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Gérmenes Y VIRUS-4toA

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GÉRMENES: ENTIENDE LAS BACTERIAS, LOS VIRUS Y LAS INFECCIONES

Gérmenes: aprende cómo funcionan y qué puedes hacer para protegerte de ellos.
Escrito por el personal de Mayo Clinic

Hay gérmenes en todas partes. Puedes encontrar gérmenes (microbios) en el aire; en la comida, las plantas y los animales; en el
suelo y en el agua —y prácticamente en todas las demás superficies, incluso el cuerpo humano—.
La mayoría de los gérmenes no son perjudiciales. El sistema inmunitario te protege de los agentes infecciosos. Sin embargo, algunos
gérmenes son increíbles adversarios porque mutan constantemente para atravesar las defensas del sistema inmunitario. Conocer la
forma en que actúan los gérmenes aumenta las posibilidades de evitar contraer una infección.

Agentes infecciosos: de las bacterias a los gusanos

Los agentes infecciosos vienen de diversas


formas y tamaños. Las categorías son:

 Bacterias
 Virus
 Hongos
 Protozoos
 Helmintos

Bacterias
Las bacterias son organismos unicelulares que son visibles únicamente con un microscopio. Son tan pequeñas que si alineas miles de
ellas de un extremo a otro, pueden entrar a lo ancho del extremo de una goma de borrar de lápiz.
No todas las bacterias son nocivas y algunas bacterias que viven en el cuerpo son útiles. Por ejemplo, la Lactobacillus acidophilus,
una bacteria inofensiva que reside en los intestinos, ayuda a digerir los alimentos, destruye algunos organismos que provocan
enfermedades y aporta nutrientes.
Muchas bacterias que provocan enfermedades producen toxinas, sustancias químicas poderosas que dañan las células y te
enferman. Otras bacterias pueden invadir directamente los tejidos y dañarlos. Algunas infecciones provocadas por bacterias son:

 Amigdalitis estreptocócica
 Tuberculosis
 Infecciones de las vías urinarias
Virus
Los virus son mucho más pequeños que las células. De hecho, los virus básicamente son solo cápsulas que contienen material
genético. Para reproducirse, los virus invaden las células del cuerpo, interceptando la maquinaria que hace que las células funcionen.
Las células huésped suelen, a la larga, destruirse durante este proceso.
Los virus son responsables de provocar numerosas enfermedades, entre ellas:

 SIDA
 Resfriado común
 Fiebre hemorrágica por el virus del Ébola
 Herpes genital
 Influenza
 Sarampión
 Varicela y herpes zóster (culebrilla)
Los antibióticos diseñados para las bacterias no tienen ningún efecto sobre los virus.

Hongos
Existen muchas variedades de hongos, y comemos unos cuantos de ellos. Los champiñones son hongos, como lo es el moho que
forma las vetas azules o verdes en algunos tipos de queso. Y la levadura, otro tipo de hongo, es un ingrediente necesario en la
mayoría de los panes.
Otros hongos pueden provocar enfermedades. Un ejemplo es la cándida, una levadura que puede provocar una infección. La cándida
puede provocar candidiasis bucal —una infección de la boca y la garganta— en bebés y en personas que toman antibióticos o que
tienen un sistema inmunitario alterado. Los hongos también son responsables de algunas afecciones de la piel, como el pie de atleta y
la tiña.

Protozoos
Los protozoos son organismos unicelulares que se comportan como animales pequeños; cazan y recogen otros microbios como
alimento. Muchos protozoos viven en el aparato intestinal y son inofensivos. Otros provocan enfermedades, como:

 Giardia
 Malaria
 Toxoplasmosis
Los protozoos por lo general pasan parte de sus ciclos de vida fuera de los seres humanos u otros huéspedes, y viven en los
alimentos, la tierra, el agua o los insectos. Algunos protozoos invaden el cuerpo por medio de los alimentos que comes o el agua que
tomas. Otros, como la malaria, se transmiten a través de los mosquitos.

