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63 Julio, 1910
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I3° Boletín de Historia y Antigüedades
20 DE JUUO DE 1910
La Academia Nacional de Historia dedica este
número de su órgano de publicidad á celebrar el
Centenario del 20 de Julio de 1810, día en que la
idea revolucionaria, germen de la Independencia, se
convirtió en hecho con el movimiento popular que
inició en Bogotá la emancipación.
Nada debemos envidiar á otros pueblos de glo
riosas tradiciones. Tenemos las figuras históricas de
Bolívar, creador de Colombia, cuya gloria llega hoy
al cénit bajo los pliegues de la inmortal bandera, y
cuya legendaria figura ha sido traducida al bronce
por David D’Angers, Tenerani y Frémiet; la de
Antonio Nariño, iniciador de la Independencia y
traductor de los Derechos del Hombre; la de San
tander, que transformó las llanuras de Casanare en
el Monte Aventino de la revolución y abrió en Paya
el amplio camino que aseguró la libertad de un
Continente; la de Camilo Torres, que adivinó con
claridad de profundo jurista el genio del futuro Li
bertador; la de Caldas, el sabio mártir, orgullo de
América; la de Girardot, que terminó en Bárbula
su corta y gloriosa carrera; la de Ricaurte, «honor
de los bravos,» que llenó el espacio con su fama;
la de Zea, notable entre los mas ilustres patricios de
la Gran Colombia; la de Córdoba, que dejó para su
gloria el sublime ¡Armas á discreción, -paso de ven
cedores!; la de Baraya, primer vencedor en las ba
tallas de la Independencia; la de Sucre, cuyas glorias
20 de Julio de 1910 *3!
ALBORES OE LA INDEPENDENCIA
OFICIO DEL VIRREY DE SANTAFÉ Á LA REAL AUDIENCIA
(MUY RESERVADO)
Se me ha dado noticia, derivada de persona cuyo crédi
to no es de despreciarse, pero que interesa en reservar su
nombre y circunstancias, que por el Magistral de esta Santa
Iglesia, doctor don Andrés Rosillo, se tratan cosas contrarias
aT buen orden y subversivas del Gobierno actual; que en su
casa se han juntado varios sujetos á conferenciar sobre el
asunto, y probablemente en ella y pieza reservada de su
despachó, se encontraron papeles conducentes á él. Que se
intenta nada menos que sorprender una noche mi casa y el
cuartel de la tropa (laque se lisonjean sobornar), apode
rarse de las armas, caudales de cajas y demás depósitos, y
erigir una Junta independiente, la que se supone deberían
presidir alternativamente, de dos en dos años, don Luis Cai-
cedo y Flórez, don Pedro Groot y don Antonio Nariño, y
que para la ejecución contaban con una porción de negros
esclavos que han de traerse de la hacienda de Saldaña (á
quienes se ofrece la libertad en recompensa), con gente que
se recogerá y tienen seducida en La Mesa de Juan Díaz; con
seiscientos hombres de Zipaquirá, bajóla conducta de su Co
rregidor, y con mil y quinientos del Socorro, que se piensa
recogerá’ allá el Administrador de aguardientes, doctor Mi
guel Tadeo Gómez, quien al efecto se dice está de inteligen
cia con el Regidor de esta capital, don José Acevedo.
Aunque todo este proyecto parece algo complicado, re
moto y acaso improbable, no habiendo noticias de esos parajes
que indiquen tan considerable movimiento de gentes, ma
yormente cuando en el Socorro hay anticipado especial en
cargo para estar en observación, y cuando, por otra parte, el
denunciante se persuade que el intento era para dentro de
pocos días, ó á más tardar antes de que llegase áHonda el des
tacamento que sale de Cartagena, no es sin embargo de des
preciarse la noticia por el mucho interés que envuelve; y así.
habiendo tomado mis medidas en punto á la tropa de la ca
pital y expedido órdenes á los parajes indicados de afuera
para que se observe y dé aviso al menor movimiento, pongo
por lo demás al cuidado y celo de Vuestra Señoría lo de
más que corresponda con respecto al denunciado doctor
Rosillo, quien—se añade—ha tenido en estos últimos díascon-
ferencias, á puerta cerrada, con el abogado don Ignacio He
rrera, y otro que no se afirma, pero se piensa que sea el doc
tor don José Joaquín Camacho.
