BHA-60

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Año V—Núm.

60
Junio, 1909

¿Lé y yivLZzgvLe¿Ls,cLss
ORGANO DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA
——► <«+»»«---- -
Director, PEDRO M. IBAÍsTEZ

Bogrotá — República de Colombia

APOSTILLAS
LXXI

La cronología es la mejor luz para aclarar los


acontecimientos antiguos. Ella disipa muchas dudas
y pone en su lugar los nombres y las fechas. Tarea
primordial es la de precisar la cronología de los acon­
tecimientos antes de disertar sobre ellos. La crono­
logía es ciencia exacta, y poco gustan de ella quienes
prefieren discutir sobre teorías. Y la filosofía de la
historia resulta muchas veces que no es sino la filoso­
fía del historiador, como ha dicho recientemente al­
gún crítico á propósito de la obra de Anatole France
sobre Juana de Arco. De ahí que opinemos que en
nuestra historia deben ponerse primero los cimientos
cronológicos antes de construir el resto del edificio.
La posesión del Virrey Guirior la señalan unos
el 22 de Abril de 1772 y otros el 22 de Septiembre de
1773. La relación de mando de dicho Virrey aclara
un poco la contradicción sobre estas fechas.
Llegó él á Cartagena en Julio de 1772, como él
mismo lo dice. En 14 de Septiembre del mismo año
fechó su relación de mando el Virrey Messía de la
Zerda, en Santafé, para presentársela á Guirior, y la
cual fue escrita, sin duda, al tener aquí noticia el Vi­
rrey de la llegada de su sucesor á la Costa. Allá asu­
mió el mando el Virrey Guirior en dicho año de
1772, lo cual pudo ser el 22 de Septiembre, que seña­
lan algunos, pero no de 1773. Guirior permaneció
en Cartagena varios meses, y con fecha 24 de Enero
& v-44
Boletín de Historia y Antigüedades

de 1773 nombra en dicha ciudad á Manuel Iguiligan


Cacique del pueblo de Zoareque. Véase este documen­
to en la obra del señor Corrales Anales y Efemérides,
tomo 1°, página 440. También hay una nota de Gui­
rior de fecha 9 de Febrero de 1773, la cual cita él en
su relación de mando, y que marcó con el número 63
de su correspondencia. Lo que indica que en esa fe­
cha hacía ya días que era Virrey. Se vino él por el ca­
mino del Opón, y su entrada á Bogotá sí fue probable­
mente el 22 de Abril, pero no de 1772 sino de 1773.
Parece que su nombramiento fue hecho en Ma­
drid el 10 de Diciembre de 1771, pues esta es la fecha
que él señala de las instrucciones que se le dieron.
Su relación de mando tiene fecha 18 de Enero de 1776.
Después de ese día, casi inmediatamente, se fue él
para Cartagena á encontrar á su sucesor, dato que
da él también en su relación de mando, y le entregó
el Virréinato al señor Flórez el 10 de Febrero.

l xxh

La leyenda de que existió en Antioquia una tribu


de judíos se ha apoyado en un libro del célebre israe­
lita Menassé ben Israel (algunos escriben Manassé),
en el cual refiere una historia que le contó Antonio
Montesinos. Para un artículo que escribiremos próxi­
mamente referente á tal asunto hemos recogido datos
sobre Montesinos y ben Israel. Puede que ellos sean
útiles á aquéllos que se ocupan en este mismo asunto.
Parece que fuerron tres los Montesinos que figu­
raron en los días de la Conquista: Francisco, Fernan­
do y Antonio. Del primero dice Fray Pedro Simón
que era Provincial de la Orden de Santo Domingo y
que estaba en el puerto de Maracapana con un buen
navio y algunos soldados cuando Lope de Aguirre
llegó á la isla de Margarita. Aguirre mandó al Capi­
tán Monguía á tomar el navio; pero lo que Monguía
hizo fue entregar voluntariamente las armas al Pro­
vincial. Montesinos dio aviso de lo ocurrido álos puer­
tos inmediatos. Aguirre dirigió después á Montesi­
nos una carta que conserva la historia. De la narra­
ción se colige que Montesinos se acercó á la isla de
Margarita en su navio, y que se retiró luégo sin hacer
ni recibir daño. Año de 1561.
Apostillas 691

La Perista de Buenos Aires publicó las Memorias


Antiguas Historiales del Perú por Montesinos en
1869. Son dos libros y no pone el nombre de pila de
Montesinos. Parece que es Fernando. El capítulo 1*?
titula Del nombre común de esta tierra llamada Indias.
En el capítulo 79 dice: «El año 1637 entró por orden
mía mi primo don Francisco Montesinos por Tararea,
sacó de allí seis indios principales que hospedé en mí
casa de Lima.» Dice al fin: «.Libro P de las Memo­
rias Antiguas del Perú. Montesinos.» Es un ma­
nuscrito que consta de 48 folios en 49; pertenece á
la Bibliotocade la Real Academia de la Historia, y su
signatura es a. 155. Tiene esa parte 32 capítulos. El
libro 29 tiene 28 capítulos. Termina así Montesinos:
«Libro 2? de las Memorias Antiguas del Perú.'» Ma­
nuscrito en 49 que consta de 38 folios. Pertenece á la
Biblioteca de Salazar (Real Academia de la Historia,
y es su signatura a. 155). La copia de este manuscrito
la debemos á la deferencia de nuestro amigo y cola­
borador doctor don Vicente Fidel López, á quien da­
mos las gracias.
En el catálogo de obras americanas que trae Men-
diburu al frente de su Diccionario dice: «Montesinos,
Licenciado Fernando de. El Ofir de España ó Anales
Peruanos; Memorias Antiguas Historiales del Perú;
M. S.; Arte y directorio de beneficiadores de metales;
Memorial sobre la conservación del azog ue que se pier­
de, y Escritura de Compañía de Pizarro, Almagro y
Luque, hecha en Panamá en 10 de Marzo de 1526.» En
los Anales de Montesinos la inserta Quintana en sus
Españoles Célebres.
En la lista de obras publicadas por Jiménez de la
Espada hay las siguientes: Memorias Historiales y
Políticas del Perú, por el Licenciado don Fernando
Montesinos, seguida de las informaciones acera del se­
ñorío de los incas, hechas por mandado de don Fran­
cisco de Toledo, Virrey del Perú. Madrid, 1882, en
89 Componen el tomo xvidela Colección de libros espa­
ñoles raros ó curiosos.
Probablemente en Mendiburu existe biografía de
alguno de los Montesinos, pero no hemos podido con­
seguir el tomo de la letra m. Esta obra fue regalada
á la Biblioteca por el Ministro del Perú, señor Ulloa,
692 Boletín de Historia y Antigüedades

y ya no existe allí. Nosotros no poseemos sino los


cuatro primeros volúmenes.
El Montesinos citado por Menassé ben Israel
es Antonio, y allí se dice que este estuvo en Honda en
1642, y meses después estuvo encerrado en las prisio­
nes de Cartagena por orden de la Inquisición. Puesto
luego en libertad, volvió á Honda. Su padre—dice él-^~
se llamaba Luis.
En el índice alfabético de Juan de Castellanos
figuran Montesinos, página 259 de la Elegía 8?, y Fray
Francisco Montesinos, página 168 de la misma obra,
octavas 15, 19 y 20.
En la Historia de Santo Domingo por J. G. Gar­
cía se menciona á Antonio Montesinos (tomo 1, pági­
na 87), de quien dice era dominicano y que en 1511
dijo un sermón en contra de los opresores de los in­
dios, y que fue luégo á España á solicitar del Rey
alguna resolución en favor de los indígenas.
Sobre Manassé ben Israel habla Drumont en La
Francia Jadía. Allí dice que Manassé estaba muy
preocupado con la cuestión de las diez tribus perdi­
das, y cita los archivos israelitas que dicen: «Una
cuestión preocupaba á Manassé constantemente: ¿qué
había sido de las diez tribus llevadas por Salmanasar
y de las cuales no se había vuelto á hablar? ¿Habrían
sido destruidas? La restauración del Reino de Judea
era imposible sin estas diez tribus, y aun la confir­
mación de las promesas proféticas venía á ser du­
dosa. La reunión de Judá y de Israel, que los profe­
tas afirmaron, no se cumpliría sino con la participa­
ción de esas tribus. Manassé reflexionaba sobre ello
sin cesar y se entregó á toda clase de suposiciones
imaginables para encontrarlas en alguna parte. Fue
entonces cuando un azar, que él consideró como reve­
lación de lo Alto, lo puso en contacto con Montesinos,
quien le afirmó que los restos de las diez tribus se
encontraban en la América del Sur. Fue entonces
cuando no dudando de la verdad de esta relación, es­
cribid él su Esperanza de Israel.'»
Manassé figura en el drama Cromwell, de Víctor
Hugo? en importante.
En el catalogo de obras americanas de Sabin (ame­
ricano) figuran las distintas ediciones de las obras de
Manassé.
Apostillas g93

Drumont dice que todas las tribus fueron halla­


das, excepto la de Gad y la de Isaddé, y que de la pri­
mera se ha creído hallar huellas en Afganistán. El
mismo aiitor cita una obra de Asrael Worsley pu­
blicada á fines del siglo pasado, en la cual sostiene
la misma tesis de Montesinos. Dice también Drumont
que un judío—M. Wiener,—profesor del Liceo Bo-
naparte, estuvo en la América del Sur por cuenta del
Gobierno francés en misión sobre este asunto.
Manassé figura en todos los diccionarios biográ­
ficos y enciclopedias, y Reinach lo menciona también
en su Historia de los Israelitas.
El Padre García fue el primero que emitió la opi­
nión de que los indios de América, todos los del con­
tinente, eran de raza judía; después Montesinos sos­
tuvo la misma tesis, y posteriormente Manassé ben
Israel. Todos ellos se refirieron á la población del
Nuevo Mundo antes de la Conquista, y no á una época
posterior ni á determinada Provincia. Ellos opinaron
que este Continente fue poblado por judíos, así como
unos opinan que fue por japoneses y otros por distin­
tas razas.

LXXIII

Conviene no confundir las épocas y los nombres


de los comisionados de España que vinieron á esta co­
lonia cuando la invasión napoleónica.
La Suprema Junta de Gobierno establecida en
Sevilla envió en 1808 á los señores Antonio Vacaro y
J. J. de Sanllorente, ambos capitanes de fragata de
la Real Armada. Dichos señores llegaron á Cartagena
el 9 de Agosto de ese año en la corbeta inglesa La
Sabina. Sanllorente salió dos días después para esta
capital. Vacaro siguió probablemente para las otras
colonias.
El 3 de Septiembre entró Sanllorente á Santate
y fue muy festejado en la capital. Su principal misión
era el reconocimiento de Fernando vil. El 24 del mis­
mo mes salió de la ciudad de regreso para España, y
llevó, según dice Caballero, medio millón de pesos.
En 1810 fueron enviados nuevos comisionados
por el Consejo de Regencia para las colonias. El 1-
de Marzo salieron de Cádiz los señores Antonio Vi-
69+ Boletín de Historia y Antigüedades

llavicencio, Carlos Montúfar y José de Cos Triberri,


que eran los enviados para el Nuevo Reino de Gra­
nada, la Presidencia de Quito y el Virreinato de Lima,
respectivamente. A La Guaira llegaron el 17 de Abril
y estuvieron unos días en Caracas. Luego arribaron
á Cartagena, el 8 de Marzo.
«Don José Cos Triberri salió de Cartagena para
Portobelo—dice el mismo Villavicencio—en la goleta
de Su Majestad La Clara, al mando del Teniente de
navio don Antonio Gastón, para pasar á Panamá y á
Lima. A los siete días de navegación ha fallecido á
bordo; testó dejando por su albacea á su compañero
de viaje don José de Arismendi, á quien encargó el
repartimiento de todos los impresos de que estaba
encargado, y por propio se remitieron los pliegos que
conducía para el Virreinato del Perú. Las instruc­
ciones reservadas de su comisión, selladas y cerradas,
se entregaron al Gobernador de Portobelo para que
I3.S dirigiera al Supremo Consejo de Regencia.»
Montúfar salió de Cartagena el 18 de Mayo, y su­
bió á Santafé, donde permaneció desde el 17 hasta el
30 de Junio, y luégo siguió para Quito. Al llegar allá
se halló en plena revolución y entró en ella. Después
de varias campañas cayó prisionero en la Cuchilla del
Tambo y fue fusilado en Popayán el 3 de Septiembre
de 1816.
Villavicencio entró á Bogotá el 1° de Agosto, y se
halló por consiguiente en plena revolución. Entró en
ella lo mismo que Montúfar en Quito. Hizo como éste
varias campañas, y al fin, hechoprisionero, fue fusilado
el 6 de Junio de 1816. No regresó pues ninguno de
los tres comisionados á la Metrópoli.
Villavicencio era natural de Quito y no de Bogotá,
como generalmente se ha creído. (Véase su partida
de bautismo en Corrales, Documentos fiara la Histo­
ria de Cartagena, tomo 7°, página 57). Montúfar era
igualmente natural de Quito é hijo del Marqués de
Selva Alegre.

LXXIV

Como á veces se ha publicado equivocado el lu­


gar del nacimiento del señor Gil de Tejada, publica­
mos la partida de bautismo:
Bocetos biográficos
695

de Bul™Hrgen de 1OS libros Parroquiales de la ciudad

«Partida, del doctor don Vicente Gil de Tejada el eru­


dito Cura Rector de la Catedral de Santafé.
«Octubre 12, 1776—En el día del Señor 12 de Oc­
tubre de dicho año bautizó, puso óleo y crisma, el
Reverendo Padre Martín Romero á Vicente Raimundo,
hijo legitimo de don Ildefonso Gil de Tejada y de
doña Rosalía de Rivera; fueron sus padrinos don José
de Soto y doña Carmela Rivera. Se les advirtió su obli­
gación y parentesco espiritual, y para que conste lo
firmo.
«.Doctor Piedrahita.^
Abuelos paternos: Ana Izquierdo é Ildefonso Gil
de Tejada, vecinos de Gallinero de Cameros, en los
reinos de España; abuelos maternos: Margarita de
Arce y el Capitán Juan Fernández de Rivera, vecinos
de Buga.
Era llamado por su sabiduría Salomón de las In­
dias.

