MECOM_29(9)_863-882_(2010)

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Mecánica Computacional Vol XXIX, págs.

863-882 (artículo completo)


Eduardo Dvorkin, Marcela Goldschmit, Mario Storti (Eds.)
Buenos Aires, Argentina, 15-18 Noviembre 2010

PLANTEO DISCRETO-CONTINUO DE PIEZAS RETICULADAS


PLANAS Y ESPACIALES
DISCRET-CONTINUOUS STATEMENT OF THE STRUCTURAL
BEHAVIOR OF PLANE AND SPATIAL LATTICE ELEMENTS

Carlos P. Filipicha,b, Alberto M. Guzmánc and Marta B. Rosalesb,d


a
CINTA, FRBB, Universidad Tecnológica Nacional, Bahía Blanca, Argentina
b
Departamento de Ingeniería, Universidad Nacional del Sur, Bahía Blanca, Argentina
c CEREDETEC, FRM, Universidad Tecnológica Nacional, Mendoza, Argentina
d CONICET, Argentina

Palabras claves: piezas compuestas, rigidez, equilibrio, estabilidad, sistemas diferenciales.

Resumen. Dentro de la construcción metálica tienen un uso muy difundido las piezas compuestas,
constituidas por perfiles paralelos denominados largueros o montantes conectados entre sí por diversos
sistemas como son los empresillados o las malla de reticulados. En numerosos sistemas estructurales,
esta tipología se presenta en forma repetida y sistemática y por ello su análisis estructural detallado re-
sulta extremadamente caro. Por ello, es usual utilizar modelos equivalentes que surgen de reemplazar el
reticulado por una formulación de viga de alma llena. Existen enfoques basados en el análisis de rigidez
y otros, como en este trabajo, basado en planteos energéticos. Aquí se generaliza el último método
y para ello, se calculan las sumas de las energías de deformación de los distintos elementos, y acep-
tando la hipótesis de que los elementos son suficientemente numerosos, se aproximan las sumatorias
por integrales clásicas de Cauchy-Riemann (pasaje del discreto al continuo). Se dispone entonces, de
funcionales que permiten calcular automáticamente, por medio de algún procedimiento conocido (por
ejemplo, el Teorema de Mínima Energía ), las ecuaciones diferenciales de equilibrio de estas piezas, y
adicional, y fundamentalmente, hallar sin mayores complicaciones algebraicas o intuitivas las Condi-
ciones de Borde. En este trabajo se asume el caso complejo, en el cual la traza de los largueros determina
una disposición triangular con un reticulado de unión en cada uno de los tres planos que conforman los
largueros dos a dos. Además del aporte de la deformación axial en los largueros, se tiene en cuenta el
efecto de segundo orden. Por último, se presentan ilustraciones numéricas de elementos estructurales
reticulados planos, utilizando la formulación equivalente para resolver problemas estáticos. Debe men-
cionarse que este modelo equivalente será utilizado para los estudios estáticos y dinámicos de torres
autosustentadas o mástiles arriostrados de uso en estructuras de soporte de antenas de comunicaciones,
partiendo de un ahorro significativo en el tamaño de los modelos.

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864 C. FILIPICH, A. GUZMAN, M. ROSALES

1 INTRODUCCIÓN
Dentro de la construcción metálica tienen un uso muy difundido las piezas compuestas con-
stituidas por perfiles paralelos denominados montantes o largueros, conectados entre sí por
diagonales. En lo que hace fundamentalmente a la industria de las telecomunicaciones, las
antenas generalmente son soportadas por mástiles reticulados. Estos sistemas estructurales pre-
sentan una importante cantidad de elementos (largueros y diagonales) por lo que es habitual en
el diseño utilizar modelos equivalentes que surjen de reemplazar al reticulado por una formu-
lación de viga de alma llena, resultando ello en un menor costo computacional a la hora del
análisis (Madagula et al., 1998; Wahba et al., 1998). Para la determinación de esta formulación,
existen enfoques basados en el análisis de la flexibilidad (Ben Kahla, 1995; Wahba et al., 1998)
y otros, como los basados en planteos energéticos. En base a este último método y a partir de
calcular la suma de la energía potencial y cinética almacenada en cada elemento del reticulado,
y aceptando la hipótesis de que las diagonales son suficientemente numerosas, las sumatorias
son aproximadas por integrales clásicas de Cauchy-Riemann (pasaje del discreto al continuo).
El mismo enfoque se utilizó en (Filipich y Bambill, 2003) para pasar de piezas compuestas
empresilladas -problema discreto- a un problema continuo que desemboca en un sistema difer-
encial lineal de 6to orden. Se dispone así de funcionales de energía que permiten determinar,
mediante la aplicación del Teorema de Mínima Energía, las ecuaciones de campo y las condi-
ciones de borde del problema planteado. La solución de estas ecuaciones permite encontrar
las propiedades equivalentes para la formulación de la viga de alma llena. El alcance del pre-
sente trabajo, primera parte del planteo energético presentado, contempla la determinación de
la energía potencial de cada elemento de un mástil reticulado en zig-zag y de sección transver-
sal triangular, considerando efectos de segundo orden presente en los largueros. Luego y bajo
la aceptación de ciertas hipótesis, se pasa del dominio discreto al continuo obteniendo así el
funcional de energía potencial del sistema. Por último, se presentan ilustraciones numéricas de
elementos estructurales reticulados planos, utilizando la formulación equivalente para resolver
problemas estáticos.

