacin; sobre el papel de la sociedad civil, los partidos polticos y los distintos grupos y organizaciones, legales o no, en la construccin de tipos especficos de sociedad poltica, son todas cuestiones que la sociologa latinoamericana ha abordado prcticamente desde los inicios de su institucionalizacin como disciplina cientfica y que se conjuntan ahora con la reflexin acerca del papel de los Estados nacionales, en el marco de una modernidad globalizadora en la que el peso de las agencias y organismos econmicos y culturales internacionales crece. de hecho, tambin en este asunto existen posiciones encontradas: la de quienes sostienen que el Estado tiene tareas que debe asumir, que son cruciales para la construccin de una sociedad moderna y democrtica, y que no existe posibilidad ni sera conveniente soslayar esa funcin; y la de aquellos que aseguran que la globalizacin ha venido a borrar las fronteras nacionales y que el papel de los Estados consiste hoy meramente en buscar la adecuacin de sus sociedades a los nuevos tiempos. e) El surgimiento de nuevas temticas es, asimismo, un aspecto a remarcar, puesto que en cada periodo de la historia disciplinar emergen temas y problemas relevantes. Algunos permanecen y otros se agotan rpidamente, aunque luego pueden resurgir. En los ltimos quince aos las cuestiones relacionadas con la exclusin social; la violencia intrafamiliar; el debate sobre el gnero; el cuerpo; y el tiempo han venido a enriquecer el horizonte epistmico de la sociologa, en gran medida por el influjo de la creciente circulacin de los discursos, potenciada por internet, dada la posibilidad que hoy existe para conocer en tiempo real lo que se debate en otros lugares, pero tambin por la toma de conciencia cada vez mayor con respecto a situaciones que en momentos anteriores la sociologa descuid o simplemente no visualiz. Con una cierta nostalgia leemos los trabajos sobre clases sociales, normas y valores, e incluso sobre movimientos sociales, como hitos en la historia de nuestra ciencia, aunque en la actualidad son pocos los trabajos al respecto. La modernidad y la globalizacin, su fase ms reciente, constituyen un marco de experiencia
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vital que enfatiza la cuestin de los derechos de diverso tipo (humanos, de gnero, de las minoras, etctera), los cuales son materia de demanda de las sociedades contemporneas. Los estudios acerca del mbito ntimo, las relaciones interpersonales, y los estilos de vida y los patrones de consumo muestran los cambios que la modernidad globalizada implica en la vida cotidiana de las personas, y han originado nuevas perspectivas acerca de los impactos de la modernizacin.
consIderacIones
fInales
En los inicios de la vida independiente, el acceso a lo moderno se conceba en estrecha relacin con el legado libertario, emancipador e ilustrado. En la segunda mitad del siglo xix y comienzos del xx es posible constatar un cierto pesimismo acerca de la posibilidad de alcanzar los estndares socioculturales, econmicos y polticos de los pases de la modernidad originaria. Se lleg a pensar en las culturas autctonas como rmoras que implicaban atraso, y ms an, se produjeron interpretaciones raciales e incluso racistas de los obstculos que impedan el acceso de Amrica Latina a los logros de las sociedades avanzadas del occidente europeo. Aunque tambin, como muestra de la heterogeneidad de interpretaciones existentes desde siempre en Amrica latina, otros sectores sostenan la superioridad de la raza csmica, producto del mestizaje, as como su potencialidad a futuro. A mediados del siglo xx, la sociologa incipientemente institucionalizada y otras disciplinas sociales comenzaron a visualizar el desarrollo econmico como una meta a lograr. Se asoci entonces lo moderno con el pleno desarrollo econmico, y se estudiaron los mecanismos y los procesos de modernizacin que posibilitaran el desarrollo. La modernidad (aunque el trmino como tal slo se utiliz posteriormente) fue pensada ante todo como un proyecto, como algo a lograr en el futuro. A partir de fines de los setenta y durante toda la dcada de los ochenta Amrica Latina cobr conciencia de las dificultades y obstculos que impedan el acceso a la modernidad; sin embargo, por
