La visita

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La visita

De: Vicente Cañón Verdasco

Sinopsis: Como suele decirse, “hay visitas y visitas”, pero recibir, en plena noche, la visita
que más te aterra de todas… créanme, no es plato de buen gusto.

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La visita

PERSONAJES:

HOMBRE
MUJER

Escenografía: La acción transcurre en una habitación. Los elementos necesarios serán:


una cama con su correspondiente mesita de noche o bien si no hay suficiente espacio, puede
sustituirse por una butaca o sofá pequeño, alguna lámpara de píe y algún cuadro o póster.

Vestuario:
El personaje masculino puede vestir el típico pijama de rallas o de pantalón corto o boxers
y una divertida e infantil camiseta.

El personaje femenino, vestirá de negro, con vestido de látex o mallas muy ceñidas y sexys.
También puede optar por un vestuario más “Dark” o “Emo”.

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La visita

(Al iluminarse la escena, encontramos a HOMBRE durmiendo en una cama y a sus pies
MUJER, lo observa en silencio, HOMBRE se despierta y se asusta al verla)

HOMBRE: ¿Tú quien eres?

MUJER: ¿No lo adivinas?

HOMBRE: ¿¡Una okupa!? Fuera de mi casa o llamo a la policía.

MUJER: ¡No imbécil! échale imaginación…

HOMBRE: (Observa, y ve que es muy atractiva) Si estoy soñando hago realidad una
fantasía sexual… no quiero despertar.

MUJER: No, no estás dormido.

HOMBRE: Joder ya me había hecho ilusiones. Es que ahora no caigo.

MUJER: Soy…

HOMBRE: Dime que eres gótica o te va el rollo “emo”.

MUJER: (MUJER con los brazos cruzados, resopla) No mira, soy…

HOMBRE: ¿Una dominatrix?

MUJER: (Gritando) ¡Basta! ¡No soy ninguna de esas personas!

HOMBRE: (Muerto de miedo) Entonces… ¿Quién eres?

MUJER: Tengo muchos nombres: La muerte, la parca, etc.

HOMBRE: (Tartamudeando) La… la… mu… muer…. ¡La muerte!

MUJER: ¡Bingo! En un principio éramos tres hermanas, Cloto, Láquesis y Átropo,


una servidora; qué poco me gusta mi nombre.

HOMBRE: (Que sigue sin dar crédito a lo que ve y oye) Á…Á… Átropo.

MUJER: Sí, feo… ¿verdad?

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HOMBRE: Un poco. (Incrédulo. Buscando) ¿Y la guadaña?

MUJER: No me pegaba con el bolso, no te jode.

HOMBRE: (Reaccionando) ¡La muerte! No, ¡no puede ser! ¿Pero… qué he hecho yo?

MUJER: ¿Quieres la lista corta o la larga?

HOMBRE: Es que no puedo, aún me quedan muchas cosas por vivir.

MUJER: Chico lo siento, a mi me han dicho que viniera a por ti y aquí estoy.

HOMBRE:¿No te habrás equivocado?

MUJER: Vengo a buscar a Francisco López Aguado.

HOMBRE: Yo no soy, es el vecino de arriba.

MUJER: No cuela, a ver si te piensas que se puede burlar a la muerte. Anda, vete preparando
que nos vamos, que no tengo todo el día.

HOMBRE: Pero podrías llevarte a la vecina del séptimo que tiene 94 años… ya ha vivido
bastante la señora, yo sigo en la flor de la vida.

MUJER: (Con sorna) Sí, una vida muy floral tienes tú... (Práctica) Lo siento Paco, te ha
tocado a ti y basta. (Le enseña un papel que él lee) Mira.

HOMBRE: (Leyendo) Pues es verdad, es mi nombre y mi dirección.

MUJER: ¿Lo ves?

HOMBRE: Pero si aún no he encontrado la razón de mi existencia, mi misión en esta vida.

MUJER: Como casi todos.

HOMBRE; Soy muy joven.

MUJER: Hombre joven, joven…

HOMBRE: (Desesperado) Hay mucha gente más vieja que yo.

MUJER: Y más fea, y gorda y rica… no te jode. Esto va como va y punto; venga date
prisa que tengo una noche…

HOMBRE: ¿Y de qué voy a morir? Por curiosidad.

MUJER: (Mirando el papel y guardándolo en el bolsillo) Ataque al corazón.

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HOMBRE: (Medio decepcionado) Vaya, hubiera preferido… ¿Y no tengo que firmar nada?

MUJER: No, nada, aquí traigo esto. (Enseña un aparato)

HOMBRE: Un datáfono, ¿cómo para pagar en un restaurante?

MUJER: Lo mismo; tú pon el dedo aquí y listo.

HOMBRE: (Como un niño pequeño) Que no, que no… que yo no me quiero morir, todavía.

MUJER: Ni tú ni nade, no te fastidia.

HOMBRE: ¿Y los suicidas?

MUJER: Esos a última hora se acojonan, pero… como ya estoy allí, y volverme de
vacío como que no puedo, pues nada… les doy un empujoncito y ¡hala! a por otra
cosa mariposa. (Harta) Bueno… ¿pones el dedo o no?

HOMBRE:¿Tú no tienes sentimientos?

MUJER: ¿Sentimientos?, eso está muy sobrevalorado… ¿para qué?

HOMBRE:¿Oye, a ti quién te envía? ¿Dios? porque yo solo creo cuando me interesa.

MUJER: Mira, llámale Dios, energía, el destino, el karma… pero aquí estoy.

HOMBRE: Pues te imaginaba más fea.

MUJER: Deberíais dejar de ver tanto cine norteamericano.

HOMBRE: Y te veo hasta guapa y todo.

MUJER: (Mirando su vestuario) ¡Uy! pues hoy he salido con lo primero que he encontrado.

HOMBRE: ¿Siempre de negro?

MUJER: No, va por temporadas, arriba también.

HOMBRE: ¿Arriba? (Se sobresalta) ¡¡¡Tengo vértigo!!!

MUJER: Tú no te preocupes que se te van a ir todos los males.

HOMBRE: Y ¿qué se supone que debo hacer?

MUJER: Nada, poner tu dedo aquí en el lector y…

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HOMBRE: (Colocando su dedo en el “aparato”) No he dejado escrito que me gustaría
que me incinerasen. (Asustado) ¡Pero… si no he hecho ni testamento!

MUJER: Tú tranquilo, que lo que se queda es el envase.

HOMBRE: Y si soy donante de órganos… ¿qué?

MUJER: Imposible, sabemos todo de ti y tú no te hiciste jamás donante; ni tan siquiera de


sangre. Toda tu vida has sido un miserable, un egoísta, un insolidario, un…

HOMBRE: (Entra en pánico) ¡Socorro! ¡Me quieren matar! ¡Auxilio! ¡Terroristas! ¡Fuego!

MUJER: ¿Quieres dejar de hacer el ridículo? Nadie te oye.

HOMBRE: (Implorando va hacia una foto familiar) Prometo cambiar y a partir de ahora
podréis venir a mi chalet a bañaros en la piscina y os dejaré conducir mis coches y…
(mira a MUJER) Oye, esto me recuerda a la “peli” de cuento de navidad… pero al
final el tipo no se muere recapacita y cambia… ya sabes “happy end”.

MUJER: Tú lo has dicho… una película. Además, vives en un adosado y la piscina es casi
para bañar perros, y tienes un Opel corsa que casi no funciona y si quieres te digo
lo que tienes en tu cuenta de ahorro número iban ES45 48 48494949 …

HOMBRE: No, no hace falta…

MUJER: Te reafirmo, por última vez, que no es una pesadilla de la que vas a despertar en
unas horas. (Acercándose a HOMBRE) No te voy a dar una segunda oportunidad.
¿Te queda claro?

HOMBRE: Joder, que seca eres.

MUJER: Práctica, los siglos me han hecho práctica. Y venga, vamos al grano que como te
he dicho tengo una noche movidita.

HOMBRE: ¿Y te dará tiempo hasta que amanezca?

MUJER: Oye, que no soy un vampiro que me desintegro al salir el sol.

HOMBRE: ¿Ah no?

MUJER: No, para mí no existe ni el tiempo, ni el espacio, como vosotros los concebís.

HOMBRE: Sí, eso me suena de…

MUJER: ¡Otra película! Vamos, lo que se dice leer un libro… ¿Para qué?

HOMBRE: Una curiosidad… ¿es cierto qué veré pasar mi vida?

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MUJER: Sí, pero como había tantas quejas ahora damos un pendrive para que la vean
con tranquilidad. Ahora vas a tener tiempo para muuuuuchas cosas.

HOMBRE: ¿No puedo despedirme de nadie?

MUJER: No, además… si vives solo y tu familia pasa de ti.

HOMBRE: Voy a dejar una nota.

MUJER: No puedes.

HOMBRE: (Intenta escribir, pero no puede. Asustado) ¡Es verdad, no puedo escribir!

MUJER: Ya te lo dije; además yo nunca miento.

HOMBRE: Una pregunta y a las mujeres quién las visita ¿el muerto?

MUJER: Aquí en la tierra vais un poco retrasados, nosotros hace años que somos género
neutro: soy la muerte, no la muerta, ni el muerto… mu-er-te, ¿entiendes?

