NOVELA 1
NOVELA 1
NOVELA 1
FELIZ
2023
Un día serás feliz. Primera edición 2023
C. Marta Ibis Thomas Campos Todos los derechos reservados
ISBN: 03-2023-022112065400-01
Kindle Direct Publishing
DEDICATORIA: A la memoria de mi abuela. A todas las mujeres y madres luchadoras que a pesar de
los obstáculos que se les presentan en su vida no se rinden.
Capítulo 1
NACIMIENTO DE MARÍA
Cuba, Holguín, verano de julio en el año 1967, pasa la camilla muy rápido al quirófano para cesárea
urgente porque la madre está sangrando debido a placenta previa. Se escucha el llanto de la recién
nacida, una niña hermosa que pesaba 8 libras, cabello muy negro y copioso, la madre al escuchar
que era niña se disgusta ya que quería que fuera varón, toda la ropa que había comprado era de
color azul, era costumbre vestir de color rosado a las niñas y de azul a los niños. El padre casi saltaba
de la alegría, todos decían que se parecía mucho a él y las tías maternas se peleaban porque querían
poner su nombre a la niña. La madre le iba a poner de nombre Dailin aunque ella esperaba tener un
varón cuyo nombre sería Edgar y para evitar discusión decide ponerle el nombre de las dos hermanas
y dijo:
• Se llamará María Inés.
Cuando la abuela fue a colocar a su hija recién nacida al seno materno esta la rechazó y dijo con
desprecio:
• Ay, Quítenme a esta “vejiga” (forma despectiva de decir niña) de encima.
En las noches la niña lloraba y ella no se levantaba, el padre se paraba y le cambiaba el pañal.
También le calentaba leche en un reverbero con alcohol y se la daba en el biberón. Mientras la
madre seguía durmiendo plácidamente.
A los cuarenta y cinco días de nacida los padres la llevaron a la playa de Guarda la vaca y la
sumergieron en el mar. Fueron en una máquina particular que alquilaron. Cuando eso la pareja se
llevaba muy bien. Se tomaron fotos con la niña cargada por su padre.
Así fue creciendo y el padre todas las noches la dormía en un balance, le daba la leche, le hacía
cuentos hasta que se quedaba dormida, respondía siempre todas sus preguntas, al contrario de su
madre que nunca respondía sus preguntas o contestaba de mal humor:
• No sé. No me molestes, estoy ocupada.
• Mami cuando termines leeme un cuento. Le decía la niña.
• No tengo tiempo, no dejame tranquila, no me fastidies. Le contestaba la madre.
A los 4 años la mamá quedó embarazada, estaba muy feliz porque al fin iba a darle a su esposo un
hijo varón. El padre tenía dos hijos del matrimonio anterior, la mayor era una niña y el menor era un
niño al que quería mucho por lo que su esposa tenía celos. En vacaciones los muchachos venían a
visitar a su papá. La hija mayor fue sorprendida con un cuchillo frente a la cuna de la niña diciendo
que la iba a matar ya que su papá la quería más que a ella.
Un día la madre se acostó al mediodía, la niña estaba en el patio descalza y se hizo una herida en un
pie con el vidrio de una botella rota, se estaba lavando la sangre en una llave de agua de poca altura,
los vecinos por casualidad la vieron por lo que llamaron a su mamá.
• Eugenia corre que tu hija se está lavando la sangre.
Buscaron un Jeep de color rojo de un vecino para que la llevaran urgente al hospital, allí suturaron
la herida y vendaron su pie. Cuando el papá llegó del trabajo ella le mostró el pie vendado y le dijo
levantando el pie.
• Mira papi me corté un pie.
• ¿Lloraste mucho cuando te cosieron?Le preguntó el padre.
• No lloré, me dijeron que yo era una niña muy linda y valiente.
Llegó una visita a la casa de un amigo del padre, familia de la expareja. Se marchó por la madrugada
sin avisar dejando en la casa un trabajo de brujería, había una trenza de pelo rojo con una cinta roja
y monedas de 5 centavos en el piso, esparcidos por toda la casa. La madre estaba próxima a tener el
bebé, se puso muy nerviosa al ver aquello y fue a consultar a un espiritista, que le dijo que esa
brujería era para matarla a ella o al niño que traía en su vientre y que la virgen se había puesto por
delante para que ella no muriera.
A los pocos días nació el niño, era muy hermoso, de piel blanca y ojos claros se parecía mucho a su
mamá. A los 15 días de nacido fue llevado a consulta y el pediatra le encontró un soplo en el corazón.
La madre se preocupó y el médico le dijo que ese niño estaba más sano que una manzana.
Todos los días cuando el padre llegaba del trabajo jugaba con el niño, la familia estaba muy feliz. A
los 45 días de nacido comenzó a presentar vómitos, la madre corrió con el niño para el hospital y
dejó a la niña con los vecinos.
Estando el hospital la madre nota que se está poniendo morado (cianótico). El médico le está
diciendo que los exámenes de laboratorio están dentro de límites normales, y ella gritó
desesperadamente.
• Doctor por favor se me está muriendo. En ese momento echó un vómito negro y murió.
Pusieron su cajita en una esquina de la sala. La casa era de madera de piso alto de tablas y techo
de zinc, dos cuartos amplios, cocina, comedor, sala y corredor (porche). La madre caminaba por
toda la casa llorando con un pañuelo blanco, alguien la acompañaba agarrándola de su brazo.
Pasaron los días y ella lloraba todo el tiempo, planchaba llorando, se acostaba llorando y todo lo
hacía llorando.
Los fines de semana iban al campo a casa de su abuela, era donde la niña más se divertía y era feliz,
nunca quería regresar a su casa. El padre la llevaba cargada sobre sus hombros muchas veces,
cuando iba para la casa de la abuela. Antes de llegar a la casa de la abuela debía pasar por las casa
de los familiares, primos y tíos por parte de madre. En cada casa que llegaba le brindaban comida,
el papá nunca decía que no y comía en todas las casas donde llegaba, ellos le pusieron el sobre
nombre de Pata Loca. Él hablaba mucho y era muy exagerado al contar las historias. La esposa decía
que era muy mentiroso.
La niña se media con él, le daba por la cintura, le preguntaba que cuándo lo iba a alcanzar. Un día
ella se estaba midiendo con el papá y le pidió que le enseñara a bailar, él flexionaba las rodillas
moviendo los pies hacia afuera y adentro.
Siempre se despertaba en las mañana con música mexicana, había un programa de radio que se
llamaba: México y sus canciones, que siempre comenzaba con “El Son de la Negra”, ella le decía que
un día cuando fuera grande se iba para México pero sus padres se reían de ella.
Ella iba con el papá para una finca pequeña que tenía detrás de la casa bajando una pendiente, el
terreno estaba rodeado por un arroyo, allí tenía sembrado plátanos y alrededor caña. Siempre
llevaba un azadón para limpiar el platanal, mientras el padre trabajaba la niña se sentaba
escuchando musica debajo de una sombra, al terminar hacía guarapo de caña y le daba en un jarrito,
luego se bañaban en la poza del arroyo. A veces su mamá bajaba a lavar un metro hacia abajo de la
posa donde había más corriente y estaba menos profundo.
La casa tenía un patio grande, allí criaban palomas, conejos, patos, gallinas y tenían un cerdo en
un corral, también habían árboles frutales de naranjas dulce, mango, aguacate, cereza y coco.
Delante había un jardín lleno de flores y rosas de injerto, también habían muchas mariposas, era el
lugar preferido de la niña, que se pasaba horas mirando cada flor y corriendo detrás de las
mariposas.
El padre pintó la casa de rosado, las persianas y puertas de rojo oscuro con las orillas y bordes de
blanco. Cuando se acostaba a reposar la siesta, la niña se subía a la cama con él, y la alcazaba
montándola en sus piernas varias veces hasta que se cansaba, ella le veia las cicatrices de los disparos
que había recibido en la guerra, ya que había peleado con los guerrilleros por la independencia de
Cuba de los Estados Unidos sin saber que tres años más tarde Fidel Castro proclamaría el socialismo
con lo que muchos que pelearon no estaban de acuerdo. El padre le contaba historias de cuando
peleó por la libertad de Cuba aunque se sentía engañado por Fidel.
Él era fanático al juego de dómino y se iba todas las noches iba a jugar hasta muy tarde. Siempre
se llevaba a su hija pequeña en la motocicleta, con el paso de los días se dio cuenta que era un
peligro ya que la niña se podía caer dormida de la moto pues venía casi en la madrugada, entonces
decidió jugar en la casa pero a los gritos y escándalos de los jugadores la esposa comenzó a protestar
ya que no la dejaban dormir por lo que él construyó una caseta con una mesa y cuatro bancos
alrededor, lejos de la casa ya que el patio de atrás era grande y así no le molestaría. La niña todas las
noche iba a ver a su papá jugar, sentada a su lado se quedaba dormida tomando su leche en biberón.
En Cuba cuando era la temporada de zafra azucarera movilizaban a los hombres para trabajar en
los cañaverales. El padre se fue a cortar caña con un contingente por el trabajo. A los destacados los
estimulaban con equipos electrodomésticos como televisores blanco y negro y refrigeradores. La
niña estaba triste y lloraba mucho porque extrañaba a su papá. La mamá y la hija lo fueron a visitar,
le llevaron comida, pero al despedirse la niña comenzó a llorar y le pidió que se fuera para la casa
con ella
• No me puedo ir, ya falta poco. ¿Tú no quires que te lleve un televisor? Le dijo el padre.
• Ya no quiero nada, solo quiero te vengas ya para la casa.
Los compañeros de su padre que estaban en el mismo dormitorio intentaron consolar a la niña.
Luego que terminó la movilización, entregaron los televisores pero al padre no le dieron nada.
El papá le trajo un perrito a la niña que le pusieron de nombre Pirolo, el padre le hizo una casita de
madera. La niña se pasaba horas con el perrito, lo cargaba a todos lados como si fuera un juguete.
La madre desapareció al perrito y la niña lloró mucho. Luego tenían una gata negra llamada Micha,
la gata estaba teniendo gaticos, y le preguntó a la mamá:
- Mami, ¿Por dónde le salen los gaticos?
- Por la boca. Respondió
La niña se quedó mirándo detenidamente a la gata que seguía teniendo gaticos y dijo:
• Ya vi por donde salen, me dijiste mentira.
La gata desapareció y la mamá le dijo que seguro los vecinos la habían envenenado. Solo quedó un
gatico llamado Michí, la niña lo traía para todos lados, lo bañaba, le ponía ropas, decían que la ella
estaba muy delgada por el gato, por lo que desapareció también.
Su padre le trajo una muñeca de regalo y le dijo que cada año le traería una para que a los quince
años tuviera quince muñecas. Antes de esa ella tenía una muñeca pequeña que les decían Popí y el
papá les decía Pupi, porque ella se parecía a la muñeca.
El papá trabajaba en un taller de radio y televisión, la madre se daba golpes en el pecho diciendo
que gracias a ella que lo educó ya que era semi analfabeto cuando lo conoció. Todos los años
repartían televisores al mejor trabajador, el padre aspiraba ganarse uno y como no se lo dieron se
disgustó mucho y decía que el compañero se lo quitó, la madre decía que no se lo iban a dar nunca
porque siempre llegaba tarde al trabajo y a veces no iba por quedarse durmiendo.
Un día estaba arreglando un radio en la casa, aunque eso en el país estaba prohibido, en el
socialismo no se permitía tener un negocio propio, solo existe propiedad social. La niña siempre
estaba a su lado y ese día al tocarlo le cogió la corriente eléctrica, el padre se asustó mucho ya que
se habían quedado pegados, de un tirón la despegó de la corriente y cayó hacía atrás, la niña también
se asustó mucho, no entendía lo que había pasado y lloró. El padre la regañó:
• Nunca más te vuelvas a acercar a mi cuando yo esté trabajando con corriente.
El padre la llevaba a los carnavales y a ver las carrosas pasar, cerca de la casa en el parque del Cocal
ponían dos kioscos grandes para vender cervezas y varios puestos de comida alrededor del parque.
Una noche el papá la llevó a bailar, le compró una pachanguita que es un sombrero pequeño de
yarey, cuando se lo puso sus trenzas largas de pelo negro le sobresalían por debajo del sombrero,
cuando comenzó a bailar uno de los músicos la vio y la subió a la tarima. La niña le preguntó al papá:
• Papa ¿Cómo bailé?
• Bailaste muy bien, todos te aplaudieron
Él padre le siempre le decía:
• Tú eres la niña más linda de Mayarí.
El abuelo paterno de la niña era marinero y venía de Antillas Holandesas en barco, conoció a una
cubana en Isla de Pinos (Isla de la juventud en la actualidad) se casó con ella y se quedó a vivir en
Cuba. En ocasiones venía a visitar al hijo, le gustaba venir porque hablaba inglés con esposa de este.
Era blanco de ojos azules, pelo canoso.
La madre decidió viajar con la hija a Batabanó, Habana y a Isla de Pinos donde vivían dos hermanas
del papá para que conocieran la niña y a ella también. Le mandó hacer un juego de chaqueta y
pantalón de color rojo de una tela gruesa que le decían corduroi, por debajo de la chaqueta llevaba
una blusa blanca de mangas largas. Fueron en autobús hasta la Habana y de pasada llegó a casa de
su prima Emilia que vivía en el municipio Plaza de la Revolución. Llegó luego a Batabanó donde vivía
la cuñada con el suegro, estuvieron unos días y luego fueron al puerto para agarrar un barco para
Isla de Pinos, en el puerto habían muchos vendedores de frutas y pescados, Eugenia le compró
Sandia a María, llegó el momento de embarcarse, iban sentadas en una fila de asientos, donde se
veía al frente una ventana redonda a través de la que se observaba el mar. Fueron al baño, allí María
observó a las mujeres que se pintaban los labios y se maquillaban. La niña se les quedaba mirando
ya que nunca había visto a su mamá maquillarse. Fueron a comer helados y a María le llamaba la
atención que las mesas tenían un reborde alto alrededor y peguntó a su mamá:
• ¿Mami para qué es ese reborde de madera que tienen las mesas?
• Para que cuando el barco se mueva mucho las copas de helado no se caigan al piso. Le
respondió.
Salieron a la proa y María estaba emocionada, nunca había visto el mar tan cerca, allí revoloteaban
las gaviotas en la proa del barco. La niña quería ver delfines pero no aparecieron en el viaje. Al llegar
fueron recibidas con mucha alegría y buen trato. María tenía una prima mayor que ella que la llevaba
a pasear y jugaba con ella. Estando allí se le inflamó una muela y la tuvieron que llevar al dentista.
Se tomó una foto con la prima y le salió la cara inflamada por la muela.
Los hijos del matrimonio anterior cuando venían tenían que esperar en casa del vecino hasta que
llegara el padre del trabajo. La esposa había cambiado mucho con ellos desde que nació su hija,
antes de eso era muy amorosa, les compraba regalos y juguetes. Cuando el padre llegaba del trabajo
encontraba a su hija pequeña bañada y bien vestida pero sus hijos que estaban de visita sucios y
descuidados. Un día ella le dio al varón una paliza con un cinto que lo marcó en su piel, cuando el
niño regresó a su casa les preguntaron de que eran esas marcas y él les dijo que fue de una caída.
La ansiedad y depresión por la pérdida del niño habían puesto obesa a la madre, quien enfermó de
Piodemitis, una ifección en la piel que cada vez estaba peor y diseminada por todo el cuerpo. El
matrimonio se había deteriorado, se escuchaban discusiones frecuentes. El padre decía
• Mira esa ropa sucia, percudida y sin planchar, a ti solo te importan tú y tu hija.
Ella también reclamaba
• Y tú con tu maldito vicio, te gasta el dinero en cigarros, si quieres vete ya no te soporto.
La madre era licenciada en Matemáticas y el la sacó del trabajo porque según su mentalidad
machista, la mujer atiende la casa y el hombre es quien la mantiene. Cuando era niña estaba en una
iglesia Metodista y una pareja de misioneros estadounidenses vieron que era muy inteligente leía
el periódico con solo cuatro años, se la llevaron junto con su hermana mayor, para Camagüey y le
pagaron los estudios por lo que llegó a la universidad, cuando le daban pase y vacaciones venía al
campo para ver a sus padre y hermanos. Al triunfar la revolución de Fidel Castro, la pareja de
ancianos se la querían llevar para U.S.A. ya su hermana mayor se había ido, ella tenía su pasaporte
y boleto de avión para irse y su madre comenzó a llorar diciendo que ya había perdido a una hija y y
ahora iba a perder la otra, por lo que se arrepintió y no se fue.
Capítulo 2
CAPÍTULO 3
EL AMOR DE LA ABUELA
Al irse su papá de su casa todo se le nubló de negro, antes era una niña alegre, recitaba en público
sin pena, pero todo cambió, se convirtió en una niña tímida, introvertida, con mucho miedo
escénico, ya no socializaba con nadie, solo era feliz cuando iba a casa de su abuela. La casa de la
abuela era una casa grande de madera que tenía delante un jardín muy colorido habían una flores
rojas de pascuas a cada lado de la entrada y a todo lo largo de la escalera habían unas malangas de
jardín que tenían hojas verdes con pintas blancas, dicha planta le causaba alergia en la piel a la niña,
estaba un día corriendo entre esas plantas y le salieron ronchas en la piel. En el centro había una
sala amplia con un juego de muebles antiguos de madera tallada y a cada lado habían dos cuartos
amplios, el primero de la derecha era de la tía Inés, ella tenía un espejo grande en la pared junto a
la ventana, allí la niña se ponía a bailar, un día se partió una tabla del piso y se le fue un pie, que
quedó atorado, a los gritos de ella vinieron la abuela, la tía María y la mamá, quien la regañó y le
dijo:
• Sigue brincando frente al espejo, está bueno que te pase, a ver si sigues, ahí tienes.
• Ella se cree que es artista. Dijo la tía Inés.
La abuela le revisó la pierna para ver si tenía fractura, le frotó la pierna con alcohol, que le ardía
mucho, ya que se había raspado la piel, la cargaba y le decía:
• Sana, sana culito de rana por la mañana ya no tiene nada
El cuarto de la izquierda dormía el abuelo y la abuela, en el otro el tío Ramiro con su esposa y allí
tuvieron su primer hija que era prematura, hasta que construyó su casa cerca de la casa de la abuela.
La niña se quedó varias veces a dormir con su tía María, la cama era dura, ortopédica ya que la tía
tenía problemas en su columna, frente a la cama había una cómoda y encima había un neceser azul
que al abrirlo tenía un espejo debajo tenía maquillaje, que a la niña le encantaba agarrar a
escondidas y pintarse los labios, también le agarraba las pinturas de labio a la tía Inés. Cuando el
abuelo murió la niña se quedaba con la abuela, en la esquina cerca del piso había una puerta
pequeña por donde se sacaba el orinal en las mañanas. A la niña le llamaba mucho la atención esa
puerta tan chiquita, se imaginaba que por allí salían y entraban los duendes y las adas. La cocina
comedor era muy amplia, había una mesa de comedor larga como para 10 comensales, había un
pasillo que dividía el comedor de la cocina, en la cocina había otra mesa con tres sillas, encima de la
mesa para una esquina había una tinaja que mantenía el agua fresca aunque hiciera calor, la cocina
era de leña, y la abuela siempre le asaba en la brasa plátano y boniato (Camote en México, Batata
en Venezuela). Frente al fogón de leña como a metro y medio estaba el fregadero y en la puerta del
lado de afuera estaba el perico Pepe, que siempre repetía:
• Pan para la cotorrita.Y la abuela le daba pan.
Había una pared que separaba a la cocina de una sala pequeña donde habían taburetes forrados
con piel de ovejas, ahí se recibían a las visitas informales de la familia o vecinos cercanos, habían dos
puertas, una salía al pozo y donde estaba el bebedero para el ganado vacuno y un árbol de
Mamoncillo que daba mucha sombra, la otra salía al camino por el frente.En la parte del patio trasero
había una mata de cocos que siempre que venía visita tumbaban cocos, también preparaban una
bebida de ron con agua de coco llamada Sauco. Hacia un costado del patio estaba el lavadero y el
baño, mucho más distante estaba la letrina sanitaria En la casa no había corriente eléctrica por lo
que se alumbraban por la noche con lámpara china, faroles y con candiles, cuando ya se iban a
dormir apagaban todos los candiles y a la niña le daba mucho miedo porque quedaba todo muy
oscuro y más miedo tenía después de escuchar las historias que contaban, pues en las noches se
sentaban en el pozo y contaban que pasaba el jinete sin cabeza en un caballo blanco y que salía una
luz cerca de la casa por el arroyo. Buscaban el agua en una carreta tirada por una yunta de bueyes.
Traían tres pipas de aguas del arroyo. En ocasiones la niña iba con la abuela al arroyo a lavar las tripas
de los puercos que mataban en la casa, la niña veía como la abuela viraba las tripas con un palito de
guayaba, y la echaba en dos cubos con naranja agria y las restregaba con hojas de guayaba. Luego la
abuela hacía morcillas y trencitas con las tripitas más delgadas. Cuando la niña iba llegando a la casa
de la abuela, en la portería que estaba cerca de una ceiba, gritaba:
• ¡Agüelaaaa!, ¡agüelaaaa!
• ¡Ágüela! en tono de burla decía la mamá para corregirle
La abuela venía corriendo y la cargaba hasta la casa, siempre en los bolsillos tenía un turrón de
coco, o una cremita de leche o un guineo manzano. Ya había crecido, además era una niña alta y las
piernas le colgaban cuando la cargaba. Los tíos le decían:
• Vieja ya no cargues a esa muchacha, ella ya está para cargarla a usted, suelta a esa tarajallua.
Cuando iban los domingos la abuela mataba gallinas de patio, pavos o patos y hacía sopa riquísima,
en ocasiones especiales como cumpleaños mataban chivos, ovejos o cerdos. También le hacía le
huevo pasado por agua y se lo daba en un pañito, lo revolvía con un palito de guayaba y se lo daba
con una cucharita, la abuela la consentía mucho. Allí jugaba con los primos a la casita, se deslizaban
en yaguas por las pendientes. La abuela se subía en las matas de mamoncillos a tumbar macetas
para sus nietos, un día se subió con el blúmer roto y los muchachos comenzaron a reírse. En una
ocasión la niña se escondió debajo de la cama con una tijera y se cortó el cerquillo, pollina le dicen
en Venezuela. Cuando la madre la vio se puso la mano en la cabeza, se lo había cortado mal y
demasiado corto el cabello. La abuela le dijo a la madre:
• No le vayas a dar, el pelo le vuelve a crecer. Después la llevas a la peluqueria para que se lo
arreglen.
• Pero mira ese frontil, se desgració la pelo.
En el patio de la casa de la abuela había un árbol de Ateje que tenía unas raíces que sobresalían de
la tierra alrededor del tronco y encima de ellas la niña ponia tablitas que le servían para la cocina y
el comedor. En la cocina ponía las ollitas y sartenes de juguete y en la otra ponía los platicos,
cucharas, vasitos y tasitas para el café. La planta echaba una frutas rojas pequeñitas y esa bolitas
eran la comiditas de mentiras, a veces la abuela les daba puñaditos de arroz y frijoles para jugar,
también ponían hojitas verdes de cualquier planta que eran las ensaladas. Sus primos jugaban con
ella a la casita, ella siempre era la mamá y su primo era el papá, sus otras tres primas eran las hijas
ya que eran más pequeñas.
La tía Inés todas las mañana barría el patio con una escoba de palma seca. María sabía lo que dolía
una pela con gajos de escoba de palma porque un día le dieron por las piernas y le picó mucho.
El tio Ramiro se iba a ordeñar las vacas de madrugada y muy temprano llegaba con dos cántaras
de leche de vaca pura. Cuando se cortaba la leche la abuela la hacía dulce y también hacía turrones
que eran los favoritos de la niña.
Los primos enfermaron de Sarampión y la mamá quería que se contagiara por lo que dejó que la
niña se acercara a los primos ya que creía que si les daba pequeña era mejor, pero no se enfermó,
luego los primos enfermaron de Tosferina, Rubeola y también quería que les diera a la niña pero
aunque estuvo cerca de los primos jugando y les tosían en la cara tampoco le dio.
Un día Julio el novio de la tía María que era militar mató un perico y lo cocinaron, en realidad sabía
a pollo, La niña decía:
• Ahora si voy hablar mucho porque comí perico.
Ella escuchaba a los demás niños decir cuando algún niño hablaba mucho, es que había comido
perico
Siempre las tías le decían a la mamá que era muy descuidada con la hija, cuando iba a casa de la
abuela la bañaban bien, le cortaban las uñas y le limpiaban las orejas. Al atardecer, a la hora que se
ponía el sol era hora de irse para la casa. La madre decía:
• Vámonos, recoge que ya nos vamos.
Para la niña se acababa la felicidad, escondía debajo del piso o se ponía detrás de la abuela y decía
llorando.
• No me quiero ir, abuela no deje que me lleve, me quiero quedar te lo suplico.
La madre le daba un halón por el brazo y se la llevaba arrastrandola. Al llegar a la casa que tristeza
y no podía llorar porque le daban, entonces se escondía debajo de la cama a llorar. Todos los fines
de semana iban a casa de la abuela por el camino María recogía flores y hacía un ramillete para
llevarle a su abuela, siempre quería ir con una bata de Tul roja, una cinta roja en el cabello y medias
rojas, ya que ella decía que era Caperucita Roja, pues le gustaba mucho ese cuento. Quería que la
madre le hiciera una capa roja, en ocasiones soñó que estaba metida en el cuento. Por el camino
cuando se les aparecia un buey ella decía que ese era el lobo feroz.
En ocasiones se iban por toda la carretera pero el trayecto era más largo por lo que cortaban
camino atravesando el campo, a veces habían ganado vacuno pastando en el lugar y tenían que
correr cuando un toro rojizo les investía pero nunca pasó nada. Cuando iban por la carretera cuando
pasaban los carros la madre la halaba por el brazo ya que perdía el equilibrio, tenía una marcha
oscilante. No habían aceras y a veces el camino era muy angosto, la carretera era de doble sentido,
aunque no había mucho tráfico los carros pasaban a gran velocidad y muy cerca del camino.
Al regresar por el camino corto, había que subir una pendiente que cuando llovía se ponía muy
resbalosa, como la niña era muy delgada subía corriendo pero la madre tenía mucha dificultad para
subir, rebalaba y retrocedía, por lo que le hacía bajar a la niña pidiéndole ayuda, la madre se agarraba
de la hierba intentando subir pero estaba muy pesada y la arrancaba de raíz, resbalando de nuevo
hacia abajo, así estuvo intentando varias veces hasta que con mucho trabajo lo consiguió subir.
En temporadas de ciclones, el arroyo que pasaba por detrás de la casa crecía y desembocaba en el
rio Mayarí que era un rio caudaloso por lo que el agua se desbordaba en la zona y en ocasiones
llegaba cerca de la casa, a veces tenían que evacuar en botes a los vecinos. En la noche salían la
madre y la niña para la casa de la abuela ya estaba en una zona alta y nunca llegaban las crecidas de
los ríos. La niña feliz porque siempre quería estar con la abuela.
Cuando anunciaban el día anterior que iban a la playa de Juan Vicente, la niña se emocionaba tanto
que apenas dormía. Desde el día antes comenzaban los preparativos, haciendo comida para llevar
como congrí, fricasé de pollo, tostones, además preparaban limonada y agua para su estancia en la
playa. En aquellos tiempos todavía no había tanta escasez pero las familias acostumbraban llevar
todo lo que iban a consumir en la playa. Habían ómnibus locales que llegaban a la playa pero cuando
iban en familia por lo general alquilaban una máquina.
Como la tía trabajaba en educación la llevó al carnaval infantil y la montó en una carrosa, sin
modelar, le hicieron un peinado en la peluquería y le pusieron una bata hermosa y salió en el desfile
de carrozas junto a la reina y a los dos luceros. Al año siguiente fue seleccionada para modelar el día
antes en la casa de la cultura ensayaron, le daban un cartón en su mano donde llevaban el número,
como de debía caminar y que tenían que sonreír, saludar y tirar besos al público. Llegó el día que
tenía que salir en público, ella iba vestida con una bata blanca bordada, la habían maquillado y
peinado, le pusieron una estrellita brillante de piedras tornasoles en su peinado. Había gran multitud
en el cabaret El Puente donde iban a modelar las niñas para sacar la reina del carnaval. María era
una de las niñas de más corta edad, pero aparentaba más edad ya que tenía buena estatura. Cuando
María apareció modelando la gente aplaudió se escucharon personas que decían:
• Parece una virgen. ¡Qué niña tan bella!
No quedó como reina, Ella escuchó a la tía decir:
• La niña modeló bien y hasta era más bonita que la quedó de reina pero el jurado dijo que la
niña es muy pequeña.
Pero a pesar de no quedar como reina, debía salir bailando al compás de la música en una carrosa.
Les pidieron a los padres que le hicieran una falda corta de vuelos y una blusa por encima del ombligo
de vuelos en combinación con la falda. Antes de salir el desfile de carrosas les entregaron a las niñas
rollos de serpentina de varios colores que debían esparcir por todo el camino por donde pasaran.
Capítulo 4
EL DESPRECIO DE SU MADRE
La madre comenzó a tejer día y noche para poder mantener la casa sola, decía que se mantenía a
punta de aguja, hacía canastillas por encargo, puntas de sabanas, medias, gorros, abrigos, blusas,
batas de niñas, etc.
A veces cuando la madre estaba sentada tejiendo María se acercaba a ella y le daba un empujón
diciendo:
• Quita, quita, echa para allá, no te me acerque.
María estaba carente de cariño, su mamá nunca la abrazaba, ni la besaba. Cuando la niña le decía:
• Tú no me quieres. Ella le respondía.
• Yo te compro juguetes caros, te mando hacer batas a la atelier, tienes zapatos de charol y no te
falta nada, quisieran muchos niños trener lo que tú tienes.
• Valiente manera de querer. Prefiero andar en tapa rabos como los indios, te cambio todo eso
por un abrazo o un beso, no quiero nada, solo quiero que me quieras. Respondió la niña.
• Yo tengo que ser madre y padre a la vez, por eso soy así. Dijo la madre.
María pensaba que cual sería el motivo por lo que su mamá la trataba mal y no le daba cariño, se
preguntaba. ¿Será porque me parezco mucho a mi papá y ella lo odia? ¿O porque la muerte de mi
hermanito le afectó? Cuando le contaba a su abuela de los maltratos de la madre, la abuela siempre
le decía que nunca le dijera a nadie eso porque de la madre nunca se podía hablar.
Eugenia le hizo una demanda ante el juez para la pensión alimenticia pero el padre cambiaba de
trabajo constantemente para no tener que pagar la mantención, al principio venía todos los meses
a ver a su hija y le traía dinero, luego se fue distanciando y la relación entre padre e hija se fue
enfriando, hasta llegar a dos años sin venir a ver a su hija, La madre siempre hablaba mal a su hija
del padre,le decía:
• Él te abandonó, es un desgraciado maldito. Y tú no tienes hermanos.
Cuando había sido ella la culpable del divorcio, seguro que se arrepintió pero era tarde, fue a varios
espiritistas y cartománticos que les daban falsas esperanzas y les decían que iba a volver con él,
también hizo trabajos con gallina negra y siempre les decían que volverían pero nunca volvieron.
Cuando el padre venía a ver a su hija, la madre le decía varias cosas que debía decirles, cosas que la
niña no entendía pero notaba que cuando se las decía al papá parecía que le molestaba. Siempre
que el venía a la madre le daba mucho dolor de cabeza. Un día vino a ver a María con su esposa y
una niña pequeña que tuvieron después de la reconciliación, estaban en la casa del vecino de al lado
y traían a la hermana menor para que la niña la conociera pero la mamá no la dejó salir y se tuvieron
que ir sin ver a María.
A veces la niña hacía gestos que le hacían recordar al papá y la madre decía:
• Igual al desgraciado maldito, ni que te hubieras criado con él.
Era inutil que la madre le hablara mal de su padre porque ella tenía el recuerdo más bonito de su
padre y nadie lo podía borrar de su mente ni quitar el amor que ella sentía por el.
Un día ella agarró una lagartija en el jardín, y con un bisturís le abrió el abdomen para ver que tenía
adentro, según ella la iba a operar pero la pobre lagartija se murió, la madre cuando la vio le dijo:
• En la noche te va a salir y vas a sentir que pasa fría por tu panza.
Cuando llegó la noche fue como una pesadilla o un sueño vivido ya que tal y como le había dicho
la madre así pasó. Se encendieron las luces y buscaron entre las sabanas a la lagartija pero no había
nada.
La niña comenzó a repetir palabras en la escuela que eran groserías y la madre tenía a un frasco en
el refrigerador una semillas espinosa (guisaso de Baracoa) y la amenazó que si decía una mala
palabra se lo hacía tragar con sus espinas, ella era muy ingenua y se lo creyó.
Tenía muchos juguetes pero no tenía con quien jugar porque no la dejaba ir a casa de ningún vecino
y no dejaba que ninguna amiguita la viniera a visitar, cuando Ivón venía la botaba y no la dejaba
entrar. María se paraba en el portal y la llamaba, Eugenia cuando la escuchaba llamando a la vecina
le decía:
• Ya está llamando a “Culón”. Déjala que llegue que la voy acosar.
Un día se escapó por debajo de la cerca para la casa de al lado y cuando la fue a buscar le vino
dando con una chancleta todo el camino desde la casa del vecino hasta su casa y el vecino viendo lo
que hacia con una niña pequeña, enojado le gritó:
• ¡Abusadora! No maltrates a tu hija.
La madre estaba obesa y la hija desnutrida la gente se burlaba diciendo que parecían un diez, por
lo que cada 6 meses le hacían exámenes de laboratorio y siempre los resultados estaban dentro de
límites normales. La hora de la comida era un suplicio pues obligaba a la hija a comer con un cinto
en la mesa. Un día María hacía que se comía la carne, la masticaba y velaba a la mamá que no la
estuviera mirando, sacaba la carne mascada y se la echaba dentro de la blusa, cuando se paró
cayeron al piso.
Por la casa pasaba un carrusel de un caballito blanco que montaba un niño cerca de la casa y la
niña lloraba porque quería montar en uno, pero era muy costoso. La madre le compró un velocípedo
que pronto lo dejó de montar ya que ella crecia muy rápido, era alta y ya las piernas no le permitían
pedalear por lo que se lo llevaron a su primo que era menor, años más tarde su mamá le compró un
triciclo que era más grande, la calle que pasaba por delante de la casa no era muy transitada por lo
que no había peligro para que diera vueltas en el triciclo.
La mamá comenzó a trabajar de profesora de Matemáticas en la secundaria básica pero rápido
encontró enemigos que la acusaron de fraude cosa que era incierta, ella apeló pero no hicieron caso,
era su palabra contra la de ellos. Había puesto a la hija en el seminternado que es para madres
obreras y ahora estaba sin trabajo, se pasó días buscando trabajo hasta que encontró en una oficina
de comercio como contadora.
Un día llegó una pareja a pedir agua, parecía que venían de lejos, era un día caluroso típico del
verano y llevaban varias horas caminando bajo el sol. La niña vio cuando el señor le pidió agua a su
mamá:
• Señora regálame un vaso de agua.
