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RESUMEN ETICA Y DEONTOLOGIA PROFESIONAL 2019

Unidad Temática 1: Nociones fundamentales de ética y antecedentes filosóficos importantes

Sócrates y la restauración de los valores; el método socrático para acceder a la verdad; autoconocimiento y
cuidado de sí. El nuevo concepto de virtud.
El idealismo platónico y la idea de Bien; la tensión entre las pasiones y la razón; la función del alma (psiqué); la
correspondencia entre el orden individual y el social;
El realismo aristotélico: tipos de saberes; ética de fines; virtudes éticas y dianoéticas; hábitos.
Deontología kantiana: nueva fundación de la ética; papel de la voluntad y de la libertad; el deber ser; los
postulados de la razón práctica; el imperativo categórico y sus cuatro fórmulas. Moralidad y legalidad.
SOCRATES:
Sócrates trata de responder al problema siguiente: ¿Cuál es la esencia del hombre? Finalmente llega a ésta
respuesta: El hombre es su alma, puesto que su alma es precisamente aquello que lo distingue de manera
específica de cualquier cosa. Sócrates entiende por alma nuestra razón y la sede de nuestra actividad pensante
y ética. Sócrates creó la tradición intelectual y moral. Debemos cuidar primero no el cuerpo, sino el alma.
El nuevo significado de virtud y la nueva tabla de valores:
En consecuencia, la virtud del hombre no podrá ser mas que lo que hace que el alma sea como debe ser, de
acuerdo con su naturaleza, es decir, buena y perfecta. En esto consiste la ciencia según Sócrates, mientras que
la privación de esta sería la ignorancia.
Es así que Sócrates proporciona una revolución en la tabla de valores.
Las paradojas de la ética socrática
1)La virtud es ciencia (conocimiento) y el vicio ignorancia.
2) Nadie peca voluntariamente y quien hace el mal lo hace por ignorancia del bien.
Esto es lo que se conoce como intelectualismo socrático.
En cuanto a la primera paradoja, Sócrates trata de someter la vida humana y sus valores al dominio de la
razón. En cuanto a la segunda, Sócrates ha visto con mucha claridad que el hombre por su propia naturaleza
busca siempre su propio bien y que cuando hace el mal en realidad no lo hace porque sea un mal sino porque
espera obtener de ello un bien.
Sócrates tiene razón cuando afirma que la condición necesaria para hacer el bien consiste en el conocimiento,
pero se equivoca cuando considera que además de condición necesaria es condición suficiente, cayendo así en
un exceso de racionalismo.
El descubrimiento socrático del concepto de libertad
El hombre verdaderamente libre es aquel que sabe dominar sus instintos y el hombre verdaderamente esclavo
es aquel que no sabe dominarlos y se convierte en victima de ellos. El sabio que vence a los instintos y elimina
todo lo superfluo, le basta con la razón para vivir feliz.
El nuevo concepto de felicidad
La felicidad no puede venir de las cosas externas ni del cuerpo, sino solo del alma, porque ésta es la esencia
del hombre. El alma es feliz cuando está ordenada, es decir, cuando es virtuosa. Según Sócrates, el hombre
puede ser feliz en esta vida, cualesquiera que sean las circunstancias en que le toque vivir y cualquiera que sea
su destino en el más allá. El hombre es el verdadero artífice de su propia felicidad o infelicidad.
La revolución de la “no violencia”
La verdadera arma de la que dispone el hombre es su razón y la persuasión. Si al hacer uso de la razón el
hombre no logra sus objetivos mediante la persuasión, debe resignarse, porque la violencia es en sí misma
algo impío. La postura que asumió Sócrates, la revolución de la no violencia quedo prácticamente demostrada
con su propia muerte, transformándose así en una conquista.
La teología socrática
El Dios de Sócrates es inteligencia que conoce todas las cosas sin excepción, es actividad ordenadora y
providencia. Una providencia que, sin embargo, se ocupa del mundo y de los hombres en general, y también
del hombre virtuoso en particular, pero no con el individuo humano en cuanto tal. Una providencia que se
ocupa del individuo en cuanto a tal aparecerá únicamente en el pensamiento cristiano.
El “Daimonion” socrático
Era una voz divina que le prohibía determinadas cosas: él la interpretaba como una suerte de privilegio que lo
salvó más de una vez de los peligros o de experiencias negativas. El daimonion no tiene que ver con “verdades
filosóficas” no le revela nada de la sabiduría humana ni tampoco de las proposiciones de su ética, los
principios filosóficos éticos extraen su validez del logos. El daimonion es algo que corresponde a la
personalidad excepcional de Sócrates y que hay que colocar en el mismo plano que determinados momentos
de concentración intensísima, bastantes próximos al éxtasis místico, en el que a veces Sócrates quedaba
suspendido.
El método dialectico de Sócrates y su finalidad
Los fines del método socrático son básicamente de naturaleza ética y educativa. El dialogo con Sócrates
llevaba a un examen del alma y a un dar cuenta de la propia vida, es decir, a un examen moral. La dialéctica de
Sócrates coincide con el dialogar mismo de Sócrates, que consta de dos momentos esenciales: la refutación y
la mayéutica. Al llevar a cabo esto, Sócrates se valía del disfraz de “no saber” y de la temidísima arma de la
ironía.
El “no saber” socrático
Sócrates se colocaba ante su interlocutor en situación del que no sabe y del que tiene que aprenderlo todo.
La ironía socrática
Indica el juego bromista, múltiple y diverso, de las ficciones y estratagemas utilizados por Sócrates para obligar
al interlocutor a dar razón de si mismo.
La refutación y la mayéutica socráticas
La refutación consistía en la fase durante la cual Sócrates llevaba al interlocutor a reconocer su propia
ignorancia. Obligaba a definir el tema sobre el cual versaba la indagación; después profundizaba de distintas
maneras en la definición ofrecida, explicitando y subrayando las carencias y las contradicciones que implicaba;
exhortaba a intentar una nueva definición y mediante el mismo procedimiento la criticaba y refutaba;
continuaba actuando de este modo hasta llegar al momento en que el interlocutor se declaraba ignorante.
La mayéutica era la comadrona que permitía “dar a luz” a la verdad.
Sócrates y la fundación de la lógica
A partir de la pregunta ¿qué es? Abrió un camino que debía llevar al descubrimiento del concepto y de la
definición.

PLATÓN

Platón se dedico a los temas ético-políticos partiendo desde el punto al que había llegado Sócrates. Intentó
reproducir el modelo de la oralidad socrática, caracterizada por el dialogo que va llevando al interlocutor a
encontrar por sí mismo las respuestas a sus preguntas, a través de un intercambio de argumentos e
interrogaciones (mayéutica).
La “segunda navegación” (cuando uno se queda sin viento, navega con los remos, esfuerzo personal-9
Consiste en la búsqueda de un principio suprasensible, una dimensión supra física del ser, de la cual depende
todo lo que es físico y sensible. La primera navegación permaneció ligada a lo sensible, platón plantea esta
segunda un decisivo desprendimiento de los sentidos para remontarse al plano de aquello que sólo se capta
con el intelecto. Esto lo llevó a reconocer la existencia de dos planos: uno fenoménico y visible y otro meta
fenoménico, suprasensible, capaz de ser captado solo con la mente, es decir, inteligible.

ARISTÓTELES

El alma y sus tres partes


La física aristotélica no sólo indaga el universo físico y su estructura, sino también los seres que están en el
universo, los seres inanimados carentes de razón y los seres animados dotados de razón (los hombres). Los
seres animados se distinguen de los inanimados porque poseen un principio que les otorga vida y tal principio
es el alma.
Las ciencias practicas: la ética y la política
El fin supremo: La Felicidad
El estudio de la conducta o de la finalidad del hombre como individuo es el de la ética. Todas las acciones
humanas tienden a fines, que constituyen bienes. El conjunto de las acciones humanas y el conjunto de los
fines particulares a los que tienden éstas se hallan subordinadas a un fin último, que es el fin supremo, que
todos los hombres coinciden en llamar “felicidad”. El fin supremo que puede realizar el hombre -y por lo tanto
la felicidad- consiste en perfeccionarse en cuanto hombre, es decir, en aquella actividad que distingue al
hombre de todas las demás cosas.
El hombre que quiere vivir bien debe vivir de acuerdo a la razón. Aristóteles reafirma claramente que cada uno
de nosotros es alma y que el alma es la parte mas elevada. “está claro que somos, sobre todo, intelecto”.
Aristóteles proclama que los valores del alma son los valores supremos.
Las virtudes éticas como justo medio o centro entre extremos
El hombre es principalmente razón, pero no solo razón. En el alma hay algo que es ajeno a la razón y se opone
y se resiste a ella, pero, sin embargo, participa de la razón. El dominio de esta parte del alma y el
sometimiento de ésta a los dictados de la razón es la virtud ética, la virtud de la conducta práctica. Esta virtud
se adquiere mediante el hábito. Las cosas las aprendemos haciéndolas. Llevando a cabo acciones justas nos
convertimos en justos. La virtud que se refiere a pasiones y acciones, en las que el exceso y el defecto
constituyen errores y son reprobados, mientras que el punto medio es alabado y constituye la rectitud: estas
dos son propias de la virtud. La virtud es una especie de intermedio. Entre todas las virtudes éticas destaca la
justicia, que consiste en la justa medida según la cual se distribuyen los bienes, las ventajas y las ganancias, y
sus contrarios.

Las virtudes dianoeticas y la perfecta felicidad

Aristóteles denomina “virtud dianoetica” a la perfección del alma racional en cuanto a tal. Estas virtudes
serían principalmente dos: la prudencia y la sabiduría. Precisamente en el ejercicio de esta última, que
constituye la perfección de la actividad contemplativa, el hombre alcanza la máxima felicidad y llega a rozar lo
divino.

La psicología del acto moral

Aristóteles posee el merito de haber tratado de superar el intelectualismo socrático. Trato de determinar
cuales son los procesos psíquicos que presupone al acto moral. Llamó sobre todo la atención acerca del acto
de la elección uniéndolo con el de la deliberación. El ser bueno depende de los fines, y los fines no son objeto
de elección sino de voluntad. La voluntad quiere siempre el bien, para ser buenos hay que querer el verdadero
bien y no el aparente.

La ciudad y el ciudadano

El bien del individuo es de la misma naturaleza que el bien de la ciudad. Aristóteles define al hombre como un
animal político. “Quien no puede entrar a formar parte de una comunidad, quien no tenga necesidad de nada
y se baste a sí mismo, no es parte de la ciudad, es una fiera o un dios”.
Para ser ciudadano es preciso tomar parte en la administración de los asuntos públicos: formar parte de las
asambleas que legislan y gobiernan la ciudad y que administran la justicia.
El Estado ideal

La finalidad del Estado es moral y por eso resulta obvio que debe proponerse el incremento de los bienes del
alma, el incremento de la virtud. Aristóteles afirma que podemos llamar feliz y floreciente a la ciudad virtuosa.
Es imposible que logre la felicidad quien no realice buenas acciones y nadie puede realizar buenas acciones sin
virtud y buen juicio. Para Aristóteles la ciudad perfecta debería poseer medida humana: ni demasiado poblada
ni demasiado poco. Dado que la felicidad depende de la felicidad de cada uno de los ciudadanos, será preciso
mediante la adecuada educación transformar a cada ciudadano en lo más virtuoso posible. El ideal supremo
que debe proponerse el Estado consiste en vivir en paz y en hacer las cosas que son bellas (contemplar).

KANT
LA “CRITICA DE LA RAZÓN PRÁCTICA” Y LA ÉTICA DE KANT

El concepto de “razón práctica” y los objetivos de la nueva “critica”

La razón humana no es únicamente razón teórica, capaz de conocer sino también razón práctica, capaz de
determinar la voluntad y la acción moral.
Kant llama “pura” a la razón que no está mezclada con nada empírico y en la medida en que es capaz d obrar
por sí sola.
La situación de la Critica de la Razón Práctica es exactamente inversa a la de la Critica de la Razón Pura. En la
razón práctica las pretensiones de ir más allá de los propios limites legítimos se dan en la razón práctica
empírica (ligada a la experiencia), que aspira a determinar por si sola la voluntad; en cambio, en la razón
teórica las pretensiones de la razón -por lo contrario- consistían en dejar de lado la experiencia y alcanzar por
sí sola (sin la experiencia) el objeto. En la crítica de la razón practica criticó las pretensiones opuestas de la
razón teórica de trascender la experiencia.
En cambio en la crítica de la razón practica critico las pretensiones opuestas de la razón práctica.

La ley moral y el imperativo categórico

Hay que mostrar que existe una razón pura práctica: la razón es suficiente por sí sola para mover la voluntad.
Solo en este caso, afirma Kant, pueden existir principios morales válidos para todos los hombres sin excepción,
es decir, leyes morales que tengan valor universal.
“Principios prácticos” son reglas generales, aquellas determinaciones generales de la voluntad de las que
dependen numerosas reglas prácticas particulares.
Kant divide los “principios prácticos” en dos grandes grupos: Máximas e imperativos.
Las máximas son principios prácticos que sólo se aplican a los sujetos individuales que se las proponen a sí
mismo, pero no a todos los hombres, y por lo tanto, son subjetivas.
Los imperativos en cambio, son principios prácticos objetivos, validos para todos. Los imperativos son
mandatos o deberes, reglas que expresan la necesidad objetiva de la acción, lo cual significa que “si la razón
determinase por completo la voluntad, la acción sucedería inevitablemente de acuerdo con dicha regla”.
A su vez, los imperativos pueden ser de dos clases:
a) Cuando determinan la voluntad sólo en el caso de que ésta quiera alcanzar determinados objetivos,
podemos hablar de “imperativos hipotéticos” por ejemplo si quieres aprobar, tienes que estudiar. Son válidos
con la condición de que se quiera el objetivo que se proponen. Estos imperativos se configuran como reglas de
habilidad (cuando su finalidad consiste en un objetivo preciso, como en el caso anterior); como consejos de la
prudencia, cuando se proponen metas más generales, como por ejemplo la búsqueda de la felicidad.
b) Imperativos categóricos: son leyes prácticas que resultan ser validas incondicionalmente para el ser
racional. Solo los imperativos categóricos constituyen leyes morales. Estas son universales y necesarias.
La esencia del imperativo, consiste en que tenga validez en virtud de su forma de ley, gracias a su racionalidad.
La ley moral lo es en la medida en que prescribe que yo la respete en cuanto ley y es tal porque posee una
validez universal, sin excepciones.
La ley moral sólo puede ser formal y no material. Nuestra moralidad no depende, en última instancia de las
cosas que queremos, sino del principio por el cual las queremos. La esencia del imperativo categórico consiste
en ordenarme cómo debo querer aquello que quiero y no lo que debo querer. Por lo tanto la moralidad no
consistirá en lo que se hace, sino en cómo se hace lo que se hace.
Las fórmulas del imperativo categórico
“Actúa de modo que la máxima de tu voluntad tenga siempre validez, al mismo tiempo, como principio de
legislación universal, es decir, que tú máxima se convierta en ley universal”-
“Actúa de modo que consideres a la humanidad, tanto en tu persona como en la persona de todos los demás,
siempre como fin y nunca como simple medio”.
“Actúa de modo que la voluntad, con su máxima, pueda considerarse como legisladora universal con respecto
a sí misma” si bien es similar a la primera ésta pone énfasis a la voluntad y la otra énfasis en la ley.
La libertad como condición y fundamento de la ley moral
Adquirimos conciencia de libertad precisamente porque antes que nada tenemos conciencia del deber. El
imperativo que me ordena querer de acuerdo con la forma pura de la ley, en substancia me ordena la libertad.
La libertad es la independencia (de la voluntad) con respecto a la ley natural de los fenómenos, es decir, con
respecto al mecanismo causal. La libertad es el rasgo propio de aquella voluntad que puede ser determinada
por la forma pura de la ley, sin necesidad del contenido.
Conocemos primero la ley moral (el deber) en cuanto “hecho de la razón” y después inferimos de ella la
libertad, como su fundamento y condición.
El bien moral y el tipo de juicio
El contenido de lo bueno y lo malo no deben ser determinados antes de la ley moral, sino únicamente después
de ésta”. Esto significa que “no es el concepto del bien como objeto el que hace posible y determina la ley
moral, sino al revés la ley moral la que determina primero el concepto de bien, para que éste merezca de
manera absoluta dicho nombre”.
La filosofía critica de Kant: Vida y obras (L. Pedro Aguirre)
En la filosofía kantiana se reunieron las dos grandes tradiciones de la modernidad: el racionalismo y el
empirismo, en una síntesis que se dio a conocer con el nombre de filosofía critica o trascendental.
Kant dio lugar a un “giro copernicano” en sus concepciones, lo que se visualiza en el método y conocimiento
en general. Según esta nueva concepción, el entendimiento es el origen del orden general de la naturaleza. El
entendimiento será entonces para Kant el que las leyes a la naturaleza.
Juicios analíticos y Juicios sintéticos
Los juicios analíticos son aquellos en los que el predicado está implícitamente contenido en el sujeto. Estos
juicios son verdaderos, universales y necesarios y su verdad no necesita ser constatada en la experiencia, pero
no aumentan en nada nuestro saber. A estos juicios Kant los llama “a priori” porque son anteriores a la
experiencia.
Los juicios sintéticos son aquellos en que el concepto del predicado no está contenido en el sujeto. Esta clase
de juicios deben ser comprobados por la experiencia o percepción sensible, con lo cual aumentan nuestro
conocimiento pero a la vez son contingentes y particulares, es decir, no necesarios ni universales. Kant los
llama juicios a posteriori, es decir después de la experiencia.
Kant expresa que el verdadero conocimiento científico no puede estar compuesto por ninguno de éstos, sino
por los “Juicios sintéticos a priori”, juicios que aumentan nuestro saber sobre la realidad (nuevos
conocimientos) y que sin embargo no dejan de ser universales y necesarios. Esto llevará a la pregunta ¿Cómo
son posibles los juicios sintéticos a priori? Kant responde al problema general de la razón pura afirmando que
el conocimiento a priori de las ciencias es posible gracias a las formas puras del espíritu humano o formas a
priori del sujeto cognoscente cuyas fuentes principales son dos: la sensibilidad y el entendimiento.
Distinción entre fenómeno y noúmeno
Fenómeno: lo manifiesto, lo que aparece, lo que se muestra. En cuanto a objeto empírico se da al sujeto a
través de los sentidos.
Noúmeno: Objeto del pensamiento o seres inteligibles, en cuanto cosa en sí que no se puede conocer ya que
no aparece, es considerado o “pensado” como la causa no sensible de las representaciones dentro de la parte
de la crítica denominada estética trascendental.
La ética Kantiana: imperativo categórico
Kant propone una ética formalista y deóntica basándose en la idea de que la razón es la autoridad ultima de la
moral. Según Kant para que un acto sea moral debe ser emprendido desde un sentimiento del deber que dicta
la razón. En contraposición a las éticas eudemonistas que proponían como fin la búsqueda de la felicidad, la
ética kantiana establece que no se debe actuar para conseguir la felicidad, sino que se debe actuar
únicamente por puro deber, con lo cual el hombre se vuelve digno de felicidad, por no feliz necesariamente.
Para Kant la verdadera moral, no es heterónoma sino autónoma: solo obra moralmente el que actúa por
respeto al deber o a la ley sin razones distintas a este cumplimiento mismo, lo que significa que “obrar por
respeto al deber” u “obrar por respeto a la ley” equivale al obrar moral, que es diferente al obrar según la ley
(obrar legal).
La orden, el deber o la ley moral dictada por la razón es llamado imperativo categórico: “obra de tal modo que
puedas querer que la máxima de tu acción se convierta en una ley universal”. Éste se diferencia del imperativo
hipotético ya que este ultimo solo determinan la voluntad en el caso de que ésta quiera alcanzar
determinados objetivos.

Unidad Temática 2: El Ethos profesional


2.1 Distinción de la ética de otros campos Ética reflexiva y ética normativa. El compromiso ético propio del
ejercicio profesional.
2.2 Ética y deontología profesional en la praxis del psicólogo.

Lic. Paulina Spinoso ¿Qué es la Ética?


Kant planteó que hay una filosofía que interesa a todo ser humano, la filosofía en sentido cósmico, en tanto
“ciencia de los fines últimos de la razón humana”, que se formula estas cuatro preguntas: 1) ¿Qué puedo
saber? 2) ¿Qué debo hacer? 3) ¿Qué me es permitido esperar? 4) ¿Qué es el hombre? De estas preguntas
fundamentales, planteadas de la manera más original posible, la Ética intenta responder a la segunda.
La dificultad para asir su objeto hace que muchas veces se pierda entre otros, confundiéndose o diluyéndose.
Así sucede con los campos próximos. En lo teórico, con la Psicología, la Sociología y la Antropología Cultural.
En lo práctico, con lo técnico y con lo legal. De modo que se hace necesario recuperarlo cada vez y quizá más
importante que decir qué es la ética, sea decir qué no es.
¿Qué es la ética y qué no es?
Juicios de hecho y juicios de valor
Juicios de hecho: no sólo describen, sino que explican los hechos. Ej: Los argentinos desconfiamos de las
autoridades.
Juicios de valor: Nos preguntamos si está bien o mal actuar así.
Juicios de valor relativos: Enunciados de hechos que puede expresarse de tal forma que pierde toda apariencia
de juicio de valor. Vale aclarar de que a pesar de que se pueda mostrar que todos los juicios de valor relativos
son meros enunciados de hechos, ningún enunciado de hecho puede nunca ser ni implicar un juicio de valor
absoluto.
En ética no se trata de juicios de hecho, ni siquiera de juicios de valor relativos, sino de otra cosa.
Toda la suma de los juicios de hecho, es decir, todo el saber posible sobre el mundo, la realidad, lo que es, lo
que hay, no alcanza para fundar un sólo juicio de valor en sentido propio. Esto implica afirmar que la Ética es
irreductible a la Ciencia.
Ética y Ciencia: hay otra tendencia sobre la que debemos prevenirnos y es la de operar en el campo de la Ética
con los procedimientos propios de la Psicología, la Sociología, la Antropología cultural. Estas ciencias describen
o explican cómo y por qué son los comportamientos humanos, nada pueden decirnos sobre cómo deben ser o
qué los hace valiosos. La ciencia, puede decirnos mucho sobre la explicación de sus conductas o incluso sobre
su interpretación, pero nada sobre su justificación. Y éste es un tema de la Ética, que no debe entregar a la
Ciencia.
La ética se refiere no a lo que es sino a lo que puede ser, y dentro de este amplio campo, a lo que se presenta
para nosotros como exigencia de hacer algo para que sea, esto es el deber ser.
Lo ético y lo legal: Esta también es una confusión habitual, si se entiende por legal lo acorde con la ley positiva,
la ley escrita. Sabemos que algo puede ser legal sin ser por ello justo. También sabemos que la exigencia de
justicia es lo que nos lleva a modificar las leyes. Es la ley la que debe inspirarse en la justicia. Por otro lado,
sabemos también que si alguien hace lo justo sólo porque es legal - es decir, por ejemplo, por temor al castigo
-, ese acto podrá tener algún valor, pero no precisamente valor ético.
Ética y moral: ética es la posición subjetiva respecto de lo moral, el juicio valorativo que el sujeto realiza acerca
de la moral ¿Yo que debo hacer? Refiere al sujeto, la persona, el agente Moral: Costumbres socialmente
aceptadas, lo que está bien visto en una sociedad y tiempo determinado, normativos y códigos: Conductas
objetivadas que determinan desde fuera a la persona, aunque estén interiorizadas.
Moral es lo que se hace. Pero si preguntamos si la norma, el valor o la costumbre por la que se lo hace está
bien o mal, si se justifica o no, entonces estamos en el campo de la Ética.
Ética y Técnica: Técnica es el saber hacer en el campo de la praxis, el obrar. Vinculado al modo de relacionarse
con el otro. La Ética es el saber hacer en el campo de la producción del efectuar. Cuando una profesión tiene
por objetos personas y no cosas, su técnica necesariamente es ética.
Ethos y Pathos: El páthos se refiere a lo que padecemos, aquello por lo que estamos afectados, lo que nos
determina, lo que nos sucede. Refiere a nuestra posición pasiva. Êthos en cambio alude a nuestra acción, a lo
que hacemos suceder, a nuestra capacidad de gestión. Refiere entonces a nuestra posición activa. “Yo, ¿qué
debo hacer?”. El sujeto de esa enunciación es el sujeto de la Ética, quien debe hacerse responsable de las
respuestas que dé, y de los actos que surjan en consecuencia.

Niveles de reflexión ética Malandi

Concepto de “Reflexión” y sentido de sus “niveles”


La reflexión puede entenderse como una operación que la conciencia humana lleva a cabo en el marco de su
propio carácter de “autoconciencia” o “apercepción”.
En cuanto a los niveles de reflexión podemos pensar entonces lo “prerreflexivo” como un plano, o estrato, o
nivel, por “encima” del cual se establecen distintos planos, estratos o niveles “reflexivos”. El primero de éstos
corresponde a la reflexión espontánea, natural, cotidiana. De ese nivel resulta fácil distinguir el nivel propio de
la reflexión voluntaria e intelectualmente deliberada, sistemática, ordenada, atenta incluso a pautas
metodológicas. Ahí estamos ya en la razón reflexiva o, si se prefiere, en la reflexión raciocinante. En ambos
niveles estamos, sin embargo, volviendo la atención sobre nosotros mismos, sobre algo que nos es propio, sea
como individuos o como especie. Y eso lo expresamos lingüísticamente. Otro nivel de reflexión posible,
entonces, es el de la atención vuelta precisamente hacia esa expresión lingüística, y que tiene que expresarse
en un “metalenguaje”. Y aun podemos imaginar un cuarto nivel, en el que la reflexión, paradójicamente, toma
ya tanta distancia que parece “enderezar" la intentio ósea , deja de ser, precisamente, una reflexión. Veamos
cómo funciona esto en el caso del ethos.
Ethos prerreflexivo y ethos reflexivo
El ethos es un conglomerado de creencias, actitudes costumbres, códigos de normas, etc. Quizá en un sentido
lato todo ello pueda concebirse como “reflexivo”, pero en sentido estricto es preferible distinguir lo
“reflexivo” como una sección especial del ethos. Hablaremos, entonces, de ethos “prerreflexivo” y de ethos
“reflexivo”.
En el primero nos encontramos con la normatividad pura, no cuestionada aún, la conducta ajustada a
determinadas normas, simplemente, y las maneras de juzgar tal conducta, especialmente cuando ésta se
aparta de aquellas normas. Se pasa de ese nivel “prerreflexivo” a un primer nivel de reflexión. Se trata aquí de
una reflexión elemental, espontánea, que surge a consecuencia de discrepancias morales. Es el tipo de
reflexión que va adosado a la toma de conciencia de que el otro no juzga exactamente como yo. En el ethos
hay certezas, pero también hay dudas. La actitud de “pedir consejo” (Reflexión moral).
Un segundo nivel está constituido por las reflexiones que es necesario desarrollar cuando no nos
conformamos ya con saber, o con decir, qué se debe hacer, sino que nos planteamos la pregunta “por qué”, y
tratamos de responderla. Ahí se toma conciencia de que la reflexión no sólo es ineludible, sino también de que
hay que desarrollarla racional y sistemáticamente. Entramos ya en la ética. La búsqueda de fundamentos de
las normas y la crítica de aquellas normas que no nos parecen suficientemente fundamentadas, o de
propuestas de fundamentación que nos parecen deficientes o incorrectas, son las tareas más características
de este segundo nivel que constituye la “ética normativa”. Se sigue utilizando un lenguaje expresamente
valorativo. Pero se apela a la razón, a los argumentos en favor o en contra de determinadas normas.
Un tercer nivel es el de la “metaética”, o sea, un tipo de reflexión que analiza el significado y el uso de los
términos morales. La metaética constituye un “metalenguaje” con respecto al lenguaje normativo. En
principio, pues, pretende ser ya una reflexión no normativa sino “neutral”.
Finalmente, existe un cuarto nivel de reflexión ética, consistente en observar el fenómeno moral desde una
posición lo más apartada de él que sea posible. Se intenta, simplemente, describir la “facticidad normativa”.
No se toma posición respecto de si algo está “bien” o “mal”, ni si “se debe” o “no se debe” hacer. Sólo se dice
cómo es; se investiga qué se cree que se debe hacer, se comprueba cómo se comportan los seres humanos. A
este nivel de reflexión lo llamamos “ética descriptiva”. Por la distancia que se abre entre el observador y lo
observado, parece desvanecerse, desdibujarse el carácter "reflexivo”.

Visión panorámica de los cuatro niveles de reflexión ética:


El esquema de las circunferencias concéntricas señala, en el círculo central, cuatro aspectos generales
constitutivos del ethos:
1) El ethos prerreflexivo, o sea, el conjunto, no tematizado ni cuestionado, de creencias morales, actitudes
morales, códigos de normas, costumbres, etc. Es el fenómeno moral básico, del que participamos
necesariamente todos los seres racionales, el “piso” desde el que en todo caso se inicia cualquier reflexión
sobre cuestiones morales.
2) Las tareas de fundamentación y de crítica de normas, tareas que también forman parte del complejo
fenómeno del ethos. Ellas requieren ya una reflexión más fina y sistemática que la mera “reflexión moral”.
3) La “semiosis” del ethos, es decir, el lenguaje específico en el que se expresa lo normativo y lo valorativo. La
reflexión sobre la semiosis no puede ser ya expresada en el mismo lenguaje, sino que tiene que serlo desde un
“metalenguaje”.
4) La “facticidad” normativa como tal, es decir, la realidad empírica de las creencias, las actitudes, las
costumbres, los códigos, etc.; los aspectos objetivos de ese fenómeno, incluyendo los actos de reflexión sobre
el mismo. La “reflexión” sobre este aspecto no tiene carácter filosófico, sino científico (como en la
investigación que puede hacer un antropólogo acerca de las costumbres de una determinada etnia).
En la primera corona que sigue al círculo central están ubicados los cuatros niveles de reflexión respectivos.
La segunda corona permite separar las dos formas de reflexión “normativa” de las dos formas “neutrales”.
La última y más amplia corona, finalmente, permite distinguir las dos formas de reflexión filosófica (ética
normativa y metaética) de las dos no filosóficas (la reflexión moral, que es prefilosófica, y la ética descriptiva,
que es, más que reflexión, una modalidad de observación científica).
Los cuatro niveles pueden, en general, distinguirse muy fácilmente por el tipo de pregunta que cada uno trata
de responder:
(Reflexión moral): preguntas del tipo: “¿Debo hacer X?”.
(Ética normativa): preguntas del tipo: “¿Por qué debo hacer X?”.
(Metaética): preguntas del tipo: “¿Está bien planteada la pregunta anterior?” (y “¿Por qué sí o por qué no?”),
o bien: “¿Qué carácter tiene una expresión como “debo hacer”?, ¿es cognoscitiva o no cognoscitiva?, ¿Qué
función cumple?
(Ética descriptiva): preguntas del tipo: “¿Cree A qué debe hacer X?” (donde “A” puede ser un agente
individual, un pueblo, una cultura, un grupo religioso, una época, etcétera).
Podríamos decir, siempre en sentido muy general, que las preguntas del primer tipo solicitan un consejo; las
del tipo 2 piden justificación, o sea, fundamentos normativos; las del tipo 3 demandan aclaraciones sobre
significados y usos de los términos normativos, y las del tipo 4 reclaman concretas informaciones descriptivas.
La reflexión moral
La reflexión moral influye sobre la acción y justamente por eso concierne a la ética; y ésta, por su parte, como
veremos después, ejerce una peculiar influencia indirecta sobre la acción. La reflexión moral es practicada
especialmente por el predicador de moral, el “moralista”. Aunque la prédica, como tal, no sea esencialmente
reflexiva, el moralista necesita de la reflexión para reforzar su poder persuasivo. Todo ser humano puede ser
moralista, al menos por momentos, cada vez que dice a otros lo que deben o lo que no deben hacer. Para ello
suele ser imprescindible algún grado de reflexión.
La reflexión normativa (en sentido lato, es decir, tanto normativa como valorativa) es parte constitutiva del
ethos, y representa a menudo el punto de arranque de las reflexiones de ética normativa, en virtud de que,
como ya se vio, esas partes no son “compartimientos estancos”.
La ética normativa
En este nivel de reflexión la atención está dirigida, deliberada y conscientemente, a la cuestión de la validez de
los principios morales. La ética normativa es la búsqueda de los fundamentos de las normas y de las
valoraciones. Esta búsqueda va asociada indisolublemente a la crítica, es decir, al permanente
cuestionamiento de cada fundamentación.
La metaética
Hablar, como lo estamos haciendo ahora, acerca de la metaética, es también una forma de hacer metaética.
Esta se expresa en todo “metalenguaje” cuyo referente es algún aspecto lingüístico del ethos, y uno se
mantiene asimismo en el nivel metaético cuando señala que el ethos comprende, junto a su dimensión fáctica
(la “facticidad normativa”), una dimensión semiótica o lingüística.
La metaética implica, por parte de quien la práctica, un peculiar esfuerzo de distanciación con respecto a la
facticidad normativa en la que necesariamente está inmerso.
Lo que si corresponde a la metaética es examinar la validez de Ios argumentos que se utilizan para aquella
fundamentación que lleva a cabo la ética normativa.
La ética descriptiva
La “ética descriptiva” (a la que se puede llamar también “metamoral”) es el nivel de reflexión “exógena” por
excelencia. Esto quiere decir que la intentio reflexiva proviene de afuera del ethos, a diferencia de lo que
ocurre en la reflexión moral y la ético-normativa, donde la intentio proviene del ethos mismo. En la ética
descriptiva, dijimos, la reflexividad, en sentido estricto, se desvanece. En este nivel nos colocamos fuera del
edificio del ethos, aun cuando efectuemos un sondeo de su interior. Simplemente observamos, y describimos
lo que vemos. Las observaciones de la ética descriptiva intentan extraer información de la facticidad
normativa.
Consideraciones sobre la ética profesional: Gabriela Salomone
Una ética profesional asociada exclusivamente a la deontología genera un desdoblamiento de la función
profesional que toma entonces dos caras, si no opuestas, por lo menos idialectizables.
Podemos distinguir dos dimensiones:
Dimensión clínica: no se refiere exclusivamente al trabajo clínico, sino que con este termino nos interesa
señalar una perspectiva que toma en cuenta la dimensión del sujeto, la singularidad en situación. Constituye
un modo de lectura y abordaje sustentado en la categoría de lo singular. Introduce la lógica del sujeto, que
remite a una falta estructural. La dimensión clínica introduce una ética ligada a la prohibición fundante, nos
referimos a la lógica que la prohibición instaura. Las consideraciones de Freud y Lacan encuentran un punto de
contacto: Se trata de una ética de la descompletud, ya sea en términos de la renuncia pulsional constitutiva de
la condición humana, ya sea en términos de deseo, en tanto concepto alude a la falta estructural. Se trata de
una lógica de castración en ambos casos. Obvian por completo las normativas vigentes fundamentando las
respuestas en argumentos de índole exclusivamente clínica.
Dimensión normativa: Hace desvanecer la dimensión del sujeto, velando la lógica “no-todo” que le es
constitutiva. Toman como única referencia la letra de los codigos, y buscan allí la resolución del problema.
No se trata de obviar la existencia de uno de los dos campos, tampoco se trata de suprimir las diferencias y
con un afán conciliador establecer falsas coincidencias.
Deontología: Refiere a los deberes relativos a una practica determinada, los cuales, en su forma de enunciados
normativos se plasman los llamados “códigos de ética”. Se aboca al estudio de los deberes y obligaciones de
los psicólogos, lo cual incluye problemáticas propias de ese campo como confidencialidad, explotación,
competencia, idoneidad, integridad, ámbitos de incumbencia etc.
En cuanto a los códigos de ética profesional debemos destacar algunos puntos que consideramos de interés:
Establecen una serie de pautas que regulan nuestra práctica, funcionando como una referencia anticipada a
situaciones posibles y por venir.
Los códigos deben expedirse respecto a todos los casos posibles, en todas las circunstancias posibles, para
todos los sujetos posibles. Lo singular que un sujeto comporta no estará contemplado en la norma, este hecho
introduce el problema de la articulación entre el campo normativo y la clínica. Sin embargo debemos señalar
también que si la jurisprudencia es el conjunto de sentencias, entonces alude a los modos previos de
aplicación e interpretación de la norma.
Resumen el conocimiento alcanzado en el campo profesional hasta cierto momento histórico (estado del
arte), el cual funciona como fundamentos de las normativas. En este sentido, estado del arte y regulaciones
profesionales constituyen el conocimiento que antecede a una situación dada.
Las normativas de los códigos encuentran una referencia jerárquicamente superior en las normas jurídicas.
Por ejemplo en cuestiones relativas al secreto profesional.
Los códigos de ética, al ser reproducidos en el seno de una comunidad que participa de la comunidad mundial,
resumen los valores consensuados y sostenidos por la comunidad en su conjunto, no sólo la comunidad
profesional. En este sentido los códigos condensan los valores morales de un tiempo histórico determinado.
Este hecho conlleva consecuencias en dos sentidos distintos:
Por una parte los códigos deontológicos muestran el compromiso ético de resguardar al ser humano, velando
por los derechos fundamentales.
Por otra parte el hecho de que las normativas deontológicas resuman los valores morales de la época debe
también alertarnos sobre la posible existencia en los códigos de valores que aunque consensuados
históricamente, tiendan a la degradación del sujeto.
Problemática respecto a la aplicabilidad del código
Normas de excepción a las normas: en términos de los bienes jurídicos que las normas protegen, los codigos
de ética profesional. Las diferentes normativas tomarán predominantemente unos u otros. De allí que las
normas que plantean los casos de excepción a otras normas del mismo código ponen sobre el tapete el
problema del conflicto entre los derechos protegidos. Por ejemplo las normativas referidas al secreto
profesional se asientan en el derecho a la privacidad y a la confidencialidad, entonces el deber de
confidencialidad tiende a proteger los derechos mencionados. Ahora bien, la deontología establece también
las excepciones al deber de confidencialidad cuando existe justa causa, en la medida en que exista un interés
mayor de ser protegido.
La interpretación de la norma: cada norma contemplará una serie de casos que constituyen en su conjunto, en
tanto grupo de elementos que comparten una propiedad común. El problema surge frente a un caso real, no
ideal sino concreto; habrá que evaluar si una determinada situación esta contemplada en una determinada
norma y si en aquella se verifican los considerandos que son fundamento de ésta última. No es posible su
aplicación inmediata e indefectible sino que es necesario interpretarla.
Consideraciones sobre la posición ética
La autora considera dos posiciones subjetivas que pueden adoptarse: La moral (mera obediencia a la ley) y La
ética (cuestionamiento, posicionamiento, tener en cuenta la subjetividad).
En cuanto a la posición moral conlleva un doble engaño, por una parte sostiene la idea de una referencia
absoluta, mientras que por el contrario, es la misma letra del texto normativo la que convoca a la
interpretación. Por otra parte se fortalece en la idea de que “solo” se obedeció. Como si no existiera una
implicación del sujeto en la decisión de obedecer.
En cuanto a la posición de la ética, ninguna referencia funciona como de determinación absoluta. Al contrario,
el sujeto acepta ese punto de indeterminación radical que lo convoca a responder de un modo singular, aun
en el marco de la determinación. La disposición a interpretar la norma supone una mirada sobre el código que
se sustraiga a la intención dogmatizante, se trata de una posición subjetiva que acepta la lógica de la falta.
No se trata de plantear la disyunción entre ambos campos, sino, aun sosteniendo la diferencia, pensar su
articulación. Se trata de propiciar un mas allá de la responsabilidad jurídica, para dar lugar al campo de la
responsabilidad subjetiva. La posición del profesional podrá bascular entre una posición moral de acatamiento
a los roles asignados (para él mismo y para el sujeto en cuestión) y una posición ética del sujeto sobre el que
dirige su intervención. En este punto donde la noción de responsabilidad subjetiva adquiere relevancia
insoslayable.

Consideraciones sobre la ética profesional: dimensión clínica y campo deontológico- jurídico.


Gabriela Salomone

“La ética consiste esencialmente en un juicio sobre nuestra acción, haciendo la salvedad de que solo tiene
alcance en la medida en que la acción implicada en ella también entrañe o supuestamente entrañe un juicio,
incluso implícito. Jacques Lacan, 1960”.
Ética profesional es tomada como sinónimo de Deontología. Esta idea conlleva a ciertas dificultades.
Una ética profesional asociada exclusivamente a la deontología genera un desdoblamiento de la función
profesional que toma entonces dos caras. Se configura por una parte u profesional con deberes de ciudadano
abogando por los derechos de las personas, atendiendo a las exigencias sociales y legales de la profesión,
dirigiendo su práctica en funciones normativas, se encuentra el profesional que lidia con el sufrimiento del
paciente.
Se elide así una responsabilidad profesional ligada más a las coordenadas de nuestro objeto de estudio y
praxis: el sufrimiento psíquico del sujeto.
Por otra parte, pensar en la ética profesional en términos de pautas deontológicas genera la fantasía de que es
allí donde se configura la dimensión ética de la práctica.
La exigencia ética nos conduce a revisar estos puntos en los cuales la dimensión del sujeto queda elidida de la
ética profesional.
Si las prácticas de salud mental revisten gran complejidad en lo referente a la llamada Ética Profesional, esto
se debe al hecho de que esta última involucra, por una parte, el campo normativo (los códigos de ética, los
deberes profesionales, etc.), pero también habrá que considerar las exigencias de la dimensión clínica nos
presenta.
Cabe aclarar que la dimensión clínica no se refiere exclusivamente al trabajo clínico, sino que con este término
nos interesa señalar una perspectiva que toma en cuenta la dimensión del sujeto, la singularidad en situación.
El campo normativo configurado sobre una lógica de lo general recorta los problemas desde una perspectiva
particular. En cambio, la dimensión clínica constituye un modo de lectura y abordaje sustentado en la
categoría de lo singular.
La dimensión clínica introduce una lógica distinta. Lógica del sujeto, que remite a una falta estructural.
Una práctica sostenida en la deontología hace desvanecer la dimensión del sujeto, velando la lógica no-todo
que le es constitutiva. La vía de la decisión exige un gesto de suplementación, por definición sustentado en la
lógica de la falta. Primer paso: establecerla Ética profesional en su doble dimensión, campo normativo y
dimensión clínica. Segundo paso: reflexionar sobre puntos de encuentro y desencuentro entre esos dos
campos, lo cual supone sostener una tensión entre ellos que no se resuelve a través de una mera política de
exclusión.
El campo normativo: códigos deontológicos y orden jurídico.
La deontología refiere a los deberes relativos a una práctica determinada, los cuales, en su forma de
enunciados normativos se plasman en los llamados “códigos de ética”. E aboca al estudio de los deberes y
obligaciones de los psicólogos, lo cual incluye el tratamiento de ciertas problemáticas propias de ese campo,
tales como, confidencialidad, explotación, competencia, idoneidad, integridad, capacitación, respeto por los
derechos y dignidad de las personas, responsabilidad profesional y científica, ámbitos de incumbencia.
También se ocupa de los deberes y obligaciones de los psicólogos en lo referido a declaraciones públicas,
publicaciones, actividades de investigación, supervisión, docencia, etc.
Con respecto a los códigos de ética profesional debemos destacar algunos puntos que consideramos de
interés:
Establecen una serie de pautas que regulan nuestra práctica, funcionando como una referencia anticipada a
situaciones posibles y por venir.
Los códigos deben expedirse con respecto a todos los casos posibles, en todas las circunstancias posibles, para
todos los sujetos posibles. La norma ordena, pero la condición es que ordene más allá de uno a uno, haciendo
homogéneos a los “cada uno” en un “todos”. Se trata de la lógica jurisprudencial: un nuevo caso será
analizado en función de las categorías establecidas. En lo jurídico, la jurisprudencia es el conjunto de
sentencias basadas en determinada norma y el criterio que se establece sobre un problema dado a partir de
ese conjunto de sentencias.
Evidentemente lo singular que un sujeto comporta, siempre diverso y heterogéneo, no estará contemplado en
la norma; este hecho introduce el problema de la articulación entre el campo normativo y la clínica.
Resumen el conocimiento alcanzado en el campo profesional hasta cierto momento histórico (Estado del
arte), el cual funciona como fundamento de las normativas.
Las normativas de los códigos encuentran una referencia jerárquicamente superior en las normas jurídicas.
Respeto por los derechos y la dignidad de las personas.
El circuito queda conformado de la siguiente manera:
Los códigos de ética, al ser producidos en el seno de una comunidad que participa de la comunidad mundial,
resumen los valores consensuados y sostenidos por la comunidad en su conjunto, no solo la comunidad
profesional. En este sentido, los códigos condensan los valores morales de un tiempo histórico determinado.

La aplicabilidad del código


Otro aspecto de la complejidad relativa al campo deontológico- jurídico es el referido al problema de la
aplicabilidad de código. Tal complejidad no se refiere únicamente a la mencionada articulación de los códigos
con la dimensión clínica, sino que es en el seno mismo del campo normativo donde se verifican puntos de
conflicto.

Normas de excepción a las normas.


En términos de los bienes jurídicos que las personas protegen, los códigos de ética profesional velan por los
derechos a la privacidad, a la confidencialidad, la autodeterminación y la autonomía de las personas. Las
diferentes normativas tomaran predominantemente unos u otros. De allí que las normas que plantean los
casos de excepción a otras normas del mismo código ponen sobre el tapete el problema del conflicto entre los
derechos protegidos. Por ejemplo, las normativas referidas al secreto profesional; la deontología establece las
excepciones al deber de confidencialidad cuando existe JUSTA CAUSA.

La interpretación de la norma.
Habrá normas que contemplen las situaciones en las que rigen el deber de confidencialidad, otras
establecerán su suspensión. Existirán normas que se refieran a las situaciones en que se debe obtener el
consentimiento informado del paciente; otras que establecerán excepciones.
Una situación puntual:
Un paciente adulto, enfermo de SIDA, relata en su psicoterapia que mantiene relaciones sexuales con
diferentes partenaires sin los cuidados necesarios y sin informarles de su condición. ¿Qué debería hacer el
terapeuta ante esto y por qué?
Aquí veremos la problemática del secreto profesional, estamos frente a un paciente adulto agresor y un
tercero adulto en riesgo.
Incluir en el análisis la variable “responsabilidad del tercero en riesgo” relativizará la legitimidad de la
aplicación de la norma de excepción al secreto profesional. Por lo tanto, la aplicación de la norma no puede
ser automática. Cuando se trata de situaciones relativas al secreto profesional deberemos ponderar las
normativas de excepción junto a las que establecen el deber de confidencialidad, entre otros elementos. Las
peculiaridades del caso nos conducirán a tomar en cuenta, a su vez, diversos otros aspectos del estado del
arte (en el ejemplo planteado: noción de responsabilidad, riesgo de estigmatización y discriminación del
propio paciente, etc.).
La aplicación de la norma entonces supone un momento lógico anterior en que la mirada sobre el caso tienda
a identificar aquellos elementos que hagan de ese caso un caso ÚNICO en su especie.

Consideraciones sobre la posición ética


En el marco de la ética profesional, la dimensión clínica pone a jugar la lógica del sujeto por dos vías: como
referente ultimo de las decisiones en el campo deontológico, pero a su vez, en tanto soporte de esas
decisiones. En relación a estos dos aspectos, os preguntamos entonces por las implicancias clínicas de nuestra
decisión respecto de lo deontológico, pero también por nuestra posición en esa decisión.
La interpretación funda una lógica no- todo y convoca al sujeto, excluido en primera instancia, a responder.
El modo en que se responda a la interpelación, a ese llamado que surge del punto de inconsistencia del campo
normativo, da lugar a una cierta posición subjetiva que podrá configurarse o bien en una posición moral o bien
en una posición ética. Serán las posiciones subjetivas las que hagan consistir el campo normativo afianzándose
en una lógica del todo que excluye al sujeto; o bien, las que soportando el punto de inconsistencia, soporten
también la implicación en una decisión.
Así se configurarán dos posiciones distintas, que conllevan modos de lectura bien diferenciados.
El abordaje de campo normativo desde un posicionamiento MORAL, posición de mera obediencia, de
acatamiento frente a la referencia deontológica.
Una posición bien distinta es la posición ÉTICA de responsabilidad (diferenciada de la posición de obediencia).
En el campo de la responsabilidad subjetiva ninguna referencia funciona como determinación absoluta. Al
contrario, el sujeto acepta ese punto de indeterminación radical que lo convoca a responder de u modo
singular.

¿Cuál será el norte para interpretar la norma y ponderar su aplicación? Las decisiones no podrán basarse en la
moral del campo normativo, pero tampoco en la moral social. No se trata de tender hacia algún bien sostenido
en valores morales. Claramente, la Ética supone un modo de lectura sustentado en la lógica de la castración.
Será necesario entonces reflexionar sobre cuál va a ser la posición del psicólogo frente a esa referencia
deontológico- jurídica, cuando su responsabilidad profesional y la perspectiva ética también lo compelen a
considerar las implicancias clínicas de su decisión. Aquí la dimensión del sujeto nos orienta.
Debemos considerar que, abordando lo general de un caso y no lo singular, solo podremos aportar reflexiones
teóricas que eventualmente funcionen como marco para las decisiones clínicas. Por supuesto que un caso
tomado en su singularidad, atendiendo a sus peculiaridades únicas e irrepetibles, nos volverá a confrontar a la
inconsistencia radical.
La posición del profesional, entonces, podrá bascular entre una posición moral de acatamiento a los roles
asignados (para él mismo para el sujeto en cuestión), y una posición ética que propicia a su vez, un
posicionamiento ético del sujeto sobre el que dirige su intervención. Es en este punto donde la noción de
responsabilidad subjetiva adquiere relevancia insoslayable.

Responsabilidad profesional: las perspectivas deontológica, jurídica y clínica


Gabriela Z. Salomone

Introducción
La responsabilidad inherente al ejercicio de la profesión suele denominarse Responsabilidad Profesional, y
recae sobre todas las actividades que constituyen el ejercicio de la Psicología.
Los códigos deontológicos distinguen diversos aspectos de la responsabilidad del psicólogo. Se indica
expresamente una responsabilidad hacia los destinatarios de la práctica, hacia el público en general, hacia la
Psicología como profesión y hacia la Psicología como ciencia. Es decir, aunque con algunas diferencias, la
mayoría de los códigos contemplan una responsabilidad profesional y una responsabilidad científica, que
redundan en una responsabilidad social.
Los psicólogos ejercen su compromiso social a través del estudio de la realidad y promueven y/o facilitan el
desarrollo de leyes y políticas sociales que apunten, desde su especificidad profesional, a crear condiciones
que contribuyan al bienestar y desarrollo del individuo y de la comunidad.
La responsabilidad profesional en el campo deontológico
En este campo, la responsabilidad profesional se dirime en términos de pautas deontológicas y jurídicas que
generan obligaciones, regulando la práctica profesional. El psicólogo debe atender a las exigencias sociales y
legales de la profesión, dirigiendo su práctica en función de un sujeto de derecho. Los códigos deontológicos
resguardan los derechos de las personas; las normas protegen los derechos de aquéllos sobre los que se dirige
la intervención psicológica, estableciendo en coincidencia los deberes profesionales. Las normativas
deontológicas plasmadas en los códigos de ética profesional se organizan en relación a diferentes temáticas
(competencia, idoneidad, secreto profesional, investigación, docencia, etc.), y se fundamentan en los
principios generales establecidos por los propios códigos.
El campo deontológico muestra su compromiso ético con los derechos fundamentales. Los deberes y
obligaciones profesionales mencionados, y su contraparte en términos de derechos protegidos, configuran un
aspecto de la responsabilidad profesional que no permite desentenderse de la reflexión sobre la función del
Estado de Derecho y el alcance de las normativas deontológicas.
Responsabilidad Profesional y Mala praxis
Principios éticos generales, normativas deontológicas y regulaciones jurídicas son referencias regulatorias de
la práctica profesional de las que emanan una serie de obligaciones deontológico-jurídicas constitutivas de los
deberes profesionales. Si los códigos resguardan los derechos de los pacientes en tanto sujetos de derecho, y
esto trasunta en los códigos en términos de obligaciones profesionales, entonces existirán modos correctos y
modos incorrectos de sostener esa obligación jurídica. Los modos incorrectos redundarán en lo que se
denomina “mala praxis”.
La mala praxis constituye un concepto jurídico referido fundamentalmente a las conductas que ponen en
riesgo o dañan directamente aquellos bienes jurídicos tutelados por las leyes y, en consecuencia, también por
las normas deontológicas.
La mala praxis se configura en relación a la noción de responsabilidad civil que, como ciudadano, le compete al
psicólogo en relación al contrato de prestación de servicios (jurídicamente hablando) que establece con el
paciente o, para decirlo de un modo más general, con el destinatario de su labor. Se trata de la
responsabilidad civil derivada de las obligaciones civiles y profesionales que se establecen en el Estado de
Derecho. En este sentido, el propio profesional debe responder en ese campo en tanto sujeto de derecho.
Desde la perspectiva jurídica, la responsabilidad se contrae al incumplir una obligación; en otros términos, la
responsabilidad significa asumir las consecuencias de un daño, causado por acción u omisión. La
responsabilidad civil, entonces, consiste en la obligación que recae sobre una persona de reparar el daño que
ha causado a otro, sea en naturaleza o bien por un equivalente monetario (pago de una indemnización).
La Imprudencia es entendida como falta de tacto, de mesura, de cautela, falta de precaución, de
discernimiento y del buen juicio por parte del profesional de la salud, lo cual lo lleva a asumir riesgos
innecesarios. Es un acto positivo, que se realiza sin contar con todos los elementos requeridos.
La Negligencia es entendida como la falta de cuidado y abandono de las pautas ya estudiadas, probadas e
indicadas de tratamiento. Es un acto negativo; un psicólogo podría ser acusado de negligencia si no realiza la
interconsulta pertinente con un médico cuando sea necesario para, por ejemplo, descartar el origen orgánico
del cuadro (organicidad) a tratar y así arribar a un diagnóstico adecuado.
La Impericia significa la falta o insuficiencia de conocimientos sobre los procedimientos básicos o elementales
para la atención de un caso, que se presumen y se consideran adquiridos por la obtención del título
profesional y el ejercicio de la profesión. Es un elemento negativo (por ejemplo, equivocar un diagnóstico y
basar el tratamiento sobre ese diagnóstico errado). Se define entonces por la falta total o parcial de pericia,
entendida como la sabiduría, los conocimientos científicos y técnicos, la experiencia y la habilidad en el
ejercicio de la profesión.
La Inobservancia de los reglamentos o deberes a su cargo (apartamiento de la normativa legal aplicable). Es
también un hecho negativo que casi siempre es acompañado por una actitud de indiferencia o de negación
respecto de las disposiciones dictadas por una norma o por un reglamento a cumplir. Acontece cuando,
existiendo una normativa positiva (por ejemplo, ley de internación psiquiátrica, códigos de ética, etc.) o una
exigencia verbal o escrita ordenada por un superior responsable, el subalterno no le da cumplimiento,
generando un resultado indeseable.
La responsabilidad penal, se debe tener en cuenta que la mala praxis no está tipificada como delito. En
cambio, sí se sancionan las consecuencias de una mala praxis, por ejemplo, los homicidios o lesiones culposas.
Responsabilidad Profesional y dimensión clínica
La responsabilidad considerada en el campo jurídico en términos de responsabilidad civil y penal constituye
una forma de responsabilidad individual. En esas formulaciones queda claro que el psicólogo no puede eludir
las consecuencias de sus decisiones (acciones u omisiones) cuando éstas causen un daño, siendo ése el caso
en el que deberá responder ante la Justicia. El psicólogo en ese campo responderá en tanto sujeto de derecho,
con el objetivo de reparar un perjuicio causado a otro sujeto de derecho. En suma, se trata de la
responsabilidad profesional que se constituye en los términos de la responsabilidad jurídica (civil y/o penal),
referida a las obligaciones jurídicas a las que se debe responder en el ejercicio de la profesión.
IMPOORTANTE… La Ética Profesional involucra, por una parte, el campo normativo que sustenta las exigencias
sociales, legales y deontológicas de la profesión (códigos de ética, deberes profesionales), pero también habrá
de considerar las exigencias que la dimensión clínica presenta. Una noción de ética profesional que contemple
estos dos campos, el deontológico-jurídico y la dimensión clínica, permite establecer una noción de
responsabilidad profesional que, aunque más compleja, apunta más nítidamente al corazón de nuestra
práctica. Campo normativo y dimensión clínica dan cuenta de diferentes aspectos de la responsabilidad
profesional. Mientras el campo normativo se fundamenta en el sujeto del derecho, la dimensión clínica nos
ubica frente al sujeto del sufrimiento psíquico, y la responsabilidad profesional nos compele a decisiones que
tengan en cuenta ambas dimensiones.
El encuentro entre la dimensión clínica y el campo normativo (deontológico-jurídico) constituye puntos
conflictivos que generan dilemas éticos. En este punto, y en función de la complejidad de la responsabilidad
profesional, el psicólogo no puede eximirse de la responsabilidad a la que una decisión en sentido pleno lo
compromete: “Los códigos son guías para la práctica, pero que nunca podrán sustituir el discernimiento del
profesional que se encuentra en la situación y, por lo mismo, nunca reemplazarán su responsabilidad en la
toma de decisión”.

Ley Provincial 9.538 del Ejercicio profesional de los Psicólogos y creación del Colegio

La Legislatura de la Provincia de Santa Fe sanciona con fuerza de Ley:

Título I - de la actividad profesional de los psicólogos


Capítulo I - parte general
Art. 1º. En el territorio de la provincia de Santa Fe, el ejercicio de la Psicología, en todas sus especialidades,
queda sujeto a las disposiciones de la presente Ley, su reglamentación y el Estatuto del Colegio de Psicólogos
que en su consecuencia se dicte. El contralor del ejercicio de dicha profesión y el gobierno de la matrícula
respectiva se practicará por medio del Colegio de Psicólogos de la Provincia de Santa Fe.
Art. 2º. A los efectos de la presente Ley se considerará ejercicio profesional de la Psicología a la aplicación de
técnicas en el estudio y modificación de la conducta humana normal y/o patológica, tendiendo a la prevención
de la enfermedad psíquica, la conservación o recuperación de la salud mental y el desarrollo pleno de las
potencialidades de la personalidad.
Asimismo, se considerarán ejercicio de la profesión de Psicólogo, las tareas de investigación en las diversas
áreas de aplicación de la Psicología, la elaboración de nuevos métodos y técnicas de trabajo, y el control de la
enseñanza o difusión del saber psicológico y sus técnicas.
Capítulo II - de las especialidades y ámbitos de aplicación
Art. 3º. Con el objeto de delimitar el ejercicio de la Psicología, se establecen las siguientes especialidades:

A) Psicología Clínica: Comprende la exploración diagnóstica de la estructura, dinámica y desarrollo de la


personalidad; la orientación psicológica para la prevención de patología; y el diagnóstico, pronóstico y
tratamiento de los conflictos psicológicos en curso, así como otras actividades que requieran el uso de
instrumentos y técnicas psicológicas.

B) Psicología Educacional: Comprende la investigación, prevención y orientación en relación a los factores


psicológicos que inciden en los distintos niveles comprometidos en el proceso de la enseñanza y
de¡ aprendizaje, con el fin de crear el clima más favorable para su éxito, analizando y dando tratamiento
median- te sus técnicas específicas a los problemas que gravitan en la tarea educativa.

C) Psicología Social:
a) en el ámbito laboral: Comprende la orientación profesional, el asesoramiento de las empresas en relación
con sus dependientes, tendiendo a que la integración entre individuos y trabajo favorezca el desarrollo de su
personalidad y la detección de conflictos tanto individuales como grupales.
b) en el ámbito jurídico: Comprende el estudio y prevención de las conductas delictuosas; la asistencia
psicológica en la rehabilitación del penado; la orientación psicológica del liberado y sus familiares; y la
realización de peritajes judiciales conforme a la preceptiva vigente.
c) en el ámbito social: Comprende el estudio del comportamiento del hombre en grupos, las relaciones de los
grupos entre sí y lasmodificaciones de dichas relaciones cuando sean conflictivas. Incluye también la
investigación de las motivaciones y conductas de los grupos sociales y de la opinión pública, el estudio de las
instituciones y el esclarecimiento de los conflictos interpersonales e intergrupales dentro de las mismas.

Art. 4º. El ejercicio de la Psicología se desarrollará en los siguientes ámbitos de actuación profesional:

a) Se entenderá por ámbito de la Psicología Clínica la esfera de acción que se halla en Hospitales Generales,
Hospitales de Niños, Hospitales Psiquiátricos, Neuropsiquiátricos, Centros de Salud Mental, Centros de
Rehabilitación de Discapacitados de cualquier tipo, Comunidades Terapéuticas, Hogares de Menores, Clínicas,
Sanatorios, Consultorios Privados y en todo otro ámbito público o privado con finalidades análogas.
b) Se entenderá por ámbito de la Psicología Educacional la esfera de acción que se halla en las Instituciones
Educativas de todos los niveles (preescolar, primario, secundario, terciario y universitario, en Escuelas
Diferenciales, Guarderías Infantiles, Centros de Orientación Vocacional, Consultorios Psicopedagógicos y de
más Instituciones privadas u oficiales de igual finalidad.
c) Se entenderá por ámbito de la Psicología laboral la esfera de acción que se halla en las Empresas, como
asimismo en los Gabinetes o Instituciones que tengan por finalidad la práctica de las actividades mencionadas
en el inciso C/a. del artículo precedente.
d) Se entenderá por ámbito de la Psicología Jurídica la esfera de acción que se halla en los Tribunales de
Justicia, Institutos Penales, Institutos de internación de menores, Organismos Policiales, y demás
dependencias afines.
e) Se entenderá por ámbito de la Psicología Social la esfera de acción que se relaciona con todas las
instituciones, grupos y miembros de la comunidad, que, en cuanto fuerzas sociales, afectan la conducta
de¡ individuo.

Art 5º. La enumeración de las ramas y campos previstos en los dos artículos precedentes no limita la
promoción de nuevas especialidades que, desprendiéndose de¡ tronco de la Ciencia psicológica, requieran su
formación particular y aplicación específica para un mejor servicio a la comunidad, determinando nuevas
áreas ocupacionales.

Capítulo III - de los psicólogos


Art. 6º. En cualquiera de los campos de aplicación de la Psicología, el Psicólogo será el profesional
específicamente capacitado para la aplicación de técnicas psicométricas, proyectivas y psicoterapéuticas
individuales y/o grupales. Solamente se encuentran autorizados para el ejercicio de dicha profesión aquellas
personas que como consecuencia de haber cursado una carrera universitaria mayor posean título habilitante
de Psicólogo o Licenciado en Psicología, previa obtención de la matrícula otorgada por el Colegio de Psicólogos
respectivo y con arreglo de las disposiciones de¡ artículo siguiente.

Art. 7º. Podrán ejercer la profesión de Psicólogos.


a) Los que tienen título válido y habilitante de Psicólogo o Licenciado en Psicología expedido por una
Universidad Nacional o Privada autorizada conforme a la legislación universitaria y habilitado de acuerdo con
la misma.
b) Los que tengan título equivalente otorgado por una Universidad Extranjera de igual jerarquía, perteneciente
a un país con el que exista tratado de reciprocidad, habilitado por una. Universidad Nacional.
c) Los que tengan título equivalente otorgado por una Universidad Extranjera de igual jerarquía y que
hubiesen revalidado el mismo en una Universidad Nacional.
d) Los profesionales extranjeros con título equivalente de prestigio internacional reconocido y que estuvieran
de tránsito en el país cuando fueran requeridos en consulta sobre asuntos de su exclusiva especialidad previa
autorización precaria a ese solo efecto, que será concedida por el Colegio de Psicólogos a solicitud de los
interesados y por un plazo de seis meses, no pudiendo ejercer la profesión privadamente.
e) Los profesionales extranjeros con título equivalente contratados por Instituciones públicas o privadas con
finalidades de investigación, asesoramiento, docencia y/o para evacuar consultas de dichas instituciones,
durante la vigencia de¡ contrato y dentro de los límites del mismo, no pudiendo ejercer la profesión
privadamente.

Capítulo IV - de las facultades - obligaciones y prohibiciones

Art. 8º. El Psicólogo podrá ejercer su actividad en forma individual y/o integrando equipos interdisciplinarios,
en instituciones o privadamente. En ambos casos podrá hacerlo a requerimiento de especialistas de otras
disciplinas o de personas que por propia voluntad soliciten asistencia profesional.

Art. 9º. Los profesionales que ejerzan la psicología de conformidad con las prescripciones de la presente Ley,
están facultades para:

a)Promover la internación en establecimientos públicos o privados a las personas que por trastornos de su
conducta signifiquen peligro para su propia integridad o para la de terceros, o porque su estado psíquico así lo
requiera.

b) Certificar las prestaciones o servicios que efectúan, así corno también las conclusiones diagnosticas
referentes a estados psíquicos de las personas en consulta.

e) Efectuar interconsultas y/o derivaciones a otros profesionales de la salud, cuando la naturaleza del
problema de la persona que acude a consulta así lo requiera.

Art. 10º. Los profesionales que ejerzan la Psicología están obligados, sin perjuicio de lo que establezcan las
demás disposiciones legales, reglamentarias o estatutarias, a:

a)Dar por terminada la relación de consulta o tratamiento psicológico cuando la misma no resultara
beneficiosa para su consultante o paciente. Cuando la sintomatología del consultante o paciente revelare que
la etiología de su afección pudiere ser exclusiva, prevalente o concurrente de índole somática, el Psicólogo
estará obligado previamente a la iniciación o continuación del tratamiento a discernir mediante interconsulta
con profesionales médicos el modo de descartar la posibilidad de compromiso somático en el caso.
b) Prestar la colaboración que le sea requerida por las autoridades sanitarias en caso de epidemias, desastres
u otras emergencias.
c) Someter el texto de cualquier anuncio o publicidad que realice a la autorización previa y obligatoria del
respectivo Colegio de Psicólogos.
d)Guardar el más riguroso secreto sobre cualquier diagnóstico, prescripción o acto profesional, salvo las
excepciones establecidas por la legislación de fondo o en los casos en que la parte interesada lo relevare
expresamente de dicha obligación. El secreto profesional deberá guardarse con idéntico rigor respecto de los
da- tos o hechos de que los psicólogos tomaren conocimiento en razón de su actividad profesional.
e) Mantenerse permanentemente informado respecto de los progresos concernientes a su disciplina,
cualquiera sea su especialidad.
f)Proteger a los examinados asegurándoles que cuando necesite practicar pruebas psicológicas con propósitos
de diagnóstico, tratamiento, clasificación, enseñanza o investigación, las mismas y sus resultados se utilizarán
de acuerdo con las normas profesionales.

Art. 11º. El consultorio donde el psicólogo ejerza su actividad, deberá estar instalado de acuerdo con las
exigencias de su práctica profesional, debiendo exhibirse en lugar bien visible del mismo el diploma, título o
certificado habilitante.

Art 12º. El psicólogo debe identificar el consultorio donde ejerce con una placa o similar en donde figure su
nombre, apellido, título y especialidad si la hubiere. Dicho ámbito no deberá ostentar ningún tipo de elemento
de carácter político, ideológico o religioso, que pueda identificarlo respecto a actividades que no estén
estrictamente relacionadas con su profesión.

Art. 13º. Queda prohibido a los profesionales psicólogos:

a)Prescribir, administrar, o aplicar medicamentos, electricidad o cualquier agente mecánico o químico


destinado al tratamiento de las enfermedades de las personas.
b) Aplicar, en la práctica de su profesión, técnicas y procedimientos que no hayan sido previamente
experimentados y aprobados en los centros universitarios o científicos del país o del extranjero con prestigio
reconocido, como asimismo, usar procedimientos compatibles con la metodología científica que fundamenta
el trabajo de la psicología.
e) Participar honorarios entre psicólogos o con cualquier otro profesional, sin perjuicio del derecho de
presentar honorarios en conjunto o separadamente según corresponda.
d)Ejercer la profesión mientras padezcan enfermedades psíquicas infectocontagiosas debidamente
diagnosticadas por profesionales competentes.
e) Transgredir las disposiciones de la presente Ley relativas al secreto profesional.
Título II - del Colegio de Psicólogos de Santa Fe
Capítulo I - creación y régimen legal
Art. 14º. Créase en la Provincia de Santa Fe el Colegio de Psicólogos, el que funcionará con el carácter de
persona jurídica de Derecho Privado en ejercicio de funciones públicas.
A los efectos de su funcionamiento, se divide en dos circunscripciones con jurisdicciones territoriales análogas
a las que corresponden a la Justicia Provincial, y con sus respectivos asientos en las ciudades de Santa Fe y
Rosario.

Art. 15º. La organización y funcionamiento del Colegio de Psicólogos


se regirá por la presente Ley, su reglamentación y por los Estatutos, Reglamentos Inter- nos- y Código de Etica
Profesional que en su consecuencia dicten, amén de las resoluciones que las instancias orgánicas del Colegio
adopten en el ejercicio de sus atribuciones.
En las situaciones no previstas por dicho encuadra- miento normativo, será de aplicación subsidiaria la Ley
Provincial N' 3.950 (t.o.) en tanto resulte compatible con el espíritu y finalidades de aquél.
Capitulo II - de los fines y miembros
Art. 16º. El Colegio de Psicólogos tendrá como finalidad primordial, sin perjuicio de los cometidos que
estatutariamente se le asignen, el elegir a los organismos y tribunales que en representación de los colegiados
establezcan un eficaz resguardo de las actividades de la psicología, un contralor superior en su disciplina y el
máximo de control moral en su ejercicio.
Propenderá asimismo al mejoramiento profesional en todos los aspectos, fomentando el espíritu de
solidaridad y recíproca consideración entre los colegas y contribuirá al estudio y solución de los problemas que
en cualquier forma afecten al ejercicio profesional y a la salud pública.

Art. 17º: Son miembros de¡ Colegio de Psicólogos de la Provincia de Santa Fe, quienes ejerzan dicha profesión
en el ámbito de su territorio y con arreglo a las disposiciones de la presente Ley.

Capitulo III - de las autoridades

Art 18º. El Gobierno del Colegio será ejercido por:


a)El Consejo Directivo Provincial.
b) El Directorio de cada Circunscripción.
e) La Asamblea de Colegiados de cada Circunscripción.
d)El Tribunal Etica Profesional y Disciplina.

Art. 19º. El Consejo Directivo Provincial es la máxima autoridad representativa del Colegio. Su acción se
ejecuta por intermedio de los Directorios de cada una de las respectivas Circunscripciones.
Estará constituido por un Presidente, un Vice-Presidente, un Secretario y dos Vocales. Deberá reunirse en cada
ocasión en que sea citado por su Presidente, podrá sesionar válidamente con tres de sus miembros y adoptará
sus decisiones por mayoría simple. La presidencia será ejercida por uno de los Presidentes de Directorio, quien
será asistido por el Secretario y un Vocal del Directorio de su Circunscripción, correspondiendo la Vice-
Presidencia y la restante vocalía al Presidente y Vice, respectivamente, del Directorio de la otra
Circunscripción. Los presidentes de Directorio y demás miembros turnarán anualmente en tales funciones,
practicándose la primera designación por sorteo, el que tendrá lugar en la reunión de Constitución del
Consejo.
Son sus atribuciones, sin perjuicio de las que estatutaria o reglamentariamente se le asignen, las siguientes:

1 - Asumir la representación del Colegio ante los poderes públicos y otras personas físicas o jurídicas, en
asuntos de orden general.
2 - Dictar resoluciones para coordinar la acción de los Directorios de Circunscripción, unificar procedimientos
y mantener la unidad de criterio en todas las actuaciones del Colegio.
3 - Elevar al Poder Ejecutivo el Estatuto o sus reformas que fueren resueltas por las respectivas Asambleas de
Colegiados de Circunscripción.
4 - Intervenir ante las autoridades para colaborar en el estudio de los proyectos o adopción de resoluciones
que tengan atinencia con el ejercicio profesional de la Psicología y/o la salud Pública.

Art. 20º. El Directorio de cada Circunscripción representa al Colegio en el ámbito de su jurisdicción, siendo sus
atribuciones sin perjuicio de las que estatutariamente se le asignen, las siguientes:

1. Llevar la matrícula de los Psicólogos, inscribiendo en la misma a los profesionales que lo solicitaren con
arreglo a las prescripciones de la presente Ley, y llevar el registro profesional..
2.Vigilar el estricto cumplimiento por parte de los colegiados de la presente Ley, el Estatuto, los Reglamentos
Internos y el Código de Etica, como asimismo de las resoluciones que adopten las instancias orgánicas del
Colegio en ejercicio de sus atribuciones.
3.Combatir el ejercicio ¡legal de la profesión del Psicólogo en todas sus formas, practicando las denuncias ante
las autoridades u organismos pertinentes.
4.Dictar los Reglamentos Internos, los que serán sometidos a la aprobación de las Asambleas que se
convocarán a los fines de su tratamiento.
5. Practicar la convocatoria a elecciones.
6.Ejercer la representación legal del Colegio en el ámbito de su respectiva jurisdicción.
Art. 21º. Los Directorios de Circunscripción estarán compuestos por un Presidente, un Vice-Presidente,
Secretario, Tesorero, cuatro Vocales Titulares, cuatro Suplentes, un Síndico Titular y un Síndico Suplente.
Todos ellos durarán dos años en sus respectivos cargos y serán electos por voto directo y secreto de los
colegia- dos de cada Circunscripción, pudiendo ser reelectos.
A los fines de la elección de los miembros del Directorio, los Colegiados gozarán de las más amplias facultades
para constituir listas de candidatos, con arreglo a lo que determinen los Estatutos, debiendo solicitar su
homologación ante la Junta Electoral en los plazos, formas y con los requisitos personales que
estatutariamente se precisen.
Las funciones específicas que correspondan a cada uno de los miembros del Directorio, corno asimismo la
integración y atribuciones de la Junta Electoral a que alude el párrafo anterior, serán determinados por los
Estatutos y Reglamentos que en consecuencia de esta Ley se dicten.
Art. 22º. Las Asambleas de Colegiados podrán ser ordinarias y extraordinarias. Las ordinarias serán convocadas
por el Directorio de cada una de las Circunscripciones, en el segundo trimestre de cada año a efectos de tratar
asuntos generales o particulares de incumbencia del Colegio o relativos a la profesión en general. Las
extraordinarias serán citadas por el Directorio a iniciativa propia o a pedido de una quinta parte de los
colegiados de la Circunscripción respectiva, a los fines de tratar asuntos cuya consideración no admita dilación.