E. Po s a d a
....... .—-»•«■ ■ -------

BOCETOS BIOGRAFICOS
DOCUMENTOS DEL ARCHIVO DEL PROCER É INSTITUTOR
DON JOSÉ MARÍA TRIANA

Partida de bautismo.
El infrascrito, compañero del señor Cura propio
de la villa de Zipaquirá, certificaen toda forma de de­
recho que en uno de los libros de bautismo de esta
villa, á fojas ocho, se halla una partida cuyo tenor li­
teral dice:
«En esta parroquia de Zipaquirá, entres de Mar­
zo de mil setecientos noventa y dos, como Párroco bau­
ticé, puse óleo y crisma á un nino á quien llamé José
María, hijo legítimo de José Manuel Triana y Josefa
Algarra. Abuelos paternos, Francisco Javier Trianay
696 Boletín de Historia y Antigüedades

Gertrudis Romero. Maternos, Antonio Algarra y Pau­


la Prieto. Padrinos, Gabriel Rubiano y Gertrudis
Bello, á quienes advertí sus obligaciones. Testigos,
José Lara y Fernando Díaz.
«Doy fe.
«Fray Francisco Solano Méndez.^

Hay al margen nota que dice:


«José María Triana Algarra. Es copia fiel. Zipa­
quirá, Junio cinco de mil ochocientos cincuenta y uno.

«Fray Francisco Benavides.^

NOMBRAMIENTO

El Rey Nuestro Señor y en su Real nombre la


Suprema Junta de Santafé,
Por cuanto he venido en nombrar á don José Ma­
ría Triana para Teniente de la segunda Compañía del
primer Escuadrón del Regimiento de Milicias de Ca­
ballería nuevamente creadas en las villas de Zipaquirá
y Ubaté.
Por tanto mando al Jefe Militar á quien corres­
ponda dé la orden conveniente para que se le ponga en
posesión del referido empleo, guardándole y hacién­
dole guardar las preeminencias y excepciones que le
tocan y deben ser guardadas, que así es mi voluntad;
y mando que el mencionado Jefe Militar á quien to­
case dé la orden necesaria para que en los oficios de
mi Real Hacienda se tome razón de este despacho y
se le forme asiento, con prevención de que siempre
que se hallase en actual servicio se le asistirá con el
sueldo que á los demás de su clase de las tropas re­
gladas, en consecuencia de lo que tengo resuelto.
Dado en Santafé de Bogotá, á nueve de Noviem­
bre de mil ochocientos diez.
A nombre del Rey Nuestro Señor.

José Miguel Peyy


Vicepresidente.
Bocetos biográficos 697

SuMajestad nombra para Teniente déla secunda


Companiadel primer'Escuadrón del Regimiento de Mi-
hcias de Caballería de Zipaquirá y Ubaté á don José
Mana Triana.

Sección de Guerra de la Suprema Junta de Santafé—No­


viembre 9 de 1810.
Cúmplase lo que Su Majestad manda en este real
despacho.
Antonio Baraya—Francisco Morales

Tomóse razón en el correspondiente libro, á fojas


106 vuelta por esta Contaduría, de orden del Tribunal
Mayor y Real Audiencia.
Santafé, 13 de Noviembre de 1810.

Pedro de la Lastra

Tomóse razón de este real despacho á fojas 80


del libro corriente.
Santafé, Noviembre 14 de 1810.
Pedro Groot
El Licenciado don Emigdio Benítez, Abogado y
Catedrático de las aulas de Derecho Real y Público en
el Colegio Real Mayor y Seminario de San Barto­
lomé, etc., certifica y en caso necesario jurará que el
señor don José María Triana asistió á la clase de mi
cargo desde el año de mil ochocientos nueve hasta el
año de mil ochocientos diez, cumpliendo con las obli­
gaciones anexas á la clase; y para queconste lo firma.
Santafé, á 23 de Marzo de 1812.
Emigdio Benítez

Sentencia del Tribunal de Vigilancia y Seguridad.


De resultas de haberse hallado en esa parroquia
en el mes de Noviembre último dos esquelas que de
Tunja conducía Vicente Torres de Vargas entre un.
698 Boletín de Historia y Antigüedades

bordón, y remitía de aquella ciudad don José María


Triana á su padre don Manuel y doña Josefa Alga-
rra, se providenció la comparecencia de ambos en esta
capital, y verificada, se actuó expediente contra ellos
en el Tribunal de Vigilancia y Seguridad; y con lo
que por los mismos se expuso en las declaraciones
instructivas ó indagatorias que se les tomaron, igual­
mente que al citado Vargas, y dice el señor Fiscal en
respuesta de 4 del próximo pasado Diciembre, de con­
formidad con el concepto manifestado en ella, sen­
tenció el propio Fiscal en 11 del mismo que debía de­
clararse, como efectivamente declaró, la inocencia del
referido don Manuel Triana y doña Josefa Algarra,
su consorte, permitiendo á esta última que pasase á
Zipaquirá á cuidar de su casa y familia, bajo varias
prevenciones, y que aquél se mantuviera en la capital
hasta nueva providencia, añadiéndose en la indicada
que para que en esa dicha parroquia y á todo el pú­
blico de ella fuere constante la absolución que el
mencionado Tribunal había dispensado á la Algarra
y á su marido Triana, y en tal inteligencia no se per­
mitiese el que se les causase la menor extorsión, se
librase la orden necesaria á los Jueces de ella. Esta
sentencia la confirmó en todas sus partes la Junta de
Gobierno por medio del Decreto que dice así:

^Santafé, Diciembre veintitrés de mil ochocientos doce.


«Con reflexión á lo que resulta de la nota antece­
dente, y á que han variado las circunstancias, seaprue-
ba la determinación del Tribunal de Vigilancia y Se­
guridad en esta causa, y en su consecuencia póngase
al instante en libertad á los interesados y devuélvase
el expediente.
«Hay cinco rúbricas.
«Por el señor Secretario de Gracia y Justicia,
^Francisco Rosas*

Cuyas deliberaciones, hechas saber á las partes,


no pudieron tener efecto por entonces á causa de que
el Excelentísimo señor Presidente delEstado, por las
justas causas y motivos que tuvo, se’ sirvió 'por De-
Bocetos biográficos

c reto del propio día 23 de Diciembre poner degrado


á los referidos Triana y su mujer, para que no salie­
sen de esta ciudad bajo la pena de que si fugaren de
ella, serían tratados como verdaderos reos.
En cuyo obedecimiento se han mantenido en ella
hasta ahora que variadas las circunstancias y aquie­
tados en muchas partes con la victoria de nuestras ar­
mas el memorable día 9 del corriente, ocurrieron al
expresado señor Excelentísimo solicitando que por
consideración de ella á el abandono en que por el espa­
cio de tres meses se hallaba su casa y familia, y á que
el Tribunal citado de Vigilancia y Seguridad les ha­
bía declarado su inocencia é inculpabilidad, se les al­
zase el de grado que se les tenía impuesto, y permi­
tiese su ida á esa parroquia á los fines indicados; que
por mí, como Excelentísimo del referido Tribunal de
Vigilancia y Seguridad, se expidiesen las órdenes
prevenidas en la sentencia confirmada por la Junta de
Gobierno á los Jueces de esa Parroquia, y por la Se­
cretaría respectiva el correspondiente pasaporte. Este
para transitar libremente, y aquéllas para ser libres
de las vejaciones, insultos y maltratos que se les in­
tenten hacer, en el equivocado concepto de ser ó haber
sido delincuentes. Y Su Excelencia, lleno de aquella
purificación que le es característica, proveyó lo si­
guiente:

^Santafé, veinte de Enero de mil ochocientos trece.


«Se alza ádon Manuel Triana y su mujer, doña Jo­
sefa Algarra, el arraigo impuesto en la providencia que
se enuncia. Líbrese por el Excelentísimo que fue del
Tribunal de Vigilancia y Seguridad las órdenes que
piden, y por la Secretería respectiva el pasaporte que
solicitan para los fines que indican: entendido ambos
de conducirse en lo sucesivo con la juiciosjdad, mo­
deración é integridad de que no han debido sepa­
rarse, para excusar que el Gobierno tenga motivo
de proceder contra ellos, como se les previene.
«Hay una rúbrica.
J Gutiérrez*

Todo lo cual transcribo á usted de orden del refe”


rido Excelentísimo señor Presidente del Estado, a hn
700 Boletín de Historia y Antigüedades

de que en inteligencia de su tenor, cuide por su par­


te, y haga que igual diligencia se practique por los
demás Jueces y Justicia de esa dicha parroquia, en
cuanto á que á los mencionados don Manuel Triana y
doña Josefa Algarra no se les cause ni permita cau­
sar por persona alguna el menor daño, vejamen ni ex­
torsión.
Dios guarde á usted muchos años.
Santafé y Enero 21 de 1813.
Vicente de Rojas

Por don Antonio García de la Guardia, Encargado


de la Subpresidencia en Zipaquirá.

RELACION de los vecinos de la villa de Zipaquirá á quienes, se les


impone la contribución siguiente que ha de exigir el Capitánde
artillería don Esteban Díaz, Gobernador de ella. (1816).

Agustín Zapata, Capitán de los insur­


gentes y revolucionario en Santafé y en Zi­
paquirá, también miembro del Cabildo......... $
Antonio Zapata, su hermano, Teniente
de insurgentes y conductor de los caudales
para las tropas rebeldes................................... 1,000
Manuel Bernal, su cuñado, Teniente
Coronel ó Comandante de escuadrón de los
insurgentes y fue Juez Político en Ubaté... 500
El hijo de Grillo.........................................
El indio Manuel Rubiano: no tenía em­
pleo pero era un gran revolucionario, y traía
el retrato del Rey en la bragueta, en la Calle
Real de Santafé, y decía «Aquí va este pende­
jo.» Esto según han oído decir....................... 3,000
Francisco Vargas, Teniente de correos
por el Rey, y Alférez de insurgentes............. 1,000
Agustín Domínguez, Capitán rebelde.
Apretarle las clavijas....................................... 3.000 t
Manuel Coronado, Capitán insurgente.
Alcalde con su Gobierno................................. 2,000
Higinio Caicedo, gran revolucionario que
Bocetos biográficos 701

se ponía hasta en la puerta de la iglesia á


clamar «Mueran los chapetones».................. $ 1,000 t
Narciso García, Teniente de insurgen­
tes, apresó á su suegro..................................... 500
Juan Bautista Consuegra, Sargento de
insurgentes, y luego que lo hicieron Oficial
hizo dos muertes en Zipaquirá.......................
Miguel Bonilla, sobrestante de los sitios
de Rute, ha sido seductor de los más malos.. 500 +
José Cortés ha sido uno de los más exal­
tados del pueblo..., presentó caballos á
Bolívar................................................................. 500 +
Don José María Triana; fue emisario de
Frutos Joaquín Gutiérrez para formar la re­
volución. + Me consta el grande esfuerzo que
ha tenido que hacer (ininteligible).................. 1,000
Don BernardinoTobar fue emisario de.. 500 +
Don Juan de Dios Torres, un charlatán
y hablador............................................................ 2,000 t
Don Salvador Torres, hijo natural del
anterior, Oficial de los rebeldes..................... 1,000 4.
Don Salvador Zamudio, Capitán, etc... . 2,000 +
Don Salvador Algarra es sujeto pudien­
te, pero no ha sido malo; andahuido. .. + 120 2,000

Suma total (sic) 20,500

Cuartel General de Santafé, 1° de Junio de 1816.

Morillo.

Francisco libra secreto á Frutos Gutiérrez y col­


gó el retrato del Rey en el Cabildo cuando entró Ba-
rava á Zipaquirá.
Francisco Olano, Teniente Coronel de
1,000
insurgentes..............................................A'/ •
Jorge y Tomás Silva, hermanos Oficia­
les, por vrg. (sic) y traviesos.
Germán de los Santos, sobrestán te de
las Salinas v Regidor del Cabildo. Rebelde ! 1,000
Joaquín Vega, Teniente republicano con
1,000
facultades............................................................
702 Boletín de Historia y Antigüedades

Nepomuceno Bejarano, con pocas facul­


tades, era carrero de los motines................ $ 500
Vicente Delgado, acomodado; ha sido
militar insurgente........................... ............... 500
Domingo Gaitán, Alférez de insurgen­
tes, acomodado................................................... 500
El Capitán Manuel Peña y sus dos hi­
jos Ignacio y Camilo, Oficiales de Bolívar; po­
cas facultades....................................................
Manuel Moreno, republicano empecina­
do, fue Alcalde Ordinario, con facultades... 1,000
El Teniente de insurgentes, F. Cavate,
acérrimo perseguidor de los españoles en
tiempo de Bolívar............................................. 500
El Currutaco y el padre han sido revo­
lucionarios...........................................................
Juan Ignacio Forero, Alcalde de Co-
gua........................................................................ 1,000
José Antonio Navas, su segundo......... + 500
Santiago Forero, Subteniente rebelde t 1,000
José Antonio Ferro............................... + 100

En Nemocón.
Nicolás Acosta ha sido Teniente de los
revolucionarios, malísimo................................ 2,000
Rafael Morales, Subteniente indepen­
diente ............................................................... + 1,000
Juan Manuel Salgado, pobre pero revo­
lucionario. Tiene en el río de jusag.n0 (sic)
ocho ó diez caballos buenos............................. 1,000

MEMORIALES

Excelentísimo señor.

José María Triana, vecino de Zipaquirá y resi­


dente en esta capital, ante Vuestra Excelencia, con
mi mayor respeto digo: que habiendo sido condenado
por el Tribunal de Purificación á servir en la clase de
soldado, y pudiendo reclamar esta providencia en aten­
ción á estar hecho cargo, por la muerte de mis pa­
dres, de siete hermanos menores, entre ellos cinco
Bocetos biográficos
703

mujeres, y de éstos, tres sordomudos, y haber guar­


dado una conducta irreprensible, sirviendo con uti­
lidad y desinterés en la composición de los caminos,
lo hice presente á Vuestra Excelencia. Vuertra Ex­
celencia se dignó pasarlo al Tribunal de Purificación,
donde en vista de los documentos que acreditan mi
relato, se me indemnizó por cien pesos de multa. Este
informe paso a la aprobación de Vuestra Excelencia,
pero como hayan pasado ya muchos días sin que yo
sepa ningún resultado, urgido de la orfandad de mi
familia y apoyado en la benignidad de Vuestra Exce­
lencia, me animo á recordarlo, obligándome á los cien
pesos de multa y á la composición de caminos; por
tanto á Vuestra Excelencia suplico rendidamente se
sirva acordarme la gracia que solicito.
Excelentísimo señor.
José María Triana

Salga este individuo con el Administrador de


Salinas, á quien se remitirá la resolución del Consejo.
Morillo

Excelentísimo señor.

