Garcia J
Garcia J
P r o g r a m a de E s t u d i o s de Posgrado
T E S I S
Doctor en Ciencias
p r e s e n t a
The results concerning the impacts of oil industry activities upon diverse ecosystem populations did
not reveal direct evidence of perturbations to their structure and dynamics. The results from the
trophic model show high values of ecotrophic efficiency in fishes and low values in detritus, the
flows originating from the latter (54%) imply that it is an important source for secondary
production. The highest effective tropic level was exhibited by the sharks group (4.16). The average
transfer efficiency was 9.7%, and the calculated level of organization was equivalent to 48% of the
total development capacity. In the fisheries the effective trophic level of the harvest was 2.8.
The Ecotracer/Ecosim simulation from the Ixtoc-I scenario, showed in first instance that the
degradation of sediment hydrocarbons was fast, since its persistence was on the order of months,
whereas the maximum concentrations of these compounds appeared in the fish groups (over an
interval of 15 to 18 months) at trophic levels ranging from 2.9 to 3.8. The route can be traced from
the detritus as particle flow through the intermediate trophic levels and from there to the highest
concentrations in the top predators, taking into account their diet compositions and the amounts
consumed. Similar effects resulted from the natural simulation scenario. The attempt to evaluate the
risk factors from PAH in sediment revealed minor to a moderate risk, and the concentration of
B[a]P, the PAH compound of highest carcinogenic risk, was also below the risk levels.
It was not objectively possible to quantify and/or qualify the magnitude of the effect of the oil
industry on the Campeche Sound ecosystem, which leads to the possibility that the consequences
could be either overestimated or underestimated. The putative possible effects of oil spills on the
ecosystem components were considered to be precise, but it remains necessary to determine the
magnitudes of the long term effects. Also, was not possible to conclude the existence of any direct
or indirect impact upon fisheries that could be attributed to the oil industry.
DEDICATORIA
A Lourdes y Angel Eduardo, mis dos poderosos pilares que acompañan cotidianamente mis
retos y logros, de los tres, por su amor, su tiempo, paciencia y alegrías.
A Tete y Pepe, por el legado inculcado de ser hombre de bien y consecuente con la vida y
con los míos, por su amistad de siempre y por su reiterado amor de padres, están en mi
corazón.
Al Dr. Francisco Arreguín Sánchez, por su invaluable tutoría, por sus acertadas
observaciones y comentarios, por el tiempo dedicado para lograr la mejor consecución de
esta tesis.
A los Doctores Robert Ulanowicz y Gerardo Gold Bouchot, por ser parte de mi comité
tutorial y que brindaron valiosas observaciones en el desarrollo del proyecto, por su
gentileza gracias.
En particular quisiera agradecer al Dr. Daniel Lluch Cota, por su amistad, por su apoyo
académico y por su tozudez en que podía resurgir el biólogo interno.
A los buenos amigos, que tengo la gran suerte y dicha de contar, por su acompañamiento
cotidiano en lo personal, familiar y profesional: Margarita y Sergio y Coco y Yoyo.
Al Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, por ser mi institución formadora, por
sus facilidades en el uso de las instalaciones y a su magnífico personal, por su apoyo.
2. LA SONDA DE CAMPECHE
Ubicada en la parte sur del Golfo de México, la Sonda de Campeche es una de las regiones
consideradas de importancia tradicional, debido a la gran variedad de especies biológicas,
la diversidad de sus hábitats o subsistemas ecológicos definidos, sus recursos pesqueros, la
expansión del desarrollo industrial costero de la región, puertos industriales y pesqueros,
petróleo y pesca principalmente (Yáñez-Arancibia, 1986).
4
90,000
80,000
70,000
TONS.
60,000
50,000
40,000
1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001
AÑOS
100%
80%
58 55 55
65 69
72 73 77 75 73 72
60% 77 79
40% 14
17
17
18
20% 13 13 17 18
19 16 13 13 11 28 31
24
13 14 17 13
8 11 10 10 10 11
0%
1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001
Años
Dentro de las pesquerías de esta región, caso notable lo es la del camarón (Fig. 3), misma
que ha mostrado un fuerte descenso en su producción al pasar de 10,800 tons en el año
1989 a 5,868 en el 2001 (CONAPESCA, 2002), representando una reducción de casi el
50% en ese lapso; lo que ha conllevado consecuencias económicas y sociales, así como
ecológicas, al tener que diversificarse la captura sobre otros recursos, y por ende de presión
sobre el ecosistema marino.
12,000
10,000
8,000
TONS.
6,000
4,000
2,000
0
1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001
AÑOS camaron
3000 1800
1600
2500
1400
2000 1200
1000
MM p cd
Mb d
1500
800
1000 600
400
500
200
0 0
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002
CRUDO GAS
PEMEX obtiene su producción de cuatro grandes zonas (terrestres y marinas); sin embargo
para el interés del presente trabajo se considerará únicamente la zona de producción
petrolera marina en el Golfo de México que se localiza en un área aproximada de 8,000
km2, en ella se ubican alrededor de 200 instalaciones entre plataformas de perforación y
producción y monoboyas para la exportación de petróleo crudo.
Las actividades petroleras de perforación y producción, por parte de PEMEX Exploración y
Producción (PEP), se han desarrollado en la denominada zona marina de Campeche a partir
de 1974 con el descubrimiento del pozo Chac y de varios campos petroleros gigantes y
súper gigantes (Santiago y Baro, 1992). La zona marina fue dividida para sus operaciones
en dos zonas (o activos operacionales): la Región Marina Noreste (RMNE) y la Región
Marina Suroeste (RMSO), mismas que son responsables de la exploración de nuevos
yacimientos y producción de aceite y gas, en los campos petroleros localizados en la
plataforma continental y talud del Golfo de México, así como de la transportación y
comercialización de estos hidrocarburos a los centros de venta (IMP, 2002).
La RMNE se localiza en aguas territoriales nacionales, desarrollando principalmente sus
actividades de exploración y explotación frente a las costas de Campeche, misma que se
encuentra organizada en unidades de negocio, que realizan la administración integral costa
afuera, de los campos que forman parte de los activos de Cantarell, Ek-Balam y Ku-
8
Activo Cantarell. Se localiza a 75 km al noroeste de Ciudad del Carmen, con una extensión
de 162 km2 formado por cinco campos de los cuales sólo los tres primeros se encuentran
produciendo: Akal, Chac, Nohoch, Kutz y Takín.
9
Activo Ek-Balam. Localizado frente a las costas de Campeche con una extensión de 43 km2
integrado por los campos Ek, Balam, Bacab, Ixtoc y Lum. Únicamente el último de estos
no se encuentra en producción.
Activo Ku-Maloob-Zaap. Los campos que lo conforman se encuentran en las costas del
Estado de Campeche y Tabasco a 105 km al noroeste de Ciudad del Carmen, con una
extensión de 121 km2. Los campos de este activo son: Ku, Maloob, Zaap y Zazil-Ha, los
tres primeros en producción actual.
Activo Abkatún. Se encuentra integrado por los campos Abkatún, Caan, Taratunich,
Kanaab, Ixtal y Manik, pero sólo los cuatro primeros producen actualmente.
Activo Pol-Chuc. Localizado al noreste de la Terminal Dos Bocas (Tabasco), y frente a las
costas de Ciudad del Carmen. Son seis los campos que lo integran, de los cuales, el 50% se
encuentran en operación y la mitad restante forman parte de los planeados para producción
en años subsiguientes. (Pol, Chuc, Batab, Toloc, Kay y Ché).
asociadas con la disposición de agua de producción (agua que se produce durante la extracción
o los procesos de perforación). Los Compuestos Orgánicos Volátiles (COV) que están
comunmente asociados con, o disueltos en, el petróleo son vertidos durante las actividades
de extracción y también contribuyen al acarreo del total de hidrocarburos que ingresan al
mar. Estos compuestos, sin embargo, rápidamente se volatilizan en la atmósfera y así
parece que tienen un corto tiempo de residencia en las aguas marinas. A pesar del reciente y
significativo decremento en las cantidaes de petróleo vertidas durante las actividaes de
extracción, el potencial para un derrame significativo, especialmente en los campos más
antigüos de producción con infraestructura envejecida, no puede ser ignorado.
4.1.3 Transportación de petróleo, esta actividad puede resultar en la derrama de
dramáticamente variados tamaños, desde los principales derrames asociados con accidentes
de buques-tanque tales como el del Exxon Valdez, a relativamente pequeñas derramas
operacionales que ocurren regularmente.
Derrames debidos a la actividad de transportación, hacen un grueso del 9% de la entrada total
de petróleo que ingresa a través de actividades antropogénicas a las aguas de Norte
América y menor al 22% mundial. Similar a los derrames por la actividad de extracción,
estos volúmenes son empequeñecidos por aquellos provenientes de otras fuentes de
petróleo al medio marino.
Las áreas cercanas a las principales instalaciones de manejo del petróleo, enfrentan la mayor
amenaza. Los derrames debidos a las actividades de transportación pueden verter una
amplia variedad de productos del petróleo (no solo crudo), cada uno de las cuales se
comporta diferentemente en el ambiente (por ejemplo los destilados ligeros tienden a
evaporarse rápidamente) o contener diferentes concentraciones de compuestos tóxicos
como HAP. Los COV, tambien son vertidos desde los buques en travesía o involucrados
en actividades de carga y descarga, aunque estos compuestos se volatilizan rápidamente en
la atmósfera. A pesar de los recientes y sustantivos decrementos en el tamaño y frecuencia
de los derrames debido a tanques, el potencial para un gran derrame es significativo,
especialmente en regiones sin procedimientos de seguridad y prácticas de inspección
marina rigurosas.
18
4.1.4 Consumo de petróleo, este puede resultar en vertimientos tan variables como las
actividades que consumen petróleo. Estos vertimientos típicamente pequeños pero
frecuentes y ampliamente difundidos, contribuyen abrumadoramente con la mayoría del
petróleo que entra al mar debido a la actividad humana.
Sobre un promedio estimado de 84,000 toneladas (94,655,886 litros) de petróleo que
ingresan a aguas de Norte América y, 480,000 toneladas (530,072,964 litros) ingresadas
mundialmente cada año desde estas fuentes difusas. Estos ingresos hacen cerca del 70% del
petróleo vertido a los oceános del mundo desde fuentes antropogénicas y cerca del 85%,
por la misma vía, del total que ingresa a aguas de Norte América. Diferente a otras fuentes,
estos ingresos ocurren casi exclusivamente como vertimientos lentos y crónicos. Es más,
debido a que la vasta mayoría del consumo de petróleo ocurre en tierra, los ríos y
escorrentías de desechos y tormentas representan la fuente más significativa de petróleo al
medio marino, afectando áreas de aguas costeras ecológicamente sensibles (estuarios y
bahías).
4.2 Composición del petróleo
El petróleo esta compuesto principalmente de hidrocarbonos, estos elementos (hidrógeno y
carbón) juntos constituyen cerca del 97% de la mayoría del petróleo, mientras que los
elementos menores; nitrógeno, azufre y oxígeno, hacen el restante 3%. El petróleo crudo
algunas veces contiene sales minerales, así como metales traza tales como el níquel,
vanadio y cromo. En general, los compuestos de hidrocarbono encontrados en el petróleo
crudo están caracterizados por su estructura, estos incluyen compuestos saturados,
oleofinas, polares y aromáticos. En la Tabla I se presenta una síntesis de algunas
características selectas de estos componentes, y en el Anexo 1 se presenta una descripción
más amplia de los mismos.
19
industria petrolera, los compuestos polares más pequeños, son conocidos como resinas. Los
compuestos polares más grandes son denominados asfaltenos y con frecuencia hacen el
porcentaje más grande del asfalto, comúnmente utilizado en la construcción de carreteras.
Los asfaltenos con frecuencia son moléculas muy grandes y, si abundan en un volúmen
específico de petróleo, tienen efecto significativo sobre su comportamiento.
Los compuestos aromáticos incluyen al menos un anillo de benceno, el cual es muy estable,
y por lo tanto persistente en el ambiente y puede tener efectos tóxicos sobre los organismos.
