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Tarea de La Moneda

EL PALACIO DE LA MONEDA
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El Palacio de La Moneda, comúnmente conocido como La Moneda, es la sede

del presidente de la República de Chile. También alberga la Secretaría General de la


Presidencia y la Secretaría General de Gobierno. Se ubica en la comuna de Santiago, entre
las calles Moneda (norte), Morandé (este), la Alameda del Libertador Bernardo O'Higgins (sur)
y Teatinos (oeste). Al norte se ubica la plaza de la Constitución y al sur, la de la Ciudadanía.
La Moneda tiene cuarenta habitaciones, una para el presidente —que tiene otras residencias,
como el palacio de Cerro Castillo, lugar de descanso en la ciudad de Viña del Mar o la
mansión de la comuna de Machalí, en la región de O'Higgins, conocida como la Casa 100—2 y
las restantes para sus ministros.

Historia[editar]
Periodo colonial[editar]

Elevación de la Real Casa de Moneda, realizada por Joaquín Toesca.

Plano inferior de la Real Casa de Moneda.


Vista de La Moneda en el Atlas de la Historia Física y Política de la República de Chile, de 1854.

El palacio fue originalmente proyectado para albergar la Casa de Moneda en la época colonial
chilena. En vista que las autoridades locales de entonces, no contaban con los recursos para
establecer una casa de acuñación, así como tampoco la Corona Española, el rey Felipe V, por
Real Cédula de 1.º de octubre de 1743, decidió conceder a un particular la realización del
proyecto, quien asumiría las eventuales pérdidas y ganancias. Fue así como la Real Casa de
Moneda se estableció en un solar distinto del actual, y acuñó la primera moneda el 10 de
septiembre de 1749, gracias al financiamiento de Francisco García de Huidobro, I marqués de
Casa Real.3
Posteriormente, el rey Carlos III decidió que la Real Casa de Moneda de Santiago fuera
administrada por funcionarios de la Corona. El Gobernador del Reino, en nombre del
monarca, tomó posesión del establecimiento en 1772. En compensación, García de Huidobro
fue nombrado tesorero perpetuo de la Casa de Moneda. El establecimiento se trasladó al
antiguo colegio de los jesuitas, que estaba desocupado luego de su expulsión; pero pronto fue
claro que se debía construir un local apropiado. Se hicieron planos para ello, que se enviaron
para su aprobación al virrey del Perú, quien los rechazó y ordenó hacer otros nuevos.
Por esa época, el obispo de Santiago, Manuel de Alday, estaba trabajando en las obras de la
nueva catedral y solicitaba a España colaboración para concluir la obra. Uno de los
destinatarios de sus ruegos, fue el abate Pedro Toesca, ecónomo del Colegio
Cardenalicio en Roma, quien hizo llegar la solicitud a su hermano Joaquín. Era este uno de
los arquitectos que desde Italia pasó a España, cuando Carlos III accedió al trono, como
ayudante de Francisco Sabatini, quien asumió numerosos proyectos, entre ellos la
continuación del Palacio Real de Madrid. "Ayudante del gran taller madrileño de Sabatini,
Toesca habría realizado allí su vocación de arquitecto, de no haberse empeñado el Obispo de
Santiago de Chile en concluir su Catedral".3
Joaquín Toesca y Ricci, quien sería el autor del palacio de La Moneda de Santiago, nació
en Roma en 1752.4 Se educó en Milán, Barcelona y en su ciudad natal, iniciándose en el
estudio de la arquitectura con Sabatini, quien llegó a ser su maestro y amigo, como ya se ha
señalado.
Toesca arribó a Santiago a comienzos de 1780 y de inmediato se dedicó a las obras de la
Catedral. Su excelente trabajo llevó al gobernador Agustín de Jáuregui, en junio de ese año, a
pedirle que realizara un proyecto para la Real Casa de Moneda, que se ubicaría en un solar
próximo al río Mapocho, y al puente de Cal y Canto. Toesca elaboró los planos y los presentó
al gobernador en 1782. Un juego de 13 planos fue enviado al virrey de Lima para su
aprobación, como era obligatorio en aquel tiempo. Mientras tanto, se iniciaron las obras de
cimentación del edificio, pero a un metro de profundidad aguas subterráneas anegaron la
obra, que fue paralizada, en enero de 1784 por el nuevo gobernador Ambrosio Benavides.
Toesca debió buscar un nuevo emplazamiento para la obra. De entre los varios propuestos, el
preferido por el arquitecto fue el sitio del Colegio Carolino, que había pertenecido de
los jesuitas, conocido como "solar de los teatinos", por la comunidad religiosa que allí residió.
El rector del Colegio firmó a mediados de 1784 un acuerdo para el traspaso del sitio. 5
En enero de 1786 comenzaron las obras y un año después llegaron los materiales: cal de la
hacienda Polpaico; arenas del río Maipo; piedras de la cantera colorada del cerro San
Cristóbal; madera de roble y ciprés de los bosques valdivianos; cerrajería y
forja española de Vizcaya; y 20 variedades de ladrillos horneados en Santiago para la
construcción de dinteles, esquinas, pisos, molduras y los sólidos muros de más de
un metro de espesor. La rejería, sólida como para un castillo medieval y fundamental para
proteger los caudales del Reino, fue minuciosamente dibujada por Toesca.3
Durante el gobierno de Ambrosio O'Higgins —quien consideraba que el edificio superaba en
mucho la obra para la cual estaba destinada, pero que no por ello dejó de apoyar al arquitecto
— Toesca encargó a España el resto de los materiales, que fueron traídos en la fragata El
África y llegaron al puerto de Valparaíso en marzo de 1792. El listado comprendió: 104 rejas
para ventanas, 42 balcones, chapas y pestillos, 620 clavos de media vara, 5500 clavos de
tercio, 18 000 de cuarto y 28 quintales de clavos medio tillado. Sus paredes se construyeron
de ladrillos gruesos unidos con mortero de cal y arena del río, dándoles más de 1 metro de
espesor, para que el edificio soportara los terremotos de Santiago, ciudad altamente sísmica.6
"Todas las obras que proyectó y ejecutó reunían, a la belleza y solidez consultadas en los
planos, una esmerada ejecución, que les ha permitido desafiar el tiempo y las conmociones de
la tierra", señalaba sobre Toesca el historiador Francisco Antonio Encina.7
Joaquín Toesca murió en el 11 de junio de 1799, a los 47 años de edad, sin ver terminada la
Real Casa de Moneda; en su reemplazo fue nombrado el ingeniero militar Agustín Cavallero,
quien siguió las directrices de Toesca, y confeccionó los planos más antiguos que se
conservan del edificio (de 1800), dado que los del propio Toesca desaparecieron. Luego que
el Rey trasladara a Cavallero a Panamá, en 1802, "a cargo del inconcluso palacio quedaron
Miguel María Atero e lgnacio de Andía Varela, chileno este último, discípulos ambos de
Toesca y Cavallero. A partir de 1805 realizó obras en las terminaciones del edificio otro
seguidor del italiano, el criollo Juan José de Goycoolea, quien concluyó, entre otras cosas, la
capilla y los pilones de piedra y cobre que se colocaron frente a la fachada principal, en la
plazuela formada a instancias del Conde de la Quinta Alegre para dar perspectiva al palacio,
para lo que se adquirieron y demolieron las casas de la acera norte de la calle llamada desde
entonces, de la Moneda Nueva".3 Esta plazuela, que ocupaba aproximadamente un cuarto de
su manzana, existió de 1805 a 1935, cuando sus construcciones fueron demolidas para dar
paso a la actual plaza de la Constitución.
Después de 25 años de obras, La Moneda fue oficialmente inaugurada en 1805 por el
gobernador de la época, Luis Muñoz de Guzmán, a pesar de que parte del edificio quedó
inconclusa por largo tiempo. Desde 1798 dirigía el establecimiento, como superintendente de
la Casa de Moneda, José Santiago Portales, quien usaba como habitación para sí y su familia
de 22 hijos, el amplio departamento que le correspondía en el segundo piso del palacio.
Durante la Reconquista, el superintendente, que había sido partidario de la Independencia, fue
destituido y desterrado al archipiélago de Juan Fernández, y luego a Melipilla. Tras la victoria
de Chacabuco, el director supremo Bernardo O'Higgins lo repuso en su cargo. Así, al
superintendente Portales le correspondió dirigir la acuñación de las primeras monedas del
Chile independiente.

