1C-Eduardo Chirinos PERÚ
1C-Eduardo Chirinos PERÚ
1C-Eduardo Chirinos PERÚ
3
A nada le teme el equilibrista de Bayard Street, pero hace
varias noches que no duerme; dicen que soñó que sus
zapatillas colgaban de la cuerda mientras los niños esperaban
que se despanzurrara de una vez el equilibrista de
Bayard Street.
4
Raritan Blues
Para Margarita Sánchez
5
Invernal
Dentro, el amor que abrasa;
fuera, la noche fría.
Rubén Darío
6
Conejos de río
7
Derrota del otoño
No saben que las hojas que caen son las escritas y el árbol un
seco y callado poema sin estrías.
8
Sueño con sirenas
Robert Lowell
9
La lluvia
10
Borroneando cuervos
11
San Franciscan Nights
12
Rumor del Susquehanna
13
Good-Bye Yellow Brick Road
14
Razones para escribir poesía
15
Égloga en la calle Berlín
...he de cantar, sus quejas imitando
Garcilaso de la Vega
El título está puesto. Lo clavé en lo alto de esta página con la
esperanza de abrir su cortinaje y ver completo el escenario. La
cita en cambio vino sola, arrastrando en el polvo su gastado
prestigio, su harapienta y envejecida verdad. También llegaron
los pastores, pero no hablaré de ellos. Adiós Salicio, deseo no
escucharte. Nemoroso adiós, espero no verte nunca más. Es
inútil. El cortinaje permanece cerrado. Por distraer la noche
repetí en voz baja aquellos versos que enseñan que el dolor es
común al amor y a la muerte. Entonces apareció la chingana
de la calle Berlín. Su olor a frituras, su enjambre de moscas
rodeando nuestros vasos de cerveza. Es inútil. Un vómito
triste arruina para siempre la página. Pronto la hierba brotará
en este escenario vacío.
16
El milenio está a punto de acabarse
17
Der Musikalischer Tugendspiegel
(Rothenburg, 1613)
18
1/ Sophia
Ha despertado Sophia.
19
2/ Anna
poema.
20
3/ Clara
21
4/ Magdalena
Sobre los pies desnudos derrama perfume de nardos.
22
Brandenburgische Konzert Nº 2
Al fondo
los mendigos se frotan los dedos
recogen
mendrugos
persiguen
la carroza de la duquesa su abanico
de encaje su rastro en la nieve.
Cuenta una
a una
las pulgas de tu cama
las noches en vela junto al órgano. Allá afuera
el viento
sacude los árboles la lluvia horada la
piedra tiemblan las columnas del imperio.
Nada quedará de estos palacios
pelucas empolvadas
tenedores
23
de oro
floreros de cristal.
¿Qué olvido tan ingrato los aguarda?
24
Rhapsody in Blue
...in the heart of noise
En la ciudad dormida
brota una sirena el
maullido
de un gato y un
rodar de latas de cerveza.
Damas elegantes
derraman al aire su buqué
de gardenias. (Del escote
de Miss Jenny saltan
peces de colores a su
invisible pecera).
25
(su noche es dorada y azul como la
pena).
Ángeles dormidos
taladran el cielo
26
HAN CERRADO LA FÁBRICA
las ambulancias se han vuelto locas.
T o d o s so m o s e n a n o s.
27
Gnossiennes
Tous mes ennuis sont venus de là
Burbujas lentas
como de hierro
tristes
lentas
tristes
mirándose unas
a otras
reflejándose
sin alegría
como quejidos de
hueso envuelto en
terciopelo
golpeando puertas
y ventanas.
Mira
hacia adentro no
verás nada
solo burbujas
lentas
como de hierro
frías
cálidas
frías
como lenguas
mudas sobre un papel
blanco palabra silencio
palabra.
28
Las teclas huyen del piano se ocultan en el
horno en el ropero debajo de la cama.
Las teclas huyen. Nostalgia de árbol
y elefante
rebaños
de elefantes
y bosques musicales como en películas antiguas.
A lo lejos
un señor enmascarado
silba burbujas
de hierro
ordena filas
de ataúdes desdentados y ríe seriamente ríe sin
nada que decir sin nada
que decir
sin nada
que decir sin nada.
