Esas horas con Philip Agee (La ltima entrevista con el agente que delat a la CIA). 16 agosto.

Por: Jacinto Rodrguez Mungua Esta es la ltima entrevista que concedi Philip Agee, el ex agente de la CIA. Una d e las contadsimas, adems, pues a muchos periodistas les cerr amablemente la puerta. Pero a principios de 2007 acept abrir el archivo de sus recuerdos para hablar de Mxico, de la masacre de 1968, abordada en muy pocas ocasiones por l despus de la p ublicacin de su libro Inside The Company: CIA Diary. Agee abri su departamento de La Habana, Cuba, para hablar de aquellos aos. De la larga conversacin, acompaados d e cigarros y gatos, se desprendieron muchos temas. Uno de ellos se recuper en La otra guerra secreta publicado por editorial Mondadori en noviembre pasado , sobre e l bloqueo y la censura que el gobierno de Luis Echeverra impuso a su obra en los setenta. Esa fue la razn por la que accedi a la entrevista. En esta entrega rescat amos algunos apuntes que quedaron en la libreta y en la memoria. Los tiempos se agotan. Este texto tiene como fuente los apuntes que siempre quedan en las libretas, la grabacin de su voz en las horas que platicamos y los jirones que al paso de los da s arrebatamos a la memoria, en este caso de aquel inesperado encuentro con Phili p Agee la maana del 23 de abril de 2007 en La Habana, Cuba. Los diarios del mircoles 9 de este enero reportaron que Agee haba muerto. Qu vuelco s da la vida. Un correo electrnico desat el viaje a La Habana y el encuentro con e se personaje, un hombre que, por donde se vea, se convirti en referente para la h istoria latinoamericana, sobre todo la de los aos de la guerra sucia en el contin ente. Luego del encuentro en su departamento de La Habana se desataron una serie de ac ontecimientos nada casuales. Quien esto escribe supo y sinti lo que es estar dete nido por militares cubanos y agentes civiles. Uno sabe que cada acto tiene sus c onsecuencias, en este caso, el haber intentado burlar como turista al aparato de inteligencia de la isla para entrevistar a uno de los hombres consentidos del rg imen cubano, del mismo Fidel Castro. Mi salida de Cuba quiz se habra complicado si Philip Agee no hubiera aceptado que l me haba invitado. Estoy cierto de que alguna de las tantas llamadas que los agen tes hicieron durante la hora en que se me retuvo, alguna debi ser para Philip Age e. Este mircoles 9 cuando se inform de su muerte, me acord de ello, de la conversacin, de los gatos, de las mujeres cansadas de andar el tiempo que se disolvan con los muebles y el viejo departamento resistiendo la fuerza del viento que arrastraba el olor y la humedad del mar del Caribe. *** Mi primer encuentro con Philip Agee ocurri en el Archivo General de la Nacin: un e xpediente de los que habitan en la Galera II y en el que se cuenta a detalle todo el proceso de censura contra un libro Inside the Company: CIA Diary y su autor, P hilip Agee. Ese hallazgo ocurri por ah de 2002, acaso 2003. El dato debe estar ano tado en las hojas desordenadas que conforman un catico ndice personal de lo que re visamos en ese acervo. El expediente cuenta una historia que para esos aos, los setenta, era lugar comn: la censura de libros incmodos al poder. Cmo se haba bloqueado la publicacin en su ve rsin en espaol de Inside the Company: CIA Diary. Esta historia completa ocupa un c aptulo de La otra guerra secreta (Los archivos prohibidos de la prensa y el poder ).

Este hallazgo fue apenas un primer paso hacia lo que me llevara a hablar con el e x agente. Comenzaron entonces los das y los aos de perseguir su historia. Aos hurgando su par adero, persiguiendo a este hombre para preguntarle por su libro, el que habra inc omodado a tantos gobiernos latinoamericanos, incluido el de Luis Echeverra. Vive e n Cuba , era la nica pista. Das, meses y aos de espera. Una tarde de abril caa ese correo con el remitente: Phil ip Agee . Y un mensaje breve, sin matices ni detalles. Acepto la entrevista. Lo veo en La Habana el prximo domingo. Salgo luego a Alemania y no s cundo regrese Un intercambio inmediato de correos electrnicos, un nmero telefnico de La Habana y la advertencia: Venga solo. Cuando llegue al hotel me llama . Y un acuerdo. Nada de difundir detalles de cmo se dio el contacto ni mucho menos del lugar del encuent ro. En la entrevista publicada en el nmero 087 de emeequis (octubre de 2007) decamos q ue de la conversacin con Philip Agee slo se poda decir que fue en La Habana, que ce rca se escuchaba estallar el oleaje, y el humor del mar llegaba como un perfume de mujer que no se quita nunca de la piel. De esa conversin, se explicaba, se poda decir que ocurri en el piso de un viejo edificio, acompaados de dos gatos blancos , intensamente blancos, y decenas de fotos e imgenes que se van cosechando de via je en viaje, de estacin en estacin. Phillip Agge VintageHoy vale la pena contar otros detalles que hace unos meses s e guardaron. La llegada a La Habana ocurri al medio da de un domingo. Me dirig al Hotel Riviera, uno de esos hoteles de lujo donde se respira en cada uno de sus fragmentos los aos cincuenta del siglo XX. La recomendacin de Agee haba sido precisa: Cuando llegue al hotel me llama . Nada ase guraba que el hombre que haba escrito el email fuera Agee. Nada. Ya en el hotel, dej pasar no s cunto tiempo antes de levantar uno de esos telfonos que ya no se encu entran ms que en tiendas de reliquias. Entre mi arribo al Riviera y la llamada reconoc que todo este viaje podra no ser ms que una absurda aventura guiado ms por instinto que por certezas. No haba ni una sola a la qu asirse. No s cunto tiempo pas, ni cuntos cigarrillos consum mirando el ma r, haciendo anotaciones en una libreta. Ah nacieron varios borradores de historia s que aguardan su continuidad. Y entonces, la llamada. ( ) El telfono suena, uno, dos, tres ( ) El telfono suena, uno, dos, tres ( ) El telfono suena, uno, dos, tres Quin habla? Seor Agee, ya estamos hospedados Cmo que estamos ? Le ped que viniera solo, si no fue as no pienso recibirle. Colgar. Colgar.

No, perdn, claro que he venido solo, es un problema de pluralizar las cosas

Seguro que vino solo? Seguro. Anote: Once de la maana en la calle de Est usted muy cerca.