2 MÁSTIL RETICULADO ANALIZADO


Se analiza el caso de un mástil reticulado en zig-zag, de sección transversal triangular y
equilátera. Los largueros y diagonales son de directriz recta, sección transversal constante y de
material elástico y lineal.
La pieza presenta una altura H (ver Fig. 1), y está constituida por tres largueros continuos
unidos entre sí por tres planos de diagonales iguales y articuladas en sus extremos. El área de
la sección transversal de cada larguero es Al y la de cada diagonal Ad . El momento de inercia
de los largueros respecto a cada una de las direcciones principales es Jly y Jlz . La longitud de
cada diagonal es Ld .
Se acepta que la separación o paso ∆ de las diagonales es relativamente pequeña respecto a
la altura de la pieza, lo que equivale a aceptar un número de diagonales suficientemente grande.
Se designa genericamente como módulo n de la pieza, al tramo de altura en el cual quedan
contenidas dos diagonales por cada cara o plano de unión.

3 PLANTEO DEL PROBLEMA


En Figura 1 se muestra la pieza en su configuración inicial o de referencia, la que frente a
una acción externa, adquiere una nueva posición denominada configuración deformada. Frente
a este cambio de configuración, los nodos de la pieza experimentan corrimientos en cada una de

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Figura 1: Pieza analizada. a) vista. b) sección transversal

las direcciones principales, siendo los mismos, las funciones u(x), v(x), w(x). Estos corrimientos
hacen que los elementos del reticulado almacenen energía elástica de deformación.
A la mitad de altura de cada módulo del reticulado, es decir en ∆/2, consideramos una
sección transversal plana de referencia. Los corrimientos de los nodos ubicados fuera de esta
sección, son expresados mediante serie de Taylor a partir de los corrimientos de los nodos
contenidos en la sección de referencia.

3.1 Energía elástica en diagonales


Considerando el módulo 1, y a partir de los corrimientos experimentados en sus nodos, se
determina la energía elástica almacenada en cada diagonal del mismo.
Se analiza la diagonal D(16) ubicada sobre la cara 1 y que va desde el nodo 1 al nodo 6.
Expresando los corrimientos del nodo 1 a partir de la información conocida en el nodo 4, resulta:

u1 = u4 − u04
2
0∆
v1 = v4 − v4 (1)
2

w1 = w4 − w40
2
siendo (•)0 ≡ d(•)
dx
Designando a d~(16) como el vector posición de la diagonal D(16) en la configuración de

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referencia, resulta:
d~(16) = ĭdx + j̆dy = Ld (ĭsinα + j̆cosα) (2)
y siendo su módulo:
|d(16)| = Ld (3)
Designando ahora d~∗(16) como el vector posición en la configuración deformada, resulta:
d~∗(16) = d~(16) + ĭ(u6 − u1) + j̆(v6 − v1) + k̆(w6 − w1 ) (4)

Reemplazando a d~(16) por sus componentes, desarrollando la raiz por expansión binomial y
aceptando como prescindibles los términos de orden superior por ser u(x), v(x), w(x) pequeños
corrimientos, el módulo del vector d~∗(16) resulta:
" #
(u 6 − u 1 ) (v 6 − v 1 )
|d~∗(16)| ≈ Ld 1 + sinα + cosα (5)
Ld Ld

Los corrimientos experimentados por la diagonal, al pasar de una configuración a la otra,


resultan ser la diferencia entre los módulos analizados. A partir de ello se determina la defor-
mación en la diagonal, la cual resulta:

|d~∗(16)| − |d~(16)| (u6 − u1 ) (v6 − v1)


εD(16) ≈ = sinα + cosα (6)
Ld Ld Ld
y con ello la energía de deformación elástica almacenada en la diagonal D(16):
" #2
1 EAd
Z
UD(16) = σ (16) εD(16) dV ≈ (u6 − u1)sinα + (v6 − v1)cosα (7)
2 V D 2Ld