Helmintos
Los helmintos están entre los parásitos más grandes. La palabra «helminto» proviene de la palabra griega para «gusano». Si este
parásito, o sus huevos, ingresa al cuerpo, se instala en el tracto intestinal, los pulmones, el hígado, la piel o el cerebro, y vive de los
nutrientes del cuerpo. Los helmintos comprenden las tenias y las ascárides.

Diferencia entre infección y enfermedad


Existe una diferencia entre una infección y una enfermedad. La infección, con frecuencia el primer paso, se produce cuando las
bacterias, virus u otros microbios que causan enfermedad ingresan en el organismo y comienzan a multiplicarse. La enfermedad
ocurre cuando se dañan las células del organismo (como resultado de la infección) y aparecen signos y síntomas de una afección.
En respuesta a la infección, el sistema inmunitario entra en acción. Un ejército de glóbulos blancos, anticuerpos y otros mecanismos
comienzan a trabajar para liberar al cuerpo de lo que esté causando la infección. Por ejemplo, para defenderse de un resfriado
común, es probable que el cuerpo reaccione con fiebre, tos y estornudos.

Prevención contra los gérmenes y las infecciones


¿Cuál es la mejor forma de mantenerse sano? Prevenir infecciones. Puedes prevenir infecciones con estrategias simples, como
lavarte las manos con regularidad, tener cuidado con los alimentos y el agua, vacunarte y tomar los medicamentos adecuados.

 Lavarse las manos. En general, esto se pasa por alto, pero lavarse las manos es la forma más sencilla y eficaz de protegerte de
los gérmenes y de la mayoría de las infecciones. Lávate bien las manos antes de manipular alimentos o de comerlos, y después
de toser, estornudar, cambiar un pañal e ir al baño. Cuando no se dispone de agua y jabón, el alcohol en gel para la higiene de
las manos puede ofrecer protección.
 Vacunas. La vacunación es la mejor defensa contra determinadas enfermedades. A medida que los investigadores obtienen más
información acerca de las causas de las enfermedades, la lista de enfermedades que se pueden prevenir con una vacuna sigue
creciendo. Muchas vacunas se administran durante la niñez, pero los adultos también tienen que vacunarse en forma habitual
para evitar ciertas enfermedades, como el tétanos y la influenza.
 Medicamentos. Algunos medicamentos ofrecen protección a corto plazo contra ciertos gérmenes. Por ejemplo, tomar un
medicamento antiparasitario puede impedir que contraigas malaria si viajas a una zona de alto riesgo o si vives en ella.
Cuándo buscar atención médica
Busca atención médica si sospechas que tienes una infección y sufres alguna de las siguientes opciones:

 Mordedura de un animal o de un ser humano


 Dificultad para respirar
 Tos que dura más de una semana
 Períodos con latidos del corazón rápidos
 Erupción cutánea, en especial, si está acompañada de fiebre
 Hinchazón
 Visión borrosa u otra dificultad en la vista
 Vómitos constantes
 Dolor de cabeza intenso o inusual
El médico puede llevar a cabo pruebas de diagnóstico para averiguar si tienes una infección, la gravedad de la infección y el mejor
tratamiento para la infección.

Tipos de enfermedades virales


Last full review/revision February 2018 by Laura D Kramer, PhD

La clasificación de las infecciones virales de acuerdo con el aparato más afectado (p. ej., pulmones, tubo digestivo, piel, h ígado,
SNC, mucosas) puede ser clínicamente útil, aunque algunas enfermedades virales (p. ej., parotiditis) son difíciles de clasificar.
Muchos virus específicos y las enfermedades que causan también se describen en otras secciones de T HE MANUAL.

(Véase también Generalidades sobre los virus).