Sede de gobierno[editar]

José Manuel Balmaceda junto a sus ministros en el Salón Rojo. Óleo de Pedro Subercaseaux.

Grabado de La Moneda publicado en The Illustrated London News en 1891.


La Moneda en 1904

Parada militar frente al Palacio de La Moneda en 1944.

A partir de 1817 los jefes de Estado de Chile (directores supremos, presidentes y


vicepresidentes) heredaron el modesto y antiguo palacio de los Gobernadores, ubicado donde
hoy está el Correo Central de Santiago, en el costado norte de la plaza de Armas. Este
edificio, a pesar de sus continuas reparaciones, era estrecho y pobre de construcción. Su
mayor mérito venía dada por la larga tradición de tres siglos de ocupación por los gobernantes
de Chile (desde Pedro de Valdivia hasta Manuel Bulnes), y por su ubicación en la propia plaza
principal, entre la catedral y el edificio de la Real Audiencia, donde estaba la capilla de los
gobernadores.3
En 1845, el presidente Bulnes decidió que El Palacio de La Moneda pasara a ser la sede del
gobierno y la residencia de los jefes de Estado. El traslado de las oficinas y de la residencia
presidencial se hizo por parcialidades, a mediados de 1846. En el palacio tendrían su sede el
Ministerio del Interior, en la esquina noroeste de las calles Moneda y Teatinos; la residencia de
los presidentes fue instalada en la esquina noreste de Moneda y Morandé. La acuñación de
moneda siguió ocupando un sector del palacio, con sus hornos, calderas y máquinas. El
presidente Bulnes dio cuenta al Congreso del traslado, en estos términos:
“Conciudadanos del Senado y de la Cámara de Diputados: El palacio destinado para habitación de los
Presidentes de la República se encuentra en tal estado de ruina que, según informes de peritos que lo
han reconocido, no es posible ocupar alguno de sus departamentos interiores sin exponerse a un
inminente peligro. Aunque esta circunstancia se ha hecho notar hace algún tiempo, refacciones
continuas y siempre considerables han podido conservar en cierta manera el edificio; mas ahora no
puede ya esperarse igual resultado sin una reedificación general, que demandaría un gasto incompatible
con el estado actual de nuestras arcas y con las innumerables exigencias públicas que es preciso
satisfacer. Atendida sin embargo la urgencia con que debe proveerse a este mal del conveniente
remedio, he creído que el que más oportunamente podría adoptarse es la traslación del domicilio de los
Presidentes a la Casa de Moneda. Pero no es este el único objeto que me propongo. El servicio publico
exige imperiosamente que se dé más extensión y capacidad a las oficinas ministeriales y las que para la
mejor expedición de los negocios deben hallarse contiguas. La inseguridad de los archivos colocados en
su mayor parte en salas de los oficiales de secretaría y el más importante separado solamente de la
cárcel pública por un débil tabique de madera, la imposibilidad de arreglarlo mientras carezcan del local
correspondiente, la estrechez misma de las oficinas y su inmediación a las prisiones, no permitiendo a
los empleados contraerse con la atención debida al desempeño de sus obligaciones, son males graves
que conviene hacer cesar cuanto antes. Basta, en efecto, echar una mirada a los Ministerios para
convencerse de esta verdad, cuya evidencia me exime de entrar en mayores detalles. El único medio de
remover estos poderosos inconvenientes es, en mi concepto, trasladar también las expresadas oficinas
a la Casa de Moneda, que, ocupada ahora en gran parte por un corto número de empleados, ofrece la
capacidad, comodidad y demás circunstancias necesarias para este fin y para habitación del Jefe del
Estado. Uno y otro objeto pueden conseguirse con ventaja publica y economía del Erario”.
Manuel Bulnes3

