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    de 1

    2.

    El Principio de Autonomía de la Voluntad

    La autonomía de la voluntad es el principio fundamental que subyace a la


    fuerza del vínculo obligatorio. Este principio permite a las partes establecer
    sus condiciones contractuales dentro del marco de la ley, lo que respalda el
    concepto de la libertad contractual. La importancia de este principio reside
    en su reconocimiento de la capacidad de los individuos para crear vínculos
    jurídicos de acuerdo con sus propios intereses y necesidades, siempre y
    cuando respeten los límites legales.

    Autores dominicanos como Pedro Pablo Hernández han abordado el impacto


    de este principio en la realidad local, señalando que la autonomía de la
    voluntad permite una mayor flexibilidad en los negocios y facilita la
    adaptación de los contratos a las circunstancias cambiantes de las partes.
    Según Hernández, “la autonomía de la voluntad fomenta el desarrollo
    económico, ya que las partes se comprometen de manera libre y consciente
    en las transacciones, asumiendo responsabilidades que promueven la
    estabilidad contractual” (Hernández, Teoría de las Obligaciones, 2012).

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