Apollon Musagète
29
perdido en Delos escuchando los vaivenes de la espuma
el enigma
del agua
el antiguo y solitario oleaje del mar.
Nunca hubo ningún mar
solo el llanto
de Latona
sus piernas doradas el trágico
y oscuro nacimiento de los dioses. Conozco a
los dioses sufren de amor como nosotros su cólera es
temible
temible su calma su injusta claridad.
¿Estás allí
Apolo Esmínteo?
veo en tus ojos los ojos de la Sierpe su lengua
luminosa y podrida cantando la canción que ignoro.
30
Bisontes
31
El color de los atardeceres
Atardecer naranja
con sus nubes raídas y su sol que alumbra
todas las palabras.
Una gasolinera exhibe un dinosaurio (aquí hubo
dinosaurios) y una pradera inacabable.
atardecer naranja.
32
La casa del cuerpo
1/ cicatrices
Ellos me protegen.
33
La maldad
del mundo se estrella en su burbuja se deshace a mis
pies y le digo:
«Yo te conozco, ven cuando quieras».
34
Okapi herido de muerte
35
El gato y la luna
When two close kindred meet,
What better than call a dance?
W. B. Yeats
Micifuz o Minnaloushe
la luna
me tenderá esta noche su mano y yo
le diré (con los ojos cambiantes):
36
Para llegar a Missoula
Todavía lo recuerdo.
Hablaba de un tren
(tal vez la vieja ruta del Pacífico) en una mañana de invierno.
Los durmientes
habían dejado atrás las sombras y el cristal
surcado por la nieve dejaba entrever el perfil de las
montañas. Era necesaria la nieve para llegar a Missoula, para
cruzar «la puerta del infierno» como antiguamente la
llamaban los colonos.
37
Un perro mojado de rocío
El día entra en la casa como
un perro mojado de rocío
Jorge Teillier
Y si la noche fuera un
fulgor ebrio donde escucho el
silencio de Dios. Si desatara la
lengua de Dios y pudiera
pronunciar esa palabra que tiembla
cuando te veo aparecer
38
Para que nadie lo lea
39
En el miraje de tu vientre
40
La herida
A scar remembers the wound
Mark Strand
La cicatriz
se acuerda de la herida, le habla
muy despacio. Soy flor, le dice, hace años
plantaste una palabra que alguien quiso
escuchar. Pero te fuiste.
41
Moon of the falling leaves
Luna de las hojas que caen. O mejor, luna entre las hojas
muertas.
42
Hojas secas, nieve
es el silencio?
La nieve
impone su blancor sobre las hojas, derrama su luz sin
esperar respuesta. Las hojas
43
Ojos ciegos de ver
44
Recuerda cuerpo
45
No tengo ruiseñores en el dedo
sé qué cantar. Soy los otros. Espero que los otros sean
yo. Como los árboles. No sé qué cantar.
46
Poema de amor con rostro oscuro
J’ aurai dans mes mains ton visage obscur
Yves Bonnefoy
1
cómo llamar este poema lo llamaré fluir de aposentos lo
llamaré estrépito de frondas poema de amor con rostro
oscuro hermoso título alguien no sé quién me dice
cuídate de los significados no busques verdad detrás de la
belleza aprende a respirar con la mirada en una galería de
arte una mujer de ojos tristes devora ratas devora
picassos duerme en cuartos de hospital escucha esta
historia érase una vez una princesa bah la muerte no
tardará en aparecer la muerte sus ojos azules sobre mi
plato vacío
2
nunca sabrá quién soy es ciega y aborrece las miradas le
ofrezco una hoguera un puñado de nieve le ofrezco
una rosa cortada ¿ahora de qué hablamos? hablemos
del cielo hablemos del miedo esta noche habrá
tormenta mejor caer y nunca levantarse cómo le
pregunto y desaparece no sé si volverá sin embargo
espero con mi diente de leche con mi vieja colección
de estampillas con mi hoja de afeitar y un espejo de
noche viene me susurra al oído eres único me dice en
un millón de años sabré su verdadero nombre su
rostro oscuro pleno de cielo pleno de miedo
3
¿por qué escribo esto? pupila incandescente soy un cisne
sueño morir en tu sueño en una caja donde arda el infierno
47
donde todo enceguezca la tormenta nada dice es muda
debiste haberme mirado aquella vez los viñedos florecían las
vacas pastaban yo era feliz tú eras feliz la transparencia del
enigma entibiaba el café la disección del mito la muerte de
cualquier teoría soy un cisne mi sueño es morir en tu sueño
¿por qué no me miraste?