Con idéntico desarrollo se obtienen las energías almacenadas en las restantes diagonales del
módulo 1: " #2
EAd
UD(67) ≈ (u7 − u6 )sinα − (v7 − v6)cosα (8)
2Ld
" #2
EAd
UD(15) ≈ (u5 − u1 )sinα + (v5 − v1)cosαcosβ − (w5 − w1 )cosαsinβ (9)
2Ld
" #2
EAd
UD(57) ≈ (u7 − u5)sinα − (v7 − v5 )cosαcosβ + (w7 − w5)cosαsinβ (10)
2Ld
" #2
EAd
UD(35) ≈ (u5 − u3 )sinα − (v5 − v3)cosαcosβ − (w5 − w3 )cosαsinβ (11)
2Ld
" #2
EAd
UD(59) ≈ (u9 − u5 )sinα + (v9 − v5)cosαcosβ + (w9 − w5 )cosαsinβ (12)
2Ld
Llamando a UD1 como la suma de las energías almacenadas en las diagonales del módulo
1 se obtiene, en el dominio discreto, el aporte de dichas diagonales a la energía potencial del
sistema:
UD1 = UD(16) + UD(67) + UD(15) + UD(57) + UD(35) + UD(59) (13)

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Reemplazando y expresando los corrimientos de los nodos (por serie de Taylor) a partir de
los corrimientos experimentados por los nodos del plano de referencia, resulta al desarrollar
algebraicamente:
EAd 
A1 sin2(α) + B1cos2 (α) + C1sin(α)cos(α) (14)

UD1 ≈
2Ld
en donde se ha llamado a:
" # " #
1
A1 = 2 (u4 − u5 )2 + (u4 − u6 )2 + (u5 − u6)2 + 2(u04 )2 + (u06)2 ∆2 (15)
2

( " #2 "
B1 = 2 (v4 − v6 )2 + (v4 − v5)cosβ − (w4 − w5 )sinβ + (v5 − v6)cosβ+
#2 ) " # (16)
1
+(w5 − w6)sinβ + (v40 )2 + (v40 cosβ − w40 sinβ)2 + (v60 cosβ + w60 sinβ)2 ∆2
2
"
C1 = 2 − (u4 − u5 )(v40 cosβ − w40 sinβ) − (u5 − u6 )(v60 cosβ + w60 sinβ)−

−(v4 − v5)u04cosβ − (v5 − v6)u06 cosβ − (v4 − v6)u04+ (17)


#
+(w4 − w5 )u04sinβ − (w5 − w6 )u06sinβ ∆

De este mismo modo se obtienen los coeficientes para cada uno de los módulos que forman
parte de la pieza, y con ello, la energía potencial almacenada en toda y cada una de las diago-
nales debida a los corrimientos experimentados por el mástil reticulado en las direcciones U, V
y W , resulta:
" #
EAd
UD = (A1 + ... + Am)sin2α + (B1 + ... + Bm)cos2 α + (C1 + ... + Cm)sinαcosα (18)
2Ld

m
!
EAd X
UD = An sin2α + Bn cos2 α + Cn sinαcosα (19)
2Ld n=1
siendo m el número total de módulos del reticulado.
De este modo se ha obtenido en el dominio discreto la energía potencial almacenada en cada
una de las diagonales que conforman el mástil reticulado en zig-zag.
Ahora bien, si se asume que la separación o paso ∆ entre diagonales es relativamente pe-
queño con respecto a la altura H del mástil, entonces equivale matemáticamente a proponer que
∆ → 0 cuando m → ∞. De este modo podemos representar de manera aproximada a la suma
de la energías almacenadas en las diagonales (dominio discreto) mediante la integral clásica de
Cauchy-Riemann, como si se tratase de un dominio continuo. Por lo tanto resulta:
m
X
UD = lim(m→∞;∆→0) UDn (20)
n=1

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o bien con dx = ∆
H
EAd
Z
Asin2α + Bcos2α + Csinαcosα dx (21)

UD =
2Ld ∆ 0

Considerando ahora a una sección transversal genérica del reticulado y ubicada a una altura
x (ver Fig. 2), los coeficientes resultan:

Figura 2: Sección transversal genérica

" # " #
1
A = 2 (ua(x) − ub(x) )2 + (ua(x) − uc(x) )2 + (ub(x) − uc(x) )2 + 2(u0a(x) )2 + (u0c(x) )2 ∆2 (22)
2
( " #2
B = 2 (va(x) − vc(x) )2 + (va(x) − vb(x) )cosβ − (wa(x) − wb(x) )sinβ +
" #2 )
+ (vb(x) − vc(x) )cosβ + (wb(x) − wc(x) )sinβ + (23)
" #2
1
+ (va(x) ) + (va(x) cosβ − wa(x) sinβ) + (vc(x) cosβ + wc(x) sinβ) ∆2
0 2 0 0 2 0 0 2
2

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(" #
C=2 (wa(x) − wb(x) )sinβ − (va(x) − vb(x) )cosβ − (va(x) − vc(x) ) u0a(x) −
" #
− (wb(x) − wc(x) )sinβ + (vb(x) − vc(x) )cosβ u0c(x) −
" # (24)
− (ua(x) − ub(x) )cosβ + (ua(x) − uc(x) ) va0 (x) −
)
−(ub(x) − uc(x) )cosβvc0 (x) + (ua(x) − ub(x) )sinβwa0 (x) − (ub(x) − uc(x) )sinβwc0 (x) ∆

