La Libertad Religiosa- Filosofia

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LA LIBERTAD RELIGIOSA

¿Es la libertad religiosa uno de los derechos intangibles de la persona?


La libertad religiosa es uno de los derechos intangibles de la persona, porque el ejercicio
de la religión consiste ante todo en los actos internos voluntarios y libres, con los que el
hombre se ordena hacia su Creador por el hambre de Dios con natural al alma humana;
esos actos no pueden ser mandados ni prohibidos por un poder meramente humano, y
son individuales e irrenunciables.

¿Qué exige la naturaleza social del hombre sobre los actos internos de la
religión?
La naturaleza social del hombre exige que los actos internos de la religión se manifiestan
también externamente, que se comuniquen unos hombres con otros en materia religiosa,
y que se pueda profesar la religión en forma comunitaria, especialmente en lo que se
refiere al culto divino publico y al descanso semanal o festivo.

¿Por qué tenemos derecho al descanso semanal?


Tenemos derecho al descanso semanal, porque el hombre tiene necesidad natural de
reposar de las fatigas diarias; y sobre todo, por que la biblia nos enseña que dios creo al
universo en seis días y el séptimo lo dedico al descanso, por eso, los seres humanos
dedicamos también seis días al trabajo y un día descansamos.
¿Tenemos derecho a dedicar un tiempo al culto público divino?
No solo tenemos derecho sino la obligación de dar a Dios el culto privado y publico que
le es debido: los católicos, siguiendo una tradición apostólica que tiene su origen en el
mismo día del señor en sustitución del sábado, que era la fiesta del pueblo judío, y
unimos en un mismo día el descanso semanal y el culto divino
¿Se encuentra muchas veces amenazada la libertad religiosa y tiene la iglesia que
reclamar este derecho humano?
Muchísimas veces se encuentra amenazada la libertad religiosa y la iglesia tiene que
reclamar este gran derecho humano, alzando su voz en nombre de la dignidad humana,
alzando su voz en nombre de la dignidad misma de la persona, ya que con esa amenaza
se ofende al hombre, independientemente de la ofensa hecha a la religión profesada. Esto
sucede sobre todo cuando se impone el ateísmo a toda la ciudadanía, en la vía publica y
social, mientras que los hombres creyentes son tratados como ciudadanos de categoría
inferior, e inclusivamente son perseguidos, o son conculcados sus derechos.

¿El ejercicio o la propagación de una religión, ¿va en contra de la libertad


religiosa de los demás?
El ejercicio o propagación de una religión no va en contra de la libertad religiosa de los
demás, a no ser que se haga con fanatismo o se impida la libertad de culto para las demás
religiones. Todo credo religioso debe respetar la ley natural, porque es la expresión de la
ley eterna en la creación. Precisamente por fanáticas sectarias, por impedir la libertad de
culto para las demás religiones, y por despreciar la ley natural , las sectas se presentan
como religiones sin serlo, y por lo tanto no deben ser considerados como religiones, sino
como grupos pervertidos.

Para un católico,¿todas las religiones son iguales?


Para un católico, todas las religiones no son iguales. El católico sabe su fe es la única
verdadera, y que en consecuencia, debe tener sentido apostolico, con el fin de atraer a
todos los hombres que no profesan su credo, y sabe tambien que el hombre solo es
auntenticamente libre y capaz de promover la verdadera libertad cuando reconoce la
trascendencia de su ser espiritual y su relación con Dios, por encima del mundo; y por
tanto, ejerce y propaga los deberes propios de su religión.
Investigación:
Autor : CHRISTOPHER HITCHENS
Considerado como uno de los fundadores del movimiento contemporáneo
del nuevo ateísmo El fin de la fe. La religión, el terror y el futuro de la razón

¿Es la libertad religiosa uno de los derechos intangibles de la persona?