El costo de las reformas superó los 44.000 pesos de entonces, y muchos la calificaron de un
derroche. El escándalo fue mayor cuando el Gobierno solicitó otros $20.000 para adquirir en
Francia el mobiliario para vestir el Palacio. Ello da cuenta de la mentalidad espartana
imperante entonces. 8
La Moneda fue afectada en mayor o menor medida por los terremotos de 1822 y de 1850,
luego de los cuales recibió adecuadas reparaciones. En 1855, durante el mandato de Manuel
Montt, el ala donde residían los presidentes sufrió un incendio. En este época se construyó el
edificio que ocuparía luego el Ministerio de Guerra y Marina, al cual se le construyó una
portada con pilastras, enfrentando a La Moneda. En 1856, se plantaron en la plazuela los
primeros plátanos orientales que conoció Santiago. Dos años más tarde fue retirado el
recubrimiento de cal (encalado) del palacio y sustituido por fino estuco de yeso, que se pintó al
óleo, en las fachadas de Moneda, Teatinos y Morandé. Durante el siglo XIX, solo los
presidentes Bulnes (en su segundo mandato, de 1846 a 1851), Montt (1851-1861), Federico
Errázuriz Zañartu (1876-1881) y José Manuel Balmaceda (1886-1891) vivieron efectivamente
en el palacio.
Durante su mandato, Balmaceda "hizo refaccionar completamente La Moneda, que fue
ampliada en sus recintos principales, dotada del confort y los adelantos de la época y
redecorada con cierto lujo en los sectores de recepción oficial. En ese periodo debió techarse
con estructura metálica el patio de la Presidencia y hacerse la elegante decoración del Salón
Rojo, sobre la primitiva capilla del Palacio, que en un ambiente de espejos y estucos blanco y
oro realzó los muebles franceses", adquiridos en la época de Bulnes.3 En la conocida obra del
pintor fray Pedro Subercaseaux, el Presidente José Manuel Balmaceda en el Consejo de
Ministros del 7 de enero de 1891, se puede apreciar el aspecto que tenía por entonces dicho
salón. Detrás de Balmaceda se ve un cuadro con el Acta de la Independencia. Este invaluable
documento, fue destruido en el bombardeo del Palacio, durante el golpe militar, encabezado
por el general Augusto Pinochet que, el 11 de septiembre de 1973, derrocó al presidente
socialista Salvador Allende.
El siguiente presidente que residió en La Moneda, como lo había hecho en su juventud al ser
hijo de Manuel Montt, fue Pedro Montt (entre 1906 y 1910), quien falleció en el cargo un año
antes de cumplir su período. Su sucesor, Ramón Barros Luco (1910-1915), no vivió en el
palacio, pero propuso un ambicioso proyecto para remodelarlo en el estilo propio de la época
(1913), a cargo del arquitecto Emilio Doyère, el cual no llegó a realizarse. Arturo Alessandri
Palma (1920-1925 y 1932-1938), Carlos Ibáñez del Campo (1927-1931 y 1952-1958), Pedro
Aguirre Cerda (1938-1941) y Gabriel González Videla (1946-1952) habitaron el departamento
presidencial en La Moneda. Ibáñez, en su segundo mandato, fue el último jefe de Estado que
utilizó como residencia personal. Jorge Alessandri Rodríguez (1958-1962) llegaba
habitualmente caminando al palacio desde su departamento en la plaza de Armas; 9 y Eduardo
Frei Montalva (1964-1970) lo hacía conduciendo su propio automóvil, desde su casa en la
calle Hindenburg.
El edificio construido por Toesca y sus continuadores no tenía fachada por el lado sur, hacia
la Alameda, y en el actual patio de los Naranjos se encontraban los talleres de acuñación de
monedas, que fueron sacados del palacio en 1929. En 1930 se construyó la fachada sur del
edificio, que se emplaza mirando a la Alameda. El diseño de esta ampliación fue obra del
arquitecto chileno Josué Smith Del Solar; este, a diferencia del proyecto de Doyère, respetó el
diseño original de Toesca.
Durante el gobierno de Gabriel González Videla, él y su esposa, Rosa Markmann, decoraron
el palacio con finos y antiguos muebles que habían traído de Europa, así como valiosas
piezas de arte. Desde entonces La Moneda alberga verdaderos tesoros dentro de sus
paredes.
Tradicionalmente, el edificio permaneció abierto para el tránsito peatonal, pero tras el
asesinato del general René Schneider en 1970, esta tradición se suspendió por motivos de
seguridad; fue reabierta al público general en el 2000 pero vuelta a cerrar después, junto con
el acceso que da a la plaza de la Ciudadanía; este último fue abierto de nuevo en 2018
por Sebastián Piñera.10

Golpe de Estado y reconstrucción[editar]

Bombardeo de La Moneda durante el golpe de Estado.

Durante el golpe de Estado de 1973, el edificio que era habitado por Allende y algunos de sus
partidarios fue bombardeado por cañones del Ejército de Chile y por los cohetes Sura 3 de
dos aviones Hawker Hunter, de fabricación británica, de la Fuerza Aérea de Chile, quedando
parcialmente destruido.
La fachada norte, así como el pabellón entre los patios de Los Cañones y de Los Naranjos,
fueron los lugares más afectados por los cohetes y por el fuego que se extendió de la esquina
de las calles Moneda y Teatinos hasta unos veinticinco metros al sur, cerca de la plaza de la
Libertad (hoy, de la Ciudadanía). Este ataque significó al mismo tiempo la pérdida de
invaluables tesoros que se acumularon durante años de gobiernos. Entre los bienes perdidos
se encuentran la citada Acta de la Independencia de 1818 y la original piocha de O'Higgins.
El proceso de reconstrucción y restauración que siguió al bombardeo e incendio se extendió
hasta fines de 1980. Entonces se trasladaron varias oficinas, se modificó su distribución y se
demolieron ciertas dependencias, con el fin de devolver el palacio a la estampa original que
tenía. Sin embargo, ciertos símbolos desaparecieron. La tradicional puerta por calle Morandé
80 fue clausurada y el antiguo salón Independencia, lugar donde Allende murió (distinto al
actual salón del mismo nombre; el antiguo se hallaba en las actuales dependencias del
Ministerio del Interior), fue suprimido y cerrado por un muro de hormigón. Los faroles de las
entradas laterales este y oeste, al igual que los de los portones norte y sur junto con
sus escalinatas también fueron suprimidos, como se puede comprobar en las fotos de La
Moneda cuando el general Pinochet iniciaba su período presidencial bajo la Constitución de
1980, el 11 de marzo de 1981. Durante el proceso de reconstrucción de La Moneda, la sede
de gobierno fue el Edificio Diego Portales.
Durante este proceso de restauración se reforzaron los cimientos aplicando técnicas
modernas. La plaza de la Constitución, que por muchos años fue una playa de
estacionamientos, fue renovada agregando áreas verdes y dos piletas de agua. Así, cumple
funciones ceremoniales para recibir visitas ilustres y realizar el vistoso cambio de guardia, de
los carabineros que custodian el palacio. Debajo de esta plaza se construyeron
estacionamientos y dependencias para el personal de La Moneda y se realizaron numerosas
obras, que actualizaron el edificio haciéndolo moderno en su funcionamiento y dando
seguridad a sus funcionarios.

