JONAS

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JONÁS, DEL VIENTRE DEL PEZ A LA MISIÓN

“Vino palabra de Jehová por segunda vez a Jonás, diciendo: Levántate y ve a Nínive,
aquella gran ciudad, y proclama en ella el mensaje que yo te diré.
Y se levantó Jonás, y fue a Nínive conforme a la palabra de Jehová.
Y era Nínive ciudad grande en extremo, de tres días de camino” (Jonás 3:1-3).

INTRODUCCIÓN

Jonás, viene del hebreo Yonah, que significa “paloma”.


El profeta Jonás fue un siervo de Dios diferente de los demás. Fue llamado para
efectuar una misión muy semejante a la de otros profetas: llamar al arrepentimiento a
un pueblo que estaba creciendo en la iniquidad. A diferencia de los demás, sin
embargo, Jonás respondió intentando huir de su asignación.

Si se hubiera negado por cobardía, aunque ésta no es una excusa, se habría


comprendido, pues la brutalidad con que los asirios trataban a sus enemigos era bien
conocida. Pero el problema de Jonás no parece haber sido la cobardía, sino más bien, el
resentimiento contra el Señor por dar al odiado enemigo una oportunidad de
arrepentirse (Jonás 4:1-2).

Para una persona que ha aprendido a tener amor cristiano hacia todos los hombres, la
actitud de Jonás parece casi increíble.

Pero para un israelita que había aprendido que él pertenecía al pueblo escogido y que
los gentiles eran corruptos, y por lo tanto no eran aceptables a Dios, la actitud de Jonás
era más comprensible. Aunque nos sorprenda porque esperamos una actitud diferente
de los profetas del señor, la reacción de Jonás fue muy humana. ¿Fue necesario estar
en el vientre del pez tres días y tres noches para que ciento veinte mil personas se
arrepintieran? ¿Quiere decir que Dios castiga cuando no cumplimos lo que nos pide?

Propósito del mensaje:

El mensaje de hoy tiene como objetivo mostrarnos que, a pesar de nuestras


limitaciones humanas, Dios nos llamó con un propósito en particular; muchas veces,
tomamos decisiones equivocadas y las cosas nos salen mal. Cuando estamos en la
profundidad del fracaso, el Señor nos dice: no todo está perdido, hay una nueva
oportunidad.

I. LOS PLANES DE DIOS

Dios tiene planes maravillosos para cada uno de sus hijos, en el plan de Dios nunca
estuvo que Jonás fuera tragado por un pez y que estuviera en su interior durante tres
días y tres noches. El Plan de Dios para Jonás fue hacer de él un gran mensajero, hacer
de Jonás un canal de bendición. En el plan de Dios es que tú y yo seamos canales de
bendición para las personas que nos rodean con los dones que Él nos dio. Si eres un
ingeniero, un médico, un profesor, un comerciante, un estudiante, etc. En el plan de
Dios está que seas cabeza y no cola (Deuteronomio 28:13).

La Biblia afirma y dice que todo lugar que pisará la planta de tu pie será tuyo
(Deuteronomio 11:24).

Aplicación: ¿Qué planes tienes? ¿Tienes algún sueño frustrado? ¿Trabajas duro,
estudias hasta altas horas de la noche y no ves resultados? Hoy es el momento de
reflexionar y darle una oportunidad a los planes de Dios; porque, sus planes siempre
son mejores que los nuestros.
II. LOS PLANES DE DIOS PARA JONÁS (1:2)

El período en que Jonás profetizó fue de gran angustia nacional (2 Reyes 14: 26-27).
Todos los reyes que ocuparon el trono de Israel hicieron el mal a la vista del Señor, y se
cernía el castigo nacional. Mediante Jonás el Señor predijo una recuperación del
poderío nacional. Parece que el alivio que siguió tuvo el propósito de ser un aliciente
para que la nación se volviera a Dios. La prosperidad fue una demostración de lo que la
nación podría alcanzar bajo la bendición del Dios del cielo.

Sin embargo, a pesar de la bendición divina, Jeroboam “hizo lo malo ante los ojos de
Jehová” (2 Reyes 14: 24), como lo hicieron sus sucesores. En medio de toda esta
apostasía nacional Jonás es llamado para ir a Nínive como un evangelista, como un
profeta para pedir que el pueblo se arrepienta y así no reciba las consecuencias de su
mal proceder.

Aplicación:

Hoy todos fuimos llamados para ir a Nínive, en Nínive están nuestros parientes,
amigos, vecinos, colegas de trabajo, compañeros de estudio, etc. Hoy como en los
tiempos de Jonás todo el mundo está en apostasía, para la gente de éste tiempo, hacer
lo incorrecto es normal; porque, todo el mundo lo hace, es en medio de éste tipo de
conceptos y filosofías humanas que el Señor nos llama para ir y amonestar a que si no
se arrepienten de sus malos caminos se les viene un futuro nefasto. Hoy somos
llamados para ser bendición para nuestros prójimos con lo que sabemos hacer: con
nuestro oficio, con nuestra profesión, con lo que el Señor nos dio.

III. LOS PLANES DE JONÁS (1:3)

El profeta alberga dudas y está perplejo en cuanto al mandato que Dios le ha dado de
que fuera a Nínive. El mero pensamiento de dirigirse a esa gran metrópoli, las
dificultades y aparentes tropiezos de la tarea, hicieron que rehuyera llevar a cabo la
misión divina y que pusiera en duda la sabiduría de esa empresa.

Por no haber estado a la altura de la fe vigorosa que lo habría llevado a darse cuenta
de que juntamente con el mandato divino venía el poder celestial para cumplirlo, Jonás
se sumergió en el desaliento, el temor y la desesperación (PR 199).

Conociendo la bondad y longanimidad de Dios, Jonás también temió que, si daba el


mensaje divino, y los paganos lo aceptaban, no sucedería la amenazante destrucción
que pronunciaba sobre ellos. Esto sería para él una gran humillación, como en realidad
sucedió, y no la pudo soportar (cap, 4: 1-2).

Aplicación:

No seas egoísta, no pienses solo en tus propios planes.

Piensa en la cantidad de personas que serían beneficiadas si

colocas tus planes en las manos del Señor. En el plan de Dios

está que tú seas la persona más feliz del mundo realizando

tus actividades cotidianas, con tu familia, en la salud y sobre

todo siendo un canal de bendición para los demás. No hagas

lo que hizo Jonás, que huyó del plan de Dios, pregúntale y


dile: Señor ¿qué quieres que haga con lo que me diste?

IV. LOS PLANES PUEDEN SER RESTAURADOS

Jonás, al principio desobedeció, pero por medio de una

sucesión de acontecimientos fue inducido a cumplir con la

misión. Los habitantes de Nínive se arrepintieron, y por un

tiempo abandonaron sus pecados. Se enojó Jonás, pero Dios

justificó la bondad divina. Entre las lecciones enseñadas por

la profecía de Jonás está la verdad que afirma que la gracia

de Dios trae salvación a todos (Tito 2: 11), que ciertamente

no estaba limitada a los judíos, sino que había de ser revelada

también entre los paganos. “De manera que también a los

gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida” (Hech.

11: 18). Como Pedro (Hech. 10), Jonás llegó a entender a

regañadientes que Dios estaba listo para recibir de entre

todas las naciones a los que se volviesen a él. Refiriéndose a

“los hombres de Nínive” que respondieron a la exhortación

de Jonás, al arrepentimiento, Jesús condenó a los judíos

orgullosos y farisaicos de sus días (Mat. 12:41; Luc. 11:32) y

a todos los demás que, en su complacencia religiosa y falso

sentido de seguridad espiritual, se engañan a sí mismos

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pensando que son el pueblo favorito de Dios, y que eso les

asegura la salvación.

Aplicación:

Jonás tuvo que pasar tres días y tres noches en el vientre del

pez para entender el plan de Dios. Por su irresponsabilidad

casi se pierden ciento veinte mil personas. Hoy el Señor nos

llama a reflexionar en nuestra vida y ver que estemos en el

camino correcto; porque, en los planes de Dios es que todos

seamos felices, seamos personas realizadas en todos los

ámbitos de la vida; pero si algo está mal, es tiempo de volver

al plan de Dios.
CONCLUSIÓN

Recuerda que en el plan de Dios está que seas la persona

más feliz del mundo, que tú y yo seamos canales de

bendición para los que nos rodean. No seamos como Jonás

al ejecutar nuestros propios planes; porque eso solo traerá

tristes consecuencias para nosotros mismos y para los que

nos rodean. Si las cosas te están saliendo mal, es tiempo de

reflexionar y volver al plan de Dios para tu vida (Hageo 1:5-9).

Llamado:

Jonás puede representar a aquellas personas que están

pasando momentos difíciles por tomar decisiones incorrectas

en su vida, que por lograr un sueño se desviaron del plan

de Dios para sus vidas. Pueda que estés en el fondo del

abismo, así como Jonás en el vientre del pez, haz como Jonás

arrepientete y pide ayuda al Todopoderoso, Él te dice hijo

toma mi mano aquí estoy para darte una nueva oportunidad

(Isaías 1:18).

Ven a Jesús, toma su mano, hoy es el día de nuevas

oportunidades en el nombre del Señor.

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