En cualquier caso, la convocatoria deberá hacerse con antelación no menor de cinco (5) días hábiles,
garantizando la publicación adecuada del evento y la di- fusión del correspondiente orden del día. Tendrán voz
y voto en las Asambleas todos los colegiados con matrícula vigente, sin restricciones de ninguna índole.
Las Asambleas sesionarán válidamente con un tercio de los colegiados presentes, pudiendo hacerlo media
hora después del horario fijado en la convocatoria con la cantidad de colegiados asistentes cualquiera sea su
número. Adoptarán sus decisiones por mayoría simple, con excepción de la aprobación o reformas en el
Estatuto, Reglamento Interno o Código de Ética Profesional y de la remoción de alguno de los miembros del
Directorio lo que deberá contar con el voto favorable de los dos tercios de los miembros presentes.
Art. 23º. El Colegio, por medio de la Asamblea, podrá imponer a los colegiados una contribución o cuota, la
que podrá ser actualizada en su monto por el Directorio. Podrá requerir también de aquellos, las
contribuciones extraordinarias y promover toda otra iniciativa tendiendo a obtener los fondos que hagan al
sostén económico de la Institución.
Art. 24º: El Tribunal de Ética Profesional y Disciplina tendrá potestad exclusiva para el juzgamiento de las
infracciones a la ética profesional y a la disciplina de los Colegiados con arreglo a las disposiciones sustanciales
y rituales del Código de Ética y del Reglamento Interno que en consecuencia de esta Ley se dicten, las que en
cualquier caso deberán asegurar la garantía del debido proceso.
El Tribunal de Ética Profesional y Disciplina de cada Jurisdicción estará compuesto por tres colegiados, los que
serán electos por voto secreto de sus pares por el mismo plazo y de idéntico modo que los miembros del
Directorio, pudiendo constituir listas completas con aquéllos.
Capitulo IV - de la matriculación
Art. 25º. La matriculación es el acto por el cual el Colegio otorga la autorización para el ejercicio profesional en
el ámbito de la Provincia, previa inscripción y registro del título en la matrícula que a esos efectos llevará cada
uno de los Directorios de Circunscripción. Dicha autorización se materializará con la entrega de la
correspondiente credencial en la que deberán constar los datos de la matriculación.
La credencial deberá ser devuelta al Colegio en los casos en que la matrícula sea cancelada o suspendida,
implicando ello la inhabilitación para el ejercicio profesional.
Art. 26º. Para tener derecho a la inscripción en la matrícula, se requerirá:

a) Fijar domicilio real y legal en el territorio de la Provincia.


b) Acreditar documentadamente encontrarse en alguna de las situaciones previstas en los incisos a), b) o e),
del art, 7 de la presente Ley.
e) No concurrir a ninguna de las causas de cancelación de la matrícula especificadas en la presente Ley.

Art. 27º. La inscripción en la matrícula enunciará, de conformidad con la solicitud documentada que presente
el interesado, su nombre, fecha y lugar de nacimiento; fecha del título y Universidad que lo otorgó; domicilio
real y legal y lugares en donde ejercerá la profesión, siendo obligación del Psicólogo colegiado mantener
permanentemente actualizados dichos datos.
Art. 28º: Son causas para la cancelación de lamatrícula:

a)La muerte del profesional. b) Las enfermedades físicas o mentales que inhabiliten para el ejercicio
profesional, mientras éstas duren.
c) La condena por sentencia firme y con motivo del ejercicio de la profesión o penas por delitos contra la
propiedad, la fe pública o la salud de las personas, como asimismo la inhabilitación profesional dispuesta
judicialmente.
d) Las suspensiones por más de un mes en el ejercicio profesional dispuestas por el Tribunal de Ética y
Disciplina del Colegio, cuando se reiteraren en tres oportunidades.
e) El pedido del propio colegiado o la radicación de su domicilio fuera del territorio de la Provincia.
f) La jubilación o pensión que establecieron en favor del colegiado las cajas de previsión exclusivamente
profesionales, a partir del derecho a la percepción efectiva de haberes.
Transcurridos dos años desde el cumplimiento de la tercera sanción a que alude el inciso d),o tres años de
cumplida la pena o inhabilitación a que alude el inciso e), el profesional podrá solicitar nuevamente su
inscripción en la matrícula, la que se concederá exclusivamente previo dictamen favorable del Tribunal de
Etica y Disciplina.

Capitulo V - disposiciones transitorias

Art. 29º. El Poder Ejecutivo reglamentará dentro de los noventa días siguientes a la promulgación de esta Ley,
la forma, modo y plazos en que tendrá lugar la matriculación originaria, la designación de organizadores, la
redacción de los Estatutos y la elección de las primeras autoridades del Colegio.

Art. 30º. Comuníquese al Poder Ejecutivo


Dada en la Sala de Sesiones de la Legislatura de la Provinciade Santa Fe, a los ocho días del mes de noviembre
de mil novecientos ochenta y cuatro.
José Antonio Reyes, Presidente Cámara de Diputados - CPN. Raúl Stradella, Presidente Provisional del Senado-
Dr. Omar Julio El Hall¡ Obeid, Secretario Cámara de Diputados –Dr. Roberto Joaquín Vicente, Secretario
Legislatura.
Ministerio de Gobierno. Registro Gral. de Leyes, 14 Nov, 1984.
DECRETO Nº 4263
Santa Fe, 30 de noviembre de 1984
El Gobernador de la Provincia
Visto:
La aprobación de la Ley que antecede N' 9.538 efectuada por la H. Legislatura,
Decreta:
Promúlgasela como Ley del Estado, insértese en el Registro General de Leyes con el sello oficial, publíquese en
el Boletín Oficial, cúmplase por todos a quienes corresponde observarla y hacerla observar. José María Vernet-
Eduardo Rubén Cevallo-Víctor Félix Reviglio.

Estatuto Colegio de Psicólogos de Santa Fe


Provincia de Santa Fe | Ley 9538

Capítulo I
Denominación. Domicilio. Fines
Art. 1º: Nombre. Circunscripción
En cumplimiento de lo dispuesto por la ley 9.538 queda constituido el Colegio de Psicólogos de la Provincia de
Santa Fe, entidad que funcionará con el carácter de persona jurídica de derecho privado en ejercicio de
funciones públicas. A los efectos de su funcionamiento se divide en dos circunscripciones territoriales (primera
departamentos La Capital, Las Colonias, Garay, San Javier, San Jerónimo, San Justo, Castellanos, San Cristóbal,
9 de julio, San Martín, Vera y General Obligado y tendrá como asiento la ciudad de Santa Fe; segunda
circunscripción comprende los departamentos Rosario, Iriondo, Belgrano, Caseros, Constitución, San Lorenzo y
General López y tendrá asiento en la ciudad de Rosario).

Art. 2º: Normas de funcionamiento


La organización y funcionamiento del Colegio de Psicólogos se regirá por el presente Estatuto y sus
reglamentos internos, amén de las resoluciones que las instancias orgánicas del Colegio adopten en el
ejercicio de sus atribuciones.

Art. 3º. Fines


Son fines del Colegio de Psicólogos:
a) Nuclear a todos los psicólogos de la jurisdicción en el marco de la consideración y respeto recíproco, sin
discriminaciones ni sectarismos de ningún tipo, tendiente a integrar a los profesionales de las distintas
regiones de la provincia, de las diversas especialidades y actividades, así como de las diferentes corrientes del
pensamiento científico, propendiendo al debate y confrontación de criterios y experiencias con miras a la
superación de la actividad profesional.
b) Defender los intereses profesionales y gremiales, propendiendo al progreso científico y profesional de los
Psicólogos, jerarquizando la profesión y cuidando su, ejercicio correcto y responsable.
c) Velar por el cumplimiento de las reglas éticas que deberán regir la relación con sus colegas y otros
profesionales de la salud, con los Pacientes y sus familiares y hacia la sociedad.
d) Defender la adecuada remuneración del trabajo profesional, tendiendo a garantizar una justa retribución
del profesional que se desempeña en relación de dependencia y garantizando a los mismos un adecuado nivel
de vida.
e) Defender a los colegiados en las cuestiones que pudieran suscitarse con los organismos del Estado, los
empleadores o entidades privadas de cualquier tipo.
f) Propender al mejoramiento del servicio de atención de salud mental de la población.
g) Promover la capacitación permanente de sus colegiados, organizando actividades de actualización y
perfeccionamiento científico y estableciendo un ámbito de confrontación y debate entre las diversas
corrientes científicas del saber profesional.
h) Afianzar la solidaridad gremial y profesional y el respeto científico entre los colegas.
i) Promover actividades de carácter recreativo y social de los colegiados.
j) Apoyar la acción de los organismos previsionales, instituyendo mecanismos propios que aseguren la
solidaridad social entre los colegas.
k) Regular la inscripción de la matrícula para sus colegiados y las condiciones para la inscripción en los
registros de especialidades.
l) Combatir el ejercicio ilegal de la profesión.
m) Defender el derecho de trabajo de los profesionales psicólogos, propendiendo a asegurar la estabilidad en
los cargos públicos y privados, la provisión de las vacantes por concurso, con intervención de¡ Colegio y
valorizando la especificidad de la función del psicólogo en el diagnóstico y tratamiento de las afecciones
psíquicas.
n) Informar, dictaminar a su pedido y peticionar a los poderes públicos en todo cuanto hace a las actividades
propias de la profesión en el ejercicio de la actividad del psicólogo.

Art. 4º: Facultades


Para el cumplimiento de los fines enunciados precedentemente, el Colegio queda facultado para:
a) Llevar la matrícula de los psicólogos.
b) Organizar actividades de actualización científica y de confrontación de las diversas líneas y corrientes del
pensamiento científico, crear su biblioteca y editar publicaciones.
c) Controlar el correcto ejercicio profesional y aplicar a través del organismo correspondiente, las sanciones
que prevé el código de ética.
d) Negociar con los organismos de la seguridad social y el Estado y las entidades privadas las condiciones de
trabajo profesional del psicólogo.
e) Registrar todo contrato por el cual un profesional psicólogo preste servicios a una institución o centro
asistencias.
f) Convocar y movilizar a los profesionales en defensa de sus intereses y disponer las medidas de acción que
crea pertinentes.
g) Proponer al Estado medidas relativas al tratamiento y prevención de la salud mental.
h) Organizar por sí, o conjuntamente con otras entidades privadas o públicas actividades de divulgación
científica, de prevención o de tratamiento relativas a su quehacer profesional.
i) Promover la fundación de entidades cooperativas y mutualistas entre sus colegiados.
j) Organizar un fondo de solidaridad para cubrir contingencias que afecten a los colegiados.
k) Fijar aranceles mínimos y asegurar su cumplimiento obligatorio y establecer las condiciones de trabajo en
relación de dependencia.
l) Organizar el registro de matrícula, controlar a los matriculados y reglamentar la inscripción en el registro de
especialidades.
m) Denunciar ante los poderes públicos los casos de ejercicio ilegal de la profesión, actuando como autoridad
de prevención, conforme a lo dispuesto en el artículo 188 del Código de, Procedimientos Penales de la
Provincia.
n) Organizar las listas de los colegiados que deseen cubrir cargos de peritos en el Poder Judicial, tendiendo a
asegurar la imparcialidad de su designación así como la igualdad de oportunidades, e intervenir en defensa del
honorario profesional en dichas actuaciones.
ñ) Designar representantes ante organismos estatales o privados que así lo requieran, y para integrar jurados.
o) Resolver, a requerimiento de la parte interesada, en carácter de árbitro, las cuestiones que se susciten
entre colegiados y las que se originen entre éstos y pacientes u otros profesionales.
p) Fijar su presupuesto de gastos e ingresos y la cuota mensual con que contribuirán sus colegiados así como
los aranceles de matriculación y demás recursos.
q) Adquirir, disponer y administrar los bienes que forman su patrimonio y estar en juicio, como actor o
demandado, por sí o por apoderado, para la defensa de sus derechos e intereses.
r) Asociarse o confederarse con otras entidades de psicólogos u otras entidades profesionales.
s) Diseñar un programa de acción profesional de los psicólogos en consonancia con la realidad de la provincia
y del país y fundar y emitir opinión relativa al análisis de los problemas de la comunidad nacional o provincial.

Capítulo II
De los Colegiados

Art. 5º- Miembros obligados a inscribirse


Son miembros del Colegio todos los psicólogos que ejerzan su profesión en el ámbito de su territorio y que
obligatoriamente deben inscribirse en el mismo en la forma y con arreglo a lo dispuesto en la Ley 9.538 y en el
presente estatuto.
Art. 6º: Matriculación. Registro
Los colegiados deberán matricularse en el registro que llevará el Directorio de cada circunscripción. Se
habilitará un registro de los profesionales residentes en cada circunscripción y que ejercen su profesión en la
misma, matriculándose por separa-do aquellos profesionales que no siendo residentes en la provincia, ejerzan
su profesión en la misma, sea en forma ocasional o permanente. La matriculación en una circunscripción
habilita para el ejercicio profesional en la otra, pero el Colegiado sólo podrá participar de la vida institucional
del Colegio en aquella circunscripción donde esté realmente domiciliado.

Art. 7º: Trámite. Admisión. Recursos


El Directorio procederá a matricular a los profesionales que así lo soliciten, dentro de los 15 días de recibida la
correspondiente solicitud y luego de cumplimentados los requisitos que fije la reglamentación y el pago del
arancel. (en caso de no mediar respuesta a la solicitud de matriculación, el interesado previa intimación por un
plazo de cinco días efectuada de modo fehaciente, podrá considerar tácitamente denegada la solicitud y podrá
recurrir a la vía judicial)

Art. 8º: Cancelación: El Directorio de cada circunscripción dispondrá la cancelación de la matrícula en los casos
previstos por el artículo 28 de la ley 9.538 y siguiendo el procedimiento establecido en dicha norma. La baja en
la matrícula es recurrible en la forma prevista en el artículo 25' de la ley 3.950.

Art. 8º bis: Suspensión de la matrícula. Se operará la suspensión de la matrícula de aquellos colegiados que
registren un atraso en el pago de sus cuotas superior a un año, y que habiendo sido intimados en forma
fehaciente por el Directorio no hubieran regularizado su situación, dentro del plazo de treinta días corridos.
En ese caso, el Directorio dispondrá la suspensión de la matrícula a todos los efectos hasta tanto el profesional
abone las sumas adeudadas.

Art. 9º: Derechos de los colegiados:


a) Asistir a las asambleas, con voz y con voto, elegir y ser elegidos como integrantes del directorio o de las
comisiones colegiadas, de acuerdo a las disposiciones reglamentarias;
b) Concurrir a la sede del Colegio, recibir sus publicaciones y participar de los beneficios gremiales;
c) Ser defendido por el Colegio, en su libertad personal o gremial, con o sin su consentimiento;
d) Proponer por escrito al Directorio las medidas o proyectos encaminados a satisfacer los fines del Colegio;
e) Solicitar la convocatoria a Asamblea en la forma, términos y condiciones que se especifican en el capítulo
respectivo.

Art. 10º: Obligación de los colegiados


a) Abonar puntualmente la cuota social establecida.
b) Cooperar con los servicios de atención a la comunidad que organice el Colegio en circunstancias de
emergencia social en los casos que así lo disponga la Asamblea.
c) Aceptar las designaciones que le confiere el Colegio y que no podrán renunciar sin causa justificada,
desempeñándolas ad-honorem.
d) Votar en las elecciones del Colegio.
e) Acatar las citaciones e intimaciones que le formule el Tribunal de Ética y Disciplina.
f) Cumplir las resoluciones del Directorio y de la Asamblea, así como el presente estatuto y la Ley 9.538.

Capítulo III Forma de Gobierno

Art. 11º.- Órganos directivos del Colegio:


a) El Consejo Directivo Provincial;
b) El Directorio de cada circunscripción;
c) La Asamblea de colegiados de cada circunscripción;
d) El Tribunal de Ética y Disciplina
.
Art. 12º: Consejo Directivo Provincial. Funciones
El Consejo Directivo Provincial es la autoridad máxima del Colegio y ejerce en todos los niveles la
representación del mismo, sin perjuicio de la representación que en su ámbito corresponda a cada Directorio.
Ejerce las funciones que le confiere el artículo 19 de la ley Nº 9.538, respetando los criterios de los órganos
estatutarios de cada circunscripción y armonizando el accionar de todo el Colegio en salvaguarda del interés
común.

Art. 13º: Integración


Los cinco miembros del Consejo Directivo Provincial se distribuyen en la forma prevista en el artículo 20º de la
ley 9.538; de modo que cada año se alternarán, el Presidente de¡ Directorio, de una circunscripción como
Presidente del Colegio, y el Presidente de la restante como Vice-Presidente. Actuará como Secretario el
secretario del Directorio de la misma circunscripción a la que pertenezca el Presidente, y los cargos vocales
serán desempeñados por los Vice-Presidentes de cada circunscripción. A fin de determinar cómo habrá de
integrarse el primer Consejo Directivo, ambos delegados organizadores practicarán un sorteo en forma
conjunta, para determinar cuál de las circunscripciones ocupará la presidencia por primera vez, alternándose
al año siguiente en la forma aquí prevista.

Art. 14º. Renovación


El Consejo Directivo Provincial se renovará en el mes de diciembre de cada año, en fecha que él mismo
determinará, una vez que hayan efectuado las elecciones para renovación del Directorio, si correspondiera
hacerlas en ese año. Si por cualquier circunstancia no se verificase la elección, la rotación de los cargos se
efectuará igualmente, con las autoridades de cada circunscripción, hasta tanto la circunscripción que hubiera
omitido la realización de las elecciones las lleve a cabo.

Art. 15º: Vacantes.Reemplazo


Si durante su mandato alguno de los miembros del Consejo Directivo Provincial cesare en sus funciones como
integrante del Directorio de su circunscripción, caducará automáticamente en sus funciones en el Consejo
Provincial y la vacante será cubierta por las personas que estatutariamente deben reemplazarlo en su
respectivo Directorio.

Art. 16º: Frecuencia reuniones


Quórum El Consejo Directivo Provincial deberá reunirse por lo menos una vez cada tres meses, en algunas de
las ciudades asiento de las respectivas jurisdicciones, sin perjuicio de que disponga reunirse en cualquier otro
lugar de la provincia si así lo creyese conveniente. El quórum de las reuniones se obtendrá con tres miembros,
debiendo estar presentes representantes de ambas circunscripciones.

Art. 17º: Funciones. Miembros del Consejo Directivo.


a) Presidente: Ejerce la representación del Consejo Directivo Provincial y es representante natural del
directorio de su circunscripción ante dicho Consejo.
Convoca a las reuniones del Consejo Directivo y preside las mismas.
b) Vicepresidente: Reemplaza al Presidente en caso de ausencia transitoria del mismo para ejercer sus
funciones, hasta su reintegro, o la designación del correspondiente sucesor. Preside las reuniones del Consejo
Directivo Provincial en ausencia del Presidente. Es además el representante natural de su Directorio ante el
Consejo Directivo Provincial y transmite las resoluciones del mismo a dicho Directorio.
c) Secretario: Es el responsable de los libros de actas, archivo y demás documentación del Consejo Directivo
Provincial, preside las reuniones del cuerpo en caso de encontrarse ausentes el Presidente y Vicepresidente.
d) Vocales: El Consejo Directivo Provincial designará a uno de los vocales para actuar como tesorero del
organismo, quien tendrá a su cargo todo lo relativo a las de la institución, así como el control de la registración
contable de ingresos y egresos. El restante vocal será encargado de la coordinación y enlace de las actividades
del Colegio, así como de la difusión y publicidad de las actividades y resoluciones del mismo.

Capítulo IV
Organización de cada circunscripción
Título I. Directorio
Art. 18º. Funciones y Atribuciones
La representación, administración y dirección del Colegio en cada circunscripción, estará a cargo de los
directorios de cada circunscripción, a quienes corresponderá lo siguiente:
a) Ejercer la representación legal del Colegio en el ámbito de su respectiva circunscripción.
b) Llevar el registro de la matrícula profesional.
c) Vigilar el estricto cumplimiento, por parte de los colegiados, de las disposiciones de la ley, el presente
estatuto, los reglamentos respectivos y las normas de ética, así como de las resoluciones de los cuerpos
orgánicos del Colegio;
d) Adquirir, administrar y disponer de los bienes que correspondan al patrimonio de su circunscripción y, con
la correspondiente autorización de la Asamblea, adquirir, o enajenar los bienes inmuebles que conforman su
patrimonio.
e) Contraer obligaciones en nombre del colegio respecto del patrimonio de su circunscripción;
f) Combatir el ejercicio ¡legal de la profesión, ejercitando las facultades que a tal fin les confieran las leyes y el
presente estatuto;
g) Llevar el registro de especialidades y reglamentar las condiciones para la inscripción en el mismo;
h) Fijar los aranceles profesionales mínimos y su actualización, así como los valores mínimos del trabajo
profesional en relación de dependencia;
i) Registrar los contratos o convenios mediante los cuales los colegiados presten servicios de carácter
permanente en instituciones;
j) Concretar convenios con mutuales, obras sociales y entidades similares en representación de los colegiados,
fijando las condiciones del trabajo profesional, garantizando el acceso de todos los matriculados a la fuente de
trabajo, con facultad para percibir de dichas entidades los honorarios profesionales para su posterior
distribución entre los prestadores, todo esto bajo las condiciones que fije la Asamblea;
k) Preparar el balance anual de su circunscripción y practicar inventario de los bienes que la componen;
l) Justipreciar el valor de los honorarios profesionales en caso de controversia entre las partes o apellido de la
autoridad o juez competente;
m) Organizar las actividades científicas, culturales y sociales previstas en el presente estatuto;
n) Convocar a elecciones y llevar el padrón profesional;
ñ) Defender gremialmente a sus colegiados cuando sus intereses profesionales se vean afectados;
o) Nombrar las comisiones que considere de interés para el funcionamiento del Colegio;
p) Aprobar los avisos que deseen publicar sus colegiados.

Art. 19º: Integración


El Directorio de cada circunscripción se integra, con 8 miembros titulares y 4 suplentes, designados por un
período de dos años, pudiendo ser reelectos.

Título III: Asambleas

Art. 31º: Clases de Asambleas


Las Asambleas serán de carácter ordinario: se reunir{an en el mes de abril de cada año; las de carácter
extraordinario serán convocadas por el Directorio por propia determinación o a pedido de un número de
colegiados no inferior a la quinta parte del padrón. En este caso, la Asamblea deberá ser convocada de tal
modo que se realice dentro de los 40 días de presentada la petición.

Título IV.- Tribunal de ética y disciplina

Art. 36º: Integración jurisdicción


El tribunal de ética y disciplina se integrará en la forma prevista en el artículo 24 de la Ley 9.538 y tendrá su
asiento en las ciudades de Santa Fe y Rosario, correspondiendo a cada uno de dichos tribunales la jurisdicción
territorial de la Primera y Segunda circunscripción del Colegio respectivamente. Los miembros del Tribunal de
disciplina deberán contar con una antigüedad no menor de 10 (diez) años de la actividad, la que acreditarán
en la forma prevista en el artículo 20 de estos estatutos. Además, no deberán haber sido objeto de sanción
disciplinaria en igual plazo.

Art. 37º: Funcionamiento


El tribunal de ética y disciplina: sanciona las faltas de los colegiados que importen violación a las reglas de ética
y disciplina establecidas en el artículo 43. El funcionamiento del proceso administrativo se regirá por el
reglamento que a tal fin dicte el Directorio, el que deberá sujetarse a las siguientes reglas:
a) Las denuncias podrán ser efectuadas verbalmente o por escrito, labrándose acta en el primero de los casos.
b) De toda denuncia recibida deberá correrse traslado al acusado por el término de 10 días hábiles, plazo que
podrá ampliarse hasta 25 días hábiles, si el Colegiado no se domiciliara en la ciudad asiento del tribunal;
c) En todos los casos, se permitirá al acusado ofrecer prueba, controlar la producción de la misma, tomar
conocimiento de la prueba de cargo y alegar sobre su mérito;
d) La resolución del tribunal deberá ser fundada, pudiendo sus integrantes dejar a salvo su opinión por
separado;
e) El acusado tendrá derecho a asesoramiento letrado;
f) Las sanciones son recurribles en la forma prevista en el artículo 25 de la Ley 3.950.

Art. 38º: Prescripción


Las faltas prescriben a los dos años desde que fueran cometidas, y si se tratase de faltas cuya comisión revista
carácter de continuada desde que la misma cesó de cometerse. La comisión de una nueva falta interrumpe el
curso de la prescripción. También se interrumpe por la denuncia y por cada uno de los actos del Tribunal
destinados a impulsar el trámite.

Art. 39º: Trámite de la denuncia


Cualquier persona podrá radicar denuncia contra un Colegiado. Recibida la denuncia, el tribunal está facultado
para convocar al denunciante y al profesional a una audiencia de conciliación, también está facultado para
desestimar las denuncias notoriamente improcedentes.

Art. 40º. Recusación. Excusación


Los miembros del tribunal de Ética y Disciplina deberán excusarse de entender en las causas en que por razón
de amistad, enemistad, parentesco o relaciones de orden profesional quede comprometido su libre criterio,
también son recusables por iguales razones. En ambos casos, la recusación o excusación deberá ser aceptada
por el tribunal. También podrá recusarse sin expresión de causa a uno de los miembros del Tribunal, al
comienzo del proceso.

Art. 41º. Conjueces


En caso de recusación o excusación, las vacantes serán cubiertas por conjueces elegidos de una lista de cinco
miembros que deberán reunir los mismos requisitos que los integrantes del tribunal y que se designarán por
sorteo de una lista que a tal fin confeccionará el Directorio cada año.

Art. 42º. Sanciones. Enumeración. Graduación


Las sanciones disciplinarias son:
a) Apercibimiento privado (apercibimiento es advertir de una próxima sanción en caso de persistir en un error
o falta)
b) Apercibimiento público;
c) Suspensión de la matrícula de hasta seis meses de duración;
d) Inhabilitación para ejercer cargos electivos en el Colegio;
e) Cancelación de la matrícula;
La sanción será fijada por el tribunal a su prudente arbitrio en función de la gravedad del hecho cometido, los
antecedentes del, profesional, la magnitud del perjuicio causado y las consecuencias del mismo, con excepción
de la pena de inhabilitación para ejercer cargos electivos; que se aplicará exclusivamente en las circunstancias
previstas en el artículo 47 de estos estatutos.
Salvo los casos de apercibimiento privado, la sanción será publicada en el boletín de la entidad.