Fue todo. El telfono se queda sin esa voz cascada. Es la voz agrietada de un viej o Pero es l, pienso y respiro, vuelvo a respirar y me detengo a contar las olas qu e se estrellan y se desbordan. Miro a las mujeres cubanas que caminan cargando t odo el mar en sus caderas, a los nios que juegan. Oscurece en La Habana y de pron to camino por esas calles viejas, mirando esas construcciones que parecen lepros os a los que se le ha ido cayendo la vida a pedazos. Lunes, 11 a.m. En las horas que siguieron a la entrevista y a la detencin en plen a Plaza de la Revolucin entend el papel que jugaron muchas de las personas que, di scretas, seguan mis pasos, entrar al edificio, tocar el timbre. Luego el ascenso por una reducida escalera hasta el cuarto piso. Nada extraordinario, nada que di jera que ah, en ese edificio, viva el agente que tanto haba incomodado a varios gob iernos por sus revelaciones. No fue l quin abri. La voz de una mujer pidiendo repetir el nombre y algunos datos generales. S, djele pasar . Era la voz de Agee, quien se asomaba, con andar lento, ar rastrando sus pantuflas sobre la alfombra y esos dos gatos blancos untando el es peso pelaje en sus pantalones. Quin podra asegurar que este hombre se atrevi a reta r a la CIA Ofreci caf. Pidi que nos lo llevaran a otra sala de muebles antiguos, todo obsesiva mente limpio. Hablamos de Mxico, pareca poco informado y menos interesado de los cambios polticos que se vivan. Me pregunt de la comida, el tequila (claro, haba olvidado llevarle u n tequila), de las pirmides de Teotihuacn ( siempre admir el pasado prehispnico mexica no ). Pero dgame: qu encontr en los archivos mexicanos sobre mi libro. Esto le extend los papeles . Las cartas que cruzaron funcionarios mexicanos, editores , escritores todo para que ni llegara a editarse la versin en espaol de Inside the Company: CIA Diary. Hablamos de su libro, de lo que supo, de lo que nunca haba tenido certeza. Hablam os de sus fugas y los das que siguieron a la publicacin de esa obra. Pero cmo se poda evitar tener a Philip Agee ah, sentado en su silln de piel, con ape nas una mesa de distancia, y no preguntarle por el 68 en Mxico, cuando l formaba p arte del equipo de agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA). Imposible evitarlo. El hombre fumaba cigarros Hollywood y recordaba colocando si empre lmites a la memoria cuando sta amenaza con desbordarse. Saba bien de la importancia del lenguaje y que ste da para esconder las palabras, para decir sin decirlo. Llegu a ver, pero no recuerdo bien especulando . Vi, pero no estoy seguro Recuerdo, pero puede que

Era evidente que saba y recordaba ms de lo que estaba dispuesto a decir. Y, sin em bargo, cont lo que vio en los informes que la oficina de la CIA en Mxico enviaba a su base en Estados Unidos.

Estas son sus palabras, en primera persona. En agosto del 68, si no mal recuerdo, por la oficina de la CIA en Mxico pas un info rme hacia Estados Unidos sobre un acuerdo entre Gustavo Daz Ordaz (presidente), Luis Echeverra (secretario de Gobernacin) y Marcelino Garca Barragn (secretario de l a Defensa Nacional) de que seran ellos, y solamente ellos, los nicos que tomaran la s decisiones para detener al movimiento estudiantil. Habl alguna vez con el entonces secretario de Gobernacin, Luis Echeverra? No Nunca conoc a Echeverra.

Y sin embargo en su libro cita conversaciones como si hubieran ocurrido con l de m anera directa.Inside the Company CIA DIARY Vale la pena decir que en el libro trato de reflejar las diferencias entre Echeve rra y Daz Ordaz, entonces presidente de Mxico. A diferencia de Echeverra, Daz Ordaz t ena una buena relacin con la CIA. Creo que, y esto debe estar en el libro, en algn momento la CIA compr un carro, creo que un Ford Mustang, tipo deportivo, para una mujer, una querida de Daz Ordaz No recuerdo cundo, pero creo que un ao antes de la eleccin, Scott supo, en secreto, que Echeverra era el tapado. A la luz de lo que pas el 2 de octubre del 68, llama la atencin esa revelacin que us ted hace en su libro de que la CIA saba quin sera el prximo Presidente S, Echeverra se lo dijo. Si lo saba Echeverra por lo menos un ao antes, esto le da otra lectura a las moviliz aciones estudiantiles y al desenlace del 2 de octubre La masacre. En ese momento no lo alcanc a ver as. Bueno, pues esa fue la relacin con Echeverra. Y aun con todos los calificativos que puse en el libro, hubo muchos escritores o periodistas que trataron de hacer o decir una cosa diferente en torno a Scott, l a CIA y su relacin con Echeverra, no tomando en cuenta las limitaciones que hubo e ntre ambos, tratando de presentar a Luis Echeverra como un hombre colaborador de la CIA. No fue as. Y mientras se iba o no de la CIA, se cruz en su vida el movimiento estudiantil y T latelolco. Me han preguntado bastante sobre Tlatelolco. Yo tena amigos y sala del DF casi cada fin de semana a un pueblo de Morelos. Me acuerdo que esos primeros das de octubr e tuve una gripe muy fuerte. El 2 de octubre yo estaba en este pueblo y cuando r egres al trabajo supe detalles de lo que pas en Tlateloco. Qu ms supo?

Supe, quiz en agosto, que Daz Ordaz estableci un comit de tres: l mismo, Echeverra y e ministro de Defensa, creo que se llamaba Barragn Marcelino Garca Barragn, secretario entonces de la Defensa Nacional. S, esos tres fueron la mxima autoridad frente al movimiento estudiantil. ? Tal vez es parte de una especulacin ma. No s si hubo un acuerdo para lo que fue una operacin finamente calculada y delicada desde el ejrcito y no de Gobernacin.

Y aparentemente este comit de Daz Ordaz-Barragn-Echeverra tom la decisin de acabar con el movimiento de protesta esa noche en Tlatelolco; Barragn entonces dio la orden a sus subordinados para preparar todo eso. No s cul fue el papel de Gobernacin, pe ro los tres tuvieron un papel importante. Dudo que uno de ellos solo hubiera pod ido tomar esa decisin, debieron ser los tres. De ah la conformacin de este grupo de l que s supo la CIA. Eso es lo que s del 68 y cmo usted ve no tengo la posibilidad de seguir las cosas mexicanas muy de cerca. Se ha arrepentido en algn momento de haber escrito el Diario de la CIA, por lo que implicaron las revelaciones para su vida? Arrepentido? Por supuesto que no. Es un libro muy importante, todava la gente me d ice que haber ledo el libro cambi muchas de sus percepciones del trabajo de la CIA e incluso cambi su vida. *** Lo dejamos en su casa. Pronto, muy pronto sabra que Philip Agee no es un personaj e al que se le pueda ir a entrevistar en secreto, sin que lo sepa el G-II, el ap arato de inteligencia cubano. Unas pocas horas despus, caminando por la Plaza de la Revolucin, supe que Cuba es un mundo de ojos y odos y que todos se conectan cuando de informar se trata. Al final seran benevolentes. Una hora de preguntas, de llamadas interminables y u n paseo por las silenciosas calles donde se asientan el poder poltico y econmico d el gobierno cubano, construcciones sin alma. Ms y ms llamadas del agente que nos pregunta sobre Mxico, sobre el da y hora de sali da una y otra vez. Un espere ah y otra llamada, los gestos de asentimiento. Apenas unas palabras para cerrar el captulo: Tome sus documentos y no olvide su fe cha de salida de Cuba, que le vaya bien . Ahora que reviso las hojas de la libreta caigo nuevamente en aquellos apuntes qu e hice la tarde del domingo 22 de abril de 2007, sumido en la incertidumbre. Luego leo que el ex agente de la CIA, Philip Agge, ha muerto. ENTREVISTA 2. Entrevista a Philip Agee*, ex agente de la CIA El carcter de la intervencin de los servicios secretos estadounidenses en Venezuel a ALIA2 Ex agente de la CIA y actualmente editor de Covert Action Quaterly, Philip Agee analiza para la agencia Alia2 los mtodos que utilizan hoy los servicios estadouni denses para desestabilizar a Venezuela. Esos mtodos son los mismos que utilizaron en Amrica Latina durante la Guerra Fra aunque usan tambin nuevas vas de intervencin adaptadas a la situacin actual. Puede el conocimiento de la historia impedir que e sta se repita? Philip Agee es un ex agente de la CIA que dej la agencia en 1967 despus de perder sus ilusiones al comprobar que esta trabajaba para mantener un statu quo en la r egin. Empec a darme cuenta de que lo que mis colegas y yo hacamos con la CIA en Amrica Lat

