Prof. Beatriz G.

de Bosio

A LOS 85 AÑOS DEL ARMISTICIO QUE PUSO FIN A LOS

COMBATES DE LA GUERRA DEL CHACO.

Prof.Beatriz González de Bosio

La guerra del Chaco fue la continuación de fallidas

negociaciones diplomáticas y la conflagración trajo una solución
definitiva que si no complació a todos tampoco fue anulada.
Los intentos diplomáticos bilaterales tuvieron varios nombres y
ninguno fue del todo ratificado por uno de los dos congresos.
Aceval - Tamayo, 1887, Benítez –Ichazo 1894; y finalmente
Soler Pinilla en 1908 que creó una zona desmilitarizada de no
avanzar ni innovar.

En 1928, la guerra estuvo a punto de estallar a consecuencia de

las acciones del Fortín Vanguardia, luego de una movilización
general de ambos ejércitos quedó claro que ninguno estaba
preparado para una campaña militar.
Por mediación de la Rca. de Chile, el Paraguay reconstruyo el
fortín y presentó disculpas a efectos de prepararse mejor para el
inevitable enfrentamiento. Fue una movida estratégica.
A consecuencia de la última gran guerra civil de 1922 al 23, el
presidente electo en 1924, Eligio Ayala, se lanzó a una sigilosa
campaña de recabar información sobre la penetración boliviana
en zona de conflicto y al igual que evaluó el abismal estado de
preparación militar paraguayo con lo que se inicio un largo
proceso de restructuración del ejército, compra de armamento
moderno y capacitación en Europa de Jefes y Oficiales.

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Hacia 1932 el Paraguay penosamente completó su preparación

con la llegada de las dos cañoneras Paraguay y Humaita,
construidas en Génova bajo la dirección del Ing. Civil y Naval
José Bozzano que había diseñado las embarcaciones con dual
responsabilidad de transporte y defensa del Río Paraguay en una
Tesis en el Massachusetts Institute of Tecnology (MIT) ubicado
en Cambridge, suburbio de Boston USA.
Quiso el destino que la guerra estallara muy pronto pues para
Junio de ese mismo año las fuerzas Bolivianas tomaron la laguna
Pitiantuta, lo que obligó al debilitado gobierno saliente de José
P. Guggiari, el deber de iniciar las hostilidades, con la retoma
del Fortín redenominado Carlos Antonio López.
Para Agosto de 1932 asume el poder el Pte. Eusebio Ayala, ya
con la responsabilidad de dar continuidad a la defensa.
El nombramiento inmediato del Tte. Coronel José Félix
Estigarribia como Jefe de Operaciones dio nuevo impulso a las
innovaciones estratégicas, una de las cuales fue la retoma del
Fortín y laguna de Boquerón a escasos 300 kms. de la capital.
La primera batalla victoriosa desde Curupayty de 1866 contra la
Triple Alianza, fue la del 29 de Setiembre de 1932 en Boquerón.
Las fuerzas Bolivianas se habían rendido al incesante ataque
paraguayo de tres semanas.
El júbilo estallo en el Paraguay aunque las operaciones recién
comenzaban.
Para el Paraguay se trato de una guerra total, con la
movilización de mas de 50 mil soldados lo que dejo la tareas
agrícolas del campo a la mujer. El país estaba sin créditos
internacionales desde 1871 por deudas impagas a Londres.
La gran cooperación argentina – en el gobierno del Pte. Juan B.
Justo - fue instrumental para el logro de apoyo logístico, incluso

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adelanto de armamentos y tareas de inteligencia como señala

Alfredo Seiferheld en su tratado sobre el Petróleo y la Guerra.
El resto lo hizo el soldado paraguayo bajo la hábil conducción
política de los estadistas del Chaco y la suprema conducción
militar del recientemente ascendido General Estigarribia.
Hubo un despliegue generoso de heroísmo de ambos
contendientes en el campo de batalla. Pero de alguna manera el
Paraguay enfrento la defensa de su territorio con mayor
eficiencia en el uso de sus limitados recursos.
También en el campo de las decisiones políticas el Paraguay
siempre tuvo mejor enfoque ya que los bolivianos habían iniciado
la guerra bajo el comando de un General Prusiano Hans Kundt -
desde diciembre de 1932 a diciembre de 1933 - veterano de la
primera guerra mundial y ex agregado militar en la ciudad de la
Paz, capital de Bolivia. El Comandante germano tenia escaso
conocimiento tanto de la idiosincrasia de la tropa como del
terreno por la inexistencia de mapas militares con cotas de
terrenos.
La elección de Estigarribia probó ser un suceso absoluto.
Liderando su estado mayor en Isla Poí poco a poco se fueron
recuperando kilómetros de territorio en exitosas operaciones de
pinzas denominadas Corá i, que siempre dejaban al enemigo un
corredor para la retirada. Así se llego hasta las estribaciones
andinas y se cumplió con la promesa nacionalista de beber agua
del Río Parapití bajo ocupación paraguaya.
Las líneas de abastecimiento de mas de 800 kms. y la escasa
capacidad financiera, tornaron imposible mantener la ocupación
del terreno ganado. A pesar de ello el territorio Paraguayo se
incremento en comparación de cualquiera de los tratados
anteriores en mas de 150 mil kms, lo cual hizo verdad el
aforismo de que Eusebio Ayala fue el único presidente que

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entrego una patria mas grande que la recibida al asumir el

poder.
Las hostilidades se fueron extendiendo por un período
excesivamente largo y la naciente comunidad internacional hizo
innumerables esfuerzos para ponerles fin. Se crearon comités de
neutrales que se reunían en Washington, se llevó la discusión al
seno de la Liga de las Naciones en Ginebra, donde en ausencia
de Paraguay se lo condeno como país agresor - 1934 - lo que
motivo que el Canciller Luis Alberto Riart comunicara la salida
del Paraguay de ese colectivo multilateral.
Amenazado con sanciones tanto militares como comerciales el
gran apoyo político argentino hizo que la Liga de las Naciones
reconociera que la salida del Paraguay se había realizado en el
marco de sus derechos soberanos.
Casi exhaustos ambos ejércitos quedaba la ultima esperanza de
negociaciones de paz en la potencia regional indiscutida, la Rca.
Argentina.
Así con alguna reticencia boliviana comenzaron a reunirse los
cancilleres de ambos países en Buenos Aires, y tanto Luis. A
Riart como Tomás Manuel Elío llevaron adelante discusiones
azarosas, pues Bolivia en todo momento se consideraba con
mayores posibilidades de continuar el conflicto.
El Paraguay poco a poco fue encontrando espinoso el tercer año
de combates. Se llego a la obligación de solicitar a Monseñor
Juan Sinforiano Bogarín, para que a través de las homilías
dominicales se instara a los veteranos de permiso a retornar al
Chaco para completar la misión.
En ese momento, Junio de 1935, el ejército una vez mas le da
una gran mano a la diplomacia por medio de la victoriosa
Batalla de Ingavi el dia 8 de Junio, con una proclama victoriosa
escueta pero rotunda de Estigarribia.

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Elío finalmente accedió a firmar el armisticio el dia 11 de Junio.

Faltaba sin embargo el acuerdo del Presidente Eusebio Ayala
quien se hizo rogar por tener las cartas a su favor.
En una postrera comunicación telefónica escuchada
ansiosamente por los mediadores argentinos, Riart solicita su
aquiescencia al presidente. Los que habían interceptado la
comunicación telefónica quedaron en ascuas sobre la respuesta
final, porque Ayala y su Canciller, habían conducido las
conversaciones exclusivamente en ‘guarani’.
El 12 de Junio en acto solemne se firma el Armisticio en la Casa
Rosada, y los cañones se silencian 48 horas mas tarde. El 14 de
Junio se saludan los anteriores enemigos como un alivio a tanto
esfuerzo y a partir de ahí, se inician las negociaciones de paz que
llegarían 3 años después, y posterior a varios golpes de estado en
las capitales de ambos beligerantes.
Coincidente con la moda europea del totalitarismo incontenible,
esta guerra alimentó sentimientos nacionalistas y muy poca
tolerancia para modelos y usos democráticos.
El naciente militarismo se consolido en el poder por el próximo
medio siglo al final del cual se llego a la conclusión de que si las
ideas de integración de la actualidad hubiesen tenido vigencia en
aquel entonces, la guerra se hubiera evitado, pues el acceso de
Bolivia al comercio por el Río de la Plata pudo haber sido visto
como una oportunidad de progreso y prosperidad para todos los
ribereños.Curiosamente esta idea, de una confederación de
estados libres y asociados en busca del desarrollo humano
habían sido expuestas en su momento por el Prócer uruguayo,
José Gervasio Artigas.

Proclama de Estigarribia:

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A los Jefes, Oficiales, Clases y Soldados del Ejército en

Campaña.
“ Con profunda emoción os anuncio la cesación de la lucha.
Entres años de guerra habéis demostrado ser dignos de vuestros
mayores, realizando una obra que las generaciones del porvenir
recordaran con orgullo. Quiera Dios que ellas se inspiren
siempre en vuestro ejemplo. Habéis vencido en jornadas
inolvidable a un enemigo tenaz y a una naturaleza hostil. La
Nación no olvidara jamás a quienes combatieron y sufrieron para
salvarla de la mutilación y de la deshonra. Sin un pueblo debe ser
grande por la inteligencia, el valor y el sacrificio de sus hijos,
digo que el nuestro esta llamado a los mas altos y nobles destinos
En este dia tan feliz, recuerdo especialmente, con el corazón
dolorido a los hermanos que cayeron desde Pitiantuta hasta
Charagua. Sea para ellos nuestro homenaje y sírvanos en todo
tiempo el santo ideal que nos llevo a la muerte en plena juventud.
Jefes, Oficiales, Clases y Soldados Combatientes y de los
Servicios, a todos mi gratitud de paraguayo y de soldado, Yo
llevare a la tranquilidad d​ e mi hogar, como el mas grande honor
de esta guerra el haber sido vuestro comandante en Jefe. José
Félix Estigarribia.” Comandante del Ejército paraguayo en
campaña. Comanchaco, 12 de Junio de 1935.

[email protected]

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