Subsidio de Espiritualidad
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CONTENIDO
MONICIONES Pag. 7
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ORACIONES DEL MES
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Oración por la Unidad de los Cristianos de San Juan
Pablo II
Señor Jesús,
tú que eres el camino, la verdad y la vida,
renueva en todos los bautizados
el deseo de trabajar juntos por la unidad de tu Iglesia,
para que el mundo crea en el mensaje de salvación.
Espíritu Santo,
tú que eres el lazo de amor entre el Padre y el Hijo,
derrama tu gracia sobre nuestras divisiones
y enséñanos a superar lo que nos separa.
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CÁPSULA LITÚRGICA
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Hay muchos relatos que son únicos en San Lucas, en este ciclo,
dejemonos interpelar por la parábola del Hijo pródigo o del Padre
Misericordioso, y sigamos escarbando a tan hermoso texto, el
encuentro particular con los enfermos, dejemos que Jesús haga arder
nuestros corazones con la narración del camino de Emaús.
El tiempo Ordinario tiene mucho que ofrecernos, ojalá podamos
disfrutarlo y vivirlo con toda su riqueza, y principalmente sirviendo en el
Nombre del Señor.
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MONICIONES
SOLEMNIDAD DE LA EPIFANÍA DEL SEÑOR
(Segundo Domingo después de Navidad)
Monición de Entrada:
Hermanos y hermanas, bienvenidos a la celebración de la Epifanía del
Señor. Hoy recordamos la manifestación de Jesús como Salvador no solo
para el pueblo de Israel, sino para todas las naciones. Los Magos,
guiados por una estrella, vinieron a adorarlo y ofrecerle sus regalos. Hoy,
nosotros también estamos aquí para ofrecer a Cristo nuestras vidas y
corazones. Que esta celebración nos llene de luz y esperanza. Nos
ponemos de pie y cantamos.
Monición a la Primera Lectura:
La primera lectura, tomada del libro de Isaías. Pasaje en el cual la
profecía se cumple: el Salvador ha nacido para traer la paz y la salvación
a todos los pueblos. Que estas palabras nos fortalezcan y nos inspiren a
ser portadores de esa luz en el mundo. Escuchemos:
Monición al Salmo:
En el salmo de hoy nos unimos a todos los pueblos que, reconocen a
Cristo como el rey de Reyes y Señor de Señores. Cantemos junto al
salmista diciendo:
Monición a la Segunda Lectura:
Escuchemos ahora la segunda lectura, tomada de la carta de San Pablo a
los Efesios. En ella, el apóstol nos habla de cómo la salvación de Dios es
para todos, judíos y gentiles por igual. Esta revelación de la gracia de
Dios nos invita a vivir en unidad y solidaridad, como una sola familia de
fe, iluminada por la luz de Cristo.
Monición al Evangelio:
Hoy, el Evangelio nos presenta a los Magos que, siguiendo la estrella,
llegan a adorar al Niño Jesús. Ellos le ofrecen sus regalos de oro, incienso
y mirra, reconociéndolo como Rey, Dios y Hombre. Que al escuchar este
relato, renovemos nuestra adoración a Cristo y nuestro compromiso de
vivir según su luz.
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Oración universal:
Presentemos al Señor nuestra oración con humildad y confianza,
después de cada invocación responderemos
Te rogamos oyenos
• Por la Iglesia: Que durante este Año Jubilar, la Iglesia se renueve
en su misión de llevar el amor y la misericordia de Dios a todos los
rincones del mundo, y que todos los fieles se abran al perdón y la
reconciliación. Roguemos al Señor.
• Por los jóvenes de nuestra iglesia y comunidad: Te pedimos, Señor,
que ilumines a los jóvenes para que encuentren en Ti la verdadera
paz y propósito, guiándolos en su vida de fe y en su vocación.
Roguemos al Señor.
• Por los asesores de pastoral juvenil: Señor, te pedimos por todos
los asesores de pastoral juvenil, para que los guías con sabiduría y
paciencia, y los fortalezcas en su misión de acompañar a los
jóvenes en su crecimiento espiritual. Roguemos al Señor.