Don José María Triana, vecino deZipaquirá, ante


Vuestra Excelencia, con el debido respeto, parezco y
digo: que por el Tribunal de Purificación se me des-
tino á servir de soldado en las armas de Su Majestad;
pero atendiendo á la conocida piedad de Vuestra Ex­
celencia me atrevo á hacerle presente (que aunque á
mí me es muy honroso el servir á Su Majestad en este
destino ó en cualquiera otro en que Vuestra Exce­
lencia tenga á bien) tengo una crecida familia de quien
soy el único apoyo, á quien mantengo con mi trabajo,
y si la abandono perecerá en la miseria, y mis herma­
nas quedarán expuestas á toda clase de desgracias.
Además, señor, para cubrir la cantidad de mil pesos
que se me exigió de donativo tuve que vender casi
todo lo que tenía, y no me queda ya más recurso para
sostener á mi esposa y hermanas que mi trabajo per-
sonal, que no podré ejercitar estando ocupado en este
servicio. No dudando de la bondad del corazón de
704 Boletín de Historia y Antigüedades

Vuestra Excelencia le hago presentes estas conside­


raciones para que atendiendo á mi pobre familia, me
haga la gracia, como espero, de que me conmuten el
tiempo en que debo estar en el servicio, en la espon­
tánea donación que ofrezco de dar el arrendamiento
de las tiendas que sirven para aduana en este lugar,
todo el tiempo que yo deba servir, ó de dar al contado
cien pesos, que de cualquier modo recibiré especial
merced y gracia.
Excelentísimo señor.
José María Triana

Cuartel General de Santafé, á 14. de Agosto de 1816.


Pase al Consejo de Purificación.
Morillo

Consejo de Purificación.
Ha examinado el Consejo nuevamente la causa en
que el interesado en esta solicitud fue destinado á
soldado; igualmente que la información que presenta.
De una y otra resulta que ha sido de una conducta
pacífica, que hizo renuncia de su empleo, la que le fue
admitida y que tiene á su cargo una crecida familia,
en consideración á esto le exime el Tribunal de ser­
vicio, y que contribuya con cien pesos para gastos de
hospital, arreglado á las facultades que tiene.
Santafé, 17 de Agosto de 1816.
Diego Aragonés—V. Manuel Bouk—Pío Solano.
José Ccballos C.
Excelentísimo señor General en Jefe del Ejército Pacificador.

Cuartel General de Santafé,á 6 de Septiembre de 1816.


Aprobado como no le resulte otro cargo.
Morillo
Excelentísimo señor.

José María Triana, vecino de esta parroquia, ante


Vuestra Excelencia con el mayor respeto digo: que
Bocetos biográficos

en el Consejo de Purificación fui condenado á servir


en la clase de soldado. Vuestra Excelencia se dignó
conmutarme esta pena por cien pesos de multa; mas
siendo tánta mi indigencia y tan grande la piedad de
Vuestra Excelencia, me atrevo á suplicarle se me in­
demnice del todo, en el concepto que me hallo incapaz
hasta de sostener mi numerosa familia, y mucho más
con el*atraso que sufrí en tres meses de trabajo en
el camellón, donde ni aun la ración se me pasara; en
esta virtud á Vuestra Excelencia suplico rendida­
mente se sirva acordarme la gracia que solicito.
Excelentísimo señor.
José María Triana

Cuartel General de Zipaquirá, á 21 de Noviembre.


Quede libre de pagar la multa impuesta.
Morillo

RELACION histórica del origen, progresos y estado actual de la


primera casa de educación dirigida por el señor José María
Triana. Bogotá. Impresa por J. A. Cualla.

Por medio de un prospecto de enseñanza publi­


cado el año de 1827 en la Gaceta de Gobierno, número
286, se comprometió el señor José María Triana á
enseñar á un número fijo de niños, y al respecto de 20
pesos mensuales, las materias siguientes: leer, escri­
bir, aritmética y geometría, principios de religión y
moral cristianas, gramática castellana y latina, dibujo
y traducición de las lenguas inglesa y francesa. Estas
bases unidas alas reglas económicas de la casa, y las de­
más obligaciones que contrajimos los que firmamos el
contrato, hacen el completo de las obligaciones existen­
tes entre algunos de los que subscribimos y el Direc­
tor; las mismas que se hallan consignadas en una es­
critura pública otorgada al efecto. Es pues del caso
manifestar al público el modo exacto y ventajoso con
que el señor Triana ha llenado tan sagrados deberes.

Año primero.
Celebrado el contrato, se abrió la enseñanza
el P de Julio del citado año. Los progresos_fue-
706 Boletín de Historia y Antigüedades

ron rápidos y sensibles é hicieron palpar que sólo el


Director y un adjunto eran suficientes para que los
jóvenes aprendiesen las materias que se proponían
enseñarles. Así sucedió efectivamente, y por medio
de un método claro y sencillo nosotros vimos con pla­
cer que al fin del primer año los niños de más edad
quedaron instruidos en gran parte de las materias
propuestas, según consta de los asertos que se publi­
caron para el certamen que se presentó en el segundo
semestre.
Año segundo.
En este año comenzó á notarse que la diferencia
de edad y los adelantamientos de unos niños respecto
de otros establecían también una diferencia esencial
entre ellos; lo que indicó al Director la necesidad de
dividirlos en secciones, que quedaron establecidas
bajo la denominación de -primera y segunda clases.
Simplificados de esta manera los trabajos, el Director
se contrajo á perfeccionar á los de la primera clase
en los conocimientos ya adquiridos, y á instruir á los
de la segunda en las materias que habían dejado de
aprender. No era difícil la operación, y los jóvenes
hicieron grandes progresos: así, quedandoalgúntiem­
po vacante á los de la primera clase, el Director resol­
vió llenarlo extendiendo los ramos de instrucción é
imponiéndose la gratuita obligación de enseñar á leer
y á hablar el idioma francés. Para conseguirlo soli­
citó maestros acreditados en la enseñanza de la len­
gua, cuyos trabajos tuvieron el mejor éxito, pues al
fin de este segundo año se vio que los jóvenes de la
primera clase hablaban y escribían el francés con
bastante facilidad y corrección, como también que
los de la segunda adquirieron algunos principios. Sus
progresos se manifestaron en el certamen anual, que
fue muy satisfactorio para los padres.

Año tercero.
El Director contrajo sus ocupaciones en el tercer
año á instruir á los alumnos de la tercera clase y rec­
tificar los conocimientos de los de la primera en las
materias que habían estudiado en la anterior; cuidan-
Bocetos biográficos

do además de enseñarles en este año á leer y á hablar


el inglés, compromiso que no había contraído. Buscó
pues un maestro que conocía por principios su idio­
ma nativo, el que desempeñó bien esta clase, pues en el
curso del ano los de la primera clase tradujeron y le­
yeron el inglés con facilidad y aun hablaron algunas
cosas. Ansioso siempre el Director de proporcionar
á sus alumnos los medios de instrucción, también les
hizo el generoso obsequio de un maestro de música,
de quien ha conseguido felices resultados en la ins­
trucción de los niños, tanto en música oral como en la
instrumental. En este año concibió el señor Triana la
útil idea de enseñar en su casa un curso completo de
filosofía; por tanto solicitó del Gobierno Supremo esta
gracia. Grandes esfuerzos hubo qüe hacer y obstá­
culos de mucha consideración que superar, pero al
fin triunfaron la constancia y el deseo del bien. Su
Excelencia el actual Vicepresidente, animado de los
filantrópicos sentimientos que le son característicos,
la concedió especial á la primera casa de educación
dirigida por el benemérito señor Triana. Poco tiempo
después el Director, empeñando su responsabilidad y
la de un fiador, consiguió del Gobierno que se le fran­
queasen las máquinas é instrumentos de física y quí­
mica pertenecientes al Museo, sin los cuales le hu­
biera sido muy difícil enseñar el curso completo de
filosofía que había ofrecido, estimulado por sólo sus
deseos de perfeccionar la educación de la juventud, y
no porque tuviera obligación de darlo en la casa que
ha estado á su cargo.

Año ctiarto.
El año cuarto era el último en que debían termi­
narse los trabajos emprendidos; mas como por la con­
cesión del Gobierno hubo una gran variación en la
casa, resultó que cuando se hizo la gracia había niños
que por sus adelantamientos sólo podían reputarse
como cursantes de primero y segundo año. En cuanto
á los que en este tiempo fueron clasificados como que
comenzaban el año tercero de filosofía, hoy concluyen
el curso. Juzgando inútil hacer una relación circuns­
tanciada de sus adelantos en este último año escolar,
el certamen que hoy han presentado los quince a um-
708 Boletín de Historia y Antigüedades

nos que concluyen filosofía es una prueba cierta'de


que ellos están impuestos en los ramos más principa­
les de las matemáticas, de la química, de la física, del
dibujo, de la música y de otra infinidad de materias
en que han respondido con exactitud y precisión; sien­
do el grado de bachilleres en filosofía que se les ha
conferido por la Universidad Central una recompen­
sa digna y justamente debida á sus trabajos y des­
velos.
Si, como queda dicho, hubo un grande interés en
cuanto á la instrucción de los alumnos, no fue menos
admirable el orden y la regularidad en la administra­
ción económica de la casa. Los niños fueron asistidos
con cuidado en los alimentos y vestido, y cuando al­
guna enfermedad turbaba su salud, los cuidados se
redoblaban y la asistencia era tan extremada y tan
tierna como la que habría puesto su madre misma.
Así fue como en cumplimiento de tántas obligaciones y
en medio de tántos cuidados ni los hijos echaron me­
nos la asistencia de sus madres, ni éstas tuvieron mo­
tivos de queja. De esta manera desde el seno de la
obscuridad doméstica se hicieron sentir y conocer de
todos las virtudes de la compañera del señor Triana,
destinadas sólo á hacer la felicidad de su esposo, la
dicha de sus hijos y la paz de la familia.
Sólo un genio calculado para esta clase de traba­
jos, como el del señor Triana, puede haber obtenido
resultados tan felices como los que palpamos. Un
método claro y sencillo, consagración é interés por la
ilustración, y estímulos correspondientes á la educa­
ción, genio é inclinaciones de los niños, son los que el
Director ha puesto en práctica para llenar sus obliga­
ciones. También ha influido en el adelantamiento de
los jóvenes la consideración con que los ha mirado;
todos han sido tratados con igualdad, sin que se notara
alguna de tantas distinciones como establece el ca­
pricho, el nacimiento y la fortuna: no había más pre­
ferencia que la debida justamente al mérito, al talento
y la virtud. Las insinuaciones del Director y sus dig­
nos compañeros fueron siempre dulces, sus consejos
tiernos y saludables, y los castigos tan moderados y
suaves que casi no han sido sensibles á la debilidad
del niño, produciendo al mismo tiempo los mejores
resultados.
Tal ha sido el origen, progreso y estado actual de
la primera casa de educación Que dirige el benemé­
rito ciudadano J. María Triana. Los conocimientos que
han adquirido en ella nuestros hijos han excedido en
gran parte á nuestras esperanzas, y nos prometemos
que el Director, ayudado déla experiencia, elevará el
establecimiento á su mayor perfección, haciendo al
público un servicio tan importante. Sobre todo nos
es en extremo satisfactorio que el señor Triana haya
puesto un cuidado tan asiduo para conservar la virtud
y pureza de costumbres, tan necesarias en la buena
educación de los niños y délos jóvenes, sin la cual nun­
ca pueden ser éstos las esperanzas de la Patria.
Bogotá, Agosto de 1831.

Ventura Quintana, Domingo Caicedo, Lucía Cai-


cedo, Tomás Escallón, Manuel Duque, Bárbara Gi-
rardot, E. Umaña, Juan M. Carrasquilla, José Tibur-
cio Pieschacón; por Tránsito mi hermano, Manuel
Laverde; Isabel Rico, Gonzalo Carrizosa, J. Posada
Gutiérrez, Bernardo Pardo, Luis Rubio, J. Manuel
Restrepo, J. Gómez Leiva.

MANIFESTACION de gratitud que algunos padres de familia hacen


al señor José María Triana, Director de la primera casa de
educación de esta capital—Bogotá. Impresa por J. A.Cualla—1831.

