La Trascendencia de Los Valores Humanos

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La trascendencia de los valores humanos

Digenes, filsofo griego originario de Snope (Asia Menor), est considerado como el miembro ms destacado de la escuela cnica fundada por Antstenes. Desterrado de su ciudad natal, vivi la mayor parte de su vida en Atenas. Contemporneo de Aristteles y de Alejandro Magno, su vida nos es conocida, sobre todo, por Digenes Laercio y otros autores antiguos, que cuentan sucesos curiosos. En dichas narraciones, Digenes se nos aparece siempre como un personaje extravagante que lleva hasta las ltimas consecuencias la tesis bsica de la escuela cnica: el vivir conforme a la naturaleza, el desprecio de las convenciones sociales y la absoluta independencia respecto de las instituciones. La tradicin ha recogido numerosas ancdotas sobre su vida. Sin apego ninguno por los bienes materiales, Digenes viva como un vagabundo, como un "autntico perro" (de donde deriva el nombre de cnico), se aloja dentro de un tonel. Y estaba una maana sentado al sol, junto a su tonel, cuando acudi a visitarle Alejandro Magno, a cuyos odos haba llegado la fama del filsofo. Y Alejandro, para mostrar su esplndida generosidad, le dijo: - Pdeme lo que quieras y te lo dar. Alejandro se haba situado entre el sol y Digenes. Y ste le contest: - Slo te pido una cosa: que no me quites el sol. En otra ocasin, iba por las calles, en medio de la multitud, con una tea encendida, a plena luz del da. Le preguntaron: -Qu buscas con esta luz a pleno da? - Busco a un hombre. Quera decir con esto, que buscaba a un hombre verdadero, no a un miembro del rebao embrutecido. Abundando sobre lo difcil que resultaba encontrar a un verdadero hombre entre sus vecinos, idea que, al parecer, no haba sido adecuadamente captada por sus coetneos, grit en otra ocasin: "Hombres a m". Cuando se le acercaron unas cuantas personas a socorrerle, comenz a escupirlas diciendo: "He dicho hombres, no basura". La prctica habitual de las virtudes ticas hace al hombre moral y lo dispone a la felicidad. A pesar de las excentricidades de este filsofo cnico, hay un punto de razn en sus palabras: hoy, como ayer, estamos ms preocupados por la imagen, por las apariencias, que por el modo de ser y por la verdad sobre nosotros mismos. No son pocos los socilogos y filsofos que subrayan la falta de valores de la sociedad actual. Cuando los miembros de una sociedad se desvalorizan individualmente, tarde o temprano esto se refleja en la colectividad. Como son esos valores precisamente los que nos hacen humanos, perderlos supone la deshumanizacin personal y social de la civilizacin presente. Esto puede explicar por qu en la actualidad existen tantas apelaciones a los valores humanos y por qu stos brillan tanto por su ausencia.

Las virtudes humanas

Entre esos valores humanos, ocupan un puesto preponderante las virtudes humanas. La palabra virtud, del latn virtus, igual que su equivalente griego, aret, significa "cualidad excelente", "disposicin habitual a obrar bien en sentido moral". Puesto que se trata de una disposicin o capacidad adquirida, por el ejercicio y el aprendizaje, de hacer lo que es moralmente bueno, la virtud es una cualidad de la voluntad que supone un bien para uno mismo o para los dems. Y en esto se distingue una virtud de cualquier otra disposicin habitual, como por ejemplo la salud, la fuerza fsica o la inteligencia: en que "en un hombre virtuoso la voluntad es la que es buena". Las fuentes de la doctrina sobre la virtud son Platn, Aristteles y Toms de Aquino, fiel comentador en este punto de las teoras aristotlicas. La virtud es, en Platn, el dominio de la parte racional del alma sobre la parte apetitiva (tendencia a lograr un fin sensible) y sobre la parte irascible (tendencia a evitar un dao sensible). Aristteles desarrolla este esquema y sistematiza la doctrina de la virtud en el Libro II de la tica a Nicmaco. El alma racional platnica es en Aristteles la dinoia o razn discursiva en su funcin prctica (excluidas las funciones tericas y productivas de la razn); el buen funcionamiento de esta razn supone la virtud dianotica de la prudencia, o phrnesis, la racionalidad prctica, y a ella incumbe el saber llevar una vida moralmente virtuosa. La vida es moralmente virtuosa si se tiene el hbito de la virtud, "por el cual el hombre se hace bueno y por el cual ejecuta bien su funcin propia"; la prctica habitual de las virtudes ticas, que consisten en un justo medio entre dos excesos, hace al hombre moral y lo dispone a la felicidad. Por esto la tica no es sino el cumplimiento del fin del hombre. En esta misma lnea, Toms de Aquino distingue entre apetito natural, el de la comida, por ejemplo, sensitivo e impulsado por la imaginacin o la sensacin, y el racional, que es la determinacin de la voluntad. El concepto aristotlico de virtud, fundamento de la tica, pasa con el Aquinate al mundo cristiano. A las virtudes morales de Aristteles y a las principales o cardinales -as llamadas por San Ambrosio- que Platn menciona como fundamentales en La Repblica, a saber: sopha, prudencia; andreia, fortaleza; sophrosine, templanza; y dikaiosyne, justicia, aade las virtudes teologales (fe, esperanza y caridad), que tienen por objeto a Dios.