• No. Respondió Eugenia.
La niña que estaba observando corrió a la cocina a buscar agua, salió con una jarra y un vaso, al
salir ya la pareja se iba y ella les dijo:
• Señor no se vaya, tome agua.
Cuando se fueron la madre regañó a su hija:
• ¿Por qué hiciste eso?
• El agua no se le niega a nadie, ¿No te da lástima con esa gente?
Siempre que pasaban pidiendo agua la niña les daba.
Un día jugando en el jardín, corriendo detrás de las mariposas se encontró un collar de cuentas
negras que tenía un corazón con una M por ambas caras, Fue a mostrárselo a su mamá que cuando
lo vio le dijo:
• Bota eso inmediatamente, no mejor dámelo para quemarlo, eso es brujería, la M quiere decir
muerte.
Siempre que iban al centro del pueblo llegaban a la librería municipal y la madre le compraba
muchos libros de cuento y la colección de estudios martianos, para eso si no escatimaba gastar ni
ahorrar. Quería incentivar la lectura en su hija, lo que permitió que su hija ganara un premio en una
ponencia sobre José Martí el héroe nacional de Cuba. Además María se aprendió varias poesías
como: La bailarina Española, Los zapaticos de Rosa, La niña de Guatemala, Los dos príncipes y Versos
sencillos. También le gustaba mucho leer los cuentos de La Edad de Oro.
En aquellos tiempos Cuba tenía beneficios de la URSS y de los países del campo socialista por lo
que la situación económica del país no era tan mala. La niña acompañaba a la mamá a la tienda de
comidas a comprar por la libreta la canasta básica asignada por núcleo familiar para un mes. En esa
tarjeta te marcaban lo que ya habías comprado al igual que el pan diario para que no cogieras doble.
Le vendían a un precio módico los artículos de aseo personal y la comida que cuando aquello si
alcanzaba. Entre las cosas que le vendían estaban: arroz, azúcar, frijoles, aceite, manteca de cerdo,
espaguetis, fideos, chícharos, mantequilla, queso, fósforos (serillos) un jabón de baño por persona
(Nácar), jabón de lavar Batey, frazada de trapear el piso. Latas de galletas variadas. La carnicería
vendía carnes, pollo, pescado y huevos por la libre. Diario iban a buscar la leche de vaca que venía
en cántaras de metal y te la echaban en un litro de cristal, luego llegaba el litro sellado igual que el
yogurt. También existía una tarjeta para comprar productos industriales que tenía cupones y era por
letras cuando le tocaba a tu letra era que podías comprar si sacaban algún productos porque a veces
no sacaban nada. El pasaje de la guagua local costaba cinco centavos y podías dar un paseo por todo
el pueblo desde la última parada hasta la base de ómnibus con solo cinco centavos, pasaban cada
cinco a diez minutos, era muy rápido y no tenías que esperar. Además todos los domingos venía el
carro del helado al parque que estaba a una cuadra de la casa de ella.
Con el tiempo cada vez que había un desastre natural en algún país del mundo, por ejemplo un
terremoto, Fidel Castro mandaba ayuda, personal médico y comida por lo que fue quitando una libra
de arroz en dos ocasiones y cada vez era menos el arroz que vendían a la población por lo que ya
solo alcanzaba para quince días y no para un mes como era originalmente.
Después de algunos años surgió el mercado paralelo donde los precios eran más elevados pero
vendían jamón, beicon, quesos, etc. También la tienda de la amistad donde todo era carísimo. Luego
la casa del empeño donde cambiaba el oro por dinero.
Hubo una época que los domingos en la tarde pasaban coches tirados por caballos que le daban
una vuelta a los niños hasta el parque alrededor de una cuadra por cinco centavos y su mamá la
dejaba dar una vuelta. Cuando cumplió 11 años la madre le daba dinero para que fuera al cine con
una vecina de su edad llamada Mariana, era una niña pasada de peso y casi no hablaba, se
comentaba en el barrio que su papá era banquero y que jugando a la bolita había perdido todo lo
de su casa, muebles, televisor, refrigerador, etc. Y se habían divorciado sus padres a raíz de ese
problema Otra cosa que le gustaba mucho a la niña era que llegara el carro del helado con su sonido
peculiar, traían paletas de chocolate y de otros sabores, al igual que vasitos y hasta pintas de helados
si querías.
La niña se encontró un pollito mojado, lo llevó a la casa, lo calentó, luego le dio arroz y migas de
pan, el pollito se paró y comenzó a piar. Desde muy pequeña demostró su vocación por curar, tenía
una maleta negra de juguete con una cruz roja, era un juego de médico, ella le decía el juego de
(mékido ) y jugaba a la doctora curando a sus muñecas y a su oso Boribón, que estaba lleno de
agujeros por las inyecciones.
A los tres meses de comenzar primer grado ya leía corrido, la maestra le dijo a la mamá que una
visita del sectorial municipal de educación la escuchó leer y dijo que ella leía mejor que un alumno
de cuarto grado. Lo que impulsó a María a leer rápido era que ella quería leer el libro de cuentos
(Había Una Vez) porque cuando le pedía a su madre que le leyera un cuento, nunca podía porque
siempre decía:
• No puedo, estoy ocupada y no tengo tiempo.
Capítulo 5
EN EL SEMI - INTERNADO
En segundo grado como la madre comenzó a trabajar de profesora de Matemáticas en la
secundaria, matriculó a la niña en el seminternado Leonte Guerra Castellanos, que antes de la
revolución de Fidel Castro era un cuartel del ejército de Batista. A los pocos días la mamá tuvo un
problema en la secundaria porque la acusaron de fraude, lo cual según la mamá era envidia y mentira
de la profesora que levantó la calumnia para que la botaran de la escuela. Mientras la madre
conseguía trabajo le decía a la niña que si le preguntaban en la escuela que si ella estaba trabajando
que dijera que sí. Como en pueblo chiquito todo se sabe, comenzaron a preguntarle a María que, si
su mamá todavía estaba trabajando porque esa escuela es para madres trabajadoras. Siempre la
niña respondía que su mamá si estaba trabajando porque si se comprobaba que no era cierto, la
sacaban de esa escuela. La madre consiguió trabajo en el carnet de identidad donde duró poco
tiempo, luego en una oficina de círculos infantiles que abastecía de alimentos a los círculos. Para ella
era muy frustrante ya que era una licenciada de Matemáticas. Cuando le tocaba a su madre hacer
guardias de noche se la llevaba con ella y la ponía a ver televisión hasta que se dormía y la acostaba
en dos asientos que juntaba. En la oficina en ocasiones había frutas como Nísperos y le daba a su
hija para que comiera. También se fue de ese trabajo cuando consiguió ser contadora en una oficina
de comercio donde permaneció hasta que se jubiló por enfermedad.
María tenía el cabello largo y de color negro azabache, a menudo le preguntaban a la madre que
por qué le pintaba el pelo a una niña tan chiquita. La tía María pasó un curso de peluquería y quería
practicar con las sobrinas que eran cuatro y le cortó el cabello a todas al machito. Cuando la madre
vio a la niña se disgustó mucho y dijo:
• ¡Qué crimen!, no le queda bien.
• Bueno ya le crecerá, además es lo que se está usando en las niñas actualmente. Le dijo la tía.
En el seminternado la obligaban a dormir dos horas después del almuerzo, ella nunca dormía,
como al que se movía o abría los ojos le pegaban un reglazo, ella contaba hasta el 100 para
moverse. Al levantarse tenían que ir dos horas más al huerto escolar, se tenía que cambiar el
uniforme escolar por la ropa de trabajo y antes de irse le daban una merienda que era leche
con sabor a quemado, con nata y sin azucar, ella no se la quería tomar y como estaba tan
delgada la instructora que los cuidaba por la tarde la obligaba a tomársela, también le daban
un dulce polvorón que si se lo comía. En el huerto le ponían metas de una o dos carrera que
tenían que terminar para poder irse del huerto. Les entregaban un azadón para quitar todas las
hierbas de los sembrados.
Cuando llegaban las vacaciones la madre pagaba un plan vacacional y se tenía que quedar en
la escuela sin embargo María prefería ir para la casa de su abuela, después que en unas
vacaciones la tía Inés le golpeó la cabeza con el plástico de una escoba, aprovechando que la
abuela no estaba. En la escuela la llevaban a la playa de Corintia y les prestaban juguetes, aros
y pelotas. Cuando competía con otras niñas bailando aro ninguna le ganaba. La comida de
comedor era insípida y mala.
Todos los fines de semana la madre la llebaba a la biblioteca municipal para que leyera libros de
cuentos y había un concurso de artes plásticas y la dejaron participar, había que pintar dos cisnes en
un lago, a María se le ocurrió pintar a un pez asomando la cabeza por el agua y le hizo las ondas del
agua, eso le llamó mucho la atención a la maestra, así que no solo ganó el concurso por el mejor
dibujo, cuando la mamá vino a buscarla, la maestra le dijo:
• Tu hija tiene talento para dibujar, te invito a que la inscriba en la casa de la cultura, se les ocurrió
lo que a ningún niño. Además de dibujar igual que el original, Dibujó a un pececito asomando
la cabeza por el agua y eso no estaba en el dibujo, les decía mientras le mostraba a la madre el
dibujo de su hija.
Estuvo varios fines de semana viniendo a la biblioteca para dibujar, hasta que cumplió 10 años y
pudo continuar en la casa de la cultura donde sus dibujos fueron escogidos para una exposición.
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
EN LA SECUNDARIA
María era muy destacada y aplicada en las clases, tenía muy buenas calificaciones, sobre todo en
matemáticas de la que siempre fue monitora, también había ganado varios concursos por lo que la
gente decía que era porque la mamá era licenciada en matemáticas y seguro la repasaba en esa
asignatura, en realidad no era así, todos los profesores la querían mucho y era donde ella se refujiaba
de su dolor.
Un día hicieron una competencia de Literatura, querían que ganara la otra compañera que estaba
al final del aula y le leían las respuesta mientras que ella estaba al frente, al final la profesora hizo
una pregunta para el desempate, se hizo un silencio ya que nadie decía la respuesta María se acordó
que había una página del libro de literatura que tenía disecada una mariposa nocturna, en esa página
estaba la respuesta y cuando dijo:
• Profe la obra se llama El niño Yuntero.
• Ganó María. Dijo la profesora.
Ella siempre tenía las calificaciones más altas del aula y eso era motivo para que muchos
sintieran envidia. Cuando los profesores decían las notas obtenidas en los exámenes a cada
estudiante por la lista, al decir las notas de María, dos niñas de aula preguntaban:
• ¿Y cuánto sacó ella?
Al profesor repetir la calificación de María, ellas insistían:
• ¿Y por qué ella sacó esa nota?
Los profesores hacían un gesto de desagrado al darse cuenta de sus malas intenciones.
Ella estaba muy delgada y tenía complejo de inferioridad, tenía muy baja la autoestima. Le pidió a
su mamá un tratamiento para engordar. La madre la llevó con un psiquiatra que le puso un
tratamiento que la sedaba y le daba mucho apetito por lo que comenzó a aumentar de peso pero
realmente estaba inflamada y apenas dejó de tomar las pastillas volvió a bajar de peso, aunque si
tenía apetito y podía comer mucho y de todo pero no engordaba ni una libra. Su abuela siempre le
daba dinero para que se comprara pizza y helados. Con lo que le daba su abuela le alcazaba para el
pasaje de la guagua local (bus) de ida y vuelta, una pizza, un espagueti y un helado. Cuando iba con
su mamá a la pizzería solo le compraba una sopa de tomates que costaba quince centavos, ella
sufría con el olor a pizza y porque veía a los demás comiendo y le decía a la mamá:
• ¿Por qué no compras aunque sea una pizza para las dos?, solo cuesta un peso con veinte
centavos.
• No puedo, tengo que ahorrar. Le respondía.
Un día la mamá fue a una reunión de padres en la secundaria, al bajarse del bus frente a la escuela
María se bajó detrás de la madre y se fue de caída, al intentar sujetarse del brazo de su mamá,
Eugenia pensó que la iba pellizcar y le pegó fuerte por la cara delante de todos, ella se quedó
impactada, con ganas de llorar por lo que le preguntó:
• ¿Por qué me pegas? ¿Qué te hice?
• Me ibas a pellizcar, dijo Eugenia.
• Yo solo me fui de caída y me iba a aguantar ti. Le dijo.
Siempre en la escuela le hablaban maravillas de su hija en las reuniones de padres, ya que era muy
aplicada en los estudios y disciplinada. Los profesores le decían que su hija era una estrella, con
notas sobresalientes y que se portaba bien, eso la llenaba de orgullo delante de los demás padres.
En el matutino de la escuela le tocaba a su aula y le dan a María una poesía de José Martí para que
la lea, ella se la sabía de memoria pero tenía mucho miedo escénico por lo que estaba temblando,
pálida y sudando frio, tener que leer el papel era peor por el temblor en sus manos. Comenzó a
recitar mirando al cielo porque no se atrevía a mirar al público, pero sin darse cuenta bajó la mirada
y ya no le salían las palabras poniéndose muy pálida, todos notaron que algo le estaba pasando, una
profesora la agarró del brazo y la llevó para la oficina de la dirección.
A la hora de salida se iba con una amiga que vivía cerca de su casa. Un día la amiga le da algo
envuelto en un papel y le dice:
• Ahí te mandó eso un muchacho que está enamorado de ti.
• ¿Qué es? Dice ella desenvolviendo aquello. Eran unas cremitas de leche que le encantaban.
• ¿Quién me mandó esto?
• Se llama Leonardo y está en los últimos grupos, creo que en el E. Respondió la amiga.
• Toma comételas tú. Dijo María
• ¿Segura que no las quieres? Están muy ricas. Dijo saboreándose.
• Bueno dame una. Le dijo María.
En séptimo grado tenía que ir cuarenta y cinco días a la escuela en el campo, muchos padres
entregaban certificado médico para que sus hijos no fueran al campo pero eso era un impedimento
para optar por una buena carrera en el futuro ya que era un desmérito. A María la mandaron para
un cañaveral de Sabana larga. El trabajo era duro y agotador, las literas donde dormían eran de saco,
la comida era mala y poca, todos los días daban lentejas que sabían a tierra. Había que trabajar
sembrando cañas y despajando caña.
La brigada de María salió destacada en el trabajo y le dieron un viaje a un campamento cercano
donde estaban las estudiantes de noveno grado. Cuando tenían que despajar caña a pesar de usar
guantes siempre se llenaban de pequeñas sepinas y luego se les pegaban en la ropaocasionandoles
picazón por todo el cuerpo. A la hora de almuerzo casi todas las niñas la dejaban las lentejas en las
bandejas, María tenía tanta hambre que se comía hasta tres bandejas de lentejas que dejaban las
otras.
En esa época estaban de moda las cantantes Lolita y Rafaela Carrá. En las noches María cantaba
como Lolita imitando los gestos que la artista hacía con las manos y a todas les gustaba por lo que
le hacían coro y le pedían que cantara otra canción. También las niñas en el albergue hacían
maldades como echarle pasta dental en la cara a las que estaban dormidas, una noche comenzaron
a tirar frascos de cristal al piso y cuando sonaba al romperse, todas en coro gritaban:
• ¡Cóselo! ¡cóselo!
Había mucho vidrio en el piso que no se podía caminar y corrían el riesgo de herirse los pies.
Debido al estruendo las profesoras fueron a ver qué estaba pasando. Después de barrer bien
el albergue, las castigaron a todas limpiando baños a esa hora de la noche.
El fin de semana la fueron a ver la abuela y la mamá, le llevaron comida, raspadura de caña, turrones
de coco, panes y otros dulces que le hacía la abuela.
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
EN EL PRE-UNIVERSITARIO
Por su escalafón le asignan el pre universitario de Valle Dos que era interno porque en su año
quitaron el (de la calle) así le decían cuando no era interno, durante los tres años que duró solo había
pre universitario interno, pero esa escuela le quedaba muy lejos de la casa y tenía que agarrar dos
buses para llegar por lo que la madre comenzó hacer trámites para su traslado a uno más cerca. Las
compañeras de clase le preguntaban a María que porque era tan sencilla, ya que siendo la más
inteligente del aula y bien parecida, no se daba importancia como otras que eran menos que ella.
Un día llegó un ruso de visita a la escuela y los alumnos querían comunicarse con él pero no sabían
hablar ruso a pesar de ser una asignatura que daban algunos grupos desde séptimo grado en la
secundaria. Buscaron a María quien se podía comunicar con él, el ruso se puso muy contento y le
decía Marita mi traductora.
En esta escuela había que ir a trabajar al campo en las mañanas y las clases eran en la tarde, eran
grupos muy grandes por lo que te despertaban muy temprano en la madrugada porque se hacían
grandes filas para el baño y para desayunar en el comedor. En las noches María tenía dificultad para
conciliar el sueño ya que tenía el sueño muy ligero y estaba acostumbrada a dormir en silencio, en
el dormitorio se reían y hablaban hasta muy tarde por lo que al despertarse siempre tenía sueño.
Un día se quedó dormida en un platanal, ya todos sus compañeros se habían ido, cuando de
momento sintió que alguien gritaba:
• Me encontré un ángel, vengan a ver un ángel.
María se paró asustada y miró a su alrededor, ya todos sus compañeros de aula se habían ido y
tenía que apurarse para bañarse y no llegar tarde al aula.
El profesor de matemáticas se interesó en María y ella lo rechazó por lo que intentó humillarla en
la pizarra, el no sabía que ella era muy buena en matemáticas y le puso un ejercicio muy difícil para
burlarse de ella pero no lo consiguió ya que ella lo hizo muy rápido y correcto. El metodólogo de
matemáticas que era el director de la escuela fue un día a impartir clases y estaba explicando un
ejercicio de cuatro ecuaciones en la pizarra, decía que no daba, pero a María si le dio un resultado
por lo que levantó la mano y dijo:
• Profe a mí sí me da.
Todos los compañeros de aula voltearon la mirada hacia María.
• Como se atreve. Susurraron, que autosuficiente decían otros.
El profesor le dijo:
• Bueno ven a la pizarra y demuestra que es verdad. Dudaba el profesor.
María se paró de su silla y muy segura se dirigió a la pizarra, comenzó a realizar en el ejercicio
demostrando dominio y a medida que avanzaba el profesor y los demás estudiantes estaban
sorprendidos. Al final de la clase el director le dijo a María que tenía que traer a su mamá. La madre
de María vino a hablar con el director y aprovechó para decirles que estaba haciendo los trámites
para el traslado a otra escuela.
• ¿Cómo va ser? Su hija es una estrella y nos garantiza promoción, no lo puedo permitir. ¿No
hemos tratado bien a su hija en esta escuela?
• No es por eso, dijo la madre, es por cercanía a la casa.
Capítulo 14
LOGROS ACADÉMICOS
En el Pre Universitario María se refugiaba en sus buenas calificaciones y en la aceptación por los
profesores. Todos los profesores la halagaban y eran muy amables con ella, algunos decían que era
su alumna preferida, otros pedían a sus compañeros de clases que siguieran su ejemplo. Debido a
eso era muy envidiada pero ella se sentía feliz de que sus maestros la querían y la trataban bien ya
que el amor que le faltaba en su casa lo compensaba con eso.
Participaba en carnavales de la promoción y ganaba premios, las preguntas de matemáticas
siempre se quedaban para el final pero ella aprovechaba que los demás evitaban esas preguntas ya
que matemáticas era su asignatura más fuerte. Un día se ganó un pastel grandísimo y lo compartió
con sus compañeras. Ella siempre repasaba a todos los que le pedían ayuda y le explicaba los
ejercicios difíciles. los compañeros le decían:
- Eres una mechá, un taco. Eso significa en Cuba que eres muy inteligente.
A veces no había agua en la escuela por lo que tenían que ir al aula en la tarde sin bañarse llenos
de resina de tabaco ya que habían trabajado toda la mañana en las vegas de tabaco o en los ranchos
de tabaco ensartando hojas y montándolas en una varas de madera que luego te las contaban y no
te podías ir del campo hasta que no cumplías la meta.
Tenía una amiga que siempre estudiaba con ella, cuando tenía exámenes de matemáticas se las
pasaba repasando a sus compañeros y no estudiaba. Alejandro era el mejor estudiante de 12 grado
y se enamoró de ella. Al final del semestre subieron en la tarima de la plaza a los estudiantes que
habían obtenido el máximo de puntos en todas las asignaturas, de décimo grado llamaron a María y
de 12 grado llamaron a Alejandro, que los demás estudiantes sabían que él estaba enamorado de
ella, por lo que al ver que coincidieron los dos comenzaron a decir:
• Cásense que van a dar un hijo electrónico, van a dar un robot. ¡Que se casen! repetían a coro.
Luego llegó el momento en que Alejandro se le declaró, realmente ella no estaba tan enamorada
de él, pero se llevó por el embullo y lo aceptó, con el tiempo él notó que era fría y no era nada
cariñosa con él por lo que le reclamó varias veces hasta que un día decidió terminar la relación, a
ella no le dolió, no se sintió triste y ni le importó.
Las compañeras confiaban en ella ya que nunca la escuchaban contando chismes y no se metía en
la vida de nadie. Zaida una compañera de dormitorio le pidió que la acompañara al hospital, cuando
llegaron fue que se enteró que la amiga iba hacerse un legrado, cuando la amiga salió venía media
sedada y caminaba con dificultad.
- ¿Por qué me trajiste engañada y no me dijiste a lo que tu venías? Le reclamó María.
- Es que si te decía la verdad no me ibas a acompañar. Además tú eres la única en la escuela que
no me vas a delatar. Le respondió Zaida.
Esta amiga no fue agradecida ya que le robó dos blusas y las compañeras de dormitorio que vivían
en su pueblo le dijeron que la habían visto con las blusas puestas paseando por el lugar donde vivía.
En la escuela surgió una pandilla de muchachas que abusaban de las otras. Escupían en la cara, se
robaban la comida que traían de su casa y cualquier tipo de atropello. Un día vinieron y le botaron
el vaso de agua a Verónica, era la compañera que dormía arriba en la litera por lo que el agua cayó
frente a su cama. María les reclamó diciendo:
- Dejen ya el abuso. Verónica no les a hecho nada a ustedes.
- Mira quien habla. Se le acercó Vilma, amenazante.
• Yo no te tengo miedo ni a ti ni a tu pandilla. Eres abusadora con los débiles.
• No te metas que no es contigo. Le dijo Vilma.
• Si me meto porque ya estoy cansada de ver como abusan de las demás y el agua cayó delante
de mi cama. Respondió María.
• Mira muchacha que doy una galleta y levantó la mano para darle.
• Si me das te doy. Lo que pasa es que tú esta sentida porque el que te gusta, está enamorado
de mí y a ti ni te mira. Además es una bajeza lo que ustedes hacen. Ni tú, ni tu pandilla tienen
moral ni principios éticos. Es inhumano lo que le hacen a los demás. Se la pasan molestando,
se burlan y se ríen del dolor ajeno. Contestó.
Las rodearon muchas compañeras del albergue y llamaron al director, que se quedó afuera
escuchando por una persiana, diciéndoles a los demás que hicieran silencio y no dijeran que él
estaba allí, ya que cuando había peleas se llevaban a los estudiantes a la dirección y levantaban un
acta con un reporte, mandando a buscar a los padres de los implicados. El director sabía que María
era tímida y casi no hablaba.
Vilma avergonzada se fue de allí, nadie de su pandilla fue a defenderla, ella estaba celosa ya que el
muchacho que le gustaba, estaba enamorado de María. Un día iban en un transporte escolar para
ver un partido de balón cesto de su escuela con otra escuela, cuando él vio a María de pie le cedió
el asiento y Vilma estaba al lado de ella, por lo que sintió rabia que no se lo diera a ella. Comenzaron
hacerle guerra, un día llegó a acostarse sintió un olor fuerte a comida y cuando levanta su almohada
había comida, frijoles negros y arroz, en cantidad considerable, entonces María esperó que no
hubiera nadie en el dormitorio y miro que nadie la viera fue a una zanja de aguas negras y se la echó
debajo de la almohada a quién ella sabía que le había echado comida en su cama, a partir de eso
nunca la molestaron.
Cuando iba a casa de la amiga y veía como era su mamá con ella comenzó a darse cuenta que no
era normal como su mamá la trataba y se sentía más triste. A los quinces días le daban pase para ir
el fin de semana a la casa, al llegar tenía mucha hambre, fue a la cocina y al destapar las ollas vio
que había sopa de pollo por lo que le dijo a su mamá:
• ¡Hay sopa de pollo, que rico! exclamó.
• No esa sopa es para Manuel. Dijo la madre.
Ella no podía creer lo que estaba pasando, porque cuando iba a casa de su amiga la mamá le tenía
guardado lo mejor para su hija ya que en la escuela la comida era mala y poca, además hacían quince
días que no iba a la casa. No sola pasaba eso con su amiga, las demás compañeras contaban que el
fin de semana que iban a su casa siempre los padres le guardaban lo mejor y mucha comida. Ella
sintió un nudo en su garganta y se fue al patio de atrás de su casa a llorar, a los pocos minutos llegó
su abuela, la salió al patio buscándola y al encontrarla llorando le preguntó:
• ¿Qué te pasa?, ¿Por qué estas llorando?
• Vengo con mucha hambre abuela, me fui a servir sopa y mi mamá no me dejó comer porque
dice que esa olla de sopa es para Manuel. Contestó.
La abuela salió corriendo para la cocina, le sirvió un plato de sopa y la buscó para dárselo pero ella
se negó a comerlo y dijo:
• No abuela prefiero quedarme sin comer, ya se me quitó el hambre, que él se coma la olla de
sopa completa.
La abuela insistió pero ella no quiso comer, luego fue a reclamarle a Eugenia y le dijo
• Eres una mala madre, prefieres a un marido que a tu propia hija, no quieres a ese angelito,
parece mentira que es tu única hijita.
En el parque Martí estaban bailando con la guagua de la música y un muchacho guapo se le acercó
a María y la sacó a bailar, bailaron toda la noche ambos se gustaron, al otro día una profesora de
educación física del pre universitario donde ella estudiaba, que era vecina de él le dijo que María
era una buena muchacha por lo que el averiguó su dirección y fue a verla, para que la mamá la dejara
salir, mandó a la profesora a que la fuera a buscar en su casa mientras él la esperaba como a tres
metros de la casa. Cuando ella llegó donde él estaba. Él le dijo:
- Tú me gustas y estoy enamorado de ti, me dijeron que eres una buena muchacha por lo que
tengo buenas intenciones contigo. ¿Aceptas ser mi novia?
• Si. Respondió ella.
El la abrazó y le dio un beso y pidió verla el fin de semana en la plaza del pueblo, ella volvió muy
contenta a la casa, sentía que caminaba por las nubes. Al acostarse pensaba en él y sentía mariposas
en el abdomen. Llegó el fin de semana y ella fue con su amiga a la plaza, Raciel la estaba esperando,
se besaron y abrazaron, también bailaron. Luego él la llevó a su casa y le dijo que iba a pedir su mano
para formalizar su relación. A ella le gustaba que el la respetaba y que siempre le decía que nunca la
iba a obligar hacer nada que ella no quisiera. A veces perdían el último viaje de la guagua local y se
tenían que ir a pie. Ella iba a la plaza con tacones altos por lo que él la cargaba cuando les tocaba
caminar y se cansaba. La madre recibió un anónimo que decía:
• Vi a tu hija en malos pasos, la llevaba un hombre cargada.
Una noche llegó Raciel a pedir su mano, ella no lo sabía y ya estaba acostada con ropa de dormir,
llevaba puesta una bata blanca y se había recogido el cabello con dos trenzas. Él le habló muy
respetuosamente a la madre pero esta lo insultó y no lo dejóterminar de hablar, invitándolo a que
se fuera de forma grosera y despectiva. María estaba avergonzada y sabía la guerra que se avecinaba.
No la dejaron salir más los fines de semana de noche pero ella no iba a dejar a su gran amor, entonces
tenía que inventar que iba a casa de su abuela de día para poder verlo. Él la llevó a su casa, estando
en su casa, le inventó una canción, la cantó acompañado de una guitarra, la canción hablaba de los
hermosos ojos negros de ella. Él siempre le pedía a ella que se fuera con él y se quedara a vivir en
su casa, la madre de él lo escuchó y le dijo:
• Deja a la niña tranquila, no le vayas hacer nada.
Él se reía y le decía a María:
• Yo nunca te voy hacer nada que tú no quieras, no tengas miedo. Yo te quiero mucho. Siempre
te voy a cuidar.
Eugenia comenzó a investigar la vida de Raciel y se enteró que era divorciado, que tenía 24 años y
ella 16. Además supo que él trabajaba en la empresa eléctrica.
Cuando ella llegaba a la casa, era un infierno, pues su mamá comenzaba a reclamarle:
- Te tienes que pelear con él porque es mayor que tú, divorciado y no tiene futuro, es un liniero,
vas a terminar embarazada y te va tronchar los estudios.
Raciel le contó que cuando la conoció andaba con tres muchachas y a todas las dejó por ella. Llegó
el día que María tenía que ir a recoger el carnet de identidad y él vivía cerca de donde ella lo iba
recoger. Iban ellos muy felices juntos, el venía viendo la foto de ella, elogiándola por lo linda que
había salido cuando por la esquina y frente a ellos salió Eugenia, cuando María la vio, le dijo:
• Corre, y no la escuches.
La madre alterada comenzó a gritar como una loca:
• Mequetrefe, pela gatos, Liniero, no pienses que te vas a quedar con mi hija.
Los dos corrieron en sentido contrario y se encontraron frente a frente en la calle que estaba
paralela, él la agarró de la mano y le dijo:
- Vámonos lejos, ella no camina más rápido que nosotros, luego nos vamos al cine.
- Tú estás loco, me van matar. Dijo ella.
- No te va a pasar nada, no tengas miedo, ya verás.
Después de ver la película fueron a comer helados, ya era tarde, entonces ella pensó ir a casa de
su abuela. Al llegar le contó lo sucedido y la abuela mandó al primo con ella para que Eugenia creyera
que la hija se pasó la tarde en su casa. María llegó calladita y con miedo pensando que le iban a dar
una paliza pero la madre al ver al primo se calmó. La cosa se puso muy tensa ya no la dejaban ir a
casa de su abuela, cuando la madre veía a su hija vistiéndose y maquillándose le decía:
- ¿Dónde tú piensas ir?, no vas a salir, no vas a ningún lado.
- Voy a casa de abuela. Dijo María.
- Por encima de mi cadáver. Decía la madre.
Una mañana se despertó con un cuchillo en la garganta y la madre tenía los ojos que se le querían
salir de las orbitas, cuando le dijo:
• Te mato y después me mato yo.
• Tú no me puedes matar porque soy tu hija. Dijo empujando el cuchillo y salió corriendo de la
casa con la ropa que andaba y se fue para la casa de su abuela. Llegó temblando y llorando.
• Abuela mi mamá se volvió loca y me intentó matar.
• Cómo va a ser eso, no puede ser.
A los pocos días vino Eugenia a pedirle perdón a la hija y que eso nunca iba a pasar. La abuela tuvo
que convencerla para que quisiera regresar a su casa, no muy convencida regresó pero le tenía
pánico a la mamá, cuando veía que se le venía acercando sentía temor y no podía dormir bien
Eugenia fue a la escuela y les dijo al director que no le dieran pase a la hija para nada y que no
dejaran entrar en la escuela al novio. El padrastro la llevaba de la casa a la escuela para que no lo
pudiera ver en el camino. Él era amigo de la profesora de educación física y cuando ella estaba de
guardia le avisaba para que fuera verla, cuando él llegaba a la escuela las muchachas le decían
piropos desde las persianas del albergue. Eugenia y su hermana María agarraron fotos de Raciel y
fueron hacer brujería para que ellos se dejaran. Al ver que nada detenía la relación la tía fue hablar
con su sobrina y le habló tan dulce que la convenció para que lo dejara. Le dijo:
• Niña deja a ese hombre, él no te conviene, va atronchar tu futuro, piénsalo.
Después de esto él la vino a ver y ella le dijo que ya no iba seguir con él.
• Dime una razón. Le dijo él
Ella no sabía que le iba a decir porque lo amaba y tenía que inventar algo que lo convenciera.
• Te tengo asco y repugnancia. Dijo ella.
No sabía que se iba arrepentir por mucho tiempo de lo que había dicho. Después que él se fue ella
quedó destrozada y comenzó a llorar. Se preguntaba:
- ¿Qué hice? Estoy loca.
Pasaron los días y Raciel se buscó otra mujer con la que se casó, ella comenzó a sufrir por él y más
cuando vio que la mujer estaba embarazada. Por lo que ya estaba perdiendo todas las esperanzas
de volver con él por lo que trato de volverse a enamorar para olvidarlo. Aceptó ser novia de un joven
bien parecido pero cuando este la besaba tenía en su mente a Raciel. Estaba de modas la canción
de Miguel Gallardo (Y apago la luz). Ella la cantaba llorando recordandolo.
Una noche no podía dormir, sentía que le picaba todo el cuerpo, cuando se durmió, soñó que veía
una ambulancia que iba a pasar por un arroyo de agua turbia y cuando pregunté que quien iba en la
ambulancia me dijeron que era mi tío así le decían todos. A la mañana siguiente van a buscarla con
la noticia de que su tío había muerto.
Su abuela sufrió mucho, durante toda la vida ella lo lloró, cuando estaba en el hospital muriendo
abuela le preguntó:
• ¿Quién te hizo eso?
Pero solo repetía:
• Mis hijos, mis hijos. Y murió en los brazos de abuela. En el hospital mandaron a quemar la ropa
que traía, la cual hubiera servido de evidencia para las investigaciones. En ese momento de
dolor y desesperación nadie se dio cuenta de eso.
Durante mucho tiempo se investigó y nunca se supo quién lo mató. Dicen que él salió de su trabajo,
iba con su bicicleta en la mano y una linterna en la otra mano. Allí en la orilla de carretera donde
encontraron el cuerpo había un charco de sangre, la lata donde le llevaba la comida a los cerdos y la
bicicleta tirada encima. Quedaron tres niños huérfanos de padre, como el mantenía a su familia, la
esposa tuvo que buscar trabajo. Él estaba construyendo una casa que quedó a medias. Ella se volvió
a casar varias veces y las hermanas del difunto no estaban de acuerdo, tampoco les funciono la
relaciones ya que al final se quedó sola. María veía llorar a su abuela y lloraba también, no soportaba
ver a su amada abuela sufrir tanto. Un día fue con su amiga Ruth para ver a una mujer en el Reparto
Emergencia que decían que sabía mucho y adivinaba el futuro. Ella quería que le dijeran quien mató
a su tío para decirle a su abuela. La señora después de decirles que ella iba a seguir estudiando, iba
subir mucho e iba a llegar muy lejos, había un hombre más bajito que ella que estaba en su camino.
María le preguntó que si podía decirle quien asesinó a su tío, y ella le dijo que la policía nunca lo iba
a descubrir, que quien lo mató lo iba decir en una borrachera. A la amiga le dijo que ella no iba a
estudiar más y que en su camino estaba un hombre alto. Ella salió diciendo que la mujer no sabía
nada ya que ella pensaba estudiar una carrera universitaria. La señora no se equivocó tal vez por
casualidad. La amiga después de preuniversitario no siguió estudiando y se casó con un hombre alto.
