pielonefritis
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Kim Askew
FISIOPATOLOGÍA Y DEFINICIONES
Las UTI se pueden agrupar con base en el sitio anatómico implicado y las características de cada paciente. Estas clasificaciones son importantes para
determinar el tratamiento.
BACTERIURIA ASINTOMÁTICA
La bacteriuria asintomática consiste de la presencia de más de 100 000 (>105) unidades formadoras de colonias (CFU, colonyforming units)/ml de una
sola especie bacteriana en dos urocultivos sucesivos en un paciente asintomático.4
La prevalencia de la bacteriuria asintomática es de hasta 10% de las embarazadas; de 40% en los varones y 50% en las mujeres que viven en
residencias para ancianos; y hasta 100% de los pacientes con sondas permanentes durante más de un mes. Existe evidencia que sugiere que la
bacteriuria asintomática confiere protección contra la infección sintomática por microorganismos agresivos en pacientes con sondas a permanencia y
en pacientes con UTI recurrentes.6 Se recomienda tratamiento para la bacteriuria asintomática sólo en embarazadas (Cap. 99) y en pacientes
inmediatamente antes de llevar a cabo un procedimiento con penetración corporal de las vías urinarias.4
URETRITIS Y CISTITIS
La uretritis y la cistitis son infecciones de las vías urinarias inferiores. La cistitis aguda es una infección sólo de la vejiga. La cistitis aguda sin
pielonefritis concomitante en mujeres jóvenes sanas y sin ninguna obstrucción suele considerarse una enfermedad benigna con una tasa de curación
espontánea de 24%; menos de 1% de estas pacientes desarrollará pielonefritis.7 Las valvas ureterales competentes evitan el ascenso de las bacterias
hasta los riñones en la mayor parte de los casos. El criterio diagnóstico en pacientes con síntomas agudos es un urocultivo positivo >102 a 103 CFU/ml.8
La uretritis, por lo general ligada a las infecciones de transmisión sexual, se manifiesta por síntomas similares, pero típicamente se acompaña de
secreción o irritación vaginal.
PIELONEFRITIS
La pielonefritis es una infección de las vías urinarias superiores. La pielonefritis aguda es una infección del parénquima renal y del sistema
pielocaliceal. Se distingue de la cistitis sobre todo por los datos clínicos: síndrome de dolor en el flanco o hipersensibilidad a la palpación del ángulo
costovertebral (CVA, costovertebral angle), con o sin fiebre, y un urocultivo positivo de 105 CFU/ml, además de otros síntomas generales, como náusea
o vómito. Las infecciones de las vías urinarias superiores se subclasifican en tres patrones de infección renal que no suelen considerarse parte del
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espectro de las 9:14
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aguda, absceso renal y pielonefritis enfisematosa. Estos diagnósticos se confirman con base en estudios de
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imágenes
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Una UTI no complicada es aquella en la que no existen anomalías estructurales o funcionales al interior de las vías urinarias o el
parénquima renal, sin comorbilidad relevante que ponga al paciente en riesgo de un desenlace adverso más grave, y que no guarda
relación con la exploración instrumental del aparato genitourinario (GU, genitourinary) .9,10 Por lo tanto, esta clasificación se limita a
mujeres jóvenes y sanas, sin embarazo y con vías urinarias normales desde el punto de vista anatómico y funcional. Las mujeres tienen una mayor
predisposición que los varones a padecer UTI debido a su uretra más corta, a través de la cual las bacterias uropatógenas ascienden. Desde 1960, el
PIELONEFRITIS
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La pielonefritis es una infección de las vías urinarias superiores. La pielonefritis
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pielocaliceal. Se distingue de la cistitis sobre todo por los datos clínicos: síndrome de dolor en el flanco o hipersensibilidad a la palpación del ángulo
costovertebral (CVA, costovertebral angle), con o sin fiebre, y un urocultivo positivo de 105 CFU/ml, además de otros síntomas generales, como náusea
o vómito. Las infecciones de las vías urinarias superiores se subclasifican en tres patrones de infección renal que no suelen considerarse parte del
espectro de las UTI: nefritis bacteriana aguda, absceso renal y pielonefritis enfisematosa. Estos diagnósticos se confirman con base en estudios de
imágenes realizados en pacientes con una respuesta deficiente o atípica al tratamiento de una supuesta pielonefritis aguda.
Una UTI no complicada es aquella en la que no existen anomalías estructurales o funcionales al interior de las vías urinarias o el
parénquima renal, sin comorbilidad relevante que ponga al paciente en riesgo de un desenlace adverso más grave, y que no guarda
relación con la exploración instrumental del aparato genitourinario (GU, genitourinary) .9,10 Por lo tanto, esta clasificación se limita a
mujeres jóvenes y sanas, sin embarazo y con vías urinarias normales desde el punto de vista anatómico y funcional. Las mujeres tienen una mayor
predisposición que los varones a padecer UTI debido a su uretra más corta, a través de la cual las bacterias uropatógenas ascienden. Desde 1960, el
criterio diagnóstico tradicional era un urocultivo positivo de 105 CFU/ml; sin embargo, en pacientes sintomáticos, tienen validez clínica las infecciones
con recuentos bajos de colonias, con más de 102 a 103 CFU/ml.810
Una UTI complicada es la infección en la que hay anomalías funcionales o anatómicas de las vías urinarias, o una infección en
presencia de enfermedades concomitantes que colocan al paciente en riesgo de un desenlace adverso más grave.11 Los factores de
riesgo de UTI no complicada, incluida la UTI en el varón, se enlistan en el cuadro 911.9 El criterio diagnóstico es el aislamiento de 105 CFU/ml en el
urocultivo. Por desgracia, los pacientes con UTI complicada constituyen un grupo muy heterogéneo; se han realizado pocos estudios clínicos que
orienten el tratamiento. En general, los pacientes de este grupo tienen más probabilidades de padecer infección por microorganismos resistentes.11 Si
bien en la bibliografía anterior clasificaba a la pielonefritis como una UTI complicada, las guías actuales no lo hacen.1012 El término pielonefritis no
complicada hace referencia al síndrome clínico de fiebre y dolor o hipersensibilidad a la palpación en el flanco, con o sin vómito, en un paciente con
vías urinarias con anatomía normal y sin enfermedad concomitante. Sin embargo, el manejo recomendado para los individuos con pielonefritis no
complicada se asemeja más al de los individuos con UTI complicada y difiere del tratamiento de los pacientes con cistitis no complicada (véase
Tratamiento más adelante).
CUADRO 911
Factores de riesgo de infección de vías urinarias (UTI) complicada
Sexo masculino En varones jóvenes, la disuria con más frecuencia es secundaria a una enfermedad de transmisión sexual; se
sospecha anomalía anatómica subyacente en varones con UTI confirmada mediante cultivo.
Anomalía anatómica de las vías urinarias o Sonda vesical permanente, endoprótesis ureteral, nefrolitiasis, vejiga neurógena, enfermedad renal
del sistema artificial para drenaje poliquística o exploración instrumental reciente de vías urinarias.
UTI recurrente más factores de riesgo Las UTI recurrentes son comúnes en pacientes con anomalías anatómicas o funcionales de las vías
adicionales urinarias; no obstante, la infección recurrente por sí sola no es un criterio para UTI complicada.
Edad avanzada en varones Presencia de hiperplasia prostática, exploración instrumental reciente, biopsia prostática reciente.
CUADRO 911
Factores de riesgo de infección de vías urinarias (UTI) complicada
Sexo masculino En varones jóvenes, la disuria con más frecuencia es secundaria a una enfermedad de transmisión sexual; se
sospecha anomalía anatómica subyacente en varones con UTI confirmada mediante cultivo.
Anomalía anatómica de las vías urinarias o Sonda vesical permanente, endoprótesis ureteral, nefrolitiasis, vejiga neurógena, enfermedad renal
del sistema artificial para drenaje poliquística o exploración instrumental reciente de vías urinarias.
UTI recurrente más factores de riesgo Las UTI recurrentes son comúnes en pacientes con anomalías anatómicas o funcionales de las vías
adicionales urinarias; no obstante, la infección recurrente por sí sola no es un criterio para UTI complicada.