3.2 Energía elástica y de 2do orden en largueros


Los largueros o montantes son considerados como continuos en toda su altura. Sobre la
sección transversal se considera que está aplicada una carga de compresión P actuando de
manera centrada. Con ello, la energía potencial almacenada en los largueros, y considerando
los efectos de segundo orden producidos por P , resulta:
1 1
Z Z
σL(x) (vL0 (x) )2 + (wL0 (x) )2]dV (25)

UL = EAl σL(x) εL(x) dV +
2 V 2 V

( Z
H
1
(u0a(x) )2 + (u0b(x) )2 + (u0c(x) )2 dx+

UL = E Al
2 0
Z H Z H )
 00 2 00 2 00 2
  00 2 00 2 00 2

+Jly (va(x) ) + (vb(x) ) + (vc(x) ) dx + Jlz (wa(x) ) + (wb(x) ) + (wc(x) ) dx +
0 0
H
P
Z
(va0 (x) )2 + (vb0 (x) )2 + (vc0 (x) ) + (wa0 (x) )2 + (wb0 (x) )2 + (wc0 (x) ) dx
 
+
6 0
(26)
d(•)
siendo (•) ≡ 0
dx
, ..., etc.

Llamando a:
D = (u0a(x) )2 + (u0b(x) )2 + (u0c(x) )2 (27)

F = (va00(x) )2 + (vb00(x) )2 + (vc00(x) )2 (28)

G = (wa00(x) )2 + (wb00(x) )2 + (wc00(x) )2 (29)

I = (va0 (x) )2 + (vb0 (x) )2 + (vc0 (x) ) + (wa0 (x) )2 + (wb0 (x) )2 + (wc0 (x) ) (30)
De este modo, la energía elástica de deformación almacenada en los largueros se puede
expresar como:
( Z )
H Z H Z H
1 P H
Z
UL = E Al Ddx + Jly F dx + Jlz Gdx + Idx (31)
2 0 0 0 6 0

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3.3 Energía total del sistema


La energía elástica de deformación almacenada en el mástil reticulado, resulta ser la almace-
nada en los largueros y diagonales. De este modo el funcional de energía potencial del sistema
queda expresado como:
U = UD + UL (32)
o lo que es lo mismo:
Z H" #
1 Ad P H
Z
2 2

U= E Asin α+ Bcos α+ Csinαcosα + Al D + Jly F + Jlz G dx + Idx
2 0 Ld ∆ 6 0
(33)
obteniéndose así la expresión del funcional de energía a partir de pasaje del dominio discreto al
dominio continuo.
Ésta última ecuación representa la expresión general de la energía potencial para el mástil
reticulado en zig-zag analizado, en donde se han tenido en cuenta los efectos de segundo orden
producidos por una carga de compresión P actuando de manera centrada respecto a la sección
transversal de la pieza.

4 PIEZAS COMPUESTAS PLANAS


Como caso particular de la teoría previa desarrollada para piezas rectas reticuladas espa-
ciales de traza triangular, abordaremos varios ejemplos para reticulados planos de 2 largueros y
diagonales de unión. Para este caso (ver Fig. 3) los desplazamientos básicos son 4, los que se
designan como:
ua(x) , ub(x) , va(x) , vb(x) (34)
siendo ua(x) y ub(x) desplazamientos axiales de cada larguero, y va(x) y vb(x) los transversales
(flexionales) de los mismos, respectivamente. Las cargas actúan sobre los largueros.
El sistema diferencial lineal de equilibrio estático teniendo en cuenta efectos de segundo
orden es para el caso plano que nos ocupa, el siguiente:

u00b + Kδ + Pb = 0 (35)

vb0000 + µva00 + Mη − Qb = 0 (36)

∆ 0
u00a − K(δ − η ) + Pa = 0 (37)
2
∆ 0
va0000 + µva00 − M(η − δ ) − Qa = 0 (38)
2
d(•)
siendo (•)0 ≡ dx
, ..., etc. y donde se ha definido a:

∆2 0 2e
η = η(x) ≡ ua + (vb − va ) (39)
2Ld Ld

∆ ∆e 0
δ = δ(x) ≡ (ua − ub ) − v (40)
Ld Ld a

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Figura 3: Reticulado plano

y siendo:
pa,b
Pa,b ≡
EAl
qa,b
Qa,b ≡
EJl
Ad
K≡ (41)
2Al L2d
Ad e
M≡
∆L2d Jl
P
µ≡
2EJl
Nota: En las ecuaciones (41), (42) y (43) se han despreciado términos de poca relevancia
numérica tales como ∆2β 00 y ∆3β 00. Esta situación queda clara adimensionalizando en x, donde
aparecerían términos de la forma (∆/H)2 y (∆/H)3 .
El origen de coordenadas x es arbitrario. Denominamos, entonces, genéricamente como x0
y xH las coordenadas de los extremos de la pieza.
Las correspondientes Condiciones de Borde (C.B.) al sistema diferencial (ec. 38, 39, 40 y
41) son las 12 siguientes. Destacamos que en cada borde y en cada larguero, deberá - según la
vinculación - suponerse una C.B. geométrica o su C.B. natural vinculada; es decir lo que deben
ser nulos son 12 trabajos virtuales en los extremos de los largueros.

