UNIDAD DIDÁCTICA 3
El marco histórico, legal y administrativo
de la acción social
¿Qué es la acción social?
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Contenidos:
La acción social a lo largo de la historia.
La profesionalización de la acción social.
El marco legal de la acción social.
3.1. La acción social a lo largo de la historia
Para entender cuál es el papel del trabajo de integración social hoy es necesario
repasar algunos de los hitos históricos que han ido sucediéndose hasta la reciente
profesionalización de la acción social.
La acción social, entendida como acompañamiento a las personas en situación
de riesgo, ha conocido muchas formas, miradas y expresiones. En este punto se
realizará un recorrido histórico tratando de señalar algunos de los cambios más
significativos en la concepción de la pobreza y el tratamiento de la alteridad.
Este recorrido nos permitirá estudiar varios fenómenos que han ido configurando
el imaginario actual europeo sobre diversas figuras como la discapacidad, la
locura, la marginación y la enfermedad, así como la noción de criminalidad o la
de orden social.
Del punto 3.1.1 al 3.1.4 (línea del tiempo, segunda evaluación)
el 3.1.5 entra en la línea del tiempo y también en el examen.
3.1.5. Intervención pública. La asistencia social.
Tras la revolución francesa (1789) se van consolidando los valores liberales en
Europa (libertad, igualdad y fraternidad). Los Estados (países) van asumiendo
progresivamente el protagonismo a la hora de organizar las acciones de atención a
la alteridad (personas marginadas o excluidas) en vez de ser labor de la Iglesia y de
otras instituciones privadas a través de la beneficencia (hacer el bien a los demás).
-De la beneficencia a la acción social-
Se da un cambio de modelo, los países siguen tratando las necesidades de las
personas como actos de buena voluntad (beneficencia), pero progresivamente van
adquiriendo la responsabilidad de satisfacer necesidades básicas a la población a
través de un primer modelo de asistencia social. Este modelo se caracteriza por
plantear, por primera vez, que las necesidades de subsistencia de la población son
un deber del Estado.
Al principio se limitaban a satisfacer las necesidades más básicas (fisiológicas) y las
personas en situación de vulnerabilidad o de necesidad ya podían comenzar a
considerar la ayuda (asistencia social) como un derecho.
Las primeras formas de asistencia social en países industrializados datan del siglo
XIX. Por ejemplo, en el caso de España, los primeros sistemas que se pueden
considerar de asistencia social no aparecen hasta la Segunda República
(1931-1939).
-La acción social en España-
★ Leyes de beneficencia
Antes de implantar el primer modelo de acción social en España (1931), hubo una
serie de leyes para regular la beneficencia:
● La ley de beneficencia de 1822
● La ley de beneficencia de 1849:
- Carácter de control social
- Procurar salud pública
- Categorías de subsistencia ( prestaciones o internamiento).
- Titularidad pública ( es decir, se hicieron públicas algunas instituciones que
antes pertenecían a entidades privadas o pertenecientes a la Iglesia).
★ Conquistas sociales y sistemas de ayuda mutua
Las reivindicaciones obreras se traducen en unas mejoras en las condiciones de
trabajo y en las prestaciones sociales, que van incorporándose a la normativa.
Algunas leyes en este sentido son:
Muchas de estas leyes fueron promovidas por el Instituto de Reformas Sociales
(IRS) creado en 1903. El Instituto Nacional de Previsión, también creado en 1903 es
el antecedente a la actual Seguridad Social y propulsor del retiro obrero (actual
jubilación).
★ La acción social en la Segunda República
Durante la Segunda República en España la beneficencia deja paso a un sistema de
asistencia social. En la Constitución de 1931 se establece el marco jurídico para
hacerlo efectivo:
En su artículo 25 establece que «no podrán ser fundamento de privilegio jurídico:
la naturaleza, la filiación, el sexo, la clase social, la riqueza, las ideas políticas ni las
creencias religiosas».
En su artículo 36 indica que: «El trabajo, en sus diversas formas, es una obligación
social, y gozará de la protección de las leyes. La República asegurará a todo
trabajador las condiciones necesarias de una existencia digna». Su legislación
social regulará, entre otros:
- Los casos de seguro de enfermedad, accidentes, paro forzoso, vejez,
invalidez y muerte.
- El trabajo de las mujeres y de los jóvenes y especialmente la protección a la
maternidad.
- La jornada de trabajo y el salario mínimo y familiar y las vacaciones anuales
remuneradas.
- También establece la enseñanza primaria, gratuita y laica, que «hará del
trabajo el eje de su actividad metodológica y se inspirará en los ideales de la
solidaridad humana».
El estallido de la Guerra Civil y la implantación de la dictadura impidieron el
desarrollo y la realización de todas estas intenciones.
★ La acción social durante la dictadura de Franco
La victoria del ejército de Franco en la Guerra Civil supone la instauración de una
dictadura de carácter fascista que discurrirá por un camino diferente al de los
países europeos con regímenes democráticos.
