El Pensamiento Filosófico de Simone de Beauvoir
El Pensamiento Filosófico de Simone de Beauvoir
El Pensamiento Filosófico de Simone de Beauvoir
Beauvoir
1. Introducción
De manera general, la historia ha mostrado el estudio filosófico de hombres
notorios, pero ¿y las mujeres? ¿Dónde están sus filósofas? Estas consideraciones
validaron la oportunidad para poder abordar a una de las filósofas más
sobresalientes del siglo XX: Simone de Beauvoir. Ella se nos presenta como una
intelectual comprometida en una lucha por la visibilización de la mujer y, a través de
sus intromisiones filosóficas contra la explotación de género y de los sectores que
eran abusados como reflejo del protestar social, es posible identificar sus
inquietudes éticas y morales en contra de la injusticia. El propósito de este texto es
evidenciar cómo, a través de la historia del pensamiento filosófico, la teoría
feminista ha marcado una línea de pregunta y de objeción, tras la creación y
divulgación filosófica llevada a cabo por los hombres. Tales cuestionamientos
buscan dejar en evidencia que el discurso filosófico ha sido eminentemente
androcéntrico, es decir, han construido un discurso más desde la oralidad, la
escritura y la existencia del hombre, dejando en un plano de invisibilización a la
mitad de la humanidad, así como a las posibles repercusiones que las opciones
formuladas por ellos tienen para las mujeres.
2. Feminismo Existencialista
El feminismo existencialista comparte con el feminismo liberal el aspecto
reformista, pero no la preocupación de que la solución de los problemas planteados
por las feministas sea precisamente una reforma que permita renovar un régimen
individualista que deja invariantes las estructuras de una civilización; plantean el
problema de la liberación de la mujer en todas sus dimensiones, en toda su
amplitud. Se pone de manifiesto la doble discriminación, por el hecho de ser mujer y
el hecho de ser varón. Si la tamización de un medio ambiente particular no puede
justificar una desigualdad de derecho entre blancos y negros, de análoga manera, las
diferencias biológicas entre mujer y hombre no deberían ser la justificación para la
discriminación, en derechos y en deberes, entre los sexos. Es constante el
paralelismo establecido por el feminismo existencialista entre la situación de la
mujer y la situación de una minoría racial o de una clase marginada. En ambos casos,
el sexo y la raza, o la economía, han identificado con otros, universalizándoles como
la persona que designa 'lo ideal'. El existencialismo completo no consiste en el
reconocimiento formal del ser de lo otro, sino en el respeto verdadero del 'ser de la
otra'. Por consiguiente, existe en oposición al sexismo que identifica al ser humano
bajo algo que no es el ser; el racismo lo hace bajo un argumento racial; el
comunismo marxista bajo una economía predominantemente materialista. El
sexismo designa, pues, al grupo de las tensiones o de los automatismos que se
oponen a un enfoque existencialista de las relaciones entre los humanos.
3. La Ética de la Ambigüedad
Simone de Beauvoir en su obra Ética de la Ambigüedad stated "la condición humana
comprende dos aspectos: la situación y la facticidad, ambas enfrentadas a la
libertad". La situación, materialidad, temporalidad y espacialidad del proyecto,
siendo el mundo un caos y fútil: no tienes por dónde empezar; se concreta en el
pasado formando parte de la libertad absoluta y no puede ser comprendido por el
hombre, motivo de angustia moral, por ser irreparable. La facticidad inherente a la
existencia particular, ser eso individual en todos sus aspectos, inevitable y concreta,
es límite para la libertad humana. No hay límite que el hombre no pueda traspasar a
pesar de que cada uno de esos límites expresa un bruto colonizador exterior. La
cuestión para el existente es convertir la bruta y grosera facticidad en una situación
a la cual la libertad pueda adherirse.
Además, la existencia particular se define como existente tras las libertades de otros,
de manera que no puede elegir sino vivir en el secreto de una complicidad culpable,
propuesta con pequeñas injusticias de los demás a cambio de su libertad. En cuanto
al proyecto, el hombre como actor se valora por su actividad intencional
encaminada a su libertad, hacia un futuro que su propio acto realiza. Es agente
espontáneo, imprevisible y responsable de sus actos. Este proyecto tiene por
característica la de ir más allá de sí mismo, realizándose por el compromiso
intemporal como principio, conciencia numérica de la existencia. Sin embargo,
sacrificio puede, antes de iniciar un nuevo proyecto, modificar al anterior
intemporal. Así, la vida no es un puro desarrollo, sino el fundamento de su libertad
individual, que es el fundamento universal, siendo el principio de una libertad el
bien de los demás.
