SISTEMA ÓSEO
SISTEMA ÓSEO
SISTEMA ÓSEO
ÓSEO
El esqueleto es una estructura dinámica,
constituida por huesos. Cada hueso es un
órgano ya que está formado por diversos
tejidos: óseo, cartilaginoso, conectivo
denso, epitelial, otros que generan sangre,
adiposo y nervioso.
El sistema locomotor se encarga de efectuar
todos los movimientos del cuerpo.
Tiene una matriz abundante, y células muy separadas entre sí. La matriz está
formada por:
25% de agua
25% de fibras proteínicas
50% de sales minerales cristalizadas.
Las células óseas son:
Células osteógenas: son células madre, no especializadas, con
capacidad de división; se encuentran en el periostio y endostio.
Los vasos sanguíneos y linfáticos y los nervios provenientes del periostio penetran en el hueso
compacto, por los conductos perforantes de Volkmann.
Tejido óseo esponjoso
En el embrión existe un precursor del esqueleto formado por tejido cartilaginoso hialino y
mesénquina embrionario que ya tiene una forma característica a partir de las seis semanas.
La osificación consta de dos procesos:
Las venas acompañan a las arterias a su paso por los orificios nutricios.
Los vasos linfáticos abundan en el periostio.
Los nervios acompañan a los vasos sanguíneos que nutren los huesos.
El periostio tiene una inervación generosa de nervios sensitivos, responsables del dolor. El
periostio es muy sensible al desgarro o a la tensión, lo que explica el dolor agudo de la
fractura ósea. En cambio el hueso apenas tiene terminaciones sensitivas.
División del sistema esquelético
Son rasgos estructurales adaptados a funciones específicas. Aparecen donde se insertan los tendones,
ligamentos y fascias, o donde las arterias perforan el hueso; otras dan paso a un tendón. Ellas son: