La Caída de Tenochtitlán 3 oct 2024
La Caída de Tenochtitlán 3 oct 2024
La Caída de Tenochtitlán 3 oct 2024
Tenochtitlán
La caída de Tenochtitlán el 13 de agosto de 1521 fue un momento decisivo en el
colapso drámatico del imperio azteca que dominaba Mesoamérica. Liderados
por Hernán Cortés (1485-1547), los conquistadores españoles disponían de
tácticas y armas superiores. Además, los visitantes del Viejo Mundo trajeron
consigo nuevas y terribles enfermedades que causaron pérdidas masivas entre
los índigenas americanos.
Tenochtitlán
Situada en la orilla occidental del lago de Texcoco, la capital azteca de
Tenochtitlán tenía más de 200.000 habitantes, lo que la convertía en la mayor
ciudad de la América precolombina. Tenía una superficie de entre 12 y 14 km² y
estaba conectada a la orilla occidental del lago y a la campiña circundante por
tres calzadas (que iban hacia el norte, el este y el oeste) que incluían huecos
atravesados por puentes desmontables para permitir el paso de los barcos.
Sin embargo, Cortés tenía ahora sus propios problemas. Se había excedido en su
autoridad al avanzar sobre la capital, lo que molestó a Velázquez en Cuba,
quien, técnicamente, tenía el único derecho de conquista en México. Para
preservar su posición, Velázquez envió una fuerza al mando de Pánfilo de
Narváez a Veracruz para apresar al conquistador. Cortés se vio obligado a
abandonar Tenochtitlán y enfrentarse a estos rivales por el futuro tesoro, por lo
que, en mayo de 1520, dejó Tenochtitlán en manos de una pequeña fuerza
española al mando de Pedro de Alvarado.
El asedio
Antes de llegar a la seguridad del territorio tlaxcalteca, Cortés tuvo que ganar
primero una gran batalla cerca de Otumba el 7 de julio, donde los aztecas
intentaron de una vez por todas acabar con los invasores extranjeros. Después de
varias campañas más, y de recibir refuerzos por mar, los españoles acabaron
regresando a Tenochtitlán diez meses después para vengarse y cortar el corazón
de este imperio que había creado tantos enemigos en Mesoamérica que nadie se
uniría a él en la guerra contra los invasores. Primero se tomó Texcoco, el 31 de
diciembre de 1520, y se convirtió en una base y fuente de abastecimiento
inestimable para Cortés. En los tres meses siguientes se tomaron otras ciudades,
a medida que el control azteca sobre la zona que rodeaba su capital se aflojaba.
En abril de 1521, Cortés comenzó su asedio. Su fuerza incluía 700 infantes, 118
ballesteros y arcabuceros, 86 caballos y 18 cañones de campaña, muy útiles para
destruir las barricadas enemigas. Los españoles estaban organizados en cuatro
divisiones. Sus armas eran espadas, alabardas y ballestas. Cortés también tenía a
su disposición un número de indígenas cubanos y esclavos africanos, y varios
perros de ataque tipo mastín. Lo más significativo de todo es que los españoles
contaban con aliados nativos, sobre todo con al menos 100.000 tlaxcaltecas. Por
otro lado, los aztecas eran numéricamente superiores, pero solo disponían de
armas de hoja de obsidiana, arcos, lanzadores de lanzas y hondas, todo ello
neutralizado de manera eficaz (si no por completo) por las corazas europeas.
Victoria final
A los defensores aún les quedaban algunas estrategias por emplear.
Construyeron barricadas y ampliaron y profundizaron sus canales. Esparcieron
grandes piedras en las plazas abiertas para que la caballería española encontrara
el terreno más difícil para luchar. También utilizaron bien los estrechos espacios
urbanos, preparando agujeros en las murallas para que los guerreros pudieran
moverse con facilidad y no fueran perseguidos por un enemigo montado. Sin
embargo, el asedio estaba pasando factura. El hambre, la falta de agua potable y
los incesantes ataques hicieron que muchos de los defensores empezaran a
desertar o a rendirse.