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Estatutos Uncss 2001-07-08

La Unión Nacional de Cofradías del Santísimo Sacramento (UNCSS) es una asociación pública de fieles que busca incrementar el culto a la Sagrada Eucaristía y promover la participación activa en la vida de la Iglesia. Sus estatutos, aprobados por la Conferencia Episcopal Venezolana, establecen su misión de servir a la Iglesia Universal y agrupar a las cofradías del país. La UNCSS se rige por principios de respeto a la autoridad eclesiástica y fomenta la formación y el compromiso de sus miembros en el apostolado cristiano.

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Estatutos Uncss 2001-07-08

La Unión Nacional de Cofradías del Santísimo Sacramento (UNCSS) es una asociación pública de fieles que busca incrementar el culto a la Sagrada Eucaristía y promover la participación activa en la vida de la Iglesia. Sus estatutos, aprobados por la Conferencia Episcopal Venezolana, establecen su misión de servir a la Iglesia Universal y agrupar a las cofradías del país. La UNCSS se rige por principios de respeto a la autoridad eclesiástica y fomenta la formación y el compromiso de sus miembros en el apostolado cristiano.

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UNIÓN NACIONAL DE COFRADÍAS

DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO


(UNCSS)

ESTATUTOS
ISBN:

HECHO EL DEPÓSITO DE LEY


DEPÓSITO LEGAL
lf

Diseño y Diagramación: Antonio Iberlucea

Impreso en Organización Gráficas Capriles, C.A.


UNIÓN NACIONAL DE COFRADÍAS
DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO
(UNCSS)

ESTATUTOS
Conforme a la norma del Código de Derecho Canó-
nico vigente, según la cual: “Los Estatutos de toda
asociación pública, así como su revisión o cambio,
necesitan la aprobación de la autoridad eclesiástica a
quien compete su erección, conforme a la norma del
can. 312, § 1” (can. 314); siendo, en el caso de la UNIÓN
NACIONAL DE COFRADÍAS DEL SANTÍSIMO SACRA-
MENTO (UNCSS), la autoridad eclesiástica competen-
te la CONFERENCIA EPISCOPAL VENEZOLANA, tra-
tándose de una asociación nacional, que “mira a ejer-
cer su actividad en toda la nación” (can. 312, § 1, ord.
1°); habiendo sido sometidos a discusión y aprobados
en la XIV Asamblea Eucarística Nacional, celebrada en
San Carlos, Edo. Cojedes, el 20, 21 y 22 de octubre
del año 2000, los NUEVOS ESTATUTOS de la mencio-
nada UNIÓN NACIONAL DE COFRADÍAS DEL SANTÍ-
SIMO SACRAMENTO (UNCSS): en mi carácter de
PRESIDENTE DE LA COMISIÓN EPISCOPAL DE LAI-
COS de la CONFERENCIA EPISCOPAL VENEZOLA-
3
NA, doy mi aprobación a dichos NUEVOS ESTATU-
TOS.
Dado, firmado y sellado en la ciudad de Caracas, el
2° domingo de julio (8 de julio) de 2001, domingo, en
que la República conmemora solemnemente el 102°
aniversario de su Consagración al Santísimo Sacramen-
to del Altar.

+ MARIO MORONTA
Presidente de la Comisión de Laicos
Conferencia Episcopal Venezolana

4
Con el auxilio de la Santísima Trinidad
y de la Inmaculada siempre Virgen María, la

UNIÓN NACIONAL
DE COFRADÍAS
DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO

se regirá por los siguientes

ESTATUTOS

PROEMIO

Conforme al Acta Constitutiva de fecha 2 de julio


de 1974, esta organización se denomina UNIÓN NA-
CIONAL DE COFRADÍAS DEL SANTÍSIMO SACRA-
MENTO, y sus siglas son: UNCSS.
a) Es una asociación pública de fieles, hombres y
mujeres laicos, que se distinguen por su amor a
la Sagrada Eucaristía.
b) Es además, para los efectos legales, una So-
ciedad Civil, sin fines de lucro con personalidad
jurídica propia y patrimonio propio, constituida
según documento público protocolizado, el 20
de agosto de 1974, en la Oficina Subalterna del
Tercer Circuito del Registro Público del Departa-
5
mento Libertador del Distrito Federal, en Cara-
cas, bajo el Nº 41, Folio 164, Protocolo 1º, Tomo
7º, y su domicilio es la ciudad de Caracas, aun-
que puede trasladarse a otro lugar de la Repúbli-
ca, si así lo exigieran motivos muy importantes.

Las finalidades primordiales de la UNCSS son:


a) Incrementar el culto de adoración a la Sagrada
Eucaristía (cf. can. 898).
b) Participar activamente en la vida de la Iglesia
(cf. GS 42).
c) Dar testimonio de Cristo en medio de la socie-
dad, y promover la fraternidad en el Pueblo de
Dios (cf. AA 14).
d) Cuidar de que el Santísimo Sacramento reciba
el respeto y dignidad que corresponde a Su Divi-
na Majestad.
e) Fomentar la Comunión frecuente.
f) La formación y presencia de los laicos en los
apostolados de evangelización y caridad cristia-
na.
g) Agrupar y asesorar a las Cofradías del Santísi-
mo Sacramento de toda Venezuela, a las que la
UNCSS servirá de núcleo enlace, vinculación y
orientación.

6
CAPÍTULO I
DE SU MISIÓN Y OBJETIVOS

Art. 1º La UNCSS y todas las Uniones


Arquidiocesanas y Diocesanas, Cofradías y personas
que la integran están sometidas incondicionalmente a
la Autoridad Eclesiástica competente, y mantendrán
estrecha unión entre sí y con el apostolado jerárquico
(cf. AA 20).

Art. 2º La misión de la UNCSS es la de servir la mi-


sión salvadora de la Iglesia Universal, en estrecha unión
fraterna con los demás movimientos de apostolado
seglar, tanto nacionales como internacionales, mediante
la adecuada capacitación de sus miembros y bajo la
prudente guía de los Pastores puestos por el Espíritu
Santo para apacentar el rebaño del Señor.

Art. 3º Todas las Uniones Arquidiocesanas y


Diocesanas de Cofradías del Santísimo Sacramento
existentes actualmente en el país y las que sean erigi-
das en el futuro son miembros activos de la UNCSS.
a) Es deber del Presidente de cada Cofradía inscri-
birla, en la correspondiente Unión Arquidiocesana
o Diocesana.

Art. 4º En las Arquidiócesis y Diócesis del país, con


la anuencia del Ordinario respectivo, se instituirán, por
7
lo tanto, Uniones Arquidiocesanas y Diocesanas de
Cofradías del Santísimo Sacramento (cf. can. 312, §
1), las cuales, una vez erigidas legítimamente, quedan
incorporadas a la UNCSS, y se regirán por lo presen-
tes Estatutos.

Art. 5º Atienda la UNCSS y cuide de inculcar en la


mente popular el hecho importantísimo, que el culto
eucarístico ha de propender, con el empeño más efi-
caz, a que los fieles practiquen con esmero los pre-
ceptos de la vida cristiana, teniéndose en cuenta las
necesidades y circunstancias actuales de la sociedad
en el orden religioso. Encamínense hacia ese fin los
actos y obras de todos los cofrades.

Art. 6º No habrá jamás evangelización posible sin


común acuerdo con los hermanos de los demás movi-
mientos apostólicos.

CAPÍTULO II
DE LAS COFRADÍAS Y LOS COFRADES
DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO

De las Cofradías del Santísimo Sacramento

Art. 7º Se denominarán con el nombre de Cofradías


del Santísimo Sacramento las asociaciones de fieles,
8
erigidas a nivel parroquial, como comunidades eclesiales
de base (cf. EN 58), que agrupan en su seno cierto
número de personas deseosas de vivir intensamente y
honrar el misterio eucarístico (cf. can. 210).

Art. 8º Las Cofradías del Santísimo Sacramento bus-


can la perfección del nivel cultural, espiritual y religioso
—cultivo de una fe profunda— de sus afiliados, la prác-
tica de la oración, la caridad y comunión con los Pas-
tores (cf. CL 23-24), difundir el Magisterio de la Iglesia
y consagrarse con verdadera vocación de servicio a Dios
y de nuestros semejantes.