En España se mantendrán estructuras económicas arcaicas (anticuadas,
desfasadas) que la incapacitan para el desarrollo de un verdadero estado del
bienestar.
En este contexto, España permanece anclada en el modelo de la beneficencia o,
como mucho, de asistencia social. A partir de los años cincuenta y sesenta se
produce el denominado milagro español y una mayor apertura al exterior, pero la
estructura económica del país y la orientación de las políticas sociales continúan
siendo esencialmente decimonónicas (del siglo XIX).
Cuadro resumen fechas Acción Social en España:
Beneficencia (S. XIX)
Asistencia social (primera mitad S. XX) Avance con la Segunda República,
retroceso con la dictadura.
Acción social y Estado de Bienestar (segunda mitad S. XX) después de la
dictadura de Franco. 1975-Actualidad.
3.1.6. La emergencia del Estado de Bienestar
Los estados garantizan un nivel de bienestar mínimo a través de la
protección social a la población.
Después de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) ante la necesidad de
reconstrucción europea, la necesidad de revitalizar la economía y la presencia
amenazante del bloque soviético, los Estados del bloque capitalista se ven en la
obligación de intervenir directamente en la prestación de servicios, que les
permita mantener la paz social e impulsar el desarrollo económico. De esta
manera se configuran los estados del bienestar.
Para saber más sobre la Segunda Guerra Mundial:
https://encyclopedia.ushmm.org/content/es/article/world-war-ii-in-depth
Los Estados comienzan a plantear en su ordenamiento jurídico la
responsabilidad propia de asegurar una serie de prestaciones y derechos
vinculados a la dignidad, la libertad, la salud y la seguridad, la educación, el
trabajo, la vivienda, etc., procurando que aquellas personas que por sí solas no
puedan alcanzar determinadas cotas de bienestar y desarrollo personal puedan
hacerlo beneficiándose de la acción subsidiaria (complementaria) del Estado.
A diferencia de los modelos basados en la asistencia social, los estados de
bienestar establecen mecanismos para garantizar el acceso a determinados
servicios o el ejercicio de determinados derechos de una forma universal,
considerándose ellos mismos (los estados) los responsables últimos de proveer
los recursos necesarios para el disfrute de estos derechos y para que el logro de
estos mínimos de bienestar sea posible para toda la ciudadanía.
★ El desarrollo de los estados de bienestar
Los estados de bienestar se desarrollaron de forma diferente, especialmente en los
países del sur de Europa: Grecia, Italia, España o Portugal, que tuvieron sus
propios procesos históricos y políticos en este contexto posterior a la Segunda
Guerra Mundial:
● En muchos casos está vinculado a la presencia de gobiernos de perfil
fascista y autocrático que los abocaron a cierto aislamiento internacional.
En estos países el inicio de determinadas políticas de bienestar siguió
caminos y ritmos diferentes.
● Dichas políticas permanecieron ligadas a fórmulas de beneficencia o
asistencia social. Y no es hasta sus transiciones democráticas, alrededor de
los años setenta, cuando se dotan jurídicamente de fórmulas de garantía
de derechos sociales.
★ Tipologías estado bienestar
Esping-Andersen establece una tipología de estados de bienestar de acuerdo con
la mayor o menor presencia que el sector público, el mercado o la familia tienen
en la provisión de las diversas necesidades sociales. En función de estas
variables distingue tres modelos: (1) el modelo liberal, (2) el modelo conservador y
(3) el modelo socialdemócrata
1. Modelo liberal
Este modelo se caracteriza por dar prioridad al mercado. Se considera que los
mecanismos del mercado se encargan por sí mismos de ofrecer y distribuir la
mayor parte de los servicios de bienestar, por lo que se promueve activamente
que la iniciativa privada pueda ofrecerlos
➔ Privatización de servicios. Menos servicios públicos (educación, sanidad,
vivienda, etc.). El mercado se regula por sí mismo, no hay que intervenir.
Se recurre en mayor medida a sistemas de seguros privados permiten que, dentro
de una dinámica de mercado, se cubran determinadas contingencias (problemas:
enfermedades, accidentes, incapacidad temporal, etc.)
El Estado por otro lado establece, sin embargo, algunos mecanismos de
protección pública para garantizar la cobertura de determinados derechos. Es
decir, allí donde el mercado no es capaz de garantizar el acceso a determinados
grupos, el Estado se encarga subsidiariamente ( complementariamente) de cubrir
algunas necesidades.
Por eso el tipo de acceso a las prestaciones y servicios de carácter público es
restringido, pues lejos de garantizarse un acceso para todas las personas, solo
pueden acceder a ellos las que acrediten no disponer de medios y que se
encuentran en situación de necesidad. También se recurre a organizaciones del
tercer sector (financiadas con fondos privados y públicos) para satisfacer
necesidades.
Este es el modelo dominante en países como Reino Unido, Estados Unidos,
Canadá, Australia, etc.
2. Modelo conservador
En este modelo la familia (o las unidades de convivencia) y las corporaciones (u
organizaciones) son las dimensiones fundamentales de inclusión social, pues
ejercen como eje principal para la articulación de políticas sociales, y a partir de
ellas los individuos deben encontrar los recursos y espacios de desarrollo personal.
