Tesina La vida Breve

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 18

Realidad y ficción en La

vida breve
Alumno: Maira Acosta - 6to II
Profesora: Clarisa Navarrete
Materia: Lengua y Literatura III
Institución: EPES n°13 José Hernández
Fecha de Presentación: 11/11/24
Índice
Introducción General ………………….……………………………………………….…………………….. 1
Introducción al Periodo ……………………………………………………………………………………... 3
Introducción al Autor …………………………………………………………………………………………. 4
Metodología ………………………………………………………………………………………………………. 7
Análisis ………………………………………………………………………………………………….………….. 8
El existencialismo Onettiano …………………………………………………………………………….. 11
Conclusión ………………………………………………………………………………………………………… 12
Bibliografía ……………………………………………………………………………………………………….. 13
Anexo …………………………………………………………………………………………………………….... 14
Introducción
En este estudio se explorarán distintos aspectos sobre el autor uruguayo Juan Carlos
Onetti y, más específicamente de su obra La vida breve. Publicada en 1950, esta novela
no solo representa uno de los trabajos más profundos y complejos de Onetti, sino que
marca un punto de inflexión en la literatura latinoamericana de mediados del siglo XX.
A través de la creación de la ciudad de Santa María, un universo ficticio en el que se
desarrollara, junto con personajes recurrentes, gran parte de sus futuras obras. Onetti
introduce un espacio simbólico donde sus personajes proyectan sus deseos,
frustraciones y ansias de escape de una realidad asfixiante.
La historia sigue a su protagonista, Juan María Brausen, en su intento por escapar de su
vida cotidiana y sus limitaciones personales, explorando la dualidad entre realidad y
ficción. La vida breve plantea cuestiones sobre la identidad, la soledad y el sentido de
pertenencia, temas que se convierten en pilares fundamentales de la narrativa de
Onetti y que resuenan en su estilo existencial y sombrío. Esta obra sienta las bases para
su universo literario propio y para una forma de narrar profundamente introspectiva
que influiría en otros grandes autores del Boom latinoamericano. En este contexto, el
análisis de La vida breve resulta fundamental para comprender tanto la innovación
narrativa de Onetti como su visión sobre la condición humana y el conflicto entre el
individuo y su realidad.
La novela La vida breve constituye un hito en la narrativa hispanoamericana,
destacándose por su ambigüedad estructural y su complejidad en la forma expresiva, lo
que ha generado una amplia diversidad de interpretaciones críticas. A pesar de su
relevancia, persiste la dificultad de definir con claridad las particularidades de su
estructura narrativa y la relación entre los distintos niveles ficticios que componen la
obra. Esto da lugar a una serie de juicios contradictorios sobre su naturaleza, lo que
plantea una problemática central: ¿en qué consisten exactamente las características
formales y expresivas de La vida breve y cómo se vinculan con los temas existenciales
que atraviesan la trama, especialmente los relacionados? ¿Con la angustia, el absurdo y
la otredad? En este contexto, esta investigación busca arrojar luz sobre la manera en
que la novela refleja los dilemas existenciales del protagonista, Juan María Brausen .
Así, se plantea la necesidad de precisar en qué radica el "existencialismo onettiano" y
cómo se inserta en la corriente filosófica del existencialismo, más allá de las
interpretaciones dispersas que han sido propuestas hasta ahora…
La relevancia de estudiar La vida breve radica en su singularidad dentro de la literatura
hispanoamericana, al abordar temas existenciales de una forma innovadora y
profunda. En este sentido, la presente investigación justifica su existencia al intentar
proporcionar una interpretación más precisa y coherente del "existencialismo
onettiano", abordando los elementos estructurales de la novela y su relación con los
temas del absurdo, la angustia y la otredad. Esta investigación no solo contribuirá a
esclarecer la conexión entre la forma literaria y los dilemas existenciales, sino también
a situar a La vida breve dentro del contexto filosófico más amplio del existencialismo,
ofreciendo una lectura que ayude a superar las interpretaciones fragmentadas que han
predominado hasta la fecha. Además, su enfoque permitirá una nueva perspectiva
sobre el autor y su obra, subrayando la importancia de Onetti dentro de la narrativa
contemporánea.
El objetivo principal de esta investigación es analizar de qué manera la estructura
narrativa y los recursos expresivos empleados por Juan Carlos Onetti en La vida breve
se vinculan con los dilemas existenciales de su protagonista, Juan María Brausen. Esta
aproximación busca revelar cómo la novela articula temas fundamentales como la
angustia, el absurdo y la otredad, con la intención de desentrañar las características de
un posible "existencialismo onettiano" y precisar su relación con el pensamiento
existencialista filosófico…
Introducción al periodo
La vida breve, publicada en 1950, se inserta en un contexto literario marcado por un
cambio profundo en la narrativa hispanoamericana. Este período de mediados del siglo
XX es particularmente significativo, ya que sienta las bases para lo que luego será
conocido como el “Boom” de la literatura latinoamericana en los años 60 y 70. Este
Boom se caracterizó por un auge de escritores latinoamericanos que alcanzaron
Proyección internacional y exploración de temas innovadores con un enfoque
experimental en la narrativa. Aunque Onetti no fue parte del Boom como fenómeno
comercial, su obra influyó profundamente en esta generación de escritores, en especial
por su estilo y sus temas existenciales, de desarraigo y desilusión.
En la década de 1940 y 1950, muchos autores latinoamericanos estaban buscando
nuevas formas de expresión que rompieran con las convenciones del realismo clásico,
el costumbrismo y el regionalismo que habían prevalecido en las décadas anteriores.
Mientras el realismo y el regionalismo se enfocaban en la representación de la realidad
social y las particularidades locales, muchos autores de esta nueva época buscaban
explorar los aspectos psicológicos y existenciales del ser humano, apartándose de las
descripciones externas para indagar en los conflictos internos, en la subjetividad y en
los dilemas existenciales de los personajes.
Este cambio se da en un contexto de posguerra, donde se sintió con intensidad el
desencanto y la desilusión tras la Segunda Guerra Mundial. En Europa, se consolidaba
el existencialismo, un movimiento filosófico y literario influenciado por autores como
Jean-Paul Sartre, Albert Camus y Martin Heidegger, que planteaba temas de alienación,
absurdísimo y libertad individual en un mundo sin sentido claro. Estas ideas
existencialistas llegaron a América Latina, donde resonaron en escritores que
enfrentaban sus propias crisis de identidad, no solo personales sino también en un
contexto de inestabilidad política y social en sus países.
Onetti se inserta en este movimiento de renovación y es uno de los primeros en
explorar la subjetividad de una manera que evoca el existencialismo. Su obra se
caracteriza por personajes alienados, sumidos en la introspección y el aislamiento, que
se enfrentan a una realidad opresiva. La vida breve es un ejemplo claro de esta
búsqueda de Onetti, al plasmar en la historia de Juan María Brausen el dilema de la
identidad y la necesidad de evasión a través de la creación de un mundo ficticio, Santa
María, una ciudad imaginaria que se se convierte en el refugio de los personajes.
Esta obra también se sitúa en el contexto de un auge de la novela moderna en América
Latina, caracterizada por el uso de técnicas experimentales que rompen con la
linealidad de la narración y el uso de diferentes voces narrativas. La estructura
fragmentada, la ambigüedad y la ruptura con las convenciones temporales se
encuentran en La vida breve , donde Onetti juega con los límites entre la realidad y la
ficción. Esta tendencia de la novela moderna dialoga con influencias de la narrativa
europea, como la de James Joyce, Franz Kafka y William Faulkner, autores que habían
explorado la complejidad de la mente humana, el flujo de conciencia y la percepción
fragmentada de la realidad. Onetti incorpora estas influencias en su obra, adaptándolas
a una sensibilidad latinoamericana y creando personajes que, aunque reflejan un
mundo íntimo y personal, expresan las inquietudes de un continente en búsqueda de
identidad.

