276230065-Trazo-y-Excavacion
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FACULTAD DE ARQUITECTURA
CARRERA DE ARQUITECTURA
TALLER FEDERICO MARISCAL Y PIÑA
TRAZO Y EXCAVACIÓN
Se llama trazo al efecto de localizar, alinear, ubicar y marcar en el terreno o en
la superficie de construcción los ejes principales, paralelos y perpendiculares
señalados en el plano del proyecto, así como los linderos del mismo.
Se llama nivelación a los trabajos que se efectúan para conocer la diferencia
de alturas de uno o varios puntos con respecto a uno conocido, denominado
banco de nivel; éste puede ser verdadero o supuesto y de él depende la
precisión del trabajo.
Al combinar los dos conceptos anteriores, el trazo y nivelación se obtiene la
referenciación necesaria para ubicar al proyecto en el espacio y de acuerdo a
las dimensiones y niveles preestablecidos.
Se pueden clasificar en dos procesos, en general:
Por medios manuales. Cuando la superficie del terreno no es lo
suficientemente grande cuyas dimensiones y desniveles no rebasen las
tolerancias o márgenes de error establecidos para levantamientos
topográficos.
Es recomendable que el trazado se haga por lo menos entre tres personas,
debido a que para una sola resulte demasiado difícil y no queda exacto.
Los materiales mínimos recomendados para llevar a cabo el trazo y la
nivelación son los siguientes: cinta métrica (metálica), carretes de hilo
(reventón), estacas de madera, clavos de 2’’, martillo o maceta (para clavar las
estacas), cal y nivel de manguera para fijar la altura a la que deberá ir el piso
interior de la construcción sobre el terreno. También será necesario hacer una
escuadra de madera para albañilería que uno mismo puede hacer de 50cm x
40cm x 30cm.
Con aparatos de precisión. Se utilizará el nivel y el tránsito. Este
procedimiento se aplica cuando la superficie del terreno es lo suficientemente
grande y sensiblemente desnivelada con el fin de evitar que durante la
medición de distancias, alturas y ángulos se generen márgenes de error
considerables.
Se deben de tomar muy en cuenta los siguientes pasos para llevar a cabo un
buen trazo.
1. Se marca sobre el terreno el trazo de ejes de los muros.
2. Tomando como base la calle de la lotificación estos trazos se ejecutan
con escuadras de madera o bien mediante la propiedad del triángulo, en
donde sus lados vienen siendo 3 y 4 y como lado inclinado 5 para la
conformación del ángulo de 90° o escuadra.
3. El hilo de los ejes se pasa sobre las niveletas de madera y se marcan
sobre ellas el ancho de la excavación.
4. Las niveletas comúnmente se colocan a 1m. aproximadamente fuera del
lugar a excavar.
5. Se hace una rectificación de los ejes en sus dos direcciones después se
procede al trazo con cal sobre el terreno. Quedando así, definido el trazo
y el ancho de las excavaciones a ejecutar.
Tendido de hilos
Para hacer el trazo de la obra, ese toma como referencia alguno de los muros
de las construcciones vecinas en caso de que las haya, en caso contrario será
necesario delimitar en forma precisa el terreno y tomar como referencia para el
trabajo una de las líneas de colindancia, clavando dos estacas en sus extremos
y tendiendo un hilo entre ellas, que no debe moverse en tanto se haya trazado.
Una vez hecho esto, tómese como base esta colindancia, marcando sobre ella
los puntos en los que se van a encontrar los muros perpendiculares a ésta.
Cuando estos puntos se han medido en forma precisa a partir del alineamiento
y se han marcado con lápiz sobre el hilo de colindancia o sobre el muro de la
construcción vecina, se colocan hilos perpendiculares en cada uno de estos
puntos, mediante el auxilio de la escuadra de madera. Sobre cada una de estas
líneas deben tenderse nuevos hilos sostenidos por estacas.
Líneas perpendiculares y paralelas
Trazo de perpendiculares. Para el trazo de un eje perpendicular a otro se
emplea la escuadra haciendo coincidir los hilos con los bordes de la misma.