Los Estados facilitan a las familias esta tarea a partir de una serie de servicios,
recursos y prestaciones dirigidos a fortalecerlas y atender sus necesidades
económicas, de cuidado o residenciales.
Del mismo modo que en el modelo liberal, se provee una red pública significativa
para atender las situaciones de exclusión social manifiesta , pues el tipo de
cobertura de las prestaciones sociales es también restringido.
La estructura de la financiación de las prestaciones es contributiva ( recibes según
lo que aportas, a través del trabajo: cotizaciones a la Seguridad Social). Es decir, se
tiene acceso a determinados servicios o prestaciones en cuanto se cotiza o se
contribuye a sistemas públicos de seguro. Fundamentalmente mediante
aportaciones del trabajo.
En este modelo, las corporaciones de tipo gremial, sindical o relativas a
determinadas actividades económicas tienen un gran protagonismo, pues muchos
colectivos disponen de seguros o beneficios sociales por el hecho de pertenecer a
una corporación.
Esta falta de universalidad de determinados servicios o prestaciones puede hacer
que algunas personas no puedan contribuir a estos sistemas de seguro
corporativos y tengan que recurrir a otros servicios específicos para atender
situaciones de exclusión.
Es el modelo de países como Francia, Alemania, Italia y otros de la Europa
central y occidental.
3. El modelo socialdemócrata
Este modelo considera que es el Estado el espacio o actor principal a la hora de
garantizar la inclusión social de las personas. Plantea, en la mayoría de los casos,
que el acceso a las distintas modalidades de protección social es universal. La
sola condición de ciudadanía es suficiente para recibir una serie de prestaciones o
servicios de carácter público.
El nivel de gasto o inversión en políticas sociales de estos Estados es
comparativamente alto y la principal fuente de financiación son los impuestos. De
forma general, no es necesario realizar aportaciones o contribuir a determinados
seguros sociales, motivo por el cual se accede a una parte significativa de las
prestaciones públicas sin tener necesariamente que haber cotizado previamente
para adquirir ese derecho.
En los regímenes de bienestar socialdemócratas la presencia del sector público es
relativamente fuerte en la mayor parte de los ámbitos. Es el encargado de
proveer servicios específicos de titularidad pública en ámbitos clave como la
salud o la educación.
Las políticas sociales se extienden al conjunto de la sociedad con medidas
específicas que van mucho más allá de acciones de reinserción. Los sistemas de
protección pública se encuentran muy desarrollados, y así los riesgos y factores
de exclusión disminuyen y se facilita la participación social con acciones de
promoción y prevención.
Los países nórdicos como Suecia, Dinamarca, Noruega o Finlandia se organizan a
partir de este modelo.
★ Desarrollo del estado de bienestar en el sur de Europa
En el sur de Europa, países como España, Grecia o Portugal tardaron en
desarrollar modelos de protección social cercanos a los de los países de su
entorno. Los estados de bienestar en estos países cuentan con una tradición
mucho más corta, pues solo en las transiciones democráticas de los años setenta
se dotan de una serie de principios fundamentales que garantizan la protección
pública de determinados derechos.
Aunque, naturalmente, estos países presentan diferencias importantes, se puede
afirmar que sus regímenes de bienestar tienen en común algunos rasgos:
Estas características de los regímenes de bienestar de los países del sur de Europa y
su grado de menor desarrollo se explican también por cuestiones culturales. El
peso de la familia como proveedor de bienestar y seguridad y una visión del
papel del Estado paterno-asistencialista son rasgos comunes en estos países.
3.1.6 ¿ El estado de bienestar en crisis?
Parece evidente que el retroceso de los estados de bienestar es un fenómeno
común a la mayoría de los países de nuestro entorno. Este retroceso se explica en
parte por un conjunto de fenómenos de alcance mundial como la transformación
de las relaciones de producción, la globalización de las economías, los flujos
migratorios o la irrupción de nuevas tecnologías.
Si bien estas transformaciones han aportado algunos avances significativos,
también han contribuido a hacer precarias las condiciones de vida de una parte
importante de la población. Además, la crisis económica estructural ha hecho caer
los ingresos de los Estados y ha provocado su elevado endeudamiento, lo cual
repercute en su capacidad para destinar recursos a inversiones sociales y hace
menguar la calidad de los servicios públicos, agudizar las situaciones de
vulnerabilidad y generar nuevas formas de pobreza y exclusión.
En este contexto de adelgazamiento de los servicios que prestan los Estados y
pérdida de peso de estos en la toma de decisiones frente a las grandes compañías
transnacionales y las entidades financieras que operan a escala mundial, cabe
preguntarse hasta qué punto el modelo basado en el estado del bienestar está en
crisis.
Tabla resumen modelos de los estados de bienestar:
1. MODELO LIBERAL
2. MODELO CONSERVADOR
3. MODELO SOCIALDEMÓCRATA
4. SUR DE EUROPA