Retorno a la democracia y actualidad[editar]

Vista aérea de La Moneda.

Tras el regreso a la democracia, durante el gobierno de Eduardo Frei Ruiz Tagle, se pintó el
edificio de color blanco invierno. Si bien se señaló que era su color original, algunos
estudiosos expresaron que ello no corresponde a la realidad, debido a que por los materiales
de su revestimiento, arenilla con cal y otros elementos, no era posible. En todo caso, el
revestimiento con el paso del tiempo y el esmog estaba ennegrecido, por lo cual la nueva
coloración, efectuada con modernos materiales de alta calidad, representó un avance desde el
punto de vista estético, destacando el edificio en un entorno gris. El nuevo revestimiento
protege las paredes de la humedad y otros fenómenos climáticos, además de ser resistente al
esmog y fácil de limpiar.[cita requerida]
Ricardo Lagos Escobar reabrió el tránsito peatonal por el interior de La Moneda (que después
volvió a cerrarse), y reabrió la entrada por la calle Morandé 80 para los treinta años del golpe
de Estado, en 2003. Tradicionalmente, por dicha entrada los presidentes podían ingresar sin
necesidad de hacerlo por la puerta principal norte, en la calle Moneda, y recibir los honores de
la Guardia de Palacio de Carabineros de Chile. También era por donde salían en forma
simbólica, después de terminar su mandato presidencial.
La presidenta Michelle Bachelet dispuso la restauración del salón donde falleciera Allende,
incluyendo el mobiliario original y dos cuadros del pintor Guillermo Muñoz Vera: el primero
retrata al presidente saludando desde el balcón, y el segundo muestra el mismo balcón con su
barandal destruido y con el borde con impactos de proyectil, producto del bombardeo, el día
del golpe. Esta dependencia fue inaugurada el 11 de septiembre de 2008; sin embargo,
algunos expertos critican que se haya revestido varios muros interiores con paneles de trupán,
material que no sería digno del nivel del edificio.n 1 Hoy este salón forma parte de las
dependencias del Ministerio del Interior.
Durante el terremoto de 2010, La Moneda sufrió daños menores —como desprendimiento de
frisos en patios interiores y grietas en algunos muros—, y algo más graves, como
agrietamientos completos en el salón Prat —ubicado entre el frontis delantero— y en el patio
de los Cañones.

Arquitectura[editar]
Fachada sur de La Moneda iluminada durante la celebración del Bicentenario de Chile el año 2010.
La Moneda, de estilo neoclásico, recuperó gran parte de su estructura original después de la
restauración que se hizo para subsanar los daños hechos durante el golpe militar de 1973. En
el lugar que hoy ocupa el patio de los Naranjos el edificio original contaba con un cuerpo de
hornos y talleres que fue demolido.
La fachada principal del palacio da hacia la calle Moneda, con vista a la plaza de la
Constitución, bajo la cual se construyeron estacionamientos y oficinas para distintas
dependencias de la presidencia y los ministerios que ahí se encuentran. Este lugar es
popularmente llamado el búnker.
En su interior se encuentran tres pequeños patios, uno de los cuales es techado. El principal
sirve de zaguán de entrada y se conoce como Patio de los Cañones por los antiguos cañones
coloniales que hay en él. Siguiendo en dirección a la Alameda, está el renovado Patio de los
Naranjos, cuyos árboles fueron plantados a comienzos de la década de 1980. Es en este lugar
donde se llevan a cabo las grandes ceremonias de la presidencia, como las cenas en honor a
visitantes distinguidos, discursos y ceremonias de distintas naturaleza. Cuenta con una
pequeña exposición de esculturas, entre las que figura Tolomirotodomiro de Roberto Matta,
obra que formó parte del pabellón chileno en la Exposición Universal de Sevilla 1992.
Durante el gobierno de Ricardo Lagos se empezó a trabajar en la unión del paseo Bulnes con
la nueva plaza de la Ciudadanía. Bajo ella está el Centro Cultural Palacio de La Moneda,
inaugurado en enero de 2006.

Dependencias[editar]
Salón de Acceso[editar]
El salón de Acceso antecede el sector del gabinete presidencial. Hacia el poniente le siguen,
paralelos a calle Moneda, los salones Independencia, Toesca y del Consejo, y hacia el
interior, los salones Carrera, de Edecanes, de Audiencias y salas privadas del jefe de Estado.
Todo el sector correspondía antiguamente a la residencia del contador mayor de la Real Casa.
Este salón es parte del recorrido habitual del presidente en su ingreso a La Moneda los lunes
y es también el lugar por donde se despide a las visitas oficiales y de Estado; aquí se inicia un
recorrido que cruza el eje de las tres salas posteriores, a la usanza de los palacios.
Su mobiliario y elementos decorativos son propios de los siglos XVII y XVIII, destacando una
tapicería flamenca del 1600 basada en un cartón de Rubens, cuyo tema es una alegoría de la
guerra y la paz. Bajo ella, se ubica un arcón colonial chileno, el que tiene en su chapa el
anagrama de Santiago, una S coronada con la 0. Este constituye la marca de la Casa de
Moneda de Chile, la que hasta hoy sigue utilizándose como distintivo de las medallas,
monedas o grabados que realizan sus talleres.
También se encuentra en esta antesala un armario policromado que se vincula a la
independencia nacional, uno de los pocos ejemplos que se conservan del mobiliario colonial
local, que perteneció a José Antonio de Rojas, uno de los precursores del movimiento patriota
de 1810, en cuya casa se reunieron los más destacados pensadores e ideólogos de la
independencia de Chile.
Otro elemento decorativo presente en uno de los muros de este salón es un retrato de Felipe
V de España, primer monarca de la dinastía francesa Borbón. Durante su reinado se fundó la
Casa de Moneda de Chile y su efigie fue reproducida en la primera onza de oro acuñada en el
país, en 1749.