Monición de ofrendas:
Hermanos, en este momento presentamos nuestras ofrendas ante el
altar del Señor. Así como los Reyes Magos trajeron sus regalos al Niño
Jesús, nosotros también ofrecemos nuestras vidas, nuestros esfuerzos y
nuestros dones al Señor. Tomamos asiento y cantamos:
Monición antes de la comunión:
Hermanos y hermanas, hemos llegado al momento más santo de
nuestra celebración: la comunión. Al recibir el Cuerpo y la Sangre de
Cristo, que es la luz que ilumina nuestras vidas, pidamos al Señor que
nos haga instrumentos de su paz y amor en el mundo. Acerquémonos
pues, a este banquete sagrado.
Monición de Salida (opcional):
Hermanos, nuestra celebración ha llegado a su fin. Que, al salir de este
lugar, llevemos con nosotros la luz de Cristo, que ilumina nuestras vidas
y nos guía en el camino hacia el Reino de los Cielos.
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FIESTA DEL BAUTISMO DEL SEÑOR
(Primer Domingo de Tiempo Ordinario)
Entrada:
La fiesta de hoy, con la que concluye el Tiempo Navideño, nos brinda la
oportunidad de ir como peregrinos en espíritu– a las orillas del Jordán,
para ser testigos de un acontecimiento excepcional: el bautismo de
Jesús por parte de Juan Bautista… Con este hecho desconcertante –que
inaugura su vida pública– Él se manifiesta como objeto de la
predilección del Padre: verdadera «epifanía», es decir, auténtica
“manifestación” de su gran amor por nosotros.
Monición para la primera lectura:
[Is 40, 1-5. 9-11] Con un inspirado texto, Isaías proclama al pueblo,
exiliado y desconsolado en Babilonia, la proximidad del anhelado retorno
a la patria… Dios mismo –como Pastor solícito– marchará al frente de
esta victoriosa caravana, que conduce a la libertad.
Monición para la segunda lectura:
[Tit 2, 11-14; 3, 4-7] Escribiendo a su discípulo Tito, san Pablo le hace una
insistente invitación a llevar una vida regenerada por el Espíritu… Sólo
liberados de las seducciones del mundo podremos estar preparados
para la venida de nuestro Salvador.
Monición para el evangelio:
[Lc 3, 15-16. 21-22] El evangelio nos relata el bautismo de Jesús en el
Jordán narrado según san Lucas… En él se anuncia, de algún modo, el
bautismo cristiano que tendrá lugar gracias a Jesucristo, el Predilecto
del Padre, presente entre los hombres.
Oración universal:
Oremos a nuestro Salvador, que quiso ser bautizado para santificar
nuestro bautismo, y pidámosle que se compadezca de quienes ha
querido que fueran sus hermanos:
Te rogamos señor
• Para que Cristo, en quien el Padre se complace, mire con amor a
todos los que se preparan para el bautismo o la confirmación, o
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preparan el bautismo o la confirmación de sus hijos, roguemos al
Señor.
• Para que Cristo ilumine a los que buscan a Dios con sinceridad de
corazón y les haga oír la voz del Padre que los llama a escuchar a
su Hijo amado, y los conduzca hacia el baño de regeneración,
roguemos al Señor.
• Para que Cristo –el Enviado del Padre, que no quiebra la caña
resquebrajada ni apaga la mecha que aún humea– conceda la
salud a los que viven oprimidos por los poderes del enemigo malo,
roguemos al Señor.
• Para que Cristo –el Hijo amado, que quiso ser bautizado por Juan
en el Jordán– nos haga descubrir y amar la grandeza del bautismo
cristiano, don del amor de Dios a los hombres, roguemos al Señor.
Monición de ofrendas:
Al presentarle al Señor las ofrendas de pan y de vino, ofrezcámosle
también nuestros deseos de vivir más coherentemente nuestra fe… ¡Que
nos gloriemos siempre de nuestra condición de renacidos a una vida
nueva en Cristo!
Monición antes de la comunión:
El alimento espiritual que Jesús nos ofrece en la Comunión sea para
todos nosotros motivo de alegría… ¡Que en este año que comienza
renovemos nuestros propósitos de servirlo a Él, sirviendo a nuestros
hermanos!
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II DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Monición de entrada:
Hoy, en este Segundo Domingo del Tiempo Ordinario, la liturgia nos
invita a abrir nuestro corazón a la gracia de Dios, que transforma
nuestras vidas con su amor y su fidelidad. Al comenzar esta Eucaristía,
pidamos al Señor que nos ayude a reconocer su presencia en nuestra
vida cotidiana, a vivir con alegría y gratitud, y a seguir su llamado con
corazones dispuestos a recibir su amor transformador
Monición de las lecturas:
En las lecturas de hoy, descubrimos el amor transformador de Dios.