Los compuestos monoaromáticos (un solo anillo) más volátiles encontrados en el petróleo
crudo son con frecuencia refreriodos como BETEX, o benceno, tolueno, etilbenceno y
xileno. Los hidrocarbonos aromáticos pueden contabilizar cerca del 1 al 20% del total del
petróleo crudo. El benceno y el alquilbenceno, con uno o dos grupos metil o etil (tolueno,
xileno, etilbenceno), pueden estar presentes a una concentración de altos porcentajes en el
crudo ligero, pero mas típicamente estan presentes a concentraciones de 1,000 a 10,000
mg/kg. Usualmente el tolueno es el más abundante de los compuestos BETEX, seguido
por el benceno o uno de los tres isómeros del xileno. Más usualmente los alquil bencenos
están presentes a bajas concentraciones en petróleos crudos.
Los Hidrocarburos Aromáticos Policíclicos -HAP- (múltiples – anillos) consisten al menos
de dos anillos de benceno. Un petróleo crudo típico puede contener del 0.2% a más del 7%
de HAP totales.
4.3 Contaminación por hidrocarburos de petróleo y sus posibles efectos
El dimensionar la magnitud y duración de efectos ambientales, se debe considerar el tipo de
petróleo vertido y la suceptibilidad de los organismos blanco. Los procesos físicos de
intemperismo, pueden encapsular parte o todo el petróleo en formas que son menos
disponibles para los organismos, ya que varios procesos fisiológicos y de comportamiento
moderan el movimiento del petróleo desde el ambiente circundante hacia dentro de los
organismos marinos. Los componentes individuales del petróleo pasan hacia los
organismos a diferentes tasas, dependiendo de sus propiedades físicas y químicas. Los
organismos responden a los hidrocarburos en su alrededor y moderan o acentúan la
exposición. Para comprender el impacto y posibles efectos de los hidrocarburos hacia los
21
organismos, se hace al menos necesario comprender tres conceptos básicos que subyacen
en este proceso:
Biodisponibilidad: los organismos marinos no están expuestos a la cantidad total de
hidrocarburos en el agua y el sedimento, debido a que algunas porciones del químico
ocurren en formas no accesibles a los organismos. Ampliamente hablando, este término
puede ser usado para describir el resultado neto de procesos físicos, químicos y biológicos
que moderan el transporte de compuestos de hidrocarburos desde el punto de vertido hasta
el organismo blanco. Es la cantidad de petróleo que está biológicamente disponible para un
organismo a través de varios procesos ambientales (sea por ingestión o absorción); es, la
cantidad de partículas y materia orgánica que puede estar ligada a compuestos del petróleo
o la concentración de hidrocarburos disueltos en la columna de agua. Es comprensible, de
ahí, que el vertimiento de iguales cantidades de la misma sustancia a diferentes tiempos o
localidades, pueda tener dramáticamente diferentes impactos ambientales.
Por ejemplo, la biodisponibilidad de HAP desde los sedimentos y alimento es menor que
aquella en solución en agua.
Bioacumulación: la acumulación de hidrocarburos de petróleo por los organismos marinos
es dependiente de la disponibilidad biológica de los hidrocarburos, la extensión de la
exposición y la capacidad del organismo para las transformaciones metabólicas.
Biomagnificación: es la concentración de contaminantes sobre dos o más niveles tróficos,
la biomagnificación no es usualmente un punto a tomar en cuenta con compuestos de
petróleo originados desde un derrame.
Una vez que los hidrocarburos están en los organismos, existe una amplia variación en los
tipos y magnitudes de las respuestas fisiológicas. Varios organismos rápidamente
metabolizan y excretan los hidrocarburos, aunque estas vías pueden crear intermediarios
más tóxicos.
La habilidad de los organismos para acumular y metabolizar varios hidrocarburos, el
destino de los productos metabolizados, la interferencia de hidrocarburos específicos (o
metabolitos) con el proceso metabólico normal que pueden alterar las posibildaes del
organismos para sobrevivir y reproducirse en el ambientes y, los efectos narcóticos de los
22
agua es inversamente proporcional al número de anillos que contenga, como resultado, las
moléculas de alto peso molecular (>4 anillos) están casi exclusivamente unidas a la materia
particulada, mientras que las de más bajo peso molecular (3 anillos) pueden también ser
encontradas disueltas en agua.
Ya que los HAP tienden a tener baja presión de vapor, están usualmente adsorbidos sobre
la materia particulada en la atmósfera, la presión de vapor de los HAP es inversamente
proporcional al número de anillos que contenga. Como resultado los de más alto peso
molecular están en su mayoría adsorbidos a la materia particulada, en muestras
atmosféricas, mientras que los de bajo peso molecular pueden ser encontrados, de ambas
formas, libres en la atmósfera y unidos a partículas.
4.3.1.2 Procesos degradativos de los HAP
Neff (1979) intentó integrar los procesos degradativos asociados con la remoción de estos
compuestos desde ambientes acuáticos, concluyendo que el tiempo de residencia en el agua
marina es corto, los aromáticos de bajo peso molecular (benceno a fenantreno) son
removidos primariamente por evaporación y actividad microbiana, los de alto peso
molecular son removidos principalmente por sedimentación y foto-oxidación.
La degradación de HAP por animales en la columna de agua es de menor importancia. En
sedimentos ricos en nutrientes, biológicamente activos y aeróbicos, su degradación esta
dramáticamente incrementada por comunidades saludables de bacterias y hongos, en
sedimentos anaerobios, los HAP de mayor peso molecular (4 a 7 anillos) pueden persistir
por años.
Bioconcentración y biomagnificación de HAP en el ambiente marino
Para que se dé la bioconcentración, al menos se deben de dar dos situaciones: primero, que
los organismos deben de tener la habilidad de bioconcentrar bajos niveles de contaminantes
desde la columna de agua o su alimentos y segundo, estos contaminantes o sus
intermediarios metabólicos tóxicos, deben ser retenidos inalterados, en los tejidos del
organismos hasta que sea depredado por un animal de más alto nivel trófico.
Existen un número de factores que mitigan contra la biomagnificación, si los contaminantes
no son adsorbidos, no pueden acumularse. Numerosos organismos, particularmente
vertebrados, tienen la habilidad, ya sea de metabolizarlos o de excretarlos. Si los
26
5. CUESTIONAMIENTOS DE INVESTIGACIÓN.
El poder definir y precisar que impactos potenciales o reales son o han sido causados por
las actividades de la industria petrolera en el ecosistema y pesquerías de la Sonda de
Campeche, a partir de la información que se genere y con ello estar en posibilidad de
determinar que evidencias objetivas relacionan dichas actividades con las condiciones de
alguno o algunos de los componentes del ecosistema, lo que permitirá establecer
mecanismos de impacto específicos y a que nivel y componente(s) se suceden o se pueden
presentar en un horizonte de tiempo y espacio, lo que conduce a plantear los siguientes
cuestionamientos de investigación.
1. ¿Es posible predecir el movimiento y acumulación de contaminantes de la industria
petrolera (hidrocarburos de petróleo y sus derivados) siguiendo su trayectoria a
traves de las redes alimenticias, determinando con ello los impactos potenciales en
los grupos biológicos?
28
6.- METODOLOGÍA
6.1.- Zona de Estudio
La Sonda de Campeche forma parte de la plataforma continental al noroeste de la Península de
Yucatán, al sur del Golfo de México, situada en el extremo occidental fuera de la Laguna
de Términos, extendiéndose en un área de aproximadamente 90,000 km 2, desde los 200 m
de profundidad hasta la línea de playa. Es un sistema amplio cuya plataforma se extiende
significativamente hasta alcanzar los 150 km.
Sus características ambientales, de mayor importancia ecológica, dependen de la circulación
litoral, el intercambio de aguas oceánicas y costeras, la descarga fluvial (ríos Grijalva y San
Pedro en el extremo occidental y río Champotón hacia el este, mientras que el área central
depende principalmente sobre la descarga de la Laguna de Términos) y la transición de
materiales terrígenos y sedimentos calcáreos (Sánchez-Gil et al. 1981; Yánez- Arancibia y
Sánchez-Gil 1983). El ambiente de plataforma continental es enriquecido por
29
los nutrientes y materiales orgánicos exportados por los sistemas ribereños y lagunares
adyacentes en esa región del Golfo. Esta y otras características ambientales, revelan un
acoplamiento dinámico entre los sistemas costeros y de la plataforma continental de cuyo
delicado balance depende la producción biológica y la biodiversidad del sistema. Todas las
características mencionadas, en conjunto con los aportes litorales y del lecho marino
condicionan un sistema sedimentario altamente detritívoro.
El área particular de estudio, dentro de la Sonda de Campeche, está localizada entre los 19°
00’ y 20°00’ N y entre los 91° 20’ y 92° 40’ W, abarcando aproximadamente un área de
30,000 km2 (Fig. 6).
La Sonda de Campeche, se encuentra ubicada entre dos provincias geológico-sedimentarias
del Golfo de México (Antoine y Gilmore, 1970), al Oeste la provincia “Bahía de
Campeche” con sedimentos de tipo terrígeno-clástico proveniente del sistema fluvial (limo-
arcillosa) y la otra, al Este, se localiza la provincia denominada “Banco de Campeche”
caracterizada por sedimentos calcáreos provenientes de la plataforma carbonatada de
Yucatán.
De esta manera se presentan, con elevada correlación ecológica, dos habitats diferentes
(subsistemas ecológicos) frente a la Laguna de Términos, denominados “Bahía de
Campeche”: con influencia estuarina, aguas turbias, transparencia 7 – 42%, salinidad 35 –
37 0/00 , temperatura 25 – 28°C, sin vegetación bentónica, sedimentos limo-arcillosos con
10-16% de CaCO3, alto contenido de materia orgánica (>10%), pH 6.5-8.4, y oxígeno
disuelto <4 ml/l; y el “Banco de Campeche”: típicamente marina, aguas claras,
transparencia 53-99%, salinidad 36-37 0/00, temperatura 26-29°C, pastos marinos y
macroalgas, arenas con 70-90% de CaCO3, bajo contenido orgánico (<10%), pH 7.7-8.9 y
oxígeno disuelto < 4 ml/l (Sánchez-Gil et al., 1981; Yánez-Arancibia. y Sánchez-Gil,
1988b).
30
Debido a su dinámica tan compleja, la zona costera del Golfo de México se considera como
altamente productiva. Esta condición es resultado de las interacciones entre los factores
climáticos, los aportes hídricos, las características de su margen costero, así como la
oceanografía del área que se reflejan en el movimiento de toda la columna de agua y le
confieren la característica de poseer una productividad primaria (> 40.4 mgC.m -2/d-1) y
secundaria altas (Licea, 1977; Licea y Santoyo, 1991) así como por su riqueza en depósitos
de hidrocarburos fósiles, concentrados en la provincia geográfica de la “Bahía de
Campeche” (Antoine y Gilmore, 1970). La interacción océano – atmósfera genera
condiciones climáticas (precipitación – estío – tormentas de invierno) e hidrográficas
(estratificadas y homogéneas) que determinan la dinámica de circulación de las aguas y
condicionan muchos de los procesos naturales y sociales que tienen lugar en la región, y
particularmente las actividades productivas. El clima dominante es Amw, caliente
subhúmedo con lluvia en verano (desde mayo a octubre), temperatura media anual
alrededor de 26°C y la precipitación promedio oscila entre 1,100 y 2000 mm; los vientos
soplan predominantemente en dirección E-SE durante marzo-abril hasta agosto-septiembre,
31
cambiando a dirección N-NO durante octubre hasta febrero. En esta región ocurren tres
periodos meteorológicos: a) estación seca desde febrero a mayo; b) estación de lluvias
desde junio a octubre y, c) la estación de “nortes” desde noviembre a febrero (García,
1973).
Las corrientes de la zona costera del Sur del Golfo de México a una distancia no mayor de
180 km mar adentro, están influenciadas por los vientos dominantes; en verano se dirigen al
Noroeste y en invierno cambian hacia el Este, el cambio se ve influenciado por el flujo de
agua proveniente de la Corriente de Lazo que al mezclarse con el remolino del giro
ciclónico lo desvía hacia el Este (Monreal-Gómez y Salas de León, 1990; Martínez-López y
Pares-Sierra, 1998), el cual persiste todo el año a traves de la parte norte de la región
carbonatada. En la parte sur de la plataforma, las interacciones frontales ocurren entre las
descargas de los ríos y el agua oceánica (Czitrom et al., 1986; Carranza-Edwards et al.,
1993).
n
Bi . .