Cuando esto se logra se amarran los hilos sobre los puente y se vuelve a
rectificar la perpendicular con la escuadra.
Esta misma operación se repite para los muros que van a ir perpendiculares a
estos nuevos trazos y paralelos al hilo de colindancia o muro vecino que se
tomó como referencia. De esta forma se van cerrando los trazos hasta hora los
cuadrados o rectángulo que van a construir todos los cuartos de la
construcción.
Rectificación de perpendiculares. La precisión con la que se lleve a cabo el
trazo es importante que evitará que la construcción tenga defectos posteriores.
Debido a esto se debe rectificar el trazo cuantas veces sea necesario, cuidando
que las medidas tomadas en los hilos coincidan con las previstas y que los ejes
sean perpendiculares entre sí.
Lo primero se hace volviendo a medir las distancias entre ejes de muros y lo
segundo se puede comprobar mediante el siguiente procedimiento:
Mídanse y márquense sobre el hilo que señala el eje de base de dos medidas
cualquiera a ambos lados del punto que señala el cruce de ejes por comprobar,
sobre el hilo que marca el eje perpendicular pásese la misma medida (2 o 3m
por ejemplo). Una vez hecho esto mídanse e diagonal las distancias entre los
tres puntos así marcados. Estas dos medidas diagonales deberán ser iguales
como comprobación de que los hilos están perpendiculares. En caso de que
esto no suceda se deberá mover el hilo a derecha o izquierda, manteniendo fijo
el punto de cruce de los hilo, hasta que las diagonales sean iguales. Esto
indicará que las dos líneas se encuentran perpendiculares.
Trazado del ancho de la excavación. Una vez que se han tenido los hilos de
los ejes, procédase a marcar el ancho de la zanja que se va a excavar para la
cimentación. Se recomienda que la zanja tenga 10cm. De más a cada lado con
respecto al ancho de la base de la cimentación.
Los anterior se hace midiendo la mitad del ancho total del cimiento a cada lado
del hilo y teniendo hilos paralelos al mismo indicando el ancho total de la zanja
por excavar. Cuando se trate de cimientos colindantes con otros terrenos o
construcciones, la zanja se marcará de un solo lado del hilo. Posteriormente
márquese estas líneas con cal. Al quitar los hilos, evítese mover las estacas,
que servirán posteriormente para el trazo de los ejes de los muros.
La excavación es la actividad necesaria para la remoción y extracción de
materiales del suelo o terreno, ya sea para alcanzar el nivel de desplante de
una cimentación; la rasante en la construcción de un camino o el fondo de una
cepa para alojar una tubería.
El procedimiento para la excavación está en función de las características del
terreno y de los materiales por extraer o remover, así como el empleo de
herramienta especial.
De acuerdo al procedimiento la excavación se clasifica de la siguiente manera:
• Excavación por medios manuales.
• Excavación por medios mecánicos.
• Excavación con explosivos, en casos particulares y con la debida
autorización.
La profundidad es una de las características que determina la dificultad de una
excavación, por lo que también se clasifica en función de ésta:
• Desde 0.00 hasta 2.00 m de profundidad.
• Desde 2.01 hasta 4.00 m de profundidad.
• Desde 4.01 hasta 6.00 m de profundidad.
La presencia de agua durante la excavación (nivel freático) representa una
condición importante para valorar esta actividad, por lo que la excavación se
clasifica también así:
• Excavación en seco. Cuando el material no presenta un contenido de
humedad considerable.
• Excavación en material saturado. Cuando en su estado natural y antes
de la excavación la superficie ha estado permanentemente expuesta al
agua, aun cuando el nivel freático se abata durante el proceso de
excavación y construcción de la cimentación.
• Excavaciones en agua. El abatimiento del nivel freático durante el
proceso de construcción se logra mediante acciones de bombeo.
Si esto no es factible económica o técnicamente se considerará como
excavación en agua.