ina no era ms que la continuacin de prcticamente 500 aos de explotacin y de genocidio . Comenc entonces a pensar en escribir un libro cosa antes inimaginable para explic ar el mecanismo. El libro, Inside the Company: CIA Diary, se convirti rpidamente en un best-seller y se public en ms de 30 idiomas. En 1978, tres aos despus de su publicacin, Agee y un grupo de periodistas comenzaron a publicar un boletn Covert Operations Informati on Bulletin (Boletn de Operaciones Encubiertas), que se llamara ms tarde Covert Act ion Quarterly, en el marco de una guerrilla periodstica de denuncia de las activi dades de la CIA. Naturalmente, las reacciones del gobierno de Estados Unidos. y, en particular, l as de la propia Agencia ante el trabajo de Agee fueron bastante agresivas y este se vio obligado, a partir de los aos 70, a dividir su tiempo entre Alemania y Cu ba. Actualmente es representante de una compaa petrolera canadiense en Amrica Latin a. A pesar de la reciente ola de artculos contra Chvez publicados en la prensa estado unidense y de las declaraciones amenazantes de todo un grupo de altos representa ntes del Departamento de Estado y el Departamento de Defensa, Agee percibe una e strategia an ms cnica hacia Venezuela. Basndose en los trabajos de William I. Robins on sobre la intervencin estadounidense de los aos 80 en Nicaragua y en documentos recientemente publicados que describen detalladamente las actividades de la CIA y del gobierno de Estados Unidos en Venezuela, Agee sugiere que la estrategia de la CIA de promocin de la democracia est en plena fase de aplicacin en Venezuela. Como en el caso de Nicaragua en los aos 80, cierto nmero de fundaciones entregan m illones de dlares a la oposicin venezolana bajo la supervisin de una firma privada de consejera contratada por la USAID (United States Agency for International Deve lopment). El secretario de Estado adjunto para los asuntos del hemisferio, Roger Noriega, reafirm recientemente la determinacin del Departamento de Estado de llevar adelant e su estrategia al declarar el 2 de marzo de 2005, ante la comisin de Relaciones Exteriores del Senado, que apoyaremos a los elementos democrticos en Venezuela par a que puedan continuar ocupando el espacio poltico al que tienen derecho. El financiamiento de esos elementos democrticos tiene como objetivo la reunificacin de la oposicin (hasta entonces agrupada en una organizacin informal llamada Coordi nacin Democrtica) con vistas a la eleccin presidencial de 2006. Si fracasan durante las elecciones de 2006, pronostica Agee, la CIA y sus socios se concentrarn en l as elecciones siguientes, en el 2012, despus en las de 2018 y as sucesivamente porq ue lo que lo est en juego es la estabilidad del sistema poltico en Estados Unidos. y la seguridad de la clase poltica en Estados Unidos.. Cmo analiza usted los recientes acontecimientos en Venezuela? Cuando Chvez fue electo por primera vez y comenc a seguir los acontecimientos se v ea claramente lo que pasara despus, como en Chile en 1970 y en Nicaragua en 1979 y 1980. Para m era indudable que Estados Unidos. tratara de modificar el curso de lo s acontecimientos en Venezuela como lo hizo en Chile y Nicaragua y como ya haba he cho antes en otros pases. Desgraciadamente, yo no tena tiempo de seguir los acontecimientos da a da, aunque t rat de hacerlo a distancia, y cuando Eva Golinger cre su sitio en Internet (http:/ /www.venezuelafoia.info) empec a leer ciertos documentos y vea en ellos la aplicac in de los mismos mecanismos que en Nicaragua en los aos 80, mediante la infiltracin de la sociedad civil y los esfuerzos por influir en el proceso poltico y elector al del pas. Sobre el caso de Nicaragua escrib, me parece que fue en 1979, justamen te despus de la llegada de los sandinistas al poder, un anlisis sobre el programa

que Estados Unidos. iba a aplicar all. Casi todo lo que escrib se hizo realidad ya que todas esas tcnicas de la CIA, la USAID y el Departamento de Estado, desde 19 84, siguen el mismo esquema. En Nicaragua, el programa para influir en los resultados de las elecciones de 19 90 comenz con ao y medio de antelacin, mediante la unificacin de la oposicin y la cre acin de un movimiento cvico y todo eso se est repitiendo en Venezuela. Ah reside mi inters poltico por el caso de Venezuela, en el anlisis de los hechos y poder escrib ir varios artculos. En la poca en que usted estaba en la CIA, cul era la estrategia ms frecuente en los s ervicios de inteligencia estadounidenses para proteger los intereses estratgicos en Amrica Latina? Cuando yo trabajaba en la Agencia, a fines de los aos 50 y hasta finales de los ao s 60, esta emprenda operaciones a escala internacional, regional y nacional para penetrar y manipular los rganos de poder en diferentes pases del mundo, eso era pa rte de mi trabajo en la CIA la penetracin y manipulacin de partidos polticos, sindic atos, movimientos de jvenes y estudiantes, de los crculos de intelectuales, profes ionales y culturales, de grupos religiosos y de grupos feministas y, sobre todo, de los medios de difusin. Por ejemplo, nosotros pagbamos periodistas para que pub licaran nuestras informaciones como si se tratara de su propia informacin. Las operaciones de propaganda no paraban nunca. Durante las elecciones gastbamos tambin grandes sumas de dinero en nuestros candidatos. La CIA tena del mundo una visin maniquea en la que solo existan los que estaban con nosotros y los que estaban contra nosotros. El trabajo de la agencia era penetr ar, debilitar, dividir y destruir las fuerzas polticas consideradas enemigas, sit uadas normalmente a la izquierda de la social democracia, en el seno de todas la s instituciones que acabo de mencionar para que estas ltimas favorecieran los int ereses de Estados Unidos. Uno de los problemas que se le presentaban corrientemente a la CIA en ese tipo d e operaciones, que comenzaron en 1947, era cmo enmascarar todas esas grandes entr egas de dinero, tan difciles de esconder. As que la agencia cre muy pronto toda una serie de fundaciones o lleg a arreglos con ciertas fundaciones ya existentes. A veces las fundaciones de la agencia solamente existan en papeles, las diriga des de Washington algn abogado contratado por la CIA. A principios de los aos 50, el p rograma internacional de la Asociacin Nacional de Estudiantes de Estados Unidos. (National Students Association of the United States) asociacin representada en prct icamente todas las universidades lo diriga la CIA, toda operacin internacional de l a Asociacin era en realidad una operacin de la CIA. Y a cada nuevo director de la Asociacin de Estudiantes se le pona al corriente del funcionamiento de ese programa dirigido por la CIA. El que fue nombrado en 1966 era la poca de la guerra contra Vietnam y los movimientos de protesta se neg a cont inuar y cont toda la historia a Ramparts Magazine, una publicacin ligada a la Igle sia catlica. Ramparts lo public todo y estall un enorme escndalo. Pero no por eso se abandon la operacin. En febrero de 1967, el Washington Post public un trabajo deta llado sobre la red internacional de financiamiento de la CIA. En otras palabras, mencionaron por sus nombres a las fundaciones y a cierto nmero de organizaciones que se nutran en el extranjero del dinero de la CIA en el seno de diferentes instituciones que ya mencion partidos polticos, sindicatos, movimien tos estudiantiles, etctera y aquello fue un desastre para la Agencia. Yo estaba en aquel entonces en la sede de la misma, en el intervalo entre una misin en Ecuado r y otra en Uruguay, cuando sucedi aquello. Fue un desastre.