Isaías nos habla de la restauración de Jerusalén, como una expresión del
amor fiel de Dios por su pueblo. San Pablo nos recuerda que el Espíritu
Santo reparte diversos dones para la edificación de la Iglesia,
invitándonos a vivir en unidad. En el Evangelio, Jesús realiza su primer
milagro en las bodas de Caná, transformando el agua en vino, un signo
de su abundante gracia. Escuchemos con atención la Palabra de Dios y
permitamos que transforme nuestras vidas.
Oración universal:
Confiando en el amor y la misericordia de Dios, presentemos nuestras
súplicas, diciendo:
Señor, escucha nuestra oración
• Por la Iglesia, para que, como el pueblo amado de Dios, siga
anunciando la Palabra con valentía y esperanza, llevando su luz a
todas las naciones. Oremos.
• Por los gobernantes, para que busquen siempre el bien común y
trabajen por la justicia, la paz y la solidaridad, especialmente en
tiempos de dificultad. Oremos.
• Por aquellos que sufren enfermedades, soledad o tristeza, para
que encuentren consuelo y esperanza en el amor de Dios, como
los novios en Caná que vieron su falta de vino transformada en
abundancia. Oremos.
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• Por nuestra comunidad, para que, como los discípulos de Jesús en
Caná, reconozcamos su presencia en nuestras vidas y sigamos su
llamado con generosidad y alegría. Oremos.
Monición de ofrendas:
Hoy, al presentar el pan y el vino, signos de nuestra vida y de todo lo que
Dios nos ha dado, los ponemos en las manos del Señor para que los
transforme. Como en las bodas de Caná, que estos dones sean
transformados por su gracia y que este sacrificio nos ayude a vivir con
amor y generosidad en respuesta al llamado de Dios.
Monición antes de la comunión:
En esta Eucaristía, Jesús se nos da como alimento. Acerquémonos con
fe y gratitud, reconociendo su amor transformador en nuestras vidas.
Como en las bodas de Caná, dejemos que Él transforme nuestras
debilidades y limitaciones en signos de su abundante gracia y amor.
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III DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO (DOMINGO
DE LA PALABRA)
Monición de entrada:
Queridos jóvenes sean bienvenidos a esta Eucaristía del 3° domingo del
tiempo ordinario, con la invitación peculiar de renovar nuestra relación
con la Sagrada Escritura. Nos disponemos para el banquete del Señor.
Monición de lecturas:
San Lucas nos muestra a Jesús explicando las Sagradas Escrituras en la
sinagoga de Nazaret y como indica el profeta Nehemías, esa misma
proclamación de la Palabra de Dios la inició el sacerdote Esdras, San
Pablo llama a la unidad entre los cristianos, mostrando que todos somos
el cuerpo de Cristo, escuchemos con atención.
Oración universal:
En este domingo de la Palabra de Dios presentemos al Señor nuestra
oración con humildad y confianza, después de cada invocación
responderemos
Cristo Palabra Eterna del Padre escúchanos
• Para que la Iglesia continue caminando tras las huellas de
Jesucristo y proclame con alegría el Evangelio, Oremos.
• Para que la Palabra de Dios sea proclamada con fe, acogida con
gratitud, vivida con intensidad y testimoniada con pasión, Oremos.
• Por los que pasan necesidad, por los que sufren a causa de las
guerras, enfermedades, la soledad y el abandono, para que
encuentren respuestas y compañía, oremos.
• Para que el Espíritu Santo llene los corazones de todos los
cristianos, sean fermento de comunión y nos conceda el don de la
unidad visible, oremos.
Monición de ofrendas:
Presentemos el vino y el pan, que se transformaran en el cuerpo y la
sangre de Cristo, y con ello ofrecemos nuestras vidas.
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Monición de comunión:
Cristo la Palabra Eterna del Padre, en su gran amor se ha querido quedar
con nosotros y ser el mismo nuestro alimento, por eso con un corazón
limpio y dispuesto nos acercamos a este Divino Banquete.
Monición de Salida (opcional):
Hermanos, nuestra celebración ha llegado ha culminado. Que, al salir de
este lugar, llevemos con nosotros la luz de Cristo, que ilumina nuestras
vidas y nos guía en el camino hacia el Reino de los Cielos.
