APOCALIPSIS-BENEDETTI
APOCALIPSIS-BENEDETTI
APOCALIPSIS-BENEDETTI
Apocalipsis
“Para manifestar a sus siervos las
cosas que deben suceder pronto...”
Samuel Benedetti
Apocalipsis -“para manifestar a sus siervos las cosas que
deben suceder pronto”-
© Copyright 2018, Samuel Benedetti.
© Copyright 2020, Samuel Benedetti. Segunda edición
EDITORIAL DAVID
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Información adicional: tele./WhatsApp +57 301 4099255
([email protected])
Colaboradores. Corrección de textos: Periodista Nayor Barrios
Impreso en los Estados Unidos de America.
Impreso y encuadernado por: KDP, Amazon.com, Inc.
NOTA
S. B.
Autor - Editor
TABLA DE Contenido
INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
Introducción general. Términos y Métodos: La interpretación
bíblica, Los métodos de interpretación, La escatología.
Las escuelas de interpretación de Apocalipsis. El lenguaje
simbólico. El contraste entre las realidades, natural y
espiritual: El sentido espiritual.
4. EL CREADOR. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
La puerta abierta en el cielo. Dos opciones a seguir desde
el capítulo 4: A. Interpretación futurista. B. Interpretación
histórico continuo. Un trono en el cielo: La adoración al
CREADOR. Los veinticuatro ancianos. Los cuatro seres
vivientes.
5. EL CORDERO. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
La adoración al CORDERO. El libro del Cordero y el libro de
la vida. Línea de tiempo
6. Los sellos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .71
El simbolismo contenido en los sellos. Primer sello. Segundo
sello. Tercer sello. Cuarto sello. Quinto sello. Sexto sello.
Temas a considerar en la apertura de los sellos. La relación
entre “los sellos” y “las señales”. Línea de tiempo
12. paréntesis:
actores de la escena final. . . . . . . . . . . . . . .143
La mujer, su Hijo, su descendencia y el dragón.
13. paréntesis: actores de la escena final
(Continuación). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .147
El dragón y las dos bestias. La Recomendación del Señor
Jesús. La profecía en el sueño de Nabucodonosor. Sueño y
visiones de Daniel. Línea de tiempo.
Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 243
Apocalipsis, para manifestar a sus siervos...
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Prefacio del Autor
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Prefacio del Autor
para unos: los anotados en el libro del Cordero, y hay otros entra-
dos en una sala sin retorno de un juicio para condenación.
Todos los apuntes en este libro tienen como propósito, con la
ayuda de Dios, procurar la edificación de algunas personas; lo cual
involucra, de cierta manera, mencionar las distintas opciones que
puedan ser escogidas. Tenemos un objetivo inicial que es señalar
un camino, y ello nos exige, en ocasiones, confrontar la alternativa
de índole cristiano (escuela futurista), o confrontar la información
del falso evangelio establecido hoy en el mundo.
Mi agradecimiento está dirigido a Jesucristo el Señor: “el San-
to, el verdadero, el que tiene la llave de David”. Y a mis hermanos
en la carne, por la ayuda material y espiritual en la realización de
este trabajo.
SAMUEL BENEDETTI
Iglesia pentecostal del Nombre
Barranquilla, Colombia
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INTRODUCCIÓN
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Introducción
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Introducción
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Introducción
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2. Términos y métodos
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Samuel Benedetti
La interpretación bíblica
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Introducción
La Escatología
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Introducción
4. El lenguaje simbólico
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Introducción
El sentido espiritual
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1
CAPÍTULO UNO
¿Qué es el Apocalipsis?
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Capítulo Uno
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Samuel Benedetti
Ap (1.19): “…escribe las cosas que has visto, y las que son, y las
que han de ser después de estas…”
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Capítulo Uno
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4 Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a voso-
tros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus
que están delante de su trono…”
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Capítulo Uno
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Capítulo Uno
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Se puede así concluir que las palabras dichas a Juan con: «es-
cribe», establecen un presente para aquellas acciones. Anterior a
ese presente está la visión del Hijo del hombre. Haciendo parte
de ese presente estaban las siete iglesias con residencia en Asia;
y posterior a ese presente están “las cosas que han de ser después
de estas”. Acerca de esta última frase, leemos en el original griego
transcrito literalmente: “escribe por lo tanto… cuales (cosas) están
para estar llegando a ser después de estas (cosas).”
Las cosas que estaban para llegar a suceder después de estas
(aquel presente), corresponden a acontecimientos seguidos o in-
mediatos a los que estaban sucediendo; y no, por tanto, a eventos
que ocurrirían en una fecha indetermina en el futuro, posterior al
recogimiento de la iglesia. De algunos eventos debemos decir que
sí ocurrirían posteriores al recogimiento de la iglesia, pero otros
no. Estos temas serán tratados a profundidad cuando, en la lectura
cronológica de Apocalipsis, nos corresponda hablar acerca de “las
que han de ser después de estas”, así como de la siega y de la ven-
dimia de la tierra.
De ahí entonces que en este documento hayamos dividido el
Apocalipsis en tres partes:
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Capítulo Uno
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MENSAJE A LAS IGLESIAS
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Mensaje a las iglesias
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Mensaje a las iglesias
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1 Nota: Al parecer aquel pecado no era notable a simple vista, sino sólo por
Dios en su poder de conocer el corazón.
