cirugia preprotesica

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Cirugía Preprotésica

El objetivo de la cirugía preprotésica es modificar los tejidos bucales tanto blandos como duros
con el fin de conferirles unas condiciones locales anatómicas tales, que permitan mejorar, y/o
hacer viable en algunas circunstancias, la rehabilitación protésica bucal del paciente.

La inestabilidad de la prótesis puede manifestarse de forma:

 Estática: cuando a pesar de estar la mandíbula en reposo, la prótesis se desplaza. Las


causas son a menudo anatómicas, insuficiencia de relieve en particular.
 Dinámica: cuando la prótesis, particularmente adherente en reposo, se desestabiliza bajo
los movimientos mandibulares, por la influencia de presiones de músculos de las mejillas,
lengua, suelo de boca, labios, etc.

El paciente deberá ser advertido de la naturaleza de la intervención, las ventajas de la técnica con
respecto a otras, los inconvenientes postoperatorios transitorios y del intervalo de tiempo
necesario hasta el momento de colocar la prótesis definitiva.

Antes de la intervención es necesario hacer un examen clínico intraoral que consista en valorar:

• El estado de la mucosa.

• Los surcos vestibulares deben ser suficientemente profundos y libres.

• El relieve del maxilar: la altura de las crestas, su regularidad y forma.

• El relieve óseo mandibular: las características de la cresta, su relación con el agujero


mentoniano, la línea oblicua externa, la interna, y las apófisis geni.
• El suelo de la boca, que deberá estar desprovisto de inserciones musculares anormales,
susceptibles de desalojar la prótesis inferior.

• La lengua: es necesario valorar el volumen, la tonicidad y el desarrollo de su frenillo.

Este examen deberá ser completado por un examen radiográfico que permitirá apreciar la
estructura ósea y la presencia de posibles inclusiones dentarias y/o procesos patológicos óseos,
fundamentalmente patología quística y tumoral de los maxilares.

Cirugía preprotésica sobre tejidos blandos


1. FRENILLOS.

El frenillo labial puede oponerse a la normal ubicación de una prótesis completa, y desplazar a
ésta en los movimientos del labio. Lo mismo ocurre con el frenillo lingual, que puede ocasionar
además (por la anquiloglosia) trastornos en la fonación y en la deglución, y para solucionarlo
sólo puede recurrirse a la cirugía.

• Frenillotomía: simple sección del frenillo. Se procederá


dando un corte de unos 2 ó 4 cm. En el caso del frenillo
lingual es necesario tener cuidado, de no lesionar los
conductos salivares submaxilares, y las venas sublinguales.

• Frenillectomía: resección total de un frenillo y de su


sujeción fibrosa en la encía. Será la técnica de elección
ante frenillos hipertróficos y se realizará mediante dos
incisiones angulares a uno y otro lado, con una pinza hemostática situada previamente. Según
la dimensión de la incisión,

• Zetaplastia: es una plastia en forma de Z. Está indicada cuando no queramos perder


profundidad del surco vestibular. El procedimiento consiste en hacer dos colgajos angulares en
forma de Z sobre dicho frenillo y se transponen en sus nuevas posiciones. Se obtiene un
máximo beneficio cuando los colgajos tienen una angulación de 60º en su vértice. Hay que
separar todas las adherencias fibrosas del periostio con la disección roma antes de
reposicionar.

2. INSERCIONES MUSCULARES

Pueden afectar a grupos aislados (canino, haz incisivo del orbicular de los labios, borla de la barba,
buccinador, etc.).

El músculo mirtiforme o depresor del tabique nasal, no se debe


resecar puesto que se produciría, en este caso, una modificación del
contorno labial; se hará exclusivamente su desinserción e inserción
posterior en un punto más apical. Las desinserciones musculares,
bien sean para solucionar problemas de acusadas reabsorciones
alveolares, inserciones alveolares altas o existencia de abundante
tejido cicatricial, entran de lleno en el campo de las
vestibuloplastias.

3. VESTIBULOPLASTIAS
Es uno de los varios procedimientos quirúrgicos diseñados para aumentar la altura del reborde
alveolar, al desinsertar los músculos y llevarlos junto con la mucosa, en la mayoría de los casos, a
una posición más baja en el maxilar inferior o más alta en el superior.

Técnicas:

• Vestibuloplastia submucosa de Obwegeser:

Es una técnica que propone disociar las inserciones musculares por tunelización submucosa y
exige una superficie mucosa suficiente, capaz de estirarse sin crear tensiones y de fijarse al fondo
del vestíbulo.

En el maxilar inferior, se realizarán 3 incisiones verticales (una mediana y otras dos a nivel de los
mentonianos) y por tunelización submucosa, con bisturí y tijeras se practica la disección de la
submucosa y la desinserción de los músculos (que se extirparán en parte, o se llevarán al fondo
vestibular). La mucosa despegada, se aplica sobre la superficie osteoperióstica manteniéndose con
puntos en U transfixivostransfixiantes. En el maxilar superior, es suficiente una incisión en la línea
media. El resto es igual que el anterior.

• Vestibuloplastia con epitelización secundaria:

El procedimiento implica el uso de un colgajo de reposición apical que se sutura al periostio del
reborde alveolar a profundidad vestibular predeterminada. El tejido expuesto del labio cicatriza
por granulación y segunda intención. Es la técnica de elección para aquellos pacientes que tengan
un recubrimiento mucoso de buena calidad disponible sin altura suficiente

4. HIPERPLASIA PAPILAR
Se desarrolla principalmente en la bóveda palatina como proyecciones papilares o nodulares
múltiples de epitelio, con relación a la irritación local, mala higiene bucal, e incluso, se discute su
naturaleza inflamatoria o por infecciones de baja intensidad fundamentalmente provocadas por
agentes víricos y micóticos.

Algunas exhiben una hiperplasia pseudoepiteliomatosa o disqueratosis del epitelio superficial, por
lo que se deberá realizar siempre una biopsia para que confirme el diagnóstico.

Técnicas:

• Escisión con electrocirugía: para lesiones pequeñas. Se hará llegando hasta la submucosa,
evitando la penetración hasta el periostio para impedir un secuestro óseo. Es rápida, eficaz y con
un mínimo de molestias postoperatorias.

• Escisión supraperióstica de grosor parcial: para las lesiones de mayor tamaño. Para minimizar la
hemorragia y el dolor postoperatorios, se puede emplear una férula palatina.

• Escisión con láser CO2: en este caso, la extirpación de la lesión es supraperióstica, y debido a su
capacidad de sellar tanto las terminaciones nerviosas como las vasculares, reduce
significativamente el sangrado intra y postoperatorio, así como el dolor. En este tipo de
intervenciones quirúrgicas realizadas con láser CO2, la aplicación local de geles de hialuronato
sódico y polivinilpirrolidona, mejoran significativamente el disconfort postoperatorio, por su
efecto mecánico de barrera.

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