María tenía examen de Filosofía y en la noche comenzó a sentir un fuerte dolor de estómago que
no la dejaba concentrar en el estudio. Le pidió a una compañera de dormitorio que la sobara porque
pensaba que estaba empachada por un pollo duro que había comido en la tarde pero el dolor no se
le aliviaba con nada y comenzó con fiebre. Eugenia había dado la orden en la escuela, de que no le
dieran pase a su hija para salir a ninguna parte por lo que aguantó dolor toda la noche, sin poder
dormir nada, en la mañana tenía muy inflamado el abdomen y caminaba con dificultad, así se fue
hacer el examen sin haber estudiado nada. Y al llegar al aula le dijo a la profesora:
- Profe creo que no voy a poder hacer el examen, no pude estudiar nada por el dolor y ahora me
estoy sintiendo mal.
- Si es por no haber estudiado no te preocupes, tú eres una alumna brillante y sé que tú te sabes
todas las preguntas. Le respondió la profesora.
- No es eso profe es que no aguanto el dolor.
Comenzó a responder las preguntas apresuradamente y notó que sus uñas se estaban poniendo
moradas. Cuando todavía no terminaban de repartir los exámenes ya ella había entregado el
examen. Los estudiantes de otras aulas cuando la vieron pasar se extrañaron y pensaron que le había
pasado algo o tal vez le quitarían el examen. El director de la escuela y los profesores vieron que ella
estaba mal la dejaron salir de la escuela para que fuera a su casa y su mamá la llevara al hospital
urgente.
A duras penas con dificultad para caminar llegó a su casa y le dijo a su mamá:
• Mami llévame al hospital que me siento muy mal.
• Acuéstate ahí, eso se te quita ahorita, seguro que no es nada. Le respondió la madre.
• No, estoy mal, pasé la noche con un dolor terrible en el estómago y ahora me duele todo el
abdomen, estoy inflamada y casi no puedo caminar. Desde anoche tengo fiebre. Le dijo.
• Ay eso no es nada. Yo tengo diarreas no te puedo acompañar al hospital. Dijo la madre.
• Mami no me puedo abrochar los zapatos, no me puedo doblar, me puedes ayudar por favor.
• Ay no exageres, no puedo. Le respondió.
Se fue sola para el hospital, casi no podía montarse en el bus, las personas que la vieron la
ayudaron a subir. Cuando llegó al hospital tenía que cruzar una avenida peligrosa muy transitada.
Por suerte cuando se bajó del bus por allí iba pasando su primo y al verla en ese estado la ayudó a
pasar la calle, de inmediato fue a decirle a su abuela y a Inés su mamá. En el hospital, le hicieron
exámenes de laboratorio y al principio pensaban que era un embarazo ectópico roto ya que era
joven, bien parecida y becada. El médico que la recibió le preguntó varias veces:
- ¿ Tiene relaciones sexuales?, es importante que lo digas. Si lo niegas te puedes morir.
- Ni novio tengo. Contestó ella, pero los médicos no le creían. Ella pensaba:
Si estoy embarazada ¿Cómo sucedió? ¿Sería en un baño de la escuela? A los pocos minutos un
médico llamó a María, traía los exámenes de laboratorio en la mano, la acostaron en una cama de
observación y a la habitación entró un cirujano, era un señor mayor, alto, delgado y calvo. Examinó
el abdomen de ella y le dijo:
• Hay que operarte de urgencia, tienes apendicitis y una posible peritonitis.
• No doctor, no me operes que yo estoy empachada de un pollo duro que me comí en la beca.
Dijo María.
• Ja jajá, se río el doctor, ¿Tú estás sola? ¿Dónde está tu familiar?
• Estoy sola. Dijo ella.
• Súbanla al segundo piso y prepárenla para operar, le ponen sonda nasogástrica, sonda vesical
y suero con antibiótico.
Cuando le estaban pasando la sonda nasogástrica llegó la tía Inés, ya le habían puesto un suero en
cada brazo y no pudieron pasar la sonda vesical. El cirujano dijo:
• Pásenla así que es urgente.
En quirófano mientras le pasaban la anestesia, le hacían preguntas hasta que ya no respondió.
Cuando sale de recuperación para la sala de cirugía, ya estaban la madre, las tías y la abuela. Cuando
la madre la vio se fue acercar lamentándose y la tía le dijo:
• Deja el drama, no seas hipócrita. Si fuera por ti se hubiera muerto.
AL llegar a la sala vuelven intentar ponerle la sonda vesical, allí estaba Elvia la cuñada de Eugenia
que se asomó para ver si era virgen y efectivamente lo era. Elvia decía que María tenía como 8 novios
lo que era mentira para desprestigiarla. No pudieron ponerles la sonda y ya le estaban lastimando
su uretra, cuando la enfermera le preguntó:
• Tienes deseo de orinar.
• Si, respondió María en un susurro.
• Pues orínate. Dijo la enfermera. Y así no te pongo la sonda.
La abuela se quedó con ella 3 noches seguidas, la madre no quizo quedar nunca porque decía que
no podía pasar la noche sin dormir porque le daba dolor de cabeza, las tías se quedaron las dos
noches siguientes y las últimas noches nadie se quedó con ella. La abuela venía todos los días a verla,
Cuando el cirujano vino a verla le decía:
• Ya te saqué el pollo duro que tenía y se reía, tenías la apendices perforada.
Al lado de su cama había una niña que había sobrevivido al accidente de una avioneta de
fumigación que había caído en su escuela, ellas hicieron amistad durante su estadía hospitalaria. Ella
lloraba siempre que le pasaban penicilina Cristalina intravenosa y como María no lloraba ni se
quejaba le decía:
- Yo creo que a ti te ponen otro antibiótico porque tú no te quejas y ese arde muchisimo.
- Es el mismo que a tí te ponen.
A los siete días le dieron el alta, ella se puso triste ya que en su casa la madre no la iba a cuidar
bien, además de que tampoco la trataba bien. Ya de regreso en la casa se levantó para ir al baño y
sintió que se le nublaba la vista, dejó de escuchar y cayó desmayada al piso, cuando volvió en sí,
estaba sentada en una silla y le tenían un algodón con alcohol en su nariz, también sintió dolor en la
herida. Los puntos se lo retiraron a los ocho días, cicatrizó muy bien y ella quería salir corriendo.
Llega el momento de elegir carrera, ella era mala en Educación física, siempre sacaba 0 en plancha,
era la última en llegar en carrera de velocidad y de resistencia, odiaba el deporte, en todas las
asignaturas obtenía el máximo de puntos pero en esa no, por lo que le bajaba el promedio hasta el
punto, que sin sumarle esa nota era el número uno en el escalafón de la escuela y cuando se la
sumaban le bajaba el promedio y quedando en tercer lugar, no obstante podía pedir la carrera que
quisiera. Cuando le dieron la boleta puso en primer lugar Matemática pura, en segundo lugar
Ingeniería Matemática y en tercero Matemática Cibernética en Computadora Electrónica. La mamá
fue a la escuela para ver lo que su hija había pedido, cuando le mostraron la boleta, se enojó mucho
y le dijo al director que tenía que ser medicina, no las carreras que ella había pedido. Ella se sintió
frustrada y triste, ya que amaba a las Matemáticas. La madre había sido profesora de esta asignatura
y no quería que la hija tuviera nada que ver con eso por lo que le dijo:
• Con el déficit de profesores de Matemáticas que hay en este país, a ti te van a coger para
profesora cuando termines de estudiar esas carreras que pediste.
Llegaron muy pocas carreras de medicina sobre todos para las hembras ya que pedían un índice
académico más alto que el de los varones. A ella le llegó y por supuesto la madre estaba contenta
pero ella no. Luego tenía que hacer la prueba de ingreso, que incluía un test psicométrico. Ella pasó
la prueba de ingreso satisfactoriamente y en el mes de septiembre debía irse para la residencia
estudiantil en la capital de la provincia.
María vio que iban a botar a la basura unos perritos recién nacidos, que eran hijos de un perro
pastor alemán. Ella sintió pena ya que se iban a morir y les pidió un perrito a la señora:
- ¡Ay pobres perritos!, regalame uno.
• Es por gusto, se te va a morir, todavía no han abierto los ojos y no caminan.
• No importa, tal vez se salve. Le respondió María.
Ella lo llevó para su casa, lo envolvió en trapos, lo acostó con ella, cuando el perrito lloraba ella se
levantaba, le cambiaba los paños si se había orinado, le calentaba leche en un reverbero con alcohol
y le daba leche en un biberón. Con los días el perrito comenzó abrir los ojos, ya no caía de sus paticas
traseras y comenzaba a caminar, eso la alegró mucho ya que pensó que su perrito se iba a salvar.
Luego lo llevó al veterinario que les mandó unas gotas para desparasitarlo y aplicarles una loción
para las pulgas, el perrito comenzó a botar rollos de lombrices y se ponía triste, ella pensó que se
iba a morir, pero se recuperó, comenzó a crecer y a engordar muy rápido. El perro comía sobras,
nada de croquetas, ni comida especial para perros, en Cuba no existía eso. El cachorro la quería
mucho, la seguía a todas partes pero era una fiera con los extraños y los animales que pasaban al
patio los mataba. Un día pasó un cochinito del vecino, lo mordió por el abdomen, se les salieron los
intestinos y murió. Todas las aves que entraban, las mataba. Cuando María llegaba no paraba de
saltar y le saltaba encima.
Por primera vez se iban lejos de sus casas a la capital de la provincia para iniciar los estudios en la
universidad. Hicieron una fiesta de despedida en la casa de un compañero que los padres y los
abuelos eran amistades de su mamá. En la fiesta la sacó a bailar un muchacho muy apuesto y
bailaron juntos toda la fiesta, ella sentía vergüenza porque los señores de la casa conocían a su mamá
y tenía miedo que le dijeran algo.
Capítulo 15
EN LA UNIVERSIDAD
Se fueron juntos en un autobús todos los estudiantes del municipio Mayarí, ella se sentó al lado de
Sebastian el más guapo de todos, ambos se gustaban. En el viaje conversaron mucho e
intercambiaron miradas. Al llegar a la residencia estudiantil fue ubicada en un dormitorio en el
cuarto piso de la primera torre junto a compañeras que venían de su municipio ya que de su escuela
era la única hembra y tres varones, que al final quedaron dos ya que uno de ellos fue baja académica
en primer año.
El primer día la profesora de gimnasia rítmica dijo que ella misma escogería a sus chicas mediante
una prueba, la mayoría de los estudiantes estaban escogiendo el deporte que ellos querían, ella
pensó apuntarse en ajedrez, pero inesperadamente la profesora de gimnasia la ve y la llama para la
prueba:
• Oye niña ven para acá, ven hacer la prueba. Dijo la profesora.
• ¿Quién yo? Preguntó María. Qué no quería apuntarse en gimnasia.
• Si tú misma ven hacer la prueba.
• ¡No profe!, no me gusta la gimnasia, yo me voy a pauntar en ajedrez. Le dijo ella
• Después que te haga la prueba hablamos. Respondió la profesora.
Resulta que María tenía flexibilidad natural por lo que pasó la prueba satisfactoriamente y en
contra de su voluntad se tuvo que quedar en ese deporte.
Sebastian fue a buscar a María al cuarto para invitarla a salir y ella estaba con cólicos muy fuertes
de la menstruación, diarreas y sangrado abundante por lo que rechazó la invitación, quizás ella no
estaba de humor y no le explicó a él lo que estaba pasando, a la noche siguiente el volvió y era su
segundo día por lo que también se negó a salir con él. Se molestó y le dijo:
• Lo siento, yo no tengo tiempo para mujeres serias.
Está claro que él pensó que era una excusa para no salir con él y lo interpretó como un rechazo.
Al principio cuando ella vio que ya no vería más matemáticas,que la Bioquímica le era difícil,
sebcomenzó a sentir triste y arrepentida de estar allí.
Habían varios en su aula que se fijaron en ella, pero el más atrevido y el más feo de todos fue Eloy
el que se le acercó y comenzó una amistad con ella. Comenzó a estudiar con una amiga llamada
Damaris pero se tardaba mucho en captar el contenido por lo que no daba tiempo terminar todo lo
que tenía que estudiar y dejó de estudiar con ella.
Eloy se le declaró y ella aceptó, todo comenzó muy bonito, hasta la invitó a su casa para
presentarselas a sus padres pero le hablaba de una novia que había tenido antes que ella como lo
más hermoso y tierno, tal parecía que no la había olvidado y la siguia queriendo. Eso no le gustaba
y le daban celos. Él había intentado tener relaciones sexuales pero ella era virgen y tenía miedo, por
lo que lo había rechazado. Un día la invitó al Mirador de Mayabe, bebieron cervezas y luego la llevó
a un lugar solitario que estaba rodeado de árboles y malezas. Él la empujó contra el piso, ella se
golpeó la cabeza con una piedra y estuvieron forcejeando, hasta que ella aturdida por el golpe en la
cabeza y por las cervezas comenzó a perder fuerzas y sucedió lo que no debía. La violó y luego la
dejó. Ella cayó en una profunda depresión, tanto guardar la virginidad para perderla en esa forma,
se fue para la casa de la tía María que se había mudado para Holguín. Al llegar a casa de la tía se
encerró en un cuarto a llorar y no se paraba de la cama ni comer ni a nada, así pasó dos días y la tía
insistía en que le contara que le pasaba pero ella no hablaba y solo lloraba constantemente. Le pidió
a la tía que le cortara el cabello bien corto. Tenía que ser fuerte ya que al otro día era lunes, tenía
que ir al aula y no podía demostrar su gran tristeza. Al llegar al aula Eloy se intentó acercar a ella
pero ella lo rechazó. Él siguió intentando hablar con ella y cuando estaban en el pasillo esperando
para entrar a un turno de clases , este se le acercó por detrás y le dijo:
- Debiamos continuar con nuestra relación ya que no disfrutamos nada de aquello.
María puso su cara seria y se apartó de su lado.
Cuando ella fue a su casa el fin de semana que le dieron pase, al llegar lo primero que hizo fue
llamar a su perro, era raro que no salió a recibirla y fue a buscarlo como loca por todo el patio
llamandolo pero nada, entonces le preguntó a la mamá:
- ¿Dónde está Zeus?
- Lo regalé. Contestó la madre
- ¿A quién se lo diste o a quién se lo vendiste? Dijo María desesperadamente.
- Me estaba buscando problemas con los vecinos, pasaron unos niños al patio a coger naranjas y
el perro los mordió.
- ¿Dime dónde está? Por favor te lo ruego. Que ahora mismo lo voy a buscar.
Ante el silencio de la madre, ella puso un anuncio en el periódico con la foto de su perro, tenía la
esperanza de que apareciera. Lo buscó en lugar que se llama Guayabo, y preguntaba a todos por el
perro, pero nunca lo encontró, lo lloró y lo sufrió como si hubiera perdido a un ser querido. Ella se
acordaba que lo había regañado cuando limpiaba la casa y que el perrito quería pasar, recordaba sus
ojitos tristes y que él se echaba hacia atrás, más tristeza le daba y decía que nunca lo debía haber
regañado. La madre nunca le dijo que fue lo que hizo con su perro.
Cuando llegaba la hora de merendar en la facultad había una cafetería para estudiantes a precios
muy bajos, pero María se quedaba sola en el aula porque nunca tenía dinero ni para comprar un
jugo. A veces sus compañeros la invitaban pero ella siempre se negaba y decía que no tenía hambre,
un estudiante que siempre estuvo enamorado de ella, le traía yogurt y un sándwich en ocasiones.
Ella fue a ver a su tía que vivía en Holguín. Le planteó su situación que no tenía para comprar el libro
de Fisiología que no era tan caro y que si ella la podía ayudar con dinero, además andaba con zapatos
rotos. La tía la llevó donde estaba su papá, ya que habían comentarios de que todos los día comía
en el restaurante del hotel Pernik. Lo encontraron por el estadio Calixto García y la tía le dijo:
• Venimos a verte para ver si te condueles de tu hija y le ayudas a comprar un libro, además da
pena con los zapatos que anda, la pobre muchacha es una joven estudiante de medicina y anda
arrastrando zapatos rotos.
• Lo siento. Mira como ando con un pie enfermo y no la puedo ayudar.
La tía se enojó mucho y le dijo:
• Que mal padre eres, ojalá y se te pudra el pie, gusano debías coger. Vamos niña.
No consiguió el dinero para comprar el libro de fisiología a pesar que era precio módico para
estudiantes y no encontró alguien que quisiera estudiar con ella. Medicina era la única carrera en
Cuba que vendía los libros. Al otro día cuando le evaluaron el contenido, No tenía ni idea ya que no
había estudiado nada por lo que desaprobó. Era una evaluación diaria, no era un examen pero era
muy frustrante para ella ya que nunca en su vida de estudiante había desaprobado nada. Ella era
militante de la UJC Unión de Jóvenes Comunistas, en la reunión del comité de base la pusieron de
pie en la reunión para analizarla por desaprobar una evaluación.
El secretario de la UJC le dijo:
• ¿A que usted se compromete de ahora en adelante?
Ella debía decir que se comprometía a estudiar más, pero como iba a decir eso si no tenía libro. Ella
comenzó a llorar y entre lágrimas dijo:
• No tengo libro ni dinero para comprarlo y nadie quizo estudiar conmigo.
La madre solo le daba el dinero de pasaje del autobus de ida y vuelta que eran 45 centavos, nunca
tenía ni para merendar.
• ¿Quién se compromete a estudiar con ella de los que viven en la residencia estudiantil? Dijo
Felipe el secretario.
Se hizo un silencio y nadie levantó la mano. Como el secretario tenía que dar el ejemplo se
comprometió estudiar con ella. Y comenzaron a estudiar juntos todas las noches, ella comenzó a
obtener cinco en todas las asignaturas que es el máximo de puntos o sea excelente, le subió el
promedio, los amigos le decían:
• Felipe, ahora ella te está pasando, ya tiene las notas más altas que tú.
Continuaron estudiando juntos y una noche Felipe le da a leer una nota escrita en inglés, era una
tira de papel fina que decía:
I WILL LOVE FOR ALL THE LIFE. (TE AMARÉ PARA TODA LA VIDA)
Ella no sabía bien lo que quería decir ya que ella venía de estudiar idioma ruso por seis años
mientras que él había estudiado seis años lenguas inglesas. Pero ella entendía la palabra love
significaba amor y pensó que era una declaración pero no dijo nada. Cuando tenían clases de
Anatomía Humana íban a las prácticas al laboratorio a revisar detalles anatómicos con muertos, por
lo general eran Haitianos que encontraban ahogados en las costas del oriente y otros cuerpos de
personas que no tenían familiares. En las noches permitían a los alumnos visitar a los laboratorios
para estudiar y a la Osteoteca para revisar los huesos, algunos estudiantes de llevaban huesos para
el dormitorio, cosa que ella nunca hizo porque no le gustaba dormir con carabela ni huesos. En una
ocasión los compañeros de su aula hicieron una broma, a uno de los cadáveres lo sentaron en una
silla, le cruzaron las piernas, le pusieron un sombrero, un tabaco en la boca y tomaron fotos. Este
grupo se vio involucrados en un problema y fueron sancionados.
Los demás estudiantes cuando estaban haciendo una evaluación le preguntaban pero ella nunca
les decía la respuesta, ella se cuidaba mucho de eso, ya que por fraude era expulsión de la carrera,
por esa razón no era muy querida por algunos en el grupo.
Los fines de semana en la residencia estudiantil daban actividades recreativas en el club de
estudiante que estaba detrás de la residencia construido en alto, donde había que subir una
escalinata, también invitaban a otras universidades de la ciudad como ingeniería y licenciatura en
pedagogía. En aquella época ponían música disco, Michel que estaba enamorado de ella la sacó a
bailar disco, ella al principio lo rechazó ya que ella no sabía bailar y el la convenció diciendo:
• No te preocupes que yo te enseño, vamos despacio hasta que agarres el ritmo.
Él estaba enamorado de ella pero no se atrevía a decirle nada, en ocasiones le traía una botella de
miel de abejas ya que en su casa había colmenas. Los amigos le decían:
- Por lento Felipe te va a dar adelante con ella, dícelo ya, ¿Qué esperas?
- Tengo miedo que me diga que no, Decía Michel.
Y así fue, se divirtieron mucho, Felipe no sacó a bailar a nadie pues él sino sabía ni mover los pies,
le decían que era patón.
En la fiesta Nora le dijo:
• María, hay un muchacho de ingeniería que quiere conversar contigo, dice que tú le gustas.
• Ay no, ya yo me voy y no quiero hablar con nadie. Dijo María.
Y bajó corriendo las escaleras, Cuando el muchacho la vio corrió detrás de ella gritando:
• María, Maríaaa, Maríaaaa.
La siguió hasta que la alcanzó. Y le dijo:
• Estoy enamorado de ti, me gustas mucho y quiero ser tu novio.
Pero a pesar de su insistencia ella lo rechazó. Era un muchacho y no era mal parecido pero ella no
lo conocía. Él siguió visitando la escuela en busca de ella pero no consiguió el sí. Luego en su cuarto
las otras compañeras que lo vieron como él corría detrás de ella, repetían con vos gruesa, burlandose
y tratando de imitarlo:
• ¡Maríaaa!jajaja.
• ¡Maríaaaa!
Por la UJC (Unión de Jóvenes Comunistas), tenían que hacer actividades recreativas, todos debían
aportar dinero y lo que iban a consumir. Los que vivían en Antillas quedaron en conseguir un pez
Pargo y lo asaban. Los de la ciudad las bebidas y otros se encargaban de la música. Cuando estaban
planeando todo ella levantó la mano para hablar y se puso de pie y dijo:
• Lo siento mucho pero me dan incumplimiento en esa actividad puedo yo no puedo ir.
Ya muchos sabían cuál era su problema, ya que no tenía dinero ni a nadie que le diera nada. Y
Michel dijo:
• Tú si vas y no hay excusas. Te voy a buscar el día de la fiesta.
En la fiesta Michel bailaba casi todas las canciones con ella, muchos del grupo ya sabían que Felipe
estaba enamorado de ella y le dijeron:
• Compadre aprende a bailar porque te van a quitar la mujer.
En la prueba final de Anatomía ella le tocó describir detalles anatómicos del pene, ella se alegró
porque era muy fácil, quizás se lo hicieron por maldad para ver su reacción ya que era muy seria, ella
comenzó a decir todos los detalles muy rápido y cuando terminó la profesora le dijo:
• Tienes dos puntos y estas desaprobada.
• ¿Cómo profe?, si yo se lo dije todo.
• No lo tocaste, tienes que agarrar el pene y a medida que describes los detalles tienes que ir
tocando sus partes.
• Ok profe, deme el pene que ahora mismo lo hago.
Y agarro el pene disecado por el formol y comenzó a tocar todos los detalles anatómicos mientras
lo describia.
• Ahora si tienes cinco puntos. Dijo la profesora.
Llegaron las vacaciones y cada uno se fue a su casa, él vivía en Banes y ella en Mayarí, eran
municipios que estaban distantes. Lo que dicen que el roce hace el cariño es cierto. Ella comenzó a
extrañarlo, al parecer él también ya que le mandó una carta. Ella se alegró mucho cuando la recibió
y más se emocionó cuando la leyó, hablaba de que su suegra la quería conocer como si fueran pareja.
Una compañera de su año la invitó a la playa de Morales en el municipio Banes, el papá de ella era
militar y le dieron una casa en la playa, había mucha comida: cerdo asado, congrí, cervezas, etc. Era
una casa rústica de madera con una terraza frente al mar. Estaban todos sentados y pasó un señor
mayor con el pelo blanco canoso y le comenzó a adivinar el futuro a todos, a María la miró a los ojos
y les dijo:
• A ti no te puedo decir nada.
• Pero ¿Por qué? Preguntó ella.
Y el señor no respondió y se fue.
La amiga y ella comenzaron a caminar por la orilla de la playa, se encontraron con dos jóvenes
africanos que estudiaban en Cuba, que los habían mandado en sus vacasiones a un campamento
para estudiantes. La amiga hizo confianza con ellos rápidamente y las invitaron a su cabaña, les
brindaron una bandeja con comida pero en realidad no tenían hambre y en la casa de los padres
había comida en abundancia, de mejor calidad y sabor. Luego salieron a bañarse en la playa, uno de
ellos estaba seduciendo a la amiga y el otro intentó con María pero ella lo rechazó por lo que el
joven se disgustó y le dijo:
• Tú no tienes salsa como tu amiga.
Cuando cayó la noche llegó una familia de vecinos, amigos de los padres de su amiga. Armaron
casas de campaña a la orilla del mar. Había un joven alto bien parecido que se fijó en María y
comenzó a enamorarla, a la familia que lo acompañaba no le agradó eso, por lo que dijeron palabras
despectivas en contra de María, que ella no podía escuchar ya que hablaban muy bajo, pero por la
expresión de la cara ella supo que no era nada bueno. Esa noche no quedaron en nada, luego la
amiga le cuenta que él estaba recién divorciado. El novio de la amiga fue a verla e iba acompañada
con ese joven, María se quedó sola con él porque la amiga entró con el novio y comenzaron a tener
intimidad, se escuchaba claramente los gemidos y el ruido que hacían, era una casa que estaba en
construcción deshabitada, al escuchar aquello el muchacho le dijo:
• Tu ves, ellos están haciendo el amor y nosotros debíamos estar haciendo lo mismo.
En ese momento hubo un forcejeo entre ellos y le robó un beso a María.
Cuando la pareja terminó la amiga le comentó:
• Vamos a un lugar a comer.
• Vamos para la casa, ya me quiero ir. Respondió María que en esa ciudad no conocía nada y no
sabía cómo irse.
• Ay no seas aguafiestas, que aburrida eres, niña disfruta la vida y no seas tan amargada.
Fueron a un motel, al llegar fueron a una barra a ingerir bebidas alcohólicas, María besaba el vaso
pues no quería beber, ya se estaba imaginando cuales eran sus intenciones. La amiga molesta le dijo:
• Si yo llego a saber que eras así, no te invito, ya lo sé para la otra.
Salieron de ahí y fueron para una habitación que tenía dos dormitorios y ya se imaginaran lo que
pasó. María se acostó a dormir y no permitía que la tocaran, lo rechazó todo el tiempo y él ya
fastidiado le dijo:
• Mira yo estoy sufriendo la separación de mi esposa y realmente quiero olvidarla contigo pero
tú no cedes.
Y ahora menos que me dices eso pensó ella.
Él se paró de la cama enojado y fue a darle la queja al amigo, se quejaba también de lo cara que le
había costado reservar la habitación. María regresó a su casa y pasaron unos días y ese muchacho
averiguó su dirección con la amiga y fue a verla, pero ella lo rechazó. Lo que él le dijo de su exesposa
le quitó todas las esperanzas de que pudiera surgir algo entre ellos.
Al regresar a las clases el reencuentro con Felipe fue alegre y emocionante para ambos, como era
de esperar, él la llamó para tener una conversación seria, él comenzó hablar, hablaba como si ya
fueran novios y de pronto María interrumpe la conversación y pregunta ingenuamente.
• ¿Pero es que ya somos novios?
• Si. Respondió él
Y a partir de ese momento comenzó el noviazgo. Él no era bien parecido, era de baja estatura, más
bajito que María, le daba por el lóbulo de la oreja. Los zapatos del uniforme de las hembras tenían
un tacón cuadrado de 3 o 4 cm aproximadamente por lo que se veía una pareja dispareja, pero ella
pensaba que como no era bonito, ninguna mujer se lo iba a quitar y teniendo otros pretendientes
para escoger se quedó con él. Ella no quería sufrir, pensaba que como ella era más bonita que él,
nunca la iban a dejar por otra.
Ellos iban juntos para la facultad de medicina, se sentaban juntos en el aula, también iban al
comedor juntos y en la noche estudiában todos los días hasta tarde. La torre de las hembras era
cuidada por una señora que se ganó el apodo de perra guardiana porque no dejaba pasar a ningún
varón ni a buscar un libro. Cuando ella no estaba y era otra la que cuidaba, muchos pasaban
escondidas. La habitación de ellos estaba en el mismo piso pero dividido por una reja de hierro. Ellos
se besaban y abrazaban a través de la reja. Siempre que iban al comedor ponían canciones de Marco
Antonio Solís. Felipe tenía carnet de COSAU, que se lo otorgaban a los atletas de alto rendimiento,
con este carnet le daban una dieta especial reforzada y siempre él compartía su comida con ella,
además le desmenuzaba el pescado para quitarles las espinas pues ella no veía bien. Fue a
presentarle su novio a la tía, lo que la avergonzó mucho ya que cuando la tía lo vio dijo:
• ¡A ve María niña que feo! Exclamó.Y la llevó dentro del cuarto y le dijo:
• Yo no creo que tú vayas a tener hijos con ese hombre, será para pasar el tiempo con él.
• Ay tía por favor, tremenda pena que me has hecho pasar. Él es una bella persona y eso es lo
que importa.
Llegó el momento de presentarselo a su mamá. La madre cuando lo vio, se puso sería y le dijo:
- Yo no quiero negro en mi casa.
- Pero mami si no es negro, es trigueño y tiene el pelo lacio.
- Tiene las facciones toscas de negro, mira que bemba tiene, vas a atrasar la raza. Y aquí no se
pueden quedar váyanse por donde mismo vinieron. María se había recostado en su cama pues
estaba muy cansada por el viaje, eran dos horas de pie en el autobús, más el tiempo que estuvo en
la terminal esperando, además tenían el sueño acumulado de estudiar diario hasta tarde, a veces
hasta la madrugada y encima de eso ella tenía dolor intenso en el vientre por la menstruación. Tenían
hambre, debían irse de regreso cansados y hambrientos. Se estaba quedando dormida cuando la
madre le gritó:
• Párate de esa cama y vete que esto no es una casa de cita.
Se fueron pero ya ella sabía que no podía venir más con él a la casa. Decidió ir el fin de semana a
conocer a sus padres donde fue bien recibida. Su papá estaba ingresado y fueron a verlo al hospital,
al padre le habían amputado una pierna, estaba muy enfermo y murió. Su madre era muy sencilla,
trabajaba en una granja avícola y era la que mantenía a la familia, a veces cuando le tocaba limpiar
gallinas traía víscera de pollo para comer en la casa. Era una casa de madera muy humilde en un
barrio del municipio de Banes. Felipe tenía dos hermanos varones, el mayor era alcohólico y estaba
casado con un niño pequeño, toda la carga económica caía sobre la madre, se aprovechaban que la
abuela quería mucho al niño y le vivían pidiendo de todo, pues la mamá del niño no trabajaba y el
padre era alcohólico. María llegaba y limpiaba todo. La madre trabajaba mucho y llegaba tarde en la
noche, la pobre no tenía tiempo para la limpieza. El hijo menor era el preferido, y estaba estudiando,
se enamoró de una enfermera y se casó con ella. Había tanta necesidad en esa casa que un día se
fueron a pescar en los mangles para poder comer algo, después de largas horas solo consiguieron
un pescadito pequeño.
El primer día de su intimidad fue en el dormitorio cuando no había nadie ya que era fin de semana
y todas las estudiantes se habían ido para su casa. Fue doloroso, ella pensaba que si siempre era así
sería malo y no como mucha gente decía que era placentero y bueno.
En segundo año la cambiaron de dormitorio y la mandaron para la torre nueva, al quinto piso con
estudiantes de otros municipios que ella no conocía, eran de Banes y San German. Hizo confianza
con Nora una muchacha cristiana, pero su mejor amiga fue Tania que era católica, ella era alta, de
ojos verdes, pelo lacio con ondas y tenía buena posición económica. Una ocasión ella la invitó a su
casa en San German. Tenía un novio de la ciudad de Holguin, salió embarazada en el cuarto año de
la carrera, él se casó con ella y se la llevó a vivir a su casa. Nora era muy alegre siempre se reía, muy
sencilla, de baja estatura y pelo rizo. Siempre había discusiones sobre religión entre Nora y Tania,
Nora decía que los católicos adoraban ídolos y creían en la virgen, por otro lado Tania decía que ellos
no adoraban ídolos.
Tania le regaló una biblia católica que tenía los libros Apócrifos. Ella la leía e interpretaba a su
manera, pensaba que Jesús era extraterrestre. Las otras dos estudiantes andaban siempre juntas
una era gordita de cabello largo, la otra muy delgada y de baja estatura. Por lo general eran muy
serias. María no tenía ropa, solo un vestido que le puso de sobrenombre (El Rápido) se lo ponía
diario, solo se lo echaba encima y salía caminando. En ocasiones Nora le prestaba ropa.
El siguiente fin de semana María fue a su casa sola ya que no le aceptaban al novio, al llegar la
madre le dijo que tenía que hablar con ella y fueron a la cocina. Al lado del refrigerador había un
balance de hierro de color negro, ahí le indicó ella que se sentara y comenzó a hablar:
- Mira tú sabes que esta casa no te hace falta y cuando tú te gradúes seguro te dan casa, Manuel
me dijo que escogiera entre tú y él, o te vas tú o se va él y yo prefiero que seas tú la que te vayas.
- Pero mami yo apenas estoy comenzando el segundo año de la carrera y no tengo casa, yo vivo
aquí ¿Paea dónde voy a ir?
- El busca la comida en esta casa y tú no aportas nada, así que vete.
Ella sintió un nudo en la garganta y unas ganas de llorar pero aguantó, pensaba que delante de ellos
no iba a llorar, no le iba a dar ese gusto. Se sentía desbastada, recogió su ropa y salió de la casa
caminando sin rumbo, cuando había caminado una cuadra se sentó en un banco del parque del Cocal
llorando sin consuelo, la gente pasaba y la miraba. Allí estuvo llorando un rato, pensando lo que iba
hacer con su vida y para donde iria, porque con la abuela no podía vivir ya que la tía Inés vivía con
sus dos hijos y el marido, tampoco iba a permitir que ella viviera allí. De todas formas tenía que ir a
ver a su abuela para que le diera 45 centavos y poder regresar a la universidad. Lloró mucho con su
ella y esta la consolaba diciendo que un día ella iba a ser feliz. La abuela le preparó un paquete de
galletas saladas, unos limones y un poquito de azúcar, también le preparó un frasquito con aceite y
ajo para que le echara a la comida del comedor y tuviera un mejor sabor, eso se lo daba escondida
de la tía Inés. Le decía:
- Toma hijita para que te hagas limonada y comas galletas en la madrugada cuando estés estudiando
y que Dios te acompañe.
- Gracias abuela. Decía todavía con lágrimas en los ojos.
Los fines semana veía como todos los estudiantes se iban para la casa y ella se quedaba sola en la
residencia estudiantil, estaba muy deprimida, lloraba a cada rato, se sentía sola en el mundo, sentía
que su vida no le importaba a nadie. A la hora de receso cuando todos los estudiantes bajaban a la
cafetería a merendar, ella salió del aula y se escondió detrás de un muro a llorar, pero detrás del
muro estaba la oficina del psicólogo que al escuchar a alguien llorando salió de su oficina y la vio.
• Que haces ahí escondida. Le dijo. Le dio la mano diciendo: Levántate, ven vamos a mi oficina.