En menos de dos meses, despus del derrumbe del aparato de financiamiento internac ional, Dante Fascell un miembro de la Cmara de Representantes de Miami estrechamen te ligado a la CIA y a los cubanoamericanos de extrema derecha de Miami propuso e n el Congreso la creacin de las fundaciones no gubernamentales que recibiran diner o del Congreso y lo distribuiran despus abiertamente a las diferentes organizacion es que normalmente hubiesen recibido financiamiento clandestino de la CIA. Pero estbamos en 1967 y el consenso entre demcratas y republicanos sobre la poltica exte rior se haba roto, en cierta medida, as que la proposicin de Fascell no prosper. Es por eso que la CIA sigui siendo, incluso despus del derrumbe de su red de finan ciamiento internacional, la agencia del gobierno de Estados Unidos. encargada de todas esas actividades llamadas operaciones clandestinas. Por ejemplo, la CIA fue responsable de la desestabilizacin del gobierno de Allende a partir de 1970. Res ulta que Allende estuvo a punto de ser electo en 1958. En Chile, las elecciones tenan lugar cada seis aos y, con vistas al siguiente escrutinio, la CIA comenz a tr abajar con ms de un ao de antelacin para impedir su eleccin. Parte del dinero se uti liz para desacreditar a Allende, al Partido Socialista y a la coalicin (la Unidad Popular) as como a financiar la campaa de Eduardo Frei el candidato demcrata-cristia no. Frei gan las elecciones, pero Allende fue finalmente electo en 1970. Se ha probado que la CIA trat de impedir la ratificacin de su victoria por el Cong reso orquestando un golpe de Estado militar que fracas. Allende lleg a la presiden cia y la CIA se convirti entonces en la agencia encargada de fomentar el desconte nto popular, de hacer propaganda contra Allende y su gobierno, de instrumentar h uelgas muy duras la ms importante fue la de los camioneros, que interrumpi durante meses la distribucin de bienes y servicios, hasta desembocar finalmente en el gol pe de Estado de Pinochet, en septiembre de 1973. Hubo cambios significativos de estrategia dentro de la CIA despus que usted sali de ella, en 1968? S, en efecto. Durante los aos 70 haba dictaduras militares brutales en todo el Cono Sur (Uruguay, Argentina, Paraguay, Brasil y, claro est, en Chile con Pinochet). Todas gozaban del apoyo de la CIA, dicho sea de paso. Fue en ese entonces que un a nueva filosofa empez a aparecer en las mentes de los altos responsables de la po ltica exterior estadounidense. Esa nueva filosofa era que todas aquellas dictaduras militares, con su corolario de represin, desapariciones y escuadrones de la muerte, etctera, no eran quizs la m ejor solucin para preservar los intereses de Estados Unidos. en Amrica Latina ni e n ninguna otra regin. Segn esa nueva filosofa, los intereses de Estados Unidos. se preservaran mejor recurriendo a gobiernos democrticamente electos conformados por una elite poltica que se identificara con la clase dirigente estadounidense. No hablo de fuerzas populares sino de las clases polticas tradicionales de Amrica Latina, como las oligarquas, para mencionar nicamente a esas. Fue as que se adopt un n uevo programa estadounidense, conocido con el nombre de Proyecto Democracia que bu scara promover elecciones democrticas libres y transparentes, pero de forma tal qu e garantizaran el poder a las elites, no al pueblo. En 1979 se cre una fundacin, la American Political Foundation, que contara con una amplia participacin de la principal organizacin sindical de Estados Unidos., la AF L-CIO, junto a la Cmara de Comercio de Estados Unidos. y los partidos demcrata y r epublicano. Cuatro organizaciones de mxima envergadura. Aquella fundacin era finan ciada simultneamente por el gobierno y el sector privado. Su tarea consista en est udiar cmo poda Estados Unidos. aplicar la nueva filosofa para promover la democraci a. El resultado fueron la National Endowment for Democracy (NED) y sus cuatro funda ciones asociadas: el l International Republican Institute (IRI) del Partido Republ

icano, el National Democratic Institute (NDI) del Partido Demcrata, el American C enter of International Labor Solidarity (ACILS) de la AFL-CIO, y el Center for I nternational Private Enterprise (CIPE) de la Cmara de Comercio de Estados Unidos. En lo tocante a la fundacin de la AFL-CIO, se retom una organizacin ya existente q ue haba colaborado estrechamente con la CIA durante muchos aos, el American Instit ute for Free Labor Development (AIFLD) y simplemente le cambiaron el nombre. Cmo trabaja exactamente la National Endowment for Democracy con la CIA? El mecanismo es el siguiente. El Congreso otorga millones de dlares a la NED y es ta entrega despus el dinero a lo que llaman fundaciones ncleos, o sea a las cuatro f undaciones asociadas que, a su vez, reparten el dinero entre los subsidiados ext ranjeros. Todo eso empez en 1984 y uno de los primeros beneficiarios fue la Cuban American National Foundation (CANF), a la que pertenecen los elementos y organi zaciones anticastristas ms extremistas de Estados Unidos. Pero en Nicaragua fue donde verdaderamente se puso a prueba el nuevo sistema. A partir de 1979 y 1980 la CIA recibi la misin de organizar all las fuerzas militares o paramilitares contrarrevolucionarias conocidas como los Contras. Toda la logstica y el apoyo (de los Contras) llegaba de Honduras. Infiltraron (en territorio nicaragense) alrededor de 15,000 hombres que fueron derrotados por el Ejrcito Sandinista. En 1987 sembraron el terror en las zonas rurales de Nicaragu a provocando la muerte de unas 3,000 personas y mutilando a muchas ms. Se trataba de una operacin estrictamente terrorista. Fueron incapaces, durante todo ese pero do, de apoderarse del menor casero y de mantener su control. Desde el punto de vi sta militar fueron derrotados. En 1987, Amrica Central estaba cansada de las guerras que afectaban al Salvador, Guatemala y Nicaragua. Hubo una reunin de los presidentes de esos pases en una ciu dad de Guatemala llamada Esquipulas y llegaron por s mismos a una serie de acuerd os Estados Unidos. no estaba implicado en eso que incluan el desarme de los Contras y el cese de las hostilidades en diferentes pases. Hubo entonces un cese del fuego en Nicaragua, pero la CIA no desarm a los Contras porque saba que haba elecciones en 1990 y quera mantener a los Contras como una am enaza. Aunque desde el punto de vista militar estaban derrotados desde 1987, los Contras provocaron enormes problemas econmicos y los nicaragenses sufran terriblem ente con toda aquella destruccin. Despus de los acuerdos de Esquipulas, la poltica de Estados Unidos. cambi. Se conce ntr ms en penetrar la sociedad civil y en reforzar la oposicin al Frente Sandinista de Liberacin Nacional (FSLN). Uno de los mecanismos era reforzar la Coordinacin D emocrtica Nicaragense, que se compona de representantes locales de los patrones, de ciertos sindicatos, partidos polticos y asociaciones antisandinistas. Una sociedad privada de consejera llamada Delphi International Group fue encargad a de la direccin de las operaciones destinadas a influir en las elecciones de 199 0. Esa sociedad recibi la mayor parte de los fondos y desempe un papel fundamental en el resultado de las elecciones. La NED fue clave tambin en Nicaragua a partir de 1984 y, mediante sus cuatro fundaciones asociadas, en la penetracin e injerenc ia en el proceso electoral nicaragense, actividad que arranc en 1988 para alcanzar su mxima intensidad en 1989. Con el fin de movilizar al mximo el voto antisandinista y de controlar las elecci ones creando un frente poltico antisandinista, la CIA y la NED crearon un frente cvico llamado Va Cvica y la tarea de ambas consisti, ostensiblemente, en encauzar la formacin poltica y el militantismo, la accin cvica, una accin cvica no partidista. Pe ro todas sus actividades apuntaban en realidad a reforzar el bando antisandinist a. Por consiguiente, apareci primero la Coordinadora, despus la Va Cvica y, por ltimo

, la unificacin de la oposicin que no tuvo lugar hasta el mes de agosto de 1989 ms o menos, o sea seis meses antes de las elecciones, ya bastante tarde. Pero ya haca tiempo que estaban trabajando en el asunto y, a menudo mediante el s imple pago de sobornos, unificaron 14 de los 20 partidos bajo el nombre de Unin N icaragense de Oposicin (UNO). La UNO present candidatos nicos a todos los cargos. Es tados Unidos. escogi a Violeta Chamorro para la presidencia. En septiembre de 1989 se produjo entre el gobierno de Estados Unidos. y los sand inistas un acuerdo muy extrao segn el cual los sandinistas deban permitir que Estad os Unidos. entregara nueve millones de dlares a la oposicin a cambio de la promesa de que la CIA no aportara ms fondos contra ellos. Sorprendentemente, los sandinis tas aceptaron. Por supuesto, lo primero que sucedi fue que la CIA distribuy muchos millones de dlares ms. El redactor del libro sobre Nicaragua en los aos 80 y las elecciones lama Bill Robinson, un universitario que vivi un tiempo en Nicaragua aos 80. Su libro se llama A Faustian Bargain. Es un libro excelente, ado y muy bien escrito. l estim que Estados Unidos. gast ms de 20 en las elecciones de 1990. de 1990 se l durante los muy document millones de dlares

Y, como sabemos, los sandinistas perdieron. La UNO obtuvo el 56% de los votos y los sandinistas un 40% o algo as. Todas las operaciones emprendidas para garantiz ar la derrota de los sandinistas en 1990 continuaron para garantizar que los san dinistas no volvieran al poder en las elecciones siguientes, y as fue. Cmo se aplica ese modelo en Venezuela? En Venezuela existe algo parecido con la Coordinadora Democrtica, que se compone de los mismos sectores y las mismas organizaciones que en Nicaragua, aunque, segn lo que he ledo, est ms o menos en crisis en este momento. Pero van a reactivarla, de eso estoy seguro. Aqu hay una organizacin que se supone que sea neutral y que s e dedica a combatir la abstencin y a vigilar el desarrollo de las elecciones, que se llama Smate. Ustedes tienen el grupo privado estadounidense de consultora llamado Development Alternatives Incorporated que desempea el mismo papel que el Delphi International Group en Nicaragua. Ustedes tienen a la vez el International Republican Institu te y el National Democratic Institute, ambos con oficinas en Caracas. Hay, por c onsiguiente, tres oficinas que reparten decenas de millones de dlares, oficinas p rivadas que son controladas en realidad por la embajada de Estados Unidos. y la USAID. Al da siguiente del fracasado golpe de Estado de abril 2002, se tom en Washington la decisin de hacer lo mismo que en Nicaragua, o sea, contratar una firma de cons ultora que sirviese de fachada para el dinero de la USAID, mucho ms cuantioso que el de la NED. El primer contrato se firm el 30 de agosto de 2002, por un monto li geramente superior a los 10 millones de dlares para los dos aos siguientes destina dos a actividades polticas en Venezuela. Abrieron sus oficinas en agosto de 2002, con cinco personas que llegaron de Wash ington, cinco personas nombradas por la USAID. Fjense bien, contratan una firma p rivada pero son ellos quienes nombran a las personas. Y el contrato estipula que para que el Development Alternatives Institute pueda contratar a un venezolano, este tiene ser aprobado por la USAID, en Washington. No queda por tanto lugar p ara la menor duda en cuanto a la naturaleza de esas tres oficinas creadas aqu. So n instrumentos de la embajada de Estados Unidos. y detrs de esas tres organizacio nes est la CIA. La utilidad de esas fundaciones y de la firma de consultora es que as la CIA puede

distribuir mucho ms fondos, de manera ms abierta, a organizaciones que, por otro lado, ya reciben dinero, lo cual hace ms fcil el enmascaramiento de esas sumas. As, si la USAID entrega alrededor de cinco millones de dlares a Development Altern atives, de los cuales hay tres millones y medio destinados a prstamos para organi zaciones venezolanas, con un milln y medio o ms de la NED, usted tiene ah entre sei s y siete millones de dlares repartidos abiertamente. Todo eso se sabe gracias al trabajo de Eva Golinger. Ella hizo un magnfico trabajo. Como quiera que sea, la CIA puede aportar bastante dinero, adems de esos seis o s iete millones de dlares. Los documentos prueban el apoyo a la huelga de la indust ria petrolera, que dur de diciembre de 2002 a febrero de 2003 y el apoyo a la cam paa a favor del referendo revocatorio. Como fracasaron en ambos casos, ahora se v an a concentrar en las elecciones presidenciales de 2006. Venezuela no es ciertamente el nico pas objeto de ese tipo de operaciones para ref orzar la sociedad civil, promover la democracia, formar gente con vistas a los p rocesos electorales; todo eso no es ms que una fachada para los verdaderos objeti vos que consisten en promover ciertas fuerzas polticas en detrimento de otras. Ve nezuela no es el nico caso. Es realmente necesario investigar ya que el Developme nt Alternatives Institute segn su sitio, www.dai.com est presente en el mundo entero . No todos sus programas los financia el gobierno de Estados Unidos.. Tambin recibe n financiamiento del Banco Mundial y de no s cuntas instituciones del mismo corte. Es posible analizar ms de cerca y encontrar cules son los dems programas similares a los de Venezuela. Lo mismo sucede con el National Democratic Institute y con las otras tres fundaciones asociadas a la NED. Eso permitira saber dnde estn concentrando las operaciones de penetracin poltica, jun to a la CIA, claro est. Creo que es verdaderamente urgente revelar esos hechos y denunciarlos como lo que son, como una gran mentira en la que se afirma que se p romueve la democracia cuando est destinada en realidad a derrocar gobiernos, a ca mbiar regmenes o a consolidar regmenes que estn ya en el poder. Un ex miembro de la CIA, Flix Rodrguez, declar recientemente a la televisin de Miami que Estados Unidos. trataba de provocar cambios en Nicaragua, quizs mediante la v iolencia. Puso como ejemplo el intento de asesinato del dirigente libio El Khada fi por la administracin Reagan. Se trata de una posibilidad previsible en el caso de Venezuela? Hay que recordar que en el caso de Khadafi Estados Unidos. crey que l haba organiza do el atentado contra una discoteca de Berln y el ataque areo contra Trpoli fue una represalia. Chvez no ha cometido ninguna provocacin de ese tipo. Por consiguiente , nada justifica un golpe militar y no creo que Estados Unidos. haya llegado al punto de tratar de asesinar de manera tan abierta al Presidente de un tercer pas. Quiero decir que la situacin es ya bastante mala en Estados Unidos. peor de lo que ha sido nunca antes pero no creo que sea para tanto. Una cosa importante para Chv ez, para el movimiento bolivariano aqu, es tener en mente que Estados Unidos. no dejar nunca de tratar de darle marcha atrs a la historia. Los intereses de Estados Unidos. estn definidos como el acceso sin obstculos a los recursos naturales, a l a mano de obra y a los mercados de terceros pases. Pases como los de Amrica Latina son los que garantizan la prosperidad de Estados U nidos.. Mientras ms gobiernos independientes haya en el poder, con cierta dosis d e nacionalismo y que se oponen a la poltica de Estados Unidos. y al neoliberalism o, ms se percibe en Washington a esos movimientos como una amenaza porque lo que est en juego es la estabilidad misma del sistema poltico y la seguridad de la clas e poltica de Estados Unidos.