Título V Reglas de ética y disciplina

Art. 43º. Normas de ética y disciplina: son las contenidas en el Código de Ética de la Federación de Psicólogos
de la República Argentina (Fe.P.R.A.), las que se incorporan como anexo de estos estatutos y forman parte del
mismo.

Capítulo V - Elecciones:
Art. 44º: Las elecciones para designar Directorio, Tribunal de Ética y Disciplina y Síndico tendrán lugar dentro
de los 10 (diez) días posteriores a la realización de la Asamblea Ordinaria del año en que deban realizarse las
elecciones. Serán convocadas con una anticipación no menor de 30 (treinta) días y se verificarán por el
sistema de voto directo, secreto y obligatorio.
Los cargos de Presidente, Vicepresidente, Secretario y Tesorero serán cubiertos por la lista que hubiera
obtenido la mayor cantidad de votos.

Art. 45º: Lugar de votación


Las elecciones se realizarán en el local del Colegio en el horario que fije el Directorio, habilitándose además
mesas en las localidades en que hubiere más de 20 matriculados.

Art. 46º: Junta Electoral. Designación. Funciones


Las elecciones serán fiscalizadas por una junta electoral de tres miembros, designados por el Directorio al
momento de efectuarse la convocatoria salvo el caso de la primera elección. Dicha junta Electoral entenderá
en todo lo relativo a la elección y en particular:
a) Recibirá las listas para su oficialización con una anticipación no menor de 15 (quince) días. Dichas listas
deberán estar avaladas por no menos del 10% de los Colegiados empadronados en la circunscripción.
b) Notificará dentro de los tres (3) días de presentadas las observaciones que merezcan los candidatos,
otorgando un plazo de tres días para reemplazar a dichos candidatos.
c) Disponer los lugares donde habrán de funcionar las mesas y la autoridades de las mismas.
d) Practicar el escrutinio, resolver las impugnaciones que se planteen y proclamar a los electos.

Art. 47º: Candidatos. Inhabilitados


No podrán ser candidatos a integrar el Directorio ni a ocupar el cargo de Síndico o de miembro del tribunal de
disciplina aquellos matriculados que no hubiesen votado en las últimas tres elecciones realizadas en el
Colegio, salvo causa justificada en su oportunidad. A tal fin, luego de cada elección el Tribunal de ética y
disciplina procederá a tomar debida nota de los colegiados que no hubiesen votado, procediendo a requerirles
justificación de su inasistencia, en la forma prevista en su reglamento.

Capítulo VI Patrimonio
Art. 48º: Administración. Atribuciones del Directorio de cada circunscripción
El patrimonio del Colegio de Psicólogos es administrado en forma autónoma por el Directorio de cada
circunscripción. A tal fin, los mismos se encuentran facultades para:
a) Recaudar la cuota social que se impondrá a los matriculados.
b) Recaudar los derechos de matriculación y demás aranceles y recursos extraordinarios que se establezcan
con autorización de la Asamblea.
c) Imponer el pago de contribuciones a cargo de pacientes o consultantes por cada acto o instrumento escrito
que los profesionales otorguen en el ejercicio de su actividad, a través de estampillas o sellos que emitirá el
Colegio y que cada profesional deberá adherir a esos documentos al momento de firmarlos.
d) Administrar los bienes de su circunscripción.
e) Adquirir y disponer de los bienes muebles correspondientes a cada circunscripción y los inmuebles con
aprobación de la Asamblea.

Art. 49º. Aporte al Consejo Provincial


Cada circunscripción sostendrá el funcionamiento del Consejo Provincial mediante aportes que determinará el
mismo Consejo en proporción a la cantidad de colegiados de cada circunscripción.

Capítulo VII Reforma de estatutos

Art. 50º: Reforma capítulos. Alcance General. Mecanismo


Estos estatutos podrán ser reformados en sus capítulos I, II, III, VI y VII, mediante sendas Asambleas
convocadas en cada jurisdicción. La reforma sólo se tendrá por aprobada en caso de resultar sancionada por la
mayoría de colegiados en cada Asamblea.

Art. 51º: Reforma. Alcance exclusivo para cada circunscripción


Cada circunscripción podrá reformar cualquiera de los artículos de los capítulos IV y V del presente estatuto,
en todo cuanto hace al funcionamiento exclusivo de su circunscripción, la reforma, en este caso, sólo será de
aplicación de dicha circunscripción.

Capítulo VIII Delegaciones, representación ante federaciones y confederaciones


Art. 52º: Modo de resolver incorporación
El Colegio, por determinación de su Consejo Directivo Provincial queda facultado para integrarse en
federaciones o confederaciones de profesionales de su especialidad, o de diversas profesiones. La
incorporación del Colegio a dichos organismos así como el retiro, deberá contar con la aprobación de las
Asambleas de ambas circunscripciones y en caso de no mediar acuerdo entre ambas se procederá en la forma
prevista en el artículo 50. La representación del Colegio en los mencionados organismos, se establecerá de la
siguiente forma:
a) Si la representación fuese unipersonal, el representante será el Presidente del Colegio.
b) Si la representación fuese de dos personas, se integra con el Presidente y Vicepresidente del Colegio.
c) Si la representación fuese de tres o más personas integrará con representantes de ambas circunscripciones
además del Presidente y Vicepresidente.
El total de representantes deberá ser proporcional a la cantidad de colegiados matriculados en cada
circunscripción.
Art. 53º: Delegaciones
Cada circunscripción podrá crear delegaciones en distintas localidades del interior de la Provincia en que lo
considere conveniente el respectivo Directorio. Al frente de cada delegación actuará un delegado designado
por el directorio y con las facultades que éste le confiera.

Ley 26.529 – SALUD PUBLICA. Derechos del Paciente


Sancionada: Octubre 21 de 2009
Promulgada de Hecho: Noviembre 19 de 2009
El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en Congreso, etc. sancionan con fuerza de
Ley:
DERECHOS DEL PACIENTE, HISTORIA CLINICA Y CONSENTIMIENTO INFORMADO
ARTICULO 1º — Ambito de aplicación. El ejercicio de los derechos del paciente, en cuanto a la autonomía de la
voluntad, la información y la documentación clínica, se rige por la presente ley.
Capítulo I. DERECHOS DEL PACIENTE EN SU RELACION CON LOS PROFESIONALES E INSTITUCIONES DE LA
SALUD
ARTICULO 2º — Derechos del paciente. Constituyen derechos esenciales en la relación entre el paciente y el o
los profesionales de la salud, el o los agentes del seguro de salud, y cualquier efector de que se trate, los
siguientes:
a) Asistencia. El paciente, prioritariamente los niños, niñas y adolescentes, tiene derecho a ser asistido por los
profesionales de la salud, sin menoscabo y distinción alguna, producto de sus ideas, creencias religiosas,
políticas, condición socioeconómica, raza, sexo, orientación sexual o cualquier otra condición. El profesional
actuante sólo podrá eximirse del deber de asistencia, cuando se hubiere hecho cargo efectivamente del
paciente otro profesional competente;
b) Trato digno y respetuoso. El paciente tiene el derecho a que los agentes del sistema de salud intervinientes,
le otorguen un trato digno, con respeto a sus convicciones personales y morales, principalmente las
relacionadas con sus condiciones socioculturales, de género, de pudor y a su intimidad, cualquiera sea el
padecimiento que presente, y se haga extensivo a los familiares o acompañantes;
c) Intimidad. Toda actividad médico – asistencial tendiente a obtener, clasificar, utilizar, administrar, custodiar
y transmitir información y documentación clínica del paciente debe observar el estricto respeto por la
dignidad humana y la autonomía de la voluntad, así como el debido resguardo de la intimidad del mismo y la
confidencialidad de sus datos sensibles, sin perjuicio de las previsiones contenidas en la Ley Nº 25.326;
d) Confidencialidad. El paciente tiene derecho a que toda persona que participe en la elaboración o
manipulación de la documentación clínica, o bien tenga acceso al contenido de la misma, guarde la debida
reserva, salvo expresa disposición en contrario emanada de autoridad judicial competente o autorización del
propio paciente;
e) Autonomía de la Voluntad. El paciente tiene derecho a aceptar o rechazar determinadas terapias o
procedimientos médicos o biológicos, con o sin expresión de causa, como así también a revocar
posteriormente su manifestación de la voluntad. Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a intervenir
en los términos de la Ley Nº 26.061 a los fines de la toma de decisión sobre terapias o procedimientos médicos
o biológicos que involucren su vida o salud;
f) Información Sanitaria. El paciente tiene derecho a recibir la información sanitaria necesaria, vinculada a su
salud. El derecho a la información sanitaria incluye el de no recibir la mencionada información.
g) Interconsulta Médica. El paciente tiene derecho a recibir la información sanitaria por escrito, a fin de
obtener una segunda opinión sobre el diagnóstico, pronóstico o tratamiento relacionados con su estado de
salud.
Capítulo II. DE LA INFORMACION SANITARIA
ARTICULO 3º — Definición. A los efectos de la presente ley, entiéndase por información sanitaria aquella que,
de manera clara, suficiente y adecuada a la capacidad de comprensión del paciente, informe sobre su estado
de salud, los estudios y tratamientos que fueren menester realizarle y la previsible evolución, riesgos,
complicaciones o secuelas de los mismos.
ARTICULO 4º — Autorización. La información sanitaria sólo podrá ser brindada a terceras personas, con
autorización del paciente.
En el supuesto de incapacidad del paciente o imposibilidad de comprender la información a causa de su
estado físico o psíquico, la misma será brindada a su representante legal o, en su defecto, al cónyuge que
conviva con el paciente, o la persona que, sin ser su cónyuge, conviva o esté a cargo de la asistencia o cuidado
del mismo y los familiares hasta el cuarto grado de consanguinidad.
Capítulo III. DEL CONSENTIMIENTO INFORMADO
ARTICULO 5º — Definición. Entiéndese por consentimiento informado, la declaración de voluntad suficiente
efectuada por el paciente, o por sus representantes legales en su caso, emitida luego de recibir, por parte del
profesional interviniente, información clara, precisa y adecuada con respecto a:
a) Su estado de salud;
b) El procedimiento propuesto, con especificación de los objetivos perseguidos;
c) Los beneficios esperados del procedimiento;
d) Los riesgos, molestias y efectos adversos previsibles;
e) La especificación de los procedimientos alternativos y sus riesgos, beneficios y perjuicios en relación con el
procedimiento propuesto;
f) Las consecuencias previsibles de la no realización del procedimiento propuesto o de los alternativos
especificados.
ARTICULO 6º — Obligatoriedad. Toda actuación profesional en el ámbito médico-sanitario, sea público o
privado, requiere, con carácter general y dentro de los límites que se fijen por vía reglamentaria, el previo
consentimiento informado del paciente.
ARTICULO 7º — Instrumentación. El consentimiento será verbal con las siguientes excepciones, en los que será
por escrito y debidamente suscrito:
a) Internación;
b) Intervención quirúrgica;
c) Procedimientos diagnósticos y terapéuticos invasivos;
d) Procedimientos que implican riesgos según lo determine la reglamentación de la presente ley;
e) Revocación.
ARTICULO 8º — Exposición con fines académicos. Se requiere el consentimiento del paciente o en su defecto,
el de sus representantes legales, y del profesional de la salud interviniente ante exposiciones con fines
académicos, con carácter previo a la realización de dicha exposición.
ARTICULO 9º — Excepciones al consentimiento informado. El profesional de la salud quedará eximido de
requerir el consentimiento informado en los siguientes casos:
a) Cuando mediare grave peligro para la salud pública;
b) Cuando mediare una situación de emergencia, con grave peligro para la salud o vida del paciente, y no
pudiera dar el consentimiento por sí o a través de sus representantes legales.
Las excepciones establecidas en el presente artículo se acreditarán de conformidad a lo que establezca la
reglamentación, las que deberán ser interpretadas con carácter restrictivo.
ARTICULO 10. — Revocabilidad. La decisión del paciente o de su representante legal, en cuanto a consentir o
rechazar los tratamientos indicados, puede ser revocada. El profesional actuante debe acatar tal decisión, y
dejar expresa constancia de ello en la historia clínica, adoptando para el caso todas las formalidades que
resulten menester a los fines de acreditar fehacientemente tal manifestación de voluntad, y que la misma fue
adoptada en conocimientos de los riesgos previsibles que la misma implica.
En los casos en que el paciente o su representante legal revoquen el rechazo dado a tratamientos indicados, el
profesional actuante sólo acatará tal decisión si se mantienen las condiciones de salud del paciente que en su
oportunidad aconsejaron dicho tratamiento. La decisión debidamente fundada del profesional actuante se
asentará en la historia clínica.
ARTICULO 11. — Directivas anticipadas. Toda persona capaz mayor de edad puede disponer directivas
anticipadas sobre su salud, pudiendo consentir o rechazar determinados tratamientos médicos, preventivos o
paliativos, y decisiones relativas a su salud. Las directivas deberán ser aceptadas por el médico a cargo, salvo
las que impliquen desarrollar prácticas eutanásicas, las que se tendrán como inexistentes.
Capítulo IV. DE LA HISTORIA CLINICA
ARTICULO 12. — Definición y alcance. A los efectos de esta ley, entiéndase por historia clínica, el documento
obligatorio cronológico, foliado y completo en el que conste toda actuación realizada al paciente por
profesionales y auxiliares de la salud.
ARTICULO 13. — Historia clínica informatizada. El contenido de la historia clínica, puede confeccionarse en
soporte magnético siempre que se arbitren todos los medios que aseguren la preservación de su integridad,
autenticidad, inalterabilidad, perdurabilidad y recuperabilidad de los datos contenidos en la misma en tiempo
y forma. A tal fin, debe adoptarse el uso de accesos restringidos con claves de identificación, medios no
reescribibles de almacenamiento, control de modificación de campos o cualquier otra técnica idónea para
asegurar su integridad.
La reglamentación establece la documentación respaldatoria que deberá conservarse y designa a los
responsables que tendrán a su cargo la guarda de la misma.
ARTICULO 14. — Titularidad. El paciente es el titular de la historia clínica. A su simple requerimiento debe
suministrársele copia de la misma, autenticada por autoridad competente de la institución asistencial. La
entrega se realizará dentro de las cuarenta y ocho (48) horas de solicitada, salvo caso de emergencia.
ARTICULO 15. — Asientos. Sin perjuicio de lo establecido en los artículos precedentes y de lo que disponga la
reglamentación, en la historia clínica se deberá asentar:
a) La fecha de inicio de su confección;
b) Datos identificatorios del paciente y su núcleo familiar;
c) Datos identificatorios del profesional interviniente y su especialidad;
d) Registros claros y precisos de los actos realizados por los profesionales y auxiliares intervinientes;
e) Antecedentes genéticos, fisiológicos y patológicos si los hubiere;
f) Todo acto médico realizado o indicado, sea que se trate de prescripción y suministro de medicamentos,
realización de tratamientos, prácticas, estudios principales y complementarios afines con el diagnóstico
presuntivo y en su caso de certeza, constancias de intervención de especialistas, diagnóstico, pronóstico,
procedimiento, evolución y toda otra actividad inherente, en especial ingresos y altas médicas.
Los asientos que se correspondan con lo establecido en los incisos d), e) y f) del presente artículo, deberán ser
realizados sobre la base de nomenclaturas y modelos universales adoptados y actualizados por la Organización
Mundial de la Salud, que la autoridad de aplicación establecerá y actualizará por vía reglamentaria.
ARTICULO 16. — Integridad. Forman parte de la historia clínica, los consentimientos informados, las hojas de
indicaciones médicas, las planillas de enfermería, los protocolos quirúrgicos, las prescripciones dietarias, los
estudios y prácticas realizadas, rechazadas o abandonadas, debiéndose acompañar en cada caso, breve
sumario del acto de agregación y desglose autorizado con constancia de fecha, firma y sello del profesional
actuante.
ARTICULO 17. — Unicidad. La historia clínica tiene carácter único dentro de cada establecimiento asistencial
público o privado, y debe identificar al paciente por medio de una “clave uniforme”, la que deberá ser
comunicada al mismo.
ARTICULO 18. — Inviolabilidad. Depositarios. La historia clínica es inviolable. Los establecimientos asistenciales
públicos o privados y los profesionales de la salud, en su calidad de titulares de consultorios privados, tienen a
su cargo su guarda y custodia, asumiendo el carácter de depositarios de aquélla, y debiendo instrumentar los
medios y recursos necesarios a fin de evitar el acceso a la información contenida en ella por personas no
autorizadas. A los depositarios les son extensivas y aplicables las disposiciones que en materia contractual se
establecen en el Libro II, Sección III, del Título XV del Código Civil, “Del depósito”, y normas concordantes.
La obligación impuesta en el párrafo precedente debe regir durante el plazo mínimo de DIEZ (10) años de
prescripción liberatoria de la responsabilidad contractual. Dicho plazo se computa desde la última actuación
registrada en la historia clínica y vencido el mismo, el depositario dispondrá de la misma en el modo y forma
que determine la reglamentación.
ARTICULO 19. — Legitimación. Establécese que se encuentran legitimados para solicitar la historia clínica:
a) El paciente y su representante legal;
b) El cónyuge o la persona que conviva con el paciente en unión de hecho, sea o no de distinto sexo según
acreditación que determine la reglamentación y los herederos forzosos, en su caso, con la autorización del
paciente, salvo que éste se encuentre imposibilitado de darla;
c) Los médicos, y otros profesionales del arte de curar, cuando cuenten con expresa autorización del paciente
o de su representante legal.
A dichos fines, el depositario deberá disponer de un ejemplar del expediente médico con carácter de copia de
resguardo, revistiendo dicha copia todas las formalidades y garantías que las debidas al original.
Asimismo podrán entregarse, cuando corresponda, copias certificadas por autoridad sanitaria respectiva del
expediente médico, dejando constancia de la persona que efectúa la diligencia, consignando sus datos,
motivos y demás consideraciones que resulten menester.
ARTICULO 20. — Negativa. Acción. Todo sujeto legitimado en los términos del artículo 19 de la presente ley,
frente a la negativa, demora o silencio del responsable que tiene a su cargo la guarda de la historia clínica,
dispondrá del ejercicio de la acción directa de “habeas data” a fin de asegurar el acceso y obtención de
aquélla. A dicha acción se le imprimirá el modo de proceso que en cada jurisdicción resulte más apto y rápido.
En jurisdicción nacional, esta acción quedará exenta de gastos de justicia.
ARTICULO 21. — Sanciones. Sin perjuicio de la responsabilidad penal o civil que pudiere corresponder, los
incumplimientos de las obligaciones emergentes de la presente ley por parte de los profesionales y
responsables de los establecimientos asistenciales constituirán falta grave, siendo pasibles en la jurisdicción
nacional de las sanciones previstas en el título VIII de la Ley 17.132 —Régimen Legal del Ejercicio de la
Medicina, Odontología y Actividades Auxiliares de las mismas— y, en las jurisdicciones locales, serán pasibles
de las sanciones de similar tenor que se correspondan con el régimen legal del ejercicio de la medicina que rija
en cada una de ellas.
Capítulo V. DISPOSICIONES GENERALES
ARTICULO 22. — Autoridad de aplicación nacional y local. Es autoridad de aplicación de la presente ley en la
jurisdicción nacional, el Ministerio de Salud de la Nación, y en cada una de las jurisdicciones provinciales y
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la máxima autoridad sanitaria local.
Invítase a las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a adherir a la presente ley en lo que es
materia del régimen de sanciones y del beneficio de gratuidad en materia de acceso a la justicia.
ARTICULO 23. — Vigencia. La presente ley es de orden público, y entrará en vigencia a partir de los NOVENTA
(90) días de la fecha de su publicación.
ARTICULO 24. — Reglamentación. El Poder Ejecutivo debe reglamentar la presente ley dentro de los NOVENTA
(90) días contados a partir de su publicación.
ARTICULO 25. — Comuníquese al Poder Ejecutivo.
DADA EN LA SALA DE SESIONES DEL CONGRESO ARGENTINO, EN BUENOS AIRES, A LOS VEINTIUN DIAS DEL
MES DE OCTUBRE DEL AÑO DOS MIL NUEVE.
— REGISTRADA BAJO EL Nº 26.529
— JULIO C. C. COBOS. — EDUARDO A. FELLNER. — Enrique Hidalgo. — Juan H. Estrada
LEY 25.326 de PROTECCIÓN DE LOS DATOS PERSONALES
La presente ley fue sancionada el 4 de octubre del año 2000 y promulgada el día 30 de ese mismo mes.
ARTÍCULO 1° (Objeto)
La ley 25.326 tiene por objeto la protección integral de los datos personales asentados en archivos, registros,
bancos de datos, u otros medios técnicos de tratamiento de datos, sean éstos públicos, o privados destinados
a dar informes, para garantizar el derecho al honor y a la intimidad de las personas, así como también el
acceso a la información que sobre las mismas se registre.
En ningún caso se podrán afectar la base de datos ni las fuentes de información periodísticas.
ARTÍCULO 2° (Definiciones)
Datos personales: información de cualquier tipo referida a personas físicas o de existencia ideal determinadas
o determinables.
Datos sensibles: datos personales que revelan origen racial y étnico, opiniones políticas, convicciones
religiosas, filosóficas o morales, afiliación sindical e información referente a la salud o a la vida sexual.
Archivo, registro, base o banco de datos: datos personales que sean objeto de tratamiento o procesamiento,
electrónico o no, cualquiera que fuere la modalidad de su formación, almacenamiento, organización o acceso.
Responsable de archivo, registro, base de datos: persona física o de existencia ideal pública o privada, que es
titular de estos.
Datos informatizados: sometidos al tratamiento o procesamiento electrónico o automatizado.
Titular de los datos: toda persona física o de existencia ideal con domicilio legal o sucursales en el país, cuyos
datos sean objeto del tratamiento al que se refiere la presente ley.
Usuario de datos: toda persona, pública o privada que realice a su arbitrio el tratamiento de datos, ya sea en
archivos, bancos de datos propios o a través de conexión con los mismos.
ARTICULO 3° — (Archivos de datos – Licitud). La formación de archivos de datos será lícita cuando se
encuentren debidamente inscriptos, observando en su operación los principios que establece la presente ley y
las reglamentaciones que se dicten en su consecuencia. Los archivos de datos no pueden tener finalidades
contrarias a las leyes o a la moral pública.
ARTICULO 4° — (Calidad de los datos)
1. Los datos personales que se recojan a los efectos de su tratamiento deben ser ciertos, adecuados,
pertinentes y no excesivos en relación al ámbito y finalidad para los que se hubieren obtenido.
2. La recolección de datos no puede hacerse por medios desleales, fraudulentos o en forma contraria a las
disposiciones de la presente ley.
3. Los datos objeto de tratamiento no pueden ser utilizados para finalidades distintas o incompatibles con
aquellas que motivaron su obtención.
4. Los datos deben ser exactos y actualizarse en el caso de que ello fuere necesario.
5. Los datos total o parcialmente inexactos, o que sean incompletos, deben ser suprimidos y sustituidos, o en
su caso completados, por el responsable del archivo o base de datos cuando se tenga conocimiento de la
inexactitud o carácter incompleto de la información de que se trate.
6. Los datos deben ser almacenados de modo que permitan el ejercicio del derecho de acceso de su titular.
7. Los datos deben ser destruidos cuando hayan dejado de ser necesarios o pertinentes a los fines para los
cuales hubiesen sido recolectados.
ARTICULO 5° — (Consentimiento).
1. El tratamiento de datos personales es ilícito cuando el titular no hubiere prestado su consentimiento libre,
expreso e informado, el que deberá constar por escrito, o por otro medio que permita se le equipare, de
acuerdo a las circunstancias. El referido consentimiento prestado con otras declaraciones, deberá figurar en
forma expresa y destacada, previa notificación al requerido de datos.
2. No será necesario el consentimiento cuando: a) Los datos se obtengan de fuentes de acceso público
irrestricto; b) Se recaben para el ejercicio de funciones propias de los poderes del Estado o en virtud de una
obligación legal; c) Se trate de listados cuyos datos se limiten a nombre, documento nacional de identidad,
identificación tributaria o previsional, ocupación, fecha de nacimiento y domicilio; d) Deriven de una relación
contractual, científica o profesional del titular de los datos, y resulten necesarios para su desarrollo o
cumplimiento; e) Se trate de las operaciones que realicen las entidades financieras y de las informaciones que
reciban de sus clientes.
ARTICULO 6° — (Información).
Cuando se recaben datos personales se deberá informar previamente a sus titulares en forma expresa y clara:
a) La finalidad para la que serán tratados y quiénes pueden ser sus destinatarios o clase de destinatarios;
b) La existencia del archivo, registro, banco de datos, electrónico o de cualquier otro tipo, de que se trate y la
identidad y domicilio de su responsable;
c) El carácter obligatorio o facultativo de las respuestas al cuestionario que se le proponga, en especial en
cuanto a los datos referidos en el artículo siguiente;
d) Las consecuencias de proporcionar los datos, de la negativa a hacerlo o de la inexactitud de los mismos;
e) La posibilidad del interesado de ejercer los derechos de acceso, rectificación y supresión de los datos.
ARTICULO 7° — (Categoría de datos).
Ninguna persona puede ser obligada a proporcionar datos sensibles.
2. Los datos sensibles sólo pueden ser recolectados y objeto de tratamiento cuando medien razones de interés
general autorizadas por ley. También podrán ser tratados con finalidades estadísticas o científicas cuando no
puedan ser identificados sus titulares.
3. Queda prohibida la formación de archivos, bancos o registros que almacenen información que directa o
indirectamente revele datos sensibles. Sin perjuicio de ello, la Iglesia Católica, las asociaciones religiosas y las
organizaciones políticas y sindicales podrán llevar un registro de sus miembros.
4. Los datos relativos a antecedentes penales o contravencionales sólo pueden ser objeto de tratamiento por
parte de las autoridades públicas competentes, en el marco de las leyes y reglamentaciones respectivas.
ARTICULO 8° — (Datos relativos a la salud). Los establecimientos sanitarios públicos o privados y los
profesionales vinculados a las ciencias de la salud pueden recolectar y tratar los datos personales relativos a la
salud física o mental de los pacientes que acudan a los mismos o que estén o hubieren estado bajo
tratamiento de aquéllos, respetando los principios del secreto profesional.
ARTICULO 9° — (Seguridad de los datos).
1. El responsable o usuario del archivo de datos debe adoptar las medidas técnicas y organizativas que
resulten necesarias para garantizar la seguridad y confidencialidad de los datos personales, de modo de evitar
su adulteración, pérdida, consulta o tratamiento no autorizado, y que permitan detectar desviaciones,
intencionales o no, de información, ya sea que los riesgos provengan de la acción humana o del medio técnico
utilizado.
2. Queda prohibido registrar datos personales en archivos, registros o bancos que no reúnan condiciones
técnicas de integridad y seguridad.
ARTICULO 10. — (Deber de confidencialidad).
1. El responsable y las personas que intervengan en cualquier fase del tratamiento de datos personales están
obligados al secreto profesional respecto de los mismos. Tal obligación subsistirá aun después de finalizada su
relación con el titular del archivo de datos.
2. El obligado podrá ser relevado del deber de secreto por resolución judicial y cuando medien razones
fundadas relativas a la seguridad pública, la defensa nacional o la salud pública.
ARTICULO 12. — (Transferencia internacional).
1. Es prohibida la transferencia de datos personales de cualquier tipo con países u organismos internacionales
o supranacionales, que no proporcionen niveles de protección adecuados.
2. La prohibición no regirá en los siguientes supuestos: a) Colaboración judicial internacional; b) Intercambio
de datos de carácter médico, cuando así lo exija una investigación epidemiológica; c) Transferencias bancarias;
d) Cuando la transferencia se hubiera acordado en el marco de tratados internacionales en los cuales
Argentina sea parte; e) Cuando la transferencia tenga por objeto la cooperación internacional entre
organismos de inteligencia para la lucha contra el crimen organizado, el terrorismo y el narcotráfico.
Derechos de los titulares de datos
ARTICULO 13. — (Derecho de Información). Toda persona puede solicitar información al organismo de control
relativa a la existencia de archivos, registros, bases o bancos de datos personales, sus finalidades y la identidad
de sus responsables. El registro que se lleve al efecto será de consulta pública y gratuita.
ARTICULO 14. — (Derecho de acceso).
1. El titular de los datos, previa acreditación de su identidad, tiene derecho a solicitar y obtener información
de sus datos personales incluidos en los bancos de datos públicos, o privados destinados a proveer informes.
2. El responsable o usuario debe proporcionar la información solicitada dentro de los diez días corridos de
haber sido intimado fehacientemente. Vencido el plazo sin que se satisfaga el pedido, o si evacuado el
informe, éste se estimara insuficiente, quedará expedita la acción de protección de los datos personales o de
hábeas data prevista en esta ley.
3. El derecho de acceso a que se refiere este artículo sólo puede ser ejercido en forma gratuita a intervalos no
inferiores a seis meses, salvo que se acredite un interés legítimo al efecto.
ARTICULO 15. — (Contenido de la información).
1. La información debe ser suministrada en forma clara, exenta de codificaciones y en su caso acompañada de
una explicación, en lenguaje accesible al conocimiento medio de la población, de los términos que se utilicen.
2. La información debe ser amplia y versar sobre la totalidad del registro perteneciente al titular. En ningún
caso el informe podrá revelar datos pertenecientes a terceros, aun cuando se vinculen con el interesado.
ARTICULO 16. — (Derecho de rectificación, actualización o supresión).
1. Toda persona tiene derecho a que sean rectificados, actualizados y, cuando corresponda, suprimidos o
sometidos a confidencialidad los datos personales de los que sea titular.
2. El responsable o usuario del banco de datos, debe proceder a la rectificación, supresión o actualización de
los datos personales del afectado, realizando las operaciones necesarias a tal fin en el plazo máximo de cinco
días hábiles de recibido el reclamo del titular de los datos o advertido el error o falsedad.
3. Durante el proceso de verificación y rectificación del error o falsedad de la información que se trate, el
responsable o usuario del banco de datos deberá o bien bloquear el archivo.
ARTICULO 17. — (Excepciones).
1. Los responsables o usuarios de bancos de datos públicos pueden denegar el acceso, rectificación o la
supresión en función de la protección de la defensa de la Nación, del orden y la seguridad públicos, o de la
protección de los derechos e intereses de terceros.
2. La información sobre datos personales también puede ser denegada por los responsables o usuarios de
bancos de datos públicos, cuando de tal modo se pudieran obstaculizar actuaciones judiciales o
administrativas en curso vinculadas a la investigación sobre el cumplimiento de obligaciones tributarias o
previsionales, el desarrollo de funciones de control de la salud y del medio ambiente, la investigación de
delitos penales y la verificación de infracciones administrativas.
ARTICULO 19. — (Gratuidad). La rectificación, actualización o supresión de datos personales inexactos o
incompletos que obren en registros públicos o privados se efectuará sin cargo alguno para el interesado.
ARTICULO 20. — (Impugnación de valoraciones personales).
Las decisiones judiciales o los actos administrativos que impliquen apreciación o valoración de conductas
humanas, no podrán tener como único fundamento el resultado del tratamiento informatizado de datos
personales que suministren una definición del perfil o personalidad del interesado.
Usuarios y responsables de archivos, registros y bancos de datos
ARTICULO 21. — (Registro de archivos de datos. Inscripción).
1. Todo archivo, registro, base o banco de datos público, y privado destinado a proporcionar informes debe
inscribirse en el Registro que al efecto habilite el organismo de control.
2. El registro de archivos de datos debe comprender como mínimo la siguiente información: a) Nombre y
domicilio del responsable; b) Características y finalidad del archivo; c) Naturaleza de los datos personales
contenidos en cada archivo; d) Forma de recolección y actualización de datos; e) Destino de los datos y
personas físicas o de existencia ideal a las que pueden ser transmitidos; f) Modo de interrelacionar la
información registrada; g) Medios utilizados para garantizar la seguridad de los datos; h) Tiempo de
conservación de los datos; i) Forma y condiciones en que las personas pueden acceder a los datos referidos a
ellas y los procedimientos a realizar para la rectificación o actualización de los datos.
El incumplimiento de estos requisitos dará lugar a las sanciones administrativas previstas en la presente ley.
ARTICULO 22. — (Archivos, registros o bancos de datos públicos).
1. Las normas sobre creación, modificación o supresión de archivos, registros o bancos de datos
pertenecientes a organismos públicos deben hacerse por medio de disposición general publicada en el Boletín
Oficial de la Nación o diario oficial.
2. Las disposiciones respectivas, deben indicar: a) Características y finalidad del archivo; b) Personas respecto
de las cuales se pretenda obtener datos y el carácter facultativo u obligatorio de su suministro por parte de
aquéllas; c) Procedimiento de obtención y actualización de los datos; d) Estructura básica del archivo, y la
descripción de la naturaleza de los datos personales que contendrán; e) Las cesiones, transferencias o
interconexiones previstas; f) Órganos responsables del archivo, precisando dependencia jerárquica en su caso;
g) Las oficinas ante las que se pudiesen efectuar las reclamaciones en ejercicio de los derechos de acceso,
rectificación o supresión.
3. En las disposiciones que se dicten para la supresión de los registros informatizados se establecerá el destino
de los mismos o las medidas que se adopten para su destrucción.
ARTICULO 23. — (Supuestos especiales).
1. Quedarán sujetos al régimen de la presente ley, los datos personales que por haberse almacenado para
fines administrativos, deban ser objeto de registro permanente en los bancos de datos de las fuerzas armadas,
fuerzas de seguridad, organismos policiales o de inteligencia; y aquellos sobre antecedentes personales que
proporcionen dichos bancos de datos a las autoridades administrativas o judiciales que los requieran en virtud
de disposiciones legales.
2. El tratamiento de datos personales con fines de defensa nacional o seguridad pública por parte de las
fuerzas armadas, fuerzas de seguridad, organismos policiales o inteligencia, sin consentimiento de los
afectados, queda limitado a aquellos supuestos y categoría de datos que resulten necesarios para el estricto
cumplimiento de las misiones asignadas.
3. Los datos personales registrados con fines policiales se cancelarán cuando no sean necesarios para las
averiguaciones que motivaron su almacenamiento.
ARTICULO 24. — (Archivos, registros o bancos de datos privados). Los particulares que formen archivos,
registros o bancos de datos que no sean para un uso exclusivamente personal deberán registrarse.
ARTICULO 25. — (Prestación de servicios informatizados de datos personales).
1. Cuando por cuenta de terceros se presten servicios de tratamiento de datos personales, éstos no podrán
aplicarse o utilizarse con un fin distinto, ni cederlos a otras personas.
2. Una vez cumplida la prestación contractual los datos personales tratados deberán ser destruidos, salvo que
medie autorización expresa de aquel por cuenta de quien se prestan tales servicios, en cuyo caso se podrá
almacenar por un período de hasta dos años.
ARTICULO 27. — (Archivos, registros o bancos de datos con fines de publicidad).
1. En la recopilación de domicilios, reparto de documentos, publicidad o venta directa y otras actividades
análogas, se podrán tratar datos que sean aptos para establecer perfiles determinados con fines
promocionales, comerciales o publicitarios; o permitan establecer hábitos de consumo, cuando éstos figuren
en documentos accesibles al público.
2. En los supuestos contemplados en el presente artículo, el titular de los datos podrá ejercer el derecho de
acceso sin cargo alguno.
3. El titular podrá en cualquier momento solicitar el retiro o bloqueo de su nombre de los bancos de datos a
los que se refiere el presente artículo.
ARTICULO 28. — (Archivos, registros o bancos de datos relativos a encuestas).
1. Las normas de la presente ley no se aplicarán a las encuestas de opinión, mediciones y estadísticas, trabajos
de prospección de mercados, investigaciones científicas o médicas y actividades análogas, en la medida que
los datos recogidos no puedan atribuirse a una persona determinada o determinable.
2. Si en el proceso de recolección de datos no resultara posible mantener el anonimato, se deberá utilizar una
técnica de disociación, de modo que no permita identificar a persona alguna.
Control
ARTICULO 29. — (Órgano de Control).
1. El órgano de control deberá realizar todas las acciones necesarias para el cumplimiento de los objetivos y
demás disposiciones de la presente ley. A tales efectos tendrá las siguientes funciones y atribuciones:
a) Asistir y asesorar a las personas que lo requieran acerca de los alcances de la presente y de los medios
legales de que disponen para la defensa de los derechos que ésta garantiza;
b) Dictar las normas y reglamentaciones que se deben observar en el desarrollo de las actividades
comprendidas por esta ley;
c) Controlar la observancia de las normas sobre integridad y seguridad de datos por parte de los archivos o
bancos de datos;
d) Solicitar información a las entidades públicas y privadas, las que deberán proporcionar los antecedentes,
documentos, programas u otros elementos relativos al tratamiento de los datos personales que se le
requieran. En estos casos, la autoridad deberá garantizar la seguridad y confidencialidad de la información;
e) Imponer las sanciones administrativas que en su caso correspondan por violación a las normas de la
presente ley y de las reglamentaciones que se dicten en su consecuencia;
2. El órgano de control gozará de autonomía funcional y actuará como órgano descentralizado en el ámbito
del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.
ARTICULO 30. — (Códigos de conducta).
1. Las asociaciones o entidades representativas de responsables o usuarios de bancos de datos de titularidad
privada podrán elaborar códigos de conducta de práctica profesional, para el tratamiento de datos personales
que tiendan a asegurar las condiciones de operación de los sistemas de información.
2. Dichos códigos deberán ser inscriptos en el registro que al efecto lleve el organismo de control.
Sanciones
ARTICULO 31. — (Sanciones administrativas).
1. Sin perjuicio de las responsabilidades administrativas que correspondan en los casos de responsables o
usuarios de bancos de datos públicos; de la responsabilidad por daños y perjuicios derivados de la
inobservancia de la presente ley, y de las sanciones penales que correspondan, el organismo de control podrá
aplicar las sanciones de apercibimiento, suspensión, multa de mil pesos a cien mil pesos, clausura o
cancelación del archivo, registro o banco de datos.
2. La reglamentación determinará las condiciones y procedimientos para la aplicación de las sanciones
previstas, las que deberán graduarse en relación a la gravedad y extensión de la violación y de los perjuicios
derivados de la infracción, garantizando el principio del debido proceso.
ARTICULO 32. — (Sanciones penales).
1°. Será reprimido con la pena de prisión de un mes a dos años el que insertará o hiciera insertar a sabiendas
datos falsos en un archivo de datos personales.
2°. La pena será de seis meses a tres años, al que proporcionará a un tercero a sabiendas información falsa
contenida en un archivo de datos personales.
3°. Cuando el autor o responsable del ilícito sea funcionario público en ejercicio de sus funciones, se le aplicará
la accesoria de inhabilitación para el desempeño de cargos públicos por el doble del tiempo que el de la
condena.
Será reprimido con la pena de prisión de un mes a dos años el que: 1). A sabiendas e ilegítimamente, o
violando sistemas de confidencialidad y seguridad de datos, accediere, de cualquier forma, a un banco de
datos personales; 2). Revelare a otro información registrada en un banco de datos personales cuyo secreto
estuviere obligado a preservar por disposición de una ley. Cuando el autor sea funcionario público sufrirá,
además, pena de inhabilitación especial de uno a cuatro años.
Acción de protección de los datos personales
ARTICULO 33. — (Procedencia).
1. La acción de protección de los datos personales procederá: a) para tomar conocimiento de los datos
personales almacenados en archivos, bancos de datos públicos o privados destinados a proporcionar informes,
y de la finalidad de aquéllos; b) en los casos en que se presuma la falsedad, inexactitud, desactualización de la
información de que se trata, o el tratamiento de datos cuyo registro se encuentra prohibido en la presente ley,
para exigir su rectificación, supresión, confidencialidad o actualización.
ARTICULO 34. — (Legitimación activa). La acción de protección de los datos personales o de hábeas data podrá
ser ejercida por el afectado, sus tutores o curadores y los sucesores de las personas físicas, sean en línea
directa o colateral hasta el segundo grado, por sí o por intermedio de apoderado.
ARTICULO 35. — (Legitimación pasiva). La acción procederá respecto de los responsables y usuarios de bancos
de datos públicos, y de los privados destinados a proveer informes.
ARTICULO 36. — (Competencia). Será competente para entender en esta acción el juez del domicilio del actor;
el del domicilio del demandado; el del lugar en el que el hecho o acto se exteriorice o pudiera tener efecto, a
elección del actor. Procederá la competencia federal: a) cuando se interponga en contra de archivos de datos
públicos de organismos nacionales, y b) cuando los archivos de datos se encuentren interconectados en redes
interjurisdicciones, nacionales o internacionales.
ARTICULO 37. — (Procedimiento aplicable). La acción de hábeas data tramitará según las disposiciones de la
presente ley y por el procedimiento que corresponde a la acción de amparo común y supletoriamente por las
normas del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, en lo atinente al juicio sumarísimo.
ARTICULO 38. — (Requisitos de la demanda). La demanda deberá interponerse por escrito, individualizando
con la mayor precisión posible el nombre y domicilio del archivo, registro o banco de datos y, en su caso, el
nombre del responsable o usuario del mismo.
ARTICULO 39. — (Trámite). Admitida la acción el juez requerirá al archivo, registro o banco de datos la
remisión de la información concerniente al accionante. Podrá asimismo solicitar informes sobre el soporte
técnico de datos, documentación de base relativa a la recolección y cualquier otro aspecto que resulte
conducente a la resolución de la causa que estime procedente.
ARTICULO 40. — (Confidencialidad de la información).
1. Los registros, archivos o bancos de datos privados no podrán alegar la confidencialidad de la información
que se les requiere salvo el caso en que se afecten las fuentes de información periodística.
2. Cuando un archivo, registro o banco de datos público se oponga a la remisión del informe solicitado con
invocación de las excepciones al derecho de acceso, rectificación o supresión, autorizadas por la presente ley o
por una ley específica; deberá acreditar los extremos que hacen aplicable la excepción legal. En tales casos, el
juez podrá tomar conocimiento personal y directo de los datos solicitados asegurando el mantenimiento de su
confidencialidad.
ARTICULO 41. — (Contestación del informe). Al contestar el informe, el archivo, registro o banco de datos
deberá expresar las razones por las cuales incluyó la información cuestionada y aquellas por las que no evacuó
el pedido efectuado por el interesado.
ARTICULO 42. — (Ampliación de la demanda). Contestado el informe, el actor podrá, en el término de tres
días, ampliar el objeto de la demanda solicitando la supresión, rectificación, confidencialidad o actualización
de sus datos personales, en los casos que resulte procedente a tenor de la presente ley, ofreciendo en el
mismo acto la prueba pertinente.
ARTICULO 43. — (Sentencia). Vencido el plazo para la contestación del informe o contestado el mismo, y en el
supuesto del artículo 42, luego de contestada la ampliación, y habiendo sido producida en su caso la prueba,
el juez dictará sentencia.
ARTICULO 44. — (Ámbito de aplicación). Se invita a las provincias a adherir a las normas de esta ley que fueren
de aplicación exclusiva en jurisdicción nacional.