Introducción al autor
En cuanto al autor, Juan Carlos Onetti Borges 1994) fue un novelista, cuentista y
periodista uruguayo considerado uno de los grandes innovadores de la narrativa
latinoamericana. Nacido en Montevideo-Uruguay el 1 de julio de 1909, hijo de Carlos
Onetti (un funcionario de aduanas) y de Honoria Borges (descendiente de una familia
aristocrática brasileña) teniendo dos hermanos, Raúl y Raquel Onetti… Juan Carlos
Onetti recordó su infancia como una época feliz, describiendo a sus padres como una
pareja muy unida y amorosa con sus hijos, desde joven mostró un profundo interés por
la literatura, aunque su vida estuvo marcada por la inestabilidad y la inquietud.
Onetti abandonó los estudios de forma temprana y, después de una serie de empleos
ocasionales en Uruguay y Argentina, se dedicó a la escritura y el periodismo. Trabajó en
diversos medios de comunicación en Montevideo y Buenos Aires, lo cual le permitió
desarrollar un estilo literario preciso y crudo, además de acercarse a las corrientes
literarias y filosóficas de Europa y América Latina. Su vida personal fue complicada; se
casó cuatro veces y experimentó múltiples momentos de crisis emocional y
profesional, lo que alimentó su perspectiva sombría y, en ocasiones, desencantada
sobre la vida y el mundo
En 1933 apareció el primer cuento publicado de Onetti: «Avenida de Mayo-Diagonal-
Avenida de Mayo, en La Prensa, después de ganar un concurso convocado por el diario.
Poco después se divorció de su primera mujer y un año más tarde volvió a contraer
matrimonio, esta vez con María Julia Onetti, la hermana de María Amalia, su primera
esposa. Por esa época escribió la novela Tiempo de abrazar, aunque la publicó décadas
después, en 1974.
Su primera novela oficial, El pozo (1939), es vista como un punto de inflexión en la
narrativa uruguaya. Con esta obra corta y de tono profundamente introspectivo, Onetti
presenta el personaje de Eladio Linacero, quien expresa un profundo descontento con
la vida, reflejando la sensibilidad existencial que caracterizaría su producción literaria
posterior. El pozo es considerada la primera novela existencialista de América Latina y
marcó un cambio en la literatura de la región, ya que se aparta del realismo social y se
enfoca en la subjetividad y la alienación de los personajes.
Durante la década de 1940 y 1950, Onetti comenzó a desarrollar lo que sería su
proyecto literario más ambicioso y reconocible: la creación de Santa María, una ciudad
ficticia que aparece en varias de sus obras y que se convierte en el escenario de las
historias de personajes desarraigados y llenos de conflictos internos. Santa María es el
escenario de novelas emblemáticas como La vida breve (1950), que fue su obra
introductoria a este universo, El astillero (1961), Juntacadáveres (1964), La muerte y la
niña (1973), y Dejemos hablar al viento (1979). Esta ciudad imaginaria se ha
comparado con el Yoknapatawpha de William Faulkner y se erige como un símbolo de
las contradicciones y la decadencia humana. Con estas obras, Onetti ganó el
reconocimiento como un maestro de la novela introspectiva, explorando temas como
la angustia existencial, el fracaso y la evasión de la realdad.
A nivel personal y profesional, Onetti se enfrentó a varios conflictos. En 1974, durante
la dictadura militar en Uruguay, fue arrestado y encarcelado durante tres meses tras
haber sido jurado de un concurso literario que premió un cuento considerado
subversivo por el régimen. La experiencia de la prisión dejó una profunda huella en
Onetti, quien, tras su liberación, se exilió en España, donde vivió el resto de su vida en
un aislamiento casi total, aunque se mantuvo en contacto con amigos y escritores de su
círculo. Su exilio voluntario en Madrid estuvo marcado por una vida de reclusión, y se
convirtió en un autor reservado, reticente a entrevistas y apariciones públicas. A pesar
de su aislamiento, siguió escribiendo y mantuvo una influencia significativa en la
literatura hispanoamericana.
Onetti recibió numerosos premios en reconocimiento a su trayectoria, entre ellos el
Premio Cervantes en 1980, el galardón literario más prestigioso de habla hispana,
gracias a su universo de Santa María. Sin embargo, mantuvo siempre una relación
distante con el éxito y la fama, prefiriendo la introspección y el aislamiento a la vida
pública.
Juan Carlos Onetti falleció el 30 de mayo de 1994 en Madrid, España, a los 84 años. Sus
últimos años de vida estuvieron marcados por el aislamiento, las enfermedades y un
estado de salud frágil, agravado por problemas respiratorios y su larga relación con el
alcohol. Desde su exilio en España en 1975, Onetti vivió recluido en su apartamento en
Madrid junto a su cuarta esposa, Dorotea Muhr. Su muerte fue producto de una
combinación de problemas respiratorios y complicaciones de salud relacionadas con su
estilo de vida. Pese a su reclusión, Onetti se mantuvo hasta el final su lucidez y su
sentido del humor irónico
La muerte de Onetti marcó el fin de una era para la literatura latinoamericana. Su obra,
que exploró los rincones más oscuros y existenciales de la naturaleza humana, dejó un
legado perdurable. En su entierro, celebrado en Madrid, figuras de la literatura y la
cultura rindieron homenaje a su vida y su obra. Pese a su distancia física y emocional
de Uruguay en sus últimos años, Onetti sigue siendo una de las voces más importantes
de la literatura uruguaya y latinoamericana, un autor que encontró en la narrativa un
refugio y un espacio para expresar su visión singular del mundo y de la condición
humana.
Sus obras se centran en temas como el desencanto, la soledad, el fracaso, la evasión de
la realidad y la alienación. Onetti se sumerge en el mundo interior de personajes que
buscan escapar de la realidad a través de sus propios mundos imaginarios, vidas de
sueños o proyectos que casi nunca logran concretarse, lo cual refleja una mirada
pesimista sobre la existencia humana y las limitaciones que impone la sociedad.
Un tema recurrente en su obra es el del fracaso y la frustración, especialmente en
personajes que no logran cumplir con sus aspiraciones o que viven atrapados en
situaciones de las que no pueden escapar. Estos personajes, muchas veces resignados y
sin esperanza, experimentan una vida que se presenta como absurda o sin sentido.
Este aspecto es evidente en novelas como El astillero y La vida breve , donde los
protagonistas viven situaciones de profunda desesperanza en las que se enfrentan a la
imposibilidad de cambiar sus circunstancias.
El tema de la evasión es otro aspecto central de la obra de Onetti. Sus personajes
suelen refugiarse en un mundo imaginario, que en muchas ocasiones es la ciudad
ficticia de Santa María, un espacio literario donde la realidad se mezcla con la fantasía y
donde los personajes encuentran una suerte de alivio, aunque temporal, de su angustia
existencial. Este recurso de creación de un mundo paralelo representa, en gran
medida, la necesidad humana de construir una realidad alternativa para poder lidiar
con la propia.
Otro tema importante es la alienación y el aislamiento. Sus personajes, que suelen ser
seres solitarios, se sienten incomprendidos y ajenos a la sociedad que los rodea. Este
aislamiento, tanto emocional como social, los lleva a perder contacto con la realidad,
convirtiéndose en observadores pasivos de sus propias vidas, incapaces de actuar o de
encontrar un propósito claro.
Finalmente, Onetti también explora el paso del tiempo y su relación con la decadencia
y la muerte, temas que reflejan su preocupación por la finitud de la vida y el inevitable
deterioro de todo lo humano. Esta mirada trágica y existencialista le confiere a sus
obras una atmósfera densa y oscura, cargada de simbolismos y una profunda
introspección sobre la condición humana. La escritura de Onetti, con su estilo sombrío
y pausado, se convierte en una exploración de la vulnerabilidad humana frente a una
realidad compleja e inalcanzable.
Metodología
Para realizar la investigación sobre La Vida Breve, se seguirá una metodología
estructurada que permitirá abordar de manera profunda los aspectos clave de la obra y
su contexto. El primer paso será una revisión exhaustiva de la misma obra, personajes y
elementos narrativos.
Posteriormente, se procederá a un análisis crítico que ayudará a interpretar los
distintos aspectos de la obra. En esta fase, se enfocará en el estudio de sus recursos
literarios, como el estilo narrativo, los símbolos recurrentes y las técnicas empleadas
por el autor. También se examinarán las influencias literarias y culturales que podrían
haber influido en la creación de la obra, lo cual llevará a investigar sobre el autor y su
contexto histórico y social.
En paralelo, se plantearán una serie de hipótesis o preguntas de investigación que
guiarán el desarrollo del trabajo. Estas hipótesis estarán relacionadas con los aspectos
más interesantes de la obra, como el tratamiento de la temporalidad, la interrelación
entre los personajes o la construcción de la memoria. A medida que avanza la
investigación, estas hipótesis podrán revisarse y ajustarse en función de los hallazgos
obtenidos.
Finalmente, en la fase de redacción, se integrará todo el material recolectado,
estructurando la tesina de manera coherente, con una introducción que presenta el
tema, objetivos y metodología, un cuerpo principal que desarrolla el análisis literario y
crítico, y una conclusión que resuma. los hallazgos y aporte nuevas perspectivas sobre
la obra. También se tendrá en cuenta el estilo académico, citando correctamente todas
las fuentes consultadas y asegurando una argumentación sólida y bien fundamentada
hasta donde pueda…
Análisis
La Vida Breve de Juan Carlos Onetti se caracteriza por un estilo narrativo único que
refleja la atmósfera de angustia y desencanto que impregna la obra. La novela es un
claro ejemplo del uso de un lenguaje sombrío, preciso y, en muchos casos,
introspectivo, que transporta al lector a un mundo de vacíos existenciales y relaciones
rotas. Onetti emplea un estilo en el que el flujo del tiempo parece diluirse, y donde los
personajes se encuentran atrapados en sus propias percepciones, lo que refuerza la
sensación de desesperanza y alienación. El narrador omnisciente se mueve en un
tiempo y espacio que no sigue una secuencia lógica y continua; las acciones y
pensamientos de los personajes no se desarrollan de manera lineal, sino que se
muestran en fragmentos, reflejando la fragmentación interna de los mismos y de la
realidad que habitan.
El estilo narrativo de Onetti es deliberadamente ambiguo y desordenado, lo cual
contribuye a crear una atmósfera densa, en la que los personajes parecen perdidos en
un mundo que no logran comprender. Onetti no se limita a describir los eventos de
manera objetiva, sino que, en muchas ocasiones, lo hace desde una visión fragmentada
de la realidad, mostrando solo lo que los personajes pueden percibir a través de su
conciencia. Este tipo de narrativa, en la que la distorsión de la percepción juega un