A veces se dice que no creer en un despotismo celestial temible y tentador convierte la
vida en algo árido, tedioso y cínico, un mero existir sin ningún tipo de consuelo, ni de
conciencia de lo numinoso y lo transcendental. Tonterías. Para empezar, incurre en un
error evidente. Es como decir que no deberíamos creer que somos una especie animal
con componentes defectuosos y una duración reducida, tanto en nuestro caso como en el
del planeta, porque las consecuencias de creerlo podrían resultarnos desagradables o
vergonzosas. ¿Hay algo que ponga más de manifiesto los efectos perniciosos de negarse
a ver la realidad? Partiendo de la base (como reconoce implícitamente esta objeción
religiosa) de que para el ser humano vale la pena vivir, se puede luchar contra este
pesimismo natural mediante el estoicismo y el rechazo de las ilusiones, a la vez que se
embellece el panorama con alguna de las siguientes cosas. Están las bellezas de la
ciencia y las maravillas extraordinarias de la naturaleza. Están el consuelo y la ironía de
la filosofía.

¿Qué exige la naturaleza social del hombre sobre los actos internos de la
religión?

Es contradictoria con la idea de Dios la inmensa perversión moral de las religiones y los
daños producidos por estas a la sociedad humana a lo largo de la historia por el atraso,
la superstición, la represión moral, el dominio y control teocrático, la represión por
torturas y violencia, así como por haber sido germen de la violencia y las guerras. En
fecto, ¿tiene sentido pensar que existe un Dios que, si existiera y estuviera presente en
las religiones, debería haberlas impulsado hacia el bien de acuerdo con la dignidad
humana?.

¿Tenemos derecho a dedicar un tiempo al culto público divino?

Hitchens, por tanto, conviviría con las religiones, hasta este punto llegaría su bondad,
pero el problema es que las religiones tienen en su propia esencia la violencia y no
pueden dejar de maniquinar cómo destruyen a los que no aceptan su credo. Por ello, no
caben las actitudes moderadas y contemporizadoras. Lo único que tiene sentido es el
anti-teísmo, no basta con ser ateo y dejar vivir… Hitchens pide a las religiones que le
dejen en paz… Esto, como explicamos en otro momento de este ensayo, no es posible.
Las religiones, sin violencia alguna, simplemente por estar en la historia (y tienen todo
el derecho a estar) siembran una inquietud inevitable sobre el enigma metafísico final
que pesa sobre la conciencia de los increyentes.

¿Se encuentra muchas veces amenazada la libertad religiosa y tiene la iglesia que
reclamar este derecho humano?

El debate sobre la fe explica Hitchens es el origen y fundamento de todas las


discusiones porque representa el comienzo (pero no el final) de todas las discusiones
acerca de la filosofía, la ciencia, la historia y la naturaleza humana. Es también el
comienzo (pero en modo alguno el final) de todas las disputas sobre la vida buena y la
ciudad justa. La fe religiosa es imposible de erradicar precisamente porque somos
criaturas que todavía estamos evolucionando.
¿El ejercicio o la propagación de una religión, ¿va en contra de la libertad religiosa
de los demás?

No porque hasta que superemos el miedo a la muerte, a las tinieblas, a lo desconocido y


a los demás. Por esta razón, no la prohibiría ni siquiera en el caso de que pudiera
hacerlo. Usted dirá: es muy generoso. Pero, ¿serán los creyentes igual de indulgentes
conmigo? Lo digo porque hay una auténtica e importante diferencia entre mis amigos
religiosos y yo, y los amigos auténticos e importantes son lo suficientemente honrados
para reconocerlo. Me conformaría con poder acudir a los ritos con que se acoge la
maduración religiosa de sus hijos, con maravillarme ante sus catedrales góticas, con
“respetar” su fe en que el Corán fue fruto de un dictado, aunque fuera exclusivamente
en árabe y a un comerciante analfabeto, o con interesarme por el consuelo que ofrecen
las religiones neopaganas, el hinduismo o el jainismo. Y, si es así, seguiré haciéndolo
sin insistir en que me prodiguen cortés y recíprocamente idéntico trato… que consiste
en que ellos, por su parte, me dejen en paz. Pero, en última instancia, la religión es
incapaz de hacerlo. Mientras escribo estas palabras, y mientras usted las lee, las
personas de fe planean cada una a su modo destruirnos a usted y a mí y destruir todas
las magníficas realizaciones humanas que he mencionado y que han costado tanto
esfuerzo. La religión lo emponzoña todo»