4
los estudiantes preguntaron el significado del dolor con
una hoja de afeitar le corté el dedo a una muñeca no
hubo sangre no hubo parpadeo dije esto es el dolor
5
simultáneamente leo y escribo es lo justo las montañas
aprueban por exceso la noche cierra un ojo con el otro me
contempla no hay nada alrededor hay flores de plástico
purgatorios a punto de cerrarse y puertas y ventanas la luz se
impacienta el tiempo destruye los relojes ¿puedo hablar? no
es necesario las páginas arden tu lámpara se quema yo me
desnudo dejo que el frío encienda mi pene
6
ahora arribo a la parte más difícil del relato a la parte donde
hablo de marsopas y delfines la mujer de ojos tristes vomita
ratas en el excusado yo hablo de mi deseo no quiero que lo
sepa diré solo una palabra rozaré apenas su cabello y si huye
ah las palabras perdidas las habitaciones oscuras cada cual
con su estertor de pájaros cada cual remontando su vuelo la
mujer cierra los ojos penétrame dice he olvidado tu nombre
no tengo ningún nombre de lo más alto de la cama un dios
observa su cuerpo herido me dice cuánto me desea
48
7
sombrío ven cuando quieras arderé en tu memoria quemaré
tu lengua cualquier desorden tendrá cabida en tus sentidos
cualquier gesto alegoría en nuestras manos tengo para ti un
cuaderno un vaso de agua peces muertos le dije sombría
adoro los cuadernos espero cada noche un vaso de agua en
mi lengua peces muertos son delirio los estudiantes
preguntan qué es delirio me abro la camisa y les muestro tus
senos esto es delirio
8
fluir de aposentos desbordados es hora de jugar tú eres
sombra yo soy luz tú lames mis heridas yo me hundo en el
relámpago en las dos oscuridades donde duermes donde
espero la palabra humo es la palabra mañana tu cuerpo y mi
cuerpo cantarán y habrá otra vez un bosque desplegándose a
mis ojos una persiana abierta un manantial de ángeles sobre
la ropa sucia cuéntame algo cualquier cosa lo importante es
despertar y no ceder al sueño se pudren los amores felices se
pudren los amores desgraciados adiós me dice adiós hay
heridas y flores en sus manos
9
dejar vagar el cuerpo no el amor en otros cuerpos así
comienza el exilio la expulsión violenta una luz muy
hermosa agoniza en los escombros nadie puede verlo el
hielo es engañoso cuando brilla el cielo un pasado
irrevocable una voz que lastima una voz que no llega
10
inquieta la geometría del mármol bajo sus pies la
metáfora buscada es un ciclón azul la callecita oscura la
49
tumba de cualquier proyecto aunque nada lo impida
podemos ser felices pero aquí no hay nadie solo yo y las
palabras los viajes a destiempo los buses escarlata su luz
recuerdo oscurecía el dolor y sin embargo se fue la
seguí hasta perderla nadie me enseñó a perder un deseo
nube violeta cubre mi cuerpo los estudiantes preguntan
qué es un cuerpo dibujo en el aire una palabra la palabra
estalla y cae al suelo les digo esto es un cuerpo
50
Lo que dice el canto de los pájaros
Para Virginia y Víctor Vich
Eugenio Montale
1
escoge el sueño lastimado donde arden los cuerpos o esa
voz que resiste al tiempo y a la trituración de los huesos
ella pidió la inmortalidad pero olvidó pedir la juventud su
carne se fue apagando hasta convertirse en polvo su voz
resurge desde la arena dispersa todo es signo me dice el
hierro candente de antiguas batallas las aves que anidan
alrededor de la carroña los perros que ladran de espaldas
a la luna
2
sobre el césped un payaso hace su pantomima inútil simula
arrojar a lo lejos una piedra y cae atravesado por un ciego
resplandor la palabra corrompe ese ciego resplandor el
hálito de vida que nos mantiene aferrados a un cuerpo a
una isla solitaria en medio del mar todo es signo repite la
piedra cae sobre mi espejo lo destroza en millones de
fragmentos regados en la playa como restos del naufragio
3
hace años soñé este poema llevo conmigo su dolor su
leyenda de barro deshaciéndose a mis pies construyendo
un jardín cerrado y absoluto era tan joven amaba la belleza
