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Ensayo TFI TSC2

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Introducción:

Durante este cuatrimestre, tuve la oportunidad de participar en actividades practicas que me


ayudaron a entender mejor el vinculo entre la Universidad y el territorio. Uno de los
momentos claves fueron los encuentros que se desarrollaron en la Fundación Di Pasquo
ubicada en Avellaneda, un hogar que recibe personas en situaciones de total vulnerabilidad
y las acompaña para que puedan reconstruir su vida. Esta experiencia me permitió ver
como la teoría que fuimos viendo durante todos estos meses cobra vida cuando nos
conectamos con las realidades que atraviesan a la sociedad. Para esto, es fundamental que
las universidades dejen de ser un lugar apartado de la realidad social y se conviertan en un
motor de cambio en el territorio. A través de este ensayo, quiero reflexionar sobre el rol que
tiene la universidad pública y su vinculación con el territorio, en la transformación social,
partiendo de los conceptos de los núcleos temáticos trabajados en clase y de mi experiencia
en la Fundación Di Pasquo, cada párrafo de este ensayo es un puente entre la teoría y el
territorio.

Desarrollo:

En la actualidad las universidades atraviesan un gran desafío: dejar de ser espacios


cerrados, donde solo abunda la teoría, y convertirse en lugares que puedan transformar la
realidad social. Ávila Huidobro (2014) dice que “la universidad debe dejar de ser un
espacio aislado de la realidad social, para insertarse como actor transformador en el
territorio, en contacto directo con los problemas y las necesidades de las comunidades”.
Esto se ve claramente en los encuentros que tuvimos en la Fundación Di Pasquo. Aunque la
universidad no estuvo directamente involucrada en el trabajo allí, se pueden ver las
conexiones entre lo que está en los libros y la intervención social.
La fundación trabaja con personas en situaciones muy difíciles, pero les brinda
herramientas para mejorar su calidad de vida, algo que refleja el vínculo que la universidad
debe tener con la comunidad.

Otro concepto importante que abordamos en clase es la idea de colonizar el saber. Zulma
Palermo 2010 explica que las que “las universidades latinoamericanas deben reconocer los
saberes populares como validos y necesarios”. En la Fundación, esto se hace ver cuando
valoran las experiencias de vida de las personas que viven ahí. Durante las visitas, pude ver
el talento de la mayoría de los que habitan este hogar, en los talleres de arte, donde crean
cuadros o elaboran artesanías de madera y que luego son comercializados por ellos mismos
en ferias.

Me quedo claro que, además de aprender técnicas, desarrollar habilidades, ellos encuentran
en el arte una forma de expresarse y tambien de sanar.

Además, algo que me llamo mucho la atención fue como trabajan en conjunto con otras
instituciones, como el municipio de Avellaneda y el sistema judicial. Esto me hizo pensar
que lo que dice Nora Niremberg 2006 sobre que “los problemas sociales no son hechos
objetivos sino construcciones sociales. En el caso de la fundación, las personas que viven
en este espacio no solo están sin hogar, sino que también enfrentan otras problemáticas:
como las adicciones, enfermedades que afectan a la salud mental, o los antecedentes
penales que poseen algunos residentes. Estos son problemas sociales complejos que no
pueden abordarse de manera aislada, Las políticas públicas deben pensar en soluciones
integrales que incluyan todos estos factores. Es fundamental un trabajo en conjunto, donde
cada actor pueda aportar de manera positiva desde su lugar.

La fundación, en este sentido, se presenta como un espacio donde estos múltiples


escenarios se encuentran, el gran desafío es como se gestionan las diversas necesidades de
cada integrante de esta gran familia. Las dinámicas del hogar muestran como las personas
que llegan a él, no solo buscan un techo, sino que tambien una red de contención para esas
otras problemáticas que cargan como una especie de mochila. Este escenario tan dinámico
y complejo nos permite ver los problemas desde una mirada desde múltiples ángulos y nos
hace reflexionar sobre las intervenciones que deberían estar orientadas a entender y tratar
esta complejidad.
La Fundación Di Pasquo, a través de su incansable trabajo demuestra un compromiso con
algo que Vallone considera fundamental: no conformarse solamente con respuestas rápidas
o temporales, sino buscar soluciones que realmente les hagan frente a las causas de la
desigualdad y exclusión social. según Vallone, "un verdadero cambio social no puede
lograrse solo a través de respuestas paliativas, es necesario trabajar sobre las condiciones
estructurales que generan desigualdad y exclusión. Esto se refleja, por ejemplo, en como la
fundación promueve la educación y el aprendizaje de habilidades nuevas.