Art. 9º La Cofradía del Santísimo Sacramento, a ni-


vel parroquial y de acuerdo con su Asesor Espiritual,
promoverá el culto de adoración no sólo privado, sino
también social, a Cristo Señor nuestro, presente sus-
tancial, real y verdaderamente en el Santísimo Sacra-
mento.
a) Asumirá la responsabilidad de la celebración,
promoción y posible financiamiento de las gran-
des solemnidades eucarísticas: Jueves Santo,
Corpus Christi (cf. can. 944), Cuarenta Horas (cf.
can. 942), Primeros Viernes, Domingos de
Minerva, Hora Santa semanal, Adoración Perpe-
tua, etc.
b) Las Cofradías del Santísimo Sacramento están
en el deber de sostener moral y económicamen-
9
te a las Uniones Arquidiocesanas y Diocesanas.
Las Uniones Arquidiocesanas y Diocesanas co-
laborarán con la UNCSS de Venezuela.
c) Todos los meses, en un día domingo, de acuerdo
con el Párroco respectivo y en la hora que
éste señale, cada Cofradía celebrará con toda
solemnidad y esplendor la Santa Misa de
Minerva, que finalizará con la Procesión del
Santísimo Sacramento para excitar la devo-
ción de los fieles, conmemorar los beneficios
de Dios, darle gracias a Dios por ellos e im-
plorar su divino auxilio. Cuando el mes tenga
cinco (5) domingos, la correspondiente Unión
Arquidiocesana o Diocesana dispondrá del último
para celebrar una solemne Minerva colectiva
en la Parroquia de los últimos sábados de mes.
d) Por lo menos una vez cada año las Cofradías
organizarán en sus Parroquias, y para sus afilia-
dos y los familiares de éstos, un retiro espiritual,
misión, cursillo, taller o acto similar, abierto para
las demás personas que deseen participar en
ellos.
e) Ayude la Cofradía a su Párroco en todos los que-
haceres de su cargo, especialmente en la cate-
quesis, preparación de quienes hayan de recibir
los Sacramentos, arreglo de la Iglesia, organiza-
ción de festividades y eventos religiosos o so-
10
ciales, y háganle sentir que están con él, en to-
das las circunstancias y momentos y que com-
parten sinceramente sus alegrías y sus preocu-
paciones.
f) Las Cofradías llevarán a todos los lugares, es-
pecialmente a las zonas rurales y marginales y
a los pueblos más alejados, la enseñanza sen-
cilla y fácilmente comprensible de la doctrina
cristiana, sirviéndose para ello de las nociones
del Catecismo de la Iglesia Católica (cf. espe-
cialmente Nº 1322-1419; can. 217).
g) Durante los quince primeros días de enero de
cada año, cada Cofradía enviará a la Unión
Arquidiocesana o Diocesana, según su ubica-
ción, un informe detallado de su gestión com-
pleta en el año anterior, incluyendo el movimien-
to de tesorería. Las UACSS y UDCSS, a su vez,
enviarán un informe detallado de su gestión com-
pleta en el año anterior a la UNCSS de Vene-
zuela.
h) Las UACSS y UDCSS fijarán el monto de la
contribución que cada Cofradía deberá apor-
tar, según el caso; esta contribución será obligatoria,
salvo imposibilidad absoluta de cancelarla, por
no permitirlo las finanzas de las mismas. Las
UACSS y UDCSS fijarán una contribución a
la UNCSS de Venezuela, y la remitirán anualmente.
11
i) Las Cofradías contribuirán, además, a las diver-
sas iniciativas de las UACSS y UDCSS, y cuen-
tan con la UNCSS para la organización y reali-
zación de la Asamblea Eucarística Nacional.
j) El día 2 de julio de cada año se considerará, a
escala nacional, como DÍA DEL COFRADE DEL
SANTÍSIMO SACRAMENTO, y se renovará so-
lemnemente la CONSAGRACIÓN DE LA REPÚ-
BLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA AL
SANTÍSIMO SACRAMENTO, porque, por inicia-
tiva de MONS. JUAN BAUTISTA CASTRO, el
Episcopado Nacional consagró la República de
Venezuela al Santísimo Sacramento, el 2 de ju-
lio de 1899.
k) No se permiten en las Cofradías del Santísimo
Sacramento reuniones o espectáculos, que no
se ciñan estrictamente a la moral cristiana y
puedan constituir escándalo o resulten poco
edificantes.
l) Es deber de la Directiva de cada Cofradía hacer
que todos los socios de la misma conozcan estos
Estatutos; al efecto, procurarán leer trozos de
los mismos en las reuniones ordinarias que se
celebren. Sería conveniente que cada cofrade dis-
ponga de un ejemplar para que lo consulte y
estudie.
m) El Presidente de cada Cofradía asistirá obligato-
riamente a las reuniones, que los últimos sába-
12
dos de cada mes celebra la correspondiente
UACSS o UDCSS. En casos excepcionales,
cuando el Presidente no pueda asistir a una de
estas reuniones, nombrará un delegado que lo
represente.
n) Es entendido que quien acepta el honorífico car-
go de Presidente de una Cofradía, por el mismo
hecho de esa aceptación, admite y se compro-
mete a dar cumplimiento a todas las obligacio-
nes que le señalen los presentes Estatutos.
o) El Contralor de la UACSS o UDCSS, así como
el Presidente de la misma, están facultados para
revisar, cuando lo estimen conveniente, las cuen-
tas y ejecutorias de cualquier Cofradía pertene-
ciente a ella. Las UACSS y UDCSS, a su vez,
enviarán en el informe anual sus cuentas y eje-
cutorias. El Contralor de la UNCSS está facultado
para revisar, cuando lo estime conveniente, las
cuentas y ejecutorias de cualquier UACSS o
UDCSS.

De los cofrades del Santísimo Sacramento

Art. 10º Cualquier católico que haya hecho la Prime-


ra Comunión, lleve una vida cristiana y tenga conducta
intachable, puede ser miembro de una Cofradía del
Santísimo Sacramento, sea cual fuera su edad, sexo y
condición.
13
a) Los cofrades se llamarán entre si “hermanos”
(cf. He 2, 29.37; etc.), y procurarán serlo en es-
píritu y verdad.
b) Ningún hermano puede pertenecer a más de una
Cofradía. No obstante, podrá cooperar con otras
sin menoscabo de los compromisos adquiridos
con la propia.

Art. 11º Son cofrades del Santísimo Sacramento los


fieles que hayan manifestado su voluntad de pertene-
cer a una Cofradía del Santísimo Sacramento, sean
aceptados en ella, por voluntad de la Directiva de la
misma, y cumplan las disposiciones de los presentes
Estatutos.
a) Todos los cofrades son aptos para recibir cual-
quier designación que se les haga dentro del mo-
vimiento eucarístico, y están obligados a acep-
tar de la mejor buena voluntad y a cumplir a
cabalidad cualquier misión que se les confíe.

Art. 12º Son deberes de los cofrades del Santísimo


Sacramento:
a) Ser alma y fermento del mundo que los rodea
(cf. LG 31; 38).
b) Contribuir al bien de la Iglesia (cf. GS 43).
c) Tomar parte activa en la comunidad parroquial y
de la Iglesia en general (cf. GS 43).
d) Ser y dar testimonio de Cristo en todo tiempo y
en todo lugar (cf. GS 43).
14
e) Continuar la misión profética del Señor (cf. LG
43; EN 14).
f) Trabajar para que la ciudad divina quede graba-
da en la ciudad terrena (cf. GS 43), consagrán-
dola a Dios (cf. LG 34), lo cual se logrará
evangelizando con el testimonio y con la pala-
bra; saneando las estructuras y los ambientes
(cf. LG 36) y promoviendo entre todas las gen-
tes relaciones de solidaridad y afecto fraternal.
g) Virtud importantísima en el cofrade es la obe-
diencia a la Iglesia en general, a las leyes que la
rigen, al Santo Padre, a los Obispos y sacerdo-
tes en general, y a los Estatutos. El Párroco,
como Asesor Espiritual de la Cofradía, es el guía
lógico y natural que ha de llevarnos a la perfec-
ción (cf. can. 529, § 2).
h) Los cofrades deben ser generosos y desprendi-
dos para ayudar a las Cofradías, pues las mis-
mas no tienen otros ingresos que los aportes de
sus miembros. Todos debemos cooperar en lo
posible a su prosperidad.

Art. 13º Los cofrades del Santísimo Sacramento


usarán como distintivo obligatorio una medalla repre-
sentando la Sagrada Custodia, de forma obloidea, de
acuerdo con el modelo único adoptado por la UNCSS.
Los cofrades llevarán esta insignia pendiente del cue-
llo, por medio de una cinta con los colores de la Ban-
dera Pontificia.
15
a) Los cofrades deben llevar un carnet de identifi-
cación, expedido por la correspondiente UACSS
o UDCSS, que los acredite como miembro de la
Cofradía del Santísimo Sacramento, plastificado,
sin enmiendas y con sus datos bien claros. De-
ben ser adquiridos a medida que los medios y
circunstancias lo vayan permitiendo.

CAPÍTULO III
DEL RÉGIMEN
DE LAS UNIONES ARQUIDIOCESANAS
Y DIOCESANAS
DE COFRADÍAS DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO

Del Consejo Directivo Arquidiocesano


o Diocesano

Art. 14º El Consejo Directivo Arquidiocesano o


Diocesano es el órgano ejecutivo de la correspondien-
te UACSS o UDCSS.
a) Son miembros del Consejo Directivo
Arquidiocesano o Diocesano, con todas sus pre-
eminencias, derechos y deberes, con voz y voto
en sus deliberaciones, los siguientes:
el Asesor Eclesiástico Arquidiocesano o
Diocesano;
16
el Vice-Asesor Eclesiástico Arquidiocesano
o Diocesano;
el Presidente Arquidiocesano o Diocesano:

el Vicepresidente Arquidiocesano o
Diocesano;
el Secretario General;
el Contralor;
el Secretario de Organización;
el Secretario de Finanzas;
el Secretario de Actas y Correspondencia;
el Secretario de Liturgia.
b) Cada Secretario tendrá un Sub-Secretario, y el
Contralor tendrá un Sub-Contralor, para que su-
plan sus ausencias temporales o definitivas y
ayuden a desempeñar dichas funciones.
c) Los Sub-Secretarios y el Sub-Contralor asisti-
rán a las reuniones del Consejo Directivo, y, aun-
que tendrán derecho a voz no tendrán voto en
las deliberaciones.