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LECTIO DIVINA
JESÚS SE DA A SÍ MISMO Y SIRVE A LA HUMANIDAD
(Mc 10,32-45)
Disposición:
Es oportuno que nos vayamos disponiendo para la lectura orante de la
Palabra de Dios.
Oración inicial
V. Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en
ellos el fuego de tu amor. Envía Señor tu Espíritu y todo será creado.
R. Y renovarás todas las cosas.
V. Padre Dios que iluminaste los corazones de tus hijos con la luz del
Espíritu Santo, haznos dóciles a tu Espíritu, para gustar siempre del bien
y gozar de su consuelo. Por Cristo nuestro Señor.
R. Amén.
Todos: Creo, Señor, que estás aquí presente. Aunque mis ojos no te
vean, te siente mi fe. Aparta de mí los pensamientos extraños, haz que
comprenda las verdades que en esta meditación quieres enseñarme.
Que me decida a practicarlas, tu siervo te escucha ¡habla Señor a mi
alma!
Santa María, medianera de todas las gracias, ayúdame para que escuche
y siga la voz del Señor.
Lectura
¿Qué dice el texto?, escuchemos:
Mientras subían camino a Jerusalén, Jesús iba delante de sus discípulos.
Ellos estaban asombrados y, aunque lo seguían, tenían miedo. Otra vez
reunió Jesús a los Doce y comenzó a decirles lo que iba a suceder. "Ya
ven que subimos a Jerusalén. Allí el Hijo del hombre será entregado a los
sumos sacerdotes y a los maestros de la Ley, lo condenarán a muerte, lo
entregarán a los paganos y se burlarán de él, le escupirán, y matarán,
pero después de tres días resucitará".
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Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le dijeron:
"Maestro, queremos que nos concedas lo que vamos a pedirte". El les
preguntó: "¿ Qué quieren que haga por ustedes?" Ellos le respondieron:
"Cuando estés en tu gloria, concede que uno de nosotros se siente a tu
derecha y el otro a tu izquierda". Jesús les contestó: "¡ No saben lo que
piden! ¿Pueden beber la copa que yo voy a beber o recibir el bautismo
que yo voy a recibir?". Ellos le dijeron: "¡Podemos!" Jesús les dijo: "La
copa que yo voy a beber, también ustedes la beberán, y el bautismo que
yo voy a recibir también lo recibirán, pero sentarse a mi derecha o a mi
izquierda no me toca a mí concederlo: será para quienes está
preparado".
Al oí esto, los otros diez se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús los
llamó y les dijo: "Ustedes saben que aquellos a quienes se considera
gobernantes entre los pueblos paganos los dominan con tiranía y los
poderosos abusan de su poder. ¡Que no sea así entre ustedes! Al
contrario, el que quiera ser importante que se haga servidor de los
demás, y el que quiera ser el primero entre ustedes que se haga esclavo
de todos porque el Hijo del hombre no vino a ser servido, sino a servir y
dar su vida en rescate por todos".
Reflexión:
Jesús camino a Jerusalén se topa con diversas personas. Se cuenta el
encuentro de un hombre rico con Jesús. Este rico será incapaz de seguir
a Jesús "porque tenía muchos bienes". Contrastará con Bartimeo, ciego
de Jericó, que sí se hará discípulo de Jesús: "Al instante recobró la vista y
le seguía por el camino." Jesús toma la iniciativa de llamar para ser
discípulos. Hay quien se niega como "el rico" y hay quien se anima a
seguir a Jesús como Bartimeo. Y entre ambos encontramos el evento
que nos ocupa. Jesús anuncia "otra vez" a sus discípulos su entrega.
Cuando en los Evangelios se habla de que Jesús subía a Jerusalén, se
entiende como el proceso resultado de la firme decisión de Jesús de
encaminarse hacia el lugar donde han muerto los profetas y donde él
mismo quiere ofrendar su vida. Jesús va delante de su discípulos como
corresponde al maestro. Jesús es la guía, es la luz que alumbra la vida de
sus discípulos, pero para que esto sea posible es necesario la disposición
de sus seguidores, abrir su corazón para que él entre y habite en ella.
Algo claro que encontramos es el asombro y el miedo que es propio de
los discípulos a lo largo del evangelio.
