Ficha Epicuro (1)

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Ficha 2 // ¿Para qué sirve la filosofía? ¿Cómo podemos llevar una buena vida?

¿Qué debemos
hacer con nuestros deseos? ¿y con nuestros miedos? // Prof: Leonel Ravera

EPICURO
¿Para qué sirve la filosofía?
¿Cómo podemos llevar una buena
vida?

Estas son algunas de las preguntas a las que Epicuro


intentó dar respuesta.
Fue un filósofo griego, nacido en Samos en el 341-42
a.C., posterior a filósofos como Platón y Aristóteles.
Como todo buen filósofo fundó una corriente
filosófica que llevó su propio nombre: el epicureísmo.
En el 306 se marchó a Atenas, en donde fundó su
escuela, en una pequeña propiedad fuera de la ciudad.
Debido a la existencia de un jardín en dicha
propiedad, que era el lugar favorito de encuentro de
sus miembros para filosofar y dar sus enseñanzas, la
escuela de Epicuro tomó este nombre “El Jardín”, que
se enlazaba con la enseñanza epicúrea según la cual el
sabio ha de amar el campo y la naturaleza. Epicuro
permanece allí hasta su muerte en 270 Ac.
Ficha 2 // ¿Para qué sirve la filosofía? ¿Cómo podemos llevar una buena vida? ¿Qué debemos
hacer con nuestros deseos? ¿y con nuestros miedos? // Prof: Leonel Ravera

Filosofía y bienestar:

La filosofía como medio para el bienestar del alma.

¿Cómo vivir una vida feliz en un mundo impredecible, lleno de caos?

Para Epicuro la filosofía es, mucho más que un teorizar y un saber objetivo, una
actitud personal, una actividad que proporciona felicidad a la vida; que, a la
manera de las medicinas al cuerpo, aporta salud al alma.

Filosofar es, no un lujo, sino una urgencia vital en un mundo caótico y alienante.

“Que nadie, por joven, tarde en filosofar, ni, por viejo, de filosofar se canse.
Pues para nadie es demasiado pronto ni demasiado tarde en lo que atañe a la salud
del alma. El que dice que aún no ha llegado la hora de filosofar o que ya pasó es
semejante al que dice que la hora de la felicidad no viene o que ya no está presente. Es
preciso, pues, meditar en las cosas que producen la felicidad, puesto que, presente
esta, lo tenemos todo, y, ausente, todo lo hacemos para tenerla.”

La idea de la felicidad que defiende Epicuro corresponde a la corriente Hedonista.


Si bien el término hedoné no tiene una traducción exacta a nuestra lengua la más
parecida es <<placer>>; el término se utiliza de dos formas distintas: Hedoné
katastemastico (placer estable o constitutivo, que contempla la ausencia de dolor)
y Hedoné cinético (placeres que necesitan movimientos en nuestra sensibilidad).
Para él, el segundo está subordinado al primero.
Ninguna cantidad de placer cinético sería capaz de igualar el valor de una
cantidad x de placer estático. Cuando el sujeto siente placer estático la
experiencia cinéticamente placentera no aumenta la cantidad de placer total, sino
que solo la diversifica.
Contemplar la ausencia total de temores y un estado de ánimo tranquilo es la
finalidad que tiene todo conocimiento: ATARAXIA
En cuanto a las perturbaciones del alma (principal impedimento para la felicidad),
generalmente están producidas por falsas concepciones causadas por opiniones
y creencias vagas, vanas e irracionales, que la prudencia y la filosofía pueden
eliminar.
Esas opiniones que la sociedad fomenta son la causa de nuestros temores y
angustias, de nuestras ansiedades y falsas esperanzas. En efecto, “el hombre es
infeliz por el temor o por el deseo ilimitado y vano”
Ficha 2 // ¿Para qué sirve la filosofía? ¿Cómo podemos llevar una buena vida? ¿Qué debemos
hacer con nuestros deseos? ¿y con nuestros miedos? // Prof: Leonel Ravera

Clasificación de los deseos:

“Consideremos, además, que, de los deseos, unos son naturales, otros vanos, y de
los naturales, unos son necesarios, otros sólo naturales; de los necesarios, unos son
necesarios para la felicidad, otros para la ausencia de malestar del cuerpo, otros
para el vivir mismo. Pues una consideración no descaminada de éstos, sabe referir
toda elección y rechazo a la salud del cuerpo y a la imperturbabilidad del alma,
puesto que esto es el fin de la vida venturosa.”

Naturales y necesarios:

Sirven para eliminar el dolor del cuerpo, descansar, alimentarse, hidratarse, etc.
Lo básico para preservar la vida. Hay que servirse siempre de ellos.
Si no se satisfacen el dolor es indisimulable, no hay forma de distraerse. A su vez,
hay que ser prudentes para no ir más allá de los límites, eso produce dolor.
Se comparten con los animales. Son limitados

“La naturaleza hizo fácil de conseguir lo necesario y difícil de obtener lo innecesario”


“El mayor placer está en beber agua cuando se tiene sed y comer pan cuando se tiene
hambre”

Naturales y no necesarios:

Instintos naturales que pueden ser eliminados. El no conseguirlas no conduce


necesariamente a mayor sufrimiento.
No es necesario saciar el hambre con caviar o tener una mansión para sacarnos el
frío.
Debemos poner en la balanza el dolor que nos lleva conseguir ciertas cosas.
Si no lo controlas te controlan a vos.

No naturales y no necesarios:

Falsas necesidades inducidas por las convenciones sociales. La fama, riqueza,


poder, son innegablemente placenteros, lo malo es lo que nos ocasiona cuando
nos obsesionamos con ello y con no perderlo después. Generando así un dolor
innecesario.
Ficha 2 // ¿Para qué sirve la filosofía? ¿Cómo podemos llevar una buena vida? ¿Qué debemos
hacer con nuestros deseos? ¿y con nuestros miedos? // Prof: Leonel Ravera

Generalmente hay que evitarlas. Son ilimitados y vanos.

“En relación a lo que por naturaleza es suficiente, toda adquisición es riqueza, pero
en relación a los deseos ilimitados la mayor riqueza es pobreza”
“La mayoría de los humanos son infelices porque están extraviados por falsas
apetencias que no son naturales ni necesarias”

Tetrafármaco (remedio de cuatro partes): “La divinidad no es de temer, la


muerte es insensible, el bien es fácil de procurar y el mal (dolor) fácil de soportar”

No temer a los dioses:

Son incorruptibles y dichosos → están tranquilos y no preocupados por


nosotros.
El alma muere con el cuerpo y no puede ser castigada o beneficiada.

El objetivo es vivir como un dios entre los hombres. Los dioses no nos ponen
prendas y el mal no es por culpa de los humanos de forma tal que haya que
redimirse.

Lo que determina el transcurso de nuestras vidas son las acciones y el azar.

No temer a la muerte:

Todo bien y todo mal está en la sensación y la muerte es privación de sensación


entonces, la muerte no es nada respecto a nosotros y no hay ningún mal en ella.

No nos puede afligir con su presencia porque “mientras nosotros existimos no está
presente y, cuando está presente, ya no estamos nosotros”

Para Epicuro, la meditación de nuestra mortalidad debe llevarnos a apreciar más


y mejor el tiempo que tenemos a nuestro alcance.

Miedo al fracaso, lo bueno es fácil de conseguir:

“Lo natural es fácil de conseguir, lo vano es difícil”.


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hacer con nuestros deseos? ¿y con nuestros miedos? // Prof: Leonel Ravera

Quién considera que lo bueno depende de los factores externos, como la suerte o
las opiniones, equivoca su juicio.

Miedo al dolor:

El dolor físico suele ser breve e intenso o largo y leve, por lo que se puede
soportar o curar. El dolor mental suele ser causado por falsas creencias o
expectativas, por lo que se puede corregir o prevenir mediante el conocimiento
y la sabiduría.
Tenemos que tener presente que tiene un final, por más intenso que sea, seguro
se va a terminar.

En ocasiones es necesario, voluntariamente, enfrentar el dolor para evitar uno


peor. Por ejemplo: enfrentar el dolor de curar un trauma.

Siempre hay más dolores que placeres si sabemos apreciarlos.

¿A qué hombre considerarías superior a aquel que guarda opiniones


piadosas respecto a los dioses, se muestra tranquilo frente a la muerte,
sabe qué es el bien de acuerdo con la naturaleza, tiene clara conciencia
de que el límite de los bienes es fácil de alcanzar y el límite de los
males, por el contrario, dura poco tiempo, y comporta algunas penas;
que se burla del destino, considerado por algunos señor absoluto de todas
las cosas, afirmando que algunas suceden por necesidad, otras
casualmente; otras, en fin, dependen de nosotros, porque se da cuenta
de que la necesidad es irresponsable, el azar inestable, y, en cambio,
nuestra voluntad es libre, y, por ello, digna de merecer repulsa o
alabanza?

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