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C.B. Geométricas o Esenciales xH


ub x0
=0
xH
vb0 x0
=0
xH
vb x0
=0
xH (42)
ua x0
=0
xH
va0 x0
=0
xH
va x0
=0

C.B. Naturales o Estáticas


Nb xH
u0b + x0
=0
EAl
xH
vb00 x0
=0
Qb xH
vb000 + µvb0 + x0
=0
EJl
(43)
∆ Na xH
u0a + K η + x0
=0
2 EAl
xH
va00 x0
=0
∆ Qa xH
va000 + µva0 + M δ+ x0
=0
2 EJl
donde Na y Nb son cargas axiales, y Qa y Qb son cargas transversales que pudieran eventual-
mente aplicarse en los extremos de cada larguero.
Ahora bien, como observamos en las ecuaciones (45) y (46) tenemos 12 C.B. a satisfacer,
cantidad que por supuesto coincide con el orden diferencial del sistema (ec. 38, 39, 40 y 41).
Además de manipular 12 constantes arbitrarias de integración la solución de los 4 corrimientos
es mezcla de una mitad algebraica y otra trigonométrica.
La propuesta (ec. 38, 39, 40 y 41) es necesaria si debemos resolver problemas que toman en
consideración el efecto de segundo orden que genera la cara P de punta. O sea, tanto para el
cálculo de elásticas o de cargas críticas (con P = Pcr y pa = pb = qa = qb = 0) es menester
utilizar el sistema diferencial (ec. 38, 39, 40 y 41) y sus 12 C.B.
En cambio cuando debemos calcular elásticas de piezas compuestas donde A4Jl el2 << 1, situación
muy frecuente en la práctica, podemos dejar de lado en el sistema diferencial el aporte de va0000
y de vb0000 que energéticamente provienen de la flexión de cada larguero. En este caso donde el
momento de inercia local es irrelevante frente al momento de inercia global Jy que (fórmula de
Steiner) vale en general:
 e 2
Jy = 2J + 2Al (44)
2
que por lo dicho se reescribe como:
Al e2
Jy = (45)
2
Aceptando esta simplificación (P = 0 no existe efecto de segundo orden) el sistema diferencial
(ec. 38, 39, 40 y 41) se reduce al siguiente:

u00b + Kδ + Pb = 0 (46)

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Mecánica Computacional Vol XXIX, págs. 863-882 (2010) 873

qb
η− =0 (47)
ET
∆ 0
u00a − K(δ − η ) + Pa = 0 (48)
2
∆ 0 qa
−η + δ − =0 (49)
2 ET
donde:
Ad e
T ≡ MJl = (50)
∆L2d
Todavía las C.B. de las ecuaciones(45) y (46) se reducen a sólo 6 y valen:
xH
ub x0
=0
x
ua xH0 =0 (51)
x
v a xH =0
0

Nb xH
=0u0b +
EAl x0
∆ Na xH
u0a + K η + =0 (52)
2 EAl x0
∆ Q i xH
δ+ =0
2 ET x0
Obsérvese que la simplificación impuesta no permite imponer C.B. flexionales (v, v 0) en el
larguero "b". Esto exige que deba suponerse que las diagonales extremas nacen en el larguero
"a". Esta
 alternativa no influye en tanto y en cuanto se verifique la hipótesis de partida de asumir
que H es suficientemente pequeño.

Ahora bien, la ventaja primordial del sistema diferencial (ec. 49, 50, 51 y 52) radica en que
la solución homogénea del sistema diferencial es exclusivamente algebraica y dependerá de seis
constantes que se fijarán al imponer las C.B. dadas en las ecuaciones (54) y (55).

4.1 Solución del sistema diferencial


Como todo sistema diferencial lineal y ordinario como el que nos ocupa, consta del aporte de
dos tipos de solución que suelen denominarse como solución particular y solución homogénea.
La particular - que no es única - dependerá de los términos independientes (las funciones pa(x) ,
pb(x) , qa(x) y qb(x) en nuestro presente desarrollo); sin embargo como sabemos siempre es posible
determinarla conociendo la solución básica u homogénea. La solución homogénea del sistema
diferencial (ec. 49, 50, 51 y 52) se halla teóricamente, como se sabe, admitiendo que los
corrimientos en ausencia de cargas aplicadas - pa = pb = qa = qb = 0 - valen:

u(h)
a = A1 e
λx

(h)
ub = A2eλx
(53)
va(h) = A3eλx
(h)
vb = A4eλx
En general λ es un número complejo.