Durante nuestros encuentros, miembros de la comisión nos contaron que dictan el FINES,
que le permite a las personas poder finalizar sus estudios, y tambien la dedicación que
ponen en enseñarles a quienes no saben leer ni escribir, a eso se le suman los talleres que
brindan, que no solo les enseñan un oficio, sino que también le dan herramientas solidas
para poder insertarse en el mercado laboral o generar un ingreso propio. Este tipo de
propuestas se enfocan a las raíces del problema: no se limita a dar una solución inmediata,
sino que buscan que las personas puedan valerse por sí mismos y tengan posibilidades
reales de inclusión en la sociedad.

Además, Olga Niremberg afirma que "la programación y evaluación de proyectos sociales
debe ser vista no solo como una cuestión de planificación técnica, sino como un proceso
que debe involucrar a los actores sociales, las comunidades y los grupos vulnerables en su
diseño, para garantizar que las intervenciones respondan realmente a las necesidades y
problemas identificados". Esto es clave, ya que en la Fundación Di Pasquo no solo se
ofrece un refugio, sino que se involucra a los mismos residentes en los procesos de cambio
y en la toma de decisiones. Esto permite que las intervenciones sean más efectivas y se
ajusten mejor a las necesidades de quienes las reciben.

Lo que se hace en la fundación, desde los talleres hasta la asignación de tareas diarias, es un
claro ejemplo de cómo la universidad y el trabajo comunitario pueden trabajar juntos.
Aunque la fundación no depende de la universidad, lo que hacen allí refleja mucho de lo
que la universidad debería promover: el empoderamiento de las personas, la participación
activa y la creación de espacios donde los mismos involucrados sean los que puedan
generar sus propios cambios.

Durante nuestras visitas a la Fundación Di Pasquo, pude darme cuenta de lo fundamentales


que son las herramientas metodológicas cuando se trabaja en territorio. La observación
participante y el registro de campo no fueron solo formas de recopilar información, sino
también maneras de reflexionar sobre el contexto y las dinámicas del lugar. Estas
herramientas nos ayudaron a profundizar en cómo funciona un hogar de tránsito, no solo
desde lo técnico, sino desde una mirada más humana.

Algo que destaco al hacer el registro fue cómo el contacto directo con el espacio y las
personas que lo habitan nos permitió entender mejor los desafíos que enfrenta esta
comunidad. Ese contacto no se trata solo de observar desde afuera, sino de involucrarnos,
de ver la realidad desde adentro, lo que hizo que nuestra perspectiva sea mucho más
empática y cercana.

Por otro lado, el enfoque metodológico nos llevó a analizar con más detalle las
interacciones entre quienes forman parte del hogar. Por ejemplo, las pautas de limpieza y
organización que cada uno de los integrantes tiene asignadas muestran un intento claro de
fomentar la responsabilidad personal dentro de un entorno colectivo.

Conclusión:

El Trabajo Social Comunitario es fundamental para que la universidad logre vincularse de


manera real con las comunidades. A través de la extensión universitaria, podemos aplicar lo
aprendido en el aula a los contextos reales que viven muchas personas en situación de
vulnerabilidad. La experiencia que viví en la Fundación Di Pasquo me mostró cómo la
teoría debe ser llevada a la práctica, y cómo la universidad puede formar parte de ese
proceso de cambio. Las políticas públicas y las intervenciones comunitarias pueden ser
mucho más efectivas si las personas a las que se les dirige la ayuda están involucradas en el
proceso de cambio y toma de decisiones.

El Trabajo Social Comunitario tiene un rol clave en esta relación entre universidad y
territorio, ya que ayuda a que el conocimiento académico se transforme en una herramienta
útil para la comunidad, permitiendo que los estudiantes, y también los profesionales,
comprendan mejor las realidades sociales, que puedan aportar a mejorar la vida de las
personas, a construir una sociedad mejor.
Bibliografía:

Ávila Huidobro, Rodrigo y otros.2014. Universidad, territorio y transformación social.


Reflexiones en torno a procesos de aprendizaje en movimiento. Capítulo 2: “Principios
teóricos, pedagógicos y epistemológicos”, Buenos Aires, UNDAV Ediciones.

Palermo, Zulma2010. “La Universidad Latinoamericana en la encrucijada decolonial”,


Otros Logos. Revista de Estudios Críticos. CEAPEDI, UNCo., Año 1, nº1, pp. 43-69.

Vallone, Miguel Gabriel2011. Problemas sociales argentinos: los nuevos desafíos de la


imaginación sociológica, en Diloreto, María y Ana Josefina Arias (comps.) “Miradas sobre
la pobreza. Intervenciones y análisis en la Argentina postneoliberal”. La Plata, EDULP.

Niremberg, Olga. 2006. Programación y evaluación de proyectos sociales. Aportes para la


racionalidad y la transparencia. Buenos Aires, Paidós.

Marco metodológico Ficha metodológica N° 1: “Pautas para la realización de un registro en


territorio”

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