51
su piadosa servidumbre leyéndome cartas en la nieve
diciéndome al oído que escriba pidiéndome que vuelva
4
su cuerpo era un río de noche inundaba el dormitorio
me ahogaba en las palabras decía qué arduo respirar en
cada verso transitar su sombra su bosque impenetrable
yo escuchaba sus ojos su quebrada voz cantando tras la
lluvia tras las piedras remotas y azules del acantilado
5
un leopardo bajaba cada noche hasta mi cama velaba
mi sueño lamía con cuidado mi rostro seré tu máscara
decía y me arrastraba por calles malolientes en busca
del amor yo borroneaba cientos de cuartillas rogaba en
tinieblas su ansiado resplandor pobre y suntuoso
lamento su fuerza hubiera derrotado ejércitos
derribado murallas conmovido el más seco y oscuro
corazón
6
cuando al fin llegó trajo consigo todas las flores del mundo
con ellas debí construir un lecho un barco que supiera
navegar a la deriva pero olvidé las palabras ¿no tenía ya lo
concedido? la lluvia golpea no porque es la lluvia sino porque
es monótona mejor las olas que mueren al contacto con la
orilla el violento remolino que devora peces y estrellas en un
horrendo afán
7
a la mañana siguiente hubo neblina era comienzos de
verano siempre hay neblina cuando comienza el verano se
introduce por los techos por debajo de las puertas estropea
52
la ropa las sábanas las toallas luego se va y aparecen los
pájaros qué anémicos los pájaros nunca saben qué cantar no
me dice no sabes escucharlos es como hundirse en una ola
siniestra como dejarse arrastrar por caminos sin orillas sin
los reconfortantes bordes de la cama recuerda el frío los
barrotes verticales de hierro la muerte del lenguaje la muerte
esplendorosa del amor
8
el amor es un puñal sombrío que afila cada noche su hoja
interminable solo sabemos de su filo en el placer y el dolor
entre ellos vivimos a tientas esperando la revelación aquella
tarde vi el cuerpo de la diosa ardiendo de placer en el barro
se dejaba tocar por oscuros camelleros se retorcía de gozo
ante la vista de un avergonzado amante de noche no dormí
taché una por una las palabras las arrojé al canasto las olvidé
para siempre
9
un sombrío lucifer descendió sobre mi cama es hora me dijo
recoge tus maletas restregándome los ojos vi entre sueños
su fulgor sus alas mutiladas y negras de cansancio quién eres
pregunté no puedo recordar tu nombre yo soy quien
esperas dijo y se fue sacudiendo sus cenizas sus restos de
naufragio
10
al alba el hielo se derrite los pájaros celebran el sol ellos lo
saben nada inmóvil hay sobre la tierra nada salvo tu ojo su
rumor hialino que ve pasar el agua los enigmas que a nadie
le interesa descifrar por qué escribes eso le pregunto hemos
53
leído tantas páginas compartido tanta nieve tanta soledad
mira las piedras duermen sobre cualquier imperfección sobre
cualquier teoría ellas lo saben nada hay sobre ti nada sobre
mí solo un viejo poema solo pájaros cantando
54
Otro poema doméstico
55
Mientras el lobo está
56
A la mañana siguiente
57
Arreglo de cuentas
58
La salud de los poemas
59
Círculos cerrados
Con los años uno espera que los círculos se cierren. Una
noche sin dormir puede ser la clave, un simple descuido y
todo empieza a encajar: el azul se reconcilia con el rojo, el
rencor infantil con el amor correspondido, el antiguo desdén
con la más loca pasión. Los círculos sonríen y giran como
aspas sin esperar respuesta. Pero la pasión reclama su
veneno, el rojo hace lo suyo y el rencor infantil asoma con
crudeza, justo cuando nos alegrábamos de llegar a viejos. Ah,
los círculos cerrados. Ellos se dibujan en la frente, se hunden
en la carne y brillan como el aura de los santos en las viejas
pinturas. A menudo veo círculos cerrados. Me inquieta su
vana geometría, su terca y vacilante redondez. De nada sirve
abrir los ojos, afilar las puntas. Ellos actúan por su cuenta,
les somos tan indiferentes. Todos esperamos que los círculos
se cierren. Ellos nos ahogan cada noche. Y al día siguiente
nos rescatan.