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3
MENSAJE A LAS IGLESIAS
(continuación)
Ap (3.1-6): “…El que tiene los siete espíritus de Dios, y las siete
estrellas, dice esto: Yo conozco tus obras, que tienes nombre de
que vives, y estas muerto. Sé vigilante, y afirma las otras cosas
que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas
delante de Dios. Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído;
y guárdalo, y arrepiéntete... Pero tienes unas pocas personas en
Sardis que no han manchado sus vestiduras; y andarán conmigo
en vestiduras blancas, porque son dignas…”
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Mensaje a las iglesias
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4
el creador
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El Creador
Presentación -cap. 1
histórico – Continuo
Años: 1…33... 95… 2014…
Ap. 4 - 22
A. Interpretación futurista
En este sendero están los que afirman que las sencillas y obvias
palabras dichas a Juan: “sube acá” (cerca del año 95 d.C.), tienen
además un significado más espiritual y más profundo, y fueron ex-
presadas en paralelismo profético con la iglesia (el grupo de perso-
nas que ahora han creído la palabra de Dios). En otras palabras, Juan
subió al cielo y comenzó a escribir acerca de eventos por suceder.
Su escrito no se cumplió en seguida, sino que quedó detenido en el
tiempo hasta llegar al futuro, a unos años cercanos al fin, cuando las
palabras dichas a él: “sube acá”, se repetirían para la iglesia; desa-
rrollándose a partir de allí los eventos que el apóstol había anotado
en el libro. El propósito de esta afirmación es que, así como Juan
fue levantado al cielo desde los eventos narrados en el capítulo 4 de
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Juan Futuro
Apocalipsis
4-22
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Juan,
Iglesias de Asia
La adoración al CREADOR
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El Creador
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El Creador
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vida y obra del Señor Jesús la hacen cuatro evangelistas, ellos son:
Mateo, Marcos, Lucas y Juan, los cuales hacen su narración apre-
ciándolo desde cuatro puntos de vista diferentes, que corresponden
en su orden a rey, siervo, humano y divino; en conformidad a las
profecías que anunciaban al Mesías: “he aquí tu rey”;1 “he aquí
mi siervo”;2 “he aquí el varón”;3 “ved aquí al Dios vuestro”.4 Con
relación a esto, coinciden los intérpretes bíblicos en asignarle a los
testimonios de los cuatro evangelistas la apariencia de los cuatro
seres vivientes mencionados en Apocalipsis, que en su orden son,
el primero semejante a León (Rey); el segundo a becerro (Siervo);
el tercero con rostro como de hombre (Varón); y el cuarto semejan-
te a un águila volando (Dios).5
Las figuras de los cuatro seres vivientes, hemos interpretado,
simbolizan a los cuatro testimonios evangelistas que han perma-
necido durante estos dos mil años, con vida, en salvación para la
humanidad y en adoración al Señor.
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EL CORDERO
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El Cordero
La adoración al Cordero
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El Cordero
Línea de Tiempo
1 Ap (20.12; 15): “…y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto,
el cual es el libro de la vida…Y el que no se halló inscrito en el libro de la
vida fue lanzado al lago de fuego.” Versículo similar en Lc (10.20): “…no os
regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros
nombres están escritos en los cielos.”
2 Ap (3.5): “El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré
su nombre del libro de la vida…”
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Los sellos
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Los sellos
El primer sello
El segundo sello
El tercer sello
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El cuarto sello
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El quinto sello
(v. 9-11): “Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas
de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios
y por el testimonio que tenían…”
El sexto sello
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Los sellos
El Señor salía con sus discípulos del templo y ellos con admira-
ción comenzaron a mostrarle las piedras y edificios de aquel lugar,
él en respuesta les anuncia proféticamente que no quedaría allí pie-
dra sobre piedra que no fuere derribada; sus discípulos, en interés a
sus palabras, le preguntaron sobre las señales antes del fin (Mt 24).
Definimos aquí “el fin”, como el término final del presente
tiempo, dando inicio al tiempo del milenio (gobierno del Señor en
esta tierra); sin abordar en estos momentos el tema controversial
sobre si el fin es coincidente o no, con el recogimiento de la iglesia.
El Señor les da a sus discípulos unas profecías, y entre ellas les
menciona unas según las cuales el fin no sería inmediatamente.
Dice en Lucas (21.9-12): “Y cuando oigáis de guerras y de sedicio-
nes, no os afanéis; porque es necesario que estas cosas acontezcan
primero; pero el fin no será inmediatamente. Entonces les dijo: se
levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá gran-
des terremotos, y en diferentes lugares hambres y pestilencias; y
habrá terror y grandes señales del cielo. Pero antes de todas estas
cosas os echarán mano, y os perseguirán, y os entregarán a las si-
nagogas y a las cárceles…”
Se distinguen en el discurso anterior seis puntos principales:
1) Conquistas y guerras (el hombre en contra del hombre).
2) Hambres y enfermedades no contagiosas (daño de los recur-
sos naturales).
3) Terremotos (mortandad por desastres naturales).
4) Pestilencias (enfermedades por microorganismos). Nota: La
pestilencia se define como enfermedad contagiosa y como enfer-
medad no contagiosa, en los dos eventos causa gran mortandad.
5) Persecución en contra de los escogidos.
6) Terror por grandes señales.