En la oficina le comenzó hacer una encuesta para indagar que le estaba afectando y al terminar le
dijo:
- No sé cómo has llegado hasta aquí, por menos que eso otros se han quitado la vida o han parado
en las calles y en drogas. Y por lo que veo tienes notas excelentes. En cuanto a tu situación económica
te podemos gestionar un préstamo estudiantíl y voy hablar con el decano para que no te manden
para tu municipio.¿Tienes algún familiar que viva cerca de la facultad de medicina?
- Si una tía. Respondió ella.
- Pues dile que necesito que venga hablar conmigo lo más pronto posible. Respecto al préstamo
estudiantil, es muy poco lo que dan, solo son 20 pesos mensuales, por año te van subiendo 10 pesos
y al final cuando te gradúes te lo descuentan del sueldo y no te preocupes que te voy ayudar para
que te quedes y no te manden a tu municipio.
- Ok muchas gracias. Respondió ella más animada.
A los pocos días vino la tía María a hablar con el psicólogo de la escuela. Ella no supo qué le diría
pero su tía cambió mucho con ella, era más amable y de vez en cuando la invitaba a que fuera a la
casa a comer y al irse le daba algo de dinero para que pudiera merendar. Y comenzó a llevarse mejor
con Felipe.
Ella salió embarazada y fue a ver a su tía. Esta le dijo:
• Tienes que hacerte un legrado porque no podrás continuar la carrera, no hay otra, tampoco lo
puedes mantener, ni te puedes mantener a ti misma. ¿Por qué carajo no te cuidaste? Dijo la tía
molesta.
• Es que Felipe me dijo que él era estéril porque tienes varicoceles y los médicos le dijeron que
no podía tener hijos.
• Bueno por suerte viniste rápido. Vamos mañana temprano en ayunas al hospital Lenin. Dijo la
tía.
Esa noche ella no podía dormir, tenía miedo al legrado, había escuchado muchas historias de
mujeres que habían abortado y la habían perforado el útero y nunca pudieron tener hijos. Su única
esperanza de tener a alguien que la quisiera de verdad era tener hijos.Ya en el quirófano, ella
temblaba,tenía un miedo terrible y estaba arrepentida, se quería ir de allí, un enfermero la regañó y
la mandó a callar. Cuando despertó allí estaba su tía y Felipe esperándola. Le habían puesto un DIU
(ASA) para que no volviera a salir embarazada pero al mes salió embarazada de nuevo. Entonces le
hicieron una regulación menstrual y le pusieron una T de cobre.
Por otra parte cuando los vecinos preguntaban a Eugenia por su hija, ella decía:
- Ya no viene a verme, ni porque estoy enferma.
- Ay que mala hija, tan buena madre que tú has sido.
A la casa iba mucha gente a sobarse con Manuel y casi todos preguntaban por María, ya que hacía
un tiempo no la veían. Y él respondía
• Esa es una perra, no quiere ni a su madre, es una malagradecida. Hace meses que no viene por
acá.
Todos los vecinos se fueron haciendo la idea de que María era muy mala. El padrastro se encargaba
de desprestigiarla con todos los que venían a la casa y lo triste del casa era que la madre apoyaba
todo lo mal que hablaban de su hija. Ella extrañaba a su mamá a pesar de todo y tenía ganas de
volver a la casa, pensaba que como ya había pasado tiempo, tal vez su madre la recibiría de nuevo.
Por lo que decidió volver con Felipe que ya eran inseparables. Al estar entrando a la casa ella salió e
indicó apuntando a la puerta de salida:
• ¿Qué hacen aquí? Váyanse ahora mismo.
El padrastro le dijo a Felipe:
• Oiga socio aquí el único gallo que canta en este patio soy yo. Entendió.
Ellos tuvieron que regresar cansados y hambrientos. Felipe le propuso matrimonio a María.
- Vamos a fijar fecha para la boda, pudiera ser el veintiuno de julio, así nos casamos en vacaciones.
- Me parece bien, pero no tenemos dinero. Le contestó ella.
- No te preocupes, hacemos algo sencillo y mi familia seguro me ayuda. Vamos hablar con tu
hermano Federico que seguro nos apoya.
María pensó que ya estaba cansada de quedarse sola los fines de semana en la residencia
estudiantil y mejor sería tener una casa donde ir.
Su hermano llegó de Rusia y le avisó que fuera a verlo, cuando María iba llegando en una casa que
tenía un pozo delante, afuera estaba su hermana menor y la hermana de ella por parte madre
cuando la vieron llegar pusieron cara de pocas amigas y dijeron de forma despectiva:
• Ahí viene la hipócrita esa.
María no le dio importancia, pasó a la casa donde su hermano y la esposa Rusa la estaban
esperando. La recibieron con mucha alegría y le entregaron un paquete con regalos que traían de
Rusia, se tomaron fotos, pero la hermana de él por parte madre estaba muy enojada ella no estaba
conforme que a ella le hubieran traído los mismos regalos que a María, ella decía que tenían que
haberle traído más a ella que a la otra, además el hermano cuando se iba le dio dinero a María lo
que la hacía enojar aún más. Al irse María, ellas hablaron mal de ella con Marina la cuñada y le
dijeron que no permitiera que su esposo le diera más dinero ya que ella tenía suficiente dinero y no
lo necesitaba. Marina la esposa del hermano Federico salió embarazada y la ingresan en el hospital
Lenin que estaba al lado de la facultad de medicina. A la hora del receso ella iba al hospital a verla y
le llevaba el yogurt de su merienda ya que sabía que a Marina le gustaba mucho el yogurt. Mientras
estuvo ingresada ella iba todos los días y le preguntaba que como se sentía y si quería que le trajera
algo. Un día ella comenzó a llorar y María le preguntó:
- ¿Por qué lloras? ¿Qué te pasa? ¿Te sientes mal? Y ella decía:
- Yo he sido mala contigo, he pensado mal de ti, ellas me hablaron mal de ti y yo les creí, ahora
veo que las malas son ellas que me quieren apartar de ti.
Después que la niña nació ellos se mudaron solos a un apartamento, que María y Felipe visitaban
frecuentemente donde siempre eran bien recibidos y a veces se quedaban a dormir en un sofácama
que había en sala, que el hermano lo había traído en un contenedor de la antigua URSS. En ese
contenedor trajo un menaje de casa de allá, muebles y equipos. Cuando entrabas al apartamento
pensabas que estabas en otro país. Las alfombras, los tapices, los muebles y cortinas, los adornos.
Al llegar Marina les servía té negro con galletas de soda.
Capítulo 16
Capítulo 17
TRAGEDIA DE SU MADRE
Llegó el día de la graduación y ella se despidió muy contenta de su mamá que también estaba alegre
porque al fin iba a tener una hija médico. Eugenia tenía Gripe y estaba sola porque el padrastro había
ido a visitar a su familia, por eso ella le pidió a su prima que la cuidara ese día. Ella viajó a la capital
de la provincia, la ciudad de Holguín, para recibir su título de médico. Ellos se fueron en la tarde para
estar allí en la mañana, aunque el acto de graduación era en la tarde, ya que estaban en período
especial y no había transporte.Tenían que salir para los amarillos (inspectores de tránsito), hacer
largas filas para que pararan carros particulares y les cobraban el pasaje. Los carros que de carga los
transformaron en transporte público, los forraban, les ponían tres tablas, una en el centro y dos a
cada lado que hacían función de bancos, además le soldaban un tubo en el techo para los pasajeros
que iban de pie, muchas veces eran carros que transportaban ganado vacuno. En la mañana vinieron
a buscar a María porque tenía una llamada, cuando contesta el teléfono escucha la voz de su tía que
le dice:
• María tienes que venir urgente que tu mamá está en el hospital.
• ¿Qué fue lo que pasó? Preguntó ella
• Tu mamá intentó matarse, tomó pastillas y trató de cortarse las venas, la encontraron tirada
en piso vomitada. Le contó la tía.
• Pero por qué haría eso si estaba contenta cuando me fui y dejé a mi prima Mayra cuidándola.
• Manuel le dijo que si en tres días no llegaba no volvía más y ese día era el tercer día. Ella pensó
que su marido no iba a regresar y se intentó quitar la vida. Él llegó en ese momento que la
encontraron y comenzó a llorar delante de los vecinos y te echó la culpa a ti, dijo que seguro
que tú habías discutido con ella y tú se lo ibas a pagar.
Cuando ella llegó encontró a su mamá ingresada en el hospital que ya estaba consciente pero tenía
un hemicuerpo paralizado y no podía caminar. Los médicos y enfermera la miraban con odio, y todos
susurraban en contra ella diciendo que era una mala hija, por los pasillos le gritaban.
• Perra, mala hija.
La familia que la visitaba en el hospital se mostraba hostil con María, no le hablaban y la ignoraban.
Ella la tenía que bañar y limpiar cada vez que hacía sus necesidades fisiológicas, Eugenia era obesa
por lo tenía que hacer mucha fuerza para movilizarla, allí estuvo quince días con sus noches
cuidándola, aguantando malos tratos de su parte y durmiendo en un sillón duro.
Como la entrega del título era personal no se lo dieron a Felipe, por lo que tenía que ir ella a la
facultad de medicina pero ahora como iba ya que estaba atada de pies y manos porque su mamá
había quedado parapléjica, había que darle la comida y hacerle todo, ella pensaba que no podría
seguir estudiando su especialidad. Quería quedarse a cuidar a su mamá pero su padrastro dijo que
se tenía que ir de la casa y que pagara a una mujer que la cuidara, ella le comentó a su mamá lo que
decía Manuel y su mamá le dijo:
- Aquí se hace lo que él dice.
- Bueno yo te pensaba cuidar pero si quieres que me vaya me iré.
Salió caminando, preguntando en varías casas quien le quería cuidar a su mamá y volvió desalentada
porque no encontró a nadie, en los días siguientes salió de nuevo a buscar, hasta que al fin encontró,
pero la tarea era difícil, había que tener mucha paciencia para aguantar aquello. Como era de esperar
duró poco tiempo y se fue, nuevamente comenzar en la búsqueda, lo que la estresaba mucho
porque tenía que pedir permiso en el hospital para ausentarse, faltar a actividades docentes y eso
le perjudicaba su evaluación. Se comenzaron a perder cosas en la casa, como sábanas, toallas, ropas,
también unas argollas de oro. Luego el dinero que ella mandaba para pagar a la señora, Manuel se
quedaba con el por lo que fue, cuando María le fue a reclamar, él le dijo:
• Ya no contrates a nadie más, No quiero a nadie en esta casa.
• ¿Y quién va a cuidar a mi mamá?
• Yo la cuido. Le respondió él.
• Bueno si tú te haces responsable, tú sabrás.
Claro que entonces hablarían más negativo en contra de ella. María siempre decía que el día que
ella tuviera hijos esos sería el día más feliz de su vida ya que iba a tener a alguien que la quisiera de
verdad.
En Cuba en la actualidad no hay guaguas locales dentro del municipio, estan los coches tirados por
caballos y los bici taxis que son más caros que no se puede utilizar a diario para ir al trabajo ni a la
escuela. María siempre iba pedir jabón al administrador del hospital que estaba enamorado de ella
por lo que se aprovechaba de eso pero nunca le dio ninguna oportunidad. Por otro lado consiguió
una cerda y se la dio al primo que vivía en el campo para que las crías fueran a la mitad, ella le
conseguía comida en el comedor de los estudiantes, diario recogía sobras, además le daba dinero al
primo para que le comprara alimentos y melaza de caña. Tenía hasta trece cerditos, de los seis que
le tocaban vendían cinco dejando uno para engordarlo y comerselo por lo que siempre tenían carne
y manteca. La tía que vivía en Holguín la invitaba a buscar el ajo y los frijoles para un año, a un lugar
a las afueras de la ciudad. Compraban latas de tomate y hacían varias botellas de puré para un año.
También buscaba el cebollín con su tío en el campo que muchas veces le decía cosas humillantes
como
• Ves de que te sirve ser médico y haber estudiado tanto, si tienes que venir a pedirme a mí.
El período especial comenzó en Cuba en el año 1990, después de la caída del muro de Berlín ya que
Cuba era parásita de la antigua URSS. (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas) y de todos los
paises del campo socialista. Había una crisis económica como nunca, la abuela decía que jamás había
visto tanta hambre y miseria, ni cuando el presidente de Cuba era Antonio Machado.
Capítulo 19
RESIDENCIA EN PEDIATRIA
Al ella comenzar la especialidad de Pediatría en septiembre del año 1991, fue ubicada en cuerpo
de guardia de urgencias en el hospital de Mayarí. Al principio ella estaba muy nerviosa ya que tendría
que enfrentar sola a los pacientes y a veces tenía que mirar en su agenda como calcular la dosis de
un medicamento, ella aprovechaba cuando mandaba el paciente a pesar con la enfermera para
revisar su agenda y ver como calcular la dosis, por suerte esas enfermeras llevaban muchos años
trabajando allí y tenían mucha experiencia por lo que María se sentía más confiada.
Se atendía un volumen grande de pacientes por lo ella agarró mucha práctica comenzando la
especialidad, todos hablaban muy bien de ella, de que estaba bien capacitada y que era muy buena
pediatra. Ella estaba haciendo guardia con una interna y venía entrando un paciente en los brazos
de su madre y desde que lo vio le dijo a la interna:
• Tiene Neumonía, lo revisa bien pero le haces un RX de tórax.
• ¿Profe y como usted sabe que tiene Neumonía?
• Mira como está respirando. Tiene disnea superficial que no es igual a la disnea del Asma.
Además está somnoliento por lo que debe ser una lesión inflamatoria extensa.
Cuando la interna trajo la radiografía le dijo sorprendida:
• Profe usted tenía razón, es una Neumonía extensa, mire el RX.
• Bueno hazle el ingreso que yo le pongo el tratamiento
Los internos entre ellos hablaban de la excelencia María.
Estando ella de guardia en urgencias otro día cuando vio entrar un paciente le dijo al interno:
• Ese niño trae diarreas se lo veo en la cara.
• Todavía no he interrogado a la paciente doc. Respondió el interno
• Es cierto tiene diarreas. Dijo la madre.
• Mira las ojeras y lo pronunciado del surco nasogeniano. Tiene deshidratación, ingrésalo. Le
ordenó María.
En las guardias de 24 horas se veía un volumen muy grande de pacientes que llegó el momento
que de ver a los niños ya ella sabía cuánto pesaban en kg.
En el primer año de residencia la mandaron hacer una rotación por un mes al hospital de
Guatemala, La pusieron en el cuarto del medio, en el último cuarto vivía una doctora de Holguín.
Una paciente estaba muy agradecida con María porque le atendió a su hijo y le dijo que fuera a su
casa que le tenía un regalo. Ella no sabía ir a la dirección dónde vivía ya que hacía pocos días que
había llegado al pueblo por lo que le comentó a esa doctora quien se ofreció para llevarla al lugar. Al
llegar la señora le entregó el regalo a María, le abrió la bolsa y le dijo emocionada:
• Mira lo que le tengo doctora.
Cuando María vio lo que había dentro de la bolsa, aquéllos bichos con antenas y varias patas se
asustó ya que nunca había visto camarones así sin pelar. No pudo ocultar la expresión de decepción
de su cara ya que esperaba otro tipo de regalo. La señora esperaba que ella se alegrara mucho ya
que era un gran regalo porque los camarones eran carísimos y en aquellos tiempos de tanta escasez
y hambre que había en Cuba, eso era un tesoro. Al ver la cara de descontento que puso María le
dijo:
• No, le gustan los camarones.
• Si, si muchas gracias. Le dijo ella.
Pues nunca había comido camarones aunque había oído hablar de ellos. La doctora le dio pena la
cara que puso María y trató de disimular. Cuando salieron de allí, su colega le dijo:
• Quisiera yo que me regalaran eso a mí, la señora se dio cuenta de tu cara de descontento.
• Bueno te lo regalo, yo no lo quiero. Dijo ella y le entregó la bolsa.
• Yo no te quiero dar la mala, ahora cuando llegue te voy a enseñar cómo se limpian, te los voy a
cocinar y te doy aprobar.
Después que lo cocinó le dio a María y lo encentró muy rico.
• Ves, te dije que te iba a gustar y tú me lo querías dar todo.
Otro día atendió un niño que tenía una fiebre muy alta, porque tenía su garganta enferma, ella le
puso tratamiento, el niño se puso bien y su papa en agradecimiento le regaló un Pargo. El día que se
iba al terminar la rotación en el hospital un pescador le regaló diez pescados Sierra.
María era muy ingenua y no tenía malicia. La doctora hizo buena amistad con ella, de tarde cuando
tenían tiempo libre la invitaba a visitar a sus pacientes. Ella no sabía quela doctora era lesbiana, un
día la llamaron y se lo dijeron:
• Mira yo veo que andas todo el tiempo con esa doctora y dentro de poco van a pensar que tú
también eres lesbiana.
• Ay yo no sabía que ella era lesbiana y nunca me ha insinuado nada. Además me parece una
bella persona.
De regreso al hospital de Mayarí a la hora de almuerzo ella iba a casa de la abuela a veces sola
porque Felipe estaba ocupado y en ocasiones iban los dos a almorzar allá. Cuando se acostaba a
reposar su prima Nereida que era una niña de edad escolar se acostaba a su lado mientras reposaba
el almuerzo y María le contaba la historia de Jesús. La prima fue creciendo con las ideas cristianas
que ella le inculcó desde niña por lo que comenzó a asistir a la iglesia, también la ayudaba con las
tareas de la escuela y se convirtió en una buena estudiante con buen promedio por lo que pudo
entrar en la escuela vocacional de Holguín y cuando terminó el pre universitario agarró la carrera de
medicina, siguiendo los pasos de María, que les prestó todos sus libros de medicina. El hermano de
Nereida se había graduado de ingeniero militar apoyado por su padre y vivía en la Habana. Él era
buen hijo, mandaba cajas de comida a su madre y hermana desde la capital.
A María y Felipe los mandaron a vivirá un apartamento de tres habitaciones, con una pareja
residentes y con otras residente de ginecobstetricia que estaba soltera. La pareja de residentes
estaba compuesta por un residente de ginecobstetricia y su esposa era residente de pediatría de
primer año compañera de año de María, y le hacía la vida imposible, por lo que ella llegó a pensar
que ellos se querían quedar a vivir solos en el apartamento ya que la otra residente se había ido.
María ya no aguantaba más aquella situación y recordó que una persona que iba a la iglesia le dijo
que lo que ella quisiera se arrodillara y se lo pidiera a Dios. Ella aprovechó que estaba sola en el
apartamento, cerró la puerta y se arrodilló diciendo:
• Dios te pido que haya paz y armonía en esta casa, también que Olga cambie su actitud hacia
mi persona.
Milagrosamente comenzó a cambiar, le brindó comida de la que había hecho, la invitó a estudiar y
un día llorando le dijo:
• Yo he sido mala contigo, perdóname, No era yo era mi esposo que me hacía actuar así.
María no guardaba rencor en su corazón y les dijo:
• No te preocupes, que tú no me hiciste nada.
Ellas comenzaron a estudiar juntas pediatría para el examen de la especialidad. Olga se separó del
esposo que le había sido infiel con una farmacéutica del hospital y se volvió a casar con un hombre
que era cristiano, estaba separado de su mujer con la que tenía un niño. Ella quedó embarazada de
él y tuvo un niño en el último año de la residencia. Ellos se mudaron para un apartamento cerca de
donde vivía María por lo que iba todos los días a estudiar a su casa y admiraba como ella podía
estudiar con un bebé tan pequeño, también se dio cuenta que no le daba lactancia materna
exclusiva y tanto que ellas le inculcaban a las madres para que lo hicieran, por lo que extrañada le
dijo:
• ¿Y tú le estas dando otra leche a tu hijo que no es la materna siendo recién nacido?
• ¿Tú crees que en la práctica es real lo que nos enseñan en la especialidad? Deja que tú seas
mamá que te voy hacer un cuento.
María admiraba la fuerza de voluntad y la inteligencia de su compañera ya que ella pensaba que si
hubiera tenido un hijo sería un fracaso porque el estudio era muy fuerte.
La esposa de Federico se fue para Rusia ya que no iba a tener a su hija pasando hambre y sin tomar
leche. Él tenía ideas comunistas muy arraigadas por lo que se quedó en Cuba. Luego de un año de
estar solo añoraba a su hija y a su esposa. Marina lo llamó porque su hija estaba hospitalizada con
Hepatitis, por lo que ella tuvo que dejar de trabajar para atender a su hija. Él se preocupó mucho y
vendió todo lo que tenía en el apartamento que habían traído de Rusia y pagó su boleto de avión
para allá. Al llegar consiguió trabajo de subgerente de un restaurante, ese trabajo prosperó
rápidamente elevando su nivel de vida lo que nunca sería posible si se quedaba en Cuba.
Capítulo 20
MUERTE DE LA ABUELA
Fueron a la casa de la abuela para hacer unos rezos por su difunto hijo que mataron y que nunca
se supo quién fue el asesino. La familia de su otro hijo estaban metidos en la brujería, María estaba
en contra de aquellas prácticas por lo que quizo persuadir a la abuela para que no lo hicieran pero
fue inútil. La viuda del tío vino con sus hijos por curiosidad para ver lo que decían. Los que estaban
dirigiendo los rezos no sabían que en vida el difunto no gustaba de la cuñada y que no se llevaban
bien. Comenzaron hablar como que era el difunto que le hablaba a la cuñada como si fueran amigos
y la llamó por su nombre, lo que llamó la atención de los que si conocían como eran sus relaciones
en vida, también llamaron a sus hijos mis retoños y no sabía sus nombres. Después de esto la abuela
que estaba bien hasta ese momento se cayó y fracturó la cadera, por la edad avanzada no la
quisieron operar por lo que quedó encamada y vinieron las complicaciones como escaras y
neumonía hipostáticas. María curaba todos los días las escaras y la movilizaba, también trajo a la
casa a los especialistas de medicina internas del hospital para que valoraran a su abuela ya que según
los sintomas tenía Neumonía. Le pusieron suero en la casa y antibiótico de amplio espectro
intravenoso, todo lo que quería su abuela ella se lo traía, llegó el momento que la abuela no quería
comer, María se esmeró cocinando un arroz con camarones y llevó a la abuela la que se lo comió. La
salud de la abuela empeoró a pesar de los cuidados de la nieta. La abuela había sido una persona
muy activa, nunca se quejaba de nada, jamás iba a un médico, ella no soportaba verse en ese estado
y quería morirse. María quería hacer algo para aliviar el sufrimiento de la abuela y se sentía frustrada
porque no lo conseguía y cada día ella estaba peor. Un día venía de regreso a su casa y sintió una
voz que le dijo que su abuela murió, al llegar a la casa su primo la llama por telefono y antes que él
le diga, ella le le dijo:
- Ya sé, abuela murió. ¿ La van a velar en la casa?
- no en la funeraria. Respondió el primo.
Para ella había muerto la persona que más la había querido y de ahora en adelante a quien le iba a
contar sus problemas, con quien ibas a desahogarse, ya que su abuela era la única persona que la
consolaba y la aconsejaba. Se sentía sola en el mundo. Ella murió cuando estaba en segundo año de
la especialidad.
Capítulo 21
CONVERSIÓN AL CRISTIANISMO
María continuaba asistiendo a la iglesia metodista cada vez que podía y tenía tiempo, su tiempo
era limitado porque tenía que estudiar mucho y hacer muchas guardias en el hospital, le decían a la
residencia, resistencia ya que el estudio era fuerte y trabajo también. Cada vez que faltaba alguien
por cualquier motivo, ella tenía que cubrir las guardias nocturnas, en ocasiones le tocaron tres
guardias seguidas donde solo dormía unas horas en las tardes, otras veces tenía que hacer guardia
en días alternos por lo que estaba muy agotada, en las madrugadas cuando la llamaban de algún
piso, tenía que caminar por un largo pasillo para llegar a las escaleras Y subir al quinto o al cuarto
piso, a veces tenía que echarse agua fría en la cara porque se levantaba dormida caminando en zic -
zac como si estuviera ebria, ya que apena se acostaba que estaba tratando de quedarse dormida, la
volvían a llamar por varias razones ya fuera porque había un niño convulsionando en la sala de
miscelánea o en paro respiratorio, un niño asmático con cianosis o con retracción torácica intensa
en la sala de vías respiratorias, un niño vomitando, deshidratado en la sala de gastroenterología.
Sumado a esto todos los niños graves y referidos de otros hospitales que llegaban a cuerpo de
guardia de urgencias. Una noche llegó a la iglesia tan cansada que apenas se podía parar para cantar
alabanzas pero se impresionó mucho cuando el pastor comenzó a predicar y dijo:
• Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo los haré descansar.
María sintió que Dios le estaba hablando directamente a ella pues estaba extremadamente
cansada.
En una ocasión un padre vino a consulta por la madrugada, estaba de guardia en un almacén frente
al hospital y su hija lo estaba acompañando vino para que le revisaran la garganta ya que ella había
dicho que le dolia. La enfermera despertó a María por la supuesta urgencia y cuando le revisó la
garganta, la niña no tenía nada. Cuando le explica al padre que su hija está sana el padre le responde:
• Bueno por si acaso, ya que yo estoy aquí en frente del hospital la traje para que la viera.
El señor se fue con la hija y María le dijo a la enfermera:
• Yo creo que las demás personas piensan que los médicos no somos personas que también nos
cansamos y que necesitamos dormir. Me imagino que piensan que el médico de guardia es un
robot.
Eso también pasaba por el día cuando había largas filas de pacientes y tenía que pararse para ir al
baño o comer algo, pues las madres se enojaban como si el médico de guardia no fuera un ser
humano. En ocasiones la enfermera le traía la merienda al médico porque le cerraban el comedor y
se quedaba sin comer si no lograba desocuparse.
El trabajo como residente de pediatría era muy agotador pero ella sentía que Dios dirigía sus
pasos y que la orientaba en sus diagnósticos y decisiones con los pacientes. Un día la mandan
a llevar un paciente prematuro que lo habían intentado intubar varias veces y cada vez que lo
intubaban caía en paro cardiorrespiratorio, el paciente estaba muy grave y el jefe del servicio
de pediatría le dijo a María:
• Si el paciente se muere a mitad de camino regresas al hospital, pero si se muere después de
medio camino sigues para el hospital pediátrico provincial.
María iba con dos enfermeras intensivistas que llevaban todos los medicamentos calculados
con la dosis que les correspondía por si tenía un paro cardiorrespiratorio en el camino. Ella
llevaba el estetoscopio puesto en el pecho del niño, cuando sintió bradicardia o sea que el
corazón comenzó a latir lento y dio la voz de alarma a las enfermeras:
• Va a parar. Rápido que va a tener un paro. Y dio la orden:
• Yo voy a dar ventilación, tú das masaje.Y tú vas a pasar los medicamentos por vía intravenosa
Le dijo a una de las enfermeras.
El chofer y el conductor de la ambulancia miraron hacia atrás y preguntaron a la doctora:
• ¿Nos detenemos?
• No. Sigan. Dijo ella.
En la ambulancia iba un especialista de medicina interna que estaba mirando lo que sucedía y
dijo:
• Ese niño va muerto.
La madre estaba desesperada. De pronto María dice:
• Ya comenzó a latir. Lo sacamos.
Cuando ya estaban llegando volvió a parar su corazón e hicieron lo mismo y salió del paro. Al
fin llegaron al hospital pediátrico provincial. Al llegar volvió a entrar en paro y los residentes de
pediatría que lo recibieron en urgencias, salieron corriendo a terapia intensiva para buscar al
especialista de guardia por lo que María con sus dos enfermeras tuvieron que batallar con el
niño allí para sacarlo del paro hasta que lo subieron rápidamente a terapia intensiva donde le
diagnostican una cardiopatía compleja y lo operan pasando meses hospitalizado.
Habían pasado dos años y María estaba de guardia en urgencias del hospital cuando le traen
un niño rubio de dos años y la madre le dice:
• ¿Doctora no se acuerda de él?
• Pues no me acuerdo. Respondió ella. Y la madre desabotona su camisa y le muestra el pecho
donde se veía una cicatriz.
• Este es el niño que usted llevaba muy grave y que tuvo dos paros en el camino.
• Ah, ok, que grande está. Exclamó asombrada.
Siempre que había que trasladar a un niño grave le tocaba a ella. Tuvo que llevar a un niño que
le habían dado un disparo en la cabeza y estaba en coma, otro niño con Epiglotitis que estaba
cianótico, otro con Meningococemia y otros más.
Ella era muy desconfiada y siempre revisaba a sus pacientes aunque otro médico lo hubiera
revisado antes. Un día recibe un paciente de la guardia anterior que se lo entregan como una
Hepatitis viral ya que el niño estaba amarillo, la interna le estaba haciendo la historia clínica
para el ingreso pero ella comenzó a examinar al niño encontrando rigidez de nuca por lo que le
indica una punción lumbar por sospecha de Meningitis, cuando sale el líquido cefalorraquídeo
era purulento, luego mientras esperaban el resultado de la punción el niño cae en coma y el
resultado fue un neumococo que era muy agresivo en el cerebro.
María era muy buena diagnosticando enfermedades que muchas veces otros pediatras no
sabían, ella era muy minuciosa revisando los pacientes y las enfermeras le decían:
• María tú tiene una luz que te iluminas, no se te va ningún diagnóstico. Tienes un buen ojo
clínico.
• No soy yo, es Dios quien me ilumina.
Ella pensaba que sin Dios ella no era nadie y le daba las gracias a Dios por todos sus logros.
María desde que tenía 9 años sufría de migraña, pero por el stress mantenido y falta de sueño,
estaba teniendo crisis de migraña que no se aliviaba ni con inyecciones. Ella sabía cuándo le iba a
dar ya que comenzaba con nauseas, mareos visión borrosa y luego un intenso dolor de cabeza
pulsátil unilateral, era un dolor desesperante que luego de inyectarse se tomaba un ámpula de
Difenhidramina y se dormía. Ella comenzó a pedirle a Dios que le quitara ese dolor tan intenso y el
dolor comenzó a desaparecer, sabiendo como médico que la migraña no se cura. Pero cuando le
decía a alguien que Dios la había sanado de migraña ese día le daba el dolor, lo que la hizo pensar
ya que en ese momento que le daba el dolor no tenía ningún factor que lo pudiera desencadenar,
estaba, durmiendo bien, relajada y sin tensión emocional. Ella pensó que si la fe es la certeza de lo
que se espera y la convicción de lo que no se ve, se iba a seguir declarando sana aunque sintiera
dolor y efectivamente la migraña desapareció definitivamente de su vida. Así lo hizo para todas las
enfermedades que llegaron a su vida. Toda su familia tenía heredo ataxia y a ella le diagnosticaron a
los 38 años que portaba el gen pero se negó aceptarlo. Mucha gente pensaba que pronto ella iba a
estar postrada en una cama, sin poder hablar con lenguaje tropeloso como ebrio y que no podría
caminar por la pérdida del equilibrio.
Los fines de semana Felipe y ella iban al campo en bicicleta a buscar comida, también llevarle
comida a una cerda que tenían a la mitad de las crías con un primo. Ellos se pasaban el día allá y
regresaban al atardecer con las bolsas cargada de vegetales, frutas, frijoles y otros alimentos para la
semana. Llegaban al apartamento de noche. La bicicleta la compraron entre los dos uniendo sus
ahorros en la ciudad de Holguín, carísima en el período especial cuando se cayó el campo socialista
y el apoyo de la antigua Unión Soviética.
María soñó que estando en el campo rodeada de árboles frutales. allí parada debajo de la sombra
de los árboles, se le aparece la abuela y se agacha recoge con su mano una tierra dorada y la pone
en su mano y le dice.
• Toma, esto es tuyo.
El sueño se terminó, pero vuelve a soñar con el mismo lugar, donde está escavando en la tierra
buscando lo que la abuela le dio en el sueño anterior cuando de repente siente una voz que dice:
• ¿Quién anda ahí?
María se asusta porque ve el cadáver de un muerto cuando comienza a quitar la tierra y al mirar
hacia donde escuchó la voz, ve a su tío que viene bajando el cerro con un machete en la mano. Y
despertó. Ella escuchó que en ese lugar salían luces en la noche y que el tío de su mamá que no creía
en nada le había dado con su machete al mismo tiempo que gritaba que no le tenía miedo. Al subir
el cerro los arqueólogos habían hecho excavaciones, habían encontrado botellas de nácar y otros
objetos que pertenecían a soldados españoles ya que en la parte más alta del cerro hubo un fortín
español de donde se divisaba todo el pueblo.
La bisabuela de María era una indígena que se casó con un soldado español que fue traído de
España a los ocho años con ocho hermanas y siendo muy niño se metía en los campamentos de los
mambises para robar comida para alimentar a sus hermanas.
María siempre soñaba que estaba en ese lugar cerca pasando un arroyo. Era tan seguido que ella
pensaba que si sería un mensaje que le estaban tratando de dar con los sueños.
Llegó el día del examen final de la especialidad y vino el tribunal de la ciudad de Holguín la capital
de la provincia y entre ellos estaba El profesor de la terapia intensiva del hospital pediátrico, era un
señor mayor que nunca se había casado y que estuvo enamorado de María pero nunca le dijo nada.
Una enfermera de la terapia le dijo:
• María el jefe de la terapia está enamorado de ti
• No lo creo. Le dijo ella.
• Por mi madre te lo juro y nunca ha estado enamorado de nadie aquí y mira que le hemos
coqueteado pero nada.
María terminó la especialidad con buen promedio, ese día hicieron una fiesta donde todos bailaron
y comieron.
Capítulo 22
Capítulo 23
LA TRAICIÓN ES DESCUBIERTA
Pasaron los días y ella seguía bien por lo que pidió el alta a la doctora que estuvo de acuerdo en
egresarla con la condición de que ingresara en el hospital de Arroyo Seco. Le dieron el alta y se
apareció de sorpresa ya que él no la esperaba. Cuando ella llegó y miró como estaba de limpio todo
y la forma en que estaba acomodada la sala dijo:
• Aquí hay una mujer.
• No tú estás loca es la empleada del hospital que viene a limpiar la casa y acomoda todo así.
Dijo Felipe con cara de susto.
Entró a su cuarto y vio un cepillo de pelos al lado de la mesita de noche del lado que ella dormía,
ella lo había dejado dentro del closet de ropas, cuando lo mira ve que tiene cabellos rubios y tanto
ella como él tenían el cabello negro, por lo que iba atando cabos, al pasar al baño se encuentra un
champú que tenía letras en otro idioma y ella recordó a la enfermera rubia que llegó a trabajar al
hospital cuando a ella la ingresaron, había escuchado que estaba casada con un angolano, además
las enfermeras que la conocían serían incapaz de meterse en su matrimonio y más sabiendo que
estaba embarazada. Él bajó para el hospital y ella se quedó sola en la casa, cuando se asomó al patio
la vecina se asombró hasta exclamó:
- ¿Eres tú María?
- Si soy yo ¿Por qué? Preguntó María. ¿Pensaste que era otra persona?
- No por nada. Dijo nerviosa.
A María no le quedaban dudas pero necesitaba confirmarlo y llegó a visitarla a una maestra de por
allí. Por lo que aprovechó afirmando lo que suponía como que otra persona se lo había dicho ya. Y
le dijo:
• Mi esposo me engaña con una enfermera, ya lo sé todo.