LEY DE PROTECCION INTEGRAL A LAS MUJERES: Ley 26.485


Ley de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos
en que desarrollen sus relaciones interpersonales.
Sancionada: marzo 11 de 2009. Promulgada de Hecho: abril 1 de 2009.

TITULO I DISPOSICIONES GENERALES


Art.1: AMBITO DE APLICACIÓN: Orden Público.

Art. 2: OBJETO: La presente ley tiene por objeto promover y garantizar:


a) La eliminación de la discriminación entre mujeres y varones en todos los órdenes de la vida;
b) El derecho de las mujeres a vivir una vida sin violencia;
c) Las condiciones aptas para sensibilizar y prevenir, sancionar y erradicar la discriminación y la violencia
contra las mujeres en cualquiera de sus manifestaciones y ámbitos;
d) El desarrollo de políticas públicas de carácter interinstitucional sobre violencia contra las mujeres; 1947)
e) La remoción de patrones socioculturales que promueven y sostienen la desigualdad de género y las
relaciones de poder sobre las mujeres;
f) El acceso a la justicia de las mujeres que padecen violencia;
g) La asistencia integral a las mujeres que padecen violencia en las áreas estatales y privadas que realicen
actividades programáticas destinadas a las mujeres y/o en los servicios especializados de violencia.

Art.3: DERECHOS PROTEGIDOS. Esta ley garantiza todos los derechos reconocidos por la Convención para la
Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, la Convención Interamericana para
Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, la Convención sobre los Derechos de los Niños y la
Ley 26.061 de Protección Integral de los derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes y, en especial, los
referidos a:
a) Una vida sin violencia y sin discriminaciones;
b) La salud, la educación y la seguridad personal;
c) La integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial;
d) Que se respete su dignidad;
e) Decidir sobre la vida reproductiva, número de embarazos y cuándo tenerlos, de conformidad con la Ley
25.673 de Creación del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable;
f) La intimidad, la libertad de creencias y de pensamiento;
g) Recibir información y asesoramiento adecuado;
h) Gozar de medidas integrales de asistencia, protección y seguridad;
i) Gozar de acceso gratuito a la justicia en casos comprendidos en el ámbito de aplicación de la presente ley;
j) La igualdad real de derechos, oportunidades y de trato entre varones y mujeres;
k) Un trato respetuoso de las mujeres que padecen violencia, evitando toda conducta, acto u omisión que
produzca revictimización.

Art. 4: DEFINICIÓN: Se entiende por violencia contra las mujeres toda conducta, acción u omisión, que de
manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una relación desigual de
poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, como
así también su seguridad personal. Quedan comprendidas las perpetradas desde el Estado o por sus agentes.
Se considera violencia indirecta, a los efectos de la presente ley, toda conducta, acción omisión, disposición,
criterio o práctica discriminatoria que ponga a la mujer en desventaja con respecto al varón.

Art. 5: TIPOS:
1.Física: La que se emplea contra el cuerpo de la mujer produciendo dolor, daño o riesgo de producirlo y
cualquier otra forma de maltrato o agresión que afecte su integridad física.
2.Psicológica: La que causa daño emocional y disminución de la autoestima o perjudica y perturba el pleno
desarrollo personal o que busca degradar o controlar sus acciones, comportamientos, creencias y decisiones,
mediante amenaza, acoso, hostigamiento, restricción, humillación, deshonra, descrédito, manipulación,
aislamiento, culpabilización, vigilancia constante, exigencia de obediencia sumisión, coerción verbal,
persecución, insulto, indiferencia, abandono, celos excesivos, chantaje, ridiculización, explotación y limitación
del derecho de circulación o cualquier otro medio que cause perjuicio a su salud psicológica y a la
autodeterminación.
3.Sexual: Cualquier acción que implique la vulneración en todas sus formas, con o sin acceso genital, del
derecho de la mujer de decidir voluntariamente acerca de su vida sexual o reproductiva a través de amenazas,
coerción, uso de la fuerza o intimidación, incluyendo la violación dentro del matrimonio o de otras relaciones
vinculares o de parentesco, exista o no convivencia, así como la prostitución forzada, explotación, esclavitud,
acoso, abuso sexual y trata de mujeres.
4.Económica y patrimonial: La que se dirige a ocasionar un menoscabo en los recursos económicos o
patrimoniales de la mujer, a través de: perturbación de la posesión, tenencia o propiedad de sus bienes;
pérdida, sustracción, destrucción, retención o distracción indebida de objetos, instrumentos de trabajo,
documentos personales, bienes, valores y derechos patrimoniales; limitación de los recursos económicos
destinados a satisfacer sus necesidades o privación de los medios indispensables para vivir una vida digna;
limitación o control de sus ingresos, así como la percepción de un salario menor por igual tarea, dentro de un
mismo lugar de trabajo.
5.Simbólica: La que a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, íconos o signos transmita y
reproduzca dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la
subordinación de la mujer en la sociedad.

Art. 6: MODALIDADES: Aquellas formas en que se manifiestan los distintos tipos de violencia contra las
mujeres en los diferentes ámbitos
a) Violencia doméstica contra las mujeres: aquella ejercida contra las mujeres por un integrante del grupo
familiar, independientemente del espacio físico donde ésta ocurra, que dañe la dignidad, el bienestar, la
integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, la libertad, comprendiendo la libertad
reproductiva y el derecho al pleno desarrollo de las mujeres. Se entiende por grupo familiar el originado en el
parentesco sea por consanguinidad o por afinidad, el matrimonio, las uniones de hecho y las parejas o
noviazgos. Incluye las relaciones vigentes o finalizadas, no siendo requisito la convivencia;
b) Violencia institucional contra las mujeres: aquella realizada por las/los funcionarias/os, profesionales,
personal y agentes pertenecientes a cualquier órgano, ente o institución pública, que tenga como fin retardar,
obstaculizar o impedir que las mujeres tengan acceso a las políticas públicas y ejerzan los derechos previstos
en esta ley. Quedan comprendidas, además, las que se ejercen en los partidos políticos, sindicatos,
organizaciones empresariales, deportivas y de la sociedad civil;
c) Violencia laboral contra las mujeres: aquella que discrimina a las mujeres en los ámbitos de trabajo públicos
o privados y que obstaculiza su acceso al empleo, contratación, ascenso, estabilidad o permanencia en el
mismo, exigiendo requisitos sobre estado civil, maternidad, edad, apariencia física o la realización de test de
embarazo. Constituye también violencia contra las mujeres en el ámbito laboral quebrantar el derecho de
igual remuneración por igual tarea o función. Asimismo, incluye el hostigamiento psicológico en forma
sistemática sobre una determinada trabajadora con el fin de lograr su exclusión laboral;
d) Violencia contra la libertad reproductiva: aquella que vulnere el derecho de las mujeres a decidir libre y
responsablemente el número de embarazos o el intervalo entre los nacimientos, de conformidad con la Ley
25.673 de Creación del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable;
e) Violencia obstétrica: aquella que ejerce el personal de salud sobre el cuerpo y los procesos reproductivos de
las mujeres, expresada en un trato deshumanizado, un abuso de medicalización y patologización de los
procesos naturales, de conformidad con la Ley 25.929.
f) Violencia mediática contra las mujeres: aquella publicación o difusión de mensajes e imágenes
estereotipadas a través de cualquier medio masivo de comunicación, que de manera directa o indirecta
promueva la explotación de mujeres o sus imágenes, injurie, difame, discrimine, deshonre, humille o atente
contra la dignidad de las mujeres, como así también la utilización de mujeres, adolescentes y niñas en
mensajes e imágenes pornográficas, legitimando la desigualdad de trato o construya patrones socioculturales
reproductores de la desigualdad o generadores de violencia contra las mujeres.
TITULO II POLITICAS PUBLICAS
CAPITULO I PRECEPTOS RECTORES

Art.7: PRECEPTOS RECTORES: los tres poderes del Estado, sean del ámbito provincial o nacional, adoptaran los
siguientes principios rectores: eliminar la discriminación y las relaciones desiguales de poder sobre las
mujeres, adoptar medidas tendientes a sensibilizar a la sociedad promoviendo valores de igualdad y
deslegitimación de la violencia, asistencia integral y oportuna de las mujeres que padecen violencia así como
la sanción y reeducación de quienes la ejerzan, adopción del principio de transversalidad en todas las medidas
así como una articulación interinstitucional y coordinación de los recursos, incentivar a la cooperación a la
sociedad civil comprometiendo a entidades privadas y actores públicos no estatales, respetar el derecho a la
confidencialidad y a la intimidad prohibiéndose la reproducción para uso particular o difusión pública, garantía
de la existencia y disponibilidad de recursos económicos que permitan el cumplimiento de la presente ley; y
llevar a cabo todas las acciones conducentes a efectivizar los principios y derechos reconocidos por la
Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres.