Los venezolanos tendrn que luchar por sobrevivir como los cubanos han tenido que hacerlo durante 45 aos. Dentro de 45 aos, Estados Unidos. seguir tratando de destru ir el proceso en marcha en Venezuela, si sigue por el mismo camino que hoy, de l a misma manera en que siguen tratando de destruir la Revolucin cubana. Detrs de cada presidente vendr otro. Fidel ha sobrevivido a nueve presidentes. Cre o, por tanto, que para los venezolanos es muy importante entender que eso va a s eguir y que la vigilancia, la organizacin y la unidad sern imprescindibles para es capar a los programas de Estados Unidos., para no plegarse a su juego que consis te esencialmente en dividir para vencer. ENTREVISTA 3. DIALOGO EN CUBA CON PHILIP AGEE, EL MAS FAMOSO EX AGENTE DE LA CIA Bush hace lo que quiere Bin Laden En 1975 conmovi al mundo poltico con la publicacin de su libro El diario de la CIA , q ue revelaba desde adentro las operaciones de la famosa Compaa . En este dilogo relata cmo tom la decisin de abandonar la CIA y hacer pblicos sus secretos. Desde La Habana , donde est radicado, analiza los peligros de la respuesta militar norteamericana a los ataques terroristas, critica las terribles fallas de sus ex empleadores y pronostica una necesaria resolucin poltica de la crisis. Por Miguel Bonasso Durante un tiempo no lo harn, porque hay una primera reaccin emocional, superpatriti ca llamando a la venganza, despus puede que comience una segunda fase de reflexin acerca de este odio contra Estados Unidos, pero cuando comiencen a llegar todos los muertos en batalla, puede haber una tercera fase de movilizacin (tipo Vietnam ) que propicie la solucin poltica al conflicto desatado tras el 11 de setiembre , di jo Philip Agee a Pgina/12, en su oficina de La Habana. El ex agente de la central de inteligencia norteamericana, que en 1975 sacudi al mundo con el best seller E l diario de la CIA (Inside the Company/ The CIA Diary), cree que tarde o tempran o Washington deber revisar drsticamente sus polticas hacia Medio Oriente y los pases rabes del Golfo, como Irak. Y propone, incluso, algunas medidas concretas. Una o pinin nada desdeable proviniendo de un intelectual que trabaj 12 aos para la CIA y c onoce las entraas del monstruo . Hace pocos das, Agee (66 aos) concedi una larga exclusiva al enviado de Pgina/12 en sus oficinas de Cubalinda, la agencia de turismo que conduce en La Habana. Y a p esar de su aspecto serio, introvertido, que recuerda al de un actor hollywoodens e haciendo de espa, no eludi ningn tema. Ni los de actualidad, ni los que hacen a s u biografa aventurera: la de un hombre que rompi con la organizacin de inteligencia ms poderosa de la Tierra y pudo vivir para contarlo. De qu lugar de Estados Unidos es usted? De Tampa, Florida. Y, a propsito, en Tampa siempre hubo una gran influencia cubana por el tema de los cigarros. A mediados del siglo diecinueve, la produccin cuban a de puros se mud all por una cuestin arancelaria y aunque luego regres aqu a la isla siempre hubo en Tampa una colonia de cubanos. Cul es su formacin profesional? Estudi leyes en la universidad, all en Florida. Ya cuando era estudiante, la gente de la CIA vino a verme para reclutarme. Yo entonces les dije que no porque prime ro quera recibirme de abogado. Cambi de idea a raz de un viaje que hice a Cuba en 1 957. Vine aqu a La Habana y me encant la msica, la gente, el baile. Cuando regres a Florida pens que quizs la oferta de la CIA me permitira trabajar y vivir en lugares interesantes como Cuba. Era una posicin bastante romntica e inmadura. Pero yo era muy joven: cumpl los 22 aos aqu en La Habana y lo festej en uno de los bares ms famo

sos, el Sloppy Joe s. Pensando en los lugares exticos y en defender a los Estados U nidos, le escrib a la CIA pidiendo que me volvieran a considerar y, tras una seri e de exmenes y entrevistas que me hicieron en Washington, entr a la Compaa en 1957. Ya hablaba espaol? Haba estudiado, pero lo perfeccion cuando termin el programa de entrenamiento de la CIA que lleva tres aos... Qu le ensearon en esos tres aos? La teora marxista, por ejemplo. O cmo reclutar gente para trabajar como agentes de la Central. Porque hay que distinguir entre los oficiales (lo que yo me preparab a a ser) y los que trabajan localmente en cada pas. Me ensearon lo que se llamaba tradecraft (secretos del oficio), que incluye muchas cosas: las distintas medida s de seguridad y confidencialidad que se toman en las diversas operaciones; los procedimientos para llevar a cabo reuniones clandestinas o cmo utilizar medios tcn icos de escucha y fotografa. Tambin lo entrenaron militarmente? S, tambin. La primera tarea que me asignaron despus del entrenamiento fue ingresar a un programa especial de la Fuerza Area, producto de un acuerdo secreto con la CI A. De all egres como teniente ypas un ao como oficial de inteligencia en una base de la Fuerza Area para cazabombarderos. Despus me enviaron de vuelta a Washington, p ara un nuevo entrenamiento que se prolong durante un ao. Al terminar me asignaron a la estructura que conduca las operaciones clandestinas en Amrica latina. Que haba crecido mucho debido al temor que provocaba la Revolucin Cubana y el creciente a poyo que tena en Latinoamrica. Sal del nuevo programa en el verano del 60 y fui dest inado a Quito. All trabaj en la embajada norteamericana con la cobertura de oficia l poltico. Estuve tres aos en Quito y despus me trasladaron a Montevideo, donde est uve otros tres aos. Despus regres a las oficinas centrales en Langley (Virginia) do nde permanec unos ocho meses hasta que me trasladaron a Mxico. All trabaj como asist ente especial del embajador en relacin con un tema importante: los Juegos Olmpicos de 1968. Estuve all un ao antes de los Juegos observando la organizacin de ese eve nto, conociendo a mucha gente de inters para la CIA, porque ese medio olmpico est l leno de personas que son de inters para la Central. El plan era que luego de los Juegos yo me quedara en la embajada para seguir con el reclutamiento de ciertas p ersonas que haba conocido. Cmo los reclutaban? Hay que desarrollar una relacin bastante ntima con la persona a reclutar. Pero hay tambin lo que se llama reclutamientos fros , que se hacen sin contacto previo, sin co nocer a esa persona. En la calle, por ejemplo. Yo hice algunos reclutamientos fros . Por qu se hacen as, porque es muy urgente reclutarlos? No necesariamente. A veces, simplemente, porque hay indicios de que es reclutable por equis motivos. Y usted... cmo vea al mundo en aquella poca? Yo era un tpico exponente de la generacin norteamericana de los aos 50. Tena un buen record universitario, pero careca de formacin poltica. Eramos como una generacin per dida. Y me form, paradjicamente, en Amrica latina. Al comienzo uno no se da mucha c uenta de cmo son las cosas, pero luego uno percibe la injusticia social que impon en las oligarquas tradicionales y la represin poltica. De la que uno mismo forma pa rte. De la cual fui parte siguiendo el principio de que haba que mantener la esta bilidad... En dnde? En Ecuador, tambin en Mxico, en Per, en Brasil. Cuando estuvo destinado en Montevideo, viaj a la Argentina? Viaj varias veces a la Argentina. Cuando estaba en Quito fui en una misin a Buenos Aires. Y luego, desde Montevideo viaj varias veces en el vapor de la carrera. Pas aba la noche a bordo y llegaba por la maana a Buenos Aires. Cmo se hace para salir de la CIA? Se renuncia. Cmo? Uno puede renunciar as como as? Entran y salen personas todos los das. En el caso mo recib un cable unos meses antes de los Juegos Olmpicos en el que me informaban que me estaban promoviendo una ve z ms. Sin embargo les dije que hara efectiva mi renuncia cuando terminaran los Jue