· (P/B)i = Yi +B j (Q/B)j DC ji + Bi (P/B)i (1 - EEi)
. .
Eq.3
j=1
donde:
Bi = es la biomasa del grupo funcional i en un tiempo dado.
(P/B)i = es la proporción Producción / biomasa, la cual es igual a la tasa instantánea de
mortalidad total (Z), en condiciones de equilibrio (Allen 1971).
EEi = es la eficiencia ecotrófica que representa la fracción de producción consumida,
pescada o exportada fuera del sistema (pesca).
Bj = es la biomasa del depredador j.
(Q/B)j = es la proporción Consumo / biomasa del grupo j. Refiriéndose a la cantidad de
alimento ingerido por un grupo expresado con respecto a su propia biomasa, en un periodo
dado.
DCji = es la fracción del grupo i en la dieta del depredador j., la sumatoria representa todos
los consumos de i por todos los depredadores j.
La ecuación representa un balance en la biomasa del grupo i, y en el ecosistema cada grupo
es representado por una ecuación similar. La ecuación es repetida para todos n grupos
funcionales en un conjunto de ecuaciones lineales que son resueltas usando álgebra
matricial.
6.3.1 Construcción del modelo - Definición y descripción de grupos funcionales.
Algunos grupos funcionales importantes fueron tomados directamente de dos modelos
desarrollados previamente para la zona de estudio, el primero por Manickchand-Heileman
34
et al. (1998a), que consideró 19 grupos funcionales y el cual fue posteriormente ampliado por
Zetina-Rejón y Arreguín-Sánchez (2003), al considerar 6 grupos funcionales más. El
presente modelo incorporó 24 grupos adicionales resultado de la desagregación de algunos
grupos en modelos previos, pero que son útiles para los objetivos planteados en la presente
propuesta, y particularmente atendiendo al objetivo particular del presente trabajo.
En la Tabla IV se presentan las especies componentes de cada grupo, así de los cuarenta y
nueve grupos utilizados en el modelo integrado, se establecieron: dos productores primarios
(fitoplancton y micrófitas bénticas); dos productores secundarios (zooplancton herbívoro e
ictioplancton); dos grupo de detritus (un grupo de detritus y un grupo de animales muertos
provenientes de la fauna de acompañamiento del camarón); cuarenta y un consumidores
con diferentes niveles tróficos intermedios: peces (28 grupos); crustáceos (6 grupos);
moluscos (2); aves marinas (1 grupo); tortugas marinas (1 grupo); fauna bentónica (3
grupos) y, dos grupos de depredadotes topes (tiburones y delfines).
TablaI IV (cotinuación).
GRUPO IMPORTANCIA MIEMBROS ESPECIES
FUNCIONAL REPRESENTATIVAS
12 Camarón blanco Pesquera/Ecológica/Sensible Penaeidae Litopenaeus setiferus
13 Camarón siete barbas Pesquera/Ecológica/Sensible Penaeidae Xiphopenaeus kruyeri
14 Jaibas Ecológica/Sensible Portunidae Callinectes sapidus,
C.bocourti
15 Esquilas Ecológica/Sensible Squillidae Squilla empusa
16 Pulpo Pesquera Octopodidae Octopus maya
17 Calamar Ecológica Loliginidae Loligo pealii
18 Lenguado Ecológica/Sensible Paralichthyidae Syacium gunteri
19 Sardinas Ecológica Clupeidae Opisthonema oglinum,
Harengula jaguana,
Sardinella aurita
20 Bagre Pesquera Ariidae Bagre marinus, Arius felis
21 Mero Pesquera Serranidae Ephinephelus morio
22 Mojarras Pesquera Gerreidae Eugerres plumieri,
Eucinostomus gula,
E.argenteus
23 Jurel Pesquera Carangidae Caranx ruberi
24 Sierra Pesquera Scombridae Scomberomorus maculatus
25 Huachinango Pesquera Lutjanidae Lutjanus campechanus
26 Corvina Pesquera Sciaenidae Cynoscion nothus
27 Cazón Pesquera Carcharhinidae, Rhizoprionodon
Sphyrnidae, terraenovae, Sphyrna
Squalidae tiburo, Carcharinus
acronotus, Squalus cubensis
28 Rayas Pesquera Rajidae, Aetobuatus narinari, Raja
Dasyatidae texana, Dasyatis
americana, D. sabina
29 Pargos Pesquera Lutjanidae Lutjanus griseus
30 Sargos Ecológica Sparidae Archosargus
probatocephalus
31 Roncos Pesquera Sciaenidae Bairdiella chrysoura, B.
ronchus
32 Anchoveta Ecológica Engraulidae Cetengraulis edentulus
33 Sardina (2) Ecológica Clupeidae Sardinella aurita
34 Ojones Ecológica Priacanthidae Priacanthus arenatus
35 Corvinetas Ecológica Scianidae Stellifer
colonensis/lanceolatus
36 Horquetas Ecológica Carangidae Chloroscombrus chrysurus,
Selene setapinnis
37 Lenguados (2) Ecológica Bothidae Citharichthys spilopterus,
Paralichthydae Etropus crossotus
Cynoglossidae Symphurus plagiusa
38 Chivo Ecológica Mullidae Upeneus parvus
39 Mariposa Ecológica Triglidae Prionotus punctatus/beani
40 Botete Ecológica Tetradontidae Lagocephalus laevigatus
36
TablaI IV (cotinuación).
GRUPO FUNCIONAL IMPORTANCIA MIEMBROS ESPECIES
REPRESENTATIVAS
41 Pez Globo Ecológica Batrachoididae Porichthys porosissimus
42 Ratón Ecológica Polynemidae Polydactylus octonemus
43 Chile Ecológica Synodontidae Synodus foetens
44 Aguavina Ecológica Serranidae Diplectum radiale,
Serranus atrobranchus
45 Cintilla Ecológica Trichiuridae Trichiurus lepturus
46 Tiburón Pesquera Carcharhinidae, Carcharhinus leucas, C.
Sphyrnidae limbatus C. porosus,,
Sphyrna lewini
47 Delfines Ecológica Delphinidae Tursiops trunctatus,
Stenella spp
48 Tortugas Marinas Ecológica Cheloniidae Chelonia mydas, Caretta
caretta, Lepidochelys
kempii, L. olivacea
49 Aves Marinas Ecológica Laridae Pelícanos, Gaviotas (Larus
spp.)
1
los grupos 32 al 45 se tomaron de Yáñez-Arancibia y Sánches-Gil (1986), considerados
por estos autores como representativos de la fauna de acompañamiento de la pesca del
camarón.
2
En el Anexo 2 se muestra la lista completa de especies en la región.
Tabla VII. Capturas pesqueras por tipo de flota en la Sonda de Campeche, México.
Tiburón y Captura
Grupo \ captura Camarón Huachinango Mero Sierra Cazón Pulpo Pargo Pelágica Chinchorro Total
Tiburones 0.03 0.03
Meros 0.01 0.01
Sierras 0.15 0.15
Pargos 0.01 0.01
Jureles 0.11 0.11
Pulpo 0.11 0.11
Cazón 0.05 0.05
Rayas 0.05 0.05
Corvinas 0.06 0.06
Bagres 0.04 0.04
Huachinangos 0.011 0.01
Mojarras 0.04 0.04
Roncos 0.003 0
Jaibas 0.17 0.17
Camarón Rosado 0.13 0.13
Camarón Blanco 0.05 0.05
Camarón Café 0.11 0.11
Camarón 7 barbas 0.03 0.03
Captura Total 0.32 0.011 0.01 0.15 0.08 0.11 0.01 0.16 0.313 1.164
40
Tabla VIII. Matriz depredador / presa del modelo sintético de la Sonda de Campeche, México. Los
valores representan la proporción que cada presa contribuye a la dieta del depredador (columnas).
Presa \ Depredador 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14
1 Delfines 0.001
2 Tiburones
3 Aves marinas 0.001 0.011
4 Tortugas marinas 0.031 0.001
5 Meros 0.031 0.048 0.018 0.056
6 Sierras 0.052 0.139 0.074 0.035 0.012
7 Calamar 0.048 0.007 0.005 0.05 0.219 0.068
8 Pargos 0.009 0.055 0.007
9 Jureles 0.052 0.018 0.093 0.154 0.034 0.01
10 Pulpo 0.394 0.047 0.016 0.023
11 Cazon 0.011
12 Rayas
13 Corvinas 0.008 0.052 0.033 0.011 0.037
14 Sardinas 0.106 0.213 0.22 0.033 0.677 0.711 0.017 0.565 0.018
15 Bagres 0.102 0.051 0.082 0.01 0.031 0.003 0.027 0.208
16 Huachinangos
17 Lenguados 0.016 0.02 0.007 0.072 0.003 0.079
18 Mojarras 0.05 0.084 0.045 0.078 0.008 0.05 0.029 0.003 0.016 0.1
19 Roncos 0.009 0.044 0.007 0.04 0.074
20 Sargos 0.091 0.086 0.115 0.089 0.166
21 Anchoveta 0.035
22 Sardina(2) 0.001 0.001 0.001 0.001 0.003 0.003 0.001 0.004 0.001
23 Ojones
24 Corvinetas
25 Horquetas 0.009
26 Lenguados(2) 0.001 0.001 0.001 0.002
27 Mariposa
28 Chivo 0.085
29 Botete
30 Pez Globo
31 Ratón 0.013 0.033 0.013 0.021
32 Cintilla 0.011 0.01 0.014 0.013
33 Chile 0.021 0.023 0.018 0.002
34 Aguavina 0.031 0.022 0.011 0.011
35 Jaibas 0.174 0.04
36 Esquilas 0.014 0.033
37 Camarón rosado 0.072 0.099 0.133
38 Camarón blanco 0.031 0.036 0.061
39 Camarón café 0.185 0.219 0.427
40 Camarón siete barbas 0.101 0.314
41 Epifauna 0.011 0.139 0.074 0.326 0.234 0.051 0.045 0.12 0.036 0.523 0.147 0.004
42 Poliquetos
43 Infauna 0.043 0.137 0.011 0.338 0.017 0.362
44 Ictioplancton 0.023 0.047 0.01 0.053 0.301 0.338 0.996
45 Zooplancton (herbivoro) 0.088
46 Fitoplancton
47 Microfitas bentonicas 0.413
48 Detritus FAC Camarón 0.011 0.025 0.032 0.003 0.001 0.037 0.041 0.015 0.036 0.001 0.04 0.001
49 Detritus 0.086
41
Como características generales del ecosistema se calculó: los flujos totales de biomasa, y de
estos la proporción que es utilizada en respiración, en consumo, la proporción
correspondiente a la pesca y la destinada a detritus; índice de conectancia, el cual indica el
número de uniones tróficas existentes con respecto al teórico total.
Se calcularon también una serie de índices de flujo del sistema, basados en la teoría de la
información, propuestos por Ulanowicz (1986): ascendencia, que es una medida de
crecimiento y desarrollo de un sistema donde el crecimiento se refiere al total de flujos
existentes y el desarrollo al contenido de información del sistema; capacidad de desarrollo,
es el límite superior de la ascendencia, siendo la capacidad de desarrollo del sistema la cual
mide el potencial de crecimiento por lo que se refiere a la cantidad de flujos máximos
totales; “overhead”, que es la diferencia entre la ascendencia y la capacidad de desarrollo,
siendo una medida del potencial de reserva cuando el sistema se enfrenta a perturbaciones
(Ulanowicz and Norden, 1990).
6.3.6 Simulaciones temporales (Ecosim) (Pauly et al., 2000)
En esta parte del proceso, se simularon en conjunto con la subrutina de Ecotracer los
efectos temporales ocasionados por un impacto, ya sea accidente o derrame, derivado de la
actividad petrolera en uno (o combinación de varios) grupos funcionales.
Los impactos se midieron a través de la simulación de cambios en el flujo trófico respecto a
la concentración de contaminantes (hidrocarburos totales de petróleo) en los grupos
funcionales, en función del tiempo de duración de tal impacto.
Se utilizó la rutina de Ecosim (Walters et al., 1997; Walters et al. 1999; Pauly et al., 2000),
que permite la simulación en el tiempo, de forma dinámica, de los efectos en los cambios
en los regímenes ambientales y/o la biomasa de los grupos funcionales de especial interés,
y el efecto que estas puedan tener sobre la estructura y función del ecosistema y sus
componentes bióticos.