Los abajo firmados creemos de nuestro deber ma­


nifestar al señor José María Triana, Director de la
primera casa de educación de esta capital, que com­
prometido en 1827 á enseñar por cuatro años á varios
de nuestros hijos, y niños recomendados, á leer, es­
cribir, aritmética y geometría, principios de religión
y moral cristianas, gramática castellana y latina, di­
bujo y traducirlas lenguas inglesa yfrancesa,el señor
Triana ha llenado sus comprometimientos con la mayor
actividad, celo y exactitud, á satisfacción nuestra y del
público en general; que impelido por susardientes de­
seos de mejorar la educación de lajuventud ha costeado
maestros que enseñaran á los niños y jóvenes que es­
taban á su cargo, á hablar y escribir los idiomas fran­
cés é inglés, y la música oral é instrumental; que no
contento con esto, consiguió del Gobierno Supremo la
facultad de enseñar un curso de filosofía, cuyos maes­
7 (o Boletín de Historia v A ntigiiedades

tros pagó, el que sirviera para que los jóvenes reci­


biesen el correspondiente grado académico de la Uni­
versidad Central de Bogotá; que estas enseñanzas no
estaban comprendidas en su obligación primitiva, y
por consiguiente han sido gratuitas de su parte; en
fin, que en todas ellas y en la educación moral de los
niños y jóvenes ha manifestado tino, capacidad y una
consagración absoluta al cumplimiento de sus debe­
res, sin que jamás lo retrajera la decadencia de su
salud, que por desgracia le ha sobrevenido. Declara­
mos asimismo que tanto los padres de los jóvenes
que hoy han concluido su curso de filosofía, manifes­
tando, según nos parece, mucho aprovechamiento,
como los de aquellos que aún deben continuar sus es­
tudios, estamos completamente satisfecho de los pro­
gresos que han hecho en los diferentes ramos que se
les han enseñado, y de la buena educación general que
han recibido del señor Triana. Al presentarles re­
unidos este sincero tributo de nuestra gratitud, los pa­
dres y recomendados de los niños que todavía no ter­
minan sus estudios nos interesamos vivamente con
el señor Triana para que continúe dirigiendo su edu­
cación hasta que la perfeccione, haciéndonos tan im­
portante servicio que jamás olvidaremos.
Antes de concluir esta manifestación exponemos
con placer que nos hallamos también muy satisfechos
y reconocidos del buen comportamiento, celo y con­
sagración que han tenido en la instrucción de nues­
tros hijos los señores José Afanador, Rafael Vás-
quez y Jorge Vargas, Subdirector y maestros. Nues­
tra gratitud se extiende igualmente á la esposa del
señor Triana, la señora Paula Silva, por los cuidados
maternales que ha prodigado á nuestros hijos en au­
sencia de sus padres.
Como un testimonio de gratitud, debido también
á la justicia, hemos acordado esta manifestación en
Junta general de los padres y recomendados de los
niños y jóvenes, la que se presentará al señor Triana
por una diputación.
Bogotá, Agosto de 1831.
Domingo Caicedo, J. Manuel Restrojo, José Ti-
burcio Pieschacón, Juan M. Carrasquilla, Gonzalo Ca-
rrizosa; por el señor José Domínguez, Manuel Duque;
Bocetos biográficos
7l

Alejandro Carrasquilla,^ P. Gual; por mi hermano


Tránsito, Manuel Laverde; E. Umaña, Ventura Quin­
tana, Antonio de Castillo, Lucía Caicedo, J. Posada
Gutiérrez, Tomás Escallón, Isabel Rico, Natalia Sil­
va, José G. Leiva, Diego Sáenz Rendón, Bernardo Par­
do, Bárbara Girardot, Luis Rubio.

Popayán, 12 de Octubre de 1833,


Señor José María Triana.

Señor:
El Consejo de Administración de la Sociedad de
educación elemental primaria de Popayán, apreciando
el celo de usted por la causa de la civilización y por la
buena educación de la juventud, y deseoso de aprove­
char con este objeto los conocimientos de usted, ha te­
nido ábien nombrarle miembro corresponsal de dicha
Sociedad. En consecuencia tengo el honor de incluir á
usted el diploma correspondiente y un ejemplar de
los Estatutos de la Sociedad, que espero se digne
usted aceptar con benevolencia.
Tengo el honor de subscribirme deusted, con sen­
timientos de consideración distinguida, muy atento
servidor,
Joaquín Mosquera

Popayán—Sociedad de Educación Elemental Primaria


de Popayán.
Habiendo sido admitido miembro corresponsal de
■esta Sociedad el señor José María Triana, el Consejo
de Administración declara á tal socio acreedor á las
honras y consideraciones que le corresponden con­
forme á los Estatutos adoptados en la Asamblea ge­
neral de la Sociedad en 1*? de Septiembre de 1833.
Dado en Popayán, á 12 de Octubre de 1833.
El Presidente, Jo a q u ín Mo s q u e r a —El Secreta­
rio, Manuel M. Luna.
712 Boletín de Historia y Antigüedades

CERTAMENES públicos de los alumnos de la primera casa de


educación de Bogotá, presididos por los respectivos catedráticos
en los días que se indicarán.

Director: José María Triana. Catedráticos: de


latinidad, doctor Jorge Vargas; de francés, doctor
José María Triana; de filosofía, doctor Isidro Cor­
nejo; de filosofía, doctor Rafael Gualdo; de música, se­
ño r Mar i ano Hortúa; de dibujo, señor Victorino García.
El Director, los Profesores y los alumnos de la
casa suplican á usted se digne favorecerlos con su
asistencia.
Imprenta de Nicomedes Lora. Año de 1836

ACTO PRIMERO

Día.... Clase de enseñanza f rimaría.


Manuel Restrepo, Joaquín Posada, José Triana,
Jacobo Ortega, Demetrio Gómez,Rafael Durán, Fran­
cisco Sáenz y Miguel González.
Gramática castellana, aritmética.

ACTO SEGUNDO

Día....
Calixto Lemus, Ignacio Osorio, Andrés Santa­
maría, Urbano Vargas, Santiago Franco, Zenón Mon-
toya, Antonio Wiesner, Jesús Azuola, Saturnino Cas­
tillo, Miguel Grillo, Rufino Castillo, Tiburcio Ortega
y José E. Ricaurte.
Gramática latina.

Gramática francesa.

A ritmética.

Algebra.
Bocetos biográficos

Geometría elemental flor el mismo.


Calixto Lemus, Andrés Santamaría, Ignacio Oso-
no, Antonio Wiesner, José E. Ricaurte.

ACTO TERCERO

Día... .

Manuel Rodríguez, Manuel Trespalacios, Rafael


Campuzano, Francisco Troncoso, Isaac Orjuela, Mi­
guel Vengoechea, José Dussán y Santiago García.

Geometría elemental.

Gramática francesa.

Latinidad.

ACTO CUARTO

Día........
Manuel Rodríguez, Manuel Trespalacios, Rafael
Campuzano, Francisco Troncoso, Isaac Orjuela, Mi­
guel Vengoechea, José Dussán y Santiago García,

Algebra.

Geometría práctica.

Trigonometría rectilínea.

Logaritmos.

Música.
José María Artuz, Antonio Wiesner, Andrés San­
tamaría, Manuel Trespalacios, Jacobo Ortega, Ja-
nuario Silva y Tiburcio Hortúa.
7’4 Boletín de Historia y Antigüedades

-Consejo administrativo del Colegio de La Merced—Bo­


gotá, 20 de Mayo de 1837.
Al señor José María Triana.

Señor:
Permitiéndose en los Estatutos de este Colegio
el establecimiento del método de enseñanza mutua,
el Consejo que presido no ha podido llevar á cabo
esta disposición á causa de que no se conoce otro mé­
todo por las Preceptoras, y no es fácil que pueda
plantearse como debe ser si no se les proporciona que
lo aprendan. El Consejo, confiado en los deseos de
usted de cooperar á cuanto tenga relación con la ins­
trucción de la juventud y en sus conocimientos sobre
la materia, espera que se sirva destinar algunos mo­
mentos para prestarle el interesante servicio de dar
algunas lecciones y explicaciones sobre este método,
de manera que preceptoras y educandos comprendan
su ejecución y se penetren de su utilidad.
Al hacer á usted el Consejo este encargo tiene
la esperanza de que será admitido con gusto, y que él
agregará otro título más á la gratitud que debe á us­
ted la enseñanza de los niños.
Acepte usted los sentimientos de consideración y
respeto con que me subscribo de ustedatento, seguro
servidor,
Ricardo Azuero

COLECCION de asertos para los certámenes públicos de la prime


ra casa de educación en 1837.

Profesores.
De lengua francesa, señor José María Triana; de
lengua inglesa, doctor Lorenzo M. Lleras; de len­
gua latina, doctor Francisco J. Zaldúa; dematemátias,
doctor José María Rubio; de física experimental, doc­
tor Daniel Parga; de dibujo y pintura, señor Victo­
riano García; de música, señor Mariano Hortua.
Bogotá, Imprenta de Nicomedes Lora.
Bocetos biográficos

ACTO PRIMERO

Día 7 de Junio por la mañana.


Los alumnos de la primera clase de contabilidad,
Antonio Vargas, Miguel Grillo, Rufino Castillo, Ur­
bano Vargas y Saturnino Castillo, ofrecen responder
á las preguntas que se les hicieren sobre lo siguiente:
Los alumnos de la primera clase de lengua france­
sa y de matemáticas, Joaquín Posada, Francisco Sáenz,
Miguel Grillo, Urbano Vargas, Eusebio González,
Januario Silva, José Triana, Nepomuceno Azuero,
Manuel Restrepo, Jacobo Ortega, Santiago Franco,
Zenón Montoya, Tiburcio Hortúa y Rufino Castillo,
responderán á las preguntas que se íes hicieren: 1*?, so­
bre el artículo, su declinación y uso, etc. etc...........
Aritmética: 1°, qué sea aritmética, su etimología y no­
ciones preliminares para el cálculo, etc. etc.......
ACTO SEGUNDO

Día y de Junio por la tarde.


Los alumnos de la clase de matemáticas Joaquín
Posada, Saturnino Castillo, Santiago Franco, Miguel
Grillo, Rufino Pontón, José Triana, Miguel González,
Urbano Vargas, Tiburcio Hortúa, Rufino Castillo, Ze­
nón Montoya, Francisco Sáenz, Jacobo Ortega, Ma­
nuel Restrepo, Eusebio González y Januario Silva,
responderán á las preguntas que se les hicieren so­
bre las materias siguientes: álgebra, según los prin­
cipios redactados por el señor Núñez Arenas. 1® Se
dará su definición y se expondrán sus ventajas sobre
la aritmética, etc. etc............. Geometría. 1° Qué sea
geometría, su etimología, origen y extensión, etc. etc.

a ct o t er c er o
Día 8 de Junio por la tarde.
;;6 Boletín de Historia, y Antigüedades

ría, ofrecen responder á las preguntas que se les hi­


cieren sobre el artículo indiferente a ó an, el defini­
tivo the, etc. etc.
Los alumnos de la segunda clase de lengua fran­
cesa Isaac Orjuela, Manuel Trespalacios, Rafael
Campuzano y Miguel Vengoechea expondrán todas
las reglas contenidas en la primera parte de la gra­
mática de Chantreaux.
ACTO CUARTO

Día g de Junio Jor la tarde.


Los alumnos de la clase de física experimental,
Isaac Orjuela, Miguel Vengoechea, Ignacio Osorio,
Antonio Wiesner, Rafael Campuzano, Manuel Trespa­
lacios, Jesús Azuola, José E. Ricaurte y Andrés San­
tamaría: física; cuerpos y sus propiedades, etc. etc.

ACTO QUINTO

Día g de Junio fior la noche.


Los alumnos de la clase de música Tiburcio Hor­
túa, Joaquín Posada, Manuel Restrepo, Rufino Pon­
tón, Francisco Sáenz, Jacobo Ortega, Jacobo Sán­
chez, Foción Azuero, Januario Salgar y José Triana
cantarán:
1° El coro de la introducción número 1° Piano.
Jianisimojpor Rossini.
2° El coro número 3 de la Creación del Mundo,
por Haydún;
3° Tiburcio Hortúa y Rufino Pontón cantarán el
dúo Les adieux d'Héctor et cT Andrornag que, por F.
Páez.
4° Joaquín Posada y Manuel Restrepo cantarán
el dúo número 2 de la ópera del Barbero de Sevilla,
por Rossini, All idea di quell metallon;
5° Tiburcio Hortúa cantará la cavatina número 1°
de Rossini. Largo que Factótum de la Citta;
6*? Un dúo de flauta ejecutado por Antonio Wies­
ner y Januario Silva.
7° Otro de violines por Andrés Santamaría y Ti­
burcio Hortúa.
Bocetos biográficos

Escritura y dibujo.
Durante los días de los certámenes permanecerán
expuestas a la v.sta de! publico las últimas pía” as h“
y p'tur^deí aúóWS '* ““ Y ”* «M»
Los actos precedentes tendrán lu^ar en la sala
deGdo'biernonÍVerS,dad’
El Director, Catedráticos y alumnos de la casa
suplican a usted se digne honrarlos con su asistencia.

Sociedad de Educación Primaria—Bogotá, 25 de Abril


de 1838.
Al señor José María Triana.

Dada cuenta en el Consejo Administrativo de la


apreciable nota de usted de 10 de Marzo último, se
mandó pasarla á la Comisión de Fondos conforme al
Reglamento; luego que ésta despache lo de su cargo,
se librará el alcance que á favor de usted resulta en
la cuenta que acompañó de la obra de la escuela de
Santa Clara.
Al mismo tiempo acordó el Consejo que se dieran
á usted las debidas gracias por el importante servi­
cio que acaba de hacer á la Sociedad y al público,
mandando que se publicara por la prensa el feliz re­
sultado de la comisión que usted ha desempeñado.
Con tal objeto y con arreglo á las indicaciones del
Consejo pasé al Supremo Gobierno copia del oficio
de usted, y Su Excelencia ha resuelto lo siguiente con
fecha de ayer, según me lo comunica con la de hoy el
señor Secretario del Interior:
«El Ejecutivo se ha impuesto con suma compla­
cencia del establecimiento de la nueva escuela de ni­
ñas del convento de Santa Clara de esta capital, de­
bido al muy laudable celo y constancia del Consejo
Administrativo de la Sociedad de Educación Prima­
ria y del comisionado por él para la dirección de los
trabajos materiales y para la enseñanza del método,
señor José María Triana. El patriotismo desintere­
sado de este ciudadano merece los aplausos y la gra­
7-8 Boletín de Historia y Antigüedades

titud de todos los amigos de los progresos de la edu.


cación.»
Y tengo la honra de transcribirlo á usted para
su inteligencia y satisfacción.
Soy de usted muy atento servidor,
Manuel José,
Arzobispo de Bogotá.

República de la Nueva Granada — Universidad Cen­


tral—Bogotá, 5 de Septiembre de 1838.
Al señor José María Triana.

Ayer llegó á mis manos y hoy he transmitido á


la Dirección General de Estudios y á la Secretaría
del Interior la carta oficial de usted fecha 24 del
corriente en que da parte á la Universidad de ha­
ber cerrado la casa de educación que hacía doce años
dirigía. Aunque respeto y aprecio en su justo va­
lor los motivos que han determinado á usted á dar
este paso, no puedo menos de participar con los ami­
gos de la instrucción del sentimiento que inspi­
ra un suceso de no poca trascendencia para la cau­
sa de las luces. La cesación de un establecimiento
literario es en todas partes una causal de duelo para
la Patria: ¡ cuánto no deberá serlo en un país nuevo,
cuya primera necesidad es instruir al pueblo, formar
sus hábitos de moral y hacerlo digno de la libertad !
Al retirarse usted de la profesión literaria deja un
triste vacío en esta Universidad, pues lleva consigo
la gratitud y los recuerdos de multitud de ciudadanos
que han recibido de usted su educación y hoy son
útiles en casi todas las Provincias de la República.
Goce usted pues tranquilamente del envidiable placer
que produce la memoria de haber hecho el bien, y
cuente en todo tiempo con los sentimientos de apre­
cio y admiración de los miembros de la Universidad y
de la persona que la dirige.
Soy de usted con el más profundo respeto muy
atento y obediente servidor,
Rufino Cuervo
Bocetos biográficos
719

República de la Nueva Granada—Dirección Gene­


ral de Instrucción Pública—Bogotá, ó de Junio
de 1843. J

Al señor José María Triana.