Edad avanzada en varones Presencia de hiperplasia prostática, exploración instrumental reciente, biopsia prostática reciente.
Las UTI recurrentes se caracterizan por la presencia de dos infecciones no complicadas de las vías urinarias en seis meses, o tres o más UTI no
complicadas en los 12 meses previos.13,14 Las UTI recurrentes se clasifican dentro de dos categorías que repercuten en las decisiones terapéuticas:
recaída y reinfección. La recaída de la UTI es la reaparición de los síntomas dentro de las dos semanas siguientes a la conclusión del
tratamiento, por efecto del mismo microorganismo, desde un punto en el aparato urinario; se trata de un fracaso terapéutico. La reinfección es
una UTI recurrente causada por una cepa bacteriana diferente o por la misma cepa bacteriana previa después de haber obtenido un
urocultivo negativo o en un periodo de dos semanas entre las infecciones.13 La reinfección es más frecuente que la recaída. Algunos factores
conductuales aumentan el riesgo de padecer UTI no complicadas. La concentración de bacterias en la vejiga femenina aumenta hasta 10 veces
después del coito y el uso de diafragma y espermicidas también se relaciona con UTI recurrentes, quizá porque el espermicida facilita la colonización
vaginal con Escherichia coli.15
MICROBIOLOGÍA
Por lo general, las UTI se presentan por una infección ascendente desde la uretra hasta la vejiga, aunque también existen casos de diseminación
hematógena y2024423
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9:14microorganismos uropatógenos a menudo poseen adhesinas, fibrillas o vellosidades que les permiten adherirse al
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Capítulo 91: Infecciones
uroepitelio e invadirlo. de
15,16 E. coli sigue siendo,ypor
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microorganismo patógeno más frecuente (cuadro 912).
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CUADRO 912
Microorganismos causales en la infección de vías urinarias no complicada
MICROBIOLOGÍA
Por lo general, las UTI se presentan por una infección ascendente desde la uretra hasta la vejiga, aunque también existen casos de diseminación
hematógena y linfática. Los microorganismos uropatógenos a menudo poseen adhesinas, fibrillas o vellosidades que les permiten adherirse al
uroepitelio e invadirlo.15,16 E. coli sigue siendo, por mucho, el microorganismo patógeno más frecuente (cuadro 912).
CUADRO 912
Microorganismos causales en la infección de vías urinarias no complicada
Especies de Klebsiella 5 a 20
Especies de Proteus
Especies de Enterobacter
Especies de Pseudomonas
Staphylococcus saprophyticus*
*
Mucho más frecuentes en el síndrome "disuriapiuria", en el cual se obtienen cultivos estériles o un recuento bajo de colonias. Staphylococcus saprophyticus puede
generar hasta 15% de las infecciones agudas de las vías urinarias bajas en mujeres jóvenes con actividad sexual, pero muy pocas veces progresa hasta abarcar
estructuras superiores.
E. coli productora de βlactamasas de espectro amplio y adquirida en la comunidad, se describió por primera vez en 1983, pero su incidencia aumentó
a partir del año 20001; ha surgido como fuente pequeña, pero creciente, de resistencia antimicrobiana, con una frecuencia de 4 a 6% de los pacientes
ambulatorios con UTI.17,18 El surgimiento de esta cepa resistente de E. coli tiene consecuencias importantes en el tratamiento (véase Tratamiento, más
adelante);19 la mortalidad en estos pacientes es mayor.20
Diversos factores anatómicos, genéticos y relacionados con la edad que aumentan el riesgo de padecer invasión bacteriana de las vías urinarias.
Ciertas mujeres tienen glucolípidos específicos para la unión de E. coli a las células uroepiteliales, los cuales promueven la colonización fecal
coliforme de la vagina.2 En mujeres posmenopáusicas, la disminución de estrógeno se ha relacionado con la conversión de la flora vaginal de
lactobacillus a E. coli y otras enterobacterias.2 El vaciamiento incompleto de la vejiga altera su potencial para erradicar bacterias de la mucosa,
aumentándolo que aumenta su predisposición a las infecciones, especialmente en pacientes con vejiga neurogéna, mujeres con prolapso uterino y
varones con hipertrofia prostática.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
El cuadro clínico de las UTI varía según la región anatómica y el riesgo del paciente para padecer una UTI complicada. La bacteriuria asintomática es un
diagnóstico de laboratorio (véase Fisiopatología y definiciones, antes).
URETRITIS
En varones, la disuria con secreción uretral revela uretritis (Cap. 149, Infecciones de transmisión sexual). Las infecciones de las vías urinarias
son poco frecuentes
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nueva, pareja con uretritis, manifestaciones físicas de cervicitis y piuria leve sin que se observen bacterias en el examen general de orina. La gonorrea
concomitante es frecuente en las infecciones por Chlamydia.
CISTITIS
Los signos y síntomas de la cistitis incluyen polaquiuria, tenesmo vesical, retardo miccional hematuria macroscópica y dolor suprapúbico. La
naturaleza y gravedad de los síntomas dependen de los microorganismos causales, las porciones de las vías urinarias afectadas y la capacidad del
paciente para establecer una respuesta inmunitaria e inflamatoria.12 El antecedente de secreción o irritación vaginal se relaciona más a
El cuadro clínico de las UTI varía según la región anatómica y el riesgo del paciente para padecer una UTI complicada. La bacteriuria asintomática es un
diagnóstico de laboratorio (véase Fisiopatología y definiciones, antes). INSTITUTO DE CULTURA SUPERIOR VALLE DEL BRAVO DE MEXICO
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URETRITIS
En varones, la disuria con secreción uretral revela uretritis (Cap. 149, Infecciones de transmisión sexual). Las infecciones de las vías urinarias
son poco frecuentes en varones adultos jóvenes sanos, pero si el diagnóstico clínico no sugiere uretritis o prostatitis en el varón con disuria, es muy
probable que la bacteriuria se deba a una UTI. En las mujeres, la infección por Chlamydia debe sospecharse en los siguientes casos: pareja sexual
nueva, pareja con uretritis, manifestaciones físicas de cervicitis y piuria leve sin que se observen bacterias en el examen general de orina. La gonorrea
concomitante es frecuente en las infecciones por Chlamydia.
CISTITIS
Los signos y síntomas de la cistitis incluyen polaquiuria, tenesmo vesical, retardo miccional hematuria macroscópica y dolor suprapúbico. La
naturaleza y gravedad de los síntomas dependen de los microorganismos causales, las porciones de las vías urinarias afectadas y la capacidad del
paciente para establecer una respuesta inmunitaria e inflamatoria.12 El antecedente de secreción o irritación vaginal se relaciona más a
menudo con vaginitis, cervicitis o la enfermedad inflamatoria pélvica, que con una UTI. La fiebre es rara con una cistitis no complicada.
PIELONEFRITIS
El dolor en el flanco, hipersensibilidad a la palpación del CVA o dolor inespecífico a la palpación renal profunda puede
relacionarse con cistitis, por la existencia de dolor referido. Sin embargo, cuando estos signos se presentan junto con fiebre,
escalofríos, náusea, vómito y postración, el diagnóstico clínico es pielonefritis aguda. Los pacientes con pielonefritis no siempre padecen
síntomas de cistitis. En ocasiones, el cuadro clínico de pielonefritis es sutil y resulta difícil distinguir una infección inferior de las vías urinarias de una
en la zona superior, sobre todo en pacientes que no sufren dolor de forma común (aquellos con lesión medular), individuos con inmunodepresión y
ancianos. Un diagnóstico fallido de cistitis es poco probable que provoque deterioro del paciente,7,9 por el contrario, un diagnóstico fallido de
pielonefritis puede llevar a septicemia no tratada.
UROSEPTICEMIA
No todos los pacientes con urosepticemia manifestarán los síntomas enumerados antes para cistitis o pielonefritis. Tal y como lo clasifica la European
Section for Infections in Urology,10,21 la urosepticemia simple se acompaña de cambios en la temperatura (>38°C o <36°C), taquicardia (>90 lpm),
taquipnea (>20 rpm) y a menudo leucocitosis. La urosepticemia grave se acompaña de hipotensión y disfunción de órganos o hipoperfusión que se
manifiesta por acidosis láctica, oliguria o alteraciones mentales. En el choque uroséptico se produce hipotensión o datos de hipoperfusión a pesar de
la reanimación hídrica adecuada (Cap. 150, Síndromes de choque tóxico).