Lo básico de Ecosim consiste de dinámicas de biomasa expresadas en la forma de
ecuaciones diferenciales acopladas, derivadas de la Ecuación (3), de esta manera los
cambios de biomasa en el tiempo, quedan representados de la siguiente manera:
dBi/dt = giCji - Cij + Ii – (Mi + Fi + ei)BI Eq. (4)
j j
45
donde:
dBi/dt = es la tasa de cambio en biomasa
gi = eficiencia de crecimiento
Fi = tasa de mortalidad por pesca
Mi = tasa de mortalidad natural (excluida depredación)
ei = tasa de emigración
Ii = tasa de inmigración
Cij = representa la fracción de la producción por i que es consumida por el depredador j.
Las tasas de consumo son calculadas por:
(a) dividiendo la biomasa de cada presa i dentro de un componente vulnerable y no
vulnerable (Walters et al., 1997); la tasa de transferencia entre estos dos componentes
(ajustable por el usuario) determina si el control de la estructura se ve mayormente
influenciada y/o modificada por los niveles tróficos superiores, es decir los depredadores
(“top-down control”) o bien, cuando la estructura del sistema se ve afectada principalmente
por los niveles tróficos inferiores (“bottom – up”) o un control mixto o intermedio, lo cual
se supone es más cercano a la realidad. La fórmula general para calcular el consumo es:
Cij (Bi, Bj) = aijmijBiBj / (mij + aijBiBj) Eq. (5)
donde:
aij = es la tasa instantánea de mortalidad de la presa i ocasionada por cada unidad de
depredador j, en otras palabras se refiere a la tasa de vulnerabilidad de la presa.
mij = es el flujo máximo entre i y j.
6.3.7 Ecotracer: Predicción del movimiento y acumulación de contaminantes y
trazado en las redes alimenticias
Ecosim predice cambios temporales en flujos de biomasa entre grupos de organismos vivos
y el detritus, usando relaciones funcionales lineales entre tasas de flujo y abundancias de las
especies interactuantes. Estas tasas de flujos (con información auxiliar sobre factores tales
como tasa de decaimiento de isótopos y tasas de intercambio físico) pueden ser usadas para
predecir cambios en concentraciones (y por cargas de biomasa) de compuestos como
contaminantes orgánicos y trazadores isotópicos, que fluyen pasivamente a través de los
flujos de biomasa.
46
ui = parámetro que representa la toma por unidad de biomasa por unidad de tiempo, por
unidad de concentración ambiental,
Bi = biomasa,
Co = concentración ambiental;
Concentración en organismos inmigrantes:
Coii = ci·Ii Eq. (8)
donde:
ci = parámetro (trazador por unidad de biomasa en biomasa inmigrante),
Ii = biomasa del grupo I inmigrante por tiempo;
Depredación:
Dij = Ci·Qij/Bi Eq. (9)
donde:
Ci= concentración en el grupo i,
Qij = tasa de consumo del organismo tipo i por el depredador tipo j,
Bi = biomasa en el grupoi.
Detritus:
TDij = Ci·Moi+(1-GCi)·S·j·Cj·Qji/Bj) Eq. (10)
donde:
Moi = tasa de muerte no debida a depredación del grupo i (por año),
GCi = fracción del alimento tomado y asimilado por el grupo i,
Qji = tasa de ingesta de la biomas del grupo j por el grupo i;
Emigración:
La tendencia mostrada por estas relaciones fue lineal, y así se obtuvo la ecuación para cada
especie, respecto a las concentraciones en sedimento (Tabla X).
Tabla X Ecuaciones en la relación de concentración de hidrocarburos totales (ppm)
en sedimento (x) y en especies marinas (y). Derrame Ixtoc-I.
Especie Ecuación
Penaeus aztecus y = 0.032x + 3.7847
P. duorarum y = 0.0474x + 4.6185
P. setiferus y = 0.0109x + 2.5569
Harengula pensacolae y = 0.0261x + 1.5998
Synodus foetens y = 0.0357x + 0.6301
Chloroscombrus crysurus y = 0.0559x + 0.1603
Priacantus arenatus y = 0.0125x + 2.4708
Loligo pelaei y = 0.0775x + 0.1135
Los datos obtenidos previos al derrame del Ixtoc-I sirvieron para caracterizar las
concentraciones de hidrocarburos totales en el ambiente natural, previas a la operación
plena de la industria petrolera, es decir, concentraciones de estos compuestos debidas a: la
influencia y aportes considerados de las “chapopoteras” (mismas que han sido parte natural
de este ecosistema durante miles de años); la producción de origen biogénico (plantas
50
especies consideradas protegidas (delfines, tortugas marinas) o que son sensibles (en algún
estadío de vida) a la concentración de este contaminante, como serían las aves.
Es de tomar en cuenta que las concentraciones de hidrocarburos de las simulaciones
de ambos escenarios en Ecotracer, se refieren a hidrocarburos totales, no a los componentes
específicos de la fracción aromática policíclica, la cual es considerada la de más alta
toxicidad, tanto por sus efectos carcinogénicos, mutagénicos y/o teratogénicos (Neff, 1979;
Eisler, 1987; NCR, 2002; Barron, et al., 2004). Algunas veces son evaluados los
hidrocarburos totales del petróleo en mariscos (peces, moluscos y crustáceos), pero para
evaluar los riesgos toxicológicos en organismos y en humanos, ha sido largamente
reconocido que no todos los hidrocarburos deberían ser considerados iguales. Por ejemplo
los hidrocarburos asociados con la combustión de petróleo y combustibles (de autos,
incendios forestales, hornos, etc.: llamados hidrocarburos “pirogénicos”) son considerados
más carcinogénicos que aquellos derivados de emanaciones naturales, petróleo crudo o aún
de productos de petróleo refinados (llamados hidrocarburos “petrogénicos”) (Yender et al.,
2002).
Lo anterior conlleva a que las concentraciones encontradas en los organismos no
sean posibles referenciarlas en sentido más preciso en su acción toxicológica, por impacto
tanto hacia la biota como, en última instancia, el consumo humano. No es válido
metodológicamente, referenciar el crudo específico de la Sonda de Campeche respecto a
otros crudos producidos en diversos campos de otras latitudes, en cuanto a la abundancia
relativa de HAP, lo que es clave para su identificación de origen, ya que cada petróleo
posee su “huella digital” muy específica (Bohem et al., 2001; Page et al., 2001; Yender et
al., 2002; Environment Canada, 2003), y para el caso en particular del presente estudio, no
se cuenta con los datos de concentración de HAP, tanto totales como específicos, obtenidos
del crudo derramado por el Ixtoc-I
De la bibliografía consultada (PEMEX, 2002b) se obtuvieron datos relativos a
concentraciones de HAP (totales y específicos) en el sedimento provenientes del crudo
denominado “Maya” (mismo que derramó el Ixtco-I) en localidades de interés de la Sonda
de Campeche por lo que se procedió a realizar una valoración del riesgo toxicológico de
mezclas, utilizando factores equivalentes de toxicidad. La metodología del factor
52
equivalente de toxicidad (TEF, por sus siglas en inglés) fue desarrollada por la Agencia de
Protección Ambiental de los Estados Unidos (USEPA, por sus siglas en inglés) para
estimar el peligro de una mezcla de químicos estructuralmente relacionados con
mecanismos de acción común. La metodología del TEF es útil para estimar el
peligro/riesgo de mezclas químicas complejas donde hay información insuficiente para
evaluar todos los químicos que componen la mezcla o la mezcla por sí misma. Se aplicó la
metodología de valoración de riesgo de factores de toxicidad equivalente para el
Benzo[a]Pireno (CalEPA, 1994), tomándose los datos de los compuestos de HAP
considerados carcinógenos (IRIS,1994) para los cálculos. Conforme a la metodología, el
manejo de los valores de entrada de los datos se trabajó con el criterio de que la
concentración no fue cualificada (como lo expresa la fuente bibliográfica de donde se
obtuvieron estos: PEMEX, 2002b), por lo que conforme a la metodología propuesta por la
CalEPA (1994) al tener datos no cualificados, en relación a la calidad del análisis en
laboratorio no estandarizado según normas preestablecidas para tal efecto, se debe de tomar
en cuenta la mitad del valor reportado.
Finalmente, los resultados relativos a la anterior valoración de riesgo, se compararán con
los niveles de toxicología aceptados para el ambiente (sedimento), y sus implicaciones para
la biota marina y en última instancia para el consumo humano. Esta comparación de riesgo
se realizará respecto a las normas ambientales de las agencias responsables de emitir tales
advertencias (ya sea que exista en la legislación mexicana -NOM’s- o alguna otra de un
país que si posea tal regulación). Lo anterior con la finalidad de poder sugerir advertencias
toxicológicas en caso de un derrame al medio ambiente y su relación con la biota que es de
consumo humano.
53
2200
1100
2000
1000
1800
900
1600
800
1400
700
1200
MMpcd
Mbd
600
1000
500
800
400
600
300
400
200
200
100
0
0
1979 1981 1983 1985 1987 1989 1991 1993 1995 1997 1999
2001
Años
crudo RMNE crudo RMSO gasRMNE gasRMSO
Tipo de derrame * 2 4
* Caracterización basada sobre propiedades y comportamiento en el medio (NOAA, 1992b).
Una vez que ha ocurrido un derrame petrolero, puede decirse que la evaporación,
dispersión, emulsificación y dilución son los factores de intemperismo de mayor
importancia durante las fases preliminares del derrame, mientras que la oxidación,
55
Emisiones a la
Derrames de
Atmósfera Hidrocarburos
(Toneladas)
SOx NOx COV Partícu- No. Total Emisiones de CO2
las Total derramados (millones de tons)
(tons)
Tabla XIIIa Impacto industria petrolera por actividad de perforación, Sonda de Campeche,
México.
Tabla XIIIb Impacto industria petrolera por actividad de explotación y producción, Región Marina
Noroeste, Sonda de Campeche, México.
Tabla XIIIc Impacto industria petrolera por actividad de explotación y producción, Región
Marina Suroeste, Sonda de Campeche, México.
Actividad Zona de Instalación de Operación de la Contaminantes
Industrial riesgo impacto y Instalación emitidos
operación causante contaminante
Región pozos petroleros Derrames de petróleo HAP, COV, HTP y
Marina crudo y agua salinidad
Suroeste producción
Explotación (Crudo quemadores Quema gas H2S, CO2, HC y
y Itsmo) partículas
Producción
tráfico marino Combustión interna HC, SOx, Nox, CO2
ductos Derrame petróleo HAP, COV, HTP y
crudo salinidad
Grupos Efecto Intensidad impacto
biológicos sobre
impactados grupos
biológicos
meiobentos mortalidad baja a media
Sedimento bentos diversidad y mínimo
bioacumulación
Medio fitoplancton tasa fotosíntesis toxicidad alta, corto plazo
receptor Medio zooplancton disminución Media, reducción 4
marino biomasa órdenes de magnitud
ictioplancton mortalidad baja
Atmósfera n.e. n.e.
n.e.
Tabla XIIId
Impacto industria petrolera por actividad de transportación, Sonda de Campeche, México.
Mención especial merece el Ixtoc-I, debido a la magnitud misma del derrame, considerado
el segundo más grande en la historia de derrames de instalaciones costa afuera (NOAA,
1992a), aunque no hubo mortalidad de organismos dermesales y bentónicos, sus efectos
primordialmente se reflejaron en la alteración de los estuarios y lagunas costeras, por ser
estos sistemas más vulnerables a la contaminación, con la posibilidad de influir en áreas de
reproducción y crecimiento de diversas especies de importancia pesquera (Soto et al., 1982;
Botello, 1987; Botello et al., 1996), como lo documentado por Arreguín-Sánchez et al.
(1996b) para el caso del mero (Epinephelus morio) con una importante caida en el
reclutamiento de la clase anual de 1980. El accidente del IXTOC-I produjo conciencia del
riesgo potencial de las actividades de la industria petrolera costa afuera sobre el medio
ambiente marino, del papel predominante de las corrientes oceánicas sobre el
comportamiento de dispersión de la pluma y del proceso de adsorción al material
planctónico, como un mecanismo de la sedimentación del petróleo hacia el compartimiento
bentónico (Boehm y Fiest, 1982), y es a partir de este suceso que la NOAA desarrolla e
implementa su primer programa de contingencia contra accidentes petroleros costa afuera
(NOAA, 1992b).