• ¿Pero qué te dijeron? Preguntó la maestra.
• Que Felipe está con Maricela y la tiene viviendo aquí en la casa.
• Dios mío que desalmados son ¡Como te lo van a decir sabiendo que estas embarazada! ¡Qué
gente tan mala!.
María sintió en ese momento que se quedaba muerta por dentro, sentía un vacío tan grande como
si se le hubiera salido el alma o el espíritu, nunca había experimentado algo así y cuando la maestra
se fue rompió a llorar, sentía que se le había acabado el mundo y que Dios la había abandonado,
cuando intentó comer se sirvió la comida en el plato y se decía a si misma que tenía que comer no
por ella sino por su hijo pero la comida no le bajaba por su garganta, sentía un nudo como si se le
hubiese cerrado, las lágrimas se le salían solas y le caían en el plato. Cuando él vino a la casa, ella lo
confrontó pero él lo negó constantemente. Ella pasó toda la noche llorando, decía:
• ¿Jesús por qué me abandonaste? ¿Dios mío dónde estás?
Repetía esas preguntas varias veces llorando. También clamaba diciendo:
• Abuela ya no estás aquí conmigo, No sabes cuánto te necesito. Tú decía que un día yo iba a ser
feliz.
No tenía a nadie en el mundo, él era todo para ella y la había traicionado en el peor momento
cuando iban a tener un hijo esperado y planificado por años. Al fin se había podido comprar unos
zapatos de charol blanco que en ese tiempo estaban de moda y ella llevaba tiempo ahorrando y
deseando comprárselos, en otro momento eso hubiera sido un motivo de alegría pero ya nada la
alegraba. Al día siguiente vino a verla la amiga donde ella lavaba la ropa y que se había convertido
en cristiana después de haber tenido un altar. Felipe se arrodilló a los pies de María que estaba
sentada al lado de su amiga y llorando le pidió perdón diciendo:
• Yo fui muy malo contigo, tú no te lo merecías, perdóname.
Ella permanecía sin decir ni una palabra y la amiga se fue. Pero el arrepentimiento duró muy poco.
Una noche María estaba con fiebre y él casi ni venía a la casa por lo que lo llamó por teléfono y le
dijo:
- Tengo la fiebre está alta y que necesito que me traigas una Dipirona o un Paracetamol del
hospital.
• Si yo te la llevo cuando suba le dijo él.
Pero pasaban las horas y ella se sentía mal, le dolía la cabeza y la fiebre seguía subiendo por lo que
decidió bajar ella misma al hospital para buscar algún calmante, ella estaba preocupada porque ya
estaba cerca la fecha de parto y temía que la fiebre afectaran al bebé y pensaba que a él no le
importaba que el hijo que llevaba en el vientre era suyo. Al llegar al hospital se dio cuenta que ellos
estaban romanceando y escuchó lo que él le estaba diciendo:
• Yo a ella no la quiero, yo solo te quiero a ti, estoy esperando a que nazca el niño para dejarla
definitivamente. Yo te amo a ti. Pronto vamos a poder estar juntos sin que nada nos estorbe.
María que estaba escuchando detrás de una pared, sintió palpitaciones como si el corazón se le
quisiera salir del pecho, cada palabra que él decía le atravesaba el corazón como un puñal. No pudo
aguantar más el dolor y callada sin que ellos se dieran cuenta regresó a la casa. Tal vez de la impresión
que sufrió le bajó la fiebre. Ya tarde cuando él regresó a la casa ella le dijo que escuchó toda su
conversación pero él lo negó todo como siempre diciéndole que estaba loca.
• No estoy loca, escuche la conversación muy claro, bajé a buscar la dipirona yo misma porque
pasaban las horas, me sentía mal y tu no venías, a ti se te olvidó que traigo un hijo tuyo en mi
vientre y si no te importa que yo tenga fiebre al menos por el niño te debías preocupar. Le dijo
María llorando.
Cuando María bajaba al hospital iba a conversar con la esposa del ginecólogo que le contó:
• Esa mujer es una cualquiera y no tiene verguenza. El día que fuimos a la tienda de la Cueva, el
administrador nos dijo que por una mochila llena de azúcar la enfermera que era la amante del
director del hospital se acostó con él.
En eso entró al cuarto el esposo que era el ginecólogo del hospital y al escuchar le dijo a Marí:.
• A mí me mostró unos sacos de azúcar que estaban en el piso y me dijo que en esos sacos se la
tiró. Pobre hombre lo están engañando pero él está ciego. El administrador del hospital le quizo
decir algo porque ella también estuvo coqueteandole, pero se enojó y dijo que la gente le tenía
envidia porque los veían que ellos eran muy felices.
María escuchaba y al mismo tiempo pensaba que Felipe había caído muy bajo, parecía que
realmente estaba embrujado. La esposa del ginecólogo agregó:
• Cuando tú estabas ingresada en el materno de Mayarí, apenas él bajaba a las reuniones de
directores, ella se iba con un muchacho para el rio. La gente los ha visto varias veces y llevan
botellas de Ron cada vez que van para el rio. Hace como tres noches la agarraron con el negro
chofer de la ambulancia, teniendo sexo, es demasiado descaro, todos lo saben pero nadie se
atreve a decirle nada porque se convierte en tu enemigo.
Capítulo 24
Capítulo 25
SEPARACIÓN DOLOROSA
Cuando llegó a su casa en Arroyo Seco, él le dijo que se fuera:
• Recoge todo y vete. Aprovecha que la ambulancia va para Mayarí y vete.
• ¿Pero para dónde? Preguntó ella.
• No sé pero ya no te puedes quedar más aquí.
Ella sin pensarlo dos veces comenzó a recoger en una bolsa de plástico los pañales del niño que
eran de tela en Cuba en el año 1995 y su ropa en otra bolsita. Cuando estaba sentada en la
ambulancia con su bebé en los brazos ella vino a verla con una sonrisa en los labios de victoria y él
vino hablarle al niño, María sintió un nudo en la garganta y una fuerte gana de llorar pero ella la
estaba mirando y comenzó a mirar una mosca que estaba en el cristal de en frente para distraer la
mente y no soltar el llanto delante de ella. Cuando la ambulancia arrancó que ya estaban a cierta
distancia donde solo se veía monte de lado y lado, las lágrimas le corrían, se les salían solas y
bañaban su rostro. El chofer de la ambulancia al verla se le aguaron los ojos. Más adelante le
preguntó:
• ¿Y a donde la voy a dejar?
• Todavía no sé, déjame pensar. Creo que voy a ir a la casa de una amiga mía.
Llegó a casa de la amiga y se encontró que el hijo de ella se había divorciado hacía poco porque la
esposa y madre de sus hijas gemelas le había sido infiel con el ginecólogo que la atendió y ella se lo
confesó. Él era un líder en la iglesia, dirigía la liturgia y alabanza, su madre era diacono y una sierva
de Dios que tenía un buen testimonio. En la noche le dieron la cama del cuarto del medio, acostó al
niño entre la pared y la cama, ella se acostó en la orilla, pensaba en lo tanto que regañaba a las
madres por acostar a los niños recién nacidos en la cama con los padres por el riesgo de morir
asfixiados. Esa noche pasó la noche en vela con miedo a quedar dormida y aplastar al niño, además
tenía tantas preocupaciones, debía pensar donde iba ir al otro día ya que era muy feo que se quedara
a dormir donde estaba un recién divorciado porque la gente chismosa y mal pensada hablaría lo que
no era y a pesar de irse al otro día hablaron, la casa donde se quedó estaba al lado del seminternado
donde trabajaba el padrastro por lo que escuchó que él decía que la gente estaba comentando que
ella y ese hombre tenían algo y que por eso María se había quedado a dormir en su casa. Al amanecer
María se despidió de su hermana de la iglesia y fue a la casa de la mamá de su amiga del
preuniversitario. Cuando llegó se abrazó de ella llorando y el llanto le salía del alma. Ella trató de
consolarla y darles esperanzas de que volvería con él. La madre de la amiga lo llamó y estuvo rato
conversando con él, le dijo que esa calentura se le iba a pasar y luego se iba arrepentir. Al niño le
tocó dormir en un coche (carriola), las diarreas no se les quitaban, por lo que María seguía
preocupada y tenía que lavar constantemente ya que eran pañales de tela, ella no se daba cuenta
que allí no se podía quedar, y comenzó a molestar su presencia, como dice el dicho que el muerto y
el agregado a los tres días apesta. La señora llamó a la tía que vivía en Holguín para que la viniera a
buscar. Su tía la vino a buscar y se la llevó para su casa la cual tenía un solo cuarto y ella tenía una
camita individual en la sala, ella colocó una cuna donde tenía la coqueta y las dos dormían en la
cama matrimonial y el hijo de ella dormía en la sala. Su tía era mandona, de un carácter muy difícil
pero la recogió con su hijo y eso María no lo olvidaría nunca y le estaba muy agradecida, ella sabía
que a pesar de todo su tía la quería y también quería mucho a su hijo. El niño seguía con diarreas y
de vez en cuando María le daba el pecho pero la tía la regañaba:
• Ya no se lo des más, que por eso no se le quitan las diarreas a ese niño, se lo estás dando
deprimida y eso le hace daño.
La tía todas las semanas iba al combinado lácteo y conseguía la madre del yogurt para hacerles al
niño yogurt en la casa con la leche evaporada y con eso fue que se controlaron las diarreas. Ella era
una persona luchadora y a pesar de la necesidad y el hambre que había en Cuba ella siempre tenía
comida, se levantaba de madrugada y se iba al campo, para un lugar en las afueras de la ciudad
donde los campesinos vendían sus cosechas más baratas como arroz, ajo, frijoles y tomate. Ella traía
para su consumo, para vender y con el dinero de la venta compraba más. Era tanto lo que cargaba
que sufría fuertes dolores de columna que cuando caía en crisis no podía caminar. María se quedaba
haciendo los quehaceres de la casa. La tía también hacía empanadas, tartaletas y croquetas por
encargo para cumpleaños. Se levantaba a las cuatro de la madrugada para tener todo listo cuando
el cliente lo viniera a buscar. En las tardes siempre tomaban café con pan o galletas. A veces la tía
venía de mal humor y le reclamaba a María que por no haber terminado de hacer las cosas pero ella
tenía que esperar que se durmiera el niño para poder lavar los pañales y tenía que ir a tenderlos en
la azotea de la casa del vecino. Además ella tenía adinamia por lo que hacía las cosas con lentitud ,
ese era un síntoma de la depresión, pero debía superarla sin tomar ningún fármaco. Ella nunca
contestaba ni le decía nada, siempre se quedaba callada ante todos sus reclamos entonces la tía le
decía:
• Niña tú no tienes sangre en las venas.
Un día llegó el padre a ver a su hijo y quizo acostarse con ella, la tía se hizo la vista gorda y lo permitió,
esa noche ella durmió en un catre en la sala, pero María no se sintió bien, algo se había roto y ya no
se podía remediar. Además ella se enteró de que la otra estaba embarazada por lo que ya no tenía
ninguna esperanza. Él tuvo que venir a un curso de Medicina Interna a la provincia y pasó algo muy
gracioso, cuando se quedó dormido tuvo una pesadilla y comenzó a gritar:
• María, María, María.
Sus compañeros que muchos sabían la historia se comenzaron a reír y le dijeron cuando despertó:
• Compadre todavía tú sigues queriendo a esa mujer. Parece que no la has olvidado.
En varias ocasiones tuvo problemas con su pareja ya que se confundía de nombre y le decía María.
Él le contaba a sus amistades que muchas veces cuando estaba acostado veía como que María
veniera caminando hacia él. La tía al ver que ya no había ninguna posibilidad de una reconciliación
le dijo a María:
• Búscate otro hombre, vete para la iglesia en las noches que yo te cuido el niño.
Cuando él venía a ver al niño ella se maquillaba bien y se vestía elegante para ir a la iglesia y notó
que eso le causaba celos. En la iglesia conoció a un joven muy guapo de Puerto Rico, era hijo de un
pastor, al terminar el culto le hizo varias preguntas sobre su vida y cuando ya se iba le pidió tomarse
una foto con ella, todas las jóvenes de la iglesia estaban interesadas en el muchacho, todo parecía
indicar que a él le gustaba María pero había un inconveniente ya que él nunca se había casado y ella
era divorciada y con un hijo. En la actualidad eso ya no se mira tanto pero al ser hijo de pastores de
una tradición conservadora no iban a estar de acuerdo con ese matrimonio.
Luego conocióen la iglesia a un médico que estaba haciendo la residencia en urología y este se
interesó en ella, se sentaba siempre a su lado y la acompañaba regreso a casa de su tía. Él le contó
que su novia de varios años de noviazgo le había sido infiel y que había sufrido mucho por la
separación. Un día le dijo que fuera a visitarlo al hospital que estaba de guardia, ella fue pero él
estaba muy ocupado que casi ni le pudo hablar pero ella notó algo raro, su intuición le decía que
estaba en el lugar equivocado y efectivamente, él se fue distanciando de ella, por lo que se puso
triste porque ya se había ilusionado con él.
La situación en casa de la tía ya estaba tensa y ella lloraba a solas, se quería ir de allí, ya quería
comenzar a trabajar. Una mañana despertó con una alabanza en sus oidos que decía:
- Mi corazón se llena de emoción, cuan grande es él, cuan grende es él...
En Cuba para garantizar que la madre lacte a su hijo, los primeros seis meses les pagan el 100% del
salario a las madres trabajadoras y de seis meses al año le pagan un 80% del salario. El niño tenía 10
meses pero ya ella no aguantaba más.
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
NACIMIENTO DE MÓNICA
Llegó el día tan esperado y la trasladaron en una ambulancia al hospital de Mayarí, la pasaron a la
sala de labor de partos y allí estaba un ginecobstetra que era muy buena persona, quien le siguió
todo el trabajo de parto a medio día ella comenzó a sentir unos dolores muy fuertes como si la
estuvieran desgarrando por dentro, tan fuerte el dolor que no tenían comparación con nada que
hubiera sentido en su vida y ya estaba con gran desespero que cuando el doctor pasó a la habitación,
le dijo:
• Por favor hazme cesárea, pídame lo que quieras, mi salario completo, un puerco, lo que sea
que tú me pidas pero hazme cesárea te lo ruego.
• Él se reía diciendo, tú vas a parir. No pidas más cesárea.
Después de ese dolor tan fuerte a los pocos minutos dijeron que ya estaba lista. Ella pujó con todas
sus fuerzas porque no querían que le aplicaran fórceps igual que en el anterior, había escuchado a
otras mujeres que le daban pujos pero solo tenía dolor y nunca sintió deseos de pujar, a pesar de
tener gran altura uterina no pensaban que sería grande ya que el doctor Osvaldo decía que tenía
mucha agua, que era puro líquido pero se sorprendieron ya que nació una niña que pesaba 4.600 kg
y media 58 cm. Cuando la tía la vio dijo:
• Es igual que su padre, tiene la misma cara.
En pocas horas ya estaba como si nada, se maquilló y peino porque Alfonso venía a conocer a su
hija y quería que la viera bien. Pidió que le ligaran las trompas para no tener más hijos pero se le
infectó la rafia y se le hizo un hematoma en la herida por eso no le daban el alta porque estaba con
tratamiento antibiótico intravenoso y curas de la herida. Alfonso pidió su traslado al hospital de
Guatemala ya que era más cerca para irla a ver que viajar a Mayarí. Al tercer día de estar ingresada
en el hospital de Guatemala una enfermera le pidió permiso a la madre y al director del hospital para
que la abuela paterna la viera antes de morir ya que estaba muy grave y se esperaba que de un
momento a otro podía fallecer. La abuela la vio, se la pusieron en sus brazos para que la cargara y
dijo:
• ¡Cómo se parece a mi hijo! Y lágrimas brotaron de sus ojos.
La niña fue devuelta al hospital, luego de ver a la nieta perdió el conocimiento y se agravó más. Su
corazón paró y la hija que estaba a su lado le dio masaje cardíaco y volvió a respirar. Al otro día le
dieron el alta a María. Llegó Alfonso a la casa y le dijo llorando:
• Mamá se acaba de morir, la vamos a velar en la funeraria.
El andaba con sus ojos rojos de llorar y ella no podía ir al velorio ya que estaba con su hija recién
nacida de 8 días.
Su tía de Holguín la vino a visitar y no le gustaba para nada su esposo por lo que le dijo:
• No me gusta para nada ese tipo, cuando lo miro no me sostiene la mirada y mira por debajo.
Para mí no sirve y no confío en él.
Muchas veces cuando estaba lactando a la niña, venía su hijo le decía llorando:
• Mamá tengo hambre o quiero ir al baño.
Ella se paraba con la niña en brazos, llorando porque le quitaba el pecho e iba a preparar algo de
comer al otro hijo o leche en el biberón, tenía miedo que en algún movimiento de torpeza pudieran
quemarse sus niños ya que tenía que encender la estufa con ellos muy cerca del fuego. Todo eso la
estresaba mucho ya que nunca contaba con ayuda de nadie y el padre siempre estaba ausente. Ella
quería insistir en la lactancia materna por lo que pasaba horas lactando, cuando pensaba que ya la
niña estaba dormida la acostaba en su cuna, apenas daba un paso ya estaba con la cabeza levantada
y llorando. Llegó el momento que ya no le quedaba tiempo para hacer nada porque la niña quería
estar siempre cargada. Le hizo una hamaca encima de la cama pero nada, lloraba más que nunca,
entonces se quitaba su bata de casa sudada y se la ponía alrededor de su nariz para que sintiera su
olor y lograr que se quedara en su cuna. Tuvo que darle otra leche evaporada porque no se llenaba,
entonces se acordaba de su colega que decía que cuando ella fuera mamá se iba a dar cuenta de
muchas cosas. Pero mantuvo la lactancia mixta hasta los dos años cuando suspende la lactancia al
salir embarazada de su hijo menor.
La niña era muy adelantada para su edad, cuando tenía un mes y medio ella estaba en los brazos
de su madre frente al refrigerador, al mirar unas calcomanías, se reía y gorjeaba, la mamá sabía que
esto lo hacen los niños después de los dos meses, la vecina no podía creerlo por lo que subió al
apartamento para verlo con sus propios ojos y efectivamente cada vez que veía la calcomanías que
eran unos peces en tornasol, la niña se reía y gorjeaba. A los tres meses la madre le estaba dando
papillas, sintió que algo chocaba con la cuchara de metal y cuando revisó su encía tenía dos dientes
afuera. La mamá llevaba a la niña a vacunar al hospital y muchos se acercaban diciendo halagos
• Parece una muñeca rusa, es muy hermosa y bella.
Cada vez que la niña se daba un golpe y lloraba por algo, ella le colocaba el seno materno y dejaba
de llorar como si fuera un calmante. En las mañanas no se dejaba peinar y María tenía que apurarse
para llevarlos a los dos niños al círculo infantil y luego irse para el hospital a trabajar. La niña era muy
presumida, la madre le hacía varios peinados como una corona enlazando el cabello con felpas de
diferentes colores, por lo que la niña se aprendió los colores con sus derivaciones antes de los dos
años. A los 18 meses cantaba el himno nacional completo, a lo que la madre se sorprendió ya que
no se lo había enseñado y le preguntó a su maestra:
• Usted le enseñó el himno nacional a la niña.
• No, Parece que ella lo escucha porque en el matutino se pone la grabación todos los días, pero
ella tiene tres niveles por encima de su edad, sabe siete canciones infantiles, los colores con
sus derivaciones, cuenta hasta el veinte, y habla muy claro. Fíjate que el otro día tenía que decir
una estrofa de una poesía y se aprendió tres estrofas, las otras dos estrofas que tenían que
recitar sus otros compañeros del salón.
Alfonso quería mucho a su hija y estaba muy orgulloso de ella, siempre la vestía y la sacaba a
pasear. Cuando tenía seis meses ya pesaba y medía como un niño de doce meses, además tenía
ocho dientes y al despedirse de las personas decía adiós con su mano por lo que pensaban que
tenía más edad.
El abuelo paterno escogía los mejores mangos de su patio y se los llevaba a su nieta. Un día
llegó Alfonso preocupado porque su papá convulsionó, cuando le dio la noticia a María ella le
dijo:
• No te quiero asustar pero cuando alguien convulsiona a su edad es por un tumor cerebral,
tienen que hacerle una TAC de cráneo, Llévalo a un neurólogo y a un Oncólogo.
Cuando él le dijo a la hermana lo que había a dicho María de su padre, pensaron que ella estaba
exagerando y que era alarmista pero desafortunadamente todo resultó como ella había dicho, lo
llevaron a radioterapia porque ya no se podía operar ya que el tumor estaba muy avanzado. Se fue
deteriorando, después que lo diagnosticaron duró tres meses y murió. Los niños ahora no tenían
abuelos ni abuelas ni maternas ni paternas.
A los 8 meses la niña hablaba y a los 12 meses decía oraciones completas con mucha claridad.
Todas las noches a las 8 de la noche salía la Calabacita cantando, era cuando terminaba la
programación infantil, por lo que era una invitación a los niños para que fueran a dormir. La niña
comenzó a cantar la canción de la Calabacita con solo 12 meses. Al año de edad la niña presentó una
Neumonía por lo que María la llevó al hospital para que le inyectaran Penicilina, ya se había puesto
dos en días anteriores y ese día a penas le pusieron la inyección sus labios se les pusieron morados,
rápidamente vio cómo se fue poniendo morada en todo su cuerpo y en cuestiones de segundos
reaccionó y se dio cuenta que su hija estaba haciendo un choque anafiláctico a la Penicilina, de
inmediato le dijo a la enfermera:
• Ponle Epinefrina en el sitio de la inyección, Difenhidramina e Hidrocortisona.
Como ella sabía cuánto pesaba la hija calculó rápido en la mente la dosis de los medicamentos,
después que ella le dice eso a la enfermera sintió que se desmayaba, su mente se quedaba en blanco,
alguien le quitó la niña de sus brazos y no podía ver pero escucho que le dijeron :
• ¿Tú crees en Dios?
• Si. Dijo y no supo más hasta que le entregaron la niña.
• No te preocupes, ten fe en Dios. No va a pasarle nada. Alguien le dijo.
No obstante ella pidió que llamaran la ambulancia de emergencia y la llevaran al hospital de
Mayarí. La niña no dejaba de succionar el seno materno pero la madre le veía libelo reticular, son
como betas circulares moradas. Al llegar la recibió la pediatra jefa de servicio que era un año más
que ella. Cuando la vio dijo:
• Ay que niña tan bella, ella está bien, ya tú le pusiste el tratamiento, no la hubieras traído.
• He pasado el susto de mi vida, pensé que se me moría. Le dijo María.
• Quédate tranquila y no te preocupes, lo peor ya pasó, ya nada va a pasar. Respondió su colega.
La madre al darse cuenta de que su hija estaba muy adelantada para su edad fue hablar con la
directora del circulo infantil para adelantar a su hija en la escuela pero en Cuba ya no estaba
permitido y la explicación que le dieron es que los niños se deben desarrollar con los niños de su
propia edad porque después le puede traer trastornos psicológicos. Por otra parte el hijo mayor
sentías celos, con razones sobradas ya que Alfonso desde que nació su hija ni miraba al niño, ya no
jugaba más con él, cuando tocaba a la niña lo regañaba y siempre que venía alguien de visita a la
casa resaltaba la belleza, inteligencia, las destrezas y logros de su hija. La niña bailaba y cantaba bien
lo que llamaba mucho la atención, en cambio el niño se sentía menospreciado e ignorado. La vecina
del piso de abajo lo quería mucho y cuando lo escuchaba llorar subía rápido al apartamento y le
decía a María:
• ¿Qué le hiciste? ¿Por qué llora? Me lo llevo para mi casa.
Y le quitaba autoridad a la madre, siempre lo hacía pero como la ayudaba mucho, no se atrevia a
decirle nada. Llegó un momento que no pudo aguantarse más y le dijo:
- Mira, yo te estoy muy agradecida porque me has ayudado mucho y para mis hijos eres la abuela
que ellos no tienen pero no te olvides que yo soy su mamá, por lo tanto no te enojes pero no me
vuelvas a quitar autoridad sobre mi hijo. Yo sé que tú los quiere mucho y te lo agradezco de todo
corazón.
Ella se puso muy seria y se fue, no le gustó para nada lo que le dijo.
La niña con quince meses sorprende a María cuando va a la cocina y le pide un caramelo y la madre
se lo da pero lo mira en su mano y le dice:
• Dame otro, quiero dos.
• Toma y no me pidas más.
• Quiero tres. Dijo la niña.
• Ya está bueno cuando te lo comas te doy más.
• Ahí tú tienes más de cuatro.
La madre se quedó pensando que su hija de tan corta edad estaba contando hasta el cuatro, la
verdad es que nadie me lo va a creer.
María se enteró que su padrastro estaba muy enfermo y se iba para un asilo. Ella pidió permiso en
el trabajo y fue a su casa. Alfonso la acompañó y fue testigo de cómo insistió y trató de convencer a
su madre para que no fuera al asilo y viniera a vivir con ella. Ella conversó con su mamá y le dijo:
• Mami vete conmigo, no te vayas para el asilo, vas a poder disfrutar a tus nietos y los verás
crecer.
• No yo muero al lado de Manuel, me voy para el asilo con él. Contestó su madre.
María todas las mañana iba de Guatemala a Mayarí a cocinar, limpiar la casa, bañar a su mamá
hasta que vinieron en una ambulancia a buscar a la pareja para llevársela al asilo de ancianos en
Banes. El padrastro y ella antes de irse repartieron sus cosas entre los vecinos y no le dejaron a ella
ni una cuchara, hasta los balances negros que les traían tantos recuerdo de su niñez cuando su padre
la dormía en las noches haciéndoles cuentos, se los regalaron a un vecino.
Capítulo 30
Capítulo 31
TRAICIÓN Y SUFRIMIENTO
Una amiga de la iglesia se dio cuenta de que Alfonso andaba en malos pasos y le dijo a María:
• Trae toda tu ropa que te la voy a transformar para que te veas más juvenil y arréglate que tú
estás muy joven para que andes como una anciana.
Él tenía complejo de inferioridad, siempre le decía a María:
• Tú te crees que eres mejor que yo porque eres doctora.
• Estás loco, si eso fuera cierto no me hubiera casado contigo. Esas cosas solo están en tu mente.
Alfonso terminó la licenciatura en inglés y consiguió trabajo en el Politécnico de Guatemala.
Comenzó a serle infiel a María con las estudiantes que eran sus alumnas. Tenía muchas guardias
seguidas en las noches, decía que le hacía guardias a sus compañeros y ya ni venía a la casa. Una
noche ella lo llamó por telefono ya que los dos niños tenían fiebre y ella necesitaba que la ayudara
para darles las medicinas:
• Alfonso los niños tienen fiebre y no les puedo dar los medicamentos, necesito a alguien que
me ayude, se los doy y los botan, así no les va a bajar la fiebre.
• Lo siento no puedo ir, para eso tú eres pediatra. Resuelve.
María intentó varias veces darle la medicina pero se movían y la botaban, la echaba en la cuchara
y en lo que los sujetaba, la tiraban al piso por lo que tuvo que llamar a la vecina con mucha pena
porque era tarde en la noche. Ella ya estaba sospechando que Alfonso la estaba engañando, en el
hospital escuchó comentarios de que él había llevado una alumna que se había intoxicado con
psicofármacos por celos ya que andaba con otras. María lo trataba con amor y delicadeza pero él le
respondía en forma grosera, criticándola, haciendo que su autoestima bajara mucho. Él le decía
haciendo muecas:
• Qué vieja y fea estás, mírate en un espejo. aura.
Ella no le contestaba que era lo que él esperaba y como no decía nada, él le decía:
• No tienes sangre en las venas.
También lo notó muy distante, ya no la buscaba en la cama, habían pasado dos meses que no tenían
intimidad lo que ya no era normal, anteriormente cuando ella se acostaba muy tarde luego de
preparar la comida del día siguiente, la leche de los niños, él atole del hijo mayor, limpiaba la casa y
dejaba todo limpio antes de acostarse, estando sumamente cansada pensaba que él estaría dormido
pero la estaba esperando por lo que era muy raro que no quisiera estar con ella. Además su forma
de comportarse era totalmente diferente, se la pasaba cantando canciones romanticas, casi nunca
estaba en la casa, las pocas veces que estaba la maltrataba diciéndoles:
• Aura (zamuro) (ave carroñera) no te ves lo vieja y fea que estas.
La abuela de María le había dado varias cucharas de plata y ella las conservaba como un recuerdo.
Alfonso las vendió sin su consentimiento y se cogió el dinero. Ella le preguntó:
• ¿Qué hiciste con la plata que me regaló mi abuela?
• Te mandé hacer aretes y pulseras. Le dijo él.
Pero pasaban los días y nunca se los trajo. Al ver ella que demoraba mucho comenzó a desconfiar
y le dijo:
• Dime ahora mismo la dirección que yo voy a buscarlos.
• No, ¿Para qué? Yo voy a buscarlo.
Ella sabía que le estaba dando largas y que era una excusa.
Además vendió el anillo de oro dieciocho que le había dado ella. La madre de ella le prometió que
cuando se aprendiera las tablas de multiplicar del cinco le iba a comprar un reloj y a los ocho años
le regaló un reloj de la marca Chaica, era dorado con la esfera rosada y en sus orillas era como piedra
de diamante, todavía funcionaba. En esa época compraban las cajas de reloj porque se decía que
tenían oro. Y el reloj desapareció de la casa, Ella le preguntó:
• ¿Qué hiciste con mí reloj? Seguro lo vendiste.
• No. Mintió él.
Ya ella sabía que lo había vendido. Además escuchó un comentario en el hospital pero la persona
no le quiso decir a quien se lo vendió. Sólo le dijo que se lo llevó a un joyero de Mayarí. Alfonso se
compró ropas nuevas y caras, luego mandó a los vendedores que le cobraran a María. Ella le reclamó.
• Es el colmo ¿Por qué haces eso? Sabiendo que ni yo ni los niños tenemos nada, yo no tengo
zapatos y los niños ni ropa interior tienen porque no me alcanza el sueldo para comprárselas.
• Yo tengo que estar presentable porque estoy frente a los alumnos. Respondió él.
• Ah y yo no, que estoy frente a los pacientes y los alumnos de medicina, además cómpratelo
con tu salario y no con mi dinero, no seas abusador, solo piensas en ti, no te importa ni tu hija
porque estás enamorado.
• Ay ya, tú me tienes cansado.
La niña lloraba por las noches y Alfonso se molestaba porque no lo dejaba dormir, en una ocasión
María estaba parada frente a la cuna tratando de calmar a la niña y él se paró lleno de ira, la agarró
por el pelo y la abatió contra el piso, arrastrándola por el cabello. Luego se fue a dormir al otro cuarto
y no volvió más adormir en la cama con ella. Alfonso se fue para la escuela al campo quince días y
cuando regresó María vio las sábanas manchada de pintura de labios y de otra cosa. Ella le reclamó:
• ¿Me puedes explicar porque las sábanas están manchadas de pintura de labios?
• Yo tenía mucho frio y para que los labios no se agrietaran me unté. Respondió él.
• Que cínico, yo sé que me engañaste.
María tenía un retiro espiritual en matanzas y la tía paterna se brindó para cuidar a la niña y el niño
se quedó con su vecina. Al regresar la pecera ya no estaba, una mesa plegable tampoco, Alfonso las
había vendido y se había ido con su amante para Moa. Cuando él regresó traía toda la ropa
manchada con pintura de labios, lo que parecía lo habían hecho a propósito, anteriormente siempre
llegaba lleno de brillos por toda su cara y cuello. María llena de rabia e indignación le dijo:
• Mira yo lo siento mucho pero ya no aguanto más. La verdad que yo quería criar a mis hijos con
su padre y ya es mi segundo matrimonio pero no es posible. Quiero que te vayas de la casa,
esto se acabó.
• Ok me voy, ya yo no te quiero y tú me tienes cansado.
Cuando la niña estaba en el círculo infantil recogió sus cosas y se fue. La niña estaba muy engreída
con él, ya que cuando lloraba de noche, él la acostaba en su pecho y ella se dormía. Cuando iba a
comer mientras ella le daba la comida al niño, él le daba la comida a su hija. María comenzó a sentir
paz y como si se hubiese quitado un peso de encima. Cuando iba para el hospital a trabajar se
encontró con una amiga de la iglesia que le preguntó:
• Oye María seguro que estas muy triste, no te preocupes que él va a recapacitar y se va
arrepentir por lo que va a volver contigo. Ten fe en Dios.
• La verdad que yo ni quiero que vuelva, si estoy triste y más por la niña pero siento mucha paz,
era una agonía lo que yo estaba viviendo.
• ¿Verdad? No te puedo creer. Le contestó ella.
La niña comenzó a notar la ausencia del padre, dejó de comer, no dormía bien, la madre se dio
cuenta que estaba bajando mucho de peso y la ropa le estaba quedando holgada. Eso le dolía mucho
porque estaba viendo sufrir a su hija. Cuando el padre la iba a visitar al irse tenía que salir escondido
ya que la niña comenzaba a llorar y se tiraba en el piso a patalear con una perreta, también se daba
golpes en la cabeza con la pared, luego se paraba en el balcón a llamarlo.
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 38
Capítulo 40
Capítulo 42
LLEGANDO A LA FLORIDA
Llegaron en una mañana a la calle Raleigh en Hollywood, Florida. La hija de Pedro que vivía en Fort
Lauderdale le trajo su carro Mercedes Benz de color blanco. La casa tenía un patio amplio delante
y detrás de la casa, en el frente había dos palmitas en maceteros y un porche, al costado en el
estacionamiento, Pedro había construido una habitación con baño la que amuebló con cama,
refrigerador ejecutivo y aire acondicionado para rentarlo. Dentro de la casa dos cuartos estaban
rentados a una pareja de hermanos Panameños, al fondo de la casa después del comedor cocina
Pedro hizo un cuarto que tenía una puerta con salida al patio, en la parte de la derecha estaba el
lavadero con lavadora y secadora. En la esquina había una casita de madera que se utilizaba como
depósito. En patio trasero se veían las ardillas en las mañana como pasaban por encima de la cerca.
Él la llevó a conocer a una vecina que vivían en frente que era de origen Nicaragüense y que había
llegado cruzando el rio Bravo cuando niña con su papa. La otra vecina era una anciana de 95 años
cubana que vivía sola, tenía una hija que a veces la venía a visitar. Ella se puso en contacto con los
médicos cubanos que ya estaban viviendo en USA para que la orientaran en los pasos a seguir. Varios
le dijeron que pasara el curso de asistente médico, pero todos coincidían en algo y es que debía
estudiar inglés, también debía sacar la licencia de manejar. A la casa llegó de visita una señora
mexicana que se había casado en USA con Pedro para que agarrara la residencia americana. Había
que ir a pasar un curso obligatorio en Cooper City, allí te orientaban, te daban para la comida una
tarjeta equivalente a 200 dólares, un estipendio mensual de 100 dólares, una tarjeta de seguro
médico, te ayudaban a tramitar el permiso de trabajo y la dirección donde tramitar el seguro social.
Su asesora era una abogada Venezolana. Pedro la llevó a tramitar el Seguro Social, le tocó atenderla
una persona afroamericana que la trató despotamente y muy grosera. Le preguntó el número del
celular y ella se lo dijo pero la señora le vuelve a preguntar molesta el número y María se lo repite.