Dios guarde á Vuestra Señoría muchos anos.
An t o n io Ama r
Santafé. 15 de Octubre de 1809.
136 Boletín de Historia y Antigüedades
AMPLIACIÓN DE LA DECLARACIÓN
REAL ACUERDO
BOCETOS BIOGRAFICOS
BARAYA ANTONIO
ERA BOGOTANO
SAL.AVARRIETA POLICARPA
SANTOS ANTONIA
ABREGO MERCEDES
Natural de Cúcuta. Por haberse destruido los archivos
en el memorable terremoto de 1875, se perdieron los docu
mentos originales de las partidas de nacimiento, matrimonio
y defunción de esta heroína. Ella mantuvo relaciones con las
guerrillas que comandaban los patriotas F. de P. Santander
y Joaquín Ricaurte, y que con varia fortuna luchaban en el
norte de la República. Vencido Santander en el Llano de
Carrillo en 1813, como consecuencia desgraciada ocupó los
valles de Cúcuta un obscuro soldado español, Bartolomé Li-
zon, simple Capitán de las tropas del Rey, y sus fuerzas, se
gún frase del historiador Restrepo, «desolaron el país hacien
do la guerra á muerte.»
Antes de principiar Bolívar la gloriosa campaña de 1813
con el llamado Ejército Libertador de Venezuela, en su ma
yor parte formado por hijos de nuestra Patria, recibió ova
ciones en Cúcuta, ciudad de opiniones republicanas. Doña
Bocetos biográficos *55
(1) Don Narciso Reyes, hijo de don José Miguel y nieto de la he
roína, cuenta así la escena de muerte: «La señora Abrego fue presa
inmediatamente en su misma casa, y á las pocas horas se la condujo á
un patio interior en medio de una escolta. El que mandaba ésta dijo:
‘ Salga al frente el que se considere capaz de cortar de un solo golpe
la cabeza de esa mujer.’ Todos ellos dieron un paso, adelante, y el
que se consideró más esforzado y audaz fue el preferido; y en efecto,
lo ejecutó á contentamiento de todos sus compañeros, que aplaudieron
su destreza. La cabeza de Mercedes Abrego ¡rodó por el suelo!.......... »
i 56 Boletín de Historia y Antigüedades
«Excelentísimo señor:
(1) José Fábrega. Este Jefe realista figuró después entre los pa
tricios que declararon independiente de España á Panamá, de donde
era natural, y se adhirieron á la Gran Colombia.
Bocetoi biográficos i 57
DOS PROTOMARTIRES
Los primeros mártires de la Independencia, después de
los Comuneros, fueron los jóvenes José María Rosillo y Vi
cente Cadena, ajusticiados en Pore poco antes del 20 de Ju
lio. Bien que si mencionan varios historiadores el episodio
de su intento revolucionario y su triste suplicio, no se hallan
en parte alguna datos precisos sobre esto; y sus nombres no
están incluidos en obras como el Diccionario de los Proceres^
ni en las enumeraciones que se han publicado de las vícti
mas sacrificadas en el patíbulo, ni en las lápidas del monu
mento levantado en la Plaza de los Mártires.
Ignoramos la fecha precisa en que fueron ejecutados
estos jóvenes y el lugar de su nacimiento. La primera cree
mos fijarla por ahí el l9 de Mayo, y no en Junio ni en Enero,
como se ha dicho, pues sus cabezas fueron traídas á Bogotá
el 14 de Mayo. Fácil es que ambos fuesen naturales del Soco
rro, pues ambos apellidos son de familias de aquella ciudad,
y eran primos el uno del otro y parientes del doctor Andrés
Rosillo, quien nació en aquella población. Como ambos no te
nían sino veinte años cuando su muerte en 1810, fácil sería
el hallar su partida de nacimiento y conocer así la fecha de
éste, sus padres y demás datos hasta hoy ignorados.
En algunas narraciones históricas que estaban inéditas
y que hemos publicado recientemente se encuentran nue
vos datos sobre la desgraciada suerte de estos dos jóvenes,
que complementan los que ya eran conocidos.
Veamos primero éstos, para luégo citar aquéllos.
El historiador Restrepo dice :
Cuando estas noticias se difundieron en las Provincias de la
Nueva Granada, los pueblos que sufrían con impaciencia el yugo es
pañol comenzaron á excogitar el modo de sacudirle: dos jóvenes de
la Provincia del Socorro, don José María Rosillo y don Vicente Ca
dena, unidos á don Carlos Salgar, natural de la ciudad de Girón,
penetraron hasta los Llanos de Casanare é intentaron hacer una re
volución, que fue mal combinada. Auxiliados sin embargo por algu
nos habitantes de la Provincia, se apoderaron de las armas y albo
rotaron á varios lugares. Mas el Virrey envió tropa que los atacara;
Rosillo y Cadena fueron aprehendidos por el Gobernador don Remi
gio Bobadilla, y condenados á muerte conforme al dictamen del Real
Acuerdo, cuando su proceso aún se hallaba en estado de sumario. El
doctor don Pedro Nieto, abogado imbécil, fue quien se prestó á servir
de este modo á los tiranos de su Patria. La sentencia se ejecutó in
mediatamente, y las cabezas ensangrentadas fueron conducidas á
Santafé. La Real Audiencia acordó que para escarmiento se fijaran
sobre escarpias en los lugares públicos ; pero los Oidores vieron exci
tarse tal fermentación en el pueblo de la capital solamente con la no
ticia de que se le iba á dar tan desagradable éspectáculo, que se
arrepintieron de su designio é hicieron enterrar furtivamente las
cabezas de aquellos jóvenes desgraciados.
Dos protomártires ■S9
(1) La capital y el Socorro han sido testigos de las opresiones de Castro ; pero el Reino las
ignora y conviene que las sepa. Amigo de Rosillo, compañero de sus trabajos y de sus persecu
ciones, fue arrestado como él en la Parroquia de Pore, y conducido como él al Socorro. Cayó
también entre las garras del sanguinario Valdés. Este bárbaro le sepultó en un calabozo y le rema
chó un par de grillos. Una cadena que pendía de ellos y que terminaba en un poste circunscri
bía sus movimientos al pequeño círculo de tres á cuatro pies. ¡ Qué ingeniosos son los tiranos en in
ventar instrumentos de aflicción y de dolor! Así pasó este desgraciado cuarenta y cinco días con
secutivos. Sobre un sillón y cargado de prisiones fue pasado de los calabozos del Socorro á los de
Santafé, y de las duras manos de Valdés á las del temible Alba. ¿Mejoraría de tirano este infeliz?
Adoremos los decretos de la Providencia. ¿Alba no hizo poco después el mismo viaje en sentido
El Acta de la Independencia ,65
contrario? ¿No pasó de los calabozos de Santafé á los del Socorro? ¿No pasó sobre un sillón y
con un par de grillos? Yo no hallo sino esta diferencia: Castro conmovió los corazones humanos
de nuestros compatriotas; Alba sirvió de espectáculo agradable á un pueblo enfurecido contra los
tiranos.
Desde el 25 de Febrero hasta el 9 de Junio sufrió todos los horrores de un calabozo, y lo que
es más, sufrió por intervalos la imagen y las astucias de Alba. Nada ablandaba el corazón de este
Ministro. En vano Castro oponía la modestia, la docilidad, los modales suaves, pero sin humi
llaciones degradantes; en vano su esposa oponía sus lágrimas y sus miserias; en vano manifestaba
la orfandad y la desnudez de seis hijos tiernos que estaban privados de su buen padre; en vano....
sí, en vano: sólo el golpe terrible de él podía quebrar las prisiones de este ciudadano benemérito.
La Patria ha recompensado sus sufrimientos nombrándole Ayudante Mayor veterano con grado
de Capitán en el Regimiento de Milicias.