Art. 15º Cada miembro del Consejo Directivo


Arquidiocesano o Diocesano es responsable ante Dios
y ante la correspondiente UACSS o UDCSS del cum-
plimiento de las funciones que le señalan estos Esta-
tutos, los que debe conocer perfectamente para no
omitir ninguna obligación ni extralimitarse en sus fun-
ciones, invadiendo atribuciones que correspondan a
otros hermanos.
17
Art. 16º Para ser miembro del Consejo Directivo
Arquidiocesano o Diocesano se requiere ser mayor de
veintiún años; pertenecer a una Cofradía del Santísimo
Sacramento; no haber abandonado el cargo, si ha sido
anteriormente miembro del Consejo Directivo
Arquidiocesano o Diocesano; ser idóneo para el des-
empeño del cargo; disponer del tiempo necesario para
ejercerlo; llevar una vida cristiana ejemplar, especial-
mente en el aspecto hogareño, y estar dispuesto a ser
más útil que importante.
a) Una vez aceptado el cargo en el Consejo Direc-
tivo no se podrá renunciar al mismo.
b) La ausencia de cualquier miembro del Consejo
Directivo, por espacio de tres meses consecuti-
vos, de las reuniones del mismo y las demás
actividades que organice la correspondiente
UACSS o UDCSS, sin causa justificada, se con-
siderará como abandono del cargo.
c) El hermano que abandone su cargo no podrá
ocupar ningún otro cargo en el Consejo Directivo
Arquidiocesano o Diocesano, durante el período
en curso y el siguiente; asimismo, el hermano
que abandone su cargo no podrá reintegrarse al
mismo durante el período en curso.
d) Absténganse de postularse y aceptar cargos en
el Consejo Directivo Arquidiocesano o Diocesano
quienes no se consideren aptos, capacitados,
disponibles y dispuestos.
18
Art. 17º El Asesor Eclesiástico Arquidiocesano o
Diocesano y el Vice-Asesor Eclesiástico
Arquidiocesano o Diocesano de la correspondiente
UACSS o UDCSS serán nombrados por el correspon-
diente Arzobispo y Obispo; durarán tres (3) años en
sus funciones, y podrán ser ratificados cuantas veces
se crea conveniente.

Art. 18º El Presidente y los miembros del Consejo


Directivo de la correspondiente UACSS o UDCSS se-
rán electos en la Asamblea Eucarística Arquidiocesana
o Diocesana, de acuerdo al can. 309 del Código de
Derecho Canónico, que establece: “Las asociaciones
legítimamente establecidas tienen potestad, conforme
a la norma del derecho y de los estatutos, de dar nor-
mas particulares que se refieran a la asociación, de
celebrar reuniones y de designar a los presidentes, ofi-
ciales, dependientes y a los administradores de los
bienes”; y se elegirán de acuerdo a las estipulaciones
contenidas en estos Estatutos, y durarán tres (3) años
en sus funciones.
a) El Presidente podrá ser reelecto para un segun-
do período, no más.
b) Igualmente, los demás miembros del Consejo
Directivo.

Art. 19º Los cargos en el Consejo Directivo


Arquidiocesano o Diocesano son incompatibles con
19
cualquier otro cargo dentro de la correspondiente
UACSS o UDCSS.

De las atribuciones del Consejo Directivo


de la UACSS o UDCSS

Art. 20º La UACSS o UDCSS se integrará a todos


los niveles en la pastoral de conjunto de la correspon-
diente Arquidiócesis o Diócesis.
a) El Consejo Directivo Arquidiocesano o
Diocesano de la correspondiente UACSS o
UDCSS velará por el cumplimiento de los acuer-
dos emanados de la Asamblea Eucarística
Arquidiocesana o Diocesana.
b) Asimismo, velará porque los Secretarios y de-
más miembros cumplan con sus obligaciones.

Art. 21º El Asesor Eclesiástico Arquidiocesano o


Diocesano y el Vice-Asesor Eclesiástico
Arquidiocesano o Diocesano son los representantes
del Arzobispo y Obispo en el Consejo Directivo
Arquidiocesano o Diocesano: Impartirán sus enseñan-
zas, aconsejarán y guiarán espiritualmente a los miem-
bros de la correspondiente UACSS o UDCSS.
a) El Asesor Eclesiástico Arquidiocesano o
Diocesano y el Vice-Asesor Eclesiástico
Arquidiocesano o Diocesano informarán perma-
20
nentemente al Arzobispo y Obispo de las activi-
dades de la correspondiente UACSS o UDCSS.

Art. 22º Son deberes del Presidente de la UACSS o


UDCSS:
a) Ejercer la representación de la correspondiente
UACSS o UDCSS en los actos públicos, religio-
sos y de todo orden, cuando fuere necesario.
b) Convocar y presidir las reuniones del Consejo
Directivo Arquidiocesano o Diocesano y demás
asambleas que se celebren.
c) Firmar con el Secretario de Actas y Correspon-
dencia todas las actas de la Asamblea
Eucarística Arquidiocesana o Diocesana y de las
reuniones del Consejo Directivo Arquidiocesano
o Diocesano, y toda la correspondencia emana-
da de la correspondiente UACSS o UDCSS.
d) Autorizar los gastos y firmar las correspondien-
tes órdenes de pago.
e) Firmar con el Secretario de Finanzas, conjunta-
mente, los cheques que expida la correspondien-
te UACSS o UDCSS,
f) Autorizar con su firma todo aviso, programa,
publicación, en la cual esté involucrada directa
e indirectamente la correspondiente UACSS o
UDCSS.

21
Art. 23º Son deberes del Contralor:
a) Velar por los intereses materiales de la UACSS
o UDCSS. Al efecto, debe conformar con su fir-
ma todo gasto o erogación económica, todo com-
promiso que contraiga la UACSS o UDCSS, sea
cual fuere el monto del mismo, y los estados de
cuenta que mensualmente se reciban de los
Bancos, donde la UACSS o UDCSS tenga de-
positado dinero.
b) El Contralor velará por la correcta administración
de los bienes muebles e inmuebles, podrá ha-
cer auditoría, examen y arqueo de caja, revisar
la contabilidad, libros, recibos, vales, pagarés,
giros, boletos, cada vez que lo estime conve-
niente.
c) Tendrá libertad completa de acción fiscalizadora
en el aspecto económico y financiero en todas
las dependencias de la correspondiente UACSS
o UDCSS. Sin embargo, en todos sus actos
pondrá por delante la discreción y la caridad,
comprometiéndose a no divulgar, ni de palabra
ni por escrito, cosa alguna que pueda afectar el
buen nombre de la UACSS o UDCSS, o de cual-
quier hermano. Se limitará a informar las irregu-
laridades que descubra al Asesor Eclesiástico,
al Vice-Asesor Eclesiástico y al Presidente de
la correspondiente UACSS o UDCSS, para que
éstos tomen las providencias necesarias.
22
d) Velará porque toda entidad o persona que haga
uso del nombre de la UACSS o UDCSS, o de
cualquier Cofradía, para fines de lucro, dé a las
finanzas de la UACSS o UDCSS un porcentaje
a convenir de las utilidades.
e) Recibirá las denuncias que le sean formuladas
en relación a irregularidades, tanto por personas
como por entidades.

Art. 24º Son deberes del Secretario de Organización:


a) Mantener al día un registro de todas las agrupa-
ciones dependientes de la correspondiente
UACSS o UDCSS, o de sus Consejos Directi-
vos y de los hermanos que la integran, de modo
que resulte fácil comunicarse con cualquiera de
ellos en todo momento.
b) Se ocupará de todo lo referente a la organiza-
ción de Cofradías, Comisiones, Comités y de-
más agrupaciones que formen parte de la UACSS
o UDCSS.
c) Cuidará que donde no existan Cofradías del San-
tísimo Sacramento o donde hayan decaído, la
UACSS o UDCSS se dé de inmediato a la tarea
de fundarlas o reanimarlas.
d) Proveerá a lodos los hermanos cofrades de las
medallas y carnets.

23
Art. 25º Son deberes del Secretario de Finanzas:
a) Ser administrador de los valores, muebles e
inmuebles, propiedad de la correspondiente
UACSS o UDCSS, de todo lo cual mantendrá al
día un riguroso inventario, destino actual y per-
sona o entidad que los está utilizando; además,
es responsable del mantenimiento y conserva-
ción de estos bienes.
b) Recibir y custodiar los fondos de la correspon-
diente UACSS o UDCSS.
c) Solicitar y recibir, previo recibo correspondiente,
las contribuciones y aportes económicos prove-
nientes de las Cofradías y demás instituciones
o personas, con destino a la UACSS o UDCSS.
d) Depositar en las cuentas bancarias de la UACSS
o UDCSS, cuanto antes, los fondos que reciba.
e) Llevar al día la contabilidad de los ingresos y
egresos, bienes, deudas y haberes de la UACSS
o UDCSS, EN LIBROS LEGALIZADOS Y POR
MÉTODOS MODERNOS.
f) Elaborar las órdenes de pago y cheques, giros y
demás documentos financieros, presentarlos al
Presidente Arquidiocesano o Diocesano, sin
cuya firma tales documentos se considerarán
nulos.
g) Trimestralmente presentará a la UACSS o
UDCSS un estado de cuentas.
24
h) No podrá gravar bienes inmuebles adquiridos por
la UACSS o UDCSS.
i) No se hará ninguna erogación, donación, obse-
quio, traslado de fondos, sin orden escrita del
Consejo Directivo Arquidiocesano o Diocesano
de la UACSS o UDCSS y la firma del Contralor.
j) El Secretario de Finanzas deberá fomentar y
organizará eventos destinados a acrecentar los
fondos de la UACSS o UDCSS; gestionará ayu-
das, donaciones y financiamientos en favor de
la UACSS o UDCSS, y tratará de acrecentar los
bienes de ésta por todos los medios lícitos.
k) El Secretario de Finanzas es responsable del
manejo de los fondos de la UACSS o UDCSS,
y, al final de su gestión, al retirarse de su cargo,
temporal o definitivamente, presentará un infor-
me detallado de la pulcra administración de los
bienes.

Art. 26º Es de primordial importancia, que el Secre-


tario de Actas y Correspondencia sea una persona com-
pletamente instruida y capacitada para que las actas y
las correspondencias sean bien redactadas, sin erro-
res ortográficos y caligrafía bien definida, clara y sin
borrones, y comprensible. Son deberes del Secretario
de Actas y Correspondencia:

25
a) Redactar las actas de las reuniones ordinarias y
extraordinarias del Consejo Directivo
Arquidiocesano o Diocesano.
b) Pasar al libro correspondiente dichas actas, una
vez aprobadas, y firmarlas junto con el Presi-
dente.
c) Elaborar, de acuerdo con el Presidente, con
suficiente antelación, el orden del día de las
reuniones y asambleas.
d) Cuidar y conservar los libros de actas, tanto los
que están en uso actualmente, como los ante-
riores.
e) Velar por la conservación y mantenimiento de
todos los documentos depositados en la Secre-
taría.
f) Recibir y contestar toda la correspondencia que
llegue a la UACSS o UDCSS, informando de ello
al Presidente.
g) Redactar, de acuerdo con las instrucciones del
Consejo Directivo Arquidiocesano o Diocesano,
en cada caso, toda correspondencia enviada por
la UACSS o UDCSS.
h) Leer en las reuniones y asambleas toda la co-
rrespondencia recibida y enviada por la UACSS
o UDCSS. En el caso de que deba guardarse
discreción, por razones de caridad, sólo se in-
formará privadamente al Asesor Eclesiástico, al
Vice-Asesor Eclesiástico y al Presidente.
26
i) Pasará a la Secretaría correspondiente aquellos
asuntos que sean de su competencia.
j) Corresponderá a este Secretario todo lo relativo
al Apartado de Correos, el cual deberá revisar
frecuentemente.
k) Dirigirse, de acuerdo con el Presidente con la
firma de éste, a los miembros de la Jerarquía
Eclesiástica, a la UNCSS, a las demás UACSS
y UDCSS, a las Cofradías y demás entidades,
pertenecientes a la UNCSS, según las circuns-
tancias.

Art. 27º Son deberes del Secretario de Liturgia:


a) Velar porque a la Divina Majestad le sean rendi-
dos los más espléndidos y triunfales honores,
tanto oculto el Augusto Sacramento del Altar en
el Sagrario, como cuando es expuesto a la ado-
ración pública de los fieles; extremará su celo
para que durante la distribución de la Sagrada
Comunión se guarden las disposiciones esta-
blecidas por la Santa Iglesia (cf. Ritual de la Sa-
grada Comunión y del Culto a la Eucaristía tuera
de la Misa, Nº 79-112).
b) El Secretario de Liturgia acompañará al Presi-
dente de la UACSS o UDCSS en todos los ac-
tos litúrgicos donde éste asista en su condición
de tal.
27
c) Procurará que en las funciones religiosas no
hayan motivos de distracción para la feligresía,
y recomendará el mayor fervor a los hermanos
que reciban la Sagrada Comunión, como motivo
ejemplarizante para los demás y beneficio espi-
ritual de quien la recibe.
d) Conservará bajo su custodia los estandartes,
banderas, insignias, escudos, palios, vasos sa-
grados, ornamentos y demás objetos destina-
dos al culto, que sean propiedad de la UACSS o
UDCSS.
e) Organizará conferencias, talleres, convivencias,
retiros, etc., a los miembros de la UACSS o
UDCSS acerca de la Liturgia, para que haya
uniformidad en las oraciones, cánticos, himnos,
actos, procesiones y festividades en general,
pues ello contribuirá a darle mayor brillo y es-
plendor, y también sobre otros temas de forma-
ción.

Art. 28º Ningún miembro del Consejo Directivo


Arquidiocesano o Diocesano podrá delegar o descar-
gar las responsabilidades que le incumben en otros
hermanos. Cada quien asume plenamente su compro-
miso, y está obligado a cumplirlo, de acuerdo con las
directivas dadas por el Consejo Directivo y el Presiden-
te de la UACSS o UDCSS. Sus responsabilidades y
ocupaciones están claramente señaladas en estos
28
Estatutos, y nadie tiene por qué recordárselas para que
las cumpla.

CAPÍTULO IV
DEL RÉGIMEN DE LA UNIÓN NACIONAL
DE COFRADÍAS
DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO

Del Consejo Directivo Nacional

Art. 29º El Consejo Directivo Nacional es el órgano


ejecutivo de la UNCSS.
a) Son miembros del Consejo Directivo Nacional,
con todas sus preeminencias, derechos y debe-
res, con voz y voto en sus deliberaciones, los
siguientes:
el Asesor Eclesiástico Nacional,
el Vice-Asesor Eclesiástico Nacional,
el Presidente Nacional,
el Vicepresidente Nacional,
el Secretario General,
el Contralor,
el Secretario de Organización,
el Secretario de Finanzas,
el Secretario de Actas y Correspondencia,
el Secretario de Liturgia,
y los Presidentes de las UACSS y UDCSS.

29
b) Cada Secretario tendrá un Sub-Secretario, y el
Contralor tendrá un Sub-Contralor, para que su-
plan sus ausencias temporales o definitivas, y
ayuden a desempeñar dichas funciones.
c) Los Sub-Secretarios y el Sub-Contralor asisti-
rán a las reuniones del Consejo Directivo, y, aun-
que tendrán derecho a voz, no tendrán voto en
las deliberaciones.

Art. 30º Cada miembro del Consejo Directivo Nacio-


nal es responsable ante Dios y ante la UNCSS del cum-
plimento de las funciones que le señalan estos Estatu-
tos, los que debe conocer perfectamente para no omi-
tir ninguna obligación ni extralimitarse en sus funcio-
nes, invadiendo atribuciones que correspondan a otros
hermanos.

Art. 31º Para ser miembro del Consejo Directivo Na-


cional se requiere ser mayor de veintiún años; pertene-
cer a una Cofradía del Santísimo Sacramento; no ha-
ber abandonado el cargo, si ha sido anteriormente
miembro del Consejo Directivo Nacional; ser idóneo para
el desempeño del cargo; disponer del tiempo necesa-
rio para ejercerlo; llevar una vida cristiana ejemplar,
especialmente en el aspecto hogareño, y estar dispues-
to a ser más útil que importante.
a) Una vez aceptado el cargo en el Consejo Direc-
tivo no se podrá renunciar al mismo.
30
b) La ausencia de cualquier miembro del Consejo
Directivo, por espacio de tres meses consecuti-
vos, de las reuniones del mismo y las demás
actividades que organice la UNCSS, sin causa
justificada, se considerará como abandono del
cargo.
c) El hermano que abandone su cargo no podrá
ocupar ningún otro cargo en el Consejo Directivo
Nacional, durante el período en curso y el si-
guiente; asimismo, el hermano que abandone
su cargo no podrá reintegrarse al mismo duran-
te el período en curso.
d) Absténganse de postularse y aceptar cargos en
el Consejo Directivo Nacional quienes no se con-
sideren aptos, capacitados, disponibles y dis-
puestos.

Art. 32º El Asesor Eclesiástico Nacional y el Vice-


Asesor Eclesiástico Nacional de la UNCSS serán nom-
brados por la Comisión Episcopal de Laicos de la Con-
ferencia Episcopal Venezolana; durarán tres (3) años
en sus funciones, y podrán ser ratificados cuantas ve-
ces se crea conveniente.

Art. 33º El Presidente y los miembros del Consejo


Directivo de la UNCSS de Venezuela serán electos en
la Asamblea Eucarística Nacional, de acuerdo al can.
31
309 del Código de Derecho Canónico, que establece:
“Las asociaciones legítimamente establecidas tienen
potestad, conforme a las norma del derecho y de los
estatutos, de dar normas particulares que se refieran a
la asociación, de celebrar reuniones y de designar a
los presidentes, oficiales, dependientes y a los admi-
nistradores de los bienes”; y se elegirán de acuerdo a
las estipulaciones contenidas en estos Estatutos, y
durarán tres (3) años en sus funciones.
a) El Presidente no podrá ser reelecto sino para un
segundo período, no más.
b) Igualmente, los demás miembros del Consejo
Directivo no podrán ser reelectos en sus cargos,
sino para un período, no más.

Art. 34º Los cargos en el Consejo Directivo son in-


compatibles con cualquier otro cargo dentro de la
UNCSS.
a) Los Presidentes de las Uniones Arquidiocesanas
y Diocesanas pueden asistir, en calidad de invi-
tados, con derecho a voz y voto, a las reuniones
del Consejo Directivo Nacional.

De las atribuciones del Consejo Directivo


de la UNCSS

Art. 35º Los miembros del Consejo Directivo Nacio-


nal se reunirán al menos una vez cada año, el día dos
32
de julio. Por razones prácticas esta fecha puede ante-
ponerse o posponerse, pero nunca más de tres (3)
meses. Para esta reunión basta una sola convocato-
ria, y habrá quórum con el número de miembros asis-
tentes, cualquiera que éste sea.

Art. 36º La UNCSS fundará, organizará y asesorará a


las Uniones Arquidiocesanas y Diocesanas en todo el
país, y les prestará apoyo logístico y económico.
a) La UNCSS se integrará a todos los niveles en la
pastoral de conjunto de las Arquidiócesis y Dió-
cesis del país.
b) El Consejo Directivo Nacional de la UNCSS ve-
lará por el cumplimiento de los acuerdos ema-
nados de la Asamblea Eucarística Nacional.
c) Asimismo, velará porque los Secretarios cum-
plan con sus obligaciones.
d) Cuidará de que la sede de la UNCSS no sea
dedicada sino a los fines espirituales para los
cuales fue adquirida.

Art. 37º El Asesor Eclesiástico Nacional y el Vice-


Asesor Eclesiástico Nacional son los representantes
de la Jerarquía Eclesiástica en el Consejo Directivo
Nacional: Impartirán sus enseñanzas, aconsejarán y
guiarán espiritualmente a los miembros de la UNCSS.
a) El Asesor Eclesiástico Nacional y el Vice-Ase-
sor Eclesiástico Nacional informarán permanen-
33
temente a la Jerarquía Eclesiástica de las activi-
dades de la UNCSS.