• No, ese no es su número. Insistía de mala manera la señora.
• Mire le estoy diciendo mi número correctamente, no entiendo que sucede. Le dijo María que
no se acordaba que el teléfono Pedro se lo había comprado en Texas pero estaba correcto.
La malhumorada señora se paró de la silla sin decir ni una palabra y dejo a María esperando mucho
tiempo allí, se demoraba demasiado por lo que fue a preguntar a otra persona que estaba en esas
oficinas.
• Hace rato estoy esperando y no me dijeron nada por lo que necesito saber qué debo hacer.
• ¿Quién te estaba atendiendo? ¿Le dijeron que esperara?
• No, no me dijeron nada. Respondió María
Entonces salió la señora y le tiró de malas ganas un papel y dijo:
• Léalo si quiere, se puede ir.
María salió con ganas de llorar y le contó a Pedro lo sucedido por lo que él le dijo:
- Quéjate con su director.
- No vámonos, mejor dejamos eso así. Le contestó ella y se montó en el carro.
Luego ella lo comentó con sus amigas y le dijeron que casi todos los documentos le llegaban a la
casa por correo en un sobre. Una amiga de Mayarí le pagó el costo del examen teórico para sacar la
licencia de manejar. Les dio la clase de manejo un cubano por lo que fue en inglés y español, luego
pasó a la computadora y aprobó, después tendría que pasar el examen visual y el práctico. En el
examen visual desaprobó por lo que aprovechó el seguro médico para hacerse el examen
oftalmológico gratis, tenía derecho a dos pares de lentes a precio módico, En su vida le habían hecho
un examen tan sofisticado de la vista, la pasaron por varios aparatos, en la primera habitación había
un hombre que hablaba español pero ella le pidió que le hablara en inglés porque así practicaba más
el idioma, luego la pasaron a otra habitación para otras pruebas y al final a una tercera habitación.
Ella fue a Hialeah a pasar el curso de Asistente Médico y luego el de RCP. Se matriculó en la escuela
comunitaria para estudiar inglés. Pedro debía regresar a México para sus negocios y al regresar iba
a pasar por California para ver a sus dos hijos. Ella lo había visto llorar y él decía que era por sus hijos
ya que los extrañaba mucho pero ella sabía que era por su expareja que lo había dejado y se había
ido con su novio para California, él había quedado devastado y con su orgullo herido. Su expareja se
fue en el carro que él le había regalado y se llevó todo el dinero que le había dejado. Antes de
conocer a María él había caído en una gran depresión, se iba todas las noches a un casino a jugar y
tomar bebidas alcohólicas.
En las noches antes de dormir Pedro le contaba historias a ella como que peleó en la guerrilla de
Nicaragua, donde vio morir a su novia en sus brazos, aventuras en la selva donde vivió con los indios.
También cuando luchó mano a mano con un cocodrilo. María trataba de ser cariñosa y atenta con
él, pero cuando ella se le acercaba él la rechazaba diciendo:
• No me gusta la mujer empalagosa.
• Ah ok. Respondió ella pensando que este hombre no la quería.
Cuando la casa estaba vacía el dejó que una migrante venezolana se quedara en su casa y le regaló
100 dólares, cuando él iba a regresar con María le pidió a ella que se fuera de la casa pero esta se
negó por lo que tuvo que mandar a su hija para que la sacara de allí. Ella se fue pero nunca estuvo
conforme por lo que seguía mandándoles recados con la señora mexicana que lo visitaba
frecuentemente y lo invitaba para verse. Resulta que ella solo estaba interesada en la casa y por una
foto que ella publicó casi desnuda él se dio cuenta que tipo de mujer era.
Pedro se despidió muy amoroso de María pero algo pasó cuando vio a su expareja porque hubo un
cambio radical de actitud y cuando ella le preguntó:
• ¿Qué te pasa? ¿Por qué te noto tan frio?
• Deja la intensidad. Yo estoy con mis hijos. Es más debemos terminar esta relación, no nos
entendemos. Le dijo Pedro.
María se sintió destrozada porque ella pensó que ya había encontrado el amor de su vida. Ella lloró
mucho, pensaba en que había hecho mal. Recordaba su rechazo al tratar de ser cariñosa con él. Esto
le cortó las ganas de demostrarle cariño. Además ella pensaba que era normal tener sexo frecuente
para una pareja de recién casados por lo que pensaba que no la quería ni sentía ninguna atracción
hacia su persona. Al día siguiente la vecina Nicaragüense la llamó para que le aguantara la escalera
ya que estaba arreglando algo en el techo de su casa. En el momento que estaba sosteniendo la
escalera le entró una llamada de Pedro por lo que soltó la escalera y salió corriendo para su casa ya
que lo que tenía que hablar era privado, la vecina que estaba en el techo la llamó:
• María no te vayas. María ven ayudarme a bajar.
Pero María no la escuchó. Discutieron por teléfono. Ella no tenía miedo a la ruptura ya que ella
dependía totalmente de Dios, sabía que tendría que seguir adelante en la vida como siempre lo
había hecho. Él le había dejado su tarjeta de crédito para que pagara el UBER para ir a la clase de
inglés que era tres veces a la semana y estaba relativamente cerca de la casa. Ella alcanzó nivel 6 de
inglés pero no pudo continuar asistiendo a clase porque Pedro la llamó y le dijo que no podía seguir
usando la tarjeta. Tener nivel 6 en el idioma le sirvió para que le validaran los créditos de sus estudios
gratis para estudiar enfermera registrada. Los títulos de Cuba no lo verificaban pero el de Venezuela
si, por lo que demoró el trámite. Cuando le llegó la validación pudo matricular en enfermería en
Puerto Rico que era en línea y la carrera de tres años le salía en un año. Al terminar el año tendría
que ir a Puerto Rico tres meses para la práctica y al regresar hacer un examen en Tallahassee la
capital del estado de la Florida.
Ella buscó toda la información que pudo para ver cómo podía revalidar el título de médico pero
parecía casi imposible. Tenía varías trabas y la primera era la edad, 49 años, otra ser extranjera latina,
no graduada en universidad de USA. Podía hacer los tres exámenes que eran caros y difíciles durante
tres años pero aunque aprobara debía ser admitida en un hospital para hacer la residencia y ese era
otro inconveniente porque priorizaban a graduados de universidades de allá.
Ella tuvo que mandar a su hijo Ismael para Cuba. Un día Isaac descubrió que Mónica recibía
mensajes de cubano conocido que vivía en USA por lo que la golpeó por el estómago, el hermano al
ver esto salió en defensa de su hermana y golpeó a Isaac por lo que se tuvo que ir para Valencia a la
casa de una doctora dentista que era de Mayarí. María llamó por teléfono a su amiga y le pidió que
recibiera a su hijo mientras lo mandaba para Cuba con su papá. Cuando Alfonso se enteró se enojó
mucho y cuando ella lo llamó para informarles, éste la insultó y le reclamó por eso, estaba claro que
no quería recibir a su hijo probablemente influenciado por su mujer pero como le interesaba recibir
dolores cuando ella le ofrece una mensualidad de 100 dólares mensuales, aceptó recibir al hijo. Pero
el hijo al sentirse rechazado por su padre se fue a vivir con Eneida la prima. De donde se iría con su
papá meses después ya que decía que ella se gastaba en sus cosas personales, los dólares que su
mamá le mandaba. Alfonso quería quitarle a Eneida algunas cosas que eran de la casa de María, esas
cosas ella se las había dejado por haberles cuidado a los hijos mientras ella estaba en Venezuela,
además porque le ayudó en los trámites para llevarse a los hijos para Venezuela por ese motivo, no
estaba de acuerdo en quitarle nada. Ismael se dejó influenciar por el padre, ella habló con su hijo y
lo regañó por esa mala acción, era ser malagradecido. Alfonso llegó al extremo de buscar a un
abogado para demandar a Eneida.
Capítulo 43
Capítulo 44
RETORNO A MÉXICO
Corría el año 2018 a finales del mes de marzo. Antes de irse debían vender varias cosas de la casa
que no se podían llevar para México. Antes de eso Pedro estuvo averiguando en la embajada de
México sobre el menaje de casa para ver si era posible llevarse los muebles y equipos de la casa pero
habían muchas trabasy era muy costoso por lo que pusieron la mayoría de los muebles y utensilios
en venta en Marketplace; lo que no se vendió se puso en el patio delantero para una venta de garaje.
Las cosas que quedaron sin vender, se le regalaron a Celia que era una amiga que trabajaba con ella.
La última noche antes de emprender viaje se quedaron en la casa de Celia y luego partieron en un
carro alquilado hasta McAllen Texas. Tendrían que ir desde Florida a Texas a entregar el carro
alquilado. Luego agarrar un taxi para pasar la frontera hasta México cuando fueron a pasar le
revisaron el equipaje donde ella llevaba la olla de presión eléctrica multiusos, la arrocera y la cafetera
de café expreso. A Pedro le dijeron
• Usted no pareces mexicano, ni habla como nosotros. Ya que no tenía acento.
• Bueno será porque mi esposa es cubana.
Al revisar las ollas Pedro le dijo:
• Son las ollas de mi esposa.
Luego de pasar Pedro le dijo:
• Tengo que ir a verificar mi pasaporte, adelántate en el taxi que yo te alcanzo.
Estuvieron un rato esperando a que él saliera. Al llegar a México debía presentarse en migración, el
chofer del taxi le dijo:
• No es necesario, puedes pasar sin problemas.
María le dijo a Pedro:
• Ves lo que dijo el señor, vámonos.
• No María, hazme caso si tienes que pasar por migración o te piensas quedar ilegal en México.
Le dijo algo molesto.
La negativa de ella a pasar por migración mexicana era que tenía miedo y pensaba que no la iban a
dejar entrar en México. Luego de pasar por migración fueron a un restaurante a comer algo para ir
al terminal de buses y agarrar un bus hasta la Ciudad de México. Durante el viaje paraban para revisar
a los pasajeros y los equipajes. En una ocasión le querían quitar las ollas por lo que Pedro se bajó del
bus y discutió con los oficiales que querían que le pagara algo para dejársela pasar pero Pedro siendo
abogado y muy inteligente, supo manejar la situación y ni dio dinero ni le quitaron las ollas. Cuando
se alejaron de la frontera no los paraban tanto para revisiones, así que pudieron continuar el viaje
tranquilamente. Llegaron a Ciudad de México agarraron un taxi para la casa y por el camino se le
irritaron los ojos a María por la gran contaminación del aire. El viaje a la casa fue lento por el tráfico.
Ella se sentía extraña porque todos los letreros estaban en español y ya se había acostubrado a ver
todo en inglés. Pedro le dijo:
- Ya te vas a dar cuenta del calor humano porque los gringos son más frios y aquí la gente es muy
amable.
Ella notó la frialdad y con el desprecio que la trataba la hija mayor de Pedro, casi ni le hablaba, le
ponía la cara muy seria como diciendo que a esa casa no era bienvenida. Comenzó una guerra fría y
era tanta la presión que María sentía que se fue al patio lejos de la casa donde nadie la pudiera ver
y lloró. Ella se sentía consolada cuando estaba cerca de Pedro y este la abrazaba, el abrazo les
trasmitía seguridad y protección. No podía decirle nada a él de la actitud de su hija hacia ella ya que
cuando lo intententó, él le puso mala cara y le desbió la coversación, no dandole ninguna
importancia. Otra cosa que llamó mucho la atención de María es que nadie de su familia le decía
Pedro, pues lo llamaban por otro nombre que era su nombre verdadero, poco a poco se fue dando
cuenta que le había mentido, se había casado con otro nombre, también le mintió sobre su
nacionalidad ya que le dijo que era mexicano y que nació en Puebla. Todo era mentira ya que había
nacido en Ecuador. Desde que estaba viviendo en USA ella comenzó a sospechar ya que la clave del
wifi era otro nombre. Esto la desepcionó pero poco a poco iría descubriendo otras mentiras y
trampas.
Al llegar tendría que homologar los títulos para lo que se puso en contacto con un alergólogo cubano
que estudió con ella en Cuba, este vivía en México hacía 7 años y ya tenía una clínica muy próspera.
Él le explicó lo que debía hacer para homologar paso por paso. En menos de 20 días recibió un correo
que ya debía pasar a la SEP a recoger su homologación para luego sacar la cédula profesional que le
llegó en 15 días. Comenzó a buscar trabajo por internet y encontró en la farmacia del ahorro como
médico general. Tendría que recibir entrenamiento por 1 mes en la oficina, donde conoció a una
muchacha que era la que ubicaba a los médicos, la cual hizo buena amistad con ella y luego la
mandaron a trabajar con una doctora en una farmacia que estaba en el centro de Naucalpan por lo
que siempre estaba lleno de pacientes, luego la mandaron con otro médico por 1 mes para aprender
el manejo del sistema y la dinámica de la consulta. La farmacia donde ella iba a ser ubicada era nueva
y la iban a inaugurar en pocos días. Estaba cerca de la casa en una buena zona, trabajaría de lunes a
sábados de 9 am a 9 pm. Ganaba bien, le pagaban bonos extras por atender a más de 20 o 30
pacientes al día, estos le daban propinas, era muy recomendada por lo que muchos la buscaban. El
viene-viene, así se les dice a los que parquean los carros de los clientes que vienen a la farmacia, era
muy servicial con ella, le compraba café de máquina, le traía pan, atoles o cualquier mandado que
ella le pidiera, Él le hablaba muy bien de ella a los que venían a la farmacia a comprar medicamentos
Los primeros pacientes que atendió, ella le preguntaba:
• Cuénteme, ¿Qué le pasa?
• Estando yo en su casa comencé a sentir dolor de cabeza. Le decía el paciente.
María se quedaba pensando que si la habían confundido con otra doctora ya que ella no conocía a
ese paciente y menos había ido a su casa. Peor a medida que seguían llegando los pacientes otro le
dijo:
• Saliendo yo de su casa comencé a sentir mareos.
Otro más que salió de mi casa, que raro está esto. Pensó María. Después que varios pacientes le
decían así fue que se dio cuenta que era una forma de hablar de los mexicanos.
Un día una paciente le dijo:
• Doctora tengo un fuego.
María tuvo que aguantar las ganas de reírse en su cara ya que en Cuba fuego uterino es la mujer
que nunca se sacia de tener sexo. Entonces María le preguntó:
• ¿Dónde tienes el fuego?
• Aquí en mi boca. Señalándose con el dedo en la comisura labial.
• Ah, tienes un Herpes labial. Le dijo María.
Otra palabra que María nunca había escuchado era mormado, pero como el paciente venía con
síntomas de gripe ella adivinaba que debía ser congestión nasal. Los pacientes en México están
acostumbrados a tomar antibiótico para las gripes de causa virales y muchos piden antibiótico en
inyección porque piensan que así se mejoran más rápido por lo que a la farmacia venían muchos
pacientes a inyectarse, casi siempre era Ceftriaxona y Dexametasona. Lo que no saben ellos es que
los ciclos de antibiótico son por lo general de 7 días y que los virus no necesitan antibiótico. Ellos se
aplicaban una o dos dosis, además la Dexametasona es un esteroide que deprime el sistema
inmunológico y les baja las defensas.También para las diarreas de cualquier causa tomaban
antibiótico, lo que le provocaba más diarreas por destruir la microbiota intestinal. Algunos venían a
inyectarse con ella después de pagar una consulta en el Star Medical de más de 1000 pesos y era un
mal manejo del paciente. Muchos médicos lo sabían que eso estaba mal pero les importaba quedar
bien porque si no le mandaba antibiótico se iban con otro médico que si se lo iba a mandar. Cuando
llegaban a consulta con un catarro común le pedían a María inyecciones sin que lo ameriten y a la
acción de inyectar le decían picar. Ella se imaginaba en su mente hacer una herida. Ella aprovechaba
las dos horas que le daban para almorzar para ir al correo a ponerles dinero al hijo menor que estaba
en Cuba y a la hija que estaba en Venezuela a través de un intermediario que había en México que
cobraba un porcentaje y se lo ponía en Venezuela en una cuenta. Para mandar dinero para Cuba
tenía que mandarselo a una amiga que vivía en USA y luego ella lo enviaba para Cuba por la western
unión porque de México a Cuba no había western unión por eso ella tenía que pagar doble el envío
y darle algo a su amiga por hacerle el favor. A María le iba muy bien económicamente ya que
solamente con las propinas hacía el mercado todas las semanas y le quedaba su salario libre. Toda
la propina la iba echando en el bolsillo de una chaqueta, el fin de semana lo contaba y a veces tenía
más de 6000 pesos.
Pedro fue a Tijuana a sus negocios, María se quedó con sus tres hijas en la casa, vinieron dos que
eran de Veracruz y le hicieron entre las tres tremenda guerra fria, sobre todo la menor que a veces
llegaba a la cocina y no le dirigía la palabra. Siempre reclamaba por los quehaceres de la casa como
lavar las vajillas, botar la basura, limpiar y botar los papeles del baño. Pero en realidad ellas se iban
todos los fines de semanas para Veracruz y la que hacía limpieza general en toda la casa era María.
Por mucho que se esforzaba por llevarse bien con ellas era imposible, de todas maneras era
rechazada.
Mónica se separó definitivo de Isaac y se fue con una amiga para un apartamento, solo con las
pocas cosas que se pudo llevar, Isaac la acusó de robo y se la llevaron presa donde estuvo detenida
y sometida a un interrogatorio. Cuando María se enteró de lo que estaba pasando porque la hija
consiguió llamarla. Cayó de rodillas llorando y pidiéndole a Dios por su hija. Luego Isaac sería el héroe
que la iba a rescatar pero un árabe movió sus influencias y la sacó de donde la tenían secuestrada.
Ese árabe era el dueño del gimnasio donde iba Mónica, con el trascurso de los días le ofreció trabajo
a Mónica para que vendiera productos comestibles y bebibles en un local dentro del gimnasio, luego
se enamoró y se la llevó a vivir con él. Cada vez que tenía pleitos con el árabe llamaba a su madre y
le pedía que le hiciera el trámite para irse de Venezuela y venir a vivir con ella. María se volvía loca
buscando la manera pero al día siguiente se reconciliaba con el árabe y ya no quería irse. Ella
comenzó los trámites para traer a su hijo menor que estaba en Cuba y le mandaba dinero para que
fuera paso por paso haciendo todo con la ayuda de su padre. Un día Mónica descubrió una
infidelidad del árabe y llamó a su madre llorando.
• Ahora si me voy, por favor te lo ruego, sácame de aquí.
Fue bastante rápido ya que tenía adelantado el trámite, para la cita al consulado en Venezuela no
hay que pagar como en Cuba, así que ella misma sacó su cita y se tenía que presentar en 3 días.
María le sacó su boleto de avión que hacía escala en Panamá donde la separaron del resto de los
pasajeros para revisarle los papeles, haciéndole pasar un mal rato, al llegar al aeropuerto de México,
Pedro y María la estaban esperando.
A Pedro se le ocurrió irse para Veracruz y se fue antes con la mudanza. María tuvo que abandonar
su trabajo en la farmacia del ahorro donde ganaba bien, tenía mucha clientela y estaba a 10 minutos
de su casa. Cuando llegó a Veracruz consiguió trabajo en una farmacia del ahorro pero le pagaban
menos que en el estado de México, 9000 pesos mexicanos, en cuanto a las propinas eran pocos
pacientes los que dejaban y muy poco dinero. La pusieron en un consultorio que habían tenido que
cerrar porque casi no iban pacientes y los jefes la felicitaron porque ella había aumentado el número
de pacientes y habían aumentado las ventas de medicamentos.
María averiguó con una colega lo que debía hacer para poder sacar la cédula de la especialidad, la
doctora cubana que era médico general la puso en contacto con una pediatra venezolana que había
hecho el examen del Consejo Nacional Mexicano de pediatría para que le explicara como inscribirse,
los temas a estudiar y la fecha del examen. Ella pidió permiso en la farmacia para ir al DF a inscribirse,
tenía que viajar 12 horas, se iba a quedar en la casa de Pedro y la hija que vivía en la casa le dijo que
ella había cambiado las cerraduras de la puerta, lo que era mentira, ya que cuando ella llegó a la
casa pudo abrir con las llaves anteriores, pero se tuvo que quedar en el cuarto de afuera ya que la
prima estaba viviendo con su novio dentro de la casa. El cuarto del medio donde dormían Pedro y
ella, la hija de él lo había pintado de azul, lo tenía ocupado con cuna y cosa del hijo que iba a nacer.
María salía a las 9 de la noche de la farmacia, llegaba casi a las 10 pm comía algo y se ponía a
estudiar hasta las 12 de la media noche, solo tenía tres meses para estudiarse todo el contenido
que era muy extenso, a ella le habían dicho que no se presentara a ese examen que casi nadie lo
aprobaba, que muchos colegas cubanos se habían presentado y no lo habían pasado, ella tenía
miedo que no le diera tiempo terminar de estudiar todo. Los domingos era el único día que tenía
para lavar, limpiar el apartamento y cocinar para la semana, en la noche planchaba los uniformes y
caía muy cansada a la cama que no podía estudiar. En el consultorio en su tiempo libre cuando no
venía paciente se ponía a estudiar. Compró un plan carísimo para tener internet permanente y poder
estudiar cuando estuviera en el consultorio sin pacientes, debía aprovechar todo el tiempo posible
ya que solo le quedaban dos meses para presentar el examen y el contenido a estudiar era muy
extenso. Al terminar todo el contenido buscó en internet videos de congresos de pediatría en México
y muchas enfermedades explicadas por médicos mexicanos en videos lo que le fue de gran ayuda ya
que pudo darse cuenta que en México muchos signos sobre todo de patologías quirúrgicas eran
llamadas por otros nombres que jamás había escuchado ya que en Cuba le llamaban por otros
nombres por ejemplo en la Hipertrofia congénita del píloro en Cuba se conoce como el signo de la
mitra pero en México es el signo de la cola de rata o de doble riel, a otros signos le llaman el de la
miga de pan en la Enterocolitis necrotizante, el signo de la dona en la invaginación intestinal, el signo
de la copa invertida etc.
Llegó el día del examen y ella viajó durante toda la noche a la capital, llegó hacer el examen sin
dormir nada ya que en el bus no se durmió ni un instante. En la mañana fue la recepción y todo el
papeleo, antes de entra habían mesas tipo bufet donde había café, refrescos, agua, panes y dulces.
El examen comenzaba a las 12 y terminaba a las 4 pm. Le entregaron un libro grueso donde habían
cientos de preguntas y cada una con varios incisos y si se equivocaba en el diagnóstico se equivocaba
en todos los incisos y la pregunta completa estaba mal, cuando solo faltaban 10 minutos para
entregar ella se dio cuenta que todavía le faltaban varias preguntas y su corazón se aceleró pero
pensó que no le daba tiempo analizarlas por lo que mejor la hacía sin pensar que dejarlas sin hacer.
En el examen conoció a una pediatra mexicana que se hizo su amiga, pero que no aprobó el examen,
cuando mandaron la lista de la lista de los aprobados ella estaba en la lista y le llegó su diploma pero
con su nombre mal escrito por lo que se demoró tres meses en poder tramitar su cédula de pediatría
hasta que le arreglaran su nombre.
Mónica planeaba regresar a Venezuela porque seguía enamorada del árabe, todo el dinero que
María había gastado para traerla había sido en vano. El árabe le prometió que le mandaría dinero
para que ella comprara el boleto de regreso a Venezuela pero en realidad nunca le mandó nada. La
madre quería que ella se quedara a su lado y que estudiara una carrera universitaria pero ella estaba
aferrada a regresar a Venezuela con el árabe. María habló con Pedro desesperada porque no sabía
que hacer ya que si su hija se iba ya no la volvería a ver. Entonces Pedro le dijo:
• Cuando ella salga busca su pasaporte y donde esté la visa venezolana ponle un sello de
cancelado y agarra su residencia venezolana y me la das.
• Ay yo no puedo hacer eso, cuando ella se dé cuenta de eso se acaba el mundo. Le respondió
María.
- ¿Pero tú no quieres perder a tu hija para siempre? ¿Tú como madre no harías lo que fuera por
no perderla?
- Por supuesto que no la quiero perder.
- Pues yo no veo otra solución. Le dijo Pedro.
María temblando y con palpitaciones, hizo lo que él le aconsejó y le entregó la residencia de ella,
pensando que cuando su hija se diera cuenta nunca la iba a perdonar. Pedro salió del apartamento
con la residencia de la hija en la mano, al regresar la esposa le preguntó:
- ¿Qué hiciste con la residencia? ¿Dónde la botaste?
- La tire por ahí. Respondió él.
La situación económica en Veracruz se les puso difícil ya que como hacía tanta calor tenían que
dormir con aire acondicionado, en la sala por el día había que poner el aire también, cuando el recibo
de luz era demasiado costoso, había que pagar a la guardia de seguridad ya que era un conjunto
habitacional cerrado y también había que pagar el mantenimiento del edificio mensual. Pedro se
quedó sin ingresos y toda la carga cayó sobre ella, que con un salario más bajo del que tenía en el
estado de México tenía que pagar la comida y todos los servicios. María se deprimió y se quería ir
de Veracruz hasta que convenció a Pedro que lo mejor sería regresar a la casa del estado de México,
la noticia no fue del agrado de las hijas sobre todo de la que vivía en la casa ya que tenía viviendo a
la prima con su pareja pero además cuando se enteró que regresaban para la casa mando a buscar
a una tía con su dos hijos para llenar la casa para que ellos no tuvieran espacio al regresar ella había
quedado en que le iba a dar algo simbólico al papá por la casa pero nunca le dio nada.
María intentó volver a trabajar en la farmacia que ella trabajó anteriormente donde le había ido
muy bien pero ya había otra doctora trabajando allí. Habló con su amiga pediatra mexicana quien le
recomendó trabajar en un DIF, era materno infantil que había en Cuautitlán Izcalli. Viajaba aterrada
en los camiones donde en cada parada se montaban vendedores y otros pidiendo dinero. Al llegar
escuchaba las historias de las enfermeras que eran asaltadas casi diario de camino al DIF. Una
enfermera decía que ya le habían robado dos teléfonos y le habían quitado el dinero, poniéndole un
cuchillo en su garganta. La última vez que la asaltaron ya no tenía nada porque ya se lo habían
quitado en días anteriores. Por este motivo comenzó a viajar en UBER, le salía muy costoso y le
pagaban como a un médico general ya que por el error en su nombre tenía que esperar la corrección
para poder hacer el trámite para la cédula de pediatría. Cuando salía en la noche del DIF tenía mucho
miedo, miraba para todas partes y no salía a la calle hasta que no llegara el UBER. En una ocasión
coincidió con un doctor que salía a la misma hora que ella, él la llevaba en su carro, la dejaba en una
base de taxis seguros cerca de dónde ella vivía y le salía más económico.
Comenzó a buscar trabajo más cerca de la casa, fue al DIF central y le dieron trabajo para consultas
de pediatría en las mañanas, le pagaban poco pero el ambiente de trabajo era bueno. Aprendió a
comer tamales Oaxaqueños por el hambre, estos tenían picante pero les agarró el gusto que le
llegaron a encantar. Al llegar en la mañana le decía a la señora que le apartara varios porque si se
ponía a dar consulta se acababan temprano. En ocasiones le compraba hasta 5 tamales y les llevaba
a todos en la casa.
En la casa agarró la sala amplia para montar un consultorio. Pedro agarró parte del dinero de la
venta de su camioneta Suzuki para comprar todos los equipos. Ya tenían el escritorio con su asiento
ejecutivo. Desde que ella estaba en USA compró termómetros con figuras de animales, el otoscopio,
esfigmomanómetro para niños y estetoscopio con cabecitas de animales que se les ponía en la
campana. Las paredes del consultorio fueron decoradas con personajes de cuentos infantiles como
princesas, el pato Donald, Mickey Mouse, Goofy, los ponis y súper héroes. Los laboratorios le
regalaron muñecos de peluches que tenían inscritos los nombres de los medicamentos de las marcas
que ellos le hacían propagandas. Además le traían muestras de medicamentos y de fórmulas de
leche, también ella traía del DIF lo que no utilizaba allá y a todos los representantes de los
laboratorios que la visitaban en el DIF ella le daba su tarjeta donde venía la dirección del consultorio
y les decía que allá también la podían visitar. Por las mañanas de lunes a viernes daba consulta en el
DIF y en las tardes atendía en el consultorio que al principio eran muy esporádicos.
Su hijo menor trajo para la casa una pareja de conejitos y 4 palomas. Le construyó una casa a las
palomas y una jaula a los conejos cerca del jardin. Al principio el hijo atendia a los animales, pasaba
horas con las palomas en la placa de la casa, les traia comida, cuando pasaron los días ya no atendía
a sus animales por lo que María se hizo cargo de ellos, tenía que lavar la jaula de los conejos y
comprarle comida tanto a ellos como a las palomas. Los domingo si ella dormía más de lo habitual
las palomas subían hasta la puerta de su cuarto en el segundo piso.
Mónica comenzó en un curso de matemáticas para realizar el examen de admisión en la UNAN pero
no lo pudo continuar por falta de dinero. Comenzó a buscar universidades para que Mónica
comenzara a estudiar medicina comparando el costo de las mensualidades y de las inscripciones
siendo la más barata con descuento por beca la Universidad del Valle de México UVM.
Al principio pidió prestado ya que no le alcanzaba por lo que siguió buscando trabajo y fue
aceptada en el hospital general de Naucalpan los fines de semana y días festivos por lo que podía
seguir con el trabajo del D.I.F. y de la consulta privada en su casa. La jefa de pediatría le pidió que
comenzara a trabajar 15 días antes por necesidad del servicio y que luego le pagaría el tiempo
trabajado pero nunca se lo pagó.
En el hospital sufrió Xenofobia sobre todo por las especialistas en Neonatologías. En Cuba el
pediatra solo atiende Pediatría y no Neonatología pero en México el pediatra debe hacer las dos
funciones que para ella era muy pesado y sería algo nuevo a lo que tenía que enfrentarse, así como
extraerles muestras de sangre a los niños cuya extracción la hacían en Cuba los técnicos de
laboratorio clínico. Ella sentía el rechazo de las compañeras, a pesar de eso ella sacaba temas de
conversación para poder encajar pero era inútil, todas salían a comer o a desayunar juntas y a ella
la ignoraban. Las colegas ocupaban toda la mesa del escritorio y hasta la máquina de escribir por lo
que ella tenía que escribir en una mesita aparte y hacer las notas de evolución y las indicaciones
médicas manuscritas por lo que se tardaba mucho. Las colegas hicieron una carta y firmaron para
sacarla del trabajo, lo argumentado en la carta era falso, la llevaron a la dirección donde se cuestionó
por la directora del hospital, punto por punto de la carta por lo que ella fue desmintiendo cada uno.
A la hora de dar informes a los padres de los niños que estaban ingresados en la sala de crecimiento
y desarrollo, trasladan de UTIN Unidad de Cuidados Intermedios a un niño y mientras María iba cuna
por cuna dando informes de los pacientes ingresados a los padres, ella escuchó a una madre que
preguntó a la enfermera:
• ¿A mí no me van a dar informes?
• Tienes que salir y preguntar a la doctora que le pasó visita en la UTIN.
La señora salió y se dirigió a pedir informes y preguntó en la puerta:
• ¿Me pueden dar informes?
La enfermera llamó a la especialista en neonatología:
• Doctora una madre está pidiendo informe.
La doctora Neonatóloga se dirige hacia la puerta y le dice con firmeza:
• Señora ya yo di informes. Si usted no estaba lo siento mucho.
• ¿Pero no me puede decir cómo está mi bebé? Preguntó la madre angustiada.
• No, ya le dije que yo di informes y si usted no estaba aquí es su problema.
La señora se fue disgustada y fue a dar la queja pero le preguntaron que donde estaba ingresado
el niño y ella le dijo que estaba en Crecimiento y Desarrollo, en ese momento por lo que la jefa llamó
a María que era la responsable de esa sala. Ella no entendía la queja ya que nunca le había dicho a
ningún padre las palabras que decía la queja, eran palabras que usan los mexicanos. Tampoco había
dejado de dar informes a los padres. Ella le dijo a su jefa:
• Esa no es mi forma de hablar, yo no uso esas palabras al hablar y eso no fue lo que pasó. A mí
nadie me pidió informes después de darlos pero me estoy imaginando lo que ocurrió. La madre
de un niño que trasladaron de la UTIN en la tarde salió a pedir informes a la doctora que le pasó
visita en ese servicio. Le dijo a su jefa.
• Le preguntaron a la mamá que donde estaba ingresado su hijo y dijo que está en Crecimiento
y Desarrollo por lo que tú eres la responsable de esa sala.
• Pero no fui yo doctora la que se negó a darle informes a la madre. Ese paciente fue de traslado
en la tarde proveniente de la UTIN por lo que yo no le pasé visita y no conocía al paciente.
Un domingo faltaron varías colegas, María tuvo que asumir el trabajo de ellas, más lo que le
correspondía hacer, no tuvo tiempo de ir a comer para poder terminar el exceso de trabajo y cuando
llegó la hora de dar informes todavía no terminaba por lo que fue hablar con el jefe de la guardia
para que permitiera pasar más tarde a los padres y poder dar los informes. Fue a comer cuando ya
estaban a punto de cerrar el comedor y al salir llamó a los padres, algunos se habían ido y le pusieron
una quejas en el buzón, a pesar de que le había comunicado a los padres que no se fueran que
apenas ella terminara les iba a dar los informes. La jefa de pediatría la citó a su oficina y le dijo:
• María ya van varias quejas y si tú quieres que se te renueven el contrato tienes que trabajar
bien.
• Doctora yo tengo pruebas de que siempre he dado informes. Puede revisar todos los
expedientes clínicos para que usted lo compruebe.
La secretaria le trajo los expedientes, efectivamente estaban las fechas y las firmas de los padres que
habían recibido informes.
Cada país confecciona los expedientes clínicos de diferente forma, describen los signos y síntomas
diferentes. Además el orden del examen físico también difiere de un pais a otro. Las indicaciones
médicas también tienen un orden diferente por lo que María se fijaba en las anteriores para poder
hacerlas como eran en este país. De todas formas fue requerida por su jefa porque al dar el alta a
un paciente había que llenar una hoja que estaba doblada en la historia clínica. En Venezuela
rápidamente agarró la vuelta pero en México se le estaba haciendo muy difícil.
El horario de comida es diferente a su país ya que en Cuba se almuerza a medio día o sea a la 12
pm pero aquí daban la comida de 2 a 4 de la tarde. Muchas veces le tocaban hasta 3 servicios por lo
que tenía exceso de trabajo y casi terminaba a las 4 de la tarde. Por esta razón aprendió a comer
picante ya que tenía tanto hambre cuando al fin podía ir a comer que se comía lo que le dieran, al
principio sentía el picante muy fuerte que se le salían las lágrimas y después de cada bocado se
tomaba un trago de agua de horchata o de cualquier agua de frutas que hubiera. Aunque ella
siempre le decía a las que sirven la comida que le diera lo que menos pica pero todo estaba picante.