Confiada esta Dirección en que usted prestará


gustoso sus servicios en beneficio de la instrucción
pública, no ha dudado encargar á usted la formación
de los manuales de métodos de enseñanza primaria de
que habla el artículo 19 del Decreto orgánico de escue­
las; y espera al mismo tiempo de su laboriosidad que
esta interesante obra no será demorada.
Con este fin adjunto á usted un ejemplar impreso
del citado Decreto.

Soy de usted atento servidor,


7?. Márquez

Número 249—República de la Nueva Granada—Go­


bierno de la Provincia—Bogotá, 3 de Octubre de 1845^

Al señor José María Triana.

La Gobernación ha tenido á bien comisionar á us­


ted para que en clase de Director accidental de la
Escuela Normal la plantee, dando en ella lecciones
hasta por el término de tres meses, mientras se hace
el nombramiento de Director en propiedad; para cuyo
efecto se le conceden á usted tres meses de licencia
para separarse de su destino de Director de la Casa
de Reclusión de Guaduas. Lo que comunico á usted
para los fines convenientes.
Dios guarde á usted.
Pastor Ospina

Pastor Ospina, Gobernador de la Provincia de


Bogotá, hago saber que el señor José Mana Inana
se ha presentado ante mí reclamando el derecho ex­
720 Boletín de Historia y Antigüedades

elusivo para publicar y vender en cuadernos una obra


de su propiedad cuyo título ha depositado y es como
sigue: Lecciones de Gramática Castellana arregladas
al método de enseñanza mutua aprobadas por la Direc­
ción General de Instrucción Pública y mandada ense­
ñar en las escuelas de la Nueva Granada. Cuadro si­
nóptico de Gramática Castellana; y que habiendo pres­
tado el juramento requerido, lo pongo por la presente
en posesión del privilegio por quince años, los cuales
podrán prorrogarse por otros quince; cuyo derecho
le concede la Ley 1?-, Parte 1*, Tratado 3*? de la Reco­
pilación Granadina, que asegura por cierto tiempo la
propiedad de las producciones literarias y algunas
otras.
Dada en Bogotá, á 1° de Julio de 1846.
Pa s t o r Os pin a —J. Caicedo Rojas, Secretario.

República de la Nueva Granada—Secretaria de Estado


del Despacho de Gobierno—Sección 4^—Bogotá,
12 de Diciembre de 1846.
Señor José María Triana.

Deseando el Poder Ejecutivo que no se haga no­


vedad en el sistema de enseñanza primaria sino cuan­
do una grande necesidad lo exija, ha dispuesto se re­
mitan á usted la adjunta nota del Gobernador de
Neiva y documentos en ella mencionados, que tratan
sobre el particular, á fin de que enterado usted de su
contenido, se sirva informarle en este negocio, ha­
ciéndole cuantas indicaciones crea convenientes.
Dios guarde á usted.
Alejandro Osorio

República de la Nueva Granada—Gobernación de la


Provincia—Sección —Número 242—Bogotá, 21
de Junio de 1849.
Al señor Director de la Escuela Normal.

Una de mis preferentes ocupaciones mientras


•que desempeñe la Gobernación de esta Provincia será
Bocetos biográficos 721

la de promover la educación primaria, porque estov


persuadido de que sin ella no pueden obtenerse los
conocimientos superiores tan necesarios en este siglo
de progreso, y porque tengo convencimiento de que
la educación pone al hombre en estado de conocer sus
derechos, y por consiguiente de defenderlos: no pue­
de por lo mismo haber verdaderogobierno republicano
si el pueblo es ignorante y susceptible de ser explo­
tado por la intriga ó la ambición.
Esto supuesto, usted debe contar con el apoyo de
la Gobernación, quo oirá con gusto los informes que
usted diere en todo lo relativo á la educación prima­
ria, al arreglo de las escuelas, al nombramiento de los
preceptores y remoción de los incapaces y de los que
no observen una conducta ejemplar que sirva de
norma y de pauta á los jóvenes de cuya dirección es­
tán encargados. También dictará las órdenes del caso
y hará uso de sus facultades legales respecto de aque­
llos empleados morosos que descuiden sus deberes en
este Ramo, y sobre lo cual usted tendrá cuidado de
avisar oportunamente á la Gobernación.
Auxiliado de esta manera creo que usted podrá
continuar con más provecho consagrado á una ocupa­
ción que si es ingrata, da sin embargo fruto y llena
de satisfacción al que la promueve.
Dios guarde á usted.
Vicente Lombana

República de la Nueva Granada—Gobernación de la


Provincia—Número 66—Bogotá, 22 de Enero de 1854-

Al señor Director de la Escuela Normal.

En vista de la comunicación de usted de 12 de


los corrientes, en que indica la medida que debe o-
marse para el mayor adelantamiento e instrucción de
las escuelas primarias, como último esf^r™T^Lo
en favor de la educación al separarse de su destino,
se ha resuelto lo siguiente: .
«La Gobernación, que reconoce el^celo Panoja
del señor José María Triana en favor de la educac^
722 Boletín de Historia y Antigüedades

de la juventud, aplaude sus incesantes esfuerzos en


favor de tan santa causa; y deseando que ellos sean
debidamente considerados y apreciados, ya que no
premiados como merecen serlo, porque acaso esto úl­
timo no es posible, recomienda á la benevolencia é
ilustrada protección del Poder Ejecutivo la persona
de este benemérito filántropo.
«La Gobernación no tiene en laactualidad disponi­
ble empleo alguno lucrativo que sea una colocación
aparente para el señor Triana, y por eso tiene la pena
de no poder ofrecerlo; pero confía en que el Poder Eje­
cutivo podrá utilizar los servicios que todavía pueda
prestar hábilmente el señor Triana en favor de la ilus­
tración del país.
«En cuanto á la traducción é impresión de compen­
dios de ciencias físicas y naturales, ó de las matemá­
ticas, ó de historia, gramática ú otros ramos de lite­
ratura, que aquí se indican, la Gobernación reconoce
que tal operación sería la mejor inversión que podría
darse al crédito abierto por la Cámara de Provincia á
favor de la instrucción primaria. Para proceder á ese
trabajo se cuenta con la cooperación del mismo señor
Triana, á quien se encomendará, admitiendo que el
texto enunciado, que era el adoptado en Francia bajo
la monarquía constitucional, es enteramente de la
aprobación de la Gobernación en la parte que trata de
ciencias matemáticas, físicas v naturales. En cnanto
á las de moral, ciencias intelectuales y literatura, se de­
signarán oportunamente los originales que se adopten.
«Durante el mes de Enero el señor Triana conti­
nuará á título de Director de la Escuela Normal dis­
tribuyendo los útiles que tiene en su poder entre las
escuelas de la Provincia, según los datos que se le
han pasado y los que él tenga, entregando lo sobrante
al fin del mes en la Administración General del Te­
soro Provincial.
«Diríjase al Poder Ejecutivo la nota correspon­
diente.
«Comuniqúese al señor Triana y publíquese.»
Lo que comunico á usted para los fines consi­
guientes.
José Chaves
Bocetos biográficos
723

Ciudadanos Senadores y Representantes.

Usando del derecho de representar concedido á


todo ciudadano, y apoyado más que en esto en vues­
tra benevolencia, me permitiréis que respetuosamente
os haga esta exposición.
Sensible mees hablar de mí mismo, pero no de
otra manera pudiera lograr el objeto quemepropongo
al dirigirme á personas justas y compasivas. Desde
algún tiempo antes del año de diez empecé á prestar
mis servicios á la Patria, preparando bajo la direc­
ción del benemérito Frutos Gutiérrez los ánimos para
la revolución. Los servicios hechos en aquella época
y en la revolución misma me produjeron, como á todo
patriota, la pérdida de mis bienes y un presidio á que
me destinó el implacable Morillo, contándome por fe­
liz en no haber corrido la suerte de mis compatriotas
que fueron al patíbulo. Recobrada la libertad con el
triunfo de nuestras armas, no me detuve un momento
en continuar mis servicios de la manera que se me
exigía, no sólo cuando se trataba de la Independencia,
sino en las diferentes revueltas que por desgracia
han agitado el país, en las que siempre estuve del
lado de los sostenedores de los buenos principios, y
en las que no fui más afortunado, pues en el año de
1840 fui el primero á quien despojaron de parte
de sus intereses, sin que por esto quedara libre de la
vigilancia y pesquisas de aquel tiempo. Desde aque­
lla época hasta ahora he servido varios destinos, así
civiles como de Hacienda, tales como Archivero de la
Secretaría del Interior en tiempo de Colombia, Oficial
de encomiendas, Secretario del Crédito Público, Di­
rector y fundador de la Casa de Reclusión de Guaduas
y de la de Refugio de Bogotá, en lasque me comporté
con la honradez de que he hecho estudio toda mi vida;
pero en el ramo en que he empleado la mayor parte
de mi vida ha sido en la educación de la juventud. En
tiempo de Colombia, cuando en la instrucción no se
conocían más métodos que los bárbaros legados por
nuestros opresores, empecé á establecer procedimien­
tos que facilitaban la enseñanza. Mi escuela era ci­
tada como un modelo, y el Vicepresidente de Colom-
bia se complacía en examinarla, dejando sus gran es
ocupaciones para trasladarse á Zipaquira, ugar e
724 Boletín de Historia y Antigüedades

mi residencia. Esto dio motivo á que se me encargase


de la primera escuela lancasteriana, donde recibie­
ron instrucción centenares de individuos y donde se
pusieron los fundamentos ó métodos razonables y ci­
vilizadores.
Pareciéndome que con la dirección de tan gran
número de alumnos no lograba mi objeto, que era el
de aumentar los conocimientos y mejorar las maneras
de enseñar, establecí la primera casa de educación,
que fue como el modelo de las que hoy dan tantas es­
peranzas á la Patria. La voz pública, el conocimiento
que se tuvo de aquel establecimiento, los jóvenes que
en él se formaron y que son hoy honra de la Patria, me
excusan hablar de él, tanto más cuanto que entre nos­
otros quizá se encuentran testigos de sus progresos
y de la veracidad de mis aserciones.
Por último, hace cinco años que se me mandó re­
gentar la Escuela Normal. Bajo la dirección y con el
apoyo del Gobernador de aquel tiempo redacté un
manual para los maestros, cuadros sobre diferentes
materias, di á conocer nuevos métodos, formé maes­
tros, visité las escuelas, hice reparar los locales, y
nada se escapaba á mi vigilancia. Las memorias de
los señores Gobernadores dirigidas á la Cámara de
Provincia son el mejor comprobante de mi conducta
en el cumplimiento de aquellos deberes y que da me­
jor idea del estado de las escuelas. Con la remunera­
ción de aquel destino cumplía escasamente con las
obligaciones de padre de familia, vivía pobremente;
pero contento, porque me hallaba en mi elemento, en
medio de los niños.
Desgraciadamente la Gobernación entendió la Ley
de 15 de Mayo último de una manera tan extensa como
no la entendió la Cámara de Provincia, que destinó
fondos para la Escuela Normal, ni los demás Gober­
nadores, que en ejecución de la misma Ley sostienen
las Escuelas Normales, y dio un Decreto por el cual
quedé sin destino. No diré nada de la anarquía en que
por consecuencia están las escuelas, ni de los demás
males que se seguirán á la instrucción, de lo cual ya
pudiera citaros ejemplos. La gravedad de la materia
os hará pensarla detenidamente, pero el resultado ha
sido que después de cuarenta años de servicios, an­
ciano y achacoso, no cuento para la subsistencia de mi
La juta de Fernando Vil 725

familia sino con la remuneración que el actualGober-


nador me ha dado en virtud de una contrata por un
trabajo que estoy haciendo para las escuelas: con­
cluido este recurso no me queda otro que el de la
mendicidad.
No pido una pensión, sino sólo que deciareis que
los años que he empleado en la educación se me com­
puten como servicios hechos en empleos civiles, para
solicitar una triste jubilación queme impida la deses­
peración de hallarme por la primera vez de mi vida
sin medios de ocurrir á la subsistencia de mi familia.
Perdonadme, ciudadanos Senadores y Represen­
tantes. Jamás hubiera ocupado vuestra atención, sino
temiera la miseria, á cuyos umbrales me encuentro, y
de la que espero me saquéis concediéndome la gracia
que llevo expuesta.
Ciudadanos Senadores y Representantes,
Jo s é Ma r ía Tr ia n a

Agregamos á estos documentos las siguientes lí­


neas tomadas de La Caridad número 33, Enero de 1872:
«.Instrucción 'primaria. Desde el año de 1823 em­
pezaron á establecerse en Colombia las Escuelas.Nor­
males, por el método de Lancaster, y el primer insti­
tutor fue el señor José María Triana.»

LA JURA DE FERNANDO Vil (>)


A José María Restrepo Sáenz.