Los suelos que serán excavados se clasifican considerando varias
características tales como su origen, granulometría (densidad, tamaño y
distribución de partículas), resistencia, deformabilidad, permeabilidad, etc.
Para el proceso de excavación la clasificación de los suelos se define en función
de la dificultad para ejecutar esta actividad y se clasifican así:
• Material I. Es aquel que es atacable, si el proceso es manual, utilizando
únicamente pala, sin requerir el uso de pico, aún cuando éste se emplee para
facilitar la operación. Si el proceso es por medios mecánicos, este material
puede ser eficientemente excavado con una escrepa enganchada a un tractor
sobre orugas cuya potencia sea de 90 a 110 caballos de fuerza (hp), sin el
auxilio de arados o por otro similar, aún cuando éstos se utilicen para obtener
mayores rendimientos. Los suelos de este tipo son blandos, no cementados
cuya medida en prueba de penetración estándar o en compresión simple es
menor o igual a 2.5 toneladas por metro cuadrado (ton/m2).
Lo anterior no excluye a otro tipo de suelo con otras características diferentes,
si satisface las señaladas en el inicio de este inciso.
• Material II. Si el proceso es por medios manuales se requerirá el uso de pico y
pala. Si el proceso es por medios mecánicos la dificultad de extracción y carga
exigirá el uso de un tractor sobre orugas con cuchilla de inclinación variable
con una potencia de 140 a 160 caballos de fuerza (hp) o con pala mecánica de
1 m3 de capacidad mínima y sin el uso de explosivos, aun cuando por
conveniencia se utilicen para aumentar el rendimiento. La resistencia a la
compresión simple de este material es menor o igual a 40 ton/m2.
• Material III. Si el proceso es por medios manuales, este material sólo puede
removerse y alterarse con cuña y marro o con el uso de equipo menor como
martillos neumáticos, o bien mediante explosivos o gel expansivo. Si el proceso
es por medios mecánicos se requerirá del uso de martillos neumáticos
adaptados al equipo pesado. En este material la resistencia a la compresión
simple es de 400 ton/m2.
Aspectos importantes para seleccionar el equipo básico para una
excavación por medios mecánicos:
• Tipo de material que se va a excavar.
• Tipo y tamaño del equipo para acarreos.
• Capacidad de carga o resistencia del material que se va a excavar.
• Volumen del material excavado que se va a mover.
• Distancia a la zona de tiro.
• Tipo de camino para el acarreo.
• Tiempo máximo disponible para ejecutar los trabajos, cuando aplique.
Las dimensiones de las excavaciones, niveles y taludes deberán estar
indicadas claramente en el proyecto.
Las excavaciones para cimentación deberán tener la holgura (sobreexcavación)
mínima necesaria (en algunos casos se consideran 10 cm por lado) para que
sea posible construir el tipo de cimentación proyectada. Esta holgura estará en
función de la profundidad, del tipo de cimentación y del tipo de material que
forma el terreno.
En excavaciones para alojar tuberías para drenaje el ancho libre de excavación
se determina en función del diámetro de la tubería a colocar dentro de la cepa
y de la profundidad de la misma.
Los materiales resultantes de la excavación deberán emplearse para los fines
que el proyecto especifique (relleno con producto de excavación, por ejemplo)
o depositarse en el lugar asignado previamente para después acarrearlo fuera
de la obra hasta la zona de tiro autorizada.
Las características de diseño de algunas construcciones hacen posible
aprovechar los taludes de la excavación como cimbra. Esta práctica debe estar
avalada por la autoridad técnica de la obra y por el propietario del proyecto. Si
es el caso, todas las raíces, troncos o cualquier otro material orgánico que
sobresalga deberá cortarse a ras.
Cuando se excava en suelos de material blando que presentan inestabilidad en
los taludes se utilizarán troqueles o ademes.
Los taludes y el fondo de la excavación serán terminados y afinados
ajustándose a las secciones indicadas en el proyecto. Las piedras sueltas,
derrumbes y en general todo material inestable del interior de la cepa será
removido.
Durante el tiempo que la excavación se encuentre abierta se tomarán medidas
de seguridad y protección necesarias para evitar accidentes, derrumbes o
inundaciones.