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Recogimiento
Las cosas que son:
Las 7 iglesias de Asia
La iglesia
El Cordero
Toma el libro
Sellos y trompetas
(señales o principio de dolores)
Las 7 plagas
Figura 4. Ilustración con las cosas que son y las que serán después, contiene
sellos, trompetas y copas de la ira.
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Los sellos
Línea de Tiempo
Cuando el Cordero toma el libro (cap. 5 de Apocalipsis), de in-
mediato comienza a abrir sus siete sellos (cap. 6); de esta escena
simbólica se dijo que cuando el Señor Jesús consiguió la salvación
para la humanidad, de inmediato se inició la cuenta regresiva del
día de redención. Todos estos acontecimientos, dados a conocer en
el capítulo 6 de Apocalipsis mediante la apertura de los sellos, los
hemos ubicado como posibles fechas de ocurrencia, en el lapso de
tiempo que va desde Cristo (año 33) hasta los primeros años del
siglo XX. Como puede notar, hemos fijado una fecha límite de cie-
rre; pero si tenemos en cuenta que los sellos, una vez abiertos, no
se cerraban, podríamos suponer que los acontecimientos origina-
dos por la apertura de los sellos, irían hasta el final de los tiempos.
El primer acontecimiento sobre la apertura de los sellos, se de-
sarrolla cuando aparece el jinete del caballo blanco, interpretado
en su momento como muestra de señorío y conquista. Contextua-
lizando ese primer suceso con nuestra historia hemos encontrado
que, desde el tiempo de Cristo hasta el año de 1900, por ejemplo,
son notables los actos de ocupación de la tierra con un derecho de
propiedad sobre la misma; esto lo asociamos, primero, al vasto im-
perio romano dividido en provincias (hasta el año 476 d.C.), de las
cuales algunas fueron convertidas en las naciones que actualmente
conocemos. El otro aspecto a considerar, concerniente al señorío
y conquista, es el descubrimiento y colonización de América. De
manera que, desde el tiempo de Cristo hasta los primeros años del
siglo XX, es el tiempo de los límites territoriales, de la repartición
del mundo, de la legalidad de propiedades, y de la división de la
tierra en reinos. Pero ¿qué dice la Escritura con relación a la venida
del Señor, a quien la imagen figurada de Apocalipsis lo muestra
descendiendo en un caballo blanco?: “Los reinos del mundo han
venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará (singular)
por los siglos de los siglos” (Ap 11.15). En esta segunda figura, el
señorío y la conquista son atribuidos al Señor Jesucristo, que des-
ciende del cielo para vencer a los antecesores imperios de maldad,
cuyo formador fue el diablo.
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Los sellos
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Paréntesis:
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¿Y qué es del pueblo de Isrrael...Y qué de la Iglesia?
1 Ez (37.19, 21-22): “…He aquí yo tomo el palo de José que está en la mano
de Efraín, y a las tribus de Israel sus compañeros, y los pondré con el palo de
Judá, y los haré un solo palo, y serán uno en mi mano…yo tomo a los hijos de
Israel de entre las naciones a las cuales fueron...y los traeré a su tierra; y los
haré una nación en la tierra…”
2 1 Ts (4.17): “…seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para
recibir al Señor en el aire…”
3 Ro (11.25-26): “…hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; y luego
todo Israel será salvo…”
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otras ideas más, extraídas de los versículos que hablan sobre el día
del Señor.
El tema ocupa un lugar privilegiado en la lista de asuntos acerca
del fin del mundo; por tanto, el motivo de debate para los estudio-
sos bíblicos no es en relación a si la gran tribulación va a suceder
o no. El debate es sobre si la iglesia pasaría o no por un periodo
de gran tribulación. Para algunos el recogimiento es antes de ese
tiempo, para otros es a la mitad, y un pequeño número es partidario
del traslado después de esa tribulación.
Para nosotros en este estudio, para ir paso a paso, consideramos
que la mezcla del concepto “gran tribulación” con otros asuntos,
tal como si se tratase de un mismo suceso bíblico, es un princi-
pio erróneo sobre el cual se hace interpretación. Hay unas claras
diferencias entre el conjunto de factores definidos para “la gran
tribulación” y los que encierra, por ejemplo, el tiempo de la ira de
Dios prevista para el tiempo del fin. El primer concepto: la gran
tribulación, identifica bíblicamente una situación de la que sale la
iglesia, y aparte de ese escenario, hay otro en donde se desarrolla
un periodo de ira y calamidad para Israel. El segundo concepto:
la ira de Dios, comprende el periodo de ira, castigo, juicio, etc.,
manifestado para el tiempo del fin, del cual la iglesia e Israel serán
guardados.
El evento “la gran tribulación”, será estudiado a continuación
en los pasajes bíblicos en donde el término aparezca literalmen-
te, y en especial donde la Escritura mencione a sus protagonis-
tas. Respecto a los protagonistas, ciertamente reviste importan-
cia saber identificar qué pasajes de la Biblia están referidos a la
iglesia y cuáles están referidos a la nación de Israel, porque de lo
contrario atribuiremos a la iglesia aquello que pertenece a Israel
o viceversa. Es importante establecer unos buenos límites entre
esos versículos, pero de igual importancia es saber diferenciar los
distintos escenarios: espiritual y natural, por cuanto la expresión
“gran tribulación”, adquiere un significado cuando se refiere a la
iglesia, y uno diferente cuando lo hace para Israel. Esta singulari-
dad también es observada en otros términos; la palabra “mundo”,
por ejemplo, adquiere un significado cuando está indicado para
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¿Y qué es del pueblo de Isrrael...Y qué de la Iglesia?