60
Noche sin dormir
61
El día en que perdimos a Plutón
62
Cicada orni
63
Tremarctus ornatus
64
Tapirus terrestris
65
Atractaspis Corpulenta
66
Rhinoceros unicornis
67
Somniosus microcephalus
68
Bradypus tridactylus
69
Struthio camelus
70
Lo que mi padre quiere realmente de mí
1
Anoche tuve un sueño. Acompañaba a mi padre por un
camino de tierra. Los dos íbamos a caballo y apenas
cruzábamos palabras. A lo lejos se veía la sombra de unos
sauces, las luces de un pueblo desconocido y remoto. De
pronto, mi padre detuvo su caballo y preguntó si yo sabía a
dónde íbamos.
Le contesté que no. Entonces vamos bien, me dijo.
2
Los caballos del sueño sabían de memoria el recorrido.
Era cuestión de abandonar las riendas, de dejarse llevar.
Eso me causaba un poco de aprensión, incluso un poco
de miedo.
Mi padre, en cambio, parecía muy tranquilo. Pensé, parece
tranquilo porque está muerto.
3
Aquí es donde vivo, dijo como si me quitara una venda.
Fue muy poco lo que vi. Solo un páramo de piedras,
remolinos de arenisca, huesos de caballos amarillos.
¿Qué te parece? No supe qué decir. Tenía sed y me
dolía un poco la garganta. Es un lugar hermoso, dijo,
pero a veces me gustaría regresar. ¿Por qué no regresas,
entonces?, pregunté. Porque es más fácil que tú vengas
me dijo. Y desapareció.
71
Poema con pájaros y Ciclamen
Para Jocelyn Siler y Jerry Fetz
1
Tres pájaros cruzan por el bosque. El
primero se llama poesía. Llena el
mundo de silencios, le gusta la
expresión hijos, suelta en el aire su
simiente, su canción muda para quien
sepa escucharla. El segundo se llama
pensamiento. Llena el mundo de globos
y palabras, le gusta la expresión vigilia,
discrepa del ritmo pero sabe ordenarlo,
aletea en un charco de luz, pero no
canta. El tercero se llama memoria. Le
gusta la expresión relieve, rasga en su
vuelo un telón de sombras, agita sus alas
entre el sí y el no. Se lanza al vacío con
los ojos vendados.
2
Ciclamen, llamado también violeta persa.
Propio de los meses fríos. La fragilidad
es su belleza. Así ha sobrevivido, como
la luna en una cacerola de bronce, como
el lienzo cuando rechaza el color. Tres
pájaros lo rodean, hunden su pico en el
tallo, parlotean en diferentes idiomas.
Luego se marchan hacia qué confines.
72
3
Lo aprendí de los pájaros: indefensión es un estado del alma.
Lo aprendí del ciclamen: indefensión es una estratagema del
cuerpo.
73
Poema olvidado en el asiento de un taxi
1
La palabra es proliferación. Donde se oculta la rosa hay
proliferación. Donde se tiñe la sangre hay proliferación.
Donde pulula el miedo hay proliferación. Donde se alquilan
películas mudas hay proliferación. Donde pastan los bisontes
hay proliferación. Un niño juega en la puerta giratoria del
hotel. Tendrá miedo a la quietud, tendrá miedo al reposo. En
su juego hay proliferación. En sus ojos infantiles y ciegos hay
proliferación.
2
La palabra no es proliferación. La palabra es copia. Un hijo
deforme es copia. Un copo de nieve es copia. Un barquillo
de helado en el invierno es copia. La división celular es
copia. Cualquier desafío es copia. Un pez dorado salta fuera
del estanque. Los niños miran y aplauden. Agradecido, el
pez repite la acrobacia y los niños vuelven a aplaudir. El pez
dorado es copia. Aplauso es copia.