Infecciones respiratorias

Es probable que las infecciones virales más frecuentes sean las de las vías respiratorias superiores. Las infecciones
respiratorias tienen más probabilidades de causar síntomas graves en lactantes, adultos mayores y pacientes con trastornos
pulmonares o cardiopatías.

Los virus respiratorios incluyen los de la influenza epidémica (A y B), los virus de la influenza A aviar H5N1 y H7N9, virus
parainfluenza 1 a 4, adenovirus, virus sincitial respiratorio A y B, metapneumovirus humano y rinovirus (ver Algunos virus
respiratorios).

En 2012, apareció en Kuwait un nuevo coronavirus, el coronavirus del síndrome respiratorio del Oriente Medio (MERS-CoV),
puede causar enfermedad respiratoria aguda grave y a veces mortal.

Los virus respiratorios se diseminan típicamente de una persona a otra por contacto con gotas de secreciones respiratorias
infectadas.

Infecciones gastrointestinales

La gastroenteritis suele ser viral y se transmite de una persona a otra por la vía fecal-oral.

El grupo etario afectado predominantemente depende del virus:

 Rotavirus: niños
 Norovirus: niños mayores y adultos
 Astrovirus: suele afectar a lactantes y niños pequeños
 Adenovirus 40 y 41: lactantes
 Microorganismos semejantes a coronavirus: lactantes
Pueden desarrollarse epidemias locales en niños, sobre todo durante los meses más fríos del año.

Los síntomas principales son vómitos y diarrea.

No se recomienda un tratamiento específico, pero resultan importantes las medidas de sostén, en particular la rehidratación.

Se desarrolló una vacuna contra rotavirus que es eficaz contra la mayoría de las cepas patógenas y forma parte del esquema de
vacunación recomendado para los lactantes (ver Cronograma de vacunación recomendado para los 0-6 años de edad). El lavado
de manos y las medidas sanitarias adecuadas pueden ayudar a prevenir la diseminación.

Infecciones exantemáticas

Algunos virus sólo causan lesiones cutáneas (como en el molusco contagioso y las verrugas); otros también causan
manifestaciones sistémicas o lesiones en otras partes del cuerpo (ver Algunos virus exantemáticos).

La transmisión es típicamente de persona a persona; los alfavirus tienen un mosquito vector.

Infecciones hepáticas

Al menos 5 virus específicos (virus de las hepatitis A, B, C, D y E) pueden causar hepatitis. Cada uno causa un tipo específico de
hepatitis. El virus de la hepatitis D sólo puede infectar a un individuo con hepatitis B. La transmisión se produce de una persona a
otra mediante el contacto con sangre o secreciones corporales o, en relación con la hepatitis A y la hepatitis E, por la vía fecal-oral
(genotipos 1 y 2).

Otros virus pueden afectar el hígado como parte del proceso. A modo de ejemplo, pueden mencionarse el citomegalovirus, el virus
Epstein-Barr y el virus de la fiebre amarilla. Otros virus menos frecuentes son echovirus, coxsackievirus y virus herpes simple,
además de los virus de la rubéola, el sarampión y la varicela.

Infecciones neurológicas

La mayoría de los casos de encefalitis son virales (ver Algunos virus neurológicos). Muchos de estos virus se transmiten a los
seres humanos a través de la picadura de artrópodos que ingieren sangre, sobre todo mosquitos y garrapatas; estos virus se
denominan arbovirus (virus transmitidos por artrópodos). La prevención de estas infecciones requiere evitar las picaduras de los
mosquitos y las garrapatas.

Fiebres hemorrágicas

Algunos virus causan fiebre y una tendencia hemorragípara (ver Algunos virus que causan fiebre hemorrágica y Arbovirus,
arenavirus y filovirus). La transmisión puede producirse a través de mosquitos, garrapatas o el contacto con animales infectados
(p. ej., roedores, monos, murciélagos) y personas que cursan la enfermedad. La prevención requiere evitar las vías de transmisión.