CAPITULO II ORGANISMO COMPETENTE

Art.8: ORGANISMO COMPETENTE: El Consejo Nacional de la Mujer será el organismo rector encargado del
diseño de las políticas públicas para efectivizar las disposiciones de la presente ley.

Art.9: FACULTADES: (del Consejo Nacional De la mujer)


a) Elaborar, implementar y monitorear un Plan Nacional de Acción para la Prevención, Asistencia y
Erradicación de la Violencia contra las Mujeres;
b) Articular y coordinar las acciones para el cumplimiento de la presente ley, con las distintas áreas
involucradas a nivel nacional, provincial y municipal, y con los ámbitos universitarios, sindicales,
empresariales, religiosos, etc.
c) Convocar y constituir un Consejo Consultivo ad honórem, integrado por representantes de las
organizaciones de la sociedad civil y del ámbito académico especializadas, que tendrá por función asesorar y
recomendar sobre los cursos de acción y estrategias adecuadas para enfrentar el fenómeno de la violencia;
d) Promover en las distintas jurisdicciones la creación de servicios de asistencia integral y gratuita para las
mujeres que padecen violencia;
e) Garantizar modelos de abordaje tendientes a empoderar a las mujeres que padecen violencia que respeten
la naturaleza social, política y cultural de la problemática, no admitiendo modelos que contemplen formas de
mediación o negociación;
f) Generar los estándares mínimos de detección precoz y de abordaje de las situaciones de violencia;
g) Desarrollar programas de asistencia técnica para las distintas jurisdicciones destinados a la prevención,
detección precoz, asistencia temprana, reeducación, derivación interinstitucional y a la elaboración de
protocolos para los distintos niveles de atención;
h) Brindar capacitación permanente, formación y entrenamiento en la temática a los funcionarios públicos en
el ámbito de la Justicia, las fuerzas policiales y de seguridad, y las Fuerzas Armadas, las que se impartirán de
manera integral y específica según cada área de actuación, a partir de un módulo básico respetando los
principios consagrados en esta ley;
i) Coordinar con los ámbitos legislativos la formación especializada
j) Impulsar a través de los colegios y asociaciones de profesionales la capacitación del personal de los servicios
que, en razón de sus actividades, puedan llegar a intervenir en casos de violencia contra las mujeres;
k) Diseñar e implementar Registros de situaciones de violencia contra las mujeres de manera
interjurisdiccional e interinstitucional, en los que se establezcan los indicadores básicos aprobados por todos
los Ministerios y Secretarías competentes.
l) Desarrollar, promover y coordinar con las distintas jurisdicciones los criterios para la selección de datos,
modalidad de registro e indicadores básicos desagregados —como mínimo— por edad, sexo, estado civil y
profesión u ocupación de las partes, vínculo entre la mujer que padece violencia y el hombre que la ejerce,
naturaleza de los hechos, medidas adoptadas y sus resultados, y sanciones impuestas a la persona violenta. Se
deberá asegurar la reserva en relación con la identidad de las mujeres que padecen violencias;
m) Coordinar con el Poder Judicial los criterios para la selección de datos, modalidad de Registro e indicadores
que lo integren que obren en ambos poderes, independientemente de los que defina cada uno a los fines que
le son propios;
n) Analizar y difundir periódicamente los datos estadísticos y resultados de las investigaciones a fin de
monitorear y adecuar las políticas públicas a través del Observatorio de la Violencia Contra las Mujeres;
ñ) Diseñar y publicar una Guía de Servicios en coordinación y actualización permanente con las distintas
jurisdicciones, que brinde información sobre los programas y los servicios de asistencia directa;
o) Implementar una línea telefónica gratuita y accesible en forma articulada con las provincias a través de
organismos gubernamentales pertinentes, destinada a dar contención, información y brindar asesoramiento
sobre recursos existentes en materia de prevención de la violencia contra las mujeres y asistencia a quienes la
padecen;
p) Establecer y mantener un Registro de las organizaciones no gubernamentales especializadas en la materia
en coordinación con las jurisdicciones y celebrar convenios para el desarrollo de actividades preventivas, de
control y ejecución de medidas de asistencia a las mujeres que padecen violencia y la rehabilitación de los
hombres que la ejercen;
q) Promover campañas de sensibilización y concientización sobre la violencia contra las mujeres informando
sobre los derechos, recursos y servicios que el Estado garantiza e instalando la condena social a toda forma de
violencia contra las mujeres. Publicar materiales de difusión para apoyar las acciones de las distintas áreas;
r) Celebrar convenios con organismos públicos y/o instituciones privadas para toda acció conducente al
cumplimiento de los alcances y objetivos de la presente ley;
s) Convocar y poner en funciones al Consejo, Consultivo de organizaciones de la sociedad civil y redactar su
reglamento de funcionamiento interno;
t) Promover en el ámbito comunitario el trabajo en red, con el fin de desarrollar modelos de atención y
prevención interinstitucional e intersectorial, que unifiquen y coordinen los esfuerzos de las instituciones
públicas y privadas;
u) Garantizar el acceso a los servicios de atención específica para mujeres privadas de libertad.

CAPITULO III LINEAMIENTOS BASICOS PARA LAS POLITICAS ESTATALES

Art. 10: FORTALECIMIENTO TECNICO A LAS JURIDICCIONES: El Estado nacional deberá promover y fortalecer
interinstitucionalmente a las distintas jurisdicciones para la creación e implementación de servicios integrales
de asistencia a las mujeres que padecen violencia y a las personas que la ejercen, debiendo garantizar:
campañas de educación y capacitación, unidades especializadas en violencia en el primer nivel de atención,
asistencia interdisciplinaria para la evaluación, diagnóstico y definición de estrategias de abordaje, grupos de
ayuda mutua, asistencia y patrocinio jurídico gratuito, atención coordinada con el área de salud que brinde
asistencia médica, psicológica y con el área social que brinde los programas de asistencia destinados a
promover el desarrollo humano, programas de asistencia económica para el autovalimiento de la mujer,
programas de acompañantes comunitarios para la estrategia de autovalimiento de la mujer, centros de día
para el fortalecimiento integral de la mujer, instancias de tránsito para la atención y albergue, programas de
reeducación destinados a los hombres que ejercen violencia

Art.11: POLÍTICAS PÚBLICAS: El Estado nacional implementará el desarrollo de las siguientes acciones
prioritarias, promoviendo su articulación y coordinación con los distintos Ministerios y Secretarías del Poder
Ejecutivo nacional, jurisdicciones provinciales y municipales, universidades y organizaciones de la sociedad
civil con competencia en la materia:
1.- Jefatura de Gabinete de Ministros – Secretaría de Gabinete y Gestión Pública:
a) Impulsar políticas específicas que implementen la normativa vigente en materia de acoso sexual en la
administración pública nacional y garanticen la efectiva vigencia de los principios de no discriminación e
igualdad de derechos, oportunidades y trato en el empleo público;
b) Promover, a través del Consejo Federal de la Función Pública, acciones semejantes en el ámbito de las
jurisdicciones provinciales.
2.- Ministerio de Desarrollo Social de la Nación:
a) Promover políticas tendientes a la revinculación social y laboral de las mujeres que padecen violencia;
b) Elaborar criterios de priorización para la inclusión de las mujeres en los planes y programas de
fortalecimiento y promoción social y en los planes de asistencia a la emergencia;
c) Promover líneas de capacitación y financiamiento para la inserción laboral de las mujeres en procesos de
asistencia por violencia;
d) Apoyar proyectos para la creación y puesta en marcha de programas para atención de la emergencia
destinadas a mujeres y al cuidado de sus hijas/os;
e) Celebrar convenios con entidades bancarias a fin de facilitarles líneas de créditos a mujeres que padecen
violencia;
f) Coordinar con la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia y el Consejo Federal de Niñez,
Adolescencia y Familia los criterios de atención que se fijen para las niñas y adolescentes que padecen
violencia.
3.- Ministerio de Educación de la Nación:
a) Articular en el marco del Consejo Federal de Educación la inclusión en los contenidos mínimos curriculares
de la perspectiva de género, el ejercicio de la tolerancia, el respeto y la libertad en las relaciones
interpersonales, la igualdad entre los sexos, la democratización de las relaciones familiares, la vigencia de los
derechos humanos y la deslegitimación de modelos violentos de resolución de conflictos;
b) Promover medidas para que se incluya en los planes de formación docente la detección precoz de la
violencia contra las mujeres;
c) Recomendar medidas para prever la escolarización inmediata de las/os niñas/os y adolescentes que se vean
afectadas/os, por un cambio de residencia derivada de una situación de violencia, hasta que se sustancie la
exclusión del agresor del hogar;
d) Promover la incorporación de la temática de la violencia contra las mujeres en las currículas terciarias y
universitarias, tanto en los niveles de grado como de post grado;
e) Promover la revisión y actualización de los libros de texto y materiales didácticos con la finalidad de eliminar
los estereotipos de género y los criterios discriminatorios, fomentando la igualdad de derechos, oportunidades
y trato entre mujeres y varones;
f) Las medidas anteriormente propuestas se promoverán en el ámbito del Consejo Federal de Educación.
4.- Ministerio de Salud de la Nación:
a) Incorporar la problemática de la violencia contra las mujeres en los programas de salud integral de la mujer;
b) Promover la discusión y adopción de los instrumentos aprobados por el Ministerio de Salud de la Nación en
materia de violencia contra las mujeres en el ámbito del Consejo Federal de Salud;
c) Diseñar protocolos específicos de detección precoz y atención de todo tipo y modalidad de violencia contra
las mujeres, prioritariamente en las áreas de atención primaria de salud, emergencias, clínica médica,
obstetricia, ginecología, traumatología, pediatría, y salud mental, que especifiquen el procedimiento a seguir
para la atención de las mujeres que padecen violencia, resguardando la intimidad de la persona asistida y
promoviendo una práctica médica no sexista. El procedimiento deberá asegurar la obtención y preservación
de elementos probatorios;
d) Promover servicios o programas con equipos interdisciplinarios especializados en la prevención y atención
de la violencia contra las mujeres y/o de quienes la ejerzan con la utilización de protocolos de atención y
derivación;
e) Impulsar la aplicación de un Registro de las personas asistidas por situaciones de violencia contra las
mujeres, que coordine los niveles nacionales y provinciales.
f) Asegurar la asistencia especializada de los/ as hijos/as testigos de violencia;
g) Promover acuerdos con la Superintendencia de Servicios de Salud u organismo que en un futuro lo
reemplace, a fin de incluir programas de prevención y asistencia de la violencia contra las mujeres, en los
establecimientos médico-asistenciales, de la seguridad social y las entidades de medicina prepaga, los que
deberán incorporarlas en su cobertura en igualdad de condiciones con otras prestaciones;
h) Alentar la formación continua del personal médico sanitario con el fin de mejorar el diagnóstico precoz y la
atención médica con perspectiva de género;
i) Promover, en el marco del Consejo Federal de Salud, el seguimiento y monitoreo de la aplicación de los
protocolos. Para ello, los organismos nacionales y provinciales podrán celebrar convenios con instituciones y
organizaciones de la sociedad civil.
5.- Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación:
5.1. Secretaría de Justicia:
a) Promover políticas para facilitar el acceso de las mujeres a la Justicia mediante la puesta en marcha y el
fortalecimiento de centros de información, asesoramiento jurídico y patrocinio jurídico gratuito;
b) Promover la aplicación de convenios con Colegios Profesionales, instituciones académicas y organizaciones
de la sociedad civil para brindar asistencia jurídica especializada y gratuita;
c) Promover la unificación de criterios para la elaboración de los informes judiciales sobre la situación de
peligro de las mujeres que padecen violencia;
d) Promover la articulación y cooperación entre las distintas instancias judiciales involucradas a fin de mejorar
la eficacia de las medidas judiciales;
e) Promover la elaboración de un protocolo de recepción de denuncias de violencia contra las mujeres a
efectos de evitar la judicialización innecesaria de aquellos casos que requieran de otro tipo de abordaje;
f) Propiciar instancias de intercambio y articulación con la Corte Suprema de Justicia de la Nación para
incentivar en los distintos niveles del Poder Judicial la capacitación específica referida al tema;
g) Alentar la conformación de espacios de formación específica para profesionales del derecho;
h) Fomentar las investigaciones sobre las causas, la naturaleza, la gravedad y las consecuencias de la violencia
contra las mujeres, así como de la eficacia de las medidas aplicadas para impedirla y reparar sus efectos,
difundiendo periódicamente los resultados;
i) Garantizar el acceso a los servicios de atención específica para mujeres privadas de libertad.
5.2. Secretaría de Seguridad:
a) Fomentar en las fuerzas policiales y de seguridad, el desarrollo de servicios interdisciplinarios que brinden
apoyo a las mujeres que padecen violencia para optimizar su atención, derivación a otros servicios y
cumplimiento de disposiciones judiciales;
b) Elaborar en el ámbito del Consejo de Seguridad Interior, los procedimientos básicos para el diseño de
protocolos específicos para las fuerzas policial y de seguridad a fin de brindar las respuestas adecuadas para
evitar la revictimización, facilitar la debida atención, asistencia y protección policial a las mujeres que acudan a
presentar denuncias en sede policial;
c) Promover la articulación de las fuerzas policial y de seguridad que intervengan en la atención de la violencia
contra las mujeres con las instituciones gubernamentales y las organizaciones de la sociedad civil;
d) Sensibilizar y capacitar a las fuerzas policial y de seguridad en la temática de la violencia contra las mujeres
en el marco del respeto de los derechos humanos;
e) Incluir en los programas de formación de las fuerzas policial y de seguridad asignaturas y/o contenidos
curriculares específicos sobre los derechos humanos de las mujeres y en especial sobre violencia con
perspectiva de género.
5.3. Secretaría de Derechos Humanos e Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo
(INADI):
a) Promover la inclusión de la problemática de la violencia contra las mujeres en todos los programas y
acciones de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y del INADI, en articulación con el Consejo
Federal de Derechos Humanos.
6.- Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación:
a) Desarrollar programas de sensibilización, capacitación e incentivos a empresas y sindicatos para eliminar la
violencia laboral contra las mujeres y promover la igualdad de derechos, oportunidades y trato en el ámbito
laboral, debiendo respetar el principio de no discriminación en:
1. El acceso al puesto de trabajo, en materia de convocatoria y selección;
2. La carrera profesional, en materia de promoción y formación;
3. La permanencia en el puesto de trabajo;
4. El derecho a una igual remuneración por igual tarea o función.
b) Promover, a través de programas específicos la prevención del acoso sexual contra las mujeres en el ámbito
de empresas y sindicatos;
c) Promover políticas tendientes a la formación e inclusión laboral de mujeres que padecen violencia;
d) Promover el respeto de los derechos laborales de las mujeres que padecen violencia, en particular cuando
deban ausentarse de su puesto de trabajo a fin de dar cumplimiento a prescripciones profesionales, tanto
administrativas como las emanadas de las decisiones judiciales.
7.- Ministerio de Defensa de la Nación:
a) Adecuar las normativas, códigos y prácticas internas de las Fuerzas Armadas a la Convención para la
Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer y la Convención Interamericana para
Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres;
b) Impulsar programas y/o medidas de acción positiva tendientes a erradicar patrones de discriminación en
perjuicio de las mujeres en las Fuerzas Armadas para el ingreso, promoción y permanencia en las mismas;
c) Sensibilizar a los distintos niveles jerárquicos en la temática de la violencia contra las mujeres en el marco
del respeto de los derechos humanos;
d) Incluir en los programas de formación asignaturas y/o contenidos específicos sobre los derechos humanos
de las mujeres y la violencia con perspectiva de género.
8.- Secretaría de Medios de Comunicación de la Nación:
a) Impulsar desde el Sistema Nacional de Medios la difusión de mensajes y campañas permanentes de
sensibilización y concientización dirigida a la población en general y en particular a las mujeres sobre el
derecho de las mismas a vivir una vida libre de violencias;
b) Promover en los medios masivos de comunicación el respeto por los derechos humanos de las mujeres y el
tratamiento de la violencia desde la perspectiva de género;
c) Brindar capacitación a profesionales de los medios masivos de comunicación en violencia contra las
mujeres;
d) Alentar la eliminación del sexismo en la información;
e) Promover, como un tema de responsabilidad social empresaria, la difusión de campañas publicitarias para
prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres.

CAPITULO IV OBSERVATORIO DE LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES


Art. 12: CREACIÓN: Créase el Observatorio de la Violencia contra las Mujeres en el ámbito del Consejo
Nacional de la Mujer, destinado al monitoreo, recolección, producción, registro y sistematización de datos e
información sobre la violencia contra las mujeres.
Art. 13: MISIÓN. — Misión. El Observatorio tendrá por misión el desarrollo de un sistema de información
permanente que brinde insumos para el diseño, implementación y gestión de políticas públicas tendientes a la
prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres.
Art.14: FUNCIONES: recolectar, registrar, publicar y difundir información periódicamente, impulsar el
desarrollo de estudios e investigaciones sobre la evolución, prevalencia, tipos y modalidades, consecuencias y
efectos, identificando aquellos factores sociales, culturales, económicos y políticos que de alguna manera
estén asociados o puedan constituir causal de violencia; incorporar los resultados de sus investigaciones y
estudios en los informes que el Estado nacional eleve a los organismos regionales e internacionales en materia
de violencia contra las mujeres; crear una red de información y difundir a la ciudadanía los datos relevados,
estudios y actividades del Observatorio, crear y mantener una base documental actualizada
permanentemente y abierta a la ciudadanía; examinar las buenas prácticas en materia de prevención y
erradicación de la violencia contra las mujeres y las experiencias innovadoras en la materia y difundirlas, entre
otros.

Art. 15: INTEGRACION:El Observatorio de la Violencia contra las Mujeres estará


integrado por:
a) Una persona designada por la Presidencia del Consejo Nacional de la Mujer, quien ejercerá la Dirección del
Observatorio, debiendo tener acreditada formación en investigación social y derechos humanos;
b) Un equipo interdisciplinario idóneo en la materia.

TITULO III PROCEDIMIENTOS


CAPITULO I DISPOSICIONES GENERALES

Art. 16: DERECHOS Y GARANTÍAS MÍNIMAS DE PROCEDIMIENTOS JUDICIALES Y ADMINISTRATIVOS: gratuidad


de las actuaciones judiciales y del patrocinio jurídico preferentemente especializado; obtener una respuesta
oportuna y efectiva; ser oída personalmente por el juez y por la autoridad administrativa competente; que su
opinión sea tenida en cuenta al momento de arribar a una decisión que la afecte; recibir protección judicial
urgente y preventiva cuando se encuentren amenazados, protección de su intimidad, garantizando la
confidencialidad de las actuaciones; entre otros.

Art. 17: PROCEDIMIENTOS ADMINISTRATIVOS. Las jurisdicciones locales podrán fijar los procedimientos
previos o posteriores a la instancia judicial para el cumplimiento de esta ley, la que será aplicada por los
municipios, comunas, comisiones de fomento, juntas, delegaciones de los Consejos Provinciales de la Mujer o
áreas descentralizadas, juzgados de paz u organismos que estimen convenientes.

Art: 18: DENUNCIA: Las personas que se desempeñen en servicios asistenciales, sociales, educativos y de
salud, en el ámbito público o privado, que con motivo o en ocasión de sus tareas tomaren conocimiento de un
hecho de violencia contra las mujeres en los términos de la presente ley, estarán obligados a formular las
denuncias, según corresponda, aun en aquellos casos en que el hecho no configure delito.

CAPITULO II PROCEDIMIENTO
Art.19: AMBITO DE APLICACIÓN. Las jurisdicciones locales, en el ámbito de sus competencias, dictarán sus
normas de procedimiento o adherirán al régimen procesal previsto en la presente ley.

Art.20: CARACTERÍSTICAS DEL PROCEDIMIENTO. El procedimiento será gratuito y sumarísimo.

Art.21: PRESENTACIÓN DE LA DENUNCIA. La presentación de la denuncia por violencia contra las mujeres
podrá efectuarse ante cualquier juez/jueza de cualquier fuero e instancia o ante el Ministerio Público, en
forma oral o escrita. Se guardará reserva de identidad de la persona denunciante.
Art.22: COMPETENCIA. Entenderá en la causa el/la juez/a que resulte competente en razón de la materia
según los tipos y modalidades de violencia de que se trate. Aún en caso de incompetencia, el/la juez/a
interviniente podrá disponer las medidas preventivas que estime pertinente.

Art.23: EXPOSICIÓN POLICIAL. En el supuesto que al concurrir a un servicio policial sólo se labrase exposición y
de ella surgiere la posible existencia de violencia contra la mujer, corresponderá remitirla a la autoridad
judicial competente dentro de las VEINTICUATRO (24) horas.

Art.24: PERSONAS QUE PUEDEN EFECTUAR LA DENUNCIA. Las denuncias podrán ser efectuadas: por la mujer
que se considere afectada o su representante legal sin restricción alguna, la niña o adolescente directamente
o a través de sus representantes legales, cualquier persona cuando la afectada tenga discapacidad o que por
su condición psíquica o física no pudiese formularla. En los casos de violencia sexual, la mujer que la haya
padecido es la única legitimada para hacer la denuncia. Cuando la misma fuere efectuada por un tercero, se
citará a la mujer paraque la ratifique o rectifique en VEINTICUATRO (24) horas. La autoridad judicial
competente tomará los recaudos necesarios para evitar que la causa tome estado público. La denuncia penal
será obligatoria para toda persona que se desempeñe laboralmente enservicios asistenciales, sociales,
educativos y de salud, en el ámbito público o privado, que con motivo o en ocasión de sus tareas tomaren
conocimiento de que una mujer padece violencia siempre que los hechos pudieran constituir un delito.

Art.25: ASISTENCIA PROTECTORA. En toda instancia del proceso se admitirá la presencia de un/a acompañante
como ayuda protectora ad honórem, siempre que la mujer que padece violencia lo solicite y con el único
objeto de preservar la salud física y psicológica de la misma.

Art.26: MEDIDAS PREVENTIVAS URGENTES.


a) Durante cualquier etapa del proceso el/la juez/a interviniente podrá, de oficio o a petición de parte,
ordenar una o más de las siguientes medidas preventivas de acuerdo a los tipos y modalidades de violencia
contra las mujeres definidas en los artículos 5º y 6º de la presente ley:
a. 1. Ordenar la prohibición de acercamiento del presunto agresor al lugar de residencia, trabajo, estudio,
esparcimiento o a los lugares de habitual concurrencia de la mujer que padece violencia;
a.2. Ordenar al presunto agresor que cese en los actos de perturbación o intimidación que, directa o
indirectamente, realice hacia la mujer;
a.3. Ordenar la restitución inmediata de los efectos personales a la parte peticionante, si ésta se ha visto
privada de los mismos;
a.4. Prohibir al presunto agresor la compra y tenencia de armas, y ordenar el secuestro de las que estuvieren
en su posesión;
a.5. Proveer las medidas conducentes a brindar a quien padece o ejerce violencia, cuando así lo requieran,
asistencia médica o psicológica, a través de los organismos públicos y organizaciones de la sociedad civil con
formación especializada en la prevención y atención de la violencia contra las mujeres;
a.6. Ordenar medidas de seguridad en el domicilio de la mujer;
a.7. Ordenar toda otra medida necesaria para garantizar la seguridad de la mujer que padece violencia, hacer
cesar la situación de violencia y evitar la repetición de todo acto de perturbación o intimidación, agresión y
maltrato del agresor hacia la mujer.
b) Sin perjuicio de las medidas establecidas en el inciso a) del presente artículo, en los casos de la modalidad
de violencia doméstica contra las mujeres, el/la juez/a podrá ordenar las siguientes medidas preventivas
urgentes:
b.1. Prohibir al presunto agresor enajenar, disponer, destruir, ocultar o trasladar bienes gananciales de la
sociedad conyugal o los comunes de la pareja conviviente;
b.2. Ordenar la exclusión de la parte agresora de la residencia común, independientemente de la titularidad de
la misma;
b.3. Decidir el reintegro al domicilio de la mujer si ésta se había retirado, previa exclusión de la vivienda del
presunto agresor;
b.4. Ordenar a la fuerza pública, el acompañamiento de la mujer que padece violencia, a su domicilio para
retirar sus efectos personales;
b.5. En caso de que se trate de una pareja con hijos/as, se fijará una cuota alimentaria provisoria, si
correspondiese, de acuerdo con los antecedentes obrantes en la causa y según las normas que rigen en la
materia;
b.6. En caso que la víctima fuere menor de edad, el/la juez/a, mediante resolución fundada y teniendo en
cuenta la opinión y el derecho a ser oída de la niña o de la adolescente, puede otorgar la guarda a un miembro
de su grupo familiar, por consanguinidad o afinidad, o con otros miembros de la familia ampliada o de la
comunidad.
b.7. Ordenar la suspensión provisoria del régimen de visitas;
b.8. Ordenar al presunto agresor abstenerse de interferir, de cualquier forma, en el ejercicio de la guarda,
crianza y educación de los/as hijos/ as;
b.9. Disponer el inventario de los bienes gananciales de la sociedad conyugal y de los bienes propios de quien
ejerce y padece violencia. En los casos de las parejas convivientes se dispondrá el inventario de los bienes de
cada uno;
b.10. Otorgar el uso exclusivo a la mujer que padece violencia, por el período que estime conveniente, del
mobiliario de la casa.

