DEL DERECHO CASTELLANO AL DERECHO INDIANO

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DEL DERECHO CASTELLANO AL DERECHO

INDIANO: ADMINISTRACIÓN Y GOBIERNO DEL


IMPERIO ESPAÑOL SIGLOS XV Y XV
El sistema legal y administrativo en el período colonial en
América fue sumamente complejo y reflejó la diversidad y
vastedad de los territorios colonizados por España. Desde
el Consejo de Indias hasta los Virreyes, Audiencias y
funcionarios judiciales locales, existía un intrincado
entramado de gobierno y justicia que estaba regulado por
un conjunto extenso de leyes y disposiciones creadas en
las Cortes de Castilla y posteriormente adaptadas a las
circunstancias americanas.
La legislación y el derecho en el contexto colonial estaban
arraigados en una legislación detallada, minuciosa y
profundamente religiosa. La Corona española buscaba
mantener el control y la estabilidad en sus colonias, por lo
que se promulgaron numerosas leyes y reglamentos que
regulaban prácticamente todos los aspectos de la vida
colonial. Estas leyes abarcaban desde cuestiones
económicas y comerciales hasta asuntos relacionados con
la administración de justicia, la organización política y
social, la religión y la protección de los indígenas.
Para comprender la legislación y el derecho en el
contexto colonial, es necesario remontarse a los
antecedentes en la península ibérica. Los Reyes Católicos
realizaron una profunda reforma de las estructuras
jurídico-políticas con el objetivo de unificar la legislación
castellana, que hasta entonces estaba dispersa. Con este
fin, encargaron al jurista Alonso Díaz de Montalvo la
recopilación de los códigos más importantes de la Baja
Edad Media.
Un siglo antes, Alfonso X "El Sabio" convocó a juristas
especializados para recopilar la legislación de Castilla, lo
que resultó en la importante obra conocida como "Las
Siete Partidas". Estas leyes, basadas en el derecho
romano y canónico, abordaban aspectos relacionados con
la fe católica, la organización del gobierno, la familia, las
obligaciones y contratos, las sucesiones y la tutela, así
como los aspectos penales. Publicada en 1484, también
se conocieron como las Ordenanzas Reales de Castilla.
Sin embargo, las leyes promulgadas para Castilla no
abarcaban todas las circunstancias de la realidad en
América. A medida que se hacía evidente esta
discrepancia, el Consejo de Indias comenzó a crear
disposiciones especiales que respondieran a la realidad
del Nuevo Mundo. Los Virreyes, Capitanes Generales y
otros funcionarios locales también redactaban
regulaciones y disposiciones particulares para sus
territorios, teniendo en cuenta las diversas realidades y
tratando de incorporar las interpretaciones de las
costumbres de los nativos americanos.
Para dar orden y regular el gobierno en América, el rey
Felipe II nombró a Juan de Ovando como visitador para
inspeccionar el Consejo de Indias y realizar una
recopilación de todas las disposiciones legales
relacionadas con la administración del Nuevo Mundo.
Aunque el Código ovandino nunca se concluyó debido a la
muerte de Juan de Ovando, en 1567 se publicó la
Recopilación de Leyes de Castilla, que sentó las bases del
derecho indiano.
El derecho indiano se define como el conjunto de reglas
jurídicas aplicables en las Indias, es decir, los territorios
de América, Asia y Oceanía bajo la soberanía de la Corona
española. Este derecho indiano se basaba en principios
del derecho natural, la moral cristiana y la justicia divina,
y se sustentaba en la idea de que los indígenas eran seres
humanos con derechos y dignidad que debían ser
protegidos.
Las Leyes de Indias, promulgadas a partir del siglo XVI,
establecían normas para la protección de los nativos
americanos y su conversión al cristianismo. Estas leyes
buscaban evitar los abusos cometidos por los
colonizadores y garantizar la justicia y el respeto hacia los
indígenas. Se estableció, por ejemplo, la prohibición de la
esclavitud de los indígenas, aunque esta prohibición no
siempre se aplicaba de manera efectiva en la práctica.
La administración de justicia en la América colonial estaba
a cargo de funcionarios como los jueces letrados, alcaldes
mayores, corregidores y otros funcionarios menores. Las
Audiencias, compuestas por jueces letrados, eran la
máxima autoridad judicial en sus respectivos territorios.
Estas Audiencias tenían un amplio poder en asuntos
civiles y criminales, y su función era supervisar la correcta
aplicación de las leyes y garantizar la justicia.
La justicia indiana estaba estructurada en dos instancias:
la primera instancia y la segunda instancia. La primera
instancia se llevaba a cabo ante los funcionarios locales,
como los alcaldes mayores y los corregidores. En caso de
apelación, la segunda instancia recaía en las Audiencias,
donde los jueces letrados revisaban el caso y emitían su
fallo. A su vez, estas decisiones podían ser apeladas ante
el Consejo de Indias, el máximo órgano judicial de la
Corona española para asuntos relacionados con América.
La legislación y la administración colonial también
abordaban la protección de los indígenas. Las leyes
protegían sus tierras, su libertad personal, su derecho a la
vida y su acceso a la justicia. Además, se establecieron
instituciones como los cacicazgos, que permitían a los
líderes indígenas tener cierto grado de autonomía en la
gestión de sus comunidades.
A pesar de las protecciones legales establecidas, los
abusos y las injusticias cometidas contra los indígenas
fueron frecuentes durante la época colonial. Muchas
veces, las leyes no se aplicaban de manera efectiva
debido a diversos factores, como la lejanía de las
autoridades coloniales, la corrupción y los intereses
económicos de los colonizadores.
En resumen, el sistema legal y administrativo colonial en
América fue un entramado complejo de normas y
disposiciones que buscaban regular la vida en los
territorios colonizados. El derecho indiano, basado en el
derecho natural y la moral cristiana, establecía
protecciones para los indígenas, aunque no siempre se
aplicaban de manera efectiva. La administración colonial
estaba estructurada jerárquicamente, desde el Consejo
de Indias hasta los funcionarios locales, y se basaba en la
Recopilación de Leyes de Castilla y en las disposiciones
particulares creadas para América. El estudio de este
sistema es fundamental para comprender las
instituciones y las realidades sociales, políticas y jurídicas
en la América colonial. A través del análisis de estas leyes
y regulaciones, podemos entender mejor los desafíos y
las dinámicas de la época y reflexionar sobre su impacto
en la sociedad colonial y en las comunidades indígenas.

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