Salón Independencia[editar]
Este salón está a continuación al de Acceso y debe su nombre al lienzo del pintor
nacional Pedro Subercaseaux, que representa la proclamación y jura de la Independencia y
que destaca en uno de sus muros. El mismo tema está tratado por Cosme San Martín, pintor
chileno del siglo XIX, en un boceto que muestra el juramento a la bandera con el frontis de la
catedral de Santiago como fondo.
En este espacio se encuentran los balcones más emblemáticos de La Moneda. En ellos se
pregonaban, durante el siglo XVIII y principios del XIX, las noticias más importantes
provenientes de los virreinatos vecinos. Desde estos balcones se dieron a conocer asimismo
las novedades durante la guerra de 1879, que eran escuchadas por el pueblo congregado en
la plaza, y los hechos del 21 de mayo en Iquique, donde un grupo de marinos chilenos
comandados por el capitán Arturo Prat Chacón perdieron su vida en forma heroica en un
desigual combate contra los peruanos.
Antiguamente era tradicional que los presidentes se asomaran a los balcones de La Moneda
para saludar o dirigirse a la multitud con algún discurso, como ocurrió con el que dio el
presidente Salvador Allende con posterioridad al llamado tanquetazo del 29 de junio de 1973,
ese fue el último discurso de un presidente democráticamente elegido. Posteriormente,
durante la dictadura militar, el general Augusto Pinochet se dirigió varias veces a la multitud
mediante discursos, por ejemplo, el del 11 de marzo de 1981 cuando se reinauguró La
Moneda tras la restauración que hubo de realizarse debido al bombardeo del palacio durante
el golpe de Estado de 1973. En aquella ocasión Pinochet promulgó el nuevo texto
constitucional, aprobado el 11 de septiembre de 1980 y juró como presidente; dio otro
discurso cuando fue designado por la Junta Militar de Gobierno como candidato único para
el plebiscito nacional de 1988.
Tras el retorno a la democracia, los cuatro primeros presidentes democráticamente elegidos
abandonaron la costumbre de dirigir un discurso desde los balcones de La Moneda para
marcar una diferencia con el régimen del general Pinochet, ocupándolos solamente para
saludar como ocurrió con selecciones y clubes de fútbol. El 11 de marzo de 2010, Sebastián
Piñera retomó la tradición republicana de dirigir un discurso desde los balcones del palacio.
Algunas figuras destacadas, entre ellas, el papa Juan Pablo II, durante su visita a Chile en
1987;11 el tenista Chino Ríos cuando alcanzó el N.º 1 del mundo en 1998, sus
colegas Fernando González y Nicolás Massú luego de obtener medallas de oro y plata en
los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, y la selección chilena de fútbol que participó en
el Mundial de Sudáfrica 2010, se asomaron breves instantes al balcón para saludar al público
apostado en la plaza.
En el interior del salón Independencia destaca, además, el retrato de Francisco García
Huidobro, que recuerda la fundación de la Casa de Moneda de Chile en 1747. Español
avecindado en Santiago, García Huidobro obtuvo de Felipe V la concesión de acuñar
monedas en el país. Su familia conservó este privilegio hasta que, en 1770, Carlos
III incorporó a la Corona los servicios de la Casa de Moneda chilena.
Otras obras en este espacio son el óleo Paisaje cordillerano, de Antonio Smith, perteneciente
a Juan Salinas y entregado en comodato a la Presidencia de la República, y Paisaje, de
Alfredo Araya, perteneciente a la colección del Banco Central de Chile.

Salón Toesca[editar]
El salón del Consejo de Ministros finaliza el recorrido de los salones del ala norte, paralelos
a calle Moneda. En él se realizan periódicamente los consejos de gabinete del presidente de
la República y otras sesiones de trabajo del jefe de Estado, además de reuniones bilaterales
entre equipos chilenos y sus homólogos durante las visitas de mandatarios extranjeros.
Pintado color verde petróleo, su principal elemento decorativo es una hermosa tapicería
flamenca del siglo XVII, que simboliza un pasaje bíblico del Libro de Ester. Adquirida en Europa
a mediados del siglo pasado, fue exhibida en la célebre Exposición del Coloniaje de 1873. Las
lámparas son de cobre y fueron fabricadas por el anticuario chileno Séller siguiendo un
modelo neerlandés.
Enfrentando la tapicería se exhibe una urna de acrílico transparente de un 1.48 metros de alto
y 1.60 metros de ancho que contiene una manta de cacique del siglo XIX, artesanía tradicional
del pueblo mapuche.

Salón Carrera (Salón Amarillo)[editar]

Salón Carrera del Palacio de La Moneda.

Ubicado en el segundo piso del ala norte de La Moneda, en paralelo al salón Toesca, este
espacio es utilizado actualmente como antesala para quienes son recibidos en audiencia por
el jefe de Estado.
Su nombre se debe a los retratos de José Miguel Carrera y su hermana Javiera, autora de la
primera bandera nacional de tres bandas —azul, blanca y amarilla—, que destacan en sus
muros. El primero es una copia hecha por Manuel Núñez González del original de 1850
de Francisco Javier Mandiola (1820-1900), mientras que el segundo es atribuido a Cosme San
Martín.
También en este lugar se encuentra la acuarela sobre tela Batalla de Ayacucho (1832) del
pintor Carlos Wood Taylor. Pieza notable y única de la iconografía histórica americana,
representa el campo de batalla y el desplazamiento de las tropas de Ayacucho.
Tapizados sus muros con seda amarilla, el estilo y color de este salón son la herencia de las
antiguas cortinas de seda y grecas azules del salón del presidente Federico Errázuriz Zañartu.
El mobiliario es de estilo Imperio. Destacan dos sofás de época 1820, en cuyos brazos están
dibujados el escudo y bandera de Chile pintados en oro, que se supone pertenecieron a los
Carrera. Lo complementan seis sillones tapizados en seda amarilla y blanca de jacarandá con
marquetería, firmados por uno de los Jacob, los más famosos mueblistas franceses del
período imperial, autores del mobiliario de muchos de los palacios y residencias de Napoleón
Bonaparte y su corte.
La mesa central, con marquetería inglesa de mediados de 1850, perteneció al
vicealmirante Patricio Lynch. La alfombra, de la Real Fábrica de Tapices de Madrid, reproduce
un modelo de 1810.
Sala de Edecanes[editar]
Paralela al salón Independencia, la sala de edecanes sigue a continuación del salón Carrera y
es contigua a la oficina de la secretaría privada del presidente.
Es un espacio funcional para el trabajo de los Edecanes del Mandatario, quienes tienen como
misión principal acompañarle y asistirle en todas sus actividades oficiales y representarle en
los eventos protocolarios que específicamente les encomiende. Los Edecanes son designados
por el presidente de la República a propuesta de los Comandantes en Jefe de las Fuerzas
Armadas y del General Director de Carabineros.
Destacan en el salón una antigua lámpara de bronce de estilo Imperio y dos retratos: el
primero, óleo sobre tela de B. Janson, representa a Manuel Antonio Tocornal Grez, de 65 cm.
de alto y 53 de ancho, pertenece a la colección del Museo Histórico Nacional y se encuentra
en La Moneda desde 1990. El segundo, de Rafael Sotomayor García, retrata a Rafael
Sotomayor Baeza, ministro de Guerra del presidente Aníbal Pinto, quien falleció en campaña
durante la Guerra del Pacífico, y fue donada a la Presidencia por su autor en 1982.
En este salón se encuentra finalmente un retrato de Bernardo O’Higgins, realizado por el
artista chileno Miguel Venegas Cifuentes (1907-1979) y perteneciente a la colección de la
Presidencia.

Galería de los Presidentes[editar]


El busto de Patricio Aylwin, obra de Galvarino Ponce, inmediatamente después de ser develado
por Michelle Bachelet.

La llamada Galería de los Presidentes se ubicaba antiguamente alrededor del patio lateral de
la Presidencia, en el ala nororiente del palacio. En la última restauración pasó a ocupar un
amplio espacio habilitado en torno al patio lateral poniente, y un tramo de ésta es parte del
recorrido protocolar que deben seguir los jefes de Estado extranjeros durante las visitas. En
este tradicional punto de La Moneda se exhiben retratos, bustos en mármol y bronce de
muchos mandatarios chilenos.
Allí se pueden ver los óleos de Ramón Freire Serrano (1823-1826 y 1827), Manuel Bulnes
Prieto, que hizo de La Moneda su residencia y sede de Gobierno (1841-1851); José Joaquín
Pérez Mascayano (1861-1871), Federico Errázuriz Zañartu (1871-1876), Domingo Santa
María González (1881-1886), José Manuel Balmaceda (1886-1891), Federico Errázuriz
Echaurren (1896-1901), Ramón Barros Luco (1910-1915), Arturo Alessandri Palma (1920-
1925 y 1932-1938), Juan Antonio Ríos (1942-1946) y Gabriel González Videla (1946-1952).
Los bustos de Balmaceda, Carlos Ibáñez del Campo (1927-1931 y 1952-1958), Pedro Aguirre
Cerda (1938-1941), González Videla, Jorge Alessandri Rodríguez (1958-1964), Eduardo Frei
Montalva (1964-1970), Salvador Allende Gossens (1970-1973), Patricio Aylwin Azócar (1990-
1994), y Eduardo Frei Ruiz-Tagle (1994-2000) completan este iluminado espacio.

Salón Azul[editar]
Salón Azul del Palacio de La Moneda.

El salón Azul es el lugar donde ocurren las grandes reuniones privadas de la Presidencia de la
República. Es paso obligado dentro del estricto protocolo que rige a las visitas de Estado que
llegan al país, y el espacio donde el Mandatario se reúne a puertas cerradas a conversar e
intercambiar opiniones con líderes, autoridades y personajes destacados del quehacer
nacional e internacional.
Una particular lámpara española de plomo dorada al fuego de 36 luces, alumbra este
trascendente espacio de La Moneda. En la mesa presidencial instalada en una de las
esquinas del Salón –un mueble francés de estilo Regencia, con marquetería y bronce–
periódicamente el mandatario de turno analiza, estudia y firma diversos documentos, como
proyectos de leyes o decretos.
En la pared de detrás de esta mesa se encuentran dos de los cuadros más significativos del
Palacio: los retratos de Bernardo O’Higgins y Andrés Bello. El primero es del célebre
pintor José Gil de Castro (1785–1841), el Mulato Gil, precursor de la pintura chilena. Se
piensa que este retrato fue el único donde O'Higgins posó directamente ante el artista. El de
Andrés Bello es copia del original que se encuentra en la Universidad de Chile, del
pintor Monvoisin.
Otra obra llena de significado dentro del salón Azul es la monumental tela de Roberto
Matta, Espejo de Cronos (1981), obra de 3.90 metros de alto y 4.87 metros de ancho,
perteneciente a la colección del Banco del Estado de Chile. Se incorporó al salón Azul desde
la administración de Ricardo Lagos. Durante la dictadura de Augusto Pinochet en el lugar
hubo un gobelino con el Escudo Nacional que servía de marco al sillón presidencial; ya
después de Pinochet, en 1990, este fue cambiado por otro con escenas barrocas, que se
encontraba en el depósito de obras de arte de la Presidencia.
El resto del mobiliario y los elementos decorativos son propios de los siglos XVII y XVIII, casi
en su totalidad de estilo imperio, destacándose cuatro muebles escritorios y dos consolas de
la época fernandina con mármoles y bronces.
Las otras pinturas del salón son de autores nacionales. De Álvaro Casanova Zenteno (1857-
1939), La Escuadra Nacional de 1892 (1894); de Pedro Lira (1845–1912) Paisaje cordillerano;
de Thomas Somerscales (1842–1927), La captura de la fragata María Isabel por los patriotas,
frente a las fortificaciones de Talcahuano; y de Pablo Burchard Calle de Quintero, óleo sobre
tela perteneciente a la colección del Banco Central de Chile.
En la primera administración de Sebastián Piñera, el salón cambió su azul característico por el
blanco, mantenido hasta la actualidad.
Salón Rojo[editar]

Salón Rojo del Palacio de La Moneda.