(1) Este artículo fue publicado en £¿ Nuevo Liento áe Bogotá


el 11v de — . . ■<____ OAQ
L Septiembre de 1908.
•J26 Boletín de Historia y Antigüedades

dad como á Rey de España á Fernando vn, el amado


de entonces y el odiado después, quien suscitando por
el prestigio de su nombre la gloriosa guerra de la in­
dependencia española, había renunciado ya su derecho
á ocupar el trono de Carlos v.
Crítica y azarosa era por demás la situación que
había atravesado el inepto anciano don Antonio Amar
y Borbón, Virrey del Nuevo Reino de Granada. En
Junio de aquel mismo año había llegado á su conoci­
miento la proclamación de Fernando en España, noti­
cia que se celebró en Santafé con repiques de campa­
nas, iluminaciones y otros acostumbrados festejos, y
cuando se estaban haciendo las diligencias necesarias
para jurarlo en la capital del Virreinato, cayó como
una bomba, el 19 de Agosto, la noticia de estar pri­
sionera en poder de los franceses la real familia, lo
que implicaba la caída del reino. No acertaba Amará
tomar providencia alguna por temor de proceder des­
autorizadamente, y por otra parte no se le escapaba la
urgencia de realzar ante los colonos el prestigio del
Rey con una de aquellas ceremonias que más gratos
recuerdos despertaban en los hijos de Santafé. La
división entre los peninsulares y los criollos se hacía
sentir más profundamente día por día: á cada paso,
con ocasión del más trivial asunto, estallaban los irri­
tados ánimos, separándose los dos bandos, de tal modo
que suma cautela tenía que emplear el Virrey, juez
de todos estos asuntos, para apoyar, como era y nece­
sariamente tenía que ser su política, la superioridad
de los peninsulares sin lastimar la dignidad de los
colonos, quienes habían empezado á darse cuenta de
que siendo ellos de iguales ó mayores aptitudes que
aquéllos, además de ser descendientes de los conquis­
tadores ó de españoles que habían venido al Nuevo Rei-
nocon honrosos destinos, por el solo hecho de haber
nacido enelpaís seles consideraba por las autoridades
de menor categoría que los más insignificantes espa­
ñoles, lo que tarde ó temprano tenía que producir una
reacción. Afortunadamente para Amar el respeto casi
divino que inspiraba la persona del Rey era tan pro­
fundo y sincero en los colonos americanos como en los
más realistas de los guerrilleros españoles. Todos los
defectos, las intransigencias todas del régimen espa­
ñol en América eran imputados á los Virreyes, Pre-
La jura de Fernando VII 727

«iden tes, Oidores y demás altos empleados que re­


gían los vastos dominios de España; el Rey era un
padre para todos: la culpa no era suya sino de los
mandatarios que separados de su justicia porel Océa­
no, se entregaban á todo género de excesos; así pues
la casualidad era una causa principalísima en la feli­
cidad de una colonia; esta prosperaba y era feliz bajo
«1 Gobierno de un Guirior ó un Ezpeleta, gemía ó se
degradaba bajo un Villalonga ó un Amar. Altísima
prueba de estos sentimientos es nuestraprimera Cons­
titución—la de 1811—promulgada al año de vida in­
dependiente con la firma de los primeros de nuestros
proceres, y que sin embargo muestra cuán grande
era aún la huella del Rey en la Colonia. Se necesitó
la propaganda de los que como Nariflo compren­
dieron desde el primer momento la inconsecuen­
cia que servía de base á esa política, y destacaron
la noción de la Patria de la personalidad del Rey,
y más que todo las crueles represalias de Mori­
llo y sus Tenientes, para que los colonos compren­
dieran que era imposible aliar, á pesar de su buena
voluntad, la obediencia á Fernando vn con el princi­
pio de el pueblo es soberano. Es preciso señalar ese
estado particular de los ánimos para defender á nues­
tros proceres del reproche de haber esperado á que
los españoles estuviesen empeñados en la más formi­
dable de sus guerras para lanzar el grito de emanci­
pación, cuando por el contrario, nunca se manifestó
más claramente la hidalguía de jos colonos: todos hi­
cieron cuantos sacrificios estuvieron á su alcance para
llenar de doblones las cajas españolas, y muchos lina­
judos prohombres se inscribieron como soldados ra­
sos para defender á Fernando vn.

trepo.
728 Boletín de Historia v Antigüedades

Dejando estas digreciones volvamos á nuestro


relato.
Vacilante Amar, tomaba á cada momento una nue"
va resolución, que desechaba luégo, cuando con gran
júbilo supo la llegada del Capitán de Fragata don
Juan José Pando y Sanllorente, quien venía como en­
viado por la Junta de Sevilla. «Suprema de España é
Indias,» personaje que llegó á Santafé el 3 de Sep­
tiembre é hizo su entrada con lujoso ceremonial, y
dos días después tuvo lugar una gran Junta en Pala­
cio, presidida por el Virrey eií asocio del Comisio­
nado Regio. Los historiadores Restrepo y Groot nos
relatan de manera bien diferente aquella solemne re­
unión: según el doctor Restrepo, todo estaba dispues­
to de antemano: la guardia del Palacio era aquel día
más numerosaque de ordinario; después de leérselos
documentos enviados por la Junta de Sevilla, el Vi­
rrey, que iba preparado, dio por confirmados en nom­
bre de la Junta á todos los empleados, y manifestó que
debía proclamarse Rey de España á Fernando, aun
cuando no se habían recibido los despachos de estilo;
que se declarase la guerra á Napoleón y que se envia­
ran todos los caudales de la Real Hacienda que estu­
viesen disponibles, subscribiendo en todo á lo que pro­
ponía la Junta de Sevilla; arenga que fue recibida con
entusiasmo por los peninsulares, que sin permitir
más discusión dieron por acordados aquellos puntos,
de tal modo que aun cuando varios americanos ilus­
trados pensaron protestar, no se les dio tiempo para
ello. El señor G root asevera que todos los presentes
subscribieron á las indicaciones del Virrey, y que si
acaso alguno pensó en protestar sobre el insulto que
la Junta hacía á los americanos al titularse Suprema
de España c Indias, el miedo fue más poderoso, y que
ninguno tuvo suficiente carácter para denegarse á
subscribir lo que su deber patriótico les prohibía. Ca­
ballero, escritor de aquella época, sólo nos dice que la
reunión fue á las ocho de la mañana y que todos salie­
ron con escarapela al pecho con la cifra de Fernando,
paralo cual se obligó á trabajará todos los plateros has-
taenlos días de fiesta. Lo cierto es que al día siguiente
pasó un oficio el Virrey al muy ilustre Cabildo de
Santafé en el cual le decía «que vistas las críticas
circunstancias de la Monarquía,» debía proceder á ju-
La jura de Femando Vil
729

rar con las formalidades precisas al nuevo Rev Fer­


nando vn, señalando el día y diputando el Regidor
que en nombre de la ciudad y como su AlicrejoMa­
yor debía tremolar el real pendón; y á las cuatro de
la tarde del mismo día reuniéronse los Regidores en
Cabildo extraordinario para dar cumplimiento al oficio
del Virrey. Lo Acaecido en aquella sesión y el ruidoso
litigio que la siguió los hemos hallado en un expe-
<lue ex,ste orig’nal en el archivo de la Colonia
(Cabildos, tomo 8*=*), mas primero narraremos al­
gunos antecedentes para mejor inteligencia del lector.
Según las leyes de Indias tocaba al Regidor De­
cano, á falta del Alférez Real, hacer sus veces y tener
lavara en depósito en reemplazo de los Alcaldes Ordi­
narios. Desempeñaba aquel destino don Fernando de
Benjumeay Mora, personaje típico entre los de aquella
curiosa época. Era uno de aquellos españoles quisqui­
llosos é insolentes y que afectaban mirar á los colonos
como inferiores. Un saludo contestado ámedias; un si­
tio preferente al suyo en una procesión ó fiesta pública;
su firma puesta debajo de la de cualquier otro Regidor
en una visita de cárcel; el no figurar como Alcalde de
primer voto cuando tenía la vara en depósito, eran
para él asuntos de la mayor importancia que debía re­
solver la Corona española. Interminables querellas
por estas ó parecidas razones entablaba casi á diario
don Fernando; mas á pesar de su calidad de peninsu­
lar, generalmente se le negaba la razón. Viejas ren­
cillas tenía el Regidor Benjumea con el Cabildo. Cuan­
do en 1797 había hecho postura al oficio de Deposita­
rio General los Regidores le habían rechazado por ser
deudor á la Real Hacienda y no comprobar hidalguía,
pues las informaciones presentadas probaban, sólo
cristiandad y no nobleza; se necesitó declaratoria del
Supremo Gobierno en que se aseveraba que éste ha­
bía tenido en cuenta su calidad para confiarle un im­
portante puesto en Honda, y que había manejado co­
rrectamente los intereses reales, para que se le reci­
biese como tal. Suprimido el destino de Depositario,
don Fernando había rematado un título de Regidor, y
con el tiempo llegó á ser Decano, y había solicitado que
se resolviese que él hiciera las veces de Alférez Real,
oficio vacante por renuncia de don Lu^s Caicedo, lo
que se le acordó en Noviembre de 180/; mas por el.
7Jo Boletín de Historia y Antigüedades

contexto de la citada nota del Virrey al Cabildo, se


creyó por éste que tenía la facultad de diputar al que
le agradase, y no necesitaron más los Regidores para
jugar esa mala pasada á Benjumea.
Abierta la sesión y mandado salir de la sala al di­
cho Regidor, el Alcalde de primer voto don JoséTadeo
Cabrera dijo «que en su opinión no totaba al Regidor
Decano el caso particular y extraordinario de jurar al
nuevo Rey, y que por consiguientedebíavotarseáquién
diputar de Alférez Real.»Sostuvieron esta opinión los
Regidores don José Ortega, Fiel Ejecutor; don Camilo
Manrique, Subdecano; don Francisco Fernández de
Heredia Suescún, don José Acebedo y Gómez y don Je­
rónimo de Mendoza y Galavis. El Alcalde de segundo
voto don Nicolás de Rivas dijo «que se conformaba
con la declaración del Superior Gobierno, que en su
sentir declara al Regidor Decano por Alférez Real,
aunque por el oficio que ha promovido ese acuerdo
debe nombrarse Alférez Real propietario.» El Algua­
cil Mayor don Justo de Castro dijo que tocaba al Re­
gidor Decano hacer de Alférez Real. Entonces don
Tadeo Cabrera, habiendo pedido su parecer al Asesor
del Cabildo, doctor Faustino Flórez, quien se expresó
■diciendo que no tenía qué oponer á lo que acordase la
mayoría, declaró abierta la votación y dijo «que en
atención á las circunstancias que concurren en el Al­
calde don Nicolás de Rivas, por ser sujeto de recono­
cido caudal, estimado generalmente en el pueblo, hijo
de esta ciudad y de las principales familias de ella, lo
elige para que á nombre del Cuerpo jure al Rey nues­
tro señor don Fernando vn.» En parecidos términos die­
ron también sus votos por don Nicolás los Regidores
Ortega, Manrique, Suescún y Mendoza. Don Nicolás
á su vez dijo «que daba su voto por su compañero, en
-quien concurren todas las circunstancias que había
apuntado en su favor y ser el Presidente del Cuer­
po.» Por Benjumea dieron sus votos los Regidores
Castro y Acebedo Gómez. En ese momento entró don
Fernando y dijo «que aunque por mayoría de votos se
le excluía de la regalía de jurar al Soberano, lo que le
tocaba como Regidor Decano, protestaba de lo que
resultaba acordado y se abstenía de votar,» y que se
pasase cuenta de lo ocurrido al Virrey, «y en conti­
nuación de lo acordado anteriormente, todos los seño-
La jura de Fernanda VII

res de unánime consentimiento señalaron el domingo


11 para que se haga la jura por el señor Alcalde de
segundo voto.» Siguen las firmas de los Alcaldes
Regidores, Asesor y la del Síndico Procurador Ge-
neral, doctor José María del Castillo.
' ,1 ?n se8u’^a pasaron nota al Virrey comuni­
cándole lo acordado; mas Benjumea no se dio por
vencido y dirigió luégo un inmenso oficio al Virrev,
diciéndole que lo habían injuriado al quitarle la re­
galía que de derecho le tocaba de jurar al nuevo Rey,
«locual es un desai re ir reparable hasta en toda mi pos­
teridad» y haciéndole notar que don Nicolás de Rivas
quedaba al mismo tiempo de Alférez Real y de Alcalde
Ordinario, y que por consiguiente había que elegir á
la persona que desempeñase aquel puesto, pues él se
negaba á recoger la vara. El Virrey dio la razón á
Benjumea y decretó que debía jurar al Rey el domin­
go 11; mas tampoco el Cabildo quiso ceder, y en una
nota al Virrey le contestó diciendo que por quedar
sólo cuatro días para hacer los preparativos de la pro­
clamación, el Cabildo se resignaba á admitir á Benju­
mea como Alférez Real, pero que seguía apelando, y
comisionó para que continuara la reclamación al Pro­
curador General. Un año después, Junio 20 de 1809,
el Procurador doctor José Gregorio Gutiérrez en un
memorial lleno de razonamientos decía al Virrey, de­
fendiendo la conducta del Cabildo y explicando las ra­
zones que había tenidopara elegir á donNicolás deRi-
vas, «quepara cumpni con tan ejecutivo como racional
mandato en que se interesaba el honor de la ciudad,
deseoso por lo mismo que se hiciese con toda la mag­
nificencia que permitían las circunstancias, no podía
menos que escoger una persona que por su carácter,
representación y facultades pudiese contribuir á su
lucimiento. No encontraba otro el Cabildo másápro-
pósito para el caso que el señor Alcalde de segundo
voto, y cediendo todos los demás Regidores, convinie­
ron unánimes en que aquél hiciese la proclamación,» y
terminó pidiendo que todos los Regidores por turno
tuviesen derecho á alzar el real pendón, lo que acordo
el Virrev, á pesar de la protesta de Benjumea, que
alegaba se le confirmase de Alférez Real por haber
hecho la jura «con la mayor magnificencia posible» y
13* Boletín de Historia y Antigüedades