papel crucial, está en sintonía con los temas de la novela, que giran en torno a la
confusión, la alienación y el vacío existencial. La obra se sumerge en los pensamientos
y sentimientos de los personajes, a menudo desordenados y contradictorios, lo que
crea una sensación de caos y desorientación. Esta técnica de representación de la
subjetividad es característica del estilo de Onetti, quien utiliza la psicología de los
personajes como un recurso central para exponer sus conflictos internos.
En cuanto a los símbolos recurrentes, La Vida Breve está impregnada de imágenes que
refuerzan la temática de la fragilidad de la vida y la inevitabilidad de la muerte. Uno de
los símbolos más potentes es la ciudad ficticia de Santa María, que aparece en varias
obras de Onetti. En esta novela, Santa María no solo es el escenario físico, sino también
un símbolo del estancamiento y la desesperanza. Esta ciudad es un lugar donde los
sueños, aspiraciones y proyectos de los personajes no se concretan, un espacio donde
lo irreparable y lo inalcanzable parecen dominar. Santa María se presenta como un
microcosmos de la alienación y la decadencia, y su deterioro refleja el declive interior
de los personajes que la habitan. Además, Santa María funciona como un símbolo de
escape y evasión para los personajes, que a menudo buscan refugio en ella, pero este
escape nunca ofrece una salida real de sus frustraciones y dilemas existenciales.
Otro símbolo importante es la figura de la memoria. En La Vida Breve , la memoria se
presenta como una construcción frágil ya menudo distorsionada, un tema recurrente
en la obra de Onetti. Los personajes luchan constantemente con la imposibilidad de
recordar o entender el pasado de manera clara, lo que genera una sensación de
desconexión temporal. La memoria parece ser una fuerza ambigua, que tanto ayuda
como destruye, ya que, aunque les permite aferrarse a momentos significativos,
también los mantiene atrapados en su incapacidad para superar sus fracasos y
traumas. Esta ambigüedad refleja la imposibilidad de reconstruir el pasado de manera
fiel, sugiriendo que los personajes están condenados a vivir en un presente marcado
por la pérdida y la falta de sentido.
A nivel técnico, Onetti emplea el recurso de la narración no lineal para contar la
historia. La novela no sigue un curso temporal tradicional, sino que se presenta como
una serie de fragmentos de los recuerdos y las experiencias de los personajes, que no
están organizadas en un orden claro o lógico. Esta fragmentación en la estructura
narrativa contribuye a la sensación de confusión y a la inestabilidad emocional de los
personajes. Las discontinuidades narrativas, que se alternan entre momentos de
narración en tercera persona y monólogos interiores, permiten una exploración más
profunda de las tensiones psicológicas de los protagonistas. Esta técnica también
resalta la desconexión entre los personajes y el mundo que los rodea, pues la historia
no progresa de manera coherente ni proporciona respuestas definitivas.
Además de estos recursos, la técnica de la repetición es central en la obra de Onetti.
Las imágenes, frases y temas se repiten a lo largo de la novela, generando una
sensación de círculo vicioso en el que los personajes parecen atrapados. Esto es
especialmente notable en la forma en que los personajes regresan constantemente a
sus propios errores y frustraciones, sin ser capaces de romper el ciclo de
autodestrucción o de encontrar una salida. La repetición no solo funciona como un
recurso estilístico, sino también como una metáfora de la incapacidad de los
personajes para escapar de su destino, de su propio sufrimiento o de la repetición de
sus vidas vacías.
Onetti también juega con el concepto de la identidad, que se ve fragmentado a lo largo
de la novela. Los personajes, como Eladio, se ven atrapados entre la imagen que tienen
de sí mismos y la que proyectan al mundo, creando una división interna que refuerza
su sentimiento de desconexión. Esta lucha por entender quiénes son, y por qué se
encuentran en un estado tan sombrío, está vinculada a la alienación, un tema
recurrente en la obra. La identidad no es algo fijo ni claro, sino que es una construcción
que se desintegra y se reconfigura constantemente en la mente de los personajes, algo
que refleja las contradicciones y la crisis existencial que atraviesan.
La obra no solo refleja la visión personal y única del autor sobre el ser humano, sino
que también está profundamente influenciada por diversas corrientes literarias y
culturales que marcaron el siglo XX, especialmente aquellas relacionadas con el
existencialismo y el pesimismo moderno. Onetti se inserta en un contexto literario y
filosófico que se aleja de las visiones optimistas y progresistas que dominaron épocas
anteriores, y se sumerge en un análisis más oscuro y desesperanzado de la condición
humana, lo que lo vincula directamente con los movimientos del existencialismo y el
realismo sucio.
Una de las influencias más claras en La Vida Breve es el existencialismo europeo,
particularmente el de autores como Jean-Paul Sartre y Albert Camus. Este marco
filosófico está presente en muchos de los textos de Onetti. En La Vida Breve , los
personajes se enfrentan a una vida vacía de significado, atrapados en una constante
lucha interna entre lo que desean y lo que les es posible alcanzar. Este conflicto refleja
la lucha existencial que marca la literatura de la época. Los personajes de Onetti, a