HOMBRE: Vaya, no me había dado cuenta, perdón, aquí el lenguaje sigue siendo tan poco
inclusivo. (Pausa) ¿Y si te haces la distraída y yo aprovecho para escapar? por
ejemplo: Mira, un burro volando…

MUJER: (Lo mira haciéndole saber que es patético) No cuela…

HOMBRE: Chica, es que así en seco no se me ocurre nada más original. (Empieza a
lloriquear) No quiero, no quiero…

MUJER: Vamos que ya no tienes edad, hombre.

HOMBRE: ¿Dónde iré al cielo o al infierno?

MUJER: El infierno no existe o ¿es que no oyes las noticias o los dictámenes del
Vaticano? Bastante infierno tenéis aquí, en el mundo de los vivos.

HOMBRE:¿Y qué le digo a San Pedro cuándo me pregunte?

MUJER: ¡Otra! Esto no va así, hombre.

HOMBRE: Pero… ¿y el túnel y la luz?

MUJER: Eso sí… en eso seguimos muy clásicos.

HOMBRE: ¿Hay rencarnación?

MUJER: Tu no eres budista.

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HOMBRE: Yo soy ateo o agnóstico o como se diga eso de que no creo que haya nada
después de la muerte.

MUJER: Pues nada…

HOMBRE: Pero ahora me han entrado las dudas… y si por ser agnóstico o ateo o como se
diga, ¿me quedo en el limbo?, o sea que no voy ni para arriba ni para abajo.

MUJER: (Ya cansada) ¡Qué abajo no hay!

HOMBRE: Bueno , perdona, pero a algún sitio tendré que ir.

MUJER: (Tajante) Ha llegado tu momento. Relájate y déjate llevar.

HOMBRE: ¿Relajarme? Pero si estoy muerto de miedo. ¿Puedo ir al lavabo antes?

MUJER: ¡No! Anda túmbate que así te será más fácil.

HOMBRE: (Llorando) Pero yo no quiero morirme.

MUJER: Ya, pero es lo que hay. Anda túmbate y no lo me lo pongas más difícil.

HOMBRE: ¿Y si me resisto?

MUJER: Entonces tendré que aplicar técnicas que créeme no serán tan placenteras.

HOMBRE: ¿Me va a doler?

MUJER: Si haces lo que te digo, será como echarte a dormir.

HOMBRE: Para no despertar nunca. (Lloriqueando) Pero yo no quieroooooo.

MUJER: Vamos, compórtate como el adulto que eres.

HOMBRE: ¿Adulto? Si mis parejas siempre dicen que soy un inmaduro, seguro que…

MUJER: (Gritando) ¡Basta! ¡Échate de una puta vez! y empieza a relajarte, respira y espira.

HOMBRE: (Asustado) ¡¿Expirar?! ¡¿Ya… tan rápido?!

MUJER: (Harta) Espira con “s”, no expira. Joder tío, ¡concéntrate de una puta vez!

HOMBRE: Bueno, bueno, tampoco es para ponerse así, que uno no se muere todos los días.

(HOMBRE se echa en la cama y empieza hacer ejercicios de respiración)

MUJER: Muy bien… lo estás haciendo muy bien.

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HOMBRE: ¿Y ahora?

MUJER: Shhhh… calla. (Empieza a entrar en trance) Ommmm…

HOMBRE: ¿No estás cansada de sembrar tristeza y dolor a tu alrededor, de hacer infeliz a la
gente?, de obedecer ordenes de no sé quién… ¿no estás muy harta de todo esto?

MUJER: (Sale del trance. Recapacitando) Un poco. (Vuelve al trance) Ommmm…

HOMBRE: ¿Por qué no lo dejas?

MUJER: No puedo. (Reacciona) Anda sigue con los ejercicios de respiración… ¡vamos!

HOMBRE: (Se incorpora) ¿Lo has probado?

MUJER: ¿El qué?

HOMBRE: Mandarlo todo a la porra y vivir tu vida o lo que sea que hagas.

MUJER: Sí, me lo he planteado muchas veces.

HOMBRE: ¿Y?

MUJER: (Melancólica) La verdad, una se cansa de hacer siempre lo mismo, de no ser bien
recibida nunca, de ver como las lágrimas afloran nada más verme o nombrarme; del
sufrimiento que causo a los que se vienen conmigo y a los que se quedan. Sí,
definitivamente estoy mal, me siento fatal y quisiera que se invirtiera y… (se ilusiona
con la idea) que todos se alegraran al verme y… vamos, una quimera.

HOMBRE: ¡Empieza hoy!