haber gastado más de $ 4,000. Veamos ahora con cuán­


to lucimiento se hizo la proclamación.
El día 9 de Septiembre de 1808 se publicó un
bando para avisar á los particulares el día de la juraé
incitarlos á que hicieran por su parte cuanto les fuese
posible para el mayor lucimiento del acto, y el mismo
día los Alcaldes en traje de gala pasaron al pala­
cio á invitar á nombre del Cuerpo á los Virreyes; la
misma comisión desempeñaron cerca de los Ministros
de la Real Audiencia los Regidores José María Domín­
guez del Castillo y Heredia Suescún. A los militares,
demás altos empleados y á los caballeros hidalgos se
les invitó por esquelas. Al día siguiente se repartie­
ron medallas acuñadas en celebración del acto, y á las
cuatro y media salieron los Regidores á la galería
del Ayuntamiento con el real pendón y un gran re­
trato de Fernando vn, á exponerlos al público. Todas
las campanas de la ciudad fueron echadas á vuelo; la
Compañía de Granaderos formada hizo la guardia al
retrato del Rey, dando disparos de cañón de tiempo
en tiempo. Una lucida orquesta alternaba con la mú­
sica de la Corona, que ejecutó una retreta. Toda la
plaza mayor estaba iluminada de una manera «verda­
deramente soberbia.» Durante toda la noche dos Regi­
dores turnados, con las espadas desenvainadas, guar­
daron los atributos de la Monarquía.
Llegó al fin el día 11, tan ansiado por los santafe"
reños, que estaban impacientes por ver con cuánta
pompa se juraba al nuevo Rey. Muchos de ellos rela­
taban las ceremonias con que don Luis Caicedo y
Flórez había hecho memorable la jura de Carlos iv,
algunos ancianos hablaban de los esplendores con
que don Jorge Lozano de Peralta había solemnizado
Ta subida al trono de Carlos ni, y todos recordaban
aquella tan solemne proclamación de Luis I, en
la cual don José Prieto de Salazar había hecho poner
herraduras de plata á los caballos de los hidalgos que
debían acompañarlo en el paseo del real pendón, y
que luégo en el refresco de la noche, también obsequio
suyo, cada invitado había llevado en el ojal de la bor­
dada casaca, en vez de una fragante orquídea, una azu­
cena de oro. El gozo de Santafé, «expresión de la fide­
lidad que anima á todo el Nuevo Reino por su legítimo
Soberano,» fue amargado por la muerte del sabio Mu-
La jura de Feenando Vil
733

tis, á cuya generosidad debemos el Observatorio, v


que era tan querido cuanto admirado en la ciudad... .
A las once del día dieron los Regidores un gran ban­
quete en obsequio del Comandante de la Guardia de
Honor, don Bernardo Pardo, en el cual, dejándose
llevar de su entusiasmo el doctor Frutos Joaquín Gu­
tiérrez, hizo varias improvisaciones en las cuales ha­
blo del amor que inflamaba á los americanos por Fer­
nando VII.
A las tres de la tarde formóse el Cabildo, colo­
cándose el Regidor Decano en medio de los dos Alcal­
des, y luego cuatro reyes de armas impusieron silen­
cio al público. Entonces el Regidor menos antiguo,
tomando el real pendón, lo puso en manos del Deca­
no, quien le recibió con el juramento de fidelidad á
nombre de Santafé, y al terminar, los circunstantes
dijeron á una voz: «Así lo juramos y prometemos.»
Amar, en su gabinete con los Oidores engran unifor­
me, presidía el acto. En seguida se procedió al gran
paseo por las calles, adornadas con todo el lujo posi­
ble: grandes arcos de triunfo en San Agustín y San
Francisco señalaban el límite de paseo, y entre los
numerosos arcos se distinguió especialmente el eri­
gido por el gremio de sastres en la primera calle real.
Benjumea á caballo en medio de dos Oidores y de los
Alcaldes ordinarios tremolaba el real pendón; se­
guían todos los caballeros de la ciudad en los mejores
corceles; luego pajes de honor, lacayos, coches y ca­
ballos; cerraba el desfile la guardia de caballería del
Virrey: formando tan hermoso desfile, que según
dice el Regidor Acebedo, «nunca se vio en esta capi­
tal acompañamiento más lucido,» repitiéndose en San
Agustín y San Francisco las mismas ceremonias que
en la plaza mayor. . _
Oigamos á un testigo presencial referir a su modo
el acto de la jura:
«En este día amaneció la ciudad llena .de gozo y
alegría; se colgaron todas las calles principales; se
esmeraron cada uno en adornar los balcones, puertas
y ventanas lo mejor y más lucido que podían, ponien o
en las más partes el retrato del Rey o símbolos. Hubo
salvas toda la mañana en la Huerta de Jaime A las
tres de la tarde se juntaron todos los caballeros pnn
cipales con caballos enjaezados, con gran regocijo,
734 Boletín de Historia y Antigüedades

para acompañar al Regidor Decano, don Fernando


Benjumea, Diputado para hacer la jura (aunque con­
tra la voluntad de todo el público). Salió éste con todo
el acompañamiento y subió al tablado que se había
hecho para este fin enfrente del gabinete de Palacio.
Lo que leyó ni se alcanzó á oír por la mucha gente;
sólo que decían todos: “¡Que viva eljurador!” Ibabien
ridículo, con una casaca vieja de paño musgo, y lo
mismo el calzón, con una banda cuasi negra y som­
brero currutaco, y al tiempo de la jura sacudía el pen­
dón con toda su fuerza: después tomó en la mano como
tres pesos y los botó por las tres partes del tablado, y
los muchachos no se cansaban de dar silbidos al ver-
la poquedad del jurador. En Santo Domingo, San
Francisco y San Agustín repitió lo mismo, con la
misma cortedad. Decían que un puño de plata regaba
y otro se echaba al bolsillo. En cada ocasión que se
juró se hizo una descarga por las tropas, muy fea,
que no valió de nada. Se concluyó toda esta función
con un famoso refresco que se dio en la casa del Al­
calde don Nicolás Rivas, á que asistieron los señores
Virreyes, y para el regreso llevaron los faroles don
José Acebedo y don Mariano Tobar. Hubo ilumina­
ción á cual mejor. La misma noche del refresco se
trató, en la misma casa del Alcalde, por don José
Acebedo y demás Regidores, de recibir de Regidor al
Capitán Embajador don Juan José Sanllorente; quedó
dispuesto para el día siguiente. Benjumea, el que
juró al Rey, era español.» (Z,a Patria Boba, pági­
na 110).
Bien sonado parece que fue aquel refresco en la
casa de don Nicolás de Rivas. Sabido es que era aque­
lla la única ocasión en que los Virreyes visitaban á un
particular, por linajudo que fuese. Don Nicolás, como
galante caballero, quiso vengarse de Benjumea ha­
ciendo contrastar la poquedad del jurador con el re­
gio banquete con que obsequió á sus invitados. La es­
paciosa casa salariega (hoy convento de monjas de San­
ta Clara), estaba adornada con parásitas traídas á
todo costo. En la sala principal, adornada con retra­
tos de ascendientes suyos, se destacaba el de Fer­
nando el Deseado. Damas y caballeros luciendo el
elegante traje usado entonces, se paseaban esperando
á los Virreyes, en tanto que los Regidores, quienes
La jura de Fernando VII
735

vestían el de ceremonia—casaca y calzón azul, chupa,


solapa, vuelta, collarín y forro blanco con bordado de
palmas entrelazadas y botones del mismo metálenlos
cuales se veía una águila con el lemaM: N. y M. L. C.
de S„ acompañaban á don Nicolás, quien después de
disponerlo todo, seguido de los Regidores, aguardaba
al pie de la escalera al Representante de Fernando vn.
Comentábase en los grupos lo poco airoso que había
salido Benjumea en su papel de jurador; sentidas fra­
ses se oían en otros en loor del sabio Mutis, y varios
connotados colonos, se preguntaban en voz baja qué
significaba el recibiento de Sanllorentecomo Regidor,
y hacían notar maliciosamente que don Nicolás, que
tres años antes, al rehusar un título de Castilla, ha­
bía asegurado al Cabildo no ser bastante rico para
lucir la corona condal, resultaba ahora por declara­
ción del mismo Cabildo,de caudal más que notorio. A
estas conversaciones puso fin la entrada de los Virre­
yes, y pocos momentos después don Nicolás, dando el
brazo á la Virreina doña Francisca Villanova, que se
dignaba bailar con permiso de su esposo, ponía la pri­
mera figura de la ceremoniosa contradanza española...
*
* *
Ocho años después ¡cuán variado todo! No se
oían ya en aquella casa los acordes de la orquesta ni
se paseaban hidalgos invitados. Silenciosa mostraba
por doquier los destrozos hechos por los llaneros vene­
zolanos el día en que las tropas del Congreso tomaron
á Santafé y fueron pilladas las casas de los empeci­
nados centralistas. Formaba ya parte de los bienes
secuestrados por los pacificadores á don Nicolás, y
mucho tiempo debía pasar antes de que las religiosas
clarisas diera vida á la espaciosa casa con sus blancos
vestidos. Más completo aún había sido el cambio en­
tre los que tántos esfuerzos hicieran por jurar á Fer­
nando vil. El 20 de Julio de 1810 los había arrastrado
en su ola regeneradora. Don José Tadeo Cabrera,
descendiente del Jefe de la Colonia, don Gil de Cabre­
ra v Dávalos, y don Camilo Manrique, meto de otro
Presidente, de don Francisco González Manrique, ha­
bían figurado como Capitanes de milicias patriotas v
este último iba cargado de grillos camino del presidio.
73$ Boletín de Historia y Antigüedades

de Cartagena, en compañía de otros distinguidos proce­


res, entre los cuales se contaba el Procurador del Ca­
bildo en 1808, el doctor José María del Castillo y Rada,
uno de los más ilustres entre los fundadores de la Pa­
tria. Aquel Regidor Acebedo y Gómez, tan entusiasta
en la jura, que Amar le había comisionado para que
escribiese la Relación de ella, había merecido por su
comportamiento en el día solemne el glorioso título
de Tribuno del Pueblo, y obligado á huir para salvar
la vida, pereció en la inmensidad del desierto con la pa­
labra libertad en los labios. Don José Ortega había
firmado el acta de Independencia, y tres de sus hijos
eran soldados de la Patria: el General José María,
Carlos y Mariano Ortega y Nariflo. También había
firmado el acta el Regidor Mendoza, y preso en el Co­
legio del Rosario, aguardó por mucho tiempo la sen­
tencia de muerte que tocó á sus compañeros. Los Re­
gidores Justo de Castro, Mariano Tobar y Francisco
Suescún también habían prestado servicios en aquella
esclarecida Patria Boba. Don José María Domínguez
del Castillo, quien rehusó título de Castilla, había
sido el primer Vicepresidente de Cundinamarca, y
aquel entusiasta de Fernando vil en el banquete del 11
de Septiembre de 1808, el doctor Frutos Joaquín Gu­
tiérrez, yacía yaen el sepulcro que encontró al huir de
los pacificadores. El doctor José Gregorio Gutiérrez
Moreno, quien no había querido ser Marqués y tan
varonilmente había defendido la conducta del Cabildo,
después de figurar con honor en varias páginas de
nuestra historia, había sido fusilado el 6 de Julio de
1816. En cuanto á don Nicolás de Rivas, quien tántas
consideraciones merecía de los peninsulares, no por
eso dejó de acudir al grito de sus compatriotas. Los
títulos de Castilla ofrecidos á él y á sus hermanas, el
Hábito de la Orden de Santiago concedido á su padre,
la Cruz en la de Carlos ni y el puesto de Oidor á su
primo, todo fue olvidado, y después deservir á la Inde­
pendencia al frente de un escuadrón, que mantuvo de
su caudal durante seis años, aceptó el puesto de Go­
bernador y Capitán General de Cundinamarca, «cuando
era más un peligro que un honor,» y se necesitaron diez
y seis balazos que las tropas españolas le dieron por la
espalda como traidor al Rey, el 31 de Agosto de 1816,
para ahogar sus vivas á la República. Sólo don Fer­
Diccionario Biográfico 737

nando Benjumea, después de firmar el acta de la inde­


pendencia, figuraba de nuevo aliado de los peninsu­
lares y alcanzaba al fin el 14 de Octubre de 1816, de
manos del Capitán General don Pablo Morillo, el tan
anhelado título de Alférez Real de Santafé.. ..
Hoy, al hojear esos viejos documentos y al re­
cordar esas épocas lejanas, siente el alma como una
vaga nostalgia de esa Santafé brumosa y caballeresca,
que surge como evocada por el tañido de alguna anti­
gua campana.
Ra im u n d o Riv a s

--------- ------------

DICCIONARIO BIOGRAFICO DE PROCERES


De orden de la Academia se publica la lista de los bo­
cetos trabajados por la Comisión del Diccionario Biográfico,
á fin de que si alguien conoce otros nombres se digne remi­
tir los datos respectivos.
Adiciones á las listas publicadas en los números 57 y 58

-A. Cabarca Trinidad.


Aguilar Francisco. Cabrera Tadeo.
Cáceres Nepomuceno.
Alvarez Manuel B. Cadavid Ciríaco.
Andrade Tiburcio. Cadena Salvador.
Angulo Valentín. Cadena Vicente.
Arias Juan F. Caicedo Domingo.
Ay al a Luis. Caicedo Eusebio.
Azuola Luis. Caicedo y Flórez Fernando.
Caicedo y Santamaría Fer­
nando.
Benítez José. Caicedo y Hera Francisco
Bernal Vicente. Antonio.
Caicedo y Cuero Joaquín.
O Caicedo Nicolás.
Caicedo y Flórez Luis. .
Cabal Francisco. Caicedo y Santamaría Luis.
Cabal Ignacio. Caicedo y Flórez José.
Cabal José María. Caicedo José Antonio.
Cabal Miguel. Caicedo José María.
Cabal Miguel. Caicedo y Vidal José Mana.
Cabal Pedro Pablo. Caicedo y Zorrilla José M.
Caballero Ignacio. Caicedo Manuel José.
Caballero Manuel.
73« Boletín de Historia y Antigüedades

Cajas Andrés. Cantera Manuel.


Cajas Manuel. Cantillo E. (señora).
Calacuerda Inocencio. Cañarte Remigio Antonio.
Calambozo Agustín. Cañete Antonio.
Caldas Francisco José. Caraballo Miguel.
Calderón Clemente. Carabaño Fernando.
Calderón Francisco. Carabaño Miguel.
Calderón Manuel. Carate Francisco.
Calderón Pedro J. Agustín. Carazo José Valerio.
Calderón Ramón. Carbonell José María.
Calvo Isaac. Cárdenas Antonio.
Calvo José María. Cárdenas Emigdio.
Calvo Juan José. Cárdenas José María.
Calvo Manuel. Cárdenas José María.
Calle José Manuel. Cardites Rafael.
Calle José Miguel de la, Cardona Vicente M.
Callejas Lorenzo. Cardoso Gerardo.
Callejas Pedro. Carranza Diego.
Camacho y Queseada Do­ Carranza Manuel.
mingo. Carrasquilla Juan.
Camacho Joaquín. Carrasquilla Pedro.
Camacho Joaquín. Carreño Germán.
Camacho Lucas. Carrillo Manuel.
Camacho y Quesada Mannel Carrizosa Ignacio.
Camacho Manuel Higinio. Carrizosa Isidoro.
Camacho Patricio. Carrizosa de Montero Petra.
Camacho Salvador. Carrizosa Ramón G.
Camargo José Trinidad. Carvajal José Rufino.
Camargo Salvador. Carvajal Pedro Francisco.
Campo Larrahondo Ma­ Casamayor José.
riano. Casanova Antonio.
Campo Larrahondo Igna­ Castañeda Antonio.
cio de. Castañeda Francisco.
Campo Cote Manuel. Castaños Manuel Silvestre.
Campo Tomás. Castellanos Francisco D.
Cánovas Eusebio María. Castillo Andrés del.
Cánovas Manuel José. Castillo Blas.,
Cánovas Pedro José. Castillo Crisóstomo.
Canales Aniceto. Castillo Encarnación.
Cancharanca Lorenzo. Castillo José.
Cancino Eladio. Castillo y Rada José María.
Cancino José María. Castillo Juan Crisóstomo.
Cancino José María. Castillo Luis.
Cancino Salvador. Castillo y Rada Manuel.
Candía Isidoro. Castillo Ponce Manuel.
Canello Antonio. Castillo Marcelino José del.
Canello Antonio. Castillo Manuel.
Cantera José María. Castillo Mateo.
Notas oficiales
739

Castillo y Rada Rafael. Contreras Miguel.