Para pacientes con riesgo de presentar una UTI complicada (cuadro 911), las manifestaciones clínicas y los signos y síntomas clásicos de presentación
de una UTI pueden variar en gran medida, o no aparecer en lo absoluto. No siempre hay fiebre, dolor o respuesta inflamatoria. Debe sospecharse una
UTI en los casos más complicados de pacientes con signos y síntomas atípicos y diversos, como debilidad, malestar general, alteración del estado
mental, fiebre y dolor en el flanco o el abdomen. Las guías sugieren utilizar los siguientes criterios para definir una UTI sintomática debido al uso de
una sonda: fiebre progresiva o de nueva aparición, escalofríos, alteraciones mentales, malestar general o letargia sin otra causa identificada; dolor en
el flanco; dolor en el ángulo costovertebral, hematuria aguda; dolor pélvico; en los pacientes en quienes se ha retirado la sonda, disuria, tenesmo
vesical o polaquiuria, o dolor o hipersensibilidad suprapúbicos.22,23 En pacientes con lesión medular, la mayor espasticidad, disrreflexia autónoma y
sensación de inquietud también son compatibles con una UTI asociada a la sonda.22
DIAGNÓSTICO
Para el diagnóstico definitivo de una UTI es necesario combinar la historia clínica con los resultados de laboratorio.9,24 Sin embargo, es posible
establecer un diagnóstico clínico de cistitis no complicada con probabilidad moderada con base en el antecedente de disuria, polaquiuria y tenesmo
vesical, en ausencia de secreción o irritación vaginal, en mujeres sin otros factores de riesgo para padecer una UTI complicada.10 No obstante, se ha
publicado que el índice de resultados positivos falsos para el diagnóstico de UTI con base en la anamnesis exclusivamente es de 33% en pacientes
ambulatorios24,25 y hasta de 43% en pacientes en la sala de urgencias. Pese a que algunos expertos10 todavía defienden el tratamiento empírico de la
cistitis no complicada con base en la historia clínica aislada en ciertas mujeres, en tres revisiones sistemáticas no recomiendan el diagnóstico basado
en los antecedentes clínicos aislados por su falta de precisión;2628 otros autores sugieren confirmar el diagnóstico por medio de análisis para reducir
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el creciente problema de resistencia antimicrobiana.19,29,30
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EXAMEN GENERAL DE ORINA
Una muestra del chorro medio ofrece tanta exactitud como la orina obtenida mediante sonda si el paciente sigue las instrucciones de manera
cuidadosa. Si la muestra se obtiene de manera apropiada, no debe contener células epiteliales, o muy pocas. El número de bacterias en la orina
se duplica cada hora a temperatura ambiente, de tal manera que ésta debe refrigerarse si no se envía de inmediato al laboratorio.
La colocación de sonda está indicada si el paciente no puede orinar de manera espontánea, se encuentra demasiado enfermo o inmovilizado, o es en
extremo obeso. Debe evitarse la colocación innecesaria de una sonda porque entre 1 y 2% de los pacientes padece UTI tras una sola
inserción de sonda.
establecer un diagnóstico clínico de cistitis no complicada con probabilidad moderada con base en el antecedente de disuria, polaquiuria y tenesmo
vesical, en ausencia de secreción o irritación vaginal, en mujeres sin otros factores de riesgo para padecer una UTI complicada. 10 No obstante, se ha
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publicado que el índice de resultados positivos falsos para el diagnóstico deAccess
UTI con base
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ambulatorios24,25 y hasta de 43% en pacientes en la sala de urgencias. Pese a que algunos expertos10 todavía defienden el tratamiento empírico de la
cistitis no complicada con base en la historia clínica aislada en ciertas mujeres, en tres revisiones sistemáticas no recomiendan el diagnóstico basado
en los antecedentes clínicos aislados por su falta de precisión;2628 otros autores sugieren confirmar el diagnóstico por medio de análisis para reducir
el creciente problema de resistencia antimicrobiana.19,29,30
La inspección visual o la valoración del color de la orina no suelen ser de utilidad para determinar la existencia de infección puesto que la turbiedad y
el olor también son producto de causas no infecciosas. El cuadro 913 enlista los valores de referencia normales para el examen general de orina. La
UTI suele generar un resultado positivo de proteínas en orina mediante tira reactiva, pero este dato carece de especificidad suficiente para ayudar a
decidir el diagnóstico cuando se busca descartar la infección.
CUADRO 913
Resultados normales del examen general de orina
Los valores de cada laboratorio pueden diferir de las cifras que se muestran en el cuadro 913. La prueba con tira reactiva se lleva a cabo con una
muestra urinaria fresca sin centrifugar; es rápida y sencilla de realizar a pie de la cama del paciente. La orina que va a someterse a análisis
microscópico se centrifuga de manera sistemática antes de someterla a estudio. Si se desea el estudio de la orina sin centrifugar, debe solicitarse de
manera específica al laboratorio para distinguir los valores normales en las muestras centrifugadas y las no centrifugadas.
La reacción de nitritos en orina tiene especificidad muy alta (>90%), además de un resultado positivo muy útil para confirmar el diagnóstico de UTI por
bacterias que convierten nitratos en nitritos, en especial las coliformes, entre las que se encuentra E. coli. Enterococcus, especies de
Pseudomonas y Acinetobacter no convierten los nitratos en nitritos en la orina, por lo que no se detectan mediante la prueba de
nitritos. Por desgracia, la reacción de nitritos en orina tiene sensibilidad baja (cerca del 50%), de tal manera que no siempre es útil como estudio de
detección porque un resultado negativo no descarta el diagnóstico de UTI.
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REACCIÓN 2024423
DE ESTERASA 9:14 A LEUCOCÍTICA
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MEDIANTE TIRA REACTIVA
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de tira reactiva en orina para detección de esterasa
leucocítica tenía una sensibilidad general de 48 a 86% y una especificidad de 17 a 93% para la identificación de una infección. Los resultados variaron
según la situación clínica. En la sala urgencias, al usar como criterio los cultivos con 105 CFU/ml, la reacción positiva para esterasa leucocítica tenía
sensibilidad de 77% y especificidad de 54%. La sensibilidad del resultado positivo en la reacción de esterasa leucocítica para la detección de una
infección se reduce cuando las muestras tienen una proliferación bacteriana menor al momento del cultivo, que va del rango de sensibilidad de 79.5%
con un cultivo con proliferación >105 CFU/ml a 50.4% cuando el crecimiento en el cultivo es de 103 CFU/ml. Por lo tanto, si el médico utiliza un umbral
de cultivo más bajo para definir la infección, la prueba de esterasa leucocítica tiene una sensibilidad menor para detectarla. En resumen, un
resultado positivo de nitritos o esterasa leucocítica en orina mediante tira reactiva respalda el diagnóstico de UTI, pero un
La reacción de nitritos en orina tiene especificidad muy alta (>90%), además de un resultado positivo muy útil para confirmar el diagnóstico de UTI por
bacterias que convierten nitratos en nitritos, en especial las coliformes, entre las que se DE
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Pseudomonas y Acinetobacter no convierten los nitratos en nitritos enProvided
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nitritos. Por desgracia, la reacción de nitritos en orina tiene sensibilidad baja (cerca del 50%), de tal manera que no siempre es útil como estudio de
detección porque un resultado negativo no descarta el diagnóstico de UTI.
Al usar los resultados positivos del cultivo como criterio estándar, se observó que la prueba de tira reactiva en orina para detección de esterasa
leucocítica tenía una sensibilidad general de 48 a 86% y una especificidad de 17 a 93% para la identificación de una infección. Los resultados variaron
según la situación clínica. En la sala urgencias, al usar como criterio los cultivos con 105 CFU/ml, la reacción positiva para esterasa leucocítica tenía
sensibilidad de 77% y especificidad de 54%. La sensibilidad del resultado positivo en la reacción de esterasa leucocítica para la detección de una
infección se reduce cuando las muestras tienen una proliferación bacteriana menor al momento del cultivo, que va del rango de sensibilidad de 79.5%
con un cultivo con proliferación >105 CFU/ml a 50.4% cuando el crecimiento en el cultivo es de 103 CFU/ml. Por lo tanto, si el médico utiliza un umbral
de cultivo más bajo para definir la infección, la prueba de esterasa leucocítica tiene una sensibilidad menor para detectarla. En resumen, un
resultado positivo de nitritos o esterasa leucocítica en orina mediante tira reactiva respalda el diagnóstico de UTI, pero un
resultado negativo no lo excluye.