Art. 38° Son deberes del Presidente de la UNCSS:


a) Ejercer la representación de la UNCSS en los
actos públicos, religiosos y de todo orden, cuando
fuere necesario.
b) Convocar y presidir las reuniones del Consejo
Directivo Nacional y demás asambleas que se
celebren.
c) Firmar con el Secretario de Actas y Correspon-
dencia todas las actas de la Asamblea
Eucarística Nacional y de las reuniones del Con-
sejo Directivo Nacional, y toda la corresponden-
cia emanada de la UNCSS.
d) Autorizar los gastos y firmar las correspondien-
tes órdenes de pago.
e) Firmar con el Secretario de Finanzas, conjunta-
mente, los cheques que expida la UNCSS.
f) Autorizar con su firma todo aviso, programa,
publicación, en la cual esté involucrada directa
e indirectamente la UNCSS.
g) Interpretar estos Estatutos y velar porque los
mismos sean cumplidos a cabalidad en todos
los ámbitos de la UNCSS.
h) Cuidar de la imagen y del buen nombre de la
UNCSS.
34
i) No podrá el Presidente, ni por sí solo, ni conjun-
tamente con otro u otros miembros de la UNCSS
—ni mucho menos otro u otros miembros de la
UNCSS, por su cuenta— disponer la enajenación
de bienes inmuebles de la UNCSS, conforme al
can. 1291: “Para enajenar válidamente bienes
que por asignación legítima constituyen el patri-
monio estable de una persona jurídica pública y
cuyo valor supera la cantidad establecida por el
derecho, se requiere licencia de la autoridad
competente conforme a derecho”. Es decir, la
UNCSS no podrá enajenar bienes inmuebles,
tales como terrenos, casas, apartamentos, ofici-
nas, etc., sin el consentimiento conjunto, expre-
sado por escrito, del Obispo Diocesano, del Ase-
sor Eclesiástico Nacional, del Vice-Asesor Ecle-
siástico Nacional y de la mitad más uno de los
votos de los miembros del Consejo Directivo Na-
cional en Asamblea Ordinaria o Extraordinaria le-
vantándose la correspondiente acta al respecto,
lo cual deberá hacerse constar en los documen-
tos de propiedad de bienes inmuebles de la
UNCSS, debidamente protocolizados ante el
Registro Público, mediante una cláusula en que
se declare nula cualquiera enajenación efectua-
da sin dicho consentimiento.

35
Art. 39º Son deberes del Contralor:
a) Velar pos los intereses materiales de la UNCSS.
Al efecto, debe conformar con su firma todo gasto
o erogación económica, todo compromiso que
contraiga la UNCSS, sea cual fuere el monto del
mismo, y los estados de cuenta que mensual-
mente se reciban de los Bancos, donde la
UNCSS tenga depositado dinero.
b) El Contralor velará por la correcta administración
de los bienes muebles e inmuebles, podrá ha-
cer auditoría, examen y arqueo de caja, revisar
la contabilidad, libros, recibos, vales, pagarés,
giros, boletos, cada vez que lo estime conve-
niente.
c) Tendrá libertad completa de acción fiscalizadora
en el aspecto económico y financiero en todas
las dependencias, tanto de la UNCSS, como de
las Uniones Arquidiocesanas y Diocesanas. Sin
embargo, en todos sus actos pondrá por delan-
te la discreción y la caridad, comprometiéndose
a no divulgar, ni de palabra ni por escrito, cosa
alguna que pueda afectar el buen nombre de la
UNCSS o de cualquier hermano. Se limitará a
informar las irregularidades que descubra al Ase-
sor Eclesiástico, al Vice-Asesor Eclesiástico y
al Presidente de la UNCSS, para que éstos to-
men las providencias necesarias.
36
d) Velará porque toda entidad o persona que haga
uso del nombre de la UNCSS, o de cualquier
Unión Arquidiocesana o Diocesana, o de cual-
quier Cofradía, para fines de lucro, dé a las fi-
nanzas de la UNCSS un porcentaje a convenir
de las utilidades.
e) Recibirá las denuncias que le sean formuladas
en relación a irregularidades, tanto por personas
como por entidades.

Art. 40º Son deberes del Secretario de Organización:


a) Mantener al día un registro de todas las agrupa-
ciones dependientes de la UNCSS, de sus Con-
sejos Directivos y de los hermanos que la inte-
gran, de modo que resulte fácil comunicarse con
cualquiera de ellos en todo momento.
b) Se ocupará de todo lo referente a la organiza-
ción de Cofradías, Uniones Arquidiocesanas y
Diocesanas, Comisiones, Comités y demás agru-
paciones que formen parte de la UNCSS.
c) Cuidará que donde no existan Cofradías del San-
tísimo Sacramento o donde hayan decaído, la
UNCSS se dé de inmediato a la tarea de fundar-
las o reanimarlas.
d) Proveerá a todos los hermanos cofrades de las
medallas y carnets.

37
e) Cuidará de que los miembros del Consejo Direc-
tivo de la Unión Arquidiocesana o Diocesana res-
pectiva visiten constantemente a las diferentes
Cofradías, especialmente en los Domingos de
Minerva, y asistan a los demás actos comunita-
rios organizados por las Cofradías.

Art. 41º Son deberes del Secretario de Finanzas:


a) Ser administrador de los valores, muebles e
inmuebles, propiedad de la UNCSS, de todo lo
cual mantendrá al día un riguroso inventario, des-
tino actual y persona o entidad que los está uti-
lizando, además es responsable del manteni-
miento y conservación de estos bienes.
b) Recibir y custodiar los fondos de la UNCSS.
c) Solicitar y recibir, previo recibo correspondiente,
las contribuciones y aportes económicos prove-
nientes de las Uniones Arquidiocesanas y
Diocesanas, Cofradías, y demás instrucciones
o personas, con destino a la UNCSS.
d) Depositar en las cuentas bancarias de la
UNCSS, cuanto antes, los fondos que reciba.
e) Llevar al día la contabilidad de los ingresos y
egresos, bienes, deudas y haberes de la UNCSS,
en libros legalizados y por métodos modernos.
f) Elaborar las órdenes de pago y cheques, giros y
demás documentos financieros, presentarlos al
38
Presidente Nacional de la UNCSS, sin cuya fir-
ma tales documentos se considerarán nulos.
g) Trimestralmente presentará a la UNCSS un es-
tado de cuentas.
h) No podrá gravar bienes inmuebles adquiridos por
la UNCSS.
i) No se hará ninguna erogación, donación, obse-
quio, traslado de fondos, sin orden escrita del
Consejo Directivo de la UNCSS y la firma del
Contralor.
j) El Secretario de Finanzas deberá fomentar y
organizará eventos destinados a acrecentar los
fondos de la UNCSS, gestionará ayudas,
donaciones y financiamientos en favor de la
UNCSS, y tratará de acrecentar los bienes de
ésta por todos los medios lícitos.
k) El Secretario de Finanzas es responsable del
manejo de los fondos de la UNCSS, y, al final de
su gestión, al retirarse de su cargo, temporal o
definitivamente, presentará un informe detallado
de la pulcra administración de los bienes.

Art. 42º Es de primordial importancia, que el Secre-


tario de Actas y Correspondencia sea una persona com-
pletamente instruida y capacitada para que las actas y
la correspondencia sean bien redactadas, sin errores
ortográficos y caligrafía bien definida, clara y sin borro-
39
nes y comprensible. Son deberes de Secretario de Actas
y Correspondencia:
a) Redactar las actas de las reuniones ordinarias y
extraordinarias del Consejo Directivo.
b) Pasar al libro correspondiente dichas actas, una
vez aprobadas, y firmarlas junto con el Presi-
dente.
c) Elaborar, de acuerdo con el Presidente, con su-
ficiente antelación, el orden del día de las re-
uniones y asambleas.
d) Cuidar y conservar los libros de actas, tanto los
que están en uso actualmente como los anterio-
res.
e) Velar por la conservación y mantenimiento de
todos los documentos depositados en la Secre-
taría.
f) Recibir y contestar toda la correspondencia que
llegue a la UNCSS, informando de ello al Presi-
dente.
g) Redactar, de acuerdo con las instrucciones del
Consejo Directivo Nacional, en cada caso, toda
correspondencia enviada por la UNCSS.
h) Leer en las reuniones y asambleas toda la co-
rrespondencia recibida y enviada por la UNCSS.
En el caso de que deba guardarse discreción,
por razones de caridad, sólo se informará priva-
damente al Asesor Eclesiástico, al Vice-Asesor
Eclesiástico y al Presidente.
40
i) Pasará a la Secretaría correspondiente aquellos
asuntos que sean de su competencia.
j) Corresponderá a este Secretario todo lo relativo
al Apartado de Correos, el cual deberá revisar
frecuentemente.
k) Dirigirse, de acuerdo con el Presidente y con la
firma de éste, a los miembros de la Jerarquía
Eclesiástica, a las Uniones Arquidiocesanas y
Diocesanas, a las Cofradías y demás entidades,
según las circunstancias.
l) Encargarse de la distribución del Boletín “El Sem-
brador”, una vez que le haya sido entregado para
tal fin.