Los hbitos
Tanto el bien como el mal obrar forman costumbres e inclinaciones en el espritu; es decir, hbitos de obrar. A los buenos se les llama "virtudes"; y a los malos, "vicios". Un hbito bueno del espritu es, por ejemplo, saber decidir sin precipitacin y considerando bien las circunstancias. Un vicio, en cambio, en el mismo campo, es el atolondramiento, que lleva a decidir sin pensar y a modificar muchas veces y sin motivo las decisiones tomadas. Algo tan importante como lo que llamamos "fuerza de voluntad" no es otra cosa que un conjunto de hbitos buenos conseguidos despus de haber repetido muchos actos en la misma direccin.sta es la regla de oro de la educacin del espritu: la repeticin. Hay un pequeo caso que afecta a una parte importante de la humanidad y que nos ofrece un buen ejemplo: la hora de levantarse de

la cama. Casi todos los hombres tenemos la experiencia de lo que supone en ese momento dejarse llevar por la pereza, y los que son ms jvenes la tienen de una manera ms viva. Si, al sonar el despertador, uno se levanta, va creando la costumbre de levantarse, y, salvo que suceda algo como un cansancio anormal, resulta cada vez ms fcil hacerlo. En cambio, si un da se espera unos minutos antes de dejar la cama, al da siguiente costar ms esfuerzo; y si se cede, todava ms al da siguiente. As hasta llegar a no or el despertador.

La Dimensin Filosfica de los Valores.


Tocando a grandes rasgos la tica y la moral, aquella parte de la filosofa llamada prctica, destinada al estudio terico de las acciones morales. Como disciplina independiente separada del estudio de la naturaleza por Aristteles, cuya obra ms famosa, tica Nicomaquea, abarc un conjunto de temas que excedan en mucho el restringido campo de la moralidad. En efecto, responde a la problemtica inaugurada por Scrates y Platn, que consistira en lo siguiente: De qu manera es necesario que un hombre viva su vida? , para dar respuesta a esta pregunta, no es necesario analizar todos los principios generales, sino reflexionar personalmente sobre la escala de valores en relacin a la propia vida individual como integrante de una sociedad, y de una familia. La tica como disciplina filosfica o cientfica, es una disciplina autnoma, que tiene por finalidad la construccin metdica de la estructura argumentativa o prctica nacional de la moralidad, entendindose en este campo, las obligaciones incondicionales que forman el mbito de la accin social y poltica. Finalmente, estudio y anlisis de los hechos reales, esto es existenciales histricas, culturales, sociales y polticas, donde se aplican la moral universal, especialmente en el mundo de la fe catlica y Latinoamericano, el hombre o sujeto moral es formado mediante la educacin religiosa, cultural, y en general en conocimientos histricos, los que impriman una IDENTIDAD CON VALORES HUMANOS que constituye su real naturaleza "La Moral, de la que no debe apartarse el hombre en toda su vida terrenal.

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