Este espacio es la antesala del comedor privado del jefe de Estado; es aquí donde los
invitados a un almuerzo o cena con el mandatario en ejercicio esperan a su anfitrión; también
se suelen celebrar pequeñas ceremonias protocolarias, tales como el intercambio de regalos
entre delegaciones, con ocasión de visitas oficiales o de Estado.
Completamente pintado de rojo, en este salón se ubica un gran retrato de Santiago Solar
Rosales y su hija Clorinda del Solar, del pintor francés Raymond Monvoisin, y otro de José
Joaquín Pérez Mascayano y su esposa, Tránsito Flores, de Rafael Correa Muñoz. Esta última
constituye una verdadera obra costumbrista, que muestra el interior de un elegante salón de la
segunda mitad del siglo XIX, probablemente, uno del mismo palacio de La Moneda.
Junto a ellos, Salida de Luna, de Óscar Saint–Marie, óleo sobre madera perteneciente a la
colección del Museo O'Higginiano y de Bellas Artes de Talca, y Paisaje con animales,
de Alberto Valenzuela Llanos, de propiedad de la Presidencia de la República.
Otros elementos decorativos son dos espejos de origen francés que reflejan y otorgan
amplitud al lugar, y dos jarrones de porcelana francesa de Sèvres. La alfombra
estilo Bujará (Bokhara) y la lámpara de estilo Montgolfiere, son tal vez los dos objetos
decorativos de mayor valor en este salón.

Comedor presidencial[editar]
El comedor privado de la Presidencia de la República es contiguo al salón Rojo. Puede recibir
a un máximo de 26 comensales, por lo que está reservado para reuniones, almuerzos y cenas
reducidas.
Curiosamente, no todos los elementos arquitectónicos en esta sala formaron parte del
proyecto original de La Moneda. Por ejemplo, la chimenea de mármol blanco —la única del
palacio— proviene de la casa del presidente Manuel Bulnes, demolida en 1970.
Los muebles en su mayoría son de caoba de principios del siglo XIX. La mesa de extensión fue
realizada en Inglaterra para la familia del presidente Federico Errázuriz Zañartu y sus sillas
son francesas estilo Imperio, atribuidas a la casa francesa de los Jacob. Los arrimos tallados
se realizaron en Copiapó para el comedor de la familia Gallo Goyenechea, célebres mineros y
políticos de 1850.
En sus muros destacan las obras Valle de Aconcagua, de Pedro Lira, Naturaleza muerta,
de Luisa Scofield; Olivos del Principal, de Enrique Swinburn, y La caza, óleo sobre tela de
autor anónimo perteneciente a la Escuela Europea del siglo XVIII.

Salón Montt-Varas[editar]

Salón Montt Varas

Dos enormes retratos que recuerdan a dos personajes de la historia del Chile republicano del
siglo XIX se enfrentan, en sentido oriente–poniente, en uno de los principales salones
protocolares del palacio de Gobierno: los del presidente Manuel Montt Torres (1851-1861) y
su ministro del Interior, Antonio Varas de la Barra.
Ambos le dan el nombre a este salón, donde tradicionalmente se han efectuado las principales
ceremonias de Estado, como firmas o promulgación de leyes y juramentos de los Gabinetes
que han acompañado a los diversos mandatarios. En el caso de las promulgaciones, en
algunas ocasiones, dicho salón no es ocupado para la ceremonia, debido a que se hace, si el
clima lo permite, en el patio de las Camelias o en el de los Naranjos y en algunas ocasiones
fuera de palacio.
También es habitual que en este espacio se realice la recepción de cartas credenciales de los
embajadores extranjeros acreditados en Chile, además de almuerzos y cenas oficiales y de
Estado.
Los dos cuadros que adornan este espacio pertenecen al pintor romano Bartolomé Pagani, y
fueron encargados por el Gobierno de Chile a fines del siglo XIX. Asimismo, destaca la gran
lámpara de bronce y cristal de origen español del XIX, y el parqué de eucaliptos de dos
colores.
Está además la obra Hijo pródigo, un tapiz flamenco del siglo XVI, hecho en Bruselas, que
forma parte de una colección basada en las parábolas de los Evangelios.

Salón Pedro de Valdivia[editar]


Contiguo al salón Montt y Varas, ocupa la sala que en el edificio original tuvo el despacho del
superintendente de la Real Casa de Moneda. Su nombre recuerda la denominación que tuvo
Chile durante La Colonia. Actualmente, el salón es utilizado como un espacio de espera para
los invitados a las ceremonias que se realizan el salón Montt y Varas, y también para cócteles
y recepciones oficiales.
Su elemento más importante es el gran óleo sobre tela que representa al conquistador de
Chile, Capitán General Pedro de Valdivia, encargado al pintor español Ignacio Zuloaga por la
colectividad española residente en Chile al cumplirse el cuarto centenario de la fundación de
Santiago.
Cuando el artista español inició su obra, se dio cuenta de que no existían registros gráficos
que confirmaran fehacientemente la fisonomía real de Valdivia, por lo que se basó en
suposiciones y una idea personal para retratarlo. Por ello, en el costado izquierdo del lienzo,
de 3 metros de alto y 2,17 metros de ancho, se puede leer una nota que dice: «Creo que así
fue Pedro de Valdivia».
También se encuentra en este salón el retrato de García Hurtado de Mendoza, gobernador de
la Capitanía General desde 1557 hasta 1561. Su imagen es una recreación romántica pintada
por Alejandro Cicarelli (1810-1874), italiano contratado durante el Gobierno del
presidente Manuel Bulnes para fundar la Academia de Pintura en 1849.
Destaca asimismo la lámpara central, íntegra de cristal, realizada en las fábricas
de Baccarat hacia 1830. Fue propiedad de Francisco Echaurren Huidobro, intendente
de Valparaíso, durante el Gobierno de Federico Errázuriz Zañartu.
Los muros del salón son blancos y el piso de mármol de Carrara blanco y negro. Aunque
originalmente La Moneda no tuvo mármol, este se colocó en la última restauración de los años
80 para remarcar el carácter palaciego del edificio, tomando como modelo el diseño empleado
en palacios españoles e italianos de la época.
Los muebles y otros elementos de decoración son de estilo Imperio, característico del período
de 1800 a 1820, cuando concluyeron las obras del edificio. Dos cómodas francesas, de caoba
y bronce, están decoradas en su frente con cuernos de la abundancia. Se atribuyen al
mueblista Jacob Desmalter y son similares a un amoblado que este realizó para el palacio de
Fontainebleau.
Los espejos, dos con marcos de caoba y dos dorados, son los llamados troumeau de la época
Imperio, caracterizados por tener pinturas o grabados en su parte superior.