Art.27: FACULTADES DEL/LA JUEZ/A. El/ la juez/a podrá dictar más de una medida a la vez, determinando la
duración de las mismas de acuerdo a las circunstancias del caso, y debiendo establecer un plazo máximo de
duración de las mismas, por auto fundado.

Art.28: AUDIENCIA. El/la juez/a interviniente fijará una audiencia, la que deberá tomar personalmente bajo
pena de nulidad, dentro de CUARENTA Y OCHO (48) horas de ordenadas las medidas del artículo 26, o si no se
adoptara ninguna de ellas, desde el momento que tomó conocimiento de la denuncia. El presunto agresor
estará obligado a comparecer bajo apercibimiento de ser llevado ante el juzgado con auxilio de la fuerza
pública. En dicha audiencia, escuchará a las partes por separado bajo pena de nulidad, y ordenará las medidas
que estime pertinentes. Si la víctima de violencia fuere niña o adolescente deberá contemplarse lo estipulado
por la Ley 26.061 sobre Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes.
Quedan prohibidas las audiencias de mediación o conciliación.

Art.29: INFORMES: Siempre que fuere posible el/la juez/a interviniente podrá requerir un informe efectuado
por un equipo interdisciplinario para determinar los daños físicos, psicológicos, económicos o de otro tipo
sufridos por la mujer y la situación de peligro en la que se encuentre. Dicho informe será remitido en un plazo
de CUARENTA Y OCHO (48) horas, a efectos de que pueda aplicar otras medidas, interrumpir o hacer cesar
alguna de las mencionadas en el artículo 26.
El/la juez/a interviniente también podrá considerar los informes que se elaboren por los equipos
interdisciplinarios de la administración pública sobre los daños físicos, psicológicos, económicos o de otro tipo
sufridos por la mujer y la situación de peligro, evitando producir nuevos informes que la revictimicen.
También podrá considerar informes de profesionales de organizaciones de la sociedad civil idóneas en el
tratamiento de la violencia contra las mujeres.

Art. 30: PRUEBA, PRINCIPIOS Y MEDIDAS. El/la juez/a tendrá amplias facultades para ordenar e impulsar el
proceso, pudiendo disponer las medidas que fueren necesarias para indagar los sucesos, ubicar el paradero
del presunto agresor, y proteger a quienes corran el riesgo de padecer nuevos actos de violencia, rigiendo el
principio de obtención de la verdad material.
Art. 31: RESOLUCIONES. Regirá el principio de amplia libertad probatoria para acreditar los hechos
denunciados, evaluándose las pruebas ofrecidas de acuerdo con el principio de la sana crítica. Se considerarán
las presunciones que contribuyan a la demostración de los hechos, siempre que sean indicios graves, precisos
y concordantes.

Art.32.SANCIONES. Ante el incumplimiento de las medidas ordenadas, el/la juez/a podrá evaluar la
conveniencia de modificar las mismas, pudiendo ampliarlas u ordenar otras.
Frente a un nuevo incumplimiento y sin perjuicio de las responsabilidades civiles o penales que correspondan,
el/la Juez/a deberá aplicar alguna/s de las siguientes sanciones:
a) Advertencia o llamado de atención por el acto cometido;
b) Comunicación de los hechos de violencia al organismo, institución, sindicato, asociación profesional o lugar
de trabajo del agresor;
c) Asistencia obligatoria del agresor a programas reflexivos, educativos o terapéuticos tendientes a la
modificación de conductas violentas. Asimismo, cuando el incumplimiento configure desobediencia u otro
delito, el juez deberá poner el hecho en conocimiento del/la juez/a con competencia en materia penal.

Art. 33: APELACIÓN. Las resoluciones que concedan, rechacen, interrumpan, modifiquen o dispongan el cese
de alguna de las medidas preventivas urgentes o impongan sanciones, serán apelables dentro del plazo de
TRES (3) días hábiles. La apelación contra resoluciones que concedan medidas preventivas urgentes se
concederá en relación y con efecto devolutivo.
La apelación contra resoluciones que dispongan la interrupción o el cese de tales medidas se concederá en
relación y con efecto suspensivo.

Art. 34. SEGUIMIENTO: Durante el trámite de la causa, por el tiempo que se juzgue adecuado, el/la juez/a
deberá controlar la eficacia de las medidas y decisiones adoptadas, ya sea a través de la comparecencia de las
partes al tribunal, con la frecuencia que se ordene, y/o mediante la intervención del equipo interdisciplinario,
quienes elaborarán informes periódicos acerca de la situación.

Art.35. REPARACIÓN. La parte damnificada podrá reclamar la reparación civil por los daños y perjuicios, según
las normas comunes que rigen la materia.

Art.36: OBLIGACIONES DE LOS/AS FUNCIONARIOS/ AS. Los/as funcionarios/as policiales, judiciales, agentes
sanitarios, y cualquier otro/a funcionario/a público/a a quien acudan las mujeres afectadas, tienen la
obligación de informar sobre:
a) Los derechos que la legislación le confiere a la mujer que padece violencia, y sobre los servicios
gubernamentales disponibles para su atención;
b) Cómo y dónde conducirse para ser asistida en el proceso;
c) Cómo preservar las evidencias.

Art.37.REGISTROS. La Corte Suprema de Justicia de la Nación llevará registros sociodemográficos de las


denuncias efectuadas sobre hechos de violencia previstos en esta ley, especificando, como mínimo, edad,
estado civil, profesión u ocupación de la mujer que padece violencia, así como del agresor; vínculo con el
agresor, naturaleza de los hechos, medidas adoptadas y sus resultados, así como las sanciones impuestas al
agresor.
Los juzgados que intervienen en los casos de violencia previstos en esta ley deberán remitir anualmente la
información pertinente para dicho registro.
El acceso a los registros requiere motivos fundados y previa autorización judicial, garantizando la
confidencialidad de la identidad de las partes.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación elaborará estadísticas de acceso público que permitan conocer,
como mínimo, las características de quienes ejercen o padecen violencia y sus modalidades, vínculo entre las
partes, tipo de medidas adoptadas y sus resultados, y tipo y cantidad de sanciones aplicadas.

Art.38.COLABORACIÓN DE ORGANIZACIONES PÚBLICAS O PRIVADAS. El/la juez/a podrán solicitar o aceptar en


carácter de amicus curiae la colaboración de organizaciones o entidades públicas o privadas dedicadas a la
protección de los derechos de las mujeres.

Art.39: EXENCIÓN DE CARGAS. Las actuaciones fundadas en la presente ley estarán exentas del pago de
sellado, tasas, depósitos y cualquier otro impuesto, sin perjuicio de lo establecido en el artículo 68 del Código
Procesal, Civil y Comercial de la Nación en materia de costas.

Art.40.NORMAS SUPLETORIAS. Serán de aplicación supletoria los regímenes procesales que correspondan,
según los tipos y modalidades de violencia denunciados.

TITULO IV DISPOSICIONES FINALES


Art.41: En ningún caso las conductas, actos u omisiones previstas en la presente
ley importarán la creación de nuevos tipos penales, ni la modificación o derogación de los
vigentes.

Art.42: La Ley 24.417 de Protección contra la Violencia Familiar, será de aplicación en aquellos casos de
violencia doméstica no previstos en la presente ley.

Art.43. — Las partidas que resulten necesarias para el cumplimiento de la presente ley serán previstas
anualmente en la Ley de Presupuesto General de la Administración Nacional.

Art. 44. — La ley entrará en vigencia a partir de su publicación en el Boletín Oficial de la Nación.

Art. 45. — Comuníquese al Poder Ejecutivo nacional.

Protocolo de Estambul
Manual para la investigación y documentación eficaces de la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanas
o degradantes.

Capítulo II
CÓDIGOS ÉTICOS PERTINENTES.
En todas las profesiones se trabaja de acuerdo con unos códigos éticos en los que se describen los valores
comunes y deberes reconocidos de los profesionales y se establecen las normas morales que se espera que
cumplan. Las normas éticas se establecen fundamentalmente de dos maneras: mediante instrumentos
internacionales preparados por organismos como las Naciones Unidas y mediante códigos de principios
preparados por los propios profesionales, mediante sus asociaciones representativas, en el ámbito nacional o
en el internacional. Las premisas fundamentales son siempre las mismas y se centran en las obligaciones que
tienen los profesionales ante sus clientes o pacientes individuales, ante la sociedad en su conjunto y ante sus
colegas, con miras siempre a mantener el honor de la profesión. Estas obligaciones son reflejo y
complemento de los derechos consagrados para todas las personas en los instrumentos internacionales
Principios comunes a todos los códigos de ética de la atención de salud.
El principio de la independencia profesional exige que en todo momento el profesional de la salud se
concentre en el objetivo fundamental de la medicina, que es aliviar el sufrimiento y la angustia y evitar el daño
al paciente, pese a todas las circunstancias que puedan oponerse a ello
El deber de dar una asistencia compasiva.
El deber de dar asistencia se enuncia de diversas formas en los diferentes códigos y declaraciones nacionales e
internacionales. Un aspecto de este deber es la obligación médica de atender a los necesitados de asistencia
médica. Esto se refleja en el Código de ética Médica de la Asociación ica Mundial, que reconoce la obligación
moral del médico de prestar sus servicios en caso de urgencia como un deber humanitario. Toda persona tiene
derecho a una atención de salud apropiada, independientemente de factores como origen étnico, ideas
políticas, nacionalidad, género o religión. Las personas acusadas o condenadas por delitos tienen el mismo
derecho moral a una atención médica y de enfermera adecuada.
Consentimiento informado.
Todas las declaraciones relativas al deber asistencial ponen de relieve la obligación de actuar en el mejor
interés del individuo que está siendo examinado o tratado, lo cual presupone que los profesionales de la salud
saben que es lo mejor para el paciente. Cuando el paciente está inconsciente o por cualquier otra razón sea
incapaz de dar un consentimiento válido, el profesional de salud deberá atenerse a su propio juicio acerca de
cómo proteger y promover el mejor interés de la persona. Los pacientes necesitan conocer las consecuencias
que pueden tener su consentimiento o su rechazo. Por consiguiente, antes de examinar al paciente el
profesional de la salud deberá explicar con toda franqueza cual es el objetivo del examen y el tratamiento.
Confidencialidad
Todos los códigos éticos incluyen el deber de confidencialidad como principio fundamental, que también se
sitúa en primer plano en las declaraciones de la Asociación Médica Mundial. En ciertas jurisdicciones, la
obligación del secreto profesional se considera tan importante que se ha incorporado a la legislación nacional.
El deber de confidencialidad no es absoluto y se puede suspender en circunstancias excepcionales cuando el
no hacerlo podrá previsiblemente provocar graves daños a personas o graves perturbaciones a la justicia. En
general, el deber de confidencialidad respecto de la información identificable sobre el estado de salud de un
paciente solo puede suspenderse con la autorización expresa de este. El dilema se plantea cuando el
profesional de la salud se ve presionado o requerido por la ley para que revele información identificable que
pueda poner en peligro a un paciente.
Profesionales de la salud con doble obligación
Los profesionales de la salud tienen una doble obligación, una obligación principal ante el paciente de
promover sus mejores intereses, y una obligación general ante la sociedad de asegurar que se haga justicia e
impedir las violaciones de los derechos humanos. Los dilemas que plantea esta doble obligación son
particularmente agudos entre los profesionales de la salud que trabajan para la policía, el ejército u otros
servicios de seguridad, o para el sistema penitenciario. Los intereses de su empleador y de sus colegas no
médicos pueden entrar en colisión con los mejores intereses de los pacientes detenidos. Cualesquiera que
sean las circunstancias de su empleo, todo profesional de la salud tiene el deber fundamental de cuidar a las
personas a las que se le pide que examine o trate. No pueden ser obligados ni contractualmente ni por
ninguna otra consideración a comprometer su independencia profesional. Es preciso que realicen una
evaluación objetiva de los intereses de la salud de sus pacientes y actúen en consecuencia.
Principios orientadores de todos los médicos con doble obligación.
En todos los casos en los que los médicos actúan en nombre de otra parte, tienen la obligación de asegurarse
de que el paciente comprende la situación. El médico debe identificarse ante los pacientes y explicarles el
objetivo de su examen o tratamiento
Dilemas resultantes de la doble obligacin.
Cuando la Ética y la ley están en contradicción pueden plantearse dilemas. Pueden darse circunstancias en las
que el deber ético obligue al profesional de la salud a desacatar una determinada ley, como, por ejemplo, una
obligación legal de revelar información médica confidencial acerca de un paciente. Las declaraciones
internacionales y nacionales de preceptos éticos mantienen un consenso en el sentido de que otros
imperativos, incluida la ley, no pueden obligar al profesional de la salud a actuar en contra de la ética médica y
de su conciencia. En esos casos, el profesional de la salud deberá negarse a cumplir una ley o un reglamento
para no comprometer los preceptos éticos básicos o exponer a sus pacientes a un grave peligro.
Capítulo IV
CONSIDERACIONES GENERALES RELATIVAS A LAS ENTREVISTAS.
Cuando se entreviste a una persona que afirme haber sido torturada, se tendrá en cuenta una serie de
cuestiones y factores prácticos. Las presentes consideraciones valen para todas las personas que realicen
entrevistas, sean juristas, médicos, psicólogos, psiquiatras, defensores de los derechos humanos o miembros
de cualquier otra profesión.
Finalidad de la investigación, el examen y la documentación.
El propósito general de la investigación consiste en determinar los hechos en relación con los presuntos casos
de tortura. Las evaluaciones médicas de la tortura pueden aportar útiles pruebas en contextos legales como:
a) La identificación de los agentes responsables de la tortura y su sometimiento a la justicia;
b) El apoyo a solicitudes de asilo político;
c) La determinación de las condiciones en que ciertos funcionarios del Estado han podido obtener falsas
confesiones;
d) La averiguación de prácticas regionales de tortura. También pueden utilizarse las evaluaciones médicas
como base para identificar las necesidades terapéuticas de los supervivientes y como testimonio en las
investigaciones de derechos humanos.
Además, con frecuencia el testimonio médico sirve para enseñar a los funcionarios judiciales y a otros agentes
gubernamentales y a las comunidades locales e internacionales cuales son las secuelas físicas y psicológicas de
la tortura. Es preciso que el examinador esté en condiciones de hacer lo siguiente:
a) Evaluar posibles lesiones y malos tratos, incluso en ausencia de denuncias concretas de la persona o de los
agentes del orden o de la justicia;
b) Documentar los indicios físicos y psicológicos de lesiones y malos tratos;
c) Determinar el grado de coherencia existente entre los signos observados en el examen y las denuncias
concretas de maltrato formuladas por el paciente;
d) Determinar el grado de coherencia existente entre los signos observados en el examen individual y el
conocimiento de los métodos de tortura utilizados en una determinada región y de sus secuelas más comunes;
e) Dar una interpretación pericial de los resultados de las evaluaciones medico -legales y entregar una opinión
pericial sobre posibles casos de malos tratos en audiencia de solicitud de asilo, procesos penales y
procedimientos civiles;
f) Utilizar la información obtenida de forma adecuada para mejorar las investigaciones de los casos de tortura
y documentarlos más a fondo.

Capítulo VI
INDICIOS PSICOLGICOS DE LA TORTURA.
El papel central de la evaluación psicológica.
Está muy generalizada la idea de que la tortura constituye una experiencia vital extraordinaria que puede dar
origen a muy diversos sufrimientos físicos y psicológicos. La mayor parte de los médicos e investigadores
están de acuerdo en que el carácter extremo de la experiencia de tortura es suficientemente poderoso por s
mismo como para surtir consecuencias mentales y emocionales, sea cual fuere el estado psicológico previo del
individuo. Pero las consecuencias psicológicas de la tortura se dan en el contexto de la significación que
personalmente se le atribuya, del desarrollo de la personalidad y de factores sociales, políticos y culturales.
Por esta razón, no cabe suponer que todas las formas de tortura dan el mismo resultado. De todas formas,
existen conjuntos de síntomas y reacciones psicológicas que se han podido observar y documentar con
bastante regularidad en los supervivientes de la tortura.
Los agentes de la tortura tratan con frecuencia de justificar sus actos de tortura y malos tratos por la
necesidad de obtener información. Esa racionalización viene a enmascarar cual es el objetivo de la tortura y
sus consecuencias deseadas. Uno de los objetivos fundamentales de la tortura es reducir a la persona a una
situación de desvalimiento y angustia extremos que puede producir un deterioro de las funciones cognitivas,
emocionales y conductuales.
Los principales trastornos psiquiátricos asociados a la tortura son el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y
la depresión profunda. Si bien estos trastornos se dan también en la población general, su prevalencia es
mucho más elevada entre las poblaciones traumatizadas
El contexto de la evaluación psicológica.
Las evaluaciones se realizan en diversos contextos políticos. De ello resultan importantes diferencias en la
forma como ha de realizarse una evaluación. El médico o el psicólogo deberá adaptar las directrices que a
continuación se dan a la situación y los objetivos particulares de la evaluación.
El que ciertas preguntas puedan o no formularse sin riesgo varían en gran medida dependiendo del grado de
confidencialidad y seguridad que pueda garantizarse Cuando se examina a una persona que está detenida o
que vive en un ambiente de amenaza o de opresión considerable, algunos síntomas pueden ser adaptativos.
Así, por ejemplo, una disminución del interés por actividades y una sensación de despego y distanciamiento
son comprensibles en una persona que se halla en confinamiento solitario. En circunstancias difíciles es
particularmente importante que los gobiernos y las autoridades implicados respeten esas normas en la mayor
medida posible.
Secuelas psicológicas de la tortura
Precauciones aconsejables.
El médico o psicólogo encargado de la evaluación deberá procurar establecer una relación entre el sufrimiento
mental y el contexto de las creencias y normas culturales del individuo. Ello incluye el respeto por el contexto
político así como por la cultura y las creencias religiosas. Dada la gravedad de la tortura y sus consecuencias,
cuando se realice una evaluación psicológica deberá adoptarse una actitud de aprendizaje informado en lugar
de precipitarse a establecer diagnósticos y clasificaciones. Lo ideal será que esta actitud transmitiese a la
víctima la idea de que sus quejas y su sufrimiento se reconocen como reales y previsibles dadas las
circunstancias. En este sentido, una actitud empática y sensible puede dar a la víctima algún alivio de su
experiencia de alienación.
Reacciones psicológicas más frecuentes:
Re-experimentación del trauma: La víctima puede tener súbitas rememoraciones o recuerdos intrusivos en los
que una vez y otra vive el incidente traumático, y esto incluso estando la persona despierta y consciente, o
puede sufrir pesadillas recurrentes que incluyen elementos del hecho traumático en su forma original o en
forma simbólica. La angustia ante la exposición a elementos que simbolizan o se asemejan al trauma se
manifiesta con frecuencia en desconfianza y miedo a las personas dotadas de autoridad, incluidos médicos y
psicólogos.
Evitación y embotamiento emocional
Hiperexcitación
Síntomas de depresión: Pueden observarse estado de ánimo depresivo, anhedonia (clara disminución del
interés o del placer en cualquier actividad), alteraciones del apetito o pérdida de peso, insomnio o
hipersomnia, agitación o lenificación psicomotriz, cansancio y pérdida de energía, sensación de inutilidad y
excesivo sentimiento de culpa, dificultad de prestar atención, concentrarse o recordar algún acontecimiento,
pensamientos de muerte, ideas de suicidio o intentos de suicidio.
Disminución de la autoestima y del sentido del futuro: La víctima tiene la sensación de haber sufrido daños
irreparables y un cambio irreversible de su personalidad. El sujeto tiene la sensación de pérdida de sentido del
futuro, sin expectativas de carrera, matrimonio, hijos o una duración normal de vida.
Disociación, despersonalización y comportamiento atípico: La disociación es un quiebre en la integración de la
conciencia, la autopercepción, la memoria y las acciones. La persona puede verse separada o estar
inconsciente de ciertas acciones o puede sentirse dividida en dos como si se observase a s misma desde una
cierta distancia. La despersonalización es un sentirse desprendido de uno mismo o de su propio cuerpo.
Quejas somáticas: Entre las víctimas de la tortura son frecuentes los síntomas somáticos como dolores,
cefaleas u otros síntomas físicos, que pueden o no tener una base objetiva. La única queja que se manifieste
puede ser el dolor, que puede variar tanto en ubicación como en intensidad. Los síntomas somáticos pueden
deberse directamente a las consecuencias físicas de la tortura o tener un origen psicológico.
Disfunciones sexuales: Las disfunciones sexuales son frecuentes entre los supervivientes de la tortura, en
particular, aunque no exclusivamente, entre los que han sufrido torturas sexuales o violaciones
Psicosis: Las diferencias culturales y lingüísticas se pueden confundir con síntomas psicóticos. Antes de
diagnosticar a alguien como psicótico, será preciso evaluar sus síntomas dentro del contexto cultural propio de
la persona. Las reacciones psicóticas pueden ser breves o prolongadas, y los síntomas pueden aparecer
mientras la persona está detenida y torturada o después.
Consumo excesivo de sustancias psicotrópicas: Es frecuente que los supervivientes de la tortura desarrollen
cuadros de alcoholismo o toxicómana como forma de obliterar sus recuerdos traumáticos, de regular sus
afectos y de controlar la ansiedad.
Daño neuropsicológico: La tortura puede causar un traumatismo físico que dé lugar a diversos grados de daño
cerebral.
Evaluación psicológica/psiquiátrica
OBJETIVO: Determinar el grado de coherencia que existe entre el RELATO que el individuo hace de la tortura y
las SEÑALES PSICOLOGICAS que se observan en el curso de la evaluación.
El proceso de la entrevista.
El especialista clínico debe comenzar la entrevista explicando con detalle que procedimientos se van a seguir
(y las preguntas que se han de hacer sobre los antecedentes psicosociales, incluidos la relación del caso de
tortura y el actual funcionamiento psicológico), lo que prepara al sujeto para las difíciles reacciones
emocionales que pueden provocar las preguntas. Es preciso que en cualquier momento el entrevistado pueda
pedir una pausa e interrumpir la entrevista e incluso suspenderla si el estrés llega a resultarle intolerable, con
la posibilidad de una cita ulterior. El especialista ha de ser sensible y empático en la manera de formular sus
preguntas, pero permaneciendo siempre objetivo en su evaluación clínica.
El proceso de la entrevista puede recordar al superviviente los interrogatorios a que fue sometido bajo
tortura. Por consiguiente, puede manifestar fuertes sentimientos negativos contra el especialista a cargo
como miedo, rabia, rechazo, desvalimiento, confusión, pánico u odio. El especialista debe permitir que se
expresen y expliquen esos sentimientos y mostrarse comprensivo ante la difícil situación del sujeto. Además,
no se debe descuidar la posibilidad de que la persona aún pueda ser perseguida u oprimida.
Componentes de la evaluación psicológica/psiquiátrica

Historia de las tortura y malos tratos


Quejas psicológicas actuales
Historia posterior a la tortura
Historia previa a la tortura
Historia clínica
Historia psiquiátrica
Antecedentes de uso y abuso de sustancias psicotrópicas
Examen del estado mental
Evaluación del funcionamiento social
Pruebas psicológicas y utilización de listas de comprobación y cuestionarios
Opinión clínica

LEY 12.967 PROMOCIÓN Y PROTECCIÓN INTEGRAL DE LOS DERECHOS DE LAS NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES
ARTÍCULO 1º.- ADHESIÓN. OBJETO. La provincia de Santa Fe adhiere a la ley Nacional Nº 26.061 de Protección
Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes. La presente ley tiene por objeto la promoción y
protección integral de los derechos y garantías de las niñas, niños y adolescentes que se encuentren en el
territorio de la Provincia. Los derechos y garantías que enumera la presente deben entenderse como
complementarios e interdependientes de los derechos y garantías reconocidos en el ordenamiento jurídico
provincial, nacional y en los tratados internacionales en los que la Nación sea parte.
ARTÍCULO 2º.- SUJETOS COMPRENDIDOS. A los efectos de esta ley quedan comprendidas todas las personas
hasta los dieciocho (18) años de edad. Sus derechos y garantías son de orden público, irrenunciables e
interdependientes.

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