Mi Experiencia Ensayo Violencia de Genero

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Título: Mis Reflexiones sobre la Violencia de Género desde una Perspectiva

del Patriarcado.
20 abril 2024
Introducción

En este ensayo, exploro cuatro aspectos fundamentales de la violencia de género


desde mi propia vivencia y experiencias. A lo largo de la historia, las mujeres han
sido sistemáticamente sometidas a diferentes formas de violencia debido a su
género, lo cual ha perpetuado desigualdades y discriminación (Gálvez, 2019). Así
mismo lo expresa el Instituto Nacional de las Mujeres (2020). Una de cada tres
mujeres en el mundo ha sufrido violencia física o sexual al menos una vez en su
vida. Ello implica la búsqueda de soluciones emergente a prevenir la violencia de
genero desde sus distintas manifestaciones, desde lo verbal hasta lo fisco e
incluso sus manifestaciones psicológicas.

Desarrollo

El lenguaje que utilizó, es reflexivo, mis experiencias vividas se basa en la


búsqueda de las relaciones de igualdad, la emancipación de la mujer en los
diferentes roles sociales, académicos, laborales o bien familiares; en la búsqueda
de hacer conciencia para erradicar la violencia de género en que, a diario son
sometidas las mujeres, o bien, por qué no reflexionar, también que los hombres
también sufren de violencia de género cuando son sometidos a la discriminación
por grupos sociales dominantes (patriarcal). También por su condición de género
viva discriminación.

Considero que la violencia de género en nuestros días, es una preocupación de


salud pública atendida por las autoridades y de los distintos sectores sociales, en
especial en los países de mayor dominación masculina, la mujer ha luchado por su
libertad.
Desde mi perspectiva, considero la violencia de genero, desde las siete claves de
la violencia y el concepto patriarcal, considero que el lenguaje no es solo una
herramienta de comunicación, sino también un instrumento de poder que moldea
la realidad y perpetúa las desigualdades de género. Las palabras que se eligen
para describir a las mujeres, para definir sus acciones y roles, están impregnadas
de connotaciones patriarcales que invisibilizan sus experiencias y las mantienen
en un estado de subordinación (Smith, 2018). Las mujeres se vuelven
materialmente objeto del mercado masculino exhibiendo sus atributos femeninos
al verse sometida, a las distintas formas de explotación por su condición de
género, o bien por la desigualdad de optar a la educción, siendo obstaculizada
para no ocupar lugares intelectuales que el hombre ha dominada en la distinta
época.

La maternidad, vista como un símbolo de feminidad en muchas culturas, se


convierte en una trampa para muchas mujeres. La presión para conformarse a
roles predefinidos, la falta de autonomía reproductiva y la instrumentalización de la
maternidad como medio de control son realidades con las que he observado
personalmente en mi diario vivir. La idealización de la maternidad se convierte así
en una cadena que limita su libertad y perpetúa la violencia de género (Bourdieu,
1991). La maternidad en múltiples situaciones reales, los grupos de poder la
convierten en un obstáculo para su desarrollo integral, que no le permite liberarse
de la esclavitud social, por su condición de reproductora, la mujer está destinada a
procrear, a cuida y crear a los hijos, nada más es su función biológica de
sobrevivencia humana, sin mayores oportunidades de desarrollo, es nuestra
sociedad todavía seguimos viendo esos roles en los distintos sectores sociales.

La violencia de género es una forma de dominación, donde se ejerce control


sobre el cuerpo, la vida y las decisiones de las mujeres. Desde las relaciones
personales hasta las estructuras institucionales, la dominación patriarcal se filtra
en cada aspecto de la existencia, recordándome constantemente mi lugar
subordinado en la sociedad (Butler, 1990). La violencia contra las mujeres tiene
graves consecuencias para la salud, la seguridad y el bienestar de las mujeres, así
como para el desarrollo social y económico de las comunidades (Organización de
las Naciones Unidas, 2021).

Según Foucault (1976) la sexualidad, sujeta a regulaciones y expectativas


restrictivas, es otro terreno de batalla en esta lucha. La imposición de normas
sociales y culturales sobre cómo se debe expresar la sexualidad limita la libertad y
se exponen las formas extremas de violencia sexual y acoso.

La intersección de estos aspectos revela la complejidad de la violencia de género


en lo observado por mí. Desafiar esta violencia requiere un enfoque
multidimensional que reconozca la interconexión de estas experiencias. Es
necesario desmantelar los discursos patriarcales en el lenguaje, cuestionar la
idealización de la maternidad, luchar contra la dominación de género y garantizar
el respeto a la autonomía sexual como partes fundamentales de la lucha por la
igualdad de género.

La deconstrucción de los discursos patriarcales, consideró que el lenguaje es


esencial para desafiar las normas sociales y culturales que mantienen a las
mujeres en una posición subordinada. Asimismo, cuestionar la idealización de la
maternidad y promover una visión más amplia de la autonomía reproductiva nos
permite liberarnos de roles restrictivos impuestos por la sociedad.

La lucha contra la violencia de género es un llamado ético y moral al que me uno


con firmeza. Solo a través de un esfuerzo colectivo y continuo podemos esperar
construir una sociedad donde todas las mujeres vivan libres de violencia y
discriminación. Desde mi experiencia personal me siento comprometido y
colaborar en esta causa, para construir un mundo donde todas las mujeres
puedan vivir sin miedo y con plena dignidad.
Conclusión

Mi conclusión, mi vivencia personal como hombre me ha llevado a entender la


compleja forma de la violencia de genero y la urgencia buscar la forma de prevenir
la violencia de género desde múltiples perspectivas, en especial el patriarcado
como una forma de dominación.

La lucha contra la dominación de género requiere un compromiso activo con la


equidad de género en todos los niveles de la sociedad. Es fundamental
desnaturalizar las estructuras de poder asimétricas que subyacen en la violencia
de género y trabajar hacia relaciones más igualitarias en todas las esferas de la
vida.

En consonancia, garantizar el respeto y la protección de la autonomía sexual de


las mujeres es crucial para prevenir y erradicar la violencia de género. Reconocer
y respetar su capacidad de tomar decisiones sobre su propia sexualidad es un
paso fundamental hacia una sociedad más justa y segura para todas las personas.

Considero, que la lucha contra la violencia de género es responsabilidad de toda


la sociedad. Solo a través de un esfuerzo colectivo y sostenido podemos esperar
alcanzar una sociedad donde todas las mujeres vivan libres de violencia y
discriminación, donde puedan expresar su plena dignidad y autonomía. Es un
imperativo ético y moral al que debemos comprometernos sin reservas, la
liberación e igualdad de la mujer frente a la dominación protriarcal ejercida por el
hombre, bien quien tiene el control.

Referencias Bibliográficas
 Smith, J. (2018). Las Claves Simbióticas del Poder Patriarcal y los Malos
Tratos de Género. Editorial Académica.
 Bourdieu, P. (1991). El Dominio Masculino. Anagrama.
 Butler, J. (1990). El Género en Disputa: El Feminismo y la Subversión de la
Identidad. Paidós.
 Foucault, M. (1976). Historia de la Sexualidad, Vol. 1: La Voluntad de Saber.
Siglo XXI Editores.
 Gálvez, G. (2019). Violencia de género. Editorial Alcalá.
https://www.redalyc.org/journal/5742/574266942006/html/
 Instituto Nacional de las Mujeres. (2020). Informe sobre la violencia de
género.
 Organización de las Naciones Unidas. (2021). Violencia de género.

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