La valoración de la piuria en una muestra tradicional centrifugada es poco precisa por las técnicas tan variables para preparar la muestra.
La existencia de >5 leucocitos por campo de gran aumento (HPF, high power field) en una muestra centrifugada de un paciente con síntomas es
anormal. Si bien es probable observar la combinación de piuria y bacteriuria en la infección típica por coliformes, los grados menores de piuria con o
sin bacteriuria pueden tener importancia clínica, en especial cuando hay síntomas de UTI.
En un paciente sintomático con <5 leucocitos/HPF en una muestra centrifugada, es necesario descartar otras causas de resultados falsos negativos
para piuria como una orina diluida antes de la centrifugación, leucopenia generalizada o la automedicación con antimicrobianos restantes. La piuria
podría ser intermitente o no existir cuando el paciente presenta infección renal con obstrucción. En los varones, es posible que la detección de
>1 o 2 leucocitos/HPF en una muestra de orina centrifugada tenga importancia si se detectan bacterias. La uretritis y la prostatitis son
causas mucho más probables de piuria en varones jóvenes con actividad sexual y presencia de disuria, sin importar si hay secreción uretral.
La bacteriuria constituye un recurso sensible para detectar una UTI en el paciente sintomático. La presencia de cualquier bacteria en una
muestra no centrifugada de orina con tinción de Gram (>1 bacterias/HPF o 1 000X) es significativa y guarda una importante relación
con los resultados de cultivo de >105 CFU/mL. En el caso de las muestras centrifugadas con tinción de Gram, la presencia de >1 bacteria/HPF (1
000X) tiene sensibilidad de 95% y especificidad >60% para predecir un cultivo con 104 CFU/ml. Estas dos estrategias para encontrar bacterias mediante
microscopia no permiten detectar una UTI con recuento bajo de colonias o una infección inducida por Chlamydia. Pueden obtenerse resultados
positivos falsos cuando existe contaminación por material vaginal o fecal. Las mujeres con síntomas que sugieren UTI y flujo vaginal o dispareunia
deben someterse a una exploración ginecológica para descartar enfermedad inflamatoria pélvica.
En dos metanálisis se observó que los signos clásicos de la historia clínica de cistitis son indicadores débiles de un cultivo positivo o no permiten
pronosticar cistitis.27,28 La secreción vaginal redujo ligeramente la probabilidad de cistitis; sin embargo, en ambos estudios, la precisión diagnóstica
mejoró de forma considerable con una tira reactiva, especialmente cuando el resultado era positivo para nitritos.27,28 En una revisión sistemática de
cuatro estudios realizado en el servicio de urgencias durante el año 2013, se reunió a 948 pacientes con un umbral de cultivo de referencia de 104 a 105
CFU/ml; se encontró que ninguna variable aislada de la historia clínica de cistitis permitía descartar infección, pero la prueba reactiva positiva para
nitritos, piuria moderada y bacteriuria, o ambas, resultaron ser indicadores precisos de una UTI,26 lo cual permitió diagnosticar con eficacia el
diagnóstico de una UTI. No obstante, ningún estudio o combinación de estudios permite descartar con eficacia una UTI en una mujer
que acude a la sala de urgencias con síntomas de cistitis. Por lo tanto, existe un subgrupo de mujeres en quienes los resultados de los
estudios son ambiguos y que deben recibir tratamiento empírico o por vía telefónica con base en el resultado del cultivo cuando el seguimiento no se
puede garantizar en dos o tres días.
UROCULTIVO Y HEMOCULTIVO
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Capítulo 91: Infecciones de las vías urinarias y hematuria, Kim Askew Page 7 / 22
Para el paciente
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All Rightstípicos de cistitis
Reserved. Termso UTI
ofno complicada
Use y signos
• Privacy Policy "positivos"
• Notice en el examen general de orina (ya sea piuria en el análisis
• Accessibility
microscópico, bacterias en una muestra con tinción de Gram, resultado positivo para esterasa leucocítica, resultado positivo de nitritos en orina o
todos ellos) no es necesario un cultivo de orina. La gran mayoría de pacientes responde al tratamiento empírico. El urocultivo debe realizarse en los
siguientes pacientes: aquellos con UTI complicada, embarazadas, varones adultos, pacientes con recaída o reinfección y pacientes septicémicos. Si el
individuo se encuentra sintomático, un solo resultado positivo en el cultivo es relevante.
Los resultados de los hemocultivos en pacientes hospitalizados por pielonefritis clínica son positivos en el 25% al 29% de los casos; los
microorganismos en el hemocultivo corresponden a los del urocultivo en el 97% de los casos. Por lo general, los resultados del hemocultivo no
modificaban el tratamiento. La indicación principal para obtener un hemocultivo en un paciente con sospecha de UTI es septicemia clínica.
diagnóstico de una UTI. No obstante, ningún estudio o combinación de estudios permite descartar con eficacia una UTI en una mujer
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que acude a la sala de urgencias con síntomas de cistitis. Por lo tanto, existe un subgrupo de mujeres en quienes los resultados de los
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estudios son ambiguos y que deben recibir tratamiento empírico o por vía telefónica con base en el resultado del cultivo cuando el seguimiento no se
puede garantizar en dos o tres días.
UROCULTIVO Y HEMOCULTIVO
Para el paciente con síntomas típicos de cistitis o UTI no complicada y signos "positivos" en el examen general de orina (ya sea piuria en el análisis
microscópico, bacterias en una muestra con tinción de Gram, resultado positivo para esterasa leucocítica, resultado positivo de nitritos en orina o
todos ellos) no es necesario un cultivo de orina. La gran mayoría de pacientes responde al tratamiento empírico. El urocultivo debe realizarse en los
siguientes pacientes: aquellos con UTI complicada, embarazadas, varones adultos, pacientes con recaída o reinfección y pacientes septicémicos. Si el
individuo se encuentra sintomático, un solo resultado positivo en el cultivo es relevante.
Los resultados de los hemocultivos en pacientes hospitalizados por pielonefritis clínica son positivos en el 25% al 29% de los casos; los
microorganismos en el hemocultivo corresponden a los del urocultivo en el 97% de los casos. Por lo general, los resultados del hemocultivo no
modificaban el tratamiento. La indicación principal para obtener un hemocultivo en un paciente con sospecha de UTI es septicemia clínica.