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874 C. FILIPICH, A. GUZMAN, M. ROSALES

Reemplazando las ecuaciones propuestas en (13) en el sistema diferencial homogeneizado


(ec. 49, 50, 51 y 52), tendremos un sistema lineal homogéneo de 4x4 en A1, A2, A3 y A4.
La novedad es que la condición de solución no trivial, o sea el determinante de los coefi-
cientes nulos, vale:  e∆ 2
λ6 = 0 (54)
Ld
(h) (h) (h) (h)
O sea tenemos seis raíces nulas de multiplicidad 6 con lo cual ua , ub , va y vb como dijimos
son algebraicas. Es sencillo encontrar las 4 funciones que valen:
1 1  1 Ld C3 e 1
ua(h) 2
= C3 x e + C4 e + C1 x + + C5 e + C2 (55)
4 2 2 ∆K 2

4 KQx3 1  1 4Ld Q  1
(h)
ub =− 2
− C3 x e + − C4 e + C1 − x − C5 e + C2 (56)
3 ∆ 4 2 ∆ 2 2
1 KQx4  1 2 KQ  3 1  4L Q 
va(h) = + C3 − x + C4 x 2 + −
d
+ C 5 x + C6 (57)
3 ∆e 6 3 ∆ 2 ∆2
(h) 1 KQx4  1 2 KQ  3 1 (12∆eC4 − 12∆2 KQ)x2
vb = + C3 − x + +
3 ∆e 6 3 ∆ 24 ∆e (58)
 1 24C ∆e − 3∆3 C e 4L Q  1 −12QLd ∆ + 24C6 ∆e − 3∆3 C1
5 3 d
+ − x+
24 ∆e ∆2 24 ∆e
donde C1, C2, C3 , C4 , C5 y C6 son las sies constantes a determinar por las C.B., y siendo el
"factor de corte" ϕ definido como:
12Al L3d
ϕ≡ (59)
Ad∆H 2
(o) (o) (o) (o)
En cuanto a una solución particular que denominaremos como ua , ub , va y vb , y que
para fijar ideas tomamos una pieza de longitud H con pa = pb = P = 0 y qa = qb = q2 , con
x0 = 0 y xH = H, valdrá:
 4L x 2 Kx3 
(o)
ua = Q
d
+ (60)
∆2 3 ∆
2 KQx3
(o)
ub = − (61)
3 ∆
1 KQx4
va(o) = (62)
3 ∆e
 1L 1 ∆Kx2 1 ∆Kx4 
(o)
vb = Q −
d
− + (63)
2 e 2 e 3 ∆e
Evidentemente si no existen cargas aplicadas las soluciones particulares serán nulas (caso I3
a desarrollar en Sección ejemplos).

5 EJEMPLOS
5.1 Determinación de la elástica
Se desarrollan tres casos de una pieza reticulada plana (ver Fig. 4) y en donde x0 = 0 y
xH = H, y pa = pb = P = 0.

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Figura 4: Pieza genérica de análisis

5.1.1 Caso I1
q
Se trata de una "viga simplemente apoyada" (ver Fig. 5), en donde qa = qb = 2
y Na =
Nb = Qa = Qb = 0 en x0 = 0 y xH = H.
Las C.B. resultan (ec. 54 y/o 55) en:
x=0
K∆
u0a + η=0
2
u0b = 0
va = 0
x=H
ua = 0
u0b = 0
va = 0
Trabajamos con las soluciones dadas en las ecuaciones (ec. 58, 59, 60, 61, 63, 64, 65 y 66),
encontrando que las reacciones sobre los largueros valen:

qH 2
Lcb ≡ EAl u0b( H ) =
2 8e
2 2
qH ∆ qH 2
Lca ≡ EAl u0a( H ) =− 1+ 2 ≈−
2 8e H 8e
resultando Lc = Lcb + Lca = 0.

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Figura 5: Viga simplemente apoyada

El momento flector en el centro es:


qH 2 Lc e qH 2
Mc = − =
8 2 8
que coincide con la teoría clásica. Las flechas valen:
" #
5qH 4 4ϕ ∆4 ∆2  9 + 4ϕ  5qH 4  4ϕ 
fb ≡ vb( H ) = 1+ +6 4 + 2 ≈ 1+
2 384EJy 5 H H 5 384EJy 5
5qH 4  4ϕ 3∆2  5qH 4  4ϕ 
fa ≡ va( H ) = 1+ + ≈ 1+
2 384EJy 5 5H 2 384EJy 5

Por ejemplo si Al = 3.14 ; Ad = 1.13 ; ∆ = 20 ; e = 40 y H = 400, resulta ϕ = 0.730, y con ello


la flecha es un 58% mayor a la calculada con la teoría clásica considerando ϕ = 0.