7.1.5 Impacto del petróleo en grupos biológicos
7.1.5.1 Características de los efectos por derrame petrolero
En general, de los estudios realizados por diversas instancias en tiempo y espacio en
derrames ocurridos en varias latitudes del mundo, se puede considerar que los efectos de
corto plazo de los derrames de petróleo sobre las especies y comunidades marinas son
conocidos y predecibles en su generalidad, pero a partir de estas generalizaciones se hace
necesario establecer y delimitar las particularidades para cada ambiente en donde se
desarrollan dichas actividades, ya que el comportamiento (procesos de intemperismo)
difiere respecto a la latitud, no es igual en zonas templadas de lo que ocurriría en las
tropicales (NOAA, 1993). Lo preocupante aflora acerca de los posibles efectos de largo
plazo (sub-letal) sobre las poblaciones; de hecho investigaciones extensivas y detalladas de
estudios post derrame han mostrado que varios componentes del medio marino son
altamente resilentes a cambios adversos en el corto plazo en el medio en el cual viven y
61
número de carbonos impares de n-alcanos, lo cual sugirió que los hidrocarburos eran de
origen biogénico (plantas terrestres y organismos marinos). Posteriores mediciones han
mostrado que estas concentraciones se han ido incrementando conforme lo han hecho las
actividades de producción del petróleo, aunque las variaciones en dichas concentraciones
no se ajustan a un patrón estacional, sino que dependen del tráfico de buques-tanque hacia
las zonas de carga, derrames en plataformas y degradación de hidrocarburos por bacterias
(Lizárraga et al., 1991). En la Tabla XIV (adaptada de Sánchez, 1995), se presenta una
recopilación de los trabajos realizados respecto a concentración de hidrocarburos presentes
en sedimentos en el área de la Sonda de Campeche.
Tabla XIV Concentraciones de hidrocarburos en sedimentos en el área de la Sonda
de Campeche, México (1978 – 1998)
Fecha Valor promedio* Referencia
Jul./1978 31 Botello et al., 1987
Sept/1979 32 Botello et al., 1982
Mzo/1980 (1) 81 Botello et al., 1987
Sept/1980 52 Botello y Villanueva, 1987
Dic/1980 36 Botello y Villanueva, 1987
Abr/1981 21 Botello y Villanueva, 1987
Oct/1981 32 Botello y Villanueva, 1987
Mzo/1983 57 Botello et al., 1987
Ago/1983 213.1+ IMP**
Nov/1983 231.4+ IMP**
Feb/1984 108+ Botello et al., 1987
Mar/1984 199.1+ IMP**
May/1984 131+ Botello et al., 1987
Ago/1984 70 Botello et al., 1987
Oct/1986 32 Navarrete, 1989
Ene/1987 87 Navarrete, 1989
Mzo/1987 113.2+ IMP**
(2)
Ago/1987 139.3+ IMP**
Sept/1987 77 Ortíz, 1990; Herrera, 1991
Mzo/1988 25 Ortíz, 1990; Herrera, 1991
(3)
Oct/1988 125+ González et al., 1992
Ene/1989 1.18 Botello et al., 1991
Mzo/1990 55 Molina, 1990
Dic/1990 17.8 IMP**
Mzo/1993 5 Sánchez, 1995; IMP**
Feb/1998 23.71 IMP**
*ppm (partes por millón); + rebasa la norma de 100 ppm. **no publicados
(1) (2) (3)
derrame del Ixtoc-I; derrame del YUM II; derrame del Och
63
Para considerar un área como contaminada, se tiene como referencia las normas
establecidas por parte de la UNESCO (Hedges and Parker, 1976; Botello et al., 1982),
respecto a las concentraciones totales de hidrocarburos en sedimentos como de 70 ppm para
áreas costeras marinas no contaminadas y, de 100 ppm para áreas donde se desarrollan
actividades industriales.
Al analizar los resultados de la tabla precedente, y su relación con derrames ocurridos en la
zona, se tiene que las concentraciones que rebasan la norma de 100 ppm (por considerarse
la zona como de desarrollo industrial: petrolero, pesquero y turístico), y que coinciden con
dichas eventualidades y se ven reflejados en el sedimento, son los relativos al mes de
marzo/1980(1) con el derrame del Ixtoc-I, agosto/1987 con el del YUM II(2) y el de
octubre/1988(3) con el derrame del pozo Och. Por otra parte, las concentraciones que
rebasan la norma +(>100 ppm) en la década de los años 80’s, reflejan la época en donde se
dio una fuerte expansión en las actividaes de exploración y explotación por parte de
PEMEX.
La serie completa no refleja en sí misma la intensa actividad de la industria en la zona y no
permite inferir si el impacto posible derivado de esta actividad sea continuo en tiempo y
espacio.
7.1.5.2 Características del impacto en grupos biológicos, causas y efectos
El efecto e intensidad variará según el grupo biológico considerado y que las respuestas de
los organismos pueden manifestarse al nivel bioquímico y celular; a nivel organismo, que
incluiría la integración de respuestas fisiológicas, bioquímicas y conductuales; a nivel
poblacional incluyendo alteración en la dinámica poblacional y; a nivel comunidad,
resultando en alteraciones en la estructura y dinámica de la misma (Kennish, 1997; NRC,
2002).
De los grupos a ser considerados con posible impacto, a continuación se resalta y discute
los procesos para cada uno de ellos:
Fitoplancton, se sabe que los derrames de petróleo pueden provocar cambios temporales
afectando la tasa fotosintética y como consecuencia la productividad primaria del área
afectada, mientras que altas concentraciones de hidrocarburos son tóxicos para casi todo el
fitoplancton causando su muerte, bajas concentraciones pueden incrementar la producción
64
El zooplancton marino es quizás el grupo que menos atención ha recibido en los estudios
efectuados en la Sonda de Campeche, si bien se sabe que, en general, los hidrocarburos
afectan adversamente la fertilización, desarrollo embrionario y la alimentación.
Al igual que en el caso del fitoplancton, los efectos in situ son difícil de evaluar por las
fluctuaciones naturales del zooplancton, aunque la presencia de hidrocarburos causa
mortalidad en aquellas especies sensibles a tal presencia, pudiendo haber un efecto (no
determinado) por la prolongada exposición del grupo a bajas concentraciones de
contaminantes, así como por los posibles efectos indirectos de los hidrocarburos derivados
de la disminución de los productores primarios durante un derrame y la consecuente
alteración de la cadena trófica de organismos herbívoros (NOAA, 1992b; Botello et al.,
1996; PEMEX, 2002a). Después del derrame del Ixtoc – I, Guzmán del Proó et al., (1986)
encontraron, a partir de información obtenida a través de siete cruceros realizados en el sur
del Golfo de México de 1979 a 1982, una disminución significativa en el promedio de
biomasa de este grupo hasta en un 50%, registrándose un efecto similar en el caso de la
diversidad específica (PEMEX, 2002a). Presumiblemente ante perturbaciones naturales o
de carácter antropogénico, la comunidad zooplanctónica altera su estructura y su diversidad
se atenúa, la señal de perturbación causada por la presencia de la industria petrolera sobre el
zooplancton ha resultado difícil de aislar de las fluctuaciones naturales (PEMEX, 2002a).
El ictioplancton es un grupo particularmente sensible a los derrames de hidrocarburos, el
contacto con la superficie de huevos y larvas con el petróleo puede ser letal, e incluso con
dosis subletales, comúnmente se producen daños de largo plazo que repercuten en las
65
El necton marino, debido a su movilidad, suele ser capaz de evitar el contacto con el
petróleo durante los derrames. En caso contrario los efectos pueden ser letales, al afectar las
branquias y provocar muerte por asfixia. Los efectos subletales se manifiestan por cambios
en el corazón, hiperplasia de las branquias, hipertrofia del hígado, reducción del
crecimiento, erosión de las espinas, daño en el sistema endocrino y modificación del
comportamiento en aspectos como la alimentación, migración, reproducción, natación y
hábitos crípticos (NOAA, 1992a; Kennish, 1997; NRC, 2002).
afectación del grupo de interés (PEMEX, 2002a). Por ejemplo, existen evidencias de que en
la zona de exclusión (donde se ubican las plataformas) es mayor la diversidad y la biomasa
que en zonas de pesca aledañas, lo que puede atribuirse tanto al efecto de arrecife artificial
(Gold-Bouchot, comunicación personal, 2004) que brindan las estructuras físicas de las
plataformas petroleras, como a la ausencia de actividades pesqueras (Houde, 1979;
PEMEX, 2002a).
Por otra parte, no existen evidencias de que cualquier derrame haya matado suficientes
peces para afectar la población adulta, y en consecuencia los rendimientos de las pesquerías
que se desarrollan en el área de interés (IPIECA, 1997), pero sí se ven afectadas las
oportunidades de pesca para las pesquerías comerciales en la zona de impacto (NOAA,
1992a). En caso de un derrame o accidente de buque-tanque, y que la pluma de petróleo se
dispersara hacia áreas cercanas a la costa, donde las aguas son limitadas, el potencial de
daño para los peces es grande, particularmente para especies con un tamaño de stock
pequeño y con áreas de desove restringidas (IPIECA, 1997).
Algunas especies de peces, que habitan en las cercanías de las plataformas petroleras,
pueden acumular en sus tejidos pequeñas cantidades de compuestos derivados del petróleo
que no les afectan a ellos, pero sí al consumo humano (Houde, 1979), con efectos
teratogénicos, mutagénicos y carcinogénicos que van desde irritación de la piel hasta cáncer
(tumores hematológicos como anemia y leucemia, de esófago y de recto) y defectos
congénitos (Kennish, 1997).
Diversos resultados indican que las comunidades bentónicas han sufrido cambios en cuanto
a disminución de biomasa, diversidad y cambio en la composición de especies,
presentándose casos de sucesión por especies oportunistas (De Jesús-Navarrete, 1989;
Ortiz, 1990; Gold-Bouchot y Fiers, 1991; Herrera, 1992; Sánchez, 1995; Hernández-Arana,
2003). Si bien este proceso ha sido reconocido como indicador de perturbaciones
ecológicas asociadas a la industria petrolera (González-Macías, 1997), la investigación
ecológica en el sureste del Golfo de México ha enfatizado que las tormentas de invierno y
escorrentías de ríos son los procesos físicos más importantes que influyen la estructura de
la comunidad bentónica, su función e interacciones a lo largo y ancho de las plataformas
67
suficientemente altas los compuestos aromáticos son tóxicos para los organismos marinos
(NRC, 2002).
En los estudios realizados en la Sonda de Campeche se ha observado que hay cambios en la
presencia de especies, especialmente en la comunidad de poliquetos, así como en la
diversidad de estas comunidades (González-Macías, 1997). No obstante, debe considerarse
que estas fuentes naturales han incidido en su entrono durante miles de años, por lo que las
comunidades bentónicas asentadas en esa área pueden tener adaptaciones únicas a este
ambiente en particular (NRC, 2002). Además, las emanaciones naturales son muy variables
en cuanto a los sitios puntuales en donde ocurren y en términos de los volúmenes
derramados.
En general, puede suponerse que solo una fracción relativamente menor de las
comunidades biológicas estará expuesta al petróleo “fresco” en un momento dado, lo que
complica el estudio de los efectos sobre la abundancia de los organismos o la riqueza de
especies de la comunidad (NRC, 2002; Dunaway, 2004).
Tabla XVI. Parámetros finales de entrada del mejor modelo sintético balanceado.