ESTUDIOS DE IMÁGENES
Los estudios de imagen renal no están indicados en pacientes por lo demás sanos y con pielonefritis aguda que pueden ser tratados de forma
ambulatoria. En varones, ancianos, diabéticos o individuos con enfermedad grave que cursan con pielonefritis aguda debe considerarse la realización
de estudios de imagen, en particular si existe algún cálculo renal o la respuesta inicial a los antibióticos es deficiente. Pueden obtenerse imágenes de
los riñones por medio de una ecografía a la cabecera del paciente para valorar la obstrucción y las anomalías localizadas del parénquima. La
radiografía simple y la ecografía tienen sensibilidad baja para detectar la formación intrarrenal de gas en la pielonefritis enfisematosa. Si se sospecha
de nefrolitiasis pielonefritis enfisematosa o cálculos ureterales, CT es el estudio de imagen más apropiado.9
CUADRO 914
Diagnóstico diferencial de la disuria
Trastorno Comentarios
Cáncer vesical/uretral –
Nefrolitiasis –
Prolapso uterino/vesical/vaginal –
Divertículo uretral –
Cistocele –
CUADRO 914
Diagnóstico diferencial de la disuria
Trastorno Comentarios
Cáncer vesical/uretral –
Nefrolitiasis –
Prolapso uterino/vesical/vaginal –
Divertículo uretral –
Cistocele –
Síntoma conductual sin patología detectable Considerar violación o abuso sexual previos
TRATAMIENTO
CISTITIS AGUDA E INFECCIÓN DE VÍAS URINARIAS NO COMPLICADA
La selección de los antibióticos depende del posible microorganismo causal, la capacidad del paciente para cumplir el régimen terapéutico, los
patrones de resistencia locales, la toxicidad potencial de los fármacos y su costo. La Infectious
Disease Society of America y la European Society for Microbiology and Infectious Disease publicaron sus recomendaciones actualizadas sobre el uso
de antibióticos para las UTI no complicadas en el año 2010 (cuadro 915).12 Ya se han incorporado otros criterios.10
CUADRO 915
Guías para el tratamiento ambulatorio de pacientes con infección de vías urinarias (UTI), incluida la pielonefritis
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Capítulo 91: Infecciones de las vías urinarias y hematuria, Kim Askew Page 9 / 22
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Tipo de Regímenes
Paciente Comentarios sobre cultivo y tratamiento
UTI antimicrobianos
Mujer Baja (cistitis) Monohidrato de No se necesita cultivo inicial. Tener en cuenta resistencia comunitaria; si >20%, utilizar
adulta No nitrofurantoína/macrocristales, otro fármaco. La amoxicilinaclavulanato, cefpodoximaproxetil, cefdinir y cefaclor, en
complicada 100 mg c/12 h X 5 días régimen de 3 a 7 días, son elecciones apropiadas cuando no se pueden usar otros
o fármacos recomendados. Las fluoroquinolonas deben reservarse para casos importantes
TMPSMX (160/800 mg) 1 más que para la cistitis aguda no complicada.
La selección de los antibióticos depende del posible microorganismo causal, la capacidad del paciente para cumplir el régimen terapéutico, los
patrones de resistencia locales, la toxicidad potencial de los fármacos y su costo. La Infectious
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Disease Society of America y la European Society for Microbiology and Infectious Disease publicaron sus recomendaciones actualizadas sobre el uso
de antibióticos para las UTI no complicadas en el año 2010 (cuadro 915).12 Ya se han incorporado otros criterios.10
CUADRO 915
Guías para el tratamiento ambulatorio de pacientes con infección de vías urinarias (UTI), incluida la pielonefritis
Tipo de Regímenes
Paciente Comentarios sobre cultivo y tratamiento
UTI antimicrobianos
Mujer Baja (cistitis) Monohidrato de No se necesita cultivo inicial. Tener en cuenta resistencia comunitaria; si >20%, utilizar
adulta No nitrofurantoína/macrocristales, otro fármaco. La amoxicilinaclavulanato, cefpodoximaproxetil, cefdinir y cefaclor, en
complicada 100 mg c/12 h X 5 días régimen de 3 a 7 días, son elecciones apropiadas cuando no se pueden usar otros
o fármacos recomendados. Las fluoroquinolonas deben reservarse para casos importantes
TMPSMX (160/800 mg) 1 más que para la cistitis aguda no complicada.
comprimido c/12 h × 3 días Si se utiliza un ciclo corto es importante la vigilancia confiable. TMPSMX o lactámicos b y
o nitrofurantoína son menos eficaces que otros fármacos cuando se utilizan durante sólo
Fosfomicina, 3 g en una sola tres días. Las cefalosporinas orales constituyen una alternativa si la resistencia y la
dosis o (cuando sea posible) sensibilidad de las cepas locales predicen buenos resultados.
Pivmecilinam, 400 mg c/12 h x 5
días (menor eficacia que otros
fármacos recomendados;
evítese si hay sospecha de
pielonefritis temprana)
Mujer Uretritis Ceftriaxona, 250 mg IM Cultivo para Chlamydia y Neisseria gonorrhoeae. No se recomiendan más las
adulta inferior más fluoroquinolonas para el tratamiento de N. gonorrhoeae y Chlamydia.
Azitromicina, 1 g en dosis única Considera añadir el régimen enlistado abajo para la cistitis si hay sospechas muy fuertes
o sobre infecciones coexistentes.
Doxiciclina, 100 mg c/12 h x 7
días
El cuadro 915 contiene las recomendaciones terapéuticas para tres grupos distintos de pacientes con UTI: 1) infección no complicada de las vías
urinarias bajas; 2) UTI complicada o pielonefritis; y 3) mujeres con síntomas de UTI en quienes no puede excluirse uretritis concomitante.10,12 Para las
infecciones no2024423
Downloaded complicadas enAmujeres
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187.188.20.20
de tres a seis
Capítulo días para una
91: Infecciones deUTI
lasno complicada;
vías urinarias ysin embargo,Kim
hematuria, es importante
Askew adherirse a las guías para seleccionar a las pacientes puesto que la mayoría
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de las estas mujeres padece otras enfermedades que las excluyen del grupo de las "UTI no complicadas". Todavía se recomienda el trimetoprim
sulfametoxazol (TMPSMX) por su precio accesible y sus efectos secundarios limitados. Las tasas de resistencia al trimetoprimsulfametoxazol superan
un umbral de 20% para exclusión terapéutica en las regiones occidental y sur de Estados Unidos;32 sin embargo, la información de los cultivos
hospitalarios reflejan sobre todo UTI complicadas y el tratamiento con trimetoprimsulfametoxazol es adecuado para las UTI no complicadas.33 La
fosfomicina es menos eficaz que otros regímenes de corta duración. Los patrones de resistencia local varían mucho de una región a otra y cambian
con rapidez. En la actualidad se recomienda evitar el uso de TMPSMX como tratamiento empírico de primera línea cuando la tasa de resistencia local
excede 20%, a menos que el tratamiento se elija con base en los resultados del urocultivo y las pruebas de sensibilidad.
días
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El cuadro 915 contiene las recomendaciones terapéuticas para tres grupos distintos de pacientes con UTI: 1) infección no complicada de las vías
urinarias bajas; 2) UTI complicada o pielonefritis; y 3) mujeres con síntomas de UTI en quienes no puede excluirse uretritis concomitante.10,12 Para las
infecciones no complicadas en mujeres no embarazadas se recomiendan regímenes de tres días.12 En las mujeres ancianas basta un tratamiento
de tres a seis días para una UTI no complicada; sin embargo, es importante adherirse a las guías para seleccionar a las pacientes puesto que la mayoría
de las estas mujeres padece otras enfermedades que las excluyen del grupo de las "UTI no complicadas".31 Todavía se recomienda el trimetoprim
sulfametoxazol (TMPSMX) por su precio accesible y sus efectos secundarios limitados. Las tasas de resistencia al trimetoprimsulfametoxazol superan
un umbral de 20% para exclusión terapéutica en las regiones occidental y sur de Estados Unidos;32 sin embargo, la información de los cultivos
hospitalarios reflejan sobre todo UTI complicadas y el tratamiento con trimetoprimsulfametoxazol es adecuado para las UTI no complicadas.33 La
fosfomicina es menos eficaz que otros regímenes de corta duración. Los patrones de resistencia local varían mucho de una región a otra y cambian
con rapidez. En la actualidad se recomienda evitar el uso de TMPSMX como tratamiento empírico de primera línea cuando la tasa de resistencia local
excede 20%, a menos que el tratamiento se elija con base en los resultados del urocultivo y las pruebas de sensibilidad.
La nitrofurantoína está indicada para el tratamiento de la UTI en el embarazo, aunque carece de actividad contra Staphylococcus saprophyticus. Un
ciclo de cinco días con nitrofurantoína de liberación extendida tiene la misma eficacia que el tratamiento de tres días con TMPSMX.34 En la UTI no
complicada una opción de primera línea es una sola dosis de 3 g de fosfomicina puesto que el índice de resistencia es de solo 2%.35 Tanto la
nitrofurantoína como la fosfomicina se recomiendan por vía oral en caso de una infección por E. coli productora de βlactamasas de amplio espectro,
puesto que la resistencia es solo de 6% y 3%, de forma respectiva.36
Debido a la resistencia bacteriana a los antibióticos tradicionales utilizados en la UTI, los patrones de sensibilidad local pueden servir para orientar la
sustitución con otros fármacos, como las cefalosporinas. Las cefalosporinas de tercera generación son muy eficaces contra las enterobacterias,
mientras que las cefalosporinas de primera generación son más eficaces contra estafilococos. La combinación amoxicilinaclavulanato es menos
efectiva que las fluoroquinolonas o las cefalosporinas orales para la UTI debida a enterobacterias. Lo anterior lleva con frecuencia a la selección de la
Klebsiella. Por lo tanto, las aminopenicilinas no se recomiendan como tratamiento de primera línea en la UTI no complicada.