Art. 43º Son deberes del Secretario de Liturgia:


a) Velar porque a la Divina Majestad le sean rendi-
dos los más espléndidos y triunfales honores,
tanto oculto el Augusto Sacramento del Altar en
el Sagrario, como cuando es expuesto a la ado-
ración pública de los fieles; extremará su celo
para que durante la distribución de la Sagrada
Comunión se guarden las disposiciones estable-
cidas por la Santa Iglesia (cf. Ritual de la Sagra-
da Comunión y del Culto a la Eucaristía fuera de
la Misa, Nº 79-112).
b) El Secretario de Liturgia acompañará al Presi-
dente de la UNCSS en todos los actos litúrgicos
donde éste asista en su condición de tal.
41
c) Procurará que en las funciones religiosas no
hayan motivos de distracción para la feligresía,
y recomendará el mayor fervor a los hermanos
que reciban la Sagrada Comunión, como motivo
ejemplarizante para los demás y beneficio espi-
ritual de quien la recibe.
d) Conservará bajo su custodia los estandartes,
banderas, insignias, escudos, palios, vasos sa-
grados, ornamentos y demás objetos destina-
dos al culto, que sean propiedad de la UNCSS.
e) Organizará conferencias, talleres, convivencias,
retiros, etc. a los miembros de la UNCSS acer-
ca de la Liturgia, para que haya uniformidad en
las oraciones, cánticos, himnos, actos, proce-
siones y festividades en general, pues ello con-
tribuirá a darle mayor brillo y esplendor, y tam-
bién sobre otros temas de formación.

Art. 44º Ningún miembro del Consejo Directivo Nacio-


nal podrá delegar o descargar las responsabilidades
que le incumben en otros hermanos. Cada quien asu-
me plenamente su compromiso, y está obligado a cum-
plirlo, de acuerdo con las directivas dadas por el Con-
sejo Directivo y el Presidente de la UNCSS. Sus res-
ponsabilidades y ocupaciones están claramente seña-
ladas en estos Estatutos, y nadie tiene por qué recor-
dárselas para que las cumpla.
42
Art. 45º Recordemos que nuestro deber con la
UNCSS fue voluntariamente aceptado por amor al Se-
ñor, es a Él a quien nos debemos y a quien rendiremos
cuentas. No nos comprometimos con persona alguna
de este mundo. No debe haber disensiones, sino que
debemos compactarnos en un solo grupo monolítico.
Somos de Cristo (cf. 1 Cor 1,12). “No haya contiendas,
envidias, animosidad, ambiciones, detracciones, mur-
muraciones, presunción y alborotos” (2 Cor 12, 20).

CAPÍTULO V
DE LAS ASAMBLEAS

De la Asamblea Eucarística Nacional

Art. 46º El día de Corpus Christi, y hasta el siguiente


domingo, en los años, cuyas últimas dos cifras sean
divisibles entre tres (3) (2000, 2003, 2006, 2009, 2012,
etc.), en la ciudad escogida en la anterior Asamblea,
se instalará la Asamblea Eucarística Nacional, máxi-
ma expresión y representación de la UNCSS y de sus
organismos filiales.

Art. 47º Son delegados principales a la Asamblea


Eucarística Nacional todos los miembros del Consejo
Directivo Nacional, los hermanos que integran los Con-
43
sejos Directivos de las Uniones Arquidiocesanas y
Diocesanas y dos (2) representantes por cada una de
las Cofradías parroquiales asistentes.
a) Las Cofradías podrán enviar, además, dos (2)
hermanos en calidad de observadores, que no
tendrán derecho a voto en las deliberaciones.
b) Se dará comienzo a la Asamblea Eucarística con
la Misa votiva del Espíritu Santo, pidiéndole sus
gracias y sus dones para todos los participan-
tes.
c) El Presidente de la UNCSS declarará instalada
la Asamblea y presentará un informe detallado
de su gestión.
d) Del seno de la Asamblea se designará una Mesa
Directiva, que asume la responsabilidad plena
del desarrollo de la Asamblea, y que estará inte-
grada por un Presidente, un Vice-Presidente, un
Secretario, un Sub-Secretario y un Moderador o
Director de Debates. El Presidente de la UNCSS
posesionará esta Mesa Directiva, y le tomará el
juramento o promesa de rigor.
e) El derecho de palabra para los Delegados, que
no son miembros del Consejo Directivo Nacio-
nal, no debe prolongarse por más de tres minu-
tos, y se restringirá a una sola intervención.
f) El Presidente de la UNCSS invitará oradores,
conferencistas y asesores especializados, con
44
suficiente anterioridad, para que dicten charlas
ilustrativas y orientadoras a los asambleístas.

Art. 48º Los gastos ocasionados por la celebración


de la Asamblea Eucarística Nacional serán costeados
por las Uniones Arquidiocesanas y Diocesanas y Co-
fradías participantes.
a) Los hermanos residentes en la ciudad, sede de
la Asamblea, tendrán a su cargo procurar aloja-
miento adecuado a los asambleístas proceden-
tes de otros lugares de la República.
b) Antes de concluir la Asamblea Eucarística se
escogerá por mayoría absoluta de votos la sede
de la próxima Asamblea, entre las diversas ciu-
dades que aspiren a ella.

Art. 49º Para introducir cualquier modificación en los


presentes Estatutos, deberá ser solicitada a la Asam-
blea Eucarística Nacional.
a) Una vez acordada la reforma, se llevará a cono-
cimiento de la Comisión Episcopal de Laicos de
la Conferencia Episcopal Venezolana, la cual
podrá aprobarla o denegarla.

Art. 50º Cualquiera de los Delegados a la Asamblea


Eucarística Nacional puede, a nombre de la entidad
que representa, someter a la consideración y aproba-
45
ción de la Asamblea, cualquier proposición que se ajus-
te a las siguientes especificaciones:
a) Que los Estatutos no tengan resuelto el asunto
planteado.
b) Que especifique claramente un plan viable para
llevarla a realidad, y señale medio de
financiamiento que no comprometan
desmedidamente los fondos de la UNCSS.
c) Que sea ciertamente de la incumbencia de la
UNCSS.
d) Que el objetivo final de la proposición sea claro
y categórico, y pueda realizarse sin menoscabo
de las buenas relaciones con personas o enti-
dades a quienes deben unirnos nexos
indisolubles de fraternidad y obediencia.
e) Que si es llevada a conocimiento de la Jerarquía
Eclesiástica, haya la certeza de que merecerá
su aprobación.

Art. 51º La Asamblea Eucarística Nacional proclamará


a los miembros del Consejo Directivo de la UNCSS, y
les prometerá apoyo, fidelidad, cooperación y obedien-
cia, además de guardarles las preeminencias corres-
pondientes a su investidura.

Art. 52º En el acto de clausura de la Asamblea


Eucarística Nacional, los miembros del Consejo Direc-
tivo Nacional prometerán ante el Santísimo Sacramen-
46
to cumplir y hacer cumplir los presentes Estatutos y
los deberes inherentes a los cargos para los cuales
fueron designados.

Art. 53º Apenas concluida la Asamblea Eucarística


Nacional, se constituirá la Comisión que se encargará
de preparar la siguiente, presidida por el Presidente de
la UNCSS y el Presidente de la UACSS o UDCSS co-
rrespondiente, la cual de inmediato entrará en sus fun-
ciones.

Art. 54º Las Cofradías de la ciudad, que hayan solici-


tado y recibido para sí la sede de la Asamblea
Eucarística Nacional, se ocuparán de promover con
suficiente antelación este magno acontecimiento
eucarístico, publicitarlo, y trabajar para que resulte un
verdadero éxito en todos los campos.

Art. 55º La Asamblea Eucarística Nacional concluirá


con un gran acto eucarístico, una apoteósica manifes-
tación de la fe y adoración al Santísimo Sacramento,
un acontecimiento religioso que repercuta en todo el
territorio nacional, al cual se invitarán a las más altas
autoridades eclesiásticas, civiles, académicas y mili-
tares. “La animación y el robustecimiento del culto
eucarístico son una prueba de esa auténtica renova-
ción que el Concilio se ha propuesto y de la que es el
punto central. Esto, (…), merece una reflexión aparte.
47
La Iglesia y el mundo tienen una gran necesidad del
culto eucarístico, Jesús nos espera en este momento
de amor” (S.S. Juan Pablo II, Exhortación Apostólica
en la festividad del Jueves Santo “Dominicae Coenae”
(24/02/80), Nº 3).

Art. 56º Todas las resoluciones y disposiciones no


señaladas en los Estatutos como potestativas de de-
terminado hermano, para ser válidas deberán ser apro-
badas por la Asamblea por mayoría absoluta de votos.

Art. 57º Para la designación de los miembros del


Consejo Directivo Nacional, cuyo nombramiento está
reservado a la Jerarquía Eclesiástica, se procederá por
votación directa, universal y secreta, entre todos los
delegados efectivos, por mayoría absoluta. En el caso
de no obtenerse esa mayoría en la primera vuelta, se
considerará válida la mayoría relativa en la siguiente.
El hermano que resulte en segundo lugar ocupará la
Sub-Secretaría o Sub-Contraloría respectiva, según el
caso. La aceptación de estas designaciones es obli-
gatoria.
a) Antes de procederse a la elección de cada miem-
bro, la cual debe hacerse por separado para cada car-
go, han de leerse los párrafos de estos Estatutos que
señalan las obligaciones inherentes al mismo.
b) Todos los hermanos designados durarán en sus
funciones hasta la próxima Asamblea Eucarística Na-
cional, por lo tanto no será procedente la renuncia.
48
De las reuniones mensuales

Art. 58º Las Uniones Arquidiocesanas y


Diocesanas efectuarán en la fecha, lugar u hora más
conveniente una reunión o convivencia, de ser posible
mensual, con asistencia de representantes de las di-
versas Cofradías que las integran, en las cuales esta-
rán presentes los miembros del Consejo Directivo de
dichas Uniones.

CAPÍTULO VI
DISPOSICIONES FINALES

Art. 59º El Consejo Directivo Nacional queda au-


torizado para reglamentar el articulado de estos Esta-
tutos cuando se crea conveniente, por mayoría absolu-
ta de votos.