Infecciones cutáneas o mucosas

Algunos virus causan lesiones cutáneas o mucosas que recidivan y pueden cronificarse (ver Algunos virus que causan lesiones
cutáneas o mucosas recidivantes o crónicas). Las infecciones mucocutáneas constituyen la manifestación más frecuente de
la infección por herpes simple. El papilomavirus humano causa verrugas; algunos subtipos producen cáncer de cuello uterino,
otros cánceres anogenitales y cáncer orofaríngeo.

La transmisión se produce a través del contacto interpersonal.

Enfermedades multisistémicas

Los enterovirus, que incluyen coxsackievirus y echovirus, pueden causar diversos síntomas multisistémicos, de la misma manera
que citomegalovirus (ver Algunos virus que causan enfermedad multisistémica).

La transmisión se produce por la vía fecal-oral.


Enfermedad febril inespecífica

Algunos virus causan síntomas inespecíficos, como fiebre, malestar general, cefaleas y mialgia (ver Algunos virus que causan
enfermedad febril aguda inespecífica y Enfermedades por arbovirus, arenavirus y filoviruses). La transmisión suele producirse a
través de un insecto o un artrópodo vector.

La fiebre del valle de Rift rara vez se complica con trastornos oculares, meningoencefalitis o una forma hemorrágica (asociada con
una tasa de mortalidad del 50%).

Ver video
https://www.msdmanuals.com/es/professional/enfermedades-infecciosas/virus/tipos-de-enfermedades-virales

Generalidades sobre la infección por el virus Zika

Generalidades sobre los virus


Last full review/revision February 2018 by Laura D Kramer, PhD

Los virus son los parásitos más pequeños, en general miden entre 0,02 y 0,3 μm, aunque recientemente se han descubierto varios
virus grandes de hasta 1 μm de longitud (megavirus, pandoravirus). Los virus dependen completamente de las células donde
habitan (bacterianas, vegetales o animales) para reproducirse. Los virus tienen una cubierta externa de proteínas y a veces lípidos,
un núcleo de RNA o DNA y, a veces, enzimas necesarias para los primeros pasos de la replicación viral.

Los virus se clasifican principalmente a partir de la naturaleza y la estructura de su genoma y de su método de replicación, no de
acuerdo con las enfermedades que causan. Por lo tanto, hay virus de DNA y virus de RNA; cada tipo puede tener su material
genético en forma de cadenas simples o dobles. Los virus de RNA de cadena simple se dividen en aquellos con RNA de sentido
(+) y aquellos de sentido (-). Los virus de DNA generalmente se replican en el núcleo de la célula huésped, y los virus de RNA lo
suelen hacer en el citoplasma. Sin embargo, ciertos virus de RNA de cadena simple y sentido (+) llamados retrovirus utilizan un
método de replicación muy diferente.

Los retrovirus utilizan la trascripción inversa para crear una copia de DNA de cadena doble (un provirus) a partir de su genoma de
RNA, que se inserta dentro del genoma de su célula huésped. La transcripción inversa se lleva a cabo utilizando la enzima
retrotranscriptasa, que el virus lleva con él dentro de su envoltura. Ejemplos de retrovirus son los virus de la inmunodeficiencia
humana y los virus de la leucemia de linfocitos T humana. Una vez que el provirus se integra en el DNA de la célula huésped, se
transcribe utilizando los mecanismos celulares normales, para producir proteínas y material genético virales. Si la célula infectada
pertenece a la línea germinal, el provirus integrado puede quedar establecido como un retrovirus endógeno que se transmite a la
descendencia.

La secuenciación del genoma humano reveló que al menos 1% del mismo consiste en secuencias retrovirales endógenas, que
representan encuentros pasados con retrovirus durante el curso de la evolución humana. Algunos retrovirus humanos endógenos
se han mantenido transcripcionalmente activos y producen proteínas funcionales (p. ej., las sincitinas que contribuyen a la
estructura de la placenta humana). Algunos expertos especulan que algunos trastornos de etiología incierta, como la esclerosi s
múltiple, ciertos trastornos autoinmunitarios y varios tipos de cáncer pueden estar causados por retrovirus endógenos.
Debido a que la transcripción del RNA no involucra los mismos mecanismos de comprobación de errores que la transcripción del
DNA, los virus de RNA, en particular los retrovirus, son particularmente propensos a las mutaciones.