Grupo - especies Biomasa (t/km²) P/B (1/año) Q/B (1/año) EE
1 Delfines 0.0116 0.11 32.20 0.34
2 Tiburones 0.069 0.86 7.23 0.49
3 Aves marinas 0.001 5.63 82.5 0.07
4 Tortugas marinas 0.318 0.159 3.5 0.42
5 Meros 0.392 0.44 4.79 0.73
6 Sierras 0.266 1.29 8.3 0.60
7 Calamar 0.08 1.75 25.8 0.37
8 Pargos 0.07 0.58 4.1 0.90
9 Jureles 1.36 0.7 10.8 0.71
10 Pulpo 2.06 1.12 3.57 0.42
11 Cazon 0.16 0.918 9.01 0.41
12 Rayas 0.63 0.469 9.5 0.30
13 Corvinas 0.327 0.8 6.2 0.72
14 Sardinas 4.79 4.02 14.2 0.74
15
Bagres 0.51 0.42 9.4 0.39
16 Huachinangos 0.162 0.36 4.4 0.65
17 Lenguados 0.97 0.29 9.4 0.81
18 Mojarras 0.90 1.12 19.7 0.24
19 Roncos 0.20 0.42 8.7 0.54
20 Sargos 0.79 1.04 14.7 0.59
21 Anchoveta 0.118 1.75 15.49 0.70
22 Sardina(2) 0.027 4.33 15.0 0.37
23 Ojones 0.1 1.5 11.1 0.66
24 Corvinetas 0.04 0.74 9.2 0.3
25 Horquetas 0.636 0.94 17.5 0.70
26 Lenguados(2) 0.035 0.3 8.5 0.06
27 Mariposa 0.053 1.54 9.8 0.21
28 Chivo 0.088 0.96 12.8 0.64
29 Botete 0.019 1.01 8.3 0.48
30 Pez Globo 0.012 1.51 13.19 0.81
31 Ratón 0.044 0.32 11.7 0.09
32 Cintilla 0.109 0.35 11.8 0.25
33 Chile 0.172 3.04 10.02 0.36
34 Aguavina 0.036 0.44 15.1 0.32
35 Jaibas 1.1 2.12 8.2 0.66
36 Esquilas 0.138 5.1 9.9 0.18
37 Camaron Rosado 0.027 8.4 27.8 0.98
38 Camaron Blanco 0.014 3.704 25.4 0.98
39 Camaron Cafe 0.084 3.252 27.1 0.97
40 Camaron 7 barbas 0.018 5.3 26.3 0.98
41 Epifauna 4.6 2.13 8.7 0.93
42 Poliquetos 0.54 4.474 22.61 0.49
43 Infauna 36 4.71 23.44 0.41
44 Ictioplancton 6.0 1.164 7.03 0.82
45 Zooplancton (herbivoro) 4.02 23.9 82.12 0.80
46 Fitoplancton 48.1 99.002 - 0.06
47 Microfitas bentonicas 0.042 10.634 - 0.14
48 Detritus FAC Camarón 3.364 - - 0.61
49 Detritus 4 - - 0.2
Por otra parte, los valores más bajos se presentan para el fitoplancton y el detritus. El bajo
valor obtenido para el detritus, muestra que sólo el 20% del mismo es utilizado y el resto es
enterrado en el sedimento o exportado a las profundidades, indicando que hay un mayor
aporte de éste que el que es consumido.
7.2.2 Caracterización trófica del ecosistema
Los resultados de la agregación trófica muestran la presencia principal de cinco niveles
tróficos integrados. En la Tabla XVII se muestra la proporcionalidad de los flujos relativos
por nivel trófico, la mayoría de los flujos en el nivel trófico II (principalmete detritívoros y
herbívoros) son atribuidos principalmente a la infauna, al zooplancton (ictio y herbívoro) y
a los camarones, y en menor medida a la epifauna; los flujos en el nivel trófico III son
atribuidos a la epifauna y a un arreglo de grupos de peces. En el nivel IV, los flujos son
dominados por los depredadores tope como delfines, tiburones, aves y tortugas marinas,
sierras, calamares y jureles, y, el nivel V exclusivamente por delfines, tiburones y pargos.
72
Tabla XVII. Flujos relativos por niveles tróficos para la Sonda de Campeche, México.
Niveles Tróficos
Grupo I II III IV V
Delfines -- 0.07 0.11 0.69 0.124
Tiburones -- 0.04 0.07 0.66 0.21
Aves marinas -- 0.05 0.11 0.59 0.229
Tortugas marinas -- 0.006 0.28 0.72 --
Meros -- 0.001 0.27 0.56 0.172
Sierras -- 0.04 0.12 0.812 0.029
Calamar -- 0.05 0.07 0.878 0.002
Pargos -- 0.02 0.29 0.52 0.154
Jureles -- 0.04 0.31 0.652 --
Pulpo -- 0.003 0.98 0.013 --
Cazon -- 0.4 0.17 0.346 0.059
Rayas -- 0.70 0.31 -- --
Corvinas -- 0.001 0.85 0.152 --
Sardinas -- -- 1 -- --
Bagres -- 0.26 0.54 0.199 --
Huachinangos -- 0.34 0.57 0.058 0.025
Lenguados -- 0.18 0.82 0.007 --
Mojarras -- 0.72 0.22 0.058 --
Roncos -- -- 0.72 0.278 --
Sargos -- -- 0.95 0.049 0.001
Anchoveta -- 1 -- -- --
Sardina(2) -- -- 1 -- --
Ojones -- 0.52 0.48 0.001 --
Corvinetas -- -- 0.83 0.09 0.077
Horquetas -- -- 1 -- --
Lenguados(2) -- 0.06 0.94 -- --
Mariposa -- -- 0.92 0.044 0.038
Chivo -- -- 1 -- --
Botete -- 0.007 0.57 0.426 --
Pez Globo -- -- 0.23 0.726 0.044
Ratón -- 0.26 0.51 0.166 0.059
Cintilla -- 0.16 0.23 0.602 0.001
Chile -- 0.66 0.04 0.297 0.007
Aguavina -- 0.006 0.50 0.393 0.097
Jaibas -- 0.80 0.11 0.095 --
Esquilas -- -- 0.78 0.22 --
Camaron Rosado -- 0.72 0.28 -- --
Camaron Blanco -- 0.85 0.15 -- --
Camaron Cafe -- 0.97 0.03 -- --
Camaron 7 barbas -- 0.97 0.03 -- --
Epifauna -- 0.28 0.72 -- --
Poliquetos -- 1 -- -- --
Infauna -- 1 -- -- --
Ictioplancton -- 1 -- -- --
Zooplancton (herbivoro) -- 1 -- -- --
Fitoplancton 1 -- -- -- --
Microfitas bentonicas 1 -- -- -- --
Detritus FAC Camarón 1 -- -- -- --
Detritus 1 -- -- -- --
73
NT, nivel trófico; IO, índice de omnivoría; RE, respiración; AS, asimilación; EN,
eficiencia neta.
75
Los niveles tróficos fraccionados se calcularon, los cuales son una medida del nivel trófico
promedio al cual un grupo está recibiendo energía (Levine, 1980; Ulanowicz, 1995), el más
alto es 4.16 que corresponde a los tiburones. El índice de omnivoría, el cual es la varianza
de los niveles tróficos de las presas sobre las cuales depreda el consumidor (Christensen
and Pauly, 1993), se desvía de cero para todos los grupos, excepto sardinas (ambos grupos),
anchoveta, horquetas, poliquetos, infauna, zooplancton (herbívoro) e ictioplancton. Este
índice, en general, es más alto para los grupos de peces. Los valores más altos de
respiración y asimilación corresponden a los invertebrados, específicamente a la infauna (la
más alta entre todos los grupos), seguidos por los del zooplancton herbívoro y, entre los
grupos de peces corresponde a las sardinas y a las mojarras; los valores más bajos, entre los
invertebrados corresponden al calamar, las esquilas y los camarones pendidos y, para los
peces correspondió a los pargos, botetes y pez globo.
Los atributos básicos del ecosistema, calculados por el programa, se muestran en la Tabla
XX.
Tabla XX. Principales atributos del ecosistema de la Sonda de Campeche, México.
Parámetro Valor Unidades
Suma de todos los consumos 1449 t/km²/año
Suma de todas las exportaciones 3916 t/km²/año
Suma de todos los flujos respiratorios 844 t/km²/año
Suma de todos los flujos a detritus 4901 t/km²/año
Flujos totales 11109 t/km²/año
Producción total 5072 t/km²/año
Producción primaria neta 4761 t/km²/año
Producción primaria total / respiración total 5.6 --
Producción neta 3917 t/km²/año
Producción primaria total / biomasa total 41.1 --
Biomasa total / flujos totales 0.01 --
Biomasa total (sin detritus) 116 t/km²
Fracción del total de flujos que se originan en el detritus 0.54 --
Capturas totales 1.2 t/km²/año
Nivel trófico promedio de la pesca 2.8 --
PPR (% de la producción primaria) 6.9 %
Eficiencia bruta (captura / producción primaria neta) 0.00025 --
Ascendencia 9474 Flowbits
Overhead 6760.2 Flowbits
Capacidad de desarrollo 19691.4 Flowbits
Índice de reciclaje de Finn 0.01 %
Índice de conectancia 0.115 --
Índice de omnivoría del sistema 0.166 --
76
Los aspectos generales a discutir nos muestran, en primera instancia, que la suma total de
flujos del sistema fue de 11109 ton/km 2/año, lo cual puede considerarse como una medida
de su tamaño (Ulanowicz, 1986), y su valor se puede utilizar como una medida comparable
entre ecosistemas. En el análisis de los principales flujos en el sistema, el flujo hacia el
detritus es el más alto (44%) seguido por las exportaciones (35%) y el consumo –
depredación- (13%). El alto flujo hacia detritus es posible, ya que el 54% de los flujos se
originan desde él, y en el caso de las exportaciones, estas representan la extracción por
pesca comercial, tanto por la flota camaronera como de la flota ribereña.
El índice de conectancia, el cual es el número de uniones tróficas actuales en relación al
número posible de uniones en la red alimenticia (Gardner y Ashby, 1970), fue de 0.115, es
decir que aproximadamente existe un 11.5% de uniones tróficas entre grupos con respecto
al teórico total, el valor de este índice depende en gran medida de la cantidad de grupos
incluidos en el modelo (Christensen y Pauly, 1993). La fracción del flujo total del sistema
que es actualmente reciclada, es expresada por el Índice de reciclaje de Finn y es de 0.01%,
lo cual es un valor extraordinariamente bajo, lo que denotaría una importancia cuantitativa
muy baja de los nutrientes (su reciclamiento) en el sistema, situación que no
necesariamente es cierta para el ecosistema de la Sonda de Campeche, ya que es un sistema
altamente detritívoro y en ese sentido los sistemas con alta capacidad de reciclar detritus
tienen una alta habilidad para recobrarse de perturbaciones (Vasconcellos et al., 1999), por
lo que el resultado obtenido es un punto a resolver.
La capacidad de desarrollo del sistema calculada fué de 19691 flowbits, mientras que la
ascendencia tiene un valor total de 9474 flowbits, dado que esta última es un índice de la
cantidad de información que aporta el sistema, se puede decir que el estado actual equivale
al 48% de su capacidad total de desarrollo (ascendencia/capacidad de desarrollo). El valor
del overhead (6760 flowbits) refleja, por su parte, el potencial de reserva con que cuenta el
ecosistema cuando se enfrenta a perturbaciones (Ulanowickz, 1986). El índice del sistema
de omnivoría, el cual es una medida de como las interacciones de alimentación están
distribuidas entre los niveles tróficos y caracterizando el límite al cual un sistema despliega
características similares a red, fue de 0.166 es decir que aproximadamente hay un 17% de
interacciones tróficas entre grupos con respecto al teórico total.
77
La información de las pesquerías, en el contexto del ecosistema total, fue obtenida para su
análisis, el nivel trófico de la captura fue de 2.8, las pesquerías más importantes están
concentradas en los niveles tróficos II y III (NT 2.03 – 3.93), que en conjunto representan
el 74% de la captura (pequeños peces pelágicos, pulpo y camarones) y un 24% en el NT IV,
posiblemente representado por las pesquerías de tiburón, meros, sierras y pargos. La
producción primaria requerida (PPR) requerida para sostener la captura total del área
equivale a cerca del 6.9% de la producción primaria neta.
7.2.3 Ecotracer/Ecosim
Con la información obtenida del comportamiento del Ixtoc-I, y relativa al área de impacto,
la cantidad de hidrocarburos derramados, tasas de derrame, concentración de hidrocarburos
totales en sedimentos y en especies biológicas, se procedió, previo a modelar los escenarios
inicialmente propuestos, a establecer la relación (datos observados) de la concentración de
hidrocarburos totales en sedimento (ppm = partes por millón = mg/kg) y la tasa de
decaimiento en el tiempo (meses) (Fig. 8).
90
80 81
70
Conc. hidrocarburos
60
50 52
(ppm)
40
36
30 y = -71.738Ln(x) + 247.56
20 R2 = 0.992 21
10
0
0 3 6 9 12 15 18 21 24
Tiempo (meses)
A partir del cálculo de la tasa de decaimiento observada, donde el dato inicial corresponde
al décimo mes de iniciado el derrame, se proyectaron las concentraciones de inicio,
desarrollo y posterior al derrame (Fig. 9).