Si la paciente tiene síntomas de UTI y también existe sospecha de infección por Chlamydia y gonorrea (cervicitis, salpingitis o
ambas), el tratamiento antibiótico es más complejo.
La paciente debe someterse a pruebas37 y recibir tratamiento empírico38 para Chlamydia y Neisseria gonorrhoeae (cuadro 915; véase también cap.
149). En el pasado, se recomendaba administrar fluoroquinolonas en este contexto como tratamiento de la cistitis y uretritis, pero los Centers for
Disease Control and Prevention (CDC) ya no las recomiendan por la resistencia de N. gonorrhoeae. Cuando se sospecha cistitis concomitante en un
paciente con uretritis clínica, se agregará el tratamiento recomendado para la cistitis (cuadro 915) al tratamiento de la uretritis; otra opción es llevar a
cabo un urocultivo y administrar tratamiento de la cistitis mientras se obtienen los resultados.
Las recomendaciones para antibioticoterapia y cultivo en los pacientes con estabilidad suficiente para recibir tratamiento ambulatorio se muestran en
el cuadro 915. Los antibióticos para el manejo hospitalario se listan en el cuadro 916. 10,12 El manejo de los pacientes con inestabilidad de los signos
vitales se presenta en el capítulo 150, Síndrome de choque tóxico. Después de lograr la mejoría clínica con antibióticos parenterales, el esquema debe
cambiarse por los fármacos orales que se indican en el cuadro 915. Algunos pacientes necesitan reanimación con soluciones cristaloides para
sustituir las pérdidas hídricas secundarias al vómito o la sudoración. Si bien se han estudiado ciclos terapéuticos cortos de tan solo cinco días en
pacientes con pielonefritis e infecciones asociadas a la sonda,9,10 las guías recomiendan un tratamiento con duración total de siete a 14 días en la
mayor parte de los casos, sin importar si se administra tratamiento parenteral o no.10 Los varones con UTI sin compromiso inmunológico mostraron
mejores resultados con el tratamiento de siete días, más que con el de 14 días.39,40 Para los pacientes con síndrome séptico, es posible que se necesite
un ciclo total de 21 días para erradicar la bacteriuria.10
CUADRO 916
Tratamiento empírico inicial para el paciente hospitalizado con pielonefritis e infección de vías urinarias complicada
Nota: las alternativas son ceftazidima, 1 o 2 g IV c/8 a 12 h; amikacina, 7.5 mg/kg como dosis de carga, y luego 15 mg/kg/día o en fracciones c/8 h; otras dependen de
los patrones de resistencia y sensibilidad locales.
pacientes con pielonefritis e infecciones asociadas a la sonda,9,10 las guías recomiendan un tratamiento con duración total de siete a 14 días en la
mayor parte de los casos, sin importar si se administra tratamiento parenteralINSTITUTO DE
o no.10 Los CULTURA
varones SUPERIOR
con UTI VALLEinmunológico
sin compromiso DEL BRAVO DE MEXICO
mostraron
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mejores resultados con el tratamiento de siete días, más que con el de 14 días.39,40 Para los pacientes con síndrome séptico, es posible que se necesite
un ciclo total de 21 días para erradicar la bacteriuria.10
CUADRO 916
Tratamiento empírico inicial para el paciente hospitalizado con pielonefritis e infección de vías urinarias complicada
Nota: las alternativas son ceftazidima, 1 o 2 g IV c/8 a 12 h; amikacina, 7.5 mg/kg como dosis de carga, y luego 15 mg/kg/día o en fracciones c/8 h; otras dependen de
los patrones de resistencia y sensibilidad locales.
INFECCIÓN RECURRENTE
Las mujeres que acuden al servicio de urgencias con una UTI aguda y el antecedente de más de dos UTI en seis meses o más de tres UTI en 12 meses,
deben someterse a urocultivo, administrar tratamiento empírico y enviar con su médico de atención primaria en una o dos semanas para repetir el
cultivo y probable profilaxis.4143 Esta paciente puede recibir algunos de los tratamientos recomendados para cistitis no complicada del cuadro 915,
incluidos los regímenes de tres días,41 a menos que la recurrencia sea una recaída (véase Fisiopatología y definiciones antes). La recaída se trata con
otro fármaco, como algunos de los que se recomiendan para la UTI complicada (cuadro 915).41 Un tipo de profilaxis es el tratamiento postcoital
continuo; otro es la administración intermitente por la misma paciente durante los episodios sintomáticos.4143 Las mujeres con UTI recurrentes que
utilizan espermicidas con su método anticonceptivo deben recibir información sobre otros métodos de planificación familiar.4143
En general, entre 1 y 3% de los individuos con pielonefritis aguda muere por la infección, y los pacientes más jóvenes experimentan el menor número
complicaciones. Los factores relacionados con un pronóstico desfavorable son la edad avanzada y la debilidad general, los cálculos renales o la
obstrucción urinaria, el antecedente de hospitalización reciente o exploración instrumental, diabetes mellitus, datos de nefropatía crónica,
drepanocitosis, carcinoma subyacente e inmunodepresión (p. ej., quimioterapia, infección por el virus de la inmunodeficiencia humana/síndrome de
inmunodeficiencia adquirida [VIH/sida]).
Entre las complicaciones peligrosas de la pielonefritis aguda se encuentran la necrosis papilar aguda con obstrucción potencial de los ureteros, el
choque séptico, los abscesos perinéfricos y la pielonefritis enfisematosa.
POBLACIONES ESPECIALES
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Capítulo 91: Infecciones de las vías urinarias y hematuria, Kim Askew Page 12 / 22
EMBARAZO
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En los individuos con VIH/sida, la resistencia al TMPSMX es mayor debido en gran medida a que se le utiliza para la profilaxis contra Pneumocystis
jiroveci. Las fluoroquinolonas deben ser el primer antibiótico que se administre para la UTI en estos casos, a menos que se disponga de un urocultivo
drepanocitosis, carcinoma subyacente e inmunodepresión (p. ej., quimioterapia, infección por el virus de la inmunodeficiencia humana/síndrome de
inmunodeficiencia adquirida [VIH/sida]). INSTITUTO DE CULTURA SUPERIOR VALLE DEL BRAVO DE MEXICO
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Entre las complicaciones peligrosas de la pielonefritis aguda se encuentran la necrosis papilar aguda con obstrucción potencial de los ureteros, el
choque séptico, los abscesos perinéfricos y la pielonefritis enfisematosa.
POBLACIONES ESPECIALES
EMBARAZO
En los individuos con VIH/sida, la resistencia al TMPSMX es mayor debido en gran medida a que se le utiliza para la profilaxis contra Pneumocystis
jiroveci. Las fluoroquinolonas deben ser el primer antibiótico que se administre para la UTI en estos casos, a menos que se disponga de un urocultivo
y pruebas de sensibilidad que orienten el tratamiento. La mayor parte de las UTI en los pacientes con VIH/sida se deben a patógenos atípicos o
microorganismos frecuentes de las enfermedades de transmisión sexual (STD, sexually transmitted disease). Mycobacterium tuberculosis es una
causa infrecuente de UTI en la población con VIH/sida. La vigilancia cercana de los pacientes ambulatorios (revisión en una semana) y una posible
interconsulta con un especialista en enfermedades infecciosas se justifican cuando se tratan las UTI en esta población (Cap. 154, Infección por el virus
de inmunodeficiencia humana).