Salón O'Higgins[editar]
Antigua sala de libranza, recibo y despacho de la Real Casa de Moneda, se comunica
directamente al patio de Honor a través de una amplia portada. Su nombre recuerda al
general Bernardo O'Higgins, director supremo desde 1817 a 1823.
En él se realizan numerosas recepciones oficiales, especialmente la de presentación de
credenciales de diplomáticos acreditados ante nuestro Gobierno.
Recuerdan también a O'Higgins dos columnas de madera talladas y doradas, que enmarcaron
primitivamente el dosel directorial en el antiguo palacio de Gobierno de la plaza de Armas.
Formaron parte del primer mobiliario de La Moneda en 1846, y su imagen fue reproducida en
el retrato oficial que Raymond Monvoisin hizo al presidente Manuel Bulnes y en el célebre
cuadro del Consejo de Ministros del presidente Balmaceda pintado por Pedro Subercaseaux.
Por más de medio siglo enmarcaron la declaración de la independencia nacional.
En este salón se encuentra uno de los mejores cuadros de La Moneda, La batalla de
Maipú del pintor bávaro Juan Mauricio Rugendas. Arrimos y espejos son españoles. Dos, con
policromía azul, son neoclásicos; los otros, dorados y tallados, son del siglo XVIII. Bajo ellos,
dos arrimos dorados con cubierta de mármol blanco, época Fernando VII de España, hacia
1820, representan emplumadas cabezas de indios, probablemente alusivos a las colonias
americanas. Una mesa similar a estos muebles se encuentra en el Palacio Real de Aranjuez.

Salón Prat[editar]
La presidenta de la República, Michelle Bachelet, inauguró el 30 de diciembre de 2009 en La
Moneda el salón Prat remodelado en el contexto de un plan de homenaje a los «grandes
chilenos de la historia». Bachelet estuvo acompañada por la recién nombrada ministra
Secretaria General de Gobierno, Pilar Armanet, y el ministro de Defensa Nacional Francisco
Vidal.12
En la ceremonia también estuvo presente el comandante en jefe de la Armada, almirante
Edmundo González, quien afirmó que la decisión de incorporar este salón es «un acto mayor
de lealtad y justicia» para el prócer.12 El salón Arturo Prat se ubica en el tercer piso del Palacio
de La Moneda, fue diseñado en el estilo del resto de las dependencias del edificio, con tres
salones conectados, una sala de espera, otra de reuniones y un comedor. El objetivo de este
nuevo salón es recibir turistas para honrar la historia chilena y sus personajes y próceres; y
también convertirse en una importante sala de reuniones ministeriales y bilaterales.
Cuenta con diferentes objetos históricos como dos platos de loza recuperados de la corbeta
Esmeralda, el óleo de Cosme San Martín y la última carta manuscrita enviada por Arturo
Prat a Carmela Carvajal, su esposa. Este salón fue el más dañado por el terremoto de 2010.12

Salón Vicente Huidobro[editar]


En 2013, el presidente Sebastián Piñera inauguró el Salón Vicente Huidobro, dedicado en
honor al poeta homónimo. Estuvo ubicado en el gabinete de la primera dama.13
En la ocasión se reveló una placa conmemorativa y se dio a conocer el material donado por la
Fundación Vicente Huidobro: reproducciones de algunas de las fotografías más importantes
de la vida del poeta; retratos realizados por dos de sus grandes amigos, Pablo Picasso y Juan
Gris; una de sus clásicas pipas; dos de las ediciones más importantes de su obra; y seis de
sus poemas pintados más representativos.13

Capilla[editar]

Capilla del Palacio de La Moneda.

La ubicación actual de la capilla está consignada en los más antiguos planos del palacio,
aunque durante su existencia ha sufrido diversas variaciones. La conclusión del altar y la
decoración de sus muros fue completada en 1808 por Juan José de Goycolea, discípulo
de Joaquín Toesca. Aunque originalmente fue concebida con doble altura sobre su ingreso
norte, para que el Superintendente y su familia fuesen a misa diaria sin salir de su residencia,
ésta fue suprimida en la remodelación de 1845, para dar más amplitud al sector presidencial
del segundo piso. Pese a ello, continuó sirviendo como capilla, asistida por los capellanes de
la presidencia.
Bajo el mandato del presidente Manuel Montt, se utilizó por primera vez para un servicio
familiar, con el casamiento de una de sus hijas. También se casó en esta capilla, sin gran
pompa, la hija del presidente Arturo Alessandri Palma en 1924, la víspera de su partida al
exilio. Con posterioridad, la capilla y su capellán se trasladaron al sector presidencial de los
altos, y tras ocupar distintas dependencias fue suprimida a mediados del siglo XX.
Restaurada nuevamente al costado del patio de Honor, tiene un altar neoclásico de madera
policromada que imita falso mármol. El lugar principal lo ocupa una imagen de Jesús
crucificado que permaneció durante largos años en el antiguo monasterio de las monjas de
Santa Clara, en la Alameda. Tallada en madera y posiblemente fabricada en Quito, constituye
una excelente obra del siglo XVII.
En los muros se observan cuatro lienzos con escenas de la vida de santos dominicos, parte
de una gran serie de más de cien pinturas, que la orden fundada santo Domingo de
Guzmán encargó a los artistas quiteños Antonio Palacios y Ascencio Cabrera, entre 1837 y
1841.
También destacan por su calidad como imaginería religiosa una imagen filipina de la Virgen
del Carmen, fabricada en los talleres de los agustinos en siglo XVIII en Manila, y una imagen
del Sagrado Corazón, réplica del original del siglo XVIII hecha por Pompeo Batoni.
En abril de 1987, este lugar recibió la visita del papa Juan Pablo II, acompañado por el
general Augusto Pinochet, donde se detuvo a orar unos instantes arrodillado, y luego se volvió
para bendecir a los presentes.11

Entorno
Barrio cívico
Artículo principal: Barrio Cívico de Santiago

La expresión las cuatro cuadras (o manzanas) en torno a La Moneda se usa para referirse a
alguna acción del gobierno o la Presidencia. Este apelativo tiene su origen a que en torno a La
Moneda se construyó el barrio Cívico de Santiago con los principales ministerios y
dependencias del Estado (Ministerio de Defensa, de Hacienda, de Obras Públicas, de
Agricultura, de Justicia, la Contraloría General de la República, la Intendencia de la Región
Metropolitana de Santiago, el Banco del Estado y muy recientemente la Cancillería).

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