78
280
240
200
Conc. hidrocarburos
160
(ppm)
120
80
40
0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24
Tiempo (meses)
valores observados valores estimados
Con base a lo anterior se decidió que los escenarios a modelar, por su efecto significativo
fueran el Ixtoc - I y el natural, este último tomándolo como punto de comparación.
En la Tabla XXII se muestran los datos de entrada a Ecotracer estandarizados a unidades de
tons/km2, tanto para el sedimento como los grupos biológicos (considerando en estos
últimos a la biomasa determinada para el modelo general de ECOPATH) para los
escenarios definidos, la simulación temporal en Ecosim para ambos fue de dos años.
AHH para la activación metabólica de estos compuestos (McDonald et al., 1996; Arinc et
al., 2000; Beyer et al., 2001; Hofelt et al., 2001; Vuorinen et al., 2003; Barron et al.,
2004). A todas las especies de este grupo funcional (ya sea que se tengan datos de
concentración de hidrocarburos o no) se le asignará una tasa de 0.98.
crustáceos, rápidamente acumulan los HAP de peso molecular más ligero y muy
rápidamente los excretan o metabolizan (Neff, 1979). Este grupo tiene una capacidad
moderada de metabolizar los hidrocarburos, poseen también un sistema enzimático
con funciones similares al descrito para los peces (McDonald et al., 1996). A todas
las especies de este grupo funcional (ya sea que se tengan datos de concentración de
hidrocarburos o no) se lea signará una tasa de 0.85.
moluscos, este grupo no metaboliza los hidrocarburos, mas bien los elimina y es
variable el tiempo entre especies, p.e. los ostiones eliminan cerca del 90%, algunas
almejas muestran poco o nada de depuración de estos compuestos (Eisler, 1987).
Para iniciar la simulación del derrame del Ixtoc-I, se determinó en primera instancia (mediante
aproximaciones sucesivas) la tasa a la cual decaía el flujo de concentración de
hidrocarburos totales en el sedimento y se encontró que esta fué del orden de 1.35. El
considerar esta magnitud de tasa de decaimiento se explica en razón de que el derrame al
inicio fue más intenso, vertiéndose aproximadamente 4’770,000 litros por día durante los
primeros dos meses (Junio a Julio/1979), para posteriormente declinar a 1’590,000 litros
diarios (Agosto a Noviembre/1979) y finalizar en 255,990 litros diarios (Diciembre/1979 a
Marzo/1980) (IMP, 1980; NOAA, 1992a).
De las cantidades de hidrocarburos derramadas el 67% se quemó, evaporó o fue colectado, lo
que dejó un remanente de 33% a la deriva en la superficie del mar (IMP, 1980). En la
Tabla XXIII se presenta la relación de litros de hidrocarburos y tiempo de derrame, que
aproximadamente quedarían en la superficie del mar, antes de sufrir otros cambios en su
proceso de degradación.
81
La tabla precedente, pudiera llevar a pensar en primera instancia, dada la magnitud de las
cantidades de hidrocarburos que aparentemente permanecieron en la superficie del mar, que
el impacto directo en el ecosistema marino sería de grandes proporciones o catastrófico,
pero es de hacerse notar que en inicio una pequeña proporción fue dispersada mediante
sustancias químicas tensoactivas y la mayor dispersión se dio por acciones de la propia
naturaleza tales como el efecto de los vientos y los movimientos de las masas de agua, para
finalmente quedar a la acción de otros procesos de degradación acelerada (evaporación,
oxidación química y metabolismo por microorganismos), procesos actuando
dinámicamente que de un día a otro reducían las dimensiones de la mancha de petróleo
(IMP, 1980). Aunado a lo anterior, las corrientes del Norte prevalecientes en el oeste del
Golfo de México se llevaron en buena parte el derrame a las costas de la parte sur de Texas,
U.S. (NOAA, 1992a), así como las condiciones meteorológicas que se presentaron durante
el desarrollo del derrame (la presencia de un Huracán –Henri- durante los días 13 a 15 de
septiembre de 1979), coadyuvaron a remover la mayoría del petróleo, de las costas de U.S.
(NOAA, 1992a).
En los días de máxima concentración de hidrocarburos en la superficie del mar, se estimó
que el área cubierta por las manchas era menor a la cantidad de 1% de la superficie del mar
afectada por el derrame (IMP, 1980), en este sentido Wheeler (1978) estimó que en las
82
peores condiciones para la recuperación de crudos en alta mar, el volumen residual que
permanece en el agua después de 5 días es de aproximadamente 8% del total derramado, de
manera tal que los hidrocarburos petrogénicos permanecen en la columa de agua por
periodos muy limitados. Con el anterior escenario expuesto, se puede suponer que los
procesos de hundimiento y sedimentación fueron inicialmente rápidos para posteriormente
decaer en su concentración, por la acelerada tasa relativa a este proceso. Cualquier crudo
pesado, como el derramado por el pozo Ixtoc-I, al poseer densidades mas grandes que otras
fracciones, la tendencia que muestra es a hundirse más rápidamente (Kennish, 1997), y
conforme al estudio del IMP (1980), el crudo derramado al contacto con el agua alteró
radicalmente sus propiedades originales, principalmente densidad y viscosidad. Así lo
comprobó el estudio de Patton et al. (1981) relativo al derrame del Ixtoc-I, donde
reportaron que en el proceso de intemperismo se formaron primeramente una especie de
“panes de petróleo”, los cuales en un proceso repetitivo se desmenuzaron en el turbulento
mar, así estas partículas al parecer fueron un intermediario significativo en la dispersión de
este petróleo derramado, lo que condujo a incrementar la densidad y que resultó en última
instancia en el proceso de sedimentación del petróleo.
Finalmente, si se obtiene la relación de la cantidad de crudo derramada y la concentración
de hidrocarburos totales en el sedimento medida durante el desarrollo del evento,
(descontando de esta última los niveles naturales previos al derrame), se tiene que esta es en
promedio de un 0.001%, es decir, muy baja respecto a lo que podría esperarse dada la gran
magnitud del derrame. Lo anterior coincide con un estudio realizado por McAuliffe et al.
(1980) en el Golfo de México, durante un derrame de crudo en una plataforma petrolera,
donde la cantidad derramada fue de aproximadamente 10’335,000 litros, y al efectuar la
relación de la concentración en sedimento respecto a lo derramado, calcularon que menos
del 1% del petróleo vertido fue encontrado en el sedimento en un radio de 5 millas dentro
de la plataforma, sugiriendo que la adsorción de las gotas de petróleo en partículas
hundiéndose hacia el lecho marino, fue el mecanismo probable para la sedimentación de los
hidrocarburos. Por otra parte, McCourt y Shier (2001), establecen que en un derrame,
existe una diferencia significativa en la cantidad relativa de petróleo incorporado al lecho
marino, lo cual se dá por dos procesos: en el primero, el petróleo hundido puede contener
83
300
250
Concentración (ppm)
200
150
100
50
0
0 3 6 9 12 15 18 21 24
Tiempo (meses)
Observadas Estimadas Ecotracer
presencia de nutrientes, luz, temperatura, oxígeno y sustrato, así como bacterias y oxidación
fotoquímica que inducen altas tasas de biodegradación (Botello et al., 1996c; NCR, 2002),
lo cual podría ser el caso de lo sucedido en el presente evento, en el cual la persistencia fue
de meses antes de retornar a los niveles previos a este.
Los efectos de petrolización pueden ser limitados o insignificantes y de corto tiempo
cuando la exposición es mínima y los niveles residuales de petróleo son mínimos o
rápidamente intemperizados, así los efectos no están directamente relacionados al volumen
vertido, es más una compleja función de la tasa de vertimiento, la naturaleza del
hidrocarburo liberado y del ecosistema local en sus aspectos físicos y biológicos (NCR,
2002).
Una vez que los niveles de concentración llegaron a los que se tenían previos al accidente,
surge la consideración sobre si estos no representaban un riesgo para el ecosistema y sus
componentes biológicos. Conforme a Baker (1999) y Bohem et al. (2001) la definición de
“limpio” en el periodo posterior a un derrame no puede significar una completa ausencia de
hidrocarburos de petróleo o de hidrocarburos totales, se hace necesario referirse a
concentraciones especificadas o a una variedad de otros criterios, tales como: que no
exceda los niveles normales previos para una localidad en particular, que no exceda los
límites estatutorios, que no sea letal para organismos especificados, que no cause efectos
deletéreos subletales a organismos especificados, que no tenga impactos detectables en la
función de un ecosistema, no impida el uso humano de un área, etc. Existen muchas
posibles definiciones de limpio que conllevan diferentes percepciones de riesgo, incluyendo
riesgo a la estabilidad del ecosistema, la productividad de los componentes del ecosistema,
salud humana o economías locales.
7.2.5 Análisis de las principales vías de flujo de partículas en la cadena trófica.
Las concentraciones de hidrocarburos totales en los organismos, como se presentó
en la Tabla precedente (XXIV), van desde 0.00004 a 18.1 ppm, en corvina y calamar
respectivamente, al inicio del derrame y, de 0.0003 y 1.6 ppm en sardinas y calamar
respectivamente, al momento en que se retorna a concentraciones naturales en sedimento.
En todos los casos se tiene que en los crustáceos, inician con concentraciones más altas
respecto al grupo de peces, con la consideración de que este grupo se alimenta del detritus,
86
módulo del ecosistema donde finalmente se depositan los hidrocarburos que se derraman,
pero conforme pasa el tiempo las concentraciones decáen rápidamente, aquí se debe de
tomar en cuenta la biología del grupo ya que son organismos de vida corta y las
poblaciones se renuevan anual/bianualmente. En el grupo de peces, particulamente de
interés pesquero, se presentan diferencias respecto al tiempo en que alcanzan su máxima
concentración de hidrocarburos y el nivel trófico al que pertenecen, así tenemos un grupo
de máxima concentración en un intervalo de 15 a 18 meses y nivel trófico en un intervalo
de 2.9 a 3.8 (sierra, jurel, corvina, bagres y roncos); un segundo grupo con intervalo de
máxima concentración de 12 a 13 meses y el intervalo de nivel trófico 2.3 a 2.7 (rayas,
huachinangos y mojarras), y finalmente un tercer grupo con intervalo de 6 a 9 meses y nivel
trófico de 3 (cazón y sardinas). Lo interesante de los dos últimos grupos es que en su dieta
se incluye al detritus, y en general las concentraciones de hidrocarburos se presentan más
altas respecto a los del primer grupo, lo que conduce a delimitar al detritus como la vía
inicial de flujo de partículas a través de los niveles tróficos intermedios y, de ahí a las
concentraciones mas altas en los depredadores tope (tiburones, delfines, aves marinas y
tortugas).
En general en los organismos pertenecientes a los niveles tróficos superiores
(principalmente peces y otros depredadores tope como delfines, tiburones y aves marinas)
muestran tendencia a magnificar éstas, lo anterior se contrapone a lo que varios autores
(Neff, 1979; Eisler, 1987; Broman et al.,1990; NCR, 2002) han encontrado al respecto, ya
que se ha observado que contrario a la presencia de biomagnificación, las concentraciones
decrecen con el incremento de los niveles tróficos, en general, los hidrocarburos tienen
poca tendencia a bioamagnificarse en las cadenas tróficas, debido probablemente a que la
mayoría de estos compuestos son rápidamente metabolizados (y en particular los HAP), y
es de hacerse notar que muchas de las especies seleccionadas en el presente estudio
(mamíferos, aves, peces y crustáceos) poseen eficientes sistemas enzimáticos para
metabolizar estos productos, a los cuales rápidamente metabolizan y excretan (Neff, 1987).
Además al parecer la transferencia directa desde los sedimentos hacia los organismos que
viven en o sobre el sedimento es mínima, los organismos bentónicos ráramente contienen
altas concentraciones de HAP, que son encontrados en los sedimentos donde viven.
87
También hay que tomar en cuenta, conforme a los resultados de eficiencia ecotrófica del
modelo, que el aprovechamiento del detritus es bajo por parte de los organismos.