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¿Y qué es del pueblo de Isrrael...Y qué de la Iglesia?
Cabe preguntarse:
1 Jn (5.24): “...El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna;
y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.”; Jn (3.18): “El
que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado…”
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otro antes ni lo habrá), el pueblo viviente son los nuevos hijos, los
nacidos de nuevo, el resto del pueblo que no será cortado de la
ciudad.1
Con relación al tiempo de “angustia”, señalado hacia el tiempo
del fin, y en el que Jerusalén otra vez estará rodeada de enemigos,2
entendemos que en esta nueva ocasión (a diferencia de la primera
vez que fue sitiada y destruida la ciudad) existirá el atenuante de
un conocimiento y un clamor a Dios. Sobre ese tiempo de angustia
cercano al fin, reflexionamos, no será como día de luto, sino que
será semejante al “día de la expiación”3 (Yom Kipur), celebrado
por los judíos en la cercanía del año nuevo , y cercanas también a
un nuevo tiempo (se amplía en un capítulo posterior).
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A B C D
Dispersión Retorno
Años: 1 70 1948
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7 semanas y 62 semanas
49 años (7x7) 434 años (62x7)
Figura 6. Ilustra las primeras 69 semanas de la profecía de Daniel.
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La última semana
1 Neh (2.1): “Sucedió en el mes de Nisan, en el año veinte del rey Artajerjes…”
2 Neh (5.14): “…desde el día que me mandó el rey que fuese gobernador de
ellos...desde el año veinte del rey Artajerjes hasta el año treinta y dos, doce
años, ni yo ni mis hermanos comimos el pan del gobernador.”
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Las trompetas
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Las trompetas
La primera trompeta
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La segunda trompeta
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La tercera trompeta
“El tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una gran estre-
lla, ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la tercera parte
de los ríos, y sobre las fuentes de las aguas. Y el nombre de la
estrella es Ajenjo. Y la tercera parte de las aguas se convirtió en
ajenjo; y muchos hombres murieron a causa de esas aguas, por-
que se hicieron amargas.” (8.10-11)
1 Nota: hay refrescos masificados y con una posición de dios entre las naciones.
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y otras más; que son aguas que dejan tras sí amargura causante de
muerte. Algo nada ajeno a nuestra historia ni a las noticias cotidia-
nas, evidenciado en los suicidios, en las enfermedades asociadas a
la amargura, y en los homicidios por diferentes causas, incluyendo
celos amargos, etc.
Sería bueno, en este punto, traer a colación la cuestión de esce-
nas apocalípticas interpretadas de forma literal, como, por ejem-
plo: una piedra física cayendo del cielo. En estos versículos rela-
cionados con el sonar de las trompetas, como hemos mencionado,
vemos un idioma simbólico, debido precisamente a la presencia de
la iglesia en la tierra. Recordemos que los sucesos de calamidad,
dados a conocer a través de las trompetas, están ligados a la acción
de abrir el libro de los salvados. Estos dos hechos: salvación y
condenación, hacen parte del mismo marco espiritual dado por la
iglesia.
La cuarta trompeta
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LAS TROMPETAS
(CONTINUACIÓN)
La quinta trompeta.
“El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del
cielo a la tierra; y se le dio la llave del pozo del abismo. Y abrió el
pozo del abismo, y subió humo del pozo como humo de un gran
horno; y se oscureció el sol y el aire por el humo del pozo. Y del
humo salieron langostas sobre la tierra; y se le dio poder, como
tienen poder los escorpiones de la tierra. Y se les mandó que no
dañasen a la hierba de la tierra, ni a cosa verde alguna, ni a nin-
gún árbol, sino solamente a los hombres que no tuviesen el sello
de Dios en sus frentes. Y les fue dado, no que los matasen sino
que los atormentasen cinco meses; y su tormento era como tor-
mento de escorpión cuando hiere al hombre. Y en aquellos días
los hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán; y ansiarán
morir, pero la muerte huirá de ellos. El aspecto de las langostas
era semejante a caballos preparados para la guerra…Y tienen
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Las trompetas
por rey sobre ellos al ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo
es Abadón, y en griego, Apolión (o, destructor)…” (9.1-12)
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La sexta trompeta
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Línea de Tiempo
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Las trompetas
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LA SÉPTIMA TROMPETA (I)
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SÉPTIMA TROMPETA (II)
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LA SÉPTIMA TROMPETA
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Figura 9. Jerusalén hollada por los gentiles, “el patio que está
afuera del templo”.
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LA SÉPTIMA TROMPETA
Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos se-
senta días, vestidos de cilicio. Estos testigos son los dos olivos, y
los dos candeleros que están en pie delante del Dios de la tierra.
Si alguno quiere dañarlos, sale fuego de la boca de ellos, y devo-
ra a sus enemigos; y si alguno quiere hacerles daño, debe morir
él de la misma manera. Estos tienen poder para cerrar el cielo,
a fin de que no llueva en los días de su profecía; y tienen poder
sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra
con toda plaga, cuantas veces quieran. Cuando hayan acabado
su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra
1 2 Ts (2.4): “…el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo
lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de
Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.”
2 Escrituras afines: Is (14.13): “…subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas
de Dios, levantaré mi trono; y en el monte del testimonio me sentaré…”,
Ez (28.2): “…y dijiste…en el trono de Dios estoy sentado en medio de los
mares…”
3 Dn (11.45): “Y plantará las tiendas de su palacio entre los mares y el monte
glorioso y santo; mas llegará a su fin...”
4 En el versículo de Daniel (11.45) no dice multitudes sino: “mares”. Este es
interpretado como multitudes, por similitud con: Ap (17.15): “…las aguas...
son pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas…”
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LA SÉPTIMA TROMPETA
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La adoración
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deroso, el que eres y que eras y que has de venir, porque has
tomado tu gran poder, y has reinado. Y se airaron las naciones,
y tu ira ha venido, y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar
el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y a los que
temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir
a los que destruyen la tierra...” (11.15-19)
El tribunal de Cristo
La carta a los Romanos (14.10) dice: “Pero tú, ¿por qué juz-
gas a tu hermano?...Porque todos compareceremos ante el tribunal
de Cristo…” Y en la segunda carta a los Corintios (5.10) leemos:
“Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el
tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya
hecho…” En ambos textos el apóstol Pablo menciona un evento:
“el tribunal de Cristo”, en donde se juzgan las acciones de las per-
sonas. Cabe preguntarse ¿“el tribunal de Cristo” es el mismo juicio
ante “el gran trono blanco”?
Un gran número de comentaristas opinan que se trata de suce-
sos diferentes. Del primero, “el tribunal de Cristo”, se dice es para
la iglesia, y del segundo, el juicio ante “el gran trono blanco”, se
ha dicho que es para la humanidad en pecado.
En este estudio, también consideramos se trata de aconteci-
mientos diferentes, y para ello nos apoyamos en la expresión de
Apocalipsis: “…y el tiempo de juzgar a los muertos…” que está en
correspondencia con la Escritura de Juan en donde se hace mención
de “el gran trono blanco”: “Y vi a los muertos, grandes y pequeños
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Apocalipsis, para manifestar a sus siervos...
de pie ante Dios…”1 Según parece ese juicio “final” está dirigido a
los muertos, y en este sentido la Escritura resalta que la iglesia está
formada por personas con vida, por tanto no comparecerían ante
un juicio para muertos.2 No obstante, sí existe el señalamiento de
un tribunal delante del cual los hijos de Dios deberán presentarse.
En Apocalipsis, capítulo 22, dice: “He aquí yo vengo pronto,
y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea
su obra” (v. 12). Este versículo, así como las parábolas acerca de
un hombre noble que en su regreso llama a cuentas a sus siervos,3
refuerzan nuestra creencia de unos galardones hechos manifiestos
con la venida del Señor. Los santos, al parecer, serán llamados a
cuenta por el Señor en su venida, siendo ocasión para la recompen-
sa de unas obras y para la reconvención de otras. Pero la herencia
en un cielo nuevo y en una tierra nueva, analizados dentro de una
secuencia de eventos, sólo se otorgaría a los creyentes después del
juicio de los muertos ante el gran trono blanco.
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12
Paréntesis:
Actores de la escena
final
“Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol,
con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona
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Actores de la Escena Final
144
Apocalipsis, para manifestar a sus siervos...
hijos de Dios, pero ellos le han vencido por medio de la Sangre del
Cordero.1
Después que el dragón fue echado fuera del cielo, persiguió a
la mujer, pero a ella se le dieron las dos alas de la gran águila para
que volase al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un lap-
so de tiempo. Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua
como un río; pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió
su boca y tragó el río. Estos sucesos los hemos interpretado como
el periodo de persecución acontecido a Israel; pero que a partir de
esa última gran persecución ocurrida durante la segunda guerra
mundial, Israel retorna a su tierra, a su lugar, en el año de 1948;
presentándose a partir de ese tiempo la guerra con los vecinos, in-
terpretados para este estudio como el río arrojado por la serpiente.
El dragón está en contra de la mujer: la nación de Israel; y el
dragón está en contra de la descendencia de ella: los constituidos
en hijos de Dios, la iglesia.
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Apocalipsis, para manifestar a sus siervos...
13
Paréntesis:
Actores de la escena
final
(CONTINUACIÓN)
“Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia
que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez
diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo. Y la bestia
que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su
boca como boca de león. Y el dragón le dio su poder y su tro-
no, y grande autoridad. Vi una de sus cabezas como herida de
muerte, pero su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la
tierra en pos de la bestia, y adoraron al dragón que había dado
su autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién
como la bestia, y quién podrá luchar contra ella?... Después vi
otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes
a los de un cordero, pero hablaba como dragón. Y ejerce toda la
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Línea de Tiempo
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SÉPTIMA TROMPETA (III)
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LA SÉPTIMA TROMPETA
“Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evan-
gelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda
nación, tribu, lengua y pueblo, diciendo a gran voz: Temed a
Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y
adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, y el mar y las fuentes
de las aguas. Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído
Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las
naciones del vino del furor de su fornicación. Y el tercer ángel
los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su
imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, él también
beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en
el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante
de los santos ángeles y del Cordero; y el humo de su tormento
sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de
noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que re-
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La siega y la vendimia
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LA SÉPTIMA TROMPETA
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Las leyes injustas (p. ej. decidir encaminar a unos niños por
senda de muerte) y las que promueven maldad, nos dan a entender
que los transgresores han llegado al colmo. Pero, aunque todavía
el anticristo no se haya manifestado como tal, sabemos que ya está
en operación, y ya se le ha oído decir que “el gobierno mundial co-
menzó en el año 2012”. Esta última época de crisis y de cambios,
es la que a la postre dará a conocer al líder mundial. (hoy, sep/2020,
son evidentes: falso profeta, la bestia y la máquina autónoma).