gos y que me ira por razones personales. Ellos no se alarmaron? Nadie vino y pregunt por qu va a hacer esto? Yo haba sido muy terminante en mi renuncia. Pero no hay compromisos de confidencialidad como el que establecen las tabacaleras , segn se ve en la pelcula El Informante? S, ellos tienen documentos firmados. Al principio uno firma que no va a revelar na da de los secretos de la actividad y al salir tuve que firmarotro acuerdo en don de reafirmaba que esas actividades deban permanecer secretas. Qu hizo al dejar la CIA tras doce aos de carrera? Decid volver a estudiar. Me gradu en la UNAM (Universidad Nacional Autnoma de Mxico) en un programa de estudios latinoamericanos. Y fue entonces, mientras realizaba esos estudios, que radicalic mis ideas. Al comienzo, cuando sal de la CIA, yo no p ensaba denunciar a la Compaa y menos escribir un libro. Como estudiante me vino la idea de escribir un libro, porque pens que lo que hacamos en la CIA no era ms que la continuacin de quinientos aos de opresin y explotacin sobre Amrica latina. Era imp rescindible que quienes luchaban para cambiar ese estado de cosas conocieran bie n al enemigo que tenan por delante. Porque la CIA, en vez de apoyar las reformas sociales que tanta falta hacan, las trababa, ayudando a las estructuras tradicion ales de poder. Cmo hizo el libro? Adems de mis recuerdos y conocimientos necesitaba materiales que no era fcil conseg uir. Intent buscar materiales en Mxico, pero no encontr. Viaj entonces a Pars, donde estuve un ao. All supe los tesoros que encerraba la hemeroteca del Museo Britnico ( en Colingdale) y me fui para all. Tenan copias de todos los diarios de las ciudade s en donde yo haba estado destinado. Por lo cual pas casi un ao viendo microfilmes de peridicos de Ecuador, Uruguay, Mxico y otros lugares. Tomaba notas en un block de secretaria. Desde las 8 de la maana hasta las seis de la tarde. Ya en el depar tamento grababa mis anotaciones diarias. Luego la editorial Penguin Books me dara apoyo secretarial para las transcripciones. De qu viva? Era una poca muy difcil. Casi no tena para comer. Adems lidiaba con los agentes de la CIA que me seguan por las calles. La Compaa saba que usted estaba haciendo el libro? S, yo haba cometido una indiscrecin. Afortunadamente, en Londres, Penguin Books me c ontrat el libro y me solucion el problema econmico. Con mi editor tomamos la decisin de que asumiera la forma de un diario. Lo termin en el verano de 1974 y sali en e nero del 75. En el nterin la CIA hizo muchas cosas para impedir la salida del libr o. Me haban hostigado... Lo amenazaron de muerte? As, una amenaza concreta, no, pero hubo muchas cosas raras... Nunca pens que lo podan matar? S, pero eso fue antes de terminar el libro. Enviaron dos jvenes norteamericanos par a trabar amistad conmigo en Pars y ellos me dieron una mquina de escribir con un t ransmisor escondido en la tapa que les permiti localizar mi escondite en Pars. En julio de 1974 el New York Times public un artculo en primera plana afirmando que e n 1972, deprimido y borracho, yo le haba revelado secretos a la KGB sovitica. Un g olpe bajo para desprestigiar el libro. En el mejor estilo de los servicios : pegar primero, porque el que replica ya es menos confiable. Les contest, claro. En ese momento yo colaboraba para la agencia Interpress en Londres y les envi un artculo donde hice pblicos los nombres y direcciones de 35 agentes secretos de la CIA en Mxico. Lo hice cuidando los horarios, para que el cable llegara a las redacciones por la noche y los periodistas pudieran estar en la puerta de casa de los agent es cuando salan de maana para la embajada. Fue un golpe muy grande. Tuvieron que c ambiar a mucha gente. Luego sali el libro en 1975 y aunque alguna gente lo critic en trminos narrativos, diciendo que era difcil de leer tuvo mucho xito. Pero lo ms i mportante: cumpli el objetivo que me haba fijado: era un manual de defensa para la gente que buscaba el cambio en Amrica latina. Despus, varios revolucionarios lati noamericanosme dijeron que les sirvi para saber cmo trabajaba la CIA. Cmo penetran, cmo reprimen, cmo trabajan con los servicios represivos locales. Cules fueron las represalias?

Fui expulsado de Inglaterra y luego de Holanda, Francia, Alemania e Italia. Tras muchas luchas, finalmente, consegu residencia en Alemania. Y a Cuba cundo empez a venir? Comenc trabajos de solidaridad con Cuba all por el 70 y el 71. Desde entonces me repa rto entre Alemania y la isla. Aunque en los ltimos tres aos estoy casi todo el tie mpo aqu, con este negocio: Cubalinda. Cmo es este negocio? Yo estuve muchos aos sin ir a Estados Unidos, porque mis abogados tenan miedo de qu e me arrestaran. Aunque mantena algunos contactos personales y familiares. En 198 7, mientras escriba mi quinto libro (una autobiografa), mi editor me pidi que fuera a lanzarlo. Pese al consejo de mis abogados, lo evaluamos con mi esposa y fuimo s. Haca 17 aos que no pisaba Estados Unidos. Fui y no me tocaron. A partir de ento nces viaj muchas veces, presentando libros y dando conferencias. Hice buenos cont actos y en el 97 se me ocurri organizar un servicio de viajes virtual a travs de un sitio (cubalinda.com). Compr libros, entrevist expertos y escrib un proyecto que d eba aprobar el gobierno cubano porque precisaba una excepcin a la ley que rige las operaciones de las agencias de viajes desde el extranjero hacia Cuba. Y el proy ecto fue aprobado. Lo redact con mi amigo Armando Tavo, que acababa de jubilarse e n el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba. Luego le alquilamos este local a la gente de Prensa Latina y empezamos a trabajar. En el primer ao trajimos cas i 200 personas... Estadounidenses? Sobre todo estadounidenses, pero tambin australianos y mexicanos. Hasta el 11 de s etiembre llevbamos facturado seis veces ms de lo que facturamos el ao anterior. (Tr ajimos a Cuba unos 600 turistas.) Ahora los atentados nos han afectado como a to da la industria turstica a nivel mundial. Y cmo hacen para traer norteamericanos a Cuba? Cmo sortean el embargo? Cuando arrancamos con Cubalinda, yo ofrec una conferencia de prensa internacional y expliqu que no tengo permiso de Estados Unidos y que no tengo intencin de pedirl o. Como ciudadano norteamericano que sigo siendo, pienso que pedir permiso es so meterse a la influencia que tienen en mi pas los extremistas cubano-americanos de Miami sobre la poltica exterior de Estados Unidos hacia Cuba. Sera absurdo que me sometiera a esa gente loca. Durante 12 aos fue analista de la CIA. Desde hace muchos ms es un analista independ iente. Cmo ve lo que est ocurriendo a partir de las Torres Gemelas? Lo malo es que (George W.) Bush ha dicho que esto va a durar mucho tiempo. Yo sup ongo que piensa en 5, 10 o 15 aos. Y en vez de buscar soluciones pacficas para la resolucin de los problemas que estn en la raz de estos ataques terroristas, decidi l a salida militar. Realmente eso es lo que quiere Bin Laden y otros de su misma i deologa, porque los ataques a pases musulmanes slo van a conseguir que ms jvenes deri ven hacia el extremismo. Y esta guerra, adems, no va a terminar nunca hasta que h aya justicia para los palestinos. Qu debera hacer el gobierno de Estados Unidos? Primero, tienen que forzar a los israeles para que salgan de los territorios ocupa dos y los asentamientos ilegales en tierras palestinas. Se debera aplicar la Reso lucin 2412 del Consejo de Seguridad de la ONU de 1967, que nunca se ha impuesto e n forma total. Por otro lado hay que resolver el conflicto con Irak y dejar de b ombardear y bloquear a esepas, para que pueda retomar las importaciones de acuerd o con las necesidades bsicas de su pueblo. He ledo informes de la ONU y otros orga nismos donde se revela que un milln de nios iraques han muerto por falta de aliment os y medicinas. El tercer paso que Washington podra dar de inmediato es el retiro de sus tropas de Arabia Saudita, porque para los musulmanes de todo el mundo es a presencia militar de un pas occidental en territorio musulmn profana los lugares sagrados del Islam. Esos tres primeros pasos podran darse de inmediato. Nada de eso ocurre por ahora. Cada vez se meten ms en Afganistn. Han dicho lo que quieren hacer. Van a intentar sacar a los terroristas por las rac es y eso quiere decir que habr muertos norteamericanos, que no ser una guerra como la del Golfo. Pero eso quiere decir tambin que habr tiempo para una movilizacin pa cifista en Estados Unidos, como ocurri en los tiempos de la guerra de Vietnam. En ese sentido cmo ve el estado de nimo de la sociedad norteamericana? Ser favorable a

