SANGRADO UTERINO ANORMAL
SANGRADO UTERINO ANORMAL
SANGRADO UTERINO ANORMAL
ANTONIO RUSSO
Clasificación:
Existe una gran cantidad de términos que hacen referencia a SUA como por ejemplo:
oligomenorrea, menorragia, metrorragia, hipermenorrea, opsomenorrea, menometrorragia,
sangrado uterino disfuncional, polimenorrea, amenorrea, etc.
PALM
Pólipos: son excrecencias focales, endometriales que
pueden encontrarse en cualquier parte de la cavidad uterina,
típicamente están formados por tejido fibroso, vasos
sanguíneos y espacios glandulares, se clasifican en
presentes o ausentes, se definen por medio del ultrasonido,
la histerosonografía o la histeroscopia con o sin estudios
histopatológico. En esencia es una patología benigna pero
tiene el potencial de malignizarse.
Adenomiosis: es la siembra de tejido endometrial en el
musculo miometrial, es decir es una variante de las
endometriosis, tradicionalmente se diagnostica a través de la
evaluación histopatológica de la profundidad del tejido
endometrial por debajo de la interfase entre el endometrio y
el mioma, casi siempre como un hallazgo en las muestras de
la histerectomía. Este método tiene un valor limitado para la
clasificación clínica, pero gracias a implementación de
técnicas de imagen se han desarrollado criterios diagnósticos con base a la ecografía y a
la resonancia magnética.
Leiomiomas: son los tumores uterinos benignos más frecuentes del útero,
en la mayoría de los casos son asintomáticos, es decir que no siempre su
presencia explica el sangrado uterino anormal, es por esto que para los
leiomiomas se creó un sistema de clasificación en primarios, secundarios y
terciarios. También conocidos como: miomas uterinos, fibromiomas.
Malignidad, premalignidad e hiperplasia atípica, pese a que son cuadros poco comunes en
edad reproductiva, son causas potenciales o hallazgos relacionados con SUA, debe
considerarse en cualquier mujer en edad reproductiva y más en las que presentan factores
de riesgo.
HISTORIA CLÍNICA:
Debe incluir:
Anemia o datos que nos puedan hablar de anemia.
Historia sexual y reproductiva de la mujer.
Calidad de vida.
Síntomas que sugieran una causa sistémica.
Síntomas asociados a causas pélvicas como descarga vaginal y dolor pélvico.
Uso de medicamentos o DIU.
Siempre descartarse un embarazo.
EXAMEN FÍSICO:
Signos vitales.
Estado nutricional.
Examen de tiroides
Piel y anexos
Examen abdominal
EXAMEN GINECÓLOGICO:
Valorar vulva
Vagina
Ano
Uretra
En pacientes con vida sexual activa debe evaluarse el cérvix
Examen bimanual
Descartarse la gestación
Descartar patologías uterinas benignas o malignas: para esto se puede recurrir a la
ecografía transvaginal preferiblemente; debe realizarse citología cervicovaginal, tomar
biopsia de endometrio dirigida o no por histeroscopia
Medir la prolactina y explorar la glándula tiroides, las cuales podrían verse alteradas en
trastornos anovulatorios
Determinar cantidad, frecuencia, regularidad del sangrado, presencia de sangrados
intermenstruales y/o sangrado postcoital.
La presencia de síntomas premenstruales y dismenorrea puede contribuir a diferenciar
entre sangrados anovulatorios y sangrado ovulatorios.
Se debe evaluar la historia familiar de coagulopatías o miomatosis uterina.
EVALUACIÓN
El sangrado uterino de origen ovulatorio suele ser regular, se puede asociar a
síntomas premenstruales y dismenorrea.
MANEJO
Lo primordial al tratar un sangrado uterino anormal es determinar si el evento es
agudo o si es severo si este pone en peligro de la paciente.
Ante un cuadro agudo con una pérdida sanguínea lo primero siempre va a ser
valorar el estado hemodinámico de la paciente, en caso de que este comprometido aplicar
las medidas que correspondan para restablecerlas.
EN LOS CASOS EN QUE LA CAUSA SEA DE ORIGEN ESTRUCTURAL, es decir,
están agrupadas dentro de las categorías PALM, el tratamiento irá dirigido a resolver la
condición de fondo.
1. AINES
El tratamiento médico debe considerarse como la primera línea terapéutica del
sangrado uterino anormal no estructural. Los AINES se sugieren como tratamiento inicial.
Las mujeres con sangrados intensos suelen asociar con niveles elevados de
prostaglandinas. La inhibición que ejercen los aines sobre la ciclooxigenasa lleva a una
disminución de las prostaglandinas endometriales. Realiza una reducción de 20-50% del
sangrado menstrual. Reducen la dismenorrea asociada en el 70% de las pacientes.
El medicamento de primera línea o más recomendado es el ibuprofeno con dosis
que oscilan de 600mg hasta 800mg, 3 veces al día. La terapia se inicia en el primer día de
la menstruación y se continua por 5 días o hasta que cese el sangrado. En el caso de que
se observe que no hay mejoría después de 3 días de tratamiento se sugiere suspender el
medicamento.
2. Ácido tranexánico
El siguiente paso en la escala terapéutica corresponde a los agentes antifibrinolíticos
como por ejemplo el ácido tranexánico. Es un derivado de la lisina y produce un bloqueo
reversible del plasminógeno. Lo malo de esto es que puede asociarse a náuseas y
calambres en las piernas. Dosis de 1g c/6h durante los primeros 4 días del ciclo menstrual
puede reducir la pérdida sanguínea en 40%. Estos deben de evitarse en pacientes con
antecedentes de enfermedad tromboembólica al igual que los anticonceptivos
combinados.
