317_04_04_20_MatiasRomero
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“Matías Romero”
p. 465-490
Historiografía mexicana. Volumen IV. En busca de un
discurso integrador de la nación, 1848-1884
Juan A. Ortega y Medina y Rosa Camelo (coordinación general)
Antonia Pi-Suñer Llorens (coordinación del volumen IV)
México
Universidad Nacional Autónoma de México
Instituto de Investigaciones Históricas
1996
590 p.
ISBN 968-36-4991-2 (Obra completa)
ISBN 968-36-4995-5 (Volumen IV)
Formato: PDF
Publicado en línea: 13 de diciembre de 2019
Disponible en:
http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/publicadigital/libros/317_04/
historiografia_mexicana.html
DATOS BIOGRÁFICOS
vesaba el país: sabía cuál había sido y cuál era el costo político,
económico y social de las guerras que azotaban incesantemente el
territorio nacional; sabía de la bancarrota y la debilidad frente al
exterior y de la dependencia económica y comercial de México frente a
las grandes potencias; reconocía también el interés que éstas tenían
sobre el territorio mexicano. Por ello, siempre -desde el inicio de su
carrera hasta el momento de su muerte, durante 43 años- se entregó
con tenacidad y pasión al estudio y búsqueda de soluciones para los
problemas que el país afrontaba, siempre con el propósito de hacer de
México una nación libre, fuerte y desarrollada. Matías Romero fue un
hombre altamente comprometido con su patria, aun cuando no siempre
sus propuestas fueron exitosas.
La lealtad de Romero hacia Juárez fue total, nunca hubo titubeos
de su parte; por ello, a pesar de su juventud, no dudó en seguir a su
maestro en 1858 cuando Félix Zuloaga se hizo del gobierno después de
una breve alianza con Comonfort. Los liberales habían decidido hacer
frente a los conservadores, sosteniendo a Juárez en el gobierno, en
Veracruz. Romero hizo las veces, en ocasiones, de su secretario.
Al finalizar el año siguiente, Romero fue nombrado secretario de
la legación mexicana en Washington, a cuyo frente estaba José María °
Mata. Un año después se hizo cargo de la misma ad interim, y para 1862
ya era encargado de negocios.
En 1863 regresó a México, pues deseaba participar militarmente
contra el imperio. Durante un corto tiempo -sólo algunos meses
formó parte del estado mayor de Porfirio Díaz. Nuevamente se le
comisionaron los asuntos mexicanos en la capital estadounidense y ahí
permaneció por cuatro años más, hasta 1867. Su misión en Estados
Unidos era dar a conocer los proyectos de Juárez para el progreso de
México y ganar simpatizantes para su causa y el apoyo del gobierno
estadounidense. 5 También Romero debía ocuparse de conseguir présta
mos y comprar armas y municiones para que el ejército juarista pudiera
hacer frente a los invasores. Es preciso resaltar la edad de nuestro
biografiado para apuntar sus cualidades -que no debieron ser pocas
para tan alta responsabilidad-, pues entre los 22 y los 30 años se le
comisionó -con cargos ascendentes- para atender los vínculos con la
potencia más relevante para los liberales en su enfrentamiento con los
conservadores y el imperio.
Durante su larga estancia en Estados Unidos, que no fue la última,
conoció muy de cerca la vida norteamericana y estableció excelentes
14 En 1877 tuvo lugar una Convención Preliminar para el arreglo de los límites entre
México y Guatemala, que no tuvo éxito. La discusión sobre los terrenos de Chiapas y el
Soconusco produjo una gran tensión entre los gobiernos de los dos países que, para ser
resuelta, exigió en 1881 el arbitraje de Estados Unidos. Por desavenencias entre Ignacio
Mariscal, secretario de Relaciones Exteriores, y Manuel Ma. de Zamacona, ministro de
México en Washington, éste renunció y aquél "fue a desenterrar a Matías Romero, a quien
el presidente González tenía arrumbado por haberlo creído hostil o indiferente a su
candidatura presidencial. La prensa encontró la elección no sólo muy acertada, sino muy
trascendental, dada la larga y azarosa carrera diplomática de Romero en Washington
durante la intervención y su conocimiento especialísimo de los problemas y de los
hombres de Guatemala", Cosío Villegas, Historia ...Vida ... Política exterior ... , op. cit.,
p. 189. Sin embargo, el arreglo diplomático fue lento y complicado; no fue sino hasta el
15 de mayo de 1895 que las ratificaciones del convenio de límites pudieron canjearse.