la movilizacin pacifista o durar demasiado esta exaltacin patriotera a la que indu ce la CNN? Es posible que haya distintas fases. La primera fase es la superpatritica, llamand o a la venganza. Es una primera fase emotiva que no sorprendi, que era natural. L a segunda podr ser la reflexin sobre las races de este odio hacia Estados Unidos y, cuando comiencen a llegar todos los muertos en las batallas, puede darse la ter cera fase que sera las de las movilizaciones para encontrar soluciones pacficas al conflicto. Cmo vio a la CIA el martes 11 de setiembre? Los ataques del 11 de setiembre constituyen un fracaso colosal para la CIA porque fue creada, despus de la Segunda Guerra, precisamente para evitar otro Pearl Har bour. Hace muchos aos, en el entrenamiento de la CIA, se nos mostr que hubo inform acin previa sobre el ataque japons, pero esa informacin estaba dispersa y no haba ni ngn organismo capaz de reunir toda esa informacin y analizarla en su conjunto. La CIA era la organizacin civil que deba reunir la informacin procedente de 12 o 13 ag encias de inteligencia para prevenir cualquier ataque. Ahora se ha visto, inclus o a travs de los peridicos, que haba indicios de lo que poda venir, pero la informac in no fue reunida y analizada para sacar las conclusiones que hubieran podido imp edir los ataques. Pese a eso, el presidente Bush elogi a los muchachos de la CIA que sacrificaban la cena y se quedaban en Langley comiendo pizza... No tena alternativa. Tena que respaldar a (George) Tennet como director de La Compaa . Lo curioso, adems, es que los presuntos autores haban sido formados por la CIA... En Estados Unidos tendrn que reconocer algn da que desde la Segunda Guerra Mundial e l gobierno norteamericano ha sido el poder terrorista ms grande del mundo. No slo por sus propias acciones sino tambin por el apoyo a servicios de seguridad de otr os pases que han asesinado a miles de personas. Qu pasar en Afganistn? Es muy difcil predecir... Creo que los ataques militares van a seguir hasta derrot ar a los talibanes y colocar en su lugar un gobierno de unidad nacional con el rey exiliado en Roma (Zahir Shah) como figura de unin, para englobar incluso a los d e la Alianza del Norte, que son peor que los talibanes. Pero tienen algunos prob lemas estratgicos. Aun si tienen xito militar. Uno de esos problemas estratgicos es lo que antes se llamaba crear una nueva nacin . Va a llevar mucho tiempo. Ojal en es e tiempo se encuentren soluciones polticas a los problemas de fondo. En el caso especfico de Argentina, usted en su libro El diario de la CIA revela qu e la estacin local de la Compaa utilizaba a la propiaPolica Federal como auxiliar. I ncluso dice que tena el criptnimo de Biognesis . Haba olvidado lo de Biognesis , porque lo escrib hace mucho tiempo, pero s recuerdo que la CIA dependa en alto grado de la cooperacin operativa que le prestaba la Polica F ederal. La CIA trata de no operar al margen de los servicios locales. Por eso la colaboracin de la Polica Federal era muy importante. POR QUE PHILIP AGEE Por M. B. El extrao caso del espa inteligente En 1975 el mundo poltico internacional fue sacudido por un libro sin precedentes: El diario de la CIA, de Philip Agee, un agente de la Compaa que la haba dejado sie te aos antes, profundamente desilusionado. El Diario, que sacaba a luz los trapos sucios de La Compaa , trep de inmediato al primer lugar en la lista de best sellers. Polticos, diplomticos, periodistas, militares y militantes hablaban obsesivamente de las revelaciones de esta obra, escrita como un diario, donde se pasaba revist a a doce aos de espionaje en Ecuador, Mxico y Uruguay, con misiones especiales a o tros pases latinoamericanos como el nuestro. All, en sus poblados anexos documenta les, descubrimos por ejemplo que la Polica Federal Argentina figuraba como el ms fue rte vnculo local con la estacin de la Compaa. Tanto para la pinchadura de telfonos co mo para otras operaciones conjuntas ( other joint operations ) y que su criptnimo en el

libro de claves de Langley, Virginia, era Biognesis . Agee sufri persecuciones y hostigamientos para que no sacara el libro, una serie de aventuras que narra profusamente en esta entrevista y, por si fuera poco, fue expulsado de cuatro pases europeos. Eso no impidi, finalmente, que lograra su res idencia en Alemania y estableciera en Cuba (a la que ama desde su primera visita a fines de los 50) una agencia de turismo sui generis que se dedica a burlar el embargo que tambin pesa sobre los turistas norteamericanos. Y que, de yapa, es u n buen negocio. El ex oficial analista de la Central de Inteligencia sac en 1978 Covert Action, u na de las mejores revistas sobre temas militares, diplomticos y de espionaje que se han editado a nivel mundial. Ahora, a sus vigorosos 66 aos, sigue siendo un fa ntico de la informacin y el anlisis, un observador realmente inteligente que habl si n pausa con Pgina/12 durante dos horas y propuso soluciones pacficas y polticas par a esta suerte de guerra eterna que se dispar con la cada de las Torres. Arriesgand o un pronstico que ojal se cumpla. Agee piensa que, si la guerra se prolonga y lle gan los cadveres a Estados Unidos, comenzar un proceso de movilizaciones pacifista s similar al que se produjo en los aos de Vietnam. Ojal.