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influencia del pensamiento europeo, y por el reconocimiento de la heterogeneidad y complejidad culturales latinoamericanas, se asumi que a pesar de que en ciertos aspectos la regin no haba alcanzado los estndares modernos, en otras cuestiones participaba de las crisis y malestares de una nueva poca: la posmodernidad. Aunque por un tiempo los estudios sobre este ltimo tema se multiplicaron, no llegaron a tener un auge que se prolongara mucho ms all de los aos noventa. En ese momento surgi otra nocin, igualmente poco unvoca: la de globalizacin, a la cual se asoci con fuerza a la temtica de la modernidad y de la modernizacin, y que haca referencia a las tendencias mundiales crecientes, tanto en el mbito econmico como, sobre todo, en cuestiones de cultura, estilos de vida y migraciones. Si uno se guiara por las entradas en internet; y por las publicaciones, tanto de libros como de revistas, de los ltimos quince aos, se podra asegurar que la temtica de la globalizacin ha acaparado crecientemente el inters de los socilogos, y de los cientficos sociales en general, en Amrica Latina y en el mundo. Una primera conclusin que puede extraerse es que la construccin de las representaciones de la modernidad ha estado siempre influida por la conciencia de las diferencias entre la propia situacin y la de los pases tomados como modelos. Algunas veces se resalt la impotencia e imposibilidad de las propias culturas para ser tan racionales, industriosas y eficientes como las de los modelos, pero en otros casos se intent construir la propia identidad, recuperando las propias tradiciones y culturas. A pesar de que en muchas ocasiones las discusiones tericas acerca de la modernidad y los procesos de modernizacin se dieron en Amrica Latina teniendo como referente a los debates europeos, sin duda tambin ha existido pensamiento original en la regin; aunque los enfoques han variado dcada tras dcada. Ello ha dependido en gran medida de las circunstancias sociales, econmicas y polticas cambiantes, pero tambin de la historia disciplinar, que sufri los avatares de las polticas pblicas en la educacin; la escasez endmica de presupuesto; y el impacto de las modas y de modelos tericos fluctuantes.
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Lo anterior puede conducirnos a visualizar la situacin actual de la sociologa en Amrica Latina como generadora de un discurso menos crtico que el de las dcadas anteriores; ms centrado en la expansin de la investigacin emprica en campos especficos; menos preocupado por la originalidad conceptual e interpretativa; y ms escptico y pesimista con respecto de las posibilidades de Amrica Latina de acceder a los estndares educativos, sociales, polticos y econmicos que se definieron como propios de la modernidad. Sin embargo, una lectura ms profunda, aunada al anlisis de los cambios conceptuales con respecto, por ejemplo, a los trminos aqu sealados, nos permiten comprender que aquello que se ha dejado atrs es el fundamento ideolgico de parte del discurso latinoamericano, y que en consecuencia ahora se enfatiza la fundamentacin emprica de las afirmaciones. Los conceptos que se utilizan tienen significados ms complejos, que asumen la ambigedad y la ambivalencia propias de la poca. Un botn de muestra: la modernidad se reconoce actualmente como radicalizada, lquida, hiper, todas nociones fluctuantes y polivalentes; la globalizacin implica tanto sistemas tecnolgicos, de informacin, de telecomunicaciones y transporte, como mercados de trabajo que exigen calificaciones especiales, como la expansin de la ciencia y la tecnologa; o la construccin de redes y flujos mundiales de personas, dinero, mercancas, estilos de vida y crimen organizado. Es la posibilidad de insercin en el mundo para pases y personas de todos los continentes y, a la vez, implica exclusin social para otros tantos, as como destruccin y degradacin medioambiental. Si bien la sociologa reconoci los efectos perversos de los procesos de modernizacin, y tambin se hizo cargo, hasta cierto punto, del lado oscuro de la modernidad, es en la actualidad cuando el peso de la historicidad de los conceptos, y de su creciente complejidad, incide fuertemente en el pensamiento sociolgico.
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