menudo alienados y atrapados en una red de recuerdos y frustraciones, encarnan esa
angustia que Sartre y Camus describen, una lucha por encontrar sentido en un universo
indiferente.
Por otro lado, la influencia de Franz Kafka también es notoria. El autor checo, conocido
por su exploración de la alienación, el absurdo y la burocracia opresiva, se encuentra
en la base de la atmósfera asfixiante y desconcertante de La Vida Breve . El universo
onettiano comparte la visión kafkiana de un mundo que parece estar fuera de control,
donde los personajes se sienten atrapados en una realidad que no comprenden ni
dominan, pero que, sin embargo, los consumen. Al igual que en las obras de Kafka, en
La Vida Breve hay una sensación de falta de escape y de imposibilidad de cambiar la
situación, lo que refuerza el pesimismo central de la obra.
El realismo sucio, corriente literaria que surgió en Estados Unidos en la segunda mitad
del siglo XX, también tiene un impacto en la escritura de Onetti. Aunque el autor
uruguayo no pertenece formalmente a este movimiento, la técnica de presentar la vida
tal como es, sin adornos ni idealizaciones, se refleja en su estilo narrativo. En La Vida
Breve , la crudeza de los personajes y sus situaciones, marcadas por la frustración y el
fracaso, puede verse como una respuesta directa a la literatura más idealista de épocas
anteriores. Onetti, al igual que los autores del realismo sucio, utiliza una escritura
sencilla pero efectiva, sin melodrama, para mostrar un panorama sombrío de la vida
humana, donde los personajes están atrapados en sus propios errores y limitaciones.
A nivel cultural, Onetti se vio influenciado por el contexto sociopolítico de América
Latina en el siglo XX, marcado por la violencia, las dictaduras y el creciente desencanto
de las sociedades latinoamericanas. En ese sentido, La Vida Breve no solo refleja las
luchas internas de los individuos, sino también las dificultades estructurales de una
época en la que las sociedades latinoamericanas parecían desmoronarse. La ciudad
ficticia de Santa María puede ser leída como una metáfora de muchas ciudades
latinoamericanas de ese momento, donde el estancamiento, la falta de oportunidades
y la desconexión entre los ciudadanos reflejan las dificultades sociales y políticas de la
región. Esta atmósfera de opresión y desesperanza se convierte, así, en un componente
fundamental de la novela, reforzando los temas existenciales y filosóficos que presenta
Onetti.
El existencialismo Onettiano
El concepto de un "existencialismo onettiano" puede entenderse como una propuesta
literaria que, aunque enraizada en los fundamentos del existencialismo filosófico,
presenta una visión particular de la angustia, la alienación y la búsqueda de sentido.
Mientras que el existencialismo clásico de filósofos como Jean-Paul Sartre o Albert
Camus se concentra en la libertad individual y la lucha por encontrar un propósito en
un mundo indiferente, el existencialismo onettiano se aleja de una resolución o
confrontación con el vacío existencial, ahondando en una perspectiva más pesimista y
estática.
En las obras de Onetti, particularmente en La Vida Breve , la existencia humana no es
solo una lucha por encontrar significado, sino una constante confrontación con la
imposibilidad de escapar de un presente marcado por el fracaso, el desgaste y la
incomodidad existencial. En este sentido, los personajes onettianos no experimentan la
misma capacidad de "superación" que los existencialistas clásicos, sino que
permanecen atrapados en un ciclo interminable de frustración, impotencia y
resignación.
En La Vida Breve , la ciudad de Santa María, como escenario y símbolo, representa este
universo existencialmente cerrado. No es un lugar de posibilidades o transformación,
sino un espacio donde los personajes están condenados a repetir sus errores ya vivir en
la penumbra de su propia conciencia fragmentada. Esta ciudad refleja el estancamiento
del sujeto, que, al igual que los habitantes de Santa María, está inmovilizado en una
realidad que no puede dominar ni cambiar.
Un aspecto distintivo del "existencialismo onettiano" es su abordaje de la identidad. A
diferencia de otros enfoques existencialistas, que tienden a centrar la crisis de
identidad en la libertad y las elecciones del individuo, Onetti presenta una identidad
fragmentada, construida a partir de recuerdos de distorsionados, deseos insatisfechos
y pasados irreparables. Los personajes de Onetti, como Juan María Brausen, se
enfrentan a una crisis existencial no como una búsqueda activa de sentido, sino como
un proceso de desconexión y resolución personal. La subjetividad onettiana no es solo
una crisis de sentido, sino una fragmentación profunda de la experiencia del ser, que
refleja la imposibilidad de encontrar cohesión en un mundo cada vez más
desconcertante.
El "existencialismo onettiano" se distingue por su tono sombrío y su falta de esperanza
de redención. A diferencia de la filosofía de Sartre o Camus, que en algunos de sus
escritos sugiere una posibilidad de rebelión o afirmación del ser en medio del absurdo,
Onetti parece más cercana a la visión de una existencia atrapada, sin escape ni
posibilidad de transformación. La repetición de los errores, la imposibilidad de avanzar
y el constante retorno al mismo lugar, tanto físico como emocional, marcan la vida de
sus personajes. Así, el "existencialismo onettiano" una visión donde el hombre no solo
se enfrenta al absurdo, sino que se convierte en prisionero de su propia incapacidad
para salir de él.