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El evangelio de Marcos responde a la pregunta ¿Quién es Jesús? Por eso
es tan importante la profesión de fe de Pedro, quien acierta en su
respuesta pero no en su interpretación. Pero al ser Jesús el maestro de la
verdad, comienza entonces a corregir a la visión de Pedro, y les anuncia
a sus discípulos que el Hijo del Hombre tiene que padecer para después
resucitar.
Cuando Jesús se encamina a Jerusalén y anuncia sus discípulos que
tiene que ser entregado, pero siempre no comprendiendo a Jesús:
Pedro quiere corregir a Jesús, discuten quien será el mayor, y petición
de Santiago y Juan de participar del Reino de Jesús. Por eso, Jesús dará
cada vez una nueva enseñanza a sus discípulos, corrigiéndolos. Jesús
dice a Pedro con dureza: " Ponte detrás de mi, Satanás!" y da sus
condiciones para seguirlo; a los discípulos que han discutido quién era el
mayor, Jesús les dice "Si alguno quiere ser el primero, que se haga el
último de todos y el servidor de todos" y pone en medio a un niño, como
destinatario del enviado que debe ser recibido; y ante el tercer anuncio
de la pasión los discípulos Santiago y Juan hacen una petición inaudita a
Jesús, a la que responde con una nueva lección sobre el servicio: "¡Que
no sea así entre ustedes!". Esto último lo comentaremos con más
atención.
Jesús es muy consciente de lo que le espera en Jerusalén; no obstante,
ha tomado la firme decisión de encaminarse hacia allá. Es una decisión
que ha tomado solo y por la que ha sido incomprendido por los suyos.
"...pero después de tres días resucitará". Esta certeza es la que anima a
Jesús; El sabe que su Padre no lo abandonará a la muerte. Está
convencido que el camino a la Resurrección pasa por la muerte.
Marcos nos muestra que los doce son personas ordinarias, con
aspiraciones ambiciosas, al igual que todos los seres humanos.
Pensaban, junto con todo el pueblo, que el Mesías debía serlo con poder
y con gloria. Por eso no comprenden que Jesús se decida por el camino
de la cruz. Los dos discípulos se le adelantaron a Jesús; asumen un gesto
que no es propio de los discípulos. A éstos les corresponde ir detrás de
Jesús y seguirlo.
Jesús invita a sus discípulos a participar de su sufrimiento y dolor
mediante dos imágenes: la copa que han de beber y el bautismo que
han de recibir. Pero aquello que han pedido ya el Padre lo tiene
asignado. Al igual que Santiago y Juan, el ciego hijo de Timeo pedirá
algo a Jesús. Mientras que los dos discípulos piden que Jesús les
participe según ellos de su poder, Bartimeo le pide ver.
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¡Qué contraste! El rico no ha podido seguir a Jesús; los discípulos no
comprenden quién es Jesús y cuál es su misión; en cambio, Bartimeo ha
comprendido que Jesús puede darle la vista, no sólo la física sino
también la vista espiritual de la fe. Condición indispensable para seguir a
Jesús. Bartimeo se hace discípulo de Jesús.
La indignación de los diez no significa que ellos sí hayan comprendido a
Jesús en su decisión mesiánica de entregar su vida. Por el contrario,
también ellos estaban deseosos de participar del Reinado de Jesús
concebido como triunfal, con poder y dominio sobre los demás. Se han
enfadado porque los otros dos se les anticiparon.
Claro, como era de esperarse, Jesús llamó a sus discípulos y
aprovechando aquella situación les da una nueva enseñanza a todos
ellos. Si bien, los gobernantes dominan con tiranía y abusan de su poder;
afirmando el hecho, sin aprobarlo o reprobarlo. Aunque podría
entenderse como reprobatoria la expresión "¡Que no sea así entre
ustedes!" "¿Que no sea así entre ustedes!"
Opone Jesús de manera radical un modo de ser de los discípulos. La
primacía entre los discípulos la tiene quien se hace esclavo y se hace
servidor, quien da su vida por los demás, como lo ha hecho Jesús, hasta
entregar su vida por la humanidad. Jesús ha mostrado de manera
ejemplar este nuevo modo de servir. Aquí dar la vida por muchos
significa en realidad por todos. Nótese que en el se ha dicho que el hijo
del hombre será entregado, pero acá en el Jesús mismo afirma que él
entrega su vida, nadie se la quita.
Meditación:
¿Qué me dice o nos dice el texto hoy?