Para un católico,¿todas las religiones son iguales?

Las religiones son siempre un proceso abierto en evolución y, si se pretende un juicio


actual, absoluto, no pueden reducirse a lo que fueron en el pasado hace diez siglos. El
cristianismo que se expone, entendido desde el logos de la modernidad, no tiene nada
que ver con el cristianismo al que se refiere Hitchens.
Por ello, la valoración que Hitchens hace de la religión es emocional, incompetente
técnicamente, caricaturesca, exaltada y agresiva. Además, es ofensiva, no sólo para con
un inmenso número de intelectuales creyentes, sino para con la inmensa mayor parte de
la humanidad que ha sido y sigue siendo religiosa.

Conclusión:

Estamos de acuerdo en que el ateo, dentro ya de su visión metafísica de la vida, debe


intentar la felicidad y tiene muchos elementos para conseguirla hasta un cierto grado.
Pero al final es inevitable que todo acabe en fracaso y en muerte. Puede mantenerse
firme en su ateísmo como hizo Hitchens en el penoso curso de su enfermedad (relatado
en Mortalidad, 2012). Pero la fragilidad de la felicidad natural es lo que ha impulsado a
la mayoría de los hombres a la esperanza de que pudiera haber un Dios oculto y
liberador. Estamos también de acuerdo con Hitchens cuando dice que mientras
tengamos miedo a la muerte existirá la religión. Es verdad. Pero yo diría que la religión
sigue siendo una opción viable porque la ciencia y la filosofía, y por la intuición
ordinaria, el hombre sigue instalado en la incertidumbre metafísica. Estamos de acuerdo
en que las religiones han obrado, y siguen obrando, muchas perversidades. Lo lamento
profundamente, aunque la historia no debe juzgarse con anacronismo. Pero ni Hitchens
ni nadie, a no ser que se halle extemporánea y extravagantemente en un dogmatismo
caducado, puede negar que no puede demostrarse la no existencia de Dios: es posible
argumentar que es verosímil el ateísmo y que es verosímil el teísmo, en un marco final
de incertidumbre metafísica. Por ello, seguirá habiendo teístas y ateos en una cultura de
la incertidumbre como resultado de un ejercicio de la capacidad personal libre de
orientar el sentido metafísico de la existencia. No ponemos en duda que el ateísmo sea
posible, legítimo, honesto moralmente, que pueda construirse con argumentos lógicos
en lo cosmológico, en la duda de Dios por el mal de una naturaleza ciega o por la
perversidad humana general y de las religiones. El enigma del universo y el silencio-de-
Dios permiten construir un ateísmo respetable y humanamente rico. Pero el ateísmo de
Dawkins, de Harris o de Hitchens, no es este tipo de ateísmo. Sus argumentos no son
correctos y hacen del ateísmo un espectáculo de odio, agresividad y desprecio de la
mayoría de los seres humanos. Es un ateísmo que no es humano, no es solidario con el
hombre ni siente el más mínimo respeto, ternura y compasión con la humanidad
sufriente. En el fondo, se trata de un ateísmo agresivo y descalificador que cae en
aquello que quiere denunciar: la intransigencia, el fanatismo, el dogmatismo, y, en el
fondo, hasta la misma irracionalidad.

Bibliografías:

 Christopher Hitchens; “El fin de la fe. La religión, el terror y el futuro de la


razón” (2007)

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