Ese líder en su manifestación plantea al mundo un gobierno de
paz y de seguridad; y, de hecho, contrario a una creencia genera-
lizada, se comenzará a apreciar en el mundo una cierta paz y se-
guridad basada en la arbitrariedad y en el engaño, pero “…cuando
digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción
repentina...y no escaparán. Mas vosotros, hermanos, no estáis en
tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón. Porque
todos vosotros sois hijos de luz…” (1 Ts 5.3-5)
En aquellos días, ocurrirá el recogimiento de la mies (los hijos
de luz), y será apartada la uva para el lagar. Antes de este aconteci-
miento, serían los días de la tribulación para los escogidos por un
lapso de tiempo de quizá diez días1 (poco tiempo). En mención a
ese tiempo de tribulación, dice Daniel (7.25): “Y hablará palabras
contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará (el an-
ticristo), y pensará en cambiar los tiempos y la ley…” Estos santos
del Altísimo quebrantados, son los mismos que reciben el reino
del Señor; dice en un versículo siguiente (7.27): “y que el reino,
y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo,
sea dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino
eterno, y todos los dominios le servirán y le obedecerán”
En los versículos de Daniel, los santos del Altísimo son la iglesia.
De ellos dice el Señor: “Entonces os entregarán a tribulación…y seréis
aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre”. (Mt 24.9).
La tribulación, como ya se mencionó, ha acompañado a la iglesia
desde su fundación (así que no puede sonar extraño), arreciando en
algunos periodos determinados de la historia.
1 Ap (2.10): “No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo
echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis
tribulación por diez días…”
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La enseñanza de la inminencia
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SÉPTIMA TROMPETA (IV)
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LA SÉPTIMA TROMPETA
del testimonio; y del templo salieron los siete ángeles que te-
nían las siete plagas, vestidos de lino limpio y resplandeciente,
y ceñidos alrededor del pecho con cintos de oro. Y uno de los
cuatro seres vivientes dio a los siete ángeles siete copas de oro,
llenas de la ira de Dios, que vive por los siglos de los siglos. Y el
templo se llenó de humo por la gloria de Dios, y por su poder; y
nadie podía entrar en el templo hasta que se hubiesen cumplido
las siete plagas de los siete ángeles.” (15.1-8)
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SÉPTIMA TROMPETA (V)
1 Is (2.12): “…día de Jehová de los ejércitos vendrá…” Hch (2.20): “…el día
del Señor grande y manifiesto”
2 Ap (14.9-10): “…Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la
marca…él también beberá del vino de la ira…”
3 Ap (14.8): “…Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad…”
4 Ap (14.10-11): “él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido
vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre…y
el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos…”
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LA SÉPTIMA TROMPETA
La segunda copa
“El segundo ángel derramó su copa sobre el mar, y éste se con-
virtió en sangre como de muerto; y murió todo ser vivo que
había en el mar.” (v. 3).
La tercera copa
“El tercer ángel derramó su copa sobre los ríos, y sobre las fuen-
tes de las aguas, y se convirtieron en sangre. Y oí al ángel de las
aguas, que decía: Justo eres tú Señor, el que eres y que eras, el
Santo, porque has juzgado estas cosas. Por cuanto derramaron
la sangre de los santos y de los profetas, también tú les has dado
a beber sangre; pues lo merecen.” (v. 4-6).
La cuarta copa
“El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, al cual fue dado
quemar a los hombres con fuego. Y los hombres se quemaron
con el gran calor, y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene
poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle glo-
ria.” (v. 8-9).
La quinta copa
“El quinto ángel derramó su copa sobre el trono de la bestia; y
su reino se cubrió de tinieblas, y mordían de dolor sus lenguas,
y blasfemaron contra el Dios del cielo por sus dolores y por sus
úlceras, y no se arrepintieron de sus obras.” (v. 10-11).
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La sexta copa
“El sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Eufrates; y el
agua de éste se secó, para que estuviese preparado el camino
a los reyes del oriente. Y vi salir de la boca del dragón, y de la
boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus
inmundos a manera de ranas; pues son espíritus de demonios,
que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mun-
do, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todo-
poderoso. He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el
que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean
su vergüenza. Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama
Armagedón.” (v. 12-16).
La séptima copa
“El séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió una gran
voz del templo del cielo, del trono, diciendo: Hecho está. En-
tonces hubo relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor
de tierra, un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde
que los hombres han estado sobre la tierra. Y la gran ciudad
fue dividida en tres partes, y las ciudades de las naciones caye-
ron; y la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para
darle el cáliz del vino del ardor de su ira. Y toda isla huyó, y los
montes no fueron hallados. Y cayó del cielo sobre los hombres
un enorme granizo como del peso de un talento; y los hombres
blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo; porque su
plaga fue sobremanera grande.” (v. 17-21).
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LA SÉPTIMA TROMPETA
El Cordero
recibe el libro 7 truenos
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SÉPTIMA TROMPETA (VI)
GRAN RAMERA:
Descripción
“Vino entonces uno de los siete ángeles que tenían las siete
copas, y habló conmigo diciéndome: Ven acá, y te mostraré la
sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre mu-
chas aguas; con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y
los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de
su fornicación. Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a una
mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de
blasfemias, que tenía siete cabezas y diez cuernos. Y la mujer
estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro, de pie-
dras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro
lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación;
y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA
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SÉPTIMA TROMPETA (VII)
la gran ramera:
Caída
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SÉPTIMA TROMPETA (VIII)
GRAN RAMERA:
La alabanza
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LA SÉPTIMA TROMPETA
“Y salió del trono una voz que decía: Alabad a nuestro Dios
todos sus siervos, y los que le teméis, así pequeños como gran-
des. Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo
de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía:
¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina!
Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llega-
do las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella
se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplande-
ciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos. Y
el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados
a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras
verdaderas de Dios. Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él
me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus her-
manos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; por-
que el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.” (v. 5-10).
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1 Consulte Levítico capítulo 16. Algunos pasajes son los siguientes: v.15:
“después degollará el macho cabrío en expiación por el pecado del pueblo…”
v.29: “Y esto tendréis por estatuto perpetuo: en el mes séptimo, a los diez
días del mes, afligiréis vuestras almas…” v.33-34: “Y hará la expiación por
el santuario santo, y el tabernáculo de reunión; también hará expiación por
el altar, por los sacerdotes y por todo el pueblo de la congregación. Y esto
tendréis como estatuto perpetuo, para hacer expiación una vez al año por todos
los pecados de Israel…”
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LA SÉPTIMA TROMPETA
Días:
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22
1 2 3 4 5 6 7 8
Día de reposo
Santa convocación
Conmemoración al son
de trompetas
Tabernáculos y Cosecha
Siete días de fiesta
Día de reposo
Santa convocación”
1 cf Dt (16.15), Lv (23.40)
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207
LA SÉPTIMA TROMPETA
1 Zac (12.3): “…bien que todas las naciones de la tierra se juntarán contra
ella.”
2 Lv (16.30): “Porque en este día se hará expiación por vosotros, y seréis
limpios de todos vuestros pecados delante de Jehová.”
3 Dn (9.24): “Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu
santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la
iniquidad, para traer la justicia perdurable…”
4 Zac (14.3): “Después saldrá Jehová y peleará con aquellas naciones…”
208
Apocalipsis, para manifestar a sus siervos...
Sinopsis de la séptima
trompeta
Mes séptimo (en semejanza con el mes séptimo celebrado por los
israelitas a la salida del año):
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22
Israel, guardados en su
tierra, retorno definitivo
Anticristo y su ejército
Día final, después de rodear a Israel
Días de fiesta
209
Sinopsis de la séptima trompeta
(d) - El jinete del caballo blanco,6 el pisar del lagar,7 La fiesta y los
galardones.
1 Ap (10.6-7): “…que el tiempo no sería más, sino que en los días de la voz
del séptimo ángel, cuando él comience a tocar la trompeta, el misterio de Dios
se consumará…”
2 Ap (14.15): “…porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra
está madura”
3 Ap (14.18): “Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra, porque
sus uvas están maduras”
4 Ap (14.7-13): “…Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio
ha llegado…Ha caído, ha caído Babilonia…Si alguno adora a la bestia y a su
imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá…”
5 Ap (11.15): “El séptimo ángel tocó…Los reinos del mundo han venido a ser
de nuestro Señor…y él reinará…”
6 Ap (19.11): “Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el
que lo montaba se llamaba Fiel…”
7 Is (63.2-4): “¿Por qué es rojo tu vestido, y tus ropas como del que ha pisado
en lagar? He pisado yo solo el lagar, y de los pueblos nadie había conmigo;
los pisé con mi ira, y los hollé con mi furor; y su sangre salpicó mis vestidos,
y manché todas mis ropas. Porque el día de la venganza está en mi corazón, y
el año de mis redimidos ha llegado”
210
Apocalipsis, para manifestar a sus siervos...
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Apocalipsis, para manifestar a sus siervos...
20
Los mil años y el juicio
ante el gran trono
blanco
“Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y
una gran cadena en la mano. Y prendió al dragón, la serpiente
antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; y lo
arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que
no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos
mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de
tiempo. Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron
facultad de juzgar…Cuando los mil años se cumplan, Satanás
será suelto de su prisión, y saldrá a engañar a las naciones que
están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin
de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la
arena del mar. Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodea-
ron el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios
descendió fuego del cielo, y los consumió. Y el diablo que los
engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde esta-
ban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche
por los siglos de los siglos.” (v. 1-3, 7-10)
213
Los Mil Años y El Juicio Final
214
Apocalipsis, para manifestar a sus siervos...
la llegada del fin. Para su pueblo Israel, la llegada del fin, significa-
rá la restauración de la nación, el cumplimiento de las promesas, y
la celebración de un nuevo pacto entre Dios y ellos.1
Retornando al texto de Apocalipsis 20, es de destacar la men-
ción de que el diablo es atado, y después vuelto a desatar por un
poco de tiempo al final de los mil años. Un predicador decía al
respecto que Dios no tiene problema con el diablo. Lo ató, después
lo desató, y, por último, lo vuelve a aprisionar para castigar.
Leemos también en relación a los mil años que, al parecer, hay
naciones o personas que sin pertenecer a Israel ni hacer parte de
la iglesia, quedarán con vida después de la batalla del Señor con
el anticristo y su ejército.2 Estas naciones y también Israel, serán
juzgadas por los hijos de Dios (la iglesia) que han recibido dicha
facultad. Es en este tiempo cuando Israel se extenderá por toda la
tierra,3 y es el tiempo en que el lobo y el cordero morarán juntos,
y tanto el león como el buey comerán paja; y el niño extenderá su
mano sobre la víbora.4
Cuando los mil años se cumplan, de acuerdo a la lectura de
estos pasajes, las otras naciones diferentes a Israel serán engaña-
das por el diablo, y se reunirán alrededor del campamento de los
santos y de Jerusalén, la capital del reino de Dios, con el propósito
de hacerles guerra. Pero de Dios descenderá fuego y los consu-
mirá. Creemos será el tiempo en que la tierra y el cielo que ahora
conocemos serán destruidos, cuando los elementos ardiendo serán
desechos.5 Por tanto, esta tierra y este cielo huirán de la presencia
1 Jer (31.31-33): “He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré
nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. No como el pacto hice
con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto…
Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días…”
2 Zac (14.16): “Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron
contra Jerusalén, subirán de año en año…”
3 Is (54.3): “Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; y
tu descendencia heredará naciones, y habitará las ciudades asoladas.”
4 Is (11.9-10): “No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la
tierra será llena del conocimiento de Jehová…Acontecerá en aquel tiempo que
la raíz de Isaí…será buscada por las gentes…” Leer también Is (65)
5 2 P (3.7, 12): “pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados
por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio…los cielos
encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán”
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Samuel Benedetti
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Cielo nuevo, tierra
nueva y la nueva
Jerusalén
219
Cielo Nuevo, Tierra Nueva y La Nueva Jerusalén
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Final de Apocalipsis
221
Final de Apocalipsis
222
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Anexo No. 1
ITALIA
TURQUÍA
Grecia
Mar Mediterráneo
ISRAEL
223
Anexo 1, Las Iglesias
1 Hch (19.10): “Así continuó (Pablo) por espacio de dos años, de manera que
todos los que habitaban en Asia, judíos y griegos, oyeron la Palabra del Señor
Jesús.”
2 Sitio para espectáculos públicos propios de la escena.
3 Edificio en el cual se celebraban varios espectáculos, como los combates de
gladiadores y fieras.
4 Lugar destinado para carreras de caballos.
224
Apocalipsis, para manifestar a sus siervos...
Bibliografía.
225
Apocalipsis, para manifestar a sus siervos...
Anexo No. 2
227
Anexo 2 Cronología
Bibliografía
228
Apocalipsis, para manifestar a sus siervos...
Anexo No. 3
Objeciones
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Samuel Benedetti
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Anexo 3, Objecciones
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233
Samuel Benedetti
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Apocalipsis, para manifestar a sus siervos...
rechazado por la nación y fue en ese mismo tiempo en que Dios les
abandonó. Pero, no fue necesario que Dios se mantuviera apartado
de ellos por todo el tiempo de la iglesia, porque una vez que el ca-
mino fue abierto, ya no tenía Dios por que estar apartándose para
abrir camino a los gentiles.
En el pasado, Dios se apartó de Israel con lo cual se abrió la
puerta de reconciliación a otra nación. Dice Juan (1.11-12) que el
Señor, “a lo suyo vino, y los suyos no le recibieron” … pero a los
que les recibieron, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.
A este tipo de Escrituras no hay nada más que agregar; Dios,
literalmente, se apartó de la nación de Israel y formó otro pueblo;
y de la manera como siempre sucedió en la historia de los israelitas
en cuanto a lo que pasaba cada vez que Dios los dejaba, ellos fue-
ron derribados, la nación destruida y el territorio fue dejado a otros
pueblos… Pero igualmente, es un indicador de la reconciliación
de Dios con ellos, cuando la ciudad es reedificada y la nación es
restaurada. Ciertamente, en estos años posteriores a Cristo, los is-
raelitas estuvieron en un período de abandono de Dios, pero ahora
ya han sido restaurados en su tierra como muestras del volverse de
Dios a ellos; una relación que, por lo menos, en sentido Dios hacia
su pueblo, se ha restablecido.
A propósito del renacer de Israel, de la temática del fin y de la
mención que hicimos acerca de la forma figurada, de “higuera”,
como es representada en algunas ocasiones la nación, recordemos
las palabras del Señor Jesús en Lucas (21.29-31): “Mirad la higue-
ra y todos los árboles. Cuando ya brotan, viéndolo, sabéis por vo-
sotros mismos que el verano está ya cerca. Así también vosotros,
cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino
de Dios.”
Este pasaje de Lucas sobre el renacer de Israel, la higuera, tam-
bién está relacionado con los pasajes de Ezequiel e Isaías que ha-
bíamos anotado antes acerca del anuncio anticipado de la forma-
ción del estado de Israel.
Las profecías anunciaban, que los expatriados volverían a su
territorio, que renacerían como nación, y esto, de acuerdo a las pa-
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Samuel Benedetti
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BIBLIOGRAFIA
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Bibliografia
Consultas en Internet:
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