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UNIVERSIDAD PRIVADA ANTENOR ORREGO

FACULTAD DE MEDICINA HUMANA


PROGRAMA DE ESTUDIO DE PSICOLOGÍA

EL NEOCOLONIALISMO Y SUS EFECTOS EN LA IDENTIDAD


NACIONAL DE LOS PERUANOS
Autores:
Mendoza Sancarranco, Diego Sebastián
Docente:
Úrcia Moya, Carlos
Curso:
Lenguaje II
Trujillo - Perú
2024
Introdución

Al igual que los animales de la granja Manor en “Rebelión en la Granja” de George

Orwell, somos seres que son influenciables, y buscamos tener una identidad y una libertad que

muchas veces nos es robada. Sin embargo, se debe tener cuidado de quién recibimos las

influencias, pues estas no siempre son positivas y responden a los intereses ajenos, al igual que

Napoleón fue influenciado por los humanos y se volvió un dictador.

El problema actual de la identidad es la pérdida de esta misma, siendo que el impacto de

la globalización en las culturas de diferentes países ha sido fuerte, pues muchos de ellos son

subdesarrollados y no se han podido adaptar adecuadamente.

En el caso del Perú, esto se ha visto más claro, siendo que muchas de nuestras culturas

han sido desplazadas y perdidas. Esto a causa del neocolonialismo que trajo la globalización,

donde nos vemos influenciados por culturas extranjeras de potencias mundiales, donde estas

actúan para su beneficio.

En este ensayo, vamos a ver de que manera a impactado el neocolonialismo en la

identidad nacional peruana, y ver cómo podemos rescatar la identidad antes de que se pueda

perder.
Para hablar sobre identidad nacional, debemos conocer que queremos decir por

“identidad”. Así, recabamos que, según la Real Academia Española contiene cinco definiciones,

siendo la que se va a tomar la que dice que la identidad es la “conciencia que una persona o

colectividad tiene de ser ella misma y distinta a las demás” (RAE, 2014). Así vemos que la

identidad es una construcción mental que se da en el individuo o grupo de personas, y lo que

caracteriza a la identidad es el ser única en un individuo o población. Por otro lado, se debe

recordar que la identidad es un concepto psicológico, y por lo tanto, se va a tomar de esta

manera. Así, la identidad viene siendo, desde una perspectiva psicológica, como el individuo o

grupo de individuos se perciben a ellos mismos: en el caso de el individuo, su identidad se basa

en sus experiencias resultado de la interacción con su medio ambiente (rasgos físicos,

personalidad, comportamiento); por otro lado, en el caso de el grupo de individuos, su identidad

también se basa en la interacción con su medio ambiente, tomando en cuenta que los grupos se

deben tomar como uno solo, pues estos se deben tomar como más que el resultado de la sumas

de sus partes, y las reglas que los rigen son diferentes a las que rigen el comportamiento

individual. También es importante darle un enfoque extra además del psicológico, siendo

relevantes en este tema en enfoque sociológico (que estudia a los grupos como un microsistema

social) y antropológicos (que estudia a los grupos como un fenómeno cultural y social).

Por otro lado, también es importante conocer qué es la “nación”. La nación representa

qué caracteriza a un país individualmente, estando compuesta por elementos históricos,

culturales, sociales, religiosos, políticos y económicos que son parte de un territorio delimitado,

y permiten que un país tenga un lugar en el escenario internacional, y que es reelaborada de

generación en generación (Múltiples autores; citados por Pastor, 2016). Asimismo, Pastor (2016)

señala que la RAE da tres definiciones que pueden interpretarse como características: una
población, un territorio, un origen común, un idioma, tradiciones compartidas y una

nacionalidad. Y si bien es complicado definir realmente lo que es una nación, esta es la

definición que, para efectos prácticos, se va a utilizar, pues se relaciona con lo que

principalmente forma la identidad colectiva o grupal. Simplificando, para este caso de estudio,

desde una perspectiva psicosocial, definiremos a la nación como el conjunto de elementos

sociopolíticos y económicos que caracteriza a quienes lo integran como un solo ente parte de un

territorio, y lo cual le permite diferenciarse de los demás países permitiendo su participación en

asuntos internacionales.

De esta manera, podemos decir que la identidad nacional es la construcción mental

constante de un grupo de individuos que comparten un mismo territorio, en el cual se tienen

costumbres, tradiciones, historia, régimen político y socioeconómico; y que diferencia a este

grupo de individuos de los demás, manejándose como un ente individual. De esta manera, lo

podemos asociar con la vista histórica-geográfica que nos da Arias (2009):

La identidad es producto de un proceso que se ha construido y reconstruido a lo largo del

tiempo y que tiene estrecha relación con las particularidades culturales propias de cada

región geográfica y de las características que identifican a los pueblos en un momento

histórico determinado (p. 10)