Para que se produzca una infección, el virus primero debe fijarse a la célula huésped en una o varias moléculas receptoras de la
superficie celular. De esta manera, el DNA o el RNA viral ingresa en la célula huésped y se separa de la envoltura externa (pérdida
de la envoltura) para poder replicarse dentro de la célula huésped mediante un proceso que requiere enzimas específicas. Los
componentes virales recién sintetizados luego se ensamblan en una partícula viral completa. A continuación, se produce la muerte
de la célula huésped, con liberación de nuevos virus capaces de infectar a otras células. Cada paso de la replicación viral involucra
diferentes enzimas y sustratos, y ofrece una oportunidad para interferir con el proceso de infección.

Las consecuencias de la infección viral son muy variables. Muchas infecciones causan enfermedad aguda tras un período de
incubación breve, pero algunas son asintomáticas o causan síntomas menores y pueden no advertirse salvo en una visión
retrospectiva. Las defensas del huésped logran vencer muchas infecciones virales, pero algunas permanecen en estado de
latencia, y algunas causan enfermedades crónicas.

Durante la infección latente, el RNA o el DNA del virus permanece en la célula del huésped pero no se replica ni genera
enfermedad durante un período prolongado, en ocasiones durante varios años. Las infecciones virales latentes pueden
transmitirse durante la fase asintomática y esta cualidad facilitaría la diseminación interpersonal. A veces, un factor
desencadenante (en particular la inmunodeficiencia) causa una reactivación de la enfermedad.

Los virus que permanecen con mayor frecuencia en estado de latencia son

 Virus herpes
 HIV
 Papovavirus

Las infecciones virales crónicas se caracterizan por la diseminación viral continua, prolongada; ejemplos son la infección
congénita por el virus de la rubéola o el citomegalovirus y la hepatitis persistente B o C. El HIV puede causar infecciones tanto
latentes como crónicas.

Algunas enfermedades son el resultado de la reactivación del virus en el sistema nervioso central (SNC) después de un período de
latencia muy largo. Estas enfermedades incluyen

 Leucoencefalopatía multifocal progresiva (debida al virus JC, un poliomavirus)


 Panencefalitis esclerosante subaguda )secundaria al virus del sarampión
 Panencefalitis rubeólica progresiva (debida al virus de la rubéola

La enfermedad variante de Creutzfeldt-Jakob y la encefalopatía espongiforme bovina se conocían en el pasado como


enfermedades por virus lentos porque sus períodos de incubación son prolongados (años), pero en la actualidad se denominan
enfermedades por priones, que son agentes proteináceos causantes de enfermedades que no pueden clasificarse como bacterias,
hongos o virus y que no contienen material genético.

Se identificaron varios cientos de virus diferentes capaces de infectar al ser humano. Los virus que infectan sobre todo a seres
humanos suelen diseminarse por vía respiratoria y por las excreciones entéricas. Algunos se transmiten sexualmente y por medio
de la transferencia de sangre (p. ej., a través de transfusiones, contacto de las mucosas, o punción con una aguja contaminada) o
mediante el trasplante de tejidos. Muchos virus se transmiten a través de vectores roedores o artrópodos, y recientemente se ha
identificado a los murciélagos como hospedadores de casi todos los virus de los mamíferos, entre ellos algunos responsables de
ciertas infecciones graves del ser humano (p. ej., síndrome respiratorio agudo grave [SARS]).