3. Esteroides exógenos.
El Danazol es un esteroide exógeno que inhiben la producción esteroidogénica
ovárica y tiene efectos a nivel endometrial. Se asocia con una reducción de la pérdida
sanguínea en 80% hasta un 20% de las mujeres. El problema de esto es que hasta el 50%
van a referir efectos adversos, pero con dosis de 100-200mg / día por 3 meses los efectos
adversos son menos frecuentes. Dentro de los más comunes destacan: hirsutismo, cambios
de humor, cambio de la voz y ocasionalmente ganancia de peso. Por lo tanto, su limitación
o uso por largo período de tiempo queda condicionada.
4. Progestágenos
Son útiles en pacientes con ciclos regulares y anovulatorios. En esta paciente la
pauta de tratamiento puede ser utilizar la medroxiprogesterona en dosis de 5-10mg /día
durante 12 a 14 días del mes y esto nos va a inducir una privación de progestágenos
predecible, ordenada y autolimitada. El uso de la medroxiprogesterona de depósito produce
amenorrea en el 60-80% de las pacientes que utilizan este medicamento durante el primer
año, sin embargo, ellas pueden también presentar sangrados irregulares en algunas
ocasiones.
Esta es una opción para pacientes que desean usar anticonceptivos, pero no son
candidatas a terapia oral con anticonceptivo combinado o que no sean candidatas a
dispositivo DIU liberador de levonorgestrel.
5. Anticonceptivos orales combinados
Se asocian con una reducción de hasta 43% de las pérdidas de sangre cuando se
utilizan compuestos con 30mcg de etinilestradiol; la ventaja del uso de este medicamento
es el efecto anticonceptivo aparte de la reducción de la pérdida de sangre. El uso continuo
puede utilizarse para reducir los sangrados.
Los dispositivos intrauterinos o los sistemas intrauterinos liberadores de
levonorgestrel se asocian a una menor cantidad de eventos trombóticos y es una buena
opción en el tratamiento de las pacientes a las que los ACO combinados están
contraindicados.
También se recomiendan en pacientes que deseen conservar la fertilidad. Su
utilización se asocia a una reducción del sangrado en 97% de los casos a un plazo de 12
meses. De un 20-80% de las pacientes puede presentar amenorrea al año de su uso.
6. Agonistas GNRH
Por ejemplo, la goserelina, leuproloide, etc, inducen un trabajo reversible
estrogénico, es decir, son agonistas de la Hormona Liberadora de Gonadotropina y por lo
tanto inducen un estado similar a una falla ovárica o a una menopausia; por consiguiente,
va a llevar a una reducción en el volumen perdido de hasta 89% además se le asocia a una
reducción del tamaño de los miomas en un 40-60% lo que la hace una excelente terapia
prequirúrgica cuando se quiere reducir el tamaño de un mioma en una mujer que quiere
preservar su fertilidad y se pueda realizar una miomectomía.
Una vez que se suspende la terapia el efecto sobre los miomas y el volumen de la
sangre perdida se revierte.
Manejo Quirúrgico
Las medidas quirúrgicas son muy efectivas a la hora de controlar el sangrado, sin
embargo, no son la primera línea de tratamiento. Se debe considerar el manejo quirúrgico
cuando se presenta:
1. Falla en el tratamiento médico
2. Contraindicaciones farmacológicas
3. Anemia con alteración hemodinámica
4. Impacto en la calidad de vida
5. Deseo de mejorar la calidad de vida y la salud sexual
La dilatación cervical y el curetaje se asocian con una reducción temporal inmediata
de la pérdida sanguínea, sin embargo, se ha evidenciado un aumento de la pérdida
sanguínea en el segundo ciclo posterior al procedimiento y por esto NO se recomienda
como un medio terapéutico.
La ablación endometrial se puede realizar con diferentes técnicas quirúrgicas, a través
de la histeroscopia como lo son la fotocoagulación, la electrocoagulación, y es efectivo en
pacientes mayores de 40 años.
Más o menos el 10% de las pacientes pueden llegar a requerir histerectomía y otro 10%
de las pacientes pueden requerir nuevos episodios de ablación. Sin embargo, cuando el
procedimiento se realiza en mujeres mayores de 40 años es más efectivo.
Cuando también aplicamos tratamiento médico prequirúrgico se mejora la facilidad del
procedimiento, pero con esto no se ha visto un beneficio a largo plazo. Ella está indicada
en pacientes con fallas a tratamientos médicos sin enfermedad orgánica, aquellas que
tengan un útero sin anormalidad anatómica, o que presenten miomas que sean menores
de 3cm.
La histerectomía corresponde a una solución permanente con un alto nivel de
satisfacción en las pacientes adecuadamente seleccionadas. Este es el procedimiento de
ultima elección en pacientes sin interés de embarazo y en las cuales haya falla de
tratamiento médico y de ablación endometrial. Esto, debido al alto riesgo y la morbilidad
como son lesiones uretrales, vesicales, que pueden llegar a presentarse hasta en el 2% del
total de las pacientes que se le aplica este procedimiento, sin contar hemorragias,
atelectasia, enfermedad tromboembólica, infarto de miocardio y falla renal.
AMENORREA
Es la ausencia de tres ciclos consecutivos o un tiempo equivalente al de tres ciclos de
manera consecutiva. Se clasifica en: