La clasificación e identificación de suelos es un área fundamental en la investigación
científica y la práctica aplicada en diversas disciplinas, desde la agricultura y la ecología hasta la ingeniería civil y la geología. Los suelos son un recurso natural vital que sustenta la vida en la Tierra y desempeña un papel crucial en una variedad de procesos biogeoquímicos y geológicos.
En esta introducción, exploraremos la importancia de comprender la diversidad de
suelos, los métodos utilizados para clasificarlos y las aplicaciones prácticas de este conocimiento en diferentes campos. Desde la antigüedad, los seres humanos han reconocido la importancia de los suelos para la producción de alimentos y la estabilidad de las construcciones humanas, y a lo largo del tiempo, ha surgido una comprensión cada vez más sofisticada de la naturaleza y el comportamiento de los suelos.
La clasificación de suelos nos permite agruparlos en categorías con característic as
similares, lo que facilita la comunicación y el intercambio de información entre científicos, ingenieros, agricultores y otros profesionales. Además, la identificación precisa de los suelos es fundamental para tomar decisiones informadas en áreas como la planificación agrícola, la gestión de recursos naturales, la evaluación de riesgos geotécnicos y la conservación del medio ambiente.
A lo largo de esta investigación, exploraremos los métodos tradicionales y modernos
de clasificación e identificación de suelos, así como su importancia para abordar desafíos contemporáneos como el cambio climático, la degradación del suelo y la seguridad alimentaria. Al comprender mejor la diversidad y las propiedades de los suelos, podemos avanzar hacia prácticas más sostenibles y resilientes en la gestión de los recursos naturales y el desarrollo de infraestructuras.
[1] 4.1 GRANULOMETRIA
En los comienzos de la investigación de las propiedades de los suelos se creyó que
las propiedades mecánicas dependían directamente de la distribución de las partículas constituyentes según sus tamaños; por ello era preocupación especial de los ingenieros la búsqueda de métodos adecuados para obtener tal distribución. Aún hoy, tal parece que todo técnico interesado en suelos debe pasar a modo de etapa de iniciación, por una época en que se siente obligado a creer que, con suficiente experiencia, es posible deducir las propiedades mecánicas de los suelos a partir de su distribución granulométrica o descripción por tamaños; es común, sin embargo, que una no muy dilatada experiencia haga que tal sueño se desvanezca.
Solamente en suelos gruesos, cuya granulometría puede determinar- se por mallas,
la distribución por tamaños puede revelar algo de lo referente a las propiedades físicas del material; en efecto, la experiencia indica que los suelos gruesos bien graduados, o sea con amplia gama de tamaños, tienen comportamiento ingenieril más favorable, en lo que atañe a algunas propiedades importantes, que los suelos de granulometría muy uniforme; en capítulos posteriores, habrá ocasión de resaltar este punto.
La granulometría permite estudiar y conocer el tamaño de las partículas y
sedimentos presentes en una muestra, y medir la importancia que tendrán según la fracción de suelo que representen.
Este tipo de análisis se realiza por tamizado, o por sedimentación cuando el tamaño de las partículas es muy pequeño. Para separar el material se utiliza una serie de tamices en varias fracciones granulométricas de tamaño decreciente.
[2] CLASIFICACION DE LOS SUELOS SISTEMA INTERNACIONAL:
Los límites de tamaño de las partículas que constituyen un suelo, ofrecen un criterio obvio para una clasificación descriptiva del mismo. Tal criterio fue usado en Mecánica de Suelos desde un principio e incluso antes de la etapa moderna de esta ciencia. Originalmente, el suelo se dividía únicamente en tres o cuatro fracciones debido a lo engorroso de los procedimientos disponibles de separación por tamaños. Posteriormente, con el advenimiento de la técnica del cribado, fue posible efectuar el trazo de curvas granulométricas, contando con agrupaciones de las partículas del suelo en mayor número de tamaños diferentes. Actualmente se pueden ampliar notablemente las curvas en los tamaños finos, gracias a la aplicación de técnicas de análisis de suspensiones.
[3] Puede notarse que las clasificaciones anteriores y otras existentes se contradicen en ocasiones, y a un intervalo que se nombra de una manera en una clasificación, le corresponde otra palabra en otro sistema. Pero sin duda, la objeción más importante que puede hacerse a estos sistemas es el uso que hacen de las palabras limo y arcilla para designar fracciones de suelo definidas exclusivamente por tamaños. Estos términos se han usado en ingeniería como nombres para designar tipos de suelo con propiedades físicas definidas; la razón por la que estos nombres se introdujeron para ciertas fracciones de tamaños fue la idea errónea de que tales tamaños eran las causas de aquellas características típicas. Sin embargo, hoy se sabe que las características de una arcilla típica se deben en forma muy preponderante a las propiedades de su fracción más fina.
[4] GRAFICA GRANULOMETRICA EN HOJA SEMILOGARITMICA
[5] 4.2 PLASTICIDAD Existen suelos que al ser remoldeados, cambiando su contenido de agua si es necesario, adoptan una consistencia característica, que desde épocas antiguas se ha denominado Plástica. Estos suelos han sido llamados arcillas, originalmente, por los hombres dedicados a la cerámica; la palabra pasó a la Mecánica de Suelos, en épocas más recientes, con idéntico significado. La plasticidad es, en este sentido, una propiedad tan evidente que ha servido antaño para clasificar suelos en forma puramente descriptiva. Pronto se reconoció que existía una relación específica entre la plasticidad y las propiedades fisicoquímicas determinantes del comportamiento mecánico de las arcillas.
La plasticidad es la propiedad que expresa la magnitud de las fuerzas de las
películas de agua dentro del suelo ya que éstas permiten que el suelo sea moldeado sin romperse hasta un determinado punto. Es el efecto resultante de una presión y Existe una correspondencia entre la plasticidad de un suelo y su cohesión. La plasticidad es una propiedad exclusiva de los suelos finos (arcillas y limos), siendo producto de las relaciones electroquímicas que se establecen entre las superficies de los elementos que forman el agregado que compone el suelo (partículas elementales de limo o arcilla). Los suelos granulares, formados exclusivamente por elementos de granulometría gruesa (arena, gravilla, grava o cantos) no presentan plasticidad.
La magnitud de la deformación que puede soportar un suelo con un determinado
contenido de humedad está dada por la distancia que las partículas pueden moverse sin perder su cohesión. La presión que se requiere para producir una deformación específica es un índice de la magnitud de las fuerzas de cohesión que mantienen las partículas juntas. Estas fuerzas varían con el espesor de las películas de agua entre partículas. Puesto que la deformación total que puede ser producida varía con el tamaño y forma de las partículas, es evidente que la superficie total presente determina el número de películas de agua contribuyentes a la cohesión.
[6] [7] Limites de Plasticidad 1. Estado líquido, con las propiedades y apariencia de una suspensión.
2. Estado semilíquido, con las propiedades de un fluido viscoso.
3. Estado plástico, en que el suelo se comporta plásticamente.
4. Estado semisólido, en el que el suelo tiene la apariencia de un sólido, pero aún
disminuye de volumen al estar sujeto a secado.
5. Estado sólido, en que el volumen del suelo no varía con el secado.
Un suelo plástico seco se encuentra en estado sólido; al incrementar su humedad
varía de forma gradual su consistencia hasta llegar al estado líquido. Los umbrales de humedad que separan cada uno de los estados son denominados límites de Atterberg.
La aplicación ingenieril de los conceptos de Atterberg se debe a Arthur Casagrande,
quien normalizó una metodología de laboratorio para determinar la humedad a la cual un suelo se encuentra en la frontera entre dos estados de consistencia.
Conceptualmente el límite líquido (wL) corresponde a la humedad por encima de la
cual la resistencia al corte de un suelo es nula (propia de un líquido) y se determina mediante un ensayo que relaciona este umbral de humedad con un cierto número de golpes que es necesario dar a un dispositivo en forma de cuchara para que dos
[8] porciones de suelo separadas por un surco se unan en una longitud preestablecida (en el procedimiento original media pulgada; en paises que adoptan el sistema métrico se toman 12 mm); comunmente a este test se le denomina como ensayo de la cuchara de Casagrande.
El límite plástico (wP) corresponde al umbral de humedad de un suelo por encima
del cual el material muestra una deformación de tipo plástica en relación a las tensiones aplicadas, y empíricamente se relaciona con la humedad por debajo de la cual resulta imposible moldear un cilindro de 3 mm de diámetro (en el procedimiento original se consideraba un diámetro de una décima de pulgada.)
[9] El límite de retracción (wS), denominado también «de contracción» en la literatura técnica hispanoamericana, se define como la humedad por debajo de la cual el suelo deja de presentar una disminución de volumen pareja a la disminución de la humedad (proceso de retracción); por debajo de dicho umbral se entiende que parte de los poros del suelo se encuentran ya ocupados por aire, por lo que se asume que el límite de retracción corresponde con la humedad de saturación de una arcilla (que al contrario de lo que ocurre en un suelo granular, no equivale al máximo contenido en agua que pueda presentar el suelo.)
Cuanto mayor sea el rango de humedad entre los diferentes límites de plasticidad, mayor cantidad de agua podrá asumir un suelo sin variar su estado de consistencia, entendiéndose por este comportamiento el concepto cualitativo de «plasticidad»; la diferencia entre el valor de humedad correspondiente al límite líquido y al límite plástico se define como «índice de plasticidad» (Ip), siendo pues «más plástico» pues un suelo cuanto mayor sea este índice.
La clasificación de los suelos finos según su plasticidad tiene en consideración los
valores del límite líquido y del índice de plasticidad.
[10] El valor del límite líquido wL = 50 se considera como umbral que distingue los suelos de alta y media plasticidad, y el de wL = 30 distingue entre suelos de plasticidad media y baja; una clasificación más habitual y simplificada considera los suelos de plasticidad media y baja en un único grupo de suelos de baja plasticidad.
Representando la pareja de valores (wL, Ip) por un punto en un gráfico de
coordenadas, situando en abscisas wL y en ordenadas Ip, es posible clasificar el suelo en uno de los grupos definidos por A.
En el gráfico hay dos líneas rectas principales que separan cuatro regiones. Una línea es vertical y corresponde a wL = 50 (delimita los suelos de plasticidad alta o baja).
[11] 4.3 SISTEMAS DE CLASIFICACION Sistema Unificado de Clasificación de Suelos Según se dijo, este sistema está basado en el de Aeropuertos, hasta el grado que puede decirse que es el mismo con ligeras modificaciones. El sistema cubre los suelos gruesos y los finos, distinguiendo ambos por el cribado a través de la malla 200; las partículas gruesas son mayores de dicha malla y las finas menores.
La clasificación de suelos según Juárez Badillo es una metodología utilizada en la
pedología, que es la ciencia que estudia los suelos. Esta clasificación, desarrollada por el ingeniero agrónomo mexicano Enrique Juárez Badillo, se basa en diferentes características físicas y químicas de los suelos para categorizarlos en distintos tipos. Algunos de los criterios que pueden considerarse en esta clasificación son la textura, la estructura, la composición mineralógica, el color, la porosidad, entre otros.
En general, todo el mundo tiene una idea que les permite diferenciar gravas, arenas, limos y arcillas. Sin embargo, desde el punto de vista de la Mecánica de Suelos, términos generales como los mencionados grava, arena, limo o arcilla, incluyen un amplio rango de características ingenieriles, por lo que se requieren subdivisiones adicionales o modificaciones de esos términos, de manera que sean más útiles en la ingeniería práctica.
1. Grupo 1: Suelos Arenosos
Suelos Arenosos: Con más del 85% de arena, tienen una estructura granular suelta que proporciona una buena aireación pero una capacidad limitada de retener agua y nutrientes.
Suelos Arenosos Limosos: Contienen una proporción menor de limo
(entre 10% y 20%), lo que mejora su capacidad para retener agua y nutrientes.
[12] Suelos Arenosos Arcillosos: Con menos del 10% de arcilla, estos suelos pueden retener algo más de agua que los arenosos puros, pero aún tienen una baja capacidad de retención.
2. Grupo 2: Suelos Limosos
Suelos Limosos Arenosos: Tienen una textura suave debido a la
presencia de más del 70% de limo y menos del 20% de arena, lo que les otorga una buena capacidad para retener agua.
Suelos Limosos: Con más del 50% de limo, estos suelos tienen una textura sedosa y son excelentes para la retención de agua y nutrientes.
Suelos Limosos Arcillosos: Con menos del 50% de arcilla, estos
suelos retienen una cantidad moderada de agua y tienen una textura suave y fácil de trabajar.
3. Grupo 3: Suelos Arcillosos
Suelos Arcillosos Arenosos: Contienen menos del 20% de arcilla,
lo que les otorga una textura granular y una capacidad limitada para retener agua.
Suelos Arcillosos Limosos: Con más del 20% de arcilla y menos del 50% de limo, estos suelos tienen una textura pegajosa cuando están mojados y tienden a formar terrones cuando están secos.
Suelos Arcillosos: Con más del 40% de arcilla, estos suelos son muy pesados y pegajosos cuando están húmedos, pero pueden retener grandes cantidades de agua y nutrientes.
4. Grupo 4: Suelos Francos
Suelos Francos Arenosos: Tienen una textura equilibrada con
cantidades aproximadamente iguales de arena, limo y arcilla, lo que los hace fáciles de trabajar y buenos para la mayoría de los cultivos.
[13] Suelos Francos Limosos: Con una proporción mayor de limo, tienen una textura suave y retienen agua y nutrientes de manera efectiva.
Suelos Francos Arcillosos: Con una mayor proporción de arcilla,
retienen más agua que los suelos francos arenosos, pero menos que los suelos francos limosos.
5. Grupo 5: Suelos Orgánicos
Suelos Orgánicos de Humedales: Se forman en áreas con agua
estancada, como pantanos y marismas, y contienen una alta proporción de materia orgánica en descomposición.
Suelos Orgánicos de Turberas: Son suelos ácidos formados por la
acumulación de musgo y materia orgánica en descomposición en áreas húmedas y pantanosas.
Suelos Orgánicos de Praderas: Se desarrollan en áreas de
pastizales y contienen una cantidad significativa de materia orgánica derivada de las raíces y restos vegetales.
6. Grupo 6: Suelos Salinos
Suelos Salinos Sódicos: Contienen altas concentraciones de sales
solubles, especialmente sodio, lo que puede afectar negativamente el crecimiento de las plantas y la infiltración de agua.
Suelos Salinos Calcáreos: Presentan altas concentraciones de sales
solubles, principalmente sales de calcio, lo que puede causar problemas de salinidad y alcalinidad.
Suelos Salinos: Tienen una alta concentración de sales solubles que
puede afectar negativamente el crecimiento de las plantas y la calidad del suelo.
7. Grupo 7: Suelos Alcalinos
[14] Suelos Alcalinos Sódicos: Tienen un pH elevado y altas concentraciones de sodio, lo que puede causar problemas de alcalinidad y salinidad.
Suelos Alcalinos Calcáreos: Tienen un pH elevado debido a la
presencia de carbonatos de calcio, lo que puede afectar la disponibilidad de nutrientes para las plantas.
Suelos Alcalinos: Tienen un pH elevado y una alta concentración de
carbonatos, bicarbonatos y otros iones alcalinos, lo que puede limitar el crecimiento de ciertos cultivos.
La clasificación de suelos según el Sistema Unificado de Clasificación de Suelos
(SUCS, por sus siglas en inglés) es un sistema utilizado principalmente en ingeniería civil y geotécnica para categorizar los suelos en función de sus propiedades de ingeniería. Este sistema, desarrollado por Casagrande en la década de 1940, se basa en las características de granulometría y plasticidad de los suelos. La clasificación SUCS incluye los siguientes grupos principales:
1. Grava (G): Compuesto principalmente por partículas de grava, con poco o
ningún contenido de finos (arcilla y limo).
2. Arena (S): Predominantemente compuesto por partículas de arena, con poco
o ningún contenido de finos.
3. Limo (M): Principalmente compuesto por partículas de limo, con una
pequeña cantidad de partículas de arena y arcilla.
4. Arcilla (C): Principalmente compuesto por partículas de arcilla, con una
pequeña cantidad de partículas de arena y limo.
5. Materiales orgánicos (O): Suelos ricos en materia orgánica.
[15] Además de estos grupos principales, la clasificación SUCS también tiene subgrupos que indican la distribución de tamaños de partículas y la plasticidad de los suelos. Por ejemplo:
Para el grupo de arena (S):
Grava bien graduada (SW): Arena bien graduada con poco o ningún limo.
Grava mal graduada (SP): Arena mal graduada con poco o ningún limo.
Para el grupo de limo (M):
Limo bien graduado (ML): Limo bien graduado con poco o ningún contenido de arcilla.
Limo mal graduado (CL): Limo mal graduado con poco o ningún contenido de arcilla.
Para el grupo de arcilla (C):
Arcilla inorgánica (CI): Con un alto contenido de arcilla inorgánica.
Arcilla orgánica (CO): Con un alto contenido de materia orgánica.
Estos subgrupos proporcionan información adicional sobre las propiedades de los
suelos, como su capacidad de drenaje, compresibilidad y cohesión. La clasificación SUCS es ampliamente utilizada en la práctica de la ingeniería civil y geotécnica para fines de diseño de cimentaciones, terraplenes, excavaciones y otros proyectos de ingeniería que involucran suelos.
[16] [17] CONCLUSION La investigación sobre la clasificación e identificación de suelos es esencial para una amplia gama de disciplinas, desde la agricultura hasta la geología y la ingeniería civil. A través de métodos como la clasificación de Juárez Badillo y el Sistema Unificado de Clasificación de Suelos (SUCS), los científicos pueden categorizar los suelos en grupos y subgrupos basados en sus propiedades físicas y químicas.
Este conocimiento es crucial para comprender la distribución geográfica de
diferentes tipos de suelos, su capacidad de retención de agua, su fertilidad y su resistencia a la erosión. Además, la identificación precisa de los suelos es fundamental para la planificación agrícola, el diseño de cimentaciones para construcciones, la evaluación de riesgos geotécnicos y la gestión de recursos naturales.
En la investigación, el análisis detallado de los suelos proporciona información
valiosa sobre la salud de los ecosistemas terrestres, los impactos del cambio climático, la degradación del suelo y la calidad del agua subterránea. Además, el estudio de los suelos también puede revelar pistas sobre la historia geológica y ambiental de una región, contribuyendo así al entendimiento de procesos geológicos y climáticos a lo largo del tiempo.
En conclusión, la clasificación e identificación de suelos es una herramienta
fundamental para la investigación científica en una amplia variedad de campos, ya que proporciona información crucial para abordar desafíos ambientales, agrícolas y de ingeniería, así como para comprender la dinámica de los ecosistemas terrestres.
[18] BIBLIOGRAFIA
Descriptores geotécnicos (5): plasticidad, límites de Atterberg y consistencia. (2013,
January 6). Estudios Geotécnicos - geotecnia, reconocimientos, ensayos. https://estudiosgeotecnicos.info/index.php/descriptores-geotecnicos-5-plasticidad- limites-de-atterberg-y-consistencia/
Completo, V. mi P. (n.d.). Apuntes de Geotecnia con Énfasis en Laderas.
Blogspot.com. Retrieved April 12, 2024, from https://geotecnia- sor.blogspot.com/2010/11/plasticidad-del-suelo-limites-de.html
Juarez Badillo, E., & Rodriguez, A. R. (1999). Mecanica de suelos Tomo I -