Un día a las 12 tenía mucha hambre y salió a las afueras del hospital para ver si vendían algo con lo
que pudiera calmar el hambre y se encontró un hombre vendiendo tamales verdes dentro de un
pan. Lo encontró extraño pero se lo compró, el tamal estaba picante pero tenía tanta hambre que
se lo comió.
Al comenzar la pandemia de COVID 19 cambian a María de horario para de lunes a viernes en las
tardes ya que el pediatra de la tarde era un adulto mayor con comorbilidad y no iba a trabajar por
el riesgo de enfermar. Estando ella de guardia en emergencia pediátrica del hospital en un
momentos en que casi no llegaban pacientes la tía María la llama desde Cuba por video llamada y lo
primero que le dice es:
• ¿Niña cuando te vas a llevar a tu hijo Daniel contigo?
• Pronto tía. Estoy en eso, no pienses que no estoy haciendo todo lo posible y buscando todas
las vías posibles para traerlo. ¿Y tú cómo estás?
• Yo estoy muerta, posible ya no me veas más.
• Ay tía no me digas eso. Acaba de llegar un paciente, te tengo que colgar.
María no sabía que esa era la última vez que hablaría con ella.
En esta época se cierran los consulados, se cierran las fronteras, no hay vuelos de Cuba a México
por lo que tendrá que esperar a que pase todo para traer a su hijo Daniel que está en Cuba. De
México a Cuba no funciona la Western Unión por lo que tendría que recargar el teléfono de Daniel
para que él venda la recarga en Cuba y así obtenga el dinero para comprarse comida y otras
necesidades.
A los dos años de la pandemia la mandan a la UTQ (Unidad Toco Quirúrgica) a cubrir vacaciones.
Estando allí en varias ocasiones la jefa le pedía que hiciera guardias en urgencias de pediatría, en
una guardia atendió un niño que llegó muy grave con mucha tos, dificultad respiratoria y cianosis
que luego se comprobó que tenía COVID.
María estuvo el fin de semana con tos seca, y la madrugada del lunes presentó diarreas liquidas
abundantes por lo que fue hacerse la prueba de COVID, salió positiva, le dieron 15 días de reposo.
Al tercer día ya no tenía tos ni diarreas, ni nunca tuvo fiebre pero después del baño se aplicó perfume
y se dio cuenta de que no sentía el olor, comenzó a oler todos sus perfumes pero no sentía ningún
olor, cuando fue a desayunar se comió un diente ajo con el pan pero no les sentía el sabor. Se hizo
té de cebolla morada, jengibre, limón y miel de abejas, luego se lo tomaba bien caliente, haciendo
inhalaciones con el vapor de dicho té. Pasaron cinco días cuando comenzó a recobrar el gusto y el
olfato pero había perdido peso por lo que se veía muy delgada. En esos día usaba cubre boca cuando
salía de su cuarto y trataba de no tener contacto con sus hijos ni con su esposo que se fue a dormir
a otro cuarto.
Cuando María fue a checar su salida del hospital escuchó que una enfermera estaba regalando
gatos por lo que se acercó a ella y le dijo:
- Escuche que está regalando gatitos y me interesa adoptar uno.
- Si. ¿Quieres uno?
- Si pero que sea macho.
- Ok mañana te lo traigo a la hora de salida. Me queda uno blanco con una manchita negra en la
cabeza y otro pinto.
- Quiero el blanco. Le dijo María.
Su hija Mónica se enamoró del gatito, pasaba horas con él, lo llevaron al veterinario para
desparasitarlo y vacunarlo. Cada cierto tiempo lo llevaban a consulta con el veterinario quien
siempre le decía:
- Ah es el gato del copete. Por la mancha negra que tenía en forma de triángulo en su cabeza en
contraste con la blancura del resto del cuerpo.
Todas las noches cuando ella regresaba del hospital el gato la estaba esperando en la puerta de
la casa, aunque lloviera ahí estaba el gato esperándola mojandose con la lluvia a la hora exacta. A la
casa vino de visita el hijo de Pedro que salía en la noche a la calle para hablar por teléfono y dejaba
la puerta y la reja abierta por lo que el gato se escapó de la casa. María puso un anuncio en el grupo
de vecinos de whasapp y a los 3 día le avisaron que estaba en una casa. Mónica lo fue a buscar, lo
encontró en un hoyo , estaba sucio y temblando pero a la semana se volvió a escapar y ya no apareció
más. El hijo de Pedro siguió dejando las rejas de la casa abiertas mienstras salía afuera para hablar
por teléfono. Ellas sintieron mucho la pérdida del gato. Pasaron varios meses y consiguieron un
pequeño gatito siamés. Al llegar con el gato a la casa Pedro se enojó y puso la cara muy seria.
Tendría que hacer en la UTQ lo que nunca hizo en Cuba ya que recibir recién nacidos que nacen
por parto o cesárea solo era función en Cuba de los especialistas en neonatología por eso motivo
realizó el curso de Reanimación Neonatal y comenzó a estudiar Neonatología ya que desde que
estaba estudiando en la residencia no había tenido que tratar a neonatos. En la tarde habían dos
neonatologías una de ellas era muy amable y la apoyaba cuando iba a nacer un niño
extremadamente prematuro ya que estos nacían en mal estado, por lo general había que intubar
desde que nacían ya que no podían respirar por si solos. Pero cuando estaba en el turno la otra era
un gran problema para María. Los internos llegaban llorando a la UTQ ya que esa doctora los
humillaba y le hablaba en mala forma. Un residente de pediatría de primer año renunció porque no
pudo seguir aguantando.
Todos los días cuando María se bañaba antes de ir para el hospital, se encomendaba a Dios y le
pedía su protección, le pedía a Dios sabiduría ante cada niño y antes cada paciente que naciera en
su mano, pedía que Dios le diera vida y vida en abundancia a cada niño que iba a nacer. También le
pedía a Dios que no naciera ningún niño extremadamente prematuro. Todas las noches que había
tenido encuentro con dicha doctora María llegaba llorando a la casa, Pedro le decía:
- Deja ya ese trabajo. Te van a meter en un problema que no vas a poder ejercer más en México.
Con lo que sacas de dinero en la consulta te da para pagar todos los gastos de la casa y te sobra.
- No lo creo, ni alcanza para pagar la universidad de Mónica. Le dijo ella.
Él se comprometió por escrito a ayudarla a pagar los gastos de la casa cuando a ella no le alcanzara,
incluso con la universidad de la hija. Realmente sus intenciones eran que no saliera de la casa para
que lo atendiera y estuviera allí para servirle la comida, café o lo que se le antojara como hombre
machista. María pagaba todos los servicios de la casa y la comida. Cuando ella le reclamaba ya que
no era justo, él siempre le decía:
• Yo pongo la casa. Tú no pagas renta ni por la casa ni por el consultorio que tienes en mi casa.
Además no me pagas nada por las consultas. Y yo pago el agua.
• ¿Qué agua pagas tú? Si el agua no se paga hace años desde antes de yo vivir aquí. Le decía
María.
• Esa es mi deuda. ¿La vas a pagar tú? No se está pagando pero se debe y hay que pagarla. Le
contestó él.
• Tengo entendido que no se paga por un error ya que se equivocaron de nombre y aquí está a
nombre del vecino. Además si tú quieres que yo pague renta entonces soy tu inquilina y no tu
esposa. Pero yo compro la comida que tú te come, te cocino, te lavo tu ropa y limpio la casa
con productos que también compro. Le dijo María disgustada ya que entendía su triste realidad.
• Tú compras la comida que se comen tus hijos.
• Mis hijos casi nunca están aquí. Tú compras comida el día que viene una visita de un familiar
tuyo. Y siempre has dicho que a tus mujeres anteriores les pagabas varias empleadas y que le
dabas todo.
• La gran diferencia es que con ellas yo tenía hijos y contigo no. Siempre él le decía.
• Pero cuando tú me conociste tú sabías que yo tenía tres hijos y en Cuba dicen que el que carga
con la vaca carga con los terneros. ¿Por qué ahora te molestan mis hijos?. Decía ella con dolor
en su corazón.
• Tu no eres vaca.
• Es un dicho popular y tú me entiendes bien. Le aclara ella
Ella recibió tantas humillaciones por esa especialista en neonatología que decidió abandonar el
hospital, le daba escándalos en los pasillos, delante de las enfermeras, de los estudiantes de
medicina, de los demás colegas y de los pacientes. Al darle la queja a su jefa fue peor ya que ella
aumentó su odio y por ende las represalias contra María. Ella antes de renunciar se dirigió dos veces
a la dirección buscando a la directora pero siempre estaba reunida por lo que no pudo hablar con
ella.
El primer mes le fue bien en la consulta. Pedro agarró la tarjeta de crédito de María y fue a Cosco
le gastó una gran suma de dinero, hasta licuadora y una lavadora con el crédito de ella ya que la de
la casa se había roto.
María lleva más de 2 años intentando sacar una cita en el consulado mexicano de la Habana, cuando
trajo a Ismael pagó 400 dólares pero ya estaba en 800 dólares, pero otros cobraban 1500 y 2000
dólares pero ni pagando 2000 consiguió la cita, dieron 16000 citas para todo el año y ella se quedó
sin cita para su hijo Daniel. Ella también escribió a relaciones exteriores de México pidiendo ayuda
con la cita y le dijeron que debía conseguirla gratis cuando abrieran la página. Era imposible eso lo
tenía controlado los mismos mexicanos que trabajan en el consulado. Ese día que supo que se quedó
sin cita lloró mucho y decidió que lo iba a traer por fronteras con un coyote pero había un problema
y era conseguir el pasaje de Cuba a Nicaragua que también estaban comprados todos, lo revendían
al triple del costo y se necesitaba un vuelo directo sin escala ya que si hacia escala en Panamá le
pedían visa de tránsito y era casi imposible conseguirla en la Habana. También con escala en Jamaica
costaba 6500 dólares más pagar hotel y comida en Jamaica durante los días que fueran necesarios y
al salir un PCR que costaba 100 dólares. Ella ya tenía el contacto de varios coyotes y había investigado
el trayecto de cada uno.
Pedro se fue a Veracruz para sus negocios y antes de irse María le dijo:
• No hay nada en la casa de comer ni siquiera papel sanitario.
Él no le respondió y se fue. Ella le dijo para que la llevara en su carro antes de irse aunque ella
tuviera que pagar el mercado y si él no la llevaba en su carro ella tendría que pagar un UBER.
María consiguió un coyote que cobraba 1300 dólares, más lo que gastaran en el recorrido porque
a veces los paraba la guardia nacional y tenían que pagar para que los dejara pasar y al llegar a
Tapachula tendría que pagar 1700 dólares por una visa humanitaria. Ella estaba muy preocupada
por el peligro a que estaba expuesto su hijo por lo que casi no podía dormir ni tomando sedantes,
en la madrugada se despertaba y daba vueltas en la cama sin poder conciliar el sueño por lo que
amanecía intentando dormirse de nuevo. María mandó 5800 dólares para Panamá para la compra
del boleto de avión de la Habana a Nicaragua. Cuando llegó a la oficina de telégrafos para hacer el
envío no le aceptaron pagar con tarjeta por lo que tendría que ir al banco a retirar 125000 pesos
mexicanos y solo podría mandar 2900 dólares que es el límite de la wéstern unión, al día siguiente
cuando regresa al segundo envío ya el dólar había subido por lo que tuvo que volver al cajero para
sacar más dinero. María llamó por teléfono a Pedro para consultarle los pasos que iba a dar, se quedó
en silencio y cuando ella le vuelve a preguntar sobre el asunto él respondió muy fríamente:
• Pregúntale a tus hijos. Yo no tengo que ver nada con eso.
• Pero te estoy pidiendo consejo. Insistía ella.
• No sé, ¿Qué quieres que te diga? Resuelve tus problemas.
• Bueno, gracias de todas formas. Ya entendí.
La tristeza invadió su corazón, lágrimas rodaron por sus mejillas. Se sintió muy sola pero por sus
hijos nuevamente tenía que ser fuerte y valiente para enfrentar todo lo que venga. Al regresar Pedro
discutieron, cada uno expuso sus motivos del descontento y luego se reconciliaron. Él le demostró
a ella que si la quería. En varias ocasiones él le había pedido a ella la separación pero despues
cambiaba de parecer, eso la tenía muy confundida a ella, porque cambiaba de la noche a la mañana
y se mostraba muy cariñoso como si no hubiera pasado nada. Un día le dijo:
- Te voy a dar unos meses para que tú consigas donde vivir y te vas, yo me voy a vivir a otra parte
mientras.
Al otro día o antes ya habiá cambiado de parecer como una persona bipolar, Ella pensaba que un
día le iba a tomar la palabra y se iba a separar de verdad.
Ella había pedido al banco un préstamo de 200 000 pesos para poder solventar los gastos de la
venida de su hijo Daniel por lo que estaba endeudada con el banco por 6 años. Para más tranquilidad
de ella, Álvaro un amigo de Cuba, que además era cristiano iba a acompañar a su hijo en ese viaje
tan peligroso. Ella estaba muy ansiosa por el viaje de su hijo, en las noches no podía dormir por lo
que tuvo que tomar ansiolítico. Todos los días oraba a Dios para pedir protección para su hijo. Pedro
viajó a USA a la graduación de su hija que vive en California y luego se iba una semana para Miami
para ver a su otra hija y nieta. Ismael también viajó para Cuba a llevar una mercancía para vender
encargada por su novia.
María estaba preocupada porque tanto Pedro como su hijo menor habían quedado en buscar a
Daniel cuando llegara a Tapachula. Pedro antes de irse para Estados Unidos le ofreció dinero a su
hijo mayor que vive en ciudad de México para que la acompañe a Tapachula a buscar a su hijo. Ella
pensó que Dios sabía lo que hacía ya que el hijo de Pedro era mexicano por lo que sería una ventaja
que fuera él con ella.
Se consiguió el boleto de avión antes de lo esperado ya que se pensaba que era para el día 23 de
junio y fue para el día 4 de junio. Había que estar en la Habana un día antes por lo que tenían que
apurarse en los preparativos para irse. El viaje en avión a la Habana desde la provincia Holguín solo
era los lunes miércoles y viernes por lo que ya no tenían tiempo para irse en avión. Álvaro fue a
buscar a Daniel a Guatemala, por su seguridad y la de Daniel no podía decir que se iba definitivo del
país ya que si alguien se enteraba o sospechaba algo todo podía fallar, le tuvo que decir a mima
como el le decía cariñosamente que Daniel iba a la Habana para buscar unos papeles que le había
mandado su mamá. Ella lo despidió con un fuerte abrazo, diciéndole lo mucho que lo quería.
Se fueron en una moto para la casa de Álvaro en Mayarí de donde debían partir, Álvaro fue a ver
a varios choferes de carros particulares pero ninguno tenía combustible, hasta que consiguió un
automóvil de renta de turismo, ellos mismos le dieron el PCR que ya estaba incluido su pago en los
16000 pesos. Cuando iban llegando a Holguín Álvaro comenzó a sentirse mal con mareos y nauseas
por lo que llegaron a la casa de su hermano donde le dieron un medicamento y un refresco mejoró.
Partieron desde Holguín para la Habana. María había hecho la reservación de un hostal en Managua
para justificar la estancia en el país como turista y le envió la reservación a su hijo por correo
electrónico. Estuvieron dos días en la Habana en la casa de un amigo de Álvaro. El viaje a Nicaragua
se retrasó dos horas, ella estaba muy preocupada porque ya era tarde y no tenía noticias de ellos. El
coyote que estaba en contacto con la persona que los iba a recoger la llamó para preguntarle a qué
hora llegaban o si ella tenía alguna noticia, lo que la preocupó más todavía y se hincó de rodillas a
pedir a Dios protección para ellos y control de todo. Ella leyó el salmo 91, cuando de momento sonó
su teléfono y se levantó bruscamente del piso. Eran ellos que le decían que habían llegado y que
todo estaba bien, que lo estaban esperando pero la demora fue porque Álvaro había tenido que
pagar una multa ya que él había entrado como turista en 2019 y se había ido por fronteras hacia
México, estuvo viviendo en Juárez, cuando pasó para Estados Unidos cayó preso y fue deportado
para Cuba.
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
ÁLVARO SE VA DE LA CASA
Pedro estaba presionando a María para que le dijera a Álvaro que buscara renta:
• Le tienes que decir porque fuiste tú quien lo trajo a esta casa, tú trajiste ese problema y tú lo
resuelves.
• No, yo no me atrevo, es muy delicado y orgulloso, sin decirle ya soy su enemiga, imagínate si
se lo digo yo. Dijo María.
• Dile que viene una familia de Liset y que necesito espacio o dile a tu hija que me envié un
mensaje y yo se lo reenvió.
• No puedo mentir así. No lo voy hacer. Respondió ella.
Daniel que estaba presente le dijo:
• Mamá como quiera se va enojar. Él hablaba mal de ti y de todos, es cierto que yo también
hablé perdóname, me estaba llenando la mente y poniéndome en tu contra. Hace rato que
venía hablando mal de ti, no es de ahora. La verdad que la hipocresía era tan grande que
por delante era una cosa llamándote hermana y por detrás te clavaba el puñal. Él creía que
era mi jefe, me daba por el hombro como si fuera mi papá y eso que tú no sabes todo lo que
le dijo a mi papá. Comentó Daniel.
• Pues yo estaba ciega con él, confiaba ciegamente en él. Pensé que era un verdadero
cristiano.
• Yo no puedo ver televisión, solo se puede ver lo que él quiere, series de narcos y escuchar
alabanzas todo el tiempo como si fuera cristiano de verdad, se la pasa orando de rodillas y
yo no sé a qué Dios le ora porque es un hipócrita. Llega y abre todas las ventanas con el frio
que hace, por eso no se me quita la tos, por todo me regaña. Le dijo Daniel.
María le envía un mensaje por telefono a Álvaro diciendo:
• Buen día. Ve buscando con tiempo una renta.
Álvaro llegó muy enojado del trabajo diciendo:
• Le voy a partir la cara a ese viejo. Que me lo diga él personalmente, Decía en tono agresivo.
Se refería a Pedro
Llamó por teléfono a su sobrino que estaba en Cuba y le dijo:
• Ellos son unos malagradecidos. Ese viejo me lo va a tener que decir en mi cara
• Tío ten cuidado con lo que vas hacer que te conozco
Daniel vino a ver a su mamá al cuarto y le dijo:
• Mañana te cuento cuando se vaya para el trabajo, está muy violento y tengo miedo a su
reacción.
María le escribe a Mónica y le cuenta lo que está pasando.
• Mira hace falta que tú le mandes un mensaje a Pedro diciendo que vienen unas primas tuyas
de Cuba por parte de padre y que van a ocupar el cuarto que él se lo reenvía a Álvaro ya que
él no le quiere decir directamente.
• Está bien dame tiempo y se lo mando, pero ya hace falta que se vaya. Dile a Daniel que se
quede esta noche en el cuarto mío y cierren bien las puertas que ese tipo esta medio loco.
Parece que el tiempo que estuvo preso en USA antes de ser deportado para Cuba lo
trastornó de la mente. ¿Pedro y Michel están en la casa?
• No fueron a casa del hijo de Pedro que vive por el aeropuerto, pero no te preocupes después
se les pasa la ira.
María le reenvía los mensajes a Pedro y este sin más rodeos le manda un mensaje a Álvaro
pidiendo que busque renta. Al día siguiente vino en el carro de su pareja y recogió todas sus
cosas, se fue sin despedirse y ni siquiera le dio las gracias, a María ni la llamó ni le mandó un
mensaje, estaba muy ofendido.
Su primo Jorge venía en la travesía por fronteras desde Nicaragua y cuando llegó a Cancún
cerraron las fronteras de México a USA. Los coyotes le cobraron un vuelo de avión de Cancún
a Torreón, pero con escala en el DF. Jorge llamó por teléfono a su prima María y le dijo casi
llorando:
• Chuchi estoy embarcado, no sé qué hacer, nos van a llevar para la frontera pero ya no tengo
dinero y ya no se puede pasar para Estados Unidos porque cerraron la frontera. A mí me van
hacer el trámite del parole pero mientras yo necesito tener donde quedarme. ¿Puedo ir para
tú casa mientras?
• Claro primo, no te preocupes, si vienes para el DF te vamos a buscar al aeropuerto. Le dijo
ella.
• Gracias prima, mami nos está mirando y nos cuida desde el cielo.
• Mira yo tengo una situación económica difícil en estos momentos porque gasté mucho
dinero para traer a Daniel pero techo y comida no te va a faltar. Lo que hay lo compartimos.
Pedro es el dueño de la casa y tiene sus reglas establecidas, él es Asmático y no permiten
que fumen dentro de la casa.
• Ah está bien, no hay problemas, así lo haré, no te preocupes.
La noche que llegó al aeropuerto lo recogieron en el carro de Pedro. María le mandó foto
del carro y él también envió fotos por WhatsApp a ella para que vieran como viera vestido.
Fue un encuentro muy emotivo después de muchos años. El y su prima conversaron mucho
de la familia y de los recuerdos, él le contó lo difícil que fue en los últimos días que su mamá
estaba postrada en cama donde hacía sus necesidades y le ponía suero para calmar el dolor
del cáncer en estado terminal. En la siguiente semana fueron A COMAR para su primo Jorge
iniciara el trámite de asilo en México.
Daniel comenzó a buscar trabajo, fue a un restaurante y llevó todos los papeles que le
pidieron pero nunca lo llamaron, fue al Oxxo más cercano pero tampoco lo aceptaron
porque todavía no tenía la residencia. Llegó a la casa llorando porque el si quería ese trabajo.
La madre intentó darle ánimo:
• No te preocupes a su debido tiempo todo llega, hay que tener paciencia, a ti no te falta techo
y ni comida.
A los pocos días le llegó el parole a su primo y viajó sin problemas para USA. En la casa se
quedó un amigo de él que todavía no le había llegado aunque un familiar ya se lo había
solicitado. Ese muchacho era buena gente y estaba desesperado por irse. Durante su estdía
en la casa tuvo un buen comportamiento y nunca hubo ningún problema. María inscribió a
Daniel en un gimnasio que había cerca de la casa. Él estaba muy entusiasmado con ir a
entrenar era un gran paso de avance, ya estaba más activo y a dispuesto hacer las cosas que
le pedía su mamá. Lavaba trastes, ayudaba a cocinar a su mamá, botaba la basura, barría el
patio, estaba más activo y alegre. Se levantaba temprano sin que nadie lo llamara.
Ella intentó buscar trabajo en otros lugares y consiguió en el DIF de especialidades pero
era por honorarios o sea que se ganaba muy poco dinero según los pacientes que viera pero
había otra pediatra que llevaba mucho tiempo trabajando y los pacientes ya la conocían.
Llegó su primer día en el DIF y el ambiente laboral era bueno, las personas muy tratables. La
segunda vez que fue la otra pediatra se llevó la llave del consultorio para su casa y el guardia
de seguridad se tuvo que subir en una escalera y saltar por una ventana para poder abrir.
Ella se la volvió a llevar y tuvieron que abrir de nuevo de la misma forma. María pensó que
era posible que la otra pediatra no quería competencia. Cuando ella fue a cobrar por los
pacientes que había visto también notó que en el mural informativo donde está la
información de los días que van los especialistas a dar consultas, le habían quitado los días
que iba ella y solo habían dejado los días que iba la otra, ella había visto cuando el
administrador del DIF puso los días que ella iba pero lo habían quitado.
Mónica y su mamá ya habían coordinado todo para sacar la nacionalidad mexicana con una
amiga del novio de Monica que les iba a cobrar barato por el tramite. Ella le dio 11 000 pesos
que tenía ahorrado para eso.
A ella siempre los laboratorios le daban becas para ir a los congresos de pediatría, lo que
era muy necesario ya que debía acumular créditos para no tener que repetir el examen de
Consejo Nacional Mexicano de Pediatría. En esos días estaba en el hospital Español en el
congreso donde recibía actualizaciones nacionales e internacionales de pediatria.
CAPÍTULO 48
ACCIDENTE INESPERADO
María tiene un sueño donde ve una pantera negra con ojos rojos que la persigue, ella
corre y se esconde en una casa, cuando ve que viene una leona también para atacarla, de
pronto la pantera negra con mucha furia rugiendo derriba una pared y entra en la casa para
devorarla, ella corre por toda la casa y sabe que si sale afuera, está la leona para atacarla,
de repente la pantera negra la ataca y se abalanza sobre ella por lo que se despierta muy
asustada y piensa que el sueño tiene un significado, le cuenta el sueño a su hija quien no le
da importacia.
Un viernes en la noche del 19 de mayo de 2023, llovía torrencialmente, terminando la
consulta iba a despedir a sus dos últimos pacientes, al salir estaba tratando de abrir el
paraguas para tapar de la lluvia a las dos niñas pequeñas, el paraguas se traba y no se puede
abrir, ella sigue intentando abrirlo pero en ese momento resbala rodando escalera abajo y
al caer no se podía levantar del piso, las dos madres de las niñas intentaban levantarla pero
no podían, estaba lloviendo muy fuerte, las tres mujeres llamaban a Pedro a gritos pero
nada, él estaba encerrado en su cuarto viendo televisor y no escuchaba. Ese día en la tarde
le habían llegado a María unos zapatos tenis PUMA por amazon, a ella le gustaron mucho
que decidió probárselos y se quedó con ellos puestos, estaban muy bonitos, eran de color
blanco, la goma nueva de los zapatos resbalaba mucho. Al rato de llamar a Pedro, este bajó
las escaleras y la levantó del piso pero ella no podía apoyar el pie derecho, con gran dificultad
llegó hasta el sofá, inmediatamente el pie se inflamó deformandose y poniendose morado
además del gran dolor que tenía. Pedro llamó a sus hijos, al principios ellos pusieron excusas
para venir pero no era una simple torcedura, todo indicaba que había una fractura compleja.
Llegó la hija con su novio. Luego su hijo menor en el carro de la novia. Ella le pide a la hija
que le traiga un zapato para el pie izquierdo, ella le trae otro zapato y se molestó por tener
que buscar el zapato que la madre le decía. Se la llevaron a la Cruz Roja, ella tenía dinero en
efectivo para pagar la consulta y la radiografía. El resultado del Rx muestra fractura de ambos
tobillos en varios fracmentos y luxación de la articulación. El médico general al ver la fractura
llamó al ortopédico para que la valore. Al ver la radiografía llamó a sus hijos y les dijo:
- Tiene una fractura compleja de ambos tobillos, el hueso peroné se metió en la articulación
que esta luxada y hay que operarla cuanto antes.
- ¿Y cuanto cuesta la operación? Preguntó Mónica.
- 30 OOO pesos. Le dijo el doctor.
- ¿Qué pasa si no se opera rápido? pregunta la hija.
- Tiene que operarse para que pueda caminar, si no se opera va quedar cojeando y con
mucho dolor de por vida. Dijo el ortopédico.
A María la inyectan para aliviar el dolor intenso e inmovilizan la pierna derecha con una
férula posterior. Mónica estaba preocupada y habló con su hermano para ver cuanto dinero
podían reunir. Regresan a la casa. Los hijos estaban buscando una opción más económica
para operar a su madre cuanto antes. Ella le escribió un mensaje a la directora del hospital
preguntando que si la podían operar gratis y la respuesta fue positiva. En la mañana ella le
pidió a Pedro:
- Llevame al hospital general de Naucalpan para ver si me operan aunque tenga que
comprar los insumos y la placa de tornillos.
- Ok vamos, dile a tu hijo Daniel que te acompañe.
Llegaron al hospital y su hijo buscó una silla de ruedas para pasar a su madre. Había una
gran cantidad de personas haciendo filas para ser atendidos y no la dejaban pasar. Como no
venía vestida con el uniforme y venía en silla de ruedas, no la reconocían, había trabajado
por 3 años en ese hospital. Miró al portero y le dijo:
- ¿No te acuerdas de mi?
- Ah si doctora, pase.
El ortopédico que trabajaba en su turno cuando ella estaba, se había ido del hospital, por lo
que ella pregunta en urgencias:
- ¿Dónde puedo encontrar al ortopédico de guardia?
- Está en el piso de arriba dando consulta. Le dijo la enfermera.
Ella iba guiando a Daniel, quien iba empujando la silla de ruedas hasta llegar a la consulta.
Al llegar le dijo al doctor:
- Vengo de parte de la directora del hospital doctora Guerrero, para ver si me puede
atender.
- ¿Y quién es ella? Preguntó en forma despectiva.
- Doctor la doctora Guerrero es la directora del hospital y ella es pediatra, yo la veía siempre
en la U.T.Q. Le dijo la enfermera.
María le mostró la radigrafía y este estaba comiendo unas galletas, ni la miraba, ni le hacía
ningún caso, hasta que al fin la tomó de malas ganas y dijo en tono rudo:
- Esto no sirve, hay que repetirla. Y las tiró en la mesa.
- Me puede dar la orden para ir a repetirme el RX. Le dijo ella.
- Vaya a urgencias. Contestó en mala forma.
Ella al bajar por la rampa le dijo a su hijo:
- Vámanos de aquí, ese hombre es un grosero y no me opero con él ni loca.
Cuando se dirigía ala salida del hospital la vio una señora de la limpieza que tenía buena
amistad con ella y le preguntó:
- ¿Doctora dónde ha estado? ¿Qué le pasó?
- Me fracture ambos tobillos.
- ¡Ay doctora! ¡Que se recupere pronto!
Al salir Darniel no vio un muro, tropieza, lastimandose el pie y casi se cae ella de silla. Cuando
Pedro la ve que sale tan rápido le pregunta:
- ¿Te van a operar o no? ¿Qué te dijeron?
- No vámonos y por el camino te cuento.
Se van en el carro para la casa y Pedro le dice:
- Cuentame. ¿Qué pasó?
- Ese médico es un grosero, me trató mal y aunque me opere gratis no me opero con él.
- Bueno hay que buscar una solución.
Ella estaba preocupada y le escribió por messenger a un ortopédico cubano muy
reconocido que vivía en República Dominicana. Le envia las fotos de las radiografías y él le
dice que hay que operarla cuanto antes porque puede quedar con secuelas. Ella le reenvia
los mensajes a su hija. Ella le dice:
- Ya conseguimos el dinero de la operación, solo faltan 3500 pesos. Ismael ya habló con la
doctora cubana que te va a operar en una clínica de Cuatitlan Izcalli y tienen todo coordinado
para operarte esta tarde.
Fueron los tres hijos con la madre para clínica, al llegar la doctora no había llegado. Ismael
se fue y se quedaron Monica y Daniel con ella. La preparararon para la cirugía, le pusieron
vendas en la piernas, venoclisis con antibióticos y les extrajeron muestras de sangre para
examenes de laboratorio. La doctora que la iba a operar vino a la habitación y le dijo:
- Hola, ¿Cómo estás? ¿Todo bién?
- Todo bien doctora, llevo 14 horas de ayuno.
- Después de operada debes estar de reposo en cama por dos meses y no vas a poder
apoyar el pie en ese tiempo, si lo apoyas en el piso antes, por la gravedad y la presión de tu
peso en el pie se pueden salir los tornillos del lugar y la operación va a ser en vano.
- ¿Y los tornillos cuando me los quitan? Preguntó ella.
- A los dos meses te voy a sacar dos clavos y el tornillo más grande pero la placa de titánio
con el resto de los tornillos se quedan de por vida, solo si se aflojan y tu organismo hace
rechazo del material hay que sacarlos. En Cuba los sacan pero aquí he visto que no. En diez
días tienes que venir a consulta para revisarte la herida. ¿Está claro todo?
- Si entiendo. Y miró a su hija que asintió con la cabeza.
Después de irse la doctora entraron en la habitación un enfermero y el camillero para
llevarla al quirófano. Tuvieron subirla en la silla de ruedas cargada por las escaleras ya que
el quirófano estaba en el tercer piso y no había ascensor. Afortunadamente ella no padecía
de ninguna enfermedad crónica. ,Le aplicaron anestesia epidural, a los pocos minutos sintió
que no podía respirar porque se les paralizaban los pulmones, le administran un
medicamento y mejora pero al rato vuelve a tener lo mismo y como la saturación de oxígeno
estaba bien, no le hacían caso pero ella si se estaba sintiendo mal, luego la sedaron y ella no
supo más hasta que sintió que la estaban acostando en la habitación donde escuchó la voz
de su hija pero no podía ver, poco a poco fue regresando. La cirugía demoró más de 4 horas.
Al día siguiente le traen desayuno, ella pasó 14 horas en ayuno antes de la cirugía ya que
decían que la iban a operar a las 4 pm y la operaon a las 10 pm. Luego de hacerles
radiografías le dan el alta. Su hijo menor la vino a buscar en el carro, el regreso a casa demoró
más de una hora, por el camino ella comenzó a sentir dolor en la pierna. Al llegar tenían que
subirla al segundo piso donde estaban los cuartos. Pedro dijo:
- ¿Por qué no la dejan abajo y que duerma en el sofá?
- No, no te das cuenta que solo hay un medio baño en el pasillo, está muy estrecho por lo
que Daniel no puede pasar conmigo para ayudarme, tengo que subir escalones para llegar
hasta allá, bajar un escalón en el baño y de regreso a la sala subir y bajar más escalones,
además no hay televisor en la sala y dormiría muy molesta en el sofá. Le dijo ella.
- Ah bueno, ustedes sabrán. Como quieras. Yo lo digo por mayor comodidad para tí.
- ¿Comodidad? Tú estás loco. Sería todo lo contrario. ¿Cómo voy a ir al baño? ¿ Dónde
me voy a bañar?
El hijo menor la subió cargada hasta el segundo piso donde estaba su cuarto con todas las
comodidades y con el baño al lado de la cama. Daniel tendría que dormir con ella en la cama
matrimonial, tendría que ponerla a orinar en la cama y traerle los alimentos. Esa noche no
pudo dormir en toda la noche por el dolor a pesar de que la habían inyectado y de tomar
varios analgésicos, la siguiente noche pudo dormir algo. Ella soñó que se paraba de la cama
y estaba caminando. Al verse en en ese estado sentía que la vida se le había paralizado
lloraba a escondidas todos los días, cuando su hijo Daniel bajaba a hacerle el desayuno y se
quedaba sola, ella aprovechaba para hablar con Dios y lloraba preguntándole:
- ¿Dios mio no sé por qué y para qué me pasó esto?, no lo puedo entender pero tú eres
sabio, soberano y apesar de todo yo sé que tu me amas. Solo te pido que sanes mi pierna y
me restaures, te pido paciencia para esperar estos dos meses que tengo que estar en cama.
Tú me has sanado de enfermedades incurables y de muchas me has librado, yo confio en tí
y en tu poder sanador, me sanaste de Migraña, de Ataxia, de Pre-eclampsia en mi primer
embarazo y de todos los padecimientos tanto a mis hijos como a mi.
La vida se le había paralizado. Las deudas comenzaron a crecer cada día ya que no tenía
ningún ingreso. A diario los pacientes la llamaban pidiendo consulta, ella se sentía sola y que
sus hijos no la querían, excepto Daniel que la atendía a diario, la trataba con amor y
paciencia, mientras que los dos hijos menores vivían con sus parejas y pasaban los días sin
que preguntaran por ella, eso aumentaba su tristeza ya que había sido una madre sacrificada
que todo lo daba por sus hijos. Le decía a Daniel:
- Mijo menos mal que te traje de Cuba, te imaginas que hubiera sido de mi sin ti.