La European Association of Urology actualiza sus "Guías para las Infecciones Urogenitales" cada año.10 La Infectious Diseases Society of America y la
European Society for Microbiology and Infectious Diseases actualizaron sus "Principios Clínicos Internacionales para el Tratamiento de la Cistitis
Aguda no Complicada y Pielonefritis en la Mujer" en el año 2010.12 La Canadian Association of Medical Microbiology and Infectious Diseases publicó en
el año 2005 sus principios para las infecciones complicadas de las vías urinarias en adultos.11
HEMATURIA
INTRODUCCIÓN Y EPIDEMIOLOGÍA
La hematuria macroscópica puede detectarse a simple vista, en tanto la de tipo microscópico suele detectarse sólo mediante diagnóstico de
laboratorio. Otros pigmentos, en particular la mioglobina, pueden causar cambios de coloración de la orina y estimular la hematuria macroscópica. La
UTI es la causa más frecuente de hematuria relacionada con tenesmo vesical, disuria y nicturia;26,27 sin embargo, estos síntomas también son comunes
en el grupo mucho más pequeño de pacientes a quienes se les diagnosticó de forma reciente cáncer de las vías urinarias.46,47 La hematuria indolora se
debe con más frecuencia a causas neoplásicas, hiperplásicas o vasculares.
Se necesita alrededor de 1 ml de sangre entera por litro de orina para que la hematuria sea visible. La hematuria macroscópica también puede inducir
el diagnóstico falso de proteinuria.
Se desconoce la frecuencia de hematuria macroscópica en la población general y en pacientes que acuden a la sala de urgencias. No obstante, la
hematuria macroscópica es más frecuente en mujeres premenopáusicas a causa de las infecciones de las vías urinarias y la contaminación con sangre
menstrual.48 La frecuencia de cáncer vesical acompañado de hematuria macroscópica aumenta con la edad.
El American Urological Best Practice Policy Panel on Asymptomatic Microscopic Hematuria define la hematuria microscópica asintomática como la
existencia de ≥3 eritrocitos/HPF (400X) en una muestra obtenida por centrifugación en ausencia de una causa benigna evidente,48 y eliminando el
requisito previo de la American Urological Association de una muestra positiva repetida (una de las siguientes dos) como parte de la definición. La
hematuria por causas malignas a menudo es intermitente.48 La orina normal contiene un pequeño número de eritrocitos, que por lo general son
demasiado escasos como para detectarlos por medio de la tira reactiva habitual o el examen general de orina microscópico. En los estudios de
población se ha encontrado cuando menos un episodio de hematuria microscópica transitoria en 4 a 13% de las personas.
FISIOPATOLOGÍA
Cualquier proceso que genere infección, inflamación o lesión en riñones, ureteros, vejiga, próstata, genitales masculinos o uretra puede inducir
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hematuria (cuadros 917dey 918). 49
Capítulo 91: Infecciones las vías urinarias y hematuria, Kim Askew Page 13 / 22
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CUADRO 917
Causas más frecuentes de hematuria
Causa Edad
FISIOPATOLOGÍA
Cualquier proceso que genere infección, inflamación o lesión en riñones, ureteros, vejiga, próstata, genitales masculinos o uretra puede inducir
hematuria (cuadros 917 y 918).49
CUADRO 917
Causas más frecuentes de hematuria
Causa Edad
*
Véase capítulo 134, Urgencias renales en niños
†
Véase capítulo 161, Viajeros globales
CUADRO 918
Diagnóstico diferencial de la hematuria
Diverticulosis
Cuerpo extraño
Endometriosis (hematuria cíclica con dolor menstrual)
Renal (vías urinarias superiores)
Glomerular
Glomerulonefritis
Nefropatía por inmunoglobulina A (enfermedad de Berger)
Nefritis lúpica
Nefritis hereditaria (síndrome de Alport)
Toxemia del embarazo
Enfermedad del suero
Eritema multiforme
No glomerular
Nefritis intersticial
Pielonefritis
Necrosis papilar: drepanocitosis, diabetes, uso de antiinflamatorios no esteroideos
Vascular: malformaciones arteriovenosas, émbolos, fístula aortocava
Neoplasia maligna
Nefropatía poliquística
Espongiosis medular renal
Tuberculosis
Traumatismo renal
Hematológica
Coagulopatía primaria (p. ej., hemofilia)
Anticoagulación con fármacos
Drepanocitosis
Diversas
Erosión de aneurisma de aorta abdominal
Hipertensión maligna
Síndrome dolor lumbarhematuria
Trombosis de vena renal
Hematuria inducida por el ejercicio
Intoxicación por cantaridina (mosca Española)
Mordeduras o piquetes de insectos y reptiles cuyo veneno tiene propiedades anticoagulantes
En varones >50 años, los tumores de la próstata o de algún otro sitio del sistema eyaculador, así como la hipertrofia prostática benigna, son
diagnósticos que deben descartarse cuando existe hematuria. En pacientes <40 años, son causas frecuentes las infecciones y los trastornos
inflamatorios, que incluyen prostatitis, uretritis, STD, epididimoorquitis, inflamación por cálculos y tuberculosis. Los tumores testiculares pueden
estar presentes en algunos varones menores de 50 años de edad.
La hematuria falsa es aquella en la que la orina parece contener sangre, pero los resultados con tira reactiva son negativos y no se observan
eritrocitos en la valoración microscópica, o bien cuando el paciente agrega sangre a una muestra de orina anormal (cuadro 919). La detección de
sangre del análisis con tira reactiva de la orina que contiene hemoglobina, mioglobina o porfirinas da resultados positivos.
CUADRO 919
Causas de hematuria falsa en la inspección visual
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
estar presentes en algunos varones menores de 50 años de edad.
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La hematuria falsa es aquella en la que la orina parece contener sangre, pero los resultados con tira reactiva son negativos y no se observan
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eritrocitos en la valoración microscópica, o bien cuando el paciente agrega sangre a una muestra de orina anormal (cuadro 919). La detección de
sangre del análisis con tira reactiva de la orina que contiene hemoglobina, mioglobina o porfirinas da resultados positivos.
CUADRO 919
Causas de hematuria falsa en la inspección visual
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Debe realizarse una anamnesis cuidadosa, que incluya información relativa a la actividad sexual, los procedimientos urológicos recientes, el uso de
fármacos y los factores de riesgo de VIH y tuberculosis. Deben valorarse la salud y la condición general del paciente, sus signos vitales, el abdomen, los
genitales externos y la próstata en el varón.
La hematuria inicial corresponde a la aparición de sangre al inicio de la micción, con aclaramiento posterior de la orina, lo que sugiere una
enfermedad uretral, incluido el cáncer. La hematuria macroscópica muy a menudo indica una afectación de las vías urinarias inferiores, en pacientes
más jóvenes, la hematuria microscópica tiende a presentarse con la nefropatía o una UTI.26 En pacientes mayores, las infecciones y la nefrolitiasis
siguen siendo causas frecuentes de hematuria. A pesar de esto, la hematuria en pacientes >50 años, incluso en aquellos con diagnóstico franco de UTI
o cálculos, justifica una vigilancia rigurosa, porque la frecuencia de neoplasias malignas de riñón, vejiga y próstata se incrementa y podrían coexistir
con una UTI o con los cálculos renales.46,48 Otros factores de riesgo para el cáncer del epitelio urinario además de la edad >50 años son pertenecer al
género masculino, tabaquismo, antecedentes familiares de cáncer vesical, exposiciones laborales en las industrias químicas, del caucho o pieles (p.
ej., pigmentos, bencenos o aminas aromáticas), además del uso excesivo de analgésicos.46 La hematuria en un paciente que recibe anticoagulantes
orales no debe atribuirse tan sólo a estos fármacos, debido a que la incidencia de enfermedad subyacente puede alcanzar 80% en los pacientes
enviados a valoración urológica.46 Los aneurismas de la aorta abdominal que se expanden pueden erosionarse hacia el interior del aparato urogenital
o producir inflamación u obstrucción por compresión directa.
La hipertensión maligna, infarto renal de origen embólico y trombosis de la vena renal son otros diagnósticos graves que pueden generar hematuria.
En el embarazo, la hematuria puede relacionarse con UTI, nefrolitiasis o preeclampsia. De igual forma, la instrumentación de las vías urinarias en
fecha reciente puede producir hematuria.
La incidencia que se informa para la hematuria en pacientes con infección por VIH varía entre 18 y 50%. Entre sus causas se encuentran la UTI, uretritis
por Clamidia y gonocócica, glomerulonefritis, vejiga neurógena, trombocitopenia, sarcoma de Kaposi subclínico del epitelio urinario infección renal
subclínica de origen viral y traumatismo uretral. A pesar de esto, hasta en 80% de los pacientes no se detecta una causa específica.