«La ambición siempre divide y enfrenta a los discípulos de Jesús. La
búsqueda de honores y protagonismo interesados rompe la comunión
de la comunidad cristiana. También hoy. ¿Qué puede haber más
contrario a Jesús y a su proyecto de servir a la liberación de las gentes?
[...] La grandeza no se mide por el poder que se tiene, el rango que se
ocupa o los títulos que se ostentan. Quien ambiciona estas cosas en la
Iglesia de Jesús no se hace más grande, sino más insignificante y
ridículo. En realidad es un estorbo para promover el estilo de vida
querido por el Crucificado. Le falta un rasgo básico para ser seguidor de
Jesús: servir."
(PAGOLA, José Antonio El camino abierto por Jesús. 2 Marcos. PPC
Colombia 2012, pp. 195-196)
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Para dialogar
Oración
Canto
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Recitar los salmos 75,9; 69,2-3.15-16
Contemplación
¿Cómo vemos la vida desde el proyecto de Dios?
¿A qué nos invita Dios con su palabra?
Acción
¿Qué acciones o tareas concretas puedo o podemos realizar durante
estos días para demostrarme o demostrarnos que estamos para servir a
los demás?
Oración final
20
EJERCICIOS PRÁCTICOS
MIS PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO
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MI VIDA BAUTISMAL
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• MIÉRCOLES 15 Los Padres de la Iglesia San Gregorio Nacianceno: El
Bautismo «es el más bello y magnífico de los dones de Dios [...] lo
llamamos don, gracia, unción, iluminación, vestidura de
incorruptibilidad, baño de regeneración, sello y todo lo más
precioso que hay. Don, porque es conferido a los que no aportan
nada; gracia, porque es dado incluso a culpables; bautismo,
porque el pecado es sepultado en el agua; unción, porque es
sagrado y real (tales son los que son ungidos); iluminación, porque
es luz resplandeciente; vestidura, porque cubre nuestra
vergüenza; baño, porque lava; sello, porque nos guarda y es el
signo de la soberanía de Dios».
• JUEVES 16 San Paciano de Barcelona: “Oh amados, para siempre
fuimos lavados por el agua del bautismo, para siempre somos
libres, para siempre fuimos acogidos en su Reino inmortal”.
• VIERNES 17 Magisterio de Benedicto XVI: Aquél que no tiene
pecado se sitúa entre los pecadores para hacerse bautizar, para
realizar este gesto de penitencia; el Santo de Dios se une a
cuantos se reconocen necesitados de perdón y piden a Dios el don
de la conversión, o sea, la gracia de volver a Él con todo el corazón
para ser totalmente suyos. Jesús quiere ponerse del lado de los
pecadores haciéndose solidario con ellos, expresando la cercanía
de Dios. Jesús se muestra solidario con nosotros, con nuestra
dificultad para convertirnos, para dejar nuestros egoísmos, para
desprendernos de nuestros pecados, para decirnos que si le
aceptamos en nuestra vida, Él es capaz de levantarnos de nuevo y
conducirnos a la altura de Dios Padre. Y esta solidaridad de Jesús
no es, por así decirlo, un simple ejercicio de la mente y de la
voluntad. Jesús se sumergió realmente en nuestra condición
humana, la vivió hasta el fondo, salvo en el pecado, y es capaz de
comprender su debilidad y fragilidad.
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MI PRIMERA CONFESIÓN 2025
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• Agenda tu confesión: Busca al sacerdote más cercano y queda con
él un día y una hora conveniente, coméntale claramente que
deseas celebrar la reconciliación y disponte para ese momento.
• Celebra y vive tu reconciliación: La confesión no es tan sencilla
como parece, o como podemos entenderla, requiere de valentía,
de valor, de una gran fe y un profundo amor por Dios, requiere de
una auténtica mirada al interior y es sin duda un gran acto de fe.
Por eso, una vez que te has confesado, celebra tu reconciliación
con Dios. Celebra primero con Él, es decir con Dios, una vez que te
has confesado vive la Santa Misa, reza el Santo Rosario, Visita a
Jesús en el sagrario un tiempo conveniente, realiza una obra de
caridad, esto además de la penitencia impuesta.
• Da un paso de vida nueva: Planea tu vida de gracia, es decir, elige
como vivir la gracia recibida y tu camino de perseverancia, piensa
en alguna práctica piadosa continua, en la lectura de vida de
santos, en la lectura de la Palabra de Dios, y precisa en qué
momentos de tu jornada los realizarás.
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