Castillo Vicente. Copete Francisco.
Castrellon Manuel José. Cordero Andrés.
Castro Manuel. Cordero Baltasar.
Castro Francisco. Cordero Félix.
Castro Joaquín. Cordero Gaspar.
Castro José Antonio. Cordero Joaquín.
Castro Justo. Cordero José.
Castro Macedonio. Cordero Juan José.
Castro Manuel Benito de. Cordero Víctor.
Carero Ignacio. Córdoba José María.
Ceballos Manuel. Córdoba Salvador.
Cedeño Salomé. Corena Melchor.
Centeno Mejía Ramón. Corena Melitón.
Cerezo Buenaventura. Cortés Antonio.
Cerezo Francisco. Cortés Martín.
Cerra Gregorio. Cortés Manuel María.
Céspedes Hermógenes. Corral Juan del.
Cespédes Joaquín. Corral Manuel del.
Céspedes Juan María. Correa Buenaventura.
Cifuentes Bernardo. Correa Hermenegildo.
Cifuentes Hilario. Correa Manuel.
Cifuentes José María. Correa Martín.
Cifuentes Manuel. Cos Bernabé.
Clavijo Paulino. Criales Vicente.
Colambón Juan Nepomu- Cuéllar Miguel.
ceno. Cuero Fernando.
Colmenares Francisco. Cuero y Caicedo José de.
Concha José. Cuero y Caicedo José María.
Concha José Antonio. Cuero Francisco.
Contreras José de la Cruz. Cuero Nicolás.
Contreras Juan Nepomu- Cuero Rafael.
ceno. Cuevas Francisco Javier.
Contreras Juan.

—~------ —

NOTAS OFICIALES
Bogotá, Mayo 12 de 1909

Señor Secretario perpetuo de la Academia Nacional de Historia.


Presente.

He recibido la atenta nota de usted de o del PJ®3®”}®’,^^.^


con el número 893, en la cual me participa que la honoi able Acade
mil de que es usted digno Secretario tuvo á bien concederme diplo-
ma de miembro correspondiente.
74o Boletín de Historia y Antigüedades

Muy agradecido estoy por esta benévola distinción, y prometo


seguir coloborando en tan simpática corporación. Suplico á usted
lo exprese así á esa benemérita y honorable Academia.
Soy de usted atento, seguro servidor,
An d r é s M. B. Re b o l lo

Bogotá, Mayo 14 de 1909


Señor Presidente de la Academia Nacional de Historia—Presente.
Al visitar en Noviembre último la Biblioteca del Vaticano no
hallé en el estante destinado á Colombia sino cuatro obras de auto­
res del país, á la vez que de las otras naciones de Hispano América
está casi todo lo interesante que en esos países se ha producido.
Apenado por la posición poco airosa de nuestro país en esa fa­
mosa Biblioteca, á la que concurre el mundo sabio de toda Europa y
América para diversos estudios, sobre todo de historia, ofrecí intere­
sarme con las corporaciones doctas de mi país y con los autores de
algunas obras para que se sirvieran enviar, con las seguridades del
caso, todo lo que merezca figurar en ese lugar, ó bien remitírmelo
para hacer yo el envío.
Conocedor de que esa Academia ha hecho muchas publicaciones
interesantes, me atrevo á suplicar á usted se digne destinar un ejem­
plar de cada una de ellas para la Biblioteca del Vaticano.
Con sentimientos de alta, consideración tengo el honor de subs­
cribirme de usted atento y seguro servidor,
Ce l s o Fo r er o Nie t o

Consulado General de la República de Colombia—Estados del Para y


Amazonas—Brasil—Número 59—Belem del Para, 25 de Marzo
de 1909,
Señor Secretario perpetuo de la Academia Nacional de Historia.
Bogotá.

Me es placentero, tanto como Cónsul como por ser miembro hono­


rario de la ilustre Academia Nacional de Historia, el remitir á usted,
por mediación del Ministerio de Relaciones Exteriores, un precioso
álbum del Estado de Pará, profusa y bellamente decorado, con ilus­
traciones y vistas primorosas, que hacen agradable y simpática
la obra.
Ese álbum me ha sido obsequiado por el señor Director del Ar­
chivo y Biblioteca Públicos del Pará, destinado á esa docta corp -
ración, motivo por el cual espero que usted se servirá avisarle recibooá
dicho empleado y remitirme la respuesta para entregársela. Si fuere
posible, estimaría á usted la atención de remesarle al expresado
señor Director alguno ó algunos folletos ó el periódico de la Acade­
mia, porque los regalos que hacen estas Bibliotecas son para enri­
quecer sus anaqueles por medio del intercambio con otros institutos
análogos.
Me será muy placentero enviarle á usted muy pronto algunas
Extracto de las actas de las sesiones
74i
SXSSÍ”* 1- Acá-
y su descubrimiento, etc. etc. ? crito acerca del río Amazonas
Soy de usted atento compatriota y colega, seguro servidor,

Le o po l d o Tr ia n a C.
Cónsul General.

EXTRACTO DE LAS ACTAS DE LAS SESIONES


Sesión del 15 de Septiembre de i 9o 8—Presidencia del socio
¿Z ®uerra~t’e 'lombFó correspondiente á don Guillermo Cama-
cho Carrizosa , el socio León Gómez donó varios folletos sobre
historia; se continuó el segundo debate sobre el Reglamento, y de
acuerdo con éste se paso a la lista de correspondientes á varios miem­
bros de numero que no cumplían sus obligaciones, y se promovió á
esta categoría a los señores Gerardo Arrubla, Manuel María Fa­
jardo, Eugenio Ortega y Raimundo Rivas Escobar.
Sesión del día~i° de Octubre de /^—Presidencia del doctor G.
Arrubla Los señores León Gómez y Vásquez donaron libros parala
Biblioteca. Las elecciones para dignatarios y empleados que ejerce­
rán de Octubre de 1908 á Octubre de 1909 dieron este resultado : Pre­
sidente, don Antonio Gómez Restrepo; Vicepresidente, don Adolfo
León Gómez; Director del Boletín, doctor Pedro M. Ibáñez ; Biblio­
tecario, don Manuel Antonio de Pombo, y Tesorero, don Manuel Ma­
ría Fajardo. Se aprobó la siguiente moción :
«La Academia Nacional de Historia deja constancia en el acta
de este día de su profundo dolor por el fallecimiento del eminente
ciudadano doctor José Manuel Marroquín, miembro de número y fun­
dador de la corporación. La Academia guardará con sincero res­
peto la memoria del colombiano benemérito que tanto en sus escritos
como en los actos de su larga y fecunda vida supo ilustrar la his­
toria y rendir culto ferviente á las glorias patrias. El retrato del
señor Marroquín, que en el respectivo Decreto de honores el Go­
bierno ha ordenado hacer con destino á la Academia de Historia, se
colocará en lugar prominente del salón de actos públicos de este
instituto. La sesión se levanta en señal de duelo. Copia de esta pro­
posición será presentada á la familia del finado por dos académicos
nombrados por la Presidencia.» ...
Sesión extraordinaria del 5 de Octubre de 1908 Presidencia del
doctor G. Arrubla—Se procedió á llenar las plazas vacantes de
miembros de número, y en votación secreta fueron elegidos don Emi­
liano Isaza, don Antonio José Iregui, don Fernando Restrepo Bn-
ceño y don Martín Restrepo Mejía. Se fijaron, á mocion del -teso­
rero, los derechos de medalla y diploma en dos pesos oro. El socio
Uribe Uribedonó á la biblioteca el libro Por la América del Su?, del
cual es autor. Continuó el debate sobre el Reglamento. . , .
Sesión solemne del día 12 de Octubre de /^--Presidencia de los
doctores Urrutia y Gómez Restrepo; Vicepresidencia del doctor León
Gómez—A las dos de la tarde se abrió la sesión P"^hTca’
tencia de la mayor parte de los miembros, f1 ^or Prruüa, que
presidía como Vicepresidente, dio posesión al Presidente seno G0
mez Restrepo y al Vicepresidente doctor León Gómez, con «n bel o
discurso que contestó elocuentemente el nuevo Preside~ . y.
oficio del señor Ministro de Gobierno en que excusa d
74* Boletín de Historia y Antigüedades

ñor Presidente de Honor de la Academia, General Rafael Reyes, y


se excusa á sí propio, y además comisiona al Vicepresidente
de la Academia, doctor Urrutia, para representarlos. Dos socios
Isaza, Iregui, Restrepo Mejía y Restrepo Briceño ocuparon sus pues­
tos en la Academia. Se leyeron varios oficios de miembros de la Aca­
demia y varios trabajos de algunos otros. El Secretario Perpetuo
leyó el informe anual, y los socios Arrubla, Ortega y Páez Julián hi­
cieron uso de la palabra, leyendo fragmentos de trabajos importan­
tes para la historia nacional. El socio Chaux presentó una moción
en honor de Colón, que en esa sesión pública fue aceptada. El socio
Iregui presentó á nombre del señor Manuel J. García, de Rionegro,
de Antioquia, varios bocetos biográficos de descubridores del territo­
rio colombiano. Se aprobó la siguiente moción por unanimidad :
«De acuerdo con los Estatutos nómbrase miembros honorarios á los
señores don Miguel Antonio Caro, doctor Clímaco Calderón, doctor
Rafael María Carrasquilla y doctor Nicolás Esguerra, y promué­
vese á la misma categoría á los correspondientes don Rufino J. Cuer­
vo, don Santiago Pérez Triana, doctor Ignacio Gutiérrez Ponce
y doctor Rafael Uribe Uribe.»
Fue nombrada una comisión para elevar al conocimiento del Pre­
sidente de Honor de la Academia los trabajos de ésta y el espíritu de
imparcialidad que los preside. Se adoptaron y firmaron los Esta­
tutos. El doctor Isaza, Ministro de Instrucción Pública, ofreció á la
Academia que continuaría su Boletín. Se repartieron los diplomas á
los nuevos miembros presentes, y se dispuso enviar los de los ausen­
tes. A las cuatro y media se levantó la sesión.

---- —~—

ACADEMICOS QUE HAN FALLECIDO


Artículo 48 del Reglamento :
«Al fin de cada tomo del Boletín irá la nómina de los académicos
difuntos.»
De número : doctor Ramón Guerra Azuola, doctor Luis Fonne-
gra, don José Manuel Marroquín y don Andrés Vargas Muñoz.
Correspondientes: don Pedro Pablo Figueroa, don Emeterio Moreno,
don Belisario Palacios y doctor Manuel Uribe Angel: Honorarios:
doctor Joaquín F. Vélez.

Bogotá, Abril de 1909.

ERRATAS
En la página 564 de este volumen, líneas 3 y 4, se dice que Meló
dio golpe de Estado el 4 de Diciembre, etc. Es sabido que Meló se
levantó por golpe de cuartel el 17 de Abril de 1854 y que fue derri­
bado de la Dictadura en combate librado en Bogotá el 4 de Di­
ciembre.
En el artículo Sabanagrande, publicado en el número 59, se dice
erróneamente que esta población pertenece al Departamento de San­
ta Marta.
Los otros errores tipográficos que este volumen contiene los deja­
mos al buen juicio del lector.
Avisos oficiales

AVISOS OFICIALES

BIBLIOTECA DE HISTORIA NACIONAL


EIBECTOBES:

EDUARDO POSAD A—PEDRO M. IBAÑEZ

Tomos piablicados : < La Patria


Boba,= < El Precursor = (GeneralNa-
rtfco), < Vida de, Herrán,= <Los Co-
mianeros,= < Recopilación Historial.=
<La Convención de Ocarca,= por José
Joaqairc Guerra.
De venta en la IMPRENTA NA­
CIONAL d S & cada arco, libre de
porte.

Ere prensa :
<Relaciones de mando= por los
Virreyes del Nuevo Reino de Gra-.
nada.

CON EL PRESENTE ndrnero


(60) termina el Vvolumeiv del Bo­
letín de Historia y Antigüedades.
Core él se repartirá la portada y
el Indice correspondientes.
744 Boletín de Historia y Antigüedades

COLECCIONES DEL BOLETIN

En atención á la demora con que han aparecido algunos


números de este periódico, por recargo de trabajo en la Im­
prenta Nacional, se ha visto constreñida la Dirección á no
guardar orden cronológico de meses, sino á seguir en las colec­
ciones anuales, doce números, únicamente el orden numérico
El V volumen principió en el número 49 y termina en
el presente.
De acuerdo con lo dispuesto por la Academia Nacional
de Historia y por el Ministerio de Instrucción Pública, se ven­
de el Boletín de Historia y Antigüedades á los siguientes
precios:
El número suelto....................................... $ o. 10 oro
El volumen de doce números (un año) .. 1 20 „
Cada mes aparece un número, algunos con ilustraciones.

Los días i? y 15 de todos los meses se reúne la Acade­


mia de Historia, á las siete p. m., en el local de la Escuela de
Derecho.

LA SECRETARIA de la Academia Nacional de Historia


está al servicio del público desde las 12 m. hasta las 3 p. m.
en el local número 21 de la carrera 14.

IMPRENTA NACIONAL

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