5.1.2 Caso I2
q
Se trata de una "viga empotrada" (ver Fig. 6), en donde qa = qb = 2
y Na = Nb = Qa =
Qb = 0 en x0 = 0 y xH = H.
Las C.B. resultan (ec. 54 y/o 55) en:
x = 0 y en x = H
ua = 0
ub = 0
va = 0

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Figura 6: Viga empotrada

obteniendo con las soluciones dadas en las ecuaciones (ec. 58, 59, 60, 61, 63, 64, 65 y 66) que:
qH 2
Lcb ≡ EAl u0b( H ) =
2 24e
2
qH
Lca ≡ EAlu0a( H ) = −
2 24e
qH 2
L0b ≡ EAlu0b(0) = −
12e
2
qH
L0a ≡ EAlu0a(0) =
12e
0 qH 2
LHb ≡ EAlub(H) = −
12e
2
qH
LHa ≡ EAlu0a(H) =
12e
qH 2 e qH 2
Mc = − L0a + L0b =
8 2 24
e qH 2
ME = − L0a + L0b = −
2 12
que coinciden con la teoría clásica aún siendo un hiperestático. Las flechas valen:
" #
qH 4 ∆2 qH 4
fb ≡ vb( H ) = 1 + 4ϕ + 2 2 (1 + 2ϕ) ≈ (1 + 4ϕ)
2 384EJy H 384EJy
qH 4
fa ≡ va( H ) = (1 + 4ϕ)
2 384EJy

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878 C. FILIPICH, A. GUZMAN, M. ROSALES

Por ejemplo si Al = 3.14 ; Ad = 1.13 ; ∆ = 20 ; e = 40 y H = 400, resulta ϕ = 0.730, y con ello


la flecha es un 292% mayor a la calculada con la teoría clásica considerando ϕ = 0.

5.1.3 Caso I3
Se trata de una "ménsula" (ver Fig. 7), en donde qa = qb = 0, Qa(H) = Q y Qb(H) = Qa(0) =
Qb(0) = 0, y siendo todo Na = Nb = 0 en x0 = 0 y xH = H. En este ejemplo las soluciones
particulares son nulas (observar ec. 63, 64, 65 y 66). Las soluciones homogéneas (ec. 58, 59,

Figura 7: Ménsula

60 y 61) con las C.B. impuestas dan lugar a:


QH
L0b ≡ EAlu0b(0) = −
e
QH
L0a ≡ EAlu0a(0) =
e
0
LHb ≡ EAl ub(H) = 0
LHa ≡ EAl u0a(H) = 0

El momento flector en x0 = 0 es:


e
ME = QH − LHb + LHa = QH
2

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Mecánica Computacional Vol XXIX, págs. 863-882 (2010) 879

que coincide con la teoría clásica. Las flechas valen:

QH 3  ϕ
fb ≡ vb(H) = 1+
3EJy 4
QH 3  ϕ
fa ≡ va(H) = 1+
3EJy 4

El porcentaje de esta flecha respecto a la calculada con la teoría clásica (ϕ = 0) es igual a 1+ ϕ4 .


Si por ejemplo Al = 3.14 ; Ad = 1.13 ; ∆ = 20 ; e = 40 y H = 400, se tendrá una diferencia del
18.3% ya que ϕ = 0.730.

5.2 Determinación de la carga crítica


En este ejemplo (ver Fig. 8) P ≡ Pc r, pa = pb = qa = qb = 0 y todo Na = Nb =
Qa = Qb = 0 en x0 = 0 y xH = H. Como dijimos para este caso debemos recurrir al
sistema diferencial (ec. 38, 39 ,40 y 41) con las 12 C.B. dadas por las ecuaciones (45) y/o (46).
O sea, tendremos en general soluciones particulares nulas y soluciones homogéneas algebro-
trascendentes. Es decir deberíamos proponer una solución similar a la (56), pero esta vez el
determinante de los coeficientes es de la forma:

λ6 Π6(λ) (64)

donde Π6(λ) es un polinomio de orden 6 en λ.

Figura 8: Carga crítica

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880 C. FILIPICH, A. GUZMAN, M. ROSALES

Sin embargo - tal como comúnmente se ejemplifica - la solución para el caso que nos ocupa
tiene la forma:
(h) πx
ub = A1cos
H
(h) πx
ua = A2cos
H (65)
(h) πx
vb = A3sin
H
(h) πx
va = A4sin
H
Al ser en consecuencia:
πx πx
η = Rsin δ = Scos (66)
H H
en donde R y S son también constantes. Las 12 C.B. se satisfacen idénticamente con esta
propuesta. En efecto las C.B. a verificar son (ver ec. 45 y 46) en: x = 0 y en x = H

u0b = 0
vb = 0
vb00 = 0
K∆ (67)
u0a + η=0
2
va = 0
va00 = 0

Reemplazamos entonces la solución dada por la ecuación (68) en el sistema diferencial (ec. 38,
39, 40 y 41). Obtenemos un sistema lineal homogéneo en A1 , A2, A3 y A4 dependiendo del
autovalor:
Pcr
µ= (68)
2EJl
El determinante de los coeficientes que debemos anular es una ecuación cuadrática en µ. La
menor de las dos raíces - µmin - será la que ingenierilmente nos interesa. Luego:

Pcr = 2EJl µmin (69)

o bien:
EJl
σcr = µmin (70)
Al
Definimos entonces una esbeltez Λ ficticia tal que:

π 2E
σcr =
Λ2 (71)
2
2π EAl
Pcr =
Λ2
o sea una carga ficticia de Euler. por lo tanto:
s
Al
Λ≡π (72)
Jl µmin

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Mecánica Computacional Vol XXIX, págs. 863-882 (2010) 881

No es difícil inferir que aproximadamente Λ vale:


H
Λ= q (73)
Jl e2
Al
+ 4(1+r)

donde:
π 2ϕ
r= (74)
12
Es importante observar que en los casos límites reticulado inexistente - Ad = 0 - o reticulado
estrictamente rígido - Ad → ∞ - la ecuación (74) o bien Pcr = 2Al σcr dan lugar a la expresión
teóricamente correcta. En efecto para:
Ad = 0 =⇒ ϕ → ∞ =⇒ r → ∞
resulta:
H
Λ= q
Jl
Al

y luego:
π 2E(2Jl )
Pcr =
H2
y para:
Ad → ∞ =⇒ ϕ → 0 =⇒ r → 0
resulta:
H
Λ= q
Jl e2
Al
+ 4

y luego:
π 2EJy
Pcr =
H2
Ahora bien (Timoshenko, 1936) da un valor de carga crítica que el Reglamento CIRSOC 302
(CIRSOC 302, 1982) reproduce y que para el caso de Ad = 0 no conduce al valor teórico de
Pcr . A los efectos prácticos sin embargo la aproximación del Reglamento es suficientemente
precisa.
A continuación, para dos secciones, compararemos las tres cargas críticas, la nuestra teórica
dada por las ecuaciónes (72),Pcr1 , y (74), Pcr2 , y la reportada por CIRSOC, PcrC .

Sección 1 Al = 3.14 ; Jl = 0.785 ; Ad = 1.13 ; ∆ = 20 ; e = 40 y H = 400


Pcr1 = 0.09665614.E
Pcr2 = 0.09689859.E
PcrC = 0.09687730.E
PcrC es un 0.23% "mayor" que Pcr2 .

Sección 2 Al = 3.14 ; Jl = 0.785 ; Ad = 1.13e−5 ; ∆ = 20 ; e = 40 y H = 400


Pcr1 = 0.0000994209.E
Pcr2 = 0.0000994249.E
PcrC = 0.0000025794.E
PcrC es un 97.4% "menor" que Pcr2 .

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882 C. FILIPICH, A. GUZMAN, M. ROSALES

6 COMENTARIOS FINALES
En este trabajo se ha presentado un análisis de elementos reticulados realizando un estudio
del comportamiento estructural a través de un pasaje del planteo discreto a continuo. En la
primera parte, se abordó un mástil reticulado espacial de sección transversal triangular com-
puesto por tres montantes (largueros) con diagonales en un patrón zig-zag. En esta etapa del
trabajo, se obtuvo la expresión de la energía potencial elástica de los largueros y diagonales en
función de los desplazamientos axiales, flexionales y torsionales de cada larguero. Asimismo
se incluyó el efecto de segundo orden debido a las cargas axiales aplicadas. Dicho funcional
fue obtenido a través de un desarrollo algebraico inicial en el dominio discreto para posterior-
mente, admitiendo que el paso entre diagonales es pequeño frente a la altura del mástil, pasar al
dominio continuo en la variable x. En el congreso se presentará la expresión de energía cinética
y las ecuaciones diferenciales gobernantes, extendiendo así el planteo a problemas dinámicos.
Como caso particular, se incluyó el comportamiento estático y de la estabilidad del equilibrio
de elementos reticulados planos. Se desarrollaron ejemplos numéricos y se compararon con
resultados de teorías clásicas y especificaciones de reglamentos vigentes. Se observó una total
correspondencia en los resultados de esfuerzos aunque las elásticas presentaron diferencias con
la teoría clásica sin considerar deformación por corte.

REFERENCIAS
CIRSOC 302. Fundamentos de Cálculo para los Problemas de Estabilidad del Equilibrio en
las Estructuras de Acero. INTI Argentina. 1982
Ben Kahla, N. Equivalent beam-column analysis of guyed towers. Computers and Structures,
55(4):631–645, 1993.
Filipich, C. y Bambill, E. Frecuencias Naturales de Piezas Empresilladas vía Serie de
Potencias. Mecánica Computacional, Vol. XXII, 2003.
Madugula, M., Wahba, Y. and Monforton, G. Dynamic response of guyed masts. Engineer-
ing Structures, 20(12):1097–1101, 1998.
Timoshenko, S. Theory of Elastic Stability. McGraw-Hill Book Company NY-London,1936.
Wahba, Y., Madugula, M. and Monforton, G. Evaluation of non-linear analysis of guyed
antenna towers. Computers and Structures, 68:207–212, 1998.

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