VIGUERA- EL 1RO DE MAYO EN BS AS
El artículo analiza las instituciones administrativas y religiosas en las colonias americanas de España, Portugal,
Francia e Inglaterra durante los siglos XVI-XVIII. Algunos puntos clave:
1. Existía una gran discrepancia entre las instituciones formales y su funcionamiento real en las colonias.
2. Las estructuras coloniales tenían un fuerte carácter feudal, especialmente en las colonias ibéricas y
francesas.
3. La corrupción y los abusos de poder eran comunes, con funcionarios y élites locales que a menudo
ignoraban o tergiversaban las órdenes de las metrópolis.
4. El sistema de concesión de tierras reprodujo estructuras feudales, con variaciones entre las diferentes
potencias coloniales.
5. Las instituciones religiosas, especialmente la Iglesia Católica, jugaron un papel importante en la
administración colonial, con diferencias entre el clero secular y las órdenes religiosas.
6. Había diferencias significativas entre las colonias católicas (españolas y francesas) y las protestantes
(inglesas) en cuanto a la tolerancia religiosa y la diversidad.
7. El autor concluye que para entender el funcionamiento real de las instituciones coloniales, es necesario
considerar el contexto socioeconómico más amplio, no solo las estructuras formales.
1. Discrepancia entre instituciones formales y su funcionamiento real:
En el contexto argentino, este fenómeno se observa claramente durante el período colonial y se extiende hasta la
formación del Estado nacional. La implementación del sistema de intendencias en el Virreinato del Río de la
Plata (1776) es un ejemplo claro. Aunque diseñado para centralizar y hacer más eficiente la administración, en la
práctica, los intendentes a menudo actuaban con gran autonomía, adaptando las normas a las realidades locales.
2. Carácter feudal de las estructuras coloniales:
En Argentina, el sistema de encomiendas y posteriormente el de estancias reprodujo estructuras cuasi-feudales.
La concentración de tierras en manos de una élite terrateniente, especialmente en la región pampeana, sentó las
bases para relaciones sociales y económicas que persistieron bien entrado el siglo XIX e incluso el XX.
3. Corrupción y abusos de poder:
El fenómeno de los "caudillos" en la Argentina post-independencia puede verse como una continuación de estas
prácticas. Figuras como Juan Manuel de Rosas en Buenos Aires o Facundo Quiroga en La Rioja ejercían un
poder que a menudo sobrepasaba los límites institucionales formales.
4. Sistema de concesión de tierras:
En Argentina, la Ley de Enfiteusis de Rivadavia (1826) y posteriormente la Conquista del Desierto (1878-1885)
fueron mecanismos de distribución de tierras que, aunque diferentes en su concepción, en la práctica llevaron a
una gran concentración de la propiedad rural.
5. Papel de las instituciones religiosas:
La Iglesia Católica en Argentina mantuvo una influencia significativa incluso después de la independencia. La
Constitución de 1853, aunque proclamaba la libertad de culto, mantenía el catolicismo como religión oficial del
Estado.
6. Diferencias entre colonias católicas y protestantes:
Aunque Argentina fue una colonia católica, la inmigración masiva de fines del siglo XIX y principios del XX
introdujo una diversidad religiosa significativa, aunque el catolicismo siguió siendo predominante.
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7. Contexto socioeconómico más amplio:
En Argentina, esto se refleja en cómo las estructuras económicas (como el modelo agroexportador) influyeron en
la formación y funcionamiento de las instituciones políticas.
Debate con ideas y autores:
El autor parece estar en diálogo crítico con la historiografía institucionalista tradicional, que tiende a estudiar las
instituciones coloniales de manera aislada y formalista. Su enfoque se alinea más con la "nueva historia
institucional" y la historia social.
Debate implícitamente con autores como Clarence Haring, cuya obra "The Spanish Empire in America" (1947)
presentaba una visión más formalista de las instituciones coloniales.
Se acerca más a las perspectivas de autores como John Lynch ("Spanish Colonial Administration, 1782-1810",
1958) o James Lockhart ("The Social History of Colonial Spanish America", 1985), que enfatizan la distancia
entre la teoría y la práctica en la administración colonial.
En el contexto argentino, su enfoque dialoga con el trabajo de autores como José Carlos Chiaramonte
("Ciudades, provincias, Estados: Orígenes de la Nación Argentina", 1997) o Tulio Halperin Donghi ("Revolución
y guerra", 1972), que han enfatizado la complejidad y las contradicciones en la formación de las instituciones
argentinas.
Postura del autor:
El autor adopta una posición crítica frente a los estudios puramente institucionales, argumentando que para
comprender realmente el funcionamiento de las colonias americanas, es necesario ir más allá de las estructuras
formales y examinar cómo estas interactuaban con las realidades sociales, económicas y culturales locales.
Enfatiza la importancia de considerar el "sistema" en su conjunto, sugiriendo un enfoque más holístico y
multidisciplinario para el estudio de la historia colonial.
Destaca la persistencia de estructuras y prácticas feudales en las colonias americanas, cuestionando
implícitamente narrativas que enfatizan la "modernidad" de los imperios coloniales.
Su análisis sugiere una continuidad entre las prácticas coloniales y las realidades post-independencia, lo que en el
contexto argentino se alinea con interpretaciones que ven en el período colonial las raíces de muchos problemas
institucionales y sociales del país independiente.
Esta perspectiva proporciona un marco teórico valioso para analizar la formación y evolución de las instituciones
argentinas, desde el período colonial hasta la actualidad, enfatizando la necesidad de considerar no solo las
estructuras formales, sino también las prácticas informales, las relaciones de poder y los contextos
socioeconómicos en los que estas instituciones operan.