166 Boletín de Historia y Antigüedades
(1) Gómez era español; así lo dice Caballero al dar cuenta de los
nuevos- Jefes de la ciudad: <1810, 1° de Enero. Alcaldes de este año:
El doctor José Miguel Pey y Andrade, de primer voto, criollo; y don
Juan Gómez, de segundo voto, chapetón.» Borda también dice que na
ció en Epaña, pero señala su muerte en Bogotá, en 1835. El Dicciona
rio de Próceres, por el contrario, dice que nació en esta ciudad y que
fue ajusticiado en 1817, en Villa de Leiva. Vergara y Vergara lo
pone en su lista de fusilados también en dicha población, pero en 1816.
(2) En la Gaceta de Nueva Granada de 1834- se habla de este
nombramiento, y allí se dice que era. entonces Guardián del Convento
Máximo de menores observantes de Santafé.
«4 Boletín de Historia y Antigüedades
II
TELEGRAMA
República de Colombia— Academia Nacional de Historia—
Bogotá, Abril 19 de 1910.
Excelentísimo señor Presidente de los Estados Unidos de Venezuela
Caracas
En esta fecha gloriosa, aniversario secular del día en
■que los patriotas asumieron el mando de ese país, destitu
yendo á Emparán, último gobernante español, la Academia
presenta al Gobierno y pueblo de esa República hermana,
por conducto de Su Excelencia, calurosas congratulaciones.
El Presidente, Ad o l f o Le ó n Gó me z —El Vicepresiden
te, Jo s é Jo a q u ín Gu e r r a —El Secretario perpetuo, Pedro
M. Ibáñez.
Caracas, 19 de Abril de 1910
Señores Adolfo León Gómez, José Joaquín Guerra y Pedro M. Ibá-
ñez—Bogotá.
En nombre del pueblo venezolano y en el mío propio
correspondo á su patriótica congratulación, hoy que cele
bramos uno de los días más gloriosos para los hijos de la
América libre.
Su amigo, J. V. Gó m e z
Auténtico, Cañizales.
NOTAS
Bogotá, Diciembre 9 de 1909
Señor Ministro de Gobierno—Presente.
Como Su Señoría sabe, en la Imprenta Nacional se han
editado—á costa de la Nación—varios tomos de la interesan
tísima obra Biblioteca de Historia, entre los cuales figuran
Los Comuneros, El Precursor, Vida del General Herrán y
otros, formados por los doctores Eduardo Posada, Pedro M.
Ibáñez, y La Convención de Ocaña, por el doctor J. J. Guerra.
En vista de eso y de que tales libros son de suma impor
tancia para la República, pido atentamente á Su Señoría se
sirva disponer que bajo mi inmediata dirección se publi
que otro volumen en los mismos términos, tamaño, forma y
condiciones de los anteriores, y no menos interesante, que
contendrá la documentación auténtica de la historia del
Tribuno don José de Acevedo y Gómez y de otros varios
proceres sus parientes, la genealogía de su familia y multi
tud de cartas y documentos inéditos referentes al 20 de Ju
lio de 1810 y á la guerra magna.
De esos escritos históricos he insertado yo en Sur Amé
rica algunos de los más cortos, y otros he dado al doctor
Rafael M. Carrasquilla, quien los ha publicado en la Revista
20Ó Boletín de Historia y Antigüedades
del Colegio del Rosario; pero los más, que son curiosísimos,
permanecen desconocidos y expuestos á que el tiempo, la
polilla ó cualquier accidente los destruya. Eso me ha movido
á solicitar su publicación en libro, ahora que por tratarse
de conmemorar el 20 de Julio de 1810 es más justo y natural
que nunca hacer conocer la historia y méritos del procer
que fue el alma de ese día glorioso.
Bueno es advertir que yo nunca he pedido nada á este
país (al cual he procurado servir lo más posible) ni á ningu
no de sus Gobiernos, á quienes nada debo, fuera de injusti
cias ; y que si esta vez solicito aquello es por interés de la
historia nacional y la gloria de la Patria ; pero propiamente
no es que pido, sino antes que ofrezco una importante docu
mentación original y mi trabajo para hacerla publicar, si el
ilustrado Gobierno de que Su Señoría es digna parte tiene
á bien decretar de conformidad.
Soy de Su Señoría atento, seguro servidor,
A. Le ó n Gó m e z