Y ciertamente, esta identidad se va construyendo en base a las experiencias vividas, donde, en

caso de la identidad nacional, esta identidad se forma a través de los eventos históricos y la

memoria colectiva [donde esta última es definida por Herranz y Basabe (1999) como el proceso

donde se transmiten de manera verbal (formal o informalmente) los hechos relevantes de grupo

al que pertenece el individuo; que, aunque no las hayan vivido sus integrantes, comparte la

misma representación sobre ellos. Y, en un contexto histórico, Cerutti y González (2008) revelan
que durante la formación y expansión de estados-naciones que surgieron en el siglo XIX, estos se

establecieron como una manera de materializar las relaciones sociales y capitalistas entre

estados, siendo sostenido por los límites territoriales y sus consensos que involucren a sus

habitantes. Así, podemos añadir a la definición de identidad nacional el conjunto de

características conscientes de una población que habita un territorio delimitado, el cual comparte

la misma representación entre sus habitantes sobre hechos pasados (momentos históricos,

costumbres y tradiciones) transmitidos entre generaciones. También se considera que, a lo largo

que pasa el tiempo, se van desarrollando nuevos eventos que forman la identidad de una nación,

y esta es vivida por las generaciones que estuvieron en aquel espacio-tiempo, las cuales se

transmiten a generaciones venideras, siendo que la identidad nacional no es una construcción

mental estática, sino que es algo que se encuentra en constante cambio. Siendo que esta, en su

esencia, se debe procurar conservar en todas las sociedades y generaciones.

La identidad nacional en el Perú siempre ha sido un tema dócil, siendo que lo más

aceptado para definirnos como “peruanos” es la diversidad cultural de nuestro territorio, siendo

esta la percepción mayormente aceptada. Según Galán (2018):

La búsqueda de la identidad cultural debe oponerse a la uniformidad, el hegemonismo o

al nacionalismo estrecho, pues el Perú siempre ha sido un territorio en el que han

convivido múltiples naciones y hoy mismo somos un estado de varias naciones que se ha

desarrollado gracias a los contactos interculturales que se han dado. Estas características

son nuestro modo histórico de ser, que nos define (p. 6)

Siendo este el enfoque más popular cuando se pregunta a un ciudadano de a pie “¿qué es la

identidad nacional?” o “¿qué nos identifica como peruanos?”. Actualmente, si bien la identidad

nacional se refuerza en el orgullo sobre la riqueza y diversidad cultural; se opone a esto una
autocrítica ante la situación actual del país, reconociendo los problemas que existen. Sobre esto

último, Ipsos (2024) dice:

La identidad nacional del Perú en su bicentenario se caracteriza por […] un

reconocimiento autocrítico de los serios problemas por resolver. La confianza en un

mejor futuro para el país, a pesar de las dificultades actuales, parece ser el sentir

mayoritario y tal vez el mayor activo para construir el Perú del mañana. Estas actitudes

configuran una identidad nacional resiliente, que no se deja abatir fácilmente y mantiene

la esperanza, pero que al mismo tiempo es consciente de sus debilidades y no se

conforma con la situación actual.

Sin embargo, la identidad nacional peruana se ha ido deteriorando en los últimos años, ya

sea por los problemas que se autocritican, o más aún, por la globalización. Si bien la

globalización ha permitido reconocer estas múltiples culturas y representarlas de muchas

maneras, no siempre se hace con un buen fin, sirviendo siempre a los fines económicos u

políticos de la gente que puede sacar provecho de mostrar una imagen “pluricultural”. Asimismo,

la globalización ha generado las llamadas “culturas híbridas” que son el resultado de la

interacción de culturas e identidades sin perder lo que las hace únicas, que aunque puede ser algo

bueno, esto ha dado que muchos pueblos se conviertan en ciudades y adquieran una cultura

consumista sin tener un plan a largo plazo: “También hay quien ve un peligro de pérdida de la

identidad nacional, ya que las sociedades cada vez se parecen más entre sí, con los mismos

gustos culturales, modas, etc.” (Asociación para el Progreso de la Dirección, 2022). Esto es

debido a un problema silencioso en el Perú, que se ve como oportunidad, pero sin control, puede

convertirse en una amenaza: el neocolonialismo.


Para poder hablar de neocolonialismo, debemos hablar de colonialismo. El colonialismo

se define como “régimen político y económico en el que un Estado controla y explota un

territorio ajeno al suyo” (RAE, 2014). Este colonialismo clásico se daba a través del uso de la

fuerza militar. El colonialismo tiene antecedentes desde el Antiguo Egipto, Grecia y Roma.

Luego del descubrimiento de América, colonizadores europeos subyugaron a quienes ya

habitaban en este continente, y explotaron sus recursos naturales. Luego de las revoluciones en

cada país colonizado por europeos, el colonialismo pasó a ser un hecho más que todo histórico,

pero que se mantenía en zonas que no pudieron lograr su independencia, sobre todo en África,

donde la batalla de los Estados europeos por los dominios de aquellas tierras inició la Primera

Guerra Mundial; finalizando esta con procesos para hacer independientes a estas zonas, pero

algunas quedando bajo mando tanto Europeo como Estadounidense hasta el día de hoy.

Y aunque el colonialismo “desapareció”, como efecto de la globalización surgió el

neocolonialismo, el cual se define como el “predominio e influencia determinantes,

especialmente en el campo de la economía, por parte de antiguas potencias coloniales, naciones

poderosas y empresas internacionales sobre países descolonizados o en vías de desarrollo”

(RAE, 2014). Este nuevo colonialismo no usa la fuerza militar, pero usa las relaciones

establecidas con países subdesarrollados para influir en su economía principalmente con la

intención de que adquieran los modelos económicos que países o empresas proponen, donde el

mayor beneficiario es ellos, pues mientras estos países “neocolonizados” requieran más

productos de sus países “neocolonizadores”, mayor control poseen ellos sobre estos, sustentando

así sus modelos económicos. Sin embargo, esto también influye en la política y la sociedad que

está siendo afectada.


El neocolonialismo se ha dado en mayor cantidad en América Latina, siendo quienes más

han visto los cambios sutiles pero importantes que se han dado, siendo que estos países

colonizadores como E.E.U.U, Gran Bretaña, y China, han actuado en las decisiones políticas y

económicas a través de personas de élite con las que comparten intereses. Principalmente China

(ahora potencia mundial) ha aprovechado el camino de la economía para “ganar influencia,

obligar a los gobiernos a comprometerse con términos desfavorables y manipular las economías

nacionales” (Urbano, 2021, p. 3).

En el Perú, esta influencia se ha mostrado más con la reciente apertura del megapuerto de

Chancay, siendo un proyecto el cual ha sido financiado por empresas chinas, y el cual abre las

puertas a la falta de apoyo de países rivales. Así, el impacto del neocolonialismo en la identidad

nacional del Perú se hace notar, pues a través de estas exportaciones se comparte cultura, y

pronto puede ser que esta cultura se sobreponga a la propia cultura peruana que nos hace únicos

en el mundo, acarreando problemas como: ignorar las raíces indígenas, el mestizaje sobre las

comunidades originarias, y la proliferación del centralismo. Esto puede hacer que nuestra cultura

se pierda en el intercambio cultural, así como dejar de tener una soberanía económica, y traer

problemas a las futuras generaciones que ya no compartirán las raíces o mismos elementos

históricos que forman la identidad nacional, dejando todo lo que nos hace únicos atrás,

ocasionando un desplazamiento cultural y crisis de representación, así como falta de resistencia y

revaloración.

De esta manera, es importante que en las escuelas se fomente la valoración de la

pluriculturalidad peruana, con el fin de que la cultura no se pierda y las nuevas generaciones aún

compartan lazos históricos con las generaciones que pasan, así como futuras personas que luchen

por la revalorización de la cultura peruana. De la misma manera, el estado debe plantearse


fomentar la empresa local, dejando de depender de la inversión extranjera como su único

ingreso. Poor último, se debe reconocer la pluralidad cultural dando espacios donde cada

habitante del Perú pueda hablar sobre los problemas que sufren para mantener vivas a todas las

comunidades que conforman este país.


Conclusiones

De esta manera, podemos decir que la identidad nacional son aquellos elementos que nos

caracterizan como uno y nos diferencian de los demás. Aunque esta identidad se puede perder,

pues las relaciones con otros países y la colonización hacen que la cultura se distorsione y poco a

poco se pierda.

De esta manera, es necesario fomentar la educación cultural, así como la soberanía

económica, pues si se quiere mantener que nos hace únicos en el mundo, no podemos perder

aquello que nos caracteriza como país. Y más allá de sentirnos orgullosos, debemos velar por la

preservación de nuestra cultura.


Referencias

Apd, R. (2022, November 10). Globalización: ventajas y desventajas en el mundo actual. APD

España. https://www.apd.es/globalizacion-ventajas-y-desventajas/

Arias Sandoval, L., (2009). La identidad nacional en tiempos de globalización. Revista

Electrónica Educare, XIII(2), 7-16.

Asale, R.-., & Rae. (n.d.). identidad | Diccionario de la lengua española. «Diccionario De La

Lengua Española» - Edición Del Tricentenario. https://dle.rae.es/identidad?m=form

BurgosG., Y., CoasacaP., J., & ValcárcelA., V. (2003). La globalización: Análisis e impacto en

el Perú. Industrial Data, 6(2), 20-26.

Cerutti, Á., & González, C. (2008). Identidad e identidad nacional. Revista de la Facultad, 14,

77-94.

Herranz, K., & Basabe, N. (1999). Identidad nacional, ideología política y memoria colectiva.

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Pastor, G. (2016). Estudio sobre la afirmación de la identidad nacional en el Perú. Centro de

Altos Estudios Nacionales, 2, 109-134.

Pera Bartra, M. F. (2020). La identidad nacional peruana desde el enfoque cultural en el

pensamiento de José Carlos Mariátegui: una aproximación.

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