Art. 60º La UNCSS coadyuvará para llevar a todos


los grupos humanos la actividad evangelizadora de la
Iglesia, especialmente mediante la preparación y pro-
moción de peregrinaciones por las UACSS y UDCSS,
las cuales en el aspecto religioso deben someterse al
asesoramiento del correspondiente Asesor Eclesiásti-
co, Arquidiocesano o Diocesano y del correspondiente
Vice-Asesor Eclesiástico Arquidiocesano o Diocesano.
49
a) Se recomienda a los organizadores de peregri-
naciones y otros eventos similares efectuar las nece-
sarias consultas para evitar errores, mala redacción o
frases ambiguas en los programas, que comprometan
seriamente la imagen de la UNCSS.
b) Dada la importancia de estas peregrinaciones,
la UNCSS apoyará decididamente su incremento y de-
sarrollo, exhortando a sus miembros a tomar parte
activa en ellas, a promocionarlas y prestarle toda la
ayuda necesaria.
c) Por su parte, las UACSS y UDCSS, cuando pre-
paren y organicen peregrinaciones, ayudarán, de acuer-
do con sus posibilidades, a las finanzas de la UNCSS.

Art. 61º Ninguna persona, grupo o entidad puede


arrogarse, atribuirse ni apropiarse prerrogativas o fun-
ciones, que no les están expresamente señaladas en
este instrumento normativo.

Art. 62º En cada Parroquia la Cofradía del Santísi-


mo organizará una Hora Santa de adoración al Santísi-
mo Sacramento, en la hora y día que el Párroco seña-
le. Esta Hora Santa se efectuará por lo menos una vez
a la semana.

Art. 63º Los fondos de las Cofradías deben depo-


sitarse en una Cuenta de Ahorros de cualquier Banco,
50
y la libreta correspondiente será mostrada a los her-
manos que así lo soliciten, cada vez que lo pidan.

Art. 64º Los Cofrades tienen el derecho de recibir


de la UNCSS, de las Uniones Arquidiocesanas y
Diocesanas y de su Cofradía, toda atención, protec-
ción y asesoramiento; ellos, a su vez, en la medida de
sus conocimientos, posibilidades, competencia y pres-
tigio, tienen el compromiso de apoyar esas organiza-
ciones, prestarles su esfuerzo personal, ayudarlas eco-
nómicamente, velar por su prestigio y sus intereses, y,
en algunos casos, manifestar su parecer sobre aque-
llas cosas a tienen relación con el bien de la Iglesia (cf.
LG 37).
a) Cualquier observación, información, comentario
o exposición hágase por escrito, “con veracidad, forta-
leza y prudencia, con reverencia y caridad” (LG 37).
b) Evítense la maledicencia, los comentarios inju-
riosos contra cualquier persona, las conversaciones
destructivas y carentes de caridad y cualquier acción,
que ponga en peligro la unidad de nuestro movimiento
eucarístico.

51
LA CONSAGRACIÓN DE VENEZUELA
AL SANTÍSIMO SACRAMENTO

¿Cómo fue esta Consagración?


El entusiasmo eucarístico, que propulsaba el Padre
Castro desde la Santa Capilla, culminó con la Consa-
gración de la República de Venezuela al Santísimo
Sacramento, efectuada el 2 de julio de 1899. Para pre-
pararla fue constituida una Junta Nacional, presidida
por el Dr. Francisco Izquierdo Martí, la cual “propuso a
los Reverendísimos Prelados de la República la Con-
sagración de ésta al Santísimo Sacramento, como
parte de las ofrendas que han de hacerse al Divino
Salvador para terminar el siglo presente y empezar el
próximo venidero. La piadosa proposición fue acepta-
da por los dignos Pontífices, y se procedió a organizar
la solemnidad”.
Como preparación a la Consagración, se organiza-
ron unas Misiones preparatorias en la Catedral de Ca-
racas, desde el domingo, 25 de junio, hasta el jueves,
29 de junio, día de los Santos Apóstoles Pedro y Pa-
blo.
El homenaje comenzó el sábado, 1º de julio, al
mediodía, cuando “la ciudad se estremeció de júbilo
con el repique general de las campanas de sus tem-
plos, (...) Desde esa hora todas las ventanas y balco-
nes sacaron a relucir sus banderas, decorándose, ade-
52
más, muchas casas con cuadros religiosos, imáge-
nes, inscripciones, adornos simbólicos, coronas de flo-
res. Resaltaban entre todas las banderas blancas con
franjas rojas, que llevaban grabada una Custodia y esta
inscripción: ‘Nuestro Refugio está en el Santísimo Sa-
cramento’. (...) Llegó la noche y apareció iluminada toda
la ciudad, con las fachadas de los templos y la torre de
la Santa Iglesia Metropolitana. Del centro hasta los
barrios más apartados se extendía la más variada ilu-
minación, desde la luz humilde del pobre hasta los fo-
cos eléctricos que hacían resplandecer el frente de al-
gunas casas e institutos”.
El día propio del homenaje, el domingo, 2 de julio,
por la mañana, los templos capitalinos “se llenaron con
un concurso extraordinario, hombres y mujeres, para
recibir la Santa Comunión. Ese espectáculo era so-
bremanera conmovedor; la distribución del Divino Pan
se prolongó en las Iglesias por largas horas, superan-
do estas Comuniones, en mucho, a las del Jueves
Santo, que es el día en que se acerca mayor número
de fieles a la mesa eucarística. Estas Comuniones fue-
ron como el meollo de la solemnidad, la consagración
efectiva, íntima, perfecta, de las almas y de los cora-
zones, en el misterioso banquete, (...) A las 9:00 fue
la gran fiesta de la Catedral: En ella dejó oír palabra
piadosa y elocuente el Señor Magistral, Doctor Fran-
cisco J. Delgado, mostrando las grandezas de la Divi-
53
na Eucaristía, y el valor infinito de esta Limosna hecha
por la magnificencia de Dios a la pobreza del hombre.
La Divina Hostia apareció radiante a la vista del pueblo
cristiano en medio de flores y de luces artísticamente
dispuestas; una escogida orquesta, dirigida por el há-
bil profesor George León, llenaba el sagrado recinto
con las armonías religiosas, y el pueblo fiel, en apiña-
da multitud, asistía reverente al Sacrosanto Sacrificio.
A la 1:00 comenzó la Consagración de la ciudad por el
orden de sus Parroquias. Los Venerables Párrocos
conducían a los fieles y leían con ellos y en nombre de
ellos el Acto de la Consagración. La Santa Iglesia Me-
tropolitana resonó durante todo el día con la voz de la
súplica y de la alabanza, con hermosas composicio-
nes ejecutadas por la orquesta, con el canto y la ple-
garia de los sacerdotes y con el regocijo místico que
todo esto llevaba al espíritu, y hacía que se exhalara
ante el Señor en inmensa gratitud. A las 5:00 de la
tarde fue la procesión. Antes de ella, el Ilustrísimo Señor
Arzobispo, revestido con los sagrados ornamentos, el
Venerable Cabildo Metropolitano, y todo el Clero de la
ciudad, se arrodillaron en el Presbiterio ante la Sagra-
da Hostia, y nuestro Dignísimo Prelado leyó por sí y en
nombre de todos el Acto de la Consagración. En se-
guida salió la procesión. Se cantó el Te-Deum de ac-
ción de gracias, y se dio la bendición, con que queda-
ron sellados los actos para siempre memorables de
54
tan dichoso día. En la noche, la iluminación fue aún
mayor que la precedente, y las calles de la ciudad eran
paseadas por numerosas familias, que se gozaban con
inocente alegría en las variedades que aquélla ofrecía
en todas las avenidas de la capital. El Señor Presiden-
te de la República[, Gral. Ignacio Andrade], consecuen-
te con su fe católica manifestó sus simpatías por la
festividad, haciendo iluminar y adornar la Plaza Bolívar
y los balcones de la Casa Amarilla, y disponiendo una
retreta la víspera, en la misma plaza”.

¿Por qué se escogió el día 2 de julio?


Se pueden aducir algunos motivos: Era, en el ca-
lendario litúrgico de la época, la fiesta de la Visitación
de la Santísima Virgen a su prima Isabel (cf. Lc 1, 39-
56); en la Santa Capilla se veneraba —y se venera to-
davía— una imagen muy antigua de la Virgen, la de
Ntra. Sra. de Guía, cuya fiesta se celebraba todos los
años el día de la Visitación, el 2 de julio.
Quizás se escogió el día 2 de julio, como fecha para
la Consagración de Venezuela al Santísimo Sacramen-
to, por ser la fiesta de la Visitación... Pero pudo jugar
un papel también otro motivo: El año normalmente, ex-
ceptuando el caso en que sea bisiesto, tiene 365 días...
Pues bien, el día 2 de julio es el que está exactamente
en la mitad del año, es decir, que desde el 1º de enero
hasta el 1º de julio se cuentan 182 días, y desde el 3
55
de julio hasta el 31 de diciembre se cuentan 182 días...
Venezuela fue consagrada al Santísimo Sacramento,
faltando exactamente medio año para comenzar el Si-
glo XX, como para colocarla en el nuevo Siglo bajo la
protección de Jesucristo, presente entre nosotros bajo
los velos eucarísticos...

¿Desde cuándo se conmemora esta Consagración?


Durante las llamadas “Conferencias Episcopales”,
celebradas en Caracas en los meses de mayo a julio
de 1904, los Obispos venezolanos acordaron, que, para
conmemorar la Consagración, se cantara anualmente
en todos los templos de la República, el domingo se-
gundo de julio, la Misa Votiva del Santísimo Sacramen-
to, renovándose en estas Misas el Acto de la Consa-
gración de Venezuela al Santísimo Sacramento...