Pedro se burlaba diciendo:
- ¿ Dónde está tu Dios? Según tú dices que te bendice y te ayuda. Yo no quiero esa clase
de bendición. Mirate como estás, mira como te tiene tu Dios.
- A pesar de todo, yo se que Dios me ama y me va a sacar de esta cama.Él me levantará
de esta cama. Decía ella.
- Sigue creyendo en ese ser místico, mira como te tiene. ja, ja, ja. Es un ser imaginario,
asesino de niños.
- Pero tú crees en fantasmas, en brujas y en espiritus de los muertos, en que te halan los
pies cuando estas dormido. Con razón no puedes creer en Dios.
Cuando él decía esa cosas ella temía por él, y pensaba que era el enemigo que hablaba a
través de él para desanimarla y para hacerla enojar por lo que se quedaba callada.Lo bueno
de todo eso es que su hijo iba aprender a cocinar y a atender una casa por si un día se
quedaba solo, sería más independiente.
Aunque Daniel no sabía cocinar, hacía el esfuerzo, muchas veces ella se quedó sin comer
porque le quedó muy salado, o el arroz quedó empegotado o se quemó la comida, le traia
el café y la leche demasiado dulce. En una ocasión con las manos llenas de perfume le cortó
una manzana,era horrible el sabor a perfume, siendo la última que quedaba no se la pudo
comer. Ella no le decía nada, ni reclamaba por nada ya que él la tenía que poner hacer sus
necesidades, la ayudaba a bañarse por lo que cuando alguna comida le salía bien ella lo
halagaba. Era un muchacho jóven y cualquiera en su lugar se hubiera fastidiado.
María extrañaba ver su jardin y le pedía a Daniel que le tomara fotos y videos de sus plantas.
Ella amaba la naturaleza, se sentía muy feliz cuando veía una rosa florecer o un fruto de los
que cultivaba. En un pequeño espacio del jardín tenía fresas, tomates, pimientos, tres tipos
de chile, plantas medicinales como : Menta, Hierba buena, Romero. Había un manzano y
dos de aguacate. Todos los días las regaba y se pasaba tiempo contemplando sus flores y los
retoños nuevos. Sentía que las plantas eran parte de su vida. Cuando Pedro no estaba en la
casa le pedía a su hijo Daniel que le subiera el gato al cuarto para verlo. Su esposo detestaba
a los gatos y cuando dejaban la puerta de la cocina abierta el gato curioso al fin pasaba
dentro de la casa, él se enojaba mucho y le lanzaba con fuerza la chancleta pegandole al
indefenso animal. Mónica a escondidas cuando él no estaba subía al gato a su cuarto.
Ella contaba los días hasta que llegara el día en que le sacarían de la pierna el tornillo más
grande y dos clavos largos dejando una placa con varios tornillos hasta ese momento no
podía comenzar a caminar con muletas apoyando la punta del pie. Se pasaba el día de la
cama a un sillón que estaba al lado de la cama, ya había visto varias series en neflix y varios
videos de diferentes temas, su favorito era de onni y de historia.
El hijo menor la venía buscar para llevarla a la consulta en Cuatitlán Izcalli, él la tenía que
bajar cargada de su recamara que estaba en un segundo piso, además de su peso, el yeso
pesaba. Desde su casa a la clínica era más de 1 hora y con tráfico más. Tenia que ir a que le
revisaran la herida que estaba bien pero a los pocos días comenzó con fiebre por lo que
decidió tomar antibiótico, era el tercer ciclo de antibióttico después de la operación, luego
a los 15 días le quitaron los puntos, a los dos meses le sacaron el tornillo más grande y dos
clavos largos.
Ya podía comenzar a caminar con muletas apoyando la punta del pie, los 15 días siguientes
tendría que apoyar la mitad del pie y los ultimos 15 día apoyar el pie completo con una
muleta. La doctora le indicó cuales eran los ejercicios que tenía que hacer ya que ella no
tenía dinero para pagar la rehabilitación. Ella buscó en internet ejercicios de rehabilitación
para pacientes postoperados de lo mismo que ella y encontró videos donde explicaban las
3 fases de la rehabilitación, comenzó a caminar con andaderas apoyando la punta de pie, el
primer día que se paró de la cama para salir a dar los primeros pasos, sintió mareos por lo
que retornó a la cama ya que pensó que iba a caer, todos los días daba pequeñas caminatas
desde su cama al cuarto de la hija que estaba al final del pasillo, al llegar a la recámara de la
hija se sentaba en su cama para agarrar aire pues se fatigaba mucho al inicio. Comenzó hacer
los ejercicios de la segunda fase, se agarraba del marco de la ventana de su cuarto y apoyaba
el pie completo, eso le causaba un dolor intenso, le temblaban las piernas pero se decía a si
misma que tenía que aguantar porque necesitaba caminar lo antes posible, ponía en el
televisor música alegre y motivadora como reggae Meló de Carla Cintia. Luego le
comenzaron unos dolores intensos en la columna que no se podía mover en la cama ni
levantarse.
Cuando ella comienza a caminar Pedro regresa al cuarto a dormir y le pide a su hijo Daniel
que se vaya para el cuarto de afuera. La primera noche fue horrible ya que él roncaba muy
alto, que se escuchaban los ronquidos en toda la casa y se levantaba a orinar varias veces
en la noche por lo que despertaba a María tirando la puerta del baño que estaba dentro del
cuarto frente a ella y hasta se sentían fuertes sus pisadas en el piso de madera. Él se dio
cuenta que ella no había podido dormir, se enojó y se fue del cuarto. Ella le preguntó al
llegar la noche:
- Pedro ¿Por qué no vienes a dormir para el cuarto?
- Tú sabes cuando voy a volver. Nunca. Le gritó con rabia.
Tuvo que silenciar las llamadas ya que de el banco la llamaban constantemente por las
deudas acumuladas y cada vez más crecientes ya que le iban aumentando los intereses. Ella
pagaba todos los servicios de la casa y tenía sus cuentas domiciliadas, más la deuda que
tenía para traer a su hijo Daniel. A los 5 días comenzó a caminar sin andaderas, tenía miedo
bajar las escaleras, con la ayuda de Daniel bajó las escaleras y se sorprendió porque podía
subir sin dificultad, luego bajaba sin ayuda poco a poco escalón por escalón, al bajar sentía
dolor en la rodilla y en el pie pero bajaba diciendo algo positivo en cada escalón, decía:
- Yo soy vencedora, yo soy saludable, nada me duele, soy prospera, soy abundante, estoy
llena de la gracia y el favor de Dios, tengo paz y alegria, estoy llena del poder sanador de
Dios, estoy llena del amor de Dios.
Aunque sintiera dolor ella daba gracias a Dios porque nada le dolia, al parecer era mágico
decir eso porque el dolor desaparecía, ella creía que las palabras tenían poder para bien o
para mal. Cuando sentía desánimo o que no tenía energía ni fuerzas para continuar, decía
en voz alta:
- Vamos que tú si puedes. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Soy más que
vencedora en Cristo Jesus
A la semana decidió comenzar a dar consultas en la casa en su consultorio privado, pero
debía comenzar poco a poco a recuperar sus pacientes que ya algunos se habían ido con
otro pediatra. Al principio se le inflamaba la pierna hasta la rodilla, y se le ponía morada pero
estaba feliz de poder comenzar con su vida de nuevo. Lo primero que hizo fue ir al jardín
para ver sus plantas, el gato se alegró de verla y cuando ella se sentaba en la cocina el michi
se le sentaba en las piernas y pasaba su pata por encima del tobillo operado. Ya tenía dinero
para comprar alimentos y para pagar lo que necesitaba, ahora podía comer lo que le gustaba
y cocinarse a su gusto.
Pasaron los días y volvió a dar consultas en la clínica de especialidades DIF, era otra fuente
de ingresos, se sorprendió porque después de tanto tiempo sin dar consulta tenía 6
pacientes citados. Allí el ambiente laboral era bueno, la recibieron con mucha alegria.
Habían días que ella se olvidaba de lo que le había pasado y se ponía a caminar mucho,
además hacía todos las labores del hogar como limpiar toda la casa, que era muy grande, 3
baños, 5 habitaciones, sala de espera de los pacientes, consultorio amplio, comedor y
cocina, además barria el patio y los dos garajes.
Después de tanto trajinar, en la noche le dolía la columna muy fuerte que no se podía ni
mover, ni levantar de la cama, la pierna se le inflamaba menos con el paso de los días pero
no le dolía, lo que la estaba molestando era el dolor intenso que tenía en la columna, a veces
pensaba que cuando la bajaron del tercer piso donde la operaron, bajo anestesía, ya que no
había ascensor en la clínica, si algún mal movimiento le había lastimado la columna ya que
antes nunca había sentido esos dolores. Siempre después del descanso de la noche
amanecía bien sin ningún tipo de dolor ni inflamación. Todas las noche antes de dormise
oraba a Dios pidiendo protección y bendición para sus tres hijos.
En el mes de agosto recibe una invitación por el laboratorio reckitt y Mead johnson para ir
a un congreso internacional de pediatria que sería en Tulún Cancún en el mes de octubre,
ella dudó que podría ir y habló con la doctora que la operó para pedir su consentimiento y
la respuesta fue afirmativa pero que tendría que ir con bastón para su mayor seguridad.
Cuando ya estaba cerca la fecha le piden confirmación de su asistencia para mandarles los
boletos de avión ya que era con todos los gastos pagados incluyendo transporte del
aeropuerto al hotel, hospedaje y comida. Al comentarle a la hija sobre el viaje ella le dice:
- Mira mejor no vayas.
- Pero la doctora me dijo que yo si podía ir, solo que llevara el bastón. Le respondió María.
- Bueno si te pasa algo por allá sola va a ser un problema para nosotros, sobre todo para
mi. Además yo tuve un sueño muy malo, antenoche soñé con Ismael y me desperté llorando,
anoche soñé contigo y estuve llorando toda la madrugada.
Un día antes le avisan del viaje y ella estaba confiada de que era después del día 20 de
octubre y era el día 11 que debía viajar por lo que ella se estresó mucho ya que no tenía
nada preparado y por otro lado la hija la había asustado con un sueño malo que tuvo con
ella, tambien se había enojado porque la madre le pidió que le hiciera el favor de mandarle
el check in al telefono y ella se molestó diciendo:
- Yo estoy muy ocupada, además no deberías ir a gastar dinero sabiendo que yo tengo
deudas en la universidad, que debo 3 colegiaturas, incluso no he podido realizar dos
examenes ya que la página está bloqueda hasta que pague.
- Pero quien te dijo que yo voy a gastar dinero si todos los gastos estan pagados. Respondió
la madre.
María triste al ver la negativa de su hija, abrió su laptop buscando el número de vuelo y la
página de Viva aerobus para hacer su check in, y en ese momento recibe un mensaje por
whassap de su hija que se lo envia y le escribe debajo de este, que no la moleste más. A ella
se les salen las lágrimas sintiendo gran tristeza. Pensaba en todas las veces que la hija le
pedía dinero y ella aunque se quedara sin nada mandaba a su hijo Daniel al Oxxo para
ponerles el dinero, aunque fuera de noche o estuviera lloviendo. Y desde niña todo lo que
le pedía ella surcaba mar y tierra pero se lo conseguía.
La noche antes del viaje ella estaba preocupada, no pudo conciliar el sueño en toda la
noche pero si iba al viaje aunque tenía mucho miedo, le oró a Dios
El viaje fue maravilloso, como andaba con bastón todas las personas a su alrededor la
ayudaban, cuando fue a bajar del avión un joven sobrecargo le ayudó con la maleta y la
agarró por su brazo mientras bajaba la escalera del avión. Al bajar le estaba un bus
esperándolos, la ayudaro a subir al bus y le dieron un asiento cerca de la puerta. Saliendo
del aeropuerto los estaban esperando con una pancarta con el nombre de los dos
laboratorios patrocinadores del congreso, la llevaron a una Vans al hotel, la primera
habitación donde la llevaron estaba sucia, el guia llamó a la recepción y la cambiaron para
una suit, muy confortable, frente a la playa, con una vista hermosa, la nevera estaba llena
de bebidas de todo tipo, galletas, papas, té y diferentes capsulas de café. Era muy relajante,
realmente lo necesitaba. Tenían comida gratis en cualquier restaurante.El primer día fue a
un restaurante asiático y la comida era exquisita. Cada día comia en un restaurante distinto,
la ateción y la comida eran de muy buena calidad. En el auditorio donde iba a recibir las
conferencias habían mucha comida tipo bufet. La clausura fue espectacular, les sirvieron
comidad Gurmet. Fue una experiencia inolvidable.
Pedro esperaba que le llegara la homologación de ella en España, tenía planes de viajar con
ella para dejarla abandonada en ese país. Insistía mucho en que ella se fuera aunque no le
hubiera salido la homologación, eso la angustiaba ya que no quería dejar a su hijo Daniel
solo en México después de tantos años de estar separada de él. Siempre que hablaban de
eso discutían y por muy inguenua que era ella ya comenzaba a sospechar por qué tanta
insistencia de que debía irse aunque no tuviera sus títulos homologados.
Al regresar a casa comienza a recuperar a sus pacientes. Su pierna operada cada día estaba
mejor, no necesitaba usar bastón tenía más estabilidad al caminar, subía bien las escaleras
pero toda todavia tenía dificultad para bajar.
La hija de Pedro todos los días lo llamaba para ir en su camioneta a buscar a su hijo a la
escuela y para hacer sus mandados, cuando María le pedía el favor de que la llevara algun
lugar nunca podía ya que siempre andaba ocupado con la hija, luego regresaba en la noche.
a veces le pedía prestada la camioneta por una semana y el padre tenía que andar a pie o
pagar DIDI. En ocaciones se iba a COSCO con la hija y María se daba cuenta porque llegaba
a la casa y se comenzaba a probar las ropas que se había comprado, unos pantalones
deportivos de hombre que no le quedaron bien se los regaló a ella que luego se lo daria a su
hijo Daniel. Los fines de semana se iba a la casa de su hijo mayor donde amanecia jugando
ajedrez. Al pricipio ella lo acompañaba pero tenía que dormirse aburrida en el sofá de la
casa por lo que ya no quería ir con él. María sentía que ya él le estaba dando de lado, ya no
la invitaba al cine, ni a comer, ni a un café. Ya se estaba sintiendo sola.
María vio un video donde decían que tener cuadros con cuchillos o espadas era malo y
que siempre en esa casa habría discordias, pleitos y discusiones por lo que decidió quitar el
cuadro de la sala que tenía dos espadas cruzadas y guardarlo en la cobacha. También había
un cuadro con una espada en la entrada de la casa pero ese no lo quitó. Cuando Pedro
regresó de Veracruz al ver que no estaba el cuadro en la sala se enojó mucho, recogió todos
los cuadros de fotos de él y su familia. Y cuando vio que el cuadro estaba en la cobacha se
enojó más. María no entendía por qué él había quitado todos los cuadros de su familia y
también quitó las fotos de ella y sus hijos. Él le reclamó a ella:
- ¿Por qué quitaste el cuadro de la sala?
- Porque vi un video que tener eso en la casa trae pleitos y problemas. Yo quiero haya paz
y arminia.
- Pues habrá guerra porque con eso me has ofendido, ese cuadro representa a mi apellido,
tiene un valor grande para mí, además de ser carisímo. Tú no tienes idea de cuanto me costó,
- Bueno yo no lo hice por nada malo, ni para ofenderte, nunca pensé que por un cuadro
te pondrías así. No sabía que significaba tanto para tí, disculpame.
- Mira tú y yo no podemos seguir juntos, eso que hiciste es una gran falta de respeto hacia
mi, hacia mi familia y a mis ancestros. Lo mejor es que tú cojas por tu lado y yo por el mio.
María se quedó callada pensando ya que tantas veces le había dicho que se iban a separar
y a las horas ya estaba contento como si no hubiera dicho nada, que ya ni le hacía caso. Solo
había que poner el cuadro donde estaba y ya.
CAPÍTULO 49
ABANDONO DE PEDRO
Su hijo menor la invitó a ella y a él a pasar navidad en la casa de su pareja ya que en la casa
no se había hecho nada. Pedro le dijo que se iba a Veracruz, a resolver un asunto de negocios
lo que no era verdad, se fue con su hija mayor, todo el camino ella le estaba hablando mal
de María, sembrando cizaña, convenciendolo de que se separara de ella. Pasó la navidad
con la madre de su hija y realmente la hija siempre quizo que él volviera con ella, no por
amor sino por interés material sobre todo para adueñarse de esa casa. María le envió un
mensaje de whatsapp preguntándole:
- ¿Ya llegaste? ¿Cómo fue el viaje?
Pero no le respondió, eso le preocupó a ella ya que eso nunca había pasado y se imaginó
que la dosis de veneno todo el camino era alta y por eso no le contestaba. Al día siguiente
ella le vuelve a enviar un mensaje:
- Buenos días, ¿Cómo te va? ¿Llegaste bien?
Tampoco le responde a pesar de que ella lo ve conectado, ya que se había conectado varias
veces después del mensaje de la noche anterior. Se dio cuenta que algo andaba mal porque
antes de irse no habían discutido por lo que no había ninguna razón para que él no le
contestara los mensajes. Allá estaría constantemente recibiendo comentarios negativos
sobre ella por sus tres hijas. Al regresar se muestra muy cariñoso pero todos era fingido, era
parte del plan y para que ella no sospechara nada. Le dijo:
- Urgentemente hay que salir de esta casa, yo aquí no me puedo quedar ni un día más ya
hay que mudarse porque corremos peligro.
Él había hecho muchas trampas en sus negocios y le hacía creer a María que había que
salir uyendo de esa casa aunque la realidad es que era un plan que tenía con sus hijas para
sacarla a ella y a sus hijos de ahí, como él se dio cuenta que el plan de dejarla abandonada
en España ya no era posible porque María se negó a irse sin homologar sus títulos, tenía que
engañarla diciendo que se tenían que mudar lo más pronto posible. Inesperadamente le dijo
a María que se tenía que mudar en 2 días. En todo momento ella pensaba que él se mudaría
con ella, no se dio cuenta que cuando fueron a comprar un sofá cama para que durmiera
Daniel en la sala, el se negó diciendo:
- Daniel pesa mucho, después que cuando él trabaje que se lo compre.
- Pero está muy barato, mira hay de dos tipos, además y mientras dónde va a dormir?
Insisistía ella.
- Después vemos eso. Decía él.
Él planeaba deshacerse de ella y que se fuera con sus hijos de su casa, ya las hijas lo habían
convencido. Quizas nunca la quiso y la usó para olvidar a la joven madre de sus hijos que lo
traicionó con otro hombre. Su hija Mónica se lo decía que él la iba a dejar pero ella estaba
ciega, pero ella no lo podía creer. María no estaba preparada para esta ruptura, no tenía
dinero guardado y iba a perder la única fuente de ingreso que tenía, que era el consultorio
que tenía en la casa. Durante 4 años habia aumentado el número de pacientes. Con lo que
ella ganaba allí era sufciente para vivir holgadamente. Dos meses atrás cuando él cobró una
gran suma de dinero, le prometió a ella comprarle unas botas de marca que nunca compró,
también la llevó con un odontologo donde él se estaba haciendo la prótesis dental para que
la atendieran, al pricipio les dijo:
- No te preocupes por lo caro porque yo te los voy a pagar.
- Bueno de verdad te agradezco. Le dijo ella.
Ella pensó que después se arrepentiría y al final la dejaría pagando a ella, como había
pasado en ocasiones anteriores con otras cosas. Eso le ocasionó a él una gran discusión con
su hija ya que la hija no quería que el gastara ni un peso con ella pues su objetivo era que la
dejara y que se fuera ella con sus hijos de la casa de su papá. El había dado un adelanto y
ella comenzó a asistir al dentista, cuando pasó una semana, él le dijo:
- Tienes que terminar de pagarle al dentista.
- Pero yo no tengo dinero ahora y tu me dijiste que lo ibas a pagar. ¿Por qué no me lo dijiste
antes de comenzar con la consulta?
- Bueno bastante yo hice que pagué una parte.
- Esta bien te lo agradezco pero debiste hablarme claro desde el principio para planificarme.
A ella le preocupaba que llegara el día de pagarle al dentista y que todavia no tuviera el
total del dinero que faltaba ya que ella seguía pagando todos los gastos en la casa. Por suerte
le llegaron varios pacientes y pudo completar el dinero. Todos los días después que salían
los pacientes que el sabía que ella había cobrado la consulta él entraba al consultorio y le
decía:
- Guarda dinero María no malgastes
- Pero de que forma voy a poder ahorrar si tengo que seguir pagando los servicios y la
comida en esta casa.
- Bueno es la comida que se comen tus hijos y es justo que pagues los servicios porque tu
no pagas renta porque yo pongo la casa.
- También es la comida que tú te comes y tú sobrino en ocasiones que yo lo invito.
Respondió ella.
Él constantemente estaba presionando para que se mudara y cuando le dijo:
- ¿Ya buscaron un departamento? Pasado mañana es la mudanza, tienes que comenzar a
empacar que ya el flete está pagado y al siguiente día mi hija se muda para acá por lo que
tenemos que tener la casa desocupada.
- ¿Pero de que voy a vivir si no tengo más trabajo que no sea aquí en la casa?
- No sé María. Tú tienes una profesión.
Al principio que abrieron el consultorio, ella tenía que darle a Pedro la mitad del dinero de
los pacientes. Siempre él estaba velando que llegara un paciente para cobrarle a ella,
también le revisaba el libro con el registro de pacientes, contandoles los pacientes vistos
cuando él no estaba, sumaba sacando cuentas para decirle a ella cuanto había cobrado y le
decía abriendo su mano derecha:
- Págame.Tú no pagas renta por este consultorio y gracias a mi lo tienes ya que tuve que
sacrificar parte de mi sala de la casa. Lo equipaste con el dinero de la venta de mi auto.
- Si yo sé que no pago renta ni por el consultorio ni por la casa. Soy tu inquilina que pago
la renta pagando todos los gastos de la casa, mientras que tu dinero de la renta del
apartamento y la pensión son para tus gastos personales pero cuando no has tenido te he
comprado hasta las tabletas de la presión. Y en cuanto a que pagaste los muebles del
consultorio, ya yo lo pagué hace rato con todo lo que me has cobrado de las consultas de
los pacientes. Ni tampoco fue todo el dinero de la venta del auto ya que tú lo gastastes en
otras cosas.
- Me dabas dinero por los pacientes al principio. Mira María lo mejor que hacemos es
separarnos.
- Bueno eso me lo has dicho en varias ocasiones pero después me hablas como si nunca
lo hubieras dicho, haces planes a futuro conmigo y que nos vamos a España, dices que para
soportarme a mi hay que quererme mucho y que si no me quisieras hace rato me hubieras
dejado por eso me confudes.
- Comienza a recoger ya porque hay que mudarse mañana. Le dijo él.
- ¿Cómo así? ¿Por qué tan de repente?Pero no estoy preeparada Mónica está de guardia
y ella dijo que me puede ayudar el fin de semana, también Ismael está trabajando y no me
puede ayudar hasta el sábado
- No sé, pero hay que irse ya
Ella sintió un mareo, se le nubló la vista y cayó al piso, por suerte no se golpeó la pierna
operada. No esperaba que se tuviera que ir tan de repente sin tener dinero ahorrado en un
pais donde no tenía familia ni a quien recurrir a pedirle ayuda. Realmente no estaba
preparada para algo como eso. Él le había prometido que la mantendría mientras ella
consiguiera trabajo pero todo era mentira. Él la iba abandonar a su suerte y no le importaba
lo que pasara con su vida. Después que ella le había sido fiel, lo había atendido siempre que
se enfermaba, cuando le dio COVID 19, ella lo inyectaba, lo nebulizaba y checaba su
saturación de oxígeno como si estuviera internado en un hospital. Había ayudado a sus
nietos con leche, medicamentos y consultas gratis a cualquier hora.
Hasta el día que se mudó al apartamento ella estuvo engañada por él, le había dicho que
iba a Veracruz a un negocio, luego al regresar la vendría a ver. Cuando la llevó por ultima vez
al apartamento se mostró muy carñoso, se veía muy alegre y le dijo que cuando regresaran
se iban a España juntos, todo era fingido para que ella no sospechara, ni le reclamara por
nada. Cuando venía con él en su camioneta notó que habían borrado su teléfono del
Bluetooth del carro. Él le dijo que su hija no estaba de acuerdo con su matrimonio con ella
y Mónica también pero que ellos se irían lejos de todos ellos.
Era un apartamento pequeño de 2 cuartos en un tercer piso. Ella subía bien las escaleras
pero todavia tenía dificultad para bajar. El lugar era hermoso, en la mañana se veían las
ardillas como bajaban y subían por los cables y pasaban de un árbol a otro, habían,
palomas,cuervos y muchos pájaros, los jardines eran cuidados por la administración del
unidad. Había una cancha de baloncesto, una de futbol, un gimnasio al aire libre. También
dentro de la unidad había un pequeño centro comercial donde habían tiendas,
lavanderia,restaurantes, peluqueria, barberia, farmacia y todo tipo de servicios. Además
había un local donde bailaban zumba, hacían actividades recreativas y en otro local
practicaban artes marciales. También varios parques infantiles. Dentro había una escuela
primaria y una guarderia. Los garrafones de agua de beber se los traian hasta la puerta del
apartamento. Los sábados se ponía un tianguis en la calle del frente. Los fines de semana
pasaban cantando rancheras o tocando algún intrumento musical, otros vestidos de indios
tocando el tambor y un silbato, algunos vecinos le arrojaban monedas. Saliendo de la unidad
estaban las amburgesas de Sotelo, la panaderia el Globo, al lado habían varias taquerias, en
la esquina 7 eleven, en la otra esquina un Oxxo, frente a la calle un parque para caminar y
actividades al aire libre. Otra cosa buena era que los servicios eran muy baratos.
María comenzó a buscar trabajo en varios hospitales gastando el poco dinero que le
quedaba en pasajes, aplicaba por internet y ya había ido a varias entrevistas, pero en
ninguno la contrataban, no sabía si era por su edad o por ser extrajera aunque era residente
permanente. Las plazas fijas o las bases se compraban con mucho dinero. Comenzó a
escasear la comida por lo que decidió llamar a Pedro pero este le dijo:
- No me molestes más, estoy muy ocupado en mis asuntos, ahora me encuentro en Xalapa.
En ese momento suenan las campanadas del reloj de pared, ella identifica el sonido y le dice:
- Ya veo que estas en la casa.
- No yo me traje el reloj a Xalapa. Mintió él.
- ¿Entonces ya no puedo contar más con tu ayuda? preguntó ella.
No hubo respuesta, un silencio era la respuesta a su pregunta. En ese momento fue que
ella entendió que él la había abandonado. Hasta ese día ella tuvo la esperanza de que él la
viniera a buscar pues le había dado a entender que todavía seguían juntos. Mónica su hija
desde los últimos días que estaban en la casa de Pedro se lo decía pero María no lo creía y
nunca se dió cuenta que eso iba pasar. Luego de eso dejó de dormir, pensaba mucho, no lo
podía creer, se despertaba en las madrugada llorando y ya no dormía más, lloraba cuando
se estaba bañando y cuando se quedaba sola en el departamento porque no quería que sus
hijos la vieran llorar. Mientras oraba a Dios, lloraba y se le entrecortaba la voz por el llanto
que no le salian las palabras. No veía un plan a futuro, perdió el deseo de seguir viviendo
pero no quería morir sin dejar a su hijo Daniel encaminado.
Una amiga que todos los días pasaba por la casa la llamó por teléfono para preguntarle
como estaba y le dijo que la camioneta de Pedro y la de su sobrino siempre estaban allí en
la casa, asi que era confirmado que estaba en la casa y que no se había ido a ninguna parte,
todo era un engaño para llevar a cabo su plan macabro. Ella se deprimió, lloraba mucho y
no podía dormir bien, se despertaba en las madrugada y lloraba. Pedro la había abandonado
sin ningún motivo y había perdido su única fuente de ingresos que era el consultorio privado
que tenía en la casa, como se había cambiado de ciudad también había perdido a todos los
pacientes que durante 5 años había acumulado. El trabajo estable que tenía en el hospital
público lo había dejado por la insistencia de él, todos los días cuando ella llegaba le decía:
- Tú tienes que dejar ese trabajo, te van a botar, además yo necesito a una mujer aquí en
la casa para que me atienda y me sirva el café cuando yo se lo pida.
- No me van a botar ¿Por qué tu dices eso? Respondía ella que ya estaba cansada de que
a diario él insistía con lo mismo.
- Tú ganas más aquí en el consultorio, tranquila en la casa, no tienes que gastar en
transporte, te levantas a la hora que quieras y estas perdiendo pacientes que te piden
consulta cuando estás alla.
- Pero yo no puedo dejar lo seguro y le estoy pagando la carrera de medicina de Mónica
Tanto fue que María cometió el grave error de dejar el trabajo en el hospital que después
se arrepentiría pero ya no había vuelta atrás. La otra causa por lo que estaba deprimida era
porque había llevado su curriculum vitae a casi todos los hospitales de la ciudad donde le
daban falsas esperanzas y nunca la llamaban, también aplicaba por internet en todos los
hospitales que buscaban pediatras, de tantos a los que aplicó la llamaron para dos
entrevistas pero después de las entrevistas nunca más la llamaron, eso la estaba haciendo
perder las esperanzas y se preguntaba por qué si su curriculum era muy bueno ya que estaba
sobrecalificada no se le abrian las puertas para conseguir trabajo.
Llegó el momento que comenzaron a escasear los alimentos y no tenía dinero, se acercaba
el día de pagar la renta por lo que estaba muy preocupada y decidió que tenía que vender
los muebles del consultorio, carteras y zapatos en facebook por marketplace. La hija le dijo:
- Tú estás loca, eso es muy peligroso aquí en México, acuerdate como le robaron a Ismael
cuando fue a vender su telefono a Bellas Artes, no te arriesgues. No venda los muebles del
consultorio. Tú no piensas volver a montar tu consultorio privado algún día. No te van a dar
mucho dinero por eso ya que son de uso y vas a perder.
- ¿Qué hago entonces?¿Y que vamos hacer para pagar la renta? ¿Cómo vamos a sobrevivir?
- No te desesperes, ya Dios proveerá.
Una paciente vino a visitarla y les trajo varias cosas de comer. Cuando pasaron quince días
ya se estaban quedando sin nada, vinieron los padres de un paciente y le trajeron un
mercado grandisimo que le duraría por dos meses o más. Eran varias bolsas y cuando
comenzó a sacar las cosas no cabian en la mesa del comedor.
Ella los viernes en la mañana iba al DIF de especialidades a dar consultas, se enteró que la
otra pediatra al saber que iban a descontar el SAT del salario, pidió la baja y se fue, quedando
dos días disponibles sin pediatra en la clínica, entonces María habló con la directora para
que le permitieran dar consultas los demás días. Aunque lo que pagaban era muy poco, ya
que el DIF tambien descontaba una parte del dinero, entre ella y lo que le cobraba su hijo
Daniel completaban para pagar la renta y comprar comida. Su hijo Daniel estaba trabajando
de guardia de seguridad en una plaza y llegaba todos los días quejandose de dolor en los
pies y en su espalda.
Dios nunca la desamparó porque cada vez que se estaba quedando sin comida llegaba
alguien con una despensa, en el DIF una amiga le compraba comida y la llevaba en su carro
ya que vivía cerca de ella. Un día al entrar en el consultorio del DIF, se sorprendió mucho
cuando vio en su escritorio una canasta llena de huevos, pensó que Dios no la había
abandonado y que realmente la amaba.
Al regresar Daniel tarde en la noche de su trabajo, al bajarse del bus, el conductor arrancó
acelerando y este cayó en la calle dando tres vueltas, dos señoras al ver que no se podía
parar lo ayudaron a incorporarse y le preguntaron:
- ¿Estas bien? ¿Llamamos a una ambulacia?
- No, no es necesario, gracias. Dijo Daniel.
Cuando llegó a la casa estaba frio y temblaba, se quejaba de mucho dolor en el brazo
derecho y no lo podía mover, la madre lo examinó y sospechó que tenía fractura. Lo inyectó
y el dolor cedió pero a las 2 horas cuando pasó la reacción de la inyección y de los
medicamentos que ella le dio, el dolor volvió, esa noche no pudieron dormir ninguno de los
dos, a media noche Daniel se sentó en la cama quejandose del dolor y decía llorando y
quejándose del dolor:
- Mami ayudame por favor. Mañana me llevas al hospital.
María se conmovió por ver el sufrimiento de su hijo y sintió ganas de llorar pero no podía
demotrar debilidad delante de su hijo. Se levanto y le dio medicamentos para el dolor y le
dijo:
- Si no se te alivia te vuelvo a inyectar y mañana a primera hora nos vamos para que te
vea el ortopédico en el D.I.F.
Pero se alivió y pudo descansar algunas horas, ella no durmió nada estaba preocupada no
solo por la probable fractura sino porque si su hijo no podía trabajar como iban a pagar la
renta y la comida. Oraba a Dios llorando:
- Dios tu dices que no pondrías más carga que yo no pueda soportar, perdoname por
todo lo malo que he hecho, no entiendo lo que está pasando con mi vida pero tu eres
soberano, yo sé que en medio de la prueba tu has puesto personas maravillosas en mi
camino que me estan ayudando mucho, yo sé que son ángeles enviados por ti y que tú nunca
me has desamparado.Te pido que restaures los huesos de mi hijo.
A ella le gustaba hacer pasteles, cuando Daniel y ella se estaban comiendo un rico pastel
de manzanas se acordo que era el pastel favorito de Pedro y le dijo a su hijo:
- Está riquísimo. Seguro que él se debe estar acordando de mí, siempre que me pedía que
le hiciera este pastel yo se lo hacía.
- Claro que se acuerda de tí y te debe extrañar mucho pero él es muy orgulloso, seguro
que está esperando que seas tú la que lo llames primero.
- Bueno ya no tiene a su enfermera que lo cuide, lo inyecte y le de medicamentos cuando
se enferme, a quien le cocine, le lave su ropa, mantenga limpia la casa, lo atienda y sobre
todo quien le pague todos los servicios y compre la comida. Le respondió ella.
- Debe estar arrepentido.
María le está reclamando a su hijo menor de que no la viene a ver ni le pasa mensajes y
que si ella no le escribe no sabría nada de su vida. Su hijo le dijo:
- Ya deja el drama, ya sé que te duele que Pedro regresó con la madre de la víbora, pero
eso no tiene que afectarte,
- No, claro que ya no me importa. Dijo ella aunque por dentro sintió un dolor profundo en
su corazón, sentía una sensación mala en el estómago y fue al facebook para ver el video
donde salían ellos muy felices donde la agarraba del brazo halandola hacia él. En la pared
de fondo se veía que estaban en la casa, nunca se fue de la casa todo fue un montaje para
sacarla a ella y a sus hijos de la casa. Pedro estaba muy feliz celebrándole el cumpleaños a
esa señora.
En poco tiempo Daniel se recuperó, comenzó a estudiar y consiguió un trabajo mejor
pagado. A María le subieron el salario por lo que su economía comenzó a mejorar y pudo
pagar sus deudas.
Capítulo 50