15 Matías Romero, La promoción de las relaciones comerciales entre México y los
Estados Unidos de América, advertencia de Luis Chávez Orozco, México, Banco Nacional
de Comercio Exterior, 1961, xv, 277 p. ( Colección de documentos para la historia del
comercio exterior de México). Matías Romero, Reciprocidad comercial entre México y los
Estados Unidos. El tratado comercial de 1883, nota preliminar de Romeo Flores Caballero,
México, Banco Nacional de Comercio Exterior, 1971, XXVIII, 350, p. VI. Se trata de una
edición facsimilar de la de 1890 publicada por la Secretaría de Fomento. En su nota,
Flores Caballero hace un acopio de todas las cualidades y defectos de Matías Romero
anotados por los estudiosos de su trabajo, y analiza de manera particular las condiciones
del país durante la elaboración de este tratado y los argumentos para que no fuera
aceptado en Estados Unidos.
con una protestante, alejó a Romero de la intolerancia religiosa, aún más de lo que lo
había hecho su posición liberal. Por su actitud, muchos mexicanos vieron en Romero un
peligro para la religión católica.
22 Daniel Cosía Villegas, Historia moderna de México. El Porfiriato. Vida política
interior. Segunda parte, México, Hermes, 1972, p. 511. El autor cita los siguientes versos
de Juan de Dios Peza: "¿Lo recordáis? Sin duda; ágil, pequeño./ Mirada, al par que triste,
indagadora;/ abeja en la vigilia y en el sueño;/ abeja en el crepúsculo, en la aurora."
23 Su archivo se encuentra en el Banco de México y ha sido parcialmente catalogado;
los dos volúmenes que de este catálogo ya se publicaron registran 32 500 documentos
para el periodo 1837-1884. Guadalupe Monroy Huitrón, ed. y pról., Archivo histórico de
Matías Romero, 2 v., México, Banco de México, 1965-1970.
Las refutaciones
república por los Estados Unidos de algunos prisioneros mexicanos deportados a Francia
acompañados de documentos oficiales para rectificar los apuntes del Sr. D. Epitacio Huerta,
México, Imprenta del Gobierno, 1868, IV, 335 p.; Matías Romero, Correspondencia de la
legación mexicana en Washington con el ministro de Relaciones Exteriores de la república
y el Departamento de Estado de los Estados Unidos, sobre la captura, juicio y ejecución de
don Fernando Maximiliano de Habsburgo, 2 v., México, Imprenta del Gobierno en Palacio,
1868; Matías Romero, Correspondencia de la legación mexicana en Estados Unidos sobre
los tratados celebrados por don Juan Bautista Bustamante, 1862-1869, México, Imprenta
del Gobierno, 1869, 2, 233 p.
29 Luis Espinosa, Independencia de la provincia de las Chiapas y su unión a México.
Síntesis de aquellos dos sucesos memorables, extractada de los documentos coleccionados
por los excelentísimos señores Manuel Larrainzar y Matías Romero, dibujos de Boanerges
Morales, México, Imprenta Victoria, 1918, 68 p.
30 En una cita anterior se hizo referencia a uno de los tomos de esta obra. La
referencia de la obra completa es la siguiente: Daniel Cosío Villegas, coord., Historia
moderna de México, 10 v., México, Hermes, 1955-1972.
31 Thomas D. Schoonover, Mexican Lobby. Matías Romero in Washington, 1861-1867.
Edited and translated with an introduction by ... assisted by Ebba Wesener Schoonover,
Lexington, University Press of Kentucky, 1986,xvm, 184 p., p. x.; Thomas D. Schoonover, A
mexican view of America in the 1860's; a foreign diplomat describes the Civil War and
Testimonios y compilaciones
reconstruction. Translated and edited by ... with the assistance of Ebba Wesener Schoo
nover, Madison, Wis., Fairleigh Dickinson University, 1991, 271 p. Lo interesante de estos
trabajos que aquí quisiera señalar es que se trata de recopilaciones de documentos sobre
un tema específico entresacadas de los papeles que a su vez reunió Romero, y que
de ninguna manera agotan las posibilidades de éstos como fuentes de conocimiento
histórico.
32 En la Advertencia a Romero, La promoción, op. cit., don Luis Chávez Orozco afirma
que, dada esta forma de proceder de Romero, no es extraño que, en su oposición a las
afirmaciones de John W. Foster sobre comercio, fuera aún más lejos: "Este infatigable
funcionario pensaba que para entender un fenómeno, era necesario descubrirlo desde sus
orígenes. Así procedió siempre... y así no es de extrañar que esta Exposición sea no sólo
la refutación de los puntos de vista del diplomático norteamericano, sino un excelente
estudio histórico del comercio exterior a partir de 1821." En mi opinión, lo que hace don
Matías es precisar cronológicamente hechos, lo cual no es poca cosa, pero tampoco es
historia.