¿Qué expresa propiamente el Acto de la Consa-


gración?
El Acto comienza por la proclamación de Jesucris-
to como “Soberano Señor del universo y Redentor del
mundo”, para luego aludir al prodigio de su presencia
real en el Sacramento de la Eucaristía: “Soberano Se-
ñor del universo y Redentor del mundo, clementísimo
Jesús, que por un prodigio inenarrable de vuestra cari-
dad os habéis quedado con nosotros en este Sacra-
mento hasta el fin de los siglos; (...)”.
56
Sigue una nueva proclamación de Jesucristo como
“nuestro único Rey y Dominador Santísimo”, para ha-
cerle el ofrecimiento de “todos nuestros afectos y ser-
vicios”: “(...); aquí venimos a vuestros pies a
proclamaros solemnemente y a la faz del cielo y de la
tierra, nuestro único Rey y Dominador Santísimo, a
quien consagramos todos nuestros afectos y servicios,
y en quien ponemos todas nuestras esperanzas”.
Y sigue una tercera proclamación de Jesucristo
como “nuestro Dios”, después de la cual resulta muy
lógica y contundente la referencia al primer mandamien-
to: “No tendrás otros dioses frente a mí” (Ex 20, 3; Dt
5, 7): ‘Vos sois nuestro Dios, y no tendremos otro al-
guno delante de Vos’”.
Después de estas proclamaciones de Jesucristo,
se colocan en sus manos “nuestra suerte, y con ella
los destinos de nuestra Patria” —la frase, con la que
se hace explícita la Consagración: “En vuestras ma-
nos ponemos nuestra suerte, y con ella los destinos
de nuestra Patria”.
Aunque claro, inmediatamente después viene el re-
conocimiento de nuestra indignidad, con la alusión a la
parábola del hijo pródigo (cf. Lc 15, 11-32), de aquel
hijo menor, que “dijo a su padre: ‘Padre, dame la parte
que me toca de la fortuna’. El Padre les repartió los
bienes. No muchos días después, el hijo menor, jun-
tando todo lo suyo, emigró a un país lejano y allí derro-
57
chó su fortuna viviendo perdidamente. Cuando lo había
gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terri-
ble, y él empezó a pasar necesidad. Fue entonces y
tanto le insistió a un habitante de aquel país, que lo
mandó a sus campos a guardar cerdos. Le entraban
ganas de llenarse el estómago de las algarrobas que
comían los cerdos; y nadie le daba de comer. Recapa-
citando entonces se dijo: ‘Cuántos jornaleros de mi
padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me
muero de hambre. Me pondré en camino adonde está
mi padre, y le diré: ‘Padre, he pecado contra el cielo y
contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: Trátame
como a uno de tus jornaleros’. Se puso en camino adon-
de estaba su padre. Cuando todavía estaba lejos, su
padre lo vio y se conmovió; y echando a correr, se le
echó al cuello, y se puso a besarlo” (Lc 15, 12-20). Se
trata, sin duda, de un texto bíblico favorito del Pbro. Dr.
Juan Bautista Castro; pues lo había citado en su Nove-
na al Santísimo Sacramento, compuesta en el año
1892. La meditación correspondiente al primer día reza:
“El padre es el jefe de la casa y de la familia. El hogar
se siente protegido y vive plenamente confiado en aquél
que lo ha formado, y lo preside; y dirígese con su auto-
ridad y con su amor. Tal es Jesucristo en el Santísimo
Sacramento en medio de la familia cristiana. Él es el
amparo, la protección y la defensa. El hijo que se pier-
de es porque se va lejos de este divino hogar, donde
58
nuestro amoroso Padre nos dirige, nos sostiene y nos
salva. ‘¡Hijitos míos!’ (Jn 13, 33), decía Él a sus discí-
pulos con ternura infinita. ¡Y cuán bien supieron éstos
comprender el amor de Jesucristo, y cómo le sirvieron
y se sacrificaron por Él cual hijos fidelísimos! ¿Qué
amor has tenido tú a este Padre tan generoso y tan
amante? ¡Ah!, con tus repetidos pecados no has sido
hijo, sino atormentador cruel de este Corazón, que te
ha amado tanto en el Santísimo Sacramento. Ya es
tiempo de que vuelvas arrepentido al hogar de miseri-
cordia y de gracia que tan locamente abandonaste”. Y,
después, en la oración del primer día de la novena se
cita: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, ya no
merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de
tus jornaleros” (Lc 15, 18-19); y se añade: “Así clamo a
Ti, ¡oh Jesús mío!, de lo íntimo de mi corazón a imita-
ción del hijo pródigo, a quien no vacilé en seguir en su
extravío. Ábreme tus brazos de amoroso Padre, que
yo no me apartaré jamás de ellos. Amén”.
En esa misma actitud de pedir perdón, el Acto de la
Consagración expresa: “Mucho os hemos ofendido, y
como el hijo pródigo hemos disipado en los desórde-
nes vuestra herencia: Perdonadnos, que ya volvemos
con espíritu contrito a vuestra Casa y a vuestros bra-
zos. Recibidnos, Salvador nuestro, (...)”.
Enseguida, el Acto cita el Padrenuestro (cf. Mt 6,
10; Lc 11, 2): “(...) y concedednos que venga a noso-
tros vuestro Reino Eucarístico”.
59
Y, sigue la petición: “Levantad bien alto vuestro tro-
no en nuestra República, a fin de que en ella os veáis
glorificado por singular manera, y sea honra nuestra,
de distinción inapreciable, el llamarnos LA REPÚBLI-
CA DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO”.
Nuevamente alude el Acto a la parábola del hijo pró-
digo (cf. Lc 15, 11-32): “Os entregamos cuanto somos
y cuanto tenemos: Cubrid nuestra ofrenda con vuestra
mirada paternal, y hacedla aceptable y valiosa en vuestra
divina presencia. Otra vez os pedimos que nos reci-
báis, que no nos desechéis, (...)”.
Y sigue otra petición; “(...) y que este acto de nues-
tro amor y de nuestra gratitud sea repetido, cada vez
con mayor fervor, de generación en generación, mien-
tras Venezuela exista, para que jamás la apartéis de
vuestro Sagrado Corazón”.
Finaliza el Acto con un doble Amén: “Que así sea
para nuestra vida del tiempo y después... por los si-
glos de los siglos. Amén”.

¿Quién fue el principal promotor de la Consagra-


ción?
Sin duda, el Pbro. Dr. Juan Bautista Castro fue el prin-
cipal promotor de esta Consagración. Años después,
ya Arzobispo de Caracas y Venezuela, se referiría a
ella con particular orgullo: “Somos la primera nación
que se ha puesto, por un voto de amor, a la sombra
60
refrigerante de la Divina Hostia, estrechando con ella
vínculos de piadosa ternura y de viva y generosa fe.
Esta Consagración va produciendo en nuestra Patria
aquellos efectos, lentos pero sólidos, con que Dios
caracteriza las obras que inspira: El Santísimo Sacra-
mento, más conocido, más amado y mejor servido en
nuestras parroquias, las levantará de su postración y
las devolverá, junto con los dones del espíritu, los re-
cursos y bienes temporales que también se han perdi-
do en el naufragio de nuestras virtudes”.

61
CONMEMORACIÓN
DE LA CONSAGRACIÓN DE VENEZUELA
AL SANTÍSIMO SACRAMENTO

Expuesto el Santísimo Sacramento, se entona el


siguiente canto:

1. Alabado sea el Santísimo


Sacramento del Altar,
y la Virgen concebida
sin pecado original...

Bendice, bendice,
bendice alma mía,
bendice, bendice,
bendice al Señor.

2. Elevada sea al Santísimo


la más noble imprecación
por la Patria hoy reunida
en profunda adoración...

3. En el día que al Santísimo


se dio fiel Consagración,
al Señor sea dirigida
nuestra loa y petición...

62
4. Pues que ha sido al Santísimo
consagrada la Nación,
a ella venga concedida
la más dulce bendición...

Luego se recita el

ACTO DE LA CONSAGRACIÓN
DE VENEZUELA
AL SANTÍSIMO SACRAMENTO

Soberano Señor del universo y Redentor del mundo,


clementísimo Jesús, que por un prodigio inenarrable
de tu caridad te has quedado con nosotros en este
Sacramento hasta el fin de los siglos, aquí venimos a
tus pies a proclamarte solemnemente y a la faz del
cielo y de la tierra nuestro único Rey y Dominador
Santísimo, a quien consagramos todos nuestros afectos
y servicios, y en quien ponemos todas nuestras
esperanzas. Tú eres nuestro Dios, y no tendremos otro
alguno delante de Ti. En tus manos ponemos nuestra
suerte, y con ella los destinos de nuestra Patria. Mucho
te hemos ofendido, y como el hijo pródigo hemos
disipado en los desórdenes tu herencia: Perdónanos,
que ya volvemos a tu Casa y a tus brazos. Recíbenos,
Salvador nuestro, y concédenos que venga a nosotros
tu Reino Eucarístico. Levanta bien alto tu trono en
63
nuestra República, a fin de que en ella te veas glorificado
por singular manera, y sea honra nuestra, de distinción
inapreciable, el llamarnos LA REPÚBLICA DEL
SANTÍSIMO SACRAMENTO.
Te entregamos cuanto somos y cuanto tenemos.
Cubre nuestra ofrenda con tu mirada paternal, y hazla
aceptable y valiosa en tu divina presencia.
Otra vez te pedimos que nos recibas, que no nos
deseches, y que este acto de nuestro amor y de nuestra
gratitud sea repetido, cada vez con mayor fervor, de
generación en generación, mientras Venezuela exista,
para que jamás la apartes de tu Sagrado Corazón. Que
así sea para nuestra vida del tiempo y después... por
los siglos de los siglos. Amén.

Se entona el Tantum-ergo u otro canto eucarístico


adecuado, y se da la bendición con el Santísimo
Sacramento...

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