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Institución: ISFD Nº163
Alumno: Britos, Walter / Llambí, Laura.
Carrera: Profesorado de Historia
Espacio Curricular: Historia Americana Siglo XX
Profesora: Pitencel, Marcela
Trabajo Práctico: La Argentina en el Centenario
Fecha de entrega: 14/05/21
1- Se realizó la lectura correspondiente de los capítulos. 2- Se realizó el resumen de ambos autores. 3- Informe: A partir de 1880 los estados modernos constituidos durante las primeras décadas del Siglo XIX iniciaron un periodo de repúblicas liberales oligárquicas. Eran consideradas como tal, ya que el poder se encontraba dividido de manera tripartita en ejecutivo, legislativo y judicial, pero más allá de la independencia de cada uno de los países latinoamericanos se hacía presente la tutela de las potencias europeas hegemónicas como por ejemplo Gran Bretaña. El período que comprende entre 1880 y 1914 es un período caracterizado por una cierta estabilidad política, ya que la oligarquía había logrado establecer los cimientos de un estado capaz de frenar las contradicciones políticas. Con respecto a la organización del estado oligárquico se podrían diferenciar dos variantes: una organización federal como la de México, Brasil y Argentina donde el poder no estaba centralizado sino dividido; y como una segunda variante la organización estatal con un poder central. Continuando con los lineamientos políticos y sociales destacamos al sufragio como una forma de elección por parte de los ciudadanos sobre quien detenta el poder. Durante el periodo analizado se pasó de un sufragio censitario al universal, el cual generó un conflicto entre el campo y la ciudad, desatando así una contraposición entre la oligarquía y la clase media, y también gestando la aparición de partidos políticos como lo fueron los conservadores y los liberales, que principalmente discrepaban en sus ideales como la relación Estado- Iglesia, la autonomía regional y las relaciones económicas internacionales; de todas maneras las clases medias se vieron atraídas por el partido liberal, debido especialmente a la falta de identidad y al desplazamiento de la ciudad al campo. Desde un punto de vista económico podemos decir que casi toda Latinoamérica se regía por una economía de tipo primaria y exportadora de productos como el café, la carne, el cereal, azúcar, banano, caucho y petróleo vinculada principalmente con metrópolis cuya situación económica no era favorable. Esta economía fue acompañada, como se dijo con anterioridad, por el surgimiento de nuevas clases medias urbanas que cada vez eran más exigentes y reactivas al poder oligárquico y que a partir, del proceso de democratización y mediante el sufragio obtuvieron mayor participación política y es aquí que se destaca lo que plantea Tulio Halperin Donghi que “Esta democratización no choca con el orden neocolonial, sino que se da dentro de él y se manifiesta a través del acceso al poder de nuevos sectores”. Con respecto a las relaciones internacionales los principales conflictos entre los países Latinoamericanos se debieron al tratado impreciso de las fronteras que desde la independencia eran zonas deshabitadas pero que más tarde adquirieron una importancia económica principalmente por la necesidad de expandir las tierras de cultivos. Dos ejemplos claros de esta cuestión son: la Guerra del Pacifico y la Conquista del Desierto. Y a partir de 1890 en adelante las fuerzas armadas de distintos países tienden a privilegiar el control de la población interior por encima de la defensa del territorio nacional, ya que sabían muy bien que mientras existiera una buena relación “comercial” con Gran Bretaña la misma le proporcionará una especie de escudo protector ante una amenaza externa, pero no podía evitar los conflictos entre los países Latinoamericanos, de hecho la política de Gran Bretaña fue mantener viva las rivalidades nacionales. A modo de conclusión, podemos decir que dicho periodo analizado de la historia Americana se encontró atravesado por diferentes altibajos a nivel político, económico y cultural y que más allá de la Independencia obtenida a principios del siglo XIX por los países Latinoamericanos, la relación que guardaban con las diferentes metrópolis hegemónicas eran estrechas, principalmente desde el punto de vista económico y social, ya que la incipiente economía primaria y exportadora de productos característicos Latinoamericanos eran exportados hacia el viejo continente. Y si bien existieron conflictos internos dentro de los países, entre países y con las potencias fueron estos mismos los que sentaron las bases del proceso de evolución de los estados nacionales Latinoamericanos.