Los virus pueden localizarse en todo el mundo, pero su distribución está limitada por la resistencia intrínseca, las infecciones
inmunizantes previas o las vacunas recibidas por el individuo, las medidas de control sanitario y otras medidas de salud pública y
la administración profiláctica de antivirales.

Los virus zoonóticos desarrollan sus ciclos biológicos sobre todo en animales, y los seres humanos son huéspedes secundarios o
accidentales. Estos virus se localizan en áreas y climas favorables para sus ciclos naturales de infección en huéspedes animales
(vertebrados, artrópodos o ambos).
Virus y cáncer

Algunos virus son oncogénicos y predisponen al desarrollo de ciertos tipos de cáncer:

 Papilomavirus humano (HPV): carcinoma cervical, carcinoma de pene, carcinoma vaginal, carcinoma anal, carcinoma
orofaríngeo y carcinoma esofágico
 Virus linfotrópico humano T 1: varios tipos de leucemias y linfomas en seres humanos
 Virus Epstein-Barr: carcinoma nasofaríngeo, linfoma de Burkitt, linfoma de Hodgkin y linfomas en receptores de trasplantes
de órganos en estado de inmunodeficiencia
 Virus de la hepatitis B y la hepatitis C: carcinoma hepatocelular
 Virus herpes tipo 8 humano: sarcoma de Kaposi, linfomas primarios de cavidades corporales y enfermedad de Castleman
multicéntrica (trastorno linfoproliferativo)
Diagnóstico

Algunos trastornos virales se pueden diagnosticar de la siguiente manera:

 Clínicamente (p. ej., algunos síndromes virales ampliamente conocidos como el sarampión, la rubéola o rubeola, la roséola
neonatal, el eritema infeccioso y la varicela)

 Epidemiológicamente (p. ej., durante brotes epidémicos como gripe, infección por norovirus, y parotiditis)

Deben solicitarse pruebas de laboratorio para confirmar la enfermedad, sobre todo cuando se considera que el tratamiento específico
puede ser útil o cuando se sospecha que el virus puede representar una amenaza para la salud pública (p. ej., HIV). Los laboratorios
de los hospitales pueden identificar algunos virus, pero cuando quieren confirmarse trastornos menos frecuentes (p. ej., rabia,
encefalitis equina oriental, parvovirus B19 humano) las muestras deben enviarse a laboratorios de salud estatales o a los Centers for
Disease Control and Prevention (Centros para el Control y la Prevención de las Efermedades, CDC).

El examen serológico durante las fases aguda y de convalencencia puede ser sensible y específico, pero lento; algunos virus, en
especial los flavivirus, presentan reacciones cruzadas que confunden el diagnóstico. El diagnóstico puede realizarse con
rápidamente con cultivo, PRC o evaluación de antígenos virales. El examen histológico con microscopia electrónica (no óptica) a
veces puede ser útil. Para conocer los procedimientos de diagnóstico específicos, ver Introducción al diagnóstico por laboratorio de
la enfermedad infecciosa.

Los genomas virales son pequeños; el genoma de los virus de RNA varía entre 3,5 kilobases (algunos retrovirus) y 27 kilobases
(algunos reovirus), mientras que el genoma de los virus de DNA varía desde 5 kilobases (algunos parvovirus) a 280 kilobases
(algunos poxvirus). Este tamaño manejable, junto con los avances actuales en la tecnología de secuenciación de nucleótidos,
significa que la secuenciación parcial y total del genoma de los virus se convertirá en un componente esencial en las
investigaciones epidemiológicas de los brotes de enfermedades.