Conclucion
La vida breve es la obra más valiosa dentro de la producción de Onetti, ya que en ella
se aprecia de la mejor manera su cosmovisión: la idea de que la vida es insoportable e
insatisfactoria para el ser humano, y que la única solución paliativa para Enfrentar esta
condición es la huida a través de la producción de ficciones o la imaginación de vidas
alternativas. En el caso del protagonista de la novela, Juan María Brausen, un hombre
de 40 años que se aleja de su mujer después de que esta ha sufrido una mutilación y
tras haber sido despedido de la agencia publicitaria en la que trabajaba, no encuentra
ninguna satisfacción. vital, ni proyección laboral ni perspectiva de futuro. Esto lleva a
Brausen a sentencias como: “En cuanto a mí, solo pude convenirme el júbilo y la
inocencia, la voluntad de no pensar, sacudirme de los hombros el pasado, la memoria
de todo lo que sirviera para identificarme, estar muerto”.
Más adelante, se reitera esta idea: “Juan María Brausen y mi vida, es decir su nombre y
biografía, no eran otra cosa que moldes vacíos, meras representaciones de un viejo
significado mantenido con indolencia, de un ser arrastrado sin fe entre personas, calles
y horas de la ciudad, actos de rutina”. Así, Brausen llega a la conclusión de que la gente
cree que está condenada a una vida hasta la muerte y que solo está condenada a un
alma, a una manera de ser; pero, según él, se puede vivir muchas veces, muchas vidas,
más o menos largas.
En La Vida Breve , Juan Carlos Onetti construye un universo narrativo complejo y
profundo, marcado por una atmósfera de angustia, alienación y desencanto que
permea cada elemento de la obra. A través de un estilo narrativo fragmentado y
ambiguo, Onetti invita al lector a explorar los abismos emocionales y psicológicos de
personajes atrapados en sus propios conflictos internos y en la naturaleza limitada de
sus relaciones. La técnica de la narración no lineal, los cambios de perspectiva y el uso
de la introspección permiten al autor proyectar un sentido de tiempo suspendido, una
estructura narrativa que refleja el estancamiento y la desesperanza de quienes habitan
su historia.
Los símbolos recurrentes de la ciudad ficticia de Santa María y la memoria destacan
como metáforas de la fragilidad de la vida y el peso del pasado. Santa María, en
particular, simboliza el estancamiento y la evasión, elementos clave en una obra que,
en última instancia, enfrenta a los personajes con la imposibilidad de escapar de su
realidad o de cambiar el curso de sus vidas. Estos símbolos no solo reflejan las
emociones de los protagonistas, sino también el desencanto social de una época en
América Latina, marcado por tensiones políticas y estructurales que afectarán la vida
de sus habitantes.
La influencia del existencialismo y de autores como Sartre, Camus y Kafka en el trabajo
de Onetti es evidente y se manifiesta en los temas de vacío existencial, alienación y
absurdo que impregnan la novela. Estos elementos refuerzan el concepto de un
“existencialismo onettiano”, una visión particular que aborda la imposibilidad de
encontrar sentido en un mundo marcado por la indiferencia y la confusión. Así, La Vida
Breve no solo presenta una exploración de la individualidad en crisis, sino que también
examina la condición humana en una sociedad descompuesta.
Para investigaciones futuras, se podría ahondar en la conexión entre el "existencialismo
onettiano" y el contexto latinoamericano, analizando cómo Onetti adapta estos
conceptos filosóficos a realidades específicas del continente. También podría
explorarse la evolución de la ciudad de Santa María en sus obras posteriores y su papel
como una suerte de microcosmos social. La técnica narrativa de Onetti, su relación con
el realismo sucio y su influencia en la literatura latinoamericana contemporánea abren
también un espacio de análisis para comprender mejor cómo la obra de Onetti sigue
resonando en autores posteriores y cómo continúa cuestionando el sentido de la
existencia en contextos. tanto personales como sociales.