En caso de encontrar agua y que ésta invada considerablemente los niveles de
desplante o rasante será necesario sacarla mediante bombeo.
Cuando se requiera excavar en material rocoso (material tipo III) y se autorice
por escrito el uso de explosivos, el constructor está obligado a realizar las
obras de protección necesarias para garantizar la seguridad de terceros, civiles
o materiales. Está obligado también, a tramitar y obtener los permisos para su
uso ante la Secretaría de la Defensa Nacional y contar, durante la ejecución,
con el personal capacitado. El constructor será el responsable de los daños y
perjuicios que sean ocasionados por el uso inadecuado de los explosivos o los
que resulten por el transporte, almacenamiento y falta de seguridad además
de la omisión de leyes y reglamentos vigentes relacionados con esta actividad.
Durante el proceso de remoción y depósito del material producto de la
excavación se tendrá especial cuidado en no interferir en las operaciones
simultáneas o subsecuentes de la construcción en general.
Cuando la excavación se realiza por medios manuales y en materiales tipo I o II
se tendrán que hacer traspaleos, de acuerdo con la profundidad para extraer el
material de la cepa.
NOTAS:
1. Las tuberías que se instalarán serán de juntas de
macho y campana a no ser que expresamente se
defina otro tipo de junta.
2. El colchón mínimo sobre el lomo del tubo será de
90cm, a excepción hecha de los lugares en que, por
razones especiales, se indique en los planos otro
distinto.
3. A las excavaciones se les podrá dar el talud que se
desee, pero sólo se tomarán en cuenta el volumen
correspondiente a cepa de paredes verticales con el ancho fijado en esta
tabla y el precio unitario correspondiente. Si se autoriza por escrito un
ademe provisional, el ancho de cepa será el de esta tabla más el ancho
ocupado por ese ademe. Es indispensable que a la altura del lomo del
tubo, la cepa tenga realmente como máximo el ancho de cepa que se
tomará en cuenta según esta nota.
Todas las excavaciones, ya sea por medios manuales o mecánicos, de cualquier
tipo de material o profundidad, incluyen el depósito del material a borde de
cepa. Los traspaleos o maniobras adicionales obligadas por la profundidad o
dificultad del proceso estarán contempladas implícitamente en la selección de
los rendimientos para cada caso.
El afine de fondo y taludes es una actividad integral del proceso de la
excavación. La medición de los volúmenes excavados se hará empleando como
unidad el metro cúbico (m3).
Todos los volúmenes de la excavación se medirán en banco respetando los
trazos y niveles de proyecto y las sobreexcavaciones autorizadas. Para su
cuantificación no se considerará ningún abundamiento.
Es permisible técnicamente que el constructor realice sobreexcavaciones
mayores a las autorizadas para proporcionar más holgura a la maniobras de la
cimentación. Si estas sobre-excavaciones no son autorizadas y no hay
justificación técnica el costo será absorbido por el constructor.
Cuando se trate de una excavación cuyo nivel freático haya sido abatido
durante ésta, se considera, generalmente, como realizada en seco, tomando en
cuenta el bombeo como una actividad complementaria independiente. Aunque,
es posible conciliar esta apreciación, ya que a pesar de no excavar con la
presencia de agua, la remoción y extracción de un material saturado presenta
una dificultad mayor que el seco, por lo tanto su rendimiento es menor.
BIBLIOGRAFÍA:
Manual Técnico de Construcción HOLMCIM Apasco, José Luis García
Rivero, Ed. Fernando Porrua, 4ª Edición, diciembre 2008.
http://tesis.uson.mx/digital/tesis/docs/4291/Capitulo3.pdf
http://www.arquba.com/monografias-de-arquitectura/trazo-y-nivelacion-
de-un-terreno/
http://www.ptolomeo.unam.mx:8080/xmlui/bitstream/handle/132.248.52.
100/427/A5.pdf%3Fsequence%3D5+&cd=3&hl=es&ct=clnk&gl=mx