MUJER: ¿Hoy?

HOMBRE: Sí, ¿qué pasaría si te revelas contra todo? ¿Te despedirán?

MUJER: No sé, no lo había pensado nunca.

HOMBRE: Vuelve a donde quiera que vivas y le dices a tus jefes o a Dios o… lo que
sean… que lo dejas, que necesitas cambiar y que, después de tantos años de
servicio… o mejor no les digas nada huye, no vuelvas, vete… no sé… a algún sitio
que quieras visitar, todos tenemos un lugar donde refugiarnos.

MUJER: (Reflexionando) Sí, ya son muchos años, de los vuestros, sembrando caos,
destrucción, aflicción, angustia…

HOMBRE: (Apiadándose) Te mereces algo mejor.

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MUJER: (Mirando a HOMBRE) Quizás tengas razón. Algún día tiene que ser el primero.

HOMBRE: Claro, ¿por qué no hoy? Hoy puede ser el primer día del resto de tu vida.

MUJER: (Asintiendo con la cabeza) El primer día del resto de mi vida… ¡Libre!

HOMBRE: ¡Exacto!

MUJER: (MUJER mira fijamente a los ojos a HOMBRE) Lo dejo.

HOMBRE: No sabes como me alegro.

MUJER: Joder, me siento diferente, como si me hubiera quitado una mochila de mil kilos de
encima. (Se quita un colgante que llevaba al cuello y se la da al HOMBRE) Toma.

HOMBRE: Pero yo…

MUJER: Me ha acompañado desde mi niñez y es el único recuerdo que tengo de mis


hermanas y aunque, me duele desprenderme… sé que tú lo cuidarás y eres merecedor
de él, porque… no te lo vas a creer, pero gracias a ti voy a dar este gran paso.

HOMBRE: No hace falta, para mí ha sido un placer ayudarte… puedes creerme. ¿No lo
echarás de menos, allá a donde vayas?

MUJER: No, quiero empezar de cero y además sé que está a buen resguardo. (Tiene dudas,
pero se lo cuelga a HOMBRE) Quédatelo, de verdad.

HOMBRE: A eso se le llama libertad, liberación…

MUJER: (Extrañada) Lo bueno es que me siento bien.

HOMBRE: No sabes lo feliz que me hace saber que tú te sientes bien y yo he tenido algo que
ver con ese cambio.

MUJER: (Preocupada) ¿Qué pasará a partir de ahora?

HOMBRE: Tú por eso no te preocupes, si el hombre tiene tal capacidad de autodestrucción


que no creo que te necesite, nunca más. No hubo ni un solo día, en este planeta, en
el que no estuviéramos en guerra. Además, ¿no has visto cómo la naturaleza nos está
dando señales?… las inundaciones, los incendios, los tsunamis, las pandemias…

MUJER: Es que… ¡Uf! Joder, estoy hecha un lío.

HOMBRE: Piensa que siempre que se cierra una puerta, se abre una ventana, o eso dicen.

MUJER: No me hables de ventanas que me vienen recuerdos de los que ayudé a saltar y…

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HOMBRE: Bueno, bueno… pues nada de ventanas.

MUJER: (Dudando, mira a HOMBRE) Entonces, según tú… ¿qué debo hacer?

HOMBRE: Lo primero que yo haría, es salir de aquí e ir al emplazamiento más bonito que
hayas visto nunca y empezar, como tú has dicho… de cero. El lugar del que te he
hablado antes, donde nadie te conozca y puedas vivir sin que nadie te tenga miedo, ni
llore nada más verte, donde seas tú y solo tú y no lo que representas.

MUJER: (Ilusionada) Conozco ese lugar.

HOMBRE: Perfecto. Proyéctate allí, imagínate ya… ¿Te ves? ¿Lo sientes?

MUJER: Sí, lo siento, lo veo y me veo allí.

HOMBRE: Entonces… ¿a qué esperas para ir?

MUJER: A nada. (MUJER se levanta) Además me quedo más tranquila, tengo sustituto.

HOMBRE: (Mirando el colgante y tomando conciencia de su nueva misión) ¿Yo?

MUJER: (Se gira para mirar a HOMBRE) ¿No me dijiste que no tenías una misión en la
vida? (Lo agarra por los hombros) ¡Ánimo tú puedes! (Pellizcándole la mejilla)
Adiós majete. (Sale de escena)

HOMBRE: (Gritando desesperado) ¡No espera! No, no quiero… no te vayas aún…


hablemos. Llévame contigo. (Mira el colgante y llora más fuerte) ¡¡¡¡Noooooo!!!!

Oscuro

La visita
Microteatro
Copyright©Vicente Cañón
2021 Tarragona

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