Bibliografía
 Obra “La Vida Breve” Juan Carlos Onetti, 1950 (PDF)
 Chat GPT/Meta AI
 https://es.wikipedia.org/wiki/La_vida_breve_(novela)
 https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Carlos_Onetti
 https://youtu.be/pDzAloJcD90?si=jT6uAw3WziMYx-HR
 https://youtu.be/6OAh_LXEGO0?si=osmUT3bfNl6KY7nD
 https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-
22952023000100419
 https://laplazadepoeblog.com/2019/02/24/la-vida-breve-onetti-instrucciones-
de-uso/
Anexo:
 En relación al final de la obra y el análisis:
“ El final de La vida breve es ambiguo y profundamente introspectivo, marcando un
desenlace cargado de simbolismo y desesperanza, característico de la obra de Onetti. Al
cierre de la novela, Juan María Brausen , el protagonista, se encuentra sumido en la
confusión entre la realidad y la ficción que él mismo ha creado.

A lo largo de la historia, Brausen ha escapado de su vida cotidiana, insatisfecha y


monótona, imaginando un mundo ficticio: la ciudad de Santa María y su alter ego Arce . En
este universo, Brausen experimenta una vida alternativa que le permite explorar deseos y
emociones que su vida "real" le niega. Sin embargo, esta fantasía también lo consume y lo
lleva a perder el control sobre su identidad.

Hacia el final, Brausen se vuelve cada vez más incapaz de diferenciar entre su propia vida y
la de Arce. Este progresivamente progresivo entre lo real y lo imaginado se convierte en un
proceso de autodestrucción, en el que Brausen termina atrapado en su propia creación,
incapaz de regresar a su vida anterior o de asumir plenamente su existencia en Santa
María. Esta disociación refleja el tema central de la novela: la alienación y la insatisfacción
con la vida.

El desenlace de La vida breve no es una resolución clara, sino una especie de colapso
psicológico y existencial. La novela cierra sin dar una salida evidente para Brausen, quien
permanece prisionero de sus propios conflictos internos y de la ciudad ficticia que ha
construido. Este final abierto y oscuro refuerza el tono pesimista y existencial de la obra,
dejando al lector con la impresión de que la "vida breve" de Brausen ha sido marcada por
la frustración y la incapacidad de escapar de su propia mente.”

 En relación a las demás obras del universo de Santa Maria:


-La vida breve (1950)

Esta novela es la primera obra en la que aparece Santa María. En ella, el protagonista,
Juan María Brausen, crea esta ciudad en su imaginación, y este lugar se convierte en un
espacio de evasión y una forma de huir de la realidad.

-El astillero (1961)

En esta novela, Santa María vuelve a ser el escenario central. La historia sigue a Larsen
(también conocido como “el Jefe” o “el Bodrio”), quien regresa a Santa María para trabajar
en un astillero en ruinas, reflejando la decadencia de los personajes y su entorno.

-Juntacadáveres (1964)

También protagonizada por Larsen, esta novela explora temas de marginalidad y


corrupción en Santa María. Se centra en los intentos de Larsen de establecer un prostíbulo
en la ciudad, lo que genera conflictos con la sociedad conservadora local.
-La muerte y la niña (1973)

Es una novela corta en la que Santa María aparece como telón de fondo. La historia
explora el amor y la violencia en la vida de los personajes, con el tono sombrío
característico de Onetti.

-(1979)

Esta es la última novela que transcurre en Santa María. En ella, Onetti retoma algunos de
sus personajes anteriores y el tema de la decadencia moral, profundizando en el
aislamiento y la desesperanza que envuelve a los habitantes de la ciudad.

 Imágenes complementarias:

(Juan Carlos Onetti durante su aislamiento)

También podría gustarte