La exploración física debe incluir la revisión de los signos vitales y del aspecto del paciente. La hipertensión y el edema implican la existencia de
síndrome nefrótico. Un soplo cardiaco nuevo (endocarditis) o la fibrilación auricular incrementan la probabilidad de enfermedad embólica e infarto
renal. Resulta esencial una exploración genitourinaria completa tanto de varones como de mujeres. Los signos sistémicos necesitan correlacionarse
con enfermedades que pueden ocasionar hematuria (cuadro 918).
DIAGNÓSTICO
Las causas potenciales de la hematuria en muchas ocasiones se ponen de manifiesto por la edad del paciente, su género y características
demográficas, sus hábitos, los factores de riesgo potenciales, el antecedente de exploración instrumental GU reciente y las enfermedades
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concomitantes.2024423
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Capítulo 91: Infecciones de las vías urinarias y hematuria, Kim Askew Page 16 / 22
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VALORACIÓN DE LABORATORIO
En la mayoría de los pacientes es apropiada la muestra de orina del chorro medio obtenida con la técnica correcta. Se recomienda obtener la muestra
mediante sonda en mujeres con flujo vaginal, hemorragia menstrual o vaginal, o enfermedades del perineo. Si bien la colocación de la sonda uretral
puede inducir hematuria en alrededor del 15% de los pacientes. La coloración marrón o grisácea de la orina que se acompaña de cilindros eritrocíticos
y proteinuria sugiere una fuente glomerular.48 La presencia de coágulos de sangre frescos en la orina señala una fuente distal a los riñones.
Una tira reactiva para detección de sangre en la orina permite identificar desde 150 μg/L de hemoglobina libre, que corresponden a 5 a 20 eritrocitos
con enfermedades que pueden ocasionar hematuria (cuadro 918).
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DIAGNÓSTICO Access Provided by:
Las causas potenciales de la hematuria en muchas ocasiones se ponen de manifiesto por la edad del paciente, su género y características
demográficas, sus hábitos, los factores de riesgo potenciales, el antecedente de exploración instrumental GU reciente y las enfermedades
concomitantes.48
VALORACIÓN DE LABORATORIO
En la mayoría de los pacientes es apropiada la muestra de orina del chorro medio obtenida con la técnica correcta. Se recomienda obtener la muestra
mediante sonda en mujeres con flujo vaginal, hemorragia menstrual o vaginal, o enfermedades del perineo. Si bien la colocación de la sonda uretral
puede inducir hematuria en alrededor del 15% de los pacientes. La coloración marrón o grisácea de la orina que se acompaña de cilindros eritrocíticos
y proteinuria sugiere una fuente glomerular.48 La presencia de coágulos de sangre frescos en la orina señala una fuente distal a los riñones.
Una tira reactiva para detección de sangre en la orina permite identificar desde 150 μg/L de hemoglobina libre, que corresponden a 5 a 20 eritrocitos
intactos/ml en el análisis microscópico. Pueden obtenerse resultados negativos falsos de sangre en las pruebas con tira reactiva si la orina tiene una
concentración alta de ácido ascórbico (>5 mg/100 ml) o gravedad específica elevada. Se obtienen resultados positivos falsos en presencia de
hemoglobina libre, mioglobina o porfirinas.
En los pacientes con un cuadro clínico que no proporciona la causa clara de la hematuria en la tira reactiva (ni una indicación para solicitar una
valoración de urgencia), se debe realizar un examen general de orina con microscopia para confirmar la hematuria antes de continuar las pruebas
diagnósticas.48 La cistitis hemorrágica con invasión bacteriana de la pared vesical que genera desprendimiento del epitelio y hemorragia constituye
una causa frecuente de hematuria; se resuelve con el tratamiento antibiótico apropiado.
En los pacientes que reciben anticoagulantes deben llevarse a cabo estudios de coagulación apropiados en la sala de urgencias; están indicados los
estudios de imagen para la vigilancia de individuos ancianos con el objetivo de excluir neoplasias malignas.
El signo de eritrocitos normales en el análisis microscópico de la orina, junto con bacteriuria y leucocituria en un paciente sano, respalda la existencia
de una UTI como causa potencial de hematuria. Los estudios de laboratorio complementarios necesarios deben elegirse con base en la anamnesis, la
exploración física y el diagnóstico diferencial. La presencia de eritrocitos normales sin datos de infección debe obligar a una valoración urológica
adicional con el objetivo de identificar el sitio de hemorragia; no obstante, en pacientes estables sin una causa urgente según la historia clínica y
exploración física, basta con una valoración ambulatoria.
ESTUDIOS DE IMÁGENES
Las imágenes iniciales de las vías urinarias superiores e inferiores en pacientes con hematuria se obtienen en la actualidad, en general, con la
tomografía computarizada helicoidal (HCT, helical computed tomography) sin contraste o la ecografía renal.48,50 La HCT define con claridad la mayor
parte de los tumores renales, las obstrucciones, o los cálculos y su ubicación precisa.48,50
La ecografía renal ayuda a detectar obstrucción, hidronefrosis o aneurisma de la aorta abdominal. Se trata del estudio de elección en embarazadas
con sospecha de nefrolitiasis. A pesar de esto, es raro que la ecografía renal permita identificar o localizar cálculos ureterales que no tienen el tamaño
suficiente para generar datos de obstrucción. La ecografía renal tampoco permite valorar la función renal (intensificación normal y excreción del
contraste por ambos riñones). La CT helicoidal con contraste aporta esta información importante.
La hematuria macroscópica en individuos con traumatismos contusos o penetrantes en abdomen, flancos o espalda justifica una estrategia enérgica
para identificar la fuente de hemorragia y orientar el tratamiento (Cap. 265 Traumatismo genitourinario).48
CUADRO 9110
Factores de riesgo de enfermedad importante en individuos con hematuria microscópica
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Capítulo 91: Infecciones de las vías urinarias y hematuria, Kim Askew Page 17 / 22
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McGraw
>50 y Hill. All Rights Reserved. Terms of Use • Privacy Policy • Notice • Accessibility
Género masculino
Antecedente de hematuria macroscópica
Antecedente de tabaquismo
Exposición laboral a químicos o pigmentos (bencenos o aminas aromáticas)
Uso excesivo de analgésicos
Antecedente de radiación pélvica
Uso de ciclofosfamida
El tratamiento de la hematuria se dirige a la causa (cuadros 917 y 918). El tratamiento ambulatorio y la referencia para vigilancia posterior son
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apropiados para personas con estabilidad hemodinámica en los que la causa de la hematuria no parece poner en riesgo la vida. La urgencia para el
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seguimiento depende de la presencia de hematuria macroscópica o factores de riesgo de una enfermedad más grave (cuadro 9110).48,50 Los
pacientes con hematuria macroscópica o factores de riesgo considerables deben revalorase durante el seguimiento de dos semanas.
CUADRO 9110
Factores de riesgo de enfermedad importante en individuos con hematuria microscópica
EDAD >50 y
Género masculino
Antecedente de hematuria macroscópica
Antecedente de tabaquismo
Exposición laboral a químicos o pigmentos (bencenos o aminas aromáticas)
Uso excesivo de analgésicos
Antecedente de radiación pélvica
Uso de ciclofosfamida
Embarazo
Neoplasia maligna conocida
Proteinuria
Insuficiencia renal
Las guías de la American Urological Association recomiendan enviar al paciente a consulta urológica para someterse a una valoración por un posible
cáncer de las vías urinarias en caso de hematuria microscópica sin una causa benigna evidente.48 En los pacientes con hematuria microscópica sin
factores de riesgo considerables, es aceptable un seguimiento después de un mes.
La hematuria macroscópica puede conducir a la formación intravesical de coágulos y la obstrucción de la salida vesical. Para el tratamiento, véase el
capítulo 92, Retención urinaria aguda.
Los pacientes con dolor intratable, intolerancia a los líquidos y los fármacos por vía oral, enfermedad concomitante importante, obstrucción de la
salida vesical, evidencia de inestabilidad hemodinámica o hematuria con etiología potencialmente mortal deben hospitalizarse; debe consultarse al
especialista correspondiente.
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