3
¿Qué quiere decir donde se tiñe la sangre? No lo sé. Alguna
sangre es blanca y debe ser roja. Como el color en las
películas mudas, como bisontes pastando indiferentes a lo
largo de tu cuerpo. El taxista prefirió cambiar de tema.
Habló del clima, de la subida de los precios, de la falsa
honestidad de los políticos.
74
4
Un niño juega en la puerta giratoria del hotel. No le importa
la mirada severa de sus padres, tampoco el espectáculo del
pez. En cada vuelta el niño se transforma en otros niños. El
espejo favorece esa visión. El niño multiplica al niño sin
miedo a la luz, al afuera nevado y un poco salvaje. Al interior
que lo reclama y lo protege.
5
“Vivir de nuestra vida”. Suena afectado y suena falso. Me
gustaría saber quién vive de nuestra vida. Hay células que
escapan a cualquier regulación, que rompen el circuito y se
lanzan a husmear en los callejones del cuerpo. La policía
las persigue con armas y con perros, pero nunca las
alcanzan. Los perros están bien entrenados. Veo sus ojos
enrojecidos por la sangre, su baba espumosa colgando del
bozal. El taxista se ha perdido. Nos pide disculpas. Dice
que muy pronto llegaremos, que el hotel está muy cerca.
75
Procedencia de los poemas
Poema de amor con rostro oscuro, Lo que dice el canto de los pájaros; de:
Humo de incendios lejanos. México: (“Aldus”, 2009).
76
“Otro poema doméstico”, “Sin ninguna piedad”, “Mientras el
lobo está”, “A la mañana siguiente”, “Arreglo de cuentas”,
“La salud de los poemas”, “Círculos cerrados”, “Noche sin
dormir”, “El día en que perdimos a Plutón” (De: Mientras el
lobo está: Madrid: Visor, 2010).
77
Eduardo Chirinos
Biografía breve
78
Índice
Raritan Blues 5
Invernal 6
Conejos de río 7
La lluvia 10
Borroneando cuervos 11
Brandenburgische Konzert Nº 2 23
Rhapsody in Blue 25
Gnossiennes 28
79
Apollon Musagète 29
Bisontes 31
El gato y la luna 36
En el miraje de tu vientre 40
La herida 41
Recuerda cuerpo 45
A la mañana siguiente 57
80
Arreglo de cuentas 58
Círculos cerrados 60
Cicada orni 63
Tremarctus ornatus 64
Tapirus terrestris 65
Atractaspis Corpulenta 66
Rhinoceros unicornis 67
Somniosus microcephalus 68
Bradypus tridactylus 69
Struthio camelus 70
Eduardo Chirinos 78
Biografía breve 78
81
Una de las características fundamentales del
Festival Internacional de Poesía de Costa Rica, organizado
por la Fundación Casa de Poesía, es la publicación de una
antología personal de cada uno de los poetas invitados. Esto
nos ha dado la oportunidad de brindar al país la obra escrita
de más de 195 importantes poetas de todo el mundo.
Este festival es organizado por poetas, talleres literarios y
escritores del país, trabajando en cada una de las sedes:
Alajuela, Belén, Cartago, Ciudad Colón, Guanacaste,
Heredia, Limón, Monteverde, Pérez Zeledón, San José,
Tortuguero, Turrialba, CAI Reforma y CAI Buen Pastor.
Agradecemos al Ministerio de Cultura, a la Universidad de
Costa Rica, a sus sedes regionales y al SIEDIN-UCR, a la
Universidad Nacional, Ministerio de Educación y al
Ministerio de Justicia por su apoyo incondicional.
Agradecemos a todas las personas y patrocinadores que
hacen posible este gran proyecto, ayudándonos a compartir
la poesía y descentralizar la cultura. A los jóvenes,
estudiantes y personas de todas las edades que asisten a las
actividades del festival.
Las ilustraciones de las portadas de la presente Colección y
la ilustración del Afiche son creaciones del gran artista
plástico y pintor nacional Cali Rivera, a quien agradecemos
el privilegio de llenar de color y contenido las portadas de
esta colección y regalarles a los poetas del mundo que nos
acompañan en este XIII Festival de Poesía, una muestra de
su obra.
Este libro se terminó de imprimir en el mes de octubre del año 2014 en
la Sección de Impresión del
SIEDIN-UCR.
San José, Costa Rica