33 !bid., p. 103-104.
34 Matías Romero, Geographical and statistical notes on Mexico, Nueva York, G. P.
Putnam's Sons, The Knickbocker P ress, 1898, 286 p. El prefacio de este libro fue fechado
el 30 de junio de 1898, un mes antes de la muerte de la esposa de Romero y seis meses
antes de la del propio diplomático.
35 Romero, Apuntes..., op. cit., p. rv. Esto lo decía cuando se hacía cargo de la
Secretaria de Hacienda en el momento del triunfo sobre el imperio y con un manuscrito
de casi 300 páginas al ser publicado.
Creo muy difícil que se puedan encontrar estos datos auténticos, que
indican paso a paso el giro que tomaban las cosas y muchas veces hasta
los acontecimientos más secundarios -además de registrar con exactitud
los principales- en alguna otra parte, sin un trabajo tan asiduo y dilatado,
que parece difícil pudiera emprenderse por un solo hombre, sobre todo,
después que hayan transcurrido algunos años y cuando la busca de
materiales sea mucho más laboriosa y difícil que ahora. 41
38 !bid., t. 1v, 1864, op. cit., 1871, IV, 624 p., p. III. La previsión de Romero no fue
errada, ya que aunque en 1871 Juárez fue reelecto, falleció el 18 de julio del año siguiente.
Sebastián Lerdo de Tejada lo sustituyó en la presidencia y por los resultados de la
publicación de la serie podemos inferir que su gobierno no vio con buenos ojos el proyecto.
39 !bid., t. v1, 1865-1866, op. cit., 1877, v, 1 000 p., p. IIl. El tomo III abarca los
auténticos de que poder servirse para escribir con exactitud y verdad sus
páginas referentes a la intervención francesa", y de que tanto los volú
menes ya publicados como los que faltaban por editarse "contienen
lecciones útiles que deben aprovecharse en las relaciones de México con
los Estados Unidos y que por lo mismo ·no conviene dejar en completo
olvido". 46 Y agregaba años después: que el estudio de los materiales que
él recopiló "demostrará a las generaciones futuras, el temple de los
hombres de Estado mexicanos, a quienes tocó luchar con los gabinetes
europeos". 47 De esta manera, don Matías le reconocía una utilidad no
sólo a los documentos que él reunió y guardó con tanto celo, sino a la
historia misma.
En otros dos brevísimos trabajos de Romero podemos apreciar
intentos por dar su "punto de vista histórico" -aun cuando se pudieran
precisar a través de toda su obra sus aportes específicos al conocimiento
histórico de cada tema que abordó-; uno lo ofreció en 186 7, en un
discurso dirigido a políticos y empresarios estadounidenses; el otro, al
escribir la nota introductoria a las Memorias de Porfirio Díaz. 1830-
1867.48
Con respecto a este último trabajo debe aclararse que estas Memo
rias fueron producto de conversaciones sostenidas por Díaz con Matías
Romero, "quien las arregló y editó" en un esfuerzo por "acercarse a la
verdad lo humanamente posible a través de difamaciones y mentiras sin
cuento" que, en opinión de Romero, habían surgido en torno a la
personalidad de Díaz. Don Matías se preguntaba que con qué derecho
había utilizado dichas conversaciones, para contestar: "Con el dere
cho supremo del investigador para apoderarse y hacer pública glosa de
documentos sobre la vida de un hombre, cuyos detalles no pertenecen
tanto a él mismo como a la Nación y a la Historia". 49
Ya en la Introducción a las Memorias, fechada en 1892, Romero
amplió un poco más esta información y sus opiniones sobre el trabajo.
En ella asegura que, como representante diplomático de México, en
Estados Unidos constantemente le solicitaban datos sobre Díaz; así,
pudo "palpar la escasez de noticias exactas de la vida de una persona
que ha desempeñado papel tan prominente en el país, y cuyo nombre
después de la muerte del señor Juárez, el General Díaz habría salido electo
Presidente casi por unanimidad, y de esa manera habría regido los
destinos del país cuatro años antes, por una sucesión constitucional y
sin echar sobre su carrera, la nota de haber promovido dos revoluciones;
sin la traba de los compromisos que tuvo que contraer con gente turbu
lenta y sin principios, que siempre acompaña a los revolucionarios, y sin
verse en el caso desagradable de proclamar principios políticos y reformas
económicas que no le fuera posible sostener en su conducta posterior,
como Jefe del Estado, pues son muy diferentes las condiciones y respon
sabilidades de quien acaudilla una revolución y las de quien dirige la nave
del Estado. 53
53 Ibid.
54 Matías Romero, op. cit., p. 97-102. Todas las citas a continuación se refieren a este
discurso.