Recordemos que la libertad es la esencia del ser humano, pues el ejercicio de elegir
es lo que permite al hombre ser el ser de creación inagotable y, por ello,
indispensable en el proceso de realizarse y contribuir a la realización de otros. Este
dinamismo constitutivo del hombre lo ejerce a partir de tres dimensiones: la
corpórea, la relacional (ser con los otros) y la trascendental (ser por los otros). Se
incide en que las necesidades con las que nacemos, más nuestro cuerpo sexuado,
definen el estado que tenemos y los límites de acción posibles para cada individuo.
No obstante, el proyecto personal va a incidir en la configuración y modificación de
estos dos aspectos.
4. El Segundo Sexo
Beauvoir, claro está, poseía unas ideas claras al respecto. En El Segundo Sexo, la
autora definirá lo que ella entiende por mujer, partiendo primero del hombre: ser
varón significa pertenecer a un grupo privilegiado. El ser humano es varón por
anhelo y mujer por defecto. Ser mujer es una realidad secundaria que, como tal, ha
sido creada por el varón. Esta "otredad" de la mujer respecto al hombre hace pensar
a Beauvoir que el punto de vista masculino constituye el más acertado. Con estas
premisas, plantea la autora una pregunta fundamental: ¿cómo el varón llegó a situar
a la mujer en el otro extremo, alejándose así de ella y velando la verdad? Este tema
será ejemplificado en la concreción según las distintas categorías del ser para tratar
de aportar la "dependencia de la mujer como algo universal y la libertad del varón
como límite de todas las realizaciones".
6. Conclusiones
Entre las contribuciones más importantes de Simone de Beauvoir al develamiento
del subyaciente, se señala la naturaleza concebida por el capitalismo, de una
economía a política: la expansión de una organización económica entre todas hacia
todas las actividades de la colectividad, dejando las estructuras heredadas
invariables y constatando encima la preeminencia de unas sobre las otras. Simone
de Beauvoir desenvuelve teóricamente el concepto de sexage sentando las
condiciones típicas en que hombres y mujeres de pleno derecho pueden librarse
unos y otras de su estatuto sexual. Refutando así el mito masculino inspirador de
varios tipos de sub-sexaje femenino, así llamados por el mito y defendidos, hasta
algunos de ellos, por las propias mujeres engañadas al identificar su condición con
la esencia. De Beauvoir estudia las limitaciones a la creación de una verdadera
comunidad, expansivas por tanto a diferencias sexuatorias, en sociedades cuya
máxima aspiración es el enmascaramiento frente al Estado, al enemigo o adversario,
y a sí mismo cuando su identidad y especificidad, implicada por un carácter esencial
otorgado, ha negado la creatividad, autoconstitución y mutua plenitud en la relación
con el otro desde las esencias cuasi-eternas, disfraza de diversas formas, con
distintas dosis de open-heart, frente a sí mismo, y opone la representación del sí a la
propia fuente de la reflexión.
Los aportes al ámbito de la ética que pueden extraerse del análisis realizado por
Beauvoir respecto a los matices de la subjetividad y a la temporalidad se nutren
directamente del pensamiento existencialista, lo que como consecuencia descubre
los diferentes perfiles que asume la calidad de la acción humana sobre el fondo de la
trascendencia. Además, la ética propuesta por Beauvoir sugiere líneas
interpretativas interesantes en cuanto a la recuperación de distintas instancias de la
vida moral –como son, entre otras, el sentimiento de gratitud, la preocupación por
algo o por alguien, o bien la filiación de la carencia esencial de la naturaleza humana.
Las respuestas presentadas por Beauvoir a estas problemáticas se encuentran
estrechamente unidas a los resultados obtenidos en los análisis previos,
desarrollados a propósito del misterio de la temporalidad, de las dimensiones que
estructuran la subjetividad y de la abundante presencia de las otras conciencias en
la formación de la personalidad.