En este punto, el grupo a tener en cuenta por sus los valores de concentración, son los
calamares, ya que presentan los valores más altos de todos los grupos, la explicación
probable es de que este tipo de organismos (moluscos) no poseen los eficientes sistemas
enzimáticos de los otros grupos referenciados, más bien el petróleo y sus derivados lo
eliminan, y las tasas al respecto son más lentas, probablemente al igual que otros moluscos
bivalvos de interés comercial (p.e. Mytilus edulis, Rangia cuneata y ostiones de los géneros
Ostrea y Crassostrea) (Neff 1979, 1982; Eisler, 1987), pudiese presentar el caso de
bioacumulación (Brooks, 1997).
Lo que reflejan los resultados de la simulación en Ecotracer/Ecosim, es que toma en
cuenta las tasas de degradación del contaminante, las relaciones tróficas de los organismos
y las eficiencias de los flujos tróficos, pero aquí la consideración que cabe hacer, respecto a
la simulación, es que supone la presencia del proceso de bioacumulación del compuesto, y
una vez más en ese sentido, los estudios efectuados al respecto indican que lo anterior no
sucede por las mismas razones expuestas para el caso de biomagnificación. Los resultados
de Ecotracer, en los grupos de depredadores tope, se pueden referenciar a la composición
de su dieta y a la cantidad que de esta consumen, siendo principal y coincidentemente (en
general) sardinas, jureles y meros, que a su vez poseen altas biomasas (principalmente los
dos primeros) dentro del ecosistema.
También se debe de tomar en cuenta que la biodisponibilidad desde los sedimentos y el
alimento es menor de aquella que esta en solución en el agua, así como el petróleo se
intemperiza, su viscosidad y peso molecular promedio se incrementan lo que a su vez hace
decrecer la tasa de partición de derivados de alto peso molecular (como los HAP), lo que
decrece la accesibilidad de estos compuestos hacia los organismos acuáticos (NRC, 2002),
en refuerzo a lo aterior, si se relaciona la concentración de hidrocarburos totales en los
organismos respecto de las del sedimento, la proporción promedio que se obtiene es muy
baja (aproximadamente 5%), lo anterior como un acercamiento de modo grueso a un factor
de acumulación.
88
productos del mar contaminados con hidrocarburos, donde cada estado adopta su
regulación particular al respecto, cuando sucede un evento o en caso de preveción a este. La
explicación relativa se da en base a los valores antecedentes (screenning values) del sitio de
interés, es decir valores de referencia tanto en el medio ambiente (aire, agua o sedimento)
como en la biota, y de ahí norman un criterio para establecer normas o en su defecto la base
de retorno a condiciones normales después de que ocurrió algún evento de contaminación
(p. e. un derrame petrolero).
Considerando finalmente la trayectoria de inicio, desarrollo y plena operación de la
industria petrolera en la zona marina de la Sonda de Campeche durante tres décadas, el
ecosistema en el cual incide y el efecto que pudiera o ha tenido en él, la industria petrolera,
surgen las siguiente reflexiones: no se ha tenido información del estado del ecosistema
antes del inicio de esta industria, en el sentido del conocimiento y descripción del
ecosistema (estructura y función). La información generada ha sido discontinua en tiempo y
espacio o no se ha generado, lo que se conjunta con la siguiente consideración, la de carecer
de un programa permanente de monitoreo que genere información consistente y precisa
para tener un control adecuado del seguimiento de la relación industria petrolera-
ecosistema, lo que ha conllevado a la posibilidad de sobre -o sub- dimensionar los posibles
impactos y daños ocasionados.
Así la perspectiva, surgida en los años recientes, es el desarrollar el estudio y comprensión
de los efectos de largo plazo de contaminación aguda y crónica, cuestiones estas que han
recibido una incrementada atención; tales como el dilucidar los efectos que resultan desde
una contaminación persistente ya que no se sabe el límite superior para la extensión de un
efecto potencial de largo plazo (NCR, 2002).
Mientras estudios dirigidos han identificado algunos efectos subletales específicos de largo
plazo en desarrollos de la industria del petróleo, las preguntas más significativas no
contestadas permanecen, y son aquellas que son relativas a los efectos en el ecosistema de
exposiciones crónicas de largo plazo y de bajo nivel, resultantes de las descargas y
derrames causadas por las actividades de desarrollo y explotación (Sloan, 1999; NCR,
2002). En última instancia se debe determinar si el potencial para los efectos de los campos
de producción son significativos con respecto a la escala geográfica, qué son los efectos
95
CONCLUSIONES
Una circunstancia especial de las actividades de exploración y producción está en el
hecho de que su localización y relación con los ambientes naturales, frágiles o no,
está predeterminada por el yacimiento y la geología del sitio, lo que impide en gran
medida tomar decisiones sobre su ubicación o la utilización de otros sistemas
naturales.
El tener una pobre línea de base ecológica previa al establecimiento de la industria
petrolera con la finalidad de tener puntos comparativos con el (o los) estados post
desarrollo de la industria complica de sobremanera la evaluación de impacto. Algo
similar ocurre con la caracterización del escenario base ambiental en presencia de
las emanaciones naturales (chapopoteras).
La información generada subsecuentemente a la fecha, ha adolecido de continuidad
y especificidad como reflejo de la carencia de un programa estructurado, de estudios
continuos y estandarizados conforme a las líneas actuales del estado del arte
enfocado a generar la información vital para abordar la problemática ambiental que
genera la industria petrolera.
En consonancia con el punto anterior, no es posible cuantificar y/o cualificar
objetivamente la magnitud del efecto de la industria petrolera en el ecosistema de la
Sonda de Campeche, lo que ha conducido a la posibilidad de sobre o subvaluar estas
consecuencias.
Los posibles efectos de los derrames petroleros en los componentes del ecosistema
se consideran puntuales, pero se hace necesario el determinar la magnitud de los
efectos a largo plazo.
Las actividades de la RMNE, y su posible impacto, inciden específicamente costa
afuera donde se ubica la zona de mayor actividad petrolera y pesquera.
En relación a las pesquerías, y en el mismo sentido, tampoco es posible concluir la
existencia de un impacto directo o indirecto hacia estas, atribuible a la industria
petrolera, al menos no con la información de referencia con que se cuenta, o de los
resultados de diferentes estudios relativos. No obstante hay evidencias indirectas en
el caso de mero y camarón, pero sin consecuencias significativas en las pesquerías.
97
RECOMENDACIONES
Implementar estudios conducentes a distinguir el impacto ambiental atribuible a la
industria petrolera en la región, de aquellos causados por factores naturales (p. e.
cambios climáticos, hidrográficos, afloramientos naturales), así como de otros
impactos antropogénicos (p. e. pesca comercial, contaminaciones industriales).
98
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117
ANEXO 1
1 Propiedades del petróleo crudo o productos del petróleo
Las propiedades del petróleo líquido, incluídos el crudo o productos refinados, que son más
importantes para entender el comportamiento y destino de los derrames o otros
vertimientos, son: la viscosidad, densidad y solubilidad.
1.1 Comportamiento en el ambiente
El petróleo u otros productos derramados sobre el agua sufren una serie de cambios en sus
propiedades físicas y químicas que, en combinación, se denomina “intemperismo” (Fig.
11).
Foto-oxidación: en la presencia de oxígeno, la luz natural del sol puede causar que los
hidrocarburos del petróleo sean sometidos a reacciones químicas, proceso conocido como
fotólisis. Aunque la toxicidad de los productos de la foto-oxidación es una preocupación
porque son más solubles en el agua y reactivos, las tasas de foto-oxidación de la fracción
119
líquida o sólida del petróleo son muy lentas para significativamente afectar el balance de
masas de un derrame dentro de los primeros meses.
Submersión: la mayoría de los petróleos flotan sobre la superficie del agua porque son
menos densos que ella. Si el petróleo es más denso que el agua, o se hace denso así como
los componentes más ligeros se evaporan, el petróleo puede sumergirse. Si se fija a
sedimentos suspendidos, el petróleo puede hundirse al fondo. Una vez que es depositado
sobre el fondo, los procesos de intemperismo son muy lentos, el petróleo sumergido puede
ser una fuente crónica de contaminación, por la lenta disolución de las fracciones solubles
en agua y por cubrimiento físico de mariscos y equipo de pesca.
En la Tabla XXVIII, se presentan resumidos los procesos de intemperismo, así como de
movimiento, que remueven los hidrocarburos desde su punto de origen.
120
TablaXXVIII. Procesos que mueven los hidrocarburos del petróleo lejos del punto de
orígen, (modificado de NCR, 2002).
Intemperismo Transporte Transporte
Tipo o o
de entrada Persistencia Evaporación Emulsificación Disolución Oxidación Movimiento Movimiento Sedimentación
Horizontal Vertical
Afloramientos años A M M M A M M
naturales
Derrames:
Gasolina días A NR M B B B NR
Destilados días M B A B M A B
Ligeros
Crudos meses M M M M M M M
Destilados años B M B B A B A
Pesados
Agua de días M NR M M B B B
Producción
Operación meses M B M B M B B
de buques
Atmosférica días H NR M M A NR NR
Terrestre D M B B B M M M
NOTA: A = alta; B = baja; M = moderada; NR = no relevante; D = desconocido
121
ANEXO 2
Relación de nombres comunes y científicos de las especies de peces que se registran como
captura en el Estado de Campeche.
ABADEJO Myctroperca bonaci
Macrobrachum carcinus
ACAMAYA O LANG.
ARMADO Orthopristis chrysoptera
BAGRE O BOSH
Arius felis, Aruis melanopus
BANDERA
Bagre marinus
BESUGO Rhomboplites pelamis
BONITO Sarda sorda
BOQUINETE Lacholanus maximus
CABRILLA
Epinephelus fulrus. F. cruentatus
CANANE Ocyurus chrysurus
CARITO O PETO
Scomberomorus cavalla
CAZON: Cangüay, chacpat, tutzún, pech-chata. Carcharhinus acronotus, Carcharhinus porosus,
Rhizoprionodon terraenovae, Sphyrna tiburo.
CHACCHI Haemulon plumieri, H. striatum, H. sciurus.
CHARAL Anchoa hepsetus, A. lyolepis, A. mitcheil.
CHERNA Epinephelus itajara
CHUCUMITE
Centroponus parallelus
CHOPA Lobates surinamensis
COCHINITA Balistes retula, B. capriscus
COJINUDA Caranx chysos
CORCOBADO Vomer setapinnis
CORONADO Seriola zonata
CORUCO Haemulon americanus
CORVINA
Cynoscion arenarius. C. nebulosus, C. nothus.
ESMEDREGAL Rachycentron canadus
HUACHINANGO Lutjanus campechanus
JUREL Caranx ruberi, C. hippos
LENGUADO Fam: bothidae - solidae
LIZA Migil cephalus
LEBRANCHA
Hugil curema
MACABI Elops saurus
122
ANEXO 2: continua
MERO
Ephinephelus morio
MOJARRA BLANCA Eugerres plumieri
MOJARRA CASTARRICA Cichlasoma uropthalmus
MOJARRA PALETA Cichlasoma sp
MOJARRA PINTA Cichlasoma motaguense
MOJARRA TENHUYACA Pentenia splendida
PALOMETA
Trachinotus guodei
PAMPANO Trachinotus carolinus
PARGO MULATO
Lutjanus griseus, L. jocu.
PARGO CHACALCAY
Lutjanus synagris
PARGO CHACALCAY
Lutjanus synagris
PAYASO Equetus lanceolatus
PEJELAGARTO Lepisosteus ocuptus, L. spatula, L. tropicus.
PEJEREY Pomatomus saltatriz
PICUDA Sphyraena guachancho
POSTHA Archosargus unimaculatus
RATON Menticirrhus americanus, M. littoralis
RAYA Raja texana, Aetrobatus narinari
ROBALO
Centropornus undecimalis
RONCO Barrdrella chrysoura, B. roncus
RUBIA
Lutjanus synagris, Haemulon sciurus
SABALO Megalops atlántica
SARGO Archosargus probatocephalus
SIERRA
Scomberomorus maculatus
TIBURÓN GATA
Ginglymostoma cirratum
TIBURÓN CORNUDA Sphyrna lewini, Sphyrna mokarran
TIBURÓN JAQUETON: Curro y Rollizo Carcharhinus brevipinna, Carcharhinus limbatus
TIBURÓN TINTORERA
Galeocerdo cuvieri
TIBURÓN XMOA Carcharhinus leucas
XPOMPOL Sphoeroides testudineus