Tratamiento

Fármacos antivirales

Los avances en el empleo de los fármacos antivirales se sucedieron a gran velocidad. La quimioterapia antiviral puede dirigirse
contra varias fases de la replicación viral. Puede

 Interferir sobre la unión de partículas víricas a las membranas de la célula huésped o sobre el reconocimiento de los ácidos
nucleicos virales
 Inhibir un receptor celular o factor requerido para la replicación viral
 Bloquear las enzimas y las proteínas específicas codificadas por el virus que se producen en las células huésped y que son
esenciales para la replicación viral pero no para el metabolismo normal de la célula huésped
Los antivirales se usan con mucha frecuencia para el tratamiento o la prevención de la infección
por herpesvirus(incluso citomegalovirus, virus respiratorios, HIV, hepatitis B crónica y hepatitis C crónica. No obstante, algunos
fármacos son eficaces contra numerosas clases distintas de virus. Algunos fármacos activos contra HIV se indican en otras
infecciones virales, como hepatitis B.

Interferones
Los interferones son compuestos liberados por las células huésped infectadas en respuesta a los antígenos virales u otros
antígenos extraños.

Hay varios interferones diferentes que ejercen numerosos efectos, como el bloqueo de la traducción y la transcripción del RNA
viral y la detención de la replicación viral sin comprometer la función normal de la célula huésped.

En ocasiones, los interferones se administran junto con polietilenglicol (formulaciones pegiladas), lo que permite una liberación
lenta y sostenida del interferón.

Algunos trastornos virales tratados con interferón son

 Hepatitis B crónica y hepatitis C crónica


 Verrugas genitales (condilomas acuminados)
 Sarcoma de Kaposi
Los efectos adversos de los interferones incluyen fiebre, escalofríos, debilidad y mialgia, que típicamente comienzan entre 7 y 12
horas después de la primera inyección y permanecen hasta 12 horas. También puede identificarse depresión, hepatitis y, cuando
se utilizan dosis elevadas, inhibición de la médula ósea.

Prevención

Vacunas

Las vacunas actúan a través de la estimulación de la inmunidad. Las vacunas virales que se emplean habitualmente son la vacuna
contra la hepatitis A, la hepatitis B, el papilomavirus humano, antigripal, antiencefalitis
japonesa, antisarampionosa, antiparotiditis, antipoliomielítica, antirrábica, antirrotavirus, la encefalitis transmitida por
garrapatas, antirrubeólica, antivaricelosa y contra la fiebre amarilla. Se desarrollaron vacunas contra adenovirus y viruela, pero
sólo para pacientes pertenecientes a grupos con riesgo elevado (p. ej., reclutas militares).

Las enfermedades virales pueden ser erradicadas con buenas vacunas. La viruela fue erradicada en 197

8, y la peste bovina o del ganado (causada por un virus muy relacionado con el virus del sarampión humano) fue erradicada en
2011. La poliomielitis ha sido erradicada en casi todos los países, excepto en unos pocos en donde la logística y los sentimientos
religiosos siguen impidiendo la vacunación. El sarampión fue erradicado en algunas regiones del mundo, especialmente de
América, pero como se trata de una enfermedad sumamente contagiosa y la vacunación es incompleta, incluso en regiones donde
se lo considera erradicado, la erradicación final no es inminente.

Las perspectivas para la erradicación de otras infecciones virales más difíciles de tratar (como el HIV) son inciertas en la
actualidad.

Inmunoglobulinas

Existen inmunoglobulinas (ver Inmunización pasiva) que se emplean para la profilaxis inmunitaria pasiva en situaciones limitadas.
Estas vacunas pueden indicarse antes de la exposición (p. ej., para la hepatitis A), después de ésta (p. ej., para la rabia o la
hepatitis) y para el tratamiento de la enfermedad (p. ej., eccema por vacunación).

Medidas protectoras

Muchas infecciones virales pueden prevenirse con medidas protectoras de sentido común (que varían de acuerdo con el modo de
transmisión del virus en cuestión).

Las medidas importantes incluyen

 Lavarse de manos
 Preparación apropiada de los alimentos y tratamiento apropiado del agua
 Evitar el contacto con personas enfermas
 Prácticas sexuales seguras
Cuando la infección se transmite a través de un insecto vector (p. ej., mosquitos, garrapatas), resulta fundamental evitar el vector.

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